Tutoría - El Depósito

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FACULTAD DE JURISPRUDENCIA, CIENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS

CARRERA: DERECHO

MATERIA:

DERECHO CIVIL CONTRATOS II – PARALELO C

TEMA:

EL DEPÓSITO

Docente:

Dr. José Miguel García Aúz

Elaborado por:

Ana Sofía Bahamonde Montesdeoca

Kenia Merchán Reyes

Lizbeth Estefanía Morales Luna

Doménica Sofía Sotomayor González

Irene Sofía Turbay Navarrete

Guayaquil, Ecuador

10 de febrero de 2021
2

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN.................................................................................................................3

DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL DEPOSITARIO NECESARIO............................4

Derechos del Depositario necesario...................................................................................4

Obligaciones del depositario necesario..............................................................................6

DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL SECUESTRE.......................................................9

Derechos del secuestre.......................................................................................................9

Obligaciones del secuestre...............................................................................................10

CONCLUSIONES...............................................................................................................12

ANEXO...............................................................................................................................13

Contrato de depósito........................................................................................................14

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA..................................................................................21
3

INTRODUCCIÓN

El contrato de depósito se encuentra definido en el artículo 2116 del Código Civil como un

contrato en que se confía una cosa corporal a una persona que se encarga de guardarla y de

restituirla en especie. Partiendo de esta definición legal, la misma se encarga de mencionar

dos obligaciones principales del depositario, siendo la obligación de guarda y de restitución.

Posteriormente en el artículo 2119, el Código Civil precisa que existe un depósito

propiamente dicho y el secuestro, siendo asimilado el depósito necesario con el depósito

propiamente dicho a pesar de que el Código Civil luego lo diferencia de un depósito normal e

incluso lo cataloga como un cuasicontrato (Larrea Holguín, 2008).

Para efectos del presente trabajo es necesario aclarar que el depósito es necesario cuando

la elección del depositario no depende de la libre voluntad del depositante, como en el caso

de un incendio, ruina, saqueo u otra calamidad semejante (artículo 2141, Código Civil).

Larrea Holguín (2008) precisa que la diferencia fundamental es que el deponente no está en

aptitud para escoger con entera libertad quien se hace cargo de la custodia de sus cosas,

porque sufre los efectos de un siniestro. Sobre el depósito necesario, el Código Civil no

delimita obligación distinta para el depositario “necesario”, por lo que se debe seguir las

disposiciones del depósito voluntario según el artículo 2145 del Código Civil.

Por último, es preciso señalar que tal como lo explica Juan Larrea Holguín (2008) el

parágrafo segundo del Título del Depósito se presentan dos casos diferentes de depósito

necesario, así pues, el que para la doctrina es el depósito miserable, siendo este el exigido por

circunstancias calamitosas –incendios, naufragios, etc.- y el que se refiere a los depósitos de

equipaje de viajeros en hoteles y otros establecimientos afines; existiendo también un tercer

caso, el del secuestro, contemplado en el parágrafo tercero, esto es, aquel en que se

disminuye la libertad de una o ambas partes.


4

DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL DEPOSITARIO NECESARIO

Derechos del Depositario necesario

Aun cuando el contrato de depósito es unilateral, Juan Larrea Holguín (2008) explica que

“surgen derechos correlativos, que a veces son simple limitación de las obligaciones

contraídas, o compensación de gastos o perjuicios producidos por el cumplimiento del

contrato”.

En el caso de derechos que son simple limitación de las obligaciones contraídas estamos

ante el pacto de una remuneración o un derecho de uso en donde el depositante tendrá

obligaciones que la otra parte podrá exigir con la finalidad de que se cumpla el contrato. El ya

citado autor establece que “la falta de pago de la remuneración convenida o el impedimento

para usar la cosa, darán derecho al depositario para dar por terminado el contrato y

devolver el objeto” (Larrea Holguín, 2008).

Ahora bien, Juan Larrea Holguín (2008) sostiene que al finalizar el contrato el depositario

tiene verdadero derecho de que el deponente le reciba la cosa, siendo esto así, este no puede

negarse alegando mal estado de conservación, ya que ello solamente daría lugar a eventual

reparación de perjuicios. El mencionado autor añade que, en cambio, es evidente, que cabe

oposición si se pretende entregar cosa distinta.

Siguiendo la idea de las líneas anteriores, es preciso indicar que “el derecho de devolver

se extiende a los casos en que se descubre un peligro anteriormente oculto, o llega a ser el

depósito más gravoso de lo previsto por cambio de circunstancias”. Los artículos 2121 y

2132 del Código Civil en concordancia con lo anterior declaran que:


5
Art. 2121.- El error acerca de la identidad personal del uno o del otro contratante, o
acerca de la sustancia, calidad o cantidad de la cosa depositada, no invalida el
contrato.

El depositario, sin embargo, habiendo padecido error acerca de la persona del


depositante, o descubriendo que la guarda de la cosa depositada le acarrea peligro,
podrá restituir inmediatamente el depósito.

Art. 2132.- La obligación de guardar la cosa dura hasta que el depositante la pida;
pero el depositario podrá exigir que el depositante disponga de ella, cuando se
cumpla el término estipulado para la duración del depósito, o cuando, aún sin
cumplirse el término, peligra el depósito en su poder, o le causa perjuicio.

Y si el depositante no dispone de ella, podrá consignarse a sus expensas, con las


formalidades legales.

Como se mencionó al inicio de este subtema, los derechos que posee el depositario se

originan también de la compensación de gastos o perjuicios producidos por el cumplimiento

del contrato, así pues, Juan Larrea Holguín (2008), señala que el deponente incurre en mora

al no recibir la cosa cuando el depositario tiene derecho de devolverla, originándose así la

reparación de daños y perjuicios.

Al respecto, Juan Larrea Holguín (2008) expone que “el reembolso de las expensas se

impone por exigencia de la equidad, ya que el depósito beneficia al dueño de la cosa y no

tiene por qué gravar al depositario”; y puntualiza que es necesario distinguir entre: a. Las

expensas urgentes: que se han de realizar conforme lo exijan las circunstancias de inmediato,

para evitar la destrucción o deterior de la cosa; b. De las que no lo son, en cuyo caso, de no

tener el depositario instrucciones precisas al respecto deberá consultar al deponente, esta

consulta descargará al depositario de la responsabilidad, en cuanto no tendrá que probar su

derecho al reembolso, si fue autorizado, ni deberá indemnización por el perjuicio que se siga

por la cosa, si el dueño no quiso que se haga el gasto pedido para su conservación.
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Adicionalmente, el autor precisa que hay también que distinguir las expensas necesarias,

las simplemente útiles y las suntuarias. En este punto es preciso citar el artículo 2140 que

establece que:

Art. 2140.- El depositante debe pagar al depositario las expensas que haya hecho

para la conservación de la cosa y que probablemente hubiera hecho él mismo,

teniéndola en su poder; e indemnizarle los perjuicios que sin culpa suya le haya

ocasionado el depósito.

Por último, Larrea Holguín (2008) expone que el depositario tiene también derecho de ser

indemnizado por los perjuicios que le haya ocasionado el depósito y añade que este derecho

supone que no se haya establecido otra cosa en el contrato. Y finaliza este tema explicando

que el derecho de retención se reconoce a favor del depositario, para conseguir el reembolso

de las expensas y el pago de las indemnizaciones a que tenga derecho.

Obligaciones del depositario necesario

Borda (2005) plantea que existen cuatro obligaciones principales del depositario, aplicadas

al depósito necesario, siendo las siguientes:

Obligación de guarda

La obligación de guarda, tal como se mencionó anteriormente, se encuentra en la

definición del depósito como tal. De acuerdo con Mezquita (1997), la obligación de guarda es

la obligación principal del depósito, que nace con la entrega de la cosa y tiene como posible

la restitución, insistiendo en que la causa del depósito es precisamente la guarda. La

obligación de guarda o custodia como lo denomina la doctrina, no solo se entiende como la

vigilancia para la conservación del objeto del contrato, sino que se debe entender a su vez
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como la defensa de la integridad de la cosa depositada respecto de los daños que pudiera

sufrir (Universidad de Costa Rica, s.f.). Adicionalmente el artículo 2128 del Código Civil, la

obligación de guarda también comprende la de respetar los sellos y el bulto que la contiene.

Continuando con lo acotado por Mezquita (1997), por la obligación de guarda otro cuidará

al bien para que continúe en su ser conforme a la propia naturaleza de la cosa, para que

finalmente se consuma el contrato y proceda la restitución. De esta manera, según el artículo

2132 del Código Civil, la obligación de guarda dura hasta que el depositante pida la cosa,

pudiendo el depositario exigir que el depositante disponga de ella cuando se cumpla el

término del depósito o, en caso de que peligre en su poder o le cause perjuicio, lo cual nos

lleva a la obligación de restitución que se analizará posteriormente.

Obligación de guardar secreto

El artículo 2130 del Código Civil contempla esta obligación estableciendo que el

depositario no debe violar el secreto de un depósito de confianza, ni podrá ser obligado a

revelarlo. Esta obligación existe cuando el depósito consiste en una caja o bulto cerrado,

debiendo el depositario abstenerse de abrirse salvo que tenga autorización (Borda, 2005). Así

mismo, según el autor citado, el depositario no solo debe respetar el secreto del depósito

entregado en caja cerrada, sino que, si por cualquier acontecimiento llega a conocer su

contenido, también está obligado a no divulgarlo.

Sin perjuicio de que nos encontramos ante un depósito necesario, Borda (2005) no

descarta la existencia de esta obligación debido a que se desprende del deber de responder

lealmente a la confianza puesta en el depositario, a pesar de que haya surgido por una

calamidad.

Obligación de no hacer uso de la cosa


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El artículo 2125 del Código Civil determina que, en virtud del contrato de depósito, al

depositario no se le confiere la facultad de usar la cosa depositada sin el permiso del

depositante. Sin embargo, este permiso puede presumirse, quedando a arbitrio del juez

calificar la presunción en base a relaciones de amistad y confianza entre las partes.

Existe una excepción respecto de esta obligación, siendo la del depósito de dinero. Como

el depósito de dinero supone la transferencia de dominio de la cosa, el depositario está

autorizado para utilizarlo y a disponer de él como lo plazca (Borda, 2005). Este es el sentido

que ha adoptado el artículo 2126 del Código Civil, determinando que lo puede utilizar

siempre y cuando no se encuentre en un contenedor cerrado cuya llave la tenga el

depositante, o con otras precauciones que hagan imposible tomarlo con fractura, siempre

estando obligado a la restitución el depositario.

Obligación de restitución

La doctrina indica que la obligación de restitución importa la necesidad de devolver la

misma cosa recibida, no otra ni su equivalente, existiendo así un verdadero depósito cuando

el objeto depositado se restituye en su identidad, aun cuando sea un depósito irregular

(Universidad Autónoma Nacional de México, s.f.). De conformidad con el artículo 2131 del

Código Civil, para que surja esta obligación para el depositario esta debe ser voluntad del

depositante. En el caso de que se fije tiempo para la restitución, la cláusula será obligatoria

para el depositario, no pudiendo devolverlo antes del tiempo estipulado.

Es importante mencionar que, tal como lo aclara la doctrina, el depositario está obligado a

restituir la misma cosa o cosas individuales que se le confiaron en el depósito, aunque sea

depósito de dinero o cosas fungibles (artículo 2133, Código Civil). Así mismo, la restitución

debe ser con todas sus accesiones y frutos (artículo 2134, Código Civil).
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DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL SECUESTRE

Derechos del secuestre

Recordemos que al secuestro se le aplican las reglas del depósito, ya que según el Art.

2158 los depositantes contraen para con el secuestre las mismas obligaciones que el

depositante respecto del depositario en el depósito propiamente dicho, por lo que toca a los

gastos y daños que le haya causado el secuestro.

En este sentido, el secuestre tendrá, como depositario, la custodia de los bienes que se le

entreguen, y si se trata de empresa o de bienes productivos de renta, las atribuciones previstas

para el mandatario en el Código Civil, sin perjuicio de las facultades y deberes de su cargo.

Bajo su responsabilidad y con previa autorización judicial, podrá designar los dependientes

que requiera para el buen desempeño del cargo y asignarles funciones. La retribución deberá

ser autorizada por el juez.

El secuestre tiene el derecho a enajenar, previa autorización del juez, cuando los bienes

secuestrados sean consumibles y se hallen expuestos a deteriorarse o perderse, y cuando se

trate de muebles cuya depreciación por el paso del tiempo sea inevitable y constituirá

certificado de depósito a órdenes del juzgado con el dinero producto de la venta, y rendirá

inmediatamente informe al juez.

En casos excepcionales, siempre que tenga autorización del juez, el secuestre podría hacer

uso del bien entregado en depósito.

El Art. 2159 del CC, establece un derecho del secuestre que es de reclamar la tenencia de

la cosa cuando la hubiere perdido. Este reclamo es erga omnes, es decir que se puede hacer
10
contra cualquier persona, incluyendo los depositantes, que la haya tomado sin el

consentimiento del otro, o sin decreto del juez, según el caso.

Otros derechos y obligaciones, respectivamente, los señala el Art. 2160 que indica que el

secuestre de un inmueble tiene, relativamente a su administración, las facultades y deberes de

mandatario.

Obligaciones del secuestre

Las obligaciones del secuestre las podemos ver reflejadas en la antigua Roma, el secuestre

consistía en el depósito de una cosa que estaba en litigio, a un tercero, mientras, se decidía la

controversia- Hasta ahora, la manera en que se lleva el secuestro no ha tenido grandes

cambios desde entonces. Medellín en “Lecciones del derecho romano” nos remota a la

historia explicando que, la cosa en disputa era depositada en poder de un tercero para que la

restituyera a quien saliera triunfante en la Litis. En general, estaba sometido a las mismas

reglas del depósito propiamente dicho, con la diferencia que podía versar sobre inmuebles y

aun sobre personas, y de que al secuestre pasaba no solo la tenencia sino la posesión de la

cosa secuestrada (Medellín, 2000).

Las obligaciones del secuestre se encuentran estipuladas en el Código Civil, El Art. 2162

nos indica que una vez pronunciada y ejecutoriada la sentencia, el secuestre queda obligado a

restituir el depósito al adjudicatario, siguiendo esta línea, mientras no exista tal sentencia de

adjudicación pasada en autoridad de cosa juzgada, el secuestre no puede exonerarse de su

cargo, sin embargo, la norma en su Art 2161 plantea la excepción de dicha exoneración

cuando exista una necesidad imperiosa, la cual tiene que ser avisada a los depositantes, en

caso de que fuera secuestro convencional, y en caso que fuere judicial este aviso se lo dará al

juez.
11
Otra obligación que se plantea en un artículo ya citado previamente, 2160, es que el

secuestre tiene que rendir cuentas sobre los actos al futuro adjudicatario.

Citando a Álvaro Sanabria, se podría decir que “estrictamente hablando y bajo el vocablo

del Código Civil, se puede afirmar que el secuestre es el depositario y el juez, al referirse al

secuestro como medida cautelar, es el depositante o deponente” (Sanabría, s.f.).


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CONCLUSIONES

 La principal diferencia entre depósito necesario y secuestro estriba en que el primero

versa sólo sobre bienes muebles, y el segundo puede ser tanto con bienes muebles

como bienes raíces. A su vez, otro factor diferenciador es la existencia de una disputa

en cuanto al bien secuestrado, la cual no existe en el caso del depósito necesario.

 El depósito necesario es un contrato por el cual se confía una cosa corporal a una

persona determinada que se encarga de guardarla y de restituirla en especie, se dice

que el depositario es determinado porque en este caso no es potestad del depositante

elegirlo. De acuerdo con dicho contrato, surgen derechos correlativos de las partes,

como: la obligación de guarda y restitución por parte del depositario, así como la

obligación del pago de los gastos y recepción de la cosa por parte del depositante,

entre otros.

 Para proceder a un secuestro, el acreedor debe probar que las cosas que va a retener

son de propiedad del deudor y de esta manera el poder recuperar los valores que le

adeuda el deudor. Todos estos bienes quedan en custodia con el depositario hasta que

el deudor proceda a cancelar la deuda para recuperar los bienes secuestrados.

 A la figura del secuestre se le ha depositado tanta responsabilidad, el cual dentro de su

gestión debe caracterizarse por buscar la imparcialidad y el beneficio de las partes.

Tanto el depositario necesario y el secuestre, tienen la responsabilidad de ser un buen

administrador que genere frutos (si se puede) y cuidadoso con la administración de los

bienes para que al momento del remate o cuando se resuelva la controversia este se

encuentre en óptimas condiciones.


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ANEXO
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CONTRATO DE DEPÓSITO

Conste por el presente documento un Contrato de Depósito que se contiene


en las siguientes cláusulas y declaraciones:

CLÁUSULA PRIMERA: PARTES QUE INTERVIENEN.- El presente Contrato


se celebra entre:

a) Por una parte, la señorita Ana Sofía Bahamonde Montesdeoca, con


documento de identidad cédula no. 0922565897, domiciliada en Av.
Francisco de Orellana 111 y Av. Plaza Dañín, Guayaquil-Ecuador, por
sus propios y personales derechos, parte a la que, en adelante, para
los efectos del presente instrumento, se podrá denominar
simplemente la “DEPOSITANTE”; y,

b) Por otra parte, la señorita Doménica Sofía Sotomayor González, con


documento de identidad cédula no. 0922567458, domiciliada en
Urdesa Central, calle Guayacanes 319 entre la 4ta y 5ta, Guayaquil-
Ecuador, por sus propios y personales derechos, parte a la que, para
los efectos del presente instrumento, se podrá denominar
simplemente la “DEPOSITARIA”.

Los comparecientes son mayores de edad, de nacionalidad ecuatoriana, hábiles y

capaces para contratar y obligarse, reconociendo expresamente su capacidad

jurídica para el otorgamiento del presente Contrato de Depósito, en adelante el

“Contrato”. La DEPOSITANTE y la DEPOSITARIA serán referidas conjuntamente

como “LAS PARTES”.

CLÁUSULA SEGUNDA: ANTECEDENTES.- Son antecedentes del presente


Contrato los siguientes:

2.1. La DEPOSITANTE es propietaria del vehículo motor tipo SUV, marca


Nissan, modelo X-Trail con matrícula número GJU-2673 y fecha de
matriculación 04 de enero de 2021, el cual, para efectos del presente
contrato, se podrá denominar simplemente “BIEN DEPOSITADO”;

2.2. La DEPOSITARIA realiza labores de guardia y custodia de bienes


muebles de manera puntual, no siendo esta su principal actividad
económica;
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2.3. La DEPOSITARIA cuenta con un espacio adecuado para llevar a cabo
el depósito del BIEN DEPOSITADO, sito en Urdesa Central, calle
Guayacanes 319, entre la 4ta y la 5ta; y,

2.4. En virtud de lo anterior LAS PARTES, libre y espontáneamente,


desean realizarla entrega del BIEN DEPOSITADO en favor de la
DEPOSITARIA para su guarda y custodia, operación que LAS PARTES
desean formalizar a través del presente Contrato. En adelante, el
“DEPÓSITO”.

CLÁUSULA TERCERA: OBJETO.- Con los antecedentes expuestos, LAS


PARTES acuerdan celebrar el presente contrato de depósito.

Por lo que, mediante el presente instrumento, la DEPOSITANTE hace entrega en

este acto del BIEN DEPOSITADO, el cual posee de forma legítima, en favor de la

DEPOSITARIA para su guarda y custodia comprometiéndose a su restitución en la

fecha fijada en el presente Contrato.

La DEPOSITANTE se obliga al pago de un precio en dinero en compensación de la

custodia y guarda del BIEN DEPOSITADO por parte de la DEPOSITARIA, tal y como

se establece en la cláusula cuarta.

La restitución del BIEN DEPOSITADO tendrá lugar en el plazo señalado, en las

mismas condiciones en las que fue entregado, incluyendo sus correspondientes

accesorios, sus productos y accesiones, siguiendo lo dispuesto en el artículo 2134

del Código Civil.

CLÁUSULA CUARTA: PRECIO.- El precio correspondiente a la


DEPOSITARIA en pago de sus servicios asciende a Mil Quinientos Dólares
de los Estados Unidos de América ($1.500.00), sin incluir los impuestos que
pudieran derivar de esta operación.

La DEPOSITANTE pagará el precio fijado al momento de la firma del


contrato mediante transferencia bancaria a la siguiente cuenta bancaria
facilitada por la DEPOSITARIA:

Banco de Guayaquil
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Cuenta de Ahorros No. 000765382

Doménica Sofía Sotomayor González.

C.I. 0922567458.

Email: [email protected]

CLÁUSULA QUINTA: DURACIÓN.- El contrato entrará en vigor en la fecha de

entrega del BIEN DEPOSITADO, es decir al momento de la firma del presente

contrato, y se fija como fecha de devolución el 01 de agosto de 2021. El presente

Contrato terminará en la fecha de devolución señalada, no cabiendo su renovación

tácita.

Finalizado el periodo indicado en el párrafo anterior, la DEPOSITARIA restituirá a

la DEPOSITANTE el BIEN DEPOSITADO en la dirección de la DEPOSITARIA,

indicada en la cláusula primera.

A su vez, la DEPOSITARIA deberá restituir el BIEN DEPOSITADO a la

DEPOSITANTE con anterioridad la fecha señalada de finalización siempre que así lo

demande por escrito la DEPOSITANTE.

La finalización del Contrato como consecuencia de la llegada a término de su

periodo de duración inicial, o de cualquiera de sus prórrogas, no generará ningún

derecho de indemnización o compensación a favor de ninguna de LAS PARTES.

CLÁUSULA SEXTA: OBLIGACIONES DE LAS PARTES.- La DEPOSITANTE se

compromete a entregar el BIEN DEPOSITADO y a pagar el precio pactado al

momento de la firma del contrato.


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La DEPOSITARIA se compromete a actuar de forma diligente para llevar a cabo la

correcta custodia y guarda del BIEN DEPOSITADO. A su vez, la DEPOSITARIA se

compromete a no desplazar el BIEN DEPOSITADO a otras instalaciones sin la

previa autorización de la DEPOSITANTE, así como a no servirse del Bien

Depositado durante toda la vigencia del Contrato.

CLÁUSULA SÉPTIMA: RESPONSABILIDAD DEL DEPOSITARIO.- La

DEPOSITARIA será considerada como la única responsable del DEPÓSITO y

asumirá su responsabilidad, tal y como se recoge en el Código Civil, según lo

establecido en sus artículos 2127 y siguientes.

Ahora bien, la DEPOSITARIA no responderá por los daños causados por caso

fortuito, fuerza mayor o acciones ilícitas de terceros que no se hubieran podido

prever. Dichos daños deberán ser notificados por la DEPOSITARIA a la

DEPOSITANTE tan pronto como se produzcan.

CLÁUSULA OCTAVA: GASTOS DEL DEPÓSITO.- La DEPOSITARIA repercutirá a

la DEPOSITANTE todos los gastos en los que haya incurrido incluidos, entre otros,

los gastos de conversación y mantenimiento del BIEN DEPOSITADO, los costes de

almacenaje y los costes para la adaptación de las instalaciones al Bien Depositado.

CLÁUSULA NOVENA: TERMINACIÓN ANTICIPADA.- El presente Contrato podrá

ser resuelto por mutuo acuerdo de LAS PARTES, con los efectos que ellas

determinen, siempre que dicha terminación se formule por escrito.

Igualmente, el Contrato podrá ser resuelto en cualquier momento por cualquiera de

LAS PARTES, a su elección, sin necesidad de intervención judicial, y sin perjuicio

de la responsabilidad en la que incurra la otra Parte por su incumplimiento


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contractual, siempre que existan “causas justificadas”, tal y como se expone a

continuación:

a) El incumplimiento total o parcial por la otra Parte de alguna de las


obligaciones esenciales de este Contrato que no sea corregida en el plazo de
diez (10) días a partir de la notificación escrita y fehaciente para que así lo
haga; y,

b) Las demás establecidas en el articulado del presente Contrato o las que se


recojan en la ley, y en concreto, en el Código Civil, y el Código de Comercio.

CLÁUSULA DÉCIMA: INCUMPLIMIENTO.- El incumplimiento por cualquiera de

LAS PARTES de las obligaciones recogidas en el presente Contrato facultará a la

otra Parte para, o bien exigir su cumplimiento más el correspondiente pago de

intereses derivados del retraso en el cumplimiento, o bien resolver el Contrato en el

caso de que no se rectifique o subsane el Incumplimiento por parte de la Parte

incumplidora en el plazo de diez (10) días desde la fecha en la que se verifique el

incumplimiento, con la consiguiente indemnización de daños y perjuicios más el

pago de intereses por el retraso en el cumplimiento.

Nadie podrá eximirse del cumplimiento de las obligaciones del presente Contrato

mediante el pago de la correspondiente indemnización de daños y perjuicios,

pudiendo exigirse el cumplimiento de las obligaciones o prestaciones debidas junto

a la satisfacción de la correspondiente indemnización.

CLÁUSULA DÉCIMO PRIMERA: CESIÓN DE DERECHOS.- Ninguna de LAS

PARTES podrá ceder o transferir, total o parcialmente, sus derechos o

participaciones en el presente contrato, sin contar con el previo consentimiento

por escrito de la otra.

CLÁUSULA DÉCIMO SEGUNDA: DECLARACIONES.- LAS PARTES declara que los

fondos que utiliza para cancelar sus obligaciones previstas en el presente contrato
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provienen de la actividad económica a la que se dedican, y que de ningún modo

están relacionados con actividades ilícitas.

CLAUSULA DÉCIMO TERCERA: LEGISLACIÓN APLICABLE.- Este contrato y la

relación de LAS PARTES aquí nombradas se regirá e interpretará de conformidad

con las leyes de la República del Ecuador.

CLAUSULA DÉCIMO CUARTA: SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS.- LAS PARTES

de mutuo acuerdo, libre y voluntariamente, convienen en someter las controversias

o conflictos que pudieren surgir entre ellas sobre el contenido, validez,

interpretación y ejecución del presente contrato, a la mediación de uno de los

mediadores del Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de

Guayaquil, como primer procedimiento de solución de sus conflictos, y siguiendo el

trámite y la forma que se establece en el Título II de la Ley de Arbitraje y Mediación,

publicada en el R.O. No. 145, del 4 de septiembre de 1997.

Asimismo, convienen en que los casos de existencia de un acta de imposibilidad de

acuerdo por vía de mediación, renuncia escrita de LAS PARTES al Convenio de

Mediación antedicho o en el de renuncia ficta, esto es, cuando presentada una

demanda ante un órgano judicial, el demandado no opone la excepción de

existencia de un convenio de mediación, someterán al arbitraje administrado y de

derecho del Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de

Guayaquil, todas las controversias que surjan o puedan surgir entre ellas respecto

de la relación jurídica proveniente del presente contrato y que no hayan podido

solucionarse en el procedimiento previo de mediación. En este sentido, si el

acuerdo de mediación fuere parcial, LAS PARTES podrán discutir dentro del citado

proceso arbitral únicamente las diferencias que no han sido parte de dicho

acuerdo.
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A su vez, convienen que los árbitros serán designados conforme lo establece el

Reglamento del Tribunal de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Guayaquil. LAS

PARTES estipulan que para la ejecución de las medidas cautelares que se pudieren

dictar dentro del proceso arbitral, los árbitros solicitarán el auxilio de los

funcionarios públicos, judiciales, policiales y administrativos que sean necesarios

sin tener que recurrir a Juez ordinario alguno del lugar donde se encuentren los

bienes o donde sea necesario adoptar medidas. Asimismo, LAS PARTES convienen

en la confidencialidad del procedimiento arbitral, pudiendo entregarse copias del

recurso al que LAS PARTES se hayan sometido, quedando expresamente prohibido

a dichas personas la reproducción o entrega de tales copias a terceros o su

utilización en procesos judiciales.

LAS PARTES estipulan de mutuo acuerdo que el procedimiento al que se sujetará

el arbitraje de derecho convenido será el establecido en la Ley de Arbitraje y

Mediación, publicada en el Registro Oficial No. 145 del 4 de septiembre de 1997.

CLAUSULA DÉCIMO QUINTA: APROBACIÓN Y FIRMA.- Las partes confirman y

ratifican expresa e irrevocablemente todas las estipulaciones que cada una hace en

este Contrato, sin reserva ni modificación, para constancia de lo cual, firman en

dos ejemplares de igual tenor y valor, en Guayaquil, al día 01 del mes de febrero de

2021.-

Ana Sofía Bahamonde Montesdeoca Doménica Sofía Sotomayor González


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C.I. 0922565897 C.I. 0922567458

LA DEPOSITANTE LA DEPOSITARIA
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Larrea Holguín, J. (2008). Manual Elemental de Derecho Civil del Ecuador, volumen VIII.
Quito: Corporaciones de Estudios y Publicaciones.

Macías-Arditto, F. J. (2011). Consideraciones para una teoría general del contrato de


secuestro. Ius et Praxis, (042), 21-42.

Medellín, C. (2000) Lecciones de derecho romano. Bogotá D.C.: Temis

Mezquita, M. (1997). El Contrato de Depósito. Estudio de la obligación de guarda. Universidad de


Navarra. Recuperado de: https://academica-
e.unavarra.es/bitstream/handle/2454/27611/RJDN_1997_23_MezquitaContrato.pdf?
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Sanabría Rojas, Á. (2017). El secuestre en procesos con garantía real. Bogotá.

Solera, S. (11 de Febrero de 2020). OCCAM. Obtenido de


https://www.occamagenciadigital.com/blog/ejemplos-de-smart-contracts-o-contratos-
inteligentes-en-espana

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https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/3/1384/9.pdf

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Información Jurídica en Línea.

Yépez Idrovo, M., Vela Sevilla, M., & Haro Aillón, B. (2020). Smart contracts y el arbitraje:
hacia un modelo de justicia deslocalizado. USFQ Law Review, 1-28.
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