SEGUROS

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Introducción al tema de seguro

¿Qué es el seguro?
El seguro es un medio para la cobertura de los riesgos al transferirlos a una aseguradora
que se va a encargar de garantizar o indemnizar todo o parte del perjuicio producido por la
aparición de determinadas situaciones accidentales.

Es una fórmula eficaz de cobertura que implica pagar una cierta cantidad por una prestación
o indemnización futura en caso de que se presente una situación adversa, que, en algunos
casos, puede ser extrema (por ejemplo, si se incendia un coche).

El Riesgo

El riesgo está siempre presente en la vida de las personas; se manifiesta en todas las
decisiones que se toman a diario y en todas las actividades que se practican, ya sean de
carácter profesional o personal.

Es más, determinados riesgos a veces se asumen simplemente por residir en una


determinada ubicación geográfica.

Por ejemplo, si vives en el Golfo de México estás expuesto a que un huracán pueda
provocar daños importantes.
¿Qué es el riesgo?
El riesgo es aquello que puede acontecer en un futuro, más o menos cercano, y que
preocupa por sus consecuencias porque está siempre presente en cualquier actividad que
se realice.

Pero no sólo tiene una vertiente negativa, relacionada con pérdidas económicas o daños
físicos, o morales; también puede entenderse desde su lado positivo cuando la exposición
a determinados riesgos permite obtener ganancias (por ejemplo, al arriesgar en una
apuesta para ganar dinero, o al invertir en un determinado negocio para conseguir unos
beneficios futuros).

El seguro actúa en cualquiera de estas dos perspectivas, interviniendo como una de


las respuestas más efectivas frente a las consecuencias de los riesgos y como forma de
garantía ante situaciones futuras previstas en la vida de las personas.
¿Cómo actuamos frente al riesgo?
Lo primero es reconocer el riesgo, es decir, saber que existe y que es posible que ocurra.
Si no se identifica, difícilmente se van a poder tomar las medidas adecuadas para su
tratamiento.

A continuación, se evalúa su importancia, analizando su probabilidad de aparición y sus


consecuencias. En este análisis influye la información que posee cada persona: no es lo
mismo conocer a ciencia cierta los límites y características de una situación, que
simplemente conocer que existe. También intervienen muchos otros factores: desde la
cultura o el estado de ánimo hasta el modo de vida o las creencias de cada persona.

El último paso consiste en seleccionar la mejor respuesta entre las diferentes alternativas.
Cada individuo busca esa respuesta ideal, adaptándola a sus recursos, y actúa en
consecuencia con el fin de obtener la seguridad que considere suficiente.

La mayoría de las personas tienden a protegerse, sólo un pequeño porcentaje de la


población es propensa a "correr riesgos", a exponerse a ellos con facilidad a cambio de un
mayor beneficio o satisfacción personal.

En virtud de cómo sea el individuo, de cuál sea su posición frente al riesgo y de su grado
de información, toma unas medidas u otras para tratar de eliminar o reducir las
consecuencias de los riesgos.

El seguro
El seguro es un medio eficaz para la protección de los individuos frente a las consecuencias
de los riesgos. Se basa en transferir los riesgos a una aseguradora que se encarga de
indemnizar todo o parte del perjuicio que se produce por la ocurrencia de un evento previsto
en el contrato de seguros.

Es una fórmula de cobertura muy útil y ampliamente extendida en la sociedad moderna.


Implica pagar una cantidad y recibir a cambio una compensación económica o un servicio
siempre que se presente una situación contemplada en la póliza.

Los seguros, ¿qué son y cómo funcionan?


Una gestión adecuada de los riesgos implica una combinación de diversas
acciones dirigidas a la protección de las personas y de su patrimonio. Algunas de estas
acciones que se pueden llevar a cabo son:

Prevenir la aparición de situaciones que causen daños.

Mantener los bienes en las condiciones adecuadas.

Ahorrar para subsanar los posibles daños futuros.

Tener unos hábitos de vida saludables.


El seguro forma parte de las acciones que se pueden realizar para la gestión de los riesgos,
de hecho, es la opción más económica y eficaz. Pero no hay que olvidar que ninguna de
ellas, por sí sola, ofrece una seguridad completa.

Además, la actividad empresarial no podría funcionar si no existiera el seguro, que


transforma los costes impredecibles y variables derivados de los riesgos en costes fijos
asumibles, como son las primas.

El seguro se basa en el reparto del daño entre un número muy elevado de personas con
las mismas o similares necesidades de protección. Así, cuando ocurre un suceso que
produce daños concretos a una de estas personas, todas las demás también participan en
la reparación del mismo.

Para el buen funcionamiento de este mecanismo, las entidades de seguros deben realizar
adecuadamente las siguientes labores:

Reunir a un gran número de personas para garantizar el sistema.

Calcular correctamente la siniestralidad prevista, para tener estabilidad.

Gestionar el proceso, atendiendo al asegurado en todo momento.

¿Qué riesgos se pueden asegurar?

En el mercado asegurador existen seguros muy variados en función de cuales sean las
necesidades de los consumidores, sin embargo, no todos los riesgos se pueden asegurar.
Antes de contratar un seguro es necesario saber que sólo serán asegurables aquellos
riesgos que:

1. No se pueda saber con certeza si ocurrirán o no, o cuándo

Se pueden asegurar ciertos riesgos en el hogar porque no se sabe si se van a manifestar


ni cuándo; pero, generalmente, no se pueden reclamar los daños por la falta de
mantenimiento ni como consecuencia de los efectos del paso del tiempo (por ejemplo, las
fugas producidas como consecuencia de la oxidación natural de una tubería de hierro).

En el caso del seguro de autos, el conductor no conoce si va a sufrir un accidente.

En los seguros de vida, se sabe que las personas fallecen, pero lo que se desconoce es
el momento exacto en el que eso ocurrirá.

2. Sean posibles

Es posible que una tubería de agua de una vivienda se rompa. Por lo tanto, se puede
contratar un seguro de hogar que garantice la respuesta ante los daños que se puedan
producir.

Es posible que un vehículo sufra o provoque algún tipo de daño. Por lo tanto, se pueden y
deben asegurar (en España es obligatorio contratar un seguro de responsabilidad civil para
los vehículos, a este seguro se le pueden añadir otras coberturas voluntarias).
No se puede contratar un seguro “contra el ataque de un electrodoméstico del hogar”
porque es imposible que este suceso ocurra.

3. Sean concretos, es decir, que se puedan describir con exactitud

Los riesgos a los que un hogar está expuesto se pueden describir con exactitud, por lo
tanto, son asegurables. Sin embargo, no se puede definir en una póliza de seguro de hogar
algo tan impreciso como “se aseguran todos los daños sobre la vivienda”, sin concretar el
tipo de vivienda y sus características. No se puede contratar un seguro de cancelación de
viaje indicando solamente “que se va a realizar un viaje”. Tienen que describirse sus
particularidades.

4. Su objeto sea legal, y que no vayan en perjuicio de terceros

El riesgo de conducir bajo los efectos del alcohol no es asegurable ya que esta es una
actividad ilegal. No se puede contratar un seguro de transporte de mercancías si la
mercancía a transportar es droga; el narcotráfico no es una actividad legal, por lo tanto, el
riesgo de su transporte no es asegurable.

5. Sean fortuitos, es decir, ajenos a la voluntad humana de producirlo

No se pueden reclamar a través del seguro los daños en un coche si su propietario lo


choca intencionadamente. No se puede dejar deliberadamente los grifos abiertos de una
vivienda y reclamar los daños producidos.
Tipos de Seguros

Las entidades aseguradoras ofrecen seguros tan distintos como lo son los riesgos
que cubren. En este apartado se exponen brevemente los tipos de seguros más frecuentes
en la práctica y sus características.

1. Seguros Personales

En los seguros personales, el objeto asegurado es la persona. Se protege al individuo ante


la ocurrencia de un evento que le afecte directamente, como puede ser el fallecimiento, la
supervivencia, la alteración de su salud o, en algunas ocasiones, su integridad psíquica.

Seguros de Vida

Seguros de Accidentes Personales

Seguros de Salud o Enfermedad

Seguros de Dependencia

Planes de Pensiones
2. Seguros de Daños o Patrimoniales

Dentro de esta categoría se encuentran los seguros que tienen como finalidad principal
reparar la pérdida que un asegurado puede sufrir en su patrimonio como consecuencia de
un siniestro. Los seguros de daños se dividen en dos grandes grupos:

Seguros de cosas, destinados a indemnizar al asegurado por las pérdidas materiales


directamente sufridas en un bien de su patrimonio.

Seguros de responsabilidad cuyo fin es garantizar al asegurado frente a la responsabilidad


civil en que pueda incurrir ante terceros por actos de los que sea responsable y proteger,
así, su patrimonio.

Seguros de Incendios

Seguros de Responsabilidad Civil

Seguros de Automóvil

Seguros Agrarios

Seguros de Pérdidas Pecuniarias

Seguros de Robo

Seguros de Impago de Alquiler

Seguros de Crédito y Caución

Seguros de Transportes

Seguros de Mascotas

Seguros de Ingeniería

Seguros Multirriesgo
3. Seguros de Prestación de Servicios

En los seguros de prestación de servicios se incluyen aquellos ramos de la actividad


aseguradora en los que la obligación del asegurador consiste en la prestación de un servicio
al asegurado; en ocasiones también recoge la obligación de otorgar una indemnización
económica.

Entre estos seguros se encuentran, principalmente, los de

Defensa jurídica

Asistencia en viaje

Decesos
Seguros de Vida

La característica fundamental de los seguros de vida es que el pago de la cantidad pactada


en el contrato depende del fallecimiento o supervivencia del asegurado.
En este tipo de seguro, es conveniente delimitar el concepto de:

Asegurado, de cuya vida depende el pago del capital.

Tomador, que es quien contrata el seguro y paga la prima (puede coincidir con el
asegurado).

Beneficiario, que es la persona que percibirá el capital estipulado en la póliza.

La clasificación más aceptada, en función de la finalidad del seguro de vida, es la siguiente:

1. Seguros de Fallecimiento

Es habitual que se denominen también seguros de riesgo. Si el asegurado fallece antes de


que finalice el contrato se garantiza a los beneficiarios designados en la póliza el pago del
capital o renta contratada. Si el asegurado llega con vida al vencimiento del contrato, éste
se da por finalizado sin ninguna contraprestación por parte de la entidad de seguros.

2. Seguros de Supervivencia

Es habitual que se denominen también seguros de ahorro. Si el asegurado vive al finalizar


el contrato, se garantiza a los beneficiarios el pago del capital o renta contratada. En este
tipo de seguros tiene especial relevancia su tratamiento fiscal, que dependerá de la
legislación de cada país.

3. Planes de Previsión Asegurados (PPA)

Son seguros de vida destinados a acumular un capital que se percibe en el momento de


producirse la contingencia establecida en el contrato. Las contingencias cubiertas serán:
jubilación, fallecimiento, incapacidad laboral permanente y dependencia. No obstante, la
cobertura principal es la de jubilación. Su régimen jurídico y fiscal se asimila al de los planes
de pensiones individuales. De la misma manera, su funcionamiento y características
también son similares a los de los planes de pensiones. La diferencia entre los dos
productos es que el PPA ofrece un tipo de interés garantizado. Por lo tanto, no existe
posibilidad de perder el capital invertido. Son productos pensados para personas más
conservadoras o cercanas a la edad de la jubilación, que no quieren correr riesgos.

4. Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS)

Son seguros individuales de ahorro a largo plazo, cuya finalidad es ir pagando primas para
constituir una renta vitalicia, que podrá percibirse a partir de una edad señalada en el
contrato. Sin embargo, la renta no está ligada a los supuestos de jubilación, incapacidad
laboral, fallecimiento y gran dependencia, como ocurre en los planes de pensiones y en los
PPA. Se puede cobrar la renta sin esperar a la jubilación, aunque sí tiene que haber pasado
un plazo de tiempo mínimo desde la primera aportación.

5. Seguros Mixtos

La compañía de seguros garantiza el pago de un capital a los beneficiarios al fallecimiento


del asegurado, o bien al vencimiento del seguro si en esa fecha vive el asegurado.

Seguros de Automóvil

El seguro del automóvil tiene por objeto, fundamentalmente, reparar o indemnizar los daños
accidentales producidos en los vehículos de terceros y en el vehículo asegurado. La
cobertura principal consiste en asegurar los daños causados a terceros en el uso del
vehículo (responsabilidad civil del automóvil). En España, todo propietario de vehículos a
motor está obligado a suscribir un seguro por cada vehículo del que sea titular.

Al contratar el seguro obligatorio de responsabilidad civil, en la misma póliza, se podrán


incluir las coberturas que libremente se pacten entre el tomador del seguro y la entidad
aseguradora.

Las coberturas complementarias más habituales son:

Responsabilidad civil complementaria.

Daños propios e incendio.

Robo del vehículo asegurado.

Rotura del parabrisas y lunas del vehículo.

Accidentes Personales para Ocupantes del vehículo asegurado.

Asistencia en viaje.

Prestación por privación del permiso de conducir.

Sustitución del vehículo asegurado.


Seguros de Mascotas

El seguro de mascotas es un seguro de animales de compañía destinado a cubrir los daños


a terceros y la asistencia sanitaria de los perros y/o gatos. Además de estas coberturas, los
seguros para mascotas que actualmente hay en el mercado ofrecen diferentes garantías:

Daños al animal (Accidentes, robo y extravío).

Defensa jurídica ante denuncias o juicios en los que intervenga el asegurado en calidad
de propietario del animal.

Estancia en residencia canina por hospitalización del propietario.

Sacrificio necesario y eliminación del cadáver por accidente, vejez o enfermedad.

Información y asesoramiento telefónico.

Seguros de Salud o Enfermedad

El Seguro de Salud o Enfermedad proporciona al asegurado una cobertura sanitaria,


asistencial y en ocasiones de carácter económico, en el supuesto de sufrir alguna dolencia
o enfermedad.
Modalidades

1. Asistencia Sanitaria

El asegurado recibe cobertura asistencial médico-quirúrgica dentro de un cuadro de


profesionales y centros concertados con la compañía. Las coberturas principales consisten
en prestaciones de servicios. No se permite el pago de indemnizaciones en metálico como
alternativa a la prestación del servicio de asistencia sanitaria. El servicio asistencial básico
se puede complementar con determinadas prestaciones de carácter económico, o con otras
coberturas adicionales. Por ejemplo, una cobertura para accidentes personales, cobro de
una renta temporal, conservación de las células madre del cordón umbilical, etc.

2. Reembolso de Gastos Médicos

En caso de enfermedad o accidente, el asegurado puede acudir a cualquier médico o centro


hospitalario, en cualquier lugar del mundo, para recibir la atención médica que necesite. Él
mismo abonará los gastos médicos ocasionados y, con posterioridad, enviará la factura y
el informe médico a la aseguradora. Las aseguradoras suelen contar con un cuadro médico
propio, para que, sin perder la libertad de elección, el asegurado disponga de una red de
servicios concertados. Si acude a ellos, no tiene que pagar nada de forma anticipada, ya
que es la entidad de seguros la que abona directamente los costes al médico u hospital,
cubriendo normalmente el 100% de los gastos incurridos (siempre dentro de los límites
establecidos en la póliza).

3. Indemnización

El titular recibe una cantidad económica fijada en la póliza que se percibe en caso de ocurrir
determinadas situaciones relacionadas con su estado de salud (hospitalización, baja
laboral, etc.). Las coberturas principales son fundamentalmente las siguientes:

Indemnización por Incapacidad Temporal (o por “baja laboral”): Ofrece una cantidad diaria
al asegurado mientras no pueda desempeñar su actividad profesional habitual.

Indemnización por hospitalización por cualquier causa: La compañía aseguradora abona


al asegurado una cantidad diaria mientras se encuentre ingresado en un centro
hospitalario independientemente de la circunstancia que haya provocado dicha
hospitalización.

Indemnización por Intervención quirúrgica: Por esta garantía se abonará al asegurado, en


un solo pago, una cantidad (fijada de acuerdo a un baremo) en caso de que sufra una
operación quirúrgica.

4. Indemnización por enfermedades graves

Se proporciona un capital en caso de que al asegurado se le diagnostique o sufra una


enfermedad de especial relevancia (por ejemplo, infarto de miocardio, infarto cerebral,
cáncer, los accidentes cerebro vasculares, la insuficiencia renal crónica, etc.). Puede
incluir la contingencia complementaria para que queden cubiertos los trasplantes.
Habitualmente, suele aplicarse un plazo de carencia desde la contratación de la póliza (6
meses).
Seguro de Defensa Jurídica

El seguro de Defensa Jurídica protege al asegurado frente a los litigios que pueda tener
siempre dependiendo de las condiciones que se pacten en la póliza.

Su cobertura principal se basa en los gastos que le puedan surgir al asegurado como
consecuencia de su intervención en un proceso judicial, y la prestación de los servicios de
asistencia jurídica, judicial y extrajudicial, derivados de la cobertura del seguro.

Están excluidos de esta cobertura el pago de multas y la indemnización de cualquier gasto


originado por sanciones impuestas al asegurado por las autoridades administrativas o
judiciales.

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