Ivana Camila Palma Ayala

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Mi vida en la

pandemia
Ivana Camila Palma Ayala

Colegio Vilaseca Esparza 6to. Grado

Todo empezó cuando nos dijeron que teníamos que resguardarnos durante un
mes, para mi eran vacaciones, pensé que sería divertido; hacer manualidades
dormir todo el día, sin tarea, viendo series, dibujando, hablando con amigas, pero
luego me di cuenta que no iba a ser si, pues todo el tiempo estaba haciendo tarea,
viendo Aprende en casa, haciendo guías y mil cosas más que no entendía.

Para ese entonces yo estaba en el Colegio Tenochtitlan, con maestras que quería
mucho, que hasta el momento no tengo contacto y que extraño demasiado.
Cuando tenía tiempo libre me ponía a hablar con unas amigas que actualmente
van conmigo en La Vilaseca.

Así fue todo marzo, abril, mayo, junio y julio; me acuerdo que, por ahí del mes de
abril, nuestra Miss de inglés en el Tenoch, nos pidió hacer algo por el día del Niño,
yo decidí hacer una receta que vi en YouTube, era un huevo esponjoso que
parecía un pastel, le dije a mi mamá que me grabara haciéndolo y probándolo,
después de 5 minutos de terminar nos acabamos el huevo, no me había gustado
mucho como había quedado, pero era aceptable, en la noche de ese mismo día
me dolía mucho el estómago y tenía ganas de vomitar, mi mamá me estaba
preguntando que, qué había comido, me puse a pensar y llegué a la conclusión de
que fue el huevo que me cayó sumamente mal.

Durante las vacaciones de verano aprendí a hacer muchas cosas, como deliciosos
cafés, panes freídos rellenos de fruta, también aprendí a hacer lettering, eso me
emocionó mucho pues llevaba mucho tiempo intentando hacerlo y nunca me había
salido.

En ese mismo tiempo pensé en un gatito propio, pues los que teníamos eran de mi
Abuelita, lo consulté con mi mamá y con mucho trabajo dijo que sí, yo toda
emocionada le dije a mi papá, me contó que exactamente una gata que es de mi
tía paterna estaba embarazada y que me podría regalar una gatita.
Según yo nada más tenía que esperar un mes, aunque me dijeron que por lo
menos faltaba 2 meses para que se desarrollara bien y no tuviera el gatito
complicaciones, pero un mes después de que naciera, viene mi papá a visitarme,
de repente oigo un chillido muy agudo proveniente de una pequeña caja, era un
hermoso gatito manchado con una raya en la nariz, que por cierto llore al recibirla
en mis brazos, la llamamos Zoe, actualmente tiene 7 meses y se lleva muy bien
con los otros gatos.

A mediados de agosto me enteré que el Colegio Tenochtitlán cerraría y por ende


me tendrían que cambiar de escuela, mi mamá decidió meterme a la escuela
Vilaseca Esparza donde conocería a unas excelentes personas que ahora puedo
llamarles amigos.

Todo ha sido un cambio tras otro, cambiarme de escuela, no salir, no ver a mis
amigos, frecuentar poco a mis familiares, pero sobre todo vivir de forma diferente
por el virus que provocó esta pandemia, el famoso y nada querido
CORONAVIRUS, conocido como covid-19.

Este virus que al principio se me hacía insignificante ha logrado hacerme sentir


vulnerable, triste, frustrada, insignificante, alejada de las personas a las que amo y
hasta a veces eh pensado en no hacer nada, pero trato de no pensar en eso para
no desanimarme demasiado y que me dé algo grave por estresarme tanto.

A veces me esfuerzo tanto en ser la mejor y en ayudar a otros, que en ocasiones


no me fijo en mí, ni en mi salud; mi familia me dice “No te estreses, todo va a salir
bien, tú eres buena en eso, no te tienes de que preocupar”.

Pero les voy a decir algo, eso es sólo una parte, también eh descubierto cosas
increíbles en mí, por ejemplo, ¡no sabía que bailaba mejor que en la escuela, y
eso que daba lo mejor de mí!, a parte antes me daba mucho miedo andar en
patineta, ahora hasta hago trucos, eh aprendido a dibujar, a cocinar, mucho sobre
computación debido al estudio en línea, eh hecho nuevas amistades; pero sobre
todo eh podido estar con mi familia sana y salva, disfrutando del cariño que me
tienen y ellos del mío.

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