Capitulo IV LPF

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CAPÍTULO IV

RELACIÓN JURÍDICO - TRIBUTARIA

IV.1. ASPECTOS PRINCIPALES

RELACIÓN JURÍDICO- ES LA RELACIÓN DE DERECHO, DE CARÁCTER PERSONAL Y OBLIGACIONAL, QUE ABARCA DEBERES Y
TRIBUTAR DERECHOS, TANTO DEL ESTADO HACIA LOS PARTICULARES COMO DE ESTOS HACIA EL ESTADO

Se trata del vínculo jurídico que nace entre el Estado, en ejercicio de su poder de imperio, y los deudores y terceros
sometidos a dicha potestad. Estas relaciones crean entre los sujetos intervinientes derechos y obligaciones
recíprocas.

Estamos en presencia de una relación de carácter personal y obligacional, que se traba entre personas y no entre
cosas (por ej., en el impuesto inmobiliario el deudor del gravamen no es el inmueble sino el propietario).

Giuliani Fonrouge acepta el concepto de relación jurídico-tributaria como comprensivo de todo lo que es
consecuencia de la actividad tributaria, incluyendo deberes u omisiones a cargo del contribuyente, terceros y el
Estado.

Existen múltiples relaciones jurídico-tributarias de carácter obligacional cuya fuente principal es la ley, como así
también otras fundadas en normas de inferior jerarquía (decretos reglamentarios, resoluciones generales del
Organismo Fiscal, etc.). La doctrina distingue las obligaciones, atendiendo a su contenido, en obligaciones de
naturaleza sustantiva, que constituyen el objeto de estudio del derecho tributario material o sustantivo, y
obligaciones de otra naturaleza (formales), que pueden ser de hacer, no hacer o tolerar.

RELACION JURIDICO-TRIBUTARIA

OBLIGACIONES DE NATURALEZA SUSTANTIVA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA

ESPECIES OBLIGACIONES DE HACE

DEBERES FORMALES
OBLIGACIONES DE NO HACE

Las obligaciones de carácter sustantivo se traducen en obligaciones de dar (actualmente, sumas de dinero) e
integran, por un lado, la relación jurídico-tributaria principal (pago del tributo) y, por el otro, las relaciones jurídicas
sustantivas accesorias de naturaleza material (pago de intereses, anticipos, etc.), ontológicamente subordinadas al
vínculo obligacional fundamental. Las obligaciones de naturaleza sustantiva tienen su origen en un presupuesto de
hecho descripto en la norma legal.

Las obligaciones accesorias no sustantivas se establecen para lograr el eficaz cumplimiento de la obligación tributaria
principal y son consecuencia de disposiciones genéricas de orden legal que son complementadas por la
Administración Fiscal. A estas obligaciones la mayoría de la doctrina suele denominarlas “deberes formales”, pues se
caracterizan por la ausencia de contenido patrimonial (por ej.: presentar declaraciones juradas, llevar libros,
conservar comprobantes, etc.), constituyendo el derecho tributario formal o administrativo.
Finalmente, cabe señalar que además de la que se denomina “relación jurídico-tributaria principal”, existen otras
relaciones que se dan entre el Fisco y sujetos indirectamente vinculados con la obligación principal, es decir,
terceros. Ejemplos de estas relaciones son las que se verifican entre el ente fiscalizador y ciertos agentes de
información, o la obligación de los terceros de mantener en condiciones de operatividad y en su domicilio fiscal los
soportes magnéticos que contengan datos relativos a la materia imponible por el término de dos años (art. 36,
LPTrib.).

IV.2. LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA. L.: 5; 6; 9 / DR: 37


¿En qué consiste?

ES UN VÍNCULO JURÍDICO EN VIRTUD DEL CUAL UN SUJETO PASIVO(CONTRIBUYENTE O


CONCEPTO RESPONSABLE) ESTÁ OBLIGADO A SATISFACER UN GRAVAMENDETERMINADO POR LEY A UN
SUJETO ACTIVO (EL ESTADO)

Puede definírsela como “el vínculo jurídico en virtud del cual un sujeto (deudor), debe dar a otro sujeto que actúa
ejercitando el poder tributario (acreedor), sumas de dinero o cantidades de cosas determinadas por la ley”. Este
vínculo jurídico -de carácter obligacional- tiene en su estructura dos elementos esenciales: el hecho hipotético o
condición (hecho imponible), y el mandato de pago vinculado como consecuencia jurídica de la realización o
configuración del hecho imponible.

Se trata de una obligación “ex lege” que importa un mandato de pago de una suma de dinero en concepto de
tributo; el acreedor tiene una facultad-deber para cobrar el impuesto a los particulares. La Administración ejerce, en
representación del Estado, el derecho al cobro del tributo. Sin embargo, el ejercicio del “poder tributario” del Estado
se extingue una vez que se sanciona la ley, quedando posteriormente y al momento en que se produce el hecho
imponible, una pretensión crediticia que coloca a la Administración en el rol de acreedor, esto es, como sujeto activo
de la obligación tributaria, como ocurre en otras relaciones de acreencia-deuda.

OBLIGACIÓN DE DAR SUMAS DE DINERO

OBLIGACIÓN EX LEGE DE DERECHO PÚBLICO LA ÚNICA FUENTE ES LA LEY


CARACTERES
OBLIGACIÓN PERSONAL VÍNCULO DE CARÁCTER PERSONAL

OBLIGACIÓN AUTÓNOMA AUTONOMÍA ESTRUCTURAL Y DOGMÁTICA

La relación jurídico-tributaria principal se entabla entre el Estado y los sujetos pasivos. En ningún caso se traba con
cosas, no debiendo confundirse esto con los impuestos reales, que son aquellos en los que se tienen en cuenta
condiciones objetivas de riqueza para aplicar el tributo, prescindiendo de la situación personal del deudor. Para
explicarlo mejor, basta un ejemplo: el impuesto inmobiliario recae sobre el dueño, usufructuario o poseedor a título
de propietario de un inmueble, siendo éste un impuesto de tipo real, pero la relación jurídico-tributaria se traba con
los sujetos mencionados, quienes serán los sujetos pasivos de la obligación tributaria y deberán afrontar el pago.

Por lo tanto, la relación jurídico-tributaria principal nace con el acaecimiento del hecho imponible, esto es, cuando se
verifican en la realidad los hechos definidos en la ley como presupuestos hipotéticos para que se origine la obligación
tributaria.

De no verificarse el hecho imponible, no nace la obligación tributaria principal.

IV.3. SUJETOS DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA . L.: 5; 6


OBJETO ES LA PRESTACIÓN DEBIDA, LA MATERIA DE LA OBLIGACION

ELEMENTOS ACTIVO ES EL TITULAR DEL CRÉDITO TRIBUTARIO

SUJETOS
PASIVO ES LA PERSONA QUE DEBE SATISFACER
LAPRESTACIÓN TRIBUTARIA FIJADA POR LA
LEY

En nuestro país, en el ámbito nacional, el Congreso de la Nación es el titular de la potestad tributaria (con las
limitaciones que le impone la propia Constitución Nacional) y es él, en ejercicio de dicha potestad, quien puede crear
tributos.

SUJETO ACTIVO DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA.

Es aquel al cual corresponde el crédito tributario o, lo que es lo mismo, el ente con derecho a percibir el tributo. Se
trata del Estado, que -a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos-, actúa en virtud de una atribución
conferida por una norma que le ha delegado la recaudación y administración de los tributos. También existen
delegaciones en otros organismos paraestatales reguladores, colocados como sujetos activos de las obligaciones
tributarias relativas, principalmente, a contribuciones parafiscales.

SUJETO PASIVO DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA.

El contribuyente es el sujeto pasivo de la obligación tributaria propiamente dicha, ya que resulta obligado por ser el
realizador del hecho imponible, siendo asimismo el destinatario legal del tributo (aquel sujeto cuya capacidad
contributiva tuvo en miras el legislador al crear el gravamen). Puede suceder que el destinatario legal del tributo no
sea el sujeto pasivo de la obligación tributaria; ello ocurrirá cuando el mandato de pago obligue a un tercero extraño
al hecho imponible.

En efecto, los denominados deudores o responsables por deuda ajena deben surgir por expresa disposición legal, ya
que el hecho imponible no se verifica respecto de ellos ni tampoco son los generadores del mismo.

Por otra parte, es importante diferenciar al sujeto pasivo de la obligación tributaria del sujeto incidido; puesto que
sobre este último recae el detrimento económico (es el contribuyente de hecho), pudiendo coincidir o no con el
sujeto pasivo de la obligación tributaria o sujeto de derecho.

En resumen, los contribuyentes son los sujetos respecto de los cuales se verifica el presupuesto fáctico de
gravabilidad denominado “hecho imponible”.

Los responsables solidarios, por su parte, son ajenos al hecho imponible pero, colocados por el legislador “junto al”
contribuyente; formalizan una relación en la que coexisten indistintamente ambos obligados.

En cambio, los sustitutos son sujetos que, siendo también ajenos al hecho imponible, desplazan por imperativo legal
al contribuyente de la relación tributaria. Aparecen “en lugar del” contribuyente.

IV.3.1. RESPONSABLES POR DEUDA PROPIA. L.: 5

RESPONSABLE POR DEUDA PROPIA SE TRATA DE LA PERSONA RESPECTO DE LA CUAL SEPRODUCE EL HECHO IMPONIBLE

El artículo 5º de la ley procedimental establece en forma ejemplificativa -y no taxativa- quiénes pueden ser sujetos
pasivos de la obligación tributaria a título de contribuyentes. Ello significa, en concordancia con el principio de
legalidad fiscal, que los sujetos enumerados -como eventualmente otros- serán efectivamente contribuyentes de los
tributos de que se trate en tanto las leyes tributarias particulares que los regulan los designen como tales.
Entonces, “contribuyente” es aquel cuya capacidad contributiva tuvo normalmente en cuenta el legislador al crear el
tributo, siendo asimismo quien -en principio- debe pagarlo. O sea, se trata del realizador del hecho imponible.

Por otra parte, el artículo en consideración equipara al contribuyente a sus herederos y legatarios, con arreglo a las
disposiciones del Código Civil y Comercial de la Nación. Esto significa que, con la muerte del causante, se les atribuye
la calidad de contribuyentes a sus herederos y legatarios. ¿Qué responsabilidad asumen?

Al ser los herederos continuadores de la persona del causante, su responsabilidad se limita, en principio, a los bienes
recibidos, excepto en el caso de que se pierda dicho beneficio en virtud de alguna de las causas previstas en el art.
2321 del Código Civil y Comercial, en el cual tendrán responsabilidad “ultra vires” (responderán con su propio
patrimonio). Si hay pluralidad de herederos, cada uno responde en la porción de la cuota parte que recibe de la
herencia (art. 2317 CCyCN).

La responsabilidad del legatario, en cambio, sólo se extiende hasta el valor del legado, puesto que se trata de un
sucesor a título particular.

¿Quiénes tienen aptitud para asumir la calidad de contribuyentes?

A) LAS PERSONAS HUMANAS, CAPACES, INCAPACES O CON CAPACIDAD RESTRINGIDA SEGÚN EL DERECHO COMÚN

(B) LAS PERSONAS JURÍDICAS A LAS QUE EL DERECHO PRIVADO RECONOCE LA CALIDAD DE SUJETOS DE DERECHO

(C) LAS SOCIEDADES, ASOCIACIONES, ENTIDADES Y EMPRESAS QUE NO TENGAN LA CALIDAD PREVISTA EN EL INCISO ANTERIOR, Y
CONTRIBUYENTES AUN LOS PATRIMONIOS DESTINADOS A UN FIN DETERMINADO

(D) LAS SUCESIONES INDIVISA

E) LAS REPARTICIONES CENTRALIZADAS, DESCENTRALIZADAS O AUTÁRQUICAS DEL ESTADONACIONAL, PROVINCIAL, MUNICIPAL


Y DE LA CABA, Y LAS EMPRESAS ESTATALES Y MIXTAS

A) LAS PERSONAS HUMANAS, CAPACES O INCAPACES, SEGÚN EL DERECHO COMÚN.

Estos sujetos, por mandato del artículo 5º de la Ley de Procedimiento Tributario, son contribuyentes, en tanto se
verifique a su respecto el hecho imponible que la ley les atribuya, independientemente de que -en los términos del
derecho común- sean capaces o no.

Dicha “capacidad” es una característica propia de cualquier ser humano, por lo que sólo podremos referirnos a
alguien como “incapaz”, en la medida en que las normas así lo dispongan. Y, efectivamente, se considera como
incapaces a: las personas por nacer, los menores impúberes, los dementes y los sordomudos que no saben darse a
entender por escrito (art. 24, CCyCN).

Por ende, en la medida que una persona sea “capaz”, será responsable de cumplir con su obligación impositiva. Caso
contrario, es decir, cuando se trate de un “incapaz” -acepción cuyo alcance está taxativamente definido-, si bien éste
es pasible de realizar el hecho imponible fijado a tal efecto, el responsable de cumplir las obligaciones tributarias
será aquel representante legal que la ley fija con el fin de llevar a cabo su cumplimiento.

Por lo tanto, cabe concluir que son contribuyentes las personas humanas capaces o incapaces, reconociéndoseles su
existencia desde el momento de su concepción en el seno materno, dado que antes de su nacimiento pueden
adquirir algunos derechos, como si ya hubiesen nacido (art. 21 Código Civil y Comercial de la Nación).

B) LAS PERSONAS JURÍDICAS A LAS QUE EL DERECHO PRIVADO RECONOCE LA CALIDAD DE SUJETOS DE
DERECHO Y C) LAS SOCIEDADES, ASOCIACIONES, ENTIDADES Y EMPRESAS QUE NO TENGAN LAS
CALIDADES PRECEDENTES, Y AUN LOS PA-TRIMONIOS DESTINADOS A UN FIN DETERMINADO.

El texto del nuevo Código unificado se corporiza en un índice, que abarca diversos Títulos y Libros, para luego
desarrollarse específicamente, de acuerdo con los temas involucrados, en Capítulos, Secciones y Parágrafos,
ampliatorios de esos tópicos, concluyendo con el agregado de un anexo normativo por el que se mantuvieron, en lo
que aquí interesa, la Ley 19.550 -ahora denominada Ley General de Sociedades- con algunas modificaciones e
incorporaciones.

Con la sanción de la Ley 26.994, y la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial unificado, se efectuaron una
serie de cambios en los que hace a la regulación jurídica de las sociedades, pudiéndose destacar, entre otros, a los
siguientes:

a) Modificó la Ley 19.550 de sociedades comerciales, que ahora se denomina “Ley General de Sociedades”,
comprendiendo en ese cuerpo legal, todo el régimen societario argentino.
b) Estableció la posibilidad de conformar sociedad de socio único, reformando el artículo 1° de la Ley 19.550 y
creando un subtipo para ello: la sociedad anónima unipersonal (SAU).
c) Creó dentro del Código unificado, todo un régimen para las personas jurídicas de carácter privado,
incluyendo a todos los tipos de sociedad (arts. 151 a 167).
d) Eliminó al contrato de sociedad civil.
e) Reguló todo un régimen general para los contratos asociativos en el Código unificado, incluyendo los
Contratos de Colaboración Empresaria de la Ley 22.903 y los Consorcios de Colaboración de la Ley 26.005
(arts. 1442 y sgtes.), derogando los arts. 361 a 383 de la Ley 19.550.
f) Incluyó la figura de los Contratos de Participación (arts. 1448 a 1452).
g) Reguló todo un régimen para las asociaciones civiles (arts. 168 a 186), estableciendo que como normas
supletorias, se aplican las de la Ley General de Sociedades.
h) Derogó los arts. 17 y 21 a 26 en materia de sociedades atípicas, irregulares y de hecho, y generó todo un
nuevo régimen en la Sección IV del Capítulo I de la Ley 19.550, por el cual a toda sociedad atípica, irregular,
informal o de hecho, se le aplicarán reglas, como las siguientes: responsabilidad en principio mancomunada
de los socios, oponibilidad de las cláusulas del contrato entre las partes y respecto de los terceros que las
hubieran conocido, posibilidad de tener bienes registrables, un mecanismo de saneamiento con la obligación
de compra por los socios de la participación del socio saliente que no quiera sanear, etc.

Como consecuencia de todo ello, tenemos que:

 La constitución de una sociedad es factible a través de una declaración unilateral de voluntad (como en las
SAU), de un contrato (resto de los tipos legales de la Ley 19.550) o a través de una norma estatal (sociedades
de estado o similares). Esto significa que la sociedad, como sistema social no depende necesariamente de la
idea de contrato.
 El objeto de las sociedades de la ley 19.550 puede ser tanto civil como comercial.
 Todas las sociedades son personas jurídicas de carácter privado (art. 148, inc. 1), CCyCN).
 No existe más el caso de sociedades (como la accidental o en participación en la Ley 19.550 original) que no
sean personas jurídicas de carácter privado, existiendo una identificación esencial entre la noción de
sociedad y la de persona jurídica.
 g) Los socios de toda sociedad, tienen responsabilidad subsidiaria. Todas las sociedades, incluidas las de la
Sección IV (atípicas, irregulares o de hecho), por efecto del artículo 26, tienen un régimen de responsabilidad
de socios subsidiario a la sociedad por las deudas sociales. La atribución de personalidad es plena en todos
los casos.

Atento a lo expuesto, la técnica legislativa empleada en los dos incisos objeto de estudio [b) y c) del artículo 5° de la
ley] se ha visto modificada para adaptarse al lenguaje utilizado por la normativa de fondo; de esta forma, asumen la
calidad de contribuyentes:

 las personas jurídicas a las que el derecho privado reconoce la calidad de sujetos de derecho, y
 las sociedades, asociaciones, entidades y empresas que no tengan la calidad prevista en el ítem anterior, y
aun los patrimonios destinados a un fin determinado, cuando unas y otros sean considerados por las leyes
tributarias como unidades económicas para la atribución del hecho imponible (por ejemplo: los
agrupamientos de colaboración y las uniones transitorias, en el impuesto al valor agregado).

D) LAS SUCESIONES INDIVISAS.


Las sucesiones indivisas revestirán la calidad de contribuyentes cuando las leyes tributarias las consideren como
sujetos para la atribución del hecho imponible, en las condiciones previstas en la norma respectiva, tal el caso, por
ejemplo, de lo que ocurre en la Ley de Impuesto a las Ganancias, conforme lo dispuesto en sus artículos 1° y 36, t.o.
en 2019 y sus modificaciones.

E) LAS REPARTICIONES CENTRALIZADAS, DESCENTRALIZADAS O AUTÁRQUICAS DEL ESTADO NACIONAL,


PROVINCIAL ODE LA CABA, EMPRESAS ESTATALES Y MIXTAS.

Este inciso comprende a las reparticiones centralizadas y descentralizadas o autárquicas del Estado Nacional,
Provincial o de la CABA, y a las empresas estatales y mixtas, como contribuyentes en el ámbito de la citada ley y del
resto de los tributos que así lo especifiquen, salvo exención expresa. De esta manera, se pone en pie de igualdad a
las empresas estatales y las empresas privadas.

IV.3.2. RESPONSABLES POR DEUDA AJENA. L.: 6; 7; 8 / DR: 37


ES LA PERSONA RESPECTO DE LA CUAL NO SE PRODUCE EL HECHO IMPONIBLE, PERO ESTÁ
RESPONSABLE POR DEUDA AJENA
VINCULADA CON ÉL, Y POR ELLO, LA LEY LE ATRIBUYE RESPONSABILIDAD PARA CUMPLIR LA
PRESTACIÓN TRIBUTARIA

Los responsables por deuda ajena deben hacer frente a la obligación tributaria, no en virtud de una capacidad
contributiva, sino porque la ley expresamente los ha puesto en ese lugar como un medio de hacer efectiva la deuda
tributaria nacida a raíz del acaecimiento del hecho imponible.

Al igual que a los contribuyentes, a los responsables por deuda ajena les está vedado por el artículo 37 del decreto
reglamentario de la Ley de Procedimiento Tributario, disponer de la obligación o derogarla por acuerdos entre
particulares.

Por lo tanto, la responsabilidad por deuda ajena es aquella que nace en cabeza de quien, sin ser contribuyente, es
obligado por la ley al cumplimiento de la obligación tributaria.

REPRESENTADOS

CUMPLE CON LA MANDANTES


RESPONSABLE
DEUDA
POR DEUDA
TRIBUTARIA DE
AJENA ACREEDORES
SUS

TITULARES DE BIENES QUE ADMINISTRAN O EN LIQUIDACION

El artículo 6º de la ley limita su responsabilidad a los recursos que administren, perciban o dispongan como
responsables del cumplimiento de la deuda tributaria de sus representados, mandantes, acreedores, titulares de los
bienes administrados o en liquidación, etc. Así pues, cuando los sujetos en cuestión no tengan a su cargo la
administración o no perciban o dispongan de los recursos de los contribuyentes, podrán excluir su responsabilidad.
En caso contrario, están obligados a dar cumplimiento a la obligación tributaria de sus representados.

ADMINISTRAN

RESPONSABLES PAGAN EL
POR DEUDA TRIBUTO CON LOS PERCIBEN
AJENA RECURSOS QUE

DISPONEN

El inciso a) del artículo 8º del texto legal prescribe que la responsabilidad solidaria tendrá lugar si los deudores
-contribuyentes- no cumplen la intimación administrativa de pago para regularizar su situación fiscal dentro del plazo
de quince días. De esto se deduce que la responsabilidad de los terceros, en este caso, además de ser solidaria, es
subsidiaria, ya que para hacer la efectiva el Fisco deberá haber reclamado con anticipación al contribuyente.

Al respecto, ha dicho la Corte que no se advierte obstáculo legal alguno para que el Fisco comience el procedimiento
de determinación de oficio con el objeto de verificar la eventual responsabilidad personal y solidaria aludida en el
artículo 8º, inciso a), de la Ley 11683, aun antes de intimar el pago al deudor principal.

Sin embargo, en ese caso no podrá dictar la resolución determinativa, pues sólo la expiración del plazo otorgado al
deudor principal podrá tener por configurado su incumplimiento, el que habilita -en forma subsidiaria- la extensión
de la responsabilidad a los demás responsables por deuda ajena. Es decir, es necesario que la intimación al principal
se encuentre incumplida para imputar la responsabilidad solidaria.

Además, esta solidaridad tiene carácter subjetivo, pues requiere la imputabilidad de la conducta determinante de la
responsabilidad del tercero. Por ello se dice que, además, es sancionadora.

CON SUS BIENES PROPIOS

RESPONSABLES
EN FORMA CON LOS DEUDORES DEL TRIBUTO
PERSONAL
SOLIDARIAMENTE
SI LOS HUBIERE, CON OTROS RESPONSABLES DEL MISMO
GRAVAMEN

SIN PERJUICIO DE LAS SANCIONES CORRESPONDIENTES A LAS INFRACCIONES COMETIDAS

Obviamente, es dable apreciar que el responsable por deuda ajena hace frente a una deuda que no le es propia y,
por lo tanto, debe otorgársele la posibilidad de resarcirse de quien es el principal deudor. Es que el responsable no
tiene por qué soportar en su patrimonio una detracción que no está dirigida a él mismo sino al patrimonio del
contribuyente. El legislador, al establecer el tributo, tuvo en mira la capacidad contributiva del contribuyente y no la
del tercero responsable; en consecuencia, aquél es quien debe hacer frente al resarcimiento de este último.

A) EL CÓNYUGE QUE PERCIBE Y DISPONE DE TODAS LAS RENTAS PROPIAS DEL OTRO

(B) LOS PADRES, TUTORES, CURADORES DE LOS INCAPACES Y PERSONAS DEAPOYO DE LAS
PERSONAS CON CAPACIDAD RESTRINGIDA

(C) LOS SÍNDICOS Y LIQUIDADORES DE LAS QUIEBRAS, REPRESENTANTES DE LAS SOCIEDADES EN


LIQUIDACIÓN, QUIENES EJERZAN LA ADMINISTRACIÓN DE LAS SUCESIONES Y, A FALTA DE ESTOS
ÚLTIMOS, EL CÓNYUGE SUPÉRSTITE Y LOS HEREDERO

(D) LOS DIRECTORES, GERENTES Y DEMÁS REPRESENTANTES DE LAS PERSONAS JURÍDICAS,


RESPONSABLES POR
SOCIEDADES, ASOCIACIONES, ENTIDADES, EMPRESAS Y PATRIMONIOS
DEUDA AJENA

(E) LOS ADMINISTRADORES DE PATRIMONIOS, EMPRESAS O BIENES QUE EN EJERCICIO DE SUS


FUNCIONES PUEDAN DETERMINAR ÍNTEGRAMENTE LA MATERIA IMPONIBLE QUE GRAVAN LAS
RESPECTIVAS LEYES TRIBUTARIAS CON RELACIÓN A LOS TITULARES DE AQUÉLLOS Y PAGAR EL
GRAVAMEN CORRESPONDIENTE; Y, EN LAS MISMAS CONDICIONES, LOS MANDATARIOS CON
FACULTAD DE PERCIBIR DINERO

(F) LOS AGENTES DE RETENCIÓN Y LOS DE PERCEPCIÓN DE LOS TRIBUTOS

(G) LOS RESPONSABLES SUSTITUTOS


Previo al análisis de cada uno de los sujetos mencionados en el cuadro que antecede, cabe destacar que aquellos
identificados con las letras a), b), c), d) y e) tienen que cumplir por cuenta de sus representados y titulares de los
bienes que administran o liquidan, etc., los deberes formales descriptos por las leyes y normas impositivas. Entre las
obligaciones que deben cumplir se encuentran la presentación de declaraciones juradas, llevar libros y documentos
relacionados con los hechos generadores de obligaciones tributarias, etc.

La última parte del inciso a) del artículo 8º de la Ley de Procedimiento Tributario establece que “no existirá, sin
embargo, esta responsabilidad personal y solidaria con respecto a quienes demuestren debidamente a la
Administración Federal de Ingresos Públicos que sus representantes, mandantes, etc., los han colocado en la
imposibilidad de cumplir correcta y oportunamente con sus deberes fiscales”. Por ende, en el caso de que el tercero
pueda probar que se ha encontrado en tal situación, no por una conducta propia sino en virtud del actuar del
deudor, no deberá responder personal y solidariamente.

A) EL CÓNYUGE QUE PERCIBE Y DISPONE DE TODAS LAS RENTAS PROPIAS DEL OTRO.

Al respecto, indica la doctrina que esta norma es innecesaria, ya que tiene aplicación para todos los gravámenes,
siendo que antiguamente su alcance era otro, en tanto se refería sólo al caso particular del Impuesto a los Réditos
(hoy Ganancias), porque en su origen, la Ley 11683 sólo era aplicable a dicho tributo.

Sin perjuicio de ello, no debe pasarse por alto que el Código Civil y Comercial admite la aplicación del principio de
autonomía de la voluntad en el régimen patrimonial del matrimonio, otorgando a los contrayentes la opción de
elegir entre dos regímenes de bienes: comunidad (arts. 463 y sgtes.) o separación de patrimonios (arts. 505 y sgtes.);
a ello se agrega, además, un régimen de convivencia (arts. 509 y sgtes.).

El régimen de “comunidad” posee cierta similitud con el que fuera legislado por el Código Civil; adicionalmente,
posee un exhaustivo detalle de bienes propios y gananciales. Por su parte, en el régimen de “separación de bienes”
cada cónyuge conserva la libre administración y disposición de sus bienes personales; en caso de no poder probarse
la propiedad de un bien, se reputa que pertenece a ambos cónyuges en condominio. De acaecer la disolución del
matrimonio, si no hubiera acuerdo entre los cónyuges, se emplean las reglas de la partición de herencias. Al no
existir bienes gananciales, cada cónyuge declara sus bienes y las ganancias producidas por los bienes propios, los de
propiedad exclusiva o en condominios con el otro cónyuge.

Finalmente, mediante el régimen de “convivencia” se crea un registro donde este tipo de uniones, así como los
pactos de convivencia que suscriban sus integrantes, deben inscribirse, con el fin de regular, entre otras cosas, la
contribución a las cargas del hogar y la división de los bienes obtenidos en común en caso de ruptura de la
convivencia. Así, las relaciones económicas entre los integrantes se regulan por lo establecido en el pacto citado y,
en caso de ausencia del mismo, cada integrante ejerce libremente las facultades de administración y disposición de
los bienes de su titularidad. Al cese de la convivencia, los bienes se reparten según lo establecido en el pacto de
convivencia o, en su defecto, se mantienen en el patrimonio al que ingresaron, sin perjuicio de la aplicación de las
normas del enriquecimiento sin causa, la interposición de personas y otras que pudieren corresponder. Estas
uniones no tienen un tratamiento específico en el impuesto, ya que no constituyen matrimonio.

B) LOS PADRES, TUTORES, CURADORES DE LOS INCAPACES Y PERSONAS DE APOYO DE LAS PERSONAS CON
CAPACIDADRESTRINGIDA.

Los incapaces carecen de capacidad de hecho, estando sus bienes bajo la administración del curador. Requiere
curatela, según lo prescribe el artículo 100 del Código Civil y Comercial, el mayor de edad incapaz de administrar sus
bienes. En ese sentido y conforme lo establece el artículo 32, “son incapaces de administrar sus bienes, el demente
aunque tenga intervalos lúcidos, y el sordo mudo que no sabe leer ni escribir”. Por último, cabe mencionar que
también debe nombrárseles curador a los inhabilitados enumerados en los artículos 48 y 49 de dicho cuerpo
normativo.

Los padres y tutores son aquellos que tienen a su cargo a los menores. Los primeros, en ejercicio de la patria
potestad; y los segundos, en ejercicio de la tutela que se les ha conferido, ya sea por los padres, legalmente o por un
juez (tutela dativa). En virtud de la edad, los menores son incapaces de hecho y cada cual en su caso -el padre o el
tutor- tiene a su cargo la administración de sus bienes. En tanto los menores sean sujetos pasivos del tributo de que
se trate, los padres o tutores deben hacer frente al pago con los bienes que administran o disponen.
C) LOS SÍNDICOS Y LIQUIDADORES DE LAS QUIEBRAS, REPRESENTANTES DE LAS SOCIEDADES EN
LIQUIDACIÓN, QUIENESEJERZAN LA ADMINISTRACIÓN DE LAS SUCESIONES Y, A FALTA DE ESTOS, EL
CÓNYUGE SUPÉRSTITE Y LOS HEREDEROS.

El administrador legal es, según el artículo 2280 del Código Civil y Comercial, el heredero beneficiario; esto es así
hasta tanto no se produzca una decisión judicial sobre la persona del administrador.

El Código Procesal Civil y Comercial de la Nación en su artículo 709 prescribe los pasos a seguir para designar al
administrador. En primer término, lo designan los herederos; si no hay acuerdo, el juez designará como
administrador al cónyuge supérstite, y a falta, renuncia o inidoneidad de éste, se designará al propuesto por la
mayoría, salvo que se invocaren motivos especiales que a criterio del juez fueren aceptables. Por lo tanto, el
administrador de la herencia es el que deberá satisfacer las obligaciones tributarias que surjan.

D) LOS DIRECTORES, GERENTES Y DEMÁS REPRESENTANTES DE LAS PERSONAS JURÍDICAS, SOCIEDADES,


ASOCIACIO-NES, ENTIDADES, EMPRESAS Y PATRIMONIOS.

La disposición comprende a los directores y gerentes de las personas jurídicas y a los representantes de otros entes
que, pese a carecer de personalidad jurídica según las leyes comunes, son considerados como contribuyentes por el
derecho tributario. A todos ellos les incumbe la obligación legal, pero se ha considerado al respecto que la
responsabilidad es imputable a quienes hubieran estado en ejercicio de sus cargos a la fecha de vencimiento de las
obligaciones impositivas y no sus antecesores o sus sucesores.

La responsabilidad de los directores, gerentes o administradores de empresas ha tenido un gran tratamiento en la


jurisprudencia, y de ella surge que la misma es siempre subjetiva, por lo cual es necesario que el gerente, director o
administrador de que se trate haya tenido bajo su disposición o administración los medios para cumplir con las
obligaciones que se derivan de las leyes y que por su omisión, culpa o negligencia no lo haya hecho.

Para hacer efectiva la responsabilidad de estos sujetos se requiere:

a) que el deudor del tributo haya sido intimado previamente; y


b) que la deuda sea exigible.

E) ADMINISTRADORES Y MANDATARIOS.

El inciso e) del artículo 6º de la Ley de Procedimiento Tributario considera responsables de la obligación de pagar el
tributo al Fisco, con los recursos que administran, a los administradores de patrimonios –incluidos los fiduciarios y
las sociedades gerentes o administradoras de fideicomisos y fondos comunes de inversión–, empresas o bienes
siempre que, en ejercicio de sus funciones, puedan determinar íntegramente la materia imponible que las
respectivas leyes tributarias gravan en cabeza de los titulares de dichos recursos y pagar el gravamen
correspondiente.

En ese sentido, se coloca a los mandatarios con facultad de percibir dinero, en igual posición que a los
administradores de patrimonios, empresas y bienes, razón por la cual serán responsables en tanto y en cuanto en
ejercicio de sus funciones puedan determinar íntegramente la materia imponible. Señala Giuliani Fonrouge que la
equiparación que se hace de aquéllos con los administradores no es equitativa, en virtud de que el mandatario,
aunque conozca la situación fiscal del negocio que tiene en sus manos, no lo administra.

F) AGENTES DE RETENCIÓN Y PERCEPCIÓN.

REVISTIENDO LA CALIDAD DE DEUDORES DELCONTRIBUYENTE


DEBEN RETENER UN IMPORTE EN CONCEPTO DE IMPUESTO
AGENTES DE RETENCION
AQUELLOS QUE CUANDO PROCEDEN AEFECTUAR LOS PAGOS PERTINENTES A SU
POR EXPRESA ACREEDOR
DISPOSICIÓN
LEGAL SIENDO ACREEDORES DEL CONTRIBUYENTE DEBEN ADICIONAR
AGENTES DE PERCEPCION
AL PRECIO DE SU PRESTACIÓN EL IMPORTE CORRESPONDIENTE A
SU IMPUESTO
Los agentes de retención y de percepción son los sujetos pasivos de la relación jurídico-tributaria a los que, no
obstante ser ajenos al hecho imponible, el legislador les impone la obligación de ingresar el gravamen
correspondiente a aquellos que realizan ese hecho y que generalmente se denominan contribuyentes.

El agente de retención recauda para la Dirección General Impositiva y, a tales efectos, se le impone el cumplimiento
de una obligación de hacer en interés del Fisco (amputar, restar, detraer de la riqueza a entregar al contribuyente)
que, como contrapartida, le acuerda un derecho (no pagar la totalidad del precio a su acreedor contractual).(18) Se
trata de aquellos sujetos a los que la ley les atribuyó el deber de practicar retenciones por deudas tributarias de
terceros, sobre los fondos de que disponen cuando con su intervención se configura el presupuesto de hecho
determinado por la norma legal, obligándolos a ingresar al Fisco los importes retenidos en el término y las
condiciones establecidas, dado que tal actividad se vincula con el sistema de percepción de los tributos en la misma
fuente, en virtud de una disposición legal que así lo ordena y atendiendo a razones de conveniencia en la política de
recaudación tributaria.(19)En forma gráfica, es el que “paga restando”.

Por su parte, el agente de percepción es quien, con motivo de la entrega de un bien o prestación de un servicio,
recibe una suma en concepto de impuesto, que ha cargado sobre el precio de la operación. Dicho con palabras
sencillas, el agente de percepción es el que “cobra sumando”.

La responsabilidad patrimonial de los agentes de retención y de percepción será distinta según revistan el carácter
de responsables solidarios o de sustitutos.

SOLIDARIA EL RESPONSABLE COEXISTE JUNTO AL DEUDOR


RESPONSABILIDAD
SUSTITUTA EL RESPONSABLE RESPONDE EN LUGAR DEL DEUDOR

Cuando la responsabilidad es solidaria, el acreedor podrá dirigirse indistintamente contra este tercero o contra el
contribuyente, luego de vencido el plazo para el pago del tributo y siempre, claro está, que no se le haya practicado
la amputación retentiva o la percepción respectiva, puesto que de haber sido así, finalizaría toda vinculación que
pueda tener con el Fisco. Si, por el contrario, asumen la calidad de sustitutos, en tanto desplazan totalmente al
contribuyente, son los únicos obligados y sólo ellos responden por la deuda tributaria, excepto en los supuestos de
insolvencia.

A diferencia de los sujetos enumerados en los primeros cinco incisos del artículo 6º de la Ley de Procedimiento
Tributario, en el caso de los agentes de retención no es requisito para que nazca su responsabilidad personal y
solidaria que la Administración Federal de Ingresos Públicos - Dirección General Impositiva intime previamente el
pago al contribuyente. Ello surge del inciso a) del artículo 8º del texto legal en consideración, el que, a la vez que
contempla genéricamente dicho requisito (denominado comúnmente “beneficio de excusión”), excluye de él a los
agentes de retención y percepción de impuestos.

¿Cuál es la responsabilidad que les cabe?

Sobre el particular, los incisos c) y d) del artículo 8º de la Ley de Procedimiento prescribe que los agentes de
retención y/o percepción son responsables personal y solidariamente con los deudores, por el tributo que omitieron
retener o percibir, o que retenido o percibido, dejaron de ingresar a la Administración Federal de Ingresos Públicos -
Dirección General Impositiva, dentro de los quince días hábiles siguientes a aquel en que correspondía efectuar la
retención o, en caso de percepción del tributo, en la forma y tiempo que determinen las leyes, o dentro del plazo
fijado por el ente fiscalizador cuando las circunstancias lo hicieran conveniente a los fines de la recaudación o del
control de la deuda.

No obstante, el precepto mencionado contiene una causal que enerva dicha responsabilidad y que se configura
cuan-do el agente acredita que el contribuyente ha pagado ya el gravamen que se le reclama, prueba cuya carga se
encuentra encabeza de aquél.
Por lo tanto, queda liberado de toda responsabilidad el agente de retención que oportunamente omitió la retención,
siempre que pruebe el pago del impuesto por medio de las declaraciones juradas -presentadas por el contribuyente-
de las que surja discriminado el pago efectuado y la persona que lo ha abonado.

En los casos en que el agente de retención o de percepción, por cualquier causa, no cuente con fondos de propiedad
del contribuyente -por ejemplo, por no haberlos recibido o por las particularidades de la relación existente entre
ambos-, no nace su obligación de retener o percibir el impuesto correspondiente, con abstracción de que se
verifique el presupuesto fáctico de gravabilidad. En tales supuestos, tampoco serán responsables, ni patrimonial ni
penalmente, por falta de ingreso de este gravamen entiempo oportuno, lo que significa que la tenencia de fondos es
requisito indispensable para actuar como agente de retención.

G) RESPONSABLES SUSTITUTOS.

El responsable sustituto desplaza al contribuyente, quedando como principal responsable del cumplimiento de la
obligación. Esta responsabilidad sustitutiva hace a la constitución misma de la relación impositiva, de suerte tal que
el Fisco sólo mantiene relación jurídica con el sustituto.

¿Quiénes tienen aptitud para asumir la calidad de responsables sustitutos?

La Ley de Procedimiento Tributario no dispone quién puede ser responsable sustituto y qué contribuyentes pueden
ser sustituidos, pero tampoco veda la posibilidad de que las leyes tributarias establezcan responsabilidades
sustitutivas. Los motivos que inducen al legislador a establecer esta clase de responsabilidades son de carácter
meramente fiscal y responden a la necesidad de hacer más fácil y segura la recaudación del gravamen.

El sustituto está obligado a cumplir con las prestaciones materiales y formales de la obligación tributaria. Es un
deudor en nombre propio, pero obligado a pagar una deuda ajena. Así, se ha dicho que, por constituirse el
responsable sustituto en deudor principal por mandato expreso de la ley, la obligación que asume es personal, aun
cuando tiene origen en una deuda tributaria ajena entendida en el sentido de “capacidad contributiva ajena”. Nace
una única relación jurídica entre el responsable sustituto y el Fisco, en virtud de la cual aquél queda obligado a
ingresar el impuesto, sin que pese siquiera una responsabilidad solidaria encabeza del titular del patrimonio que da
lugar a la imposición. El responsable sustituto no es responsable solidario, sino obligado principal y excluyente frente
al erario; pasa a transformarse de responsable por deuda ajena (responsable) en responsable por deuda propia
(contribuyente) con todas las implicancias que de ello se derivan.

IV.3.3. SITUACIONES ESPECIALES DE RESPONSABILIDAD POR DEUDA AJENA. L.: 8; 9; 29 / DR: 21

NO ES AUTOMÁTICA NI OBJETIVA

SOLIDARIDAD EN IGUALES
PUEDE EXIMIRSE, SALVO QUE LOS DEUDORES NO REGULARICEN SU
SUBJETIVA CONDICIONES
SITUACIÓN FISCAL ANTE LA INTIMACIÓN ADMINISTRATIVA QUE SE
LES FORMULE DENTRO DEL PLAZO DE 15 DÍAS, SE TRATE O NO DE
UNA DETERMINACIÓN DE OFICIO

LOS SOCIOS DE LAS SOCIEDADES REGIDAS POR LA SECCIÓN IV DEL CAPÍTULO I DE LA LEY GENERAL DE SOCIEDADES Nº 19.550(T.O.
1984) Y SUS MODIFICACIONES, Y LOS SOCIOS SOLIDARIAMENTE RESPONSABLES DE ACUERDO CON EL DERECHO COMÚN.

Existen casos especiales de responsabilidad por deuda ajena. La reforma introducida por la Ley 27.430 incorpora,
como una situación especial a las ya establecidas, a los socios de sociedades regidas por la Sección IV del Capítulo I
de la Ley General de Sociedades 19.550 y a los socios solidariamente responsables de acuerdo con el derecho
común, respecto de las obligaciones fiscales que correspondan a las sociedades o personas jurídicas que ellos
representen o integren. La Ley de Procedimiento estable-ce, para cada caso particular, en qué medida y ante qué
situación se efectivizará dicha responsabilidad.
Los obligados y responsables de acuerdo con las disposiciones de la ley, lo son también por las consecuencias del
hecho u omisión de sus factores, agentes o dependientes, incluyendo las sanciones y gastos consiguientes (conf. art.
9º, LPTrib.).

(1) SÍNDICOS DE CONCURSOS Y QUIEBRAS

(2) SUCESORES A TÍTULO PARTICULAR EN ACTIVOS Y PASIVOS DE EMPRESAS O EXPLOTACIONES

(3) TERCEROS QUE POR CULPA O DOLO FACILITEN EVASIÓN


RESPONSABLES EN
FORMA PERSONAL Y
SOLIDARIA CON LOS (4) CEDENTES DE CRÉDITOS TRIBUTAR
DEUDORES

(5) CUALESQUIERA DE LOS INTEGRANTES DE UNA UTE O DE UN AGRUPAMIENTO DE COLABORACIÓN

(6) CONTRIBUYENTES QUE POR SUS COMPRAS O LOCACIONES RECIBAN FACTURAS O DOCUMENTOS
EQUIVALENTES, APÓCRIFOS O NO AUTORIZADOS, CUANDO ESTUVIEREN OBLIGADOS A CONSTATAR
SU ADECUACIÓN

1. SÍNDICOS DE CONCURSOS Y QUIEBRAS.

El inciso b) del artículo 8º establece una responsabilidad personal y solidaria, de carácter general, a los síndicos de
las quiebras y los concursos que no efectuaran las gestiones para la determinación y pago de impuestos adeudados
por los responsables respecto de los períodos anteriores y posteriores a la iniciación del juicio respectivo; en
particular, tanto si dentro de los 15días corridos de aceptado el cargo en el expediente judicial como si con una
anterioridad de 15 días al vencimiento del plazo para la verificación de los créditos, no hubieran requerido a la AFIP
las constancias de las respectivas deudas tributarias, en la forma y condiciones que establezca dicho organismo.

A través de esta dispensa, se pretende que el organismo fiscal cuente con el tiempo suficiente para calcular la deuda
tributaria del contribuyente y presentar el correspondiente pedido de verificación del crédito durante el período de
verificación de créditos otorgado a los acreedores, evitando de esta forma los gastos que debería afrontar en caso de
presentar su crédito a través de un incidente de verificación tardía.

2. SUCESORES A TÍTULO PARTICULAR EN ACTIVOS Y PASIVOS DE EMPRESAS O EXPLOTACIONES.

Conforme al artículo 8º, inciso e), de la Ley de Procedimiento Tributario, existirá responsabilidad personal y solidaria
para los sucesores a título particular en el activo y pasivo de empresas o explotaciones que la legislación impositiva
considere como unidades económicas aptas para producir en forma íntegra el hecho generador de la obligación
tributaria, si los contribuyen-tes no cumplieran con la intimación administrativa de pago del tributo que se les
formule. El artículo 21 del reglamento especifica que quedan comprendidos tanto los sucesores particulares por
título oneroso como por título gratuito. No obstante, la responsabilidad del adquirente caducará en los siguientes
casos:

a) a los tres meses de efectuada la transferencia, si con antelación de quince días hábiles esta hubiera sido
denunciada a la Administración Federal de Ingresos Públicos - Dirección General Impositiva; y
b) en cualquier momento en que la Administración Federal de Ingresos Públicos - Dirección General Impositiva
reconozca como suficiente la solvencia del cedente con relación al tributo que pudiera adeudarse o en que
acepte la garantía que éste le ofrezca.

3. TERCEROS QUE POR CULPA O DOLO FACILITEN EVASIÓN.

La ley procedimental también contempla la responsabilidad personal y solidaria de los terceros que faciliten la
evasión del tributo a través de su actuación dolosa o culposa y a aquellos que faciliten dolosamente la falta de
ingreso del impuesto debido por parte del contribuyente, siempre que se haya aplicado la sanción correspondiente
al deudor principal o se hubiere formula-do denuncia penal en su contra. Esta responsabilidad comprende a todos
aquellos que posibiliten, faciliten, promuevan, organicen o de cualquier manera presten colaboración a tales fines
[art. 8º, inc. f)].

La doctrina critica la ubicación de la presente disposición, indicando que es consecuencia de una deficiente
sistematización y postulando, en cambio, que debería estar ubicada en el Capítulo VI de dicha ley, referido a
intereses, ilícitos y sanciones.

Obsérvese que en el supuesto en consideración, el legislador no ha requerido la intimación previa al responsable por
deuda propia como requisito para efectivizar la responsabilidad solidaria. Ello porque, cuando en dicho artículo se ha
querido exigir esa intimación, se lo ha dicho expresamente [p. ej., incisos a) y g)].

Además, no existe óbice alguno para que la sustanciación de la determinación a las sociedades y a los presuntos
solidarios tramite contemporáneamente, lo que es lógico; en tanto establecer la existencia de evasión en que han
colaborado terceros, no es un acto escindible y constatar dicha situación implica un pronunciamiento sobre aquellas
responsabilidades.

La actividad de facilitar implica en el texto legal “hacerlo para otro” (responsable por deuda propia), ya que si fuera
propia la conducta y para sí, ya no se estaría en el supuesto de solidarizar por operarse una suerte de confusión de
sujetos. Además, debe entenderse que los terceros involucrados en el artículo 8º, inciso f) facilitan la comisión de la
infracción prevista en el artículo 46(defraudación).

4. CEDENTES DE CRÉDITOS TRIBUTARIOS.

El artículo 8º, inciso g), de la Ley de Procedimiento Tributario establece una responsabilidad personal y solidaria para
los cedentes de créditos tributarios respecto de la deuda tributaria de los cesionarios y hasta la concurrencia del
importe cedido, si se impugnara la existencia o legitimidad de tales créditos y los deudores no cumplieren con la
intimación administrativa de pago. Complementando lo expuesto, el artículo 29 del texto legal dispone que la
referida responsabilidad se hará valer por el procedimiento de determinación de oficio, prescribiéndose, además,
que el Fisco no asumirá responsabilidades derivadas de la transferencia, las que corresponderán exclusivamente y en
todos los casos a los cedentes y cesionarios respectivo

5. CUALESQUIERA DE LOS INTEGRANTES DE UNA UTE O DE UN AGRUPAMIENTO DE COLABORACIÓN DE UN


NEGOCIO EN PARTICIPACIÓN, DE UN CONSORCIO DE COOPERACIÓN O DE OTRO CONTRATO ASOCIATIVO.

El artículo 8º, inciso h), de la Ley de Procedimiento Tributario establece una responsabilidad personal y solidaria
respecto de las obligaciones tributarias generadas por el agrupamiento como tal (o de un contrato asociativo) y
hasta su monto.

6. CONTRIBUYENTES QUE POR SUS COMPRAS O LOCACIONES RECIBAN FACTURAS O DOCUMENTOS


EQUIVALENTES, APÓCRIFOS O NO AUTORIZADOS, CUANDO ESTUVIEREN OBLIGADOS A CONSTATAR SU
ADECUACIÓN.

La Ley 11683, en su artículo 8º, inciso i), concreta la existencia de dicha responsabilidad cuando los contribuyentes
estuvieren obligados a constatar la adecuación de tales facturas o documentos equivalentes, conforme las
disposiciones del artículo sinnúmero incorporado a continuación del artículo 33 de la presente ley. En este caso,
responderán por los impuestos adeudados por el emisor, emergentes de la respectiva operación y hasta el monto
generado por ésta, siempre que no puedan acreditar la existencia y veracidad del hecho imponible.

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