Sentencia C-577 Del 2011 (Ficha)

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SENTENCIA C-577/11

Se decide sobre la exequibilidad del artículo 113 del código civil:

El matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con
el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente”. Se demandan los
términos anteriormente subrayados, a lo que la corte responde:

Que existen varias clases de familias, no es un término homogéneo, ya que se debe acomodar
a las necesidades pluralistas de la sociedad, y advierte las clases de familia que pueden darse:
 
También suele acontecer que después del divorcio o de la separación se consoliden
nuevas uniones, en cuyo caso se da lugar a las llamadas “familias ensambladas”, que
han sido definidas como “la estructura familiar originada en el matrimonio o unión de
hecho de una pareja, en la cual uno o ambos de sus integrantes tiene hijos
provenientes de un casamiento o relación previa”

monoparentales, debido a que están conformadas por un solo progenitor, junto con los
hijos 

se impone como conclusión que “el concepto de familia no puede ser entendido de manera
aislada, sino en concordancia con el principio de pluralismo”, porque “en una sociedad
plural, no puede existir un concepto único y excluyente de familia, identificando a esta
última únicamente con aquella surgida del vínculo matrimonial”.

Se advierte también que la familia tiene carácter flexible:

El “carácter maleable de la familia” se corresponde con un Estado multicultural y


pluriétnico que justifica el derecho de las personas a establecer una familia “de
acuerdo a sus propias opciones de vida, siempre y cuando respeten los derechos
fundamentales”, pues, en razón de la variedad, “la familia puede tomar diversas
formas según los grupos culturalmente diferenciados”, por lo que “no es
constitucionalmente admisible el reproche y mucho menos el rechazo de las opciones
que libremente configuren las personas para establecer una familia”.

Se discute principalmente, que las parejas heterosexuales tienen la opción de escoger entre dos
mecanismos que formalizan de hecho, o de manera legal su unión: la UMH y el matrimonio;
mientras que las parejas homosexuales sólo están sujetas a la primera.

No se puede desconocer que en esta cuestión se encuentra profundamente involucrada


la voluntad, puesto que la familia homosexual surge de la “voluntad responsable” de
conformarla y no se ajusta a la Constitución que esa voluntad esté recortada, no sirva
para escoger entre varias alternativas (…)en el ordenamiento colombiano debe tener
cabida una figura distinta de la unión de hecho como mecanismo para dar un origen
solemne y formal a la familia conformada por la pareja homosexual. 
En esta sentencia la Corta exhorta al Congreso para que decida respecto de los derechos de las
parejas homosexuales:

La decisión acerca de la opción que está llamada a garantizar la existencia de la


posibilidad de optar en el caso de las parejas homosexuales decididas a conformar
familia y su desarrollo concreto no le atañe a la Corte Constitucional, sino al Congreso
de la República, entre otras razones, porque fuera de ser el foro democrático por
excelencia, además de la faceta de derechos, la familia es la institución básica y núcleo
fundamental de la sociedad y su trascendencia social impone su protección mediante
medidas que el órgano representativo está llamado a adoptar, con límites que pueden
provenir del componente de derechos inherente a la familia o a sus miembros
individualmente considerados.

Respecto de la discusión, de si el verbo “procrear” consagrado en el artículo 113 es


inconstitucional, la corte señala, que ello no es una obligación del matrimonio, puede darse
como no:

La procreación no es, entonces, una obligación, sino una posibilidad que se les ofrece a
los casados y que el legislador, atendiendo a lo que suele ser normal en la realidad,
reconoció, otorgándole el carácter de finalidad del matrimonio, lo que no implica la
imposición de una obligación inexcusable de tener hijos, ni un desconocimiento de los
derechos a la autodeterminación reproductiva, a la autonomía individual y al derecho
al libre desarrollo de la personalidad

Se pronuncia también respecto de la adoptabilidad, indicando que:

La adopción tiene, “una especial relevancia constitucional y legal, pues además de contribuir al
desarrollo pleno e integral del menor en el seno de una familia, hace efectivos los principios del
interés superior del niño, de protección y prevalencia de sus derechos, tal como lo ordena el
artículo 44 del estatuto supremo”

EN EL RESULEVE DE LA CORTE:

Se declara exequible el término “hombre y mujer” del artículo 113, se inhibe para
pronunciarse de fondo sobre el término “procrear”; y exhorta al Congreso para que antes del
20 de junio de 2013 legisle, de manera sistemática y organizada, sobre los derechos de las
parejas del mismo sexo con la finalidad de eliminar el déficit de protección que, según los
términos de esta sentencia, afecta a las mencionadas parejas.

Si el 20 de junio de 2013 el Congreso de la República no ha expedido la legislación


correspondiente, las parejas del mismo sexo podrán acudir ante notario o juez competente a
formalizar y solemnizar su vínculo contractual.

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