Matrimonio Ilegal
Matrimonio Ilegal
Matrimonio Ilegal
El matrimonio constituye una institución social y natural regulada por la ley con
normas de carácter imperativo, las mismas que hacen imposible que| se le
considere como un contrato de tipo civil. La ley imperativamente impone a los
cónyuges, circunstancias y condiciones que deben cumplir antes y después de
celebrarse el mismo. Si antes o en el acto mismo de matrimonio falta algún
requisito obligatorio, se corre el riesgo de ser nulo o anulable. No es suficiente
el solo consentimiento para subsanar alguna deficiencia formal en que hayan
incurrido los contrayentes al momento de formalizar el matrimonio, asimismo,
no es suficiente la sola voluntad o consentimiento de los cónyuges para poner
fin al matrimonio. De acuerdo con nuestro sistema jurisdiccional para poner fin
al mismo cuando concurre alguna de las causales establecidas en la ley.
Por ello, es posible afirmar que en nuestra patria, al igual que en los países
occidentales se ha impuesto el sistema monogámico, dejándose de lado otros
sistemas como la poligamia imperante en algunos países orientales.
Asimismo, el matrimonio se caracteriza por su unidad, su permanencia en el
tiempo, no es una unión efímera ni de plazo previamente establecido. También
por su legalidad, debido a que el ordenamiento jurídico preestablece de modo
imperativo y obligatorio, fuera del ámbito de la voluntad individual o contractual,
un régimen jurídico inalterable y obligatorio para los cónyuges.
BIGAMIA
1.TIPO PENAL
El delito conocido con el nomen iuris de bigamia se encuentra regulado en el
tipo penal del artículo 139 del código sustantivo de la manera siguiente:
El casado que contrae matrimonio será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años. Si, respecto a su
estado civil, induce a error a la persona con quien contrae el nuevo
matrimonio, la pena será privativa de libertad no menor de dos ni mayor
de cinco años.
2.TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta delictiva conocida con el nomen iuris de bigamia se configura
cuando una persona unida ya en matrimonio civil contrae nuevamente nupcias
con otra, es decir, un casado contrae nuevo matrimonio con persona diferente
a su cónyuge. Bramont-Arias Torres y García Cantizano son contundentes en
este aspecto al afirmar que la persona contrayente ha de casarse con una
persona diferente a la de su primer matrimonio, caso contrario, ni se
configuraría el comportamiento típico de este delito.
Roy Freyre enseña que el delito de bigamia consiste en contraer nuevo
matrimonio capaz de generar efectos civiles (elemento positivo), sin
encontrarse legítimamente disuelto el anterior de la misma naturaleza
(elemento negativo). Será bígamo, entonces, el individuo que se halla al mismo
tiempo unido a dos personas diferentes por sendos matrimonios regulados por
el derecho civil.
Existen dos presupuestos básicos a tener en cuenta para alegar que estamos
ante la conducta punible de bigamia. Primero, que exista un matrimonio
anterior civil, válido y eficaz; y segundo, el matrimonio posterior sea
aparentemente válido como el primero, es decir, debe ser contraído con el
cumplimiento de las formalidades legales establecidas en el Código Civil y sin
que concurra en él ningún vicio que pueda afectarlo substancialmente distinto
del matrimonio anterior, caso contrario, el delito de bigamia no aparece.
Por lo demás, el leit motiv del legislador para tipificar como delictiva la bigamia
es la de proteger el sistema monogámico recogido por nuestra Constitución
Política. En este sentido, se sanciona penalmente a aquel ciudadano que
actuando deslealmente sorprende primero a otra persona presentándose de
estado civil soltero y, segundo, a la autoridad municipal contrayendo
matrimonio que no va a surtir ningún efecto en la realidad, al no reunir un
requisito formal previsto en nuestro Código Civil, cual es que los contrayentes
sean solteros o, mejor dicho, no estén unidos mediante el vínculo matrimonial
con otra persona.
Estamos ante un delito que en doctrina se conoce como especial propio, pues
solo pueden ser autores del hecho punible aquellas personas que tienen la
condición de casados o, en su caso, aquel que conociendo la existencia de un
matrimonio, acepta y se une en matrimonio con un casado.
La calidad del error, para tener eficacia de agravante, debe ser esencial e
invencible, con potencia suficiente como para desvanecer el principio de
sospecha que supone con respecto al verdadero estado civil del agente. Es
necesario algo más que la sola fama de soltero.
Aparece la agravante cuando el sujeto activo, en su propósito engañoso, opera
conductas adecuadas a producir error. No se trata pues de la simple omisión
de no revelar su estado civil. En el mismo sentido, el error debe ser suficiente
para desvanecer cualquier duda que pueda tener la víctima con respecto al
estado civil de casado que mantiene, siendo necesaria para ello una verdadera
maquinación dirigida a acreditar fehacientemente su calidad de no casado. De
esta forma, los procedimientos a utilizarse para inducir a error deberán ser muy
convincentes, no basta, por ejemplo, con la sola negación de ser casado, ya
que
esta negación podría ser desbaratada rápidamente, sino que se necesita de
algo más elaborado y por ello mismo que ofrezca mayores garantías.
3.TIPICIDAD SUBJETIVA
La forma como aparece redactado el tipo penal nos convence de que la
bigamia es un delito netamente doloso, no cabe la comisión imprudente al no
estar prevista en nuestro Código Penal.
4. ANTIJURIDICIDAD
Una vez que el operador jurídico llega a concluir que el hecho analizado cuenta
con los elementos objetivos y subjetivos típicos, le corresponde analizar si en la
conducta concurre alguna causa de justificación de las previstas en el artículo
20 del Código Penal. No hay problemas relevantes en este aspecto, pero ello
no significa que en algún momento pueda presentarse.
5. CULPABILIDAD
Luego que se analiza y se concluye que la conducta es típica y no concurre
alguna causa de justificación, el operador jurídico continuará en su análisis,
correspondiéndole verificar si la conducta típica y antijurídica de bigamia puede
ser atribuida a su autor o agente. Aquí se verificará si el autor es mayor de
edad o no sufre de alguna anomalía psíquica que le haga inimputable. Se
verificará en seguida si el autor al momento de actuar, conocía la antijuridicidad
de su conducta. Caso contrario, si se verifica que el autor actuó en error de
prohibición el hecho típico y antijurídico no podrá ser atribuido a su autor.
Lo expuesto tiene relación con lo previsto en el artículo 269 del Código Civil,
numeral que prescribe: "para reclamar los efectos civiles del matrimonio debe
presentarse copia certificada de la partida del registro del estado civil". Solo la
partida matrimonial prueba la existencia de un matrimonio. Siendo lógico que
solo al firmarse el acta matrimonial podrá emitirse la correspondiente partida.
Antes es imposible.
8. PENALIDAD
El artículo 139 de nuestro corpus juris penale prescribe que el agente de la
bigamia será merecedor a pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de cuatro años. En tanto que si se trata de la bigamia agravada, la pena oscila
entre no menor de dos y no mayor de cinco años.
1. TIPO PENAL
En el tipo penal del artículo 140 de nuestro código sustantivo, aparece
tipificada la conducta ilegal de matrimonio que realiza una persona soltera con
una casada, figura que se conoce también como bigamia impropia, del modo
siguiente:
El no casado que, a sabiendas, contrae matrimonio con persona casada
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de tres años.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta delictiva se configura cuando una persona libre de impedimento
matrimonial contrae nupcias con otra persona impedida de casarse por ser ya
casada. Se refiere al comportamiento de contraer matrimonio con una persona
casada estando libre de todo impedimento para ello.
Este tipo penal complementa al anterior, toda vez que se refiere a la situación
no desde la perspectiva del casado, sino desde la perspectiva de la persona
que tiene libertad de estado civil, la cual no viola en ningún momento algún
deber derivado de su estado matrimonial, porque no lo posee y, por lo mismo,
no está en la obligación de observar un deber en particular, salvo el de no
realizar el hecho incriminado, con base en el conocimiento que posee sobre el
estado de casado de la otra persona.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
De la forma como aparece redactado el tipo penal que recoge el matrimonio de
un soltero con persona ya casada, se desprende que se trata de una conducta
netamente dolosa. No cabe la comisión imprudente o por culpa.
El sujeto activo o agente actúa con conocimiento y voluntad, esto es, tiene
pleno conocimiento de que su pareja está unida ya en matrimonio civil, sin
embargo, libre y voluntariamente decide contraer matrimonio con aquella no
interesándole aquel impedimento. Para nuestra legislación, el único
conocimiento válido es el referente al vínculo matrimonial, en consecuencia, si
el agente tiene conocimiento de cualquier otro impedimento es irrelevante
penalmente.
4. ANTIJURIDICIDAD
Una vez que el operador jurídico concluye que el hecho analizado cuenta con
los elementos objetivos y subjetivos típicos, le corresponde analizar si en la
conducta concurre alguna causa de justificación de las previstas en el artículo
20 del Código Penal. No hay problemas relevantes en este aspecto, pero ello
no significa que en algún momento puedan presentarse.
5. CULPABILIDAD
Luego que se analiza y se concluye que la conducta es típica y no concurre
alguna causa de justificación, el operador jurídico continuará en su análisis, y
pasará a verificar si la conducta típica y antijuridica de matrimonio con persona
casada puede ser atribuida a su autor o agente. Aquí se verificará si el autor es
mayor de edad o no sufre de alguna anomalía psíquica que le haga
inimputable. Se verificará en seguida si el autor, al momento de actuar, conocía
la antijuridicidad de su conducta.
Caso contrario, si se verifica que el autor actuó en error de prohibición el hecho
típico y antijurídico no podrá ser atribuido a su autor.
6. CONSUMACIÓN
El ilícito penal se consuma en el instante del libre de impedimento matrimonial,
es decir, cuando firman el libro del registro civil de matrimonios. Se trata de un
delito instantáneo. Con la firma del acta matrimonial se perfecciona el delito,
pues solo a raíz de aquella firma puede emitirse la partida matrimonial,
documento que, de acuerdo con el artículo 269 del Código Civil, prueba la
existencia del matrimonio, en este caso nulo por imperio de la ley. Antes de
aquel instante, así los contrayentes hayan ratificado ante el funcionario
municipal, su voluntad y consentimiento de unirse en matrimonio, no habrá
hecho punible perfecto, sino según sea el caso, estaremos ante una tentativa.
7. TENTATIVA
Sabemos bien que hay tentativa cuando el sujeto activo inicia o da principio a
la ejecución del delito por hechos exteriores, practicando todos o parte de los
actos que objetivamente deberían producir el resultado, y, sin embargo, este no
se produce por causas independientes de la voluntad del autor. En este
sentido, también es posible que el ilícito penal se quede en grado de tentativa.
8. PENALIDAD
Al autor del delito, después del debido proceso, se le impondrá una pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años, dependiendo de la
forma y circunstancias como ocurrieron los hechos, así como de la
personalidad de aquel.
1. TIPO PENAL
La figura conocida con el nomen iuris de autorización de matrimonio ilegal
aparece tipificada en el artículo 141 de nuestro Código Penal que
literalmente indica:
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Antes, la conducta delictiva se configuraba cuando el agente o sujeto activo
(oficial público o eclesiástico) autorizaba la celebración de un matrimonio ilegal,
en tanto que actualmente aparece el supuesto de hecho del tipo penal cuando
el sujeto activo (funcionario público) celebra directamente el matrimonio ilegal.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
a. Celebración dolosa de matrimonio ilegal
La conducta delictiva prevista en el primer párrafo del tipo penal del artículo
141 del código sustantivo, se configura o aparece cuando el agente o sujeto
activo, a sabiendas, celebra un matrimonio ilegal. El sujeto activo tiene pleno
conocimiento de que uno de los contrayentes está ya casado y, sin embargo,
por razones oscuras celebra el matrimonio en forma ilegal.
Con esta norma penal se sanciona al funcionario público que celebra los tipos
de matrimonio previstos en los artículos 139 y 140 de nuestro Código Penal. Es
decir, el agente pese a conocer que uno o ambos contrayentes no pueden
celebrar un nuevo matrimonio por ser ya casado o casados, lo realiza. Si por
ejemplo el funcionario público conoce otro tipo de impedimento no cometerá el
ilícito penal etiquetado como "celebración de matrimonio ilegal", sino el ilícito
penal previsto y sancionado en el tipo penal del artículo 142, como lo veremos
más adelante.
Se afirma que "se impondrá sanción punitiva a aquel funcionario que por culpa
o negligencia celebre un matrimonio que al final resulta ilegal por ser uno o
ambos contrayentes ya casados". Se presenta la figura delictiva cuando el
agente no tiene el debido cuidado para obtener o tener a la vista los requisitos
exigidos por ley para la celebración del matrimonio requerido a los
contrayentes. Se sanciona su actuar negligente, pues caso contrario, si llega a
determinarse que el funcionario antes de participar en la celebración del
matrimonio exigió todos los requisitos, no incurrirá en delito así al final se
determine que uno de los contrayentes le sorprendió presentado un documento
falso de soltería.
4. ANTIJURIDICIDAD
Una vez que el operador jurídico llega a concluir el hecho analizado cuenta con
los elementos objetivos y subjetivos típicos, le corresponde analizar si en la
conducta concurre alguna causa de justificación de las previstas en el artículo
20 del Código Penal. No hay problemas relevantes en este aspecto.
5.CULPABILIDAD
Luego que se analiza y se concluye que la conducta es típica y no concurre
alguna causa de justificación, el operador jurídico continuará en su análisis,
correspondiéndole verificar si la conducta típica y antijurídica de bigamia puede
ser atribuida a su autor o agente. Aquí se verificará si el autor es mayor de
edad o no sufre de alguna anomalía psíquica que le haga inimputable. Se
verificará en seguida si el autor al momento de actuar, conocía la antijuridicidad
de su conducta. Caso contrario, si se verifica que el autor actuó en error de
prohibición el hecho típico y antijurídico no podrá ser atribuido a su autor.
6.CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
El hecho punible cometido por funcionario público se perfeccionará en el
momento en que los contrayentes firman el libro de los registros civiles en el
cual finalmente consta que se unieron en matrimonio.
7. PENALIDAD
De encontrarse responsable al funcionario público en la comisión del delito en
su modalidad dolosa, se le impondrá pena privativa de libertad no menor de
dos ni mayor de cinco años e inhabilitación de dos a tres años conforme al
artículo 36 del Código Penal, incisos 1, 2 y 3.
Ello significa que aparte de imponerle pena privativa de libertad entre los
límites que indica el tipo penal, se ordenará la inhabilitación por el término de
dos a tres años para ejercer la función, cargo o comisión que venía ejerciendo
el condenado, aunque tal cargo o función provenga de elección popular; se le
privará también para obtener mandato, cargo, empleo o comisión de carácter
público y por último, se le suspenderán los derechos políticos que señale
expresamente la sentencia.
1. TIPO PENAL
El tipo penal del artículo 142 del código sustantivo recoge la conducta delictiva
incurre el encargado de celebrar el matrimonio cuando no observa las
formalidades prescritas por la ley, del modo siguiente:
El funcionario público, párroco u ordinario que procede a la celebración
del matrimonio sin observar las formalidades exigidas por la ley, aunque
el matrimonio no sea anulado, será reprimido con pena privativa de
libertad no mayor de tres año e inhabilitación de uno a dos años,
conforme al artículo 36,
incisos 1, 2 y 3 del Código Penal.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
La conducta delictiva se configura objetivamente cuando el funcionario público,
párroco u ordinario, celebra un matrimonio sin observar o tener en cuenta las
formalidades prescritas en forma expresa en la ley civil. No obstante, aquí
puede tratarse de todas las formalidades prescritas, pero no aquella de que los
contrayentes deben ser solteros. En efecto, si el funcionario no observa que
alguno o ambos contrayentes no reúnen el requisito de soltería y, sin embargo,
procede a celebrar el matrimonio, aquel funcionario cometerá el delito
debidamente tipificado en el artículo 141 del Código Penal.
Como hemos dejado escrito líneas atrás, para la celebración eficaz del
matrimonio, nuestro catálogo civil prescribe una serie de formalidades, las que
en doctrina han sido divididas en formalidades de fondo y de forma. Son
formalidades de fondo las siguientes:
-Primero, que los contrayentes sean de sexos opuestos y solteros (artículo 234
del C.C.), de tal forma que en nuestro sistema jurídico vigente está prohibido el
casamiento de dos personas del mismo sexo.
-Segundo, la edad mínima de los contrayentes que según el artículo 241 inciso
1 puede ser de dieciséis años para el varón y catorce para la mujer, de tal
forma que está terminantemente prohibido celebra matrimonios de personas
que tengan menos edad que las referidas.
-Tercero, el artículo 258 del C.C. establece que transcurrido el plazo señalado
para la publicación de los avisos sin que se haya producido oposición o
desestimada esta, y no teniendo el alcalde noticia de que pueden contraer
matrimonio dentro de los cuatro meses siguientes.
En efecto, del artículo 260 de nuestro Código Civil se advierte que aparte del
alcalde pueden celebrar el matrimonio por delegación de aquel, un regidor,
cualquier funcionario municipal, directores o jefes de hospitales o
establecimientos análogos. Asimismo, pueden celebrar el matrimonio por
delegación el párroco o el ordinario del lugar. E incluso, son pasibles de
cometer el delito, el comité especial constituido por la autoridad educativa e
integrada por dos directores de mayor jerarquía de la respectiva comunidad,
cuando se trate de un matrimonio celebrado en el seno de las comunidades
campesinas y nativas.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Para configurarse el delito se exige necesariamente la presencia del dolo, es
decir, el agente o autor debe tener conocimiento de las formalidades que debe
observar para celebrar el matrimonio civil de modo eficaz, sin embargo,
voluntariamente lo celebra sin exigir aquellas formalidades debidamente
previstas en la ley civil. En efecto, el autor debe saber y conocer que está
celebrando un matrimonio sin las formalidades exige la ley. Es posible el dolo
eventual.
4.CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
El delito se perfecciona o consuma en el mismo instante que se firma el acta
matrimonial del matrimonio celebrado sin tomar en cuenta las formalidades
exigidas por la ley. Desde aquel trascendente momento comienza el delito que
se proyecta en el tiempo hasta que sea declarado nulo el matrimonio o, en el
mejor de los casos, sea convalidado o declarado con eficacia jurídica.
5. PENALIDAD
El autor del delito será merecedor de una pena privativa de libertad no menor
de dos días ni mayor de tres años e inhabilitación de uno a dos años, conforme
al artículo 36, incisos 1, 2 y 3 del C.P