Colapso de La Civilizacion, Colapso Estado Nacion-20200510
Colapso de La Civilizacion, Colapso Estado Nacion-20200510
Colapso de La Civilizacion, Colapso Estado Nacion-20200510
Con la COLECCIÓN DE DIVULGACIÓN, el Grupo Biela cumple uno de sus principales objetivos: proveer de materiales educativos y
divulgación a un amplio sector de la sociedad. Los temas que forman la colección responden a la demanda de información de los
ciudadanos sobre los temas que más les afectan:
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Medio ambiente, Alternativas tecnológicas y sociales. La colección está destinada a la educación y toma de conciencia con la
ecología y medio ambiente.
COMITÉ EDITORIAL
Mauricio Soto, director
Jonhatan Fonseca, director
Foto portada: "La ciudad está aterrizando */ The City is Landing", 2011, Jacek Yerka
Las noticias, asertos y opiniones contenidos en esta obra son de la exclusiva responsabilidad del autor. La editorial, por su parte,
sólo se hace responsable del interés científico de sus publicaciones.
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INDICE
1. PREFACIO.....................................................................................................................................5
2. INTRODUCCIÓN..........................................................................................................................6
6. CRISIS DE ENERGÍA...................................................................................................................34
8. SOBREPOBLACIÓN Y SUPERPOBLACIÓN...............................................................................56
9. COLAPSO CIVILIZATORIO........................................................................................................68
12. ECOSOCIALISMO.....................................................................................................................151
13. ECOLOCALISMO......................................................................................................................177
15. CONCLUSIONES......................................................................................................................209
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1. PREFACIO
Muchos reconocen el cuadro de Las meninas, (como se conoce esta obra desde el
siglo XIX), y que se considera la obra maestra del pintor del Siglo de Oro español,
Diego Velázquez. acabado en 1656. Es una pintura realizada al óleo sobre un bastidor
de grandes dimensiones. Pero pocos saben que esta obra fue realizada sobre un
lienzo ya pintado y anterior, esto descubierto recientemente mediante rayos X. Era
una práctica usual en esa época, seguramente para ahorrar trabajo, por presión ante
el encargo real, o simplemente no había más tiempo.
Este libro es una recopilación y parte de otras obras y trabajos. Puede servir de
bastidor y lienzo para completar un trabajo urgente, sobre las alternativas futuras de
organización ante el colapso, y el avance de la crisis sistémica de la civilización.
No hay más tiempo, cada día que pasa es un costo irreparable e irreversible para la
Biosfera. No debemos tener muchos remilgos y miramientos en la búsqueda de
caminos, si fallamos como humanidad ante esta catástrofe y no aceptamos
convertirnos en guardianes de la vida, y no en sus destructores, puede ser demasiado
tarde, para que nuestro viejo y maduro planeta pueda reiniciar la vida en toda su
diversidad y formas, tal como la conocemos actualmente.
Es posible, que ya no exista la oportunidad para que otra especie que vive en la tierra,
pueda llegar a ser autoconsciente, y vivir en armonía en el planeta tierra, y en el
futuro lejano, morar los oscuros y luminosos rincones de la galaxia llevando el fuego
de la vida donde no la hay.
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2. INTRODUCCIÓN
Desde octubre del año 2019, Chile ha sufrido las consecuencias de un estallido
social sin precedentes, fenómeno socio-político a la par del golpe militar del
año 73, inesperado por las elites, pero las condiciones y preámbulos ya estaban
insertos en las demandas insatisfechas del pueblo antes del estallido, el hastío
por los abusos y la corrupción de la clase dirigente. Sostenemos que esta
convulsión social, con ribetes revolucionarios es parte de una crisis sistémica
del Estado-Nación en nuestro país; y que está circunscrita a una crisis sistémica
mayor de tipo planetaria.
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agotado, y busca rentabilidad presionando a la clase trabajadora, y explotando
a un mayor nivel de extracción los recursos del planeta, empujando a millones
de personas a buscar sustento, incluso en los últimos reservorios de vida
silvestre, destruyendo, desforestando y arrancando la piel del planeta Tierra.
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(1) Civilizado en el ámbito de progreso tecnológico, habiendo sociedades más complejas
con mejor convivencia social, pero con poca tecnología. Y esta es la primera crisis con
potencial de extinción de la humanidad de la época histórica.
(3) Virus, COVID-19, acrónimo del inglés coronavirus disease 2019, también conocida
como enfermedad del coronavirus o, como neumonía por coronavirus, es una
enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2.
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CRISIS SISTEMICA PLANETARIA
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3. CRISIS SISTEMICA PLANETARIA
A nivel nacional algunos intelectuales agudos como Macari (2), han machacado sobre
la tesis de la disolución del Estado, y los libros premonitorios sobre derrumbes del
modelo capitalista nacional, y las tesis de las oleadas, por Mayol (3). Pero nada se le
acerca a una crisis sistémica ecológica planetaria, producto de la combinación de
varias de ellas, coincidiendo todas en estas décadas, debido a la actividad de la
civilización humana.
En la literatura Colapsista (4), existe cierto consenso en que esta crisis sistémica es
múltiple, y afectará a nivel planetario, estas tienen el potencial de causar un desplome
de la civilización y sus economías en todo el planeta, tal como lo conocemos. Estas
crisis son las siguientes:
Crisis Energética, expresada por el declive del petróleo, conocida como “Peak Oil”.
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Incluso por separado, ya son catastróficas para la civilización planetaria, y de un
impacto enorme para nuestro país. Si bien cada una de estas afectará de mayor a
menor medida a cada uno de los Estados-Nación del mundo, dependiendo de las
características ecológicas y geográficas de cada territorio. Un derrumbe global
“sincronizado” de la civilización debido a la concatenación de todas estas crisis, ya es
posible, y probable, constituyendo un fenómeno global de crisis ecológica sinérgica
(5).
La crisis planetaria, acelerada y catalizada por el capitalismo (6), afronta una severa
crisis de alcance mundial que ha sido definida como una crisis financiera, que hizo
eclosión en Estados Unidos, en el centro del sistema capitalista mundial, debido a la
desregulación del sistema financiero y a la codicia y especulación del capital
financiero, buscando mayores ganancias, se desprendió desacoplandose de la
llamada economía real, recurriendo a instrumentos financieros, con estos
mecanismos, generaron super ganancias, apoyados por el capital transnacional, los
fondos soberanos, los fondos de inversión y otros recursos financieros del capital
ficticio, con el respaldo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación,
y la aceptación tácita de los Estados soberanos nacionales, las grandes corporaciones,
en la búsqueda de grandes ganancias a corto plazo. Las consecuencias han sido la
explosión de burbujas del sector hipotecario, y otras en evolución.
Solo faltan los precursores, o detonadores sociopolíticos para que este proceso de
colapso sostenido pase de ser un proceso continuo relativamente estable en el
tiempo, a tener eventos disparadores y aceleradores del colapso. Estos detonadores
comenzarán como pequeños eventos al interior de alguna de las crisis sistémicas, y
terminarán incendiando el planeta.
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(1): La crisis del Capitalismo Global 1998; La burbuja de la supremacía norteamericana 2004.
(3): El Derrumbe Del Modelo. La Crisis De La Economía De Mercado, y Big Bang, Estallido
Social 2019 modelo derrumbado.
(5) Crisis ecológica sinérgica, coincidiendo en el tiempo y lugar varias de ellas, generando un
reforzamiento o realimentación positiva, teniendo consecuencias para la biota planetaria, y las
sociedades humanas.
https://journals.openedition.org/polis/978
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CAMBIO CLIMATICO Y CALENTAMIENTO GLOBAL
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4. CAMBIO CLIMATICO Y CALENTAMIENTO GLOBAL
Estos estudios indican que la crisis climática actual, que afecta a la dinámica del clima,
se expresa actualmente en un calentamiento global del planeta, debido a la emisión
de gases de efecto invernadero.
En un Informe especial del IPCC, año 2019 (2), sobre los impactos del calentamiento
global, originado en correlación y de acuerdo, a las emisiones mundiales de gases de
efecto invernadero.
Se estima que las actividades humanas han causado este calentamiento global de
aproximadamente 1,0 °C, hasta ahora, con respecto a los niveles preindustriales (3),
con un rango probable de 0,8 °C a 1,2 °C. Pero es probable que el calentamiento
global llegue a 1,5 °C entre 2030, y 2052.
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Estos riesgos dependen de la magnitud y el ritmo del calentamiento, la ubicación
geográfica y los niveles de desarrollo y vulnerabilidad, así como de las opciones de
adaptación y mitigación que se elijan y de la rapidez en su implementación.
Con más precisión, este calentamiento de la atmosfera terrestre es debido a los gases
de efecto invernadero. Y Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual
determinados gases, que son componentes de la atmósfera planetaria, retienen parte
de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar.
Para entender con más detalle, la composición de estos gases, que según el Protocolo
de Kioto (4), contribuyen al efecto invernadero, y son los siguientes:
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Figura 1: Gases de efecto invernadero en la atmosfera, en EEUU 2017. (5)
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del actual sistema económico, que no los deja ver el desastre o colisión que es este
tren desbocado y sin frenos, y que termine precipitándose al fondo del abismo (8).
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Figura 2: Principales fuentes de gases de efecto invernadero por sector
Figura 3: Distribución por sectores de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea en
2016. Fuente: European Environment Agency.
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El estado actual de la lucha contra el cambio climático, está representado en,
La Conferencia de las Partes número 25, de la Convención Marco de
Naciones Unidas sobre Cambio Climático, se reunió entre el 3 y el 15 de
diciembre del 2019. Esta última fecha no estaba prevista, pues duró dos
días más de lo planificado. Aunque el país organizador fue Chile, la
COP25 se llevó a cabo en Madrid.
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(1): www.ipcc.ch/. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)
es el órgano de las Naciones Unidas encargado de evaluar los conocimientos científicos
relativos al cambio climático.
(2) Informe especial del IPCC (2019), sobre los impactos del calentamiento global de 1,5ºC,
con respecto a los niveles preindustriales y las trayectorias correspondientes que deberían
seguir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, en el contexto del
reforzamiento de la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, el desarrollo
sostenible y los esfuerzos por erradicar la pobreza.
(5): https://espanol.epa.gov/la-energia-y-el-medioambiente/descripcion-general-de-los-
gases-de-efecto-invernadero.
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(7): Discursos de G.W. Bush, 2001.
(11): Hidratos de metano, es un sólido formado a partir de agua que contiene una
gran cantidad de metano dentro de su estructura cristalina. Estos se habrían
formado por el arrastre de material vegetal particulado, como aporte a ríos y
luego a los océanos. Se han encontrado depósitos extremadamente grandes
de clatrato de metano bajo los sedimentos de los fondos oceánicos de la
Tierra. La liberación repentina de grandes cantidades de gas natural desde
estos depósitos, en un hipotético efecto invernadero descontrolado.
(12): Fusil de Clatratos, La hipótesis del fusil de clatratos es una teoría científica que
sostiene que el aumento de la temperatura del mar puede dar lugar a una
liberación repentina de metano desde los depósitos de clatrato de metano
situados en los fondos oceánicos. Esto provocaría una alteración del medio
ambiente de los océanos y la atmósfera de la Tierra, similar a la que pudo
acontecer según la teoría de extinción Permiano-Triásico, y en el máximo
térmico del Paleoceno-Eoceno.
(13): Libro de Mark Lynas, Seis grados. El futuro en un planeta más cálido.
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ESCASEZ Y AGOTAMIENTO DE MATERIAS PRIMAS
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Las materias primas se agotan, vivimos en un planeta finito.
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5. ESCASEZ Y AGOTAMIENTO DE MATERIAS PRIMAS
El límite de los ecosistemas para mantener una población de organismos vivos con
sus requerimientos se define como capacidad de carga (1).
Encontrar nuevas reservas de materias primas se ha vuelto cada vez más difícil y
complicado, debido a dificultades geológicas, situaciones de territorios hostiles y
tensiones políticas sobre el acceso a estos recursos, y la seguridad para obtener un
suministro continuo de materias primas. Los nuevos descubrimientos generalmente
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son de menor tamaño, ya que obviamente los primeros, son los más fáciles de
encontrar.
El agua, la energía y los alimentos se están volviendo igualmente cada vez más
escasos.
Éstas y muchas otras son las nuevas materias primas estratégicas, metales de
aplicación para alta tecnología, directamente relacionados con la producción de
nuevas tecnologías, en campos como la electrónica de consumo y de potencia, los
sistemas de defensa, tecnología militar y espacial avanzada, los paneles solares,
turbinas eólicas, electro tracción, los dispositivos de almacenamiento de electricidad, y
otros metales de aplicación tecnológica.
Sin el samario o el terbio sería imposible fabricar los láseres y las lámparas
fluorescentes de alta eficacia. Sin el prometio y el lutecio no se habrían conseguido las
actuales mejoras en la energía nuclear. Por su parte, el gadolinio es vital para obtener
titanio, un componente básico en la producción militar y médica.
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En palabras de Lucía Íñigo, representante española en el Comité de Programa de
Nanotecnologías, Materiales, Biotecnología y Procesos en CDTI, (Centro para el
Desarrollo Tecnológico Industrial), “a la hora de definir los materiales que se pueden
considerar como críticos, el factor que más puede comprometer los avances
tecnológicos es el del comercio”.
La apuesta de Europa
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desde las políticas industriales a las ambientales pasando por el comercio y la
extracción o el procesado, así como la sustitución y el reciclaje.
En Sud américa, el Litio llamado el oro blanco, considerado mineral estratégico en las
décadas anteriores, por las aportaciones que podía tener en la industria de la fusión
nuclear, esta eterna promesa postergada para el siglo XXI y con más probabilidad en
el XXII. Actualmente es un mineral estratégico en la elaboración de baterías para
celulares, y para la industria electro automotriz. Las mayores reservas de litio del
mundo están en Bolivia, Chile y Argentina. Actualmente es explotado por
corporaciones privadas, y exportado a toda velocidad antes que las naciones decidan
nacionalizar tan escaso y estratégico recurso.
El agua dulce, durante muchos años no la hemos sabido valorar. Rodrigo Noriega,
consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma),
indico en un seminario sobre manejo de agua y zonas costeras, el agua dulce si la
seguimos derrochando como hasta ahora, la vida humana podría colapsar en el
planeta en los próximos años, ya que el agua es el primer problema del medio
ambiente.
El fantasma del agotamiento del agua dulce, ya es una realidad, el 22 de abril del
2018 marcaba el día cero en el que Ciudad del Cabo, Sudáfrica, se quedaría sin agua.
Con sus cuatro millones de habitantes, sería la primera gran metrópoli en cortar el
suministro de este líquido. La urbe, sin embargo, logró posponer la fecha luego de
una enorme campaña orientada a cambiar los hábitos de consumo de sus habitantes.
Aunque, el día cero, sigue siendo un fantasma para muchas ciudades en el mundo
actual, el cambio climático y el agotamiento del agua dulce en combinación con
estados corruptos o negligentes es una crisis a la vuelta de la esquina, que tendrá
consecuencias aniquiladoras para las ciudades que no tomen precauciones, obligará a
millones de ciudadanos a emigrar a lugares con disponibilidad de este vital recurso.
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(1) Para facilitar las estimaciones y cálculos de esta capacidad, se creó asociado con la
idea de huella ecológica, el concepto de Hectárea global (hag.). En la tierra hay
13.4 billones de hag. que hacen referencia a la suma de todas las porciones de
tierras “útiles” para fines de subsistencia. Si dividimos esa cifra por el número de
habitantes del planeta (7.8 billones) obtenemos las hectáreas que cada ser
humano puede emplear para vivir sin reducir la capacidad de regeneración de la
Tierra: 1.72 hag. por persona. Ahora, si consideramos las necesidades del resto de
los animales no-humanos, que se estiman en un 12% de esas hectáreas globales
para los 10 millones de especies, nos quedarían 1.54 hag. per cápita. (datos según
la WCED). Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo (WCED).
(2) https://www.nationmaster.com/country-info/stats/Environment/Ecological-
footprint#2012.
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CRISIS DE ENERGÍA
Curva de producción del petróleo, como sugirió originalmente M. King Hubbert en 1956
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6. CRISIS DE ENERGÍA
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Figura 3: Curva de producción del petróleo, como sugirió originalmente M. King Hubbert en 1956; preveía
un pico de unos 12,5 x109 bbl/año en torno al año 2000. La producción mundial en 2016 ascendió a 29,4x109
bbl/año, más del doble, y continúa aumentando.
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Para comparar las diferentes fuentes energéticas, que presentan una gran diversidad
entre ellas, con tasas de retorno energético (TRE), para las principales fuentes de
energía y con el auxilio teórico de este concepto, es posible comparar eficazmente
fuentes energéticas diversas entre sí, desde la simple leña (biomasa), hasta la energía
solar fotovoltaica, que requiere una considerable inversión energética en la
fabricación de los paneles solares.
Por este motivo, aunque no exista una norma, a la hora de comparar las TRE de dos
fuentes energéticas es necesario que estas hayan sido calculadas con criterios
homologables: por ejemplo, considerar la energía empleada en la fabricación de los
materiales necesarios, pero ya no la de construcción de las plantas más allá del primer
eslabón de la cadena de suministros.
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Tabla N°1: Valores de tasas de retorno energéticas (TRE)
Combustibles fósiles
Petróleo
- Hasta 1940 > 100
- Hasta 1970 50 - 100
23
5 - 15
- Hoy
8
Carbón 2-7 7 - 17
- Hasta 1950 80
- Hasta 1970 30
Solar
- Mediante colectores 1,6 - 1,9
- Térmica 4,2
- Fotovoltaica 1,7 - 10 3-9 4-9 7 - 20
En cuanto a la nuclear, Turiel indica que lleva décadas en decadencia, El cenit del
uranio fue en 2012, la energía nuclear, ahora agravada por la escasez de uranio. Como
se ve en la Figura N°5.
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A largo plazo, más allá de 2030 (5), la escasez de uranio limitará la expansión de las
centrales nucleares. Es decir, de todos modos, debido a los recursos limitados de
uranio, la energía nuclear basada en uranio será limitada.
En resumen, de acuerdo a Turiel, el Cenit del petróleo, 2005 (crudo), Cenit del carbón,
fue el 2015, Cenit del gas, hacia 2020.
Probablemente, indica hemos superado ya el cenit del petróleo, del carbón y del
uranio, y el gas natural sobrevendrá hacia 2020.
¿Qué pasa con las tecnologías del futuro?, las tecnologías maravillosas. Arthur Clarke,
en su cuento fabula, “Superioridad”, se culpa a Norden, científico teórico y genio
prometeico de fallar en crear el arma definitiva, que acabaría con la guerra sideral.
Narración y crítica histórica, a la promesa de Wernher von Braun al tercer Reich de
ganar la guerra con sus armas maravillosas.
La apuesta por las tecnologías maravillosas del futuro. Los reactores de fusión, la
energía prometeica para el siglo XXI, que están a décadas de concretarse en
alternativas reales, grandes cantidades de recursos y lo mejor del ingenio humano
están trabajando a marchas forzadas para domesticar la energía del sol.
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La Fusión es la fuente de energía del Sol y las estrellas. En el tremendo calor y la
gravedad en el núcleo de estos cuerpos estelares, los núcleos de hidrógeno chocan,
se fusionan en átomos de helio más pesados y liberan enormes cantidades de energía
en el proceso.
ITER será el primer dispositivo de fusión para producir energía neta, y que mantenga
la fusión durante largos períodos de tiempo. El ITER será el primer dispositivo de
fusión que pruebe las nuevas tecnologías integradas, los materiales y los procesos
físicos necesarios para la producción comercial de electricidad basada en la fusión
nuclear.
Los miembros de ITER (China, la Unión Europea, India, Japón, Corea, Rusia y Estados
Unidos), ahora participan en una colaboración de más de 35 años para construir y
operar este dispositivo experimental, y juntos llevar la fusión al punto donde se puede
diseñar un reactor de fusión de demostración.
El primer plasma de ITER está programado para diciembre de 2025. Esa será la
primera vez que se encienda la máquina, y el primer acto del programa de varias
décadas de ITER.
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La integración y el ensamblaje exitoso de más de un millón de componentes (diez
millones de piezas), construidos en las fábricas de los miembros de ITER en todo el
mundo y entregados en el sitio de ITER, constituyen un tremendo desafío de logística
e ingeniería. La Organización ITER llevará a cabo el trabajo apoyado por varios
contratistas de ensamblaje (nueve contratos en total).
El proyecto inicial de ITER se pensaba que costaría unos 5 mil millones de euros, pero
al inicio de la construcción en 2013 se elevó a 15 mil millones. Ya en 2016 se estimó
que rondará los 22 mil millones. Y en abril de 2018 un informe del DOE (US
Department of Energy) para un comité del Senado de EE.UU. afirmó que superará los
65 mil millones de dólares.
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potencia con un factor de ganancia Q=10, es decir, con una entrada de energía de
solo 50 MW.
El ITER, no será un prototipo de reactor de fusión comercial, sino que servirá para
diseñar dicho prototipo, que se llamará DEMO.
Se inyectará combustible por primera vez en 2035, salvo que se planifique una vía
rápida para la fusión.
Todo parece indicar que la fusión nuclear comercial será cosa de la segunda mitad del
siglo XXI. Una vía rápida hacia la fusión podría permitir que DEMO (7), estuviera
construido recién en 2040. Pero al ritmo actual no estará listo antes de 2050. Algunos
expertos reclaman una vía ultrarrápida hacia la fusión, pero los gobiernos que
financian ITER hacen oídos sordos a su petición debido a los astronómicos costos y en
aumento.
Además de los equipos tokamaks como el ITER, hay otro tipo de reactores de fusión
llamados “stellarator”.
El concepto stellarator ofrece una ruta alternativa a una Central Eléctrica de Fusión,
gracias a sus propiedades únicas: operación en modo continuo, sin inducción de
corriente externa, y sin disrupciones del plasma.
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Angela Merkel inauguró, con gran orgullo, en el año 2016 el mayor stellarator del
mundo, llamado Wendelstein 7-X ó W7-X. Está en Alemania, su diseño con 5.5 m de
radio mayor es de gran belleza gracias a la geometría curvada de sus bobinas
superconductores, toda una obra de arte del diseño en ingeniería.
Tras HELIAS (si logra su éxito) vendrá un futuro stellarator (todavía no tiene nombre)
que será el equivalente a ITER.
Resumiendo, hay dos caminos viables a la fusión nuclear, uno más adelantado que es
el ITER, ante el W7-X, que ni siquiera tiene un programa de construcción comercial,
pero ambos están a décadas de operar como una alternativa real, ante la crisis
energética que está a la vuelta de la esquina en los años 2030 y 2040. No habrá
solución real hasta 2070 o 2080.
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(1): Los Límites del Crecimiento, M.I.T, 1972 (original en inglés: “The Limits to Growth”), bajo
la dirección de Donella y Dennis Meadows.
(3): Método de “fracking”, consiste en fracturar la roca liberando mediante presión el petróleo
y derivados, con gran gasto energético y contaminación de las aguas subterráneas, Un
proceso típico de fracturación utiliza entre 3 y 12 productos químicos como aditivos.
(5): http://nomana.free.fr/public/peak.html
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7. SEXTA EXTINCIÓN MASIVA DE ESPECIES
La memoria es frágil, y en la segunda década del siglo XXI, la ONU nos hace una
segunda advertencia, un millón de especies pueden ser condenadas a la extinción. El
mayor informe sobre biodiversidad, auspiciado por la ONU, advierte del impacto de la
acción humana. Un millón de los ocho millones de especies animales y vegetales
estimadas y existentes están amenazadas de extinción y podrían desaparecer en solo
décadas si no se toman medidas efectivas, urgentes y decisivas.
Se cree que la vida debe ser algo común en el cosmos, considerando que existimos
en un universo donde las leyes físicas son las mismas en todas partes. Los detalles del
origen de la vida en nuestro planeta Tierra se desconocen, aunque se han establecido
unos principios generales. Hay dos teorías sobre el origen de la vida en la Tierra.
La vida evolucionó desde este caldo primordial, generando toda la riqueza de formas
imaginables. Y desde esta época, en el Planeta Tierra ha experimentado cinco grandes
extinciones masivas de seres vivos, una extinción tras otra. La última y más conocida,
hace 65 millones de años, momento en el que desaparecieron los dinosaurios, junto
con más del 70% de las especies terrestres.
En su libro, El Antropoceno (4), Fernández Duran, afirma que nos estamos adentrando
en una nueva era geológica, la del Antropoceno. “La expansión de las metrópolis
urbanas, la hegemonía del sistema industrial y de la agricultura intensiva, y un
consumo de masas que solo devuelve al medio ambiente residuos que en su mayoría
son imposibles de recuperar para el ciclo natural, han llevado a la biosfera al límite de
su capacidad de regeneración. En apenas cien años, durante el pasado siglo XX, la
humanidad ha consumido más energía que todas las generaciones precedentes y se ha
apropiado del 40% de la biomasa del planeta”. “Ha tenido impactos muy perniciosos en
sectores claves para el mantenimiento de la vida: el agua potable, la tierra fértil, las
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pesquerías oceánicas, los bosques, la diversidad biológica y la atmósfera planetaria.
Además, la explotación de pesquerías, bosques y tierras fértiles parece que ha llegado a
su máximo histórico, y enfrenta un declive progresivo a resultas de su creciente
agotamiento y del cambio climático en marcha”.
Quien ha descrito con maestría esta posibilidad cierta de esta extinción moderna, es
Elizabeth Kolbert. ”Hoy el planeta atraviesa una sexta extinción”(5), pero, esta vez,
aclara la autora, el agente de destrucción masiva es el ser humano. El hombre
transforma el mundo: construye ciudades, caminos y granjas; tala bosques y llena la
atmósfera y el océano de CO2 a niveles nunca antes registrados. Anfibios, aves,
mamíferos y reptiles están en peligro de extinción; quizá los arrecifes de coral del
mundo desaparezcan hacia finales del siglo XXI. Kolbert no endulza las alarmantes
ideas que presenta.
Este 6 de mayo de 2019, fue difundido el mayor informe sobre biodiversidad a nivel
mundial realizado hasta la fecha.
"Las tasas de extinción son un factor importante, la mayoría de las especies de plantas
y animales están más amenazadas con la extinción ahora que en cualquier otro
momento de la historia humana”, informó Josef Settele, codirector del estudio de la
IPBES. Fueron tres años para obtener la desalentadora radiografía del panorama
actual de biodiversidad en el planeta, para luego proponer una lista de soluciones y
planes de acción con el fin de tomar control de esta crisis.
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Según la IPBES todas las causas de esta extinción masiva se relacionan con el ser
humano y sus prácticas: desde la deforestación, con la que las especies han perdido
su hábitat; la sobrepesca y cambio climático, ya que el mundo se está calentando
demasiado para muchos animales e insectos. Además, los animales también sufren la
propagación de especies invasoras cuyo número ha aumentado en un 70 % en medio
siglo, y la mayoría introducidos por el ser humano.
Las cifras expuestas arrojan que, en cuanto a las especies, al menos 680 de
vertebrados han desaparecido desde el siglo XVI y están en peligro más del 40 % de
las especies de anfibios, un 33 % de los arrecifes de coral y más de un tercio de los
mamíferos marinos. Un estimado provisional sitúa en un 10 % el porcentaje de
especies de insectos amenazados.
“Los bosques, las turberas y los ecosistemas marinos costeros deben ser protegidos o
restaurados. La combinación de la conservación de la biodiversidad con la reducción
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drástica de las emisiones de CO2 y el aumento del almacenamiento de carbono en la
naturaleza puede contribuir significativamente a limitar el calentamiento global a 1.5°
C. Estas son las acciones esenciales e inmediatas que pueden ayudarnos a regresar del
borde del abismo”.
La existencia de la vida microbiana, como las bacterias, y los ácidos nucleicos como
los virus, es inherente a la vida en la tierra, son parte de los procesos naturales. Los
bosques, desiertos, océanos, y los grandes espacios, son muros y cortinas para los
reservorios de la vida microbiana, y los gérmenes patógenos, así lo fueron por
millones de años.
En áreas recién deforestadas del Amazonas, aceleradas por las políticas del gobierno
brasileiro de Bolsonaro. Las enfermedades han aumentado, ya que la pérdida de selva
crea las condiciones de luz y agua para la proliferación de mosquitos.
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algunos roedores silvestres y, por lo tanto, la prevalencia de las enfermedades como
la de Lyme, ya que estos ratones actúan de reservorio de la bacteria que la provoca.
Nadia Barreiro (del medio m1), resume muy bien: La pandemia del coronavirus
muestra la capacidad del ser humano para crear desequilibrios en el ecosistema que
luego repercuten en la salud, la economía y la libertad en tiempos de globalización.
El Covid-19 es fruto del despiadado comercio ilegal de fauna silvestre en China, con
cientos de animales explotados en los “mercados húmedos”. Pero su explicación es
mucho más compleja: tiene sus bases en la deforestación del sudeste asiático desde
hace más de 30 años; el aumento sin control de la población y las consecuentes
urbanizaciones sin planificación; la segmentación y fragmentación de los bosques; la
creación de rutas, caminos, y el calentamiento global que hace a los virus más
resistentes.
Cuando el ser humano arrasa con un bosque nativo genera un desequilibrio dentro
de ese sistema. Donde había árboles habrá agua estancada, (lo que favorece la
propagación de nuevos mosquitos, por ejemplo) y en donde antes había hábitats
naturales, ahora habrá asentamientos humanos o monocultivos. Por esto, los animales
comenzarán a migrar, se mezclarán con otras especies o buscarán refugios en las
construcciones humanas.
"El 60% de las enfermedades humanas infecciosas conocidas son de origen animal
(animales domésticos o salvajes), al igual que un 75% de enfermedades humanas
emergentes", alerta este organismo en un informe sobre salud del ecosistema.
Las infecciones Mers, el SARS, o ébola (cuyo último brote acaba de ser erradicado en
el Congo tras 2300 muertes en un año y medio) y otras en Argentina, como el dengue
o la fiebre amarilla, también son producto de la mirada extractivista y sin ética del ser
humano sobre el resto del planeta.
"Los cambios en las condiciones climáticas que han ocurrido desde 1950 facilitan la
transmisión del virus del dengue a través de los mosquitos Aedes, así como el
incremento del riesgo de contraer la enfermedad. La incidencia mundial del dengue
se ha multiplicado drásticamente en las últimas décadas, y el riesgo de infección
afecta a aproximadamente la mitad de la población mundial", señaló el secretario
general de Naciones Unidas Antonio Guterres en una nota titulada "El cambio
climático es más mortal que el coronavirus" que es portada de la web del Organismo.
(2) El dicloro difenil tricloroetano (DDT). En el siglo XX fue utilizado con intensidad como
insecticida, pero, tras comprobar que este compuesto se acumulaba en las cadenas tróficas y
ante el peligro de contaminación de los alimentos, se prohibió su uso.
(3) Oparin: Fue una de las teorías que se propusieron a mediados del siglo XX para intentar
responder a la pregunta: ¿cómo surgió la vida?, después de haber sido rechazada la teoría de
la generación espontánea.
(4) EL ANTROPOCENO, la crisis se hace mundial, la expansión del capitalismo global choca
con la Biosfera, (Ramón Fernández Durán).
(5) Elizabeth Kolbert: Ella es conocida por su libro ganador del Premio Pulitzer The Sixth
Extinction: An Unnatural History. Es una gran escritora, que aliviana los temas más oscuros
con un poco de humor y relatos esclarecedores. A pesar de mantenerse siempre
políticamente neutral, recomienda este llamado de atención a inversionistas y líderes de
negocios, funcionarios, estudiantes y a quien le preocupe la peculiar posición del humano en
el equilibrio de la naturaleza.
(7) El Síndrome Pulmonar por Hantavirus es una enfermedad infecciosa aguda, habitualmente
grave, que puede ser mortal. Se caracteriza por fiebre alta en una persona previamente sana,
escalofríos, dolor de cabeza (cefalea), dolores osteomusculares y síntomas gastrointestinales
(náuseas, vómitos y dolor abdominal). La fiebre, superior a 38.3ºC, se acompaña por dificultad
respiratoria sin una causa conocida. Esta enfermedad está presente en Chile, desde mediados
de la década de los 90 y se adquiere por contacto con ratones silvestres de ‘‘cola larga’’
(Oligorizomys longicaudatus) portadores del virus. El ratón infectado elimina el virus a través
de la orina, las heces y la saliva, y éste se transmite al ser humano fundamentalmente a través
de la vía respiratoria.
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SOBREPOBLACIÓN
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Sobrepoblado planeta urbano, cubierto en edificios de la ciudad – Imagen de Archivo
8. SOBREPOBLACIÓN Y SUPERPOBLACIÓN
En 1968, cuando el libro de Paul Ehrlich disparó las alarmas sobre el impacto de una
población mundial en crecimiento rápido, las tasas de crecimiento rondaban el 2%.
Entre los años 1960 y 1969, la población mundial se duplicó. En la actualidad las tasas
de crecimiento poblacional en los países desarrollados están a la baja, algunos,
sostienen que las tasas de crecimiento de la población mundial seguirán
disminuyendo aún más.
Pero, en los países en desarrollo son altas sólo porque hay muchas mujeres en edad
reproductiva como resultado del rápido crecimiento de la población en las décadas
anteriores.
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a las condiciones originales favorables de la Isla, pero es llevada a un punto de
quiebre ecológico, y en consecuencia su desplome poblacional y cultural de la nación
creada por Hotu Matu'a, (3).
La bomba poblacional ha sido conjurada y postergada más de una vez, pero, tampoco
se ha llegado a estabilizar la población mundial, salvo en algunos países llamados
desarrollados y especialmente, donde las mujeres se han incorporado a la fuerza de
trabajo, y se han empoderado de sus derechos sexuales y reproductivos.
Entre las fuerzas económicas ha citado la llamada "revolución verde", que acrecentó la
producción mundial de alimentos per cápita en un 41% entre 1960 y 2009. "La
producción de alimentos creció aún más rápido que la población y las tasas de
pobreza bajaron sustancialmente".
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Junto a la urbanización, Lam se ha referido al impacto que supone la disminución
continua de la fertilidad y el incremento de las inversiones en la educación y el
bienestar de los niños.
Fue iniciada por el ingeniero agrónomo estadounidense Norman Borlaug con ayuda
de organizaciones agrícolas internacionales, quien durante años se dedicó a realizar
cruces selectivos de plantas de maíz, arroz y trigo en países en vías de desarrollo,
hasta obtener las más productivas. La motivación de Borlaug fue la baja producción
agrícola con los métodos tradicionales, en contraste con las perspectivas optimistas
de la revolución verde con respecto a la erradicación del hambre y la desnutrición en
los países subdesarrollados.
La revolución incluyo, a casi todos los países y puede decirse que ha cambiado casi
totalmente el proceso de producción y venta de los productos agrícolas.
Algunos sostienen, que ambas técnicas pueden ser igualmente eficientes con un buen
manejo, ya que esta revolución trajo consigo el deterioro de la vida en el suelo de los
campos de cultivo.
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La revolución genética que uniría a la biotecnología con la ingeniería genética,
promoviendo de esta manera transformaciones significativas en la productividad de la
agricultura mundial. ¿Existe alguna diferencia fundamental entre ambas?
En Africa, algunos sostienen que la Revolución Verde es una amenaza para la riqueza
de la agricultura tradicional africana, y contrasta claramente con las muchas
alternativas exitosas que ofrece este continente en materia de agricultura orgánica,
agricultura sustentable, agro-silvicultura, pastoralismo, control integrado de plagas,
obtención de variedades vegetales por parte de los agricultores, gestión sostenible de
cuencas y tantos otros enfoques agroecológicos.
Ante este despliegue de la agrotecnología, nace una nueva postura y oposición a esta
forma de producir los alimentos.
La soberanía alimentaria:
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El concepto de soberanía alimentaria fue desarrollado por La Vía Campesina, un
movimiento campesino mundial, e introducido en el debate público durante la
Cumbre Mundial de la Alimentación que tuvo lugar en Italia en 1996, como marco
alternativo para la alimentación y la agricultura. Según Vía Campesina, el mundo se
enfrenta a un conflicto histórico entre dos modelos de desarrollo económico, social y
cultural para el mundo rural: un modelo agroindustrial, dentro del cual se inserta la
Revolución Verde, y un modelo alternativo llamado soberanía alimentaria, que parte
del concepto de los derechos económicos y sociales del ser humano, entre los cuales
figura el derecho a la alimentación. La soberanía alimentaria trata de los derechos
políticos y económicos de los agricultores como condición previa para lograr la
seguridad alimentaria (6).
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propone que consideremos la agroecología, el conocimiento de la interconexión que
crea los alimentos, como una alternativa real y posible frente al paradigma industrial.
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Las simulaciones y proyecciones de los científicos del MIT, originalmente reclutados
por el Club de roma, han mantenido sus proyecciones generales y han actualizado sus
datos a la luz de los años transcurridos. Y estas muestran con preocupación que esta
crisis poblacional sigue vigente.
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Figura 4: Tendencias posibles de crecimiento de la población mundial
Las curvas proyectadas son los escenarios futuros posibles, la línea media muestra la
más probable, estabilizándose cerca de los 12.000 millones de habitantes, la línea
superior que sería catastrófica para la biosfera, y la capacidad de carga de nuestro
planeta, y la inferior es la más optimista, con 9.000 millones de habitantes. Esta
ventana de oportunidad para una estabilización optimista de 9.000 millones se está
cerrando, y al parecer la clase política dirigente, y planificadores planetarios no tienen
respuesta ni solución.
Mirando al futuro, se prevé que en 2023 la población mundial alcance los ocho mil
millones, con lo que el tiempo de duplicación será de 49 años, y salvo imprevistos, se
espera que en 2100 la población del planeta se estabilice entre los diez y doce mil
millones de habitantes.
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Figura 5: estimación de la ONU para la población mundial (9).
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(1): Thomas Robert Malthus en su Ensayo sobre el principio de la población (1798), en el que
afirmaba que la población tiende a crecer en progresión geométrica, mientras que los
alimentos sólo aumentan en progresión aritmética, por lo que la población se encuentra
siempre limitada por los medios de subsistencia.
(2): Paul R. Ehrlich y Anne H. Ehrlich su esposa, ella no aparece como coautora del libro
porque la editorial, Ballantine Books, insistió en que apareciera un solo autor.
(3): Hotu Matu'a fue el primer ariki (rey) de Rapa Nui, hacia el siglo IV de nuestra era.
(5) David Lam, es profesor de economía, director del Instituto de Investigación Social y
profesor de investigación en el Centro de Estudios de Población. Doctor. en Economía,
Universidad de California - Berkeley, 1983.
(6) https://wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin-wrm/una-revolucion-verde-para-africa-
desastre-en-puerta/
(7): Vandana Shiva, Obtuvo un título de maestría en Filosofía de la ciencia por la Universidad
de Guelph, Ontario, Canadá en 1976. En 1979 la Universidad de Ontario Occidental, le otorgó
el doctorado por una tesis titulada «Variables ocultas y localidad en la teoría cuántica.
Activista en favor del eco-feminismo, recibió el Premio al Sustento Bien Ganado, también
llamado Premio Nobel Alternativo, en 1993
(9) https://theconversation.com/7-500-millones-y-aumentando-cuantas-personas-puede-
soportar-la-tierra-100493.
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COLAPSO CIVILIZATORIO
The Course Of Empire - Destruction es una pintura de Thomas Cole. Fue editada y se subió a
la web el 2 de diciembre de 2011.
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9. COLAPSO CIVILIZATORIO
En “El curso del imperio”, de Thomas Cole, puede ofrecernos una visión más
amplia de la tragedia futura como un proceso. En esta obra “destrucción”, se muestra
como un acontecimiento, en que el ejército enemigo está saqueando la ciudad,
quemando los edificios y sembrando el suelo de cadáveres de hombres, mujeres,
ancianos y niños. En el cielo, el humo del fuego se funde con las nubes de tormenta,
como si la naturaleza estuviese también dispuesta a colaborar en la destrucción de
esta urbe. Una escena apocalíptica, que puede representar ciertamente la caída del
Imperialismo capitalista actual.
Pero, al igual que en la simulación del mundo margarita (1), este mundo es finito, el
capitalismo contemporáneo a golpeado contra un muro infranqueable de la biosfera,
los limites ecológicos del planeta. Esta hermosa esfera azul no puede responder a la
inmensa presión que el capitalismo le solicita. Y se prepara para el colapso de las
estructuras sociales de la civilización contemporánea.
Conviene recordar las distintas fases del colapso enunciadas por Djmitry Orlov (2),
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Esta es siempre la primera fase, sea esta iniciada por una reducción de la energía
disponible, bien por la acusada disminución de la actividad económica por alguna
otra causa. Bien los bancos no realizan préstamos (creación de dinero) porque saben
que no se lo van a devolver o, si son autorizados a ello con garantías del estado, la
inflación que generan resulta en ese caso galopante. El colapso financiero es la
pérdida de confianza en el “business as usual”.
La inflación lleva a una fuerte devaluación del dinero. Muchas empresas se declaran
en suspensión de pagos o directamente quiebran, desde las más grandes hasta las
más pequeñas. La tienda de la esquina o bien ha cerrado o apenas dispone ya de
mercancías y víveres. Muchas son asaltadas, pues todo el mundo se orienta a la
supervivencia a corto plazo. Se entiende por colapso comercial la pérdida de
confianza en que “el mercado proveerá”.
El poder político intenta por todos los medios resolver los fallos de los suministros
básicos, pero acaba mostrándose incapaz de ello incluso en las condiciones
fuertemente autoritarias que llegaría a establecer. El colapso político es la pérdida de
confianza en que los gobiernos pueden hacerse cargo de una situación de extrema
necesidad.
En el caso de la URSS este proceso en cascada pudo ser detenido en la fase 3 cuando
el estado ruso consiguió, con la sobrevenida asistencia de Occidente – si bien
condicionado al establecimiento de una estructura distinta – neutralizar la mayoría de
las mafias locales y el surgimiento de señores de la guerra. Pero eran tiempos en que
la complejidad podía restablecerse y seguir aumentando: los combustibles fósiles
estaban todavía ahí para lo que se les pidiera.
Luis González Reyes (3), de Ecologistas en Acción, escribe, “Tenemos que llamar a las
cosas por su nombre. Estamos viviendo el colapso de la civilización industrial, no una
crisis más, ni una transición como solemos entender”, y resume su aporte en el libro,
Humanidades ambientales (4), lo siguiente:
Pero esta inevitabilidad no significa que el futuro esté escrito. Dentro del campo de
posibilidades físicas que tengamos, la reconfiguración de los ecosistemas y las
sociedades humanas dependerá en gran medida de lo que hagamos ahora. Es más, el
colapso brindará oportunidades inéditas para la articulación de sociedades más justas,
solidarias y sostenibles. Por ejemplo, un sistema energético basado en fuentes de
acceso más universal (las renovables), una tecnología más apropiable (más sencilla),
sociedades más fácilmente gestionables democráticamente (más locales y de menor
tamaño) o un tejido social más denso (la supervivencia pasará por el colectivo). Estas
oportunidades serán más cuanta menos degradación social y ambiental se produzca.
En este sentido, cuanto antes se pongan en marcha medidas acordes con los nuevos
contextos, mayores serán las posibilidades de limitar esta degradación.
Quienes conocen los escenarios más factibles del cambio climático y de la restricción
energética y material, el posible auge de nuevos fascismos, o el probable incremento
de la población en condiciones de miseria, temen esos escenarios. No habría que
alimentar más ese miedo, sino buscar estados de ánimo que nos sirvan de pértiga
para saltarlo. Uno fundamental es la esperanza. Eso es justo lo que proyectan lemas
como “sí se puede” y “otro mundo es posible”. La esperanza no se construye sobre la
nada, sino que requiere de razones sobre las que sostenerse. Y las hay, pues el
colapso abrirá oportunidades a sociedades más vivibles.
Sin embargo, la esperanza habría que transmitirla con realismo. Por ejemplo,
comunicar que las energías renovables son la solución a la situación climática y
energética sin cambiar a fondo nuestro orden socioeconómico no es cierto. En este
sentido, es probable que el movimiento ecologista haya dado excesivas esperanzas
de que el sistema actual podía seguir su curso con “simplemente” aplicar un paquete
de políticas climáticas, energéticas o de conservación de la biodiversidad.
Las luchas impulsadas por los movimientos sociales deben tener beneficios
perceptibles y sostenibles para quienes participen en ellas y la alegría tiene que ser
uno de ellos. Además, en la medida en que nos moviliza más el refuerzo positivo que
el negativo, este es un elemento que cobra especial relevancia. Una de las cosas que
más alegría y placer nos causa es la interrelación con otras personas para construir
algo. Otro motivo que puede alegrarnos es el desmoronamiento de un orden basado
en el sufrimiento social y la destrucción ambiental: el final del capitalismo global es
una buena noticia.
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distintas. También porque en un entorno muy cambiante quienes se hayan
organizado tendrán una importante capacidad de influencia. Finalmente, porque los
mundos a los que nos iremos acercando serán cada vez más locales y por lo tanto
más influenciables por nuestras acciones.
Si la primera idea tiene que ver con las emociones que movilizamos, la segunda es
con el tipo de análisis que realizamos, que debe ser riguroso. El colapso es una
disminución drástica de la complejidad de manera que surja una estructura
radicalmente distinta. No es un cambio de régimen, no es una ocupación, tampoco es
una crisis. Está marcado por un descenso en la población, la especialización social
(diferenciación social, especialización laboral), las interconexiones (comercio,
penetración de los órganos de poder), y la cantidad de información que contiene y
fluye por el sistema (acceso al conocimiento, arte, intercambio de información). El
colapso no es un hecho súbito, sino un proceso que durará muchas décadas. Este es
un problema de primer orden, pues actuamos cuando vemos el peligro inminente,
pero no si este sucede poco a poco. Por todo ello es importante denominar al
colapso por su nombre.
Otro análisis importante es que, aunque el medio ambiente está en el centro de las
causas del colapso, no es su única dimensión. También son fundamentales los
elementos económicos, culturales y políticos. Pero considerar la multidimensionalidad
de factores que concurren en el colapso no significa darles a todos la misma
importancia. Así, la capacidad del ecologismo social para analizar el momento actual
desde la complejidad, pero dando gran relevancia a los límites ambientales, es un
ejemplo a seguir.
Trabajar desde una visión sistémica es una estrategia adecuada para comunicarse con
personas que ya son conscientes de la crisis civilizatoria porque es un pensamiento
que ya tienen entrenado. Además, esta estrategia ha demostrado ser movilizadora.
Una muestra fue la impresionante resonancia que alcanzaron Los límites del
crecimiento, un análisis sistémico.
¿Cómo comunicar el colapso a quienes no son conscientes de él, pero quieren saber?
En gran medida, mucho de lo dicho anteriormente se puede aplicar a este grupo, por
lo que nos centramos en varios elementos extra.
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En lo que concierne a las emociones, es importante sumar el miedo, pues es una
emoción que motiva a las personas a no continuar por las sendas más peligrosas.
Cuanto menos miedo al colapso tengan las sociedades, más profundo será. En ese
sentido, mensajes complacientes con la pervivencia del sistema actual o que pongan
“excesivamente” en duda el colapso, serían contraproducentes.
Otra razón para no sortear el miedo que causa la comunicación de la prospectiva dura
que tenemos por delante es que los cambios necesarios y deseables en la transición
civilizatoria requieren de poblaciones maduras. Por ello, no podemos tratar a las
personas como si fuesen infantes y no pudiesen hacerse cargo de sus vidas. Si vamos
a necesitar lo mejor del ser humano, pongamos altas expectativas en él y
mostrémoslo con nuestros actos.
A estas razones para usar el miedo podemos sumar que, para actuar, el ser humano
necesita conocer el límite a partir del cual la inacción o la acción incorrecta tiene
consecuencias negativas. De este modo, no solo habría que comunicar los aspectos
potencialmente peligrosos de los escenarios por venir, sino hacer un esfuerzo por
señalar los límites, los umbrales de no retorno. Aunque esto es especialmente difícil,
ya que la crisis sistémica que vivimos tiene unos límites inaprensibles, hacer mucha
incidencia, por ejemplo, en el aumento de 1,5ºC como límite de seguridad climática es
importante.
Esto implica que no deberíamos llamar al cáncer, gripe. Estamos viviendo el colapso
de la civilización industrial, no una crisis más, ni una transición como la solemos
entender (algo “tranquilo” y más o menos pilotado). Tenemos que llamar a las cosas
por su nombre. Igual con algunos sectores sociales el término “colapso” no es el más
adecuado, pero no puede ser sustituido por giros que quiten importancia a los
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desafíos que enfrentamos. Esto no significa regodearse en lo doloroso, es más, resulta
clave comunicar desde la empatía.
Por ello, el miedo debe superarse y esto solo se hace en colectivo. Para sacudirse el
miedo, resulta imprescindible construir un camino con desafíos asumibles, riesgos
afrontables psicológicamente, y en el que las sociedades vean las ventajas y la
factibilidad de los cambios. También usar esa pértiga en forma de esperanza y alegría
que nombramos. A las estrategias ya expuestas para construir la esperanza, habría
que sumar otra de especial importancia para este grupo: que para que sea creíble,
tiene que encarnarse y vivirse.
Para esta construcción de visiones alternativas, será importante que existan muchos
entes comunicadores distintos con mensajes parecidos. Esto permitirá sortear la
voluntariedad de la escucha. Conseguir esos emisores diferenciados pasa por que
distintos grupos sociales sean intermediarios de nuestra comunicación y la traduzcan.
Que otras personas hagan suyo el mensaje, dándole sus propios matices y énfasis.
Desde esta perspectiva, podría ser más estratégico comunicar a un público cercano,
que tiene predisposición a escucharnos y maneja nuestros mismos códigos, y que
este sea el que comunique posteriormente a otros sectores.
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Otros pensadores, como Joseph Tainter (5), ha abordado estas cuestiones, en su libro,
Colapso en Sociedades Complejas.
Las sociedades civilizadas, (o complejas, como las denomina Joseph Tainter), tienden
a resolver los problemas aumentando la complejidad del sistema social. Esta
tendencia, en un principio, resulta eficaz y rentable para asegurar la supervivencia y
desarrollo de las sociedades a la hora de hacer frente a los problemas concretos, pero,
a medida que pasa el tiempo, el propio aumento de la complejidad va generando
nuevos problemas y condiciones que exigen una aún mayor inversión en complejidad.
Llegado un momento, conocido como el punto de los rendimientos decrecientes, los
límites materiales al crecimiento hacen que la inversión en complejidad aporte cada
vez menos beneficios. Dicho punto implica que la sociedad en cuestión ha pasado a
ser vulnerable al colapso, es decir, a una reducción en su grado de complejidad. Para
que una sociedad que ha alcanzado el punto de rendimientos decrecientes no
colapse ha de encontrar nuevas fuentes de materia y energía que le permitan seguir
aumentando su complejidad sin que se reduzca la rentabilidad del proceso. Cuando
esto no es posible, el grado de complejidad de la sociedad acaba reduciéndose, es
decir, se produce el colapso.
Esto último, ha sucedido muchas veces en la historia a lo largo y ancho del mundo.
Tainter, tras repasar varios ejemplos de colapsos históricos, concluye en su libro con
un análisis de la situación de la civilización moderna desde la óptica de los
rendimientos decrecientes.
El punto de vista y análisis que hace Tainter, es valioso y debe tenerse en cuenta.
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(1): Mundo de margaritas (nombre original 'Daisy World') es una simulación publicada
en 1983 que fue creada por James Lovelock y Andrew Watson para ilustrar su
hipótesis Gaia. La hipótesis Gaia es un modelo interpretativo que afirma que la
presencia de la vida en la Tierra fomenta unas condiciones adecuadas para el
mantenimiento de la biosfera.
(4) Libro, Humanidades ambientales, coordinado por José Albelda, José María Parreño
y J. M. Marrero Henríquez.
(6) https://www.culturamas.es/.
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DEBILITAMIENTO Y DISOLUCION DEL ESTADO NACION
La Rebelión de Wat Tyler, también conocida como Revuelta de los campesinos. Fue el fin de
la edad Media en Inglaterra.
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10. DEBILITAMIENTO Y DISOLUCION DEL ESTADO NACION
En el pasado colonial también fuimos influenciados por otras potencias, nuestro país
fue fundado por el imperio español, y en nuestra independista nuestra intelectualidad
fue ayudada en su cometido por las elites del Imperio Británico, cuyo interés era
conquistar la hegemonía de los mares, acceso a las materias primas que necesitaba el
naciente Capitalismo Industrial, controlando las rutas y puertos, de una Sud América
joven e ingenua. Las elites chilenas fueron entrenadas e inflamadas a través de
sociedades secretas (2), para generar las condiciones necesarias y activar las fuerzas
independistas, y debilitar a la España Colonial.
En la actualidad, en Chile, la rebelión de octubre del año 2019, generada por las
condiciones cada vez más precarias y abusivas hacía los trabajadores chilenos por
parte de las elites. Su codicia y desesperación por detener la disminución de las
utilidades de la lógica de la globalización capitalista, la pérdida de competitividad, el
encarecimiento de las materias primas. Y su incapacidad de agregar conocimiento a
los procesos básicos en que basan sus negocios. Al final, un pequeño grupo de
personas con barrotes, mazos, y fuego, generaron un daño al corazón del sistema de
transporte de la capital de Chile, el Metro de Santiago, dejando casi paralizada la
ciudad, y dando inicio a meses de rebelión en todo el país.
La Rebelión de Wat Tyler (3), conocida como la “Revuelta de los campesinos o Gran
levantamiento de 1381”, fue un fracaso por la traición y engaño de los nobles,
llevando a los líderes a parlamentar, para luego asesinarlos a mansalva.
Desarticulando la rebelión. Pero, a pesar de esta derrota del campesinado, marca el
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principio del fin de la servidumbre en la Inglaterra medieval y el comienzo de una
nueva era, el Renacimiento.
Las zonas territoriales periféricas, encargadas de entregar las materias primas, esta
des-complejización, produce una disminución de la capacidad de transformación de
los recursos naturales, que deben ser enviados a los núcleos urbanos, para
mantenerlos funcionando, por un tiempo, la inercia les permite funcionar mientras se
agotan los bloques energéticos y materias primas.
Las zonas rurales que tengan recursos naturales emplazadas en lugares estratégicos,
con una cultura agraria, y lejos de los centros urbanos, tendrán una mayor resiliencia,
y condiciones para sobrevivir ante el colapso del estado nación, o el advenimiento de
un estado Fallido.
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En los estados fallidos, una variable critica de estas sociedades complejas, son las
cadenas de pago, de las fuerzas productivas, y los sistemas burocráticos, fuerzas de
orden que tienen el monopolio legal de la violencia, las organizaciones de
funcionarios que le dan cohesión a los estamentos del Estado.
Tainter agrega, “Las sociedades complejas, tales como los estados, no son una etapa
discreta en la evolución cultural. Cada sociedad representa un punto a lo largo de un
continuo que va de lo menos complejo a lo más complejo. Comparativamente, las
formas complejas de organización humana han surgido recientemente y son una
anomalía en la historia. Cuando son vistas teniendo en cuenta el panorama completo
de nuestra historia, la complejidad y la estratificación son rarezas, y cuando aparecen,
necesitan ser reforzadas constantemente. Líderes, partidos y gobiernos necesitan
establecer y mantener la legitimidad continuamente. Este esfuerzo debe tener una
base material real, lo cual significa que es necesario cierto grado de respuesta
respecto a la población de soporte. El mantenimiento de la legitimidad o la inversión
en coerción requieren una movilización de recursos constante. Este es un coste
implacable que cualquier sociedad compleja debe asumir”.
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La definición clásica sociológica desarrollada inicialmente por Nicolás Maquiavelo
enfatiza el uso de la fuerza, y sólo la fuerza, como el elemento fundamental de un
Estado.
Max Weber elaboró en esta idea su definición de condición de Estado: “un Estado es
una comunidad humana que (exitosamente) reclama el monopolio del uso legítimo
de la fuerza física dentro de un territorio”, incluso cuando “el derecho de uso de la
fuerza física es atribuido a otras instituciones o a individuos, solamente hasta donde
el Estado lo permita”.
Una definición más amplia del Estado involucra la idea de un “contrato social” que se
enfoca en la relación entre el Estado y el ciudadano. Esta idea fue desarrollada por el
filósofo político inglés Thomas Hobbes, en el siglo XVII. Hobbes argumentaba que los
individuos que viven sin un Estado o sin un imperio de la ley se encuentran en una
situación de guerra, de todos contra todos, donde la vida es “solitaria, pobre,
desagradable, brutal y corta”.
Helman y Ratner (1993) fueron los primeros analistas en utilizar el término “Estado
fallido”. Se preocupaban por “un nuevo fenómeno inquietante” a través del cual un
Estado llegaba a ser “totalmente incapaz de mantenerse como miembro de la
comunidad internacional”.
Michael Ignatieff, argumenta que el fracaso del Estado ocurre cuando “el gobierno
central pierde el monopolio de los medios de la violencia”.
Para Zartman, el fracaso estatal ocurre cuando “las funciones básicas del Estado se
dejan de ejecutar, se refiere a una situación donde la estructura, la autoridad (poder
legítimo), las leyes y el orden político se han desintegrado”.
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De acuerdo con Rotberg: Los Estados-nación fracasan porque no pueden seguir
suministrando bienes políticos positivos a su gente. Sus gobiernos pierden
legitimidad, y en los ojos y en los corazones de una pluralidad creciente de
ciudadanos, el Estado-nación mismo se vuelve ilegítimo.
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los bienes políticos positivos. Los Estados-nación existen para suministrar los bienes
políticos, seguridad, educación, salud, oportunidades económicas, vigilancia
ambiental y, de otro lado, establecer y hacer cumplir un marco institucional y proveer
y mantener la infraestructura.
Aunque esta jerarquía es un punto de partida útil para definir el fracaso de un Estado,
es difícil identificar puntos precisos donde las debilidades de un Estado comienzan a
transformarse en falla o en colapso, como aduce Rotberg.
Por lo tanto, es necesario establecer criterios claros para distinguir el colapso del
fracaso. En aquellos casos en los que, a pesar de todo, los Estados fallan (o colapsan),
así éstos pueden ser asistidos en el proceso de reconstrucción.
Los Estados en vía de fallar se caracterizan por su inhabilidad o falta de voluntad cada
vez mayor para asegurar el suministro de los servicios básicos y la seguridad a sus
poblaciones.
Esto incluía cuatro tipos de eventos: guerras revolucionarias, guerras étnicas, cambios
adversos de régimen, genocidio y politicidio.
Tanto las políticas estatales como las instituciones son débiles en estos países: esto
los hace vulnerables en su capacidad de proveer servicios a sus ciudadanos, controlar
la corrupción o proveer suficiente voz y responsabilidad.
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Enfrentan riesgos de conflicto y de inestabilidad política. De 26 países con conflictos
civiles de nivel intermedio o más graves entre 1992 y 2002, 21 fueron LICUS (5),
durante ese período.
Los LICUS tienen tasas de mortalidad infantil y de pobreza que son el doble de altas
que las de otros países de ingreso bajo; también ponen en riesgo a sus vecinos y la
comunidad global, debido a la dispersión del conflicto y el crimen organizado, el flujo
de refugiados, las enfermedades epidémicas y las barreras al comercio y la inversión.
Mejorar la respuesta internacional en estos países es un desafío crítico del desarrollo.
Mientras que los LICUS (Países de bajos ingresos bajo estrés), se caracterizan por sus
políticas e instituciones débiles.
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Estado en crisis: es un Estado bajo estrés agudo, donde las instituciones actuales
enfrentan impugnación seria y están potencialmente incapacitadas para manejar
choques y conflictos. Hay peligro de colapso del Estado. Ésta no es una condición
absoluta, sino una situación en un punto dado en el tiempo. Un Estado puede
alcanzar una condición de crisis y recuperarse de ella, o puede mantenerse en crisis
por períodos relativamente largos, o puede colapsar. Un proceso así podría llevar,
como siempre hemos argumentado, a la formación de nuevos Estados, a la guerra y al
caos, o a la consolidación del antiguo régimen. Pueden existir también “crisis”
específicas dentro de los subsistemas del Estado: una crisis económica, una crisis de
salud pública como VIH/SIDA, una crisis del orden público, una crisis constitucional,
por ejemplo, asumiendo cada una por sí sola, no sumándolas a una condición general
de crisis estatal. Sin embargo, una crisis en un subsistema podría llegar a ser lo
suficientemente severa o extensa como para ocasionar una condición de crisis estatal
generalizada.
Estado fallido: definimos un “Estado fallido” como una condición de “colapso estatal”,
es decir, un Estado que no puede desempeñar sus funciones básicas de seguridad y
desarrollo y que no tiene control efectivo sobre su territorio y sus fronteras. Un Estado
fallido es aquel que ya no puede reproducir las condiciones para mantener su propia
existencia. Este término se utiliza de forma muy contradictoria en la comunidad
política (por ejemplo, hay una tendencia de llamar “Estado fallido” a un Estado que
simplemente se desempeña pobremente). El opuesto a un “Estado fallido” es un
“Estado duradero”, y la línea absoluta que divide estas dos condiciones puede ser
difícil de establecer en los márgenes. Aun en un Estado fallido, algunos de los
elementos del Estado, como las organizaciones estatales locales, tal vez sigan
existiendo.
Un tercer y más popular punto de vista es expresado por la primera ministra alemana,
Ángela Merkel, cuando afirma que “el efecto invernadero, la desertificación y el
incremento en la escasez de agua probablemente causarán conflictos violentos y
millones de refugiados medioambientales”.
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consigo la explotación y la degradación de la tierra, lo cual alimenta la pobreza y la
rebelión. Además, la densidad de población agrava este problema.
Sin embargo, muchos conflictos ocurren en países con riqueza de recursos, en vez de
escasez. Muchos autores argumentan que la abundancia de recursos crea incentivos
para capturar el Estado y ayuda a financiar rebeliones cuando dichos recursos se
pueden “saquear”.
Los federales tomaron por primera vez el poder en Chile con las Leyes Federales de
1826 al mando de Ramón Freire y con la ayuda de Jose Miguel Infante. La principal
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medida de los federales en el poder fue dividir el territorio nacional en Provincias.
Para ello se crearon ocho provincias las cuales son: Coquimbo, Aconcagua, Santiago,
Colchagua (estas tres últimas derivadas de la antigua provincia de Santiago), Maule,
Concepción, Valdivia y Chiloé (estas cuatro derivadas a la antigua provincia de
Concepción). Tal como se muestra en la figura N°1.
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Figura 1: División de Chile tras la constitución de 1826.
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En la actualidad, algunos movimientos federalistas aún sobreviven, y plantean un
federalismo regional, tal como el propuesto por Chile Federal (6).
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Superficie: 1.000 km2.
Característica: Se propone la creación de un Distrito Federal ubicado en el centro
geográfico de Chile continental, cerca de Yumbel, con una superficie de 1.000 km² y
una población estimada de 250.000 habitantes.
Una sociedad futura, ecológica y localista, solo podrá desarrollar una economía
agricola sostenible, si está ligada a las condiciones naturales del territorio, tales como,
cuencas y cuerpos de agua. Un rápido examen de estas, nos dará información de los
lugares que serán ecológicamente habitables en el mundo después del colapso.
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Figura 4: Superficie de áreas destinadas a la agricultura o consumo humano.(7)
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Arica y Parinacota deberían
estar cerca de los 33.000.- habitantes. Población actual 224.580.-
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Figura 7: Zona de Tarapaca.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Tarapacá deberían estar cerca
de los 51.000.- habitantes. Población actual 286.105.-
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Figura 8: Mapa de Antofagasta.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Antofagasta deberían estar
cerca de los 58.000.- habitantes. Población actual de 607.534.-
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Atacama deberían estar cerca
de los 91.000.- habitantes. Población actual de 254.336.-
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Coquimbo deberían estar
cerca de los 193.000.- habitantes. Un numero alto gracias a grandes áreas de praderas
naturales, para la alimentación animal. Población actual de 603.210, zona productora
con excedentes alimentación animal, no humano.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Valparaíso deberían estar
cerca de los 857.000.- habitantes. Población actual de 1.825.757.- Claramente se
prevee una gran migración post colapso. Zona atractor de recursos, dependencia de
recursos costeros.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Santiago deberían estar cerca
de los 1.200.000.- habitantes. Considerando que Santiago o región Metropolitana
bordea los 7 millones de habitantes, claramente Santiago es una megaciudad
insostenible, y es un atractor de recursos de la periferia, e inviable en un mundo post
colapso, sin energía barata fósil. Es una sociedad con estamentos complejos, apoyada
con alta tecnología. Si bien está estratégicamente ubicada con carreteras expeditas,
dependerá de fuertes cadenas de logística y aprovisionamiento para funcionar,
sostenible después del colapso bajo un 20% de su población, considerando factores
de habitabilidad, suelos agrícolas, energía local disponible, energías renovables, agua
dulce.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de O Higgins deberían estar
cerca de los 480.000.- habitantes. Población actual de 908.545.-zona agrícola,
dependencia de la agrotecnología.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona del maule deberían estar cerca
de los 550.000.- habitantes. Población actual de 1.044 950.- Zona agrícola, grandes
recursos naturales de suelo, buenas posibilidades de resistir post colapso. Su
inconveniente, es su dependencia de grandes bloques de energía y agrotecnología.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona del Bio Bio y Ñuble, deberían
estar cerca de los 913.000.- habitantes. Población actual de 1.556.805.-habitantes. Si
bien presenta grandes recursos naturales de suelos, agua y pesqueros. La
sobrepoblación en las grandes ciudades es complejo. Solo será sostenible en los
pequeños centros urbanos post colapso.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de La Araucanía deberían estar
cerca de los 380.000.- habitantes. La población actual es de 957.224 habitantes.
Región de características optimas de resiliencia, una buena relación de suelos
agrícolas, praderas y pasturas, territorio con unidad cultural y riqueza eco social, no
hay una gran dependencia tecnológica en las áreas rurales y agrarias, tiene altas
probabilidades de resistir como unidad cultural el proceso del post Colapso.
Los habitantes sostenibles para la zona de Los Ríos, deberían estar cerca de los
214.000.- habitantes. Población actual de 384.837.-habitantes.
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Los Lagos, deberían estar
cerca de los 457.000.- habitantes. Población actual de 828.708.-habitantes
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Aysen, deberían estar cerca
de los 7.000.- habitantes. Población actual de 22.353-habitantes
Los habitantes post colapso sostenibles para la zona de Magallanes, deberían estar
cerca de los 33.000.- habitantes. Población actual de 166.533.-habitantes.
(2) Sociedades secretas pro-inglesas: La Logia Lautaro fue una organización fundada en
1812 por revolucionarios hispanoamericanos, principalmente argentinos y chilenos,
con el objetivo de coordinar acciones para el establecimiento de la independencia de
las colonias españolas en América y, sobre la base de los principios del liberalismo,
establecer un sistema de gobierno republicano y unitario. La Logia Lautaro era una
rama de la llamada Logia Gran Reunión Americana o Logia de los Caballeros
Racionales, fundada por el prócer venezolano Francisco de Miranda en Londres el año
1798. José Stevenson Collante, por su parte, afirmó que, en este proceso
revolucionario, gran parte de sus miembros tenían la doble investidura de masones de
Logias Regulares Universales y de Masones de Logias Patrióticas Revolucionarias
Americanas.
(3) La Rebelión de Wat Tyler, también conocida como Revuelta de los campesinos o Gran
levantamiento de 1381, fue una de una serie de revueltas populares en la Baja Edad
Media europea que constituyó un importante episodio en la historia de Inglaterra.
Este motín anti fiscal no fue sólo la más extrema y generalizada insurrección en la
historia de Inglaterra, sino también la insurrección popular más documentada de la
historia durante la época medieval.
(5) LICUS: Low income countries under stress. Países de bajos ingresos, bajo estrés.
(6) https://republicafederaldechile.blog/.
(7) https://www.odepa.gob.cl/wp-content/uploads/2019/09/panorama2019Final.pdf
(8) https://www.nationmaster.com/country-info/stats/Environment/Ecological-
footprint#2012
"Utopía futurista"
Acrílico pintado a mano pintura original es 12 x 16; los lados están pintados. Firmado y
fechado en la parte delantera.
El Utopismo tecnológico, una de las tantas alternativas, cuya ideología está basada en la
creencia de que los avances en ciencia y tecnología conducirán a una utopía.
Unas serán más efectivas que otras, las alternativas para salvaguardar la integridad de
la humanidad, creando un nuevo cuerpo de valores y hacer de la transición de la
cultura del derroche, de nuestra civilización contemporánea, hacia la transición de la
cultura y valores del nuevo mundo.
Decrecimiento:
Serge Latouche, definió los siguientes criterios básicos de la teoría del decrecimiento:
La ecología social es una escuela filosófica y una corriente política del ecologismo y
del anarquismo, fundada por Murray Bookchin, que busca un manejo humanista del
medio ambiente, y afirma que existe una relación holística entre los seres naturales,
incluidos los seres humanos, que lleva a afirmar a los ecólogos sociales que el orden
natural no necesita autoridades ni mando centralizado, sino que es descentralizado y
en red. Eso significa que la naturaleza se autorregula y de igual forma pueden
organizarse los humanos, que producen los problemas ambientales sólo cuando
introducen procesos autoritarios en sus sociedades.
En otro orden de cosas, Bookchin (1986) concibe a la ecología social como una
disciplina que permite estudiar los problemas creados por las crisis sociales y
ambientales, donde se da igual valor a la crítica, a la construcción, a la teoría y a la
práctica.
Cooperativismo:
En las cooperativas los dueños son los usuarios que organizan la empresa. No
obstante, la empresa está abierta al ingreso de nuevos socios y sirve por igual a la
comunidad en general. De ahí el impacto socioeconómico eficaz que el
cooperativismo viene produciendo en todas las sociedades que lo han adoptado
como sistema de vida, orientado a alcanzar la felicidad humana.
Anarco ecologismo:
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Debido a la crisis sistémica ecológica planetaria y sus consiguientes efectos locales
(como la industrialización, el calentamiento global, la crisis de los combustibles fósiles,
etc.), los movimientos anarquistas consideran cada vez con mayor importancia las
tesis ecologistas, descubriendo las similitudes entre las ideas ecologistas y libertarias.
La obra de Kropotkin, junto con la de William Morris, los hermanos Reclus (ambos
geógrafos de fama mundial), y la de muchos otros, como por ejemplo la de Henry
David Thoreau con su Walden, libro popular en los movimientos ecologistas de EEUU,
sentaron las bases del interés del anarquismo por los problemas ecológicos de hoy.
Anarco primitivismo:
Los primitivistas abogan por hacer que la humanidad vuelva a un estado primigenio,
una época “no civilizada” a través de la desindustrialización, la abolición de la división
del trabajo o la especialización en profesiones. También se aboga por un abandono
de la tecnología, aunque, dado que la idea detrás de este término es muy amplia, las
posiciones anarco-primitivistas van desde el abandono de la electrónica hasta el
abandono por completo de cualquier producto elaborado por el ser humano, por
muy simple que éste sea.
Cabe decir que dentro de esta corriente de pensamiento se apunta a varias causas
como los males de la civilización: la revolución industrial, la invención del
monoteísmo, la escritura, el patriarcado, el uso de herramientas de metal… Sean
cuales sean estas causas generadoras de desigualdad, lo que todos los anarco-
primitivistas comparten, tal como decíamos, es el deseo de volver a un estado más
El Sistema Tecno-Industrial afirman que produce una cultura. Se trata de una cultura
expansionista, que busca el crecimiento sin límites, y que tras ingerir otras culturas
(primitivas), las desprovee de todo excepto de sus elementos más superficiales, mero
espectáculo o folklore para los poderosos. Elimina sus identidades, acaba con sus
vidas autosuficientes, los asimila y los fuerza a abandonar sus maneras, actividades y
costumbres. Les convierte en mendigos o les elimina, destrucción de la que a veces
sus víctimas no son plenamente conscientes.
Los anarco-primitivistas quieren que los individuos tengan relación con el medio sin
dominación, que el ser humano se reconozca como un animal más y que se adapte al
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ecosistema, en lugar de adaptar el ecosistema al hombre. Consideran que los cambios
de ecosistema constituyen un acto despótico de dominación que repercute sobre
animales, plantas u otros seres humanos.
Por ello proponen un uso muy cuidadoso de la tecnología. La tecnología la forman los
medios materiales fabricados por el ser humano para obtener la mayor productividad
con el menor coste y esfuerzo posible. Los primitivistas mantienen que la tecnología
no es neutral, pues los procesos de producción que precisa marca con su impronta a
las personas haciéndoles pensar de determinada manera, y esas ideas producen más
tecnología similar a la existente.
La actitud que mantienen respecto a la tecnología, depende del tipo del que se hable,
existiendo dos grupos:
Tecnología sencilla: son partidarios de ella. Es aquella que cualquiera puede producir
sin emplear grandes cantidades de materia prima y energía, de manera que la
comunidad (pequeña) es capaz de autoabastecerse. Supone manipulación, relación e
incidencia en el entorno, pero no afecta al funcionamiento y tendencia general de los
ecosistemas. Esta tecnología responde a un modelo de sociedad sencilla: organizada
en pequeñas comunidades, con personas que se conocen directamente, integrada en
el medio natural, no tendente al crecimiento y la expansión.
Comunidades en transición:
Las “comunidades de transición” son parte de un movimiento que cada vez cobra más
importancia. Creado por Louise Rooney y popularizado por Rob Hopkins, la propuesta
de esta iniciativa es dotar de control a las comunidades agrícolas para soportar el
doble desafío del cambio climático y el declive del petróleo.
El término fue acuñado por Louise Rooney y Catherine Dunne, en Totnes (Inglaterra)
en el año 2006. Desde entonces, se extendió el movimiento por Inglaterra y el resto
del mundo para iniciativas (grupos, barrios, pueblos y ciudades) que persiguen este
fin.
El buen vivir:
El concepto del Buen Vivir (5), o el Vivir Bien viene de las palabras indígenas Sumak
Kawsay (en quechua) – Suma Qamaña (en aymara), que realmente hablan de la Vida
Plena, en plenitud, en armonía y equilibrio con la naturaleza y en comunidad, por lo
que también se le llama el Buen Convivir. El pensamiento ancestral del Buen Vivir, es
un viejo-nuevo paradigma, que propone una vida en equilibrio, con relaciones
armoniosas entre las personas, la comunidad, la sociedad y la madre tierra a la que
pertenecemos.
En tiempos de múltiples crisis globales, el Buen Vivir viene del pensamiento de los
pueblos andinos y amazónicos, como propuesta alternativa al sistema actual basado
en la explotación de la naturaleza y de los seres humanos.
Los pueblos indígenas y originarios nos invitan a retomar el camino del bien común,
de la comunidad como una unidad, como una vía posible para la humanidad y como
estrategia para la defensa de la vida en la tierra.
La Economía del bien común (6), es un modelo económico alternativo que busca co-
mejorar y co-crear pilares económicos para pasar del afán de lucro y competencia, a
la contribución al bien común y la cooperación. El modelo está basado en valores
como la dignidad humana, solidaridad, justicia social, sostenibilidad ecológica,
transparencia y participación democrática. La organización exitosa es aquella que más
contribuye al bien común, y dado que una nueva definición de éxito amerita un nuevo
instrumento de medición se propone el Balance del Bien Común (BBC).
La Economía del Bien Común no dice ser el único modelo económico imaginable para
el futuro ni que el resto de las alternativas no sirvan. No está ni completa ni cerrada, al
contrario, pretende ser combinada con modelos o estructuras alternativas con la
misma causa mayor, de manera de enriquecerse mutuamente (economía solidaria,
economía social, Empresas B, comercio justo, entre otros). Es un modelo moldeable,
adaptable, apartidista, participativo, local con alcance global, que se suma a un
trabajo que otras iniciativas de economía socio-ambiental han avanzado.
Eco-Comunalismo:
El término eco-comunalismo fue acuñado por primera vez por el “Global Scenario
Group” (GSG), que fue convocado en 1995 por Paul Raskin. El GSG se propuso
describir y analizar escenarios para el futuro de la Tierra al entrar en una Fase
Planetaria de Civilización. El análisis de escenarios del GSG dio lugar a una serie de
informes. El eco-comunalismo tomó forma en 2002 como uno de los seis escenarios
futuros posibles presentados en el ensayo titulado "Gran Transición: La promesa y el
atractivo de los tiempos venideros". Este documento fundacional describe el eco-
comunalismo como una "visión de una vida mejor" que se convierte en "dimensiones
inmateriales de realización, la calidad de vida, la calidad de la solidaridad humana y la
calidad de la tierra".
Deseosos de establecer lugares donde puedan vivir y cultivar sus propios ideales
utópicos, sus participantes forman parte a menudo de una ola de neorrurales
inspirada en revistas como In Context (EEUU) o Integral (España). El movimiento tuvo
su origen en la década de 1960, y en 1994 se constituyó la Red Global de Ecoaldeas.
Algunos ejemplos destacables, que también demuestran las diversas tipologías de las
eco-comunidades, serían: The Farm, en Tennessee, en una propiedad adquirida
comunalmente por hippies veganos de California; Twin Oaks, una comunidad rural
igualitaria en Virginia basada en un sistema de crédito estructurado en función de la
aportación de trabajo (Kinkaid, 1994); Lakabe, una aldea ocupada en Navarra con una
panadería comercial gestionada comunalmente; y Longomai, un pragmático vástago
del movimiento de Mayo de 1968, con una propiedad principal en el sur de Francia y
varias comunidades satélite establecidas en lugares de Francia, Suiza y Alemania.
Experiencias en argentina la Ecoaldea Aluna, en chile una Comunidad espiritual creada
por Claudio Pastén en la precordillera de Los Andes Combarbalá interior.
Si la comunidad sobrevive a esta fase inicial, es muy probable que luego surja una
práctica decrecentista de sano funcionamiento ecológico y convivencialidad social. No
existen datos empíricos sobre las tendencias en consumo energético y de materiales a
lo largo del tiempo en las eco-comunidades. Una hipótesis factible es que la mayoría
de las eco-comunidades comiencen con una caída drástica en el consumo personal
de materiales y energía, pero según van entrando en una fase de madurez, nuevas
condiciones de vida más confortable, aunque no más sostenibles van reemplazando a
las iniciales (aunque las primeras seguirán siendo menos intensivas en recursos que la
sociedad en su totalidad).
Confederalismo democrático:
En su crítica al Estado, Öcalan señala como uno de los pilares ideológicos del Estado
al sexismo. Señala como el Estado y el capitalismo convierten a la mujer tanto en
objeto sexual como en mercancía y que solo permiten su desarrollo para convertirla
en un accesorio de la sociedad patriarcal. Establece además una relación entre el
poder y el estatalismo y el sexismo. Por ello uno de los pilares del Confederalismo
Democrático es el feminismo.
El hecho de que a lo largo de la historia la mujer haya sido desposeída por el hombre
de su identidad y su personalidad (la eterna cautiva) ha provocado considerablemente
más daño que la división en clases. La cautividad de la mujer es una medida del
declive y la esclavización general de la sociedad; es también una medida de sus
mentiras, robo y tiranía.
Las libertades individuales, como por ejemplo de expresión y decisión, son otras de
las bases del Confederalismo Democrático por la que lucha la KCK, y que junto a los
puntos ya nombrados conforman esta propuesta para liberación del Kurdistán, la cual
es un ejemplo para los pueblos del mundo.
Ecofeminismo:
... las mujeres eran en todas partes las primeras en protestar contra la destrucción del
medio ambiente. Como activistas de los movimientos ecologistas, llegamos a ver
claramente que la ciencia y la tecnología no eran neutras en relación con el género y,
al igual que muchas otras mujeres, empezamos a comprender que existía una
estrecha conexión entre la relación de dominio explotador entre el hombre y la
naturaleza (modelada por la ciencia reduccionista moderna a partir del siglo XVI) y la
relación de explotación y opresión entre hombres y mujeres que impera en la mayoría
de las sociedades patriarcales, incluidas las sociedades industriales modernas...
La fusión accidental del núcleo del reactor de Three Mile Island impulsó a un gran
número de mujeres estadounidenses a reunirse en la primera conferencia
ecofeminista -'Mujeres y Vida en la Tierra: Conferencia sobre el eco-feminismo en los
ochenta'- celebrada en marzo de 1980 en Amherst. En ella se examinaron las
conexiones entre el feminismo, la militarización, el arte de sanar y la ecología. Como
escribió Ynestra King, una de las organizadoras de la Conferencia:
Permacultura social:
Tiene muchas ramas, entre las que se incluyen el diseño ecológico, la ingeniería
ecológica, diseño ambiental, la construcción y la gestión integrada de los recursos
hídricos, que desarrolla la arquitectura sostenible y los sistemas agrícolas de auto
mantenimiento modelados desde los ecosistemas naturales.
Desde sus inicios a finales de los años 70, la permacultura se ha definido como una
respuesta positiva a la crisis ambiental y social que estamos viviendo.
Vía de la simplicidad:
Esa es la conclusión radical de nuestro enorme problema a nivel mundial, que mucha
gente –incluida la mayor parte del movimiento ecologista– no parece dispuesta a
asumir o aceptar, pero que Trainer no tiene reparo en abordar y, sin duda, la lleva
hasta sus últimas consecuencias. Sin embargo, la Vía de la Simplicidad no supone
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privación y sacrificio; supone abrazar la idea de lo suficiente, para una buena vida y la
creación de sistemas sociales y económicos que partan de esa base.
Trainer insiste, así mismo, en que un mero cambio de los estilos de vida es
insuficiente para lograr la sostenibilidad; se requieren también cambios en las
estructuras fundamentales. Sobre esa base Trainer propone que se reemplace el
capitalismo consumista basado en el crecimiento por economías de crecimiento cero
o de estado estacionario. En las últimas décadas ha habido otros muchos teóricos que
han defendido la economía de estado estacionario, pero Trainer sostiene que incluso
los mayores partidarios de la economía estacionaria no captan las implicaciones
radicales que tiene dicho marco económico; principalmente, no parecen apreciar que
una economía de crecimiento cero implica abandonar los créditos con interés, dado
que ese modo de financiar la actividad económica requiere crecimiento del capital
para poder devolver la deuda más los intereses. Incluso los movimientos de (las
ciudades en) Transición y de la Permacultura –que en opinión del propio Trainer son
los movimientos ecosociales más prometedores en la actualidad– son objeto de su
crítica amistosa por intentar construir comunidades más resilientes y sostenibles
Ecología profunda:
Establece ciertas normas que se apoyan en una visión de la naturaleza con una noción
de la realidad y el lugar que ocupamos como individuos en el planeta. Considera que
los seres humanos no tienen derecho a pasar por encima de la diversidad, únicamente
para satisfacer sus necesidades vitales.
Creemos que los seres humanos tenemos una obligación ética de compartir este
planeta con otras especies y que debemos reorientar nuestros valores y actividades
de tal manera que todas las formas de vida puedan prosperar. Con este fin, dirigimos
nuestras energías a la creación de parques, el activismo, la restauración y la
agricultura ecológica. A través de distintos programas, mantenemos nuestro
compromiso con una serie de ideales en común: economías locales basadas en la
ecología; la producción de energía renovable local; arquitectura y diseño apropiados a
las condiciones del lugar; y trabajo significativo para los individuos y las comunidades.
Para una mayor comprensión sobre la ética medioambiental y el pensamiento eco
céntrico que guían nuestro trabajo, mira aquí, donde entregamos una explicación más
completa sobre este tema tan lleno de matices.
Restauración:
Agricultura Ecológica:
La agricultura tiene más efectos sobre la tierra que cualquier otra actividad humana;
por esta razón, dedicamos una gran cantidad de energía al desarrollo de tipos de
agricultura que son más consientes ecológicamente. Tenemos claro que la
preservación de tierras silvestres y el desarrollo de sistemas de agricultura orgánicos
son áreas de trabajo complementarias. Nos esforzamos en que la conservación sea
una consecuencia de la producción: esto es, que la agricultura y otras actividades
productivas fortalezcan, y no disminuyan, los objetivos de la conservación.
Activismo:
Una vez, el escritor ya fallecido, Ed Abbey, dijo: “Sentimiento sin acción es la ruina del
alma.” Nosotros estamos de acuerdo. La acción toma muchas formas, desde conservar
los paisajes amenazados hasta educar a las próximas generaciones de ambientalistas.
Cuando las actividades industriales egoístas y sin visión de futuro amenazan con
sabotear nuestras iniciativas de conservación, nos sentimos impulsados a enfrentarlos
y luchar. La combinación de acciones legales y la presión ciudadana ha ganado
muchas campañas, protegiendo los logros que ha obtenido la conservación para las
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siguientes generaciones. No “escogemos nuestras peleas” en Chile y Argentina, más
bien nos hemos visto en la necesidad de defender nuestros proyectos o filosofía
debido a los ataques de los sobre desarrollistas, ultranacionalistas o por proyectos
que afectan directamente nuestros esfuerzos de conservación: caminos, represas y
líneas de transmisión, pérdida de belleza, acuicultura industrial, quema de bosques,
tala ilegal, terraplenes, etc. El activismo forma parte de nuestro ADN ahora, debido a
la constante embestida de un desarrollo más pensado. Apoyamos sobre todo, a las
ONGs locales, que trabajan en temas de mutuo interés.
Eco-Localismo
Las economías locales nos permiten visualizar el impacto ecológico de los productos
que usamos y ser testigos de donde proviene nuestra energía. La energía y los costos
de transporte se minimizan. Lo que comemos y consumimos proviene de lo que
nuestras comunidades producen. Nosotros nos empeñamos en alcanzar el ideal de
producir economías humanas que funcionen como pequeñas subcategorías (y no
tóxicas) de la economía de la Naturaleza.
Para llevar a cabo esta transición, nuestros equipos han trabajado con artesanos
locales para desarrollar empresas de pequeña escala que fabrican productos
artesanales, tales como la miel (vendida bajo la marca Pillán Organics), colchas de
lana, sweaters, artesanías en madera y otros productos. Estas “empresas artesanales”
proveen trabajos para las comunidades rurales que rodean nuestros proyectos de
parques. Nuestros campos y fundos se empeñan en hacer productos para los
mercados locales e incorporarse lo más posible en la economía local. En nuestros
proyectos de conservación y agricultura ecológica, construimos instalaciones
utilizando materiales locales y/o reciclados (piedras de canteras locales, vigas y tejas
Los humanos tienen una atracción instintiva hacia la belleza: en el paisaje (ya sea
natural o cultivado), en los espacios diseñados, incluso entre ellos mismos.
Reconocemos la importancia de este valor y hemos observado como los lugares y los
objetos estéticamente placenteros atraen el cuidado y respeto. La belleza de la
Naturaleza es una herramienta potente y muchas veces no tomada en cuenta, para
fomentar la conciencia ecológica: la gente actúa para proteger lo que ama.
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Nos esforzamos por promover la belleza en el mundo que nos rodea, prestando
atención a las palabras de Josiah Stamp, quien dijo: “La indiferencia hacia la estética
terminará empobreciendo a largo plazo el producto económico… la atención hacia la
estética aumentará el bienestar económico.” Ya existen demasiadas construcciones
feas y hechas con descuido en esta tierra y no vemos ninguna necesidad de sumarnos
a esta tendencia.
En nuestros proyectos de parques, los espectaculares paisajes silvestres junto con los
espacios humanos armónicos y bien diseñados dan el ejemplo de una relación
equilibrada entre la Naturaleza y los humanos, donde el aporte humano al paisaje
presta atención a su ambiente. Nuestros proyectos de agricultura, edificaciones,
jardines y campos, todos bien mantenidos, simples y elegantes, simbolizan un
enfoque a la producción que es respetuosa y considerada.
Al diseñar las estructuras, hemos observado como lo construido pasa a ser una
herramienta de apoyo a una administración prudente de la tierra y a la vez contribuye
al bienestar de las comunidades. Para nosotros, un buen diseño requiere un
pensamiento ecológico cuidadoso. Las estructuras creadas por los humanos deben
ser armoniosas con los paisajes donde se encuentran. Los edificios deben ser
eficientes energéticamente, usar materiales locales y seguir los patrones culturales e
históricos.
Trabajo Significativo:
Bio regionalismo:
Los mejores ejemplos conocidos son la Comisión de los Grandes Lagos de diez
estados de los Estados Unidos y la provincia canadiense de Ontario, que gobierna la
línea divisoria de las aguas dulces más grande del mundo y la cooperación de
naciones con límites del Océano Ártico. Estas son entidades democráticas que
cooperan en un cuerpo internacional, al dar una cierta soberanía por definición. Ésta
es la forma más simple de cooperación en democracia biorregional para defender una
sola línea divisoria de las aguas. Pero hay formas más profundas que desafían muchas
asunciones políticas.
Asegurar que las fronteras políticas coinciden con los límites ecológicos.
Comunidades en transición:
Ecofascismo:
Como avisa Janet Biehl (11), “esta asociación entre ecología y fines racistas,
nacionalistas y fascistas no puede acotarse a una época oscura anterior a la Segunda
Guerra Mundial. En el ecologismo contemporáneo existen corrientes de ultraderecha,
que incluso han llegado a ocupar lugares de influencia en Los Verdes alemanes.
Posiciones a favor de alternativas tipo Eco dictaduras, como salida a la crisis ecológica,
evidencian que, lejos de ser un residuo histórico, la irrupción política del Ecofascismo
es un riesgo evidente”.
Actualmente, sociedades Ecofascistas pueden ser creadas con éxito y están esperando
su oportunidad en lugares que tengan las condiciones para ello, y tengan fuerzas
psicosociales para ser implementadas con un despliegue mínimo de energía. Estados
y regiones con minorías supremacistas en EEUU, regiones de países nórdicos con
condiciones de aislamiento y recursos naturales y energéticos remanentes, regiones
de selvas en Africa o Sudamérica tropical con abundancia de agua y suelos fértiles.
Ecoespiritualismo:
Sociedades Eco espirituales o religiosas, también pueden prosperar bajo las mismas
condiciones anteriores en bolsones de recursos naturales y despliegue de energía
mínima. En diferentes regiones de Asía y América, u otras regiones con vocación
espiritual.
Los menonitas son una rama pacifista y trinitaria del movimiento cristiano
anabaptista, originado en el siglo XVI, como expresión radical de la Reforma.
Los amish son una comunidad cultural unida por religión, origen y tradiciones, pero
divididos en más de cuarenta subgrupos, algunos de los cuales son bastante
diferentes. Son descendientes de inmigrantes de lengua alemana de origen suizo y
del sur de Alemania. Actualmente, las comunidades amish comprenden
aproximadamente 700 asentamientos ubicados en Estados Unidos y Canadá.
(2) Manuel Casal Lodeiro, se ha centrado en la difusión del choque de la civilización industrial
contra los límites biofísicos del planeta y de las vías de respuesta social, su libro: La
izquierda ante el colapso de la civilización industrial: apuntes para un debate urgente.
(9) La Alemania nazi también apoyó a otras naciones del Eje a tener sus propias versiones del
Lebensraum, incluido el spazio vitale ("espacio vital") de la Italia fascista y el hakkō ichiu del
Imperio de Japón. El Imperio de Japón propuso la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia
Oriental en 1940, un año antes del ataque a Pearl Harbor.
(11) Janet Biehl (1953-) es una anarquista estadounidense y una de las autoras más destacas
de la ecología social. En 1986 ella colaboró dentro del Instituto para la Ecología Social y luego
se volvió colega de Murray Bookchin, trabajando intensamente junto a él las siguientes dos
(12) una visión de estas sociedades, se pueden representar en la cultura del cine
contemporáneo alternativo, postapocalíptico, en las “Apocalyptic short films”, donde se
recrean todo tipo de sociedades distópicas sobrevivientes al colapso.
ECOSOCIALISMO
Se pregunta Michael Löwy, “¿Cuál es, pues, la solución alternativa? ¿La penitencia y la
ascesis individual, como parece que proponen tantos ecologistas? ¿La reducción
drástica del consumo?, El agrónomo Daniel Tanuro comprueba con lucidez que la
crítica cultural del consumismo propuesto por los detractores del crecimiento es
necesaria, pero no suficiente. Hay que atacar el propio modo de producción. Solo una
toma de conciencia colectiva y democrática permitiría, a la vez, responder a las
necesidades sociales reales, reducir el tiempo de trabajo, suprimir las producciones
inútiles y perjudiciales, sustituir las energías fósiles por las renovables. Todo esto es
una impugnación profunda en el régimen de la propiedad capitalista, una expansión
del sector público y de la gratuidad, en resumen, un plan ecosocialista coherente. La
premisa central del ecosocialismo, es que todo socialismo no ecológico es un callejón
sin salida. Corolario: una ecología no socialista es incapaz de hacer frente al colapso
de la civilización.
Entrevista realizada al intelectual marxista Michael Löwy, uno de los referentes más
importantes del pensamiento anticapitalista a nivel internacional, en torno al creciente
peligro de la crisis ecológica y su importancia como problema estratégico central para
el Marxismo.
Tal como queda en evidencia a partir de las palabras de Löwy, será justamente gracias
a la capacidad que tengan las organizaciones de izquierda para integrar estos debates
en sus respectivos ejes estratégicos, políticos y tácticos, así como también para
ponerlos en el centro de sus respectivos análisis de la realidad mundial, que aquellas
podrán prepararse (o no) para enfrentar el último desafío programático de la
Revolución Socialista: el peligro del colapso de la civilización y la extinción humana, o
bien, en palabras de Löwy la amenaza de un eco-suicidio planetario.
Existe hoy una corriente eco-socialista internacional que con ocasión del Foro Social
Mundial de Belem (enero de 2009) publicó una declaración sobre el cambio climático,
firmada por centenas de personas de 45 países. Entre sus precursores se encuentran
figuras tales como: Manuel Sacristán (España), Raymond Williams (Inglaterra), André
Gorz (Francia), James O’Connor (Estados Unidos), y entre sus representantes actuales
están el coautor del “Manifiesto Ecosocialista Internacional” (2001). Joel Kovel
(Estados Unidos), el marxista ecológico John Bellamy Foster (Estados Unidos), el
indigenista peruano Hugo Blanco, la eco-feminista canadiense Terisa Turner, el
marxista belga Daniel Tanuro, y muchos otros.
Muchos ecologistas critican a Marx por considerarlo un productivista. Tal crítica nos
parece completamente equivocada: al hacer la crítica del fetichismo de la mercancía,
es justamente Marx quien coloca la crítica más radical a la lógica productivista del
capitalismo, la idea de que la producción de más y más mercancías es el objeto
fundamental de la economía y de la sociedad.
Es verdad, entretanto, que algunos escritos de Marx, y sobre todo de Engels (el “Anti-
Dühring” por ejemplo) plantean que la tarea de una revolución sería únicamente
cambiar las relaciones de producción, que se han convertido en trabas al libre
desarrollo de las fuerzas productivas. Creemos que, desde una perspectiva eco-
socialista, se necesita de una visión mucho más radical y profunda de lo que debe ser
una revolución socialista. Se trata de transformar no sólo las relaciones de producción
y las relaciones de propiedad, sino la propia estructura de las fuerzas productivas, la
estructura del aparato productivo. Hay que aplicar al aparato productivo la misma
lógica que Marx pensaba para el aparato de Estado a partir de la experiencia de la
Comuna de París cuando aquel decía lo siguiente: “los trabajadores no pueden
apropiarse del aparato del Estado burgués y usarlo al servicio del proletariado, no es
posible, porque el aparato del Estado burgués nunca va a estar al servicio de los
trabajadores. Entonces, se trata de destruir ese aparato de Estado y crear otro tipo de
poder”.
Esa lógica tiene que ser aplicada también al aparato productivo: el cual tiene que ser,
sino destruido, al menos radicalmente transformado. Este no puede ser simplemente
apropiado por las clases subalternas, y puesto a trabajar a su servicio, pues necesita
ser estructuralmente transformado. A manera de ejemplo, el sistema productivo
capitalista funciona sobre la base de fuentes de energía fósiles, responsables del
calentamiento global – el carbón y el petróleo – de modo que un proceso de
transición al socialismo solo sería posible cuando se diera la sustitución de esas
formas de energía por energías renovables: Por ejemplo, el agua, el viento y, sobre
todo, la energía solar.
Por eso, el eco-socialismo implica una revolución del proceso de producción, de las
fuentes energéticas. Es imposible separar la idea de socialismo, es decir de una nueva
sociedad, de la idea de nuevas fuentes de energía, en particular del sol – algunos eco-
socialistas hablan ya de un “comunismo solar”, pues entre el calor, la energía del Sol,
el socialismo y el comunismo habría una especie de afinidad electiva.
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Pero no basta tampoco transformar el aparato productivo y los modelos de
propiedad, es necesario transformar también el patrón de consumo, todo el modo de
vida en torno al consumo, que es el patrón de capitalismo basado en la producción
masiva de objetos artificiales, inútiles, y peligrosos. Por eso se trata de crear un nuevo
modo de consumo y un nuevo modo de vida, basado en la satisfacción de las
verdaderas necesidades sociales, lo cual es algo completamente diferente de las
presuntas y falsas necesidades producidas artificialmente por la publicidad capitalista.
De ello se desprende pensar la revolución eco-socialista como una revolución de la
vida cotidiana, como una revolución por la abolición de la cultura del dinero y de la
mercancía impuesta por el capitalismo.
Los científicos, como James Hansen -durante muchos años climatólogo da la NASA en
Estados Unidos- nos explican que el cambio climático no se desarrollará en forma
gradual, sino que con saltos cualitativos. A partir de un cierto nivel de calentamiento
-2° centígrados más allá de las temperaturas preindustriales- el proceso se tornará
irreversible e imprevisible. Esto puede suceder en las próximas décadas, sobre todo si
se confirman una serie de evidencias científicas recientes: derretimiento de los hielos
de los polos con más rapidez de lo previsto; masivas emisiones de metano (un gas
con mucho mayor efecto de invernadero que el CO2) por el derretimiento del
permafrost en Siberia, Canadá, etc. Nadie puede prever cuando se dará el vuelco, y
por lo tanto no tienen sentido las previsiones que se refieren al año 2100.
6. Una serie de científicos han comenzado a alertar sobre una gran crisis
planetaria en el caso de que el calentamiento global supere los 2 grados
centígrados, produciendo con ello un importante quiebre de los sistemas
agrícolas. Ideas similares han venido siendo discutidas en el ámbito de los
estudios energéticos, planteándose la posibilidad de una crisis estructural
cercana del capitalismo como producto del agotamiento del petróleo y los
combustibles fósiles (fenómeno denominado como Peak Oil). ¿Cómo se
En primer lugar: no tiene sentido discutir del Peak Oil como se hacía aún hace algunos
años. El problema no es el agotamiento del petróleo, sino que hay demasiadas
reservas de petróleo y carbón. Si se queman estas reservas fósiles, el calentamiento
global será inevitable y catastrófico.
Ahora bien, la crisis ecológica, por sí misma, no lleva a un colapso del capitalismo. El
capitalismo puede sobrevivir en las peores condiciones energéticas y agrícolas. No
hay ningún mecanismo automático que lleve a un colapso capitalista. Habrá crisis
terribles, pero el sistema encontrará alguna salida, en forma de guerras, dictaduras,
movimientos fascistas, etc. Así fue en los años 1930 y así puede pasar en el futuro.
Como decía Walter Benjamin: “el capitalismo nunca va morir de muerte natural”. Si
queremos poner un fin al sistema capitalista, esto solo será posible por un proceso
revolucionario, una acción histórica colectiva anticapitalista. El capitalismo solo
desaparecerá cuando sus víctimas se levanten en contra de él, y lo supriman.
8. Durante las primeras décadas del siglo XX, algunas importantes figuras del
Marxismo tales como Lenin, Trotsky o Gramsci, debieron enfrentar los horrores
de las Guerras Mundiales y el Fascismo. En nuestro caso, en cambio, pareciera
que tenemos ante nosotros un horizonte destructivo muy superior al que dichos
revolucionarios podrían haber siquiera imaginado. Un ejemplo de esto puede
graficarse en los efectos híper-catastróficos que podría llegar a tener pronto el
cambio climático, así como también en el comienzo de lo que algunos
importantes referentes científicos han denominado como la VI Extinción Masiva
de la Vida Terrestre. Otra denominación en boga de este fenómeno es la de
Antropoceno y su posible relación con un fenómeno de extinción inminente de
la propia especie humana. ¿Es correcto para usted afirmar que nos
encontraríamos a las puertas de un salto destructivo inédito de la dinámica
capitalista?
Hay un consenso creciente entre los científicos en torno a que hemos entrado en una
nueva era geológica, el Antropoceno, una era en la cual la acción humana -de hecho,
la civilización capitalista industrial moderna- determina los equilibrios del planeta,
para empezar el clima. Una de las características del Antropoceno es el proceso de la
VI Extinción Masiva de las Especies Terrestres, que ya empezó.
No creo que se pueda afirmar que la extinción de la especie humana sea “inminente”.
Es un peligro real, una amenaza, pero en las próximas décadas.
9. Hace más de un siglo Rosa Luxemburgo lanzó una de las tal vez más oscuras
advertencias de la tradición marxista: esto es, su famosa frase de “Socialismo o
Barbarie”. En el caso de Walter Benjamin, es igualmente conocida su advertencia
en torno a la necesidad de “cortar la mecha antes de que la chispa llegue a la
dinamita”, esto haciendo alusión a la posibilidad de un “fin catastrófico”
(negativo) del desarrollo capitalista. Hoy, cuando ha pasado más de un siglo en
el cual el capitalismo ha seguido imponiendo su voluntad a costa de la
humanidad completa… ¿es posible decir que la barbarie ha triunfado… o bien
que se encontraría cerca de hacerlo?
El posible eco-suicidio planetario es un peligro real, pero nada tiene que ver con los
discursos ideológicos del “fin de la historia” o de la lucha de clases, que proclamaban
11. ¿Cómo podemos pensar esta situación desde el Marxismo y prepararnos para
un escenario de crisis con una magnitud posiblemente muy superior a la que
enfrentó el campo de las luchas sociales en los últimos siglos?
La combinación de las crisis “tradicionales” del capitalismo y la crisis ecológica crea las
condiciones para una amplia alianza de fuerzas sociales en contra del sistema.
Potencialmente, como lo planteaba “Occupy Wall Street”, los 99% que no tienen un
interés fundamental en la mantención del sistema, son actores posibles para su
superación. De hecho, desde la Conferencia Intergaláctica de los Zapatistas en
Chiapas en 1996, y los eventos de Seattle en 1999, hasta los movimientos recientes de
Indignados, vemos los primeros elementos de esta coalición anti-sistémica. Participan
en ella sindicalistas, ecologistas, movimientos indígenas, campesinos, movimientos de
mujeres, asociaciones cristianas, corrientes revolucionarias, movimientos de la
juventud, grupos de vecinos, militantes socialistas, comunistas y anarquistas. Hoy en
día en América Latina las comunidades indígenas y campesinas están en la vanguardia
de las luchas socio-ecológicas, antineoliberales, antiimperialistas y anticapitalistas.
Pero en último análisis, la principal fuerza de esta coalición son los trabajadores, en el
sentido amplio: los que viven de la venta de su fuerza de trabajo, o de su propio
trabajo individual o comunitario. Esta amplia clase de trabajadores, que no debe ser
confundida solamente con los obreros industriales, constituye la mayoría de la
población, y sin su acción colectiva ninguna revolución será posible.
15. Otro de los principios tradicionales del Marxismo durante el siglo XX fue el
de defender la necesidad del control obrero de la producción, la planificación
mundial de la economía y la distribución socialista de las riquezas como vías
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posibles para satisfacer, entre otras cosas, las necesidades materiales del
conjunto de la humanidad. Ahora bien, si consideramos que la crisis ecológica
que se avecina (y el tipo de quiebre alimentario global que aquella traerá
consigo) podría implicar que incluso dichas medidas sean ya insuficientes
(ineficaces) para dar respuesta a las necesidades de la población mundial, esto
debido a la propia gravedad de la crisis que se avecina y a la inexistencia de
tecnologías capaces de asegurar una adecuada producción agrícola ante un
escenario de cambio climático híper-catastrófico… ¿Qué hacer? ¿Cómo resolver
esta aparente paradoja en la cual un sector de la humanidad pareciera estar ya
perdida (muerta) para el proyecto socialista? Más todavía… ¿es posible
resolverla?
Creo que es prematuro discutir de qué hacer cuando el calentamiento global supere a
los 2° centígrados… Nuestra tarea en las próximas décadas es tratar de impedir esto,
promoviendo las luchas socio-ecológicas, las varias resistencias anticapitalistas y la
consciencia ecosocialista. El objetivo es la abolición del capitalismo, la planificación
ecosocialista – en escala local, nacional, continental, y, en algún momento, mundial- la
distribución de la riqueza y el control democrático (no sólo “obrero”) de la población
sobre la producción y el consumo.
Por supuesto, es posible que seamos derrotados, y que la humanidad sea llevada por
el capitalismo a una catástrofe. Pero en el momento histórico actual, tenemos que
llevar adelante, con todas nuestras fuerzas, este decisivo combate para evitar el
desastre.
En varios países del mundo, en Europa, Estados Unidos, América Latina, vemos cada
vez más sectores de la izquierda anticapitalista que se definen como ecosocialistas. Es
lo que ha pasado, ya hace varios años, con la Cuarta Internacional. En Estados Unidos
existe una importante corriente ecosocialista que se manifiesta en revistas marxistas
como “Monthly Review”, “Capitalism, Nature and Socialism”, “Against the Current”,
etc. Hay que mencionar también la ecología social de sensibilidad anarquista, fundada
por Murray Bookchin, que es bastante cercana al ecosocialismo. Uno de los grandes
pensadores del indigenismo en América Latina, Hugo Blanco, proclama que las
comunidades indígenas ya practicaban el ecosocialismo hace siglos. Podríamos dar
varios otros ejemplos.
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Pero sin duda muchos grupos de la izquierda anticapitalista están lejos aún de haber
integrado, de manera decisiva, la cuestión ecológica en su concepción del socialismo
y de la revolución. Es nuestra tarea convencerlos, pacientemente, en una discusión
fraternal. Pero quizás más que nuestros argumentos, serán los hechos, cada vez más
graves en los próximos años, los que harán cambiar sus ideas.
Introducción.
La idea de este manifiesto ecosocialista fue lanzada en conjunto por Joel Kovel y
Michael Löwy en un taller sobre ecología y socialismo celebrado en Vincennes, cerca
de París, en septiembre de 2001. Vivimos en un tiempo donde el viejo orden está
muriendo (arrastrando a la civilización consigo) mientras el orden nuevo no parece
capaz de nacer. Pero al menos puede anunciarse. La sombra más profunda que se
cierne sobre nosotros no es el terror, el colapso ambiental, ni la recesión o depresión
global. Es el fatalismo internalizado que afirma que no existe alternativa posible al
orden mundial capitalista.
Creemos que el actual sistema capitalista no puede regular, y mucho menos superar,
las crisis que ha desatado. No puede resolver la crisis ecológica, porque hacerlo
requiere poner límites a la acumulación -una opción inaceptable para un sistema cuya
prédica se apoya en la divisa: ¡crecer o morir! Y no puede resolver la crisis planteada
por el terror y otras formas de rebelión violenta porque hacerlo significaría abandonar
la lógica imperial, lo que impondría límites inaceptables al crecimiento y a todo el
“modo de vida” sostenido por el ejercicio del poder imperial. Su única opción restante
es recurrir a la fuerza bruta, incrementando así la alienación y sembrando las semillas
del terrorismo… y del antiterrorismo que lo sigue, evolucionando hacia una variante
nueva y maligna de fascismo.
De este modo, regresa la categórica disyuntiva planteada una vez por Rosa
Luxemburgo: ¡socialismo o barbarie!, en momentos en que el rostro de esta última
refleja ahora el sello del siglo que empieza y asume el semblante de la eco catástrofe,
el terror y contra terror, y su degeneración fascista.
Pero, ¿por qué socialismo, por qué revivir esta palabra en apariencia destinada al
basurero de la historia por los fracasos de sus interpretaciones del siglo XX?. Por esta
única razón: por muy golpeada e irrealizada que esté, la noción de socialismo aún
sigue en pie para la superación del capital. Si el capital ha de ser vencido, tarea que
ahora tiene carácter urgente para la supervivencia de la civilización misma, el
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resultado será por fuerza “socialista”, porque ése es el término que significa el paso
hacia una sociedad post capitalista. Si decimos que el capital es radicalmente
insustentable y se fragmenta en la barbarie esbozada arriba, estamos diciendo
también que necesitamos construir un “socialismo” capaz de superar las crisis que el
capital ha venido desatando. Y si los “socialismos” del pasado fracasaron en hacerlo,
entonces es nuestra obligación, al elegir no someternos a un destino bárbaro, luchar
por uno que triunfe. Y tal como la barbarie ha cambiado de un modo que refleja el
siglo transcurrido desde que Luxemburgo expresara su alternativa fatídica, así
también el nombre y la realidad de “socialismo” deben hacerse adecuados para este
tiempo.
Nadie puede leer estas propuestas sin pensar, primero, en cuántos problemas
prácticos y teóricos generan, y segundo y más abrumadoramente, en lo lejanas que
están con respecto a la configuración actual del mundo, en su anclaje institucional y
en la forma en que se imprime en la conciencia. No necesitamos desarrollar estos
puntos, que deberían ser instantáneamente reconocibles para todos. Pero
quisiéramos insistir en que sean tomadas desde una perspectiva apropiada. Nuestro
proyecto no consiste ni en delinear cada paso de esta vía ni en ceder ante el
adversario debido a la preponderancia del poder que ostenta. Se trata, en cambio, de
desarrollar la lógica de una transformación suficiente y necesaria del orden actual, y
en empezar a desarrollar las etapas intermedias en dirección a este objetivo. Lo
hacemos para pensar con mayor profundidad en estas posibilidades y, al mismo
tiempo, empezar el trabajo de diseñar junto a todos los que piensan parecido. Si
algún mérito hay en estos argumentos, entonces debe ocurrir que pensamientos
similares, y prácticas que realicen esos pensamientos, germinen coordinadamente en
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innumerables puntos alrededor del mundo. El ecosocialismo será internacional, y
universal, o no será. Las crisis de nuestro tiempo pueden –y deben- ser vistas como
oportunidades revolucionarias, lo que es nuestra obligación afirmar y dar nacimiento.
MANIFIESTO FINAL
A finales del mes de septiembre tenía lugar en Bilbao el III Encuentro ecosocialista
internacional, con la presencia de numerosas organizaciones ecologistas, sindicatos y
partidos políticos, especialmente del País Vasco. Del desarrollo de estas interesantes
jornadas conviene destacar el Manifiesto Final suscrito por todas estas entidades,
donde se realiza una compleja radiografía de la crisis eco-social y donde se van
evidenciando las posibles complicidades entre ecologismo y mundo sindical, a la hora
de ir diseñando una hoja de ruta para transiciones en el sistema productivo.
Consideramos:
2- Que esa ignorancia y ocultación devienen del hecho de que el capitalismo otorga
valor económico solamente a aquello que se puede medir en dinero. Ni la
fotosíntesis, ni los ciclos naturales como el del agua o el del carbono, ni todas las
tareas asociadas a la reproducción y cuidados humanos pueden ser analizadas a partir
de su precio y, por tanto, son invisibles para la economía capitalista.
4- Que ese crecimiento ilimitado choca de lleno con los límites biofísicos del planeta.
Asistimos a un agotamiento creciente de los recursos naturales (escasez de agua
potable, inminente final de la era del petróleo barato, escasez creciente de minerales
estratégicos, colapso de pesquerías, deforestación…), a una evidente degradación de
los ecosistemas (pérdida acelerada de la biodiversidad, contaminación del suelo y de
las reservas hídricas, degradación o sobrexplotación de los servicios aportados por los
ecosistemas…) y a una alteración-deterioro sin precedentes de los equilibrios
naturales, no solo en el ámbito local o regional, como en el pasado, sino también por
primera vez en el sistema ambiental global, cuya manifestación más evidente es el
cambio climático: ECOCIDIO. Este estado de URGENCIA ECOLÓGICA provoca, además,
año tras año millones de refugiados ambientales.
8- Que esta situación de choque frontal con los límites biofísicos del planeta y de
impresionante retroceso en derechos laborales y sociales, y de enorme injusticia
social, sólo puede imponerse negando la capacidad de decisión de los pueblos para
autogobernarse en defensa de los derechos de sus ciudadanos y con menos
democracia (desinformación, dictadura de los mercados, gobiernos de tecnócratas no
elegidos, cambio exprés de la constitución española, incumplimiento sistemático de
las promesas electorales, intervencionismo abierto de la Troika europea en los países
rescatados), con la extensión del miedo (La doctrina del shock”), la desinformación de
los “mass media”, el engaño y la mentira de los gobiernos, y, cuando todo eso no es
suficiente, con el aumento de la represión (el asesinato de ecologistas y otros
disidentes bate récords en los últimos años). En falaz afirmación del presidente de la
Comisión Europea, Jean-Claude Juncker: “No puede haber decisiones democráticas,
en contra de los tratados europeos”.
Declaramos:
2- Que, por ello, la solución no puede ser UN CAPITALISMO, que, aunque esté
disfrazado de VERDE reproduzca el mismo modelo de consumo y las mismas
estructuras económicas y sociales que han sido la causa de la situación actual. Es
necesario cambiar el modelo de producción capitalista basado en la propiedad
privada de los medios de producción. En definitiva, qué producir, para qué y para
quién, quienes participan en la decisión y cómo hacerlos son las preguntas
fundamentales.
6- Que, por ello, apostamos por unas transiciones que sean capaces de dar respuesta
a la urgencia ecológica, enfrentando simultáneamente los problemas derivados de las
emergencia sociales, para lo cual consideramos imprescindible el contraste y la
colaboración entre esos dos ámbitos, que no siempre han caminado juntos Un
objetivo central de estos III Encuentros ecosocialistas ha sido ofrecer a ambos ámbitos
un espacio de concurrencia amplio y diverso en el que el protagonismo sindical ha
tenido especial relevancia.
7- Que frente a los mitos del crecimiento ilimitado o las ilusiones neo keynesianas
que no tienen en cuenta el choque con los límites del planeta, el encuentro entre esos
dos ámbitos solamente podrá darse si se aborda en serio el REPARTO, tanto de la
riqueza como del trabajo productivo y reproductivo.
9- Que los poderes públicos deben impulsar los sectores socialmente necesarios, tales
como los vinculados a la rehabilitación energética de los edificios, a las energías
renovables, a los transportes públicos, a la agroecología, a los servicios comunitarios
relacionados con los cuidados y con el tiempo libre, a la sanidad, a la educación.
Sectores de bajo consumo de energía y materiales que, por otro lado, son intensivos
en mano de obra y que, por ello, ayudarán a compensar la inevitable pérdida de
empleos en aquellos sectores económicos que, en las transiciones eco sociales,
deberán decrecer o, incluso, desaparecer.
12- Que un pilar decisivo de esas transiciones eco sociales debe ser la educación.
Educación como paideía (4): autoconstrucción colectiva y personal a lo largo de la
vida, como los seres eco dependientes e interdependientes que somos. Que rechace
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el enfoque instrumental de la educación neoliberal y cambie competición por
cooperación, individualismo por colaboración, resultados por procesos… Que
contribuya a cambiar los contenidos y las prácticas reproductoras de una cultura
insostenible y a hacernos preguntas que remuevan esta cultura convirtiendo la
escuela en una institución transformadora en vez de reproductora.
Nos comprometemos a:
7- Sostener todas las experiencias que buscan construir desde ahora embriones de
una economía democrática, equitativa y sostenible; de un consumo justo y
responsable, de una cultura alternativa que fomente unas relaciones humanas
basadas en la igualdad y en el apoyo mutuo…….
(4) Paideia, era para los antiguos griegos, el proceso de crianza de los niños, entendida
como la transmisión de valores y saberes técnicos inherentes a la sociedad.
Las pequeñas comunidades agrícolas, locales y eco aldeas tienen mejor resiliencia ante un
colapso civilizatorio.
Con el advenimiento futuro del nuevo mundo, la Localidad a la que pertenezcan las
personas, será vital para su sobrevivencia. Otros, deben reconocer tu sentido de
pertenencia para lograr sobrevivir. O serán expulsados o forzados a proseguir su
peregrinar en una tierra de recursos escasos y bajo consumo energético.
En plena pandemia por el Covid-19, En Chile, cientos de personas intentan huir a las
zonas costeras desde la capital, estas han sido bloqueadas por los habitantes locales
en las carreteras de acceso de las localidades del litoral chileno. Solo se autoriza el
ingreso a los locales. Este fenómeno de defensa instintiva será una realidad en un
mundo en colapso.
En los últimos años se han realizado esfuerzos por comprender las nuevas sociedades
post colapso, que tendrán bajas tasas de densidad energética, con metabolismos
energéticos mínimos, insertas en pequeñas comunidades, o territorios acotados que
tengan las condiciones para la sobrevivencia de las comunidades en transición al
nuevo mundo.
Somos al mismo tiempo testigos de otros procesos que, aunque menos mencionados,
son portadores de un gran impacto, real y potencial, en el conjunto de la humanidad.
Mencionemos dos. Por un lado, el siglo XXI promete el ocaso de la diversidad
humana, a través de una pérdida masiva y sin precedentes de comunidades
lingüístico-culturales (cada quince días muere un idioma en el mundo), con la
consiguiente pérdida de los saberes ancestrales y del conocimiento ecológico
tradicional precisamente de las sociedades humanas más sostenibles (Maffi, 2005).
Por otro, la crisis de los psiquismos en un mundo líquido, con enfermedades que
amenazan con convertirse en grandes pandemias según la Organización Mundial de
la Salud (enfermedades como el estrés, la ansiedad o la depresión, tanto en el Norte
como en el Sur).
Por si fuera poco, el mundo parece haber optado por una huida hacia delante: se
profundiza aún más en las lógicas responsables de la actual situación de emergencia
global. La búsqueda del máximo beneficio genera crecientes "externalidades" sociales,
Dada la metástasis del principio de mercado, es razonable pensar que las múltiples
crisis mencionadas van a intensificarse en el futuro. Y es más que probable que
fenómenos como la crisis energética global y el cambio climático tengan
repercusiones dramáticas sobre la vida de las personas.
El mundo nunca ha sido tan industrial como hoy, y la economía no deja de consumir
crecientes recursos materiales y energéticos, al tiempo que genera crecientes
cantidades de residuos.
El inevitable descenso:
Así las cosas, sigue sin afrontarse, el choque fundamental entre la civilización
moderna y los límites naturales de la biosfera. Los progresos realizados en lo relativo
a las políticas ambientales, en base a conceptos como modernización ecológica,
ecoeficiencia, crecimiento sostenible, desarrollo sostenible y desmaterialización, no
compensan el ritmo del deterioro. No parece que los marcos de referencia utilizados
en las tres últimas décadas sean guías útiles para enfrentar el futuro. Todavía no han
empezado a invertirse las tendencias insostenibles, a pesar de la acumulación de
conocimiento científico sobre el hecho y a pesar de que los costes, políticos, sociales y
medioambientales, de la omisión o de una tardía reacción son mucho más elevados
que los costes que podría acarrear una hipotética sobre reacción.
Son varios los recursos fundamentales que ya se están consumiendo en exceso, entre
otros: la energía, el territorio, el agua, la biodiversidad (pesquerías, plantas y
animales), y otros elementos fundamentales para la vida (como nitrógeno, fósforo,
hierro, etc.). El consumo excesivo de recursos provoca grandes impactos que poseen
una escala global (cambio climático, desertificación, destrucción de la capa de ozono,
pérdida de biodiversidad, y pérdida de la calidad de aguas, suelos y atmósfera), pero
también tiene otra consecuencia determinante: "es evidente que la humanidad está a
punto de entrar en una etapa en nuestra historia, caracterizada por la penuria de
recursos naturales esenciales (agua, terreno agrícola, alimento), que sólo se había
experimentado antes a nivel local por nuestra especie" (Duarte, 2009).
Por ello, el mayor problema que la humanidad enfrenta podría formularse así:
construir una convivencia justa, sostenible y capaz de promover el bienestar de todos,
en un escenario de creciente escasez de recursos planetarios (aunque es difícil calibrar
a qué ritmo se irá materializando tal escenario). Pensar que, la occidentalización del
mundo puede seguir su curso es una gigantesca ilusión óptica.
Por tanto, caminar hacia territorios (más) autosuficientes y una gran descentralización
parece constituir una de las claves, de modo que la capacidad auto-constituyente de
las comunidades —el individuo consciente y la comunidad protagonista— será un
valor en alza si se quiere encontrar una salida razonable a la crisis civilizatoria.
Esto no quiere decir que no sea necesario actuar a otra escala, sea ésta más regional
que local, o netamente estatal e internacional. Sería absurdo plantearlo como si de
una disyuntiva se tratara. En el mundo actual, y probablemente también en el futuro,
pocos problemas significativos de nuestras sociedades pueden ser resueltos solo
desde uno de los niveles de abordaje. Significa que el nivel local también es una
fuerza de configuración de la realidad y una palanca para el cambio; aún más en una
probable nueva fase histórica con movimientos de desglobalización y contracción
cuya intensidad está por ver.
Para un futuro de tales características resulta obvio que será necesario movilizar a la
propia sociedad civil como fuerza de primer orden, en la búsqueda de un nuevo
paradigma civilizatorio. El papel de la comunidad y de los ciudadanos ante el Cambio
Global resulta vital, especialmente en un contexto de descentralización progresiva.
Una transición ordenada requiere cambios sustanciales en los modos de vida y la
plena participación consciente de las comunidades.
"Quizás el proyecto más importante que contempla otra forma de localismo hoy es el
que nos ofrece la ecología social, el cual posee fuertes raíces en la invocación
tradicional anarquista (o liberal) de democracia directa (o comunidad), en la forma de
comunidades crecientemente (aunque nunca completamente) autosuficientes. La
ecología social se asocia a menudo estrechamente con el pensamiento eco-
anarquista de Murray Bookchin. Pero en realidad abarca una serie de enfoques que
son completamente localistas en su visión y descansan en alguna combinación de
a) Fortalecer la comunidad
Participación (como elemento principal que permite que todas las demás
características puedan desarrollarse);
Conciencia (procesos de concienciación y desideologización);
Control (sobre las circunstancias de orden social, sobre los recursos, sobre la
propia vida);
Poder (el poder social que ejerce la comunidad);
b) Privilegiar la acción
En las IT existe una mezcla de radicalidad y pragmatismo. Se parte del hecho de que,
si se espera que los gobiernos actúen, se llegará mal y tarde; si actuamos como
individuos, será insuficiente; en cambio, si se activa la creatividad de la comunidad, es
posible que sea suficiente y lleguemos a tiempo. Por tanto, se privilegia la acción a
escala comunitaria, superando la percepción tan extendida de que las soluciones
fundamentales se ubican en la escala del individuo y/o del gobierno. Se fomentan, así,
múltiples proyectos que tiene que ver con la agricultura orgánica, cooperativas de
energías limpias, emisión de monedas locales alternativas, etc.
Por un lado, realiza una lectura autocrítica de las herramientas que los activistas han
utilizado en los últimos 30-50 años (estrategias de protesta, presión, crítica o
confrontación con el paradigma hegemónico). Se interpreta que dichas herramientas
son inadecuadas e insuficientes para responder a los enormes desafíos que nos
sobrevienen: a través de dichas herramientas no se ha conseguido que la cultura
hegemónica adquiera los compromisos suficientes y, en consecuencia, es necesario
replantearse los antiguos modos de actuación.
De hecho, la visión positiva del futuro es una de las características definitorias de este
movimiento: un futuro sin petróleo podría ser un futuro de mayor de calidad de vida,
más equitativo, más justo y con mayores niveles de bienestar. Se hace del optimismo
un acicate para la participación en el proceso y para bloquear la parálisis que produce
el miedo ante la visión de un futuro catastrófico. La crisis sistémica ofrece una gran
oportunidad para reinventar, repensar y reconstruir nuestras sociedades.
La construcción de resiliencia local que impulsan las IT vendría definida por múltiples
indicadores que se propone fortalecer, como por ejemplo:
e) Producción de subjetividad
Se asume, así, que la gran transición socio-ecológica presupone soluciones que vayan
mucho más allá de los cambios tecnológicos o de los cambios de las estructuras
objetivas. Junto con la creación de nuevas estructuras materiales, se propone una
verdadera transformación cultural y personal; conscientes de que la sostenibilidad
tiene que ver con el arte de combinar la redistribución y la planificación ordenada de
todo tipo (política, social, tecnológica, energética, etc.), con la autocontención, la
autolimitación, y una nueva moral social que eleve la frugalidad y la austeridad a
categorías de sentido común. Se trata de avanzar en la construcción de una nueva
infraestructura cultural, una nueva subjetividad, un nuevo suelo psicosocial (un nuevo
"carácter social", diría Erich Fromm).
Podríamos concluir que este movimiento asume así que, probablemente, la "cultura
de la suficiencia" es la dimensión más importante de la sostenibilidad. Porque, como
señalaba J. Riechmann, ahí reside buena parte del problema de fondo: "el desarrollo
sostenible no se ha traducido en una ética como un cuerpo de normas de conducta
que reoriente los procesos económicos y políticos hacia una nueva racionalidad social
y hacia formas sustentables de producción y de vida" (Riechmann y Abelda, 2004).
Su empeño esencialmente constructivo hace que las IT pongan más énfasis en las
posibilidades de cambio que en las dificultades para el mismo. Al igual que la
investigación y la práctica relacionadas con la salud individual y comunitaria
reconocen desde hace tiempo la importancia de identificar y desarrollar las fortalezas
inherentes a individuos y grupos, en vez de patologizar sus debilidades (Landau,
2004), el paradigma de la resiliencia se centra en la construcción y vitalización de las
características individuales y comunitarias que posibilitarán una adaptación exitosa a
los cambios que nos sobrevienen.
Este nuevo movimiento ciudadano posee también limitaciones. Dicho en general, las
observaciones de diferentes IT realizadas durante varios años, y la propia
participación activa en las mismas, nos llevan a concluir algo fundamental: la
implementación del paradigma de Transición no es fácil, incluso en aquellos
contextos o comunidades en los que existe previamente una alta conciencia sobre las
cuestiones ligadas a la sostenibilidad y, en consecuencia, las personas tratan de
cambiar múltiples aspectos en sus vidas. Algunas razones son las que siguen:
Sin embargo, existen también limitaciones a otro nivel que no debiéramos dejar de
observar, en aras a mejorar estas iniciativas y las posibilidades de la transformación
socio-ecológica. Entre otras cosas, nos referimos a lo que sigue: incluso si
determinada IT adquiere un ostentoso éxito en un barrio o pequeña comunidad
particular, desconectándose de la red hegemónica, estableciendo su propio
suministro local de energía, construyendo seguridad alimentaria, etc., todos estos
logros dejan prácticamente indemne la comunidad más amplia en la que se inserta.
Otras pequeñas comunidades podrían inspirarse a través del efecto contagio y
comenzar un cambio parecido, pero, aun así, las grandes estructuras del capitalismo
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industrial y postindustrial siguen profundizando su lógica en el resto del campo social.
Son muchos los activistas y autores que enfatizan la necesidad de reducir la escala de
las instituciones económicas e incrementar la autosuficiencia de las comunidades
locales (Curtis, 2003), pero al mismo tiempo, bien es cierto que los planteamientos de
respuesta eco-localista a la crisis múltiple poseen limitaciones estructurales (Hahnel,
2007).
Dando un paso más en esta consideración crítica, podríamos concluir que las IT
representan la necesidad imperiosa de tranquilizar las conciencias, de sentir que se
hace algo para revertir la fatal situación, cuando en realidad su potencial de
transformación no remueve los cimientos establecidos. Junto con sus aspectos
valiosos, podría crear una reconfortante pero peligrosa ilusión colectiva; al igual que
poner el énfasis en las responsabilidades individuales para encarar los desafíos socio-
ecológicos suele servir para entretener la identidad en base a nuevos estilos de vida,
convertir las contradicciones sistémicas en cuestiones biográficas e individualizar así el
conflicto social.
Por ello, las IT requieren un esfuerzo importante por no perder la perspectiva macro.
Al mismo tiempo, la perspectiva macro es desoladora sin acción efectiva real, sin
mancharse las manos en una acción colectiva constructora de nuevos mundos
posibles en las exigentes coordenadas del aquí y el ahora. Sirve en muchas ocasiones,
para realizar estériles cierres identitarios en torno a los postulados anti sistémicos de
resistencia, con vocación victimista o de marginalidad.
En realidad, se trata de un diálogo que ya se está produciendo (Del Río, 2009). Así, el
impulso localista puede ser complementado con la apertura hacia las cuestiones
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macro que, por otra parte, no dejan de estar directamente relacionadas con las
posibilidades de la autonomía y la resiliencia de las comunidades. A su vez, el
movimiento en favor del decrecimiento energético y material puede encontrar en las
IT un abordaje práctico y concreto para la construcción de otras formas de
organización económica y social, así como un importante anclaje para la expansión de
su visión.
Se trata de un movimiento ciudadano que llega más allá del campo de influencia del
movimiento ecologista tradicional. Organiza ciudadanos que, a modo de avanzadilla
cultural, advierten al conjunto social y a la modernidad triunfante de un hecho
sustancial: las comunidades humanas no existen en un vacío ecológico, a pesar de la
ficción antropocéntrica que domina la cultura occidental (y también la práctica
dominante en las ciencias sociales); las sociedades humanas están insertas en
sistemas naturales y no pueden ser pensadas como entidades desconectadas de sus
fundamentos físico-biológicos (Toledo y González de Molina, 2007).
Por ello, se trata de un movimiento ciudadano que hace suya la necesidad de superar
las visiones de la sostenibilidad, especialmente las interpretaciones ortodoxas y
hegemónicas del desarrollo sostenible, que no terminan de considerar la economía
como un subsistema inserto en el sistema social y a ambos como parte de la biosfera.
La Economía Ecológica, una disciplina llamada a habitar el tronco central del
conocimiento que la humanidad requerirá a partir de ahora, nos habla de la economía
como un sistema abierto: abierto por arriba, ya que funciona necesariamente con
insumos de energía y materiales; y abierto por abajo, pues se trata de un sistema que
produce residuos (entre los que cabe destacar, por su volumen y efectos destructivos,
el dióxido de carbono). No parece razonable ni inteligente seguir hablando de energía
y materiales haciendo caso omiso de las leyes que gobiernan dichos recursos, como
es el caso de los economistas convencionales.
Las acciones humanizadoras de los tiempos modernos han versado sobre cómo
mejorar el bienestar material de los humanos, cómo librarlos de la miseria (material y
moral), intensificando para ello el crecimiento y/o la distribución de los recursos,
alcanzando mayores cotas de desarrollo tecnológico, avanzando en la igualdad social.
Buena parte de esas nobles acciones, entre las que cabe destacar la propia crítica
marxista, han estado profundamente impregnadas de nociones como desarrollo y
progreso ilimitado (Garrido, 2011). El movimiento de Transición (y otros similares)
suponen un importante vuelco: una acción humana encaminada a frenar, de manera
ordenada, consciente y voluntaria, la dinámica expansiva, transformadora y
subordinante —del resto de organismos vivos— de la especie humana.
De alguna forma se asume que, como bien señala Daniel Tanuro, existen tres mil
millones de personas en el planeta que no viven en condiciones dignas (de
enseñanza, salud, energía, agua, alimentación, transporte, vivienda…), y para satisfacer
las necesidades de todas esas personas se requiere aumentar la producción material y
la escala física de la economía, aumentando por tanto el consumo de energía fósil y
emitiendo más gases de efecto invernadero (Tanuro, 2011). Sencillamente, esto es
inviable, a menos que "la otra parte" de la humanidad descienda sustancialmente sus
niveles de consumo. Aquí reside el fundamento teórico decrecentista de este tipo de
movimiento ciudadano pragmático.
Es, por ello, una apuesta por valores post-materialistas. Sin embargo, el nacimiento y
expansión de las IT coincide con un momento histórico en el que no es nada
improbable que se refuercen (también en las sociedades más desarrolladas) las
opciones a favor de aumentar los niveles de seguridad personal y económica (Díez
Nicolás, 2011); es decir, coincide con el reforzamiento de los valores materialistas
precisamente como reacción al comienzo de la era del pos crecimiento en el corazón
de Occidente, el inevitable descenso y la materialización de la escasez, algo ya
anunciado por las propias IT.
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Para finalizar, insistiremos en que las ciencias sociales de orientación emancipadora
necesitan establecer una "doble agenda" de investigación: junto con la aportación en
favor de la elevación material (y psicosocial)de grupos sociales y comunidades
perjudicadas por el acceso desigual a los recursos, la tarea consiste en provocar la
disminución o decrecimiento voluntario en el consumo de energía y materiales
(también en la emisión de residuos) de aquellos grupos sociales y comunidades "al
otro lado" (con elevadas huellas ecológicas). El empeño de las IT reside precisamente
en provocar tal decrecimiento, provocando al mismo tiempo la elevación del
bienestar de todos (aumento de la satisfacción de las necesidades humanas).
Bibliografía (4).
(2) Huasipungo: Huasipungo es una novela del escritor ecuatoriano Jorge Icaza Coronel. La
historia transcurre en Ecuador en la primera mitad del siglo 20.
Siervo sin tierra: de Eduardo Caballero Calderón. Siervo sin tierra tiene por protagonista a
Siervo Joya, un campesino de Boyacá cuyo único objetivo en la vida pasa por comprarse un
pedacito de tierra que le dé la felicidad. Esta historia es narrada entre 1930 y 1953.
(4) Bibliografía, Tod Sloan, Patricio Belloy, Aitzol Loyola de la Mondragon Unibertsitatea,
País Vasco; Lewis and Clark Graduate School of Education and Counseling, Portland, USA;
Universidad Austral de Chile, CEAM (Centro de Estudios Ambientales), Valdivia.
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-65682012000300002.
Los pueblos estratégicamente emplazados podrán hacer frente al colapso. Lugares costeros
en altura y que conserven vida y biodiversidad, serán refugios preciados.
La sociedad post colapso futura, como sostiene Jorge Riechmann, “No deberíamos
esperar soluciones high-tech y sociedades de alta energía, sino más bien —como
mejor posibilidad— comunidades con algo de industria ligera, basadas en tecnologías
intermedias… Pero bajo la premisa de una gran descomplejización; y la expectativa de
un nivel de vida muy modesto en lo material, en comparación con lo que hoy —de
forma nada plausible— sigue prometiendo la ideología dominante”.
Luis González Reyes, en, Rutas y retos para la transición en la era del colapso
energético Estrategias para tiempos de colapso civilizatorio. Nos resume:
Transición energética hacia un modelo basado en las renovables. Este modelo podrá
ser en una primera (y breve) fase de renovables basadas en altas tecnologías (como
las actuales), pero a medio plazo tendrá que evolucionar hacia renovables más
sencillas. Esto implicará sociedades en las que el consumo será mucho menor y más
dependiente de los flujos naturales.
Tendrá que evolucionar de industrial a agrario. También que habrá que dedicar
muchos esfuerzos a este cierre de ciclos. Evitar que se activen los bucles de
realimentación positivos del cambio climático. Es decir, conseguir que no se pongan
en marcha los procesos por los cuales el clima evolucionaría hacia un nuevo equilibrio
4-6 ºC, superior al actual, independientemente de lo que hiciésemos los seres
humanos. Frenar la pérdida de biodiversidad, el desequilibrio de los ecosistemas, y
con ello la pérdida de funciones ecosistémicas de las que dependemos. Pero poner en
el centro los temas ambientales no quiere decir descuidar los sociales. Si esto
ocurriese, lo que surgirían serían sociedades de corte eco autoritario o, eco fascista. A
la vez que afrontamos estos desafíos, hay que redistribuir la riqueza y el poder. Es
más, sin sociedades justas y democráticas no habrá sociedades sostenibles, pues la
dominación entre los seres humanos y sobre el resto de los seres vivos están
interrelacionadas. Dicho con ejemplos, no es el momento de luchar por los puestos
de trabajo en las minas, sino de invertir fuertemente en renovables; no es el tiempo
de perseguir una mejor retribución para los jornales del sistema agroindustrial, sino
de apostar fuerte por la agroecología; no toca invertir en transporte y comunicación,
sino en hacerlo en autonomía local; no hay que recalificar a urbanizable más territorio,
sino iniciar el desmontaje de las metrópolis. La concepción social e institucional de
que vivimos un “estado de emergencia” es lo que podrá hacer concebible lo
impensable. Es lo único capaz de centrar las fuerzas colectivas en lo importante. Hay
precedentes históricos que muestran la fuerza de esta percepción. Por ejemplo,
durante la II Guerra Mundial esto sucedió en Reino Unido y EE UU, lo que permitió
que las personas redujesen voluntariamente su consumo, floreciesen huertos urbanos
o se apostase por fuentes energéticas alternativas. En general, las sociedades y las
instituciones trabajaron en el mismo sentido (una pena que fuese el bélico). Pero
estamos lejos de que exista esta percepción, ¿cómo puede suceder? Sensibilización
por los hechos El intento de que se conciba este “estado de emergencia” (aunque sea
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en versiones suaves) ha sido uno de los ejes principales del trabajo. En realidad, estos
dos primeros desafíos son transiciones inevitables que van a suceder en el colapso
que estamos viviendo. Algunos de estos bucles serían la liberación del metano
contenido en el suelo helado (permafrost) y los lechos oceánicos, y el deshielo de
amplias regiones blancas. “... poner en el centro los temas ambientales no quiere decir
descuidar los sociales”.
Del ecologismo. Creo que debemos asumir nuestro fracaso histórico. No hemos
conseguido evitar el colapso civilizatorio ni ecosistémico. De este modo, esta
sensibilización probablemente va a llegar “por los hechos”, es decir, conforme la
quiebra del orden socioeconómico y ambiental se haga cada vez más patente. Tal vez
esa labor de sensibilización, que tantos esfuerzos nos ha supuesto, no sea el
momento de priorizarla.
La propuesta sería que el papel de las instituciones estatales sería el de facilitar o, por
lo menos, dejar hacer, mientras que el de las nuevas sería hacer. Veamos por qué.
No necesitan convencer al grueso del cuerpo social, no tienen que construir una
hegemonía, simplemente pueden funcionar, si tienen la fuerza suficiente, desde la
autonomía, conviviendo de forma más fácil con otras formas de organizar la sociedad.
Así pueden adaptarse mejor a un mundo de cambios rápidos y donde será casi
imposible planificar. Por supuesto, esto con claros límites en un entorno con unas
desigualdades de poder nunca antes conocidas y marcado por elementos como el
cambio climático, que tienen una influencia planetaria. Desde ahí, cobra sentido
aprender del zapatismo, que construye su autonomía económica, educativa, política o
sanitaria conviviendo con otras comunidades que no son zapatistas. Las ciudades en
transición son una iniciativa a este lado del Atlántico con algunas lógicas parecidas.
Esto no quiere decir que los Estados no puedan crear nuevos contextos, que pueden,
sino que los cambios personales y sociales que así se generan son más reducidos y
menos profundos. Al obligar a las personas a actuar de una determinada manera sin
dejarles elegir, pierden muchas posibilidades de que los cambios tengan sentido, que
es lo que genera las mutaciones reales.
Solo más o menos pues, por ejemplo, los agro-sistemas se desestabilizarían sin la
intervención humana. Para ellos, un colapso más ordenado sería preferible. habrá de
ganarlas, pues los proyectos irán teniendo menos sentido en un contexto de quiebra
del capitalismo global.
Se puede poner en duda el presupuesto inicial con el que comenzaba el texto, porque
no está tan claro que la opción de un colapso rápido y temprano no sea la más
deseable desde una mirada macro. Esto se parecería bastante a “cuanto peor, mejor”.
Un colapso rápido y temprano permitiría que los ecosistemas se degradasen menos.
Esto es especialmente patente en el cambio climático. Es ahora cuando todavía hay
alguna posibilidad de que no se disparen los bucles de realimentación positiva y, para
que esto ocurra, es imprescindible una reducción muy fuerte y acelerada de las
emisiones de gases de efecto invernadero. Este colapso rápido y temprano permitiría
que los contextos de vida para el conjunto de los seres vivos se pareciesen más a los
actuales. Sería más sufrimiento a corto plazo, pero, desde una perspectiva histórica,
colocaría a la biosfera en mejores condiciones. En realidad, a nivel ecosistémico los
resultados serían más o menos equivalentes a los que se podrían conseguir si se
pusiese en marcha el “estado de emergencia” nombrado antes.
Pero esta equivalencia sería solo a nivel ecosistémico, ni mucho menos a nivel social.
Un colapso rápido y temprano aumentaría los grados de sufrimiento social y las
posibilidades de que los órdenes que emergiesen se basasen en nuevos
autoritarismos o fascismos.
Vistas así las cosas, ninguna de estas dos opciones son deseables desde el punto de
vista humano (no así para la mayoría del resto de seres vivos, que claramente
“preferirían” el colapso rápido y temprano). Por ello, cobra más relevancia aún que
(1) http://www.15-15-15.org/webzine/2015/04/26/en-defensa-de-un-colapsode-
nuestra-civilizacion-rapido-y-temprano/.
La civilización después del colapso, en su nuevo punto de estabilidad será menos compleja,
con menor capacidad de despliegue de grandes bloques de energía, una capacidad limitada
para el traslado de grandes multitudes de personas.
La civilización y población futura, solo será estable, si el número de habitantes es similar a los
que tenía antes de la revolución industrial.
El tiempo de duración de esta transición post colapso, es probable que dure un par de siglos,
antes de recuperar el metabolismo energético mínimos, que le puedan devolver los grados de
complejidad y cultura similares a los actuales.
La sociedad del nuevo mundo será muy diferente a la actual, y tendrá, si quiere sobrevivir,
nuevos valores que gobernarán a la humanidad en su tránsito histórico.
“Soy ser vivo y deseo vivir, en medio de seres vivos que desean vivir”.
DEMO Es un reactor de fusión propuesto más allá del reactor de fusión nuclear
experimental ITER. Los objetivos de DEMO son normalmente entendidos
como un paso intermedio entre ITER y un "primer acercamiento" a un
reactor comercial de fusión.
CE Comunidad Europea