Precio Como Construccion Perceptual
Precio Como Construccion Perceptual
Precio Como Construccion Perceptual
MARIATUEGUI
CARRERA PROFESIONAL DE CIENCIAS
ADMINISTRATIVAS Y MARKETIING ESTRTEGICO
ALUMNOS:
CCALLI VILCA JONATHAN
MAMANI HANCO ALEX WILLIAMS
SEMESTRE: Vl
2020
CONTENIDO
DEDICATORIA.........................................................................................................................4
AGRADECIMIENTO................................................................................................................5
CAPITULO I..............................................................................................................................6
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................6
3.1 Impar:..........................................................................................................................27
3.2 Par:..............................................................................................................................27
3.3 De Prestigio:................................................................................................................28
3.4 Habitual:......................................................................................................................28
CONCLUSIONES....................................................................................................................30
ANEXOS..................................................................................................................................33
BIBLIOGRAFIA......................................................................................................................35
DEDICATORIA
profesional en Administración
AGRADECIMIENTO
profesionales
CAPITULO I
INTRODUCCIÓN
los distintos planteamientos teóricos sobre cómo ocurre la percepción han discrepado
contrapuestas.
que otros han defendido que son las características de los estímulos las que
c) Las teorías sobre la percepción también se diferencian entre aquellas que enfatizan
los objetos de los que la persona dispone y que ha adquirido a lo largo de la evolución
plaza y promoción) en que produce ingresos; los otros elementos generan costos.
definición de precio desde una perspectiva de mercadotecnia. (Thompson, 2006, pág. 1).
El precio es "(en el sentido más estricto)” la cantidad de dinero que se cobra por un
producto o servicio. En términos más amplios, el precio es la suma de los valores que los
precio indica la cantidad de dinero que un cliente debe dar a cambio cuando adquiere un
asociado con un conjunto de conceptos que inciden en su percepción sobre el valor del
El precio no es una simple ecuación económica, sino que tiene una significación conceptual
en sí mismo y está asociado a un conjunto de factores emocionales que van mucho más allá de
decidir rápidamente. Este hecho lleva a actuar de una manera tan rápida que parece
los procesos de interacción con el medio ambiente. Como influyen en la velocidad de las
Al decidir la compra de un producto, el pensamiento racional nos permite llevar a cabo una
forma de análisis comprensión de la que, por general, somos conscientes. Los avances en la
cerebral, nos permitirán analizar con más claridad el rol de los componentes emocionales en
la percepción del cliente sobre el precio. (Braidot, Neuromarketing en accion , 2013, pág.
147).
componente de gran influencia, que es la aversión a la pérdida. Dado que las pérdidas y
trabajar para que una compra sea percibida como una ganancia. Los seres humanos no somos
con significado, incluso donde no los hay, y estas características nos puede llevar a concepciones
2. La conexión entre un producto y su precio depende de lo que cada cliente percibe como
¿Por qué un precio es aceptado mientras que otro es rechazado? ¿Por qué un precio es
percibido como justo y otro como injusto? ¿Por qué hay precios que angustian a los
consumidores? ¿Por qué hay precios que los irritan? ¿Por qué hay precios que pagan con
Si bien no hay una única respuesta para estas preguntas, la mayor parte de los errores tiene un
denominador común: aun cuando quienes toman decisiones sobre el precio son empresarios o
geren- tes que cuentan con una importante formación en marketing y pla- neamiento estratégico,
en algunas organizaciones continúa prevale- ciendo la obsesión por los costes, que pone al
cliente como último eslabón de la cadena cuando se sabe que debe hacerse lo contrario: en
En función de esta premisa, comenzaremos este capítulo con tres conceptos que, según nuestro
criterio, deben ser tomados como “máximas”, ya que un análisis pobre o escaso de esta variable
1. Ninguna estrategia será efectiva si no se estudian los mecanis- mos cerebrales que
2. La conexión entre un producto y su precio depende de lo que cada cliente percibe como
3. Cuando el valor percibido no justifica el precio, el producto co- mienza a engrosar los
Sin duda, la fijación de precios debe encontrar un equilibrio en- tre la necesidad de la empresa de
alcanzar sus objetivos de rentabi- lidad y el valor percibido por los clientes.
Cuanto mayor sea ese valor, mayor será lo que estarán dispues- tos a pagar. Ahora bien, ¿de qué
valor estamos hablando exactamen- te? En neuromarketing, el valor que nos interesa es el que el
cliente le otorga a un producto o servicio en función del conjunto de benefi- cios (tangibles y
Desde la perspectiva tradicional, el precio indica la cantidad de dinero que un cliente debe dar
del cliente, es inmediatamente aso- ciado con un conjunto de conceptos que inciden en su
percepción sobre el valor del producto, y por lo tanto, en la transición desde la intención a la
Por ejemplo, cuando se introdujeron los televisores de plasma en Brasil, los vendedores
hallaron un segmento importante del mercado para el cual el valor residía en disfrutar del
producto lo antes posible. Como el poder adquisitivo de estos clientes no les permitía
De este sencillo caso se desprende que para muchas personas hay factores más significativos
que el dinero del que deben desprenderse cuando toman sus decisiones de compra. La falta de
pedidos por Internet, comidas semielaboradas y todo tipo de servicios a domicilio, generando un
La lección que estamos aprendiendo (con solo observar y analizar lo que ocurre en el
mercado) es que, del mismo modo que la satisfacción de una necesidad humana se asocia con un
producto, y el deseo con una marca concreta, el precio está inexorablemente asociado con
Para descubrir cuáles son los elementos generadores de valor, las empresas de avanzada aplican
los últimos desarrollos del neuromarketing a sus métodos de investigación. Veamos un ejemplo
01
identificar qué es lo que valoran sus clientes con el fin de direccionar no solo el diseño de sus
Durante una de esas investigaciones, se solicitó a los participantes que acudieran a una
entrevista individual con objetos que expresaran optimismo. Uno de los clientes llevó la
fotografía de una copa de champán y explicó que el diseño simple y abierto de esa copa
Tal vez se pregunte el lector dónde está la relación entre el amanecer optimismo y el tema que
nos ocupa. La respuesta es sencilla: esta técnica se utilizó para hallar estímulos que pudieran
traducirse en una propuesta de valor; entre ellos, nuevos elementos de diseño para incorporar a
los coches.
Cuando se buscan los valores relacionados con los beneficios de un producto o servicio mediante
metáforas que apelan al mundo sensorial del cliente, se puede penetrar con mayor profundidad
en los aspectos metaconscientes que, en definitiva, son los que des- encadenan la mayor parte de
Dado que la percepción de valor no puede definirse como racional, ya que en ella siempre
interviene una serie de factores meta- conscientes, es necesario utilizar metodologías que
permitan ir más allá de lo que connota el precio entendido como un sacrificio en términos
monetarios.
Esto significa que una estrategia de neuromarketing bien diseñada debe incluir la investigación
sobre las fantasías, recuerdos, experiencias y, fundamentalmente, sobre las emociones del cliente
que impactan en su percepción sobre el valor de un producto. Sin duda, si Coca-Cola puede fijar
un precio considerablemente superior al de otras marcas es porque tiene capacidad para llegar al
cerebro emocional del comprador, tal como demostró Read Montague con su famoso
experimento.
El siguiente texto, que pertenece a Jonathan Turner, explica con mucha claridad la relación entre
“Elegir entre alternativas exige contar con algún medio para calcular el valor relativo de esas
alternativas, y esta capacidad está ligada a las emociones. Las emociones le dan un valor a cada
Este proceso no tiene por qué ser consciente y, en realidad, en todos los animales, incluyendo los
En la actualidad no hay ninguna duda sobre la veracidad de es- tas afirmaciones. De hecho, el
neuromarketing corroboró varias veces que, aun bajo la apariencia de racionalidad, casi siempre
existe un conjunto de emociones que, sin que los clientes lo noten en el plano consciente,
gobiernan tanto sus pensamientos como sus acciones; por lo tanto, un análisis profundo de las
variables generadoras de valor que las incluya debe orientar tanto las investigaciones como la
El precio no es una simple ecuación económica, sino que tiene una significación conceptual en sí
mismo y está asociado a un conjunto de factores emocionales que van mucho más allá de lo que
Uno de los neurocientíficos que más han estudiado la influencia de las emociones en la conducta
humana es Antonio Damasio. En su opinión, las mejores decisiones que toman las personas no
proceden de su mente racional, sino de la intuitiva, emocional, y lo explica muy bien en estas
hombre desarrolló un mecanismo neurológico que le posibilitó decidir y actuar rápidamente para
sobrevivir. Ante un hecho que puede poner en peligro su vida, no tiene tiempo para pensar y
luego decidir”. “Es decir, que no razonamos: ‘viene la piedra, entonces me muevo’, sino que nos
decidir rápidamente. Este hecho nos lleva a actuar de una manera tan rápida que parece
automática.
Al estudiar las situaciones que desencadenan una reacción auto- mática, Damasio elaboró su
decisiones
Los marcadores somáticos, ubicados en la corteza prefrontal, se aprenden durante los procesos
de interacción con el medio am- biente. Como influyen en la velocidad de las decisiones, tienen
Por lo tanto, y con relación al tema que estamos abordando, podemos inferir con claridad que la
percepción de un precio como alto o bajo, justo o injusto, razonable o irrazonable, está
Esto significa que, al decidir la compra de un producto, el pen- samiento racional nos permite
llevar a cabo una forma de análisis- comprensión de la que, por lo general, somos conscientes;
por ejem- plo, que un modelo de Peugeot nos cuesta más que uno de Fiat que ofrece las mismas
prestaciones.
No obstante, “algo” nos lleva a elegir Peugeot. Ese “algo” que muchas veces no podemos
del cerebro emocional, que opera con procesos que se generan por debajo de nuestro umbral de
conciencia.
De lo que hemos expuesto hasta ahora el lector puede deducir con claridad que el precio no es
una variable absoluta, porque cada persona lo percibe de una manera distinta. Por lo tanto, para
encon- trar el verdadero punto de equilibrio debemos ponernos en el lugar del cliente y tener
El precio está integrado por el sacrificio pecuniario y no pecuniario que debe realizar
Al igual que el amante del sol que puede pagar hasta 5 euros por un bocata en una playa del
Mediterráneo, muchos de nosotros más de una vez hemos optado por comprarlo en el bar de la
esquina para no pagar los sacrificios no pecuniarios de tiempo y esfuerzo que requeri- ría ir hasta
Otro tema importante que debemos considerar es que la decisión de comprar un producto o
adquirir un servicio a determinado precio está signada por las experiencias pasadas. Esto
significa que, excepto en el caso de marcas muy jóvenes, los adultos tendemos a privilegiar
aquellas que nos hicieron felices en nuestra infancia y adolescencia. Por lo tanto, cuando
pagamos un precio más alto por un producto es porque tenemos en mente un plus que va más
Esta reflexión nos lleva a remarcar una vez más la importancia de construir una marca con una
visión de largo plazo. Sin duda, cuando existe un plus emocional, el sacrificio monetario pasa a
un segundo
plano. Consecuentemente, nos encontramos ante una balanza que, si bien busca el equilibrio,
suele estar en desequilibrio en el momento de pensar la compra. Analicemos estos conceptos con
ayuda de un gráfico
conjunto de atributos físicos, sino una construcción cerebral relacionada con satisfactores de
necesidades, deseos, funcionalidades, emociones. Esto es: con un conjunto de re- compensas que
En el otro, ubicamos la percepción del precio traducida a coste monetario o imagen del gasto que
cada individuo debe realizar en términos de sacrificios pecuniarios y no pecuniarios para obtener
La empresa debe actuar en ambos lados de la balanza. En el caso del producto, debe lograr que
sea percibido como satisfactor de necesidades y generador de recompensas; en el caso del precio,
En la gráfica siguiente sintetizamos los conceptos que hemos abordado hasta aquí
Daniel Kahneman obtuvo el Premio Nobel de Economía por haber aplicado los avances de la
investigación psicológica a las ciencias económicas. Sus aportes son sumamente útiles para
de valores, que en la evaluación de los compradores in- fluye más una perspectiva de pérdidas
y que, frente al consumo, hay un com- ponente de gran influencia, que es la aversión a la
pérdida. Esto sig- nifica, por ejemplo, que un individuo prefiere no perder 100 euros antes que
En otros términos: que le resulta más fácil pagar 1.500 euros por algo que esperaba que
costara 1.400, que pagar 100 por algo que creía gratuito, aunque el monto de la pérdida en
La boutique A vende una prenda a 140 euros y otorga un 10 por ciento de descuento al
cliente que pague en efectivo. La boutique B vende la misma prenda a 120 euros, pero
En ambos casos, el cliente pagará exactamente lo mismo: 126 euros; sin embargo, la
mayoría opta por la boutique A debido a que percibe que el coste de comprar con
Como vemos, la percepción de la pérdida como dolorosa (aun- que no sea real) es más potente
que la percepción de la ganancia. Ello impide a los clientes darse cuenta de que, en términos
comprobar algo que los especialistas en el tema hemos afirmado desde hace décadas: los clientes
son más sensibles al precio cuando este se ubica fuera de lo que perciben como justo o razonable.
Las investigaciones de Daniel Kahnemany sus colaboradores nos permiten hallar ejemplos muy
interesantes para ilustrar qué ocurre cuando el precio es percibido como injusto y qué se puede
negocio minorista que, tras una nevada, subió el precio de las palas para quitar la nieve de 15
a 20 dólares. El 82% de los participantes consideró esta acción como injusta o muy injusta.
Luego, los investigadores sustituyeron los términos “justo” por “aceptable” e “injusto” por
originalmente por Kahneman: “La ferretería fijó este precio para evitar que se agotara el stock
y, de este modo, satisfacer la demanda de sus clientes, ya que otro negocio idéntico había
En este segundo experimento solo el 32% calificó la acción de la ferretería como injusta o muy
injusta.
De todos modos, ¿para qué correr semejante riesgo? Por un lado, es imposible borrar el
impacto de una primera mala impresión. Por otro, hacerlo cuesta tiempo y dinero. Y si a
esto sumamos que los resultados son poco satisfactorios (un 32% es un porcentaje alto)…
Para cerrar este capítulo y, a su vez, suministrar al lector los fundamentos empíricos de
neuroeconomía y sus investigaciones. Comenzaremos por explicar que esta nueva ciencia,
surgida también como resultado de los avances que se generaron en la “dé- cada del cerebro”,
cuestiona conceptos que sirvieron durante años para explicar la conducta del comprador.
El más importante de estos cuestionamientos tiene que ver con el principio de utilidad esperada,
según el cual una persona enfrenta- da a una situación de incertidumbre ordenará los posibles
resultados de su acción según los valores esperados y las probabilidades de que se produzca el
acontecimiento.
En este marco, la utilidad se considera el atributo por el cual el producto es capaz de satisfacer
intercambio relativo del producto con respecto a otros, por ejemplo, cuántas motocicletas vale un
automóvil.
Con este criterio, el precio es el valor de los productos expresado en términos monetarios y
relativos. Sin embargo, ya no hay dudas de que la conducta humana está bastante alejada de lo
sujetos recibieron ofertas “injustas” de otras personas, en comparación con lo que ocurría con
las ofertas “justas”, y con todas las ofertas –justas e injustas– procedentes de un ordenador.
Esta activación desproporcionada de una región cerebral estaba correlacionada con la decisión de
rechazar las ofertas injustas, lo que demostraría que no existe una base puramente racional en la
toma de decisiones económicas y, más aun, que los elementos de índole emocional son los que
predominan.
La teoría económica que, como vimos, contempla a los sujetos como seres racionales, predice
que, en este juego, el primer jugador debería proponer una oferta menor y el segundo la aceptaría
juicio los postulados de la economía clásica sobre la capacidad del hombre para razonar y
planificar de manera lógica todas sus decisiones vinculadas con el consumo. Sin embargo, la
mayoría de los primeros jugadores ofreció la mitad del dinero y la mayoría de los segundos la
rechazó.
Con este tipo de experimentos, la neuroeconomía continúa re- uniendo datos empíricos que le
permiten derrumbar los modelos clá- sicos sobre el proceso de toma de decisiones del
consumidor.
Día a día se comprueba que el precio, al igual que el resto de las variables del mix de marketing,
se configura como una caracte- rística simbólica relacionada con el producto, incluida la
satisfacción de las necesidades y deseos. Por lo tanto, todos los aspectos que analizamos al
abordar el tema de la conducta ante el consumo son aplicables a esta variable, ya que el precio se
constituye en un satis- factor más desde el momento que también activa los mecanismos
cerebrales de recompensa.
que se le otorga a un producto o servicio. Éste debe ser abonado por una parte
persuadirle en su toma de decisión. Por ello cada día, más y más compañías se
les ayuden a fijar de una manera más objetiva y estratégica los precios de sus
productos.
Nosotros hablaremos de las cinco más utilizadas y por lo tanto las más efectivas.
3.1 Impar:
Generalmente 5 o 9, y son empleados sobre todo por comercios “Killer” para ofertas
accesible.
Un artículo de 4,99 siempre será más atractivo y poderoso que uno que cueste 5. Y
entre otras cosas lo podremos comprobar cuando el cliente comente que el primero
3.2 Par:
Los productos cuyo precio acaban en cifra par trasladan el mensaje de redondeo y
curiosidad de saber a qué responden esos 15 euros. Mientras que si su precio fuera
Es cierto que cada día se hace más complicado encontrar comercios que apuesten
por los precios pares. Pero si pretendes vender un producto posicionado en un rango
3.3 De Prestigio:
Esta estrategia quizá sea la más simple de todas pero no por ello la menos
No es casual que una marca como Coca-Cola, líder del mercado y con unos
costes más bajos que sus competidores, venda siempre sus productos algo más
caros que el resto. Y efectivamente (también por otras muchas cuestiones) Coca-
refrescos.
3.4 Habitual:
Este precio es fijado por el comerciante de tal modo que pueda adaptarse a cambios
Esta estrategia está cayendo en desuso. Pero todavía nos encontramos por ejemplo
cadenas de comida rápida que ofrecen tapas o pequeños bocadillos a una unidad de
precio determinada. Si fueran modificados, por pequeño que fuera este cambio,
Para ello se llevarán a cabo investigaciones con grupos de consumidores a los que
después de que estos los hayan calificado porcentualmente con una escala de 0 a
100.
paralelo, existen numerosas fórmulas para “mitigar” el dolor del pago del consumidor
especialización que nos ayudará a fijar los precios de forma óptima dependiendo de
CONCLUSIONES
No hay productos caros o baratos, sino desbalanceados en lo que los consumidores perciben que
reciben versus lo que pagan. Cuando hablamos de valor percibido hablamos de cómo los clientes
están reconociendo el valor de todos estos beneficios que les estamos entregando. Cuando
Un consumidor considera un producto caro cuando los beneficios que percibe que está
recibiendo son mucho menores del precio de venta que está pagando; ahí es donde consideramos
que estamos recibiendo es mucho menor. Así mismo, un cliente considerará un producto con un
precio justo, cuando frente a los beneficios que está recibiendo, el precio es equitativo; es decir,
cumple con lo que está prometiendo, pero no excede expectativas, simplemente es una relación
directa entre lo que está pagando y lo que está recibiendo. Por otro lado un producto puede ser
percibido barato, independiente de su precio, cuando el cúmulo de beneficios que como cliente
El precio no es el valor absoluto que representa si el cliente va a estar dispuesto a pagarlo o no,
sino la relación de ése dinero con los beneficios. Cuando un producto tiene un precio alto, es
importante tener este valor percibido supremamente alto para que el consumidor considere que
está en igualdad de condiciones, o que supera la expectativa de lo que debe estar haciendo. Por
ejemplo, pensemos en los relojes. La marca Rolex. Nadie compra un Rolex para ver la hora. Es
el clásico ejemplo de cómo la percepción de valor, todos los beneficios que la marca involucra
-el status y el reconocimiento-, supera el costo de fabricación. Es cuánto estoy dispuesto a pagar.
comida, de la bebida o de la amortización del costo del local; sino por la experiencia que como
cliente está viviendo. Hay unos restaurantes mucho más costosos que otros, porque
efectivamente este valor percibido o este precio más alto está representado en un serie de
beneficios como el ambiente, la música, la gente con la que me encuentro, que es fácil
estacionar. Hay otras variables que son las que componen toda la propuesta de valor para un
cliente y es lo que hace que esté dispuesto a pagar más por un producto.
Por ejemplo en los servicios. Una universidad reconocida. Si usted quiere estudiar en esta
universidad, cuesta más que estudiar en otra universidad que no sea tan reconocida; no solamente
por el costo de entregarle el servicio, en este caso entendido como el valor que le pagan a los
docentes, la infraestructura que la universidad tiene, lo que le han costado los equipos y tener
todas las instalaciones. Eso es parte del costo. Pero más allá del valor percibido de educarse en
universidad con gran reputación, que en las empresas para las cuales va a espirar trabajar tiene
un buen reconocimiento, saben que la gente que estudió en esa universidad tiene muy buen
perfil; es algo en lo que como estudiante va a estar dispuesto a pagar más, porque sabe que
Un ejercicio que hice recientemente, evaluando cuánto cuesta una cerveza, dependiendo del
lugar donde se la tome. La misma cerveza marca Club Colombia en diferentes. La misma botella
mercado donde hay una mesa o algo para tomársela, cuesta $2700 (US$0.90). En una plazoleta
de comidas de centros comerciales cuesta $6400 (US$2 .20). Y en un lugar de fiesta, bar-
restaurante, cuesta $10.000 (US$3.50). La misma botella de cerveza, de la misma marca, en toda
la cadena tiene un precio diferente. ¿Qué hace la diferencia?, ¿Qué hace que cueste casi seis
veces más en un lugar de rumba versus lo que cuesta en un supermercado? Estamos dispuestos a
El tema no es de precio, el tema es qué estamos dando a cambio para que el consumidor
considere que su precio realmente se ajusta a sus expectativas. No hay cosas caras o baratas, sino
Independiente del precio que tenga, es cómo logra subir la percepción de valor.
ANEXOS
BIBLIOGRAFIA
I. https://www.javierortego.com/curso-de-precios/precio-percepcion-psicologica-
consumidor
II. libro: «Principios de Marketing» Braidot, Neuromarketing en accion , 2013, pág. 147)
V. https://es.wikipedia.org/wiki/Estrategia_de_precios
VI. https://www.promonegocios.net/precio/estrategias-precios.html
VII. https://www.marketinginteli.com/documentos-marketing/fundamentos-de-
marketing/estrategias-de-precio/