Analisis de Kuros

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San Antonio de los Altos, 11 de octubre de 2019

Centro de Diseño Digital


Historia del arte I
Juan Díaz

ANALISIS DE LA ESCULTURA GRIEGA “KUROS”

INTRODUCCION:
El presente trabajo hablara sobre la escultura “Kuros” del arte griego durante el
periodo arcaico. Pero antes de eso introduciremos al lector a tener noción de lo que es
la escultura griega y este periodo.
La escultura de la antigua Grecia alcanzo el ideal de la belleza artística hasta
donde pudo llegar por si solo el ingenio humano. Aunque Grecia floreció en todas las
bellas artes, ninguna le distingue tanto como la escultura.
Cultivo el arte de la antigua Grecia todos los géneros de escultura, adoptando con
predilección el mármol y el bronce como material escultórico y tomando como
asuntos principales los mitológicos y los guerreros a los cuales añadió en su última
época el retrato de personajes históricos.
Forman su característica en los mejores tiempos del arte (los de Fidias) la
expresión de la realidad idealizada, la proporción orgánica, el alejamiento de lo vago
y monstruoso, la precisión en los contornos y detalles, la armonía y belleza en las
formas y la finura en la ejecución.
Los cuatro periodos arqueológicos que tras un prolongado silencio artístico
siguieron al micénico se distinguen del siguiente modo:
1. El periodo de formación, desde 620 a. C al 540 a. C
2. El periodo arcaico (del cual proviene la escultura seleccionada), del 540 a. C
al 460 a. C
3. El periodo de perfección o clásico, hasta finales de del siglo IV a. C
4. El periodo de difusión, que algunos llaman decadencia, después de Alejandro
Magno hasta la conquista de Grecia por roma, de 323 a. C a 146 a. C
El segundo periodo se caracteriza por la independencia que el arte griego, ya
formado, va realizando respeto de imitaciones orientales y por el tipo atlético
dado a sus estatuas que en su gran parte representan a los vencedores en los
juegos olímpicos aunque se llamen apolos.
ANALISIS DE LA ESCULTURA:

Sintáctico:
Nombre de la escultura: kurós
Lugar: hecho en Grecia durante el periodo arcaico, actualmente se encuentra en
el museo arqueológico de Samos en Grecia.
Técnica: geometrismo. Se caracterizan por un tratamiento de la anatomía
corporal, en el que zonas como el cabello o la musculatura se disponen como figuras
geométricas o entorno a ejes, verticales y horizontales, que definen partes simétricas.
En general, se distinguen por un tórax excesivamente abombado y un abdomen
muy reducido, lo que resulta desproporcionado. La representación de la rodilla se
solventa dándole forma de trapecio invertido. El cabello se geometriza y otros rasgos
característicos son los ojos almendrados y labios cerrados o, a lo sumo, el labio
superior levantado, intentando una sonrisa mecánica que se denomina “sonrisa
arcaica”.
Frontalidad: este tipo de escultura está pensada para ser vista de frente siguiendo
el modelo egipcio y acusa al principio de simetría. Hasta la época clásica no
comenzaron a realizarse esculturas para ser miradas desde cualquier punto de vista.
Sin embargo, algunas de las esculturas clásicas seguían contando con esta
característica ya que esculpían para estar situadas en nichos o ábsides.
Rigidez: la obra se disponía siempre siguiendo determinados convencionalismos.
Se situaban los brazos pegados a lo largo del cuerpo con los puños cerrados y una
pierna algo adelantada aunque plantada en el suelo en un tímido intento de reflejar el
movimiento.
Inexpresividad: las figuras no aparecen mostrando sentimiento alguno,
esgrimiendo únicamente la típica “sonrisa arcaica” anacrónica, que parece tener
objetivos formales de reforzamiento de la boca. Esto es debido a que el objetivo de la
escultura era transmitir la sensación de fortaleza y plenitud física del joven triunfador.
Semántico:
En el griego antiguo la palabra kurós significaba “hombre joven” y fue usada por
homero para referirse a los soldados jóvenes. Desde el siglo v a.C. la palabra aludía
específicamente a un adolescente u hombre imberbe, pero no a un niño. Los
modernos historiadores del arte han usado la palabra para referirse a este tipo
específico de estatua masculina desnuda desde los años 1890. Los kuroi eran también
conocidos comúnmente como apolos, pues se creía que todas las estatuas
representaban al dios.
De la época primitiva de este estilo se han hallado unas pequeñas estatuillas de
marfil, encontradas en el cementerio de dipilón (en el cerámico de Atenas).
Son figuras que se cree que representan diosas desnudas. La postura es basculante,
con las piernas muy dobladas. Los brazos enmarcan un tronco triangular, con las
palmas de las manos adosadas a la parte superior de los muslos. La cabeza tiene unos
grandes ojos muy expresivos.

Pragmático:
Los primeros kuroi estaban hechos de madera y no se han conservado, pero hacia
el siglo VII a.C, los griegos empezaron a tallar la piedra con herramientas de hierro y
empezaron a tallar kuroi de piedra, en particular de mármol de las islas Paros y
Samos.

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