Liquidos Reveladores
Liquidos Reveladores
Liquidos Reveladores
Ag+ + e- Ag = Ag
Cuando un compuesto químico, en este caso el revelador, cede un electrón para neutralizar un ion
positivo, se ha producido una reducción. Se dice entonces que el ion de plata se ha reducido a
plata metálica, y el compuesto químico responsable de ello se llama reductor. El término opuesto
a reducción es oxidación, una reacción en la cual se libera un electrón. Ambos procesos se
producen en forma simultanea.
El revelador contiene también un elemento preservador para controlar la oxidación producida por
el aire. El aire entra en contacto con los compuestos químicos durante su mezcla, manipulación y
almacenamiento. Entonces se dice que el revelador sufre una oxidación aérea. Al controlar este
efecto, el preservador mantiene una velocidad de revelado adecuada. El revelador ya preparado
sólo dura un par de semanas, de forma que para evitar la oxidación aérea es imprescindible que
los contenedores que se utilicen para guardar el revelador estén provistos de tapones herméticos.
La hidroquinona es particularmente sensible a la oxidación aérea. El revelador sin preparar dura
un año si se mantiene a temperatura ambiente. Es muy fácil saber cuando esta oxidado el
revelador, ya que el líquido adquiere una coloración rojiza. Si se añade un preservador, el
revelador sigue siendo transparente.
El preservador más corrientemente utilizado es el sulfito de sodio. Todos los reveladores que se
emplean en equipos de revelado automático contienen un endurecedor, por lo general
glutaraldehido. Si la película se hincha demasiado o se hace demasiado blanda, el sistema de
arrastre del equipo de revelado no podrá tirar de ella debido a las estrechas tolerancias de los
rodillos de transporte. El endurecedor controla el hinchado y el reblandecimiento de la emulsión.
La humedad de la película al salir del equipo de revelado automático indica que se ha agotado el
endurecedor. Se introducen quelatos, compuestos que contienen iones metálicos, como
antiespumantes, que permiten la formación de complejos estables con las impurezas de metales y
sales solubles que pueden existir en el revelador. El proceso de revelado no es perfecto, de forma
que algunos cristales que han sido expuestos pueden quedar sin revelar (sin reducir) y otros que
no lo han sido pueden ser revelados. Todo ello limita la calidad de la radiografía. El revelado
constituye básicamente un proceso químico.
Como toda reacción química, está controlado por tres parámetros físicos: tiempo, temperatura
(20ºc) y concentración del revelador. Si se incrementa el tiempo de revelado, aumenta el número
de cristales que se reducen y la cantidad de plata que se deposita en cada cristal. Este mismo
efecto se obtiene si se leva la temperatura del revelador. Si aumenta la concentración del
revelador, se incrementa su poder de penetración, lo que permite impregnar con mayor facilidad
los cristales, tanto expuestos como no expuestos. Los fabricantes de película radiográfica y de
líquidos de revelado han marcado cuidadosamente los valores óptimos de tiempo, temperatura y
concentración para que el revelado sea correcto. Si se siguen las recomendaciones del fabricante,
se obtendrán resultados óptimos en contraste, rapidez y velo.
FIJADO
Una vez concluido el proceso de revelado, se debe tratar la película para conseguir que la imagen
permanezca estable y no se vaya desvaneciendo con el paso del tiempo. En este proceso se
produce el fijado de la impresión a la película, y se dice que la película obtenida tiene calidad de
archivo. En una película con calidad de archivo la imagen está bien fijada, por lo tanto no se
deteriorará con el transcurrir del tiempo, sino que presentará siempre las características de
calidad iniciales.
Cuando se extrae la película del revelador, una parte del mismo queda pegada a la emulsión y
continua su acción reveladora. Si no se detiene el revelado, la película se velará. En el revelado
manual, el siguiente paso se conoce por baño de paro, debido a su finalidad primordial: neutralizar
los residuos de revelador presentes en la emulsión y detener su actividad. Al baño de paro se
añade ácido acético. Los equipos de revelado automático no utilizan baños de paro, ya que los
rodillos y el sistema de transporte de la película la exprimen y la limpian. Además, el fijador
contiene ácido acético que actúa también como baño de paro, si bien recibe el nombre de
activador, detiene la acción del revelador y neutraliza el pH de la emulsión. Cuando se habla del
fijador es frecuente utilizar los términos agente limpiador, hipo y tiosulfato de forma
intercambiable. El agente limpiador elimina de la emulsión los cristales de haluros de plata que no
han sido revelador ni expuestos. Se dice que limpian la emulsión, por lo que reciben el nombre de
agentes limpiadores. El tiosulfato de sodio es el que clásicamente se conoce como hipo. No
obstante, el agente limpiador más utilizado en los fijadores es el tiosulfato de amonio. Se utiliza el
término hipo-retención para referirse al hecho no deseado que la emulsión retenga una parte del
fijador. Este hipo excesivo se oxida lentamente, y la imagen tomará un color pardo con el
transcurso del tiempo. El fijador retenido en la emulsión se combina con la plata para producir
sulfuro de plata. El fijador contiene, además, un endurecedor. A medida que se elimina de la
emulsión el bromuro de plata que no ha sido reducido ni expuesto, la emulsión se contrae. El
endurecedor acelera el proceso de contracción, aumentando así la rigidez de la emulsión. La
finalidad del endurecedor es garantizar el correcto traslado de la película a la sección de lavado y
secado, permitiendo un secado rápido. Los compuestos químicos que se suelen utilizar como
endurecedores son el aluminato de potasio, el cloruro de aluminio y el aluminato de cromo. El
fijador contiene también un preservador con igual composición y propósito que el empleado en el
revelador. Como preservador se utiliza sulfito de sodio, necesario para mantener el equilibrio
químico debido al traspase del revelador y el fijador de un depósito a otro. La alcalinidad o acidez
(pH) del fijador debe mantenerse constante. Ello se consigue añadiendo al fijador un potenciador,
por lo común un acetato. De igual forma que los iones metálicos se extraían del revelador,
también deben eliminarse del fijador. Los iones de aluminio son responsables, en esta etapa, de la
mayoría de las impurezas. Para formar complejos estables de estos iones metálicos se utilizan
ácidos y sales de boro. El fijador emplea como disolvente agua potable.
Recirculación de la solución.
LAVADO
El siguiente paso del revelado consiste en eliminar todos los residuos químicos que puedan quedar
en la emulsión, en particular el hipo adherido a la superficie de la película. Para el lavado se utiliza
agua. Un lavado inadecuado producirá una excesiva retención de hipo, obteniéndose una imagen
que con el tiempo se desvanecerá, se tornará rojiza y tendrá, por lo común, una baja calidad de
archivo.
SECADO
El último paso del proceso consiste en secar la radiografía, lo cual se consigue insuflando aire
caliente por ambos lados de la película a medida que pasa por la cámara de secado. En el caso de
revelado manual, la totalidad del proceso requiere más de una hora. Casi todos los actuales
equipos de revelado automático son reveladores de 90 segundos. Este proceso, en las actuales
procesadoras automáticas, se consigue por medio de resistencias de infrarrojos cercanas a los
rodillos del tanque de secado y con la ayuda de pequeños ventiladores que hacen circular
corrientes de aire dentro del mismo.
Manchas Amarillas: Revelador o fijador viejos o en mal estado. Película mal enjuagada.
Marcas de destellos: Descargas eléctricas en la película debido a fricción, por ejemplo, cuando se
descarga un chasis demasiado deprisa.
Manchas Blancas: Abolladuras, manchas u otros fallos en las pantallas reforzadoras. Suciedad,
polvo, pelo, trozos de papel, etc, entre la película y las pantallas reforzadoras.
Gotas de fijador, revelador o de otro líquido áciso en la película antes del revelado. Burbujas de
aire en la película durante el revelado.
Presión excesiva en la película antes de ser revelada. Abolladuras en la película antes de ser
expuesta.