Capítulo 6 La Integral de Riemann
Capítulo 6 La Integral de Riemann
Capítulo 6 La Integral de Riemann
Universidad de Zaragoza
Capı́tulo 6
La integral de Riemann
Vamos a dar una definición precisa de la integral de una función definida en un intervalo. Este tiene
que ser un intervalo acotado y cerrado, es decir [a, b] con a < b ∈ R, y la definición que daremos
de integral sólo se aplica a funciones acotadas, y no a todas, sino a las funciones que llamaremos
integrables.
En el siguiente capı́tulo veremos cómo, en un sentido más amplio, podemos hablar de integrales
de funciones no acotadas o definidas en intervalos no acotados.
Seguiremos básicamente el desarrollo que puede verse, entre otros muchos textos, en [Ross,
cap. VI, pp. 184 y ss.] o en [Bartle-Sherbert, cap. 6, pp. 251 y ss.]. Como complemento puede con-
sultarse [Guzmán, cap. 12]. La evolución histórica de la integral está muy bien contada (sobre todo la
aportación de Newton y Leibniz) en [Durán]; de carácter más técnico es el libro [Grattan-Guinness].
El conjunto de las particiones de [a, b] lo expresaremos como P([a, b]). Una partición como la
indicada divide el intervalo [a, b] en n subintervalos [xi−1 , xi ], cada uno de longitud xi − xi−1 .
Definición 6.1.2 (sumas de Darboux). Sea f una función acotada definida en [a, b], y sea
P ∈ P([a, b]), P ≡ {a = x0 < x1 < x2 < . . . < xn−1 < xn = b}. Sean, para cada i = 1, . . . , n,
99
100 CAPÍTULO 6. LA INTEGRAL DE RIEMANN
Observación. Para cualquier P ∈ P([a, b]) tenemos que L(f, P ) ≤ U (f, P ), ya que mi ≤ Mi
para cada i. Ası́ mismo, poniendo M = sup{f (x) : x ∈ [a, b]}, m = inf{f (x) : x ∈ [a, b]}, se
deduce que m(b − a) ≤ L(f, P ) ≤ U (f, P ) ≤ M (b − a) cualquiera que sea la partición P (y
por consiguiente, tanto el conjunto de las sumas superiores como el de las sumas inferiores están
acotados, superiormente por M (b − a), inferiormente por m(b − a)).
Nota (relación entre la integral y la medida de áreas). Supongamos que f es una función
no negativa, y consideremos la región que delimita su gráfica con las rectas y = 0, x = a y x = b.
Si el área de dicha región es A, entonces
L(f, P ) ≤ A ≤ U (f, P ),
ya que las respectivas sumas son las áreas que obtenemos si cambiamos f en cada [xi−1 , xi ) por mi
o Mi , y los hemos definido de forma que mi ≤ f ≤ Mi (de hecho hemos tomado los valores más
ajustados que cumplen dichas desigualdades).
En la figura, la diferencia entre la suma superior y el área A es lo que mide la zona de color
amarillo (claro), y la diferencia entre A y la suma inferior es lo que mide la zona de color azul
(oscuro). Parece claro que si tomamos una partición suficientemente nutrida de puntos podemos
conseguir que estas zonas sean muy pequeñas, de forma que tanto la suma superior como la inferior
sean arbitrariamente próximas al área A.
Definición 6.1.3. Dada f acotada en [a, b], se define su integral inferior en [a, b] como
Notemos que, como consecuencia de la observación previa, la integral inferior y la superior son
valores reales perfectamente definidos para cualquier función acotada en un intervalo cerrado y
acotado. No es difı́cil adivinar que la integral inferior es siempre menor o igual que la superior,
pero la demostración de este hecho es menos trivial de lo que parece a simple vista. Para probarlo,
6.1. DEFINICIÓN (DE DARBOUX) DE LA INTEGRAL DE RIEMANN 101
necesitaremos un estudio más detallado de las sumas de Darboux, que posponemos al apartado
siguiente.
Z b Z b
Señalemos también que a menudo se emplea la notación f para la integral inferior y f
a a
para la integral superior.
Definición 6.1.4. Una función f acotada en [a, b] es integrable-Riemann en [a, b] (en el sentido
de Darboux), o simplemente integrable , si se cumple que
L(f ) = U (f ).
En tal caso, al valor común de dichas integrales se le llama la integral (de Riemann) de f en
Z b
[a, b], y se escribe f.
a
Z b
A veces es cómodo escribir la integral como f (x)dx, expresando la función mediante su
a
valor f (x) en la variable x. En tal caso, es indiferente la letra empleada: el mismo significado tiene
Z b Z b Z b
f (y)dy, f (z)dz, f (t)dt, etc.; todos estos sı́mbolos representan la integral de la función
a a a
f en el intervalo [a, b].
Ejemplos. (1) Integral de una función constante. Si f (x) = c para todo x ∈ [a, b] y P es la
partición trivial {a, b} resulta que L(f, P ) = c(b − a) = U (f, P ). Se comprueba fácilmente que lo
mismo sucede para cualquier otra partición, ası́ que la integral superior y la inferior coinciden con
c(b − a). Es decir,
Z b
c dx = c(b − a).
a
(2) Integral de la función identidad. Si f (x) = x para todo x ∈ [a, b], su integral superior y su
inferior coinciden con 21 (b2 − a2 ). Es decir,
Z b
1
x dx = (b2 − a2 ).
a 2
La comprobación de este resultado a partir de la definición de integral requiere más esfuerzo del
que cabe suponer (véanse en [Bartle-Sherbert, p. 257–258] los cálculos para a = 0, b = 1).
(3) Integral de la función cuadrado. Si f (x) = x2 para todo x ∈ [a, b], su integral superior y
su inferior coinciden con 31 (b3 − a3 ). Es decir,
Z b
1
x2 dx = (b3 − a3 ).
a 3
La obtención de esta fórmula es sorprendentemente complicada. Los detalles del cálculo pueden
verse en [Ross, p. 186] o [Bartle-Sherbert, p. 258].
Este ejemplo y el anterior ponen de manifiesto la necesidad de hallar procedimientos indirectos
de cálculo que permitan evaluar cómodamente al menos integrales de funciones tan sencillas como
estas. Veremos algunos más adelante.
(4) Hay funciones acotadas que no son integrables. Sea f : [0, 1] → R la dada por f (x) = 1
si x ∈ Q y f (x) = 0 si x ∈ / Q (función de Dirichlet). Por la densidad de los racionales y de los
irracionales, en cualquier intervalo [xi−1 , xi ], asociado a cualquier partición P , f toma los valores 0
y 1, luego resulta que U (f, P ) = 1 y L(f, P ) = 0. Por lo tanto la integral inferior vale 0 y la integral
superior vale 1. ¡La función de Dirichlet no es integrable-Riemann!
102 CAPÍTULO 6. LA INTEGRAL DE RIEMANN
Nota (¿la integral es el área?). Dada una función f acotada y no negativa, ya hemos visto que
L(f, P ) ≤ A ≤ U (f, P ) para cada partición P , si A es el área de la región que limita la gráfica de
f . Por tanto A es una cota superior del conjunto de las sumas inferiores y una cota inferior del
conjunto de las sumas superiores, y entonces
L(f ) ≤ A ≤ U (f ).
Z b
Si f es integrable los dos extremos de las desigualdades anteriores coinciden con f , ası́ que A
a 1
es igual a la integral de f .
Z b
f (x) dx
a
Pero hay que señalar un matiz importante: mientras que la integral es un concepto que hemos
definido rigurosamente, nos hemos valido de una noción intuitiva e “ingenua” de la medida de áreas.
y en consecuencia
U (f, Q) − L(f, Q) ≤ U (f, P ) − L(f, P ).
Demostración. Basta probarlo en el caso en que Q tiene un elemento más que P ; para el caso
general basta reiterar el razonamiento, añadiendo en cada paso un punto nuevo hasta obtener Q.
Ponemos entonces Q = P ∪ {c}, con P ≡ {a = x0 < x1 < x2 < . . . < xn−1 < xn = b} y
Q ≡ a = x0 < . . . < xk−1 < c < xk < . . . < xn = b. Se trata de probar que L(f, P ) ≤ L(f, Q) y
U (f, Q) ≤ U (f, P ).
Sean mi los ı́nfimos correspondientes a la partición P y sean α1 = inf{f (x); x ∈ [xk−1 , c]},
α2 = inf{f (x); x ∈ [c, xk ]}. Entonces, mk ≤ α1 , mk ≤ α2 .
Por lo tanto,
Análogamente, sean Mi los supremos correspondientes a P y sean β1 = sup{f (x); x ∈ [xk−1 , c]} y
β2 = sup{f (x); x ∈ [c, xk ]}. Entonces, Mk ≥ β1 , Mk ≥ β2 y
Lema 6.1.6. Sea f una función acotada en un intervalo cerrado y acotado [a, b]. Si P y Q son
particiones cualesquiera de [a, b], entonces
Teorema 6.1.7. Si f es una función acotada en [a, b], entonces su integral inferior es siempre
menor o igual que su integral superior:
L(f ) ≤ U (f ).
Por lo tanto,
L(f ) ≤ inf{U (f, Q); Q ∈ P([a, b])} = U (f ).
Z b
Demostración. Supongamos primero que f es integrable. Como f es el supremo de las sumas
Z b a
inferiores y el ı́nfimo de las sumas superiores, para ε > 0 resulta que ni f − ε/2 es cota superior
Z b a
de las primeras ni f + ε/2 es cota inferior de las segundas, ası́ que existen dos particiones P1 y
a
P2 tales que
Z b Z b
f − ε/2 < L(f, P1 ), U (f, P2 ) < f + ε/2.
a a
luego 0 ≤ U (f ) − L(f ) < ε, y si esto es ası́ para todo ε > 0 entonces U (f ) − L(f ) = 0.
Definición 6.1.9. Dada una partición P ∈ P([a, b]), su norma kP k es el máximo de {xi −xi−1 ; i =
1, . . . , n}.
La norma de una partición es la mayor distancia entre dos puntos consecutivos de la misma.
Gráficamente, se trata de la anchura máxima de los intervalos parciales [xi−1 , xi ]; controla la ‘hol-
gura’ de la partición, de modo que cuanto menor sea, más ‘tupida’ es la partición, sus puntos están
menos dispersos.
Observación. Podemos tomar particiones de norma arbitrariamente pequeña: para conseguir que
la norma sea menor que un δ > 0 prefijado, basta elegir un n tal que h = b−a
n < δ y tomar
Demostración. Supongamos que f es una función no decreciente en [a, b]. Entonces f está acotada
(inferiormente por f (a), superiormente por f (b)).
Dada P ≡ {a = x0 < x1 < x2 < . . . < xn−1 < xn = b}, la monotonı́a dice que, para cada i,
Por lo tanto,
n
X n
X
U (f, P ) − L(f, P ) = (Mi − mi )(xi − xi−1 ) = (f (xi ) − f (xi−1 ))(xi − xi−1 )
i=1 i=1
n
X
< kP k (f (xi ) − f (xi−1 )) = kP k(f (b) − f (a)).
i=1
6.1. DEFINICIÓN (DE DARBOUX) DE LA INTEGRAL DE RIEMANN 105
Ahora, dado ε > 0 basta tomar una partición P de modo que kP k(f (b) − f (a)) < ε para probar
que se cumple la condición de integrabilidad de Riemann.
Si f es no creciente la demostración es análoga.
Demostración. Sea f continua en [a, b]. Notemos que f es acotada por ser continua en el intervalo
cerrado y acotado [a, b], ası́ que tiene sentido considerar su integrabilidad. Además, el teorema de
Heine dice que es uniformemente continua en [a, b]. Dado ε > 0, existe por tanto un valor δ > 0 tal
ε
que |f (x) − f (y)| < b−a para cualesquiera x, y ∈ [a, b] tales que |x − y| < δ.
Sea P una partición tal que kP k < δ, P ≡ {a = x0 < x1 < x2 < . . . < xn−1 < xn = b}. Si Mi
y mi son los correspondientes supremos e ı́nfimos en cada [xi−1 , xi ], por el teorema de Weierstrass
podemos elegir ri , si en dicho intervalo con Mi = f (ri ) y mi = f (si ). Entonces |ri −si | ≤ xi −xi−1 <
ε
δ, ası́ que f (ri ) − f (si ) < b−a ,y
n
X n
X
U (f, P ) − L(f, P ) = Mi (xi − xi−1 ) − mi (xi − xi−1 )
i=1 i=1
n
X n
X
= (Mi − mi )(xi − xi−1 ) = (f (ri ) − f (si ))(xi − xi−1 )
i=1 i=1
n
ε X ε
< (xi − xi−1 ) = (b − a) = ε.
b−a b−a
i=1
Teorema 6.1.12. Una función f acotada en [a, b] es integrable si y sólo si para cada ε > 0 se
n
X
puede encontrar una sucesión (Jn ) de intervalos tal que lı́m long Jk < ε y el conjunto de puntos
n
k=1
de [a, b] en los que f es discontinua está contenido en ∪n Jn .
106 CAPÍTULO 6. LA INTEGRAL DE RIEMANN
Cuando se conozca la medida de Lebesgue, se verá que esto significa que el conjunto de puntos
de discontinuidad de f es de medida nula. Los conjuntos finitos quedan dentro de esta categorı́a;
también los conjuntos numerables, es decir, los conjuntos infinitos que pueden escribirse en forma
de sucesión, como N, Z o Q.
Demostración. Supongamos que f es integrable. Fijado ε > 0, sea P0 ∈ P([a, b]) tal que U (f, P0 ) −
L(f, P0 ) < ε/2, pongamos que P0 tiene n puntos y sea K > 0 tal que |f (x)| ≤ K para todo
x ∈ [a, b].
Sea P una partición de [a, b],
y tomemos Q = P0 ∪ P . Como máximo, Q tiene n − 2 puntos más que P , los de P0 \ {a, b}.
Supongamos que fuese Q = P ∪ {c}, con tj−1 < c < tj . Entonces serı́a
donde Mj , α1 y α2 son los supremos de los valores de f en [tj−1 , tj ], [tj−1 , c] y [c, tj ] respectivamente.
Como |Mj | ≤ K, |α1 | ≤ K, |α2 | ≤ K y 0 < tj − tj−1 ≤ kP k, deducimos que
Reiterando lo anterior (añadiendo cada vez un punto hasta obtener Q) es fácil ver que en general
tendremos
U (f, P ) − U (f, Q) ≤ 2(n − 2)KkP k < 2nKkP k,
y análogamente se ve que
L(f, Q) − L(f, P ) < 2nKkP k.
También tenemos que U (f, Q) − L(f, Q) < ε/2, porque Q es más fina que P0 . Por lo tanto,
Definición 6.1.14. Dada una partición P ≡ {a = x0 < x1 < x2 < . . . < xn−1 < xn = b} y una
función f definida en [a, b], para cada elección de valores si ∈ [xi−1 , xi ] se dice que
n
X
S= f (si )(xi − xi−1 )
i=1
Teorema 6.2.2. Sean f y g funciones integrables en [a, b] y sea α un número real. Entonces
Z b Z b
(a) αf es integrable y (αf ) = α f.
aZ a Z
b b Z b
(b) f + g es integrable y (f + g) = f+ g.
a a a
Demostración. (a) Notemos primero que f es acotada, y entonces αf también lo es.
Si α = 0 el resultado es inmediato. Si α > 0, para cada partición P de [a, b] se obtiene, usando
la parte (b) del lema anterior, que U (αf, P ) = αU (f, P ) y L(αf, P ) = αL(f, P ). Por la misma
razón, se deduce que
Z b
U (αf ) = αU (f ) = α f,
a
Z b
L(αf ) = αL(f ) = α f,
a
Z b Z b
luego αf es integrable y (αf ) = α f.
a a
Para ver que −f es integrable (α = −1) utilizamos la parte (a) del Lema: resulta que, para
cualquier P , U (−f, P ) = −L(f, P ) y L(−f, P ) = −U (f, P ), luego
Z b
U (−f ) = −L(f ) = − f,
a
Z b
L(−f ) = −U (f ) = − f.
a
Por último, si α es cualquier valor negativo lo reducimos a los casos anteriores: αf = −|α|f es
integrable, con integral igual a
Z b Z b Z b
− (|α|f ) = −|α| f =α f.
a a a
6.2. PROPIEDADES BÁSICAS DE LA INTEGRAL DE RIEMANN 109
(b) Notemos primero que f + g está acotada, porque f y g lo están. Dado A ⊆ [a, b], para cada
t ∈ A tenemos que
luego
sup{f (t) + g(t); t ∈ A} ≤ sup{f (t); t ∈ A} + sup{g(t); t ∈ A}
y análogamente
Cuando tomamos como A los subintervalos [xi−1 , xi ] que define una partición P ∈ P([a, b]), se sigue
que
U (f + g, P ) ≤ U (f, P ) + U (g, P ),
L(f, P ) + L(g, P ) ≤ L(f + g, P ).
Dado ε > 0, podemos tomar dos particiones P1 y P2 tales que U (f, P1 )−L(f, P1 ) < ε/2 y U (g, P2 )−
L(g, P2 ) < ε/2. Si P = P1 ∪ P2 , también U (f, P ) − L(f, P ) < ε/2 y U (g, P ) − L(g, P ) < ε/2, y lo
anterior dice que U (f + g, P ) − L(f + g, P ) < ε. Por el criterio de integrabilidad, f + g es integrable.
Además tenemos que
Z b Z b Z b Z b
f+ g−ε= f − ε/2 + g − ε/2 < L(f, P ) + L(g, P )
a a a a
Z b
≤ L(f + g, P ) ≤ (f + g) ≤ U (f + g, P )
a
Z b Z b
≤ U (f, P ) + U (g, P ) < f + ε/2 + g + ε/2
a a
Z b Z b
= f+ g + ε.
a a
Rb Rb Rb Rb Rb
Es decir, para cualquier ε > 0 resulta que a f+ a g−ε < a (f + g) < a f+ a g + ε, y entonces
Rb Rb Rb
a (f + g) = a f + a g.
Nota. El teorema que acabamos de probar dice que el conjunto R([a, b]) formado por todas las
funciones integrables en [a, b] es un espacio vectorial, y que la aplicación R([a, b]) −→ R dada por
Rb
f 7→ a f es lineal.
Entonces Z b Z b
f≤ g.
a a
Demostración. Como f es integrable, está acotada. Y por lo tanto, la función |f | también está aco-
tada. Dada una partición
tenemos que
n
X
U (f, P ) − L(f, P ) = (Mi − mi )(xi − xi−1 ),
i=1
Xn
U (|f |, P ) − L(|f |, P ) = (Mi0 − m0i )(xi − xi−1 ),
i=1
sup{f (t); t ∈ [xi−1 , xi ]} − inf{f (t); t ∈ [xi−1 , xi ]} = sup{|f (t) − f (s)|; s, t ∈ [xi−1 , xi ]},
y análogamente
Mi0 − m0i = sup{|f (t)| − |f (s)|; s, t ∈ [xi−1 , xi ]}.
Como para cada t y s la desigualdad triangular inversa dice que |f (t)| − |f (s)| ≤ |f (t) − f (s)|,
resulta que Mi0 −m0i ≤ Mi −mi para cada i, y por tanto que U (|f |, P )−L(|f |, P ) ≤ U (f, P )−L(f, P )
para toda P . Por el criterio de integrabilidad resulta que si f integrable también lo es |f |.
Rb Rb
Ahora, como f ≤ |f | y −f ≤ |f |, por los teoremas previos tenemos que a f ≤ a |f | y
Rb Rb Rb
a (−f ) = − a f ≤ a |f |, luego
Z b n Z b Z b o Z b
f = máx f, − f ≤ |f |.
a a a a
En cierto sentido, este resultado puede verse como una generalización de la desigualdad trian-
gular, cambiando sumas por integrales. Pronto iremos comprobando que es tan útil como la propia
desigualdad triangular.
Corolario 6.2.5. Sean f y g funciones integrables en [a, b]. Entonces las funciones máx(f, g),
mı́n(f, g) son también integrables en [a, b].
Demostración. (a) f está acotada, ası́ que existe K > 0 tal que |f (x)| < K para todo x ∈ [a, b].
Entonces 0 ≤ f (x)2 ≤ K 2 para todo x, luego f 2 también está acotada. Dado ε > 0, sea P ∈ P(I)
ε
tal que U (f, P ) − L(f, P ) < 2K . Si P ≡ {a = x0 < x1 < x2 P < . . . < xn−1 < xn = b}, entonces,
como en el teorema anterior, resulta que U (f, P ) − L(f, P ) = ni=1 ri (xi − xi−1 ), donde
y análogamente U (f 2 , P ) − L(f 2 , P ) = 0
P
i ri (xi − xi−1 ), donde
|f 2 (t) − f 2 (s)| = |f (t) + f (s)| · |f (t) − f (s)| ≤ (|f (t)| + |f (s)|)|f (t) − f (s)|
≤ 2K|f (t) − f (s)|,
resulta que ri0 ≤ 2Kri para cada i, y por tanto que U (f 2 , P )−L(f 2 , P ) ≤ 2K U (f, P )−L(f, P ) < ε,
Observación. Los dos últimos teoremas no admiten recı́proco: una función f puede ser no inte-
grable pese a que |f | y f · f = f 2 sı́ lo sean. Como ejemplo podemos tomar, en I = [0, 1], la función
dada por f (x) = 1 si x ∈ Q y f (x) = −1 si x ∈ / Q, de forma que f 2 = |f | = 1.
(b) =⇒ (a). Como f es integrable en [a, c] y en [c, b], en particular f está acotada en [a, c] y en
[c, b]: en consecuencia, f está acotada en [a, b].
Ası́ mismo, usando la condición de Riemann, la integrabilidad de f garantiza que para todo
ε > 0 existen una partición Pac de [a, c] y una partición Pcb de [c, b] tales que
ε ε
U (f, Pac ) − L(f, Pac ) < , U (f, Pcb ) − L(f, Pcb ) < .
2 2
Considerando ahora la partición Pab de [a, b] obtenida al tomar todos los puntos de Pac y los de Pcb ,
se sigue directamente aplicando la definición que
U (f, Pab ) = U (f, Pac ) + U (f, Pcb ), L(f, Pab ) = L(f, Pac ) + L(f, Pcb ),
112 CAPÍTULO 6. LA INTEGRAL DE RIEMANN
[(a) =⇒ (b)] Si f es integrable, para cada ε > 0 existirá una partición Qba del intervalo [a, b] tal que
Sea Pab la partición de [a, b] obtenida al añadir a Qba el punto c (si es que no figura ya en Qba ), y
descompongamos Pab en sendas particiones Pac y Pcb de [a, c] y de [c, b], respectivamente. Se tiene
U (f, Pac ) − L(f, Pac ) + U (f, Pcb ) − L(f, Pcb ) = U (f, Pab ) − L(f, Pab ) ≤ U (f, Qba ) − L(f, Qba ) < ε,
y como U (f, Pac ) − L(f, Pac ) y U (f, Pcb ) − L(f, Pcb ) son no negativos, cada uno de ellos será menor
o igual que su suma, por lo que
U (f, Pac ) − L(f, Pac ) < ε, U (f, Pcb ) − L(f, Pcb ) < ε,
Corolario 6.2.8. Sea f : [a, b] → R acotada, y sean a = c0 < c1 < c2 < . . . < cn = b. Se cumple
que f es integrable en [a, b] si y sólo si lo es en [ci−1 , ci ] para cada i = 1, . . . , n, y en tal caso
Z b n Z
X ci
f= f.
a i=1 ci−1
6.2. PROPIEDADES BÁSICAS DE LA INTEGRAL DE RIEMANN 113
El siguiente resultado permite ampliar ligeramente la noción de integral y dar ejemplos adicio-
nales de funciones integrables.
Lema 6.2.9. Sean f y g dos funciones definidas en un intervalo cerrado y acotado [a, b] que
coinciden excepto posiblemente en a y b, es decir, tales que
Demostración. Basta probar que la función h = f −g es una función integrable en [a, b] con integral
nula. Ahora bien: h se anula en (a, b), por lo que para cada partición P ≡ {t0 = a < t1 < · · · <
tn−1 < tn = b} será
Corolario 6.2.10. Sea g una función integrable en [a, b], y sea f una función igual a g excepto en
Rb Rb
un conjunto finito de puntos de [a, b]. Entonces f es integrable, y a f = a g.
Demostración. Por inducción sobre el número de puntos, con ayuda del Lema.
Por ejemplo, la función del dibujo que ilustraba las sumas de Darboux no es continua ni monóto-
na, pero sı́ continua a trozos y monótona a trozos.
Teorema 6.2.12. Si f es un función continua a trozos o una función acotada y monótona a trozos
en [a, b], entonces f es integrable en [a, b].
Demostración. Si f es continua a trozos y ti son como en la definición, para cada i existe una
extensión continua (y por tanto integrable) de f (t ,t ) al intervalo [ti−1 , ti ], que coincide con f
i−1 i
en (ti−1 , ti ), luego f es integrable en [ti−1 , ti ] por el lema anterior. Por el Corolario 6.2.8, como lo
anterior es cierto para cada i = 1, . . . , n resulta que f es integrable en [a, b].
114 CAPÍTULO 6. LA INTEGRAL DE RIEMANN
m ≤ f (x) ≤ M.
Entonces el número Z b
1
f,
b−a a
denominado promedio integral de f en [a, b], está en [m, M ], es decir
Z b
1
m≤ f ≤ M.
b−a a
Corolario 6.2.14. Sea f una función continua (y por tanto integrable) en el intervalo cerrado y
acotado [a, b]. Existe entonces al menos un punto x0 ∈ [a, b] tal que
Z b
1
f = f (x0 ).
b−a a
Demostración. Por el teorema de Weierstrass el conjunto {f (x); x ∈ [a, b]} tiene mı́nimo y máximo,
a los que llamamos m y M respectivamente. Se cumple ası́ que
Z b Z b Z b
m(b − a) = m≤ f≤ M = M (b − a).
a a a
Es decir,
Z b
1
m≤ f ≤ M.
b−a a
Por el teorema de los valores intermedios, existe x0 ∈ [a, b] en el que f toma dicho valor entre m y
1
Rb
M , y ası́ f (x0 ) = b−a a f.
Aplicación (estimaciones de π). Mediante la regla de Barrow (que veremos más adelante)
calculamos la integral
Z √3/3 √
1 3 π
2
dx = arc tg = .
0 1+x 3 6
√ √
Por el teorema de la media, dicha integral es igual a 33 · 1+t
1
2 para algún t ∈ [0, 3/3]. Para dichos
h√ √ i
3 3
valores de t se cumple 43 ≤ 1+t
1 π
2 ≤ 1, ası́ que 6 ∈ 4 , 3 , y demostramos que
h3√ √ i
π∈ 3, 2 3 .
2
6.2. PROPIEDADES BÁSICAS DE LA INTEGRAL DE RIEMANN 115
Este ejemplo ilustra que el teorema de la media (versión ‘integrando continuo’) puede mirar-
se como una lectura inversa del teorema del valor medio del cálculo diferencial (teorema de los
incrementos finitos). De hecho, otra demostración
Rx del corolario consiste en aplicar dicho teorema
a la función dada en [a, b] por F (x) = a f , que es derivable con derivada igual a f (x) (según
probaremos en el siguiente apartado).
Teorema 6.2.15. Sea f una función integrable en el intervalo cerrado y acotado [a, b], sea g una
función no negativa integrable en el intervalo cerrado y acotado [a, b] y sean m, M tales que para
todo x ∈ [a, b] se cumple
m ≤ f (x) ≤ M.
Entonces existe µ ∈ [m, M ] tal que
Z b Z b
fg = µ g
a a
(el número µ es una especie de “promedio ponderado” de f respecto a la “densidad de masa” g).
Demostración. Puesto que g ≥ 0, se verifica
mg ≤ f g ≤ M g.
Corolario 6.2.16. Sea f una función continua (y por tanto integrable) en el intervalo cerrado y
acotado [a, b] y sea g una función no negativa integrable en [a, b]. Existe entonces al menos un
punto x0 ∈ [a, b] tal que
Z b Z b
f g = f (x0 ) g.
a a
Proposición 6.2.17 (segundo teorema de la media del cálculo integral). Sean f y g fun-
ciones integrables en un intervalo cerrado y acotado [a, b].
(a) Si g ≥ 0 y es no creciente, existe x0 ∈ [a, b] tal que
Z b Z x0
f g = g(a) f.
a a
se deduce que
L(f, P ) ≤ g(b) − g(a) ≤ U (f, P ).
Como esto es cierto para cualquier partición P , tomando supremos e ı́nfimos resulta que
La regla de Barrow nos dice cómo calcular la integral de una función f integrable entre a y b:
si g es continua en [a, b] y es una primitiva de f en (a, b), entonces
Z b x=b
f (x) dx = g(b) − g(a), lo que suele escribirse como g(x) .
a x=a
Ejemplo. La función arc sen es continua, luego integrable,√en el intervalo [0, 1]. Calculando por
partes una primitiva, encontramos la función x arc sen x + 1 − x2 , continua en [0, 1] y derivable
claramente en el intervalo [0, 1), con derivada arc sen x en ese intervalo; menos claro es lo que sucede
en el punto 1, pero según el teorema anterior no necesitamos saberlo para garantizar que
Z 1 h p i h p i π
arc sen x dx = 1 · arc sen 1 + 1 − 12 − 0 · arc sen 0 + 1 − 02 = − 1.
0 2
Si aplicamos la regla de Barrow para calcular una integral, puede ser conveniente utilizar los
resultados empleados en el cálculo de primitivas, como el teorema de integración por partes que
acabamos de citar o el teorema de cambio de variable. Ambos tienen su versión para integrales.
Vemos primero la de integración por partes:
6.3. TEOREMAS FUNDAMENTALES DEL CÁLCULO INTEGRAL 117
Teorema 6.3.2 (integración por partes). Si u y v son funciones continuas en [a, b] derivables
en (a, b) y sus derivadas u0 y v 0 son integrables en [a, b], entonces
Z b Z b
0
u v = u(b)v(b) − u(a)v(a) − u0 v.
a a
Demostración. Notemos que u0 v y uv 0 son integrables porque lo son u0 , v 0 (estas por hipótesis) y
también u y v (porque son continuas). Entonces también es integrable (uv)0 = u0 v + uv 0 , y por la
regla de Barrow
Z b Z b Z b
0 0
uv + uv= (uv)0 = u(b)v(b) − u(a)v(a),
a a a
Probémoslo por inducción sobre n. Primero vemos que la fórmula es válida para n = 0 y cualquier
m, usando la regla de Barrow:
1
xm+1 x=1
Z
1 m! 0!
xm dx = = = .
m + 1 x=0 m + 1 (m + 0 + 1)!
0
n (m + 1)! (n − 1)! m! n!
· = .
m+1 (m + 1) + (n − 1) + 1 ! (m + n + 1)!
Corolario 6.3.3 (fórmula de Taylor con resto integral). Sea I un intervalo, c un punto de
I, f una función definida en I, n ∈ N. Supongamos que f es derivable en I hasta el orden n y que
f (n) es continua en I. Entonces para cada x ∈ I es
Teorema 6.3.4 (segundo teorema fundamental del cálculo integral). Sea f una función
integrable en [a, b]. Definamos F : [a, b] → R mediante
Z x
F (x) = f.
a
Entonces
F 0 (x0 ) = f (x0 ).
Demostración. (a) La función f es integrable, ası́ que está acotada; sea K > 0 tal que |f (x)| ≤ K
para todo x ∈ [a, b]. Veamos que para cada x, y ∈ [a, b], |F (x) − F (y)| ≤ K|x − y|.
Si x = y, no hay nada que probar. Si no, podemos suponer que x > y, por ejemplo. Entonces,
Z x Z y Z x Z x
|F (x) − F (y)| = f (t) dt − f (t) dt = f (t) dt ≤ |f (t)| dt ≤ K|x − y|,
a a y y
6.3. TEOREMAS FUNDAMENTALES DEL CÁLCULO INTEGRAL 119
como querı́amos probar. Ahora, dado ε > 0, tenemos: para cada x, y ∈ [a, b] con |x − y| < ε/K, se
cumple que |F (x) − F (y)| < ε. Es decir, la función F es continua en [a, b] (de hecho hemos probado
que es uniformemente continua).
(b) Supongamos que f es continua en algún x0 ∈ [a, b]. Se trata de probar que
F (x0 + h) − F (x0 )
lı́m = f (x0 ).
h→0 h
Tanto si h > 0 como si h < 0,
Z x0 +h Z x0 Z x0 +h
F (x0 + h) − F (x0 ) = f (t) dt − f (t) dt = f (t) dt,
a a x0
luego
x0 +h x0 +h x0 +h
F (x0 + h) − F (x0 )
Z Z Z
1 1 1
− f (x0 ) = f (t) dt − f (x0 ) dt = [f (t) − f (x0 )] dt.
h h x0 h x0 h x0
Entonces,
1 x0 +h
Z
F (x0 + h) − F (x0 )
− f (x0 ) =
[f (t) − f (x0 )] dt .
h |h| x0
Sea ε > 0. Como f es continua en x0 , existe algún δ > 0 tal que |f (t) − f (x0 )| < ε, si |t − x0 | < δ.
Sea ahora |h| < δ. Si h > 0, entonces
1 x0 +h 1 x0 +h
Z
F (x0 + h) − F (x0 )
Z
− f (x )
0
= [f (t) − f (x0 )] dt ≤ ε dt = ε;
h h x0 h
x0
y si h < 0,
1 x0
Z Z x0
F (x0 + h) − F (x0 ) 1
− f (x0 ) =
[f (t) − f (x0 )] dt ≤
ε dt = ε.
h −h x0 +h −h x0 +h
En resumen,
F (x0 + h) − F (x0 )
− f (x0 ) ≤ ε,
h
si |h| < δ. Hemos probado que, en efecto,
F (x0 + h) − F (x0 )
lı́m = f (x0 ).
h→0 h
Teorema 6.3.5. Sea f una función definida en un intervalo no trivial I cualquiera, que sea inte-
grable en cualquier intervalo cerrado y acotado contenido en I. Fijado un punto a ∈ I, definamos
Z x
F : x ∈ I → F (x) = f ∈ R.
a
Entonces
F 0 (x0 ) = f (x0 ).
120 CAPÍTULO 6. LA INTEGRAL DE RIEMANN
para algún b ∈ I, b > a. Y para los puntos a la izquierda de a, basta considerar la función
Z x
G(x) = f, x ∈ [b, a],
b
Corolario 6.3.6. Toda función f continua en un intervalo no trivial I cualquiera admite una
primitiva en dicho intervalo.
Demostración. Basta observar que, por ser continua, f es integrable en cada intervalo cerrado y
acotado contenido en I, y si fijamos un punto a ∈ I y consideramos la función
Z x
F : x ∈ I → F (x) = f ∈ R,
a
Aplicación. Podemos construir la función logarı́tmica como la primitiva de la función 1/x que
se anula para x = 1 (ver Apéndice.)
Corolario 6.3.7. Sea f una función definida en un intervalo no trivial I cualquiera, integrable en
cualquier intervalo cerrado y acotado contenido en I y sea α : J → I derivable en x0 ∈ J. Dado
a ∈ I, sea G : J → R la función dada por
Z α(x)
G(x) = f.
a
Z x
Demostración. Si definimos F en J como F (x) = f , x ∈ J, entonces G = F ◦ α, y por la regla
a
de derivación de las funciones compuestas y el teorema fundamental del cálculo integral, resulta
que
G0 (x0 ) = α0 (x0 )F 0 α(x0 ) = α0 (x0 )f α(x0 ) .
Z 2x
2
Ejemplo. Sea F : [0, +∞) → R dada por F (x) = e−t dt. Nos proponemos hallar sus extremos
x
relativos y absolutos y sus puntos de inflexión.
2
No podemos expresar una primitiva de e−t como combinación de funciones elementales, y
entonces no podemos aplicar la regla de Barrow para calcular la integral y obtener otra expresión
de F . Pero sı́ que podemos obtener una expresión manejable de la derivada de F , gracias al teorema
2
fundamental del cálculo integral y al corolario anterior, que podemos aplicar porque e−t es continua
y 2x es derivable. Z
2x Z x
2 2
Como F (x) = e−t dt − e−t dt, resulta que para cualquier x ≥ 0,
0 0
2 2 2 2 2 2
F 0 (x) = 2e−4x − e−x = e−x (2e−3x − 1) = e−x (elog 2−3x − 1).
6.3. TEOREMAS FUNDAMENTALES DEL CÁLCULO INTEGRAL 121
Teorema 6.3.8 (cambio de variable). Sea u una función derivable en un intervalo abierto J tal
que u0 es continua y sea I un intervalo abierto tal que u(J) ⊆ I. Si f es continua en I, entonces
f ◦ u es continua en J y
Z b Z u(b)
f (u(x))u0 (x) dx = f (t) dt
a u(a)
para cualesquiera a, b ∈ J.
Demostración. Sea F una primitiva de f en I. Entonces (F ◦ u)0 = (f ◦ u) u0 , y como f y (f ◦ u) u0
son integrables en intervalos cerrados y acotados (porque son continuas), por la regla de Barrow
resulta que
Z u(b) Z b
f = F (u(b)) − F (u(a)) = (F ◦ u)(b) − (F ◦ u)(a) = (f ◦ u) u0 .
u(a) a
√
Z 3 p
Ejemplo. Calculemos el valor de √ 4 − x2 dx.
− 3
Ponemos
√ √ √
Z 3 Z 3 Z 3
p p p 1
√ 4 − x2 dx = √
2
2 1 − (x/2) dx = √ 4 1 − (x/2)2 dx
− 3 − 3 − 3 2
√ √
3/2 3/2
1 − t2
Z Z
t=x/2 p
= 2
4 1 − t dt = 4 √ dt
√ √
− 3/2 − 3/2 1 − t2
√
3/2
1 − sen2 (arc sen t)
Z
= √ 4 √ dt
− 3/2 1 − t2
Z π/3 Z π/3
u=arc sen t 2
= 4(1 − sen u) du = 4 cos2 u du
−π/3 −π/3
Z π/3 u=π/3
= 2(1 + cos 2u) du = (2u + sen 2u)
−π/3 u=−π/3
4π √
= + 3.
3
122 CAPÍTULO 6. LA INTEGRAL DE RIEMANN
f =− f.
−a 0
Tomando a > 1, como L(a) > L(1) = 0, se deduce que L no está acotada superiormente; tomando
a < 1, como L(a) < L(1) = 0, se deduce que L no está acotada inferiormente.
Con esta información es suficiente para comprobar que su gráfica tiene la forma que ya conoce-
mos (complétese el estudio de la función de la manera habitual). En cuanto a la propiedad esencial
del logaritmo de transformar productos en sumas, tenemos:
Observación. También puede darse otra demostración usando sólo el valor de la derivada: fijado
arbitrariamente y > 0, sea fy la función dada por fy (x) = L(xy). Entonces
1 1
fy0 (x) = y · L0 (xy) = y · = = L0 (x)
xy x
para todo x, luego fy (x) = L(x) + C, para cierta constante C, en todo x > 0. Si tomamos x = 1
vemos que C = L(y).
n
Ejercicio. La sucesión 1 + n1 es convergente, y denotando su lı́mite por e, resulta L(e) = 1. En
efecto:
1 n L 1 + n1 − L(1)
1 1
L 1+ = nL 1 + = → L0 (1) = = 1,
n n 1/n 1
y la función inversa de L es continua por ser L creciente y continua.
Es fácil, igualmente, obtener las equivalencias conocidas y el desarrollo de Taylor-Maclaurin
para el logaritmo de 1 + x. Lo dejamos como ejercicio para el lector.
Por último, la función inversa L−1 : R → (0, +∞), tiene todas las propiedades admitidas
para la función ex , de modo que tenemos aquı́ una manera de introducir rigurosamente la función
exponencial.
b) e0 = 1.
1
c) Para cada x ∈ R, = e−x y, en particular, ex 6= 0.
ex
d) Dados x, y ∈ R, ex+y = ex · ey .
n
e) Dados n ∈ N y x ∈ R, enx es el producto de n factores iguales a ex : enx = ex · · · ex .
h) Se tiene
lı́m ex = +∞, lı́m ex = 0.
x→+∞ x→−∞
la derivada de la función exp es ella misma, luego resulta indefinidamente derivable (igual a
todas sus derivadas sucesivas).
b) Obvio.
ex+y · ex − ex+y · ex
f 0 (x) = = 0,
(ex )2
e = e1 > e0 = 1,
luego lı́m en = +∞. Nuevamente por la monotonı́a de la función exponencial, esto basta para
n
probar que
lı́m ex = +∞.
x→+∞
Finalmente,
1
lı́m ex = lı́m e−y = lı́m = 0.
x→−∞ y→+∞ y→+∞ ey
Del teorema de los valores intermedios (Darboux) se sigue que la función exponencial aplica
R sobre (0, +∞).
Obsérvese que, según la exposición anterior, todas las propiedades básicas de la función expo-
nencial se deducen realmente de a) y b), que en este sentido pueden ser consideradas sus propiedades
“fundamentales”.
Bibliografı́a
[Durán] Durán, A. J.: Historia, con personajes, de los conceptos del cálculo. Alian-
za, Madrid, 1996. Citado en la(s) página(s) 99