Poetas Argentinas Contemporaneas
Poetas Argentinas Contemporaneas
Poetas Argentinas Contemporaneas
GRISELDA GARCÍA
No mamá
2.
me habían dicho que la ciudad
sería mía un día y aunque
no entendía bien qué era lo que
eso podría querer decir vagamente
me imaginaba
que podría caminar
por todas partes sin miedo y
sin perderme
que la ciudad estaría ahí
con una respuesta pronta
para aplacar cada deseo que surgiera
que la ciudad se desplegaría ante
mis ojos mis manos mis piernas
como un libro troquelado
lleno de colores y música e incitaciones sutiles
un juego sofisticado o un
pasatiempo a medias erudito a la vez
mapa diccionario palabras
cruzadas y algo así como un
caleidoscopio amable
después pasaron los años y ahora
que la ciudad es mía
sé lo que mío quiere decir:
en esta esquina el primer beso
y en la otra cuadra una palabra de adiós
allá al norte la muerte de mi padre
en un lugar público y poblado de curiosos asistiendo
mórbidos y morbosos a sus estertores
ahogados al sur
el departamento que me gustó y no llegué a comprar
la iglesia a la que iba cuando creía
que el mundo podía ser mejor
y la casa de las mellizas donde se hacían las fiestas
y el gordito más piadoso nos hizo creer a todas
que éramos la elegida
el camino al aeropuerto y al exilio de un hermano
que se volvió extranjero en el centro
la casa de la infancia un mausoleo
de horror y recuerdos que evito minuciosamente
transitar al oeste la casa que construí
con un compañero que se fue y se llevó su mitad y muy
muy al este la casa del hombre al que más quise donde vive
con su mujer y sus hijos
mía esta ciudad
tan mía que quisiera
irme a un lugar
donde nadie me conozca donde nadie
hable mi lengua
para volver a
creer amar cuidar confiar construir
habitar una ciudad pero
esta sí
que permanezca
si hay dios
para siempre
extranjera.
Norma Etcheverry
INSECTOS I
INSECTOS II
Sentada al sol
miro mi casa desde fuera de mi casa
la música del auto me envuelve lentamente
todo se detiene
y por un instante
reparo en el cable del teléfono.
Recortado en el fondo de este cielo
me impresiona pensar que todos estos años
ha sido el mismo cable.
Toda esta vida en esta casa
con ese mismo cable negro
péndulo apenas
mecido por los vientos
reseco al sol
lluvia tras lluvia
sobre el mismo objeto mudo
que estuvo allí permaneciendo cada día
cada noche
cada año de todos estos años y tantas voces
tantas conversaciones
tantas historias o fragmentos
de historias
que entraron y salieron
toda la vida y toda la muerte toda
pasando por allí.
Como un cordón umbilical que alimentara
de palabras al mundo.
Sé que pude
en el minúsculo soplo de la letra
despedirme con ojos, con palabras
con de-terminaciones
con silencios
Pronto
sería el verano.
ya sé
ya sé que no.
que no tengo pareja
casa familia auto
ni plata en el colchón
ni vacaciones de semana santa
ni creo en dios
ni voté nunca al que ganó.
ni siquiera me gustan
el fernet con coca
el whisky doble o la tapita negra.
soy del tipo de gente
que deja caminar
a una cucaracha sobre la espalda
años sin matarla, años mirándola
crecer convertirse
en una cucaracha mayor
sin aniquilarla.
ya sé que el raid
no sirve para el amor.
Josefina Saffioti (Buenos Aires, 1983), Mundo lego. Ediciones En Danza. Buenos Aires. 2015.
ROXANA PÁEZ
Después de la inundación
vino el recuento de lo perdido. Tu hijo está vivo.
Podés nomás ir a trabajar.
Hace siete horas se conectó al libro de las caras.
¡Enjambres!
No son abejas, ni moscardones. Ni las moscas
de la mierda de tan real
tan alegórica.
Hay barro.
Después de destilar
su aniversario de guerra vuelve
el sol alegremente
y las partículas de los rayos
se amotinan en cada agujero.
BIDASSOA
MIRTA ROSENBERG
Yo
en la entrevista oscuridad
del túnel, adelante, dio a pensar
-haciendo de virtud verdad- que esa cabeza
era todo el acontecimiento de la luz.
De El paisaje interior
Mirta Rosenberg nació el 7 de octubre de 1951 en la ciudad de Rosario, Santa Fe. Es poeta y traductora. Es miembro
fundador del periódico trimestral Diario de Poesía. Ha publicado los libros de poemas “Pasajes”, “Madam”, “Teoría
sentimental”, “El arte de perder”, “Poemas” y “El árbol de palabras”. Como traductora, ha publicado poemas de Katherine
Mansfield, Emily Dickinson, Anne Sexton, Dereck Walcott, Marianne Moore, W.H. Auden, Seamus Heaney, entre otros.
Recibió la Beca Guggenheim (2003) y el Premio Konex Diploma al Mérito (2004).
MERCEDES ROFFÉ
Situación para romper un hechizo
Acuéstate
—boca arriba
como si fueras a morir
o a darte a luz.
Remonta
la cuesta de los años
en lo oscuro.
Llega al umbral
traspásalo / sumérgete
en la honda, estrecha, escala del olvido.
¿Te reconoces?
Continúa.
Sí, reconoces ahora el camino
que te ha traído hasta aquí.
Su nitidez lo delata
—un sueño azul que se proyecta en la pantalla azul del tiempo
y va cobrando sentido.
¿Te ves?
Pregúntale por qué y acéptala
—cualquiera sea la respuesta
Intentará retenerte
volver a responder lo que ya sabes
lo que ya le has oído
quizás de otra manera.
Baja los ojos y crea
—con la mirada sólo—
un reguero en el suelo
un surco de tierra húmeda y cenizas.
Vuelve a tu cuerpo
¿sientes? un dolor en el vientre o en el pecho
como si algo de ti te hubiese sido arrancado
te anuncia que has vencido.
El dolor se irá
tú quedarás contigo.
De La ópera Fantasma
Mercedes Roffé: (Buenos Aires, 1954) Entre sus libros de poesía se destacan El tapiz (1983), Cámara baja (1987),
Memorial de agravios (2002), La ópera fantasma (2006), Las linternas flotantes (2009). Recibió, entre otras distinciones la
beca Guggenheim (2001). Desde 1998 dirige Ediciones Penn Press. Tradujo a Leonard Schwartz, Adrienne Rich, y
Jerome Rothenberg entre otros. Actualmente vive en Nueva York.
Sonia Scarabelli
Tranquilidad de hablar
El monólogo
Sonia Scarabelli (Rosario, 1968), El arte de silbar. Bajo la luna. Buenos Aires. 2014.