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Universidad Nacional Autónoma

de México
Licenciatura en Derecho
(Modalidad a Distancia)

Ser Universitario y Cultura de la


Legalidad

Maestro. Ángel Pedraza López

EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA


Afectaciones a la educación por COVID-19

Alumnos:
Arturo Rioja Coyt 094577402
Renata Sáenz Atilano 421031610

Primer Semestre
Domingo 22 de Noviembre 2020

EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA


Afectaciones a la educación por COVID-19
La pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha provocado una crisis
sin precedentes en todos los ámbitos. En la esfera de la educación, esta
emergencia ha dado lugar al cierre masivo de las actividades presenciales de
instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación del
virus y mitigar su impacto. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a mediados de mayo de 2020
más de 1.200 millones de estudiantes de todos los niveles de enseñanza, en todo el
mundo, habían dejado de tener clases presenciales en la escuela. De ellos, más de
160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha planteado que,


incluso antes de enfrentar la pandemia, la situación social en la región se estaba
deteriorando, debido al aumento de los índices de pobreza y de pobreza extrema, la
persistencia de las desigualdades y un creciente descontento social. En este
contexto, la crisis tendrá importantes efectos negativos en los distintos sectores
sociales, incluidos particularmente la salud y la educación, así como en el empleo y
la evolución de la pobreza. Por su parte, la UNESCO ha identificado grandes
brechas en los resultados educativos, que se relacionan con una desigual
distribución de los docentes, en general, y de los docentes mejor calificados, en
particular, existe deterioro de países y regiones con menores ingresos y de zonas
rurales, las que suelen concentrar además a población indígena y migrante.

En el ámbito educativo, gran parte de las medidas que los países de América y el
mundo han adoptado ante la crisis se relacionan con la suspensión de las clases
presenciales en todos los niveles, lo que ha dado origen a tres campos de acción
principales: el despliegue de modalidades de aprendizaje a distancia, mediante la
utilización de una diversidad de formatos y plataformas con o sin uso de tecnología;
el apoyo y la movilización del personal y las comunidades educativas, y la atención
a la salud y el bienestar integral de las y los estudiantes.

Además de interrumpir las trayectorias educativas, el cierre de las escuelas afecta la


alimentación y la nutrición de la población estudiantil, especialmente en los sectores
más vulnerables. Adicionalmente, muchos estudiantes acceden a través de las
escuelas a otros servicios que también se han visto interrumpidos como, por
ejemplo, la entrega de anticonceptivos, servicios de salud mental o actividades
recreativas. Las medidas terminan por iluminar la realidad de los muchos otros roles
que la escuela ofrece además de lo académico, para algunos, resulta ser una
complicación incómoda, mientras que, para otros, la situación es aún más
preocupante. En ciudades donde la mayoría de los estudiantes vienen de familias
de bajos ingresos, llevar la escuela a casa significa enfrentarse a no poder ofrecer
comidas adecuadas como ya se ha señalado, y mucho menos la tecnología o
conectividad necesarias para el aprendizaje online.

La contingencia, por naturaleza propia, exhibió varias situaciones socioeconómicas


y socioculturales que se negaban a aceptar, tales como, la explotación laboral, los
índices de pobreza y la desinformación. Además, dejó a nuestro país muy mal
parado en el aspecto tecnológico e intelectual, comparado con las grandes
potencias del primer mundo.

La pandemia ha revelado un panorama de inequidad palpable, desafortunadamente,


las escuelas que pueden ofrecer una experiencia académica virtual completa, con
alumnos que cuentan con dispositivos electrónicos, profesores que saben cómo
diseñar lecciones en línea funcionales y una cultura basada en el aprendizaje
tecnológico, no son muchas. La realidad es que la mayoría de las escuelas no están
preparadas para este cambio que permite reconocer que el acceso desigual a
internet es tan sólo uno de los muchos problemas que enfrenta nuestro sistema
educativo a nivel global.

Según el World Economic Forum, sólo alrededor del 60 % de la población mundial


tiene acceso a la red. Generando que muchísimas instituciones busquen soluciones
provisionales a esta crisis, tales como el sistema educativo mexicano, que fuera de
colegios privados o facultades universitarias, no se acogió a la implementación de
aprendizaje en línea para el sector público. La brecha digital continúa
expandiéndose a medida que los estudiantes en sectores vulnerables siguen
quedándose atrás en su aprendizaje.

El mayor cambio que requiere el aprendizaje virtual es la flexibilidad y el


reconocimiento de que la estructura controlada de una escuela no es replicable en
línea, Muchas preguntas surgen a raíz de las problemáticas que tienden a afectar de
manera desigual a aquellos en desventaja. El apoyo que se proporcionará, por
ejemplo, a miles de madres solteras mexicanas que necesitan escuelas abiertas
porque tienen que trabajar y su empleador o industria no le permiten trabajar desde
casa, a familias inmigrantes que deberán averiguar cómo participar en la educación
en el hogar con programas en inglés, que podría no ser su primer idioma, o a
aquellos niños que dependen de la escuela para sus comidas, es aún desconocido.

Estas dificultades se replican mundialmente, no sólo en la educación básica, sino en


miles de universidades que han tenido que cerrar sus aulas debido a esta crisis
sanitaria. UNAM, IPN, Harvard, Cambridge, MIT, UCLA, por nombrar sólo algunas
instituciones de las que se han sumado, pusieron pausa a todas las clases
presenciales, eventos académicos y demás servicios, para mudarse a lecturas y
conferencias en línea. Consecuentemente, miles de alumnos en educación superior
alrededor del mundo, han tenido que abandonar sus campus tras el aviso de
desalojo que ha tomado a muchos sin recursos u opciones disponibles. Todas estas
medidas fueron tomadas tras el estado de emergencia declarado en distintos
estados.

Los universitarios que pertenecen a grupos minoritarios han sido los más afectados
tras las normas preventivas llevadas a cabo estos últimos meses. En algunas
naciones se preguntaban si podrían permitirse el lujo de regresar a casa, qué
sucedería con las visas que no permiten educación en línea, qué acciones tomarían
quienes son originarios de países que se encontraban en la lista de prohibición de
viajes, cuáles serían los efectos que este periodo tendría en proyectos de años de
investigación para los alumnos de posgrado y en carreras universitarias, como en
las artes y ciencias, donde la educación frente a frente es pieza clave e
irremplazable.

Un gran número de estudiantes han sido desalojados de su estabilidad, han sido


desalojados de sus hogares, han sido desalojados de su capacidad de vivir de
manera cómoda y segura en un campus universitario, se observan casos de
estudiantes que están atravesando este periodo de manera más turbulenta que
otros; quien depende simultáneamente del apoyo financiero económico total y los
distintos empleos que ejerce dentro del campus para subsistir, se verá privado de
sus principales fuentes de ingreso, por lo que su regreso a casa se verá
comprometido.
Más escenarios se suman a la lista, como quienes viven en áreas rurales sin acceso
a internet, o con zonas horarias distintas. Si un estudiante de México es obligado a
regresar a casa a tomar clases en línea de una universidad de Europa o Asia puede
significar estar tomando la sesión real, cuando debería estar durmiendo; estudiantes
que no pueden ser alojados en sus hogares por carencias tecnológicas o
económicas no vislumbran un futuro estable, certero y promisorio.

Aunado a esto y de manera relacionada, agregamos la situación en la que se


encuentran las personas que ofrecen sus servicios a las universidades y escuelas
en áreas de limpieza, seguridad y mantenimiento. Personal que depende totalmente
de la afluencia de estudiantes y docentes en el campus. Las posibilidades para ellos
varían entre la reducción de horas, licencias no remuneradas hasta los muy posibles
despidos.

CONCLUSIÓN
En cuestión de semanas, se ha cambiado la manera en la que los estudiantes
aprenden, y justo estas transformaciones nos dan un vistazo a las fallas en materia
de equidad que sigue presentando nuestro sistema educativo y modelos de estado
neoliberal, incluso en los círculos más privilegiados. Se plantea que esta pandemia
se convierta en una oportunidad para recordarnos las habilidades que nosotros
como estudiantes necesitamos justo en crisis como la presente, siendo así, la toma
de decisiones informada, resolución creativa de problemas y, sobre todo,
adaptabilidad. Para garantizar que esas habilidades sigan siendo una prioridad para
todos los alumnos, la resiliencia también debe integrarse en nuestros sistemas
educativos.

Tomando en cuenta este aspecto de la resiliencia; podemos abarcar diversos


puntos como lo es la correlación que existe entre el estrés y la ansiedad en este
mismo punto de la pandemia y la escuela; donde quizá, en este aspecto, nosotros
no podamos llegar a sentir tanta afectación en el ámbito escolar ya que nuestras
modalidades en línea y no hay un cambio como tal en nuestra forma de
desarrollarse académicamente hablando, las cargas escolares no aumentaron, no
hubo una implicación mayor respecto a las acciones a realizar o no dentro de la
misma carga curricular sin embargo el estrés y la ansiedad si son aspectos que nos
afectan ya que es algo que cotidianamente vivimos tanto por factores internos como
externos que a la larga perjudica no solamente la salud emocional sino también la
física; quizá es un aspecto que nos cueste mucho trabajo aprender a manejar ya
que usualmente las personas solemos querer mantener el control de todos los
aspectos que nos rodean y con esto solamente materializamos las carencias
estructurales que tenemos como individuos y que esta pandemia nos ha hecho
replantearnos y evaluarnos así como la forma en la que estamos llevando en la vida
" normal ", así como las metas y los puntos a los que les tomábamos importancia
incluso a los que no, y ahora podemos darnos cuenta que realmente son cosas que
veíamos como cotidianas y que quizá lo eran, pero ahora han tomado mayor
trascendencia al no poder realizarlas y con esto valorar la vida que llevábamos,
valorar las personas con las convivimos y darle un mayor significado a estas y a las
pequeñas cosas y detalles que hacían especial a nuestra vida.
FUENTES DE CONSULTA

Álvarez Marinelli, et al., “La educación en tiempos del coronavirus: los sistemas
educativos de América Latina y el Caribe ante COVID-19”, 2020, Documento para
Discusión, N° IDB-DP-00768, Washington, D.C., Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) [en línea] https://publications.iadb.org/es/la-educacion-en-tiempos-
del-coronavirus-los-sistemas-educativos-de-america-latina-y-el-caribe-ante-covid-19
consultado en 22/11/2020

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura


(UNESCO), https://es.unesco.org/covid19/educationresponse

World Economic Forum (WEF), https://www.weforum.org/agenda/2020/03/3-ways-


coronavirus-is-reshaping-education-and-what-changes-might-be-here-to-stay/

"Working from home during the COVID-19 pandemic" by World Bank Photo
Collection is licensed with CC BY-NC-ND 2.0. To view a copy of this license, visit
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/

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