Haudenosaunee

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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación


Escuela de Historia
Historia de las Culturas Indígenas Americanas
David Moisés Arvelo Balda C.I. 24 278 561

Ascenso y caída de los Iroqueses: del nacimiento de la federación hasta su declive


con la Revolución Americana. Desde el Siglo XVI hasta finales del XVIII.

Introducción:

Pasados de glorias militares, grandes héroes, filósofos y columnas de mármol


suelen ser lo primero en venir a la mente de las personas cuando buscan respuesta a esa
polémica interrogante del origen de la civilización. Un mito de cuya perpetuidad
muchos hemos sido colaboradores, aunque estudios y cambios de perspectiva de manos
con la globalización están logrando remover esa visión del trono sobre el cual se ha
arraigado.

De las naciones occidentales, sin duda la más grande y poderosa desde ya hace
un par de siglos es esa amalgama que conocemos como los Estados Unidos de América.
Arquitectura greco-romana y un sin numero de recordatorios de las tendencias estéticas
y apegos. Desde el edificio del Congreso hasta ese monumento a Lincoln que lo muestra
en un trono de piedra, un innegable recordatorio visual del Paternón de Atenas y Zeus
en su trono. Grecia y la Republica son nombres que van de la mano y uno pensaría que
la totalidad del espíritu estadounidense encuentra sus raíces en aquella antigüedad
clásica mezclada con los valores importados por aquellos primeros colonos que
escapaban perseguidos de Inglaterra; pero en realidad hubo un grupo, una civilización
completamente americana, que dio las bases sobre las cuales la estructura legal de este
pilar del mundo occidental se erigió.

Milenios de tradición, leyendas pasadas de voz en voz a través de las


generaciones. Siglos de una lucha por sobrevivir en un nuevo mundo caracterizado por
un cambio despiadado y acelerado. Cinco naciones que lograron superar sus diferencias
a través de los sueños y palabras de grandes hombres y mujeres para lograr convertirse
en el mayor poder de una vasta región al momento de su unión y por un largo tiempo
hasta la llegada de los europeos. Esta es la historia de los que comúnmente conocemos
como Iroqueses. La Confederación Haudenosaunee, una entidad política sin precedente
alguno. Prueba de que hasta las más grandes diferencias pueden ser superadas y la paz
alcanzada siempre que el espíritu de la misma no se pierda de vista. Fueron estos
pueblos, unidos a través de un sistema estable en el que todas las voces podían ser
escuchadas, quienes dieron las bases para la construcción de esa gigantesca federación
de colonias inglesas independizadas. Gesto que no sería agradecido pues las guerras que
trajo consigo su nacimiento tendrían precios dolorosos y sangrientos para los
Haudenosaunee, devolviéndolos a aquellos tiempos de ruina donde entre hermanos
tomaban sus vidas por razones que pudieron ser evitadas.

La historia de estos pueblos es una que no puede ser separada de la leyenda. A


pesar del dolor producido por el cambio forzoso, la tradición oral a través de la cual
lograron preservar sus memorias ha sobrevivido hasta nuestros días. Figuras casi de
carácter mítico enmarcan el origen de la gran ley de paz que les permitió alcanzar su
mayor esplendor. Incluso el complejo funcionamiento político y las razones por las cual
tomó tal forma se encuentran en sus mitos.

Los Haudenosaunee conservaron una considerable relevancia política y de


control geográfico por un largo tiempo, incluso tras la llegada de los europeos. Tal era
el poder que les confería su nivel de organización. Actores importantes a considerar al
momento de tomar decisiones, atrapados entre rivales que competían por tomar las
riquezas de un continente sin explorar.

Fueron un bloque poderoso, generalmente neutral ante los conflictos de los


europeos y otras naciones indígenas. Respondiendo con paz o fuerza como fuese
necesario. Así lograron mantenerse por un tiempo considerable. Todo llego a su fin
cuando la gran ruptura entre quienes se hacían llamar americanos y la corona británica
llegó. La neutralidad abandonada para tomar bandos en un conflicto cuyas razones nada
tenían que ver con este pueblo. Un martirio que saló la tierra y tiñó de sangre las
praderas y colinas, empujándolos a la irrelevancia y posteriormente despojándolos de
sus tierras, llevándolos a una larga lucha por conservar su memoria y orgullos de
tiempos ya remotos, abandonados por las inclementes vueltas de las agujas del reloj.
Esta es la historia de los Haudenosaunee. Desde sus tiempos de leyenda hasta
que el contacto con un mundo de proporciones inconmensurables los despojó de su
gloria.

I: Un origen entre leyendas

“Durante las largas tardes de invierno los cazadores indios se reunían


alrededor de su fuego, para escuchar las tradiciones históricas, leyendas de
guerra y cacería, y cuentos de hadas que han sido transmitidos a través de sus
padres y los padres de sus padres, con escazas variaciones por cientos de años,
atizando el entusiasmo de los guerreros e inspirando a los niños pequeños para
algún día alcanzar sueños similares y dejar su nombre a la posteridad como el
autor de hazañas similares.1”

No podemos hablar sobre los Haudenosaunee sin tomar en cuenta sus leyendas.
A través de cientos de años e incontables generaciones han transmitido oralmente las
historias de sus héroes y las grandes hazañas de esas notables figuras cuya acción y
presencia dieron forma a la versión de la realidad que conocemos. Para el contenido que
en este trabajo se desea transmitir es necesario iniciar con los puntos fundamentales de
esa historia, cargada tanto de misticismo como virtudes, que narra los orígenes de esa
institución política tan novedosa para su tiempo, la Confederación Haudenosaunee.

Para empezar, hay que establecer el valor dos objetos de gran simbolismo que
tienen un papel fundamental en la leyenda. Haudenosaunee no es simplemente el
nombre común de las gentes de estas naciones. Significa People of the Longhouse,
siendo el Longhouse una estructura característica de todos estos pueblos, una de las
razones que facilitaron su unión junto con poseer una lengua común. La Longhouse es
una residencia comunal, una casa larga dividida en secciones, en la cual numerosas
familias de un clan residían. Todos compartiendo vínculos familiares.

1
Johnson. E. Legends, Traditions and Laws of the Iroquois, or Six Nations and the History of the
Tuscarora Indians. Project Guttenberg E-book, tenth edition. P122.
Cada sección de la casa larga contaba con un fuego que era compartido por dos o
más familias dependiendo de la temporada y necesidades. Este fuego es el segundo
objeto simbólico que tendrá gran importancia más adelante. Es el lugar donde se
comparte la comida, acción que por tradición genera una vinculación de hermandad
entre quienes comparten. Es el lugar donde las historias son relatadas, transmitidas de
generación en generación. Es donde los asuntos de mayor importancia entre jefes y
matriarcas son discutidos. Alrededor del fuego protegido por la Longhouse todos son
familias y el entendimiento puede ser alcanzado.

La leyenda de la consolidación de la confederación empieza con la figura de


Hiawatha2, un jefe de los Onondaga, quien se encontraba bajo el mando del tirano
Tadodaho, figura de gran y maligno poder, cuyo carácter se ve rodeado de un
misticismo que resalta sus cualidades como malignas.

Hiawatha era un guerrero y su pueblo estaba en guerra constantemente con sus


vecinos. Entre la mala fortuna y daño colateral por los actos bélicos, éste perdió a su
esposa e hijas ya sea por enfermedad o violencia. Hiawatha estaba devastado. Su dolor
le dio una nueva perspectiva sobre el sufrimiento y el estado en que su gente se
encontraban. La guerra era un dolor que podía ser evitado, a diferencia de las
enfermedades o accidentes que eran territorio de la fortuna.

Sus planteamientos fueron rechazados por los Onondaga, Tadodaho sediento de


poder veía la fuerza como la única forma de obtenerlo. La paz de los Mohawk3 era la
inspiración y argumento de Hiawatha así que Tadodaho lo exilió. Si tanto respetaba a
los Mohawks, entonces que se fuese a vivir entre ellos.

En este exilio conoció al responsable de traer paz a los guerreros Mohawk.


Deganawidah, The Peacemaker4, le presentó un Wampum5 y planteó su deseo de paz
ante la venerable figura. Éste amplió en ese deseo. No sería paz solo para Onondoga y
Mohawk. La paz sería para todos los hombres, empezando por las naciones que
compartían lengua y cultura. Aún con el apoyo y palabras de The Peacemaker,
2
Consultar videos Hiawatha – The Great Law of Peace y Hiawatha – Government for the people para
una historia detallada. Link en la bibliografía.
3
Existían cinco naciones. Onondaga, Mohawk, Seneca, Cayuga y Oneida. Los Mohawk fueron los
primeros en encontrar la paz. La leyenda de la Canoa de Piedra contiene este fragmento de su historia.
4
Por respeto se suele emplear su titulo de Peacemaker, hacedor de paz, al momento de referirse a él.
5
Wampum son conchas tradicionalmente usadas como cuentas en artesanía de los nativos del noreste
estadounidense. Hay leyendas en torno a Hiawatha usando Wampum del más puro color blanco como
medios para sanar y purificar. Al peacemaker entregó un Wampum que consistía de dos líneas de cuentas
blancas rodeando a una línea purpura central. Su significado: La paz sobreponiéndose a la guerra.
Tadodaho se rehúsa a aceptar cualquier mediación pacífica. Así, entre desilusiones por
una negociación fallida inicia un viaje por las cinco naciones y entra en juego una
tercera figura, una madre de clan6 de nombre Jigonsaseh. Una leyenda viva, famosa por
tener su Longhouse en una encrucijada y recibir bajo su techo a viajeros de todas las
naciones siempre que estos aceptasen su paz, sentándolos alrededor del fuego y
compartiendo comida, tradición que los marcaba como hermanos y prohibía toda
hostilidad entre ellos.

Los Oneida son los primeros en unirse, como aliados de los Mohawk aceptaron
las propuestas de paz con facilidad. Siguieron los Cayuga, sometidos por Onondaga
vieron la paz como una salida, una forma de escapar a la tiranía de Tadodaho. Los
Seneca fueron los siguientes en unirse. Eran la nación más grande, de guerreros mas
numerosos, constantemente en guerra con otros grupos y atacando a sus vecinos por
necesidad de recursos. Lo que se esperaba fuesen negociaciones arduas resultó
sorprendentemente fácil. Jigonsaseh era Seneca, una figura respetada por todos y
admirada en su nación. Todos los jefes de los Seneca con excepción de aquellos que se
encontraban en la frontera oeste de su territorio aceptaron. Estos últimos se negaban a la
paz por temor dada su ubicación, al frente de todas las hostilidades.

En esta situación, con representantes de todas las naciones, se dio lo que sería el
primer consejo de los Haudenosaunee. En la Longhouse, alrededor del fuego,
empezaron a discutir. Al principio sin semblanza de orden, la ira y diferencias de los
interlocutores sobreponiéndose a la razón. Así hasta la intervención del Peacemaker.
Estableciendo un orden basado en la estructura familiar, Mohawk y Seneca se sentaron
a un lado del fuego como los hermanos mayores. Oneida y Cayuga al otro. Hermanos
menores. Hiawatha tomó un lugar entre los Mohawk que lo habían recibido como uno
de los suyos.

El problema de los Seneca se discutió en su lado del fuego y una vez se logró un
acuerdo entre los hermanos mayores la cuestión paso al otro lado. Una vez los hermanos
menores llegaron a un acuerdo y la propuesta fue aceptada por todos esta sería
reconocida por todas las naciones envueltas en la paz. Guerreros de todas las naciones
socorrerían a los Seneca en su tiempo de necesidad. Bajo esta condición los jefes
Seneca aceptaron la alianza.

6
Los Haudenosaunee son una sociedad matriarcal, la madre de clan, Clanmother, representa el punto más
alto en toda su jerarquía.
Ya con cuatro naciones bajo el estandarte de la paz, Hiawatha, Jigonsaseh y The
Peacemaker regresaron al lugar donde todo inició. El territorio de los Onondaga se
encontraba como el punto medio entre las cinco naciones. Sin ellos incluidos la paz no
sería viable.

Tadodaho era un temible jefe se guerra, lo único que podía convencerlo era la
oportunidad de obtener más poder. Aún así The Peacemaker creía en la posibilidad de
su redención. Para asegurar la paz se le ofreció ser el líder de la confederación. La
figura guía que tendría la última palabra. Esto satisfacía sus apetitos. Aceptó por
tentación pero para Jigonsaseh eso no sería suficiente. Ésta lo encaró, sacó a la luz su
infamia y lo enfrento hasta que Tadodaho encontró arrepentimiento en su corazón y
suplicó perdón. Solo entonces Jigonsaseh aceptó que este recibiera esa posición. Los
Onondaga se unieron como hermanos mayores, protectores del fuego y los últimos a los
que pasarían las decisiones del consejo para su aprobación.

Así nació la confederación Haudenosaunee, los jefes designados para formar


parte del consejo desarraigaron un pino blanco y enterraron sus armas bajo este,
replantándolo. Simbolizando el sece de su labor guerrera para pasar a ser hacedores de
leyes. Hiawatha creó un cinturón de Wampum representando a las cinco naciones,
unidas por la paz y extendiendo la oferta a todo el que esté dispuesto a honrarla y
aceptarla. Esta oferta fue aceptada por los Tuscarora. People of the Longhouse como los
miembros de la confederación. Fueron recibidos como hermanos al ser desplazados de
sus tierras por los colonos europeos aunque no se les otorgó voz en el consejo.

II: Funcionamiento político de la Confederación Haudenosaunee

Sin precedentes y con una considerable complejidad se nos presenta el funcionar


del hacer político, diplomático y legislativo de los Haudenosaunee. Las bases para
explicar su funcionamiento se encuentran en la leyenda de Hiawatha y el nacimiento de
la confederación, pero para entrar en detalle es necesario ampliar un poco sobre cómo
están subdivididas las naciones7.
7
El intrincado tejido político de los Haudenosaunee es expresado detalladamente por William N. Fenton
en su libro The Great law and the Longhouse: A Political History of the Iroquois Confederacy. Para la
elaboración de este trabajo se empleó una síntesis de las ideas de Fenton contenida en el video The
Iroquois Confederacy. Link en la Bibliografía.
Partiendo de la familia como unidad nuclear de la sociedad Haudenosaunee y la
existencia de la Longhouse tenemos el siguiente desarrollo. Varias familias integraban
una Longhouse, cualquier numero de estas estructuras pertenecían a un Clan 8, múltiples
clanes creaban un Moiety9 y dos Moiety creaban una nación.

Otro punto que es necesario desarrollar antes de pasar al funcionamiento del


consejo se encuentra en la existencia de los representantes políticos entre los
Haudenosaunee. Las Clanmothers tenían la potestad de delegar funciones a través del
nombramiento de representantes llamados jefes. Estos se dividían dependiendo de su
función en Jefes de Paz, Jefes de Guerra, Jefes Civiles y Sachems. Los Civiles se hacían
cargo de parte del funcionamiento de los asentamientos. Los de paz eran mediadores
entre naciones y comerciantes. Los jefes de guerra tomaban el control de lo referente al
combate y estrategia con fines bélicos. Finalmente, los Sachems servían como
portavoces y legisladores ante el consejo de la confederación. Las Madres de Clan y
consejos de mujeres también tienen la potestad de remover de sus cargos a jefes en el
caso de que estos no cumplan debidamente con sus funciones tomando en consideración
el bienestar y futuro de sus respectivos clanes.

La estructura derivada de la familia que se expuso durante la leyenda de


Hiawatha y el Peacemaker se mantiene en su espíritu. Los hermanos mayores, Seneca y
Mohawk se sientan a un lado del fuego. Los menores, Oneida y Cayuga, se sientan al
otro. Esta división recibe el nombre de Moiety mayor y Moiety menor. Onondaga, a
pesar de ser hermanos mayores, cumplen una función distinta. Así como Tadodaho
recibió el poder de tener la última palabra, los Onondaga lo conservan y funcionan
como ultimo punto de control para la aprobación de cualquier acuerdo y para romper
empates que se puedan dar entre Moieties. También son los guardianes del fuego eterno.
Un fuego ritual que nunca se extingue alrededor del cual se reúne el consejo.

El consejo está dividido entre cincuenta Sachems. Nueve Mohawk, ocho Seneca,
nueve Oneida, diez Cayuga y catorce Onondaga. Los números realmente no cuentan con
un significado desequilibrante pues para que una decisión pueda pasar tiene que darse
en consenso de todos los presentes. Otra característica de interés considerable se

8
Un clan tenía a su cabeza a la Madre del Clan, Clanmother, figura de mayor poder en la jerarquía
política-social de los Haudenosaunee. El clan estaba compuesto por su familia extendida y podía llegar a
tener cientos de individuos.
9
División de carácter ritual en el caso de naciones pero con mayor significancia al momento de
considerar el funcionamiento de la confederación.
encuentra en que, al momento de analizar la toma de una decisión, consideran sus
repercusiones con hasta siete generaciones futuras en mente.

El consejo también servía como un factor equilibrante entre el poder de las


naciones, dando voz a las más pequeñas. Mohawk y Seneca eran las de mayor poderío y
extensión, cubriendo las fronteras este y oeste de la confederación respectivamente. Al
tener que llegar a consensos entre si antes de involucrar a las otras naciones se evitaba el
surgimiento de núcleos de poder que desequilibraran el funcionamiento del organismo.

A través de esta legislación fueron emitidos los 117 artículos de la


Confederación Haudenosaunee. A través de legislación responsable lograron mantener
una existencia harmoniosa entre si y un bloque de poder unificado para garantizar
seguridad, comercio y la fuerza necesaria para que dicha paz fuese sostenible. Al menos
así fue hasta la introducción de un nuevo factor que lanzó el mundo de los
Haudenosaunee a una espiral de caos de la cual nunca reclamarían el ápice de sus
glorias pasadas.

III: En vientos de cambio. La llegada de los europeos

Para principios del siglo XVI inicia un proceso de cambio que transformaría por
completo las dinámicas que los Haudenosaunee habían sostenido por toda su historia.
Una nueva variable entraba en la ecuación con la aparición de los europeos. Migrantes
exiliados en primera instancia para luego dar paso a las ansias colonialistas. El
descubrimiento de un nuevo continente había sacudido por completo a Europa y todas
las naciones con la posibilidad de expansión marítima deseaban reclamar un trozo para
sí.

La paz y el estatus neutral de los Iroqueses se mantuvieron por un largo tiempo.


En un principio la presencia europea no tenía las dimensiones para afectar el status quo
de la región. A medida que se fueron forjando las colonias esto cambió. Franceses,
ingleses y holandeses trataban de extender su alcance y tomar posesión de recursos.
Esto los llevó a establecer contacto con los Haudenosaunee y otras numerosas naciones
nativas.
La introducción de nuevas enfermedades fue una de las consecuencias de ese
contacto. Sin anticuerpos los nativos sucumbieron sin cesar a estas.

“Los Indios que vivían alrededor su casa de comercio ahí, cayeron enfermos de
la viruela, y murieron de la forma mas miserable; pues una enfermedad más
dolorosa no pudo caer sobre ellos, ellos le temen más que la plaga. Usualmente
los que tienen esta enfermedad la tienen en abundancia y por la necesidad de
acostarse, la piel se rompía sobre las esterillas duras sobre las que dormían,
mezclando el liquido plagado con el material y llevándolos a un estado de
miseria.10”

Aparte de enfermedades, los europeos también trajeron consigo comercio. La


introducción de armas de fuego y los frutos de metalurgia junto a otros tantos útiles
artilugios empujó a los Haudenosaunee a unirse a la competencia por los recursos que
eran codiciados al otro lado del Atlántico. Para aquel entonces esto eran pieles de castor.
Franceses, ingleses y nativos cazaban y comerciaban en pieles, extendiéndose en
dirección oeste al agotar las poblaciones de los roedores.

La situación escaló hasta el punto de la guerra. Lo que fue conocido como las
Guerras Iroquesas o Guerras de los Castores en el siglo XVII. Un enfrentamiento entre
los Haudenosaunee con el apoyo de ingleses y holandeses contra los franceses y
multitud de naciones indígenas rivales de la confederación.

Alrededor de cincuenta años más tarde se dan las French and Indian Wars en las
cuales nuevamente y por precedentes anteriores los Haudenosaunee se alían con los
ingleses, aunque en esta ocasión mantienen la neutralidad y en lo posible se apartan de
los conflictos. Tras estos conflictos los franceses tendrían una presencia menor en la
masa continental, pero empezarían a expandirse en territorio Haudenosaunee, cuestión
que los ingleses pasaron por alto al no sentir sus intereses amenazados.

El clímax de los conflictos relacionados con las colonias europeas se daría para
la segunda mitad del siglo XVII con la revolución americana y su guerra de
independencia.

10
Barr, Daniel P. Unconquered: The Iroquois League War in Colonial America. P. 39.
Los Haudenosaunee en un principio decidieron mantener la neutralidad pero a
medida que los conflictos crecían la idea de que pasaría tras estos se cernía sobre sus
mentes como una espada de Damocles. Tarde o temprano la guerra tendría un ganador y
eso irremediablemente afectaría a toda la región.

Los Tuscarora y Oneida tomaron el bando de los revolucionarios mientras que el


resto de las naciones, nuevamente apegándose a lo conocido, mantuvieron su alianza
con Inglaterra.

Por primera vez en siglos la Gran Ley de Paz se había roto. Una guerra se desató
entre hermanos por una causa que realmente no les correspondía. Haudenosaunee
matándose entre si. Para añadir sal a la herida, la respuesta por parte de los
revolucionarios americanos fue cruenta y contundente. Miles murieron en estos eventos
que en su memoria se conocen como The Burning of the Valleys.

Tras la guerra, la legislación americana no tomó en consideración las posesiones


indígenas al momento de la repartición de tierras, despojándolos de su suelo ancestral y
forzándolos a migrar. La confederación fue disuelta durante este periodo, aunque
posteriormente y con la formación de reservaciones la institución fue reincorporada.

Así fue como una cultura que en su tiempo pudo ser considerada como el mayor
poder de la región sucumbió ante una serie de cambios sobre los cuales no tenía
capacidad para ejercer control alguno. Victimas del conflicto por una causa que no tenia
que ver en absoluto con su realidad.

Hoy en día se les da reconocimiento por un logro singular a pesar de todo. Al


momento de diseñar el marco legal que permitiría a la Federación de los Estados Unidos
de América existir en forma coherente, los mitificados Padres Fundadores pidieron
consejo al único precedente vivo de tal organización. Los Haudenosaunee dieron las
bases sobre las cuales nació la constitución estadounidense. Una versión estructurada de
su Gran Ley de Paz. A través de este vehículo los valores de los Haudenosaunee
llegaron incluso a Venezuela, nación cuya constitución original tomo prestados
numerosos detalles de la norteamericana.

En el presente los Haudenosaunee aún viven. En reservaciones o adaptándose al


cambio acelerado que brinda el mundo moderno, luchan por preservar su cultura y
seguir viviendo con orgullo. La sabiduría de sus ancestros indiscutiblemente dejó un
legado tangible. Sus leyendas ya no solo son historias relatadas frente al fuego durante
los fríos inviernos, sino que se encuentran preservadas en la memoria colectiva de la
especie. La historia, revisando el pasado les otorga honor y crédito donde es merecido,
dando nueva luz a la realidad que vivieron y borrando los mitos de los nativos salvajes
en los cuales no se podía depositar confianza alguna para darnos una visión de grandeza
cultural.

Conclusiones

Aún hay mucho que decir sobre los Haudenosaunee. Este trabajo no es más que
un resumen de tres aspectos de tan rica cultura. Un origen mítico, un sistema político
cuya complejidad apenas rozamos y un bosquejo del contacto que lentamente los
empujó a perdidas inimaginables.

Mucho se habla sobre la llegada de la civilización desde el “Viejo Mundo” pero


en este lado del Atlántico ya existía una variedad y riqueza cultural que nada tenía que
envidiar. La abundancia de recursos permitía una relación más estable con la tierra. Los
conflictos entre grupos humanos eran menos recurrentes. La vida podía ser sustentada
sin excesos de artificios, la codicia de los hombres era limitada y el apego a la tierra
natal que muchas culturas poseían, esa profunda vinculación con sus tierras ancestrales,
ponía un freno a cualquier tendencia expansionista.

América no estaba preparada para recibir el fuego y acero, hombres forjados por
guerras e imperios que abarcaron continentes, civilizaciones con la conquista y el
control territorial como certificados de éxito.

La complejidad social y política a la que llegaron los Haudenosaunee es


perfectamente comparable con puntos de gran altura humana como Atenas de la Grecia
clásica o la República Romana, sobrada de virtudes que con los siglos y ambiciones se
fueron corrompiendo hasta perder la unidad que los había hecho fuertes.

Pueblos marcados por una sociedad de carácter matriarcal contrastando con gran
parte del mundo, en especial por su carácter guerrero. Una existencia armoniosa entre
naciones que por un periodo de tiempo desconocido fueron rivales e incluso enemigos,
todo a través del sueño de hombres y mujeres que se negaban a abandonar sus ideales
reconciliatorios. Este es un logro que ha de ser reconocido en las eras por venir.
El legado Haudenosaunee se encuentra en esa posibilidad. En el sueño del
Peacemaker, un mundo de paz para todos los hombres. Con gobierno de consenso,
respeto y un valor igualitario a la palabra de todos lograron mantener una existencia
estable y pacífica en su federación sin sacrificar la independencia de clanes y naciones,
solo llevando a consejo aquello necesario para garantizar el bien común. Es una
herencia que el mundo entero ha de considerar si queremos garantizar la continuidad de
la especie.

Fuentes Consultadas

Bibliográficas:

Barr, Daniel P. Unconquered: The Iroquois League War in Colonial America. ABC-
CLIO, Praeger Publishers Inc. Westport, United States. 2006. 216pp

Canfield, William. The Legends of the Iroquois Told by “The Cornplanter” Project
Guttenberg E-book. 203pp.

Johnson. E. Legends, Traditions and Laws of the Iroquois, or Six Nations and the
History of the Tuscarora Indians. Project Guttenberg E-book, tenth edition. 135pp.

Audiovisuales:

Historia Civilis. The Iroquois Confederacy. https://youtu.be/S4U2Tsv6hy

Overly Sarcastic Productions. History Summarized: Iroquois Native Americans.


https://youtu.be/zTG45DSSgdE

Extra History. Hiawatha – The Great Law of Peace. https://youtu.be/79RApCgwZFw

Extra History. Hiawatha – A Govenrment for the People https://youtu.be/RPtUSKKzBcM

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