Guía Entrenamiento Aeróbico
Guía Entrenamiento Aeróbico
Guía Entrenamiento Aeróbico
Resistencia anaeróbica
La resistencia que no involucra el consumo de oxígeno y tampoco la respiración, sino
esfuerzos físicos de gran intensidad en cortos períodos de tiempo, durante los cuales el
oxígeno se consume de manera rápida y no da tiempo de mantener el consumo
energético que el esfuerzo demanda.
Existen dos tipos de resistencia anaeróbica:
Resistencia anaeróbica aláctica. Involucra esfuerzos muy breves y muy intensos (de 0 a 16
segundos), en los que la presencia de oxígeno es casi nula. Sin embargo, el empleo
del ATP no subproduce sustancias de desecho.
https://www.youtube.com/watch?v=Pe24XtNAfHo&t=240s
LA FATIGA
Definición de fatiga
¿Qué es la fatiga?
La fatiga, como concepto, resulta muy difícil de definir ya que cada persona tiene su
propia idea de lo que significa estar cansado. ¿Quién no se ha sentido cansado alguna vez?
El concepto fatiga está referido a aquellas situaciones concebidas en el ámbito
fisiológico como muy dispares. Por ejemplo se puede hablar de fatiga cuando nos
referimos a un corredor de velocidad que no puede mantener un determinado ritmo de
carrera; cuando un ciclista de carretera abandona el Tour; o cuando, después de varias
sesiones de entrenamiento el deportista no puede mantener una intensidad de trabajo.
Puede tratarse de la fatiga respecto a un grupo concreto y localizado de músculos, o bien
a una situación de cansancio generalizada.
Así pues, con el vocablo "fatiga" se expresan plurales y diferenciadas situaciones
fisiológicas.
Clasificación de la fatiga
La fatiga se puede clasificar en función del tiempo o momento de aparición y el lugar de
aparición.
Es importante señalar que la fatiga es un fenómeno continuo en el que no existe un
punto de corte exacto. A pesar de ello se puede clasificar la fatiga, desde el punto de vista
del tiempo de aparición: en fatiga aguda, subaguda y crónica o síndrome de
sobreentrenamiento:
Fatiga aguda
La aparición de la fatiga aguda ocurre durante y/o después de una sesión intensa de
ejercicios, entrenamiento o competición que excede el nivel de tolerancia al esfuerzo de
un músculo. Produciendo una disminución del rendimiento, en función de la cualidad
motriz empleada durante el ejercicio: fuerza, velocidad, resistencia o coordinación. En
este tipo de fatiga los mecanismos de producción serán diferentes dependiendo de si es
un ejercicio de corta duración, velocidad o fuerza, o si es un ejercicio de larga duración, es
decir, con predominancia aeróbica.
Así mismo, esta fatiga puede afectar a un grupo localizado de músculos por lo que
puede decirse que se trata de un problema local o bien en aquellos casos en los que afecta
a toda la musculatura, es decir, cuando afecta aproximadamente a más de los 2/3 de los
músculos esqueléticos, como sucede, por ejemplo, en natación, remo, esquí de fondo, y
otros deportes en los que intervienen activamente muchos músculos, se le puede
denominar global.
Suele estar acompañada de lesión del tejido muscular, afectando solamente a los
músculos involucrados en el ejercicio. Dependiendo de la intensidad, puede manifestarse
entre las 8 y 72 horas siguientes, un cuadro de inflamación muscular retardada,
comúnmente llamado "agujetas", con aumento de enzimas musculares en sangre y
dolencia muscular. Todo ello debido a microlesiones en el tejido muscular.
Fatiga subaguda
También llamada de sobrecarga. Ocurre después de uno o varios microciclos de carga,
cuando el esfuerzo se ha producido a una intensidad más elevada a lo adaptado por el
sujeto, con relativamente pocas sesiones de regeneración. Es decir, cuando el individuo
realiza niveles de entrenamiento ligeramente más altos a los que estaba previamente
adaptado. En realidad, este tipo de fatiga es necesaria para estimular la adaptación y la
supercompensación del organismo ante un ejercicio físico.
Fatiga crónica o síndrome de sobreentrenamiento
Engendrada como resultado de un largo e intenso proceso de entrenamiento que
ocasiona un estado permanente de fatiga que lleva al sobreentrenamiento. Aparece
transcurridos varios microciclos en los que la relación entrenamiento-competición y
recuperación se va desequilibrando, ocasionando un cuadro sistémico de fatiga que
siempre conlleva la caída del rendimiento. Este tipo de fatiga siempre es global. Se
diferencia de la subaguda, más que en el cuadro de síntomas, en la duración y gravedad
de los mismos y en el tiempo que va a necesitar el sujeto para su recuperación.
¿Qué es el sobreentrenamiento y por qué se produce?
A menudo vemos cómo se promueve hacer ejercicio a pesar de la falta de ganas o incluso
del cansancio. Lo cierto es que hay que tener cuidado con estas afirmaciones e ideas, ya
que el cuerpo manda señales cuando necesita recuperarse. Si se ignoran, es probable que
se caiga en lo que comúnmente se llama sobreentrenamiento.
Como su nombre indica, el sobreentrenamiento se produce cuando la persona está
haciendo un exceso de actividad física, o bien, si la carga de entrenamiento es la habitual
pero no se está descansando o alimentándose como el cuerpo necesita.
Actualmente, el sobreentrenamiento no tiene un diagnóstico clínico claro, por lo que se
hace difícil de identificar a pesar de que conocen sus causas y síntomas.
Alteración del sueño, dado que el descanso de calidad es una pata fundamental
del entrenamiento.
Cambios de humor, que tienden a la irritabilidad o la apatía.
Pérdida de peso: como consecuencia de los anteriores, se suele producir una falta
de apetito que lleva a la pérdida de peso.
Disminución del rendimiento físico, ya que el sobreentrenamiento viene
acompañado de dolores, malestar físico o pesadez muscular.
Gran falta de concentración y atención, pues no solo afecta a nivel físico, sino
también mental.
SUPERCOMPENSACION O SOBRECOMPENSACION
El principio de supercompensación es un elemento clave en los entrenamientos de
cualquier deportista, y debe ser tenido en cuenta por cualquier persona, desde
aficionados al deporte a profesionales del sector como los entrenadores personales o los
especialistas en entrenamiento funcional.
Lo habitual es que la gran mayoría de las personas que practican algún deporte con cierta
frecuencia e intensidad, no conozcan en absoluto a lo que nos estamos refiriendo cuando
hablamos sobre este principio.
Por ello, conocer en que consiste la supercompensación, y la manera en que influye en la
planificación de nuestros entrenamientos, nos va a hacer mejorar la forma en la que
entrenamos obteniendo mejores resultados y rendimiento deportivo.
La supercompensación tiene que ver con la carga de trabajo que realizamos en un
entrenamiento, y con la recuperación o descanso posterior a este entrenamiento.
El objetivo que buscamos al entrenar un deporte es el de mejorar nuestro rendimiento
deportivo, además de obtener una mejora a nivel estético y, en muchos casos, también
divertirnos.
Centrándonos en el primero de estos objetivos, cuando entrenamos lo hacemos para
mejorar nuestras cualidades físicas, como son la resistencia, la fuerza, la flexibilidad, la
capacidad cardiorrespiratoria…
La supercompensación es el efecto producido tras un entrenamiento de cierta intensidad,
el cual nos dejará en unos valores físicos de energía inferiores a los que contábamos al
inicio del mismo (lógicamente).
Si tras este desgaste realizamos una recuperación adecuada, nuestro nivel físico y nuestro
rendimiento irán creciendo de manera paulatina a medida que vamos sumando
entrenamientos y recuperaciones.
El principio de supercompensación es, pues, todo aquello que tiene que ver con las
adaptaciones y restauraciones de nuestro organismo tras habernos sometidos a un estrés
físico.
Tener en cuenta el principio de supercompensación y la recuperación deberá ser
fundamental si queremos lograr una evolución ascendente en nuestros resultados.
Los entrenamientos pueden ser muy variados y de diversos tipos, por ello, la
supercompensación va depender de una serie de factores determinantes que van a tener
que ver con las características de estos entrenamientos.
La carga de entrenamiento
La carga de entrenamiento es la cantidad de trabajo realizado durante la sesión de
ejercicio, la cual va a producir un efecto sobre nuestro cuerpo y también sobre nuestra
mente.
La carga va a ser el centro de un entrenamiento, y alrededor de ella van a girar el resto de
elementos que lo componen.
Tiene que ser adecuada a la capacidad física del deportista que se está ejercitando, ya que
una carga muy por encima provocará un efecto negativo en el organismo, y alguna posible
lesión.
Por otro lado, una carga insuficiente no bastará para provocar una reacción de adaptación
al esfuerzo, y el entrenamiento no habrá cumplido sus objetivos dentro del principio del
supercompensación.
La frecuencia de entrenamiento
Entrenar de vez en cuando, o de manera aislada, no va a tener efecto alguno sobre
nuestro organismo ni va a producir respuesta adaptativa alguna al ejercicio.
Para que la adaptación sea adecuada (hablando de una sesión de entrenamiento) se debe
buscar un nuevo equilibrio entre duración del mismo, e intensidad.