ADN Mitocondrial

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ADN mitocondrial

El ADN mitocondrial (ADNmt) o genoma mitocondrial es un material genético


de las mitocondrias, los elementos de la célula que generan energía para la
misma. Se trata de un material genético circular cerrado de doble cadena que se
localiza en el interior de las mitocondrias celulares.

Sumario
ADN mitocondrial o genoma
 1 Generalidades mitocondrial
 2 Análisis del ADN mitocondrial para estudios
antropológicos y evolutivos
 3 Tasa de mutación del ADN mitocondrial
 4 Herencia
 5 Usos
 6 ADNmt para determinar parentescos
 7 Otras aplicaciones
 8 Fuentes

Generalidades
La mitocondria es un orgánulo de
probable origen endosimbióntico
que se ha adaptado a su nicho
intracelular: para aumentar su
tasa de replicación y asegurar la
transmisión a las células hijas
después de cada división
mitótica, el genoma de las
mitocondrias de mamíferos se ha
ido reduciendo de tamaño hasta
alcanzar las 16.569 kb en el caso
del genoma mitocondrial humano. Las mitocondrias son las verdaderas centrales
térmicas de nuestro organismo ya que en ellas tiene lugar la fosforilación oxidativa
(OXPHOS), es decir, la respiración celular acoplada a la producción de energía en
forma de ATP. El funcionamiento del sistema OXPHOS tiene, además, importancia
médica por la generación de ROS (reactive oxygen species: ‘especies reactivas
de O2’) y por la regulación de la muerte celular programada o apoptosis. Las
proteínas incluidas en el OXPHOS se localizan dentro de la membrana
mitocondrial interna, e incluyen:

 Componentes de la cadena transportadora de electrones (cadena respiratoria


mitocondrial, CRM);
 ATPasa de membrana;
 Translocador de nucleótidos de adenina (ANT).

El ADNmt humano es una molécula circular de 16 569 pares de bases. El número


de moléculas de ADNmt por célula varía entre unos pocos cientos en los
espermatozoides a unas 200 000 copias en el oocito, pero en la mayor parte de los
tejidos el rango está comprendido entre unas 1 000 y 10 000 copias por célula, con
2 a 10 moléculas de ADN por mitocondria. Este genoma contiene información para
37 genes:

 Genes que codifican las 2 subunidades 12S y 16S del ARNr (ARN ribosomal)
de la matriz mitocondrial.
 Los genes para los 22 ARNt (ARN transferente), requeridos para la síntesis de
proteínas mitocondriales en la misma matriz mitocondrial.
 Genes que codifican 13 polipéptidos que forman parte de los complejos
multienzimáticos del sistema OXPHOS. En concreto, en el genoma
mitocondrial se codifican 7 subunidades del complejo I, 1 subunidad del
complejo III, 3 subunidades del complejo IV, y 2 subunidades de la ATPasa
(complejo V).

Es importante no perder de vista que el resto de las subunidades polipeptídicas de


estos complejos, así como el Complejo II completo, están codificados en el
genoma nuclear, de manera que no todas las enfermedades mitocondriales están
necesariamente causadas por alteraciones en el ADN mitocondrial.

La característica estructural más sorprendente del ADNmt es que los genes se


encuentran situados uno a continuación del otro, sin apenas intrones ni regiones
no codificantes entre los genes. Al contrario que el genoma nuclear, en el que las
regiones no codificantes son mayoritarias, el ADN mitocondrial sólo posee un 3 %
de secuencias no codificantes. Veintiocho de los genes mitocondriales (2 ARNr,
14 ARNt y 12 polipéptidos) se encuentran en una de las cadenas (cadena H o
pesada), mientras que los 9 genes restantes (1 polipéptido y 8 ARNt) están en la
cadena complementaria (cadena L o ligera). La única zona del ADNmt que no
codifica ningún gen es la región del bucle de desplazamiento (bucle-D), localizada
alrededor del origen de replicación de la cadena H. Esta región contiene también
los promotores de la transcripción y los elementos reguladores de la expresión
génica. Otra de las peculiaridades de la organización genética del ADNmt es que
los genes de los ARNt se distribuyen entre los genes de los ARNr y los
codificantes de proteínas; esta disposición tiene consecuencias muy importantes
para el procesamiento del ARN. Para la replicación del ADNmt hacen falta dos
orígenes diferentes, uno para cada cadena (OH y OL). Ambos orígenes de
replicación están muy separados, haciendo que el proceso sea unidireccional y
asimétrico. La síntesis del ADN se inicia en OH y es realizada por una polimerasa
específica de la mitocondria, la DNApol, que alarga un ARN iniciador fruto del
procesamiento de un transcrito primario que se sintetiza a partir del promotor L. La
replicación continúa de modo unidireccional hasta alcanzar OL, momento en el
cual comienza la síntesis de la segunda cadena del ADN, alargando también un
pequeño iniciador de ARN.

En la transcripción del ADNmt intervienen una polimerasa de ARN, al menos un


factor de transcripción implicado en la iniciación (mtTFA), y uno de terminación
(mTERF). Las dos cadenas del ADNmt se transcriben completamente a partir de
tres puntos de iniciación diferentes, dos para la cadena pesada (H1 y H2) y uno
para la cadena ligera (L), originando tres moléculas policistrónicas que se
procesan posteriormente por cortes endonucleolíticos precisos en los extremos 5´
y 3´ de las secuencias de los ARNt, para dar lugar a los ARNr, ARNt y ARNm
maduros. De esta manera los ARNt ―situados entre los genes de los ARNr y
ARNm― actúan como señales de reconocimiento para los enzimas de
procesamiento. En particular, la cadena H se transcribe mediante dos unidades de
transcripción solapadas en la región de los ARNr: la primera de estas unidades
comienza delante del gen para el ARNtPhe (lugar de iniciación H1), termina en el
extremo 3´ del gen para el ARNr 16S y es responsable de la síntesis de los ARNr
12S y 16S, del ARNtPhe y del ARNtVal. El factor de terminación (mTERF) se une
a una secuencia situada en el gen del ARNtLeu y provoca la terminación de esta
unidad. La segunda unidad de transcripción comienza cerca del extremo 5´ del gen
del ARNr 12S (lugar de iniciación H2) y transcribe la casi totalidad de la cadena
pesada; el procesamiento de este ARN policistrónico origina los ARNm de 12
péptidos y los otros 12 ARNt codificados en esta cadena. La transcripción de la
cadena ligera comienza cerca del extremo 5´ del ARN 7S (en el bucle-D) y da lugar
al iniciador de la replicación de la cadena pesada, 8 ARNt y 1 péptido (ND6).

La síntesis de las proteínas mitocondriales tiene lugar en ribosomas específicos de


la mitocondria, cuyos componentes están codificados en el ADNmt (ARNr 12S y
16S) y en el genoma nuclear (84 proteínas ribosomales). En este sistema de
traducción se sintetizan las trece proteínas codificadas en el ADNmt utilizando un
código genético que difiere ligeramente del código genético universal. Así, UGA
codifica el aminoácido triptófano (Trp) en vez de ser un codón de terminación, y los
codones AUA y AUU se utilizan también como codones de iniciación.

La biogénesis de la mitocondria depende de la expresión coordinada de los


genomas mitocondrial y nuclear, pero hasta ahora se conoce muy poco acerca de
los mecanismos que regulan la interacción de ambos sistemas genéticos. La
expresión del ADNmt parece estar regulada por el factor de iniciación de la
transcripción mtTFA, codificado en el genoma nuclear. Este factor podría ser el
responsable tanto de los niveles de ARN como del número de copias de ADNmt,
ya que la replicación depende de la síntesis de un iniciador de ARN a partir del
promotor de la cadena ligera. La regulación de la relación entre los ARNr y los
ARNm mitocondriales se realiza fundamentalmente mediante la selección del lugar
de iniciación de la transcripción de la cadena pesada, que a su vez está
relacionada con el factor mtTERF (que causa terminación de la transcripción
después de la síntesis de los ARNr) y con el procesamiento de los ARN primarios.
Asimismo, la actividad transcripcional puede estar regulada por estímulos
hormonales, especialmente por hormonas tiroideas que actúan tanto de un modo
indirecto (por activación de genes nucleares) como directamente sobre el propio
ADNmt.

Análisis del ADN mitocondrial para estudios


antropológicos y evolutivos
El ADN mitocondrial fue descubierto por Margit Nass y Sylvan Nass, utilizando
microscopia electrónica y un marcador sensitivo al ADN mitocondrial.

Este ADN mitocondrial es un pequeño trozo de ADN que se encuentra en las


estructuras fuera del núcleo, recibiendo estas estructuras el nombre de
mitocondrias. Estas son en realidad antiguas bacterias que entraron en las células
tempranas cuando aún eran células vivas individuales (hace aproximadamente
unos tres millones de años), las cuales han formado una relación simbiótica en las
que las mitocondrias viven a modo de bacterias dentro de nuestras células. Una
vez que estas bacterias tienen su propio sistema de información, que es el ADN,
convierten esta información en las estructuras en forma de ARN y luego en
proteínas.
Lo importante es que la mitocondria y el ADN mitocondrial no se transmiten a lo largo de
los cromosomas que se encuentran en la mayoría de los genes de las células, pero se
pasan por el óvulo de la madre en la fertilización. Esto es debido a que el óvulo tiene
alrededor de 200 000 mitocondrias, mientras que los espermatozoides poseen sólo unos
pocos, y los que consiguen entrar en el óvulo son destruidos. Por lo tanto, la mitocondria y
su ADN se heredan exclusivamente de la madre.
Douglas Wallace, genetista molecular

El ADNmt contiene información genética sólo de la madre, mientras que el nuclear


contiene información de ambos padres.

Este estudio de ADN se puede llegar a realizar gracias a la gran cantidad de


mitocondrias que contiene una célula (un centenar), e incluso dentro de cada
mitocondria coexisten entre 1 000 y 10 000 copias de ADN mitocondrial. Por lo
tanto, y debido a que en este tipo de estudios el ADN suele ser muy escaso y estar
muy degradado (por ejemplo, cuando se realizan estudios de ADN antiguo), la
gran cantidad de ADN mitocondrial en una célula hace que su recuperación sea
más eficiente que la que encontramos en el ADN nuclear o autosómico.

Otro uso de este tipo de genoma, y además cada vez más empleado, es la
identificación de cadáveres en los cuales debido a su gran estado de
descomposición, no puede ser descubierta su identidad.

En muchas ocasiones se utilizan también otros marcadores monoparentales (es


decir, transmitidos de padres/madres a hijos) pero también a través
del cromosoma Y (transmitido por parte paterna). El problema viene con las
limitaciones que en ocasiones presentan este tipo de muestras debido tanto a la
conservación como a las propias contaminaciones que la misma pueda sufrir.

A pesar de la gran importancia que tiene el uso de los marcadores monoparentales


en medicina forense, lo cierto es que con los últimos años su uso para conocer el
ADN de restos esqueletizados de gran antigüedad han supuesto una verdadera
revolución para el estudio de la antropología física y de la arqueología. Por lo
tanto, el estudio de las poblaciones de la antigüedad puede llegar a ser investigado
con una cierta efectividad en el caso de que tengamos tanto un estado de
conservación básico de ciertos restos óseos, así como la posibilidad de obtener
una muestra amplia, pues es necesario y recomendable su comparación con
distintos individuos de la misma procedencia arqueológica.

Así también, la actual posibilidad de recuperar ADN de especies animales extintas


ha permitido obtener evidencias directas de algunas características genéticas de
las poblaciones pasadas. Además, las dificultades derivadas de las técnicas
empleadas con este tipo de ADN se han conseguido superar gracias al desarrollo
de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), una técnica que permite ser
usada con muestras biológicas que poseen muy poco ADN o cuando se encuentre
muy degradado, como es el caso normal de los restos arqueológicos.

A pesar de la gran importancia de esta técnica para la obtención de una datación


más concreta, debemos tener cuidado a la hora de utilizarla. Esto se debe a que la
compresión filogenética más antigua debe tratarse con sumo cuidado, pues no
puede de ser observada nunca desde una perspectiva actual, ya que hay que
tener en cuenta diversos factores que no se pueden obtener a través de estudios
genéticos como los cambios culturales, migraciones, u otras evidencias de tipo
arqueológico o antropológico. A pesar de todo, poco a poco estos problemas se
van superando y podemos decir de forma general que el avance en los estudios de
las relaciones filogenéticas en muchas ocasiones proporciona una mayor
información y más exacta que los estudios de tipo osteométricos (es decir, a través
de la información que proporcionan las medidas de los restos óseos).

Dentro de los trabajos más destacados donde se han utilizado marcadores


monoparentales nos encontramos el realizado con la secuenciación de un
fragmento del genoma mitocondrial de un espécimen de neandertal, hallado en
1845 en Dusseldorf. Este estudio indicaba que la secuencia difiere tanto del
hombre como del chimpancé, apoyando por lo tanto el origen africano reciente del
hombre moderno (en torno a los 100.000 años).

Actualmente también se trabaja con otra metodología para el estudio del ADNmt
basado en la sencillez metodológica en comparación con la secuenciación, lo que
abre nuevas posibilidades a los estudios de tipo poblacional. Este consiste en
establecer lo que se conoce como haplogrupos, los cuales nos pueden mostrar las
distintas variables geográficas de la especie humana (caucasoides, africanos,
asiáticos…), lo que ofrece una mayor facilidad para inferir relaciones evolutivas
entre las poblaciones.

En cuanto a las muestras usadas para los estudios del genoma mitocondrial, los
investigadores coinciden en que deben de usarse muestras lo menos
contaminadas posibles. Por lo tanto, y a pesar de que hasta hace relativamente
poco tiempo estas muestras se obtenían del tejido blando (especialmente de tejido
momificado y tejido de especies animales preservados en museos), a día de hoy
los tejidos óseos y dentales pueden ofrecer una mayor información genética.

Un ejemplo del uso del ADNmt lo encontramos en el yacimiento paleolítico del


Pirulejo (Córdoba), donde sus autores nos explican en profundidad todos los
métodos empleados para la obtención de distintas muestras de ADNmt de este
yacimiento. En esta excavación se realizó de una manera exhaustiva la
comparación de muestras del yacimiento con muestras ya conocidas a priori, como
fue la introducción en el análisis de muestras de dos aborígenes de la Tierra del
Fuego. Esto le proporcionó mayor veracidad al proceso de análisis y sus
resultados. Además, gracias a la creación de los haplogrupos anteriormente
citados, se pudo concluir que los restos pertenecían a un haplogrupo de regiones
del Próximo Oriente, más concretamente de Macedonia, lo que resultaría
totalmente coherente siguiendo la idea de esta zona como de paso obligado
durante las expansiones humanas. Estos resultados, con sólo estudios
antropométricos, no se hubieran podido conocer.

A modo de conclusión, en este artículo se ha podido resumir la importancia que


tiene actualmente el uso de los marcadores monoparentales, especialmente del
ADNmt por su mayor amplitud. Por lo tanto, se ha demostrado de una forma muy
eficaz la gran utilidad que este tipo de análisis tienen para establecer coincidencias
genéticas con muestras esqueletizadas muy antiguas, e incluso (y de ahí su gran
importancia), con muestras que apenas poseen ADN útil para su investigación.

A pesar de todo los problemas que los investigadores se pueden encontrar, está
claro que el uso del ADNmt nos proporciona una información hasta hace poco
tiempo inimaginable y nos permite establecer linajes genéticos que nos acercan
aún más al misterio que supone el estudio de la evolución humana.
Tasa de mutación del ADN mitocondrial
El ADN mitocondrial codifica 13 proteínas involucradas en la producción de
energía celular y procesos de fosforilación oxidativa. Por lo tanto, el entorno que
rodea la mitocondria y el ADN mitocondrial está expuesto al daño oxidativo
producido por los radicales libres generados en ese metabolismo. Si a esto se le
añade el hecho de que el material genético de las mitocondrias no está protegido
por histonas como lo está el ADN nuclear, y que los mecanismos de reparación de
daños el ADN son poco eficientes en las mitocondrias, obtenemos como resultado
que la tasa de mutación aumenta hasta ser 10 veces mayor que la del genoma
nuclear.

Herencia
Tradicionalmente se ha considerado que el ADN mitocondrial humano se hereda
sólo por vía materna. Según esta concepción, cuando un espermatozoide fecunda
un óvulo penetra el núcleo y su cola junto con sus mitocondrias son destruidos en
el óvulo materno. Por lo tanto, en el desarrollo del cigoto sólo intervendrían las
mitocondrias contenidas en el óvulo. Sin embargo, se ha demostrado que las
mitocondrias del espermatozoide pueden ingresar al óvulo. Según algunos autores
el ADN mitocondrial del padre puede perdurar en algunos tejidos, como los
músculos. Según otros, no llega a heredarse al ser marcado por ubiquitinación y
degradado.

Usos
El ADN mitocondrial puede ser usado para identificar individuos junto con otra
evidencia. También es usado por laboratorios forenses para caracterizar viejas
muestras de esqueleto humano. Distinto que el ADN nuclear, el ADN mitocondrial
no sirve para identificar individuos sin ambigüedad, pero si para detectar
parentescos entre grupos de individuos; es usado entonces para comparaciones
entre personas desaparecidas y restos no identificados y sus familiares.

ADNmt para determinar parentescos


El ADN mitocondrial humano tiene características únicas que lo hacen muy
apropiado para estudios microevolutivos: la herenciadel genoma mitocondrial se
realiza exclusivamente por la vía materna, sin recombinarse; hay un fragmento en
este genoma de 400pb (pares de bases) altamente polimórfico, y posee una alta
frecuencia de mutaciones (5 a 10 veces mayor que el ADN nuclear).

Este ADN se puede extraer de muestras de cualquier tejido, incluso de la sangre y


del tejido óseo. Gracias a su presencia en el hueso se puede obtener el genoma
de individuos ya muertos desde hace muchos años. El análisis de la secuencia
genómica se usa para estudiar las relaciones filogenéticas, no sólo en humanos
sino, también en muchos otros organismos. Por este motivo se utiliza para
determinar variabilidad en poblaciones naturales (para ver si hay o no endogamia),
información útil para la conservación de especies en peligro de extinción.

Otras aplicaciones
Hay estudios de investigación que utilizan genes mitocondriales que pueden
ocasionar algún tipo de enfermedad. Algunos investigadores defienden que es
posible que la tendencia a la obesidad se herede por genes mitocondriales de vía
materna. Este descubrimiento supone una vía de actuación contra este problema
si se consiguiera regular el ADN mitocondrial con ciertos fármacos. El genoma
mitocondrial posee infinidad de ventajas para estudiar relaciones evolutivas:
Debido a su menor tamaño, el estudio del ADNmt es más fácil que el del ADN
nuclear; además se puede extraer en grandes cantidades, porque
cada célula tiene varias mitocondrias. El ADNmt evoluciona más rápido y no se
recombina, pasando intacto entre generaciones salvo por las mutaciones;
facilitando la identificación de las relaciones entre organismos muy parecidos.

Fuentes
 Izaguirre, N.; Durán, N. L; De La Rúa, C. (1998): «Genética y arqueología:
análisis molecular de ADN procedente de restos esqueléticos», artículo en la
revista Munibe, n.º 50. San Sebastián (España), 1998.
 DNA Interactive
 Valera, T. A., Aínsua, R. L., Fariña, J. (2009): «El ADN mitocondrial y las
relaciones filogenéticas de los últimos estadios del género homo», artículo en
la Revista de la Real Academia Galega de Ciencias, volumen XXVIII,
págs. 103-118, 2009.
 Crespillo Márquez, M.; Bañón González, R.; Valverde de Villareal, J. L. (2011):
«Aprendizaje y reflexiones de la identificación de cadáveres mediante
marcadores genéticos monoparentales (ADNmt, cromosoma Y). A propósito de
un caso», artículo en la Revista Española de Medicina Legal, n.º 37 (1),
págs. 17-21, 2011.
 «ADN antiguo», artículo publicado en el sitio web de la Universidad
Complutense de Madrid (España).
 Turbón, D.; Cortés, M.; Fernández, E.; Prats, E. (2008): «Análisis del ADN
mitocondrial de dos muestras del yacimiento paleolítico del Pirulejo», artículo
en la revista Antiqüitás, n.º 20, págs. 193-198, M. H. M.: Priego de Córdoba,
2008.
 Griffiths, A. J. F.; Miller, J. H.; Suzuki, D. T.; Lewontin, R. C.; Gelbart, W.
M.: Genética. McGran-Hill-Interamericana, séptima edición.

Información disponible en: https://www.ecured.cu/ADN_mitocondrial

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