INTELIGENCIA EMOCIONAL

El término “Inteligencia Emocional”, hoy en día tan cotidiano y tan difundido en el

ámbito empresarial fue utilizado por primera vez por Peter Salovey y John Mayer en
1990, refiriéndose a la “ la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno
mismo y de los demás y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción”.

Es así que la inteligencia emocional se convierte en el eje central del Liderazgo

personal, considerando que sólo se puede ser líder cuando, empezando por uno
mismo, se logra la armonía, la fortaleza y el control interior, que genera el crecimiento,
la coherencia y la credibilidad que nos permite influir en terceros.

La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y manejar las

emociones correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los demás, la
consecución de metas y objetivos, el manejo del estrés o la superación de obstáculos.

Ante cualquier acontecimiento que suceda en tu vida, las emociones, tanto positivas
como negativas, van a estar ahí, y pueden servirte de ayuda y hacerte feliz o hundirte
en el dolor más absoluto, según cómo sea tu capacidad para manejarlas.

La Inteligencia emocional no puede modificar nuestro temperamento, pero muchas de

nuestras expresiones temperamentales podemos aprender a controlarlas, bien
reduciendo su intensidad o su duración, o ambos aspectos simultáneamente

Las personas con una alta inteligencia emocional no necesariamente tienen menos
emociones negativas, sino que, cuando aparecen, saben manejarlas mejor. Tienen
también una mayor capacidad para identificarlas y saber qué es lo que están sintiendo
exactamente y también una alta capacidad para identificar qué sienten los demás. Al
identificar y entender mejor las emociones, son capaces de utilizarlas para
relacionarse mejor con los demás (empatía), tener más éxito en su trabajo y llevar
vidas más satisfactorias.

EL OBJETIVO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Uno de los objetivos fundamentales de la IE, es el poner de relieve las limitaciones del
denominado Coeficiente Intelectual (CI). Los defensores de este modelo, consideran
que el CI, es una capacidad genética e innata que no puede ser modificada. Por lo
tanto, el destino de las personas se halla de antemano determinada por la actitud del
CI. Frente a ello, el modelo de la IE, sostiene que el CI no es el único factor que indica
la capacidad del ser humano, ya que existen toda una serie de habilidades que se
pueden aprender, basadas en los sentimientos y las emociones: el autocontrol, el
entusiasmo, la automotivación, la empatía, etc .

En resumen, desde siempre hemos oído que el C.I era determinante para saber si una
persona tendría éxito en la vida, un test podría marcar el futuro de su éxito académico
y profesional. Sin embargo, hace ya varios años que desde al ámbito empresarial se
dieron cuenta de que son otras capacidades las necesarias para el éxito en la vida. Y
esas no las medía ningún test de inteligencia.
Piensa, por un momento, la importancia que las emociones tienen en nuestra vida
cotidiana y rápidamente te darás cuenta de que la mayoría de las veces marcan todas
nuestras decisiones, casi sin percatarnos:

¿Eliges tu pareja porque objetivamente es la mejor opción?¿No pudiste estudiar

porque habías peleado con tu enamorada(o)?¿No te concentras en clases porque
estás preocupado por la enfermedad de un pariente?¿ En un arrebato le contestaste
mal a un profesor? La mayoría de nuestras decisiones están tintadas (si no
dominadas) por las emociones. Ante esto hay que admitir que hay gente con un
dominio de su vida emocional mucho mayor que otra.

- Razones por las que es importante ser inteligentes emocionalmente:

• Incrementa la autoconciencia.

• Favorece el equilibrio emocional.

• Fomenta las relaciones armoniosas.

• Potencia el rendimiento laboral.

• Aumenta la motivación y el entusiasmo.

• Otorga capacidad de influencia y liderazgo.

• Mejora la empatía y las habilidades de análisis social.

• Aumenta el bienestar psicológico.

• Facilita una buena salud.

• Brinda defensa para la reacción positiva a la tensión y al estrés.

- Factores que influyen en el desarrollo de la Inteligencia Emocional

La I.E. no está determinada genéticamente. Es decir, no se hereda de padres a hijos,

sino que se aprende a lo largo de la vida, a través de las experiencias que se nos
presentan.

La Inteligencia Emocional tiene cinco habilidades prácticas. Estas cinco habilidades

prácticas son útiles para cuatro áreas fundamentales de nuestras vida:

1) Proponen a nuestro bienestar psicológico, base para el desarrollo armónico y

equilibrado de nuestra personalidad

2) Contribuyen a nuestra buena salud física, moderando o eliminando patrones y/o

hábitos psicosomáticos dañinos o destructivos, y previniendo enfermedades
producidas por desequilibrios emocionales permanentes (angustia, miedo, ansiedad,
ira, irritabilidad, etc.).

3) Favorecen nuestro entusiasmo y motivación. Motivación y emoción tienen la misma

raíz latina (motere), que significa moverse (acercarse hacia lo agradable o alejarse de
lo desagradable). Gran parte de nuestra motivación en distintas áreas de la vida está
basada en estímulos emocionales.

4) Permiten un mejor desarrollo de nuestras relaciones con las personas en el área

familiar-afectiva, social y laboral-profesional.

5) Llevar a un nivel óptimo de relación entre las personas: determina qué tipo de
relación mantendremos con nuestros subordinados (liderazgo), con nuestros
superiores (adaptabilidad) o con nuestros pares (trabajo en equipo). Las emociones
determinan cómo respondemos, nos comunicamos, nos comportamos y funcionamos
en el trabajo y/o la empresa.

Una persona con Inteligencia Emocional…

1. Son empáticos

Las personas con inteligencia emocional pueden colocarse en los pies del otro sin
dificultad alguna. Perciben los sentimientos y las emociones de los demás incluso si no
se las comunican de forma verbal.

2. No son perfeccionistas

Las personas perfeccionistas en general tienden a terminar los proyectos más tarde de
lo debido y a tener dificultades para concretar las tareas. En cambio, las personas con
inteligencia emocional son absolutamente conscientes de que la perfección no existe.
Y dado que no tienen miedo de cometer errores ellos mismos habilitan su posibilidad
de una vida más relajada y un aprendizaje profundo de cada experiencia.

3. Son equilibrados

Estas personas conocen muy bien lo que significa una vida equilibrada, de manera
que son capaces de marcar prioridades de acuerdo a sus deseos y a lo que el
contexto les sugiere en cada caso.

4. No viven en el pasado

Las personas con inteligencia emocional viven el presente y disfrutan de todos los
acontecimientos que les brinda (aunque se trate de situaciones negativas). En general,
no se estancan en el pasado sino que tienen su mente y su corazón abiertos a lo que
pueda llegar en un futuro.
5. Abrazan los cambios

Como no tienen miedo de equivocarse tienen una especial devoción por los desafíos y
se lanzan a ellos con seguridad y convicción. Fluyen con los cambios que se les
presentan en la vida cotidiana y se animan a modificar aquello que les desagrada.

6. Se conocen a la perfección

Conocen sus fortalezas y admiten las debilidades en las que aún tienen que trabajar.
Dado que poseen un gran conocimiento de sí mismos y de su entorno saben cómo
resolver situaciones problemáticas de manera sencilla y sin demasiado drama. Esta
característica suele potenciarse con los años.

7. Saben decir que no

Si bien las personas con inteligencia emocional están atentas a lo que sucede a su
alrededor y se encuentran abiertas a nuevas experiencias también practican el
autocontrol. Es decir, saben identificar las situaciones en las que resulta conveniente
decir que no y reconocen las formas en las cuales comunicarlo.

8. Canalizan el enojo

La ira no necesariamente tiene porqué ser una emoción negativa. La clave está en la
forma en que se la utiliza. Las personas con inteligencia emocional saben cómo
controlar el enojo y realizan acciones en consecuencia que no perjudiquen a otros ni a
sí mismos.

.COMPONENTES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Según Daniel Goleman los principales componentes de la inteligencia emocional son:

- Autoconocimiento emocional (o conciencia de uno mismo): Se refiere al

conocimiento de nuestras propias emociones y como nos afectan. Es muy importante
conocer el modo en el que nuestro estado de ánimo influye en nuestro
comportamiento, cuáles son nuestras virtudes y nuestros puntos débiles. Nos
sorprenderíamos al saber cuan poco sabemos de nosotros mismos.

- Autocontrol emocional (o autorregulación): El autocontrol nos permite no dejarnos

llevar por los sentimientos del momento. Es saber reconocer qué es pasajero en una
crisis y qué perdura. Es posible que nos enfademos con nuestra pareja, pero si nos
dejásemos siempre llevar por el calor del momento estaríamos continuamente
actuando irresponsablemente y luego pidiendo perdón por ello.

- Automotivación: Dirigir las emociones hacia un objetivo nos permite mantener la

motivación y fijar nuestra atención en las metas en lugar de los obstáculos. En esto es
necesaria cierta dosis de optimismo e iniciativa, de forma que seamos emprendedores
y actuemos de forma positiva ante los contratiempos.

- Reconocimiento de emociones ajenas (o empatía): Las relaciones sociales se

basan muchas veces en saber interpretar las señales que los demás emiten de forma
inconsciente y que a menudo son no verbales. El reconocer las emociones ajenas,
aquello que los demás sienten y que se puede expresar por la expresión de la cara,
por un gesto, por una mala contestación, nos puede ayudar a establecer lazos reales y
duraderos con las personas de nuestro entorno. No en vano, el reconocer las
emociones ajenas es el primer paso para entenderlas e identificarnos con ellas.

- Relaciones interpersonales (o habilidades sociales): Cualquiera puede darse

cuenta de que una buena relación con los demás es una de las cosas más importantes
para nuestras vidas y para nuestro trabajo. Y no solo tratar bien a los que nos parece
simpático, a nuestros, amigos, a nuestra familia. Sino saber tratar también
exitosamente a aquellos que están en una posición superior o a nuestros enemigos.

INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL TRABAJO

Actualmente son muchas las empresas que están invirtiendo dinero en formar a sus
trabajadores en Inteligencia Emocional. Y esto es así porque se han dado cuenta de
que la clave del éxito, la clave de las ventas, está en el grado en el que los
trabajadores de una empresa conozca, controlen sus emociones y sepan reconocer
los sentimientos de los clientes. Imaginen el caso de un vendedor que no tuviera
habilidades de trato con el público, un empresario sin motivación por su empresa o un
negociador sin autocontrol. A estas personas un Master en Harvard no les servirá de
nada, porque tardarán poco en echar a perder su trabajo por un mal conocimiento de
sus emociones. Tengan en cuenta que en las selecciones de personal se tiende cada
vez más a poner al candidato en situaciones incómodas o estresantes para ver su
reacción ante situaciones claves que encontrará en su trabajo.

“¡Me tratan como a un esclavo!” “Nadie se interesa por mi trabajo” “El jefe nunca me
escucha”
Estos son algunos pensamientos que se podrían escuchar en los pasillos de una
empresa o centro de trabajo.

Felizmente eso está cambiando en algunas organizaciones y valores como la

autoridad, la agresividad y la ciega competitividad han dejado de tener la importancia
que antes se les brindaba dentro de las mismas. Hoy en día se valoran mucho más
trabajadores con grandes dosis de creatividad, empatía e intuición, entre otras
aptitudes de índole emocional.

En otras palabras, en el mundo laboral existe cada vez más convencimiento de que ya
no basta un buen currículo y amplia experiencia de trabajo para ser exitoso
profesionalmente, pues los ascensos más rápidos los consiguen quienes poseen
mayor inteligencia emocional.

Se han encontrado casos de trabajadores con un coeficiente intelectual superior o

altos niveles de destreza en alguna materia en particular, que a pesar de poseer dicha
habilidad resultaron negativos para el éxito profesional de la empresa. Al parecer, ese
tipo de trabajadores “estrellas”, en muchas ocasiones tiene poca capacidad para
aceptar críticas, recomendaciones y compartir grupos de trabajo.

Este cambio de rumbo relación con la importancia que le ha dado al trabajo en equipo
y de tipo colaborativo, en los que las relaciones interpersonales son el eje principal. En
pocas palabras: hoy en día existe un claro interés por ejecutivos con corazón.

¿QUÉ SIGNIFICA TRABAJAR CON INTELIGENCIA EMOCIONAL?

Trabajar con inteligencia emocional consiste en relacionarnos con nuestros

compañeros de un modo emocional y racional, sin dar lugar a que nuestros impulsos
nos manejen en ello. La manera de establecer y mantener relaciones interpersonales
es determinante para tener éxito en situaciones de motivación dirección y liderazgo de
equipos humanos (Goleman, 1998)

Asimismo, involucra aprender a percibir nuestros propios sentimientos para luego

poder interpretar las emociones ajenas, es decir, percibir sus preocupaciones y
responder a ellas. Esto es importante en un ambiente laboral pues, ya sea para bien o
para mal, las emociones se contagian constantemente.

“El cociente intelectual determina lo que

sabe un ejecutivo, pero la inteligencia
emocional determina lo que hará”.

“El coeficiente intelectual permite entrar en

una organización, la inteligencia emocional
permite crecer en la organización y
convertirse en líder”

Abel Cortese

En suma, cada uno influye en el estado de ánimo de los demás. Es por ello que los
trabajadores más efectivos usan naturalmente su radar emocional para percibir las
reacciones de los demás, y en base a ello redirigir sus propias respuestas hacia el
logro de mejores formas de interacción (Goleman, 1995).

Otras aptitudes propias de una persona que trabaja con inteligencia emocional, que
influyen en sus relaciones interpersonales y en su eficiencia dentro de la organización,
son:

- MANEJAR CONFLICTOS.- Expertos en el arte de negociar, detectar disturbios

cuando se están produciendo y resolver los desacuerdos y lograr la calma. Para
todo ello son fundamentales el arte de escuchar y el ser empático.

- CATALIZAR CAMBIOS.- Tienen poder para iniciar o manejar los cambios. Para
ello es necesario contar con alto grado de influencia, compromiso, motivación,
iniciativa y optimismo.

- LIDERAR.- Capaces de inspirar y guiar a individuos o grupos hacia el logro de los

objetivos de la organización.

¿CÓMO PUEDO SER EMOCIONALMENTE MÁS INTELIGENTE EN EL TRABAJO?

 No te calles

Di lo que piensas, siempre desde una crítica constructiva. Razona tu punto de

vista y ofrece alternativas.

 Si se solicita tu opinión sé cauto en lo que dices

Sin descalificar el trabajo de los demás.

 Asume el riesgo de parecer imperfecto

 Exterioriza tus emociones y aprende a canalizarlas.

 Da las gracias.

Y reconoce en los demás el trabajo bien realizado.

 Aprovecha mejor el tiempo

Toma pausas estratégicas cada 30 a 60 minutos. Descubre tu ritmo natural y

evitar interrupciones.

 Practica ejercicio físico

En tus pausas realiza estiramientos o pequeñas caminatas. Si trabajas en un

lugar cerrado, sal a respirar aire fresco al menos tres veces al día.

 Déjate orientar también por tu intuición práctica

No dejes todo en mano de los analistas. Ten sentido del oportunismo.

 Libera tu creatividad.

Si no puedes hacerlo en tu trabajo, hazlo en tus tiempos libres.

 Aprende a trabajar en equipo

No te aísles en la oficina.

 Asume compromisos en común con otras personas y dialoga siempre

 Escucha

Acepta las críticas y ponte en lugar del otro.

 Practica la empatía de modo regular

 Ejerce influencia sobre tus subordinados sin autoritarismos

 Sé mentor y al mismo tiempo ejemplo a imitar.

Sé respetuoso y res0petabloe, confiado y confiable. Jamás humilles a un

colaborador.
Práctica:

1.- ¿Cuáles son aquellas características de inteligencia emocional más

importantes que posees?

2.- ¿Cómo aplicarías estas características en un trabajo que

desempeñas?

3.-Además del trabajo en equipo, ¿qué otras razones encuentras por las
que actualmente se brinde mayor importancia a la inteligencia
emocional?

4.- ¿Cómo Usar La IE Para Lograr Un Equilibrio Entre Mi Trabajo, Mi

Familia Y Mis Estudios?
5.- ¿Puede La Inteligencia Emocional Modificar Nuestro Temperamento?

6.- ¿En Que Esferas De Mi Vida Es Aplicable La Inteligencia Emocional?

CASO: Urbano

Urbano es la mezcla de paciencia y entendimiento, incluso en las reuniones de

trabajo, donde todos los demás pierden el control y el ambiente se ve
emocionalmente recargado, mientras que los que lo rodean van quedando
cada vez más entrampados en las discusiones y muestran una mayor
emocionalidad desbordada, Urbano siempre escucha y responde con
conocimiento, experiencia y madurez. Su supervisor le tiene particular cariño,
pues Urbano se muestra como una persona integral, con grandes cualidades
como miembro de equipo. “He sido testigo en muchas oportunidades de lo bien
que Urbano maneja situaciones complejas, es sensible y sin embargo, directo,
siempre va al punto de manera objetiva, mostrándose, a la vez, firme y
respetuoso. Escucha pacientemente y siempre pondera la opinión de su
interlocutor, manteniendo altos estándares conductuales”.

En la opinión de su equipo de trabajo. Urbano es excelente en las

conversaciones cara a cara. Se comunica muy bien, su reacción a las crisis es
excelente y su habilidad para separar emoción de razón, le da un pensamiento
táctico de primer orden; “ojalá tuviese más colaboradores como Urbano”, dice
su supervisor frecuentemente.
Según el caso, redacta por escrito como escenificarías esta situación en la que
Urbano logra finalmente apaciguar los ánimos y devolver al equipo el ambiente
adecuado para enfrentar la crisis, siempre en respeto a su supervisor ya sus
compañeros.

Las seis palabras más importantes: ‘YO ADMITO QUE COMETÍ UN ERROR’

Las cinco palabras más importantes: ‘ME SIENTO ORGULLOSO DE USTED’

Las cuatro palabras más importantes: ‘¿CUÁL ES SU OPINIÓN?’

Las tres palabras más importantes: ‘HÁGAME EL FAVOR’

Las dos palabras más importantes: ‘MUCHAS GRACIAS’

La palabra más importante: ‘NOSOTROS’

La palabra menos importante: ‘YO’

. . .y recuerde: ANTES DEL HONOR ESTÁ LA HUMILDAD