Antropologia Yo Observador
Antropologia Yo Observador
Antropologia Yo Observador
Renato Huerta
los afectos, y de los patrones automáticos de respuesta.
Texto 1: EL YO OBSERVADOR Así se tiene la oportunidad de modificarlos y controlarlos
para tener un mayor dominio sobre ellos. Hay otros
procesos mentales que son "supuestos" de nuestra
El yo observador, no es un objeto como todo lo demás.
cultura relacionados con el "altruismo", el "autosacrificio",
Al suspender todo el contenido, mediante técnicas
etc., compartidos por los psicoterapeutas occidentales.
especiales, la conciencia está allí. Al yo observador lo
La ciencia mística conoce la "sinceridad de intención"
tenemos que experimentar directamente, no podemos
que sanciona socialmente la codicia, el utilitarismo que
observarlo. No tiene dimensiones, cualidades ni límites.
tienen muchas veces en su trasfondo esos supuestos. La
tradición mística puede ampliar la comprensión y
Ramana Maharshi mediante su disciplina de la pregunta
perspectiva de los psicoterapeutas occidentales.
¿Quién soy yo? demostró que el yo observador no es un
objeto, no es el cuerpo, ni el sentimiento ni la acción.
El terapeuta debe desarrollar su propio yo observador
Está apartado del contenido de la conciencia porque
para transmitirlo a su paciente. Los maestros místicos, a
constituye la condición de posibilidad misma de nuestra
su vez, pueden transmitirlo debido a lo que "han llegado
experiencia. No puede afectarlo el mundo. La pregunta
a ser".
"Quién soy yo" tiene respuesta fuera del ámbito de
nuestra habitual forma de pensar.
Actividad 1:
1.Mencione alguna característica positiva del yo
En Occidente se considera que el observador y lo
observador?
observado son fenoménicamente iguales. En el
2.¿A qué concepto podría asemejarse el yo observador?
misticismo, en cambio, son diferentes. Distinguen
3.¿Qué comprensión del yo tiene la filosofía occidental y
claramente entre el alma testigo y todos los fenómenos
el psicoanálisis, respectivamente?
de la naturaleza.
4.¿Qué tipo de conocimiento tiene el yo observador?
5.¿Por qué el yo observador no es un objeto?
La literatura psiquiátrica y psicológica considera al yo
observador como el "ego observador", pero no ha
investigado su especial naturaleza y su importancia en la Texto 2: LA CONCIENCIA TESTIGO
comprensión del yo.
Texto 4: “En busca del sujeto” Joseph Donceel Las afirmaciones anteriores se pueden objetar. Alguien podría
decir: No solamente conozco que percibo, siento y recuerdo.
Yo coincido con mi Ego puro en el acto de conocimiento También conozco que conozco. ¿En qué está la diferencia? De
y de voluntad. Yo soy esencialmente el que conoce y el que hecho la diferencia está en que en los primeros ejemplos entran
quiere. En el estado de vigilia, estoy siempre conociendo y en juego dos actividades distintas, el conocimiento y la
queriendo en acto, porque yo soy el acto de conocer y percepción, el conocimiento y el sentimiento, el conocimiento
querer, o de otro modo, porque yo soy el que conoce y el y el recuerdo. En el segundo caso, se hace referencia a una
que quiere. Estas actividades muestran diferentes grados de única actividad, la del conocimiento. En los primeros ejemplos,
intensidad y atención, pero están siempre presentes. El que una actividad superior abarca y envuelve a otra inferior; en el
diga que no conoce nada, que no afirma nada, se contradice segundo caso, la misma actividad se comprende a sí misma,
a sí mismo, porque tiene conciencia de su pretendida falta está presente a sí misma, se auto-ilumina, coincide consigo
de conocimiento y afirma que no afirma nada. El que diga misma.
que no quiere nada quiere decir esto y negar mi afirmación. También los animales, hasta cierto punto, tienen conciencia de
Tratemos de exponer esto más claramente, primero para el que perciben. Cuando un perro ve un gato, debe también, en
conocimiento, luego para la voluntad. cierto sentido, tener conciencia de que percibe un gato. Esto ha
Coincido realmente conmigo mismo cuando digo: Yo sido explicado tradicionalmente por la presencia de una
conozco algo. No puedo negar mi actividad cognitiva sin función sensitiva superior (llamada sentido central o común)
afirmarla. Puedo no prestar ninguna atención al hecho de que controla la actividad de los sentidos inferiores, en este
que conozco algo. Cuando sigo un partido de fútbol, tomo caso, el sentido de la vista. Pero el hombre no sólo percibe el
conciencia de muchas cosas, pero no soy consciente del gato y tiene conciencia de que percibe el gato, sino que tiene
hecho de que estoy atendiendo al partido. No advierto mi conciencia de que tiene conciencia, habla de ella y la investiga
misma actividad cognitiva, porque estoy absorbido por el (como hacemos ahora), y esto parece suceder en un nivel más
partido. Pero si alguno me pregunta qué estoy haciendo, le profundo que el que hallamos en el conocimiento sensitivo
diré que estoy mirando el juego. Aunque haya estado animal.
totalmente inconsciente de mi observación del partido, de Otra objeción puede provenir del hecho del sueño profundo
los múltiples actos de conocimiento que este observar durante el cual desaparece toda conciencia. Si el yo puro con-
siste en la última auto-conciencia, parece seguirse, del hecho
envuelve, en este momento, ante la pregunta, me he vuelto
de que desaparezca en el sueño, que dejo de ser yo durante el
consciente de mi actividad. El yo puro u originante está
tiempo en que duermo, lo que en realidad es bastante difícil de
generalmente vuelto hacia la gente y las cosas, con menos
concebir.
frecuencia se dirige a sus propios cuasi-objetos (en sus
Se trata de una objeción importante que nos permitirá profun-
fantasías, en la introspección, cuando sufre algún dolor),
dizar en la intelección del yo originante. Este yo que parece
muy rara vez se concentra sobre su propia actividad. Con
consistir esencialmente en la afirmación y en el querer, no
todo, aun cuando está vuelto hacia afuera, o vuelto a medias puede operar en la ausencia de algunos cuasi-objetos. Es una
hacia adentro, tiene ciertamente una cierta conciencia de su luz que ilumina todo pero que no se puede iluminar a sí misma.
propia actividad. No veo esta luz directamente, sólo la puedo ver reflejada en los
Puedo negar sin contradicción que veo, oigo o siento o objetos que ilumina. Si brilla en el vacío, se vuelve invisible
imagino algo. Pero no puedo negar, sin contradicción, que para mí. En el sueño parece que sucede algo parecido. El vacío
conozco algo. No en todo momento presto atención al no es siempre e inmediatamente total; hay un estado transitorio
hecho de mi propio conocimiento, pues mi interés se dirige de semi-sueño, de adormecimiento, durante el cual continúo
hacia mi contorno. Este conocimiento siempre presente, mis esfuerzos para afirmar y querer; pero, como el vacío se
pero no advertido, lo llamamos implícito, no-temático, vuelve más completo, este conocimiento y estas voliciones se
prerreflexivo. Cuando le presto atención, se vuelve vuelven débiles e imperfectas. Mi lógica se vuelve vacilante,
explícito, temático, reflexivo. No siempre se da el segundo, mis elecciones ya no son libres. Finalmente durante el sueño
pero en cambio, el primero está constantemente presente profundo, cuando hasta las imágenes desaparecen, ya no queda
durante la vigilia: me contradeciría a mí mismo si lo negara. nada que pueda ser iluminado por el yo, ya no hay "re-flexión",
Aquí parece que hemos llegado al yo puro originante. porque no hay nada sobre lo que pueda incidir la reflexión.
Actividad 4.