Concurso de Sistematizaciones

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Cuadernos de Experiencias 4

CONCURSO DE
SISTEMATIZACIONES
2008

Ruth Jaulis Quicaña - María Pía Hermoza


Denisse Chávez Cuentas
Esta publicación es el resultado del Concurso de Sistematizaciones auspiciado y asesorado por Escuela para
el Desarrollo. Agradecemos a EED y a Progressio por su contribución con la presente publicación.

Serie: Cuadernos de Experiencias

Lima, junio de 2008

Hecho el Depósito Legal: 0000-00000

ISBN: ............................................

© ESCUELA PARA EL DESARROLLO


Miguel Soto Valle 247, Magdalena, Lima 17. Perú.
Telf.: (51-1) 264-4858 / 264-5836
Fax: (51-1) 264-1069
E-mail: [email protected]
Web Site: www.escuela.org.pe

Diseño y cuidado de edición:


SINCO Editores / [email protected]
Jr. Huaraz 449 Breña
Contenido

Introducción
I. Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de
Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política.
Ruth Jaulis Quicaña

II. Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del
abuso y la explotación sexual infantil.
María Pía Hermoza

III. Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las muje-
res de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho.
Denisse Chávez Cuentas
Presentación

En el año 2007, y como parte de las celebraciones de los 15 años de fundación de Escuela para el Desa-
rrollo, decidimos re-editar una de las tareas que ha sido parte de nuestras preocupaciones fundacionales y
componente fundamental de nuestra misión organizacional: promover la producción de sistematizaciones.
Por esta razón se organizó y llevó a cabo el Concurso de Sistematizaciones, concebido como un
espacio y oportunidad para revalorar la práctica de promoción del desarrollo, recuperar los aprendizajes
significativos que en ella se generan y difundir la labor de los diversos agentes involucrados en estas expe-
riencias.
Enfoque del concurso
Para efectos de esta iniciativa, propusimos como concepto de sistematización al proceso de recuperación
crítica y creativa de aprendizajes significativos de un proyecto o experiencia de promoción del desarrollo en
la que él o la postulante haya participado o dirigido de manera directa en los últimos años.
Asumimos que este proceso de recuperación de aprendizajes significativos, surge y se enmarca dentro de un
afán deliberado del postulante por interrogarse e indagar sobre la naturaleza, significado y valor de alguna
dimensión de su propia experiencia que convoca su interés personal, y en donde pone en funcionamiento su
forma habitual de organización y construcción de conocimiento.
Asimismo supone abandonar las consideraciones de tipo formal-administrativa que suelen condicionar la
gestión de los proyectos, para dedicarnos más bien a una exploración libre sobre la propia práctica, sus
manifestaciones reales y las lecciones que ella nos entrega.
Por consiguiente, los aprendizajes significativos podrían provenir de experiencias exitosas o fallidas; de pro-
cesos acabados o inconclusos; de circunstancias fluidas o cargadas de tensiones organizacionales, sociales,
culturales, etc.
Finalmente, entendemos que la sistematización de nuestra práctica, pone a prueba nuestra habilidad para
comunicar los aprendizajes en su contexto social y cultural, pudiendo escoger para tal fin diversos medios
a nuestro alcance.
Los beneficios que ofrecimos
Estuvo previsto seleccionar cinco propuestas —a cargo de una comisión evaluadora conformada por tres
profesionales reconocidos y vinculados a la práctica de sistematización— con cuyos autores Escuela para el
Desarrollo se comprometió a ofrecer los siguientes beneficios:
• Participación en dos talleres de orientación metodológica de la sistematización;
• Asesoría personalizada en el proceso de producción de sus sistematizaciones;
• Publicación de los productos;
• Premiación y reconocimiento público.
Se presentaron 23 propuestas, de las cuales seleccionamos a 6 postulantes:
CARREÓN INCA, Omar Greh, del Cadep José María Arguedas; con el tema “Procesos de cambio en los
promotores y promotoras del desarrollo comunal en relación al ejercicio de sus derechos sexuales y repro-
ductivos”. Experiencia realizada en el Cusco.
CASTILLO FERNADEZ, Marlene Luz, del Centro Peruano de Estudios Sociales – Cepes; con el tema “Participa-
ción de las comunidades campesinas en proceso de planificación territorial de la zona central de Huanca-
velica”. Experiencia realizada en Huancavelica.
CHAVEZ CUENTAS, Denisse, del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán; con el tema “Iniciativas locales para
el avance de las mujeres”. Experiencia realizada en Ayacucho, Cusco y Huancavelica.
FLORES PISCOYA, Julissa Rosana, del Proyecto UNIR – Universidad Nacional Agraria La Molina; con el
tema “Interacción entre voluntarios universitarios y pobladores de las comunidades rurales de la zona sur de
Lima”. Experiencia realizada en Manchay y Cañete.
HERMOZA FLORES, María Pía, de Acción por los Niños, con el tema “Vigilancia ciudadana de las res-
puestas del Estado a violaciones flagrantes de los derechos de los niños y niñas”. Experiencia de incidencia
política de cobertura nacional.
JAULIS QUICAÑA, Ruth, de la Asociación Paz y Esperanza; con el tema “Recuperación de espacios comu-
nales para el soporte emocional de las mujeres integrantes de la Asociación de Familiares de Afectados y
Desaparecidos por la violencia política”. Experiencia realizada en Ayacucho.
El proceso
Durante el año 2007 realizamos tres talleres en donde construimos una plataforma conceptual y metodo-
lógica común sobre la sistematización y desarrollamos el diseño de los planes particulares (I Taller, febrero
2007); trabajamos la información que cada participante fue levantando sobre sus objetos de sistematización
(II Taller, julio 2007); y otorgamos un espacio para la escritura y lectoría de los trabajos en sus versiones
preliminares (III Taller, octubre 2007).
Entre taller y taller, cada participante contó con la asesoría personalizada por parte de quienes integramos
el Área de Capitalización de Experiencias, unidad operativa de Escuela para el Desarrollo encargada de esta
iniciativa.
Una de las primeras constataciones que nos gustaría compartir, es que, sistematizar experiencias que son
parte de nuestras prácticas de promoción, sigue siendo un asunto difícil. Para empezar, habíamos concorda-
do seis meses como un tiempo razonable para culminar los productos, sin embargo fue necesario ampliar
seis meses más para concluir con las tareas.
Y es que el proceso que nos tocó experimentar, estuvo atravesado de una serie de hechos y que pasamos a
reseñar a modo de tensiones:
Los paradigmas de conocimiento
Un primer asunto que tuvimos que reconocer, aceptar y enfrentar, fue el hecho de que existe una forma
hegemónica de concebir y reconocer el proceso de construcción del conocimiento como válido y valioso. Y
que, enfrentadas dos formas distintas, suele privilegiarse aquella cercana a la producción racional, formal,
estructurada, es decir, el paradigma positivista.
Así, tuvimos a quien optó por la construcción de hipótesis y variables (propia del modelo de investigación
científica), y al frente a quién apeló más bien a la re-construcción de sus vivencias personales y muy profun-
das (en diálogo con la experiencia que pretendía sistematizar), pero que no se correspondía al modelo que
tenía delante. Esta situación generó temor y parálisis a más de un/una participante.
En el grupo tuvimos que trabajar esta dimensión con la finalidad de aceptar la diversidad y reconocer las
opciones de cada quien, en materia del modelo a seguir en el diseño conceptual y metodológico de su plan
de sistematización.
Tomar distancia del proyecto
Cada participante había sido protagonista de la experiencia que pretendía dar cuenta con su sistematiza-
ción, en tanto promotor e integrante del equipo ejecutor de un proyecto.
Este sentido de pertenencia e identidad, dificultó grandemente el que se pueda observar “desde arriba” la
complejidad de la experiencia, las dinámicas diversas en que estuvo inmerso el proyecto, los múltiples facto-
res que se pusieron en movimiento como parte de la experiencia.
La tendencia era a dar cuenta de los resultados del proyecto, asumiendo una función “evaluadora”, antes
de dejarse sorprender por los hallazgos que la riqueza de cada experiencia podía ofrecernos. Tuvimos
que reconocer que la experiencia vivida supera ampliamente los márgenes propios del proyecto en el que
estuvieron inmersos.
Pasar de los estrechos carriles del proyecto a las anchas avenidas de la experiencia, fue todo un reto que
tuvimos que enfrentar.
Datos, información y aprendizaje
Una de las tareas que enfrenta quien sistematiza una experiencia, es el ordenamiento de los datos, aquellos
que casi nunca se encuentran por las deficiencias de nuestros sistemas de monitoreo (pero ese es otro tema).
Una de las primeras fases de nuestra propuesta metodológica tiene que ver con la “recuperación de la his-
toria” y que apela a la organización y presentación de datos. Es decir, la descripción.
Si ya esta tarea es complicada, más aún es el convertir a éstos en “información”, es decir, articularlos bajo
una determinada lógica de razonamiento e intencionalidad y convertirlos en sustento de un juicio de valor,
transformarlos en una afirmación propia, en una proposición sobre la realidad observada. Es decir, expli-
car.
Pero más complicado aún, resulta identificar en toda este maremágnum de información —que a estas alturas
ya viene produciendo la sistematización—, aquellos elementos que se constituyen en el real aporte del pro-
ceso: el aprendizaje. Y es que, desde nuestro punto de vista, éste no se busca: se encuentra. Aparece. Y no
siempre estamos preparados o en condiciones de percibirlo, de recibirlo.
La oralidad y la escritura
Al paradigma hegemónico de conocimiento (positivista), se suma el hecho de que la forma de comunicación
socialmente valorada en nuestro medio (intelectual) es el “escrito”. Y así fue propuesto nuestro concurso:
esperábamos documentos finales escritos y “publicables”.
Sin embargo, nuestras experiencias generalmente se transmiten en formas no escritas de comunicación. La
oralidad sigue siendo un medio privilegiado de comunicar las vivencias, los procesos, las experiencias y los
aprendizajes.
Los participantes, las participantes del concurso, acusaron la dificultad de pasar de formas orales de comu-
nicación habitual, a formatos en donde la palabra escrita (y bien escrita) era el requisito fundamental.
Si ya pasar de los datos a la información y de ésta al aprendizaje era un problema, expresarlo en forma
escrita, era todo un desafío.
Las prioridades de la organización contra las prioridades de la sistematización
A las complicaciones reseñadas se suman las tensiones que se dieron entre los objetos de sistematización
que fueron identificando, priorizando y formulando con independencia cada uno/una de los/las participan-
tes y los intereses o exigencias pragmáticas, funcionales, utilitarias de sus organizaciones.
Y es que a veces sucede que el aprendizaje no cuenta necesariamente en los cálculos de costo beneficio, si
no está de acuerdo o alineado con la urgencia de dar cuenta de los “éxitos” de los “proyectos” que nuestras
“ong” implementan.
Más de una de las participantes se sintió “sola” en el proceso de sistematización.
Nuestras expectativas y sus posibilidades
Finalmente, en un momento experimentamos un desfase entre nuestras expectativas y los productos real-
mente existentes. Y fue cuando desde la Dirección se nos planteó un tema: el estándar de calidad de los
productos para ser publicados.
Y nos preguntamos ¿Y quién determina ese estándar? Nosotros? Escuela? la Dirección?
Encontramos una salida transitoria: cada quien determina su propio límite y su propio itinerario. Su propio
objetivo y su propio estilo. Le otorgaba su propia personalidad, dedicación, razón, emoción y arte.
Eso es lo que vamos a apreciar en la lectura de los tres casos, que si bien partieron de un mismo patrón
conceptual y metodológico de cómo hacer una sistematización, los resultados son disímiles, como distintas
las personas y las experiencias.
* * *
Estos y otros factores que inciden en los procesos de sistematización de experiencias fuimos descubriendo y
enfrentando en esta “nuestra propia experiencia”. Pero eso es materia de otro ensayo.
Por ahora solo permítasenos dar las gracias a quienes se animaron y confiaron en nosotros como facilita-
dores de sus procesos de sistematización, y en especial Ruth Jaulis, María Pía Hermoza y Denisse Chávez,
quienes persistieron y presentan sus productos finales.
Asimismo agradecer a Ruth Céspedes y Susana Araujo, compañeras de la que fue el Área de Capitali-
zación del Saber, de Escuela para el Desarrollo, con quienes participamos de esta aventura, con nuestras
certezas y dudas, nuestras reflexiones sesudas y desvaríos, nuestros momentos de entusiasmo y de desilusión,
con nuestras palabras y silencios.

Walter Melgar Paz


Noviembre de 2008
1
Recuperando espacios
comunitarios en el soporte
emocional a mujeres de la
Asociación de Familiares de
Afectados y Desaparecidos por
la Violencia Política

Ruth Jaulis Quicaña


¿De qué hablamos en este documento?

Presentación

Introducción

Antecedentes y contexto de la experiencia I.

¿Quiénes son estas mujeres? II.

Construyendo conceptos III.

Acercamiento inicial y primeras dudas IV.

Los grupos de ayuda mutua V.

La metodología que utilizamos VI.

Encuentro intercultural en los grupos de ayuda mutua VII.

Cambio de actitud de las participantes en los grupos de ayuda mutua VIII.

El papel de la espiritualidad en el proceso del soporte emocional IX.

Más que conclusiones, nuestros aprendizajes X.

Bibliografía
Agradecimientos
Mi gratitud a la institución Paz y Esperanza, en particular al doctor Germán Var-
gas, por haberme dado la oportunidad de trabajar con ellos en favor de nuestros
hermanos y hermanas afectados por la violencia política; al equipo del proyecto
“TQV”, Katia Huamaní, Carolina Bendezú, Milagros Quiroz, Israel Allccahuamán,
José Carlos y Omar Bengoa, por el empeño y esfuerzo entregado durante los me-
ses que estuvimos juntos compartiendo no sólo el trabajo sino también el cariño y la
amistad; al Fondo Contravalor Perú–Alemania, por habernos dado la oportunidad
de aportar en nuestra Región Ayacucho, haciendo posible que este proyecto se
ejecutara —juntamente con otros 10 proyectos— con las mujeres de la Asociación
de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política, porque si no
nos hubieran dado la oportunidad de estar con ellas, si no hubieran compartido sus
sentimientos más profundos, esta experiencia no hubiera sido posible. Mi gratitud a
las mujeres que conformaron los grupos de ayuda mutua “Huk sunqulla yanapaku-
sun” y “Kusisqalla llamkasun”; a los trabajadores del Centro de Salud de Putacca,
al doctor Wilber Torres y a su equipo de profesionales, quienes nos acogieron y
apoyaron en el trabajo de fortalecer la salud mental de la población quechua.
Asimismo a la Junta Directiva de la Asociación de Familiares de Afectados y Des-
aparecidos por la Violencia Política, en especial a su Presidente, señor Bonifacio
Núñez Galindo y al Fiscal, señor Francisco Núñez.
Finalmente, agradezco a Dios por la vida de mi madre, mi hija y amigos muy cerca-
nos a mí, porque ellos son mi inspiración, fuerza y alegría en mi vida diaria.
Presentación

En el Perú, la Comisión de la Verdad y Reconciliación ha permitido identificar lo que pasó


durante dos décadas de conflicto armado interno y ha marcado un hito fundamental en escla-
recer la verdad y procurar justicia para decenas de miles de víctimas de ese infausto período
de violencia en nuestro país.
Luego del riguroso estudio realizado —significativo pero no concluyente— es preciso desarro-
llar la discusión en torno a los dilemas pasados y presentes y atender las consecuencias en
las personas y comunidades afectadas, reconociendo sus recursos y fundamentalmente, su
dignidad. Si se trata de contribuir realmente a recuperar la salud mental, no existe otra manera
de hacerlo.     
Este categórico enunciado está sustentado, más que en teorías, en experiencias de vida y
servicio concretas, como las que Ruth Jaulis Quicaña nos presenta en esta sistematización
que da cuenta del trabajo en salud mental comunitaria realizado por un grupo de personas
dispuestas a innovar esquemas, replantear sus percepciones y a consultar con la población.
Sólo así se puede aprender y sólo así se puede ayudar.
Escuché a colegas —partícipes de la experiencia que describe Ruth— decir que lo aprendido
en la universidad no bastaba y que la psicología les había provisto de recursos privilegiados
pero que poco servían sino se adaptaban al pensamiento y cultura de la gente. Yo creo que
esa actitud les permitió desarrollar mejor su servicio, así como su bagaje profesional.
Reconocer la riqueza que hay en la identidad, cultura y memoria de nuestros pueblos es clave
para atender los problemas de salud mental de manera integral y efectiva. Una intervención
que ignore que la fuerza —subjetiva y social— de las personas está en sus costumbres, su tierra
y su comunidad, corre el riesgo de fracasar.
Comparto con los colegas de Paz y Esperanza y otras instituciones que prestan servicios en
Ayacucho esta comprensión, y por eso celebro este documento que es testimonio de cómo se
puede transformar la destrucción y el trauma, en salud y esperanza.
Sirva esta ocasión para felicitar a Ruth Jaulis Quicaña por su esmero y perseverancia en este
trabajo, así como a Milagros Quiroz Vargas, facilitadora en los grupos de ayuda mutua duran-
te el desarrollo del proyecto. Al Fondo Contravalor Perú Alemania que financió el servicio de
acompañamiento psicosocial a mujeres afectadas por la violencia política. Y especialmente
a las mujeres de Quispillaccta - Chuschi, gracias a quienes conocemos ahora este texto con
lecciones para la vida.
Germán Vargas Farías
Director nacional adjunto
Paz y Esperanza
Introducción

El presente trabajo de sistematización busca compartir la experiencia de acompañamiento


psicosocial a las mujeres afectadas por la violencia política de la Asociación de Familiares de
Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política (AFADAVP) de la zona de Quispillacta,
Chuschi, en la región andina de Ayacucho.
Queremos compartir nuestro encuentro con mujeres que sufrieron y sufren hasta hoy las con-
secuencias de la violencia política porque no han tenido la oportunidad de completar su
proceso de duelo —desarrollando los ritos y costumbres a través de los cuales podrían haber
superado las pérdidas—. Muchas de ellas sienten indignación y mucha pena por no encontrar
hasta hoy los restos de sus familiares. Otras, habiendo participado de las exhumaciones, no
pudieron evitar sentirse humilladas, al ver que sus seres amados habían sido tratados y asesi-
nados como animales.
Para entender el proceso indagamos sobre los siguientes aspectos o dimensiones:
1. Conocer cómo se han dado los procesos de cambio actitudinal en las mujeres que par-
ticiparon en estos espacios comunitarios.
2. Saber cómo se ha dado el proceso de resignificación de las experiencias traumáticas
vividas por estas mujeres.
3. Conocer qué papel ha tenido la espiritualidad en este proceso.
4. Conocer cómo se ha dado el encuentro intercultural entre el equipo y las mujeres o la
comunidad.
5. Entender cómo se han desarrollado los enfoques o miradas con las que se ha abordado
la experiencia.
Estimamos que es necesario conocer cómo las comunidades quechuas, después de los veinte
años de violencia política y sus secuelas, reconstruyen sus vidas. Conocer cuáles son sus re-
cursos comunitarios, emocionales, culturales y espirituales que han facilitado la recuperación
emocional, tanto individuales, familiares y comunitarios.
El haber estado con ellas nos ha confirmado lo que otras experiencias ya habían señalado:
el efecto positivo del recurso grupal y de la ayuda mutua en la recuperación de la salud
mental.
El conocer y reflexionar sobre la capacidad de este grupo de personas para afrontar situacio-
nes adversas, ayudará a no cometer errores o desaciertos en las intervenciones o trabajos que
se realicen en las comunidades, especialmente en el tema de salud mental.
Tomando en cuenta que un problema de salud mental es sinónimo de “enfermedad”, no es-
taríamos aportando a su solución si pensamos que las personas son incapaces de lograr
por ellas mismas su bienestar emocional. Tales enfoques dejarían de lado su compleja y rica
vivencia histórica y cultural.
Es necesario considerar que la salud mental o el bienestar emocional de las personas no
es algo extraño a sus vidas cotidianas, porque tiene que ver con sus preocupaciones, sus
acciones y esperanzas por “vivir mejor”, o con la situación socioeconómica en que viven sus
comunidades.
Hay que considerar que ellos y ellas mismas pueden lograr su bienestar emocional, hablando
de sus problemas y buscando soluciones en conjunto; haciendo uso de sus recursos comuni-
tarios, de sus espacios y prácticas comunitarias, como la cocina, los trabajos comunales, las
fiestas y las reuniones familiares. Nuestro rol es ayudar en la recuperación y revaloración de
estos recursos comunitarios. Los que se perciben como capaces de fortalecer la autoestima.
Además, son claves para afianzar el sentido de pertenencia, el fortalecimiento de los vínculos
de confianza, de solidaridad, de ayuda mutua (ayni), para lograr una vida más digna a nivel
personal y comunitario.
Creemos que quienes intervenimos en estas comunida-
des debemos trabajar con ellos y ellas en entender lo
que significa la salud mental y cómo ésta se relaciona
con todos los aspectos de la vida. Para ello, es necesario
estar siempre conscientes de que los y las profesionales o
instituciones sólo facilitamos los procesos de cambio que
lleven a “reconocerse ellas mismas” como personas con
potencialidades y protagonistas de su desarrollo, utilizan-
do la reflexión y el diálogo. Es necesario tomar en cuenta
sus tiempos, sus formas de organizarse, de trabajar y de
motivarse; porque ello permitirá mejorar la calidad de las
intervenciones dentro de estos grupos humanos, alcanzar
Facilitadoras Milagros y Ruth juntamente con las objetivos y trabajar juntos y juntas por el desarrollo de sus
Promotoras de Salud de Todos comunidades, y por ende, de nuestro país.
Este trabajo de sistematización tiene como primer destinataria a las mujeres de AFADAVP, con
quienes compartimos muchos momentos, vivencias, sentimientos y compromisos. Ellas son para
nosotras un ejemplo de entereza, coraje y lucha, ya que a pesar de todo, todavía tienen fuerza
interna para hacerle frente a la vida. Creemos que es necesario que ellas se vean a sí mismas
como mujeres que todavía tienen mucho que dar a los demás; que reconozcan sus fortalezas y
debilidades logrando de esta manera recuperar la dignidad que todo ser humano merece.
Igualmente esperamos llegar a las autoridades y líderes comunales, quienes deben de tomar en
cuenta que dentro de sus distritos y comunidades hay personas que necesitan atención en salud
mental y que por lo tanto no deben mantenerse ajenos a esta situación, sino apoyar iniciativas
que se presenten, para así trabajar en propuestas de políticas institucionales que den sostenibili-
dad al proceso de fortalecimiento de la salud mental, recuperando los espacios comunitarios.
También esperamos compartir la experiencia con el personal de salud y los y las promotoras
de salud mental, ya que como rectores del tema de la salud mental comunitaria, tienen fuertes
responsabilidades que no siempre son fáciles de cumplir por las condiciones en las que se tra-
baja, demostrando que no es imposible hacerlo. Ellos tienen como lema “Personas atendien-
do personas”, lo cual nos muestra que también tienen muchas necesidades emocionales que
han de ser atendidas y que en el “encuentro con el otro o la otra” podrían hacerlo. Esperamos
que ellos y ellas sigan tomando en cuenta los recursos comunitarios de las diferentes comuni-
dades en las cuales van laborando, haciendo más efectivo el servicio que brindan.
Finalmente, este compartir de experiencias también es para las facilitadoras de los encuentros
entre las mujeres, reconociendo así su entrega, cariño y tiempo dedicado a ellas.

Ruth Jaulis Quicaña


I
Antecedentes y contextos de la experiencia

La Región Ayacucho se ubica en la sierra sur central andina del Perú, a 2.761 m.s.n.m.; limita
por el norte con Junín, por el noreste con Cusco, por el este con Apurímac, por el sureste y
el sur con Arequipa, por el suroeste con Ica y por el oeste con Huancavelica. Se encuentra
atravesada (hacia el norte) por las ramificaciones caprichosas de la cordillera Rashuilca y
(hacia el centro-sur) por la cordillera del Huanzo, las mismas que dan forma a tres grandes
unidades geográficas: altiplanicies al sur y suroeste, abrupta serranía al centro y selva tropical
al noreste.
Cuenta con un clima agradable y seco, con un cielo azul permanente y un resplandeciente
sol. Se caracteriza por su persistente aire primaveral, considerado como uno de los climas más
generosos y saludables del país. La presencia de los Andes ha configurado una topografía he-
terogénea y diversa, de pisos ecológicos que le imprimen un maravilloso paisaje variado, como
picos, nevados, planicies, quebradas, valles interandinos y ceja selvática.
Es una región privilegiada del Perú y el mundo por su milenaria tradición histórica y de trascen-
dencia geopolítica, porque en su suelo se dieron lugar acontecimientos sociales, económicos,
políticos y culturales de gran importancia e influencia en la vida política del Perú: la presencia
del hombre más antiguo de Sudamérica en Pikimachay (20,000 años a.C.), la presencia de la
cultura Huarpas (siglos I al IV d.C.), el primer Imperio Andino Wari (siglos V al XI), la cultura de
los Chancas (siglo XII y XIII), Vilcashuamán (siglos XIV al XV), la fundación de Huamanga por
los españoles (1539) y hasta la misma Batalla de Ayacucho (1824). Hechos que constituyen
símbolos y pilares de identidad y memoria histórica del Perú.
Durante los años de 1980 al 2000, el Perú sufrió el proceso de violencia política, que ha
dejado muchas heridas y cicatrices en el cuerpo y en la mente de los peruanos. Los estudios
realizados por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) señalan que la cifra más
probable de víctimas fatales de la violencia política es de 69.280 personas —superando el
número de pérdidas humanas sufridas por nuestro país durante todos los conflictos vividos
desde su independencia— y que en Ayacucho se concentra más del 40% de muertos y des-
aparecidos. Señala también que la población campesina fue su principal víctima: 79% vivía
en zonas rurales, el 56% se dedicaba a actividades agropecuarias, el 75% tenían el quechua
u otras lenguas nativas como idioma materno.
¿Cómo pudieron resistir o afrontar las comunidades este duro proceso de violencia política?
Los diferentes testimonios que recogió la CVR demostraron que las comunidades andinas tienen
sus propias capacidades y respuestas frente a hechos que alteran su ritmo normal de vida y que
cada persona tiene su manera propia, su estilo y forma de responder a situaciones violentas.

Escuela para el Desarrollo


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Concurso de Sistematizaciones / 2008

Las comunidades andinas demostraron su gran capacidad para desarrollar estrategias que
les permitieron sobrevivir; lo que no significa que el proceso de violencia política no haya de-
jado secuelas de tipo psicosocial, económico y político que hasta hoy tienen repercusión en la
vida de las personas afectadas y que urge atenderlas.
Las secuelas psicológicas y psicosociales más difundidas y resaltantes son el miedo y la des-
confianza; no sólo a factores externos (miembros de las fuerzas armadas y policiales) sino
también entre ellos mismos. Esto surge a causa de la conducta abusiva y criminal de los acto-
res del conflicto contra una población indefensa. Los niños, jóvenes y adultos de ese entonces
siguen sobrellevando las huellas psicológicas porque fueron afectados directamente o vieron
a sus familias sufrir abusos, torturas o ser asesinados. Sufrieron y sufren hasta hoy las conse-
cuencias de un duelo no concluido, ya que no han encontrado los restos de sus familiares,
no saben dónde están o no pudieron darles sepultura como a un ser humano digno “...cómo
te cuento hijo este sentimiento, no hay luto en casa, hay ausencia, hay duda…”. (letras de la
canción Reconciliación del grupo Siembra)
Con el pasar del tiempo ese miedo se ha convertido en desconfianza, desolación, intolerancia
y falta de perspectiva de futuro. A esto se suman los alarmantes índices de pobreza, exclusión
y marginación que, como en esas épocas y hasta hoy día, siguen siendo caldo de cultivo para
ahondar problemas sociales que afectan a grupos de personas en situación de vulnerabilidad.
Todo esto muestra que nuestra sociedad está marcada por la inequidad, el maltrato y la violen-
cia que se refleja en el hecho de que nuestros gobernantes crean que “afirmar la presencia del
Estado en las zonas alejadas de nuestro país es instalando bases militares o policiales”.
Este conjunto de problemas ha dado lugar a diversas enfermedades mentales, tanto a nivel
individual como de grupo, y como resultado de ello tenemos personas débiles, con baja au-
toestima, con odio, resentimiento, sin perspectiva de futuro
y con un conjunto de dolencias físicas, que incrementan
las condiciones de vulnerabilidad de estos grupos.
Otra secuela que debe ser considerada es el rompimiento
del tejido social y la descomposición familiar en las comu-
nidades afectadas por el proceso de violencia política,
que resultó tan nocivo para el bienestar emocional de los
pobladores. La persecución, las masacres perpetradas
contra las comunidades y los actos de violencia, debilita-
ron los lazos comunitarios e hicieron frágil la organización
social; alteraron las condiciones de convivencia y debilita-
ron los valores y prácticas comunitarias. La normal cotidia-
neidad de sus vidas fue alterada y la comunidad perdió su
fuerza como espacio ordenador de las vidas individuales
y familiares.
En la búsqueda por la sobrevivencia; unos optaron por
la resistencia a través del sistema de autodefensa —pro-
movida e implementada por las fuerzas armadas como
una estrategia de lucha contrasubversiva— otros, por el
desplazamiento a zonas supuestamente más seguras, sin
esperar retornar.
La Región Ayacucho en el Perú

Escuela para el Desarrollo


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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

Los espacios de experiencia compartida, como sus asambleas comunales, comenzaron a ser
vistos como peligrosos, puesto que los agresores buscaban esas ocasiones para atacar in-
terpretando que se trataba de reuniones prosenderistas. Así, muchos comuneros dejaron de
participar en actividades comunales y se impuso la búsqueda individual de medios de sobre-
vivencia (dormir en los montes, cuevas o refugiarse en otros lugares).
Actualmente hay algunos avances desde el Ministerio de Salud y algunos sectores, en la aten-
ción de los diversos problemas de salud mental a través de un Plan de Acción que se aprobó
en el 2005 (Plan Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud), donde se reconoce y
asume como un derecho de la población afectada por el conflicto armado interno, a gozar de
una buena salud mental. Sin embargo, todavía hace falta la participación de más instituciones
nacionales y privadas en el objetivo de lograr una buena salud mental.
En el conjunto de estas comunidades andinas, encontramos a Chuschi, uno de los seis distritos
de la provincia de Cangallo, ubicado en la cuenca del río Pampas, a 112 Km. de la ciudad de
Huamanga, capital de Ayacucho. Es un distrito con una naturaleza muy singular, de topogra-
fía mixta originada por altas montañas de la cordillera de los Andes. Según Pulgar Vidal, en
ella encontramos tres pisos ecológicos: quechua, suni y puna desde los 2.700 hasta los 4.800
m.s.n.m. Por ello cuenta con un paisaje altamente diversificado, con gran variedad de micro
climas y una gran diversidad biológica.
Chuschi tiene una historia particular que la distingue de las demás, porque un 17 de mayo de
1980, un grupo de senderistas sacaron y quemaron las ánforas de las Elecciones Generales
en la plaza principal del distrito, juntamente con otros documentos importantes como partidas,
títulos de propiedad, acuerdos comunales, etc. Con este hecho simbólico se dio inició al pro-
ceso de violencia política vivida en nuestro país.
A inicios del año 1981, los seguidores de Sendero Luminoso, recorrían toda la cuenca del
Pampas, formando “milicias”, que eran grupos integrados por comuneros de ambos sexos que
daban su apoyo a nivel local, a los grupos senderistas.
Hacia fines de 1982 y principios de 1983, Sendero Luminoso, prácticamente tenía
dominada la cuenca de Pampas, no había una sola comunidad donde no tuviera
presencia.
Sendero Luminoso comenzó a ejecutar acciones muy crueles contra sus opositores y contra las
personas de mal vivir, como una manera de obligar y de congraciarse con las demás personas
de la comunidad. Pero no sólo estuvo Sendero Luminoso, sino también comenzaron a llegar
las fuerzas policiales. De esta manera Chuschi, se encontró entre dos fuegos.
Su historia particular también radica en el hecho de que alberga dentro de ella dos grupos
poblacionales, dos identidades que están decididas a mantenerse, la chuschina y la quispilla-
cctina. El tener ambas identidades ha marcado su propia historia.
En esta sistematización hablaremos más de la zona de Quispillaccta, porque de allí proceden
las mujeres de la AFADAVP.
Quispillacta, es una comunidad conformada por doce barrios, que presenta sus particularida-
des en su forma organizacional y vida comunitaria.


Muñoz Ruiz, Urbano; Núñez Espinoza, Oseas. Los Kanas de Quispillacta. Historia de un pueblo quechua.
Ediciones Territorio Kana. 2006. pág. 58.

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

Ella muestra una fuerte identidad cultural en la preservación de sus costumbres, vestimenta típi-
ca, formas de pensar y hacer sus cosas en la vida cotidiana. Quispillacta es una de las pocas
comunidades que mantiene en su organización social la presencia de los varayuqkuna, que
son autoridades tradicionales cuyos orígenes se remontan a la época incaica. Los cargos fun-
cionan por un año y son asumidos de forma voluntaria, motivados por la vocación de servicio
a la comunidad en general. Para ser identificados, los varayoc llevan siempre en sus manos
una vara y están dispuestos a cumplir con su misión a cualquier hora del día.
Las autoridades tradicionales de Quispillacta, tenían a su cargo a toda la población,
eran el alcalde varayoc, los regidores varayoc y los alguaciles varayoc, los regidores
tienen la misma labor del alcalde varayoc, pero se someten a él, y los alguaciles se
encargan del orden en la comunidad (...) Antes, ellos se proponían voluntariamente
para ser autoridades, donde la única ganancia era adquirir experiencia en la
conducción de las comunidad y en la atención de sus necesidades, por lo cual era
una labor que comprometía a cada poblador de servir a su pueblo.
Actualmente, diferentes recursos comunitarios de Quispillacta, se están debilitando o extin-
guiéndose, quizás por la influencia de otras costumbres culturales o por la adopción de nue-
vas formas de sobrevivencia que más adelante estaremos señalando.
En el año 2002 llega al distrito de Chuschi, especialmente a la zona de Quispillacta, la orga-
nización no gubernamental Paz y Esperanza con el compromiso de apoyar permanentemente
a las organizaciones de familiares afectados por la violencia política, en los temas de salud
mental comunitaria, de reparación y judicialización de los casos ocurridos durante el proceso
de violencia política. Tenía también el compromiso de sensibilizar y promover la intervención
de otras instituciones de la sociedad civil que apoyaran a familias afectadas, ayudándolas a
organizarse, a empoderarse en sus derechos, a hacer participación ciudadana, a ejercer lide-
razgo e incidencia en el proceso de reparaciones de manera directa.
Ese año, cuando ofrecía acompañamiento a familiares de desaparecidos por la violencia polí-
tica, durante el proceso de exhumaciones, los vínculos de confianza entre ellos y los afectados,
se estrecharon y como fruto de las conversaciones, fueron conscientes de la gran necesidad
de implementar un trabajo más amplio en el tema de salud mental comunitaria con las familias
y comunidad en general, para lo cual se necesitaba de mayores recursos económicos. Razón
por la que comenzaron a elaborar proyectos que les permitieran llegar a estas comunidades,
fuertemente afectadas por la violencia política.
Finalmente, con la ayuda y acompañamiento de Paz y Esperanza, se formó la Asociación de
Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política de Quispillacta–Chuschi.
En el año 2004, Paz y Esperanza interviene directamente en Quispillacata–Chuschi, con el
proyecto “Minka: Fortalecimiento de la salud mental comunitaria, revalorando las costum-
bres andinas”, con la participación de los adultos y adultas mayores, el personal de salud y
los miembros de la AFADAVP. Dicho proyecto estuvo ejecutado por el Ministerio de Salud, a
través del programa AMARES (Programa de apoyo a la modernización del sector salud) con
el apoyo de la Comunidad Europea.


Baca, Nélida y Nuñez Galindo, Mario. “Conociendo nuestra historia. Chuschi y su historia”. Imprenta
Alexander. 2005. pág. 15.

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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

Durante el desarrollo del proyecto se pudo tener un acercamiento con los diferentes miembros
de AFADAVP, especialmente con las mujeres, generándose un clima de confianza entre el
equipo y ellas para que así pudieran expresar la necesidad de ser atendidas en sus penas,
resentimientos, miedos, pesimismo, desconfianza, silencio, soledad, abandono y diversas do-
lencias, producto de tantos años de violencia política vivida y de haber asumido el rol de
cabeza de familia y en medio de todas sus responsabilidades, darse el tiempo y el valor para
estar presentes en todo el proceso de buscar a su esposos o hijos. No tenían paz, porque
constantemente soñaban a sus familiares desaparecidos imaginando que retornaban a sus ho-
gares. También nos compartieron los deseos que tenían de aprender a hacer algunos trabajos
manuales como artesanía o crianza de animales menores para ganar algún dinero y poder
ayudar a sus hijos o nietos en sus estudios.
En el 2006, en el marco de las recomendaciones de la CVR, el Fondo Contravalor Perú–Ale-
mania, realiza la convocatoria de proyectos en los temas de salud mental comunitaria, memo-
ria colectiva y fortalecimiento organizacional en las regiones de Huancavelica y Ayacucho.
Dichos proyectos fueron planificados para un periodo de 11 meses. Luego de un proceso de
selección de 60 perfiles, aproximadamente, solo 15 fueron aprobados, de ellos 11 serían
ejecutados en el departamento de Ayacucho.
Paz y Esperanza, fue una de las instituciones favorecidas y tuvo la oportunidad de ejecutar
el proyecto “Fortalecimiento del proceso de la salud mental comunitaria revalorando los
recursos propios en los distritos de Totos, Chuschi y Vinchos”; dicho proyecto contenía tres
aspectos temáticos: salud mental, memoria colectiva y fortalecimiento de capacidades, siendo
el primer componente el motivo de nuestra sistematización.
El componente de la salud mental tenía que ver con el soporte emocional y el equipo decidió
trabajar sólo con las mujeres de la organización de AFADAVAP, y el resto de los temas, en los
distritos de Vinchos, Totos y Quispillacta-Chuschi.
De esta manera se realizó la atención a 30
mujeres socias de AFADAVP, a través de la
recuperación de espacios comunitarios como
formas propias de soporte emocional para
que ellas puedan encontrar un poco de paz,
tranquilidad, comprensión, respeto, solida-
ridad, al sentirse valoradas, queridas, útiles
para con su familia (ayllu) y su comunidad.
Actualmente, la mayoría de las mujeres con
las cuales hemos trabajado, son adultas ma-
yores con muy pocas fuerzas físicas; pero
que todavía siguen sacando fuerzas para
seguir viviendo comprometidas en el proce- Los Varayocc, autoridades tradicionales.
Los Varayocc, autoridades tradicionales
so de justicia y reparaciones. Son ellas las
primeras en participar en las reuniones de AFADAVP o en cualquier evento de la comunidad.
Nuestro reto fue acercarnos a sus espacios, ser sus amigas, hacerles sentir importantes, ama-
das, ofrecerle nuestro cariño, nuestros oídos para escucharlas, compartir con ellas momentos
de alegría y de tristeza, ayudarlas a reconocerse como personas con fortalezas, como muje-
res que todavía pueden vivir su vejez con dignidad.

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

Esta fue una forma particular y pertinente de acercarse a mujeres que fueron afectadas por la
violencia política y que aún sintiendo dolor, logran dar un nuevo sentido a sus vidas a partir de
la recuperación de la confianza, esperanza, sin negar lo vivido, pero asignándole otro valor
o significado a partir del proceso de reflexión de sus propias experiencias.
Esta recuperación emocional se evidencia en que ellas se reconocen como capaces de tomar
sus propias decisiones, establecer mejores relaciones entre sí y con la comunidad. La recu-
peración de estos espacios, como sus fiestas comunales, la cocina, los trabajos comunales
como la minka, el yarcca aspiy (limpieza de acequias) y el ayni (ayuda mutua), propician un
“encuentro especial” de vidas dispuestas, abiertas a escucharse, a compartir, a llorar, a reír,
a buscar soluciones juntas, convirtiéndose el grupo en una familia (ayllu), donde ellas ríen, llo-
ran, recuerdan, comparten, se animan y se enseñan, fortaleciendo de esa manera sus vínculos
de confianza y afectividad.
El buscar un encuentro con ellas tuvo dos motivaciones. Primero, ofrecer acompañamiento
y ayuda (en anteriores ocasiones observamos que por ser mujeres y ser adultas mayores no
eran tomadas en cuenta en sus familias o dentro de la comunidad, lo cual producía en ellas
diversas carencias afectivas), tomando en cuenta que todos los grupos humanos siempre han
tenido sus propias formas de afrontar las dificultades personales o colectivas.
La segunda, rescatar y fortalecer espacios comunitarios a fin de lograr la recuperación emo-
cional de cada una de ellas y la recuperación colectiva de las experiencias significativas vivi-
das, identificando sus fortalezas y debilidades con el único propósito de superarlas, de darle
un nuevo significado y poder continuar caminando en la vida, todavía con optimismo y espe-
ranza de que la situación pueda mejorar para ellas y para los y las que vienen después.

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22
II
Quiénes son estas mujeres

Como hemos dicho anteriormente, las mujeres con las cuales trabajamos pertenecen a la
Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política (AFADAVP)
de la zona de Quispillacta, Chuschi, en la región andina de Ayacucho, organización que se
forma al término de la violencia política, con la finalidad de ser escuchados en sus reclamos
de justicia y reparaciones. Dentro de esta Asociación, casi la mitad de sus miembros son mu-
jeres (aproximadamente 60), de las cuales 43 mujeres mostraron su disposición de participar
en las sesiones de soporte emocional (las sesiones terminaron con la participación de 38
mujeres). La edad de ellas está entre 35 y 70 años, la mayoría analfabetas y todas ellas con
una historia particular, que sólo cuentan a personas que les inspiran confianza.
Como muchas mujeres de las comunidades quechuas afectadas por el proceso de violencia
política, son mujeres que tienen mucho dolor, desesperanza y sufrimiento al recordar todo lo
que ha pasado con sus familiares durante los años de violencia. Algunas han podido enterrar
a sus familiares, pero muchas otras no, ya que los restos de sus seres queridos no se han podi-
do ubicar, dando lugar a duelos inconclusos.
Además, muchas de ellas tienen traumas psíquicos porque fueron testigos vivenciales o su-
frieron las diferentes formas de expresión de la violencia política. Concretamente, observaron
cómo sus esposos o hijos fueron golpeados, torturados, asesinados y desaparecidos por Sen-
dero Luminoso o las Fuerzas Armadas; muchas de ellas mismas fueron víctimas de violaciones
sexuales que dejaron marcas o huellas dolorosas que han dañado su autoestima personal.
En nuestros primeros encuentros, notamos que se percibían como mujeres sin capacidades
y sin recursos para ellas mismas y menos para los demás. A raíz del proceso de violencia
política han quedado muy temerosas y desconfiadas, porque no han podido contar o expre-
sar sus experiencias dolorosas. Muchas no lo han podido hablar por evitar la humillación
y la vergüenza, pero al pasar los años ha quedado en ellas indignación, dolor, y deseo de
justicia.
La mayoría de las mujeres de la asociación son viudas, algo que:
Significó perder sus derechos y estatus en la comunidad. Con el dolor a cuestas, las
viudas tuvieron que enfrentar solas la lucha por la sobrevivencia familiar y por labrar


Observar o escuchar de una experiencia que a cualquier persona le causaría sentimientos de miedo ex-
tremo, angustia y desesperación.

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

un futuro para sus hijos. Se vieron obligadas a asumir nuevas tareas para las que no
estaban, o no se sentían preparadas. Al mismo tiempo que enfrentaban en ciertos
casos rechazo de la comunidad.
Son ellas, las que tuvieron que resistir y afrontar el cuidado de sus familias. Las que juntamente
con sus hijos tenían la responsabilidad de mantener con vida la comunidad.
Toda esta problemática se traduce en un dolor y sufrimiento permanente, que las mujeres de
Quispillacta han tratado de superar de manera individual o entre ellas, siendo minoritario el
número de mujeres que han obtenido ayuda externa, e inexistente las que han obtenido ayu-
da profesional.
Pero estas mujeres también cuentan con múltiples capacidades y recursos, siendo una de las
más resaltantes su capacidad artística, disfrutando y recreándose con los cantos, bailes, so-
ciodramas y trabajos manuales.
Además, tienen una marcada capacidad social al poder compartir entre ellas solidariamente
lo poco que tienen. Durante la experiencia nos percatamos de las muchas capacidades inte-
lectuales y potencialidades de las participantes.
Al comenzar la experiencia, las facilitadoras tenían mucho miedo y nerviosismo y muchas
expectativas, compromiso y ganas de trabajar con las mujeres de la asociación.
Primeramente, las convocamos para la socialización de la experiencia, para compartir los ob-
jetivos, el propósito, de cómo, cuándo, porqué, dónde se realizaría el trabajo y dejar en claro
que todo tendría éxito si ellas participaban activamente y si se involucraban en la realización
de todas las actividades.
Ellas mostraron y expresaron disposición y
compromiso para cumplir con las diferentes
actividades que se realizarían, durante el de-
sarrollo del proyecto.
Luego se formaron los grupos para identificar
espacios comunitarios de soporte y recupera-
ción emocional. El reto era identificar y forta-
lecer los recursos comunitarios para que ellas
las usaran en la práctica. Se elaboró pregun-
tas que ellas respondían y si era necesario
se hacían las repreguntas; esta actividad se
realizó al aire libre para tener contacto con
la naturaleza, que las hacía sentirse más con-
fiadas y mucho mejor emocionalmente. Ellas,
con la ayuda de las diferentes dinámicas, se
Mujeres de la asociación estrechando vínculos de confianza sintieron mejor y con más confianza entre
ellas y con las facilitadoras.
Durante el desarrollo de las primeras sesiones el objetivo era crear un ambiente de confianza
y de confidencialidad. Se usó la dinámica de los abrazos, que consistía en abrazar por lo me-


Hatun Willakuy. “Versión abreviada del Informe Final de la CVR”. Corporación gráfica Navarrete. S.A.
Primera Edición. 2004. pág.356.

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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

nos a ocho compañeras. Esta dinámica les gustaba mucho y algunas comentaban que hacía
mucho tiempo que no habían recibido abrazos ni habían dado abrazos.
Es necesario también señalar que ellas mismas pusieron sus reglas de convivencia (kama-
chikuy), en sus grupos, para ayudar a fomentar la confianza entre ellas.
Nos dimos cuenta que les gustaba mucho las historias y los dibujos, que llevaban elementos
de su propia realidad, con personas de su entorno y con historias de sus propias costumbres.
Los sociodramas, en las que muy gustosas actuaban y se sentían en confianza, facilitaba que
trabajen y compartan aspectos muy íntimos de cada una de ellas. En los diferentes grupos de
ayuda mutua no se utilizaron láminas o dibujos de otras realidades que no conocían, porque
creíamos que eso no ayudaría en nada al trabajo con ellas. En el capítulo de metodologías se
explica de forma más detallada el resto de técnicas desarrolladas en las sesiones.
Finalmente, cabe señalar que al final de las sesiones de los grupos de ayuda mutua, se sentía
y observaba que el cariño y la solidaridad se había profundizado entre ellas, porque podía-
mos observar que participaban con más ánimo y era evidente el cariño que existía entre la
facilitadora y ellas mismas.

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25
III
Construyendo conceptos

Salud mental comunitaria


Definir qué es salud mental comunitaria no es tan sencillo, teniendo en cuenta que el concepto
se encuentra en construcción. Durante el proceso nos dimos cuenta de que la cultura determina
los conceptos que les damos a las cosas. Descubrimos que en ellas las mujeres de la AFADAVP
la salud mental se manifiesta fuertemente en su estado anímico y en las expectativas que tienen
de la vida y en el hecho de que constantemente pedían y siguen pidiendo paz, tranquilidad y
superación en sus vidas.
Según nuestro punto de vista, la desesperanza es efecto de la exclusión, especialmente de
parte del Estado, la esperanza les viene de la fuerza de los ayllus en su vida comunitaria, del
unir fuerzas con otras mujeres que tienen similares historias, del soñar un futuro mejor para sus
hijos o nietos más que nada.
En las diversas actividades con las mujeres
pudimos escuchar expresiones relacionadas
a sus expectativas: interés de desarrollar sus
capacidades o de tener alegría y vivir en
armonía, ambos deseos de realización que
nosotras catalogamos como signos de salud
mental. Algo que mencionan reiteradamen-
te es el deseo de no tener enfermedades y
no sentir temor, aludiendo sin duda a las dos
grandes consecuencias de la exclusión: la
pobreza y la violencia política.
En una población tristemente experta en mar-
Construyendo el concepto ginalización y olvido, nos pareció esencial
Construyendo el concepto de salud mental comunitaria con las mujeres de la
de salud mental comunitaria
AFADAVP.

con las mujeres de la AFADAVP apostar por los recursos propios. Por lo tanto,
asumimos que el concepto de salud mental
tenía que ser producto de la reflexión y la construcción con las mismas mujeres de la AFADA-
VAP. El rol del equipo facilitador fue el de acompañar este proceso.
Para explicar la interrelación de la vida cotidiana con la salud mental, tomábamos los elemen-
tos de su cotidianeidad: “Si hay buena cosecha, si hay buena relación con las personas dentro
de nuestra familia, si nuestros ganados tienen pasto para comer, si nuestra organización está
siendo atendida o tomada en cuenta por las autoridades, etc., podemos hablar de salud men-
tal”. Las mujeres de la AFADAVP, al ser conocedoras de sus propios problemas, podían hablar

Escuela para el Desarrollo


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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

de las posibles soluciones, porque sólo ellas conocen la realidad en la cual viven.
La definición de salud mental comunitaria, para ellas es el “estar bien”, allin kawsay en que-
chua. Eso tiene que ver con todos los aspectos de la vida, porque no se puede hablar de salud
mental cuando existen problemas de marginación, racismo y pobreza. Un ejemplo de ello
es la no atención a las necesidades de las mujeres adultas mayores de parte de los líderes
comunales, autoridades civiles o el Estado mismo, lo cual afecta a su salud física y emocional.
Al desarrollar este ejemplo con ellas, quedó claro que el bienestar mental va de la mano con
el bienestar social y bienestar físico, ya que recién al sentirse bien iban a poder trabajar por
el bienestar individual y de su comunidad.
Fue gratificante comprobar que la actitud de ellas fue cambiando, porque lograron compro-
meterse y hacer suya la atención a sus problemas emocionales. En el desarrollo de los talleres,
ellas descubrieron que para trabajar en un proyecto productivo (como sembrar semillas, criar
animales, etc.) con buenos resultados, era necesario atender las emociones. Sintetizando, en
este contexto se podría decir: Antes de cultivar la tierra, debemos cultivar al hombre.

Recursos comunitarios
El concepto de recurso comunitario se amplía en esta intervención hacia la vida que transcurre
en la comunidad. Aquí existen espacios donde se piensa y habla sobre la situación personal,
familiar y comunitaria. Espacios en las cuales hay diálogo que puede generar apoyo para
resolver problemas, por ejemplo, al tratar de comprender juntas por qué pasan las cosas tal
como pasan.
Yendo más lejos, recuperar estos espacios significaba la consolidación de los mismos para
reflexionar juntas sobre la importancia de unir esfuerzos a fin alcanzar mejores condiciones de
vida, o ser atendidas en los reclamos de sus derechos que le corresponden como afectadas
por la violencia política. Es posible lograr esto recurriendo a sus propios recursos comunita-
rios, intentando así revertir el proceso de desvalorización de la cultura propia de las partici-
pantes.
Entendimos que los recursos comunitarios son las costumbres ancestrales que se remontan a
las primeras formas de organización del hombre y la mujer andina, los cuales surgen en res-
puesta a una serie de necesidades de carácter social, económico, religioso y ecológico.

• El ayni y la minka
El ayni, se entiende como el trabajo individual y familiar de carácter reciproco, del que meta-
fóricamente podríamos decir “hoy por mí mañana por ti”. Como ejemplos del ayni tenemos el
techado de las casas, las fiestas patronales, la marca de ganados, etc.
Por medio del ayni, de las faenas, los campesinos y las campesinas no solamente cumplen con
las tareas pendientes, sino que establecen redes sociales, obligaciones y jerarquías.
Además, ésta es una población con poco tiempo libre. No pasan el tiempo charlando
en cafés. Mas bien, en sus trabajos comunales bromean, chakchan coca, comen
juntos; las faenas y el ayni brindan un espacio de socialización.


Theidon, Kimberly. Entre prójimos. 2004, pág.152

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

La minka, es entendida como el trabajo comunitario o comunal de carácter colectivo en beneficio


de la comunidad. Se manifiesta en la mejora de los caminos, de los puentes, en la limpieza de
canales de agua, el leñado para las fiestas patronales, sembrar en los terrenos comunales para
luego vender los productos y tener dinero que permita realizar gestiones a favor de la comunidad
y sembrar en los terrenos pastizales para que los animales de la comunidad puedan pastar.
Muestran también la relación existente entre el hombre andino y su divinidad-naturaleza,
medio ambiente, lo cual se manifiesta en las ofrendas o los pagos que el hombre ofrece en
respuesta a las bondades que Dios-naturaleza les ofrece para vivir en armonía: pago a la
tierra, al agua, a los cerros-apus, etc.
Para el hombre andino la naturaleza es un ser vivo con bondades, pero a la vez hostil; pues
si no practicamos la reciprocidad a nivel de la relación hombre-hombre u hombre-naturaleza,
entonces esa armonía de correspondencia entre la sociedad y su medio ambiente-divinidad
entra en un proceso de desequilibrio social, religioso, económico, etc.
Lamentablemente, el ayni y la minka se han debilitando por la influencia de elementos ex-
ternos, como la violencia sociopolítica ocurrida durante la década del 80, porque murieron
muchos líderes y ancianos depositarios de la cultura viva, sin que hayan tenido la oportunidad
de impartir a la nueva generación estas prácticas del ayni y la minka, rompiéndose de esta
manera el proceso de la continuidad cultural.
A esto se suma el proceso migratorio de los miembros de la comunidad, teniendo como una de
sus consecuencias, la adopción de prácticas ajenas a la cultura originaria. Los jóvenes migran
con frecuencia a las ciudades y los ancianos o lideres no tienen a quien enseñar o en quien
depositar sus saberes.
Al conocer la realidad en las ciudades, los inmigrantes perciben con mucha fuerza la discri-
minación hacia lo “serrano”. Al tener —producto de la migración— la posibilidad de adoptar
el estilo de vida percibido como mejor (lo menos discriminado), los migrantes renuncian a su
cultura originaria con el fin de integrarse a la cultura blanca o predominante.
En un contexto de discriminación, racismo y pobreza, las personas adoptan ciertos mecanismos de
defensa que les permiten sobrevivir en la ciudad, como el tratar de hablar mejor el castellano, apren-
der nuevas formas de sembrar, de producir mejor para llevar sus mercaderías al mercado, etc.
Existe la necesidad de redescubrir nuestros recursos comunitarios, fortalecer nuestra autoes-
tima e identidad individual, familiar y comunal para ponerlas en práctica, y así lograr una
comunidad con salud mental. Este principio de solidaridad, a medida que pasa el tiempo, se
está perdiendo. Hoy en día puede suceder que llega gente de la ciudad para la realización
de obras de infraestructura. Al necesitar mano de obra se procede a contratar a personas de
estas comunidades para el trabajo, quienes reciben un pago por ello. Así, se desnaturaliza el
intercambio, y en la comunidad se comienzan a acostumbrar a recibir dinero por la realiza-
ción de actividades. Esto sucede aún cuando la sugerencia de las personas adultas mayores
es seguir con el intercambio comunitario en el que, a cambio de mano de obra, se construyan
escuelas, centros de salud, iglesias, carreteras etc.
Esto ha llevado a que cuando en la comunidad se va a realizar algún trabajo comunal, los
habitantes de la comunidad, invitados a participar, preguntan ¿van a pagar? Estos son los
cambios que atacan directamente la existencia y la perduración de la costumbre, denominada
minka. Anteriormente, todos en la comunidad participaban, incluyendo a los niños y las niñas.

Escuela para el Desarrollo


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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

El trabajo era repartido de acuerdo al género y la edad. Era una fiesta, se cocinaba para
todos los que participaban, y al final de la faena, cantaban y bailaban. Eran momentos de
encuentro y recreación de lazos comunales esenciales, que se han debilitado por los cambios
generados por las nuevas propuestas de intercambio (dinero por trabajo).

• El ayllu
El ayllu es la unidad familiar de la comunidad, caracterizada básicamente por ser una uni-
dad productiva, dedicada a la actividad agropecuaria. El ayllu está compuesto generalmente
por la familia extensa, donde cada miembro cumple una serie de actividades específicas de
acuerdo al sexo y edad que tienen. Las mujeres generalmente se dedican a las actividades
domésticas de la casa: cocinar, lavar la ropa, tejer, cuidar a los animales menores, pastar ga-
nados, etc. Mientras los varones se dedican a actividades del campo como la labranza de la
tierra, el techado de la casa, etc.
Es importante resaltar que el termino “ayllu” es entendido desde diferentes perspectivas. La co-
munidad generalmente suele utilizar el termino ayllu para referirse a sus etnias (pueblos), por
eso escuchamos con frecuencia decir a nuestros hermanos del campo “yo soy del ayllu que-
chua” o “quichua”, es decir, es poblador de la región quechua. El termino ayllu teóricamente
designa a la familia extensa, pero según la percepción de algunas comunidades, designa a
pueblos o colectivos, para diferenciarse de los demás.
Esta estructura básica de la sociedad quechua, que parece tan simple en la etapa inicial de la
organización comunitaria andina, ha perdurado durante las diferentes etapas de la historia pe-
ruana. Durante el proceso de violencia política, fue el ayllu el que dio cobijo y protección, fue
dentro de el que las personas se sintieron protegidas y consoladas en medio de tanto dolor.

• Los espacios rituales y los momentos de duelo


Durante el proceso de la violencia política (sasachakuy tiempo), celebrar las fiestas, enterrar a
los muertos o asistir a las fiestas era peligroso, porque a veces llegaba Sendero Luminoso o las
Fuerzas Militares y al creer que estaban reunidos para conspirar contra ellos, los mataban.
En vez de ser espacios donde se fortalecían los lazos de solidaridad y de consuelo, se con-
virtieron en espacios de muerte y miedo. Las ceremonias de entierro fueron truncadas o no se
pudieron realizar de la forma en que la gente acostumbraba a hacerlo. Cuando participan
juntos en el lavado de ropa, o en el velatorio, se reanudan estos espacios comunitarios, pero
la tristeza, el malestar y la intranquilidad no se pudieron superar hasta el día de hoy.
Por eso, en las comunidades estos eventos culturales casi no se realizaban. Esto llevó a dejar
de lado o a no practicar las costumbres ancestrales, lo que originó su casi desaparición. Por
ello se dice que el proceso de la violencia política provocó una ruptura cultural.
De igual forma, la antropóloga Kimberly Theidon describe en su libro “Entre prójimos” :
Estuvimos presentes en momentos en los que los adultos celebraron fiestas que
no habían festejado en una década. Tenían lágrimas en los ojos e indicaban que
‘es de los abuelos, así eran antes’. Parte de la importancia de los rituales se debe
justamente al puente que establecen entre el presente y un pasado que no fue sólo
tristeza y violencia política.


Theidon, pág. 153.

Escuela para el Desarrollo


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Concurso de Sistematizaciones / 2008

Claramente pudimos observar cómo los momentos de duelo también son parte de esos rituales
que no pudieron hacer por mucho tiempo, cuando una de las integrantes del grupo murió: la
señora María Ccallocunto. Ella era una mujer muy activa (a pesar de sus 70 años) en la bús-
queda de justicia, animando al resto del grupo. La facilitadora Milagros nos comenta:
Yo recuerdo que una vez nos faltó verduras para nuestra sopa. Ella se fue corriendo
a su casa que quedaba lejos, para traer verduras, luego ella dijo ‘la sopa saldrá
rica si todas ponemos algo de nosotras. Igual será si nosotras ponemos nuestras
capacidades, estamos unidas y hay solidaridad, saldrá rica nuestra sopa de justicia,
nuestros ayllus estarán fuertes’.
María Ccallocunto tenía mucha fortaleza, palabras de ánimo para sus demás compañeras y
nos dio grandes lecciones al equipo de trabajo.
En los días de velorio y duelo estuvieron las mujeres del grupo de ayuda al que ella pertenecía,
ayudando en la cocina, consolando a la hija inválida que dejaba María. Durante esos días
de duelo, recordaban a María desde su niñez, decían que era una mujer muy fuerte a pesar
de su edad. Pudimos observar la unión que existía entre ellas. Esta etapa fue muy gratificante,
porque nos dimos cuenta de que estaban realmente fortaleciendo sus vínculos de confianza,
que sus espacios comunitarios estaban siendo fortalecidos y practicados. Allí pudimos ver la
unión que existe entre ellas.

• Las asambleas comunales


Son espacios donde las personas de la comu-
nidad tratan problemas comunes, buscan so-
luciones a los conflictos, se toman decisiones.
Al hacer esto en conjunto, se fortalecen los
vínculos de los y las habitantes de la comuni-
dad. Durante el período de violencia, fueron
asesinados varios dirigentes comunales, y
varias comunidades quedaron sin líderes, lo
que en consecuencia debilitó las instituciones
comunitarias tales como las asambleas.
En estas asambleas hay presencia de muchas
mujeres, pero son muy pocas las que parti-
cipan con propuestas, últimamente algunas
Mujeres de la AFADAVP lavando la ropa en el quinto día mujeres que participaban en los grupos de
de fallecimiento de María CCallocunto ayuda mutua se sentían más capaces y segu-
ras para poder participar dando a conocer
sus ideas o propuestas.

• Espacios de encuentro de las mujeres


Otro espacio de encuentro que tienen las mujeres es el momento del pastoreo. Espacio y
tiempo donde se preguntan cómo están consigo mismas, sus hijas, sus esposos y sus familiares;
hablan sobre sus diferentes necesidades y entre ellas se aconsejan y apoyan.
La cocina también es otro espacio en el que las mujeres se reúnen para compartir sus sen-
timientos y lo poco que tienen. Podía ser algo de papa, de ajo, de cebolla, cosas que ellas

Escuela para el Desarrollo


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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

tienen en sus huertas y casas. Se cocina y se come juntas. Durante el tiempo de cocinar ellas
tienen la oportunidad de compartir cómo habían estado en sus casas, cómo se sentían. Es
también una oportunidad para que entre ellas se visiten y tengan la oportunidad de cuidar la
una por las otras.
En la búsqueda de fortalecer estos espacios comunitarios se hacía necesaria la participación
activa de las adultas mayores en espacios de encuentros intergeneracionales, porque ellas sí
podían contribuir en la revaloración de los mismos, así como en la recuperación de la identi-
dad cultural y de la memoria histórica comunitaria.

Escuela para el Desarrollo


31
IV
Acercamiento inicial y primeras dudas

Al comenzar nos preguntábamos ¿cómo resultará la experiencia? Éramos conscientes de que


trabajar este tema era muy difícil y más si son personas afectadas por la violencia política en
un contexto como Ayacucho. ¿Cómo nos acercaríamos a ellas? ¿Qué técnica íbamos a usar?
¿Qué metodología?
Dadas las circunstancias específicas de esta población, en un primer momento las mujeres
confundieron el proyecto de soporte emocional con un proyecto productivo. Ellas esperaban
ser beneficiadas con cosas materiales, por lo cual, antes de comenzar tuvimos que compar-
tir y socializar pacientemente lo que se buscaba hacer durante los 10 meses de trabajo en
conjunto. Se les explicó la importancia de priorizar y atender las emociones y sentimientos,
entender la necesidad de estar bien con uno mismo para interrelacionarse mejor con la fami-
lia y la comunidad. En esta explicación, pusimos énfasis en la necesidad urgente de atender
y sanar heridas emocionales como el resentimiento, el miedo, la soledad y la desconfianza.
Sentimientos que podrían estar dentro de sus corazones, producto de la experiencia dura que
vivieron durante el proceso de la violencia política.
Rápidamente quedó claro que era necesario trabajar, en cada una de ellas, el aspecto afec-
tivo y motivacional, para movilizar sus capacidades internas. También aquí recalcamos la vo-
luntad de empoderamiento de las participantes. Empoderamiento a través de hacerse dueñas
nuevamente de las capacidades ya existentes en las mujeres de la comunidad, con el fin de
que ellas puedan, con un sentimiento de coherencia cultural, abordar sus problemas y proyec-
tarse hacia un futuro mejor, con esperanza y alegría a pesar de todo. El reforzar los recursos
culturales es elemental para reforzar la identidad cultural comunitaria quechua.
Tomando en cuenta que en diversas reuniones con la AFADAVP, las mujeres mencionaban que se
sentían mal y que no sabían qué hacer para mejorar, se les propuso la formación de los grupos
de ayuda mutua (GAM), como un espacio donde se podía atender sus diferentes problemas en
salud mental, con el fin de que al término del proyecto, las participantes siguieran reuniéndose,
ya sin profesionales, y así estos grupos sigan siendo espacios de soporte emocional.
Al compartir con ellas la manera en cómo trabajaríamos, estas mujeres lo relacionaron di-
rectamente con el ayllu (familia), porque en su interior, ellas se sienten parte de una familia y
fortalecen sus vínculos de confianza.
Señalaron que dentro de los ayllus, sentían la hermandad, la solidaridad y la confianza. Para
ellas el ayllu no es una simple reunión de personas, unidas por sangre, sino un lugar en el
cual ellas sienten que pertenecen. Señalaron que és en el ayllu que se aprende y conserva los

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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

principios fundamentales de solidaridad, cariño, respeto, fortaleza, confidencialidad y respon-


sabilidad. El ayllu es una familia donde todas compartimos, el ayllu ayuda a vivir y estar bien,
nos escuchamos, nos sentimos apoyadas y a la vez aprendemos de las experiencias.
Ellas comparten que si el ayllu esta bien unido y organizado no desaparece, y al contrario
se fortalecerá y será como ejemplo para las futuras generaciones, afirman que el ayllu es un
espacio comunitario que en las grandes ciudades no se encuentra, y en donde hay falta de
principios y valores como la solidaridad, el respeto, el cariño.
Al interior de estos grupos de ayuda mutua o ayllus como ellas lo quisieron llamar, se dieron
afectos, apegos y cariños; la oportunidad de escucharse entre ellas, de compartir los pro-
blemas que enfrentan y de encontrar las soluciones juntas. Esta disposición y costumbre de
compartir sentimientos, sueños y problemas, lo identificamos como central para que las parti-
cipantes logren la meta del GAM.
La estrategia prioritaria era la de utilizar sus propios recursos comunitarios, con el fin de no
imponerles metodologías ni recursos externos ajenos a su realidad. Así se apoya no sólo el
proceso de revaloración de lo propio, sino también se impulsa el empoderamiento con recur-
sos internos ya existentes.
Cuando uno trabaja en salud mental con personas cuyas vidas se han visto afectadas, no so-
lamente es necesario escucharlas, sino también apoyarlas a mejorar sus condiciones de vida.
Es así, que en nuestra intervención se incluyó la formación sobre temas relacionados con la
mejora de la capacidad para hacer incidencia y demandar reparaciones para la atención de
sus derechos y necesidades.
Pero el énfasis principal de nuestro acompañamiento fue brindar soporte emocional, entendi-
do como el sentirse querida, valorada y el hecho de poder tener confianza en alguien: saber
que hay una persona con la cual uno puede comunicarse, compartir emociones y vivencias.
Las sesiones de los grupos de ayuda mutua, se organizaron como modelos y ejemplo para
futuros grupos. Practicando dentro de ellos la escucha activa, la expresión de las necesidades,
deseos y preocupaciones; compartiendo experiencias y recibiendo miradas diferentes a las
que ellas tenían; ayudando a reflexionar y a buscar alternativas de solución.
Al intervenir de esta forma las facilitadoras pretendían ser un ejemplo para las participantes,
que ellas pudiesen observar y quizás imitar dichas actitudes dentro de sus grupos.
La actitud de fondo de las facilitadoras era de atención respetuosa, dispuestas a dejarse sor-
prender siempre por otras formas de percepción. Es así que en estos diferentes espacios ellas
no solamente tuvieron la oportunidad de escucharse, sino también de re-interpretar o de dar
un nuevo significado a todo lo que habían vivido. El método empleado fue el lograr que ellas
mismas se den cuenta —a través de preguntas de reflexión, que la facilitadora les hacía— que
tenían capacidades y fortalezas que les habían permitido sacar adelante a sus hijos o nietos,
sin la presencia y ayuda de sus esposos. Que ellas no eran “pobrecitas”, sino mujeres fuertes
que con coraje y decisión habían luchado por el bienestar de sus familias. Se hizo uso de la
técnica base de la terapia cognitiva conductual llamada refraiming.
Cuando ellas nos contaban sus historias lo hacían con mucho lamento, tristeza y decían que
habían sufrido mucho y que no tenían nada más para dar. Pero ante esto, las facilitadoras


Refraiming: dar una nueva interpretación a los hechos.

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

teníamos dos opciones: callarnos, o decirles que si hasta allí habían logrado atender y velar
por sus familias, lo podían seguir haciendo. Había necesidad de afirmarlas, de que vuelvan
a creer en ellas mismas. Aquí ayudaba mucho el manejo del idioma y el vínculo de confianza
que existía entre ellas y nosotras.
Para lograr todo esto era importante la actitud de las facilitadoras, porque se había notado
que en algunas experiencias, las facilitadoras o profesionales que se habían acercado a ellas,
hasta cambiaban el tono de sus voces, o sea que al hablar parecía que estaban hablando
con pequeños.
Señalar estas cosas nos deja como lecciones la necesidad de saber observar, escuchar, hacer
preguntas y tener siempre en cuenta que estamos frente a personas que piensan y que pueden
tomar decisiones para mejorar su calidad de vida.
Creo que el reto fue y es trabajar con ellas para que vuelvan a creer en sí mismas, que se miren
como personas que todavía pueden luchar y mejorar su situación de vida y la de su familia,
a pesar de haber sido fuertemente afectadas por la violencia política y el olvido de parte del
Estado y de muchos de nosotros.

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34
V
Los grupos de ayuda mutua

Como se mencionó anteriormente, las mujeres relacionaron los grupos de ayuda mutua con el
ayllu, por las condiciones que se daba dentro de ellas. Es así que en vez de reconocerse como
grupos de ayuda mutua se reconocían como ayllus, a los cuales ellas mismas les pusieron sus
nombres.
Tomando en cuenta que las mujeres pertenecían a diferentes barrios de Quispillacta (los
cuales están distantes entre sí) y el hecho de que la mayoría de ellas eran adultas mayores,
se propuso la formación de tres grupos de ayuda mutua o familias, en lugares fácilmente ac-
cesibles para las participantes. Otro motivo para crear tres grupos fue el hecho de que tienen
mayor alcance psicológico si el número de participantes no sobrepasan a doce personas.
Luego de algunas reuniones previas, se llegaron a formar sólo dos grupos, porque el tercero
tenía otras expectativas y no dispusieron su tiempo para encontrarnos y planificar el trabajo
juntas. En las expectativas de este posible grupo, no daban importancia al tema de la sa-
lud mental frente a las necesidades materiales inmediatas no satisfechas tales como comida,
abrigo, salud, vivienda, educación, etc; y por otro lado, a parte de tener sentimientos fuertes
de desesperación, angustia y dolor por las agresiones vividas durante la violencia política,
las necesidades emocionales pasaron a segundo plano; las necesidades básicas precisaban
de solución inmediata, el dolor se podía aguantar y ante la magnitud de los sentimientos de
desesperanza y desesperación no existían recursos de superación. La única solución que le
pudieron dar a las exigencias emocionales fue el tratar de ignorarlas, con tal de poder seguir
sobreviviendo.
Las mujeres tenían y tienen mucho en común. Por un lado las unía el dolor de haber perdido a
sus familiares en el conflicto armado interno, las unía la impotencia ante el olvido del Estado,
las unía la búsqueda de justicia, la búsqueda de reparaciones y, por otro lado, tenían en su
haber costumbres ancestrales.

El compromiso de estas mujeres fue muy activo y participativo, desde el principio, compartien-
do sus experiencias y el interés de aprender, algo que ha hecho que la experiencia haya sido
muy estimulante.
Finalmente se formaron dos grupos o ayllus:


Quispillacta, tiene doce barrios: Tuco, Huertahuasi, Cuchoquesera, Pampamarca, Puncupata, Unión Potre-
ro, Catalinayocc, Yuraq Cruz, Pirhuamarca, Socobamba, Llacctahuran y Bellavista.

En el desarrollo de la sistematización se llamaran ayllus a los grupos de ayuda mutua.

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

• El primer GAM (ayllu) estuvo conformado por mujeres de los barrios de Cuchoquesera,
Pampamarca, Punkupata y Catalinayocc. Ellas mismas se pusieron el nombre de “Huk
sonqulla yanapanakusum” (Ayudándonos con un solo corazón).
• El segundo GAM estuvo conformado por mujeres de Quispillacta, Yuraq Cruz, Chuschi y
Tuco. Ellas se pusieron el nombre de “Kusisqalla llamkasum” (Trabajando felices).
Los nombres que ellas mismas pusieron a sus grupos o ayllus, señalaban de cierta manera el
sentir que ellas tenían. Mostraban el deseo de estar acompañadas, y que no querían estar
solas. La mayoría de ellas viven solas, porque sus hijos o nietos viven aparte o porque ya no
están en el pueblo. Tenían la necesidad de que alguien pueda ver o cuidar de ellas.
A esto se suma el deseo de estar alegres, de siquiera por un momento reír, alegrarse con sus
compañeras, dejando a un lado sus grandes penas o dolencias físicas. Todavía —a pesar
de que la mayoría son adultas mayores y trabajan para conseguir el sustento para sus vi-
das— muestran que les gusta reir y encontrar un poquito de alegría en el hecho de estar juntas,
apoyándose, animándose y cuidándose entre ellas.
Creo que es importante tener esto en cuenta. Son quizás pequeños detalles, pero nos están
mostrando que ellas, al tener la oportunidad de tomar decisiones o elegir —como en este
caso— los nombres para sus grupos, tienen la oportunidad de reflejar sus sentimientos, sus
necesidades o anhelos más profundos que nos darán claves o señas a quienes intervenimos o
trabajamos con ellas, para mejorar nuestros servicios.
En el transcurso del tiempo que duró el proyecto, se tuvo con ellas ocho sesiones similares con
los dos grupos de ayuda mutua, en las cuales se buscaron alcanzar los siguientes objetivos:
1. Crear un ambiente de confianza y confidencialidad, para luego construir el concepto de
salud mental.
2. Fortalecer la solidaridad y ayuda mutua entre las participantes, su familia y la comuni-
dad.
3. Profundizar y analizar la finalidad de los grupos de ayuda mutua.
4. Reconocer y aceptar la pérdida de un ser querido, para que a partir de ello podamos
reconstruir y superar nuestra condición de vida.
5. Promover la descarga emocional como estrategia de soporte emocional.
6. Contribuir en la superación del resentimiento como medio en el proceso del perdón.
7. Reflexionar sobre el plan de vida personal, tomando conciencia de la necesidad de des-
cubrir la misión personal en la vida y cuestionarse acerca del quehacer cotidiano.
8. Valorar el ayllu (familia) como espacio comunitario que permite construir y fortalecer
valores y principios comunales.
Las sesiones se dieron en su mayoría en casas, pero se aprovecharon otros espacios para
fortalecer sus vínculos de confianza, como las asambleas comunales, las faenas comunales,
las fiestas, los momentos de duelo, las ferias comunales, etc.

Escuela para el Desarrollo


36
VI
La metodología que utilizamos

Antes de hablar de la metodología, se hace necesario aclarar el porqué tuvimos a una mujer
como facilitadora trabajando únicamente con mujeres. Diferentes experiencias señalan que
cuando nos encontramos en grupos homogéneos de sólo mujeres o sólo varones, hay más
libertad de expresión y de confianza, que hay mayor disposición para participar en las ac-
tividades. Hechos que no se hubieran dado en las mujeres de haber presencia de varones,
como vemos en las diferentes reuniones que tiene la comunidad. Si observamos una asamblea
comunal nos daremos cuenta de que hay más participación de varones y se observa que las
mujeres no se atreven a hablar, por lo que el equipo de profesionales que elaboró el proyecto
decidió trabajar sólo con mujeres, buscando que ellas pudieran expresarse de forma espon-
tánea y libre.
Una de las preguntas iniciales que nos hicimos fue ¿con qué metodología nos acercaríamos
en el trabajo con las mujeres? Una buena pregunta que nos hizo pensar en las vías, en las
herramientas que facilitarían el descubrimiento de nuevos conocimientos que nos ayudarían
a tener en claro cómo los espacios y los recursos comunitarios podrían ser utilizados en el
fortalecimiento de la salud mental. (Metodologías que se enriquecerían con la experiencia y
el intercambio permanente de aprendizajes).
El procedimiento fue un explorar, observar y escuchar. Según nosotras esa era la clave para
conocer mejor la realidad, para entender cómo se podía generar soporte emocional. En el
afán de sensibilizar a la comunidad en el tema, especialmente a las mujeres, el equipo facilita-
dor realizó campañas de salud mental, con el fin de que ellas pudieran dar la debida atención
e importancia a sus diferentes problemas emocionales, que era un derecho que debería ser
atendido, a pesar de que había otras necesidades materiales más urgentes, —por ejemplo, la
mayoría de las mujeres adultas mayores piden dinero para ayudar a sus nietos a estudiar en
los institutos superiores. Este es un pedido que constantemente hacen, dejando a un lado sus
necesidades emocionales como la tristeza, el resentimiento, las distintas preocupaciones, que
se manifiestan en su dificultad para dormir, en dolores de cabeza o en cualquier parte del
cuerpo— Primordialmente se trata de una metodología construida en el proceso de interven-
ción. De nuestras experiencias anteriores (sistematización Totos y Minka) concluimos que la
metodología tenía que adaptarse a las características de las comunidades de dónde venían
las mujeres: tomar en cuenta sus propias formas de vida, sus propios espacios de soporte
emocional o maneras de afrontar las diversas dificultades que vivieron y que viven hasta hoy.
Para eso era necesario tener una actitud de escucha activa y preguntar adecuadamente, para
evitar aplicar metodologías que no funcionen en nuestro acompañamiento emocional a estas
mujeres.

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

Con el fin de lograr un estilo de participación que permitiera este intercambio de informacio-
nes, utilizamos una metodología horizontal, participativa y vivencial: una metodología “re-
flexiva” en la que, a través de preguntas se buscaba que ellas mismas reflexionaran sobre los
hechos significativos para ellas o la comunidad; que ellas reflexionarán sobre sus necesidades
actuales para dar un determinado sentido a su presente y futuro.
Las mujeres de la AFADAVP, al sentirse en confianza y aceptadas, compartieron sus vivencias
de forma muy expresiva y con toda la riqueza lingüística del quechua. La mayoría de ellas
no puede evitar el llanto cuando recuerdan y cuentan experiencias tristes, levantan sus manos
y enjugan sus lágrimas, buscando consolarse ellas mismas. Frente a su sufrimiento nosotras
sentíamos la urgencia de acompañarlas, de lograr aliviar ese dolor, puesto que los vínculos
de confianza se habían debilitado por el proceso de la violencia política, que había dejado
como secuelas, el miedo y la desconfianza. También se había debilitado el tejido comunitario
y la forma de organización de estas comunidades, y asimismo, la costumbre de compartir
sufrimientos para así superarlos.
En la medida en que íbamos ganando confianza, ellas podían tener la oportunidad de com-
partir su dolor, llevando esto a aliviar su carga emocional. Esto también significó que, como
facilitadoras, tuvieramos que tener espacios de soporte emocional que nos permitieran des-
cargar nuestras tensiones y poder liberarnos de aquellos sentimientos negativos o impotencias
que nos podrían estar afectando en nuestra salud mental.
Es así que en el desarrollo de las sesiones se hizo uso de métodos, técnicas y estrategias,
como la observación de sentimientos, percepciones, actitudes, ánimos. Fueron estas técnicas
las que nos permitieron entender el sufrimiento de cada una de ellas, el dolor en sus palabras,
la expresión de tristeza en sus rostros y la impotencia de no poder hacer nada para recupe-
rar a sus seres queridos, cuando se agarraban de las manos. Cuando por ejemplo la señora
Eugenia nos decía:
A mi esposo lo desaparecieron, cuando él salió a buscar un caballo... y hasta ahora
nunca regresó… me quedé con mis cuatro hijos, hasta el momento no volví a saber
nada de mi esposo, solo me llegaban noticias de que está allí, está por allá, pero
nunca lo encontramos hasta ahora… de repente cuando murió su cuerpo se lo
comieron los perros…
La escucha empática consiste en acercarnos
a la persona, entrar en sus sentimientos, iden-
tificarnos con ellas pero sin perder la clari-
dad mental y el autocuidado emocional; una
escucha sin prejuicios ni críticas, que implique
escuchar con paciencia e interés auténtico,
que permita mayor libertad para que ellas
puedan confiarnos sus sentimientos más pro-
fundos, para facilitar la expresión, a fin de
crear el espacio adecuado, para el contacto
de las personas consigo mismas y el contac-
to con las demás personas del grupo. Esta
técnica se hizo tan necesaria como cuando
Socializando el trabajo con la mujeres de la AFADAVP escuchamos casos como el de Cristina:

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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

A mi esposo lo mataron y yo me quedé con mi hijo de cuatro años, vivía llorando,


tanto que he llorado, ahora me siento enferma, ya no estoy bien, a veces camino
como sonsa, pero a veces estoy bien, yo sufrí mucho andando sola con mi hijo…
siempre que lo recuerdo lloro y me pregunto porque mi vida fue así, mejor me
hubiese muerto junto con mi esposo, eso pienso y me pongo a llorar y a veces como
loca ando…
Identificar recursos propios y valores con los cuales cuentan (como sus espacios, costumbres,
música, etc.), nos pueden ayudar a propiciar esos espacios o momentos y lograr que ellas pue-
dan sentirse vivas y expresar lo que ellas tienen dentro, lo cual contribuirá a que tengan una
salud mental adecuada. En un encuentro cultural que se tuvo en la comunidad de Quispillacta
—y en algunas fiestas de la comunidad— pudimos observar que las mujeres, muy animosas,
participaban en las diferentes actividades, como el festival de comida, de plantas medicina-
les, de ropa típica; muy animosas salían para participar de los watuchis (adivinanzas), de los
cantos y de los bailes. El rostro de cada una de ellas reflejaba mucha alegría cuando partici-
paban especialmente en grupo, o cuando cocinaban para luego comer juntas. Se las veía tan
lindas sonriendo y mostrando sus arruguitas en el rostro.
Tomando en cuenta que las mujeres de estas comunidades pertenecen a un grupo social históri-
camente excluido y segregado, y que además siguen sufriendo discriminación por la condición
de ser mujeres, viudas y mayores, tuvimos especial cuidado con el trato horizontal tomándose
en cuenta y respetando sus opiniones. Esto era algo especial para las participantes, ya que
en su entorno existe la opinión de que “casi ya no sirven para el desarrollo de su comunidad”;
frente a ello nosotras queríamos hacerles sentir que esto era equivocado, ya que ellas tenían
conocimientos y experiencias que todavía podían transmitir.
Algo que es importante señalar es que, cuando las personas tenemos necesidad de contar o
expresar aspectos íntimos o algo muy nuestro, hay necesidad de que exista un ambiente que
nos infunda la confianza y seguridad de que aquello que estamos compartiendo no será usa-
do para comentarios o chismes; por lo cual, en el inicio de las sesiones de los grupos de ayuda
mutua, el objetivo fue crear un ambiente de acogida para fortalecer los vínculos de confianza.
Ellas mismas crearon los “kamachikuy” o las reglas del grupo, que fueron la confianza, la
confidencialidad, la puntualidad, la responsabilidad, el respeto y el derecho a opinar o decir
lo que sentían.
Para lograr que los vínculos de confianza se fortalezcan se hizo uso de dinámicas como la de
los abrazos. Algunas de ellas mencionaban que hacía mucho tiempo que no habían abraza-
do y que tampoco ellas habían sido abrazadas. Decían:”Kunanqa mastaña kuyanakusun”
(ahora nos vamos a querer más).
Para lograr la participación activa de ellas, se usó historias a través de dibujos adaptados a
su realidad y hechos por la misma facilitadora. Por ejemplo el de la señora Teodora y la se-
ñora Adriana, ambas mujeres afectadas por la violencia política y con diferentes actitudes. La
señora Adriana tiene una actitud positiva, la cual se refleja en los dibujos: en ellos se observa
una chacra con sembrío, con animales alrededor, se la observa con sus hijos. La facilitadora
señala que adriana es una mujer muy activa en la comunidad y se lleva bien con todos y
todas. En cambio la señora Teodora, tiene una actitud pesimista y negativa, anda siempre
temerosa y con miedo lo cual le hace daño a su salud física y mental. Sus dibujos muestran
que no tiene sembríos en su chacra, no hay hijos ni animales alrededor de ella, la facilitadora
señala que Teodora no se lleva bien con sus vecinos y llora siempre diciendo: “Dios se ha

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

olvidado de mi”. Su actitud negativa hace que ella no haga nada por salir de la situación en
que se encuentra.
Analizando y reflexionando sobre la actitud de las dos mujeres, muchas de las participantes
se identificaron con la señora Adriana y querían seguir siendo como ella. Sólo dos mujeres se
identificaron con Teodora, pero dijeron que querían cambiar. Una de ellas dijo:
Antes no tenía ganas de limpiar mi casa, sembrar en mi chacra, pero ahora voy a
tomar el valor para hacer eso y mucho más a pesar de mi avanzada edad10
Junto a las historias estuvieron los sociodramas y los diferentes juegos que ayudaron a forta-
lecer los vínculos de confianza entre ellas, permitiendo que, al participar, perdieran el temor,
vergüenza o miedo. Además ellas, con sus ideas y vivencias propias, enriquecían los sociodra-
mas, reflexionando y sacando enseñanzas, que pronto interiorizaban.
Con ellas también se realizaron trabajos manuales, algo que los entendidos llaman “laborte-
rapia”. La idea de hacer algo con sus manos salió de ellas mismas, porque querían hacer algo
en sus ratos libres para no sentirse solas. El primer grupo, decidió tejer chompas, a diferencia
del segundo grupo, que optó por sembrar hortalizas y flores en los pequeños huertos de sus
casas (no podían tejer chompas porque no veían bien).
Se confeccionaron pulseras y cintas, las adultas ayudaron a las adultas mayores. En estas
pulseras y cintas grabaron el nombre de sus grupos de ayuda mutua (ayllu) y ellas decían “no
sabemos leer, pero si les preguntamos a nuestros nietos, familiares o vecinos, siempre
nos recordaran lo que está escrito sobre nuestra pulsera”. Realizar este tipo de trabajos las
hacía sentirse útiles, más relajadas y con muchas ganas de hacer más cosas porque se esta-
ban demostrando a sí mismas que todavía podían utilizar sus manos. Además las chompas les
servirían para protegerse del frío y podían comer lo que habían sembrado en sus huertas.
Una técnica que ayudó mucho fue los ejercicios de relajación, ya que permitieron que se sien-
tan mejor física y emocionalmente. Para realizar estos ejercicios, se hizo uso de los pellejos
(cuero con lana de las ovejas). Estos ejercicios permitían que sus cuerpos puedan descansar,
soltar las tensiones que tenían y liberarse de algunos dolores. Ellas lo disfrutaban y siempre lo
pedían, para tener más ganas de trabajar durante el desarrollo de los grupos de ayuda mutua.
Mencionaban que lo practicaban también cuando estaban solas en sus casas o chacras:
Ñoqa sapallay kaspa wasiypi otaq chacraypipas ejerciciokunatam rurani, allin
kanaypaq” (cuando estoy sola en mi casa o en mi chacra, me pongo a hacer los
ejercicios para estar bien).
Muchas de ellas decían que hasta sus dolores de cabeza, del pie o algún otro dolor físico que
tenían, se aliviaban luego de estos ejercicios. En su idioma ellas dicen: “kunanqa más alertu
kachkani”, “qalli qalli imata ruranapaqpas” (ahora estoy más animada para hacer cualquier
cosa).
Juntamente con los ejercicios de relajación estaba la técnica de la imaginería, que consistía
en imaginarse un paisaje que ellas conocieran y donde se sintieran cómodas, y que alguien
se acercaba a ellas, y tocándolas les decía “nunca has estado sola, siempre te he ayudado”,
“no estás sola, estoy aquí para consolarte”. Se relajaban tanto que llegaban a tener sueño,
perdiendo el contacto con la realidad. Algunas llegaron incluso a roncar. Luego de estos ejer-

10
Testimonio de la señora. Celisa, una mujer de Quispillacta, de 75 años aproximadamente.

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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

cicios compartían el cómo se habían sentido cada una, y ellas manifestaban que se sentían
más tranquilas y mejor anímicamente.
En la búsqueda de lograr que ellas puedan superar los recuerdos malos y tristes, se realizaron
actividades rituales y de simbolismo, que permitieron compartir y plasmar sus experiencias en
materiales u objetos que podían tocar y visualizar. Por ejemplo, en una de nuestras sesiones,
se les pidió dibujar o simbolizar una experiencia o sentimientos negativos que impedían que
ellas vivieran tranquilas. Al inicio no fue tan fácil, considerando que estas mujeres no tienen
mucha práctica para hacer dibujos, pero a medida que la facilitadora las animaba diciendo
“no tienen que hacer un dibujo perfecto, sólo busquen cómo simbolizar una experiencia difícil
o un sentimiento negativo. Puede ser un palito, un círculo o un garabato”, que aunque no sea
entendido por las demás, ellas saben lo que representa y significa.
En un segundo momento, cada una llevaba lo que había plasmado al fogón para ser quema-
do. Simbolizando de esta manera, dejar atrás, superar, o ya no permitir que esa experiencia
o sentimiento negativo les siga lastimando. Esto les ayudó mucho a estar más tranquilas, como
ellas decían: “con menos peso en sus corazones”. Mamá Alejandra (Cuchoquesera) mani-
festó:
Ahora me siento más tranquila y con menos peso, ahora quiero vivir sin mis
recuerdos malos que no me dejan tranquila.
Como este testimonio, hay muchos más. Al final de las sesiones, se buscaba compartir con
ellas momentos divertidos, como en una ocasión que tuvimos un encuentro de fulbito donde
participaron todas, adultas mayores, adultas y las más jóvenes.
Fue un momento de compartir alegría, y en el que cada equipo organizaba su estrategia para
atacar al otro equipo. Al final, todas participaron, incluidas las facilitadoras, siendo ganado-
ras, todas sin excepción.
Finalmente, señalo que todas estas técnicas y
estrategias fueron incorporadas en nuestras
sesiones, luego de preguntarnos varias veces
si iban a funcionar o no, pensando en cómo
adaptarlas para ellas. Se pensaba mucho
en los ejemplos, dibujos, discursos para que
nos entiendan mejor, que por ser simples, no
tenían que dejar de ser importantes o intere-
santes. No es lo mismo hacer ejercicios de
relajación con mujeres de la ciudad que con
mujeres de las zonas andinas, tener conver-
saciones con mujeres que prefieren sentarse
o se sienten más cómodas sentadas en el
suelo que en una silla; el desarrollar técnicas
que no requieran escritura o lectura, porque
la mayoría es analfabeta y tienen mucha di- Mujeres realizando operaciones de relajación
ficultad para escribir, leer o comprender lectu-
ras o discursos complejos.

Escuela para el Desarrollo


41
VII
Encuentro intercultural en los grupos
de ayuda mutua

Como se señaló anteriormente, las personas que iban a realizar el acompañamiento emocio-
nal a las mujeres de la AFADAVP, tenían que reunir ciertas cualidades y aptitudes necesarias,
considerando que estamos trabajando con mujeres que tienen características propias y viven-
cias muy particular y dolorosas.
El reto era movilizar capacidades y potencialidades con un alto grado de sensibilidad, tenien-
do en cuenta que era lo único que muchas veces podíamos dar, porque no teníamos dinero
para darles, no teníamos comida ni ropa, ni grandes proyectos productivos; pero sí podíamos
dar nuestros tiempos, nuestro cariño y palabras de afirmación y ánimo, que les pudiera devol-
ver la confianza y seguridad en ellas mismas.
El hecho de que las facilitadoras vinieran de familias quechua–hablantes, que conocieran la
mayoría de las costumbres culturales y el manejo del idioma quechua, ha sido muy importante
para entablar la comunicación con ellas. A esto se sumó la relación de amistad que ya existía,
gracias a intervenciones anteriores, como parte de la institución Paz y Esperanza.
Creo que todo esto ha sido muy importante, porque si no se daban estas condiciones hubiera
sido muy difícil que ellas se pudieran sentir en confianza para abrir sus corazones y permitir
que nosotras las pudiéramos ayudar. No es fácil, que alguien con quien no se ha estrechado
vínculos de confianza, pueda compartir sus vivencias dolorosas, sus temores y esperanzas.
Para eso se hace necesario que la otra persona te brinde un mínimo de confianza y seguridad.
Por ello la importancia de fortalecer los vínculos de confianza cuando se desarrollan trabajos
de acompañamiento emocional.
En el desarrollo de las sesiones, también nos pudimos dar cuenta de que había distintas mane-
ras de reaccionar frente a los testimonios que ellas daban. Por ejemplo cuando alguna psicó-
loga, especialmente las que no conocían el idioma o eran de otro lugar, se acercaban a ellas
para recoger información o para darles atención psicológica, al ver que las mujeres lloraban o
entraban en angustias al contar sus historias, sólo podían ofrecer agua o darles una palmadita
en los hombros. Esperaban que el traductor les dijera lo que ellas estaban diciendo para tratar
de entenderlas y ver cómo las podían ayudar. A diferencia de ellas, las facilitadoras que acom-
pañaron a este grupo de mujeres, entendían de primera mano lo que estaban intentando decir,
conocían el contexto del proceso de violencia política que habían vivido estas comunidades y
tenían la motivación de querer ayudarlas a superar sus traumas emocionales y contribuir en el
logro de que ellas pudieran dar un re-significado a todo lo que habían vivido.
El conocer y hablar el idioma quechua, contribuyó de manera significativa en el fortalecimien-
to de los vínculos de confianza. El encuentro con las mujeres de la AFADAVP se desarrolló

Escuela para el Desarrollo


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Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

casi de manera natural, porque no se trataba sólo de compartir las experiencias que habían
sufrido, sino también las experiencias vividas por las facilitadoras. En el desarrollo de las se-
siones se compartieron tristezas, retos, esperanzas y alegrías, asímismo se realizarán visitas a
sus casas para conocer un poco más de la situación de cada una de ellas.
En esta experiencia, una vez más se demostró que la mujer andina habla y piensa en quechua
y que sus conocimientos del castellano son rudimentarios y a veces nulos. Las mujeres que
emigran a la ciudad por necesidad aprenden a hablar un español elemental y práctico. Pero
al hablarlo, experimentan cierta incomodidad, porque al hablar el castellano se mutila sus po-
sibilidades de expresión verbal, varía la intencionalidad de sus expresiones, entre otras cosas,
porque el idioma quechua es un lenguaje colectivo. En sus frases casi no aparecen referencias
individuales, como el prefijo personal “yo” o “tú”. Común es que se hable de nosotros o uste-
des, sin individualizar la expresión.
En nuestro caso el hablar quechua nos permitió acercarnos más y sentirnos parte de ellas, ge-
nerando la confianza que permitió que pudiesen abrir sus corazones y compartir experiencias
que ellas guardaban muy dentro de sí. El hecho de hablar quechua, en la experiencia común,
había significado ser discriminada. En nuestra interrelación, se cambia este significado y el ser
y hablar quechua se convierte en algo valioso. Podíamos tener muchos conocimientos teóri-
cos, estrategias, técnicas, pero sin este recurso, habría sido difícil establecer una comunicación
real y las teorías no nos habrían servido de mucho.
Pero no sólo era el idioma, habían otras preguntas: ¿cómo nos acercamos a ellas? ¿con qué
tono de voz?, ¿cómo contestamos sus preguntas?, etc. Tuvimos que atrevernos a ponernos en
su lugar, observar y escuchar mucho para encontrar el camino hacia ellas, para saber qué es
lo que podíamos hacer o decir y qué les ayudaría a estar emocionalmente mejor.
El equipo tuvo que desarrollar habilidades sobre cómo preguntar y responder y lograr que las
mujeres liberen sus sentimientos al ir expresando lo que sentían. Que al verbalizar sus expe-
riencias fueran comprendiendo mejor lo que les había pasado. En la medida que ponían sus
vidas y vivencias en primer plano, podían observar detenidamente su actuar, condición básica
para luego identificar sus capacidades y recursos personales. Por un lado, aquellos que fue-
ron debilitados por la violencia política, y por otro lado, aquellos que fueron adquiridos y se
convirtieron en nuevos recursos. Al poder analizar sus propias vidas y sus diferentes actitudes,
se dieron cuenta que eran capaces, fuertes y que todavía podían seguir luchando por una
mejor calidad de vida para ellas y sus familias.
Durante el desarrollo de la experiencia, las personas que conformaron el equipo de trabajo
no eran “maestras”, sino facilitadoras, que formaban parte del proceso de aprendizaje.
La señora Milagros hace alegrar mi corazón11.
Así conversamos y nos enseña cosas buenas para nuestra vida12.
En la búsqueda de la recuperación emocional de estas mujeres, hicimos que ellas participen
en diferentes actividades con sus recursos y capacidades. Así se intentó impulsar que ellas
mismas revaloren lo que hacen, evolucionen en sus conceptos y sueños a nivel personal y so-
cial. Inicialmente se identificó una mentalidad de dependencia por parte de las participantes
hacia factores externos (instituciones, facilitadoras). Actitud que se manifestaba cuando ellas

11
Señora Candelaria Nuñez. 70 años de la comunidad de Cuchoquesera.
12
Señora Andrea Quispe. 64 años, de la comunidade Cuchoquesera.

Escuela para el Desarrollo


43
Concurso de Sistematizaciones / 2008

consideraban a las facilitadoras como “sabias” y como que tenían la solución a sus proble-
mas, poniéndose ellas en posición inferior. Para contrarrestar y modificar esta actitud, en el
desarrollo de las sesiones de los grupos de ayuda mutua, se les afirmaba su autoestima y se
elaboraba con ellas la conciencia de que tenían capacidades y que podían ser protagonistas
de su propio desarrollo personal y comunitario. Para lograr que este mensaje fuera asimilado,
se buscó fortalecer los vínculos de confianza, esperanzas, identidad cultural, costumbres y
fuerza comunitaria.
Finalmente, señalo que el equipo facilitador también tuvo espacios de soporte emocional.
Porque el trabajo con las mujeres originaba también tensiones que las hacía sentir como muy
“cargadas” emocionalmente, siendo necesario que ellas también tengan espacios de soporte
o contención emocional.
Realizar los espacios de soporte emocional para el equipo de profesionales también nos dejó
algunas lecciones. El equipo de trabajo sabía que los espacios de soporte emocional eran
necesarios, pero quizás la metodología que se usó no fue la más adecuada. Decimos esto
porque en un momento dado hubo como incoherencias, ya que, mientras procurábamos que
con las mujeres se utilicen los recursos comunitarios como estrategias de soporte emocional,
eso no pasaba con el equipo facilitador y la psicóloga encargada de dar el soporte emocio-
nal. Se usaron metodologías y técnicas que quizás no necesariamente estaban respondiendo
o ayudándonos a estar bien en nuestra salud mental, porque no se estaba tomando en cuenta
características propias que nosotras también teníamos. La lección es que cuando tengamos
reuniones de soporte emocional, las o los profesionales indicados, siempre debemos tomar
muy en cuenta con qué grupo de personas se está trabajando, qué particularidades tiene y
usar la creatividad para adaptar las pruebas o ejercicios, que no sólo sean una repetición
de lo que siempre hacemos; sino buscar adaptarlas al grupo con el cual estamos trabajando.
Nosotras incluidas.

Escuela para el Desarrollo


44
VIII
Cambio de actitud de las participantes en los
grupos de ayuda mutua

A medida que se desarrollaban las sesiones, las mujeres decidieron visitarse e interesarse
la una por la otra para saber como estaban: ”qawanakusunchik ”. Creemos que esto se dio
porque cada una de ellas fue interiorizando los temas que se iban conversando en nuestros
diferentes encuentros. Ellas tuvieron la oportunidad de volver a estar juntas para conversar,
compartir, reír, comer y se dieron cuenta que eso las hacía sentir muy bien. Tuvieron mucha
satisfacción cuando experimentaron sensaciones y reacciones positivas cuando se visitaban
entre ellas, cuando comenzaron a cuidarse entre ellas y cuando comenzaron a compartir lo
poco que tenían. Se manifestaron sentimientos de solidaridad con sus compañeras que las
llevó a compartir, maíz, papita o algún otro producto.
Al darse cuenta que estas acciones las hacía sentir muy bien, tomaron la decisión de seguir
practicándolo, porque al dar ellas eran felices y al recibirlas mucho más.
Hemos tenido charlas, hemos aprendido a sentir la una por la otra, a querernos…. A
estar juntas en medio de nuestros problemas13.
Durante el desarrollo de las sesiones se creó un ambiente de hermandad y confianza, con el
cual se identificaban. Ya no era una simple reunión, sino una familia, no de sangre, pero sí de
pertenencia a un grupo. Si había alguna dificultad, buscaban juntas la solución.
El hecho de compartir sus vivencias dolorosas y tener quién las escuche las aliviaba y permitía
que se sintieran mejor al saber que eran comprendidas —a algunas de ellas las ayudaba a supe-
rar la pérdida de un ser querido—. Este cambio de actitud en muchas de ellas ha sido gradual, ya
que algunas veces todavía sienten amargura, resentimiento y remordimiento por lo sucedido.
Es necesario reconocer que no todas han podido superar sus traumas psicológicos, porque
cada una es un mundo particular, cada una tiene su propia personalidad, cada una tiene sus
propios recursos personales, cada una es producto de un tipo de familia que de alguna ma-
nera ya les ha dejado con ciertas cosas a favor o en contra para enfrentar sus traumas psico-
lógicos. Sería ilógico pretender que todas reaccionen de la misma manera. Algunas entraron
al proceso de dar un nuevo significado a lo que vivieron, lo que no quiere decir que ellas lo
olvidarán, pero cuando recuerden, aceptaran la pérdida, aprendiendo a vivir con ella y a
tener fortaleza para seguir viviendo. Cabe decir que no todas pasan por este proceso.
En las sesiones del grupo de ayuda mutua, también se buscaba que ellas lograran perdonar,
por lo que se tuvo un encuentro donde el tema principal era el perdón. Se dio la introducción

13
Señora Emilia Núñez Galindo.

Escuela para el Desarrollo


45
Concurso de Sistematizaciones / 2008

al tema y se les dijo que dependía mucho de ellas el perdonar a la persona que les hizo daño.
Ellas decidían si perdonaban o no. Algunas mencionaron que ya habían perdonado y otras
dijeron que nunca perdonarían, ya que primero tendrían que tener a “esa persona” en frente
y reclamarle por todo el daño que les hizo. Una de ellas mencionó: “Entonces yo soy libre de
perdonar, nadie me obliga a hacerlo, y como soy creyente, ya perdoné, aunque me gustaría
reclamarle si lo tuviera al frente”. Al final ellas estuvieron de acuerdo en que nadie les obliga-
ría a perdonar, sino que ese perdón saldría de sí mismas.
Por sus testimonios también se sabe que algunas de ellas ya han logrado perdonar a las perso-
nas que las lastimaron, o quitaron a sus seres queridos “munanim sunquywan pampachayta”
(quiero perdonar de corazón), “sunquywanmi pampachayki” (te perdono de corazón). Claro
que como dicen, fue un proceso muy largo:
Yo ya perdoné a esos militares que un día le sacaron a mi esposo de la casa, porque
por más que le reclame no me lo hará devolver, si me encontrara frente a frente con
la persona que mató a mi esposo le reclamaría, le pegaría, le gritaría y luego quizá
recién le perdonaría, por último no soy quien para juzgar14.
Hay algunas que viven resignadas y quieren ya vivir una vida tranquila, pero buscando justicia
y verdad. Una de las mujeres decía:
Ahora yo me doy permiso a perdonar o no perdonar, a creer nuevamente en mí, en
mi familia, en mi comunidad, yo me doy permiso para muchas cosas, para vivir bien,
me doy permiso para darme esta nueva oportunidad y ser libre.

14
Sra. Virginia Vilca de Achalma, Quispillacta

Escuela para el Desarrollo


46
IX
El papel de la espiritualidad en el proceso de
soporte emocional

Creemos que la espiritualidad también es un recurso comunitario que ha ayudado mucho en


la recuperación emocional de las comunidades afectadas por la violencia política, como dice
el antropólogo ayacuchano Irael Allccahuamán:
La espiritualidad andina se puede usar como soporte emocional. La lluvia, la
abundancia del agua, la buena producción es alegría para la población porque
garantiza la continuidad de la vida y la gente se siente feliz, pero si no hay estos
recursos entonces la gente está triste, piensa que es castigo de las divinidades, por el
mal comportamiento de sus habitantes, o por la poca fe en sus divinidades15.
La cosmovisión andina, viene a ser el pensamiento andino, sus saberes y todo su sistema de
creencias, ritos y rituales.
En la cultura andina la manera de ver la vida y el mundo, rige todas las normas y pautas de
sus acciones, tanto a nivel personal como familiar y de comunidad, las que buscan mantener
la armonía y el equilibrio entre ellos mismos y la naturaleza.
Las comunidades quechuas consideran como la fuente de la vida a la Pachamama o la madre
tierra, dadora de toda la vida. Donde el respeto y convivencia son la base de las relaciones
entre el hombre y la naturaleza. La similitud del desarrollo de la vida humana con el desarrollo
de la vida de la tierra existe, y necesita de los cuidados de ambos, generando la reciprocidad
con la tierra.
En esa reverencia a la Pachamama se realizan un conjunto de fiestas y cultos, cuya base o
principio es un ancestral y permanente rito de respeto a la tierra y a sus diferentes manifesta-
ciones. En las visitas a las distintas comunidades de Quispillacta-Chuschi, se puede observar
una diversidad de danzas y festividades representativas para cada tipo de actividad. Las
diversas danzas muestran las diversas formas de agradecimiento a la Pachamama o el res-
pectivo recibimiento que hacen a las diferentes actividades agrícolas como la cosecha, el
aporque, la siembra. No faltan los Harawis (canto realizado por las mujeres), en las diferentes
fiestas que se desarrollan.
Las fiestas se desarrollan dentro de la familia (ayllu), así como dentro de la comunidad y es-
tán acompañadas de cantos, cuentos, historias y danzas que transmiten lo que ellos creen y
sienten.

15
Entrevista a Irael Allccahuamán Tumbalobos. Antrópologo ayacuchano, 2007.

Escuela para el Desarrollo


47
Concurso de Sistematizaciones / 2008

Un ejemplo de ellas es el Yarca Aspiy (fiesta del agua), en la cual las personas de las co-
munidades desarrollan todo un conjunto de ritos como la limpieza de los canales de agua,
preparan harta comida y mucha chicha para tomar. En esta actividad participan todos, tanto
varones, mujeres y niños; teniendo tareas asignadas para luego comer, cantar y bailar en las
casas. En las diferentes actividades comunales no existen acciones individuales, todas son de
forma colectiva.
En la toma de decisiones, hasta hoy existe la costumbre de consultar al Yachay (sabio), que
son considerados como los intermediarios entre el cielo y la tierra. Las indicaciones que ob-
tengan de la lectura de la hoja de la coca, principal rito del uso de los recursos naturales,
pronosticará las cosas que sucederán en la comunidad.
En la cosmovisión andina todo está relacionado: el hombre, la naturaleza y sus divinidades vi-
ven relacionados tal para cual, sin que uno sea superior al otro. Existe una relación horizontal
entre ellos. El creer en la tierra, el agua, los apus (cerros), sostiene la fe de las comunidades
andinas, además que les anima a conservarla, por ellos es que hasta hoy podemos observar
las ofrendas o pagos que hacen a la tierra.
Irael Allcchahuamán, nos dice:
Durante el proceso de violencia política, para los comuneros pasaron muchas cosas
que ellos creían que ofendían a Dios y por los cuales deberían pedir perdón a Dios,
o a ese alguien superior. Ellos creían que si el río se contaminaba con la sangre de
los muertos o si los cuerpos muertos se quedaban expuestos al aire libre no habría
lluvias, por lo tanto había que ofrecer ofrendas a los dioses para que les perdonara y
mandara las lluvias.
Actualmente se puede observar que cuando hay exceso de lluvias, algunas
comunidades dejan expuesto algún cadáver para que el cielo se pueda despejar. O
cuando la naturaleza se excede y cae granizo creen que es porque alguna mujer ha
realizado algún aborto y buscan quien ha sido para castigarla y aplacar la ira de sus
dioses16
La actual espiritualidad andina se combina con otros elementos externos pero en el fondo
no pierde su sentido de fe en alguien superior ni su forma de expresarla. Por ejemplo, en las
fiestas religiosas se ha incorporado las orquestas musicales, o el hecho de que los curanderos
buscan sanar a los enfermos mezclando el uso de la hoja de coca con el uso de las velas.
Durante el proceso de violencia política los pobladores de las comunidades andinas creían
que Sendero Luminoso era la expresión del castigo de Dios, por lo cual buscaron volver a Dios
de diferentes maneras y en espacios que tenían a su alcance. El informe de la CVR señala
que durante este tiempo hubo harta presencia de fieles en las congregaciones evangélicas,
quizás porque ellas fueron uno de los pocos espacios públicos que quedaron durante los años
más difíciles de la violencia política. Se constituyeron como comunidades de esperanza y de
soporte emocional donde había un común dolor y una esperanza.
En medio de tanto dolor y sufrimiento las personas buscaron aferrarse a un Dios, a alguien
supremo y poderoso que podía socorrerlos. Una esperanza cuando no la tenían, protección
ante la inseguridad de saber si iban a tener la posibilidad de ver la luz de un nuevo día. A
la vez que es un espacio donde todos compartían no sólo un dolor, sino también sus miedos,
16
Entrevista a Irael Allccahuamán Tumbalobos. Antrópologo ayacuchano. 2007.

Escuela para el Desarrollo


48
Recuperando espacios comunitarios en el soporte emocional a mujeres de la Asociación de Familiares de Afectados y Desaparecidos por la Violencia Política

sus esperanzas, un espacio donde se consolaban y sostenían emocionalmente de manera


mutua.
Entre las mujeres de AFADAVP encontramos que muchas de ellas son evangélicas. Según el
testimonio de ellas, fue su fe en un Dios que las ayudó a afrontar esos momentos difíciles,
aceptar las pérdidas o el vivir con el dolor de no saber donde estaba el cuerpo de sus seres
queridos.
Es como si la fe en alguien superior las tranquilizaba, porque creían que alguien estaba cui-
dando de ellas, que las peticiones de protección y nuevas fuerzas para seguir sobreviviendo
llegaba de ese ser superior o de un Dios para los católicos o evangélicos.
El creer en un Dios o un ser superior era su fortaleza y en los momentos de dolor y sufrimiento,
su único consuelo y esperanza. Una de ellas dijo: “Qué hubiera sido mi vida sin Él”, refiriéndo-
se a Dios. Cuando más necesitaban de algo o de alguien, sentían la mano y el amor de Dios.
Esta fe que transmiten es algo inexplicable, que en varias oportunidades llamó la atención de
muchas personas que estuvimos con ellas.
Asombraba mucho ver cómo estas mujeres que habían sufrido tanto, todavía tenían valor,
alegría y fuerzas para seguir adelante en la vida. Pero al conversar con ellas, se encontraba
que el secreto era su fe en ese alguien superior.
Durante el proceso mismo de la violencia política y después de ella, las iglesias evangélicas
fueron espacios comunitarios de recuperación para los problemas de salud mental. Espacios
de fraternidad, de consolación y de fortaleza.
Kimberly Theidon nos dice
Así, estas iglesias juegan un papel importante en la ‘remoralización’ de la vida,
particularmente en una zona donde la iglesia católica ha estado históricamente
ausente o asociada con los sectores ricos y explotadores17.
En la zona de Quispillacta (Chuschi), hay gran presencia de la iglesia evangélica, especial-
mente de las congregaciones de las Asambleas de Dios. Estas congregaciones durante los 20
años del proceso de violencia política, fueron espacios de consolación para la comunidad. El
pastor Jesús Conde Galindo dice:
La gente se acercaba a la iglesia, buscando la presencia del Señor, porque ya
no había a quien acudir, solamente a nuestro Creador … No había en nadie
esperanza18.
Menciona que durante las reuniones o cultos como ellos lo llaman:
Se daba la Palabra de Dios y cuando querían quedarse dentro para orar o ayunar,
tapaban las ventanas del templo, porque tenían miedo de las personas que
caminaban (los senderistas), porque a los evangélicos nos consideraban como
estorbo19.

Las mujeres mencionan que estos espacios fueron lugares de consuelo, para muchas viudas
17
Theidon, pág.152
18
Entrevista al pastor Jesús Conde Galindo, de las Iglesia Asamblea de Dios de Cuchoquesera, 2007.
19
Idem

Escuela para el Desarrollo


49
Concurso de Sistematizaciones / 2008

y huérfanos, quienes tenían mucha tristeza y lamento por las pérdidas que habían sufrido o
porque sus esposos o hijos habían escapado a otros lugares.
Fue la única esperanza de muchos que no sabían a donde ir, a quién acudir, salían de los
cultos o reuniones más tranquilos y más confiados en Dios.
Actualmente las congregaciones evangélicas siguen siendo espacios de recuperación emo-
cional, todavía las personas las consideran como lugares donde pueden recibir ayuda en sus
momentos difíciles; espacios donde se desarrollan lazos de solidaridad y se unen fuerzas para
seguir adelante con los proyectos de vida personales.
El Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, reconoció a las iglesias evan-
gélicas de las comunidades, por su valor, coraje y solidaridad, durante todo el proceso de
violencia política.
El libro editado por la Asociación Paz y Esperanza, señala que:
El desarrollo de una pastoral de consolación, desde comunidades de fe en zonas
rurales, constituyó una respuesta a miles de personas desesperanzadas que vivían
entre dos fuegos. La consolación se convirtió en solidaridad concreta con las viudas,
huérfanos, desplazados, los presos, abriendo sus templos como casas temporales
de refugio, proveyendo alimentos y ropa… ante el temor y la desesperanza…
desarrollaron la esperanza en un Dios que protege20.
Ellas están convencidas que la parte espiritual es muy importante en sus vidas, que las ayudó
a sobresalir de todas las experiencias malas que tuvieron que vivir.
Si mi Dios no hubiera estado allí, consolándome y diciéndome que soy su hija, creo
que me hubiese muerto... Por el amor y la gracia de Dios estoy viva y pude afrontar y
salir adelante por mis hijos21.

20
Asociación Paz y Esperanza. Resistencia, Consolación e Indiferencia. Imprenta Prado & Zegarra Comunica-
ciones, 2004, pág.35.
21
Sra. Alejandra Pacotaype Galindo, Cuchoquesera.

Escuela para el Desarrollo


50
X
Más que conclusiones, nuestros aprendizajes

Decimos “nuestros aprendizajes” porque han sido fruto de las vivencias de las facilitadoras con
las mujeres de la AFADAVP, de las reflexiones en el equipo del proyecto, de las conversaciones
con las personas del equipo de acompañamiento y de observar las reacciones: dudas, expec-
tativas, las miradas tristes y alegres de las mujeres, en las diferentes reuniones de los grupos de
ayuda mutua o en las actividades comunales donde ellas participaban. Los aprendizajes se
dieron desde nuestros primeros encuentros con ellas en los grupos focales, con mucha atención
escuchábamos lo que nos decían respecto a cómo se encontraban y qué estrategias habían
usado o usaban para afrontar las dificultades de la vida y cómo se sostenían emocionalmente.
Entre las estrategias, encontramos cómo es que los recursos comunitarios —que son costumbres
ancestrales que se remontan a las primeras formas de organización del hombre y la mujer
andina— ofrecen espacios donde se piensa y habla sobre la situación personal, familiar y
comunitaria. Dichos espacios no sólo generan diálogo sino también apoyo para resolver pro-
blemas, por ejemplo, al tratar de comprender juntas por qué pasan las cosas como pasan.
Cuando construimos con ellas el concepto de la salud mental, nos dimos cuenta que para
ellas, la salud mental estaba íntimamente relacionada con la posibilidad de poder satisfacer
sus necesidades básicas inmediatas, como la alimentación, vivienda, buena cosecha, estudios
de sus hijos. Nos dijeron que entendían a la salud mental como el “Allin Kawsay”, que significa
estar bien con uno mismo y con los demás. El hablar el mismo idioma nos permitió acercarnos
a ellas, fortalecer los vínculos de confianza y dar la oportunidad de que se expresen de ma-
nera más fluida y sin temor, porque sentían que era parte de nosotras.
La mayoría de las mujeres, cuando participaban en los diferentes espacios, se sentían relega-
das por ser mujeres y adultas mayores, pero los grupos de ayuda mutua, al ser exclusivamente
de mujeres, las motivaban para expresarse, sin el temor de ser avergonzadas. Ayudó mucho
también el hecho de que la facilitadora sea mujer, porque inspiraba confianza y pensaban
que ella sí sabría entenderlas.
Durante la planificación del desarrollo de las sesiones se hizo necesario tomar en cuenta las
temporadas de preparación de terreno, siembra, cosecha u otras actividades agrícolas; las
distancias entre comunidades y viviendas; la mínima afluencia vehicular y los horarios apropia-
dos de las personas en las comunidades, cuando se programan las diferentes actividades para
evitar que se sientan obligadas o no, a ser tomadas en cuenta.
Tomar en cuenta también el tipo de población a quién nos dirigimos: si es analfabeta, quechua
hablante, si sólo son mujeres o grupos mixtos, edades y condición física, para diseñar adecua-
damente nuestras metodologías de intervención.
Finalmente, reconocer que la espiritualidad, es un recurso fundamental en la recuperación de
nuestra salud mental y que para las personas andinas su espiritualidad está relacionada con
todo lo que hace.

Escuela para el Desarrollo


51
Concurso de Sistematizaciones / 2008

Señoras participantes de la experiencia

Grupo “Huk sonqolla yanapakusun”


Conformado por mujeres de las comunidades de Cuchoquesera, Pampamarca y Catalinayocc.
1. Emilia Núñez de Galindo 21. Basilia Galindo de Espinoza
2. Victoría Núñez Cayllahua 22. Rosa María Núñez de Quispe
3. Eleuteria Núñez Cayllahua 23. Estefa Quispe de Espinoza
4. Alejandra Quispe Galindo 24. Natalia Núñez de Mendoza
5. Alejandra Conde de Núñez 25. Alejandra Tomaylla Mendieta
6. Cecilia Huamaní Tomaylla 26. Berta Galindo Huamaní
7. Teresa Núñez de Vilca 27. Eva Rejas de Huamaní
8. Cristina Huamaní de Núñez 28. Andrea Núñez de Galindo
9. Leonidas Pacotaype de Huamaní 29. Perpetua Galindo Moreno
10. Paulina Huamaní Pacotaype 30. Cardelaria Núñez Tucno
11. Teresa Ccallocunto Mejía 31. Juana Achalma Ccallocunto
12. Juana Moreno Ccallocunto 32. Basilia Galindo de Espinoza
13. Eugenia Quispe Galindo 33. Elizabeth Mendoza Núñez
14. Martina Galindo Núñez 34. Calixta Mendieta Núñez
15. Bertha Espinoza Ccallocunto 35. Claudia Mendoza Núñez
16. Domitila Espinoza Ccallocunto 36. Graciela Quispe Huamani
17. Georgina Cuba Núñez 37. Hilda Quispe Núñez
18. Beatriz Espinosa Cuba 38. Nasaria Machaca Mendieta
19. Marina Casavilca Galindo 39. Irene Huamaní Llalli
20. Sonia Moreno Galindo

Grupo “Kusisqalla Llamkasum”


Conformado por las mujeres de las comunidades de: Yuracruz, Perhuamarca, Tuco, Quispilla-
ccta y Chuschi
1. María Ccallocunto de Vilca 12. Otiliana Núñez Galindo
2. Celisa Tomaylla Conde 13. Maruja Galindo Flores
3. Rosa Pacotaype Espinoza 14. Salomé Llaly Galindo
4. Alejandra Pacotaype Tomaylla 15. Virginia Vilca de Achalma
5. Victoría Achalma Pacotaype 16. Fortunita Núñez Carhuapoma
6. Pascuala Huamani Mejía 17. Sebastiana Cisneros Quispe
7. Cirila Sarmiento Tucno 18. Emilia Núñez Galindo
8. Guillermina Núñez Huamaní 19. Julia Vilca de Núñez
9. Antonia Galindo Chipana 20. Rosalina Pacotaype Espinoza
10. Juana Flores Vilca 21. Benita Carhuapoma Núñez
11. Domitila Quispe Huamaní

Escuela para el Desarrollo


52
Bibliografía

• Grupo de Trabajo de Salud Mental de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.


Salud Mental Comunitaria en el Perú. Aportes temáticos para el trabajo con poblacio-
nes. Inversiones Escarlata y Negro SAC. 2006.
• Selección de textos del Informe Final de la CVR. Violencia contra la mujer durante el
conflicto armado interno. MN editores y servicios y gráficos SRL. 2005.
• Kimberly Theidon. Entre prójimos. IEP Ediciones. 2004.
• Comisión de Entrega de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Hatun Willakuy. Ver-
sión abreviada de Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Corpo-
ración Gráfica Navarrete S.A. 2004

Escuela para el Desarrollo


53
2
Incidencia política de las
Demunas, Comudenas y
Municipios Escolares en la
prevención del abuso y la
explotación sexual infantil

María Pía Hermoza


Acción por los Niños

Quise narrar esta experiencia de incidencia política para la atención


y sanción del abuso y la explotación sexual infantil, en primer lugar,
para valorar el esfuerzo entregado en el camino recorrido juntos
en la defensa y protección de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes; y en segundo lugar, para animar a otros a emprender
el desafío de lograr cambios en la vida de los niños, niñas y adoles-
centes, a ser la voz de los más vulnerables.
¿De qué hablamos en este documento?

Presentación

Acción por los Niños: Perfil institucional para el desarrollo de una I.


experiencia de incidencia política

Las DEMUNAS, COMUDENAS y Municipios Escolares: Principales II.


funciones y motivaciones frente al problema

Antecedentes y contexto III.

Reconstruyendo la experiencia desde el enfoque de los actores IV.

El diseño de la experiencia de incidencia política V.

Reflexiones y aprendizajes VI.

Bibliografía
Presentación

En 1998 Acción por los Niños inicia su trabajo para contribuir al pleno reconocimiento y cumpli-
miento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en el Perú. Con esa perspectiva se logró el
desarrollo de propuestas validadas y reconocidas a nivel nacional e internacional que han servido
como modelos para la Defensa y Promoción de los Derechos de la Niñez y Adolescencia como
son: las Defensorías Municipales del Niño y Adolescente (DEMUNA), los Municipios Escolares y los
Comités Municipales por los Derechos del Niño y Adolescente (COMUDENA)
Como parte del abordaje de la problemática social que afecta a la niñez y adolescencia
desde octubre del 2002, Acción por los Niños, con el apoyo de CORDAID, viene ejecutando
el proyecto denominado “Atención y Prevención de la Explotación Sexual de Niños, Niñas
y Adolescentes en Lima Metropolitana – Perú”. Desde entonces, nuestra institución asumió el
compromiso de abordar un problema poco trabajado por otras organizaciones, públicas y
privadas, que era el reconocimiento de la existencia de niñas, niños y adolescentes víctimas de
la prostitución en diversas zonas y distritos de Lima Metropolitana, una realidad invisibilizada
en nuestro país. Por ello, desde el 2005 y hasta el 2007 se desarrolla la Fase 2 del Proyecto
que apunta al fortalecimiento de las DEMUNAS, COMUDENAS y Municipios Escolares como
una red sostenible para la prevención y atención del abuso y la explotación sexual infantil.
En ese sentido, es necesario reconstruir la intervención de las DEMUNAS, COMUDENAS y
Municipios Escolares porque significa una experiencia enriquecedora de trabajo concertado
de niños, niñas, adolescentes y adultos en acciones de incidencia política, local y nacional en
dos problemas sociales que pese a su gravedad y prevalencia en el país no han recibido una
respuesta de los gobiernos de turno.
La sistematización cobra mayor importancia en un contexto político de inestabilidad y discon-
tinuidad en el desarrollo de políticas, programas y acciones de gobierno, en el que se corre
el riesgo de que los gobiernos de turno (a nivel local, regional y nacional) desconozcan el
esfuerzo, las experiencias previas y el camino recorrido por la sociedad civil en su afán de
aportar, a partir de hechos concretos, a la protección de niños, niñas y adolescentes, de viola-
ciones flagrantes de sus derechos. Es por ello, que Acción por los Niños considera necesaria
la organización, ordenamiento y la reflexión de la experiencia de las DEMUNAS, COMUDE-
NAS y Municipios Escolares para extraer lecciones aprendidas que contribuyan a mejorar la
intervención y sirvan de punto de partida a nuevos actores.
De esta manera, la sistematización de la experiencia implicará describir secuencialmente el
proceso desarrollado, identificando las debilidades y fortalezas del equipo y de la institución;
determinar factores del entorno que dificultaron y facilitaron la intervención; identificar las estra-
tegias, acciones y recursos previstos y no previstos que contribuyeron positiva y negativamente
en el desarrollo de la experiencia; realizar un mapeo de los actores sociales e institucionales
involucradas que fueron parte del objetivo de intervención del proyecto, determinar el proceso y
espacios de participación de dichos actores en la definición de los rumbos de acción; identificar
los aprendizajes desprendidos dentro de la experiencia, y socializar el trabajo desarrollado,
especialmente a nivel institucional y con la población objetivo con la que se trabajó.
I
Acción por los Niños: Perfil institucional para el
desarrollo de una experiencia de incidencia política

Visión y misión institucional al 2012


Acción por los Niños se asume como una organización líder que desarrolla iniciativas innova-
doras y sostenibles, reconocida como promotora e interlocutora válida para la protección y
promoción del desarrollo integral de Niños, Niñas y Adolescentes recogiendo el espíritu de la
Convención Internacional de los Derechos del Niño.
Para el 2012 se observa como una organización que ha contribuido significativamente con
la construcción de un movimiento social, integrado por las organizaciones del Estado y socie-
dad civil, con la participación protagónica de niños, niñas y adolescentes, el cual promueve y
protege su desarrollo integral en función a políticas públicas.

Estrategias de intervención institucional


Para el logro de su misión y visión, Acción por los Niños desarrolla estrategias de intervención
con las siguientes características:
Coberturas amplias: Puede representar
cantidades masivas de beneficiarios, exten-
siones territoriales relacionadas con unida-
des de gestión pública (distritos, provincias,
regiones, y a nivel nacional) y con institucio-
nes (Policía Nacional del Perú, Unidades de
Gestión Educativa Local, entre otras). Para
ello también se trabaja en red.
Sostenibilidad: El problema de la sostenibi-
lidad no se centra en la transferencia de los
modelos, sino en su institucionalización como
aporte al desarrollo de políticas públicas.
Esto es también válido para el desarrollo de
propuestas de intervención, que se harán a
través de los canales institucionales (mode-
los) desarrollados. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Generalización: Con la generalización se trata de que el Estado y la sociedad civil asuman


los modelos que ya han sido adoptados desde el inicio de su implementación por algún orga-
nismo público.

Escuela para el Desarrollo


59
Concurso de Sistematizaciones / 2008

Dicha estrategia institucional comprende:


• La institucionalización y generalización de programas en el ámbito nacional.
• La participación permanente en el debate y desarrollo de propuestas en favor de la infan-
cia, en el ámbito nacional e internacional.
• La consolidación de alianzas estratégicas nacionales e internacionales.
• El desarrollo y fortalecimiento de las capacidades de los que toman decisiones en el sec-
tor público.
• La promoción, participación y el protagonismo de niños, niñas y adolescentes en la pro-
moción y defensa de sus derechos.
• La promoción y fortalecimiento del desarrollo de la opinión pública en favor de la infan-
cia.
• El desarrollo de condiciones para la generación de recursos propios y diversificación de
recursos externos.
• El desarrollo de propuestas innovadoras de intervención temática a través de las redes
organizadas.
• La promoción del desarrollo profesional y social del personal de Acción por los Niños.

Acción por los Niños y sus motivaciones frente al problema


Las motivaciones del equipo de Acción por los Niños para la realización de esta experiencia
de incidencia política no sólo fueron institucionales, sino también personales.
En ese sentido, la prioridad por desarrollar el tema del abuso y explotación sexual infantil se
basaron en que éstos eran violaciones graves a los derechos del niño que fueron colocados
dentro de los temas estratégicos a abordar debido a los efectos, muchas veces irreversibles,
en el desarrollo de los menores de edad.
De esta manera, el plan estratégico institucional 2002 – 2007 consideró ambos temas dentro
de la propuesta política y programática, ya que el diagnóstico indicaba escasas intervencio-
nes desde el ámbito público y privado.
De esta manera, el interés y la iniciativa por parte de los directivos y especialistas para abor-
dar el problema se puede demostrar en sus testimonios. Al respecto, María Teresa Mosquera,
Directora Ejecutiva de Acción por los Niños señala:
La sociedad civil tiene un rol gravitante en la vigilancia e incidencia para la
promoción y la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Es
de vital importancia porque su trabajo no sólo es un trabajo concertado, trabaja
coordinadamente desde el espacio local y se sustenta en un diagnóstico que le
permite hacer propuestas, incidir y realizar la vigilancia ciudadana a favor de los
niños.
María Pía Hermoza, Coordinadora de Programa de Acción por los Niños manifiesta:
Las motivaciones personales del equipo de Acción por los Niños también estuvieron
orientadas a esta convicción: La motivación principal fue reconocer el profundo daño


Plan Estratégico. Ibid.

Escuela para el Desarrollo


60
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

y cicatrices que causa el abuso sexual en la vida de un ser humano y la indefensión


de niños, niñas y adolescentes ante el poder brutal del adulto o de la persona
significativamente “más fuerte”. Por otro lado, mi capacidad de reacción frente a la
impunidad de los abusadores quienes, aprovechándose del silencio de las víctimas
y de la inacción de las autoridades, continuaban al acecho de nuevas víctimas.
Aún hoy me pregunto si la justicia para las víctimas y la prevención del abuso y la
explotación sexual infantil no logra unir a los peruanos ¿Qué puede lograrlo?
La abogada Norma Rojas, excoordinadora de Programa, expresó:
Significó un aprendizaje y a la vez un aporte de conocimientos de parte de los
integrantes del equipo, personalmente desde el punto de vista jurídico porque soy
abogada (…) En primer lugar, rescato la importancia del abordaje interdisciplinario;
en segundo lugar que existen ejes centrales similares que se pueden replicar en las
temáticas de derechos humanos y de infancia y adolescencia, cuando se trata de
incidencia, trabajo con medios, sensibilización de autoridades clave, acciones y/o
movilizaciones, entre otros y la necesidad de contar previamente con un diagnóstico
de la problemática. Una motivación especial, fue ver que niñas, niños y adolescentes
de los Municipios Escolares se sintieron protagonistas de algo, muy difícil en una
sociedad como la de nosotros, mayoritariamente de adultos.
“El abordaje del abuso y la explotación sexual infantil fueron trabajados como parte de una
propuesta política y programática, ésto, en función a la cuestión social del momento, indicaba
acciones limitadas y escasas intervenciones desde el ámbito público y privado”, puntualizó
Henry Chiroque, especialista de Acción por los Niños.
Con respecto al trabajo de difusión y sensibilización a través de los medios de comunicación,
la Coordinadora de Comunicaciones, Consuelo Ramos, señaló que “la puesta en marcha
del proyecto fue una experiencia importante de trabajo coordinado con periodistas, quienes
dieron muestra del compromiso social que tienen logrando involucrarse en el tema para sen-
sibilizar a la opinión pública”.

Escuela para el Desarrollo


61
II
Las DEMUNAS, COMUDENAS y Municipios
Escolares: principales funciones y motivaciones
frente al problema
Las DEMUNAS
Las jefas y jefes de DEMUNAS compartieron muchas historias personales, en las que sintieron
satisfacción por el trabajo realizado en la prevención del abuso y explotación sexual infantil,
y muchos testimonios de reconocimiento, que consideran una experiencia significativa que los
alentó a seguir trabajando.
Los casos de abuso y explotación sexual infantil reflejan la necesidad de justicia de mucha
gente, en este sentido es importante realizar el valor de las DEMUNAS , no solo en recibir y
derivar una denuncia, sino en promover una atención que restaure la salud de las víctimas.
Una vez vino una señora mayor. Vino a hacer una consulta por que su nieta había
sido violada por su padre. La niña tenía nueve años y sus padres estaban separados,
pero tenía un régimen de visitas en que el padre podía llevársela a Ica los fines
de semana donde él vivía, pero el padre había abusado de ella cuando estaba
mareado. La niña no dijo nada sino que su abuelita lo notó por que su truza estaba
manchada con sangre. Bueno, la psicóloga la entrevistó y bueno la derivamos a la
Fiscalía. Yo la acompañé al médico legista y sí, había sido abusada. Bueno, nosotros
le guiamos para la denuncia y al final la abuelita vino agradecida por que al padre
lo metieron preso. Bueno fue una alegría saber que se había hecho justicia y que
habíamos contribuido a que la niña supere el trauma, por que después la psicóloga
le hacía seguimiento.
DEMUNA de San Juan de Miraflores.
Las acciones de prevención de las DEMUNAS se“engancharon” con la necesidad de cada
caso en particular. Muchas veces no se sabe cuánto se puede impactar con la difusión, pero
historias como ésta, revela que las acciones de prevención no caen en saco roto.
En el año 2006 se realizó la Campaña de Miguelito “Si me tocas yo te acuso”,
estos spot, afiches que estaban por todo el distrito de San Miguel, había llamado
la atención a una señora en particular, la cual se acercó a la DEMUNA y me contó
que hace cuatro meses llevó a vivir a su nueva pareja a su casa, y que notaba que
su pareja miraba mucho a su hija; también que le gustaba quedarse a solas con
la menor. La hija le contaba a la mamá que le daba miedo el comportamiento del
padrastro, por todo ello la señora al ver el spot se acercó y me pidió información, se
le dio toda la información y orientación, se le brindo trípticos relacionados al tema.

Escuela para el Desarrollo


62
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

Me causó mucha satisfacción ya que era una actitud de prevención. Gracias a la


publicidad, a los videos, gracias a esta compaña, la cual puso en alerta a todos en el
distrito, motivó a la gente a contar su caso y consultar.
DEMUNA de San Miguel.

Los COMUDENAS
Muchos de los integrantes de los COMUDENAS se sintieron motivados por hechos ocurridos
que los llevaron a acciones de demanda:
En el 2006 se llevó a cabo un concurso de SOCIODRAMA “Si me tocas yo te
acuso”. Para esta actividad estuvimos reunidos los integrantes del COMUDENA,
Acción por los Niños, centros educativos, directores, padres de familia. Los chicos
mostraron los mejores casos, se esmeraron en el tema, fue muy lamentable cómo
en todos los grupos el pedido era el mismo: “justicia para las víctimas”. Ellos no
deberían pedirla, sino exigir porque es un derecho, por eso en el COMUDENA se
trabaja en conjunto para dar soluciones …
COMUDENA de San Miguel.
Para mí, cada caso atendido en la DEMUNA ha representado una experiencia
significativa, el ánimo en las familias, el cambio en la expresión de los afectados
cuando recibían las orientaciones o los apoyábamos a través de las instituciones del
COMULDEH derivando sus casos. Era una satisfacción personal, profesional y del
equipo … Yo brindo pautas y los defensores apoyan los casos directamente e incluso
los acompañan durante las denuncias. Poco a poco se ha avanzado en promover la
denuncia, pero la gente debe sentir que ésta tiene sentido porque las autoridades les
harán alcanzar la justicia.
COMULDEH Chorrillos.

Los Municipios Escolares


El Municipio Escolar es una organización de los niños, niñas y adolescentes que tiene como
base el ejercicio de sus derechos de opinión, participación y organización (OPO), reconocien-
do su intervención e involucramiento en las acciones que tienen impacto en sus vidas.
Los Municipios Escolares actualmente operan en cinco mil instituciones educativas en todo el
territorio nacional, en los niveles inicial, primaria, secundaria y especial, desarrollando activi-
dades de promoción en: i) educación, cultura y deportes (competencias deportivas, activida-
des artístico-culturales, prensa escolar, biblioteca escolar, etc.); ii) salud y ambiente (control
de salud, campañas de prevención, botiquín escolar, etc.); iii) producción y servicios (capa-
citación técnica, huertos y granjas escolares, kiosco escolar, actividades de recaudación de
fondos, etc.); iv) derechos del niño (educación ciudadana, campañas de prevención, control
de disciplina, recepción y derivación de casos de maltrato, etcétera.).
Cada Municipio Escolar cuenta con: i) un Concejo Escolar en representación de todo el
Centro Educativo; ii) Concejos de Aula, por cada salón de clase; iii) Comisiones de Trabajo
especializadas, integradas por los regidores de cada línea de actividades de los Concejos
de Aula.

Escuela para el Desarrollo


63
Concurso de Sistematizaciones / 2008

Cada Concejo de Aula está integrado por un/una Alcalde/sa, Regidor/a de Educación, Cul-
tura y Deportes, Regidor/a de Salud y Ambiente, Regidor/a de Producción y Servicios, Regi-
dor/a de Derechos del Niño.
Los Municipios Escolares también pueden constituir las Coordinadoras de Municipios Escola-
res (CODEMES) como espacios de coordinación dentro de un distrito, provincia o departa-
mento.
Para Acción por los Niños el modelo de Municipios Escolares contribuye al tránsito del niño
como objeto al niño como sujeto. Considerar al niño objeto social es un factor de exclusión
social del mismo, es verlo como objeto pasivo de protección externa y abordar su ciudadanía
como ciudadanos del futuro. Transitar a la mirada del niño como sujeto social es incluirlo como
parte activa de la sociedad y por lo tanto sujeto de protección y promoción, integrada a ésta,
considerando sus opiniones y preferencias, abordando su ciudadanía, desde el presente.
En este sentido el modelo de los Municipios Escolares traduce la visión del niño como sujeto
social de derechos que busca el reconocimiento del rol activo de este frente a su realidad, de
su capacidad para contribuir al desarrollo propio, al de su familia y al de su comunidad y lo
incorpora en la construcción de la aplicabilidad de la Convención como auténtico promotor
de cambio y desarrollo.
Los y las Alcaldes y Regidores de los Municipios Escolares también tuvieron experiencias signi-
ficativas que los motivaron a continuar con su aporte en la prevención del abuso y explotación
sexual infantil:
Nos hemos reunido para reflexionar sobre una triste realidad que afecta a los niños,
niñas y adolescentes de nuestro país: el abuso y la explotación sexual infantil. Nos
damos cuenta el riesgo que corremos, teniendo en nuestra sociedad personas para
las que poco o nada valemos y a quienes no les importa causar graves daños a
nuestra integridad. Es triste y vergonzoso saber que los niños y adolescentes estamos
rodeados de personas inescrupulosas que buscaron aprovecharse de la inocencia
y la necesidad. Por ello, sentimos que debemos manifestarle nuestra indignación
por la ausencia de sanciones efectivas para los abusadores y explotadores sexuales
que afectan el presente y futuro de las NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES. De esta
manera, levantamos nuestras voces por las víctimas del abuso y explotación sexual,
para decir que no existe delito más grave que no conocer nuestros derechos y las
leyes que sancionan estos delitos y no colaborar en su cumplimiento …
Extracto del Memorial de los Municipios Escolares de Lima y Callao dirigido al Dr.
Francisco Távara Córdova, Presidente de la Corte Suprema; 8 de junio de 2007
Palacio de Justicia, Lima.
Saber que se habían incrementado los casos de abuso sexual, y las ganas de querer
disminuir y quien sabe eliminar el.problema, fue lo que me motivó a trabajar fuerte
desde el Municipio Escolar.
Leonard (15 años) Presidente CODEME de Breña, 2007. I.E. Hermano Anselmo María

Escuela para el Desarrollo


64
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

Cuando realicé la replica de mi taller, me alegró mucho ver que mis compañeros
tomaron en cuenta lo que les decía, aunque a los profesores no les interesaba
mucho, mis compañeros lograron saber cosas que no conocían sobre el abuso y la
explotación sexual y eso fue para mí lo más importante.
Brenda
Ellos nos escuchan a nosotros porque somos de su misma condición, les
comprendemos, no los juzgamos, ya saben a quien acudir y nos cuentan el
problema…
Querit Rondón Rojas. Presidenta CODEME de Lima Cercado, 2007. I.E. Nuestra
Señora de Montserrat.
Cuando hablamos del abuso sexual, lo hacíamos con información y con el
sentimiento, sólo así logramos sensibilizar y comprometer a todos con la prevención,
sabemos que puede pasar a nuestras familias y nadie está libre …
Lorena Andía Falconí (12 años) Presidenta CODEME de Ate Vitarte, 2007. I.E. 0025
La participación en el Municipio Escolar me abrió los ojos sobre muchas cosas que
suceden a mi alrededor que mucha gente trata de ocultar y creó conciencia de que
puedo reclamar y denunciar los abusos.
Percy Loli Abad (15 años) Presidente de CODEME de Surco, 2006.

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65
III
Antecedentes y contexto

El análisis del contexto social, político y económico es de relevante importancia para comprender
el desarrollo de esta experiencia de incidencia política. Dado que se buscó aportar a políticas
públicas fue necesario conocer la situación social, económica, cultural y el accionar político del
Estado, para determinar con precisión cómo estas condiciones pueden exacerbar el problema,
disminuirlo o contribuir a la atención y sanción del abuso y la explotación sexual infantil.

PERÚ 2005 – 2007: contexto en que se inicia y desarrolla la experiencia


En el periodo 2005 al 2007, el Perú atravesó cambios tanto de orden social, político y eco-
nómico que se constituyen en el marco de la experiencia. A continuación se señala una breve
síntesis de cada plano:

Plano social
• Durante los años 2005 y 2006 se incrementaron en el país las denuncias de casos de
abuso sexual infantil, las mismas que frecuentemente fueron difundidas a través de los me-
dios de comunicación. Ante el clamor de las víctimas y la indignación de la ciudadanía, la
respuesta de los congresistas de la república, e incluso del entonces candidato del APRA
Alan García, fue proponer la aplicación de la pena de muerte para violadores sexuales
de niños, niñas y adolescentes. Acción por los Niños, a través de sus voceros, expresó
su disconformidad con esta propuesta y su preocupación porque este tipo de propuestas
desviaban la atención de la ciudadanía de los problemas de fondo como son: la debili-
dad en el sistema de administración de justicia y la ausencia de una política integral de
atención y prevención. Dicho proyecto de ley no fue aprobado por el Congreso de la
República.
• El año 2006 se estimó que en el Perú existían 350,000 adolescentes que ya eran madres.
Según Save The Children seis de cada diez embarazos en niñas de 11 a 14 años son pro-
ducto de incesto o violación. Ese mismo año el Centro Preventivo del Niño y Adolescente
de la Policía Nacional del Perú señaló que 817 menores de edad fueron abandonados
durante el primer trimestre.
• A inicios del mes de julio de 2005, el Ministerio de Educación mediante Resolución Vice-
Ministerial Nª 019-2005-ED, oficializó una campaña de sensibilización y promoción de-
nominada “Tengo derecho al buen trato”, con énfasis en la prevención del maltrato físico,
psicológico y sexual de niñas, niños y adolescentes de las instituciones educativas de
Educación Básica Regular y Educación Básica Alternativa a nivel nacional.

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66
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

• El registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) aprobó el Plan Nacional


de Restitución de la identidad denominado “Documentando a las personas indocumenta-
das”. Se estima que anualmente hay 110,098 nuevos casos de niñas, niños y adolescentes
indocumentados en el Perú.
• En el año 2005 el Ministerio de Salud aprobó el “Protocolo de Consejería para la aten-
ción integral del adolescente (R.M Nº 583-2005-MINSA) y una norma técnica para
la atención integral de salud en la etapa de vida adolescente que comprende a una
población entre los 5 y 19 años de edad (R.M. Nª 633-2005-MINSA). Asimismo, se
publicó los “Lineamientos Técnicos de Política de Salud de los/ las adolescentes”, Resolu-
ción Ministerial Nº 107-2005-MINSA, el mismo que comprende un conjunto de acciones
orientadas a precisar las prioridades del Estado en materia de salud de los /las adoles-
centes.
• La Defensoría del Pueblo publicó dos informes vinculados a la niñez. El Informe Nº 95, da
cuenta de la actuación de los órganos del sistema de justicia penal y policía nacional en
la investigación y juzgamiento de las denuncias por violencia familiar en Lima, Lambaye-
que, Junín, Cusco y Loreto. El Informe Nº 100 por su parte, está referido al derecho a la
identidad y la actuación de la administración estatal, en la que se identifican problemas
en la inscripción de nacimientos.
• En el año 2005, el programa JUNTOS realizó transferencias económicas a familias de
extrema pobreza quienes accedieron a otros beneficios como identidad, nutrición, salud
y educación.
• El informe de vivienda del Instituto Na-
cional de Estadística INEI (2005), de-
mostró que un 41% de las viviendas en
el Perú tienen piso de tierra, 48.5% tiene
red pública de desagüe, 60% tiene co-
nexión de agua en la vivienda y un 72%
tiene luz eléctrica.
• Los resultados del censo del INEI en el
año 2006 indicaron que Perú cuenta con
26 millones 152 mil 265 habitantes. Del
total, 49,95 % son hombres y 50,05%
mujeres. El 29.9% de la población vive
en Lima y Callao, y el 70,1% reside en
provincias del interior. En Lima y Callao,
los niños y niñas representan el 8,3% del
total, el grupo de 10-14 años representa Entrega de Memorial - Presidente de la Corte Suprema
el 8,9% y en el 15-19 años el 9,3% de la de Justicia
población.

Plano político
• Mediante Decreto Supremo Nº 088-2005-TR el Gobierno Peruano aprobó el “Plan Na-
cional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil”. El documento, contiene un diag-
nóstico social y normativo del trabajo infantil y adolescente en el Perú para finalmente
concluir en un Plan Nacional que debe desarrollarse entre el 2006-2010.

Escuela para el Desarrollo


67
Concurso de Sistematizaciones / 2008

• En el año 2005 el Gobierno Peruano aprobó los Lineamientos de Política Nacional de


Juventudes: Estos lineamientos deberán ser tomados en cuenta por las entidades públicas
de los niveles nacional, regional y local para asegurar su participación y aporte potencial
en el desarrollo del país.
• La Comisión Multisectorial de Alto Nivel encargada del seguimiento de las acciones y
políticas del Estado en los ámbitos de la paz, la reparación colectiva y la reconciliación
nacional presentó la propuesta “Plan Integral de Reparaciones: Programación Multianual
2005-2006” al Gobierno Peruano, la misma que fue aprobada mediante Decreto Su-
premo 047-2005-PCM lo que fue considerado un gesto político de rechazo a la impuni-
dad.
• Las elecciones presidenciales se realizaron el año 2006. En segunda vuelta electoral fue ele-
gido Alan García del APRA, frente a su contendor Ollanta Humala del Partido Nacionalista.
• Finalizando el año 2006, se promulgó el “Plan Nacional de Derechos Humanos 2006-
2010”. En este Plan, se contempla el objetivo estratégico cuatro, que busca garantizar los
derechos de la niñez y adolescencia en nuestro país.
• El año 2005 Alberto Fujimori fue detenido en Santiago de Chile acusado por cargos de
corrupción y violaciones de derechos humanos, luego de dos años, en el año 2007, la
Sala Penal de la Corte Suprema de Chile declaró la procedencia de la extradición de
Alberto Fujimori. Fue la primera vez que un ex presidente de la república es extraditado
y sometido a la justicia por la comisión de crímenes contra los derechos humanos y por la
comisión de delitos de corrupción de funcionarios.

Plano económico
• Según el estudio del Centro de Investigación Económica y Social (CIES), de los 12 mi-
llones de peruanos que pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA) el 73%
son trabajadores informales con una débil protección social. Es decir, de este grupo, tres
de cada cuatro trabajadores, solo el 13% tiene acceso a un seguro de salud, el 7% se
beneficia con algún programa social (comedores populares, vaso de leche) y apenas el
3% pertenece al sistema de pensiones. Tres características fundamentales que revelan la
desprotección social de los sectores menos favorecidos de nuestro país.
• El proceso de descentralización sigue en marcha lenta, según informe de CIES, en este
período el 90% de gastos en mejoras de colegios fueron para la Región Lima (capital),
quien recibió casi 10 veces más de lo otorgado a las otras 21 Regiones del país.
• Este escenario económico, se vio acompañado por continuas movilizaciones de los dife-
rentes gremios sociales así como de paralización laboral de varios sectores, entre ellos,
Educación, Salud, así como trabajadores del Poder Judicial; demandando mejoras y esta-
bilidad laboral.
• Con mucha expectativa el Perú empezó a negociar la firma del TLC (Tratado de Libre
Comercio) en mayo del 2004. El presidente Alan García retomó las negociaciones en un
contexto de oposición de organizaciones que demandaron al gobierno mejores condicio-
nes para competir.


La Ley 27802 de creación del la Comisión Nacional de Juventudes (CONAJU) establece como jóvenes la
población comprendida entre los 15 y 29 años.

CIES

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68
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

Contexto local
• Durante los años 2005 al 2007 se mantuvieron los espacios de concertación generados
desde la sociedad civil e instituciones del Estado para enfrentar problemas de la Niñez
y Adolescencia tales como: El Grupo Multisectorial Permanente contra la Trata de Perso-
nas, Fuerza contra la Explotación Sexual Infantil, La Mesa Interinstitucional del Servicio
de Defensorías, la Comisión de Derechos del Niño, la Mesa de Lucha contra la Pobreza ,
la Alianza por el Derecho a la Identidad, la Red contra el Maltrato Infantil y el Pacto por
el Buen Trato.
• En lo que se refiere al derecho a la identidad de niñas, niños y adolescentes en este perío-
do, se inició el proceso de transferencia de los registros civiles de las municipalidades a la
RENIEC. El primer plan piloto se inició con la Municipalidad de San Borja que mediante
Resolución Nº 940-2005-JEF/RENIEC incorporó su oficina de Registro Civil al RENIEC.
Asimismo, se aprobó un formato único de certificado de inscripción de menores de edad
en el RENIEC que contiene la impresión dactilar del menor de edad así como su foto.
• Durante el año 2005, las Municipalidades de Lima Metropolitana y Callao, con el apoyo
de Acción por los Niños y los COMUDENAS, emitieron ordenanzas con el fin de prohibir
el acceso de menores de edad a páginas web de contenido pornográfico en cabinas
públicas. Se modifico asímismo el Texto Único de Procedimientos Administrativos estable-
ciendo la gratuidad de inscripción de nacimiento, ordinaria y extraordinaria, y se emitie-
ron 18 ordenanzas promoviendo campañas de inscripción gratuita de nacimientos.
• Según un informe publicado por el Proyecto Niños del Milenio en el año 2007 el pre-
supuesto público del año 2006 ascendió a 45.5 mil millones de soles, creciendo en un
13% desde el año 2004. Durante este período, según los Presupuestos Institucionales de
Apertura (PIAs) los recursos asignados al gasto social pasaron de 18.4 millones de soles
a 22.5 mil millones de soles, apreciándose un crecimiento de 22% Sin embargo, los Pre-
supuestos Institucionales Modificados señalaron que el peso relativo del gasto social se
mantuvo estacionario.

La normatividad vigente
Para el diseño e implementación de una experiencia de incidencia política es vital el cono-
cimiento de la normatividad vigente vinculada a la protección y promoción de los derechos
de la niñez y en específico del abuso y la explotación sexual infantil. Es fundamental el cono-
cimiento suficiente de las leyes vigentes y de los derechos para que los organizadores de la
incidencia política puedan exigir su cumplimiento y o plantear los cambios necesarios.
El Perú ratificó la Convención por los Derechos del Niño en 1990, y tal como señala el Co-
mité por los Derechos del Niño, asumió en virtud del derecho internacional, la obligación de
aplicarla, es decir, contemplar en su estructura estatal mecanismos y procesos que garanticen
“la efectividad de todos los derechos reconocidos en la Convención a todos los niños situados
dentro de su jurisdicción .
En 1992 se promulga el nuevo Código del Niño y del Adolescente, inspirado en la nueva doc-
trina de protección integral, e incluye, entre otros mecanismos, las Defensorías del Niño y del
Adolescente para resguardar y promover los derechos del niño. Dentro de esta perspectiva, se

Proyecto Niños del Milenio. “Vigilancia Ciudadana de la acción del Estado sobre la infancia”. Lima., 2007.

Comité de los derechos del Niño. OBSERVACIÓN GENERAL Nº 5 (2003). Medidas generales de aplicación de la
Convención sobre los Derechos del Niño. (artículos 4 y 42 y párrafo 6 del artículo 44).

Escuela para el Desarrollo


69
Concurso de Sistematizaciones / 2008

inicia el modelo DEMUNA (Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente), que se inserta
en los Gobiernos Locales (Ley 27972, Ley Orgánica de Municipalidades) y que actualmente
logra su expansión a nivel nacional convirtiéndose en la principal red local de protección de
la niñez y adolescencia en el Perú.
La Defensoría Municipal del Niño y Adolescente (DEMUNA) es un espacio municipal para
la protección y promoción del desarrollo integral de la niñez y adolescencia. Está integrada
al “Sistema Nacional de Atención Integral del niño y adolescente” que está constituido en el
Perú por todas las instancias públicas y privadas que orientan su intervención hacía la promo-
ción, cumplimiento y protección de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes.
El ente rector de este sistema es el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES).
De acuerdo a la normatividad vigente la DEMUNA está facultada para:
• Intervenir cuando se encuentren amenazados o vulnerados los derechos del niño, niña o
adolescente a fin de hacer prevalecer el principio del interés superior.
• Derivar casos a los organismos competentes.
• Resolver conflictos en base a la conciliación extrajudicial en los casos de alimentos, tenen-
cia y régimen de visitas siempre que no existan procesos judiciales sobre estas materias.
• Apoyar la denuncia sobre delitos y faltas en agravio de niños, niñas y adolescentes ante
las autoridades competentes.
• Fomentar el reconocimiento voluntario de la filiación.
• Coordinar programas de atención en beneficio de los niños, niñas y adolescentes que
trabajan.
• Desarrollar actividades de prevención y vigilancia.
La Ley Orgánica de Municipalidades también establece que las municipalidades deben pro-
mover Comités Multisectoriales para la protección y promoción de los derechos de los niños,
niñas adolescentes. En Lima Metropolitana existen más de 25 COMUDENAS que articulan
los esfuerzos de las instituciones públicas y organizaciones de la Sociedad Civil, incluidas
organizaciones de niñas, niños y adolescentes.
La Directiva Nº 005 VMGP-DINEIP-2002 del Ministerio de Educación norma la organiza-
ción, implementación y funcionamiento de los Municipios Escolares a nivel nacional en todas
las instituciones educativas de nivel inicial, primario, secundaria y especial. Los Municipios
Escolares son organizaciones de niños, niñas y adolescentes que opinan, participan y se or-
ganizan para la protección y promoción de sus derechos. Más adelante, en mayo de 2007
esta directiva es actualizada por el Ministerio de Educación.
En abril del año 2006 fue promulgada la ley 28704 que incrementa las sanciones para abu-
sadores sexuales de niños, en un contexto de presión ciudadana y de propuestas de pena de
muerte. Acción por los Niños respalda el incremento de las sanciones pero, advierte sobre la
sanción de relaciones sexuales entre adolescentes, aspecto señalado en la ley.

Escuela para el Desarrollo


70
IV
Reconstruyendo la experiencia desde el
enfoque de los actores

El enfoque de Acción por los Niños


El enfoque es la mirada de Acción por los Niños frente a las problemáticas del abuso y ex-
plotación sexual infantil desde la conceptualización del niño, niña y adolescente como sujetos
sociales de derechos. En este sentido, el abuso y la explotación sexual infantil constituyen
violaciones flagrantes de sus derechos, dado que afectan sus capacidades, potencialidades y
por tanto obstaculizan gravemente su desarrollo integral.
La explotación sexual infantil cuyas dos principales modalidades (explotación sexual infantil
comercial y pornografía infantil), reducen a niños, niñas y adolescentes a objetos o mercan-
cías que pueden ser “compradas” o “vendidas”. Por ello, la explotación sexual infantil consti-
tuye además, una expresión del poder, económico y social del adulto sobre las niñas, niños y
adolescentes.
Complementado esta visión, el Enfoque de Género, permitió analizar las problemáticas del
abuso y explotación sexual infantil reconociendo la influencia del entorno y la socialización
de género,
De esta manera el enfoque de género cruzó transversalmente la intervención, lo que significó
identificar y reconocer cómo las “creencias” o “mitos” atribuidos socialmente a mujeres y hom-
bres contribuyen al incremento de condiciones para que el número de víctimas de abuso y ex-
plotación sexual infantil sean mujeres y que la mayoría de abusadores o explotadores sexuales
sean hombres. Reconocer que estas “creencias” muchas veces son reforzadas por la familia,
la escuela, la iglesia, los medios de comunicación, etc., fue clave para promover una actitud
crítica -en los niños, niñas, adolescentes y adultos- que conduzca a los cambios necesarios
Si la socialización de los hombres conlleva a considerar que la esencia de su identidad reside
en su “poder sexual”; la socialización de la mujer ha sido dirigida hacia la sumisión, la pasivi-
dad, la dependencia y el intercambio de sexo por una seguridad económica. Dentro de estos
marcos, las mujeres sienten que no valen nada en sí, su único recurso es el uso del cuerpo
como objeto sexual, siendo utilizadas sexualmente por el cliente y los proxenetas.
Acción por los Niños, comparte con las DEMUNAS, los integrantes de los COMUDENAS y
miembros de los Municipios Escolares, la consideración que tanto el abuso como la explota-
ción sexual infantil son problemas sociales fundamentalmente de adultos:
• Adultos “padres y madres” de las víctimas que no brindaron la protección y el soporte
emocional, moral y material a sus hijas e hijos para evitar que sean víctimas de estos de-
litos.

Escuela para el Desarrollo


71
Concurso de Sistematizaciones / 2008

• Adultos abusadores y “usuarios” que se satisfacen sexualmente y pagan por el cuerpo y


la sexualidad de las niñas, niños y adolescentes.
• Adultos “explotadores sexuales” que promueven y lucran con el cuerpo y la dignidad de
niños y niñas.
• Adultos “autoridades y ciudadanos” que permiten resignada e indiferente el abuso y la
explotación sexual de sus niños y niñas

El enfoque de las DEMUNAS


Las DEMUNAS atienden casos de abuso y explotación sexual infantil. Hasta allí acuden fa-
miliares, docentes, vecinos e incluso los propios niños, niñas y adolescentes para canalizar su
denuncia o pedir orientación sobre estos casos. Durante los años 2005 y 2006 las DEMU-
NAS de Lima Metropolitana y Callao atendieron 256 casos de abuso sexual infantil. Durante
el año 2005 el Ministerio Público anunció que fueron realizados cerca de 25,000 exámenes
medico legales por violación sexual a menores de edad. Preocupante cifra si se considera que
la mayoría de violaciones sexuales no suelen ser denunciadas
Las Jefas, Jefes y Defensores de las DEMUNAS coincidieron en señalar la gravedad de los daños
que ocasionan el abuso y la explotación sexual infantil en la vida de los niños, niñas y adolescentes
y por tanto, la necesidad de incidir en que la normatividad por la que se trabajó; se aplique:
Frecuentemente llegan a nuestra
DEMUNA casos de abuso sexual infantil,
nosotros orientamos a los familiares de
la victima sobre los pasos a seguir para
hacer la denuncia y muchas veces los
acompañamos para asegurarnos que lo
haga, pero, lamentablemente la mayoría
de veces los responsables de estos
delitos no son sancionados de acuerdo
a ley, lo que genera en las víctimas más
temor y frustración … Por eso es que
trabajamos desde la DEMUNA y junto a las
instituciones que integran el COMUDENA
por estas leyes y ordenanzas, por las que
luchamos, sean aplicadas …
Participación en espacios de concertación de instituciones
públicas y privadas DEMUNA de La Perla.
El abuso sexual, la pornografía y todas las formas de explotación sexual de niños
se están incrementando en nuestro país, y las leyes no se cumplen. Si no hacemos
nada, ¿quién defenderá a nuestros niños …
DEMUNA de San Miguel.

El enfoque de los COMUDENAS


Los COMUDENAS son un punto de encuentro de instituciones, organizaciones, niños, adultos y
jóvenes que trabajan en los temas que involucran a la niñez. Los espacios de análisis y debate que
suelen establecerse durante el diseño o en la evaluación de cada actividad realizada posibilitan

Escuela para el Desarrollo


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Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

que los miembros de cada COMUDENA tengan claridad respecto de los problemas de abuso y
explotación sexual y el incumplimiento de la normatividad que lo sanciona:
…Como promotor de la DEMUNA y dirigente zonal he visto muchos casos de abuso
sexual y muchas veces me he sentido frustrado al ver que la cadena perpetua no
se aplica para los violadores, que los que pagan por tener relaciones sexuales con
menores de edad, no se van a la cárcel. Para esas leyes trabajamos tanto, que tengo
que confesar que me he desanimado, pero, luego pienso que no debe ser así, que
no tiene que seguir siendo así y por eso seguimos trabajando en los COMUDENAS.
Promotor DEMUNA-COMUDENA de Rimac.
Uno de los objetivos que perseguimos en el COMUDENA es que las personas
tuvieran conciencia del tema y puedan denunciar cuando esto ocurra, pero también,
apoyar para que las sanciones se ejecuten …
COMUDENA de La Perla.

El enfoque de los Municipios Escolares


Los, niños, niñas y adolescentes que integran los Municipios Escolares, por sus características
de liderazgo, empatía y mayor relacionamiento con sus compañeros, tienen una idea clara
de los riesgos que representan tanto el abuso como la explotación sexual infantil en su vida,
la de sus compañeros y familiares; asimismo, es interesante la motivación y compromiso con el
que asumen su rol de vigilancia del cumplimiento de las leyes que sancionan dichos delitos e
invocan a los adultos a hacer lo propio:
Yo me siento partícipe de todo lo que significa luchar por los derechos del niño y
especialmente por hacer que las sanciones para los abusadores sexuales se cumplan.
En mi cargo de Alcaldesa me enteré de varios casos, porque mis compañeras me ven
como una amiga de confianza y yo creo y siento que debo ayudarlas, ser partícipe
de sus problemas, una de estas formas de ayuda fue reunirme con más municipios
escolares para pedir que haya justicia.
Alcaldesa de Municipio Escolar de Lima Cercado.
Actualmente, los niños y adolescentes viven continuamente maltrato, abusos y trato
humillante y los padres no ayudan a realizar alguna denuncia. En la comisaría es lo
mismo cuando va a denunciar. Necesitamos ser escuchados y ser tomados en cuenta.
Por eso, estoy convencido de que los Municipios Escolares pueden realizar grandes
tareas como la prevención.
Carlos Juan Alfaro Cueva (18 años). Presidente de la CODEME de Callao 2006. I.E.
Politécnico NVC.
Cuando He conocido casos de abuso sexual y luego he visto a las familias pedir
justicia, pienso en esa niña o ese niño, en cómo se siente: seguro abandonado.
Cómo es posible que ellos, que han demostrado un gran valor al denunciar a sus
abusadores, hasta el momento no logren justicia y que sus violadores estén libres de
todo castigo, cometiendo más abusos.
Rosmery Salas Ponce (14 años). Integrante de CODEME de Villa el Salvador 2005. I.E.
7090 Forjadores del Perú.

Escuela para el Desarrollo


73
V
El diseño de la experiencia de incidencia política

El reconocimiento del abuso y la explotación sexual infantil, como violaciones flagrantes de los
derechos de los niños niñas y adolescentes, que no fueron atendidos ni en el ámbito privado
(familias) ni en lo público (Estado) fortalecieron la sinergia de las DEMUNAS, COMUDENAS,
Municipios Escolares y Acción por los Niños, quienes uniendo voluntades y esfuerzos exigi-
mos justicia, como una forma de hacer oír la voz de los silenciados por el abuso y explotación
sexual infantil y promovemos acciones de prevención.
El Grupo Propuesta Ciudadana define a la incidencia política como un proceso
deliberado y sistemático que contempla la realización de un conjunto de acciones
políticas de la ciudadanía organizada, dirigidas a influir en aquellos que toman
decisiones sobre políticas, mediante la elaboración y presentación de propuestas que
brinden soluciones efectivas a los problemas de la ciudadanía, con la finalidad de
lograr cambios específicos en el ámbito público que beneficien a amplios sectores de
la población o a sectores más específicos involucrados en el proceso …
Para Acción por los Niños la incidencia política es un proceso organizado en el que partici-
pan grupos o sectores de la sociedad civil, principalmente, con la intencionalidad de influir en
aquellos que toman decisiones sobre políticas para defender y hacer cumplir sus derechos a
través de propuestas o alternativas de solución.

Identificación y análisis del problema


Acción por los Niños ha compartido con los
Jefes de las DEMUNAS y los integrantes de
los COMUDENAS la práctica del análisis de
la coyuntura que permitió actuar de manera
eficiente para lograr los objetivos de inci-
dencia política. Para Acción por los Niños el
análisis político es una herramienta necesa-
ria porque sus iniciativas buscan aportar a
políticas públicas.
La primera experiencia de incidencia política
Actos cívicos frente a Palacio de Justicia exhortando sanción a
de las DEMUNAS y COMUDENAS se desa-
abusadores y explotadores sexuales de niños y adolescentes rrolló entre los años 2002 y 2004, en la que
tras una intensa campaña de movilización so-
cial se promulgaron dos importantes leyes en relación al abuso y la explotación sexual infantil:

Escuela para el Desarrollo


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Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

La Ley 28119 que establece medidas de protección de niñas, niños y adolescentes en cabinas
públicas de INTERNET (promulgada en diciembre del 2003) y la Ley 28251 (promulgada en
junio de 2004) que por primera vez estableció sanción de cuatro años de pena privativa de
libertad para los “usuarios o clientes” de la explotación sexual infantil, además de agravar las
sanciones de otros delitos vinculados.
El monitoreo de dicha normatividad nos indicó que las Leyes 28119 y 28251 no venían siendo
aplicadas para sancionar a los abusadores y explotadores sexuales de niñas, niños y ado-
lescentes Así, mientras en el año 2005 el Ministerio Público realizó a nivel nacional más de
25,000 exámenes médicos legales por violación sexual a menores de edad, hasta ese año el
Poder Judicial sólo sancionó con cadena perpetua a un responsable de este tipo de delitos.
El diagnóstico arrojó que dichas leyes no venían siendo implementadas, concluyendo en la
necesidad de incidir políticamente en su implementación.
Podríamos decir, que mientras que en la primera etapa se incidió políticamente para lograr
la promulgación de leyes ante vacíos existentes, en esta segunda etapa la incidencia política
apuntó a promover el cumplimiento de la normatividad que no se aplicaba, a pesar del incre-
mento de casos de abuso y explotación sexual infantil y de los riesgos en la INTERNET.

Construyendo una agenda para la acción:

El objetivo de la incidencia política


El objetivo que se perseguía fue incidir sobre las autoridades competentes para el cumplimien-
to de las leyes de prevención y sanción del abuso y la explotación sexual infantil: Ley 28119
y Ley 28251.
Para ello se buscó también:
• Sensibilizar y desarrollar capacidades en las autoridades competentes de la prevención y
sanción del abuso y la explotación sexual infantil en el ámbito local y nacional.
• Elaborar propuestas normativas nacionales (Decretos Supremos) y normativa local (Orde-
nanzas) para la prevención y sanción del abuso y la explotación sexual infantil como un
medio para reforzar desde el espacio local la aplicación de dichas leyes.
• Vigilar el cumplimiento de leyes que sancionan el abuso y la explotación sexual infantil
desde el ámbito local.

Participantes de la experiencia de incidencia política:

Identificación de las audiencias


Los organizadores:
Las DEMUNAS, los integrantes de los COMUDENAS y los Municipios Escolares junto con Ac-
ción por los Niños fueron los organizadores del proceso de incidencia política para el cumpli-
miento de la normatividad que sanciona y previene el abuso y la explotación sexual infantil.
Para un mayor entendimiento de la participación de Acción por los Niños en la experiencia de
incidencia política en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil, es necesario de-
tenernos a analizar la composición y dinámica del equipo que llevó a cabo esta experiencia.

Escuela para el Desarrollo


75
Concurso de Sistematizaciones / 2008

El equipo de Acción por los Niños:


El equipo fue integrado por una educadora, dos abogadas, dos trabajadores sociales y una
periodista, además de una asistente ejecutiva. Este equipo incorporó dentro de sus reuniones
semanales espacios para diseñar el plan y campaña de incidencia. Para el diseño de cada
actividad se establecieron tareas con responsabilidades individuales que luego fueron deba-
tidas en equipo, estos espacios de discusión fueron privilegiados, puesto que el conocimiento
y la experiencia de este equipo de profesionales sumó siempre obteniéndose productos de
calidad. Es particularmente interesante resaltar la satisfacción personal y profesional de cada
uno de los miembros del equipo con las propuestas técnicas legales o sociales que se elabo-
raron productos de estos espacios de discusión, análisis y creación.
Este producto o resultado indicaba que era necesario recorrer un nuevo camino para
implementar este proyecto o actividad.
Yolanda Llanos, Abogada, especialista de Acción por los Niños.
La participación de practicantes y voluntarios de universidades nacionales e internacionales
como colaboradores de Acción por los Niños y de los COMUDENAS y DEMUNAS fue de
suma importancia. Durante el año 2007 por ejemplo, se contó con 35 practicantes y volun-
tarios de las universidades: Mayor de San Marcos, Federico Villarreal, Universidad Católica,
San Martín de Porres, Alas Peruanas además, del Instituto Superior de Periodismo Bausate y
Meza.

Los “blancos”
O a quienes estuvieron dirigidas las acciones de incidencia. Fueron los administradores de jus-
ticia (Poder Judicial, Ministerio Público, Policía Nacional), Ministerio de la Mujer y Desarrollo
Social y los Alcaldes y Regidores Municipales de Lima Metropolitana y Callao.

Los aliados
Que fueron los siguientes: i) Gerentes de Servicios Sociales, ii) Especialistas de Municipios Es-
colares de las Unidades de Gestión Educativa Local, iii) Jefes de Comunicaciones de las Muni-
cipalidades de Lima Metropolitana y Callao, iv) Periodistas de los medios de comunicación.

Los opositores
Es decir, quienes no estuvieron de acuerdo y se opusieron al cumplimiento de la normatividad:
i) las redes de explotación sexual, ii) las autoridades corruptas.

Los indecisos
Aquellos que no apoyaban el cumplimiento de la normatividad con acciones concretas, pero
que tampoco se oponían fueron:
• La población que votaba a favor de la cadena perpetua, sin conocer que la normatividad
que penaliza estos delitos era suficientemente grave y que era necesario exigir a las au-
toridades su cumplimiento.
• Algunos Alcaldes Municipales y que no brindaron el apoyo necesario para que las Jefas/
es de DEMUNAS y los miembros de Serenazgo trabajaran en mejores condiciones para
la protección de niños, niñas y adolescentes en sus localidades.

Escuela para el Desarrollo


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Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

• Los Regidores Municipales y Gerentes de Servicios Sociales o de Seguridad Ciudadana de las


Municipalidades que no se involucraron directamente en el trabajo de los COMUDENAS.

El plan de incidencia política


El Grupo Propuesta Ciudadana define un plan de incidencia política como:
Una guía para la acción, una organización y un ordenamiento del trabajo que
pensamos llevar a cabo para promover cambios en situaciones propias del campo
de las políticas públicas, que son percibidas y sentidas como problemáticas por
determinados sectores de la ciudadanía.
Aunque inicialmente Acción por los Niños no lo denominó “plan de incidencia” se contaba
con un plan operativo que contenía las principales acciones a realizar para “nfluir” sobre las
autoridades encargadas de la prevención y la sanción del abuso y la explotación sexual in-
fantil a nivel local y nacional. Asimismo, se habían establecido estrategias básicas para lograr
los objetivos perseguidos, sin embargo, estas estrategias se fueron fortaleciendo, de acuerdo
a los cambios del contexto político, social y económico.
El plan operativo base que diseñó Acción por los Niños fue enriquecido por los Jefes de las
DEMUNAS, durante los encuentros metropolitanos, regionales y nacionales, así como en los
encuentros metropolitanos de COMUDENAS. Sin embargo, las reuniones de trabajo de cada
uno de los 25 COMUDENAS de Lima y Callao fueron los espacios clave, que por la diversidad
de los procesos y experiencias, fueron afinando el plan base. En ese sentido el equipo de espe-
cialistas de Acción por los Niños se encargaba de alimentar y afinar la propuesta base con el
aporte de cada COMUDENA de Lima Metropolitana y Callao.
Las propuestas de los niños, niñas y adolescentes organizados en las Coordinadoras de Muni-
cipios Escolares (CODEMES) le dieron un matiz diferente al plan de incidencia, ellos incorpo-
raron al plan, acciones de movilización, pronunciamientos, encuestas y entrevistas con autori-
dades claves con un sello de originalidad y creatividad propio y diferente de los adultos.
El plan de incidencia fue un documento orientador de las acciones, el procedimiento y los recur-
sos humanos y materiales que fueron necesarios para cumplir con éxito el objetivo trazado. El
equipo de Acción por los Niños comprobó una vez más, que no existen procedimientos estan-
darizados para el diseño, implementación y ejecución de un plan de incidencia, porque a
diferencia de la primera campaña de incidencia orientada a promulgar una normatividad que
no existía, esta nueva campaña de incidencia política orientada a promover el cumplimiento de
la normatividad, implicó, identificar nuevas acciones, pertinentes, efectivas, eficaces, ade-
más de evaluar las acciones que durante la primera etapa de incidencia fueron eficientes y
que fueron desarrolladas en esta nueva experiencia. Esto implicó incrementar los espacios de
discusión al interior del equipo de Acción por los Niños y con las DEMUNAS, COMUDENAS y
Municipios Escolares y esto demandó un mayor esfuerzo de análisis y creatividad grupal para
diseñar acciones estratégicas y responder a los problemas que se presentaron.

La Estrategia
La estrategia general contempló acciones similares a las desarrolladas en la anterior experien-
cia de incidencia política:

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77
Concurso de Sistematizaciones / 2008

1. Organización y consolidación de los COMUDENAS


Los COMUDENAS son la estructura institucional que desde el gobierno local permitirá la sos-
tenibilidad y generalización de políticas y acciones de protección y promoción de la infancia
y adolescencia de manera masiva.
La incidencia política se desarrolló tanto a nivel local como nacional. Los COMUDENAS
fueron los espacios de diálogo, elaboración técnica y discusión de proyectos de ordenanzas.
Por ejemplo, antes de promulgarse la Ley 28119 ya habían sido promulgadas dos ordenanzas
con ese objetivo, impulsadas por los COMUDENAS de San Martín de Porres y San Juan de
Miraflores y que contaron con el aporte técnico legal de Acción por los Niños.
El trabajo de asesoría a los secretarios técnicos de COMUDENAS consistió en apoyarlos en la
elaboración de planes de trabajo, en el diseño de campañas y actividades de sensibilización.

2. Capacitación: Eje transversal de la intervención


Se capacitó a 25 secretarios/as técnicos de los COMUDENAS, en el tema de abuso y explo-
tación sexual infantil, asimismo en procesos de incidencia política, reconstruyendo experien-
cias de trabajo conjunto con otros COMUDENAS, DEMUNAS y Municipios Escolares. Para
ello se organizaron seminarios, talleres, mesas redondas, conversatorios y foros.

3. Asesoría a los COMUDENAS para la elaboración y seguimiento a los


planes de trabajo
Para lograr que tanto los secretarios técnicos como los integrantes de los COMUDENAS
incorporaran la incidencia política como uno de sus objetivos estratégicos y consideraran
acciones para lograr este objetivo en sus planes de trabajo fue necesario que el equipo de
especialistas de Acción por los Niños trabajara en cada COMUDENA, la importancia del
tema abuso sexual, explotación sexual y pornografía infantil, así como la normatividad y la
propuesta de solución. En este proceso se trabajó inicialmente con los Jefes de DEMUNAS de
Lima Metropolitana y Callao (secretarios técnicos de COMUDENAS ) en su mayoría aboga-
dos o profesionales de las ciencias sociales con conocimientos de derecho.
En el caso de la Ley 28119 sobre seguridad de los niños en INTERNET (promulgada en di-
ciembre del 2003 y cuya reglamentación señalada en un plazo no mayor de 60 días, nunca
se cumplió) se concluyó que era necesario organizar una campaña con diversos componentes
para lograr que dicha normatividad sea aplicada. Uno de los componentes fue impulsar la pro-
mulgación de Ordenanzas Municipales que adecuaran la Ley 28119 a la realidad local lo que
permitiría una mayor posibilidad de vigilancia para su implementación.
De esta manera el proyecto de Ordenanza fue trabajado primero con un grupo de Secreta-
rios Técnicos de los COMUDENAS (Jefes de DEMUNAS) y Acción por los Niños. El equipo
de Acción por los Niños aportó a la propuesta, la cual, posteriormente fue presentada a los
COMUDENAS quienes enriquecieron el proyecto inicial. Acción por los Niños consolidó los
aportes de los COMUDENAS en un proyecto de Ordenanza base que volvió a los COMU-
DENAS para su revisión final y para empezar la gestión de su aprobación y promulgación.
Este proceso fue distinto, según cada dinámica municipal. Sin embargo, en la mayoría de los
casos, el Secretario Técnico de COMUDENA alcanzaba el proyecto a Alcaldía o a Regidores
vinculados a los temas sociales o directamente a través de su Gerencia a Consejo de Alcaldía,
quienes generalmente solicitaban precisiones que eran resueltas muchas veces por los propios
Jefes de DEMUNAS o acudían al COMUDENA o a Acción por los Niños.

Escuela para el Desarrollo


78
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

La participación de las y los integrantes de las Organizaciones Sociales fue clave en la sensi-
bilización y movilización, así como en el impulso de los proyectos de ordenanzas o en la vigi-
lancia al cumplimiento de la normatividad, así, las mujeres integrantes de las organizaciones
del programa Vaso de Leche, centrales distritales de comedores populares y clubes de madres
en cada distrito se encargaron también de dinamizar el trabajo de incidencia política de los
COMUDENAS

4. Capacitación Especializada a Alcaldes y Alcaldesas de los Municipios


Escolares
Para lograr el fortalecimiento de las capacidades de los Municipios Escolares para la preven-
ción del abuso y la explotación sexual infantil y para su participación en la experiencia de
incidencia política para el cumplimiento de las leyes que sancionan estos delitos, se capacitó
a actores claves en el funcionamiento de los Municipios Escolares: Especialistas de Municipios
Escolares de las Unidades de Gestión Educativa (UGEL), Directores/as docentes y Alcaldes/
as de los Municipios Escolares.
Durante los años 2005 - 2007 se desarrollaron talleres de capacitación entre los meses de
abril a mayo a cargo de especialistas de Acción por los Niños. El instrumento de capacitación
fue el manual “Prevención del Abuso y la Explotación Sexual Infantil con y desde las Niñas,
Niños y Adolescentes”,que incorporaba en sus contenidos el enfoque de derechos del niño
y de género, las definiciones , modalidades, factores de riesgo del abuso y la explotación
sexual infantil, pautas para la detección, denuncia y prevención, asímismo la base normativa y
legal en relación a dichos delitos y los derechos del niño: Convención sobre los Derechos del
Niño; Código del Niño y Adolescente; Plan Nacional de Acción por la Infancia 2002 – 2010;
así como sugerencias de acciones de movilización, vigilancia ciudadana e incidencia a ser
trabajados en la institución educativa y fuera de ella.
Un aspecto que concitó el interés y satisfacción de los/as participantes fue el conocimiento
de los contenidos de la Ley 28251, Ley 28119 y Ley 28704 sobre todo en lo que respecta a
las sanciones a los abusadores sexuales de niñas, niños y adolescentes, mostrando sorpresa
al conocer la existencia de sanciones graves como la cadena perpetua para los violadores
sexuales de niñas/os menores de diez años de edad, asimismo, expresaron su disconformidad
respecto a los agravantes que la Ley contempla, en la que se establecen sanciones diferentes
para los abusadores sexuales de acuerdo a la edad de las víctimas “Que violen a una niña
o a una adolescente, el daño que se causa es igual de grave...” (Alcaldesa Escolar de 16
años). Asimismo, conocer las sanciones que la Ley establece a los “clientes o usuarios” de la
explotación sexual infantil y las sanciones para la pornografía infantil.
Tanto las jornadas en talleres como los Encuentros Metropolitanos de Coordinadoras Distri-
tales de Municipios Escolares (CODEMES) emplearon una metodología participativa en las
cuales los participantes compartieron experiencias y casos de abuso y explotación sexual
cometidos contra niños, niñas y adolescentes (compañeros de escuela, vecinos, familiares) lo
que permitió reconocer el incremento y cercanía de estos problemas. Estos nuevos conocimien-
tos motivaron una reflexión sobre la necesidad de participación de los Municipios Escolares
en la vigilancia del cumplimiento de dicha normatividad. Para ello, las y los participantes se
motivaron a diseñar una campaña metropolitana, de difusión, prevención y movilización que
incluyó actividades descentralizadas en cada institución educativa y una actividad central de
movilización:

Escuela para el Desarrollo


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Concurso de Sistematizaciones / 2008

• Charlas donde se hable con mayor libertad del abuso como tema, para que los niños
sepan prevenir.
• Información preventiva en las horas de tutoría.
• Escuelas para padres y madres.
• Buzón de sugerencias para que los alumnos/as puedan denunciar casos de abuso y ex-
plotación sexual.
• Periódico mural y radio escolar.
• Defensoría escolar.
• Elaboración de afiches.
• Presentación teatral para la difusión de la normatividad vigente.
• Información sobre la normatividad que sanciona estos delitos en página web de la insti-
tución educativa o a través de e-mail.
• Congreso Escolar Metropolitano.
• Vigilar el cumplimiento de la ley 28251.
• Convocatoria a Congresistas, Ministra de la Mujer.
• Difusión de la ley a través de medios de comunicación: televisión, radio, prensa.
• Pasacalle y concentraciones en diferentes lugares: plaza San Martín, plaza Manco
Cápac, frente al Congreso o Parque de la Exposición. En cada concentración se llevarían
banderolas, pancartas, etc.
Los alcaldes y alcaldesas que participaron de las actividades ejecutadas se comprometieron
a realizar el efecto multiplicador a sus compañeros de su institución educativa para lo cual
contaron con el apoyo de sus docentes, directores y organizaciones de base y el monitoreo
de Acción por los Niños. Asimismo, muchos de los Municipios Escolares participaron en los
COMUDENAS.

5. Alianza con los medios de comunicación y sensibilización de la opinión


pública
La nueva sociedad que se viene configurando en el siglo XXI ha otorgado a los medios de
comunicación un poder nunca antes visto. Hoy tienen la capacidad de instalar temas en la
opinión pública y de liderar movimientos de cambio. Por ello, Acción por los Niños apostó
porque dicha preponderancia social pueda ser puesta al servicio de la defensa y promoción
de los Derechos del Niño, así como contribuir en la identificación de problemas que afectan
a la población infantil de nuestro país a través de investigaciones y denuncias difundidas en
diarios, revistas, emisoras radiales y programas televisivos, generando la respuesta inmediata
de los ciudadanos y de las autoridades competentes.
Al respecto, la directora de la revista on line Periodismo Social, Alicia Cytrynblum, señala
que los medios tienen la capacidad de instalar temas en la opinión pública y que es necesa-
ria la alianza con los niños: «Solemos escuchar que los niños son el futuro del país, nosotros
desafiamos esa idea y afirmamos que los niños son el presente y su realidad es inmediata».
Acción por los Niños considera a los periodistas como aliados estratégicos para la solución
de los problemas complejos que afectan a miles de niños, niñas y adolescentes, que requieren
la participación del Estado y la Sociedad Civil.

Escuela para el Desarrollo


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Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

En este sentido, la oficina de comunicaciones de Acción por los Niños desarrolló una estrate-
gia de sensibilización con los medios de comunicación con cobertura nacional ya que, poseen
las herramientas para incidir en la agenda política y en la opinión pública.
De esta manera, se logró que los medios de comunicación tomaran conciencia de su rol edu-
cativo y de la influencia que ejercen en la opinión pública ya que el tratamiento periodístico
del tema puede propiciar una acción o cambio positivo en la sociedad o lograr la indiferencia
de la misma sobre la problemática de los niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso o
explotación sexual.
Entre los años 2005 y 2006 Acción por los Niños capacitó a 54 periodistas quienes pusieron
en práctica un periodismo responsable que ayudó, por ejemplo, a implementar políticas de
prevención en las escuelas para que los niños, niñas y adolescentes escolares manejen infor-
mación sobre el abuso sexual infantil y de esta manera puedan tener un mecanismo de de-
fensa o denunciar alguna situación ante sus padres, profesores o alguna institución. Mientras
que en el caso de la explotación sexual infantil, permitió ejercer presión para que el Estado
aplique sanciones a los usuarios-clientes de la explotación sexual infantil o desarrolle progra-
mas de atención sostenibles a las víctimas.
El trabajo desarrollado con los medios de comunicación incluyó el desarrollo de talleres de
capacitación y sensibilización dirigidos a editores y redactores de diarios, revistas, agencias
de noticias, portales webs de noticias y emisoras de radio. En el desarrollo de dichos talle-
res, los profesionales pudieron reforzar sus conocimientos en la problemática del abuso y
explotación sexual infantil y manejar otras alternativas para el tratamiento y levantamiento de
información sobre el tema.
Igualmente se diseñaron materiales de capacitación que permitieron brindar información so-
bre la problemática del abuso y explotación y servir como material de consulta a los perio-
distas ya que no sólo facilitó un acercamiento integral a la problemática describiendo los
contenidos básicos acerca del abuso y la explotación sexual infantil, sino también brindando
algunos aportes que contribuyeron al trabajo cotidiano de la prensa escrita y el tratamiento
adecuado del tema teniendo como base el respeto de los Derechos de los Niños y el principio
del interés superior.
De esta manera, los hombres y mujeres de prensa se convirtieron en una red de aliados es-
tratégicos que desarrollaron un papel importante en favor de la defensa y promoción de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes, contribuyendo en la difusión de información y de
campañas de sensibilización. Un ejemplo exitoso es la Campaña Niños Seguros en Internet,
que se sustentaba en los resultados de un sondeo de opinión realizado por la Encuestadora
IMASEN, donde se revelaba los peligros de los niños en el Internet, difundida por los diarios
más importantes de Lima Metropolita y que tuvo un “rebote” al día siguiente en todos los noti-
cieros de televisión, no sólo de señal abierta, sino también de cable.
El desarrollo de la estrategia de sensibilización a periodistas de los principales medios de
comunicación de Lima Metropolitana y Callao, permitió tener como resultados experiencias
importantes, en especial con las agencias de noticias, ya que a través de la información
suministrada por las mismas a los diferentes medios internacionales, las principales cadenas
de televisión internacional como Televisa y Telemundo, medios internacionales , también se
sumaron al trabajo de difusión y sensibilización.

Escuela para el Desarrollo


81
Concurso de Sistematizaciones / 2008

A nivel de lo nacional a lo local, la información difundida con la red de periodistas capacita-


dos por Acción por los Niños, permitió llegar a medios de las principales regiones del país y
tener un contacto permanente con INICAM e IDL Radio, que cuentan con una red de radios
a nivel nacional.
Es importante destacar que la experiencia de trabajo continuo y constante con los medios de
comunicación permitió tener espacios para contribuir a la prevención de niños, niñas y ado-
lescentes como víctimas de abusadores y explotadores sexuales, que ayudó a conocer una
situación de crisis y sus causas, y estimuló a la opinión pública a una intervención temprana
y adecuada.
Asimismo, el trabajo de incidencia con los medios permitió la visibilización del trabajo per-
manente y constante de las Defensorías Municipales del Niño y el Adolescente (DEMUNA),
Comités Municipales por los Derechos del Niño y el Adolescente y los Municipios Escolares
y la identificación de los mismos como espacios donde se atiende y previene los derechos de
los niños y adolescentes.
Para fines del cumplimiento de la estrategia para la incidencia en medios de comunicación,
Acción por los Niños obtuvo información de los especialistas sobre la problemática del abuso
y explotación sexual infantil, reunió información de instrumentos legales, desarrolló sondeos
de opinión a niños y adolescentes en convenio con la encuestadora IMASEN, preparó a los
especialistas para que sean los voceros oficiales del programa y puedan transmitir a los me-
dios mensajes claros y precisos.
También se identificaron otros espacios para la difusión del tema, estos fueron la página web
institucional de acción por los niños. Se desarrolló también un web site sólo de noticias de
niños y adolescentes con el nombre de NOTINFANCIA (www.notinfancia.org.pe) para la
difusión del tema a los suscriptores de dicha web.

6. Alianzas estratégicas con organizaciones de la sociedad civil


Se realizaron alianzas importantes con redes nacionales multisectoriales, en especial con el
Frente contra la explotación sexual infanto-adolescente (FRESIA) impulsada por la sociedad
civil y el Grupo de trabajo multisectorial permanente contra la trata de personas. Sin embar-
go, la principal alianza estratégica se realizó con la Comisión de Alcaldes que luchan contra
el abuso y la explotación sexual infantil (CODAESI).
Uno de los principales desafíos de las DEMUNAS es influir dentro de su propia Municipalidad
para generar el compromiso y decisión política de promover y proteger los derechos de los
niños, niñas y adolescentes. Las y los Jefes de DEMUNA con mayor experiencia reconocen
que los actores con mayor capacidad de decisión deben estar sensibilizados:
En lo que respecta a la Municipalidad, quiero decir que el Alcalde esta muy
sensibilizado con el tema de la niñez y adolescencia, es un tema prioritario, y
quiere trabajar accionando en campañas de difusión de los derechos que estos
tienen. Hemos desarrollado capacidades para el trabajo conjunto de la gerencia de
Desarrollo Social, la Gerencia Municipal y el Alcalde; se trata siempre de hablar para
que el abordaje de la problemática sea integral y que convoque a todas las áreas de
la Municipalidad y las entidades del distrito.
Mónica Castañeda. Jefa de DEMUNA de Breña periodo 2007 y ex Jefa de DEMUNA
de Magdalena del Mar 2002 – 2006

Escuela para el Desarrollo


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Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

El 11 de abril del año 2007 se realizó el segundo “Encuentro de alcaldes municipales de Lima
Metropolitana que luchan contra el abuso y la explotación sexual infantil”. Este evento, fue
convocado por Acción por los Niños con el objetivo de asumir compromisos para la incorpo-
ración de la problemática en las agendas de los gobiernos locales y para la elaboración de
un plan metropolitano de prevención e incidencia política para el cumplimiento de la normati-
vidad vigente en el tema de abuso y explotación sexual infantil. Participaron de este encuentro
17 Municipalidades: San Luis, Lince, Villa El Salvador, La Victoria, Pueblo Libre, Santa Rosa,
Lima Metropolitana, Callao, Magdalena del Mar, Jesús María, Santiago de Surco, San Juan
de Miraflores, Bellavista, Independencia, Miraflores, San Martín de Porres y Comas quienes
constituyeron la Comisión de Alcaldes que luchan contra el abuso y la explotación sexual
infantil (CODAESI).
El evento logró la sensibilización de los Alcaldes y Autoridades Municipales en el tema, el re-
conocimiento del abuso y la explotación sexual infantil como dos problemas sociales graves,
la identificación de los puntos críticos y agenda para la acción. El compromiso de los asisten-
tes se plasmó a través de la firma del “Acta de sesión de Alcaldes y Autoridades Municipales
contra el abuso y la explotación Sexual Infantil”.
Los principales compromisos asumidos por las autoridades Municipalidad fueron:
• Brindar mayor apoyo y fortalecimiento a las DEMUNAS, los Comités Municipales por los
Derechos del Niño y Adolescente (COMUDENA) y los Municipios Escolares.
• Promoción de intervenciones en focos de explotación sexual infantil para la atención de
víctimas y visibilización de los “usuarios o clientes” y explotadores sexuales.
• Vigilancia ciudadana para el cumplimiento de la normatividad vigente que sanciona a
abusadores y explotadores sexuales. Se acordó la realización de un acto cívico el 8 de
junio en el frontis del Palacio de Justicia.
• Capacitación del personal Municipal.
• Intervenciones preventivas en cabinas públicas de INTERNET.
• Coordinar acciones con las instancias del gobierno central competentes en el tema, espe-
cialmente, Ministerio Público.
• Coordinación con medios de comunicación para la realización de campañas informati-
vas y vigilancia de los contenidos negativos para niños, niñas y adolescentes.
• Creación de un símbolo de la lucha contra el abuso y la explotación sexual infantil.
Para la coordinación del plan de acción se conformó una Comisión de Alcaldes integrada
por los Burgomaestres de los distritos de San Miguel Sr. Salvador Heresi Chicoma, San Luis Sr.
Fernando Durand Mejía, Villa el Salvador Sr. Jaime Zea Usca, La Victoria Sr. Alberto Sánchez
Aizcorbe y Pueblo Libre Sr. Rafael Santos Normand. Asimismo, se aceptó la solicitud del Alcal-
de de San Martín de Porres de integrar la Comisión. Dicha comisión realizó aproximadamente
(10) sesiones de trabajo, inicialmente en las instalaciones de Acción por los Niños y posterior-
mente en cada Municipalidad miembro de CODAESI. En la segunda sesión se elaboró el plan
de acción contra el abuso y la explotación sexual infantil del cual se ejecutaron las siguientes
acciones:
1. Promulgación de Ordenanza para la prevención, atención y sanción de la explota-
ción sexual de niños, niñas y adolescentes por las Municipalidades de La Victoria y
Pueblo Libre. Esta ordenanza fue elaborada por Acción por los Niños, en coordinación
con la Comisión de Alcaldes y tiene como finalidad orientar a los operadores públicos

Escuela para el Desarrollo


83
Concurso de Sistematizaciones / 2008

a fin que sus intervenciones estén dirigidas a la detección y sanción de los explotadores
sexuales y a la protección de las niñas, niños y adolescentes víctimas de estos delitos. Esta
ordenanza está orientada al cumplimiento de la Ley 28251. El Alcalde de La Victoria fue
responsable de alcanzar el proyecto de ordenanza a todas las municipalidades distritales
y provinciales para su aprobación. Asimismo, la Municipalidad de la Victoria realizó un
plantón contra la explotación sexual infantil en el mes de mayo 2007, mes considerado
por el MIMDES como el mes contra la explotación sexual infantil.
2. Capacitación del personal municipal para la prevención del abuso y la explotación
sexual infantil. La Municipalidad de Pueblo Libre fue la encargada conjuntamente con
Acción por los Niños, de la organización del programa de capacitación “Bases sociales
y normativas para la intervención sobre el abuso y la explotación sexual infantil desde
las municipalidades de Lima metropolitana y Callao”, realizado en julio de 2007. En este
programa participaron 61 Gerentes de Desarrollo Humano/ Servicios Sociales, Jefes de
DEMUNA, Jefes de Seguridad Ciudadana y Responsables de Policía Municipal quienes
recibieron contenidos sociales y normativos acerca de la problemática de abuso y explo-
tación sexual y construyeron y socializaron estrategias y acciones de prevención que lleva-
rán a cabo en el ámbito distrital. El Fiscal Superior de Familia Walter Rojas Sarapura y el
equipo de especialistas de Acción por los Niños intercambiaron información y contenidos
temáticos con los funcionarios municipales participantes.
3. Acto Cívico de vigilancia para la sanción de abusadores y explotadores sexuales
de niños. Cada 8 de junio en el frontis del Palacio de Justicia. La Comisión de Alcaldes
que Luchan contra el Abuso y la explotación Sexual Infantil (CODAESI) las DEMUNAS,
COMUDENAS y Acción por los Niños realizaron el año 2007 la coordinación de esta
actividad cuya responsabilidad en la organización recayó además de Acción por los
Niños, en las Municipalidades de San Luis y Villa El Salvador.
Para la ejecución del plan de acción las responsabilidades fueron consensuadas, compartien-
do tareas y recursos:
• Campaña de difusión en medios de comunicación. Responsables: Area de Imagen Institu-
cional y Comunicaciones de Acción por los Niños. Esta campaña incluyó presentaciones
en medios de comunicación masiva y una conferencia de prensa de convocatoria a la
ciudadanía en la que los principales voceros fueron los Alcaldes integrantes de la CODA-
ESI y Acción por los Niños.
• Convocatoria a delegaciones distritales. Según lo acordado, se procedió a la distribución
de responsabilidades para asegurar la presencia de los Alcaldes distritales y sus delega-
ciones. Cada Alcalde miembro de CODAESI se comprometió a asegurar la presencia de
un grupo de Alcaldes, Accion por los Niños se encargo de convocar a los Municipios
Escolares.
• Elaboración y distribución de material de difusión: Se elaboraron y colocaron en los dis-
tritos banderolas de convocatoria al 8 de junio con el lema “No más miedo ni silencio,
sanción a los abusadores y explotadores sexuales de niños” a cargo de las Municipalida-
des integrantes de la CODAESI , Acción por los Niños se encargó de la elaboración de
la banderola central del acto cívico con el mismo lema.
• Recepción de delegaciones, distribución de materiales de apoyo como pancartas, cintas
blancas, refrigerios para los niños, ambientación: Estas actividades estuvieron a cargo de
Voluntarios de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Federico Villarreal, Ac-
ción por los Niños y los responsables de cada municipalidad miembro de la CODAESI.
• Seguridad y atención de participantes. Los Alcaldes de Pueblo Libre, San Miguel y San

Escuela para el Desarrollo


84
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

Luis coordinaron con Defensa Civil y el Hospital de la Solidaridad para la Seguridad en


el recinto y la atención de Emergencias. El Alcalde de la Victoria facilitó la instalación de
servicios higiénicos para los niños, niñas y adultos.
• Acción por los Niños coordinó con Protocolo de Palacio de Justicia.
• Comisión de entrega de memorial de la CODAESI, Municipios Escolares, DEMUNAS, CO-
MUDENAS y Acción por los Niños. A cargo de María Teresa Mosquera la Rosa, Directora
Ejecutiva de Acción por los Niños, Fernando Durand Alcalde de San Luis, Jaime Zea Usca,
Alcalde de Villa El Salvador, Salvador Heresi Chicotma, Alcalde de San Miguel, Alberto
Sánchez Aizcorbe, Alcalde de La Victoria, Rafael Santos Normand, Alcalde de Pueblo
Libre; Lorena Andía Falconí, Luis Vicente de la Cruz, presidentes de las Coordinadora de
Municipios Escolares- CODEME Consuelo Ramos Alva y Maria Pía Hermoza Flores, Yolan-
da Llanos, coordinadoras y asesora legal y de comunicaciones de Acción por los Niños.
Esta actividad fue una de las más importantes acciones de incidencia política que logró el
compromiso de las máximas autoridades Judiciales en brindar el cumplimiento de las penas
para los abusadores y explotadores sexuales así como la protección de las víctimas. El año
2007 se superó la participaron ciudadana respecto a los actos cívicos de los años 2005 y
2006. Participaron aproximadamente 4500 representantes de instituciones públicas y pri-
vadas: DEMUNAS, Municipalidades, Direcciones Regionales de Educación y unidades de
gestión educativa local establecimientos de salud, Juntas Vecinales, Municipios Escolares, do-
centes y ONGs de 31 distritos de Lima Metropolitana y Callao, quienes ejercitaron su dere-
cho de opinión, participación y vigilancia ciudadana para el cumplimiento y aplicación de las
Leyes 28251 y 28704 que sancionan el abuso y la explotación sexual infantil.
Una delegación de representantes de integrantes de las Coordinadoras de Municipios Esco-
lares, DEMUNAS, COMUDENAS y Acción por los Niños fueron recibidos por el Presidente
y Vocales del Poder Judicial quienes entregaron un memorial donde solicitaron celeridad en
la atención de casos de abuso y explotación sexual infantil imponiendo penas ejemplares a
los abusadores y explotadores y protegiendo a las víctimas. Se logró el compromiso público
del Presidente del Poder Judicial, Doctor Francisco Távara y de Vocales del Consejo Ejecutivo
del Poder Judicial para atender con celeridad los procesos por abuso y explotación sexual
infantil. El presidente anunció la realización de plenos regionales con la participación de ma-
gistrados penales a fin de homogenizar criterios que permitan agilizar los procesos y equidad
en las sanciones.
El evento fue difundido en 2 espacios televisivos, 7 espacios de radio, 7 espacios en diarios
y agencias de noticias nacionales e internacionales. La difusión de la actividad de incidencia
política permitió la participación de autoridades clave, como aliados estratégicos para la vigi-
lancia de la aplicación de la normatividad: Congresistas de la República, Ministra de la Mujer
y Desarrollo Social (quien enterada del acto cívico, participó respaldando esta actividad),
alcaldes (además de los integrantes de la Comisión de Alcaldes que Luchan contra el Abuso
y la Explotación Sexual Infantil) .


Ate Vitarte, Bellavista, Breña, Callao, Carmen de la Legua, Chorrillos, Comas, El Agustino, Independencia,
Lince, Los Olivos, Magdalena del Mar, Pueblo Libre, Puente Piedra, Rímac, San Juan de Lurigancho, San Juan
de Miraflores, San Luis, San Borja, San Martín de Porres, San Miguel, Santa Anita, Villa Maria del Triunfo,
Villa El Salvador, Ancón, La Victoria, La Molina, Cercado, Villa Maria del Triunfo, Ventanilla, Miraflores,
Pucusana, Surco, La Perla

Jaime Zea, Alcalde de Villa El Salvador, Rafael Santos, Alcalde de Pueblo Libre, Alberto Sánchez Aizcorbe,
Alcalde de la Victoria, Martín Príncipe Laines, Alcalde de Lince y Luis Enrique Ocrospoma, Alcalde de Jesús
María.

Escuela para el Desarrollo


85
VI
Reflexiones y aprendizajes

Nuestras primeras reflexiones sobre la experiencia

La necesidad de justicia como eje movilizador de la incidencia política


El protagonismo creciente de las DEMUNAS, los COMUDENAS, los Municipios Escolares y
Acción por los Niños en esta experiencia se explica por que todos estos actores se identifica-
ron y movilizaron con la indefensión de los más vulnerables: los niños, niñas y adolescentes
víctimas de abuso y explotación sexual infantil.
En efecto, el abuso y la explotación sexual infantil, pertenecen al aspecto más íntimo y perso-
nal del ser humano: el plano sexual. En el caso de los adultos reconocer el daño que causan
estos delitos en los adultos, es decir la vulnerabilidad incluso de los adultos mas fuertes, lleva
a reaccionar ante el abuso y la explotación sexual infantil que en su mayoría sucede en el ám-
bito privado y que no es denunciado por la mayoría de las familias. De manera similar en el
caso de la explotación sexual infantil, muchos de los explotadores sexuales, proxenetas espe-
cialmente, son familiares. Tanto el abuso como la explotación sexual infantil no son asumidos o
atendidos ni en el ámbito privado ni en lo público y por ello, las DEMUNAS, COMUDENAS,
Municipios Escolares y Acción por los Niños crean una sinergia, unen voluntades y esfuerzos
para exigir justicia como una forma de hacer oír la voz de los silenciados por el abuso.
La experiencia y los testimonios de las integrantes de los COMUDENAS, especialmente de
las organizaciones sociales y vecinales revela la necesidad de justicia de mucha gente, en
este sentido el valor de las DEMUNAS no sólo en hacer las denuncias sino en proveer una
atención que restaure la salud de las niñas, niños y adolescentes.
Para Acción por los Niños, las campañas, el trabajo con los medios de comunicación también
se orientan a recoger las voces de las víctimas y sus familias, al recoger las propuestas de las
DEMUNAS, de los COMUDENAS, de los Municipios Escolares, se tiene la responsabilidad
de oír con atención, analizar y construir de manera conjunta, cómo oímos, para plantearlo a
nivel de normas tanto locales como nacionales.

La información, fase uno para la incidencia


La incidencia política se nutre de múltiples recursos y capacidades. Se requiere potenciar la
experiencia de los organizadores, los liderazgos, tanto de las autoridades municipales, sec-
toriales, asesoramiento técnico y optimizar la movilización. Entre estos recursos se encuentra,

Escuela para el Desarrollo


86
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

también, la información que debe ser relevante, accesible y apropiada por los organizadores
de la incidencia política:
Así, la capacidad de incidencia de DEMUNAS, COMUDENAS, Municipios Escolares y Ac-
ción por los Niños se fortaleció al contar con información actualizada y útil sobre:
a. Normatividad vigente: sobre derechos del niño y abuso y explotación sexual.
b. Problemática del abuso y explotación sexual infantil (conceptos, caracterización, factores
de riesgo, estadísticas).
c. El sistema de administración de justicia en el país.
d. Accionar del Estado Peruano para la atención del abuso y la explotación sexual infantil.
e. Monitoreo de medios de comunicación en el abordaje del tema.
f. Experiencias internacionales para enfrentar el problema.
Acción por los Niños canalizó esta información entre las DEMUNAS, COMUDENAS, y Muni-
cipios Escolares y los medios de comunicación. Cada uno de estos actores a su vez, también
aportó la información disponible. Así por ejemplo: semestralmente las DEMUNAS suministraron
información sobre los casos de abuso y explotación sexual infantil atendidos, los integran-
tes de COMUDENAS y Municipios Escolares contribuyeron con información obtenida de los
encuentros, talleres u otras actividades con niños, niñas y adolescentes, padres, madres de
familia. Es necesario destacar instituciones como las Fiscalìas de Familia y Comisarías de Lima
Metropolitana y Callao que como integrantes de los COMUDENAS compartieron información,
a partir de su experiencia concreta, sobre el perfil, modalidades y estrategias de abusadores
y explotadores de niños; dificultades para la administración de justicia, así como propuestas
de solución. Toda esta información fue recogida por Acción por los Niños en un proceso de
retroalimentación en el que la información servia para fortalecer la estrategia de intervención,
el abordaje de la problemática con un enfoque integral y contribuyó a que los Jefes y Jefas de
las DEMUNAS, Secretarios Técnicos de los COMUDENAS incorporaran acciones preventivas
en sus planes de trabajo frente a la problemática de abuso y explotación sexual infantil.
La alianza estratégica con los medios de co-
municación para el tratamiento adecuado
del tema permitió colocar el tema en la agen-
da pública, El aporte de todos los periodistas
que entre los años 2005 al 2007 abordaron
el tema del abuso y la explotación sexual
infantil, nos demuestra que hay profesiona-
les sensibilizados que a la vez son canales
apropiados para generar una corriente de
opinión a favor de la denuncia, prevención y
protección de los niños del abuso y la explo-
tación sexual infantil.
Audiencia pública en el Congreso de la República
Administrar las tensiones y los con-
flictos
Como toda experiencia, el camino recorrido por las DEMUNAS, COMUDENAS, Municipios
Escolares y Acción por los Niños para lograr incidencia política en la atención y sanción del
abuso y la explotación sexual infantil no estuvo exenta de tensiones o conflictos:

Escuela para el Desarrollo


87
Concurso de Sistematizaciones / 2008

• Contexto político nacional no priorizó el tema de infancia, los avances logrados sólo han
sido sectoriales (Ministerio de la Mujer y desarrollo Social), más no se percibe aún una
política de atención a la infancia que involucre a los sectores como Educación, Salud, In-
terior, Justicia entre otros, es decir, que incorpore el enfoque de integralidad que necesita
el abordaje del problema.
• Posiciones adulto centristas de autoridades y funcionarios clave: congresistas, policía,
entre otros.
• Poca apertura y celos institucionales que primaron antes que la concertación a nivel de
mesas convocadas por el Estado.
• El tiempo es un valioso recurso que debe ser invertido estratégicamente cuando se trabaja
promoviendo colectivos o espacios de concertación. La recargada labor de la mayoría
de las Jefas Y Jefes de DEMUNA demandó un acompañamiento personalizado en fun-
ción de sus tiempos que muchas veces el reducido equipo de Acción por los Niños, pese
a la experiencia y voluntad de trabajo, no pudo proporcionar en varias ocasiones. Este
tiempo no invertido oportunamente para analizar y aclarar puntos críticos, generaron
algunas pequeñas crisis en el relacionamiento, que fue superada por la transparencia y
voluntad de trabajo de las partes, lográndose aprender de los conflictos, favoreciendo el
ambiente personal y organizativo para seguir trabajando con transparencia, con confian-
za y en una lógica de complementarse en el trabajo.
• Si bien se trabajó por la articulación entre las instituciones educativas para la participa-
ción de los Municipios Escolares en los COMUDENAS, se requiere de una mayor conso-
lidación de este acercamiento que permita una participación activa de los niños, niñas y
adolescentes “con voz y voto” como establece el COMUDENA.

Lecciones aprendidas por el colectivo


Estas son las lecciones aprendidas identificadas y reflexionadas por integrantes de las DEMU-
NAS, COMUDENAS, Municipios Escolares, Acción por los Niños:
• Las DEMUNAS, COMUDENAS, Municipios Escolares y Acción por los Niños trabajaron
en procesos de incidencia orientados a:
a) Generar información, análisis y propuestas que tiendan a fortalecer las capacidades
informativas y propositivas internas para la incidencia en el tema.
b) Impulsar acciones de formación y sensibilización de la opinión pública al abuso y la
ESI, así como campañas locales y metropolitanas.
c) Impulsar acciones para influir en los tomadores de decisiones y de opinión pública, tanto
a nivel local como nacional en torno al abuso y la explotación sexual infantil.
• La intervención institucional desde un enfoque de derechos del niño, contribuye a la cons-
trucción social de la problemática del abuso y explotación sexual infantil como una viola-
ción de los derechos humanos, de los derechos del niño; por lo tanto, de exigibilidad por
parte del Estado.
• La intervención institucional desde un enfoque de derechos del niño, contribuye al pro-
tagonismo de los niños, niñas y adolescentes en la prevención, defensa, protección e
incidencia política frente al abuso y explotación sexual infantil.

Escuela para el Desarrollo


88
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

• Las experiencias de organización de redes, alianzas y/o coaliciones tanto locales como
nacionales que agrupan a organizaciones heterogéneas del Estado y la sociedad Civil,
nos indican que los puntos críticos de estos procesos, las crisis y conflictos están vincu-
lados a la representación, el liderazgo, la conducción, las estrategias de trabajo, y las
reglas del juego en lo político y lo organizativo.
• Es necesario establecer reglas básicas y principios guías para desarrollar eficaz y efi-
cientemente el trabajo. En el caso de los COMUDENAS la existencia de reglamentos en
las que se precisan las funciones y responsabilidades desde las Municipalidades como
promotoras y los integrantes de COMUDENAS tanto de instancias del Estado como de la
Sociedad Civil, facilitó el liderazgo colectivo en la experiencia de incidencia política.
• El ambiente de trabajo de confianza, potenció la capacidad y la calidad propositiva de
la experiencia de incidencia política. Algunas nuevas Jefas de DEMUNAS e integran-
tes de COMUDENAS se sumaron al trabajo de equipo de los COMUDENAS en corto
tiempo, debido además de la disposición personal, a la creatividad para combinar y
complementar hábilmente sus capacidades técnicas, políticas y de movilización de forma
oportuna y adecuada; lográndose una alianza sólida y la generación de propuestas
viables y prácticas.
• Un factor clave que permitió el accionar de las DEMUNAS, COMUDENAS, Municipios
Escolares y Acción por los Niños fue el respeto de las particularidades de las organiza-
ciones miembros y la valoración y aprovechamiento de sus potencialidades institucionales
y personales para lograr que en equipo se hicieran mejor las cosas.
• La capacitación es un elemento clave para el fortalecimiento de las capacidades propo-
sitivas, de organización y negociación de organizaciones para la incidencia política. Así,
La profundización y actualización temática en la problemática del abuso y explotación
sexual infantil (conceptos, caracterización, factores de riesgo, normatividad, estadísticas)
fortaleció la estrategia de intervención al equipo de ACCION POR LOS NIÑOS. Permi-
tió identificar el problema en el espacio local, así como, en el rol que deben asumir los
diversos actores del Estado y la Sociedad Civil para el abordaje de la problemática con
un enfoque integral. Y contribuyó a que los Jefes y Jefas de las DEMUNAS, Secretarios
Técnicos de los COMUDENAS incorporaran acciones preventivas en sus planes de traba-
jo frente a la problemática de abuso y explotación sexual infantil.
• La promoción del liderazgo de las autoridades locales, instituciones del Estado y organi-
zaciones sociales de base, en las acciones de protección y prevención frente al abuso y
explotación sexual infantil contribuyó al fortalecimiento del liderazgo local y a su vez a la
incidencia de las acciones en su ámbito y en el espacio metropolitano y nacional; por lo
tanto, de exigibilidad por parte del Estado.
• La elaboración de materiales especializados sobre la temática, dirigidos a DEMUNAS CO-
MUDENAS y Municipios Escolares, permitió contar con información actualizada sobre el
tema a los capacitados y capacitadas ( DEMUNAS, COMUDENAs y Municipios Escolares).
• El uso del Internet en la lucha contra el abuso y la explotación sexual infantil: línea de
denuncia, página web contra el abuso y explotación sexual infantil, boletín Notinfancia
y Sondeo de “Opinión Opinando en Grande”, acercó la problemática a los usuarios de
Internet, para la sensibilización y la denuncia de casos de abuso y explotación sexual
infantil. Se logró agilizar e incentivar la denuncia de casos de abuso y explotación sexual
infantil, desde cualquier persona o lugar.

Escuela para el Desarrollo


89
Concurso de Sistematizaciones / 2008

• Es necesario articular y coordinar las acciones de incidencia política en el tema con otros
esfuerzos o campañas nacionales, regionales o internacionales semejantes. Para esto se
recomienda implementar una estrategia que desde la planificación de las capacitaciones
en las escuelas se contemple el seguimiento del compromiso de directores y docentes
para su incorporación a los COMUDENAs de su jurisdicción y asignar como tarea de los
especialistas de la UGEL – MINEDU- dicho seguimiento.

Escuela para el Desarrollo


90
Incidencia política de las Demunas, Comudenas y Municipios Escolares en la prevención del abuso y la explotación sexual infantil

Participantes de la experiencia

Jefes de DEMUNA
1. Maritza León Silva. Ancón. 23. Viviana Sarmiento. Bellavista.
2. Tatiana Díaz. Lince. 24. María Roldán - Víctor Concha Sán-
3. Lizbeth Valle Sánchez. Lurigancho – chez. Carmen de la Legua.
Chosica. 25. Elizabeth Napan Arias. La Perla.
4. Rita Morales Cervantes. Turín. 26. Janet Flores Bardales. La Punta.
5. Mónica Castañeda - Ursula Paola Pa- 27. Roxana Alvarado. Ventanilla.
checo. Magdalena del Mar.
6. Henz Fuenzalida. Miraflores.
Presidentes de las Coordinadoras
7. Jenny Nolasco Tomas. Pachacamac. de CODEMES
8. Luis Panta - María Rosa Villar Calderón. 1. Rosmery Salas Ponce. IE 7090 Forja-
Pueblo Libre. dores del Perú. CODEME Villa el Sal-
9. Maritza Rojas. Rímac. vador. 2005.
10. Betty Muñoz Zuta. San Borja. 2. Percy Loli Abad. Presidente de CO-
DEME de Surco. 2006.
11. Irma Burneo. San Isidro.
3. Brenda Oviedo. Presidenta de CODE-
12. María Peña Valencia. San Juan de Luri- ME de Lince.2005.
gancho.
4. Christopher Paz. IE José Olaya Balan-
13. Haydee Congoña Peña. San Juan de dra. Presidente CODEME de Chorri-
Miraflores. llos. 2006.
14. Gina Atocha - Pedro Pacheco Valderra- 5. Carlos Juan Alfaro Cueva. IE Politec-
ma. San Luis. nico NVC. Presidente CODEME Cal-
15. Renzo García - Julia Alfaro. San Martín lao. 2006.
de Porres.
6. Ximena Ubillús Combina. Amado de
16. Marcela Moreno - Martha Lenti. San Dios San Borja. Presidenta CODEME
Miguel. de San Borja. 2006.
17. Ángel Hugo Mayta Pecho. Santa Ani- 7. María Elena Calderón Romero. I.E. Pe-
ta. dro Gálvez E. Presidenta de CODEME
18. María del Carmen Granados Velarde Lima–Cercado. 2006.
Álvarez. Surco. 8. Luis Vicente de La Cruz Vásquez. I.E.
19. José Camacho Bocanegra. Surquillo. 2057. Presidente CODEME Indepen-
dencia. 2007.
20. Gloria Durand. Villa El Salvador.
9. Querit Rondón Rojas. IE Nuestra Seño-
21. Shirley Gamarra. Villa María del Triunfo ra de Montserrat. Presidenta CODEME
22. Lilia Collantes. Callao. de Cercado. 2007.

Escuela para el Desarrollo


91
Concurso de Sistematizaciones / 2008

10. Lorena Andia Falconí. IE 0025. Presi- Alcaldes distritales miembros de la


denta CODEME Ate. 2007 Comisión de Alcaldes que luchan
11. Angel Mayorga Dongo. IE Stella Ma- contra el abuso y la explotación
ris Nº 6152. Presidente CODEME Villa sexual infantil - CODAESI
María del Triunfo. 2006. 1. Fernando Durand Mejía, Alcalde
12. Helen Flor Gernice Brocos. IE General San Luis.
Emilio Soyer Cebero. Presidenta CO- 2. Salvador Heresi Chicota, Alcalde San
DEME Chorrillos. 2007. Miguel.
13. Leonard B. Mamani Remigio. I.E. Her- 3. Jaime Zea Usca, Alcalde Villa El Salva-
mano Anselmo María. Presidente CO- dor.
DEME de Breña. 4. Alberto Sánchez Aizcorbe, Alcalde La
Victoria.
5. Rafael Santos Normand, Alcalde Pue-
Especialistas de UGEL
blo Libre.
1. Blanca Núñez Oblitas. UGEL 01. 6. Martín Príncipe Laines, Alcalde de Lince.
2. María Ángeles. UGEL 02.
3. Isabel Calixto Ávila - José Víctor Quispe Equipo de Acción por los Niños
Atuncar. UGEL 03. 2005 - 2007
4. Judit Paco Manzano - Rosa Fuentes Ni- 1. Norma Rojas Noriega.
casio. UGEL 04. 2. María Pía Hermoza Flores.
5. Celedonia Gómez. UGEL 05. 3. Henry Chiroque Solano.
4. Consuelo Ramos Alva.
6. Vilma Tuesta Tello. UGEL 06.
5. Yolanda Llanos Bulnes.
7. Abel Fuentes - Laura Ríos Ruiz. UGEL 07. 6. Voluntarios/as de Universidades e Insti-
8. Gladys Castiglioni. Dirección Regional tutos Superiores Nacionales e Interna-
del Callao. cionales.

Escuela para el Desarrollo


92
Bibliografía

• Acción por los Niños. Encuestas Opinando en Grande. 2005 – 2006.


• Acción por los niños. Díptico Abuso y explotación sexual infantil. Lima, 2004.
• Acción por los niños. Manual Prevención del abuso y explotación sexual infantil con y
desde las niñas, niños y adolescentes. Lima, 2004.
• Acción por los niños. Plan estratégico 2003 – 2007 y Plan estratégico 2007 – 2010.
• Proyecto “Atención y prevención de la prostitución de niños, niñas y adolescentes en
lima metropolitana”. Fase II.
• Código del niño y el adolescente, promulgado en el año 1992, y modificado en el año
2000, ley 27337.
• Convención sobre los Derechos del Niño Protocolo Facultativo.
• Convención sobre los derechos del niño, aprobada en Sesión de las Naciones Unidas el
20 de noviembre del 1989.
• INEI, Encuesta Nacional de Hogares, ENAHO, 2001.
• Marta Subiñas Abad y Jaime Jesús Pérez. Save the Children España y Acción por los
Niños. Trabajo Infanto-Adolescente en el Perú: Propuestas de acción inmediata y de
políticas públicas. Diciembre De 2003.
• MIMDES, Plan de Acción por la Infancia y Adolescencia 2002 – 2010.
• MIMDES Decreto Supremo N. 011-2004-MIMDES de fecha 07.01.2005.
• Propuesta Ciudadana. Manual de Incidencia Política.

Páginas Web
• www.accionporlosninos.org.pe
• http://www.portalciudadano.cl/archivos/manual.pdf MANUAL de Incidencia Política,
Comunicación y Formación de Coaliciones Ciudadanas Editado por Karen Sirker* Ver-
sion completa en www.worldbank.org/events

Escuela para el Desarrollo


93
3
Iniciativas locales para el
avance de las mujeres:
Una experiencia de promoción
de las mujeres de municipios
pobres de las zonas rurales de
Ayacucho

Denisse Chávez Cuentas


¿De que hablamos en este documento?

Presentación

Antecedentes y contexto de la experiencia I.

Trayectoria del Concurso II.

Cambio en las relaciones de poder en el Municipio III.

Cambio en las relaciones de poder en la comunidad IV.

Cambio en las relaciones de poder en el familiar V.

A modo de conclusión VI.

Bibliografía
Presentación

Cuando me presenté al I Concurso de Sistematizaciones convocado por Escuela para el Desa-


rrollo consideré la posibilidad de exponer una de las experiencias de mayor continuidad que
tuvo el Programa de Participación Política y Descentralización de Flora Tristán: el concurso de
“Iniciativas Locales para el Avance de las Mujeres”. Y abordarla como una experiencia a di-
fundir por lo importante e interesante que fue trabajar con lideresas de origen campesino. Este
concurso se viene ejecutando con el apoyo de Diakonía desde hace diez años y no se han
mostrado aún públicamente los resultados de la actuación política de más de 400 regidoras
que han pasado por este concurso en las regiones de Ayacucho, Cusco y Huancavelica.
Flora Tristán tiene en estas tres regiones proyectos exitosos para mostrar, —muchos de ellos han
logrado prestigio— Me incliné por presentar cómo el concurso había generado efectos impor-
tantes en el desarrollo de las mujeres tanto en sus perspectivas y en sus desempeños políticos.
Partimos del supuesto de que el mérito de haber sido premiadas en un concurso, las debía
colocar en otra dimensión de reconocimiento y participación en sus localidades. Sin embargo
ello no fue así de manera automática. Ellas debieron enfrentarse a un sistema político estable-
cido que les impedía desarrollar acciones más allá de las que tenían como regidoras, razón
por la que presenté mi plan de sistematización para dar a conocer cómo es que se dieron las
relaciones de poder y cómo es que las mujeres, autoridades, locales, las enfrentaron en sus
municipios rurales.
Luego de varios meses de entrevistarlas, conocer sus peripecias, sus apuestas, me alegra
haber mirado la sistematización desde el ángulo del poder municipal relacionado con las
mujeres (a través de cuatro casos); y así comprender y compartir cómo es que un concurso
contribuyó a que las mujeres —en las municipalidades, en su comunidad y su familia— se em-
poderen, se enfrenten al poder patriarcal que aún se perpetúa en nuestra sociedad y tomen
conciencia de la importancia de la autonomía de la mujer.
Quiero compartir mis alegrías con el equipo de Flora Tristán —que me permitió ser parte de
esta aventura de promover sistematizaciones de experiencias de otras organizaciones— y con
mis compañeras de trabajo del Programa de Participación Política y Descentralización, quie-
nes me otorgaron todas las facilidades incluso cuando ya había dejado la institución. Y Agra-
dezco especialmente a Diana Miloslavich que fue quien me animó a contar esta historia.


Diakonia es una organización de cooperación internacional, formada por las iglesias libres de Suecia. Ver
http://www.sa.diakonia.se/
I
Antecedentes y contexto de la experiencia

Historia de CMP Flora Tristán como organización ejecutora


Flora Tristán es una de las organizaciones más importantes en el desarrollo del movimiento fe-
minista en el Perú. Los aportes que desde hace 27 años han logrado junto a otras instituciones
feministas se pueden apreciar a través de los cambios en las políticas, normatividad y cultura
que han favorecido y contribuido a mejorar las condiciones de vida de las mujeres de todas
las clases sociales, etnias, opción e identidad de género.
Es una organización que ha impulsado el trabajo por los derechos humanos, la participación
política y descentralización; ha impulsado la incorporación de la arquitectura de género en
las agendas de los gobiernos locales, regionales y nacio-
nales, y fortalecido capacidades en mujeres autoridades
y organizaciones sociales de mujeres para una mejor in-
tervención en el espacio público. Además de promover el
ejercicio de la ciudadanía en derechos sexuales y dere-
chos reproductivos.
A nivel nacional Flora Tristán participa en espacios, redes
y consorcios como la Conferencia Nacional de Desarro-
llo Social – CONADES, desde la Comisión de la Mujer
y Equidad, en el FOROSALUD, en la RED PERÚ, entre las
más importantes.
A nivel internacional pertenece a varias redes feministas
como Marcha Mundial de Mujeres, Articulación Feminis-
ta MERCOSUR, Red de Educación Popular entre Mujeres
— REPEM, Comité Latinoamericano y El Caribe en Defen-
sa de los Derechos de las Mujeres – CLADEM. Desde
estos espacios contribuye con el debate feminista sobre
cómo construir democracia con pleno reconocimiento de
los derechos humanos; a ejercer ciudadanía plena con-
quistando los derechos sexuales y derechos reproducti-
vos, además de colocar temas controversiales en la agen-


Para mayor información sobre el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, ver ttp://www.flora.org.pe/mis-
ion.htm

Escuela para el Desarrollo


99
Concurso de Sistematizaciones / 2008

da nacional como la legalización y despenalización del aborto y la diversidad sexual, entre


otros.
Flora Tristán, con el apoyo de Diakonía, implementa el proyecto “Participación Política de las
Mujeres en la Gestión Municipal”, el mismo que tiene como una de sus componentes centra-
les la ejecución del Concurso de Iniciativas Locales para el avance de las mujeres, dirigido
a regidoras y alcaldesas de municipios pobres y de zonas rurales, en tres regiones del país:
Ayacucho, Cusco y Huancavelica.
Se inicia el año 1996 —y continúa hasta la fecha— apoyando con fondos pequeños (1,000,
500 y 250 dólares) a las ganadoras para que emprendan actividades orientadas a benefi-
ciar a las mujeres de sus jurisdicciones y sus organizaciones, además de contribuir a romper
con el estereotipo de que “las autoridades mujeres no tienen capacidad de dirección y gestión
de proyectos”.
Este concurso favorece a que las regidoras, en alianza con mujeres organizadas y de pocos
recursos, logren impulsar iniciativas de manera conjunta, convirtiéndose así en conductoras y
protagonistas de estas experiencias. De esta forma las regidoras y alcaldesas tiene la posibi-
lidad de mostrar sus capacidades de gestión en tanto autoridad municipal.
Partiendo del supuesto de que las mujeres son excluidas del poder, nos plantamos la hipótesis
siguiente: “las regidoras y alcaldesas que emprenden acciones exitosas como parte de su
gestión, pueden cambiar estas relaciones de poder en sus municipios y localidades”. Ahí
es que Flora Tristán se plantea como desafío el contribuir con la construcción de liderazgos
empoderados capaces de conducir diferentes experiencias de gestión articuladas a las orga-
nizaciones sociales y como parte de sus funciones de autoridad local.
El objeto a sistematizar se ubica en la experiencia de implementación del concurso y se centra
en explorar y comprender cómo se da el cambio en las relaciones de poder y de inequidad
entre hombres y mujeres en sus comunidades antes y después del concurso.
Se pretende recoger la participación política de las mujeres y las relaciones del poder en las
diferentes esferas de la sociedad donde se implementaron los proyectos ganadores del con-
curso. Veremos cómo se implementan los proyectos ganadores y cómo dicha experiencia hizo
que las mujeres sean partícipes de sus triunfos, dificultades y cómo se enfrentaron al poder
establecido.
Para la sistematización, se entrevistó a cuatro regidoras de tres regiones, de diferentes años
y diferentes premios, tomando como criterios i) el ser de zonas alejadas de la capital de la
región, ii) tener poco acceso de transporte, iii) que provengan de sectores populares, iv) que
pertenezcan a alguna organización social de mujeres.

Escuela para el Desarrollo


100
Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

Casos seleccionados Localización Proyecto premiado


Primer lugar con el proyecto
Municipalidad Distrital
Vilma De La Cruz Martínez, “Mujeres producen hortalizas
de Carmen Alto, Pro-
regidora en el período 2003 ecológicas para mejorar ingre-
vincia de Huamanga.
— 2006. sos económicos y alimentación
Ayacucho.
Soltera y quechua hablante. familiar”.
Año: 2006.

Anita Camino Morón, regidora


en el período 2003 — 2006.
Tercer lugar con el proyecto
Su idioma oficial es el que- Municipalidad Distrital
“Participación política de las
chua, pero su cercanía a las de San Pedro, provincia
mujeres”.
zonas urbanas le obligan a de Canchas. Cusco.
Año: 2006.
que sus intervenciones sean en
castellano.
Eleodora Quispe Pariona,
regidora en el período 1999
Municipalidad Distrital Tercer lugar con el proyecto
— 2003.
de Antaparco, provincia “Fortalecimiento de una organi-
Hablan el quechua como
de Angaraes. Huanca- zación de mujeres tejedoras”.
idioma nativo, sin embargo
velica. Año: 2004.
se le obliga al uso del idioma
castellano.
Ursula Tunque Quispe, re- Municipalidad Distrital
gidora en el período 2003 de Ascensión, provincia Primer lugar con el proyecto
— 2006. de Huancavelica. Huan- “Taller de albortación de hilos
Ha tenido acceso a la educa- cavelica. de fibra de alpaca”.
ción superior agropecuaria, Se encuentra en el cas- Año: 2006.
ella es quechua hablante. co urbano.

Además entrevistamos Diana Miloslavich, la Coordinadora del Programa Participación Política


y Descentralización y a las responsables del monitoreo del concurso: Katya Zamalloa respon-
sable en la región Cusco, Diana Párraga de Huancavelica y Carla Jiménez de Ayacucho.

Contexto de la experiencia
El proceso de descentralización en nuestro país ha generado nuevos espacios de participa-
ción. El nuevo rol de las autoridades locales y regionales está basado en articular esfuerzos
con la sociedad civil. Hoy existen nuevas miradas para gobernar y lograr la participación
ciudadana en las comunidades.
El Presupuesto Participativo, los Planes de Desarrollo Concertado, los Consejos de Coordina-
ción Local (CCL) y los Consejos de Coordinación Regional (CCR) son espacios en los cuales se
ha logrado iniciar un proceso de participación ciudadana. Si bien las mujeres tienen una serie
de barreras culturales que impiden una real representación y participación, este proceso ha
marcado una nueva forma de construir ciudadanía y de generar desarrollo con presencia de

Escuela para el Desarrollo


101
Concurso de Sistematizaciones / 2008

las organizaciones sociales para discutir y aprobar un 20% del presupuesto local y regional
en forma concertada y democrática.
Sin embargo la realidad nos demuestra –por lo menos en los municipios donde se llevó a cabo
la experiencia— que este proceso excluye la participación democrática de las mujeres. Se ha
constatado que la formulación de presupuestos participativos han tenido “nudos críticos” que
han impedido su participación, ya sea por la falta de formalización de sus organizaciones, o
porque se comunican con un idioma diferente al “oficial”, o por su condición de analfabetas,
o por no saber hablar en público. El hecho de ser mujeres quechuahablantes y campesinas
hace que su exclusión sea, prácticamente, “algo natural”.
A lo anterior se suma el poco conocimiento de cómo presentar sus propuestas de proyectos,
la insuficiente capacidad para formular sus demandas ante grupos mixtos, el hecho de que és-
tas no son consideradas como importantes, la inexistencia de una cuota de género en dichos
mecanismos. Desde esta perspectiva, podemos constatar que la exclusión sigue vigente en
nuestro país, especialmente en zonas tan alejadas como en Carmen Alto, Antaparco, Ascen-
sión y San Pedro.
La Ley Orgánica de Elecciones Nº 26859 de 1997, incorpora la cuota del 25% mínimo de
participación de las mujeres en las listas; en el año 2000 la Ley de Cuotas Nº 27387 (que
modifica la primera) incrementa esta participación y representatividad a un 30%. Un resul-
tado de ello es que en las elecciones del 2006 se obtuvo un 23% de mujeres autoridades.
Sin embargo la presencia de las mujeres en las organizaciones políticas es en calidad de
“invitadas” y sólo con el criterio de cubrir la cuota que exige la Ley, pero no para realizar una
militancia política ya que los partidos siguen manteniendo una estructura vertical y machista
en nuestro país.
Durante la dictadura de Fujimori se genera un descrédito de los partidos. Es en esta etapa que
la mayoría de los partidos se atomizan y se fraccionan, lo que impide estructurar y consolidar
organizaciones partidarias sólidas; por el contrario, lo que se han generado son movimientos
locales o regionales que nacen al fulgor de las campañas electorales y que, por sus carac-
terísticas de conformación, terminan abandonando a sus correligionarios y correligionarias
en sus gestiones municipales una vez realizado el proceso electoral. El resultado de ello: son
agrupaciones políticas que no hacen servicio a la comunidad y ven el poder municipal como
un botín. Son meras “maquinarias electorales”.
Al desaparecer el referente partidario, las regidoras y alcaldesas no tienen soporte político
orgánico para ejercer su cargo, generándose demandas permanente de parte de ellas para
realizar una gestión eficiente y con propuestas políticas que nazcan producto de una discu-
sión partidaria.
Las regidoras y alcaldesas que se presentaron a los concursos, en su mayoría pertenecían a
movimientos regionales formados con fines electorales y muy pocas eran las que pertenecían
a un partido político de trayectoria. Sin embargo, en cualquiera de los casos, las regidoras
han exhibido una escasa (sino nula) orientación política para presentar propuestas durante
su gestión.


Chávez, Denisse (2007) Módulo de Capacitación: Trabajando con las mujeres para que los presupuestos
participativos sean sensibles al género Lima: Ediciones Flora Tristán.

Resultados electorales 2006.

Escuela para el Desarrollo


102
Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

La característica de los municipios en donde se llevó acabo la experiencia, es la participa-


ción de las regidoras en actividades históricamente asignadas a las mujeres: lo que limita la
ampliación de sus horizontes, reproduce la división sexual del trabajo y refuerza la labor
reproductiva de las mujeres.
Las tareas que se les encargan son una suerte de extensión de la labor doméstica. Anita Cami-
no, ex regidora de San Pedro, menciona que “Las autoridades en general, me miraron como
que no servía mucho mi presencia, sólo pensaban que tenía que ayudar en el Vaso de Leche”.
Las regidoras asumen la fiscalización del Programa del Vaso de Leche, o de los comedores;
en raras ocasiones son nombradas para presidir las Comisiones Permanentes de Economía o
Infraestructura, ya que éstas son asignadas en “exclusividad” a los varones.
Durante el ejercicio de su cargo las regidoras han sentido la división de los roles que se repi-
ten entre hombres y mujeres, estableciéndose las relaciones de poder de forma vertical: los
varones mandan y las mujeres escuchan y obedecen. No se acepta que se asuman roles de
manera equitativa, igualitaria. Eleuteria Quispe, exregidora de Antaparco, afirma: ... “me sentí
en un inicio como una persona ajena a la gestión. Los trabajadores me ignoraban, en especial
los que eran funcionarios. No me respetaban, no me hacían caso”.
Éstas formas verticales y excluyentes que tienen algunos alcaldes, regidores y funcionarios
para dirigirse a las autoridades mujeres, son formas de cómo se van construyendo, al mismo
tiempo que se preservan las relaciones de poder jerarquizada en los roles de genero. Ana
Camino sostiene que las autoridades la maltrataban en su condición de campesina, y Ursula
Tunque nos cuenta lo mismo, lo que nos muestra una sociedad local desigual, en donde los
espacios privados son concebidos para las mujeres y los públicos para los hombres. Y que
cuando las mujeres de los sectores más pobres y de las zonas más alejadas cambian de com-
portamiento o condición, inmediatamente son vetadas y anatematizadas.
Las mujeres que quieren romper con las estructuras del poder, no son bien vistas y tienen que
enfrentarse con el machismo de los regidores y funcionarios. Generándose relaciones de po-
der excluyentes para las mujeres que no contribuyen a que ellas ejerzan su cargo político en
igualdad de condiciones. Buscan argumentos que van desde el desprestigio hasta el descono-
cimiento de sus facultades como regidoras.

Zonas de intervención
Los municipios elegidos para esta sistematización son de comunidades en su mayoría de po-
blaciones campesinas donde se tiene mucho más arraigo a las costumbres y a la identidad de
los orígenes de sus pueblos, lo que limita más aún la participación de las mujeres.
Ayacucho, Cusco y Huancavelica son tres regiones que se encuentran en la sierra andina de
nuestro país —de lengua materna el quechua— tienen muchas similitudes en sus costumbres,
tanto religiosas como de comportamiento comunal. Sus propias leyes consuetudinarias son las
que rigen el comportamiento de hombres y mujeres. La presencia de una cultura que mantiene
ideologías coloniales es muy fuerte en las tres regiones. Es una constante que sean los “mistis”
(mestizos) los que deben gobernar y que las mujeres “mistis” son de “su casa”, y hombres y mu-
jeres campesinas no pueden ostentar el poder. Aunque este concepto está variando —como lo
veremos en el transcurso del documento— en algunos distritos de mayor presencia campesina
se les sigue denegando el derecho a la participación política.

Escuela para el Desarrollo


103
Concurso de Sistematizaciones / 2008

a) Región Ayacucho
Es una de las regiones con las tasas de pobreza más altas del país a nivel regional (78.4%)
y rural (54.4%); una población de cerca de los 600 mil habitantes; con un 24% de analfabe-
tismo.
Sus provincias Huanta, Lamar, Huamanga, Vilcashuaman, Víctor Fajardo, Huancasancos, Lu-
canas, Sucre, Parinacocha y Paucar del Sara Sara, la mayoría de ellas con dificultades para
comunicarse, se distinguen por tener carreteras carrozables y trochas, lo que hace muy difícil
el acceso.
De municipios muy pobres y que tienen muy poco presupuesto, la presencia de las mujeres en
el municipio se da a partir de la implementación de la Ley de Cuotas.
Fue azotada por el terrorismo y en el momento histórico del inicio de los concursos estaba
convulsionada; sin embargo El Centro de la Mujer Flora Tristán apuesta por intervenir en la
Región Ayacucho, para contribuir con el desarrollo de las mujeres, en especial por las que se
inician en la actividad política.
Durante la década de los 70 se tuvo como una constante la presencia de varones en los
cargos políticos en los municipios, sus autoridades eran representante en su gran mayoría del
gamonalismo y de los sectores de poder económico. Los campesinos y campesinas estaban re-
zagados. El desplazamiento de la población fue tan grande que generó nuevos movimientos
sociales caracterizados por la presencia de grupos emergentes, los retornantes y por nuevos
sectores representantes de organi-
zaciones sociales y campesinos,
desde donde se exige la incorpo-
ración de las mujeres.
Las regidoras de las zonas donde
se llevó a cabo el concurso, pro-
venían del magisterio, comercio y
organizaciones sociales. Su pre-
sencia pública en el trabajo comu-
nal y su liderazgo las posiciona en
otro status y conlleva a que sean
invitadas a participar en los mo-
vimientos electorales —generados
por alianzas de grupos indepen-
dientes regionales o locales— aun-
que más por la exigencia de la
cuota de participación de las mu-
jeres en las listas de candidatos.
Haciendo una comparación entre
los dos últimos procesos electora-
les, podemos ver que las mujeres no logramos tener representación en alcaldías ni regidurías
provinciales habiéndose reducido los porcentajes. Sin embargo hemos logrado un aumento
significativo en la presencia de alcaldesas distritales.

Escuela para el Desarrollo


104
Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

Participación de Regidoras elecciones 2000 y 2006 (%)

Alcaldesas y regidoras 2000 2006


Alcaldesas Provinciales 0 0
Regidoras provinciales 23 22
Alcaldesas distritales 1 5
Regidoras Distritales 28 27
Fuente: Flora Tristán.

b) Región Cusco
Cusco es una de las ciudades más importante de nuestro país, relacionada con el turismo por
ser considerada la ciudad arqueológica de América. Es una de las regiones más controversia-
les: mientras que por un lado existe afluencia de turismo que genera mucha riqueza económi-
ca, existen provincias con tasas muy altas de analfabetismo, zonas de extrema pobreza y de
poca accesibilidad al desarrollo.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares sobre Niveles de Vida y Pobreza del
2002 – IV trimestre revelan que el 61.7% de la población cuzqueña es pobre y el 34.8% vive
en pobreza extrema. Alberga a una población de 115 mil habitantes.
Está dividida en 13 provincias y
108 distritos; siendo las provin-
cias de Acomayo, Anta, La Con-
vención, Cusco, Calca, Canas,
Canchis, Espinar, Chumbivilcas,
Paruro, Paucartambo, Urubamba
y Quispicanchi.
Flora Tristán ya tenía un trabajo
importante de asesoría técnica a
regidoras de las diferentes munici-
palidades, llegando a promover
la creación de la Asociación de
Regidoras. Este conocimiento pre-
vio de la zona, permitió identificar
los lugares de intervención para
el concurso. Los distritos a los que
se llegó, especialmente, son los
de origen campesino teniendo en
cuenta que —como en el caso de
Ayacucho— la presencia política de las mujeres campesinas estén ligadas a sus liderazgos
como representantes de organizaciones sociales. Ellas no estaban incorporadas al poder
político por estar centrado y dominado por los “caciques” o los representantes de grupos
de poder económico de las provincias. Las mujeres que inician su participación política son
justamente las que vienen de las organizaciones de mujeres de estas zonas y tuvieron mucha
dificultad para incorporarse a los procesos de selección porque no eran consideradas como

Escuela para el Desarrollo


105
Concurso de Sistematizaciones / 2008

importantes para trabajar en los municipios


Al diferencia de ayacucho en esta zona si se tiene una representatividad de alcaldesas que
han aumentado significativamente en el último proceso; tanto a nivel de provincias como distri-
tos. En el caso de las regidoras provinciales han aumentado, sin embargo a nivel distrital han
disminuido su presencia.

Participación de Regidoras elecciones 2000 y 2006 (%)

Alcaldesas y regidoras 2000 2006


Alcaldesas Provinciales 1 8
Regidoras provinciales 22 23
Alcaldesas distritales 0 2
Regidoras Distritales 32 25
Fuente: Flora Tristán.

c) Región Huancavelica
Se encuentra ubicada en la sierra central sur de los Andes del Perú. Conocida como “Villa
Rica de Oropesa”, por sus vivencias histórico—culturales. Estuvo muy convulsionada por la
presencia de la guerra interna durante los últimos años, lo que ocasionó un atraso en la inter-
vención del Estado.
Cuenta con 43 mil habitantes, 88.7% de los cuales se encuentran en situación de pobreza
(una de las tres regiones más pobres del país). Tiene 7 provincias: Tayacaja, Huancavelica,
Acobamba, Angaraes, Castro Virreina, Churcampa, Huaytará, y 93 distritos.
Con limitado acceso no sólo a los servicios básicos sino al ejercicio de su ciudadanía, los hom-
bres de mayor poder económico y político son los que han estado representándola, siendo
una constante que los sectores cam-
pesinos o pobres no participen de
los espacios de decisión. En el caso
de mujeres éstas llegan a tener re-
presentantividad a partir de las elec-
ciones donde, se incorpora la cuota
de género.
En Huancavelica la representación
de las mujeres del proceso del 2000
al 2006 no ha variado mucho: no
tienen alcaldesas provinciales; se ha
mantenido el porcentaje de alcal-
desas distritales y en el caso de las
regidoras si hay cambios han cam-
biado significativos porque nuestra
representación ha variado. Somos
menos mujeres.

Escuela para el Desarrollo


106
Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

Participación de Regidoras elecciones 2000 y 2006 (%)

Alcaldesas y regidoras 2000 2006


Alcaldesas Provinciales 0 0
Regidoras provinciales 22 19
Alcaldesas distritales 3 3
Regidoras Distritales 27 26
Fuente: Flora Tristán.

Flora Tristán tuvo mucho cuidado al momento de otorgar los premios para que éstos puedan
llegar, de preferencia, a los municipios más alejados de la capital de la región. Sin embargo
también se tuvieron premios en la capital, porque eran proyectos que favorecían a los grupos
de mujeres afectadas y desplazadas producto de la guerra interna.

Escuela para el Desarrollo


107
II
Trayectoria del Concurso

La experiencia que queremos compartir está referida al proceso que Flora Tristán realiza: la
convocatoria, entrega el premio a las regidoras y se da inicio a la ejecución de los proyectos.
En esta parte damos cuenta de los 10 años de concurso, (1996— 2007) y de la experiencia
materia de esta sistematización, —enmarcada entre los años 2000 al 2006—.
El concurso se inicia en el año de 1997 y continúa hasta la fecha. Ha ido en aumento el nú-
mero de regidoras que se presentan con propuestas de proyectos de las más variadas: desde
los consabidos proyectos económicos, hasta los de corte medio ambientalista; los de fortaleci-
miento de capacidades; los referidos a violencia y derechos humanos, como los derechos de
la salud de las mujeres.
Flora Tristán define como zona de intervención Cusco, Huancavelica y Ayacucho; además
considera que de preferencia, deben participar los municipios más alejados de la capital de
la región Prioriza los municipios rurales y aquellos en que su población es pobre o de extrema
pobreza.
En estas tres regiones se lanza el concurso a través de la difusión de afiches, fichas de ins-
cripción, cartas dirigidas a los alcaldes, a las regidoras, se distribuyen a nivel de todas las
provincias y distritos de las tres regiones elegidas, se tiene el apoyo de las instituciones de la
zona quienes contribuyen para que la difusión especialmente llegue a donde no hay televi-
sión, radio y sobre todo medios de comunicación accesible.
Anita Camino de San Pedro recuerda:
Cuando me avisaron que había el concurso, viajé a Cusco para ver cómo era y luego
pensé que era bueno hacer un proyecto para cambiar la vida de las mujeres.
Con el afiche se entrega una ficha que deberá ser llenada en forma personal por cada regi-
dora. La idea es que consignen en forma sencilla una propuesta de perfil de proyecto que qui-
sieran implementar en su comunidad, y puedan volcar las ideas claves que tienen para lograr
un objetivo desde su condición de regidora. Esta ficha en un primer momento tenía un acápite
donde las regidoras debían dar cuenta de lo que estaban haciendo en su gestión y qué cosas
le falta realizar. Este formato ha ido enriqueciéndose con el tiempo: ahora es una ficha que
incorpora un perfil de proyecto donde se deben definir objetivos, metas, grupo meta y en la
parte final se coloca la distribución económica de las acciones que se van a implementar.
Una de las primeras impresiones que tenemos las integrantes del equipo de Flora Tristán, es
que muchas de las regidoras presentan propuestas sin tomar en cuenta los montos estableci-
dos como tope, considerando proyectos de desarrollo de gran envergadura económica.

Escuela para el Desarrollo


108
Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

La convocatoria tiene dos meses de duración y durante este tiempo nos encargamos de averi-
guar y estar seguras de que la comunicación ha sido entregada a las regidoras oportunamen-
te. Carla Jiménez nos manifiesta que:
Muchas veces los alcaldes ni siquiera colocan los afiches en su municipio y les niegan
el derecho a la participación de las regidoras.
Por experiencias anteriores se conoce que no es muy fluida la entrega de documentos que
llegan a nombre de las regidoras, ésta siempre pasa a manos del alcalde quien de acuerdo a
su parecer entregará o no el documento a la regidora. Elida Ramírez dice:
los alcaldes muchas veces no les entregan sus documentos a las regidoras esto se
convierte en una barrera de la participación, porque si no estuviéramos informadas
como institución, las regidoras se verían perjudicadas de participar.
Inicialmente se presentaron algunas pocas regidoras, pero con el éxito que fuimos alcanzan-
do —pero sobretodo cuando se empiezan a ver las experiencias exitosas de los primeros pre-
mios— el número fue incrementándose. En el último concurso se han presentado 157 regidoras
de los distritos de las tres regiones.
Diana Miloslavich nos recuerda como es que nace la idea y el nombre del concurso Iniciativas
municipales para el avance de las mujeres:
... la escasez de recursos no permitía dar capacitación a todas las mujeres que fueron
elegidas como regidoras, por lo que fue una estrategia generar —el concurso—
para trabajar con las regidoras, que ya estaban convencidas de desarrollar acciones
a favor de las mujeres y tenían voluntad política para lograr cambios.
De esta forma, el concurso tuvo que ver con la importancia de involucrar a las mujeres en
la gestión exitosa de proyectos específicos y de que cuenten con herramientas para reforzar
sus funciones. Por otro lado, ayudaba a que este proceso se articule con las organizaciones
sociales de mujeres beneficiarias de los proyectos.
Flora Tristán, desde el programa de Participación Política, recoge la propuesta en un sobre
cerrado y con seudónimo, y en otro sobre el nombre de la regidora. Se inicia la apertura de
sobres, para fotocopiar y entregar a los representantes del jurado una copia de las propues-
tas. Luego de 15 días los representantes del jurado se reúnen en la ciudad de Lima para la
evaluación y selección correspondiente.
La elección y conformación del Comité Calificador considera criterios basados en el cono-
cimiento de temas de gobierno local, género y descentralización. Estos tres aspectos son
importantes para poder definir quién será parte del jurado. Es una constante la presencia de
Diakonia como entidad financiera y la responsable del programa de Participación Política de
Flora Tristán (encargada de conducir el proyecto). Luego se ha creído conveniente la parti-
cipación del Presidente de la Asociación Nacional de Centros, así como alguna integrante
de redes latinoamericanas ligadas al feminismo y a los temas de gobiernos locales. El jurado
tiene que respetar los criterios de selección, preestablecido:
a. Que tenga que ser preferentemente de un municipio rural.
b. La propuesta sea implementada en articulación con una organización de mujeres como
beneficiaria directa del proyecto.

Escuela para el Desarrollo


109
Concurso de Sistematizaciones / 2008

c. Los temas estén en función de los derechos de las mujeres, desarrollo de capacidades,
participación política y temas especiales como el de violencia, derechos y salud repro-
ductiva, VIH / SIDA.
El rol que cumplimos luego de dar a conocer las ganadoras es i) comunicar a las ganadoras y
entregar el premio, ii) acompañamiento y asesoramiento en la ejecución del proyecto, iii) visita
a la zona para verificar los avances, iv) resolución de problemas con las autoridades (si hubie-
se) y v) presentación de la experiencia en forma pública en sus distritos.
Esta etapa se convierte en una de las más importantes. Se constituyen tres equipos (uno por
cada región) que en el proceso de asesoría técnica, brindaran herramientas a la regidora
ganadora para que pueda presentar una propuesta más consolidada y un cronograma de
acciones, acompañando un presupuesto de gastos más detallado.
Este acompañamiento es el más enriquecedor porque las acompañantes son las que entran
en contacto directo con las regidoras, son las testigos de todos los atropellos que sufren las
regidoras y son las que se convierten en sus compañeras de alegrías y tristezas. Diana Párra-
ga —que viajó durante el año del 2005 y 2006 a Huancavelica— nos cuenta que “... algunas
regidoras no sólo sufren con la actitud de los varones del municipio, sino con la de sus mari-
dos. Ellas son unas mujeres a prueba de todo, las relegan por el solo hecho de ser mujeres”. Y
cuando yo acompañé a las regidoras de Huancavelica, pude observar cómo comprometían
incluso a otros sectores de la comunidad para lograr el objetivo. En Ticrapo la regidora viajó
a pie durante un día para comprometer a la Defensoría del Pueblo para que su DEMUNA
tenga un reconocimiento de su institución como un espacio de defensa de los derechos de las
mujeres.
Son tres premios por región que se entregan
en igualdad de condiciones, lo que hace que
cada concurso tenga tres primeros premios,
tres segundos y tres terceros. En algunos años
se han dado menciones honrosas a algunos
distritos. El último año, se ha ampliado a dos
premios más, uno para un proyecto dirigido a
niñas y niños, y el otro dirigido a VIH/SIDA.
Los temas que fueron de mayor premiación
estuvieron relacionados a la violencia fa-
miliar y la potenciación de los servicios de
DEMUNA seguido de proyectos productivos
y medioambientales; luego aquellos relacio-
nados con los derechos sexuales y derechos
reproductivos y finalmente los de fortaleci-
miento de capacidades en la participación
política. De alguna forma se responde a las
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
preferencias o preocupaciones de las muje-
res en estas zonas. Diana Miloslavich nos
recuerda que:
... cuando se da inicio a este concurso la idea era identificar un mapa de dónde
habían sido elegidas regidoras y qué temas estaban abordando. Encontramos
regidoras que con su propia creatividad ya estaban trabajando el tema de violencia.

Escuela para el Desarrollo


110
Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

Se han atendido temas diversos, se ha querido dar amplitud y variedad a la intervención; por
esa razón, cuando estuvimos seleccionando las experiencias que tomaría en cuenta para esta
sistematización, pensamos en los proyectos productivos, en los de participación política y en
los de fortalecimiento de capacidades.

Las nuevas miradas apuestan por la equidad desde los gobiernos locales
Con el proceso de reforma del Estado en nuestro país se da inicio a la descentralización que
aún no culmina. Este proceso plantea garantizar la autonomía, la participación y la amplia-
ción de la democracia, como elementos importantes que se deben promover desde los gobier-
nos regionales, provinciales y distritales.
El Perú —en comparación de otros países de América Latina— tiene un atraso considerable en
la implementación de la descentralización, razón por la cual, durante el gobierno de Alejan-
dro Toledo, se ven en la necesidad de desarrollar procesos que apunten a la concertación y
abrir nuevos espacios donde los ciudadanos y ciudadanas sean los actores prioritarios.
La firma del Acuerdo Nacional es una herramienta que contribuye con este proceso de de-
mocratización y concertación, en especial para las mujeres se nos abren nuevos horizontes.
Como dice Diana Miloslavich:
En este marco, ¿cómo construir una agenda para las mujeres? Acostumbradas a
navegar contra la corriente conservadora que nos aqueja, pondremos los puntos
centrales para nuestra agenda (…) Continuar con el proceso de construcción y
consolidación de una arquitectura institucional de género en el país.(...) Insistir en
propuestas modificatorias a la legislación de gobiernos regionales y municipios
para que incluyan las propuestas desde las mujeres. Básicamente insistimos en la
presencia de las organizaciones de mujeres en el Concejo de Coordinación Regional,
local, un espacio en la estructura regional para definir políticas de género y por
supuesto un mecanismo que garantice proyectos, programas y políticas para mujeres
y pueblos indígenas en los presupuestos participativos.
Esta nueva etapa de construcción de agendas comunes es una oportunidad que exige incor-
porar enfoques de derechos, género e interculturalidad, y es a través de los gobiernos locales
y regionales, que se deben implementar para lograr decisiones que adopten medidas para la
elaboración y aplicación de las políticas, pensando en la equidad, igualdad, sin ningún tipo
de exclusión ni discriminación.
Por lo tanto, se requiere de un acercamiento al enfoque de género, que significa que no sólo
se cumpla con la ley de cuotas para contar con el 30% de mujeres en las listas electorales,
sino que las mujeres participen en condiciones igualitarias en todos los espacios creados por
la descentralización. Que no se debe enmarcar su participación desde un aspecto normativo,
sino que la incorporación de la mujer debe darse en cada fase y dimensión del proceso de
descentralización y del desarrollo local y regional. Es decir, participar de la formulación y
discusión de los contenidos, propuestas programáticas y procesos políticos. Para que cada
ciudadano, ciudadana, asuman su rol, tomando en cuenta su vida cotidiana y su presencia en
la vida pública, bien como autoridad, como funcionario, funcionaria o beneficiaria.


Diana Miloslavich Túpac Coordinadora del Programa de Participación política y descentralización CMP Flora
Tristán. Articulo sobre Descentralización, 2002.

Escuela para el Desarrollo


111
Concurso de Sistematizaciones / 2008

En este sentido, hablar de descentralización y del enfoque de género implica entender que la
realidad en nuestro país es diversa y que los procesos son desiguales. Es este espacio histórico
de los municipios rurales que Flora Tristán prioriza para transformar las posturas autoritarias
y concepciones de “cacicazgo”, “gamonalismo”, en formas de gestión de los espacios territo-
riales.
En estos municipios nos encontramos con mandatos y formas de gestión que son la extensión
y continuidad de la autoridad familiar que ejerce el hombre sobre su esposa, hijos e hijas,
creándose relaciones de poder vertical y de sometimiento a sus intereses y requerimientos.
Como dice Foucault:
el poder es una rejilla (una red) de coerciones disciplinarias que ejercen una
subyugación constante por medio de procesos continuos e ininterrumpidos
que someten nuestros cuerpos, gobiernan nuestros gestos, dictan nuestros
comportamientos, etc., constituyéndose en sujetos (en un doble sentido)” .
En ese sentido, el poder traspasa las dimensiones de la estructura social. Tiene que ver con
los roles que tenemos asignados socialmente, pasa por las clases sociales a la que uno per-
tenece, la etnia y raza de la que provienen, y —cómo añadido— por el hecho de ser mujer, el
posicionamiento social que existe, la vida domestica—privada y la vida pública.
La constatación de algunos hechos expuestos inicialmente en el plan de sistematización, co-
rroboran nuestra hipótesis central de que son las relaciones de poder existentes en nuestra
sociedad las que marcan el desarrollo de las acciones tanto al interior como fuera del muni-
cipio. La mirada de las mujeres desde su vida cotidiana y su desarrollo en la vida política, ha
estado inmersa entre estas relaciones de poder, vertical y de corte patriarcal. Sabemos que
el hecho de enfrentar una nueva situación —como es la vida pública— permite a las mujeres
empoderarse. Además que estas regidoras cambian no sólo para sí, sino que contribuyen a
desarrollar capacidades en otras mujeres de su comunidad.

Las relaciones de poder en la realidad local ayacuchana, cusqueña o


huancavelicana
¿De qué hablamos cuando manifestamos relaciones de poder? Estamos hablando de las dife-
rencias que existen en el ámbito público entre hombres y mujeres. Para ilustrar esta afirmación,
considero incorporar, recoger la mirada de algunas especialistas como es el caso de De La
Cruz, quiene dice:
Las relaciones de género pueden definirse como aquel tipo de relaciones sociales
(…) basadas en las diferencias en la posición relativa de mujeres y varones, de
manera única en cada contexto, y una forma primaria de relaciones de poder.
La posición relativa se expresa en un conjunto de derechos, obligaciones y
responsabilidades recíprocas, interrelacionadas de manera dinámica, y por ello,
susceptibles al cambio y a evolución. Si las circunstancias económicas, sociales y
políticas se modifican, ya sea por cambios en las condiciones de mercado regionales
o globales o por cambios en el contexto político, los derechos y responsabilidades


Fucocut : Vigilar y castigar
Michael: Editorial siglo XXI, España, 1975—1996

Escuela para el Desarrollo


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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

que delimitan los ámbitos de actuación de mujeres y varones se redefinen de


acuerdo a estos cambios .
Las relaciones de poder son las que van a determinar finalmente el tipo de sociedad que
estamos construyendo para el futuro. Sabemos que aun existiendo algunos mecanismos para
lograr la equidad en las comunidades urbanas, rurales, todavía no se considera la participa-
ción de las mujeres en los espacios políticos como una cuestión igualitaria equitativa.
Creemos que si hoy está presente la mujer en el espacio público, es producto de la lucha de
las mujeres para lograr la cuota de género. La especialista del PNUD Carmen de la Cruz,
habla de que el problema no radica en la diferencia sino, en el valor que se le asigna a la
diferencia. Es decir, que las mujeres todavía no cuentan con derechos políticos sociales y eco-
nómicos aún resueltos y que siguen siendo difíciles de lograr.
En los municipios donde se desarrolló la experiencia, las mujeres no escapaban a esta reali-
dad: la mayoría de quienes postularon en una lista, fueron incluidas únicamente para cumplir
con la exigencia legal de una determinada cuota; si tomamos en cuenta la posición en la
lista como indicador de valoración, podemos apreciar de que muy pocas están en el tercio
superior, razón por la cual, en términos reales si bien existe representación en las listas en los
momentos de la inscripción, no se llega a tener el 30% de representatividad de mujeres en los
municipios en la fase de gestión y gobierno —incluso en las últimas elecciones presidenciales
y locales en el Perú no se respetó la cuota de género, lo que merma aun más su representati-
vidad—.
Si asumimos que el poder es un aspecto de la vida humana, éste puede ser interpretado de va-
rias formas: los marxistas, en su teoría, sostienen que el poder está basado en un componente
de clase social; para Dahl el poder depende del acceso que tienen las personas y la posición
social, acceso al dinero, acceso a la información; en cambio para Foulcolt el poder tiene que
ver con la manera cómo nos relacionamos en el ámbito público y privado.
Ahora bien, si tomamos en cuenta el acceso a una nueva posición (una representación política
en el ámbito local) como resultado de una elección, podemos ver que el poder se ejerce de
manera diferenciada entre mujeres y varones. En efecto, la diferencia existente entre mujeres y
varones elegidos como autoridades en estas tres regiones (y en el Perú) es considerable.
Como podemos apreciar en el cuadro siguiente, en todas las zonas la presencia de las muje-
res todavía sigue siendo escasa. No depende del estatus o localización de un determinado
ámbito territorial en la que postula (costa, sierra o selva, norte, sur, centro, etc.), sino más bien,
al parecer, depende de la posición de clase, del acceso a la economía, relación con la vida
pública, etc.
En Ayacucho la presencia de mujeres sólo alcanzó el 17.7%, en Cusco el 23.3% y en Huan-
cavelica el 13.5%. Si lo comparamos con algunas ciudades de la costa, las diferencias no son
muy significativas: Lima sólo cuenta con un 19.3%. Las que han logrado el 30% son Tumbes,
Tacna y Lambayeque. Callao y Moquegua son las únicas que han superado el 30%. Las
que menos representación han obtenido son Cerro de Pasco, con 7.4% y La Libertad, con un
10.9%


“Desarrollo Humano y Desigualdades de Género” Versión realizada por Carmen de la Cruz. Abril 2007— Es-
cuela Virtual Desarrollo Humano PNUD.

Escuela para el Desarrollo


113
Concurso de Sistematizaciones / 2008

Autoridades municipales provinciales mujeres

Total Alcaldesas Total Regidoras


Región Regidoras
provincias provinciales Regidurías (%)
Amazonas 7 — 59 13 22.0
Ancash 20 — 140 31 18.1
Apurimac 7 — 57 9 13.6
Arequipa 8 — 66 14 17.5
Ayacucho 11 — 79 14 15.1
Cajamarca 13 — 119 25 17.4
Callao 1 — 15 6 28.6
Cusco 13 1 117 27 18.8
Huancavelica 7 — 59 8 11.9
Huánuco 11 — 89 21 19.1
Ica 5 — 49 13 21.0
Junín 9 1 91 24 20.9
La libertad 12 — 110 12 9.8
Lambayeque 3 — 35 11 23.9
Lima 10 1 114 22 16.2
Loreto 7 — 71 18 20.2
Madre de 3 — 19 6 24.0
Dios
Moquegua 3 — 25 11 30.6
Pasco 3 — 27 2 6.9
Piura 8 — 90 18 16.7
Puno 13 1 121 24 16.6
San Martín 10 — 84 18 17.6
Tacna 4 — 26 9 25.7
Tumbes 3 — 23 7 23.3
Ucayali 4 — 32 9 22.0
Total 195 4 1717 372 21.4
Fuente: CMP Flora Tristán. Programa de Participación Política y Descentralización.

Esta situación de desigualdad se evidencia cuando las mujeres van solamente de “relleno” o
incluso cuando el Jurado Nacional de Elecciones no invalida listas donde no se cumple con la
cuota de genero. O situaciones en que —de acuerdo a su interpretación— junta las cuotas de
genero y la de juventud en una sola generando un número significativo de regidoras jóvenes
en casi todas las provincias y distritos del Perú. Este último hecho puede verse como una gran
ventaja que, sin embargo, se convierte en una amenaza por la burla de la ley y la inexperien-
cia de las jóvenes. En ese sentido, Diana Miloslavich sostiene:

Escuela para el Desarrollo


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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

... no me atrevería a hablar de cambios en las relaciones de poder, pero sí de


democratización del municipio, de complejización de la mirada del desarrollo (...)
pero no creo que se modificaron las bases estructurales, porque sino hubiésemos
tenido más alcaldesas en los procesos electorales.
Sabemos que la incorporación de la cuota de género ha sido parte de las luchas de las femi-
nistas encabezadas por organizaciones como Flora Tristán, Manuela Ramos, Demus, Movimien -
to Amplio de Mujeres, etc quienes hemos exigido el cumplimiento de los instrumentos internacio-
nales para implementar una ley de cuotas. Las regidoras hoy se amparan en estos acuerdos y
convenios internacionales que las ayuden a que su intervención sea la adecuada.
Contrastando con la realidad vemos que Úrsula Tunque del distrito de Ascensión, Huancave-
lica, manifiesta:
... conozco de los acuerdos de las conferencias de Beijing y la del Cairo y sé cuales
son mis derechos, por las múltiples capacitaciones que he recibido, sin embargo
cuando en una sesión de Concejo me encuentro contra un muro de varones que no
aceptan mi discurso.
Nos está refiriendo que todos estos convenios y acuerdos internacionales no están al alcance
de las autoridades ni les interesa aplicarlos.
En sus comunidades existe el temor que las mujeres puedan “cambiar”. En algún momento, en
los procesos del presupuesto participativo, en Huancavelica, los alcaldes y algunos dirigentes
manifestaban que las feministas sólo traían desgracia a sus pueblos, “porque ahora sus muje-
res no se dejaban ni regañar”.
Esta forma de mirar el derecho a la decisión y participación de las mujeres es una constante,
lo que hace inviable incorporar las políticas internacionales, haciendo más difícil la participa-
ción política de las regidoras.
Si confrontamos lo que manifiesta Úrsula Tunque con el comentario de los alcaldes, tenemos
que, mientras las regidoras exigen el derecho al cumplimiento de los acuerdos o a la imple-
mentación de políticas con enfoque de genero, por otro lado se encuentra —como ella dice—
con un muro de contención que impide aplicar acciones a favor de la equidad de genero en
las zonas más alejadas y exigir la obligatoriedad de cumplimiento de las normas.
La aplicación de políticas “nuevas” por parte de alcaldes y funcionarios, implica un cambio
radical en sus formas de pensar, actuar y aceptar que tienen que convocar y hacer participes
del poder a las mujeres. Esto de “compartir el poder” no les parece, porque les reduce el es-
pacio de actuación y además tienen que compartir información y rendir cuentas a las mujeres
(en calidad de pares), que para muchos de ellos deben continuar en las tareas domésticas.
Los cambios que se haN dado en América Latina como parte de este proceso de descentra-
lización, han ido acompañados de herramientas generadas por las propias organizaciones
de mujeres, lo que acertadamente denomina Miloslavich como “arquitectura de género”: La
Comisión de la Mujer y las asociaciones de regidoras y alcaldesas, son espacios que permiten
articular conocimientos, experiencias, logros y dificultades de las mujeres que incursionan en
política.
Este proceso ayuda mucho a que las mujeres puedan ir incorporando cambios en sus munici-
pios, —contrastando con otras realidades peruanas y de países vecinos, mirando lo que han

Escuela para el Desarrollo


115
Concurso de Sistematizaciones / 2008

hecho otras regidoras—. Esta es la experiencia de mujeres como las regidoras ayacuchanas
que a través del concurso lograron implementar las Comisiones de la Mujer; de igual manera
en el Cusco les permitió incorporar los temas de violencia de género en la Demuna; o como
en Huancavelica que plantearon la incorporación de proyectos con enfoque de genero en el
Presupuesto Participativo.
El Acuerdo Nacional, en su décima primera política plantea la importancia de incorporar el
enfoque de género y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el proceso
de descentralización. La misma Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley de Bases de la
Descentralización incorporan el enfoque de género; lo que todavía no se ha logrado es el
“cómo”. Los gobiernos regionales y locales incorporan en sus planes y programas aspectos
tan importantes como es la cuota de mujeres para la participación en los espacios de concer-
tación, como el Presupuesto Participativo, los Consejos de Coordinación Local u otras. Existen
varias experiencias donde se impulsa la cuota del 30% para mejorar la presencia de las
mujeres, pero aún son experiencias aisladas. Existen algunas exitosas, como es el caso de los
gobiernos regionales, que han ido creando los consejos regionales de la mujer y aprobando
los planes de igualdad de oportunidades. Si bien este año se aprobó la Ley de Igualdad de
Oportunidades, no podemos presentar resultados, porque todavía no se ha implementado.
Podemos decir que con anterioridad a esta ley ya existían algunas propuestas de lograr cam-
bios de equidad y esperamos que esta ley garantice la continuidad y sobre todo contribuya a
romper con las barreras que se tienen para lograr una igualdad y equidad a nivel nacional.
Pero más allá de las leyes y políticas nosotras consideramos que existen algunos impedimentos
más:
1. La falta de institucionalidad de las políticas de género, no permite cambios a favor de las
mujeres porque las nuevas autoridades no respetan los acuerdos anteriores.
2. La aplicabilidad de las políticas se hace muy dificultoso, porque los programas y proyec-
tos a favor de las mujeres, no siempre cuentan con presupuesto lo que hace inviable su
aplicación.
Por esta razón los proyectos que desarrollan
las regidoras muestran que, para poder rea-
lizar una propuesta debe tener presupuesto
municipal o de otra entidad, de lo contrario
siguen siendo un saludo a la bandera. Como
dice Úrsula Tunque:
El concurso es una herramienta que me
permite desarrollar una Idea Proyecto
de Genero. Pero el problema está en
que no tiene un respaldo económico de
parte de la municipalidad, lo que lo hace
inviable. Creo que debería tener además
un co financiamiento para que se haga
sostenible.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Las mujeres —a pesar de todos los avances
en leyes y normas, acuerdos y convenios in-
ternacionales y nacionales— seguimos en desventaja en los espacios públicos, en especial en
aquellos que surgen de la representación política. Por nuestra condición de mujeres, es difícil

Escuela para el Desarrollo


116
Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

el acceso al conocimiento, a la economía, a las comunicaciones, etc., factores que siguen


siendo utopías para un número mayoritario de mujeres.
Las regidoras ganadoras del concurso son las que han roto con muchas barreras impuestas
en los espacios públicos. Para Vilma de la Cruz:
Fue un cambio drástico porque tuve que sacrificar muchas cosas de mi vida por otras,
pero no me arrepiento, porque fue una experiencia maravillosa el trabajar cerca de
la comunidad como autoridad.
Han sido capaces de enfrentar y lograr desarrollar el proyecto y a la vez posicionarse, de tal
manera que muchas han terminado siendo reconocidas. Al respecto Eleodora dice:
Yo nunca me sentí en el poder, siempre estuve ligada a mi base de mujeres. Por esto
es que ahora que no estoy en la regiduría me han vuelto a elegir de Presidenta de mi
asociación de mujeres.
Otras regidoras están haciendo un segundo periodo, mientras que están impulsando un traba-
jo político incorporándose a la militancia partidaria. Pero todas coinciden en que, a pesar de
estos cambios, el poder sigue en manos de unos cuantos hombres y que pasará mucho tiempo
para cambiar las condiciones de poder hoy vigentes.
Katia Zamalloa manifiesta:
...ellas imitan el comportamiento de los compañeros, pero cuando ven que eso no va
con su forma de ser, cambian. Pero de lo que sí siento es como ellas sufren mucho
cuando tienen que enfrentar situaciones de discusión y donde los hombres quieren
imponer sus posiciones sólo por ser varones. Ellas no saben como enfrentar estas
situaciones.”

Escuela para el Desarrollo


117
III
Cambio en las relaciones de poder en el Municipio

Los gobiernos locales, a partir de los últimos cambios en nuestro país, están considerados
como los espacios ideales de la participación ciudadana y los de mayor cercanía a los inte-
reses, necesidades y problemática de los ciudadanos y las ciudadanas. De acuerdo a la Ley
Orgánica de Municipalidades, los gobiernos locales son agentes y promotores del desarrollo,
son parte constitutiva y fundamental de los procesos democráticos que deben ser impulsados
y concertados entre autoridades, funcionarios, funcionarias y la ciudadanía. Las regidoras
deben cumplir un papel de fiscalización y deben ser parte de las Comisiones Permanentes del
Municipio, pero en la mayoría de los casos se las designan de manera arbitraria a las comi-
siones de atención de los Programas Sociales. Anita Camino señala:
Cuando recién inicie en la gestión, tenía miedo de cometer errores, miedo de hablar
de pedir las cosas, entonces sólo acepté calladita lo que me dijeron.
Si bien se habla de democracia interna y democracia participativa, sabemos que ésta toda-
vía sigue siendo limitada y desigual, en especial cuando hablamos de derechos de hombres
y mujeres. La participación de las mujeres, tanto en los espacios participativos como en los
espacios de decisión política, siguen siendo excluyentes.
Las organizaciones de mujeres llegaron a plantearse a la necesidad de participar en Los
Comités de Coordinación Local. Sin embargo las regidoras no tuvieron fuerza suficiente para
lograr incorporar la cuota de género como un paso elemental de la democracia participativa.
Otros espacios fueron los Comités de Gestión, en donde en algunos casos no se les permitió
participar ni a ellas ni a las organizaciones sociales de mujeres.
Úrsula Tunque reflexiona al respecto:
Ahora que dejé el municipio siento que he avanzado en términos de madurez,
de acertar las cosas, y sobre todo el carácter que uno debe mantener ante las
situaciones que son normadas y que se deben cumplir. Aprendí que todo tiene un
sustento legal, y social y que no se debe desligar para efectuar bien las cosas.
Y Vilma de la Cruz manifiesta:
Para mejorar la relación que se estaba sobrelimitando después de un año y medio tuve
que tomar la decisión de denunciar al Alcalde por abuso de autoridad y pedí garantías
personales por el constante maltrato psicológico que se generaba a nivel del Concejo.
La inclusión de “género” se ha convertido en una tema “espinoso” tanto para las autoridades
como para la población, porque sabemos que incorporar el enfoque de género en la plani-

Escuela para el Desarrollo


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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

ficación municipal significa que tenemos que incluir una propuesta de resolución de necesi-
dades, intereses de hombres y mujeres en las políticas públicas. Visibilizando sus aportes y
efectos tanto en la condición como posición de ellos y ellas, Katya Zamalloa manifiesta que
es fundamental, en su empoderamiento y crecimiento:
…les da seguridad, sobresalen, se valorizan y también sienten que están aportando
con algo bueno para su comunidad. Buscan reconocimiento y respeto (…) les permite
un crecimiento personal muy importante. Esto hace que rompan con sus relaciones
patriarcales.
La presencia de las mujeres, en especial en las municipalidades más pequeñas y alejadas de
la capital, es mínima. Los alcaldes no las dejan hablar, ellos son los dueños de la palabra en
las sesiones de Concejo, ellas toman la palabra, son maltratadas y no se les permite expresar
sus propuestas ni sus diferencias.
Anita Camino nos dice:
...en un momento no sabía cómo enfrentar a los hombres de mi municipio, pero
luego me di cuenta que si no me enfrentaba no iba poder seguir como regidora.
Y Vilma de la Cruz, sobre lo mismo señala:
Por ello recomiendo que las regidoras mujeres no nos dejemos intimidar, por el que
habla fuerte y tiene el poder, al igual que a ellos hemos sido elegidas por el pueblo y
nos debemos a ellos y ellas...
Cuando recién inician su gestión, de alguna manera todas expresan que “tenían miedo de
cometer errores, miedo de hablar, de pedir las cosas”. Estas actitudes son las más comunes
en las mujeres al llegar al poder, no saben como “lidiar”, en los medios públicos no sólo es
una situación de falta de experiencia, el tema es cultural, las mujeres no somos criadas para
asumir tareas en el mundo público, nuestro mundo es el doméstico, y es en este espacio que sí
tenemos capacidades para poder “lidiar“ y responder incluso en situaciones críticas.
Como no los manifiesta Eleodora Quispe:
Cuando mi esposo me abandonó luego que se enteró que iba a quedar inválida,
primero sufrí mucho, pero yo me puse muy fuerte, porque tenía que enfrentar la
nueva vida, sino como iban a quedar mis hijos (…) a pesar de esta invalidez yo dije
yo puedo salir y luchar por ésto tengo que ser una buena regidora que me reconozca
luego mi pueblo y mis hijos por mis tareas.
Ana Camino sostiene que al principio tenía miedo de hablar, porque sentía que iba ser cali-
ficada como tonta o, que se reían cuando el alcalde se mofaba de sus intervenciones. Esta
actitud (las risas) es humillante, sin embargo los regidores y funcionarios la consideran correc-
ta, porque los alcaldes son la máxima autoridad y pueden hacer uso de su poder como les
venga en gana.
Consideran que las mujeres deben seguir aportando, pero en sus casas, que el municipio es
“cuestión de hombres”. Las regidoras cuando asumen el mando, se encuentran con dificultades
para ejercer a cabalidad sus funciones. Cuando ganaron el concurso la primera objeción fue
que les iba a quitar tiempo para el cumplimiento de su mandato popular. Lo normal es que los
alcaldes impongan a las mujeres sólo tareas asistencialistas, que de otra forma vienen a ser
la continuidad de la tarea doméstica. Por otro lado, los movimientos políticos por los cuales

Escuela para el Desarrollo


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Concurso de Sistematizaciones / 2008

llegaron al poder, son de corte electoralista y tampoco las apoyaron cuando obtuvieron el
premio. Ellas se vieron obligadas a buscar otras alianzas en la comunidad para poder resol-
ver los problemas que tienen con la conducción del proyecto.
Fue necesario que el concurso se respalde con la orientación de una promotora de Flora Tris-
tán, permitiendo dar un seguimiento y acompañamiento más estructurado, técnico y político a
los proyectos ganadores. Sin este apoyo ellas sentían que podían fracasar:
... sentí que debía hacerle un acompañamiento más cercano para demostrar lo capaz
que eran y que sí podía salir adelante”, señala Élida Ramírez.
Para que ellas puedan ser reconocidas tienen que buscar nuevas formas de hacer política:
... yo tenía que sensibilizar primero a los regidores para que me apoyen en las
mociones que presentaba, uno por uno ir y hablar para que me apoyen (…) Sin
embargo para que ellos voten por mociones de los mismos regidores, sólo bastaba
una cerveza recuerda Úrsula Tunque.
Asegurar la igualdad de oportunidades en el acceso al poder y la toma de decisiones es muy
difícil sino existe una institucionalidad partidaria, es decir si las mujeres no tienen un partido
que las siga capacitando, interesándose por sus propuestas y realizando denuncias cuando
son maltratadas y vapuleadas.
Muchas veces las mujeres se abstienen de participar en política porque su vida personal pudie-
ra ser utilizado como argumento para denigrar su participación; hecho que casi no sucede con
los hombres porque a ellos se les critica más de los actos en su vida política. Esta situación afec-
ta a las mujeres en sus relaciones con los varones de la municipalidad. Anita Camino decía:
...a ella no le faltaban el respeto porque siempre su esposo estuvo acompañándola”
Sin embargo Eleuteria nos dice que:
...para ella fue difícil, porque el abandono de su marido fue un tema que fue mal
utilizado en mi carrera política.
Una barrera intercultural muy fuerte para estas regidoras durante su gestión, fue su condición
de campesinas y de quechuahablantes. En los últimos años cuando los grupos de poder “ga-
monales” abandonan el campo y surgen los grupos de nuevos “ricos”, cambian las formas de
elecciones y las mujeres indígenas se colocan en nueva posición. Si ellas han ido a la escuela y
han logrado cierta presencia en su localidad se convierten en potenciales candidatas para las
elecciones, sin embargo cuando llegan al municipio, no les permiten expresarse en su lengua:
“Nos avergüenzan porque tenemos otra forma de vestir y hablar. dice Anita Camino
y Eleuterio Quispe manifiesta: ...siempre me sacaron en cara que era chola.
La participación en espacios de toma de decisiones, así como de acceso y control de recursos
es un elemento sustancial para el desarrollo de políticas de equidad o de igualdad de opor-
tunidades. A pesar de contar con una Ley de Igualad de Oportunidades, éstas siguen siendo
inalcanzable para las mujeres de las zonas rurales, porque no la conocen y porque las autori-
dades se niegan a considerarles como importantes para el desarrollo en sus comunidades.
El equipo de Flora Tristán tiene que hacer su intervención en espacios municipales de corte ma-
chistas y patriarcales que no permiten que las mujeres se inserten a un proceso político. Es más,
no aceptan que ellas tengan capacidades para desarrollar un proyecto. Cuando ellas ganan los

Escuela para el Desarrollo


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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

premios, la sorpresa es muy grande, no se acepta de buena voluntad que una regidora gane un
premio para manejar un fondo que le permita desarrollar un proyecto.
Eleodora Quispe:
que cuando en su municipio supieron de la noticia no le hicieron saber, fue la
señorita de SISAY que me comunicó, porque de Flora Tristán llamaron por teléfono,
fue así que me enteré. Ésto nos demuestra cómo las mujeres tienen muy pocos
aliados en el proceso de construcción de su vida política.
En la misma línea nos comenta Katia Zamalloa, integrante del equipo de Flora Tristán:
...se recibe la noticia con un poco de celo, no son muy bien decepcionadas; muy
pocos son los alcaldes que manifiestan alegría o satisfacción y lo ven como un triunfo
municipal.
Los triunfos de las mujeres, como vemos, no son considerados como triunfos institucionales. El
apoyo como dice Katia Zamalloa en muy poco. Es más Úrsula Tunque:
Personalmente, tuve problemas porque son lo varones que levantaron malas
interpretaciones. Cosas como que “me aproveché el nombre de la comunidad para
sacar un proyecto” y que va a ser en beneficio mío y no de las demás, etc.
Esta poca credibilidad a la palabra de las mujeres, haciéndolas sentir elementos de segundo
orden, es otro comportamiento que denominamos “natural”. Y nuevamente nos encontramos
con que, en el ámbito municipal, las mujeres somos consideradas como hijas, madres, esposas
que tenemos que demostrar que no estamos inventando situaciones.
A partir del concurso las regidoras empiezan a tener ciertas actitudes a favor y otras en contra
de los varones, como también de algunas mujeres. Eleuteria Quispe manifiesta que:
...el regidor de mi bancada se reía y pensaba que yo sin pierna y sin conocimientos,
que iba a fracasar con el proyecto, inicialmente se me niega el local y las facilidades.
Esta situación se repite de distintas maneras pero es constante en varios distritos.
En un inicio, el concurso no se convierte en un halago, ni en un triunfo para las ganadoras,
sinó en una carga: primero envidia, luego celos, lo que hizo que tengan muy poco apoyo,
sobre todo reconocimiento. Quienes empiezan a reconocer su aporte son las propias mujeres
de la organización con quienes se desarrolla el proyecto. En el caso de los proyectos que el
beneficiario directo era el municipio (por ejemplo la conformación de las DEMUNAS o imple-
mentación de políticas a favor de las mujeres), es donde encontrarán mayores dificultades:
los funcionarios les ponen obstáculos para conseguir los documentos y los regidores no las
apoyan en sus mociones para la aprobación de las ordenanzas.
En principio, el municipio debe contribuir a incrementar el desarrollo de capacidades de las
mujeres para participar en la toma de decisiones y en los puestos directivos. Como esto no
ocurre, Flora Tristán contribuye a incorporar nuevos mecanismos de participación política a
través de la oportunidad que les otorga los proyectos auspiciados por el concurso y a partir
de esta nueva experiencia busca también nuevas formas de intervenir. Porque como parte del
proyecto está también la capacitación. Ya que deben existir capacitaciones relacionadas a
los temas de género. Si bien en algunos casos son proyectos de generación de ingresos, ellas
buscan alianzas con otras instituciones para realizar estas actividades. Diana Párraga cuando
visitó Congalla en Huancavelica, cuenta:

Escuela para el Desarrollo


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Concurso de Sistematizaciones / 2008

La Regidora, una mujer humilde sin embargo con unas capacidades increíbles,
logró colocar el proyecto como aval para que el Alcalde a través del Presupuesto
Participativo se comprometa a concluir la Casa de la Mujer e implementarla para que
las mujeres a través del proyecto puedan cumplir con el objetivo de elaborar pan y
tejer chullos (gorros) de la zona. Esta alianza con el alcalde permitió que el proyecto
tenga un impacto en la comunidad.
Y este año cuando visité la comunidad de Congalla para dejar el premio de una de las gana-
doras, la presidenta de una organización popular, encontré que las mujeres artesanas y las
que elaboran el pan y los chullos, continúan ahora ya como una micro empresa de servicios y
la casa de la mujer es un espacio conquistado por las mujeres. La sostenibilidad de los proyec-
tos es una garantía porque las mujeres consideran que este es un espacio para organizarse,
formalizarse y poder compartir sus proyectos. Las ex regidoras regresan a sus organizaciones
sociales con otras expectativas para ellas y las mujeres de la comunidad.
Por otro lado el proyecto permite que las regidoras continúen articuladas a las redes de mu-
jeres y organizaciones populares, mejorando así su presencia y participación en espacios de
decisión y con posibilidades de aportar para transformar las políticas locales. Porque la pro-
puesta de Flora Tristán no es sólo que tengan un proyecto productivo, sino que a través de éste
se logre sensibilizar y capacitar a las mujeres en el fortalecimiento de sus capacidades y el em-
poderamiento para una toma de conciencia sobre la situación de exclusión y discriminación.
Los resultados han sido muy favorables porque de las 481 regidoras que han participado 90
han sido ganadoras durante los diez años de concurso.
Flora Tristán como organización feminista considera que hay que impartir un “nuevo” estilo
de estar en y de hacer política. Ha enriquecido el concepto de “lo político”, en el entendido
que éste no es neutro. Las mujeres han actuado de manera permanente en el desarrollo y no
siempre ha sido desde posiciones de poder o de toma de decisiones, por lo que se han invisi-
bilizado. De ahí la importancia de articular a las mujeres que están en el poder, para lograr
políticas de equidad o de igualdad de oportunidades. Creando condiciones para que éstas
puedan seguir avanzando a pesar de los límites impuestos por los estilos, formas y presencia
política.
Las mujeres saben cómo enfrentar una nueva situación, ellas han demostrado que con pocos
conocimientos sobre sus derechos son capaces de revertir algunas situaciones de poder; pero
también son concientes que mientras estos hechos sean aislados, se consiguen logros de muy
corto plazo. Consideran que las regidoras deberían estar en escuelas políticas y que los
partidos deberían respaldar sus trabajo para poder tener logros significativos en las políticas
públicas.
Otra observación que sostenemos es que la poca institucionalidad existente en las políticas
locales, generan que éstas se conviertan en efímeras y que no respondan a las necesidades
permanentes de hombres y mujeres de una comunidad. De lo contrario no se explica que aho-
ra se estén cerrando programas a favor de las mujeres o que aún continúen funcionando sin
presupuestos adecuados, como es el caso de los programas de violencia familiar.
Sabemos que los partidos están en la obligación de incorporar a sus militantes mujeres en
espacios intermedios de decisión como en los espacios de alto nivel al interior del partido.
Además deben generar mecanismos para que las mujeres puedan ejercer cargos públicos;
porque si siguen “invitando” mujeres, sin tomar en cuenta sus militantes para las listas, no se

Escuela para el Desarrollo


122
Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

construye partido ni se logra incorporar el enfoque de género. Además que los partidos se
construyen con la presencia de todas las mujeres y hombres de base, a los cuales se debe pro-
mocionar y no apelar sólo a los invitados. Mantener ésta actitud contribuye a que los partidos
no se consoliden y seguimos favoreciendo a los grupos electoreros que finalmente son flor de
un día y que no garantizan propuestas políticas sólidas ni procesos de mayores posibilidades
en trabajo.
Por esta situación al interior de los partidos y a pesar de la existencia de la cuota podemos
darnos cuenta como todavía seguimos en desventaja para acceder a cargos de gobierno en
escala local.

% De representacion por años de alcaldesas y regidoras

Alcaldesas Regidoras Alcaldesas Regidoras


Años
distritales distritales provinciales provinciales
1998 2.9 % 8.0 % 4.6 % 21.5 %
2001 3.0 % 27.0 % 2.6 % 26.0 %
2006 2.8 % 28.3 % 2.0 % 25.1 %
Datos tomados de IDEA Internacional y Transparencia.

Queda entonces como un aprendizaje de las mujeres que para incursionar en política no
basta estar en la lista, ocupar un espacio en el municipio, sino que ellas deben de pelear su
espacio. El reconocimiento es una conquista, por ello no sólo deben hacer bien las cosas,
sino mostrar y demostrar que hacen bien las cosas. Además que a partir de una intervención
publica, las mujeres ya no vuelven a ser las mismas. Su empoderamiento les permite sobre-
pasar los límites que nos han establecido como mujeres en la sociedad. Por ser de zonas tan
alejadas y de municipios tan pobres, realmente no sólo son significativos los aprendizajes, sino
sorprendentes: sin recursos, sin tener mayores conocimientos técnicos, ellas logran imponer su
presencia y obtener seguridad y posicionamiento en sus comunidades. Las mujeres que han
compartido el poder saben que continuarán realizando acciones a favor de otras mujeres, en
cualquier otro espacio que incursionen y cimentarán las bases para que otras mujeres puedan
seguir por la misma ruta.
Desde mi mirada, estas mujeres sin saber qué es el enfoque de género, sin conocer que existen
movimientos por la defensa de sus derechos, instintivamente, luchan por salir de la dominación
patriarcal y machista, se enfrentan a estas situaciones. Y más de las veces salen airosas,
Cuando conversaba con ellas sentí que eran feministas en potencia, sabían que para salir de
la pobreza y de la situación de ser elementos de segundo orden había que estar organizadas,
formalizadas y tener fuerza para luchar.


La igualad esquiva, Una mirada de Genero a las elecciones Generales 2006. Ágora Democrática— IDEA y
Transparencia. Agosto 2007

Escuela para el Desarrollo


123
IV
Cambio en las relaciones de poder
en la comunidad

La comunidad, como espacio de vida, es lo más importante. Alli se reproducen los compor-
tamientos culturales donde se van a afianzar las relaciones de hombres y mujeres. Es ahí en
donde se combinan los saberes y sentires de las personas con las normas establecidas, ya
sean las consuetudinarias o las establecidas por el sistema imperante.
A partir de las costumbres se construyen los imaginarios para hombres y mujeres y la forma
en que éstas van a ser determinantes en el desarrollo político de las mujeres. Sabemos que
uno de los problemas que aún tenemos las mujeres en las comunidades quechuas —de donde
proviene nuestra experiencia—, es que no se puede participar públicamente, porque según
las costumbres, son los jefes de familia quienes llevan el acuerdo familiar a las asambleas
comunales. Esta costumbre se repite en muchas comunidades y las mujeres aceptan este com-
portamiento como natural y normal. No es fácil romper estas estructuras de dominación –que
son fuertes— porque no sólo nos enfrentamos a su cultura, sino a otros grupos piensan que
cambiar las “costumbres” en las comunidades es romper con la identidad cultural de los pue-
blos ancestrales.
Sin embargo cuando las mujeres reciben capacitaciones sobre derechos civiles, políticos y
económicos, ellas inmediatamente reconocen su condición de desigualdad, Lo que genera
que ellas reclamen con justa razón su derecho a participar en igualdad de condiciones. Ante
esto la actitud de los hombres de la comunidad es recurrir a la acusación de que estamos en
contra de la cultura y que queremos “manejar” la vida de las mujeres.
El trabajo voluntario que asumen las mujeres en la vida de la comunidad es una de las tareas
más importantes que desarrollan. Ellas efectúan las mismas tareas que los varones, y —además
de su responsabilidad doméstica— asumen las mismas tareas que los hombres en el campo,
especialmente en la agricultura, en el pastoreo, sin embargo al momento de tomar decisiones,
ellas no son consideradas. Anita Camino dice:
El reconocimiento se da cuando nos ven que trabajamos sin pago y cuando hacemos
lo que ellos quieren, pero si hacemos trabajo por nuestra cuenta eso no vale así lo
vean que es bueno.
Es el marido o el hombre mayor de la casa quien tomará la decisión por todas las mujeres de
la familia. Cuando las mujeres asumen cargos y empiezan a tener liderazgo y se hace notorio
en la comunidad, ahí vemos las relaciones de poder que revisamos líneas arriba. Se les quiere
conminar a que regresen a sus tareas domesticas. Las mujeres que dedican un tiempo a su
liderazgo en la comunidad son cuestionadas porque “abandonan” las tareas domésticas o al
esposo. Se le tilda de “ociosa”, que van a buscar marido fuera de la casa, etc. Estos conceptos

Escuela para el Desarrollo


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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

están variando en algunas zonas del país, pero el machismo marcado de las comunidades
rurales hace que esta forma de mirar la participación pública de las mujeres siga siendo una
dificultad que se convierte en una barrera.
Lograr la Ley de Cuotas en las elecciones municipales y cumplir con este mandato fue muy
difícil en algunos lugares, porque difícil es que acepten que las mujeres tengan acceso a esos
espacios. Razón por la que las mujeres una vez que llegan al municipio son maltratadas y
tratadas como si fueran sus esposas o hijas.
Sabemos que el proceso de la descentralización ha contribuido para que las mujeres de
organizaciones sociales puedan iniciar acciones más allá de sus tareas institucionales. La le-
gislación de los programas que reglamenta la entrega de alimentos a través de los gobiernos
locales —como el Vaso de Leche y Comedores Populares—, ha permitido la movilización de las
mujeres más pobres constituyendo estas organizaciones un referente a nivel nacional. Sobre
las líderesas de estas organizaciones ponen su mirada los partidos, para ser cooptadas a sus
listas partidarias. El objetivo central es obtener los votos de sus bases, sin interesarles la par-
ticipación política de las mujeres. En algunos casos los partidos se enfrentan duramente para
poder obtener la representación de estas lideresas
El paso de las mujeres de su organización social al municipio conlleve serias dificultades para
que puedan insertarse en la política local. Una de las desventajas es su poco conocimiento
de la gestión pública, los alcances de las leyes —de lo que se aprovechan los varones para
tildarlas de incapaces—. La no intermediación de los partidos en estos casos va a seguir difi-
cultando este proceso de inserción.
En Ayacucho y Huancavelica, las mujeres han tenido presencia significativa en los frentes de
autodefensa y las asociaciones de desaparecidos, en los últimos años. Desde estos espacios
impulsan y garantizan un trabajo sostenido de concertación y de confrontación con el Estado y
organismos nacionales e internacionales. Esta nueva forma de participar les da nuevos elemen-
tos para cuando alguna de ellas llegue al gobierno local. Todo lo cual es importante porque
aprenden a negociar y participar, lo que contribuye a la formación de lideresas.
Muchas de las regidoras son parte de estas organizaciones sociales, incluso las de municipios
rurales. Estas organizaciones de mujeres han tenido por años a dirigentes que han sido capa-
ces de enfrentar las situaciones más difíciles, no solo económicas, sino las de enfrentamiento
con los grupos alzados en armas y la prepotencia militar. Las mujeres y hombres que no aban-
donaron la zona de residencia tuvieron que organizarse para poderlos enfrentar de manera
conjunta y preservar sus espacios de existencia.
Las regidoras en sus municipios son obligadas a participar como fiscalizadoras del Programa
del Vaso de Leche y del Comité de Gestión, sin embargo:
...los funcionarios, no nos permiten fiscalizar, lo que pretenden es que nosotras
realicemos actividades como celebración del día de la navidad, día de la madre,
del padre, con las mujeres de estos programas y a fiscalización quieren que sólo
firmemos los papeles. Lo que ellos sí quieren es utilizarnos para que salgamos
apoyarlos en las marchas a su favor sin previo debate en igualdad de condiciones
cuando las regidoras se oponen a esta utilización, ellos inmediatamente las censuran en las
sesiones del concejo.

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125
Concurso de Sistematizaciones / 2008

Por otro lado, las autoridades varones usan métodos vedados para sacar de la carrera política
a las regidoras. Sin embargo en los últimos años ya no se permite tan libremente que se retire
a una persona de su cargo solo porque el alcalde lo dice, tienen que haber documentos que
respalden estas acusaciones; además que las regidoras en su mayoría han ganado respeto en
sus gestiones porque han demostrado honradez en el uso de los fondos municipales.
Su presencia en las municipalidades ha ayudado a que las mujeres hablen en voz alta en
diferentes ámbitos sociales de la comunidad, ahora son reconocidas en espacios como los
Presupuestos Participativos o los Consejos de Coordinación Local, en los Comités de Gestión.
Las regidoras han jugado un papel muy importante, porque en algunos municipios han solici-
tado la incorporación de las mujeres en estos nuevos procesos.
Han logrado Ordenanzas Municipales en las zonas donde se lleva acabo la experiencia de
estas propuestas. Nos comenta Élida Ramírez de SISAY:
...los alcaldes no consideran importante la presencia de las mujeres porque basta con
la voz del marido, además no quieren reconocer su presencia en las asociaciones de
mujeres que son tan frecuentes en Huancavelica
Esto nos da una idea de cómo son las autoridades y cómo se oponen a determinados cambios.
Sin embargo existen también alcaldes que consideran importante para su gestión incorporar
las demandas de las mujeres. Sucedió con el alcalde de Congalla, el 2005, quien se compro-
metió a que uno de los proyectos del Presupuesto Participativo sea a favor de las mujeres permi-
tiendo la implementación de un local que hoy
es un centro de capacitación de las mujeres
de la zona.
En el caso de las asociaciones mixtas la si-
tuación es parecida. Teniendo en cuenta que
en la cultura quechua a la que pertenecen
Cusco, Huancavelica y Ayacucho, ances-
tralmente las mujeres no participan en las
asambleas comunales con voto sino con voz
y a pesar que en los trabajos comunales
ellas trabajan igual que los compañeros, sin
embargo se les paga medio jornal. Por esta
razón la propuesta de proyecto de Anita Ca-
mino fue para romper con una estructura de
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx poder comunal que era difícil de modificar.
Ella dice:
...las mujeres hemos sido marginadas en las comunidades, porque en los estatutos
está establecido por años cómo debe ser nuestro pago por el trabajo comunal, los
hombres son machistas no aceptan cambios, pero sucede cuando no hablamos y
aceptamos calladitas, ahora esto ha cambiado.
El proyecto de Anita consistió en lograr que los estatutos de comunidades puedan cambiar las con-
diciones de las mujeres pese a la resistencia de los comuneros, Katia Zamalloa refiere:
En San Pedro, por ejemplo, las mujeres de la comunidad no habían tenido
oportunidad de reflexionar sobre temas de género que tocamos y fue muy valioso. Un
gran reconocimiento y respeto a Anita(…) incluso los presidentes comunales que no

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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

le tenían mucha importancia, luego de estas actividades y propuestas le tenían mayor


consideración y respeto. Ahora han cambiado las relaciones entre ella y la comunidad.
En la actualidad ha sido elegida presidenta de la organización de mujeres.
Estas nuevas formas de construir poder son las que consideramos que fueron las grandes enseñan-
zas. Anita con su proyecto fue muy concreta, ella quería que en la ley consuetudinaria se incorporen
mejores condiciones para las mujeres en la comunidad. Éstos cambios ayudaron a romper con años
de poder. La estrategia fue muy buena porque ella apostó a que si esto se hacía de forma masiva y
con intervención de personas especializadas lograría su objetivo.
Uno de los éxitos de la propuesta de Eleodora fue constituir la asociación de mujeres tejedo-
ras y formalizarla ante la SUNARP, para apostar por el futuro, incorporándolas a los espacios
creados por la descentralización. También ella ha sido elegida presidenta y el gobierno local
ha reconocido su trabajo, tanto así que ahora su pequeña empresa de telar funciona en un
local municipal. Úrsula Tunque asevera que luego de iniciado el proyecto se asociaron como
Artesanías Yauricocha, se agruparon con entusiasmo en su momento y posteriormente se ha
ido apagando ese entusiasmo por la intervención de la comunidad que quiso apropiarse del
proyecto, incorporarlo como proyecto comunal en general, y no de mujeres. Actualmente las
mujeres del grupo, siguen trabajando, pero no encuentran la sostenibilidad. Ellas sostienen
que el éxito de su proyecto será cuando se presenten al Presupuesto Participativo para ser
financiadas y generar mayores ingresos.
En el caso de Vilma de la Cruz, a través de un proyecto productivo logró que las Mujeres
Campesinas Desplazadas de comunidad de Acco del Distrito Carmen Alto, cuenten con una
organización sólida permanente y generen capacidades para la transformación de sus pro-
ductos y finalmente, se empoderen en tanto mujeres campesinas para la toma de decisiones
a favor de su comunidad. Ellas continúan sosteniendo su empresa con productos de panllevar
para mejorar su alimentación y vender para seguir manteniéndose como organización. La
base de su trabajo es el nivel organizativo que han logrado.
Todos los triunfos logrados por las regidoras ganadoras del concurso, se someten a duras
críticas, los logros públicos requieren de un costo social muy alto para alcanzar el recono-
cimiento. Cuando se juzga a una regidora se pone en tela de juicio incluso su vida privada,
y fácilmente son vejadas. En cambio en los hombres su vida privada casi no se le toma en
cuenta, y si así lo hacen le dan una connotación de triunfo y no de vejación.
Según la experiencia de las regidoras, en el desempeño de sus actividades han observado
que ellas son tratadas de acuerdo a su posición social y económica. Es diferente el tratamiento
a una mujer de una clase social popular, a una campesina que a una mujer de sector social
alto, profesional y mucho más si es de raza blanca. Todos estos elementos se entrecruzan para
poder decir que el poder está inmerso en todo momento de la vida cotidiana y que se da de
diferentes maneras. Norma Breña una regidora profesional nos dice conmigo no se metían
y Ana Camino manifiesta que el Alcalde:
... me trataba como si fuera una campesina sin educación, ni podía imaginarse
que yo podía pensar. Y Úrsula Tunque afirma que algunos regidores le imprecaban
...nunca has estado en una universidad, ¿qué sabes tú?.
Vilma de la Cruz manifiesta que:
... muchas veces en la comunidad confunden que la búsqueda de la igualdad y
equidad entre los varones y mujeres es sólo ansias por el poder para desde allí

Escuela para el Desarrollo


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Concurso de Sistematizaciones / 2008

tomar decisiones unilaterales. Esto puede cambiar cuando se capacite y se dé mayor


información a los miembros de la comunidad.
El concurso ayudó a que el reconocimiento de las regidoras sea a partir de su acción directa.
Hemos encontrado luego de diez años de intervención a mujeres empoderadas, capaces de
conducir sus microempresas y permitir la articulación de las organizaciones sociales con el
gobierno local. En las tres experiencias las mujeres no han realizado un trabajo aislado sino
directamente relacionadas con su base.
El reconocimiento que ellas logran es porque las mujeres en la comunidad les empiezan a dar la
razón y reconocen como sus líderes naturales. Además como dice Diana Miloslavich:
...obtienen el reconocimiento de las organizaciones y la comunidad, cuando las
regidoras también ampliaron las agendas y ayudaron a fortalecer las organizaciones
que ya habían y contribuyen a sensibilizar el trabajo de las mujeres.
Flora Tristán contribuye a que las mujeres sean concientes de estas relaciones dándoles las
herramientas para que puedan mejorar su intervención y empoderarse. Para que esta interven-
ción sea eficiente, eficaz y con resultados que contribuyan a mejorar las condiciones de vida
de otras mujeres y de la población
Anita Camino dice que :
...algunos hombres todavía tienen resistencia al cambio (...) No aceptan que sus
esposas puedan tener voz y voto en las asambleas comunales (...) o que las mujeres
van a ocupar sus espacios en la vida pública (...) Sienten que van a perder autoridad
frente a sus mujeres.
Cuando las regidoras trabajan en la comunidad los temas de género y cuestionan las des-
igualdades y la falta de derechos, y empiezan a utilizar estas herramientas como una forma
de producir cambios en las organizaciones y en las autoridades, entonces no sólo ellas se
empoderan sino que se sensibiliza a la población y las mujeres empiezan a reflexionar sobre
estas situaciones de exclusión y del uso del poder,
La presencia y la participación de las regidoras en la comunidad tiene repercusión en su labor
como regidora y en las organizaciones. Úrsula Tunque dice:
...cuando tienen un problema y las regidoras han seguido en contacto con su
organización es fácil mejorar la participación y la forma de pensar de las otras mujeres
(...) las mujeres que han sido capaces de dirigir sus vidas y sus comunidades en épocas
difíciles, cuando estaba el terrorismo, son más aptas para poder conducir un proyecto.
Otra regidora decía:
...el premio sirvió para darme cuenta de lo importante que era trabajar con mi
organización o, lo que decían todas las entrevistadas casadas, que finalmente hasta
sus esposos se dieron cuenta lo valioso de su trabajo durante el desarrollo del
proyecto.
Dependerá mucho de los intereses, de las formas de hacer política y de cómo estas mujeres
consideran deben continuar trabajando para lograr mejorar su gestión. También hubieron al-
gunas regidoras como la de Pampas Tayacaja Huancavelica, que decía que para ella había
significado una

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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

…molestia haber ganado, si ella hubiera sabido que esto le iba a traer más trabajo,
hubiera renunciado al premio.
Otra regidora de Ayacucho, manifestó:
Yo, no me presento al concurso porque, no saco nada, el premio finalmente iba en
provecho de otras.
A modo de conclusión podemos decir que las mujeres han logrado conquistar sus espacios en la
comunidad por el trabajo voluntario que han realizado por años. Con el proceso de descentrali-
zación ellas han ido conquistando espacios. Ahora ellas pueden llegar a ser elegidas, capaces de
poder lograr conquistas para otras mujeres exigen sus derechos y pueden competir en los espacios
políticos. Las condiciones desiguales en las que se construyen los comportamientos sociales se con-
vierten en barreras que ellas tratan de romper. Si las mujeres pertenecen a una organización y están
en contacto directo con ésta, cuando terminen su gestión, fácilmente pueden regresar a sus espacios
con mayor reconocimiento para dirigir aquella organización.
El concurso finalmente las ayudó a posicionarse en los espacios locales y les ha permitido
demostrar que pueden sostener una propuesta más allá del proyecto, porque, haciendo un
recorrido de todas las otras experiencias, son muy pocas las que no logran tener sostenibi-
lidad. Continúan los proyectos productivos, en el caso de los proyectos relacionados con la
participación política son menos visibles los cambios a corto plazo, sin embargo debemos re-
conocer que existen algunos cambios en las organizaciones comunales impulsadas por estas
mujeres, generándose relaciones de poder menos desiguales. Ahora en las juntas directivas,
en las mesas de concertación, existe la presencia de mujeres que nos ayudan a comprender
que las relaciones de poder en las comunidades están cambiando.

Escuela para el Desarrollo


129
V
Cambio en las relaciones de poder en el familiar

Según la iglesia y el Estado, se considera a la unidad familiar como la “célula” de la sociedad.


Sin embargo en el mundo andino se manejan otros referentes, teniendo a la comunidad como
el centro de toda la actividad social. Las familias deben trabajar a favor de la comunidad y
en función de ella se organiza, por ejemplo, la minka. Pero a pesar de este trabajo comunal
horizontal, sus relaciones son patriarcales y de sumisión de las mujeres.
Las regidoras ganadoras del concurso vienen de hogares campesinos y han sido parte de esas
costumbres ancestrales, para ellas su nuevo rol significa romper no solo con esquemas de orga-
nización comunal si no también romper con estructuras mentales, lo que se les hace muy difícil.
Por ejemplo, las mujeres no pueden hablar en público, y esa es una primera traba que deben
romper y vencer, porque hablar en público les dará poder. Ellas están conminadas a quedarse
en las actividades domésticas, sin embargo el hecho de ir al colegio es un reto que las lleva
inevitablemente a la competencia con los varones de la comunidad.
Por otro lado, la concepción de que somos las responsable de las actividades domésticas
(lavar, cocinar y cuidar a los ancianos, niños y niñas) hace que la doble jornada que está
asignada socialmente a ellas impida que puedan asumir responsabilidades políticas.
Vilma de la Cruz afirma que su función como autoridad significó:
...un cambio drástico porque tuve que sacrificar muchas cosas de mi vida. No me
arrepiento porque fue una experiencia maravillosa el trabajar cerca de la comunidad.
Por su parte Úrsula sostiene:
Mis hijos estuvieron felices de que haya ganado, pero nunca dejé de hacer mis
labores en la casa.
Las mujeres sienten la obligación de realizar las tareas domésticas, no perciben que éstas de-
ben ser responsabilidad compartida. Esto se acentúa en las comunidades rurales. A pesar de
los cambios en la participación de las mujeres en las actividades comunales, sociales y políti-
cas, siguen siendo las únicas responsables, es más son vistas como “malas madres y esposas”
por salir de su casa a hacer tareas sociales y políticas.
Existen medidas legales que nos dan protección en la maternidad y contra la violencia: ahora
tenemos mayores facilidades para estudiar y trabajar, sin embargo la estructura familiar sigue
siendo vertical. Son los hombres los que toman las decisiones finales, generalmente no se
cuestiona la tradicional división del trabajo doméstico.

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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

Son pocas las mujeres que pueden hablar del comportamiento vertical o de relaciones ho-
rizontales. La familia es una de las instituciones de la sociedad andina que tiene jerarquía
vertical; casi no ha sido modificada y es a la que se somete el conjunto de sus componentes.
Esta es la primera barrera a enfrentar por la mujer que quiera realizar activad política y social.
Anita Camino sostiene:
logré los cambios en los estatutos de la comunidad porque mi esposo estuvo de mi
lado.
Si bien Anita logró posesionarse, las familias no se lo reconocen por sus propios méritos, sino
que reconocen la autoridad de su esposo y si bien este comportamiento ayuda a que en la
vida pública las mujeres asuman responsabilidades, todavía consideramos que éste se con-
vierte en obstáculo para el trabajo libre de las mujeres y para el ejercicio de los derechos de
ciudadanía.
Sin duda, tales desigualdades pueden ser profundizadas por políticas y programas de desa-
rrollo que las invisibilizan, las ignoran o lo que es peor aún, las desnaturalizan. Esto significa
que las cuestiones de género no son tomadas en cuenta y que las jerarquías tradicionales en-
tre los sexos no son consideradas; de esta forma, las mujeres serán probablemente ignoradas
y su posición social será aún más precaria.
Norma Breña nos dice que para ella fue terrible moverse en un mundo de hombres porque,
como era soltera, en algunas oportunidades la acosaban, pero ella era conciente que esto
servía para desprestigiarla en la familia y en la comunidad:
...mi comportamiento tenía que ser impecable para evitar que ellos tuvieran motivos
para hablar mal de mi persona.
La presencia de los hijos e hijas es muy difícil de llevar si no se cuenta con el acompañamiento
del esposo. Anita, dice que mientras ella ejerció su labor de regidora, en su casa fue su esposo
quien colaboró con la responsabilidad doméstica, esto le permitió estar casi a tiempo comple-
to en sus tareas como regidora. En el caso de Eleodora tuvo apoyo de sus hijos pero la falta
de su esposo en casa se notaba porque tenía que hacer doble esfuerzo. Vilma de la Cruz que
también era soltera, afirma:
yo estuve soltera casi toda la gestión, esto me permitió estar en el municipio a tiempo
completo, fue al final que tuve un compromiso que se involucró y me ayudó mucho.
La violencia doméstica es un aspecto de la vida familiar que se manifiesta en el maltrato
físico y sicológico a las mujeres, niños y niñas. En las zonas andinas los porcentajes son muy
elevados; se conoce que muchas dirigentes, por hacer su trabajo en sus organizaciones, son
maltratadas e incluso algunas regidoras manifiestaron maltrato. En el caso de las regidoras
del concurso, afirman conocer sus derechos y lo que hacen es más bien capacitar a todas
para que asuman sus derechos y de esa manera contribuyan con el desarrollo.
La violencia en el caso de mujeres que realizan vida política es más sutil. Los hombres utilizan
otros mecanismos para poder hacer sentir su poder. Cerrarles la puerta con llave o no aceptar
que salgan con un determinado atuendo, son formas de ejercer violencia. Existen estadísticas
sobre este tipo de violencias; aún ésta no es penada; pero produce mucho daño a las mujeres
que quieren dedicarse a la vida política y social. A Eleodora la abandonó su marido porque
seguramente ésta fue una manera de protestar porque ella ya no era la mujer sumisa. Úrsula
a pesar de contar con su esposo, nunca habla de él.

Escuela para el Desarrollo


131
Concurso de Sistematizaciones / 2008

Por otro lado, la iglesia ha fortalecido este tipo de familia jerárquica, donde es el hombre
quien toma las decisiones por los integrantes de la familia. La mujer, los hijos e hijas deben
obediencia y respeto absoluto. En los alimentos —desde el modo de cómo se sirve la comida—
el hombre tiene el derecho a la mejor presa y los hijos hombres son servidos en igual forma.
Nadie reconoce el trabajo de las mujeres en el hogar. Ellas son las que se sacrifican y tienen
la carga como obligación y si se sale de estos cánones son juzgadas cruelmente, incluso por
las propias mujeres conservadoras.
Las regidoras durante su gestión fueron víctimas de esta violencia en forma permanente: aban-
dono del marido, soledad en el proceso de enfrentar nuevas experiencias y aprendizajes,
calumnias, intrigas, etc.
Debemos de resaltar que las regidoras siempre tienen que estar demostrando su fidelidad y
su honor al interior de la familia. La presencia de un hombre con varias mujeres no es cues-
tionado y hasta es visto normal por la sociedad local. Por el contrario, una mujer con más de
un hombre, generalmente es mal vista, tratada como una mala mujer, un mal ejemplo para la
familia y algunas veces incluso comparada con las prostitutas.
La democratización, que en general se piensa sólo en el ámbito público y para las relaciones
políticas, tiene el desafío de extender las responsabilidades del Estado garantizando el ejerci-
cio de derechos para todos y cada uno de los miembros de la familia, y asímgarantizar que no
haya relaciones de explotación, subordinación, violencia o abuso al interior de las familias.

Escuela para el Desarrollo


132
VI
A modo de conclusión

Reflexiones finales
Cuando miramos los resultados del concurso nos damos cuenta que nos ha servido para
descubrir a las mujeres como autoridades. En esta nueva etapa que empiezan a cumplir, las
vemos como mujeres, como políticas y liderezas.
Miloslavich nos dice que después de 10 años de concurso hay experiencias demostrables
que los proyectos que tuvieron mayor vínculo con la municipalidad tienen mayor posibilidad
de sostenibilidad y de ser exitosos
En los años 90 cuando se inicia el concurso —que coincide con la dación de la ley de cuo-
tas— existían grupos de poder que tenían resistencia a la cuota de género. Esto nos permite
demostrar que las mujeres que llegaron al poder, sí sabían lo que hacían y que sí les interesa-
ba la política y tenían ideas al respecto, por lo que apostamos a que aquellas que ya estaban
involucradas, lo que había que hacer era mejorar su nivel de participación.
Si bien el proceso de los concursos que convoca Flora Tristán ha permitido desarrollar ca-
pacidades en gestión. Es importante subrayar que ha abierto un espacio importante para las
mujeres en su condición de autoridades para que ejerciten el derecho a enfrentarse con nue-
vos retos, como es la toma de decisiones, enfrentarse a una cultura del poder de arriba hacia
abajo donde las mujeres no están presentes
en la cuota de poder.
A través de la actuación de las regidoras se
constata que las relaciones de poder siguen
siendo patriarcales. Éstas siguen siendo las
que predominan en la cultura de nuestros
pueblos y agudizan las contradicciones en
el espacio político. Se puede constatar lo
que las feministas manifiestan; que para que
las mujeres estén en el poder tienen que rom-
per barreras a fin de ejercer su derecho de
participación en los espacios de decisión. Y
que no sólo es romper con estructuras de po-
der al interior de la gestión sino que tienen
que luchar contra las barreras culturales que
existen en sus pueblos; que tienen que enfren- Clausura taller de capacitación
tarse a la sociedad para salir de los espacios

Escuela para el Desarrollo


133
Concurso de Sistematizaciones / 2008

privados, conquistar los espacios públicos y hacer que se acepte que esos espacios también
les pertenecen.
La falta de institucionalidad de las políticas de género en nuestro país es una constante, las
regidoras han tenido que enfrentarla. Al ocupar un espacio en la municipalidad, se han encon-
trado con presupuestos irrisorios para los programas sociales, poca importancia del trabajo
en las DEMUNAS. Ellas han contribuido a que se visibilicen estos problemas en la comunidad
y han tenido que enfrentarse para cambiar la actitud del clientelaje por la participación y el
derecho a ejercer su ciudadanía.
La poca credibilidad que tiene el trabajo de las mujeres fuera de la esfera familiar, es otro reto
que tuvieron que afrontar, y por ultimo tener que estar permanentemente demostrando que
son capaces de realizar acciones tan igual o mejor que los varones. Sin embargo, han tenido
que buscar la calificación de los varones de la comunidad —lo que todavía es un obstáculo,
por cierto— para ser aceptadas en espacios que han sido construidos como exclusividad de
ellos. Ha sido un logro tener que ser aceptadas como autoridades en todos los espacios co-
munales.
Me parece valioso reflexionar el cómo las mujeres llegan a representar a sus organizaciones
—que en el imaginario de las comunidades no estaban previstas— y que ellas lleguen a ejercer
el poder en los espacios de decisión política local.
En el caso de la experiencia de las concursantes tuvieron que enfrentar la idiosincrasia de su
comunidad y debieron romper las barreras de las relaciones de poder, para acceder a esos
espacios, demostrando su capacidad para gobernar.
El éxito del concurso no está sólo en que las mujeres participen y ganen un premio, sino como
éste las lleva a demostrar que son capaces de gestionar. Este premio las afianza como lidere-
zas para realizar una buena gestión, contribuyendo para que otras mujeres, junto a ellas, se
empoderen y puedan lograr espacios de asociatividad y así mejorar sus condiciones de vida.
Flora Tristán apuesta por la participación política de las mujeres y creemos que no se equivo-
ca, por el contrario contribuyó para que las mujeres no sólo realicen una gestión ligada a los
programas alimentarios, sino que dieron el salto cualitativo y pudieron gestionar un proyecto
y presentar propuestas que luego articularon a los procesos de descentralización como son
los Presupuestos Participativos.
Concluimos EN que las regidoras impulsaron políticas de género al interior de los municipios
y participaron en otros espacios creados por la descentralización, como, el presupuesto par-
ticipativo. Ellas se empoderaron y lograron cambios en sus vidas, lo que nos hace ver que
no volverán a ser las mismas, porque ahora conocen y saben de sus derechos, tanto dentro
del gobierno local, en las organizaciones comunales, así como en su familia, convirtiéndose
en mujeres corajudas capaces de presentar un nuevo perfil de la mujer política de las zonas
rurales de nuestro país. Sin embargo, para que las mujeres perseveren en su trabajo, hay que
tener en cuenta lo que dice Diana Miloslavich:
...no me atrevería a decir que se han modificado las estructuras, lo que sí han
logrado las regidoras y alcaldesas participantes del concurso es democratizar el
municipio y han complejizado la mirada del desarrollo ampliando su visión.
Es importante concluir que las regidoras que participaron del concurso saben que ahora no
pueden seguir actuando sin propuestas. Tienen el convencimiento de que hacer política signi-

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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

fica presentar planes, programas a favor de las mujeres, contar con una agenda. Ir con pro-
puestas para que ganen el derecho a intervenir políticamente y no las incluyan como “relleno”
en las listas electorales. Es importante internalizar la idea de la construcción de un partido po-
lítico que garantice a su interior el ejercicio de mando en todas sus instancias tal que garantice
en su actividad externa espacios de discusión sobre la equidad e igualdad de género.
Los partidos políticos deben asumir la responsabilidad de crecer y ser sostenibles en el tiempo,
más allá de los procesos electorales. Deben implementar herramientas a su interior —como la
comisión de la mujer, trabajo autónomo de las mujeres, etc.— para que las mujeres se incorpo-
ren a sus organizaciones y den un salto cualitativo en su actividad política y social.
Visto globalmente, la política nacional, podemos decir que la presencia de mujeres regidoras
se ha debido a que el movimiento feminista encabezado por Flora Tristán y otras organizacio-
nes han logrado una legislación favorable a las mujeres. Creemos que la Ley de Cuotas ha
permitido una presencia progresiva de las mujeres en los espacios locales de poder; todavía
no masiva pero sí significativa. Esta ganancia ha sido mucho más beneficiosa para las mujeres
de los sectores más apartados y donde la presencia del Estado es casi nula. Ahí en donde el
municipio es quien imparte las políticas locales es donde las mujeres han logrado incorporar-
se. Este año ha sido uno de los más importantes para el movimiento, porque se ha logrado la
Ley de Igualdad de Oportunidades, que se convierte en una de las mejores herramientas para
cambiar las condiciones de inequidad de las mujeres de nuestro país.
Otra conclusión a la que arribamos es que el proceso de descentralización se convirtió en
una oportunidad para que Flora Tristán impulse a las autoridades mujeres empoderándolas y
desde estos espacios generar políticas a favor de las mujeres realizando gestiones eficientes
y eficaces.

Lecciones que nos brinda la experiencia


Una lección que podemos sacar de esta sistematización es que las mujeres rompen con es-
quemas culturales para enfrentar nuevos retos. Ellas, cuando lograron el premio, desconocían
cómo ejecutar un proyecto, sin embargo desarrollaron en poco tiempo habilidades para llevar
adelante su proyecto, que ejecutan no sólo de manera técnica sino que buscaron implementar
nuevas habilidades para presentar resultados exitosos.
Eleodora Quispe tiene actualmente la microempresa de mujeres que tejen en telares sus alfom-
bras y las venden en el mercado de Huamanga.
Úrsula Tunque sigue ligada a las mujeres de la organización de elaboración de hilos de alpaca
Presentaran su proyecto al proceso de Presupuesto Participativo para lograr sostenibilidad.
Anita Camino, ha logrado cambiar los estatutos de las comunidades campesinas y ahora
están siendo incorporadas las mujeres en los espacios de decisión de su comunidad, además
está impulsando acciones para que el resto de comunidades puedan seguir incorporando
cambios en sus estatutos comunales.
Vilma de la Cruz ha logrado que su empresa de mujeres desplazadas continúen trabajando,
implementando nuevas tecnologías productivas para la producción de hortalizas y transfor-
mación de productos.

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

Los montos del premio no fueron muy grandes, sin embargo fueron suficientes para generar un
impulso para que las mujeres puedan llevar adelante su proyecto.
El concurso les ha permitido cumplir con la ejecución de su proyecto y las ha posicionado po-
líticamente en su comunidad y ante las organizaciones sociales. Se han empoderado, porque
han perdido el miedo a hablar y han sido capaces de enfrentarse a los regidores para que las
respeten y sean vistas como madres y como mujeres capaces de dirigir un proyecto que tiene
resultados y conllevan a mejorar la presencia de las mujeres en sus comunidades.
Considero que es importante valorar cómo las mujeres que entran en el espacio político —a pe-
sar que continúan realizando su tarea doméstica— empiezan a ser consideradas en su condición
de mujer autónoma, desarrollando nuevas formas de construir familias, con criterios horizontales,
democráticos. Sus hijas e hijos las convierten en un referente para una vida diferente.
También podemos dar cuenta de que los hombres que se encuentran ejerciendo cargos de
poder político todavía no se acostumbran a compartirlo con las mujeres. Éstas siguen siendo
consideradas ajenas a ese espacios.
Los hombres sienten que pierden autoridad en sus casas y en la comunidad cuando tienen
que aceptar la presencia de las mujeres en igualdad de condiciones que el poder que ellos
ejercen no deberia ser refutado por las mujeres. Es un asunto que todavía no ha sido cuestio-
nado. Su comportamiento de patriarcas al interior de las municipalidades y sigue permitido y
aceptado. Los alcaldes en su mayoría son caudillos que no realizan trabajo mancomunado,
sino toman decisiones unilaterales, con mayor oposición si se trata de propuestas hechas por
mujeres. En otras palabras, las estructuras de poder siguen intactas y en lo que se ha avanza-
do es en democratizar los gobiernos locales y regionales.
La descentralización en nuestro país contribuyó a que las mujeres puedan estar presentes
en cargos de poder y se empiecen a generar propuestas a favor de ellas. Los alcaldes que
contribuyeron con el proyecto cofinanciado por el Presupuesto Participativo, han generado
proyectos sostenibles y han garantizado su éxito. Además, han permitido que las regidoras se
articulen con sus organizaciones sociales. La descentralización —si bien es un proceso nuevo
en nuestro país—, ha permitido la participación ciudadana; sin embargo debemos decir que
no se convierte en una garantía para la participación de las mujeres porque, para estar en
este proceso, las mujeres han tenido que empoderarse y buscar cómo romper consabidas
barreras para incorporarse a los espacios creados.
Flora Tristán acertó en la decisión de contar con equipos de asesoría técnica para la ejecución
de los proyectos por las regidoras. Esto permitió que las mujeres tengan soporte para desarro-
llar determinadas actividades con orientación profesional.
Es lamentable que a pesar del esfuerzo que se ha desarrollado por parte de las feministas,
aun no hemos podido romper con las estructuras en poder establecidas, razón por la que las
mujeres que ejercen política tienen que enfrentarse a un poder que les permite algunas prerro-
gativas, pero no en igualdad de condiciones. Los cambios están más de las veces establecidos
por la voluntad política del alcalde. La cuota de género ha sido una conquista para lograr que
las mujeres entren al poder, pero este sistema patriarcal aún impide que estemos a la cabeza,
por lo que seguimos con porcentajes bajos de presencia de mujeres como alcaldesas.
La falta de institucionalidad que existe en las instancias del Estado —y dentro de él los gobier-
nos locales—, no son garantía para la permanencia de las políticas de género; por lo que, si

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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

no se tienen mujeres capacitadas y empoderadas que exijan la continuidad de estas políticas,


nuevamente las mujeres no tendrán acceso a los espacios de concertación local, regional y
nacional.

GANADORAS DE CONCURSO
INICIATIVAS LOCALES PARA EL AVANCE DE LAS MUJERES
PERIODO 2004 — 2007

Municipalidad
Año Puesto Participante Cargo
Distrital Provincial
Ayacucho
Primer Mary Luz Solgorre
Regidora Provincial Parinacochas
Arias

2004 Segundo Felicitas Quichca


Regidora Distrital Paras Cangallo
Jayo
Hermelinda Dora
Tercer Regidora Distrital Chumpi Parinacochas
Escobar Huamaní
Primer Esperanza Yupan- San José
Regidora Distrital Huamanga
qui de Ventura de Ticllas
Sandra B. Rojas
2005 Segundo Regidora Distrital Lucanas Lucanas
Sandoval Cupé
y tercero
Cresencia Pillpe
Regidora Distrital Canaria Fajardo
Argumedo
Vilma Dionisia de la Carmen
Primer Regidora Distrital Ayacucho
Cruz Alto
2006 Segundo Rocío Arquiñego Regidora Provincial Lucanas
Waldetrudis Calde-
Tercer Regidora Provincial Huancasancos
rón Alanya
Sonia Allpacca
Primer Regidora Distrital Tambo La Convención
Gómez
Presidenta Come-
2007 Segundo Mary Luz Solgorre dor Popular Choc- Cora Cora Parinacochas
cñopampa
Martina Mendoza
Tercer Regidora Distrital Chuschi Cangallo
Conde

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

Municipalidad
Año Puesto Participante Cargo
Distrital Provincial
Cusco
Primer Evelina Terrazas Andahua-
Regidora Distrital Quispicanchis
Valdivia ylillas
Segundo Yrma Cárdenas
2004 Regidora Distrital Cusipata Quispicanchis
Yupanqui
Nelly Cáceres
Tercer Regidora Distrital Lamay Calca
Mariscal
Teodoria Olga
Regidora Distrital Lucre Quispicanchis
Mendoza
Primer
Rocio Elizabeth
Regidora Distrital Maranura La Convención
Cuba Rossell
2005 Virgilia Hortensia
Segundo Regidora Distrital Maras Urubamba
Llava Gamarra

Fedia Castro Mel-


Tercer Regidora Distrital Canaria Fajardo
garejo de Gutiérrez

Beatriz Luzgarda
Regidora Distrital Urcos Quispicanchis
Yabar Gutiérez
Primer
Lucía Monteagudo Guaylla-
2006 Regidora Distrital Urubamba
Luna bamba

Anita Lucía Camino


Tercer Regidora Distrital San Pedro Canchis
Morón
Celia Huamán
Primer Regidora Provincial Calca
Mendoza
Rosa Achahuanco
Segundo Regidora Distrital Canchis
2007 Aedo

Mercedes Ccori-
Tercer Regidora Distrital Santiago Cusco
manya Llavilla

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Iniciativas locales para el avance de las mujeres: Una experiencia de promoción de las mujeres de municipios pobres de las zonas rurales de Ayacucho

Municipalidad
Año Puesto Participante Cargo
Distrital Provincial
Huancavelica
Rómula Curasma Distrito de
Regidora Distrital Huancavelica
Chocca Palca
Primer
Clemencia Antonio Nuevo
Regidora Distrital Huancavelica
de García Occoro
2004
Segundo Ricardina Velarde Julcamar-
Regidora Distrital Angaraes
Rico ca

San An-
Eleodora Quispe
Tercer Regidora Distrital tonio de Angaraes
Pariona
Antaparco

Sabina Leonor Sán-


Primer Regidora Provincial Tayacaja
chez Guerrero
María Esther Suá-
2005 Segundo Regidora Distrital Ticrapo Castrovirreyna
rez Olivares
Eugenia Sullca
Tercer Regidora Distrital Congalla Angaraes
Chiquiyauir
Úrsula Tunque
Primer Regidora Distrital Ascensión Huancavelica
Quispe
Luz Blanca Bautista
2006 Segundo Claudio
Regidora Distrital Izcuchaca Huancavelica

Norma Breña Apu-


Tercer Regidora Provincial Huancavelica
mayta

Lucía Martínez Huayll-


Primer Regidora Distrital Huancavelica
Huaroc ahuara
Maura Mallma
Segundo Regidora Provincial Angaraes
2007 Gutiérrez

Presidenta de la
Eusebia Ccasani Angaraes
Tercer Miniempresa de Congalla
Barreto
Recursos Naturales

Fuente: Programa Participación Política y Descentralización, CMP Flora Tristán.


Elaboración: Ángela Mariela Benavides

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Concurso de Sistematizaciones / 2008

CUADRO DE NÚMERO DE PARTICIPANTES POR A

Año Participantes
1997 57
2000 67
2004 72
2005 62
2006 66
2007 157

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ACTA DEL JURADO
VII CONCURSO DE INICIATIVAS LOCALES PARA EL AVANCE DE LAS MUJERES
CONVOCADO POR EL CENTRO DE LA MUJER “FLORA TRISTÁN”

El Jurado Calificador, conformado por Edith Montero (DIAKONIA), Luis M. Sirumbal (ANC) y Diana
Miloslavich (Flora Tristán), se instaló el día 04 de junio del 2007, a las 14 horas para deliberar sobre
las iniciativas presentadas al concurso.
El número total de iniciativas presentadas fueron 157, de las cuales hubo 69 de Ayacucho, 37 de
Huancavelica y 51 de Cusco. Los primeros premios para cada región son de 1,000 dólares, los se-
gundos de 500 dólares y los terceros de 300 dólares, de acuerdo a las bases.
Este año se han considerado dos premios especiales. El premio para “la mejor iniciativa a favor de las
niñas, niños y adolescentes” (500 dólares). Para este premio se presentaron 42 iniciativas, siendo 22
de Ayacucho, 6 de Huancavelica y 14 de Cusco. El segundo premio para “las acciones municipales
preventivas en VIH/SIDA” (1000 dólares). Se presentaron 14 iniciativas de las cuales 6 son de Ayacu-
cho, 2 de Huancavelica y 6 de Cusco.
El Jurado felicita a las Regidoras, Alcaldesas y organizaciones de mujeres que participaron, y decidió
dar como ganadoras a las siguientes propuestas:
Región Ayacucho: se otorgó el Primer Premio a la Regidora Sonia Allpacca Gómez de la Municipali-
dad Distrital del Tambo; el segundo Premio a la presidenta Mary Luz Solgorre del Comedor Popular
Choccñopampa de Parinacochas; y el Tercer Premio a la Regidora Martina Mendoza Conde de la
Municipalidad distrital Chuschi.
Región Huancavelica: se otorgó el Primer Premio a la alcaldesa Lucía Teófila Martínez Huaroc de la
Municipalidad Distrital de Huayllahuara; el segundo Premio a la Regidora Maura Mallma Gutiérrez de
la Municipalidad Provincial de Angaraes; y el Tercer Premio a la presidenta Eusebia Ccasani Barreto
de la Miniempresa de Recursos Naturales del distrito de Congallla.
Región Cusco: se otorgó el Primer Premio a la Regidora Celia Huamán Mendoza de la Municipalidad
Provincial de Calca, el segundo premio a la
Regidora Rosa Achahuanco Aedo de la Municipalidad distrital de Canchis; el Tercer Premio se le
otorgó a la Regidora Mercedes Ccorimanya Llavilla de
la Municipalidad Distrital de Santiago.
El premio especial “Iniciativas a favor de las Niñas, Niños y Adolescentes” ha sido otorgado a la regi-
dora Serly Figueroa Mormontoy de la Municipalidad Provincial de Cusco.
El Premio Especial “Acciones de Prevención del VIH—SIDA” se le otorgó a la Regidora Maura Almei-
da Taboada de la Municipalidad Distrital de Vilcashuamán.

Edith Montero Luis Sirumbal Diana Miloslavich


Representante Perú Diakonía Presidente ANC CMP Flora Tristán

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CONCURSO DE SISTEMATIZACIONES 2008
Se terminó de imprimir en noviembre de 2008
en los talleres gráficos de SINCO editores
Jr. Huaraz 449 - Breña • Teléfono 433-5974
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