Vigilia Nocturna Ante Jesús Eucarisitia
Vigilia Nocturna Ante Jesús Eucarisitia
Vigilia Nocturna Ante Jesús Eucarisitia
Señor creo firmemente que estas aquí, que ves, que me oyes y que amas. Te adoro
señor con profunda reverencia. Te pido perdón de mis miserias, pero sobre todo tu
Gracia para estar este momento junto a ti con profunda devoción. Sé que estas aquí
por tu promesa: “donde dos o tres se reúnen en mi nombre allí estaré”
Aquí estoy, mi Dios, ante Ti, tal como soy ahora. Estoy de rodillas ante Ti, Señor,
tranquilo y en paz. Estoy en tu presencia y me dejo conducir. Me abro a tu
proximidad, Tú eres la fuente de mi vida, la fuerza de vida que me traspasa. Tú eres
mi respiración que me conduce. Deja que tu paz habite en mí.
Concédeme la gracia de dejarme limpiar por Ti, ser vasija que se llena de Ti, mi Dios.
Que todos mis pensamientos y sentimientos, mi voluntad y libertad estén orientados
hacia tu servicio y alabanza, mi Dios fuente de vida. Así sea. Amén.
Señor Jesús, nuestros ojos te miran con fe y te contemplan bajo las especies de Pan y
Vino. Contigo queremos andar el camino de tu Evangelio y de tu Misterio Pascual.
Tú eres, Señor, la Luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo, y la Vida
verdadera que nos llena de alegría. Queremos contemplar esa Vida y Luz que
alumbra nuestra fe. Tú eres nuestra firme esperanza. Levantamos nuestras manos
en oración y búsqueda de tu gracia: haz que nuestros corazones inquietos te
encuentren siempre.
Te adoro con devoción, a Ti Señor Jesús, oculto bajo las sagradas especies de pan, a
Ti mi corazón se somete totalmente, pues al contemplarte, se siente desfallecer por
completo. La vista, el tacto, el gusto, son aquí innecesarios; sólo con el oído se llega a
tener fe segura, de que Tú estás aquí presente. En la cruz se ocultaba la Divinidad, en
la Hostia se oculta hasta la humanidad.
Yo, creo y confieso que Tú estás aquí presente con tu cuerpo, tu alma y divinidad. Te
pido como el ladrón arrepentido perdón por las veces que no te he visto presente en
el Santísimo Sacramento del Altar y te digo como Tomás: Dios mío., porque Tu eres
mi Señor y mi Dios.
Haz que crea yo en ti más y más, que espere en ti y te ame. Pan - vino, que das vida
al hombre! Da a mi alma, que viva y disfrute siempre de tu dulce sabor.
Señor, límpiame de mis pecados con tu sangre, cuyas gotas pueden limpiar al mundo
entero de todo pecado.
¡Oh Jesús, a quien ahora veo velado! Te pido que se cumpla lo que yo tanto anhelo:
que viéndote finalmente cara a cara, sea yo dichoso con la vista de tu gloria. Amén.
De rodillas yo te pido
Que el día cuando tu me llames sea como hoy
Para mirarte a los ojos y poderte decir
Que como no te voy a adorar
Dios Padre Todopoderoso Creador de los Cielos y de la Tierra, de todo lo invisible e
invisible. Padre amadísimo: en unión con la Virgen María, los Ángeles y los Santos te
hablo humildemente en el Nombre de Jesús; te exalto por tu grandeza inigualable; te
alabo por todas tus perfecciones y atributos. Te adoro y te doy gracias por el regalo
de mi vida; por permitirme estar en tu Presencia Santa. Padre amado conoces mi
intención; sabes que somos oprimidos por aquellos espíritus rebeldes que nos
incitan al pecado y que nos hacen estar lejos de ti. Señor, yo he pecado por mi propio
deseo, y te confieso mi culpa, por favor borra las huellas de mi pecado y acepta mi
Oración en el Santo Nombre de Jesús.
Sáname señor
hoy quiero vivir
dame tu amor sin ti no puedo ser feliz
sáname señor
líbrame del mal
toca el corazón para alcanzar la santidad.