El Informe

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EL INFORME

Una guía para escritores aprendices


Un tema se convierte en investigación
Todos tenemos temas que nos apasionan en un momento determinado, pero no todos hacemos
necesariamente algo con esos temas. A veces, porque simplemente no nos interesa y otras, porque no hemos
llegado a comprender que la realidad es investigable, es decir que podemos seguir aprendiendo acerca de
algo, a través de la búsqueda de más información.
A menudo, en los prólogos de sus libros, los estudiosos de distintas firmas cuentan cómo llegaron a
interesarse por un tema, qué método utilizaron para seguir obteniendo información y de qué manera
decidieron lo que iban a dar a conocer a sus lectores. Y es allí, en esos tres pilares, donde se asienta el
secreto de toda buena investigación: un tema interesante, un método eficiente para recopilar datos y un buen
trabajo de escritura que tiene en cuenta el interés de los posibles lectores. O sea, qué se estudia, cómo se
estudia y cómo se expone.
Para qué escribir un informe
Si en la escuela se brinda la oportunidad de escribir un informe, es decir, texto que reúne la información
obtenida sobre algún tema, este trabajo dará a comprender cómo acercarse a una cuestión y profundizar en
ella. Resulta siempre un desafío exponer en un texto nuestros conocimientos -y nuestra particular forma de
abordarlos. Pero si el informe que vamos a escribir es el primero, entonces se trata de un doble desafío,
porque también es necesario aprender en el proceso los pasos básicos para el manejo de información.
En principio, debemos comprender que adquirir conocimientos sobre tema incluye diversas etapas: recopilar
la información, sintetizarla, organizarla, finalmente, escribir el informe.
Tal vez sea necesario escribir dos o tres informes para dominar estas realidades. Y lo más probable y
razonable es que el primer informe resulte una tarea compleja. Por esta razón, conviene no extenderse; dos o
tres páginas bastarán para experimentar cómo decir algo, cómo desarrollar una idea, cómo fragmentar en
bloques la información, qué decir y qué no, etcétera.
Cómo observar nuestro tema

Al enfrentar una investigación de cualquier tipo, es recomendáis gistrar de alguna manera todo lo que
sabemos y asociamos con el tt Este proceso justamente nos dará la oportunidad de delimitar los aspecto más
interesantes para escribir.
Los especialistas en enseñanza de la escritura dicen que hay dos buenos métodos para pensar en lo que uno
sabe respecto de un tema: la lista de ideas (sin un orden específico) y la red de ideas. La siguiente es una
posible red de ideas para pensar en el tema "Elefantes": En una red tenemos la representación de las distintas
áreas de un tema. Obviamente, si nos dedicamos a investigar el subtema de la memoria de los elefantes,
convendrá estudiar al mismo tiempo la historia de su persecución por el valor de los colmillos. Es un buen
principio poner límites precisos al tema seleccionado.
Si se decide estudiar la memoria de los elefantes, una ayuda importante será la formulación de preguntas (lo
que queremos saber y no sabemos). La siguiente es una red de preguntas posible para ese subtema.

Veamos a continuación otra red de preguntas para pensar, en cambio, la vida familiar de los elefantes. Los
interrogantes que guiarán la investigación son muy diferentes en un caso y en otro:

Al realizar distintas redes de preguntas, podemos tantear el interés que determinados subtemas tienen para
nosotros. Un tema general como "los elefantes'' puede generar informes de investigación muy distintos
según los interrogantes a los que responda.
Cómo obtener la información necesaria
¿Cómo ser un usuario eficiente de la información?, ¿a qué sitios acudir? ¿Qué fuentes documentales
consultar? El problema al que deberá acostumbrarse el hombre del nuevo milenio no será el de carecer de
información sino el de manejarse con enormes cantidades de datos.
Al comenzar nuestro trabajo de recopilación de información, deberemos pensar lo siguiente:
-Podemos tener ciertos conocimientos sobre nuestro tema por experiencias directas. Convendrá, entonces,
que hagamos una especie de memoria escrita sobre lo que consideramos que podrá incorporarse a nuestro
informe. Si vamos a realizar nuevas observaciones, tendremos que tomar notas sobre lo observado.
-Podemos buscar a algún especialista del tema para entrevistar. Esto no es tan difícil como pensamos, la
mayoría de la gente disfruta cuando alguien le propone una entrevista. La mayor dificultad será localizar a
alguien con conocimientos sobre nuestro tema. Luego, basta con conseguir un grabador y tomar notas sobre
todo lo hablado. La entrevista deberá planificarse, porque son nuestras preguntas las que guiarán al
entrevistado hacia lo que queremos saber. Debemos aprender a formular preguntas interesantes y a recoger
las respuestas en forma rápida en caso de que no contemos con un grabador.
El interés de la entrevista reside en que, además de acercarnos a nuevas informaciones, nos brinda la
posibilidad de considerar otro punto de vista distinto del nuestro. Y las perspectivas divergentes enriquecen
toda investigación.
-Si tenemos la posibilidad de acceder a un especialista, será bueno consultarlo también sobre la bibliografía
que podemos utilizar para el tema.
Podemos consultar material impreso de todo tipo: diccionarios, enciclopedias, revistas de divulgación
científica que no sean para especialistas, ensayos sobre el tema, mapas y fotografías, etcétera. Sin embargo,
no debemos consultar al azar, a riesgo de perdernos
con tanto material impreso. Tenemos que hacer un plan de consulta: conviene ver primero alguna obra de
carácter general para tener una visión amplia de nuestro tema. En estas primeras lecturas, se debe dar
prioridad a lo más accesible y a todo lo que nos haya recomendado el especialista que nos asesoró. Más
tarde, podemos consultar materiales más complejos y, como sabemos de antemano el aspecto que nos
interesa, iremos directamente a esos puntos y sobre ellos tomaremos apuntes.
Al comenzar a tomar notas sobre lo que leemos, no debemos olvidar hacer la ficha bibliográfica de cada
libro consultado para que luego forme parte de la bibliografía de nuestro trabajo. Esta es una forma
convencional de hacerlo:
LÓPEZ, Guillermo. Elefantes de todos los tiempos. Buenos Aires, Colihue, 1998.
-También es posible informarse a través de películas de video, filmes o diapositivas.
-Finalmente, hacer una consulta de material digital disponible sobre el tema. Desde un CD ROM hasta una
base de datos a través de la Internet, todos los textos que puedan llegar a la pantalla de la computadora son
otra fuente más de información. Además, consultar a través de la red permite buscar más bibliografía en los
catálogos de grandes bibliotecas y centros de documentación.
A medida que se lee y se recopila información útil, se debe almacenaría de alguna manera, en fichas o en
archivos de texto en procesador. El paso siguiente será sintetizar esa información para poder organizarla. Al
tomar notas no hay que "copiar" simplemente lo que se lee, sino Traducirlo a nuestra manera, para poder
comprender mejor el contenido.
Además conviene anotar también lo que nosotros pensamos al respecto poniéndolo, por ejemplo entre
corchetes, para diferenciar nuestras opiniones de la información anotada.
Informe: ¿relato de viaje, ojo de cámara o relato de vida?
Cuando llega el momento de encontrar una organización para todos los datos y las informaciones que se han
recopilado, será bueno pensar algún plan de escritura. Tal vez sea útil considerar lo siguiente:
¿Queremos relatar paso a paso lo investigado, desde el inicio y en forma cronológica, según el modo
en que nos fuimos acercando al tema?
El relato de sucesos observados es una forma básica de comunicación del pensamiento y del conocimiento.
Podemos, por lo tanto, encontrarnos con informes que presentan las ideas y los datos que se fueron sumando
a la investigación en forma cronológica. Cuentan la investigación paso por paso, en distintas secuencias
ordenadas que pueden asimilarse a una narración. Este tipo de informes muy bien podría llamarse relato de
viaje de una investigación, porque de alguna manera pretende que quien lee pueda repetir el mismo
itinerario que hizo el autor. Además, con este procedimiento podemoscuidar el interés de los lectores,
porque se crea una especie de suspenso sobre los resultados finales de la investigación.
¿Queremos mostrar lo investigado a través de la descripción de particularidades?
En este caso, no es necesario un orden cronológico de presentación de los datos. Se elige el orden más
conveniente para la exposición, por ejemplo, de lo general a lo particular, de una visión panorámica a una
visión en detalle; o se comparan características y propiedades y se las evalúa. Este tipo de informe se
comporta como el ojo de una cámara cinematográfica, que enfoca determinado aspecto y se detiene en él. Lo
describe, lo atraviesa,
lo ubica, lo relaciona con otras cosas. Deja en el lector la sensación de haber conocido en profundidad el
objeto de estudio.
¿Queremos organizar por ciclos de vida lo investigado respetando una secuencia?
Este tipo de presentación es muy frecuente en los libros sobre animales, en las historias del hombre sobre la
Tierra, en las historias del arte, etcétera. Implica presentar una historia en forma evolutiva; con períodos de
crecimiento, transformaciones y declinaciones. No es necesario comenzar siempre por el ciclo de
"nacimiento", puede comenzarse por el momento actual y retroceder hasta los inicios, como se hace muchas
veces para contar la historia del universo.
Nuestro plan de escritura puede consistir en un título y un índice general, en el que damos una ubicación
provisoria a todo lo que queremos escribir. Veamos dos ejemplos:
Informe
¿Qué sabe Ud. de la vida privada de los elefantes?
1. Características de la manada.
2. Habitat característico.
3. Razones para viajar.
4. Relaciones con otros animales.
5. Relaciones con el hombre.
Informe
¿Qué sabe Ud. de la vida privada de los elefantes?
1.En el comienzo de la vida.
2. Los primeros aprendizajes.
3. La madurez sexual.
4. La transmisión de la experiencia.
5. La vejez de un elefante.
EL MOMENTO DE LA ESCRITURA
Si se ha recopilado suficiente información sobre el tema, posiblemente surja el entusiasmo por poner en
forma definitiva y por escrito nuestro informe. Lo importante será no perder de vista el plan de escritura que
hemos trazado y tratar de responder con información a ese proyecto inicial.
Una cuestión clave para tener en cuenta en el momento de escribir consiste en pensar en quiénes serán los
lectores de nuestro informe. Esto influye en la forma de presentar la información y de explicarla. Si, en
principio, el informe circulará entre el grupo de nuestros compañeros, debemos presentar la información en
forma sencilla, dar detalles de nuestros descubrimientos y explicar los conceptos que utilicemos porque ellos
no están al tanto del tema como nosotros.
Recordemos que el texto total no debe ser muy extenso y que es muy importante cuidar la unidad temática
de sus párrafos para tener en cuenta el avance de la nueva información. Los párrafos de introducción y de
cierre se deben escribir al finalizar. Estos dos momentos se aprovechan en los textos para hacer una síntesis
de lo que se leerá o se ha leído, para hacer reflexiones sobre el tema o plantear dudas.
Cuando en el texto se reproducen las palabras exactas de un autor, hay que señalarlo. Si son pocas palabras
se emplean las comillas, y si es una cita más larga se usa la letra en bastardilla, o se destaca el fragmento,
separado del texto (luego de usar dos puntos), y dejando un margen mayor a la izquierda. Cada vez que
citamos, debemos mencionar el nombre de la persona de quien tomamos esas palabras. En una nota al pie,
podemos también incluir el nombre de la obra de la que fueron extraídas y los ciatos de edición. Veamos un
ejemplo:
Esto nos dice un investigador acerca de los elefantes:
“Otra característica de los elefantes actuales es que poseen el cerebro más grande
del reino animal. Su volumen puede alcanzar los 5.500 cm 3 (el de un humano anda
alrededor de los 1.400 cm3). Los lóbulos temporales (áreas ubicadas a ambos
lados del cerebro) son llamativamente grandes. Estos lóbulos, que en los seres
humanos son insignificantes, parecen estar relacionados con la memoria, y tal vez
sea esto lo que explique aquello de "tener una memoria de elefante"*
Luego, al pie de página se citará de la siguiente manera:

1 G. López, Elefantes de todos los tiempos, Buenos Aires, Colihue, 1998.

Paratexto y presentación
Cuando el texto está terminado, debemos pensar una página inicial, en la que se incluyan el título del
informe y nuestro nombre y apellido.
También podemos colocar la fecha, y algún dato sobre el lugar de producción del informe: el nombre de la
escuela, nuestro curso, etcétera.
Además debemos preparar con cuidado la página de la bibliografía, que colocaremos al final del trabajo, y el
índice, que puede estar ubicado al comienzo o al final, según las preferencias.
Es opcional incluir fotografías, dibujos, gráficos o cuadros, pero recordemos que siempre darán mayor
interés al texto y serán bien recibidos por los lectores.

Insólitamente y aunque resulte difícil de


creer, las orejas del elefante africano
tienen una forma similar al continente
donde vive mientras que las del elefante
asiático (o de la India) tienen un contorno
similar al actual territorio de la India

¿Qué es un epígrafe?
Se llama epígrafe al texto que se coloca debajo o al lado de una fotografía o ilustración. En general tiene la
función de guiar la mirada del lector para que observe algo en especial. Este procedimiento es muy usado en
publicidad para asociar una foto a una idea cualquiera que, en realidad, no surge con ella. Por lo tanto, el
epígrafe logra que el lector relacione una imagen con un pensamiento determinado.
Buscar un lector para nuestro texto
Uno de nuestros compañeros puede ser el primer lector del informe. Nos ayudará tener la opinión de alguien
que lee por primera vez el texto. En principio, nuestro lector podrá decirnos algo del interés que le produce,
y eso ya es un aporte de gran importancia. Si el texto no resulta bien recibido, tendremos que pensar en las
razones: quizás a nuestro compañero no le atrae en absoluto el tema, o nuestro texto no ha logrado una
exposición clara e interesante, o quizás tiene otros problemas.
Como el lector no ha recorrido de la misma manera que nosotros el camino hacia la comprensión del tema,
puede percibir que hay explicaciones que no se han dado, o que el texto abunda demasiado en detalles poco
interesantes. No todo el material de una investigación puede aparecer en el informe. Debemos elegir siempre
lo sustancial y presentarlo de la forma más concisa posible.
Las observaciones que nos hagan nos permitirán mejorar el texto. Ya sea en los niveles más superficiales
como la presentación o la ortografía, como en los niveles que tienen que ver con el sentido, como la forma
de ir presentando la información. Pero, aun antes de recibir comentarios, tenemos una manera de revisar
nuestro texto mirando en detalle diferentes cuestiones. Como ayuda para esta primera revisión,
mencionamos puntos clave para observar:
¿Las palabras están usadas en su sentido correcto?
¿Usamos los términos técnicos apropiados para abordar el tema?
¿Podría mejorarse una frase cambiando una palabra por otra (un sinónimo, un término de sentido más
acotado, etcétera)?
¿Repetimos excesivamente una palabra?
¿Usamos términos demasiado vagos?
¿Usamos la puntuación con algún criterio?
¿La separación en párrafos tiene que ver con el sentido del texto?
¿Consultamos algún libro sobre los usos convencionales en caso de duda?
¿Respetamos el orden sintáctico habitual?
¿Usamos oraciones con demasiadas proposiciones subordinadas?
¿Olvidamos poner el verbo principal en alguna oración?
¿Cuidamos el enlace entre oraciones (conectores, conjunciones, etcétera)?
¿Tienen unidad de sentido? ¿Contienen información suprimible? ¿Son demasiado largos o demasiado
cortos? ¿Se marcan con sangría?
¿Hay un índice?
¿Está bien pensado el título?
¿Hay subtítulos que orienten la lectura?
¿La presentación es cuidadosa (papel, Impresión, tamaño de la letra, etcétera)?
¿Tenemos en cuenta al destinatario del Informe?
Una segunda opinión experta: versiones
Luego de realizar una primera revisión del trabajo, buscando posibles errores gramaticales, léxicos, de
contenido y de adecuación del texto a una situación comunicativa particular, entonces podemos darlo a leer
nuevamente.
La mirada de alguien con más experiencia que la nuestra en lectura de textos (nuestro docente de Lengua, un
periodista o escritor conocido, un especialista en la materia) será de invalorable ayuda. Podrá hacernos
aportes sobre la claridad en la exposición del tema, y sobre cuestiones de construcción del texto.
Debemos acostumbrarnos a que quien nos lee pueda no entender lo que quisimos decir, aunque nosotros
pensemos que lo hemos dicho claramente. Muchas veces, decimos menos de lo necesario o lo decimos con
ambigüedad. Estos son los problemas que salen a la luz cuando alguna persona ajena a lo que nosotros
estuvimos pensando y reflexionando, lee el trabajo que elaboramos.
Podemos aprender mucho de la manera de escribir correctamente cuando leemos con atención las
observaciones que nos han hecho. A partir de ellas debemos releer nuestro texto, y modificar lo que ha
aparecido como incorrecto, confuso o complicado.
Problemas que pueden presentarse:
Hay una correlación temporal incorrecta entre las oraciones. ¿Qué observar? Los tiempos verbales.
Hay un uso incorrecto del gerundio. ¿Qué observar? Las construcciones con gerundio.
Hay una incorrecta concordancia entre sujeto-predicado. ¿Qué observar? El sustantivo núcleo del sujeto y el
verbo.
Hay una conexión referencial equivocada. ¿Qué observar? Palabras que se usan para referirse a algo ya
dicho.
Hay un mal uso de la puntuación. ¿Qué observar? Modificar la puntuación en el lugar mencionado y
observar cómo se modifica el sentido.
Hay otros problemas que se presentan en fragmentos largos que son más difíciles de sintetizar aquí. Por
ejemplo, cuando pasamos rápidamente de una información a otra sin detenernos a explicar. Estas cuestiones
son las que seguramente necesitan de la mirada experta de nuestro docente de Lengua para ser detectadas, y
para que nos sugiera cómo realizar la modificación.
Afortunadamente, en la actualidad podemos contar con los procesadores de texto. Esto ha hecho mucho más
sencilla la tarea de la revisión. Además, las distintas versiones no necesitan ser tipiadas nuevamente en su
totalidad, como en otras épocas. Esto nos permite centrar nuestras energías en los momentos problemáticos
del texto y olvidarnos de lo demás. Por otro lado, tenemos la ventaja de poder guardar nuestro trabajo en,
por lo menos, tres soportes diferentes: la memoria de nuestra computadora, un paquete y las hojas impresas.
Otros auditorios

Fuera del ámbito escolar, más allá del círculo de nuestros conocidos, podemos pensar en un público más
amplio que desconozca por completo el lema que hemos estado estudiando. Quizá podamos dejar nuestro
informe como material de lectura en alguna biblioteca popular, y nuestros lectores potenciales serán muchos.
Inclusive, es posible pensar en adaptarlo y reescribirlo en forma de nota para algún diario local. Esto
requerirá el trabajo extra de averiguar cuáles son las reglas para escribir un artículo de divulgación. Pero la
recompensa será el enorme crecimiento de nuestro auditorio. Como decía Carl Sagan, astrónomo y
especialista en divulgación científica: "Comprender el mundo es una alegría particular. Cuando las personas
comprenden algún aspecto de la naturaleza que no habían descubierto antes (por qué el cielo es azul, por qué
la Luna es redonda, por qué tenemos dedos) se sienten encantadas. Es una satisfacción por el conocimiento
en sí mismo. Indagar en los diferentes dominios científicos es una aventura intelectual, imprescindible para
nosotros y para los que nos rodean".
Al ensayar todo el proceso de escritura del informe, hemos atravesado ciertas dificultades que no
desaparecen con la experiencia, ni con el conocimiento profundo de una disciplina: encontrar un tema de
interés, localizar la información apropiada, transmitir con claridad y sin confusiones, son problemas que
también tienen los científicos, y que deben resolver cada vez que inician un nuevo trabajo. La ventaja de la
experiencia es que los distintos pasos se han hecho viejos conocidos, y es un placer volver a encontrarlos.
Como agregar referencias a una cita bibliográfica desde Microsoft Word

1. Vamos a la pestaña REFERENCIAS y hacemos click en INSERTAR CITAS: AGREGAR NUEVA FUENTE.

2. Se abrirá el siguiente cuadro que debemos completar :

3. Elegimos el tipo de fuente en la pestaña TIPO DE FUENTE BIBLIOGRÁFICA, puede ser un libro, un fragmento o
sección de un libro, un artículo de revista, un informe, un sitio web, etc.
4. Cada tipo de fuente bibliográfica requerirá completar datos diferentes: título, autor, año, número de página,
editorial y lugar de edición son los datos que se requieren con más frecuencia.
5. Una vez completado el gráfico, hacemos click en aceptar. Aparecerá junto a nuestra cita una leyenda como
esta:

Como armar el apartado BIBLIOGRAFÍA usando Microsoft Word


Esta es el formato establecido para citar según las normas APA. Luego, debemos incluir la cita bibliográfica completa
en el apartado de nuestro informe denominado BIBLIOGRAFÍA. Para hacerlo, debemos seguir los siguientes pasos.
1. Colocamos el cursor en una nueva hoja, dentro del mismo documento, y nos dirigimos nuevamente a la
pestaña REFERENCIAS.
2. Hacemos click en BIBLIOGRAFÍA.
3. Aparecerán automáticamente todas las obras que hayamos citado ordenadas alfabéticamente.

ACLARACIÓN: Esta herramienta de Word es muy útil y práctica para citar en nuestros trabajos las fuentes
bibliográficas que utilicemos y para armar nuestra bibliografía, pero ante dudas que pudieran surgir y ante la
imposibilidad de recurrir a este procesador de texto, sugerimos informarnos acerca de las normas APA. Para
hacerlo podemos dirigirnos al siguiente sitio web: http://normasapa.net/2017-edicion-6/

Como agregar una cita al pie con Micrososft Word


En ocasiones, debemos agregar aclaraciones a nuestros trabajos y no consideramos pertinente agregarlas en
el documento principal, ya sea por la extensión de las mismas, ya porque se refieran a la obra de algún autor
citado. Para esto, podemos valernos de citas numeradas que se colocan al pie de página del documento.
Hacer esto desde un procesador de textos es muy sencillo, solo debemos seguir los siguientes pasos:
1. Colocamos el cursor junto al texto principal al que nos referiremos en nuestra cita.
2. Nos dirigimos a REFERENCIAS y hacemos click en INSERTAR CITA.

3. La cita se insertará en el pie de página, numerada y lista para que escribamos en ella lo que
consideremos oportuno.

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