Crimen y Castigo

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Crimen y Castigo

Julián José Méndez Sierra


Para iniciar, creo que fue una obra bastante descabellada porque justifican un asesinato de
una usurera. Una usurera es una persona que es abusiva con sus negocios, es una persona
que se excede en el costo de sus préstamos y quiere obtener ganancias de un negocio a
costa del engaño. Dicho así, sonaría que es razonable castigar a alguien por su crimen y
malas conductas, pero Fiodor Mijailovich Dostoievski, no se centra en lo que es un usurero,
sino en el asesinato y la propia condena del personaje principal. Trayendo así el concepto
de la conciencia el cual es un elemento poderoso que nos subyace desde el interior
señalándonos qué está bien y qué está mal. Si esta obra llega a ser leída por una persona
que no ha cometido un crimen por necesidad, hambre y pobreza, tal vez no entienda el
razonamiento de las conductas del personaje, que así mismo estaba aun así condenado a
vivir con la culpa por su actitud transgresora. Esta obra se nota al desarrollándose a la
primera mitad del siglo XIX, en la República de Rusia.

Lo curioso de esta obra es que nos hacen ver desde los ojos de una persona que toma la
justicia por las manos. Rodia, el personaje principal de esta obra, es un simple estudiante
con problemas económicos que se cree héroe por una u otra manera querer resolver los
problemas que ya se hacen a su alrededor. Cree ser un ser extraordinario y eso le da la
libertad de decidir ya que quiere moldear el mundo de una mejor forma, pero no sabe a qué
costo podría salirle.
En esta obra se dan yacimientos psicológicos no solo como el del personaje principal, sino
también como el de la redención y arrepentimiento de un borracho a punto de morir, el de
su hija prostituta que mantiene su Fe en Dios mucho más que otros personajes a pesar de
sus circunstancias o el del notable acto que está en los paradigmas cristianos que es la
confesión el cual es la liberación de la culpa y del sufrimiento porque solo fue la confesión
la que llevó a Rodia y a cualquier ser humano de vuelta a la sociedad para vivir una vida
plena y sin peso en la conciencia. Todo eso para hacerlo caer en cuenta que la verdadera
prisión no era la que le iba a imponer la ley, sino la que ya se hacía en su propia mente
convirtiéndolo en un enfermo psicológico.

“-…Yo quiero ser como Napoleón: por eso maté.


¿Comprendes?... Al fin y al cabo, Sonia, yo
no he dado muerte más que a un vil y malvado.
- Ese gusano era una criatura humana.”
Crimen y Castigo. Fiodor Mijailovich Dostoievski

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