Templarios y Cátaros
Templarios y Cátaros
Templarios y Cátaros
Unos monjes que, renunciando a los bienes del mundo, abrazan una
vida sencilla, como simboliza el propio Sello de la Orden: dos monjes
sobre un mismo caballo. Este emblema también puede significar
conocimiento tanto del pasado como del futuro, o al ser andrógino del
Edén primordial, o quizá la conexión y confluencia inevitable del
esoterismo cristiano y árabe. Herederos de todas las tendencias
esotéricas, siguen las huellas de los esenios, quienes buscaban en Jesús
al Maestro de Justicia. Cristo deja de ser para ellos el Hijo de Dios y lo
conciben más bien como un símbolo solar que nunca llegó a encarnarse
y cuyo espíritu solo puede residir en los cuatro reinos, representados
por los cuatro brazos de la cruz.
Un caballero templario entiende que hay un Dios, una vida creada por
El, una verdad eterna y un propósito divino. En consecuencia está
implícito que la verdadera existencia y las bases históricas de la Orden
tenían por objeto: luchar contra el materialismo, la impiedad y la tiranía
en el mundo; defender la santidad del individuo, afirmando la base
espiritual de la existencia humana; buscar a Dios en los actos y
aumentar los niveles de moralidad, resaltando el amor y el respeto a los
semejantes; acrecentar el entendimiento entre las religiones; soportar
la pobreza, luchar contra la opresión, promover la libertad; mantener
monumentos, archivos de Historia Templaria; respetar todas las
creencias y apoyar el conocimiento de las ciencias.