251 Novena Calasanz
251 Novena Calasanz
251 Novena Calasanz
Aprendiendo a ser discípulos de Jesús en la Escuela de Calasanz
Rosario ‐ 2010
Colegio Cristo Rey
¿Cómo utilizar esta Novena?
Para celebrar la fiesta de Nuestro santo Padre, José de Calasanz, te
ofrecemos estas ayudas para la oración.
Puede emplearse en la oración al inicio de la clase, por ejemplo, invitando a
diferentes alumnos a que lean cada una de las partes.
Cada día se estructura de la siguiente manera:
1. Señal de la Cruz. Invocación inicial.
2. Lectura de un texto del Evangelio.
3. Reflexión.
4. Lectura de un texto de Calasanz.
5. Peticiones.
6. Oración final.
El eje central de ésta oración son las Bienaventuranzas, la Nueva Ley del
Reino que Jesús proclama en la cima de un monte. Calasanz, viviendo este
camino propuesto por Jesús, se hizo santo y nosotros, discípulos de las
Escuelas Pías, queremos seguirlo.
Por eso, en la reflexión, nos ayudamos con algunas frases de san José
Calasanz.
Luego de algunas peticiones invitamos a los chicos que quieran a agregar sus
intenciones. Sería bueno que tomes la delantera en esto y agregues vos las
tuyas, para servir como ejemplo.
Si te animás, también podés concluir la oración con un canto.
Día 1
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1.‐ Invocación inicial.
Señor, que siendo Dios te hiciste hombre por nosotros,
te pedimos aprender de Calasanz la virtud de la humildad y la sencillez.
2.‐ Lectura del Evangelio según San Mateo 5, 3
Jesús, tomando la palabra, les enseñaba diciendo: “Felices los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos”.
Palabra del Señor.
3.‐ Reflexión:
El que quiera ser discípulo de Jesús debe seguirlo en la sencillez y humildad. Él
mismo siendo rico, se hizo pobre por nosotros, abajándose a ser el servidor de todos,
obedeciendo hasta la muerte y una muerte de Cruz.
Calasanz descubrió éste camino y se propuso enseñarlo a los que se acercaban a
él, tanto a los maestros como a los alumnos.
La sencillez, la humildad y la pobreza son el camino para descubrir a Cristo como
la única riqueza verdadera.
El que se confía en los bienes materiales, el que pone su seguridad en sus
capacidades no es capaz de darse cuenta de lo necesitado que está del Señor Jesús.
De los escritos de San José de Calasanz:
“La santa simplicidad es muy amada por el Señor y con los verdaderamente sencillos
suele conversar con gusto”
“Amarán la venerable pobreza, madre de la preciosa humildad y de otras virtudes,
como la más firme defensa de las Escuelas Pías”
4.‐ Peticiones
Nos unimos a la petición diciendo: “por Calasanz te lo pedimos Señor”
• Te pedimos Señor ser cada día más humildes y sencillos. Oremos.
• Te pedimos una confianza cada día mayor en Jesús. Oremos.
• Te pedimos por los pobres y necesitados, para que encuentren en nosotros
ayuda y cercanía. Oremos.
(Se pueden añadir intenciones)
Terminemos nuestra oración con las Palabras que Jesús, nuestro maestro, nos enseñó:
Padre nuestro…
Oración final: Padre mío, Calasanz…
Día 2
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1.‐ Invocación inicial.
Señor Jesús, manso y humilde de corazón,
danos la mansedumbre de aquellos que buscaron, encontraron y
siguieron la voluntad de tu Padre.
2.‐ Lectura del Evangelio según San Mateo 5,4
“Felices los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra”
Palabra del Señor.
3.‐ Reflexión:
Jesús nos llama a ser mansos. La mansedumbre, viene de la confianza. Es ser
dóciles al Espíritu Santo para buscar y encontrar la voluntad de Dios para nuestras vidas
y seguirla de todo corazón.
Jesús mismo, manso y humilde de corazón, se confía en las manos de su Padre y
movido por el Espíritu Santo cumple la voluntad de Dios.
Calasanz nos invita a descubrir en nosotros “la interna inclinación” que es la voz
de Dios en nuestro corazón guiándonos a la plenitud de vida y amor.
De un escrito de San José de Calasanz:
“Sobre un punto queremos prevenir encarecidamente al maestro: que descubra en
cada novicio la interna inclinación o, lo que es lo mismo, la guía del Espíritu Santo, que
enseña a los humildes a orar con gemidos inefables; por ese camino se esforzará en
llevar a cada uno a la cumbre de la perfección”
4.‐ Peticiones
Nos unimos a la petición diciendo: “por Calasanz te lo pedimos Señor”
• Te pedimos Señor docilidad al Espíritu Santo, para buscar y encontrar la voluntad
de Dios en nuestras vidas. Oremos.
• Te pedimos por todos aquellos que nos guían, para que nos ayuden a escuchar la
voz del Espíritu Santo en nuestros corazones. Oremos.
• Te pedimos Señor por las vocaciones escolapias. Oremos.
(Se pueden añadir intenciones)
Terminemos nuestra oración con las Palabras que Jesús, nuestro maestro, nos enseñó:
Padre nuestro…
Oración Final: Padre mío, Calasanz…
Día 3
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1.‐ Invocación inicial.
Señor Jesús, consuelo de los que están afligidos, danos un corazón
sensible ante los dolores de nuestros hermanos.
2.‐ Lectura del Evangelio según San Mateo 5,5
“Felices los que lloran, porque ellos serán consolados”
Palabra del Señor.
3.‐ Reflexión:
El Evangelio de Juan nos muestra al Señor llorando ante la tumba de su amigo
Lázaro. Jesús no fue insensible a las necesidades de los hombres y mujeres que se
acercaban a él.
La promesa del consuelo que hace Jesús en la lectura que meditamos hoy, está
dirigida a todos aquellos que son capaces de compadecerse y llorar ante las injusticias,
ante el dolor de tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo.
Calasanz se conmovió ante los chicos de Roma y esa compasión lo movió a hacer
algo por ellos, a poner todas sus capacidades al servicio de los niños.
Hoy el Señor me llama a conmoverme ante las necesidades de mis hermanos,
para poder ser consuelo de tanto afligidos, poniendo mis talentos al servicio de ellos.
Dijo Calasanz:
“He encontrado en Roma el mejor camino para servir a Dios haciendo el bien a estos
pobres muchachos y no lo dejaré por nada del mundo”
4.‐ Peticiones
Nos unimos a la petición diciendo: “por Calasanz te lo pedimos Señor”
• Te pedimos Señor un corazón compasivo, sensible a las necesidades de nuestros
hermanos. Oremos.
• Mostrános, Señor, el mejor camino para servir a Dios y a nuestros hermanos.
Oremos.
• Te pedimos por todos los que sufren injusticias de cualquier clase, para que
encuentren el consuelo. Oremos.
(Se pueden añadir intenciones)
Terminemos nuestra oración con las Palabras que Jesús, nuestro maestro, nos enseñó:
Padre nuestro…
Oración Final: Padre mío, Calasanz…
Día 4
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1.‐ Invocación inicial.
Señor Jesús, que sos el único que puede saciar los deseos de nuestro
corazón, danos un corazón apasionado por la justicia.
2.‐ Lectura del Evangelio según San Mateo 5,6
“Felices los que tienen hambre y sed de ser justos, porque ellos serán saciados”
Palabra del Señor.
3.‐ Reflexión:
En un mundo herido por la injusticia, son verdaderos discípulos de Jesús aquellos
que tienen hambre y sed de ser justos. Y la justicia primera es que todos los hombres
conozcan y amen a Dios. De allí se deriva toda justicia: cuando nos reconocemos como
hijos de Dios y hermanos entre nosotros, el Reino de los Cielos comienza a hacerse
presente aquí y ahora.
Calasanz descubrió esto y comprometió toda su vida en la tarea de enseñar a los
demás que Dios es Padre de todos y, por lo tanto, todos somos hermanos en Jesús.
De un escrito de San José de Calasanz:
“Me decidía llevar las escuelas a Roma, porque conociendo la gran pobreza que había
por haberla visitado yo, siendo de la cofradía de los Santos Apóstoles seis o siete años,
todos los barrios de Roma; y de los compañeros que tenía en el Trastévere uno sólo me
siguió, y fue puesto en Roma el instituto, que poco a poco se hizo Congregación y luego
Orden”
4.‐ Peticiones
Nos unimos a la petición diciendo: “por Calasanz te lo pedimos Señor”
• Te pedimos Señor un corazón sensible ante las necesidades de nuestros
hermanos. Oremos.
• Danos un espíritu generoso y decido para asistir a los que nos necesitan. Oremos.
• Suscitá la vocación escolapia en los corazones de muchos jóvenes para que
continúen la obra de Calasanz. Oremos.
(Se pueden añadir intenciones)
Terminemos nuestra oración con las Palabras que Jesús, nuestro maestro, nos enseñó:
Padre nuestro…
Oración Final: Padre mío, Calasanz…
Día 5
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1.‐ Invocación inicial.
Señor Jesús, que sos el único que puede saciar los deseos de nuestro
corazón, danos un corazón apasionado por la justicia.
2.‐ Lectura del Evangelio según San Mateo 5,7
“Felices los que misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”
Palabra del Señor.
3.‐ Reflexión:
La misericordia es una de las características del Corazón de Jesús. Esa
misericordia que lo lleva a compadecerse de todos y que nos revela el plan de
Salvación que Dios tiene para los hombres.
Dios nos ama gratuitamente y, al contemplar nuestra pobreza y fragilidad, nos
envía a su Hijo Jesús para salvarnos.
Por lo tanto el amor misericordioso es un rasgo de los seguidores de Jesús.
Calasanz, miró con amor a los chicos pobres de Roma y puso todas sus
capacidades al servicio de ellos. Y esa misericordia se tradujo concretamente en la obra
de las Escuelas Pías.
De un escrito de San José de Calasanz:
“Deseo que esa casa esté bien atendida, no sólo por ser la primera en la que yo en
persona he trabajado, sino también por tener mayor número de alumnos y hallarse en
lugar donde la pobreza es mayor: a la que nosotros, según nuestro ministerio, debemos
servir y ayudar con todas nuestras fuerzas”
4.‐ Peticiones
Nos unimos a la petición diciendo: “por Calasanz te lo pedimos Señor”
• Te pedimos Señor poder experimentar siempre tu amor misericordioso en
nuestras vidas. Oremos.
• Que podamos mirar con ojos de misericordia a quienes nos rodean.
Oremos.
• Danos la fuerza para anunciar al mundo tu Misericordia. Oremos.
(Se pueden añadir intenciones)
Terminemos nuestra oración con las Palabras que Jesús, nuestro maestro, nos enseñó:
Padre nuestro…
Oración Final: Padre mío, Calasanz…
Día 6
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1.‐ Invocación inicial.
Señor Jesús, que amás la pureza de corazón y la devolvés a quienes la han
perdido, danos un corazón limpio.
2.‐ Lectura del Evangelio según San Mateo 5,8
“Felices los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”
Palabra del Señor.
3.‐ Reflexión:
¿Quién puede acercarse a Dios? Aquél que tiene el corazón limpio, que no tiene
segundas intenciones, que es honesto y transparente en sus pensamientos, palabras y
obras.
Calasanz descubrió que para poder tratar con la inocencia de los niños, debe uno
mismo tener un corazón inocente.
Hoy más que nunca, cuando la vulgaridad y las palabras e imágenes groseras han
inundado todo, es preciso que los seguidores de Jesús tengamos un corazón limpio y
transparente.
De un escrito de San José de Calasanz:
“Mientras siguen revestidos de esta carne mortal, cultiven la castidad de la mirada, del
caminar, de la palabra, de la compostura de todo el cuerpo… Pero ha de saber que es
sobremanera reprobable cualquier mancha de esta virtud, don de Dios. Evitarán con
empeño el pensamiento impuro, la conversación obscena y cuanto exhale cierto aroma
a vanidad de este mundo”
4.‐ Peticiones
Nos unimos a la petición diciendo: “por Calasanz te lo pedimos Señor”
• Te pedimos Señor un corazón sencillo y limpio. Oremos.
• Purificá nuestras mentes y corazones de todo mal pensamiento y de toda
intención torcida. Oremos.
• Te pedimos que nuestras palabras y obras sean honestas y sinceras. Oremos.
(Se pueden añadir intenciones)
Terminemos nuestra oración con las Palabras que Jesús, nuestro maestro, nos enseñó:
Padre nuestro…
Oración Final: Padre mío, Calasanz…
Día 7
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1.‐ Invocación inicial.
Señor Jesús, vos que viniste a poner en paz a los hombres con Dios,
ayudános a ser hombres y mujeres pacíficos.
2.‐ Lectura del Evangelio según San Mateo 5,9
“Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”
Palabra del Señor.
3.‐ Reflexión:
Antes de partir al Cielo, Jesús le dio la paz a sus apóstoles y nosotros recordamos
esto al intercambiar el gesto de la paz en la misa.
La paz es un don frágil que debe ser cuidado día a día. Trabajar por la paz es estar
en paz con uno mismo y comenzar a transmitir esa paz a los que nos rodean.
Los cristianos estamos llamados a ser hombres y mujeres de paz, instrumentos
de la paz de Dios. A poner paz allí donde hay división y enfrentamiento.
Calasanz descubrió que estando unidos a Cristo, nada puede hacernos perder la
paz y por eso pudo enfrentar grandes dificultades y contrariedades.
De un escrito de San José de Calasanz:
“No pierda la paz por ningún acontecimiento. Al contrario mantenga su corazón en paz
y unido a Dios cuando mayores sean las dificultades, que suele Él calmar la tempestad
del mar”
4.‐ Peticiones
Nos unimos a la petición diciendo: “por Calasanz te lo pedimos Señor”
• Ayudános Señor a vivir siempre unidos a voz y en paz. Oremos.
• Hacénos instrumentos de tu paz, en medio de las divisiones y las luchas. Oremos.
• Te pedimos que traigas la paz a los pueblos que sufren la guerra. Oremos.
(Se pueden añadir intenciones)
Terminemos nuestra oración con las Palabras que Jesús, nuestro maestro, nos enseñó:
Padre nuestro…
Oración Final: Padre mío, Calasanz…
Día 8
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1.‐ Invocación inicial.
Señor Jesús, vos fuiste perseguido por ser justo, danos la valentía de ser
testigos de tu amor siempre y en todo lugar.
2.‐ Lectura del Evangelio según San Mateo 5,6
“Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
Cielos. Felices serán ustedes cuando los injurien y persigan y digan toda clase de
mentiras contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense porque la recompensa
de ustedes será grande en el cielo; porque de la misma manera trataron a los profetas
antes de ustedes”
Palabra del Señor.
3.‐ Reflexión:
La persecución no es quizás la misma que vivieron los primeros cristianos, que
arriesgaban su vida, pero es cierto que muchas veces ser coherentes con nuestra fe
implica que muchos se rían de nosotros.
Ser verdadero discípulo de Jesús es sufrir estas dificultades con alegría y
esperanza, poniendo en Él nuestra confianza.
Jesús nos dejó un camino para que sigamos sus huellas: Él mismo fue perseguido
por permanecer fiel a la misión que su Padre le había confiado.
Calasanz experimentó en los últimos años de su vida una gran persecución. Sin
embargo no se dejó vencer por el desánimo, e incluso alentaba a sus hermanos a
permanecer constantes y a hacer siempre el bien a todos.
De un escrito de San José de Calasanz:
“No admita pensamientos melancólicos que suelen apretar el corazón y turbar la
mente, sino piense en cosas que le puedan causar alegría, por ejemplo, el premio que
tiene Dios para los que ayudan a los pobres, principalmente en las cosas espirituales y
en el Santo Temor de Dios. Dice el Sabio: ´los que enseñan a muchos brillarán
perpetuamente como estrellas´. Se debe, pues, hacer este ejercicio con gozo como nos
exhorta san Pablo: ´Dios ama al que da con alegría´”
4.‐ Peticiones
Nos unimos a la petición diciendo: “por Calasanz te lo pedimos Señor”
• Te pedimos Señor la fortaleza para aceptar y enfrentar las dificultades. Oremos.
• Danos Señor alegría en nuestras luchas para permanecer fieles a nuestra
vocación de cristianos. Oremos.
• Bendecí Señor a los cristianos que son perseguidos a causa de su fe en tantas
partes del mundo. Oremos.
(Se pueden añadir intenciones)
Terminemos nuestra oración con las Palabras que Jesús, nuestro maestro, nos enseñó:
Padre nuestro…
Oración Final: Padre mío, Calasanz…
Para Gloria de Dios y utilidad del prójimo