Reto 5 Diseño

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DISEÑO DE INSTRUCCION

FASE 5 – PROPUESTA PEDAGOGICA

PRESENTADO POR.
HUGO ARMANDO MINOTTA
CÓDIGO: 14476827

PRESENTADO A.
PABLINA MELO
TUTORA

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA – UNAD


ESCUELA CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN – ECEDU
PROGRAMA LICENCIATURA EN INGLÉS COMO LENGUA EXTRANJERA
ACTIVIDAD FASE 5
PROPUESTA PEDAGOGICA

Los ítems de la socialización de la propuesta son: los aspectos metodológicos, didácticos,


además, señalar en que aspectos puntuales la propuesta fortalece y facilita los procesos
de aprendizaje de acuerdo a las problemáticas escogidas.
La duración del vídeo es máximo 10 minutos, El vídeo debe ser subido a YouTube y
compartir el enlace en el foro de trabajo colaborativo creado para el desarrollo de esta
actividad.

ENLACE DEL VIDEO:

PROPUESTA PEDAGOGICA: EDUCACION INFANTIL

Los cambios sociales y culturales así como los avances del conocimiento en el desarrollo
infantil nos llevan, en la actualidad, a abrir un espacio de reflexión sobre la educación de la
primera infancia.
La finalidad principal de la educación es el desarrollo integral y armónico del individuo en
su dimensión biológica, cognitiva, motriz, social, afectiva y emocional a través de
experiencias de socialización.
Hoy en día parece muy claro que el concepto de educación hay que entenderlo como la
potenciación de las facultades que la naturaleza le depara al niño, superando lo
concepción de la educación como mero elemento transmisor de conocimientos. Parece
obvio que tenga que ser así puesto que, gracias a los avances de la neurociencia, ya
conocemos cómo se conforma el sistema nervioso que es base de la actividad humana.
Resulta evidente que toda la actividad humana es soportada por el sistema nervioso y,
cuanto mejor se haya constituido este, mayor será el desarrollo de sus capacidades.
Cuando el niño o la niña nace su cerebro —salvo una serie de reflejos que le permiten su
supervivencia (que son los denominados reflejos incondicionados) — se halla
Totalmente limpio de conductas genéticas y constitucionalmente heredadas, y lo que
posee es una infinita posibilidad y capacidad de asimilar toda la experiencia social
acumulada por la humanidad durante cientos de generaciones precedentes. Esta
experiencia social es trasmitida por el adulto que lo cuida y atiende. A esta capacidad de
asimilar la estimulación del mundo que le rodea es lo que se denomina la plasticidad del
cerebro humano. Si las condiciones son favorables y estimulantes repercutirán
inmediatamente en el aprendizaje y desarrollo; si son desfavorables o limitadas, actuarán
de manera negativa, perjudicando dicho aprendizaje y desarrollo, a veces de forma
irreversible.
El ser humano nace con unas determinadas potencialidades y el mayor o menor desarrollo
de las propias capacidades depende, sobre todo, de los estímulos positivos que se reciban
en la infancia, tanto procedentes de los adultos como de su entorno. Por esta razón, la
Educación Infantil debe basarse en la estimulación precisa para conformar
adecuadamente el sistema nervioso del niño o la niña.

La educación hemos de sustentarla en los siguientes pilares:

a) Encauzar el desarrollo de una manera lo más adecuada posible. Si al niño le dejamos


desarrollarse de manera espontánea, no va a hacer lo que sea mejor para sí mismo (ni
como niño, ni mucho menos como adulto) pues hará lo que en cada momento le sea más
cómodo. Por ello, es responsabilidad de los docentes y de la familia ir aportando al niño,
en cada instante, una educación acorde a sus necesidades, respetando siempre su
momento evolutivo. Esto implica:
 Analizar al niño, sus posibilidades y limitaciones.
 Marcar los objetivos que se han de conseguir.
 Estudiar y adoptar una metodología de trabajo.
 Evaluar que los logros conseguidos por los niños son los esperados, para, si no, adoptar
las medidas oportunas.
b) Para educar es necesario que exista un modelo al que imitar, alguien que sirva al niño
de ejemplo en su proceso educativo. Una educación en la que el leit motiv sea «haz lo que
digo, pero no lo que hago» resulta imposible. El niño es un permanente observador de su
familia y de los docentes y tratará, por todos los medios, de ajustar su comportamiento a lo
que vea.
c) Asimismo, todo el proceso debe darse en un contexto de afectividad de modo que el
niño se encuentre, en cada momento, inmerso en un mundo amoroso y cariñoso para él,
que motive y estimule sus capacidades potenciales. En su proceso de desarrollo de las
propias potencialidades es importante que el niño esté inserto en contexto afectivo en el
que se sienta en confianza y con seguridad afectiva, ya que no podrá desarrollarse
adecuadamente si no se le escucha y reconoce en tanto que individuo.
En un mundo en constante cambio debemos preparar a los niños para afrontar los
desafíos del porvenir. Es difícil prever cómo será la sociedad y la educación en el futuro,
pero con seguridad diferirá de lo que ha sido hasta el presente.
Los propósitos educativos deben dirigirse y concentrarse hacia el desarrollo de las
competencias intelectuales, la capacidad de aprender constantemente y la formación de
valores y actitudes del menor. En definitiva, la Educación Infantil tiene como propósito
alcanzar el desarrollo de capacidades para fortalecer las competencias necesarias para lo
que demanda la sociedad actual y futura: aptitudes matemáticas y de lectura; habilidad
para un trabajo en equipo que ayude a resolver problemas; comprensión y disfrute de la
ciencia y tecnología; apreciación estética, cuidado del medio ambiente, bilingüismo;
utilización de la informática y los medios de comunicación; tolerancia y respeto a las
diferencias.
Nuestra actuación como docentes debe encaminarse al desarrollo integral del niño
ofreciendo oportunidades de experiencias que le permitan integrar sus aprendizajes y
utilizarlos en su actuar cotidiano. Los niños acuden a los centros con una serie de
capacidades, experiencias y conocimientos que su entorno social y familiar les ha
proporcionado y con un alto potencial de aprendizaje. La función de la Educación
Infantil, en la actualidad, consiste en promover y desarrollar las competencias que cada
uno de los niños trae consigo. Pero los docentes tenemos que tener presente que una
competencia no se adquiere de forma definitiva, sino que se amplía y se enriquece en
función de las experiencias, los retos que se le plantean en la vida y los problemas que es
capaz de resolver en su quehacer cotidiano.
Esta concepción de la Educación Infantil exige a los docentes el diseño de situaciones de
aprendizaje que impliquen desafíos para que los niños avancen de forma progresiva en su
nivel de logros. Para conseguirlo, hay que proporcionar actividades para que los niños
piensen, exploren, propongan, se expresen por diferentes medios, observen, analicen,
razonen, reflexionen, investiguen y trabajen de forma cooperativa (entre otros aspectos)
para conocer más del mundo que les rodea y para que sean personas seguras de sí
mismas, autónomas, creativas y felices.

Competencias básicas e inteligencias múltiples en Educación Infantil

Competencias básicas:
Buscar estrategias didácticas que faciliten la conexión entre la escuela y la vida ha sido un
objetivo constante en las actuaciones desarrolladas en Educación Infantil. Todos los
autores de la Escuela Nueva (Decroly, Montessori, las hermanas Agazzi) estarían
entusiasmados al comprobar que los principios que defendieron («una escuela en la vida y
para la vida») son enarbolados, en estos momentos, por diferentes instituciones y
organismos internacionales (OCDE, Parlamento y Consejo Europeo).
Las competencias básicas constituyen, en la actualidad, un enfoque que permite canalizar
propuestas de innovación didáctica para el desarrollo del principio de globalización
educativa. Comprometidas y vinculadas con la potenciación de las inteligencias múltiples
van a constituir, en la próxima década, un nuevo currículo internacional que aportará ejes
de referencia comunes a todas las etapas educativas.

Las competencias en la programación de aula:

 A lo largo del curso, se contempla que todas se vayan reflejando en los ejes
globalizadores de la unidad. Por ejemplo, «la calle y las tiendas» (competencia social y
ciudadana, competencia matemática), «el cuerpo y la alimentación» (competencia en el
conocimiento y la interacción con el mundo físico, competencia social y ciudadana).
 En los objetivos y los contenidos de cada unidad didáctica. Aunque la unidad se vincule
a determinadas competencias en especial, su desarrollo por medio de los objetivos y
contenidos favorece el «cultivo» de las otras competencias.
 En los recursos personales y metodológicos. El empleo de propuestas globalizadoras y
de técnicas basadas en la intuición, en la participación y el intercambio, en la
experimentación (como paso a la reflexión y el estímulo a la curiosidad) hacen que el
enfoque competencial encaje naturalmente con nuestra forma de proceder: asambleas,
experimentación, búsqueda, relatos, descripciones, diálogos, coloquios, juegos y trabajo
cooperativo.
 En la selección de recursos materiales. Empleamos materiales «auténticos»
(fotografías, folletos, revistas, cajas, instrucciones, entradas a espectáculos) y utilizamos
recursos audiovisuales y/o informáticos que abordan distintos tipos de contenidos
(películas y documentales, juegos de atención, memoria y razonamiento) que potencien el
aprender a aprender.
 En la planificación de recursos ambientales. Las «salidas» (reales, imaginadas o
virtuales) se convierten en un medio indispensable para el desarrollo de competencias
lingüísticas, sociales, culturales, de iniciativa y autonomía (dónde vamos a ir, con quién
haremos las salidas, cuándo, dónde, por qué razones, qué consecuencias tienen).
 En el diseño de tareas que integran las áreas de Educación Infantil y el conjunto de
competencias. Permiten conjugar la expresión verbal (descripción, análisis, preguntas,
títulos), la lógica-matemática (tamaños, posiciones, formas, distancias), la expresión
corporal (imitaciones, expresión de emociones), el lenguaje musical (sonidos, melodías,
acompañamientos musicales) o la recreación artística (modelado, dibujo).

Inteligencias múltiples
«La inteligencia es la capacidad de comprender el entorno y utilizar ese conocimiento para
determinar la mejor manera de conseguir unos objetivos concretos», en esta definición del
padre de las inteligencias múltiples, se sintetiza lo que ha sido esta facultad a lo largo de la
historia: la capacidad para adaptarse al medio.
Gardner supera el concepto de inteligencia asociado al Cociente intelectual y se centra en
el estudio de las capacidades humanas.
Los factores que deben darse para poder definir qué es una inteligencia son:
 Que corresponda a una habilidad innata.
 Que se localice en una parte del cerebro. (En caso de daño en esa parte, hay ausencia
de la habilidad).
 Que tenga una función social.
 Que los conocimientos puedan estar sistematizados y documentados.
 Que se resuelvan problemas del grupo social, o que sean productos apreciados por el
grupo.
Principios metodológicos en E. Infantil

Clima de seguridad y confianza


Los aspectos relacionales y afectivos son importantes en todas las etapas educativas,
pero cobran una especial relevancia en Educación Infantil.
El niño necesita sentirse querido y valorado. De esta manera irá afrontando los retos que
le plantea el conocimiento progresivo del medio y de sus iguales, superando las pequeñas
frustraciones que implica la convivencia. Un niño no puede disfrutar plenamente de la vida
de la clase si no se siente seguro y confiado. Esto define, en parte, la actitud del docente
que deberá impulsar las relaciones entre iguales, proporcionando pautas que permitan la
confrontación y modificación de distintos puntos de vista, la coordinación de intereses, la
toma de decisiones colectivas, la ayuda mutua, la superación de conflictos por el diálogo,
por ejemplo.
Cuanto más pequeño es el niño, en mayor grado necesitará al maestro, como recurso
supremo en caso de una dificultad grave y, aunque la clase trabaje en grupos autónomos,
cada individuo debe poder localizar de inmediato al adulto de referencia para solicitar su
intervención. La intervención inmediata les satisface plenamente. Estableceremos una
relación de confianza con los niños a través de gestos, actitudes, contacto físico,
verbalizaciones que les hagan sentirse queridos, valorados y respetados. Esto contribuirá
significativamente a que cada niño vaya construyendo positivamente su autoestima.
Siempre animaremos a los niños en sus desarrollos y progresos para que confíen en sus
posibilidades.

Aprendizaje significativo

El aprendizaje significativo consiste en que el alumno conecte los nuevos aprendizajes con
los conocimientos que ya poseía. Por tanto, debemos proporcionar experiencias
motivadoras con contenidos claros y ordenados, ajustados a las características
psicoevolutivas del alumnado y al nivel de desarrollo de cada uno de los alumnos.
El material de aprendizaje presentado debe ser potencialmente significativo y suscitar el
conflicto cognitivo que provoque en el niño la necesidad de modificar los esquemas
mentales con los que representa el mundo proporcionándole una nueva información que le
ayude a reequilibrar dichos esquemas. Se pretende que los niños aprendan a aprender. El
docente debe intervenir en aquellas actividades que un niño todavía no es capaz de
realizar por sí mismo, pero que puede llegar a solucionar si recibe ayuda.

Globalización

La forma en la que los niños aprenden es global, entendiendo la realidad como un todo.
Es por ello por lo que les ofreceremos, mediante diferentes unidades didácticas o
proyectos de trabajo, una visión global de lo que van a aprender, ayudándoles a que
observen y experimenten, primero libremente y después guiados por nuestras preguntas,
para que establezcan relaciones, descubran las propiedades y características del mundo
que les rodea.
La globalización presente en las propuestas de actividad, intenta dar al niño la materia del
modo más parecido posible a cómo lo encuentra en la vida misma, es decir, en su
totalidad, y exige, como condición esencial, la participación activa del niño. Se pretende
estimular el desarrollo de todas las capacidades (físicas, afectivas, intelectuales y
asociales) de forma global y en organizar el conocimiento atendiendo al interés del niño y
a su desarrollo psicológico, preparándolo para que sea capaz de afrontar situaciones
futuras. No se trata de adquirir habilidades por separado, desconectadas entre sí, sino
«conjuntos de capacidades».
El enfoque globalizador le permite ir del todo a las partes, de lo práctico a lo teórico, de lo
experimental a lo conceptual, de lo conocido a lo desconocido, de lo próximo a lo lejano,
de lo concreto a lo abstracto.

Periodo de adaptación

La incorporación de los niños al Centro supone un momento que requiere una especial
atención.
Es fundamental hacer una primera reunión general para informar sobre las
características de este periodo, los objetivos que se quieren conseguir y las actividades
que se realizarán en el inicio del curso y en el resto del primer trimestre, pedir la
colaboración de las familias en la aportación de posibles materiales, escuchar y
responder a sus dudas…
Durante este proceso de adaptación, el objetivo prioritario es conseguir que los niños se
sientan a gusto y disfruten de las actividades escolares. Para ello, es fundamental crear
un clima de seguridad y confianza, que conseguiremos convirtiéndonos en la figura de
apoyo del niño, mostrándonos cercanos y atentos a la expresión de sentimientos,
emociones, necesidades… y alerta con aquellos que no lo consiguen
Hay que plantearse este periodo con paciencia y tranquilidad, teniendo en cuenta la
aparición de posibles regresiones en el comportamiento y también dando un margen de
tiempo para que los niños dejen aflorar tanto sus emociones como los conocimientos
con que finalizaron el curso anterior aprovechando para hacer una evaluación inicial
que nos permita conocer sus conocimientos previos mediante actividades lúdicas y
relajadas.
Es un buen momento para plantear asambleas más largas que se aprovecharán para
indagar sobre sus experiencias, sus gustos, sus intereses, sus motivaciones… y en las
que presentaremos y trabajaremos rutinas de autonomía y normas de convivencia básicas
que regirán el día a día y les ayudarán a ser más autónomos: se formalizarán equipos, se
asignarán los asientos, las perchas, colaborarán en la organización del
del aula realizando carteles y etiquetas identificativas, elaborarán murales de normas…
pues es fundamental que sientan el aula y el Centro como algo suyo.

Actividad, juego y experiencia


Los niños captan la información y aprenden a través de los sentidos, actuando,
manipulando y experimentando con objetos y materiales diversos. A través del juego, la
acción y la experimentación, el niño expresa sus intereses y motivaciones, descubriendo
las propiedades de los objetos. El docente debe asegurar que la actividad del niño sea una
de las fuentes principales de su aprendizaje y su desarrollo, por ello deberá propiciar un
ambiente motivador y de participación activa.
El juego debe ser una actividad estructurada y tiene una triple dimensión:
 Dimensión intelectual: actúa como vehículo de transición, de la sensación al
pensamiento. El juego es el camino más eficaz para ensayar, tantear, comprobar
y tomar conciencia del mundo, adquiriendo saberes instrumentales.
 Dimensión afectiva: a través del juego el docente puede descubrir y comprender
actitudes y comportamientos del niño, ayudándole a superar bloqueos
psicológicos y dificultades de expresión.
 Dimensión social: es el medio idóneo para llevar a efecto la gradual
introducción del niño en la vida cotidiana, facilitando la interacción con los
modelos sociales y valores de la sociedad.
Las actividades de enseñanza-aprendizaje, deben entenderse como un medio para
conseguir un aprendizaje, nunca deben entenderse como un fin en sí mismas. A través
de ellas desarrollamos y concretamos las estrategias metodológicas.
Cada estrategia metodológica (proyectos, unidades didácticas....) conlleva realizar
actividades diferentes. Por tanto, tendremos en cuenta dos referentes a la hora de
plantearnos las actividades que se seleccionen:
 ¿Qué metodología vamos a utilizar para conseguir los objetivos propuestos?
 ¿Qué secuencia de actividades vamos a plantear para conseguir un aprendizaje
eficaz?
Así, las actividades y experiencias tendrán un carácter básicamente lúdico, basadas en el
juego como elemento globalizador y teniendo en cuenta los siguientes principios:
 Serán motivadoras y significativas para los niños de forma que supongan un reto
para su competencia personal.
 Favorecerán la interacción con el adulto en un clima acogedor, seguro y cálido.

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