Clase 3
Clase 3
Clase 3
Espectros de emisión.
Espectros continuos.
Los espectros continuos (figura 5-1) son los emitidos por sólidos, líquidos o gases
densos que se encuentran a temperaturas elevadas, y están relacionados con la radiación
del cuerpo negro. El aspecto cualitativo general de estos espectros es el mismo si las
sustancias se encuentran a la misma temperatura, y sólo difieren en su intensidad relativa.
Los espectros continuos casi no aportan información sobre la composición química de las
sustancias.
Los espectros de líneas (figura 5-2) son característicos de la radiación emitida por los
átomos de un gas rarificado, cuando se le excita por algún medio. Consisten de líneas
brillantes sobre un fondo oscuro. Todos los espectros de líneas son distintos y en ese
sentido son como “huellas digitales” atómicas. Si el gas es una combinación de varios tipos
de átomos, entonces el espectro contendrá líneas características de cada elemento o tipo
de átomo presente. Así el espectro de emisión es de gran importancia en la determinación
de la composición química del gas analizado.
Espectros de absorción
El experimento de Thomson.
En 1897, Joseph John (al que siempre se le llamaba J.J.) Thomson modificó
un tubo de Crookes para que incluyera un par de placas metálicas y un campo
magnético. Conectando las placas a una fuente de voltaje, producía un campo
eléctrico perpendicular al campo magnético B de un imán (figura 5-6)
en donde r es el radio de la trayectoria. Por otra parte, la energía cinética Ec adquirida por
los electrones acelerados por una diferencia de potencial ∆V es
Thomson podía medir todas las cantidades del miembro derecho de esta
ecuación, así que, de hecho, podía caracterizar parcialmente a las partículas
constituyentes de los rayos catódicos. El valor que obtuvo fue:
En 1908, Harvey Fletcher se presentó con Robet Millikan para realizar su tesis
doctoral 1. Millikan le sugirió que determinara la carga de las partículas cuya relación carga-
masa había sido medida por J.J. Thomson en 1897 (los electrones). Fletcher diseñó y
construyó un dispositivo semejante al que se muestra esquemáticamente en la figura 5-7.
Gotitas de aceite
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Rayos X
Por otra parte, si invertía la dirección del campo eléctrico, la gotita descendía con
una velocidad (n + 1)vT. El resultado más importante de estos experimentos se logró cuando
Fletcher irradió con rayos X a la gotita cargada. Ya en esa época se sabía que la radiación
X podía producir ionización en la materia y la idea subyacente al irradiar a la gotita era la
de cambiarle su carga, lo cual ocurrió. Como consecuencia de esta irradiación observó que
existía un voltaje (un campo) eléctrico mínimo necesario para suspender a la gotita y que,
partiendo de estas condiciones, futuras irradiaciones hacían que la gotita ascendiera o
descendiera, pero siempre con una velocidad que era un múltiplo entero de vT. Esto solo
podía significar una cosa: existía una carga mínima que los rayos X podían depositar en la
gotita y que al ser nuevamente irradiada, su carga podía cambiar en múltiplos enteros de
esta carga mínima. Millikan y Fletcher supusieron que la carga mínima de la gotita debía
ser igual a la carga e de los electrones y, si esto era correcto, habían desarrollado un
método para medir su valor. El resultado que obtuvieron, publicado en 1910, fue
e = 1.6 x 10-19 C.
Combinando esta medida con el resultado de Thomson se obtiene
m = 9.1 x 10-31 kg
con lo cual el electrón quedó totalmente caracterizado.