Estrechando Mi Amistad Con Dios.
Estrechando Mi Amistad Con Dios.
Estrechando Mi Amistad Con Dios.
2. Propósito Específico: Por medio del sermón, las personas comprenden la importancia
de estrechar una amistad con Dios, acatando las condiciones que se de manera
consciente y pueda tomar una determinación cuyas acciones estén fundamentadas en el
sentido de la amistad que Dios le brinda.
3. Texto Base: Job 22: 21: »Vuelve ahora en amistad con Dios y tendrás paz;
y la prosperidad vendrá a ti.
4. El Asunto: La Amistad.
6. La Proposición o Tesis: El volver en amistad con Dios, nos beneficia ya que nos
produce bienestar, alegría y aprendemos que la verdadera prosperidad parte de una
estrecha amistad con Él.
Genera aprendizaje
Genera amor y sus manifestaciones.
Genera prosperidad.
11. La Introducción: El volver en amistad con Dios, nos da la seguridad de un amor que
se manifiesta en diferentes expresiones, además; nos brinda la oportunidad de disfrutar
de una relación que cada día puede ser estrecha y nos brinda beneficios para todas las
áreas de nuestra vida.
12.1 Somos amigos de Dios cuando reconocemos la amistad que nos brinda.
12.3 La determinación hace parte activa de la amistad y nos estimula hacía una
prosperidad.
12.4 Volvernos a Dios estimula una estrecha amistad que nos da sentido de vida.
13. Conclusión: Cuando fuimos creados se nos dieron las condiciones para comunicarnos
con Dios, pero su amor nos da un vínculo de amistad, la cual por diversas
circunstancias podemos alejarnos, hoy se nos invita a volvernos a esa amistad y
podamos disfrutar de una calidad de vida por medio de sus bendiciones y beneficios en
todas nuestras áreas.
15. Las Ilustraciones: Era una vez un hombre llamado soledad, vivía tan solo y su vida era
muy aburrida, esto le generaba desconfianza hasta la demás persona. Pero un día salió
de su cuarto y se dio cuenta que dos pájaros estaban cantando ..
Una Verdadera Amistad.
Cuando compartimos con otras personas ideas comunes, nos sentimos bien con el trato que
nos dan, al igual que somos comprendidos se da paso a una relación llamada amistad.
Vamos desarrollando diferentes tipos de amistad según sea nuestra edad, cuando estamos
niños lo hacemos por diversión o por felicidad, cuando estamos en la adolescencia lo
hacemos por un interés o asunto en común y a medida que vamos avanzando en nuestra
edad se convierte en una virtud o un valor donde despertamos comprensión, amor y
consideración.
La amistad se relaciona por medio de la palabra amigo, esta existe entre hombre y mujeres,
amigos, novios, esposos, padres e hijos y viceversa, con personas de distintas edades,
religiones, ideologías, y cualquier campo de las áreas del ser humano hasta inclusive se
establece con un animal, el ejemplo de ello sería el perro.
Quiero que vayamos a la palabra de Dios, porque Dios es un amigo y desea que
compartamos con él, una verdadera amistad:
23
Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por
justicia, y fue llamado amigo de Dios. Santiago 2:23 RV1960.
La Biblia nos dice que Dios es un amigo:
Dios se acercó a Abraham porque quería compartir un plan para su pueblo.
Este vínculo afectivo se ve marcado por su decisión de querer llevar su plan por
medio de Abraham y no de sus hermanos (María y Aarón).
2. La base de la amistad con Dios es la fe, trae confianza a nuestra vida y nos llama no tan
solo hijos sino amigos, dándolo por asentado.
3. ¿Cómo podemos establecer una amistad con Dios? La amistad surge de un interés
común, lo común con Dios es que somos imagen y semejanza (Creador-creatura; Pare e
Hijo), esta amistad nos brinda placer de sentirnos amados y dar amor, por consiguiente;
somos seres afectivos, a Dios le encanta que lo amen porque Dios es amor, y la palabra
declara que el busca a adoradores en espíritu y en verdad, es decir; un amor expresado
en una vida que traiga gloria a su nombre y nos considera porque al hacerse hombre nos
demostró que quería ayudarnos, nos acercó a Él, pero lo más importante se convirtió en
nuestro amigo.
Nos eligió para que fuésemos sus amigos (Juan 15: 16 Ustedes no me eligieron
a mí, yo los elegí a ustedes. Les encargué que vayan y produzcan frutos
duraderos, así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre):
Cuando nos acercamos a Dios por medio de Jesucristo solo lo hacemos en
respuesta de compartir esa amistad, somos personas espirituales, pero también
sociales. Por eso el hombre busca llenar este vacío con otras personas o cosas.
Los frutos representan las características de nuestra imagen y semejanza
(espiritual para compartir con otros).
Jesucristo se hizo amigo porque nos amó aun cuando somos pecadores y no nos
condena (Luego, vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y ustedes dicen
que soy un glotón y un borracho; que soy amigo de gente de mala fama y de los
que cobran impuestos para Roma. Lucas 7: 34 TLA). En esa amistad despertó
consideración al acercarnos a nosotros y comprendió que su entrega nos iba a
justificar para que fuésemos llamados amigos de Dios.
Podemos establecer una amistad cada día más estrecha con Dios por medio de
Jesucristo (15 Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a
los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que
el Padre me dijo. Juan 15:15 NTV):
Sí, somos seguidores de Cristo estrechamos esa amistad cada día más, la cruz rompe la
amistad contra todo aquello que es perjudicial para nuestra vida y corrige para que
podamos entregarnos sin reservas.
Podemos estar entregando nuestra amistad de una manera casual, cuando no asumimos
el compromiso, el afecto y la consideración, entre más íntimo sea de Dios más sensible
soy a las necesidades de las personas, lo espiritual me humaniza, Cristo rompió la
norma al sanar a los enfermos en el día de reposo.
La verdadera amistad radica en la obediencia, una persona que esté más cerca le
obedecerá, así como una amistad entre personas requiere invertir tiempo y energía se
nos desafía a lo mismo, y lo correcto sería prestar nuestra atención por medio de los
hábitos espirituales que estamos aprendiendo.
Aristóteles: La amistad perfecta, pues, es aquella que subsiste entre aquellos que son
buenos y cuya similitud se encuentra en su bondad, pues estos hombres se desean el bien de
modo similar, en la medida en que son buenos (y son buenos en sí mismos); y son
especialmente amigos aquellos que desean el bien a sus amigos por sí mismos, porque lo
sienten así por ellos mismos y no como mera cuestión de resultados; así la amistad entre
estos hombres continúa mientras ellos sean buenos; y la bondad, como sabemos, posee un
principio de permanencia. […]
Cuando aceptamos una amistad, nos ponemos de acuerdo en asuntos que sean comunes
entre las personas, nos puede unir la familia, amigos de niñez, escuela, colegio, en la U, el
trabajo y aun en juegos, y por supuesto la iglesia.
Todos nosotros somos seres sociales, nos necesitamos mutuamente, lo cual indica que de
una u otra manera tenemos una relación y es la forma como nos comunicamos o
entendemos. Al igual Cristo nos brindó su amistad, nos comprendió que solos no
podríamos acercarnos al Padre (Efesios 2: 8-10: Porque por gracia sois salvos por medio
de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; No por obras, para que nadie se
gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas) Sobre esta base
tenemos en común la fe que nos hace amigos de Dios (Abraham creyó y fue llamado
amigo de Dios Santiago 2: 23) pero el vínculo afectivo es la base de nuestra amistad con
Dios y de nuestra salvación es el amor (Juan 3: 16: Porque de tal manera amó Dio al
mundo que dio a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda
(dirección) más tenga vida eterna) esa amistad tiene alcances en la tierra así como en el
cielo y nunca muere, pero la vamos estrechando por medio de la comprensión que tenemos
en Dios, esto nos genera conocimiento (revelación) edifico mi vida por medio de la
verdades de su palabra y recibo dirección del Espíritu Santo, sabiduría, temor y por
consiguiente amor, para que sea digno de ser llamado amigo de Dios.
15
1. El amor cuando guardo sus mandamientos: Si me amáis, guardad mis
mandamientos. Juan 14:15.
La palabra guardar es la acción de demostrar ese amor y comprende:
Amar a Dios por sobre todas las personas y todas las cosas: Jesús le respondió:
El primer mandamiento, y el más importante, es el que dice así: “Ama a tu Dios
con todo lo que piensas y con todo lo que eres.” 39 Y el segundo mandamiento en
importancia es parecido a ése, y dice así: “Cada uno debe amar a su prójimo
como se ama a sí mismo.” Mateo 22: 37-39 TLA.
El observar: el observar la palabra de Dios a diario nos genera fe, porque Observar
es (examinar, pensar, reflexionar en una persona (Cristo) o en algo) además; se nos
indica: Proverbios 23: 26 NTV: Oh, hijo mío, dame tu corazón; que tus ojos se
deleiten en seguir mis caminos. Hay un solo camino trazado por el Padre y es
Jesucristo, la única manera de caminar en esa amistad es mirando constantemente a
Cristo (Ejemplo de Pedro) puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe
(hebreos 12:2). Muchas veces la vida nos va a querer desanimar, lo podemos hacer,
pero lo que no debemos permitir es alejarnos de Él. No es por vista sino por fe y
luego le podemos hablar a las circunstancias quitando obstáculos que vivimos en
medio de esa amistad.
1. Tener interés
Sea por la razón que sea. No siempre nos acercamos a
Dios con la más pura de las intenciones. Tengo amigos que
se encontraron con Cristo porque asistieron a un encuentro
de jóvenes católicos con el interés de conocer a una
chica. La gran mayoría de amistades se inició con un
encuentro entre desconocidos, del cual quedó un interés
por algo más. Nosotros nunca hemos sido un desconocido
para Dios, pero quizás sí lo fue Él para nosotros… hasta
que hubo un primer encuentro en que algo en Él nos
cautivó… Una primera atracción, una curiosidad por un
misterio que apareció delante de nosotros.
2. Conocerlo
El interés no basta. Es como una pequeña chispa, pero que
en cualquier momento se apaga. Cuanta gente interesante
hemos conocido que luego hemos olvidado… Poco a poco
toda amistad requiere el conocer cada vez más a la
persona. ¡Igual es con Jesús! La fe inicial, sea poca o
mucha, requiere una formación para irla conociendo cada
vez más. Hay muchas maneras de conocer a Jesús… para
empezar la mejor manera es conocerlo en los Evangelios y
en los Sacramentos. Recomiendo también estudiar un
poquito… quizás el catecismo o buscar algún amigo que
nos instruya. ¡El que busca encuentra!
3. Darme a conocer
4. Tener paciencia…
Por más que queramos a los amigos, a veces también les
tenemos que tener paciencia. Y ellos a nosotros. En la vida
cristiana la paciencia es clave. Jesús nos tiene una
paciencia infinita, y nos pide que la tengamos también. No
cualquier paciencia: es la paciencia que nos propone San
Pedro, que se llama hypomoné. Una paciencia llena de
esperanza, porque está llena de confianza en Dios. No
es solo soportar estoicamente. Es saber que de la mano de
Dios, todo va a salir bien. Me atrevería a decir que también
le tenemos que tener paciencia a Jesús, que muchas veces
nos cambia los planes que queríamos… ¡pero lo hace
siempre para nuestro bien!
5. Imitar lo bueno
El buen amigo nos da buen ejemplo. El mejor de ellos,
Cristo, nos da el mejor de los ejemplos. También están los
santos… ¡Cada uno es único, y siempre hay uno dispuesto
a ser nuestro amigo! Están ahí, esperando ansiosos que se
lo pidamos… En la vida cristiana no está mal mirar las
virtudes de los demás. Ciertamente no para envidiarlas, que
a veces nos pasa, sino para emularlas. O sea, para querer
imitarlas. Todo vale si nos lleva a ser mejores de verdad.
6. Demostrar el cariño
de tu corazón:
Y hallarás gracia y buena opinión En los ojos de Dios y de los hombres.
4
10
Y serán llenas tus trojes con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
por eso somos sus amigos, pero debemos desarrollar lo común, la relación se establece en
lo siguiente: