Guía Práctica Salud Mental Situaciones Desastres
Guía Práctica Salud Mental Situaciones Desastres
Guía Práctica Salud Mental Situaciones Desastres
Muchos de los problemas de tipo psicosocial que aparecen en una emergencia o desastre
podrían evitarse o reducirse haciendo un uso más eficiente del intercambio de información
y de las estrategias de comunicación social.
Desde el punto de vista del sector salud, es importante preparar con anticipación un plan
para el manejo de la información antes, durante y después de la emergencia, que
posibilite un adecuado manejo de la crisis, incluida la protección de la salud mental.
"En el 2004 Cuba mostró su eficacia para proteger la vida humana en los ciclones. En
agosto, el huracán Charley dejó sólo un saldo de cuatro muertos y 70.000 viviendas
gravemente dañadas. Un mes después, cuando el huracán Iván pasó por la isla, hubo que
evacuar a más de 2’000.000 de personas, pero no hubo ningún muerto…
Unas 72 horas antes de la llegada de los ciclones, los medios de comunicación dan la
alerta y los comités de protección civil verifican los refugios y los planes de evacuación. La
instrucción de desastres forma parte del programa escolar y todos los años se hacen
ejercicios de evacuación antes de que empiece la temporada de huracanes. La mayoría
de los adultos tiene un buen nivel de educación y comprende lo que dicen los funcionarios
y meteorólogos" (2).
En las comunidades, muchas veces surgen actitudes de negación o desafío al peligro que
conducen a una falta de preparación para enfrentar la emergencia. Desde el ámbito de la
comunicación, se puede ayudar para que la población pueda comprender la dimensión del
riesgo, identificar las zonas de peligro y conocer las medidas para prevenir, mitigar y
enfrentar de mejor manera un desastre; de esta forma, se contribuye a reducir el temor y
la aflicción, evitar la desorganización y aliviar el sufrimiento de las personas afectadas.
"Los damnificados necesitan información tanto como agua, alimentos, medicamentos o
refugio. La información puede salvar vidas, recursos y medios de subsistencia" (3).
Los objetivos del plan de comunicación social del componente salud mental para enfrentar
una emergencia o un desastre son los siguientes:
Ahora bien, cada evento adverso y cada momento del mismo nos obligan a plantear
objetivos más específicos de acuerdo con las características y necesidades de la
situación.
Los grupos específicos a los cuales van dirigidas las acciones están determinados según
el impacto psicosocial del desastre a nivel individual, familiar o colectivo; debe tenerse
especial atención con los niños y adolescentes, ancianos y mujeres. La definición de
público objetivo permite delimitar el contenido, mensajes y seleccionar los canales y
medios que se van a utilizar.
Las estrategias deben ser flexibles y combinar adecuadamente los receptores y los
medios de comunicación, enfatizando la importancia de las características propias de la
comunidad. Existen muchas modalidades, por ejemplo: comunicación interpersonal
individual o grupal (grupos informativos, teatro, títeres, canciones, cuentos), y medios de
comunicación masivos (televisión, radio, prensa, electrónicos.) Las estrategias de
comunicación social pueden incluir procesos de comunicación educativa, movilización
social, mercadeo social, abogacía, campañas y programas estructurados a corto y
mediano plazo, entre otros.
Las herramientas son los materiales o soportes de comunicación que permiten desarrollar
las acciones y, por ende, cumplir con los objetivos. Pueden ser impresos, audiovisuales,
radiales, electrónicos, etc.
Es una serie de tres radionovelas que narran experiencias relacionadas con terremotos,
deslizamientos y erupciones volcánicas. Las tres historias se desarrollan en diferentes
localidades y enfatizan la importancia de aumentar la conciencia de las personas,
respecto de escenarios donde se conjugan amenazas naturales, formas tradicionales de
convivencia con el riesgo, los intereses particulares y la toma de decisiones.
El cronograma de actividades delimita los límites de tiempo en los que se desarrollan las
actividades, fijando los recursos y las responsabilidades de ejecución.
Trabajo con los medios. Para trabajar con los medios de comunicación masivos es
necesario conocer sus características y especificidades, sus métodos de trabajo, los
condicionamientos de tiempo y los requisitos en el procesamiento de la información. La
información que llega al público es una responsabilidad compartida entre los generadores
de información y los medios de comunicación. Es muy importante que la institución de
salud se prepare con anterioridad, establezca contactos y alianzas con los directivos de
los medios y periodistas, para analizar en conjunto aspectos clave en la difusión de
información que podrían ayudar a mantener la tranquilidad y reducir la ansiedad en
tiempos de crisis.
En El Salvador, el 13 de enero de 2001 se inició una crisis sísmica con varios terremotos
y numerosas réplicas que causaron graves efectos en la población, la infraestructura, las
actividades productivas y el medio ambiente en gran parte del país.
La relación con el sector educativo formal es importante por las acciones que se puedan
adelantar en escuelas y centros docentes. En ellos se puede interactuar con los padres de
familia, estudiantes y maestros.
Trabajo comunitario. Las autoridades y los líderes locales juegan un papel decisivo en
las estrategias para una comunicación efectiva pues es el escenario comunitario en donde
se decide el éxito de un buen trabajo de información con un impacto positivo en la salud
mental de la población. En el próximo epígrafe abordamos las formas de comunicación
grupal que son fundamentales para el desarrollo de acciones en el ámbito comunitario.
• Algunos temas importantes por tratar en estas reuniones son: situación del evento
adverso, efectos en la comunidad, acceso a los servicios de salud, seguridad social,
recursos para satisfacer las necesidades básicas de protección, alimentación, agua
potable, higiene y alojamiento, entre otros.
• Se debe informar sobre las acciones tomadas por las autoridades, desde la fase de
impacto hasta el momento actual; se debe precisar el papel de los participantes del grupo
en la respuesta y la recuperación.
Los grupos informativos tienen como propósito básico la orientación, pero, en ocasiones,
es difícil establecer los límites con otros procedimientos como los grupos de apoyo
emocional o ayuda mutua. Es indudable que la adecuada información va a constituir por sí
misma una acción de soporte emocional. Por otro lado, en la medida en que las reuniones
informativas se repitan, porque las circunstancias así lo requieren, se puede comenzar la
conformación de los otros grupos mencionados.
El uso del humor en las estrategias de comunicación social, tanto en lo individual como en
el ámbito comunitario, adecuado al contexto cultural, social y a las circunstancias
específicas, puede ser un factor de recuperación. Existen experiencias sobre el manejo de
versos, canciones, coplas, etc.
Selección del facilitador. El facilitador de la reunión debe tener capacidad de convocatoria
y ser capaz de motivar a la población para que exprese sus problemas y dudas; debe
escuchar con atención demostrando interés, así como lograr la participación activa en la
respuesta a la emergencia o desastre y en la recuperación. Debe tener una actitud
serena, respetuosa, cordial y afectiva, pero firme, con un buen conocimiento de la
situación.
Los facilitadores deben disponer de una preparación previa (antes del desastre) en temas
psicosociales. Pero en muchas ocasiones no ha sido así, por lo que se impone una
capacitación rápida, directa y eminentemente práctica. Los profesionales de salud mental
deben apoyar estos procesos y movilizarse con las autoridades, agentes comunitarios y
trabajadores de atención primaria, acompañándolos en el terreno para apoyar las
reuniones informativas.
• Asesorar y recomendar a los líderes y autoridades del gobierno para que, en sus
declaraciones públicas, transmitan calma para reducir el temor y la incertidumbre.
• No deben existir contradicciones en los mensajes informativos. Siempre que sea posible,
debe utilizarse información escrita, tipo boletines, para las labores de divulgación y
orientación que se ofrecen a la población.
• Se recomienda que sólo el vocero oficial de la institución hable con los medios de
comunicación. Sin embargo, si se va a abordar el tema de salud mental, es deseable que
los profesionales especializados y que estén trabajando en la respuesta, puedan
acompañar al vocero para informar y aclarar dudas específicas.
• Ser crítico con las fuentes de noticias. Comprobar los hechos cuidadosamente y
distinguir entre la información oficial de la institución encargada del manejo de la
emergencia y los criterios individuales de expertos, comentarios, descripción de hechos e
interpretaciones.
• Tener en cuenta los efectos psicológicos que el impacto de las imágenes genera en el
público. No exponer innecesariamente imágenes cuya crudeza y dramatismo profundicen
el impacto psicológico propio de la situación acaecida, incrementando las condiciones de
vulnerabilidad de las personas.
• Controlar el tono de tragedia que puede tener la información sobre un desastre, evitando
la repetición constante y morbosa de los hechos.
• Respetar los sentimientos de las personas en proceso de duelo por la pérdida de seres
queridos (evitar la fotografías de primer plano o imágenes de televisión de víctimas o
familiares).
• Utilizar, cuando sea posible, fotos, dibujos o gráficos para explicar los mensajes.
• Para desahogarse busque una persona de confianza, cuéntele lo que siente y también
escuche sus problemas. Usted también puede ayudar escuchando a otras personas.
• Realice actividades con sus vecinos para apoyarse mutuamente y superar los problemas
generados por el desastre.
• Use solamente los medicamentos recomendados por personas autorizadas. Evite tomar
"medicinas para los nervios" por su cuenta.
Consideraciones finales
Referencias