La Revolución Mexicana comenzó en 1910 debido al descontento de varios sectores de la sociedad mexicana con el gobierno dictatorial y corrupto de Porfirio Díaz. La revolución estuvo compuesta por diferentes grupos como campesinos, obreros y socialistas que lucharon durante 10 años por lograr reformas agrarias, derechos laborales y políticos. Aunque hubo varios líderes revolucionarios como Madero, Zapata y Carranza, la revolución terminó en 1920 y dejó como legado la nueva
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La Revolución Mexicana comenzó en 1910 debido al descontento de varios sectores de la sociedad mexicana con el gobierno dictatorial y corrupto de Porfirio Díaz. La revolución estuvo compuesta por diferentes grupos como campesinos, obreros y socialistas que lucharon durante 10 años por lograr reformas agrarias, derechos laborales y políticos. Aunque hubo varios líderes revolucionarios como Madero, Zapata y Carranza, la revolución terminó en 1920 y dejó como legado la nueva
La Revolución Mexicana comenzó en 1910 debido al descontento de varios sectores de la sociedad mexicana con el gobierno dictatorial y corrupto de Porfirio Díaz. La revolución estuvo compuesta por diferentes grupos como campesinos, obreros y socialistas que lucharon durante 10 años por lograr reformas agrarias, derechos laborales y políticos. Aunque hubo varios líderes revolucionarios como Madero, Zapata y Carranza, la revolución terminó en 1920 y dejó como legado la nueva
La Revolución Mexicana comenzó en 1910 debido al descontento de varios sectores de la sociedad mexicana con el gobierno dictatorial y corrupto de Porfirio Díaz. La revolución estuvo compuesta por diferentes grupos como campesinos, obreros y socialistas que lucharon durante 10 años por lograr reformas agrarias, derechos laborales y políticos. Aunque hubo varios líderes revolucionarios como Madero, Zapata y Carranza, la revolución terminó en 1920 y dejó como legado la nueva
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Informe sobre la Revolución mexicana
Presentado Por: Karoll Martínez Romero
Uno de los movimientos políticos, económicos y sociales de mayor trascendencia en América fue, sin lugar a dudas la Revolución Mexicana que inició el 20 de noviembre de 1910 y se extendió por 10 años. Sus antecedentes se remontan a la situación en contra del entonces presidente, Porfirio Díaz. El ideal para los jóvenes era desplazar la dictadura porfiriana de 30 años; Los obreros soñaban con una legislación que les ofreciera un mínimo de protección contra el abuso de los poderosos; Los campesinos querían tierras. Esta Revolución mexicana nace del descontento que se experimentaba en diversos sectores del país, especialmente, en aquellos que tenían menos recursos, como los campesinos u obreros; De allí que este movimiento armado no fuese unificado, sino que estuviera compuesto por diferentes grupos agrarios, campesinos, populistas, liberales, socialistas, entre otros, que se apoyaron y traicionaron entre sí a lo largo de este proceso, que tenían como bandera derechos políticos y sociales se unieron por ese objetivo, pero luego llevaron a cabo una guerra de guerrillas a lo largo de una de las épocas más revolucionarias para México, que dejó más de un millón de muertos. Hubo muchas causas que desencadenaron la Revolución estas fueron económicas, sociales y políticas. Entre las causas económicas podemos señalar la cuestión agraria. Durante la presidencia de Díaz los campesinos no tenían tierras ni trabajo y sufrían mucha pobreza. El latifundismo tuvo consecuencias negativas para los mexicanos y todo esto fue provocando la decadencia en la agricultura. En el gobierno de Díaz solo importaba el progreso material con capital extranjero y esto ocasiono que empresas extranjeras se apropiaran de la riqueza nacional. Entre las causas sociales hubo problemas en el campo laboral ya que no había una legislación que protegiera a los obreros y campesinos, esto ocasiono muchas huelgas. Los trabajadores ganaban sueldos miserables, los precios siempre se elevaban. Las divisiones sociales también fueron una causa muy fuerte ya que había diferencias muy marcadas ya que los ricos eran muy ricos y los pobres extremadamente pobres. Entre las causas políticas se encuentra la dictadura de Porfirio Díaz. Díaz llego al poder en 1876 con su lema de no reelección pero por supuesto que no cumpliría esto, todo lo contrario, con el pasar de los años buscaba su reelección hasta que logro gobernar 7 periodos. Durante su gobierno no hubo más que tiranía, injusticia y corrupción; debido a todo esto se empezaron a formar grupos en busca de derrocarlo un ejemplo de estos fue el Partido Liberal Mexicano el cual incitaba al pueblo a revelarse y a exigir los derechos que les correspondían. En 1910 Díaz manifestó la inauguración de un gobierno democrático y gracias a esto Francisco I. Madero empezó a hacer campañas para alentar al pueblo a luchar contra la tiranía y organizo el partido Anti reeleccionista. Díaz se volvió a reelegir y Madero lanzo el Plan de San Luis de Potosí en el cual declaraba nulas las elecciones y desconocía el gobierno de Díaz, lo respaldaban personajes como Pancho Villa y Emiliano Zapata. Díaz convencido de que estaba perdiendo su poder y abandono su mando el 25 de mayo de 1911, posteriormente salió del país y se fue a Europa en donde murió en 1915. Madero triunfante restauro la constitución de 1857, estableció el sufragio popular y prohibió la reelección. Ya que el pueblo seguía inconforme con el gobierno Emiliano Zapata propuso el Plan de Ayala. Pero el pueblo seguía inconforme, el pueblo quería un cambio de régimen y de estructura debido a esto Emiliano Zapata propuso el Plan de Ayala el cual tenía el propósito de distribuir la tierra entre los campesinos, el lema de Zapata era “la tierra es para quien la trabaja”. Madero tenía en contra a conservadores, el clero, latifundistas y a Victoriano Huerta quien posteriormente lo asesinaría. El gobierno maderista logró defenderse durante dos años frente a los insurgentes zapatistas, orozquistas, y otros grupos más pequeños, con apoyo de las tropas de Villa. Las mujeres, en todos los bandos, tuvieron un papel de fuerza de apoyo a los revolucionarios e incluso tuvieron participación armada. Eran conocidas como "Las Adelitas". El 22 de febrero de 1913, Francisco I. Madero fue asesinado por la espalda, aplicándosele la “ley fuga” mientras era trasladado a la penitenciaría de Lecumberri. Después de estos acontecimientos, Huerta fue nombrado presidente, pero debido a que era conocida la forma en que llegó al poder, y a que estaba ligado a los intereses de Estados Unidos, no pudo crear una imagen pública positiva y su ascensión a la silla presidencial provocó la unificación de los revolucionarios en su contra. Por ello, Huerta se ve forzado a abandonar el poder en 1914. Por esas fechas, Venustiano Carranza se levantó en armas en Coahuila y los revolucionarios lo tomaron como caudillo con el objetivo de restaurar el orden constitucional. Por ello, Carranza se empeñó en consolidar un gobierno que hiciera posibles las transformaciones sociales y económicas del momento histórico que el país vivía y en un corto lapso, logró aumentar su prestigio y poder. Trató de lograr la unidad revolucionaria, de fortalecer la imagen de su gobierno en el extranjero y de acabar con los brotes de insurrección. Para 1917 se promulgó la Constitución en la ciudad de Querétaro y el presidente Carranza se convirtió en el primero en gobernar bajo un régimen constitucional Para 1919, es asesinado Zapata y en ese mismo año se promulgó el plan de Agua Prieta que proclamaba que la soberanía radicaba en el pueblo. Los revolucionarios volvieron a chocar entre sí y Carranza fue asesinado. Para 1920, es decir, diez años después de iniciada la revolución, Madero, Zapata y Carranza, ya habían muerto, pero su legado, trabajado ahora por los nuevos caudillos revolucionarios estaba próximo a marcar el final de la revolución. El General Álvaro Obregón es quien comenzó la etapa final. Sin embargo, las bases del Estado moderno mexicano se establecen con la nueva Carta Magna. El documento consagra causas revolucionarias como el derecho agrario, los derechos laborales, la educación y la salud garantizadas por el Estado, la libertad de prensa y los derechos políticos vigentes más de un siglo después. En resumen, y tras poner en la balanza los éxitos y fracasos de la política exterior mexicana en el periodo de consolidación de su movimiento revolucionario, es posible concluir que esa política sirvió bien al interés nacional, el cual consiguió llevar adelante y pese a la resistencia de importantes fuerzas en el exterior, los cambios propuestos por la constitución de 1917.