El Congreso de Panamá y El Pentecostalismo Ecuatoriano

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El Congreso de Panamá y el pentecostalismo ecuatoriano

Por: Laura Saá

Introducción

El presente trabajo es una revisión histórica del Congreso sobre la Obra Misionera de Panamá
de 1916 y pretende definir si este tuvo impacto no en el pentecostalismo ecuatoriano.

El documento abarca el período comprendido entre los años 60 y 80. El pentecostalismo


ingresa al Ecuador en 1956. Después de varios encuentros y desencuentros producidos entre
los pentecostales con los protestantes y, grupos misioneros evangelicales, que provenían de
iglesias norteamericanas, que provocaron una fuerte dependencia económica e ideológica en
el país, demuestro que el pentecostalismo se afirma y toma su propio lugar en la cultura y
sociedad ecuatoriana.

También planteo un panorama de la adquisición de esta identidad propia que va formándose a


partir de las décadas de los 70 y 80, período que fue marcado por las dictaduras que
surgieron en el Ecuador. Es en medio de ese ambiente socio-político convulsionado donde el
movimiento pentecostal acoge a muchos desplazados de los campos y se inicia la
“pentecostalización” de las iglesias evangélicas. Asimismo, presento un panorama en el
desarrollo del aspecto educativo, primeramente en el mundo evangélico que estuvo
influenciado por el Congreso de Panamá y que también fue acogido por los pentecostales,
además presento un breve resumen del trabajo de las mujeres.

La tesis que planteo en el presente documento es que este Congreso Misionero fue dirigido
para América Latina, y que su influencia se notó muy poco en el pentecostalismo ecuatoriano,
ya que este entró en el Ecuador mediante diversas misiones 40 años después de la realización
del mismo.

Este documento presentará aportes desde la historia, donde se reflexionará a partir de las
relaciones con el protestantismo y el evangelicalismo; de las ciencias sociales pues como indica
Cruz1: “la sociología se pregunta por el motivo mediante el cual los seres humanos se
mantienen unidos a pesar de que sus relaciones sean, a veces, conflictivas”, para hacer un
análisis del contexto y de los desencuentros que se produjeron. Se incluyen además las
opiniones de personas que dialogaron con la autora sobre el tema.

1. El Congreso sobre la Obra Cristiana de Panamá de 1916. Antecedentes históricos.

Para entender la importancia de este tema, quiero puntualizar que en ese tiempo uno de los
problemas que tenían las juntas misioneras era la distribución de territorios para la misión. Por
esta razón, constituyeron un comité de acuerdo que buscara una forma aceptable para dividir
los territorios misioneros en cada país. El propósito de este comité era, además, unir los
esfuerzos estratégicos, programáticos y prácticos. Sin embargo, pronto se descubrió que había
competencia excesiva y una ambición desmedida por la ocupación de nuevos territorios. El
problema debía ubicarse en la perspectiva más amplia: la relación entre América Latina y el
Caribe y los Estados Unidos, y la estrategia misionera global.
1
Cruz, Antonio. Sociología, una desmitificación, p. 13.

1
Por otra parte, “Las sociedades misioneras que actuaban en América Latina,
predominantemente norteamericanas, no estuvieron de acuerdo con la decisión de Edimburgo
(1910) en la que se indicó que América Latina estaba evangelizada. No podían admitir que la
evangelización en esa parte del mundo estuviese concluida. Tampoco se conformaron con el
monopolio católico ni con la existencia de lo que juzgaban cristianos solamente nominales” 2.
En esa línea, el Congreso de Panamá fue más bien un Congreso para América Latina antes que
de América Latina. Este congreso se celebró del 10 al 20 de febrero de 1916, en medio de la
Primera Guerra Mundial, en la zona del Canal bajo protección de EE.UU. Esto se debió a la
prohibición del Obispo de Panamá quien decretó como pecado mortal la participación de
católicos y prohibió categóricamente la concesión de edificios y dependencias para el mismo.

Hubo 235 delegados de 44 sociedades misioneras protestantes de los Estados Unidos, una de
Canadá y cinco de Inglaterra. De los de 481 asistentes, incluyendo los delegados, solamente 9
eran latinoamericanos de nacimiento. La lengua oficial fue el inglés 3.Como nos damos cuenta
las misiones tenían su sede en los Estados Unidos y en el mismo se registró una sola
participación europea. Los grupos que más tarde llegarían a ser mayoritarios como los
pentecostales y las misiones de fe no se involucraron ni estuvieron conscientes de las
discusiones teológicas y misioneras de Panamá.

La iniciativa para su realización partió de la preocupación con la misión, y nuevamente fueron


los protestantes los que tomaron la vanguardia del trabajo conjunto, aunque se tratara de un
ecumenismo exclusivamente “inter-protestante”. No se puede negar que en ciertos grupos
reinaba un espíritu altamente crítico frente al catolicismo romano. Denunciaban a América
Latina como siendo el continente del “Cristo muerto”, es decir, “cristiano, pero sin vida” 4, una
imagen distorsionada para llamar la atención hacia una participación más activa de las
misiones. En esas condiciones no podía haber cooperación inter-eclesiástica. Aun así, los
organizadores del Congreso evitaron dar la impresión de planear una cruzada anticatólica.

En lo referente a la participación del Ecuador 5, estuvieron presentes la Alianza Cristiana y


Misionera; la Misión de la Costa de Guillermo Reed y la Misión de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día. La Unión Misionera Evangélica que también trabajaba en el país se negó a
participar y desató una campaña de oposición en los Estados Unidos entre las misiones de
corte fundamentalista6 que en un momento quisieron hacerlo. Sus argumentos eran que los
organizadores del Congreso querían “intercambiar lo mejor de la civilización de cada cual” y la
“disponibilidad para cooperar con la Iglesia Católica en la regeneración espiritual de América
Latina” lo que para ellos no era admisible.

Sin embargo, el Congreso salió adelante y en este evento se trabajaron temas que iban a
cambiar el panorama de las misiones en América Latina, aunque no tanto en el Ecuador. Su
2
EL ECUMENISMO EN AMÉRICA LATINA - El CLAI. http://claiecumenismo.blogspot.com/2010/03/7-el-
consejo-latinoamericano-de.html,p.1 consultada el 2016/9/2.
3
Panama Conference 1916, vol. I, Comité de Cooperación de América Latina.
4
Ibid, p. 252.
5
Padilla, Washington. La iglesia y los dioses modernos, p. 311.
6
El fundamentalismo es una corriente teológica que nació a fines del siglo XIX en EE.UU. en contra del
modernismo de la época. Recoge dos posturas: el dispensacionalismo y la teología del Seminario de
Princeton. Enarbolando la infalibilidad e inerrancia de la Biblia, pretendía un regreso a las posturas
fundacionales del cristianismo.

2
importancia se debe a que “se trabajaron temas como la educación, la exploración y ocupación
de los campos misioneros, el mensaje y el método, la producción de literatura, el trabajo
femenino, la distribución del trabajo, las bases en los países de origen de las misiones y la
cooperación en la promoción de la unidad” 7.

2. Desarrollo del movimiento pentecostal en Ecuador: Encuentros y desencuentros con


otras iglesias.

Considero que es necesario explicar que en el pentecostalismo ecuatoriano va a ser desafiado


por dos factores externos e importantes en su desarrollo antes de analizar si hubo o no
influencia del Congreso de Panamá: 1) La Iglesia Católica y, 2) Las iglesias protestantes y de
corte evangelical que llegaron al país con una teología dispensacionalista y fundamentalista.

En primer lugar, en Ecuador la Iglesia Católica tuvo una influencia modeladora durante las
épocas de la colonia, la independencia y los primeros 70 años de la República. Durante todo
ese tiempo influyó en los gobiernos de turno e impulsó una cosmovisión cultural que hasta el
presente siglo puede apreciarse en fiestas religiosas, costumbres, celebración de ceremonias
religiosas, entre otros.

Sin embargo, este factor va a ser interrumpido en el año de 1895, pues siendo presidente el
Gral. Eloy Alfaro, ingresaron las primeras misiones protestantes al país. Estas llegaron desde
EE.UU. a finales del siglo XIX, en el período de 1895 a 1912 y estuvieron ligadas a la agenda del
liberalismo. En esta época, Ecuador estaba listo para entrar en la “modernidad” por los
cambios sociales y políticos del liberalismo, pero no fue un acto espiritual sino más bien la
búsqueda de mejoras económicas y políticas. Por lo tanto, la tarea de los misioneros no fue
fácil. Según Padilla “esta fue una tarea verdaderamente heroica que no hubiera sido posible
sino por el actuar de hombres y mujeres dispuestos al sacrificio por causa del evangelio 8”.

El presidente Alfaro chocó con la jerarquía de la Iglesia Católica por las decisiones tomadas:
estableció la separación de la Iglesia y el Estado (el laicismo), la expedición de la Ley de
Patronato y la Ley de Beneficencia 9. Además, asignó la alfabetización y la educación primaria a
grupos metodistas que llegaron dirigidos por el Dr. Tomás Wood. Padilla 10 escribe que esto
desató la furia de la Iglesia Católica y del sector conservador del país.

Es a partir de esa época, que ingresan diversas misiones que van a establecerse e iniciar su
obra evangelística, todas ellas se desarrollan en medio de crisis y persecución por parte de la
Iglesia Católica quien las miró como invasoras y la idea de que “Ecuador fue la sede de una
olimpiada religiosa”11. A pesar de esto, las misiones establecieron desde esta época millares de
servicios como alfabetización, creación de escuelas, colegios y seminarios, servicios de
bienestar social en desarrollo agrícola y comunal, centros de salud, casas de retiro, entre
otros.

7
CLAI. Oaxtepec. Unidad y Misión en América Latina, p. 2.
8
Padilla, Washington. La iglesia y los dioses modernos, p. 191.
9
Ley de Patronato: Las autoridades liberales se atribuyeron el derecho a elegir las autoridades
eclesiásticas anteriormente designadas por Roma.
Ley de Beneficencia: Se procedió a expropiar las tierras de la Iglesia Católica en beneficio del Estado.
10
Op. Cit, p. 193.
11
Albán Estrada, María.Con Dios todo se puede, p. 19.

3
La llegada de los pentecostales en la década de los 60 fue la “gota que derramó el vaso” para la
Iglesia Católica puesto que el trabajo de estos se concentró en las áreas marginales y
prontamente tuvieron muchos convertidos. Por ese motivo, desató una persecución contra
aquellos “locos que estaban causando disturbios en la ciudad”, también se referían a ellos
como los “analfabetos que solo repiten aleluya 12” El P. Fermín Zúñiga13 recuerda esa época y
comenta: “ellos tenían actos discriminativos y burlescos a las manifestaciones regocijantes de
un pueblo que celebraba la verdad sostenida en la Palabra de Dios”. Infortunadamente, esta
Iglesia no entendió el mover que el Espíritu Santo había desatado en el país. Zapata 14 cita a
Míguez Bonino e indica que el pentecostalismo es “el movimiento cristiano de mayor y más
rápido crecimiento en el mundo hoy, tan dinámico que se coloca junto al catolicismo y
protestantismo histórico como la tercera fuerza del cristianismo.” Este crecimiento fue
evidente en Ecuador.

Con todo, la influencia de la Iglesia Católica ha sido permanente en la sociedad ecuatoriana.


Los pentecostales han sabido aprovechar esta influencia y la usaron para sus reuniones,
eventos y campañas. Por ejemplo, muchos de los feriados en varias ciudades del país
corresponden a las fiestas de celebración de los santos. Los pentecostales usaron estas fechas
como oportunidades para evangelización y proclamación de la Palabra. Ceremonias como las
procesiones de los santos a las que estaban acostumbrados algunos feligreses fueron
cambiadas por los pentecostales en caminatas de oración y marchas por distintos motivos: la
familia, el Día de la Biblia, la unidad de los cristianos como las patrocinadas por Evangelismo a
Fondo. Las misas que se hacían en los barrios hacia alguna Virgen o santo fueron trastocadas
por los aires libres en las esquinas de los barrios o en las plazas de las ciudades. Los
pentecostales no se intimidaron ante la persecución sino que cobraron fuerza y valor para
compartir con denuedo la Palabra e influyeron en la cultura ecuatoriana.

En segundo lugar, las misiones protestantes llegaron al país en 1896, mientras que el
movimiento pentecostal ingresó 40 años después del Congreso de Panamá al Ecuador, a través
de la Iglesia del Evangelio Cuadrangular, en 1956. Por tanto se debe buscar los antecedentes
históricos en las iglesias evangélicas y protestantes de la época para ver si hay influencia o no
del Congreso de Panamá. Hay que considerar que la década de los 60 marcó un gran
crecimiento en las iglesias evangélicas, pues el Espíritu Santo intervino trayendo aire fresco a
las congregaciones mediante el movimiento pentecostal, que crecieron especialmente en las
áreas marginales, y con los hermanos indígenas en Chimborazo. La autora 15 ya lo había
indicado en una Conferencia anterior sobre Educación presentada también en Panamá. Este
tema fue importante en el crecimiento de las primeras iglesias pentecostales.

Como ejemplo de este principio del mover del Espíritu, pongo el gran
avivamiento de la Iglesia en el Ecuador en la década de los 60. Dios hizo
muchos milagros en la Campaña Evangelística del estadio Capwell, sin
embargo, las personas que aceptaban al Señor eran instruidas sobre el
bautismo, una hora cada día durante las seis semanas que duró la campaña,
12
Estas son frases que el P. Eusebio Montoya compartió con la autora cuando la entrenaba para el
ministerio.
13
El Pastor Fermín Zúñiga es pastor de la Iglesia Cuadrangular en Los Ríos, Ecuador.
14
Zapata, Rodrigo. La iglesia del Kyrios presente en América Latina, p. 20.
15
Saá, Laura. “Excelencia en la Educación Teológica”.

4
aunque muchos criticaron a la Iglesia Cuadrangular por haber bautizado
1500 personas tan rápido (recordemos que en ese tiempo la influencia
Bautista era muy grande), no tomaron atención de que en realidad los
nuevos convertidos habían asistido a un Curso de Discipulado intensivo.

Por otra parte, los maestros de Escuela Dominical, que más tarde llegarían a
ser los pastores, fueron adiestrados cada día por el misionero durante las
seis semanas de la Campaña. Es decir, asistían a un Instituto Bíblico por
extensión sin darse cuenta durante varias semanas 16. Más tarde los esposos
Cole, que habían ido a trabajar al Seminario Alianza de Guayaquil, dejaron
su institución y fueron a iniciar el Instituto Bíblico Cuadrangular 17,
conscientes de que ese gran avivamiento necesitaba ser consolidado, y de
esa manera, la iglesia en el Ecuador creció y se ha mantenido firme hasta
ahora.

Asimismo, en la década del 60 ingresan nuevas misiones e iglesias evangélicas, algunas de las
cuales manifiestan una teología dispensacionalista y fundamentalista. Estas unidas a las
iglesias protestantes también van a rechazar al movimiento pentecostal naciente. El Dr.
Carmelo Álvarez18 en una conversación con la autora indicó: “hubo una ruptura muy radical
con las iglesias protestantes y evangelicales. El surgimiento del movimiento pentecostal fue
visto como una amenaza y las incipientes iglesias pentecostales veían como liberales a las
iglesias históricas. No podemos simplificar el asunto. La confrontación fue seria”. La pregunta
que surge es ¿qué ocurrió con estas iglesias en Ecuador para mirar así a los pentecostales?

Israel Batista19 responde: “Las iglesias protestantes fueron iglesias de trasplante, ya sea por su
historia o por la dependencia económica, cultural y teológica, a pesar de sus esfuerzos, se les
dificultó la identidad plena con el contexto”. “Las iglesias evangélicas conservadoras estaban
atadas a una teología fundamentalista centrada en la pureza doctrinal y rechazaron a las
culturas locales. Lo cultural propio fue interpretado y rechazado como pecado. A nombre de la
sana doctrina terminaron proyectando y reproduciendo la cultura del misionero”.

Todo lo contrario ocurrió con el movimiento pentecostal pues se identificó con la cultura y
tuvo la capacidad de comunicarse con el pueblo, reconoció las necesidades físicas y
espirituales de las personas, acercándose a los pobres y desplazados, influyó en el campo
eclesial de la época y le dio un sentido a lo cotidiano. Un aspecto importante es la apertura al
ministerio de las mujeres quienes comienzan a participar como evangelistas, predicadoras,
diaconisas y maestras, desarrollando así ministerios públicos e interviniendo de manera
indirecta en las tomas de decisiones de las iglesias. Esto no era muy común en la época pues
en las iglesias evangélicas el ministerio de las mujeres se limitaba solo a la enseñanza.

Además, las iglesias pentecostales aprovecharon el elemento cultural en sus liturgias: sus
canciones fueron con las melodías del contexto, cumbia, merengue, pasillo, pasacalle; usaron
16
Weld, Wayne y Donald McGavran, Principios del crecimiento de la iglesia. pp. 2-6 a 2-10
17
Castro, Nelson. Conferencia “Encuentros y Desencuentros en la Iglesia Evangélica Ecuatoriana”, III
Consulta Teológica, SIETE, 2000.
18
El Dr. Carmelo Álvarez es un reconocido historiador pentecostal. Sus escritos son de mucha valía y
aporte para los pentecostales.
19
Batista, Israel. “Pentecostalismo e Identidad Cultural”.

5
la guitarra, las maracas y la pandereta en lugar del piano y del órgano, la arquitectura de sus
iglesias fue sencilla. El pentecostalismo recuperó al predicador ecuatoriano, pues los nuevos
creyentes se convertían en predicadores activos de su fe. En contraste con lo que estaba
ocurriendo con las iglesias protestantes, la liturgia de las nuevas congregaciones fue muy
sencilla. Esta era la siguiente:

1. Oración inicial.
2. Coros
3. Peticiones y testimonios
4. Predicación
5. Llamado
6. Ofrendas, anuncios

Esto atrajo a muchas personas que vinieron a los pies del Señor pero también causó malestar
en las otras iglesias pues hubo un fuerte rechazo por parte de las mismas. El P. Humberto
Zúñiga20en diálogo con la autora, señala lo siguiente: “El pentecostalismo tuvo manifestaciones
litúrgicas propias como el Bautismo en el Espíritu, la glosolalia, las caídas, fue muy fervoroso en
sus alabanzas lo que molestó a las iglesias conservadoras, las calificaron como no normales
pues no se había visto antes algo así y se los tildó de locos”. Añade: “Cuando la Iglesia
Cuadrangular organizó la Campaña en el Estadio Unamuno, no tuvo el respaldo de las otras
iglesias de Guayaquil, pues todas ellas eran conservadoras. Argumentaron dos razones: 1)
Fuimos rechazados por ser pentecostales y 2) El año anterior Billy Graham hizo una campaña
en Guayaquil sin resultados”.

Nuevamente las iglesias no comprendieron el mover del Espíritu Santo, pues era el tiempo
propicio de Dios. El gobierno de Carlos Julio Arosemena había traído hambre y miseria al país,
especialmente la ciudad de Guayaquil estaba construida en los pantanos de los suburbios y
carecía de agua potable, canalización y otros servicios. Padilla 21 señala:

El desempleo, el hacinamiento, las enfermedades, la desnutrición eran la


experiencia diaria en la ciudad. Es en ese momento, cuando la Iglesia
Cuadrangular realizó “una cruzada de salvación y sanidad divina” en el
Estadio Ramón Unamuno. La primera noche llegaron 1000 personas, el
predicador oró por sanidad y sucedieron milagros maravillosos. La segunda
noche llegaron 5000 personas y así sucesivamente hasta llegar a una
audiencia de 20 000 personas que llenaron todas las noches el estadio,
durante seis semanas. El bautismo de los nuevos convertidos tuvo una
audiencia de 30 000 personas en el Estero Salado.

El P. Humberto Zúñiga continua diciendo: “Esto causó un gran impacto en las otras iglesias
evangélicas, pues el pentecostalismo añade elementos que ellos no conocían: los milagros y la
sanidad divina”.

Sin embargo, debemos anotar que el evangelicalismo fundamentalista va a influenciar en el


pentecostalismo. Al inicio este no tenía un cuerpo doctrinal definido por escrito, pues su
teología es muy experiencial, por lo que presta del mismo algunos puntos como: la inerrancia
20
El P. Humberto Zúñiga pertenece a la Iglesia Cuadrangular y pastorea la Iglesia Central en Quito.
21
Padilla, Washington. La iglesia y los dioses modernos, p. 400.

6
de la Biblia, aunque resulta paradójico el dispensacionalismo 22 y los puntos del
fundamentalismo norteamericano que por cuestiones ideológicas, económicas, políticas y
sociales estaban en contra de la Iglesia Católica, el comunismo y el ecumenismo. Rodrigo
Zapata23 señala:

Esto se debió a que la década de los 60 tuvo cambios socio-políticos


dramáticos, por una parte el surgimiento de un gobierno comunista en
Cuba y por otro la constitución de la Alianza para el Progreso del gobierno
de Kennedy en los Estados Unidos. Así también la tremenda explosión
demográfica que ocurre por primera vez en la historia de América Latina
que creó problemas de orden social, educativo y económico-político que
obligó a plantear soluciones drásticas… Aceptémoslo o no, el evangelio en
esta época vino revestido de ideología, cultura y elementos extraños.

Al revisar estos factores, vemos que el Congreso de Panamá aunque promovió la unidad de las
misiones y la distribución del trabajo misionero no tuvo mayores repercusiones en Ecuador.
Con el ingreso de nuevas misiones se complicó el cuadro de posiciones teológicas. Padilla 24
señala que el Ecuador enfrentó la mayor crisis del protestantismo entre los años 1965-1966
por las relaciones entre las misiones extranjeras y el elemento nacional, pero también había
tensiones entre las misiones extranjeras más antiguas y conservadoras y algunas de las más
nuevas. Indica lo siguiente:

…esto desembocó en una situación de cautiverio y opresión. Había misiones


extranjeras que se consideraban dueñas de la iglesia y norma infalible de
ortodoxia. Nadie podía disentir de ellas ni en la práctica ni en la doctrina,
pues si lo hacía era tratado de “hereje” y si dependía económicamente de
ellas su situación era por demás precaria…Así como la Iglesia Católica creó
la Inquisición para mantener la ortodoxia inmaculada, así en el seno del
protestantismo ecuatoriano se habían creado mecanismos de opresión para
mantener la pureza del evangelio.

De las tres misiones que participaron en el mismo observamos: La Alianza Cristiana y Misionera
en este tiempo ya había absorbido el trabajo de la Misión de la Costa de Reed y no mostró la
suficiente influencia en las nuevas misiones que ingresaron desde EE.UU. principalmente
aquellas de corte fundamentalista. La Unión Misionera hizo un intento por la unidad formando
la Asociación de Iglesias Evangélicas en 1949 pero en esta época desapareció, luego formaron
otra Asociación. La Iglesia Adventista del Séptimo Día se trasladó a Guayaquil, abandonó su
trabajo entre los quichuas de Colta y se dedicó más a la educación y distribución de literatura.

22
El dispensacionalismo es una teología que afirma que Dios ha empleado diferentes medios de
administración de sus planes en diferentes períodos de la historia humana, donde ha demostrado
su gracia. Lo distintivo es que sostiene que Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo no
forman un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes.
Interpreta literalmente la Biblia.
23
Zapata, Rodrigo. La iglesia del Kyrios presente en América Latina, pp. 26-27
24
Padilla, Washington. La iglesia y los dioses modernos p. 406-407.

7
A pesar de todo, se había formado ya la Confraternidad Evangélica Ecuatoriana en el año 1964,
con el afán de manifestar la unidad espiritual del pueblo evangélico. El P. Nelson Castro 25 le
comentó a la autora del objetivo que se planteó la CEE: Mantener la unidad del liderazgo
nacional y desarrollar un trabajo entre todas las denominaciones sean bautistas, aliancistas,
unionistas, bereanas, pactistas, fundamentalistas, entre otros. Desde sus inicios la CEE aceptó
también a los pentecostales. Su trabajo no fue fácil por esta amplitud de rostros evangélicos
pero prevaleció con la ayuda de Dios. Esta organización recogió varios de los postulados del
Congreso de Panamá para ponerlos en práctica destacándose su labor a partir de los años 70.

3. Adquisición de una identidad pentecostal propia en Ecuador

Orlando Costas ha subdividido el protestantismo de América Latina en tres categorías: el


histórico, el evangélico y el pentecostal. Esto es importante reconocerlo porque el
pentecostalismo fue creciendo y buscando una identidad propia. Los años más significativos
están comprendidos en las décadas del 70 y el 80 ya que se desarrolla una cultura pentecostal
que va a permanecer en las iglesias y que muestra una fuerte influencia en las iglesias
evangélicas que comienzan a “pentecostalizarse”. También se debe indicar que muchas
misiones e iglesias ya se habían asentado en Ecuador, pero su trabajo fue más bien
evangelístico y en ocasiones se notaba un fuerte denominacionalismo, pues en lugar de unirse
para un trabajo conjunto provocaban divisiones entre ellas.

Por eso es rescatable que, sin haber asistido al Congreso de Panamá, las iglesias pentecostales
van a ayudar a unir con su liturgia a las otras congregaciones e influenciar en el ethos cultural
evangélico. Muchas de las prácticas discursivas, rituales y simbólicas del pentecostalismo
fueron asumidas por las iglesias evangélicas. Frases como “varón de Dios”, “siervo/a del
Altísimo”, “hombre/mujer de fe”, “dones espirituales” son frecuentes en el uso en las iglesias
pentecostales y no pentecostales. La figura del predicador pentecostal con su Biblia bajo el
brazo y compartiendo la Palabra en los buses, esquinas y plazas fue imitada por otras iglesias.
La potencia misionera de los pentecostales se enmarca en el bautismo en el Espíritu Santo, el
poder de Dios, el dedo de Dios, el sello que autentifica la unidad de la iglesia.

También es necesario recordar que la religión y la cultura son fenómenos ligados a la historia.
Ante la crisis de la modernidad, los pentecostales hacen un aporte nuevo que va
incorporándose a la sociedad. Israel Batista 26 lo resume de la siguiente manera: “Los aportes
del pentecostalismo en la cultura son: a. Incorporación de lo corporal, lo celebrativo, la
sanidad y el acompañamiento, b. Sentido de comunidad, c. Capacidad de conversión de la
cultura, d. Desinstitucionalización de estructuras y desregulación de prácticas religiosas, e. Red
de relaciones”. Todo esto porque el pentecostalismo no es igual a instituciones es más un
movimiento de fe práctica.

El pentecostalismo ecuatoriano se va a caracterizar por su ferviente predicación, su constancia


en las oraciones y en los testimonios. Guamán 27 presenta un cuadro de las misiones: Así, la
primera misión pentecostal que ingresó fue la Iglesia del Evangelio Cuadrangular en 1956,
posteriormente vinieron la Iglesia Evangélica Apostólica del Nombre de Jesús en 1959, las
25
El P. Nelson Castro fue Presidente de la CEE durante varios períodos de la misma.
26
Batista, Israel. “Pentecostalismo e Identidad Cultural”.
27
Guamán, Julián. Evangélicos en el Ecuador, p. 28.

8
Asambleas de Dios en 1962, la Iglesia de Dios Pentecostal Trinitaria en 1966, la Iglesia de Dios
de Cleveland en 1972, la Iglesia Cristiana Verbo en 1982, y Cristo al Mundo en 1985.

Al inicio no tuvieron materiales escritos por ellos mismos acerca de conceptos doctrinales,
pero se encontraron elementos comunes que llevaron a mirar cómo ponían en práctica este
punto. Su doctrina fue muy sencilla: Cristo Salva, Sana, Bautiza y Viene. Sin embargo, en la
predicación el elemento profético siempre estuvo presente, en el ministerio de la iglesia local.
La interpretación de los textos bíblicos fue muy literal; su teología práctica y solidaria ha sido el
fundamento en las diversas congregaciones. Importante es notar el estilo de la vivencia
pentecostal: cuidado del testimonio y una ética moral como muestra del seguimiento de
Jesús.

En las iglesias pentecostales la predicación, la oración y la santidad fueron características


importantes. De estos dos últimos la autora puede testificar pues eran temas frecuentes en las
predicaciones, en los eventos de los departamentos de iglesias, en las reuniones, animando a
los creyentes a estar preparados para la segunda venida de Cristo. El pentecostalismo le dio
sentido de pertenencia a la gran cantidad de desplazados en esta época, pues por la influencia
de los Estados Unidos y su gobierno capitalista y liberal se instauraron en Ecuador muchas
dictaduras que trajeron al país y especialmente a los campesinos desesperanza y pobreza.

La autora28 escribió en otro documento acerca de los inicios en la búsqueda de identidad de los
pentecostales. Ella señaló los siguientes aspectos:

El compartimiento del pan fue el sinónimo de comunión entre los


pentecostales pues los ágapes, refrigerios y comidas al terminar los cultos,
especialmente en las iglesias pequeñas, mostró la hermandad y la amistad
en las congregaciones y con las personas que venían de afuera atraídas por
estas manifestaciones de generosidad. Aunque ellos tenían una visión más
reduccionista de la santidad, factor necesario para marcar la diferencia con
el mundo en que se desenvolvían, estaban listos para aceptar a aquellos
que dejaran los vicios y el pecado para convertirse al Señor.

El compañerismo pentecostal fue la característica primordial en esta época. Aunque no fueron


aceptados totalmente por las otras iglesias, se esforzaron en mostrar que tenían la nueva vida
en Cristo, que él los había transformado y les permitió mantener una comunión de donde se
sale a hacer misión con poder, ya que es el Espíritu quien guía y capacita para la misión por eso
vemos su rápido crecimiento. Asimismo, la práctica de las disciplinas espirituales fue relevante,
en la búsqueda de la presencia de Dios, mediante ayunos y oraciones, y el anhelo de caminar
con él en fe y santidad, se mostró la manifestación del poder del Espíritu Santo.

Por otra parte, Reed29 indica que “las campañas de sanidad divina jugaron un papel importante
en el crecimiento pentecostal durante las dos últimas décadas… Los líderes evangélicos
reconocen que las campañas entre las masas que recalcan la oración por la sanidad física, han
cambiado la actitud de la sociedad hacia los evangélicos”. Esto le dio identidad a los
pentecostales y fue otra contribución de ellos a la unidad de la iglesia.

28
Saá, Laura. “Identidad Pentecostal en el Ecuador”.
29
Reed, William. Avance Evangélico en la América Latina, p. 299.

9
4. Influencia de los postulados del Congreso en el Pentecostalismo ecuatoriano

La educación recibe una gran atención y promoción en el Congreso de Panamá. Los delegados


reafirman la confianza casi ciega que el sistema liberal le tiene a la educación como medio para
escalar socialmente. León30 indica seis observaciones al respecto:

1) El alto porcentaje de analfabetismo en América Latina demuestra su


necesidad educativa. 2) La educación evangélica debe ser
técnicamente igual a la educación estatal. 3) Se debe procurar
alcanzar a los latinoamericanos cultos. 4) Los líderes latinoamericanos
necesitan una visión educativa distinta a la ya abandonada
perspectiva católica. 5) La preparación educativa de los líderes
latinoamericanos es inferior. 6) Las escuelas misioneras deben
enseñar técnicas industriales y agrícolas para mejorar la economía de
los pueblos.

Las misiones que participaron en el Congreso se propusieron dar cumplimiento a este


postulado por lo que la Alianza Cristiana y Misionera tuvo que competir con las mismas
misiones católicas que trabajaban en el país para evangelizar en el oriente ecuatoriano y
plantar escuelas misioneras. También establecieron clases nocturnas en Guayaquil. En 1928,
crearon el Instituto Bíblico Alianza para la preparación de los pastores y líderes. La Unión
Misionera creó en 1942 la librería “El Faro”, también puso su seminario en Shell. Los
adventistas crearon en Riobamba escuelas de atención a los indígenas, también en Colta y
Guayaquil se hicieron campañas de alfabetización y de distribución agresiva de literatura.

Por otra parte, se crearon más escuelas y colegios en las misiones con lo que se alcanzó a las
familias de clase media y más alta. Padilla 31 señala que en Quito y Guayaquil había familias
protestantes que no declaraban su fe por temor a perder su posición social. Todo esto
contribuyó a que el asunto educativo reciba un fuerte apoyo en el Ecuador. Asimismo,
resultados indirectos de este énfasis en la educación son el movimiento juvenil en la década de
los años 30 y el movimiento estudiantil universitario que surgió unos años después.

En lo que respecta al pentecostalismo, las iglesias pentecostales históricas fundaron sus


propios Institutos Bíblicos para preparar a sus ministros. Todas ellas los iniciaron al poco
tiempo de comenzar su trabajo misionero. Así la Iglesia del Evangelio Cuadrangular y las
Asambleas de Dios lo hicieron en 1963, la Iglesia de Dios en 1973. Por lo tanto, hay que anotar
que los misioneros que llegaron al Ecuador ya conocían la importancia de la educación. En la
Iglesia de Dios en Estados Unidos ya se había formado una Escuela de Entrenamiento
Misionero en 1918 que más tarde llegó a ser la Lee University; en la Iglesia Cuadrangular el Life
Bible College había sido fundado en 1923 por Aimee McPherson. Asimismo, el énfasis en los
requisitos para la preparación de ministros ha sido espiritual más que académico. Con esto nos
queda la pregunta si esta creación de institutos vino por iniciativa propia o por lo que ellos
experimentaron al conocer la realidad educativa de las otras misiones.

30
León L., Manuel. “La misión, una tarea que nos transforma, empodera y envía”.
31
Padilla, Washington. La Iglesia y los dioses modernos, p. 407.

10
El Congreso de Panamá también habló del trabajo femenino. En lo que respecta al trabajo de
las mujeres, estas han desempeñado un papel preponderante en el origen y desenvolvimiento
del pentecostalismo como pastoras, evangelistas, fundadoras de iglesias y misioneras. El
pentecostalismo no hubiera sobrevivido sin el liderazgo femenino (por la gran cantidad de
mujeres involucradas). La gran fuerza del pentecostalismo radica en las mujeres. Las mujeres
pentecostales han estado muchas veces en lugares de pobreza crítica donde se lucha por la
sobrevivencia como un reto cotidiano y allí han compartido y vivido la Palabra. Esto no fue un
resultado del Congreso de Panamá. Más bien quienes tuvieron que poner un fuerte énfasis en
promover este asunto para lograr acuerdos de participación fueron las iglesias evangélicas y
protestantes.

5. Conclusiones

El Congreso de Panamá fue muy significativo para el trabajo de las misiones en América
Latina al tocar postulados que eran necesarios para una visión de evangelización conjunta.
Todo esto muestra que había mucho interés en alcanzar a quienes no habían conocido el
protestantismo y de que verdaderamente querían abrir el continente a las ideas de la
Reforma y la Palabra de Dios. Sin embargo, todos estos deseos llegaron cargados del
pensamiento liberal de la época y se plantearon desde el punto de vista extranjero sin
considerar el elemento latinoamericano.

Podríamos decir que la educación, uno de los temas importantes del Congreso influyó en
Ecuador, pero más en las iglesias evangélicas pues ellas comenzaron a preparar a los pastores
en los seminarios, además crearon escuelas y colegios para alcanzar a las personas con el
evangelio mediante este método. Esto como se dijo anteriormente, ya vino con el
pentecostalismo histórico, pero las otras denominaciones pentecostales que ingresaron a
partir de los 70 demoraron en preocuparse por preparar a sus pastores y líderes, pues para
ellos un lema que repetían era “la letra mata”. Afortunadamente este pensamiento ha
cambiado.

En lo referente a una mayor influencia del Congreso de Panamá en el pentecostalismo


ecuatoriano, no hay muchas pruebas de que esto ocurrió así. Como se indicó anteriormente,
las cuatro décadas de diferencia son el mayor problema, además el pentecostalismo tuvo
que enfrentarse más bien a la oposición que presentaron estos grupos misioneros para
asentarse y dejar su propia contribución a la sociedad y la cultura ecuatoriana.

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