Características Del Alumno Adulto
Características Del Alumno Adulto
Características Del Alumno Adulto
Ministerio de Educación
CENTRO DE FORMACION PROFESIONAL Nº 29
( Asociación de Educadores Porteños )
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tiempo ni dedicación porque no lo desarrollara ni implementara en la vida cotidiana, lo cual
es su principal objetivo para dar respuestas a las necesidades que le surjan y adema con el
interés de mejorar su salario, tener mayor proyección personal o estar actualizado, entre
otros puntos.
Comenta el autor que los adultos tienen un concepto equivocado de la formación y
confunden la formación con saberes. Creen que la formación es un bagaje adquirido de una
vez para siempre, sin embargo la formación es el conocimiento mediante el proceso de
educación y de experiencias cotidianas las cuales hacen enriquecer los aprendizajes.
Además los adultos estudiantes tiene una característica que muchas veces los perjudica,
casi siempre desean estudiar y trabajar individualmente porque se les complica relacionarse
con equipos de trabajo especialmente con integrantes jóvenes. Esto se da porque no tienen
la misma forma de comunicación, los mismo objetivos, el mismo tiempo libre entre otros
muchísimos puntos mas, los cuales hacen que el adulto no enriquezca o aprenda otros tipos
de convivencia y formas de trabajo.
Los adultos tiene conocimientos inexactos de las cosas, por esto resulta difícil conseguir
que de nuevo asimilen el conocimiento correcto ya que durante mucho tiempo han
trabajado con ellos, son como los valores que son difíciles de inculcar pero no imposibles.
Los adultos no tiene el tiempo disponible para estudiar en casa es por ello que el tiempo en
la escuela es muy apreciado para ellos, lo aprovechan al máximo, ya que en la casa no
pueden disponer del tiempo suficiente para estudiar por que cumplen otros roles, además de
poco tiempo tiene muchas responsabilidades. El alumno adulto descuida sus estudios,
porque debe administrar su tiempo con otras actividades que le son primordiales. Por
ejemplo, la familia, los trámites personales, laborales, etc.
Un principio que no debe faltar en la educación de adultos, es aquello que los profesionales
denominamos «experiencia del éxito», es un sentimiento que refuerza la autoconfianza y se
convierte en garantía de aprendizajes posteriores.
Se debe procurar diseñar unas actividades acomodadas al ritmo y situación personal. Es
decir, considerar siempre las limitaciones de tiempo y espacio que suele tener el alumno
adulto.
No vamos a entrar en la clásica distinción de inteligencia fluida o inteligencia cristalizada,
algo recurrente cuando se habla de los adultos, interesa más destacar el importante papel
que juega la experiencia, tanto positiva o como negativamente, en el adulto, todo un bagaje
de vivencias. (ver pie de página),
Esa experiencia debe de aprovecharse como punto de partida para ulteriores aprendizajes.
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Hay que resaltar también el enorme interés que tiene el alumno, ya que su asistencia es
voluntaria y acude al aprendizaje sin presiones externas, su motivación por consiguiente es
intrínseca. Además, el acercamiento al mundo de la educación es compartido con otras
actividades, lo que requiere un esfuerzo añadido, una economía de tiempo y normalmente
un alejamiento de abstracciones que no vea prácticas
En ocasiones presentan ansiedad, inseguridad ante su capacidad y situaciones nuevas, que
pueden llegar a bloquearle y que, por tanto, es fundamental trabajar en la creación de un
ambiente favorable. De la misma manera presentan dificultades para desarrollar trabajos en
equipo; su personalidad contrastada y marcada con la edad, exceso de individualismo;
imposibilidad de una dedicación horaria mayor, todo lo cual influye negativamente en la
elaboración de trabajos y planificaciones grupales. Superados o eliminados algunos de estos
imponderables, la responsabilidad e interés del adulto logran la elaboración y desarrollo de
tareas con alto grado de profundización.
El profesor ha de tener presente que la finalidad del estudio, por ejemplo de la geografía, no
es tanto comprender la materia en sí misma, sino posibilitar la comprensión, organización e
interacción del mundo.
El profesional de la educación actual debe de tener siempre presentes estos dos objetivos:
El profesor debe saber y saber enseñar, única forma de ser capaz de organizar y programar
la secuencia de actividades. Y procurar:
Jean Sarrailh (Dr. En letras Frances) nos aporta una frase metodológica: Dar clase «entre»
los alumnos y no «frente» a los alumnos. Acompañarlos antes que exigirles. Solicitar antes
que imponer. El profesor debe ser un artesano del intelecto. Artesano con creatividad,
valiente para anteponer a los caminos fáciles de la memoria y la repetición, las necesidades
del momento y las singularidades de un razonamiento constructivo y espontáneo.
la comprensión verbal,
el establecimiento de relaciones semánticas,
la evaluación y valoración de la experiencia,
el establecimiento de juicios y conclusiones,
los conocimientos mecánicos, o
la orientación espacial.
Depende en gran medida del aprendizaje derivado de las experiencias del sujeto en el
ámbito cultural al que pertenece. Así una persona desarrollará su inteligencia cristalizada en
la medida en que invierta su inteligencia fluida histórica en experiencias de aprendizaje. Es
decir, el potencial de desarrollo intelectual con el que una persona nace (inteligencia fluida)
alcanzará un mayor o menor grado según sean sus experiencias educativas.
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