Gnosis Csosa

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Livros e Documentos Esotéricos

Lakhsmi Daimon
O Divino Daimon
PROLOGO

Cuando recibí por primera vez el borrador de este libro, me sorprendió en forma
extraordinaria su titulo: “El Divino Daimón”.
Me dispuse, ante todo, a leer su contenido y me entretuve en los puntos clave de sus
múltiples enseñanzas. Cada vez que el Maestro habla o escribe, nos percatamos de la
presencia inequívoca de un Sabio.
No niego que el tema relacionado con el Divino Daimón y los secretos que lo envuelven
me tienen fascinado; esperaba por lo tanto, ardientemente, conseguir en este libro
algún capítulo que hablara de Él; alguna clave que me diera más luz para poder
descifrar su oculto misterio; pero, algo me hizo intuir que a ese Ser no le gusta hablar
de sí mismo.
Mientras leía su contenido me imaginaba a su autor, el Divino Daimón, tal como
realmente es: Un Ángel de incomparable belleza, de cabellos dorados y ondulados, de
rostro griego, de tez canela clara, de ojos profundos como el océano, manifestando a
su alrededor una paz tan grande como la inmensidad por medio de distintos aromas de
flores y mirra; de frente altiva denotando su sabiduría infinita que se sale de todos los
contextos, penetrando en lo desconocido, en el ocultismo inmortal, en el tiempo más
remoto, en el amanecer de la vida, en el espacio incognoscible, en el Caos, matriz de
todo lo creado.
Los rayos deslumbrantes que salen de su frente, a semejanza de relámpagos
encendidos, nos recuerdan los cuernos del famoso Moisés que el Miguel Ángel
esculpiera con tanto acierto y claridad, y a quien sus virtudes le permitieron verlo tal
como es, para mostrarlo en forma cruda y tangible a los ojos de la carne.
Cuenta la historia que Miguel Ángel escogió personalmente la piedra de mármol con la
cual esculpiría la estatua del Moisés y el día que ese bloque llegó a Roma desde las
minas de Carrara en la vecina Florencia, corrió a verla y cuando estuvo cerca de ella
gritó a los que estaban presentes: “¡Aquí está el Moisés!. ¿Acaso no pueden verlo?.
¡Está vivo, sólo tengo que sacarlo de la dura roca!”.
Luego de haber esculpido la estatua con magistral destreza y observando impávido en
ella a ese personaje en una forma casi real, sin poder contener su estupor de artista, le
tiró un martillo que cayó a sus pies fracturándole un dedo, al tiempo que exclamaba:
“¡Por qué no hablas!”.
Cuando los religiosos de la época vieron los cuernos en la frente de la estatua se
indignaron, pero el escultor supo explicarles que se trataba de rayos de luz y sabiduría
y no de cuernos comunes, salvándose así de la herejía.
Obviamente, ese genio clarividente que fue una encarnación del mismo Maestro
Samael, vio en la estatua que estaba esculpiendo las características propias del Divino
Daimón, quien dirigió ese mismo trabajo hasta su completa conclusión.
Cuántas dádivas nos ha dado el cielo a quienes somos pecadores, que no merecemos
estas manifestaciones de la luz o estas revelaciones tan profundas que han estado
siempre con nosotros; pero, que nunca las habíamos descubierto con claridad perfecta,
para poderlas observar con su justo valor.
Qué inmenso honor poder conocer a este Ser tan maravilloso en su aspecto
meramente físico y qué honor aún más elevado descubrir sus adentros, donde se
esconde el “gran misterio”, aquel asociado con la vida y con la muerte, con el bien y el
mal, con Dios y con el diablo, con Cristo y Lucifer, con el día y la noche, con el amor y
la justicia, con el Ser y el no Ser.
Moisés, Sócrates, Judas, son sin duda, las más exaltadas reencarnaciones del Divino
Daimón en nuestra actual raza Aria.
Qué impresionante es comprender que hace miles de años antes de Cristo, este
personaje, personificando al Moisés bíblico, trajo a la humanidad las Tablas de la Ley
para que pudiéramos regular nuestro camino y destino por medio del contacto directo
con Dios.
No hay duda que este acontecimiento se produjo mucho antes de lo que los
historiadores se imaginan y sus testimonios fueron luego transmitidos de generación en
generación, por medio de expertos que memorizaban las leyes y otros aspectos
sagrados, constituyéndose así en verdaderos libros andantes.
Estos sabios luego, preparaban a sus discípulos para depositar en sus memorias y en
sus corazones las enseñanzas recibidas de sus antepasados. De esta manera, los
Misterios fueron transmitiéndose por milenios, hasta llegar a tiempos recientes cuando
fueron grabados en forma de rótulos, papiros y finalmente, en libros cada vez más
accesibles a todo ser humano.
El Moisés Bíblico tuvo la misión de preparar al pueblo escogido y llevarlo a la tierra
prometida. Es la eterna misión de este Ser Sagrado; por eso, lo está repitiendo también
en nuestros actuales tiempos. No es fácil entender este concepto, ni mucho menos
aceptarlo; pero, ante los hechos debemos rendirnos.
Qué impresionante es saber que hace unos tres mil años el famoso filósofo Sócrates
(quien no necesita presentación alguna, ya que todos han oído hablar del mismo),
prefería antes que educar a sus discípulos en las aulas de escuelas convencionales, ir
a las plazas y a los mercados, donde concurrían las masas, los humildes los pudientes,
los nobles y los plebeyos, a platicar de sus conocimientos adquiridos a través de la
experiencia personal y a enseñar en una forma práctica y sencilla, las claves para el
despertar de la conciencia.
Cuando los religiosos de la época quisieron someterlo y obligarlo a seguir por el camino
que ellos pregonaban (según su manera de ver la vida), les replicaba que él no seguía
consejos o direcciones de humano alguno, sólo le hacía caso a la voz del silencio, sólo
escuchaba al Daimón, quien le hablaba desde su corazón, utilizando la voz del silencio.
A causa de este irrespeto hacia las autoridades de esa época, fue condenado a muerte
y obligado a tomar la “cicuta” para poner fin a su existencia, que representaba una
ofensa para los cánones de vida de aquellos tiempos.
Qué increíble es para nosotros recordar lo que se habla en la Biblia sobre ese gran
Maestro misterioso llamado Judas. Era el tesorero del Cristo, dicen las Sagradas
Escrituras; pero tesorero, ¿De qué?.¿Acaso el Cristo manejaba grandes riquezas,
teniendo que nombrar un tesorero para administrarlas?.
El era el tesorero de los secretos ocultos del esoterismo de todos los tiempos, quien
poseía las llaves para tener acceso a los cofres que contienen los tesoros de la
espiritualidad y por eso Jesús, el gran Kabir, decía en sus diálogos, refiriéndose a los
demás discípulos: “A ellos no les es permitido saber estas cosas de las cuales te hablo,
en cambio a ti, sí”.
Ese personaje, llamado Judas, en el fondo era una parte del mismo Cristo, es “la luz
que sale de la luz”.
Pero al tesorero le correspondía una misión fatal, que seguramente jamás hubiese
querido ejecutar, pero sólo él podía hacerlo en ese crudo drama porque representaba
al Lucifer. Al tesorero le correspondió entregar al Cristo por 30 monedas de plata,
indicando lo que hace el común de la humanidad, que traiciona al Cristo por medio del
deseo pasional en los diferentes actos de fornicación que practica. Treinta, representa
el número tres, el Cristo; la plata es el elemento relacionado con la Luna y por lo tanto,
con las pasiones humanas y la fornicación.
En ese momento, el Judas jugó el papel del Lucifer, quien se lleva al abismo a los
débiles y fornicarios por medio de sus pasiones desenfrenadas, para que se purifiquen
en los mundos infiernos con el poder del fuego. Pero, también es importante aclarar
que Judas, la pasión, se ahorcó después de entregar al Cristo, indicando y enseñando
la necesidad de matar en nosotros al Judas traidor y pasional, para darle paso al otro
personaje que sigue presentando el drama a partir de ese momento, queremos
referirnos al buen ladrón, Dimas, quien siendo el aspecto superior del Lucifer; o sea, el
Divino Daimón, se crucifica junto al Cristo en el Monte de los Olivos y recibe de El, la
promesa de llegar al Paraíso ese mismo día.
Ningún ser sagrado, ni mucho menos el Cristo, estaría dispuesto a infringir las Leyes
del Padre permitiendo que un malvado pudiera ser perdonado en todas sus faltas y
premiado con el Paraíso sólo por decir: “¡Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu
reino!”.
Sabemos que la Biblia fue escrita en una forma completamente simbólica y secreta, y
sólo puede ser interpretada correctamente por los auténticos Iniciados. El Cristo
entraría al Paraíso en ese día y por lógica tendría que hacerlo también su contraparte,
que ya estaba blanqueada, el Divino Daimón.
En cambio, el otro ladrón que había sido crucificado a su otro lado, sí representaba al
ego animal, quien nunca se arrepiente porque no posee conciencia divina, es sólo un
manojo de fuerzas malignas; al cual, le espera la desintegración en los mundos
sumergidos para ser luego rescatado como materia prima, y la energía de la cual está
compuesta, que es neutra en su forma original, podrá ser empleada nuevamente por
los creadores de la vida, después de ser reciclada.
Finalmente, para concluir, quisiera recalcar las siguientes expresiones entregadas por
el autor en un capítulo del presente libro que hacen comprender la grandeza del Ser
que nos habla:
“Hermano lector, quiero ser tu amigo, tu compañero en este largo camino de la vida,
quiero que te despojes de esas sombras que en tu psiquis llevas; quiero que te
descubras ante tu Madre Divina y colabores con ella en este estudio, conocimiento y
muerte de los agregados psicológicos-yoes que tanto han torturado a tu Cristo, a tu
Madre y que tantos menosprecios le han hecho a los Profetas y al Cristo mismo, que
han venido a este mundo en busca de tu redención”.
“Recuerda hermano, tú eres más grande de lo que crees, si te liberas del ego y más
chico de lo que crees, si continuas esclavo de él”.
“Resuélvete a luchar, estamos contigo”.
Gracias, Venerable Maestro, por permitirme el honor de escribir este prologo para tan
bella Obra.

Juan Capasso

PRESENTACION
Hemos terminado de escribir esta obra titulada: «EL DIVINO DAIMON», con el ferviente
anhelo que nuestros lectores comprendan en sus páginas la necesidad que hay de
seleccionar un pueblo que se hará presente en un gran Éxodo Bíblico, proyectando así
una nueva raza, que se encargará de seguir conduciendo la especie humana en otras
octavas, en la futura “Gran Raza Coradi”.
El DIVINO DAIMON, conocedor de todos los procesos que ha tenido que vivir la
especie humana, en octavas altas y octavas bajas, en busca de una selección, donde
cada persona se encargará de su propio mejoramiento, haciendo carne y sangre
aquellos Desideratos Divinos y cumpliendo con la Ley de Dios.
No es nuestro interés presentarnos ante el mundo con proyectos, con nuevas
doctrinas, haciendo paralelismo de ninguna especie con las grandes religiones que han
existido y que en su interior han practicado los principios eternos y los Valores
Conscientivos del Ser.
Nuestro propósito es decirle a esta humanidad que aquellos valores eternos del espíritu
y de la religión están vivos, latentes en la Conciencia profunda de todos los seres
humanos y que es el momento más adecuado para hacer una revalorización de todos
estos principios del Espíritu, en toda persona que aspire a su propia Redención.

V. M. LAKHSMI DAIMON

n este capítulo trataremos algunos aspectos sobre lo que es el Destino y la Ley del
Destino.
Sabido es por todos que cada persona viene regida por muchas Leyes, entre ellas, la
Ley del Destino; pero no confunda, querido lector, lo que es la Ley del Destino con el
Destino porque son dos cosas diferentes
Podemos decir que aquellos eventos que una persona viene a repetir por causas
originadas de otras vidas, se llama: «Destino».
La Ley del Destino es lo que hace que eso se cumpla al pie de la letra como causa y
efecto; por eso es conveniente que cada persona que se decida a trabajar en estos
estudios, comprenda a fondo que debe modificar su comportamiento; pues de lo
contrario, no haría más que pasar por los mismos carriles por donde pasó en otras
vidas, como lo hace el tranvía.
Al modificar nuestro comportamiento, de hecho y por derecho estaríamos haciendo
méritos para que la Ley que ejecuta el Destino sea elástica y no nos permita repetir,
con la misma exactitud, aquellos eventos.
Cuando la Ley del Destino nos permite ir modificando nuestra vida, nos está dando una
respuesta exacta que la Balanza de la Justicia va accediendo a nuestro favor;
diciéndonos con esto que algunos karmas que traemos y tenemos que pagar, se van
negociando; nos queremos referir a un sinnúmero de fracasos en lo económico, en los
amores, en enfermedades, en derrotas de la vida, etc.
Esto es importante conocerlo porque muchos hermanos creen que porque no tienen
iluminaciones, iniciaciones, exaltaciones, su trabajo no va teniendo ninguna
recompensa. Pero, no se dan cuenta que a nivel interno, les están canjeando aún el
derecho de tener una larga vida, tener paz, tener grandes amigos, tener una linda
familia, tener comprensión en la enseñanza, etc., etc., etc., y que todos estos
beneficios hay que irlos cancelando con obediencia, con disciplina y con dedicación.
Es conveniente, querido lector, comprender que la palabra «Regeneración» hay que
verla en muchos aspectos de nuestra vida.
Ordenar nuestro vocabulario, es Regenerar.
Ordenar lo que pensamos, es Regenerar.
Ordenar nuestros sentidos, es Regenerar.
Ordenar lo que comemos, es Regenerar.
Aprender a respirar, es Regenerar.
Aprender a convivir, es Regenerar.
Aprender a ser buen ciudadano, es Regenerar.
Tiene toda la razón el V. M. SAMAEL AUN WEOR al decir que esto es una «Escuela
de Regeneración».
El que no cumple lo que dice, es un degenerado.
El que se roba las cosas, es un degenerado.
Quien no lucha por la castidad científica, es un degenerado.
Quien hace mal uso de su verbo, es un degenerado.
Quien no se preocupa por hacer higiene mental, es un degenerado.
Quien no se comporta dignamente en la convivencia, es un degenerado.
El padre de familia que no se preocupa por la educación física y espiritual de los hijos,
es un degenerado.
Quien no se preocupa en vivir lo que enseña, es un degenerado, etc., etc., etc.
Todos estos puntos nos muestran a las claras, la terrible necesidad que tenemos los
estudiantes de la Gnosis, de hacer un cambio radical en nuestras vidas como base de
un trabajo serio que estamos emprendiendo y que nos ha de convertir en unos
auténticos Discípulos de la VENERABLE LOGIA BLANCA.
Como usted entiende, querido lector, para hacer la Iniciación tiene uno que dedicarse a
hacer la Voluntad del Padre en sus obras; pero, si no ha cambiado esta vieja estructura
psicológica y emocional que trae, estará sometido a esa Ley mecánica del Destino; la
cual, le impediría abrirse paso en medio de tantas circunstancias de la vida y quedaría
sometido a aquello que el común de la gente dice: “Yo quiero hacer mi obra, pero no
puedo porque me lo impide la familia, el trabajo, la salud, los compromisos, la
economía, etc., etc., etc.”; es decir, no ha podido romper, no con los deberes que tiene
como persona, sino con una cantidad de cosas que viene a repetir por una Ley que se
llama Destino.
Es necesario que el Iniciado aprenda a poner cada cosa en su lugar para que no se lo
impidan el tiempo y el esfuerzo que debe hacer para cumplir con la Voluntad del Padre.
Finalmente, queremos decir que lo que el ser humano necesita para ser un auténtico
Iniciado es tener una perfecta organización en su vida; lo demás, irá llegando como
recompensa de un trabajo bien hecho.

El Autor
uerido lector, estudiaremos en este capítulo algo que es fundamental, esencial para el
éxito en la vida de la persona.
En la época actual, es más que imposible que una persona pueda vivir ajena o aparte
de la convivencia con las demás personas.
Cualquiera puede decir que se va a vivir a un lugar donde nadie tenga que ver con su
vida, donde nadie le contradiga; es decir, marginarse de compartir con otros, su vida y
su tiempo, pues esto no sería tan difícil; lo único que conseguiría esa persona sería
cerrarse totalmente las puertas del éxito y por ende, las puertas que lo han de conducir
a su Iniciación y a su autorrealización.
Enseñado está por el V. M. SAMAEL AUN WEOR que en la convivencia, queramos o
no queramos, nos descubrimos ante esa gran realidad; es decir, no podríamos
mantener escondidos esos elementos infrahumanos que se llaman Yoes.
En esto de la convivencia, la persona que verdaderamente aspire a morir en sí mismo,
a despertar y hacer su Iniciación, tiene que darse cuenta que las personas que le
rodean son los instrumentos que nos van a prestar una invaluable ayuda para auto
descubrirnos.
La experiencia nos ha dicho que cada uno de nos tiene en su psiquis áreas muy
oscuras; las cuales, tienen diferentes características, como por ejemplo: Yoes a
quienes les gusta negociar y ellos buscan personas que les guste negociar para
establecer sus muy peculiares conversaciones y soñar a lo lindo con eso.
Tiene otras áreas, como por ejemplo, les gusta hablar mal de las demás personas y
cuando alguien llega con un comentario negativo de otra persona, de inmediato, salen
como anfitriones, los tales Yoes de calumnia.
Cuando alguien llega a establecer una conversación sobre política, pues no faltan los
Yoes de política que son afines y establecen la conversación. Cuando alguien llega a
plantearnos sobre enseñanzas foráneas, maestros que enseñan a volar, que dan
poderes, etc., afloran en la persona esos naturales, Yoes mariposeadores y se
establece ese profundo sueño, hablando bellezas de algo que desconocen.
Cuando una dama se acerca a la casa de la vecina para hablar mal de los hombres o
de su esposo, en la otra dama afloran pues, Yoes afines con esto, formándose una
tertulia, por cierto no muy agradable, algo terriblemente diabólico, malsano.
Cuando en la convivencia una persona se olvida de sí mismo, resulta siendo títere o
marioneta, manejado por la legión de Yoes-diablos de otras personas; es decir, no
tiene criterio propio de sí mismo, no es dueño de sí mismo.
Es conveniente, querido lector, que usted comprenda que en el común de la gente, hay
miles de amistades que no son amistades con sinceridad, con amor, con respeto, es
decir con conciencia; son amistades que el ego de uno hace con otras personas,
porque son afines en sus costumbres, en sus comportamientos; o sea, en la forma de
ser.
Si uno no se resuelve a abrirse paso entre la comunidad, sin herir a nadie, pero, sin
comprometer tampoco la conciencia con ese comportamiento egóico de las demás
personas, nunca lograríamos auto descubrirnos; y por ende, no podríamos trabajar
sobre la desintegración de nuestros agregados porque siempre estarán protegidos con
la afinidad que tienen con los Yoes de estas personas; con las cuales, compartimos
esta clase de ideales.
Resuélvase, querido lector, en aprender a compartir con los demás en convivencias y
en comunidad.
Aprenda de las personas que le rodean, las cosas buenas que tienen; pero, huya como
a la peste de su canción psicológica, donde expresan las emanaciones
venenoskirianas que tienen en las áreas oscuras de su país psicológico.
Recuerda, que uno no es nadie para estar censurando a quienes le rodean; pero
tampoco nadie tiene el derecho, ni la potestad de obligarnos a que nos comportemos
ante la vida y ante las personas como nos lo quieran imponer.
Recuerda, hermano lector, que eres un prospecto de Dios; es decir, eres un Dios en
potencia; por lo tanto, esfuérzate al máximo en agradar a Dios, en respetarle y
obedecerle en lo que piensas, en lo que haces y en las emociones.

El Autor
odo estudiante de esoterismo Crístico sabe que la vida celular tridimensional, que hoy
tenemos no es otra cosa que la continuidad de otras vidas que anteriormente hemos
tenido; claro, que de estas cosas se reirán los sabihondos que censuran sin causa y sin
conocimiento la Ley de la Reencarnación o Retorno; Ley ésta que nos explica hasta la
saciedad, la realidad del por qué hay tanta desigualdad en los seres humanos, en
riqueza, en pobreza, en enfermedades, en salud, etc., etc., etc.
Este largo camino de la vida lo empezamos hace miles de años o siglos, desde el
momento cuando el ser humano desobedeció a ese gran Creador que se llama Dios;
por ende, se extravió del camino, se fue por otros que lo condujeron a ser un perdido,
violador de las leyes de los hombres, las leyes naturales y lógico, de la Ley de Dios.
Cada vez que DIOS ha buscado la regeneración humana, ha enviado a cientos y miles
de Profetas, sabios Maestros para mostrar el camino a la humanidad;
desgraciadamente, la humanidad no ha querido ver con los ojos del alma que el camino
por donde va, es equivocado; ni siquiera ha querido comprender que hay un Decálogo,
Mandamientos de Dios, entregados por Moisés para que se cumplan y así, regresar al
real camino.
Esto tiene muchas razones:
• La primera y principal es la ignorancia.
• La segunda es que a través de la historia, ha habido religiosos dándosela de
iluminados, interpretando las Sagradas Escrituras a su antojo y conduciendo a esa
humanidad por el despeñadero en el cual ellos andan, es decir: “Ciegos guiando a
ciegos”.
• El tercer aspecto es que las masas humanas son manejadas por fuerzas
terriblemente infernales y por conducta gregaria, la persona hace lo que ve hacer a las
masas; si gritan, grita; si pegan, pega; si lloran, llora; si cantan, canta. No hay personas
que sean dueñas de sí mismos, con criterios propios y lógicas propias.
• El cuarto aspecto es que como el ser humano tiene dentro de su psiquis una legión de
elementos -como decíamos en capítulos anteriores- que son afines con la legión de las
masas, pues no es capaz de separar a esa legión de su psiquis para que ésta, no lo
obligue a hacer lo que ve hacer.
Por eso, es importante querido lector, si verdaderamente está dispuesto a hacer un
trabajo espiritual bien estructurado, que se resuelva a imitar solamente las obras
magistrales que han hecho aquellos hombres y mujeres que se han abierto paso en la
vida para cumplir la Ley de Dios y librarse de los grillos y cadenas que le tiene el
mundo, a través de la sociedad y de los sistemas. Así, usted podrá estar plenamente
seguro que ingresará nuevamente como en el comienzo, a trasegar por ese lindo
camino que el Hacedor de la Vida, nuestro PADRE y nuestra DIVINA MADRE nos
trazaron cuando empezó nuestra evolución.
Ya en otras obras hemos dicho que en ese largo camino de la vida, encontramos a
millones de personas que van y otros que vienen, pero cada quien va por el camino
que le ha correspondido y como ya dijimos, lo peor de todo...., miles y millones
terriblemente equivocados.
La vida es algo tan descomplicado y tan divino que se desliza como aquella fuente
cristalina que baja por la cascada, dando vida a todo lo que a su paso encuentra; pero,
en su interior lleva una meta: “Llegar algún día, al océano para convertirse en el
océano”.

El Autor
l denominativo: “hombre” se le da a quien asume una responsabilidad, sea con la vida,
sea con DIOS, o sea con la sociedad; desde luego, aquí estamos incluyendo a la mujer
que también se resuelve a asumir esta responsabilidad.
Esa sociedad compuesta por miles y millones de personas, tiene organizaciones, tiene
leyes, tiene sistemas, que ha sido necesario establecer así para poder funcionar.
Esta sociedad -como hemos dicho en capítulos anteriores- ve la terrible necesidad de
mantener esas organizaciones para poder subsistir. Estas organizaciones constan de:
sistema económico, sistema político, sistema religioso, sistema educativo, etc. Pero no
olvide, querido lector: «SON SISTEMAS».
El Iniciado debe vivir acorde con toda esta mecánica tan compleja y difícil; pero, debe
formar en su vida privada, en su vida íntima e individual, su propia metodología que le
permita vivir sin someter ni su voluntad, ni su esfuerzo y mucho menos, su conciencia.
Y así, no será manejado por unos sistemas que están hechos para manipular las
masas.
Recuerda, querido lector, que el camino para la liberación espiritual no puede estar
cruzado por impedimentos de nadie, ni mucho menos impedimentos propios. Hay que
caminar por este sendero con sumo cuidado, sin que nada, ni nadie sospeche que la
persona se está abriendo paso hacia un trabajo de tanta trascendencia, disciplina y
responsabilidad; cumpliéndose así aquello: “Se puede estar en todo y no ser víctima de
nada”.
Cuando la sociedad convulsiona porque algunos de sus sistemas entra en problemas,
el Iniciado no tiene porque tomar participación de lo que está sucediendo en el seno de
esa sociedad; ya que lamentablemente, caería en el desequilibrio o en el ligamento con
esos sistemas; razón por la cual, le sería imposible continuar con un trabajo
equilibrado, bien hecho.
Es apenas razonable que mientras vivamos en esta sociedad, pues tengamos que
sufrir las inclemencias muy humanas y muy sociales; pero, eso no da derecho a que
una persona que está haciendo su obra, tenga que quebrantar su disciplina, su
equilibrio o estancarse; ahí es donde debe poner en actividad la comprensión y la
voluntad.
Recordemos que en estos casos, todo el que se confunde (puede ser una persona o
las masas) sigue avanzando hacia el lado contrario; o sea, en una descendente; y la
persona que está haciendo la obra, deberá continuar por la ascendente; es decir,
llevando a feliz término todo el ordenamiento de un trabajo que está haciendo
conscientemente. Lógico está, que este trabajo tiene que estar sustentado o cimentado
en los siete aspectos que mantienen en equilibrio la creación.
Nos estamos refiriendo a los sistemas y a los mundos y por ende, a nuestro mundo
planetario.
PRIMER FUNDAMENTO. Estar bien estructurado en un hogar; es decir, con su pareja
(sea varón o sea una dama), donde todas las arremetidas que le haga el mundo, lo
encuentren trabajando con esa piedra “cabeza de ángulo”.
SEGUNDO FUNDAMENTO. Tener un cuerpo físico que le responda en todas las
exigencias de la voluntad, de la comprensión y de la disciplina que debe tener.
TERCER FUNDAMENTO. Que desde este refugio (hogar), pueda corresponderle a
DIOS y a la sociedad con amor y con esa comprensión, sin perder su punto de vista,
que es lograr su meta.
CUARTO FUNDAMENTO. Crear eventos de optimismo, de dinamismo, de seguridad
en sí mismo para no sucumbir ante las derrotas que el mundo le ponga a la sociedad y
a uno mismo.
QUINTO FUNDAMENTO. Ser capaz de mantenerse en su lugar sin perder la
compostura emocional, mental y psicológica, ni mucho menos ir a cometer el grave
error de utilizar la violencia en palabras o en hechos, por miedo o por inseguridad,
contra quien lo quiera amedrentar.
SEXTO FUNDAMENTO. Comprender que debe tener cordura y equidad en cualquier
juicio que emita, en cualquier actitud que tome, comprendiendo aquella máxima del
PADRENUESTRO que dice: “Perdónanos, así como nosotros perdonamos a quienes
nos ofenden”.
No olvide, querido lector, que el Ritual Gnóstico dice: “El que cumple todas las leyes, el
que une su voluntad a la Ley”, “Quien en el amor despierta la belleza para que el amor
lo convierta en belleza”. No podemos ni debemos desconocer que cuando la Ley de
Dios actúa, lo hace por amor y que donde actúa el amor, también hay justicia.
No podría estar ausente la justicia; es decir, no podría estar ausente la justicia del
amor, ni el amor sin justicia porque entre los dos, se pertenecen. A nosotros sólo nos
corresponde mantener un equilibrio y una equidistancia entre estos dos aspectos que
son emanación de Dios.
Quien se olvida de la justicia cuando el amor es aplicable, cae en un desequilibrio;
quien se olvida del amor cuando aplica la justicia, también cae en desequilibrio. Amor
es Ley, pero amor consciente.
SEPTIMO FUNDAMENTO. El Séptimo se fundamenta en aquellas sabias palabras del
CRISTO cuando dijo: “Dad a Dios lo que es de Dios y dad al César lo que es del
César”. En cada uno de nosotros lo que le corresponde a Dios, es la conciencia que
tengamos y que debemos hacer.
Lo que le corresponde a ese mundo descompuesto en que vivimos y en el que
andamos como es el Ego y todas nuestras debilidades, apegos, fantasías, falacias,
corresponden a eso que es lo mortal, lo perecedero, lo “maya”, lo de aquí de la tierra.
Como dijo el Señor: “No podemos servir a dos señores”.
Por estas tantas razones debemos decir que con justa razón el Ritual de Iniciación
Gnóstica dice: “El gnóstico debe llevar una vida oscura y contemplativa, lejos del amor
mundano y de todo aquello que tenga un brillo engañoso”.
No olvide, querido lector, que cuando un Iniciado, por indisciplina, por inseguridad, por
debilidades, cae en la Ley de Nivelación y comete los errores que ve cometer a los
demás, liga su karma con el karma del mundo y con el karma de esa sociedad que lo
nivela; perdiendo así, la oportunidad de poder liberarse porque este ligamento de
karma lo lleva a ser dirigido por monstruosas fuerzas diabólicas, que cada día lo sumen
más en estados muy bajos de ser.
Queremos anotar en nuestro presente capítulo que la vida de un Iniciado o Iniciada
debe estar compuesta por cuatro pilares fundamentales que son:
1º. Una muy buena castidad.
2º. Muy buena comprensión.
3º. Mucho amor a la sabiduría y a la doctrina.
4º. Una voluntad de acero que le permita esgrimirla frente a todos los eventos en los
cuales se sienta desfallecer.
Es necesario que el Iniciado inmediatamente, se dé a la tarea de vivir ese momento,
ese instante para que la luz del Ser vaya impregnando la conciencia que va teniendo
de momento a momento y lo vaya convirtiendo en un estudiante serio, responsable,
capaz de comportarse dignamente frente a los aplausos, las lisonjas o frente a los
insultos o vituperios; comprendiendo que cualquiera de estas cosas corresponden al
mundo de las formas y que más allá del mundo de las formas, está el Ser.
El trabajo Gnóstico que una persona se propone realizar, tiene muchísimas áreas
adentro de su mente, de su psiquis, en sus emociones y en sus sentimientos; pero
también tiene muchas áreas en la parte externa como son la ayuda que debemos
prestar a quienes la necesitan y el ejemplo que debemos dar a quienes nos rodean. Así
como también el amor que debemos expresar a las personas cuando les prestamos un
servicio; dándoles a entender que para nosotros, ellas son muy importantes y que
nosotros anhelamos mucho que también triunfen espiritual y físicamente.
La educación justa que podemos dar a una persona como profesores de una escuela
de regeneración espiritual y humana, es esforzándonos en enseñar lo justo, lo que les
va a servir, con un lenguaje sencillo, comprensible, descomplicado, tal como lo es
nuestra Doctrina Gnóstica.
Espero que estas líneas que ha leído, le den más luz en el camino para que nos ayude
a ayudar.

El Autor
uerido lector, todo lo que nos sucede en la vida, tiene una razón de ser, nada se
sucede por casualidad, todo tiene su asiento en una Ley que se llama: “Causa y
Efecto”.
Cuando hay una acción buena, positiva en nuestra vida, eso tiene que ver con
Desideratos divinos y no como dicen las personas por ahí: “Es que estuve de buenas...
de malas .... o por A, por B o por C, me pasó tal cosa”.
Cuando aprendemos a comportarnos como verdaderos hijos de Dios, los Desideratos
de Dios se hacen presentes en nuestras vidas, dándonos salud, alimentos, abrigo,
amigos, es decir, lo que la gente llama: “Estar de buenas...”. Pero, es necesario
comprender que muchas cosas que nos pasan también son Desideratos de Dios, para
que aprendamos a hacer una diferenciación de fondo entre lo que nos sobra y lo que
nos falta en nuestra vida.
A veces, nos sobra bienaventuranza, pero nos falta comprensión, nos falta paciencia;
en ocasiones quizás, tenemos comprensión y un poco de paciencia, pero nos falta
conocer más de fondo el cuerpo de Doctrina. No olvide, querido lector, que la máxima
esotérica dice que en la derrota también se gana y en el triunfo también se pierde.
Puede acontecer que nos acostumbremos únicamente a tener triunfos y el día que las
cosas no nos salen bien, a eso lo llamamos «derrota» o lo llamamos «pérdida».
Puede ser que una persona se acostumbre a vivir en el dolor, en el sufrimiento y en la
amargura y por ende, culpa a Dios o a las personas de lo que le pasa, sin comprender
que el dolor enseña, cuando queremos aprender de él.
El dolor nos llama a la reflexión, el dolor nos prepara para que cuando llegue la
felicidad, tengamos la razón para hacer una plena diferenciación.
No olvidemos que el dolor y la felicidad no son más que las dos caras de una misma
moneda. Las personas buscan la felicidad en el dinero, en el mundo, sin comprender
que esa felicidad que allí encuentran, pertenece a la dualidad de la mente: lo que le
gusta, lo que no le gusta; lo blanco y lo negro; los amigos y los enemigos; lo bonito y lo
feo, etc., etc., etc.; es decir, son cosas netamente tridimensionales.
La auténtica felicidad se encuentra en los aspectos derivados del SER que uno logre ir
encarnando, eso es eterno, es imperecedero.
Vale más en un momento de angustia, de desesperación, de depresión, prosternarnos
ante DIOS y pedirle de todo corazón que nos llene con su amor y con su gracia
aquellos espacios vacíos que tenemos en nuestro corazón, porque debido a eso, es
que sentimos vacío, soledad, pena y dolor.
Allí, prosternados o acostados en posición de decúbito dorsal, llenos de una gran
intención de regeneración, voluntad y arrepentimiento, pronunciamos el mantram “OM”
por 20 veces y luego decimos: “Alma mía, te pido, te suplico que me llenes de fortaleza,
de amor y de paz, y prosternada ante mi PADRE bien amado, ante mi MADRE DIVINA
DEVI KUNDALINI, pidas por mí, para que en mi corazón reine la alegría, reine la
abundancia y la felicidad. Por la fuerza y por la gracia del SACRATISIMO ESPIRITU
SANTO, por la luz y el amor de mi Señor el CRISTO y por la misericordia de las
divinidades, ayúdenme, ayúdenme, ayúdenme”. Luego oramos tres
PADRENUESTROS llenos de fe, esperanza y amor.
Indiscutiblemente, esta práctica nos llevará a ser una persona ferviente, emprendedora,
segura de sí mismo, capaz de salir victoriosa de todos los embates de la vida.
Los Desideratos de Dios se hacen presentes en nosotros, premiándonos y
castigándonos, enseñándonos a comprender; de nosotros depende que hagamos una
fiel interpretación y nunca por nuestras mentes, vaya a pasar la falsa idea que son
karmas que no se pueden pagar o que son castigos injustos.
No olvide, querido lector, la máxima que dice: “No hay mal que por bien no venga”.
Los Desideratos de Dios estarán presentes en nuestra vida para hacernos comprender
qué tenemos de sobra y qué nos falta. Me quiero referir a esos elementos
infrahumanos que se llaman Yoes, que los tenemos de sobra y esos valores
conscientivos del Alma que debemos encarnar.

El Autor
uerido lector, en un anteayer cósmico, cada uno de nosotros que constituimos esta
sociedad, nos fuimos desprendiendo de ese gran TRIAMAZICANO (Ley del Tres), que
originó la creación, llegamos al mundo de las formas y como decíamos en capítulos
anteriores, empezamos a viajar por un camino desconocido para nosotros, que fue
originando gran experiencia; pero, debido a lo vulnerable que es la mente humana,
fuimos cayendo en los peores delitos y degeneración.
En este camino, fuimos dejando recurrencias espantosas, algunas buenas, pero
muchísimas malas o mejor dijéramos, peligrosas para cuando nos decidiéramos
emprender nuestro regreso.
Nos alejamos tanto de nuestro origen de partida, que hubo necesidad que a cada
persona se le asignara ciclos de 108 vidas para que al terminar cada ciclo de éstos,
cancelara las deudas adquiridas hasta ahí, pasara por una involución, desintegrando la
legión que hasta ahí había formado y que a través de una evolución, volviera a tener el
derecho de ser humano, con las posibilidades de elevarse a la divinidad.
Hoy en día, podemos decir sin temor a equivocarnos, que estamos frente a una
sociedad de millones de personas, todos viviendo su última existencia para ingresar,
después de muertos, en una descendente terrible y dolorosa, como las que otrora
tuvimos que pasar.
Al vernos frente a esta terrible realidad, DIOS nos presenta la “Tabla de Salvación”,
pero es lógico que cada uno de nosotros debe hacer plena conciencia del momento
actual; y si nos resolvemos a ingresar a este plan divino de la salvación humana,
tenemos que colaborar en una forma decidida y sólida para que nuestro SER Interno
pueda realizar la Obra; y desde luego, realizar nosotros la obra que nos corresponde
hacer como humanos.
Al emprender este viaje de regreso, es apenas natural que nos vamos a encontrar con
todos aquellos eventos, por cierto no muy agradables, que hemos vivido en las vidas
que tenemos en el presente ciclo.
Si usted, querido lector, saca la cuenta de los que son 108 vidas, viviendo escenas,
dramas de toda clase y de toda índole, impulsado por entidades terriblemente
perversas y haciendo nuevas creaciones de Yoes y eventos, puede sacar una
comprensión lógica, frente a qué trabajo se encuentra.
El V. M. SAMAEL AUN WEOR nos dice que una persona seria, responsable, decidida,
puede hacer su obra en una sola vida; nosotros hemos podido corroborar que el tiempo
cronológico se necesita para hacer la obra; pero, no es el tiempo el que va a resolver
nuestro problema, sino la seriedad que tengamos para realizar el trabajo.
Es lógico que en este ir y venir de las cosas, en algunas vidas hemos hecho cosas
buenas, aceptables o excelentes y esos valores conscientivos de esa obra, nuestra
Mónada interna los absorbió para que el día que tomemos la resolución de realizar el
trabajo de regreso, nos los entregue ya que van a ser de gran provecho en nuestro
actual avance espiritual.
En este camino de nuestro regreso hacia el SER, se nos oponen mil cosas, ya hemos
dicho en capítulos anteriores que se opone la sociedad, se oponen los sistemas, se
opone la Naturaleza, se opone nuestro Ego; es decir, hay una gran oposición, razón
por la cual, debemos comprender que no podemos depender ni mental, ni emocional, ni
físicamente de quienes se oponen directa o indirectamente, en nuestro avance
espiritual. Esa oposición es debido al antagonismo que hay del mundo hacia la Obra de
DIOS en cada uno de nosotros.
No olvidemos que el ser humano tiene amigos, tiene familia, tiene patria, tiene bienes y
todos estos hechos forman en su conjunto, una fuerza que gravita a su alrededor, pero
con relación a lo material y a lo físico; mientras, al SER Interno de cada uno de
nosotros -como no es de aquí, de la tierra y nadie lo conoce, sino el que lo tiene
encarnado- nadie quiere ayudarle en la obra que él está haciendo.
Esto es interesante querido lector, para que usted comprenda que tiene que estar con
“ojo avizor”, y no dejarse quitar del mundo y de las personas, el interés y el anhelo de
realizar la Obra del PADRE.
Los seres humanos tienen tendencia a ayudar al amigo o a quienes conocen, pero,
vuelvo a decir, como el PADRE Interno no es de aquí, no es de nadie, ni lo conocen,
entonces prácticamente a nadie le interesa la Obra que el PADRE Interno esté
realizando aquí.
En esto del camino del regreso, hay que fortalecer la comprensión y la voluntad. La
comprensión para conocer más a nuestro SER y la voluntad para vencer los obstáculos
que se atraviesen en nuestro camino.
Hay que tener muy presente todas las bienaventuranzas y la misericordia que DIOS
tiene para con nosotros; las abundancias, el perdón que se hace palpable cuando a
pesar de haber sido tan pecadores en todas las vidas, todavía nos está dando la
oportunidad de poder hacer nuestra Obra.
La comprensión y la voluntad, como usted sabe querido lector, son atributos de
nuestras dos Almas gemelas. El Alma espiritual nos da la comprensión y el Alma
humana nos da la voluntad para que con estas dos armas, podamos combatir a esos
terribles enemigos que en nuestro interior llevamos.
Voluntad para enfrentarnos a nosotros mismos y al mundo descompuesto, degenerado
y podrido. Comprensión para integrar la Doctrina y ver con claridad la enorme
necesidad de hacer un cambio radical en nuestra vida.
a mente es una receptora de todo lo que llega a través de los sentidos, ella recibe,
metaboliza y lo emite a través de ondas.
Es necesario que el ocultista antes de pensar en iluminaciones, en iniciaciones, en
maestrazgos y en poderes, se dé a la tarea de inmediato, de organizar su mente y su
forma de pensar; en términos más ocultistas diríamos: “Educar su mente”.
Recuerde, querido lector, que hay más de seis mil millones de habitantes en el planeta
tierra y podríamos decir sin temor a equivocarnos que con muy raras excepciones, son
seis mil millones de pensadores.
Imagine usted como será la convulsión que hay en esta sociedad si cada persona tiene
una forma de pensar; y lo más triste de esto es que cada Yo o Ego que la persona
tiene, ese Yo o Ego también es un pensador; es decir, un verdadero caos, un
verdadero desorden que indiscutiblemente, lleva a la persona a tener grandes y
espantosos desequilibrios de tipo mental, emocional y psicológico.
Como testimonio le digo, querido lector, que yo también pasé por esa lamentable
situación de ser un pensador empedernido, un soñador. Vivía pensando toda clase de
vaguedades, recordando toda clase de tonterías hasta el punto lamentable y
vergonzoso que cuando me adentraba mucho en este mundo de los recuerdos, de los
despechos, de los triunfos y de los fracasos, resultaba conversando solo. Tal cual vez,
me recordaba de mí mismo y me sorprendía tanto cuando me encontraba hablando con
los tales susodichos personajes que en mi mente se hacían presentes. Cada quien
contando su historia, sus anécdotas; unos tomando cerveza, otros hablando con la
mujer que quería, otros insultando a una persona; es decir, querido lector, un verdadero
manicomio. No me da vergüenza contar esto porque no puedo ocultar ante mis lectores
la triste realidad que tuve que vivir antes de conocer estos estudios, que me llevaron a
mi regeneración.
Cuando ingresé a la GNOSIS, al ir leyendo las obras del Venerable Maestro, me di
cuenta que no era normal lo que me pasaba, que eso era anormal, que ese era un
mundo de locos. Quise adentrarme en este asunto y tomar muy en serio el trabajo que
iba a realizar, aunque vivía muy ocupado porque tenía que trabajar para el sustento de
mi familia; pues me vi obligado a dormir menos horas en la noche y dedicarme de lleno
a la oración, a la vocalización y a la meditación, pidiéndole a mi SER que me diera
ayuda, fuerza, voluntad y continuidad de propósito.
Fue así como fue naciendo en mí, en forma rápida, la idea de mantenerme en alerta
percepción. Observaba de momento a momento, lo que se me venía a la mente y claro,
no fue fácil. Tuve situaciones en las que verdaderamente me sentía derrotado, pero
con la ayuda de las divinidades, continuaba mi propósito.
Rápidamente comprendí cuál era mi rasgo psicológico; como buen taurino y como una
persona del mundo que había sido, vi que en mi mente flotaban con mucha frecuencia,
los estados violentos, estados pasionales, la terquedad, etc.
Razón por la cual intuía que debía acentuar mi atención en estos aspectos y por lógica,
en toda la legión que de momento a momento, me atacaba terriblemente.
Recuerdo que en esa época compré un espejo pequeño que cargaba en mi bolsillo y a
cada rato iba donde nadie estuviera viéndome, sacaba mi espejo y me miraba fijamente
a la cara y hacía una práctica que el Maestro SAMAEL da en el libro “INTRODUCCIÓN
A LA GNOSIS”, donde el discípulo mirándose fijamente la cara en el espejo, se debe
decir: “Alma mía, tú debes llenarte de fortaleza, tú debes vencer mi Guardián del
umbral, tú debes vencer mi mente, etc.”
También practicaba diariamente aquella enseñanza que el VENERABLE MAESTRO
SAMAEL nos enseña y que dice: “Mente terrena, tú eres mi esclava, yo soy tu señor
hasta la consumación de los siglos”. Todas estas prácticas las realizaba con la firme
intención de vencerme a mí mismo, dominarme a mí mismo, así fue que cuando me
lanzaron la prueba del Guardián del Umbral, me tocó pasarla en el físico.
Una noche llena de frío, con lluvia y tempestades eléctricas, encontrándome solo en un
paraje del campo, se me presentó aquel personaje milenario, como dice el Maestro,
emitiendo chillidos, alaridos horripilantes, no niego que sentí un miedo terrible, pero
debo afirmar que en ningún momento pensé en salir en carrera; simplemente, me dije a
mi mismo: “No me lanzaré contra él, pero no voy a correrle un paso, me voy a morir
donde estoy”. Y con una pequeña peinilla de trabajo que tenía, la tomé en mi mano y
con las palabras que me salieron en ese instante dije: “Estoy con DIOS y nada, ni nadie
me podrá causar daño. El CRISTO es mi refugio, con él estoy”. Recuerdo que no
fueron más las palabras que pude pronunciar y ese evento pasó.
También recuerdo con mucha claridad y con plena lucidez, que una noche me vi en un
campo a la orilla de un río que conocía. Ese río estaba un poco crecido, cuando alguien
a quien no le pude ver el rostro se acercó y arrojando un bulto al río me dijo: “Tienes
que rescatar ese bulto de papas del fondo del río” y yo le dije en forma espontánea: “Sí,
sí lo puedo sacar”.
Así fue como me lancé al fondo del río. Yo era muy buen zambullidor y recuerdo que
bajaba, bajaba buscando el fondo y no lo hallaba, hasta cuando logré encontrar el
bulto. Estaba empacado en un saco de los que se empaca la papa; tomé el bulto en
mis manos, hice un gran esfuerzo y empecé a subir hacia la superficie trayéndolo.
Cuando salí a la superficie, con asombro espantoso vi que el río había crecido más, la
orilla estaba más distante, las aguas muy turbulentas y sucias. Sentí pánico, pero me
fui acercando a la orilla con un poco de dificultad, hasta que salí.
Mi sorpresa fue que cuando estuve en la orilla, el saco decía «pan», hasta ahí mi
relato.... era la Prueba de Agua....
En otra ocasión, encontrándome en la parte interna, vi que había un campo que habían
quemado, todavía había muchos palos y troncos con candela, había humo. Yo iba con
mi esposa y observé que el caminito por donde teníamos que pasar, había sido
quemado a lado y lado y había muchos escombros con candela.
Yo la tomé de la mano y le dije: “Pasemos rápido”, pero a medida que ascendíamos, se
iba avivando nuevamente el fuego de los lados, y aún en el camino, yo le dije: “Vamos
a pasar, porque de aquí no nos volvemos”. Ella me dijo: “Pero, nos vamos a quemar los
pies y el cuerpo”. Me recordé de mi DIVINA MADRE, de las Divinidades y les pedí que
nos ayudaran y continuamos nuestro camino.
Al ver que no nos deteníamos, se empezó a mover la tierra como si hubiéramos estado
parados encima de un elefante, porque era un cerro y del interior de la tierra, al unísono
con esos movimientos, oía una voz ronca, tenebrosa que me decía: “Deme de comer
que voy a morir...”. Yo aceleré más el paso hasta que prácticamente quedamos a
merced del fuego, pero con la oración, la serenidad y la fe de un momento a otro, el
fenómeno pasó... era la Prueba de Fuego.
Son innumerables las cosas que podría relatar, pero no es nuestro propósito hacerlo.
Estos detalles los estamos hablando como testimonio que cuando uno tiene una súper
disciplina en su mente y en sus emociones, tiene una ubicación alrededor de su
corazón, alrededor de su SER, ninguna prueba o evento de la vida lo encontraría fuera
de base.
Debo aclarar a los lectores que estas pruebas de orden interno se las presentan en
sueños; es decir, uno tiene lucidez y claridad, pero en ese momento, no sabe que está
soñando, cree que está en el mundo de las formas, en el cuerpo físico; por eso, oigo
hermanos que dicen: “Me agarró fuera de base, descuidado” y uno nunca debe estar
descuidado o fuera de base porque no es una máquina que se maneje con programas;
hay que estar en alerta percepción, porque no se sabe en qué momento van a
presentarle un evento de cualquier índole.
La «Dinámica Mental» es justamente para mantenerse en ese eterno ahora, en ese
presente, que es el que le permite manejar la espontaneidad de la Conciencia.
Cuando la mente no está educada, todavía es necesario ponerse tareas que pueden
ser: concentración en el corazón, vocalización hacia el corazón (mentalmente), oración,
inspiración.
Como al Ego no le gusta ninguna de estas cosas, ni le conviene, entonces el Iniciado
empieza a tener la mente quieta y apta para pensar en lo que quiere pensar, no en lo
que a ella le provoque pensar.
En esta clase de actividad, advienen a nosotros, enseñanzas extraordinarias,
interpretaciones que le hacemos a los Misterios Crísticos, facultades del SER y todas
estas cosas, nos van preparando, nos van estimulando para continuar en octavas
superiores de la enseñanza.
La Dinámica de la mente nos lleva a comprender verdaderamente, de fondo, la
grandeza de DIOS en todos sus aspectos. Una mente inspirada penetra a las esferas
más elevadas del entendimiento cósmico; es una mente que no está limitada por
conceptos, ni opiniones, ni mucho menos sometida a moldes de ninguna clase.
En una mente inspirada, sólo existe la belleza, la ternura; es decir, la grandeza de
DIOS es una mente cósmica, eso es lo que se llama un «Intelecto Superior».

El Autor
s necesario que el estudiante Gnóstico se dé a la tarea (si verdaderamente aspira a su
autorrealización) de estudiar, indagar y comprender al Ego.
La palabra estudio nos define algo que uno debe aprender. En ocasiones se quiere
comprender un agregado, sin haberlo estudiado previamente.
El V. M. SAMAEL AUN WEOR, nos da miles de prácticas sobre este asunto,
enseñanzas verdaderamente de oro; pero, es necesario que los estudiantes de la
GNOSIS nos demos a la tarea de estudiar donde está el problema.
A ratos, a uno le da tanto dolor ver a los hermanos enredados en problemas, que en
realidad no valen la pena.
Querido lector, usted me entenderá, alguna vez habrá sentido eso que se llama pena o
vergüenza ajena; es decir, cuando uno siente pena de las tonterías o inocentadas que
otra persona comete. ¿Cómo es posible que en una Comunidad o en un Santuario los
hermanos vivan agarrados los unos contra los otros?; porque cada quien quiere que la
otra persona sea como ellos quieren que sea. En el momento que uno entra en un
estado emocional contra alguien, o contra algo, (si verdaderamente le interesa esto de
la eliminación del Ego) pues de inmediato, se da cuenta que el elemento a eliminar ha
salido al campo de batalla. Mírelo en ese instante y pregúntese: “¿Por qué reaccionó?.
¿Contra quién reaccionó?. ¿Cuáles otros sentimientos sintió heridos?”. Indáguelo:
“¿Sería el orgullo?. ¿Sería el amor propio?. ¿Sería la falsa personalidad?. ¿Sería la
gula?. ¿Sería la pereza?. ¿Sería la lujuria?. ¿Serían los celos?., etc., etc., etc.”; de ahí
el estudiante podrá sacar la conclusión plena del elemento que está estudiando.
Podrá observar con entera claridad que al otro día o en lo sucesivo, va saliendo el
mismo elemento con los mismos aliados; es decir, el mismo delincuente con las
mismas escoltas, dándole la gran oportunidad de conocerlo, no sólo a él, sino a todos
sus afines.
Esto es lo que el V. M. SAMAEL AUN WEOR llama “Conocer el profundo significado
del Yo”. ¿En qué se sustenta?. ¿Cuáles son sus raíces?. ¿De dónde se alimenta?.
En ocasiones, uno puede estar hablando de amor y está alimentando el Yo del odio,
porque dice: “Yo amo mucho..., me nace del alma servir a los necesitados..., pero en
cambio Lucas, Carlos, Tomás (o simplemente aquella persona) es un malvado que a
nadie le sirve”, y lógico es que está poniendo en el banquillo a una persona a la que ya
le tiene mala voluntad.
Se puede poner a hablar de humildad, de comprensión, pero de inmediato, la mente
sale con el nombre de alguien, que a su juicio no tiene humildad, ni comprensión y
claro está que lanza contra esa persona, rayos y truenos y así sucesivamente pasa con
todo. Se puede poner a hablar de castidad, pero emitiendo palabras duras, críticas
contra otra persona porque en su hogar ha venido un hijo, etc.
Todo esto que aquí estoy citando es lo que se conoce como “Estudio del Ego”.
Después que uno sabe que el ego es así, se comporta así (estoy hablando de uno de
los miles que tenemos), a ese elemento que le hemos hecho este estudio, ya está apto
para pasarlo a la etapa de la comprensión, porque ya lo conocemos, lo hemos visto en
el análisis y lo hemos visto actuando.
En este paso, ya nos corresponde tener una gran disciplina y voluntad.
Disciplina porque vamos a estar atentos cuando va a actuar. Y Voluntad para no dejarlo
actuar y ya estamos dando el tercer paso.
? El primer paso es estar atento cuando sale.
? El segundo paso es Voluntad para no dejarlo actuar.
? El tercer paso es la integración con la MADRE DIVINA para su desintegración .
Es de notar en el presente capítulo, que este agregado en mención, hay que
entregárselo a la MADRE DIVINA DEVI KUNDALINI en el momento cuando le
impedimos actuar y también, en la transmutación de casado o de soltero.
Recuerde, querido lector, que el Ego actúa en todos los cuerpos de pecado. En la
Mente -como ya dijimos- como un pensamiento; en el Astral, actúa como un personaje
realizando sus fechorías igual que en la tierra; en el Vital, absorbiendo energía vital y
en el Físico, cometiendo sus muy peculiares errores. Por lo tanto, no podemos pensar
que el Ego es un personaje individual que vamos a ubicar y matar, como si fuera una
persona. Hay que utilizar la conciencia, la oración y la voluntad para que integrados
todos estos aspectos, colaboremos estrechamente con la MADRE DIVINA DEVI
KUNDALINI en el trabajo que debemos realizar.
Debo decirle, querido lector, que es importantísimo que usted comprenda lo que aquí
estamos diciendo. Estas enseñanzas de nuestro amado Maestro SAMAEL AUN
WEOR, comprendidas y realizadas en la propia práctica, nos han llevado a la
comprensión de fondo que en realidad, de verdad, la muerte del Ego es un problema
dificilísimo para la persona que le gusta el facilismo, le gusta divagar y vive creyendo
en brujitas o en predicadores de pueblo; pero, para el hombre serio y la mujer seria en
sus decisiones, la muerte del Ego resulta siendo una dinámica que les hace amar la
vida y les ayuda a comprender el verdadero significado profundo de la misma vida; es
decir, nos da la razón de nuestra existencia.
No olvide, querido lector, que el Ego es una sombra que habita y vive en las áreas
ocultas de nuestro país psicológico y que el ESPIRITU es LUZ.
Basta que nos demos a la tarea de llevar luz donde existen las tinieblas; esa luz no es
otra cosa que la comprensión que Dios nos da como seres humanos razonables; la
conciencia que Dios nos da como hijos que somos de él, como expresión de una
esencia o alma que tenemos y el amor como la expresión de un PADRE integrado con
su hijo.
Hermano lector, el Maestro SAMAEL dice y nosotros lo corroboramos: “No hay Religión
más elevada que el Amor”. El hombre o la mujer que tiene amor, que cultiva el amor
como la florecita que tiene en su jardín, que le echa su abono, agua para que no
muera, así ese amor se fortalece en el corazón del humano, despojando para siempre
esas horripilantes tinieblas, que lo han mantenido en la ignorancia.
Cuando hay amor en el corazón del hombre y de la mujer, por lógica, hay luz y donde
hay luz, se puede ver palpablemente los movimientos extraños que hace el ego,
realizando sus maldades y perversidades.
Hermano lector, quiero ser tu amigo, tu compañero en este largo camino de la vida.
Quiero que te despojes de esas sombras que en tu psiquis llevas.
Quiero que te descubras ante la MADRE DIVINA y colabores con Ella en este estudio,
conocimiento y muerte de los agregados psicológicos, Yoes que tanto han torturado a
tu CRISTO, a tu MADRE y que tantos menosprecios le han hecho a los Profetas y al
CRISTO mismo, que han venido a este mundo en busca de tu redención.
Recuerda hermano, tú eres más grande de lo que crees, si te liberas del Ego; y más
chico de lo que crees, si continúas esclavo de él.
Resuélvete a luchar.
Estamos contigo.

El Autor
omo es sabido por todos, el agua es símbolo de vida y por ende, de Dios; de aquí
podemos deducir por qué el CRISTO dijo: “YO SOY LA VERDAD, EL CAMINO Y LA
VIDA”.
La Verdad es el PADRE, la Vida es la MADRE, y el Camino es el HIJO. Es decir, de la
unión del Padre y de la Madre surge el Hijo, aquel Ser que emprende un camino,
dejando las huellas por donde todos los habitantes de la tierra -si encuentran las
huellas de ese viajero- podrán llegar al PADRE.
Dicen las Sagradas Escrituras que en el comienzo la tierra era informe, cubierta de
aguas y tinieblas y que el Espíritu de Dios se movía en esas aguas. Dios dijo: “Hágase
la luz” y la luz fue hecha.
¿Puede comprender, querido lector, que esa Madre ya existía porque eran las aguas?.
Y en esas aguas se movía DIOS.
DIOS-PADRE ejerciendo la Palabra dijo: “Hágase la luz, y la luz fue hecha”. Es decir, la
palabra del PADRE gestó el vientre de esa MADRE que eran las aguas; y de allí
emergió la luz, que es el CRISTO y vio el PADRE que la luz era buena y... continuó la
creación.
Nos estamos refiriendo a la creación de hombre, haciendo en él esa organización de
sus elementos y de sus diferentes creaciones; las cuales, posteriormente, van a
testificar que el hombre también es DIOS, como a imagen y semejanza de El, quien lo
creó.
Los entendidos en los Misterios Cristicos entenderán lo que aquí quiero decir.
Aquí entendemos el por qué de la vida en todas sus expresiones: las plantas, los
animales, los hombres, los mundos, los sistemas y las galaxias, han emergido de las
aguas, como símbolo de vida, símbolo de DIOS- MADRE.
Comprendemos también que antes de existir el hombre, existía la mujer; aquella
mujer-madre, ese vientre sagrado, ese vientre inmaculado que todas las veces ha
servido para que en él se geste DIOS y se gesten hombres.
Quizás algunos religiosos ignorantes se rompan sus vestiduras por lo que aquí estoy
diciendo, pero lo afirmo porque lo sé, lo afirmo porque conozco el origen....
Esas aguas de vida que en aquel anteayer cósmico dieron origen -como ya dije- a las
plantas, a los animales, al hombre, a los mundos, a los sistemas y a las galaxias; esas
aguas puras, limpias, continúan disponiéndose a hacer grandes creaciones dentro de
los organismos de los hombres y mujeres castos, capaces de renunciar a las
porquerías de este mundo y disponiéndose como el ave fénix a resucitar de entre sus
propias cenizas y convertirse en hombres y mujeres solares, llenos de luz, llenos de
amor y capaces de legar su vida por el triunfo del CRISTO, acá en la tierra.
Esa generación que se formará en la Era de Acuario y en la Sexta gran raza de nuestro
planeta; aquella estirpe solar de culturas serpentinas y réplica de las que ya existieron
en nuestra tierra, que recordarán como leyendas escalofriantes, las anécdotas de esta
humanidad decadente y degenerada. Reyes del mundo, reyes del abismo, expresión
máxima del orgullo y de la soberbia y que por estas razones y muchas otras, han caído
aplastados bajo los escombros de toda la maldad, que en sus vidas han cometido.
Las futuras razas que habitarán nuestro planeta nada tendrán que ver con esta
civilización de fornicarios, decadentes, inmorales... serán razas de hombres y mujeres
-como ya dije- llenos de sabiduría y amor.
Con dolor en mi corazón escribo estas líneas recordando épocas milenarias, cuando
otras razas también se sumergieron dentro de la podredumbre de las aguas
embravecidas de mundos descompuestos y putrefactos.
No podría ser una excepción nuestra actual Raza Aria. La humanidad actual se ha
lanzado a la fornicación, al delito, a delinquir en todas las formas, trayendo como
consecuencia que esas aguas -que otrora sirvieron como materia caótica o elemento
primigenio para la formación de tanta vida en abundancia, que hemos tenido en nuestro
lindo planeta- ahora las hemos contaminado, las hemos matado y en una parte
simbólica, la condensación de toda la fornicación de los reyes de este mundo con sus
esclavas, ha enfurecido desde las esferas plutónicas, a esas aguas genésicas que
fueron dadas al hombre y a la mujer para su propia regeneración.
Y como no se hizo así, vendrá la destrucción, muriendo todo cuanto tenga vida en esta
descomposición, en estos asqueantes y horripilantes lagos de nauseabunda
podredumbre.
Querido lector, si usted viera lo que aquí estoy diciendo, verdaderamente amaría con
su alma y con su corazón cada día más y más a su Dios, por estar brindándole el
perdón y poniendo en sus manos una Tabla de Salvación....
Estas embravecidas aguas del diluvio universal, corren como ríos por las calles de los
pueblos y de las ciudades, arrastrando todo cuanto encuentran a su paso y ahogando a
todo aquel que muestra aún, signos de vida...
Entiéndame lo que aquí estoy diciendo, porque aquí hay sabiduría...
Las fornicaciones de la antigua Babilonia han venido nuevamente a inundar a este
planeta, a sus pueblos, ciudades, a sus campos y dondequiera que haya fornicarios
que derraman su simiente para satisfacer sus placeres.
Esas aguas genésicas que la gente derrama en la fornicación, se descompone en la
sangre del Redentor que corre devorada por gusanos asqueantes, sellando una
sentencia que el Señor dijo: “Por haber venido y no haberme recibido, recibirá el
castigo, y de esta humanidad perversa, no quedará piedra sobre piedra. Morirán los
reyes con sus mujeres, con sus hijos y con sus nietos, con sus ciudades y de toda esta
civilización de víboras, no quedarán ni las piedras donde existían”.
Querido lector, lo que aquí estoy diciendo está testificado por las Sagradas Escrituras y
dicho por los Profetas. El Señor dijo: “Los cielos y la tierra pasarán, más mi palabra no
pasará”.
Fue necesario que en estos tiempos del fin, emergiera de la podredumbre de las aguas
descompuestas el Moisés Bíblico, quien viniera, no como una persona, sino como un
Mensaje.
Aquel que confirmará con lenguas de fuego a los que son y pondrá en derrota a los
impostores, a los falsos Profetas, quienes en todas las épocas han venido a confundir a
un pueblo de Dios.
Ese Moisés Bíblico conoce de fondo todos los procesos que ha tenido que vivir la
humanidad en este planeta y en los mundos. A ese Moisés no lo engañarán los que se
llamen sabihondos, porque él tiene la sapiencia del bien y del mal.
El no es bueno ni malo, simplemente es conocimiento, es tinieblas hecha luz y estará
con este pueblo para que la Obra del CRISTO triunfe en la tierra.
No me importa y me tiene sin cuidado lo que los detractores de mi obra opinen,
simplemente estoy diciendo lo que debo decir y eso es todo.
Dentro de esas aguas podridas de este mundo, también ha emergido un pueblo con
ese Moisés. Y ese pueblo santo se deberá bañar con esas aguas puras de vida que se
encuentran en sus gónadas sexuales y ya limpio de la maldad de su pecado original,
convertido en verdaderas personas humanas, se dispondrá a acompañar al CRISTO en
su Vía crucis rumbo al Gólgota, dispuesto a morir definitivamente para el mundo y
nacer en una nueva vida espiritual con el derecho solemne de decir: “PADRE,
perdónalos porque no saben lo que hacen” y “En tus manos encomiendo mi espíritu”,
porque no somos nadie para condenar a quien no piensa como nosotros.
No olvide, querido lector, que el CRISTO no ha venido a la tierra a condenar al
pecador, ha venido a condenar el pecado.
Pecadores hemos sido todos, simplemente le digo, querido lector: “No siga pecando”.
Bienvenido sea al seno de vuestro PADRE bienamado.

El Autor
l Exodo es conocido en la Biblia como el traslado de un pueblo que era esclavo del Rey
a un lugar seguro, o al menos donde dejaran de ser esclavos; labor que realiza el
MOISES BIBLICO.
No me quiero extender en este aspecto, ya que quiero concretarme a hablar sobre el
presente, no sobre un pasado.
Como todo en la vida se repite por una Ley, esto del Exodo o del rescate de un pueblo
no tenía por qué ser una excepción en la Raza Aria.
Como quiera que se avecina un acontecimiento catastrófico, (ya todo el mundo lo sabe)
donde se moverán los ejes de la tierra por el acercamiento de Hercólubus; esto
originará movimientos telúricos espantosos, horrorosos, maremotos, terremotos y
-como ya dijimos- los ejes de la tierra cambiarán su ubicación, quedando la línea
ecuatorial donde hoy es la línea meridional y viceversa.
Antes de este acontecimiento, se sucederá la Tercera Guerra Mundial, cosa que hace
años ya estamos viviendo en gran parte.
Guerra y rumores de guerra por todos lados, pestes y enfermedades de todo tipo;
alteraciones del clima, recalentamiento del planeta, las aguas secándose en el planeta
tierra, la capa de ozono en descomposición; las familias desintegrándose; el hambre
apareciendo en los cuatro puntos cardinales; el desempleo aumentando en una forma
vertiginosa, amenazadora; la gente corriendo de acá para allá y de aquí para allá; los
mandatarios del mundo haciendo planes a lo lindo para resolver problemas y el pueblo
convulsionando cada día peor; la prostitución aumentando en forma alarmante; la niñez
desamparada y con hambre, lanzándose a la delincuencia y a la prostitución.
Los países del mundo cada día con más inseguridad; la globalización intentando
mejorar la vida de los ricos y empeorando la vida de los pobres.
La clase media desapareciendo y la sociedad mostrando cada día más la incapacidad
para seguir conduciéndose en un mundo verdaderamente descompuesto.
La agricultura produciendo menos cada día, a no ser que se produzcan alimentos
transgénicos, adulterados en su cadena genética y exponiendo al ser humano a una
verdadera catástrofe en la alimentación.
Los bovinos y aves siendo presa de enfermedades mortales y amenazando también la
vida humana.
Los campos desolados porque no hay quien los quiera trabajar.
El campesino sin tener las garantías para trabajar; los conflictos de orden público por
falta de políticas agrarias que le aseguren al campesino precio y distribución.
La educación que los niños reciben no tiene incluído en sus programas ninguna clase
de formación que los capacite para que más tarde, se conviertan en un productor.
Los programas de la radio y de la televisión están llevando violencia a los hogares,
instruyendo a los niños en guerras, en terrorismo y en prostitución.
Los inventos indiscriminados de la tecnología están llevando al ser humano a
incapacitarse más en el desarrollo de sus propios recursos interiores.
La proliferación de químicos está matando la vitalidad del subsuelo; las terribles
contaminaciones están llegando a las aguas, partiendo de las grandes metrópolis hasta
los pueblos de cordilleras; sin contar con las lluvias ácidas que a diario se producen y
como ya dijimos, la falta de cuidados con el campesino, la desnutrición; o sea, una
desorganización total, propia de un mundo descompuesto.
Yo creo, querido lector, que estos pocos puntos que en el presente capítulo estoy
exponiendo, son más que suficientes para que usted o cualquier lector, se dé
plenamente cuenta que si en un tiempo no lejano no hay un Exodo, no quedaría una
semilla humana para formar una nueva progenie humana en nuestro afligido planeta.
Es necesario que los estudiantes serios del esoterismo Crístico, se den a la tarea de
preparar su cuerpo, su mente y su psiquis para emprender esta tarea seria y
responsable que nos ha de conducir al Exodo.
Primero que todo, hay que comprender las razones por las cuales es necesario una
preparación especial.
Sería injusto e irracional que un estudiante Gnóstico serio, pensara que va a ser
rescatado en un Exodo Bíblico con una mente desordenada, con una vida
indisciplinada, con un comportamiento inadecuado.
Es de vital importancia que el gnóstico se dé a la tarea de ser dueño de manejar sus
propios elementos: “Tierra, Agua, Aire y Fuego” que constituyen nuestro cuerpo.
Es necesario -como ya dije en capítulos anteriores- que hagamos estudios científicos y
profundos al Ego, además de comprenderlo y trabajarlo para su desintegración.
Es necesario que nos demos a la tarea de trabajar diariamente en las técnicas de la
meditación, de la oración, de la contemplación, para que nuestro cuerpo se impregne
de momento en momento, de la armonía de Dios, de la armonía de la Vida, de la
armonía del Amor y de la armonía de la Paz.
Estos cuatro aspectos nos dan: “La inspiración constante y la contemplación”.
En esta tónica de la vida, estaríamos todos, a toda hora, aptos para recibir lo nuevo y
en cualquier momento, empezar un viaje que quizás no tiene retorno.
Recuerde, querido lector, que muy cerca de usted, de mí y de los que nos rodean, hay
seres superiores, listos para actuar en cualquier momento, cuando sea necesario; y si
en ese momento no estamos aptos, nos quedaremos o seremos excluidos de ese Plan
Divino.
Estoy hablándole a esa conciencia de quien me está leyendo y espero que las palabras
que vienen de mi SER, sean interpretadas por su SER y por su Conciencia para que no
pierda más tiempo con programas, conversaciones y leyendas que no son más que
pasatiempos para distraernos, para no dejarnos vivir el instante y despertar ante esta
gran realidad.
Quienes van a realizar el Exodo ya están preparados, listos.
Trabajemos unidos, sirvámosle a la humanidad, sirvámosle al prójimo, sirvámosle a
Dios en sus planes divinos y no nos pongamos a pensar cómo van a ser estas cosas.
Dejemos que sean los Dioses Santos los que sepan a qué hora y cómo van a actuar.
Hermano de mi alma, prepárese para que nos acompañe en esta inmensa labor que
hay que realizar, sólo le exigimos que lo haga con sinceridad, con amor y con
comprensión.
El Exodo es un hecho y usted no debe estar ajeno a esta realidad. Todo está listo, sólo
necesitamos que usted, querido lector, se prepare para dar el gran salto.
Que la paz más profunda reine en su corazón.

El Autor
omo usted sabe, querido lector, es necesario hacer una diferenciación entre lo que es
una persona y lo que es un pueblo o un grupo de personas.
Ante todo -como hemos venido diciendo en capítulos anteriores- no podemos pensar
que vamos a poder vivir en Convivencia o en Comunidad con armonía, con
comprensión y en integración, si cada uno de los miembros de este grupo o de esta
comunidad, no se ha ido preparando con anterioridad en lo que corresponde a su
comportamiento mental, emocional y psicológico. Por eso, hemos insistido en este tipo
de trabajo. Cada uno de los afiliados o miembros de esta comunidad debe tener en
cuenta que debe ser sincero consigo mismo, con Dios y con sus hermanos.
Si no está dispuesto a hacer un cambio verdadero, radical en su vida, tampoco se
convierta en un estorbo para que este Plan Divino no pueda llevarse a feliz término.
Como digo, necesitamos seriedad y responsabilidad; no podemos seguir pensando que
el tiempo es el que va a resolver nuestra situación; son los súper esfuerzos que
hagamos, los que nos van a llevar a un mejoramiento, a una superación de nuestra
conducta y comportamiento.
La conducta de un estudiante gnóstico que se esté preparando, tomando en serio un
Exodo, tiene que ser intachable, que nadie se engañe pensando que así como ha
venido, va bien. Son rigurosísimos los exámenes y muy exigentes las pruebas que
tiene que pasar.
Se ha cumplido a cabalidad aquella frase célebre del V. M. SAMAEL AUN WEOR:
“Estamos en el tiempo del ser o del no ser de la filosofía”.
Necesitamos con rapidez la preparación de un pueblo; el estudiante gnóstico debe
estar claro en las condiciones y requisitos que debe llenar su vida para ser aceptado en
este trabajo.
Recuerda, hermano lector, que no sólo se paga karma por el mal que se hace, sino que
se paga por el bien que se deja de hacer, pudiéndolo hacer.
Que ninguna persona se engañe diciendo que no le ha quedado tiempo, porque en el
Santuario o en la Comunidad no lo apoyaron, porque su esposa, esposo o hijos no lo
dejaron matar el Ego. Toda esta serie de disculpas no tienen ningún valor ante el
veredicto de la Ley.
El Tercer Factor de la Revolución de la Conciencia, que es el Sacrificio por la
Humanidad, lo puede cumplir toda persona sin excepción, haciendo lo que pueda, lo
que esté a su alcance por las demás personas y esto le es válido.
El Primer Factor de la Revolución de la Conciencia debe aprovecharlo en las peores
circunstancias que se le presenten para descubrirse, comprender al Ego y dedicarse de
lleno a su eliminación.
El Segundo Factor de la Revolución de la Conciencia debe aprovecharlo en la
transmutación, y algo más, no gastando su energía con descargas de ira, soberbia,
orgullo, lascivia, etc.
Es necesario aprovechar al máximo el tiempo, para que así se vea reflejado en la
conducta de los estudiantes gnósticos, la enseñanza que están viviendo.
Todo estudiante de la sabiduría gnóstica debe darse a la tarea de aprender a convivir,
no descargar en los demás sus presiones emocionales, dejar los malos hábitos de
culpar a los demás de lo que le pasa. Cada quien debe asumir sus propias
responsabilidades, no delegar en los demás, los deberes y obligaciones que uno tiene
o que le corresponde hacer.
Toda persona que viva en Comunidades, debe estar dispuesto a servirle a su hermano
en lo que pueda y cuando sea necesario. El que se niega a servir, son puertas que se
están cerrando.
Es conveniente que nuestros estudiantes gnósticos comprendan que hay que hacer
carne y sangre en nuestra vida esto de los tres alimentos básicos: “Lo que pensamos,
lo que comemos y lo que respiramos”.
Ya hemos dicho en capítulos anteriores que nos vamos a dar a la tarea de educar la
mente en una forma ordenada, dejando de ser soñadores y fantasiosos en lo que
pensamos; vamos a seleccionar los alimentos.
Recordemos que el humano por ser razonable e inteligente, debe darle a su cuerpo los
alimentos que le permitan mejorar su condición física y preparar una energía para la
gran obra.
Como hemos dicho tantas veces, vamos a alimentarnos, no a llenarnos, cada quien en
proporción de lo que puede. Una persona que se alimenta con exceso de harinas, de
azucares o de dulces, de carnes, comidas muy saladas, etc., es una persona que
siempre mantendrá mal su organismo, no hace sino crear grasa y la calidad de su
energía no es muy óptima para la obra que está haciendo.
Es mucho lo que hay que decir de este aspecto, hasta el punto que considero que no
sea necesario seguir repitiéndolo; el alcohol, el fumar y el respirar a toda hora aire
contaminado, son aspectos sumamente nocivos; es decir, no sirven sino para dañar el
trabajo que estamos realizando.
Por eso decimos en nuestro presente capítulo, que quien no esté dispuesto a tomar en
serio el trabajo y la disciplina esotérica, no pierda el tiempo en estos estudios, porque
no va a conseguir su objetivo.
Repito, queremos gente seria, responsable, madura para constituir un pueblo que esté
apto y dispuesto a dar el gran salto.
Toda persona que se resuelva a realizar este trabajo, tendrá toda la ayuda necesaria
desde la parte interna para que se abra paso hacia el triunfo. Es el momento más
adecuado para que le mostremos al mundo, un pueblo constituido por hombres y
mujeres que en su mente y en su palabra se vea brillar la castidad, la pureza y la
santidad que va teniendo por una obra hecha.
Como decimos, no más proyectos, no más planes ambiguos, queremos hechos y que
esos hechos se vean esculpidos en la obra de cada uno de nuestros afiliados.
Este pueblo está siendo lleno de amor, de comprensión; pero también, frente a cada
uno de nos, hay una balanza que nos está mostrando qué aspectos de nuestra vida no
se están ajustando a las condiciones que debemos tener para la realización de nuestra
obra.
Es necesario que todos y cada uno de nuestros afiliados, se dediquen a dar el máximo
rendimiento que puedan, para que vayan teniendo un nivel de ser que se ajuste a las
necesidades que debe tener en relación con los niveles del SER.
Queremos que nuestros afiliados comprendan de fondo, el afán que hay en la
realización de la obra de cada una de las personas. Que arranquemos de nuestras
entrañas esos asqueantes y horripilantes Yoes de la mitomanía, del egocentrismo, del
Yo mando; aquellos gritones, soberbios y orgullosos que tanto daño le han causado a
nuestro pueblo.
Queremos ver un pueblo noble, dedicado verdaderamente a crecer espiritualmente,
dispuesto a eliminar hasta la sombra de su falsa personalidad; esa gente es la que
queremos.
Queremos que si es un Directivo de cualquier nivel, se dé a la tarea de enseñar a su
pueblo, guiar a su pueblo con rectitud, con amor, con justicia, sin excesos, para que el
pueblo vea en él, el reflejo de la obra que está realizando y queremos ver en el pueblo,
almas sedientas de sabiduría, de conocimiento; gente obediente que haga lo que le
corresponde y que no espere que la Institución y sus Directivos resuelvan los
problemas que la persona debe resolver.
Esta clase de pueblo es el que necesitamos, es el que queremos tener en nuestras
filas, para poder decirle a la VENERABLE LOGIA BLANCA: “Aquí está el resultado de
los súper esfuerzos realizados por nuestro Señor a través de sus enviados”.
Que la paz más profunda reine en el corazón de esta humanidad.

El Autor

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