La Oración Tópica en El Análisi1

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La oración tópica en el análisis.

1-Sabes qué es una oración tópica?


2- Podrías identificarla?

La oración tópica es la oración principal de un párrafo, ya


que expresa la idea más importante, sirviendo de guía para
escribir las ideas que se desarrolla.
Esta oración es la que se encarga de informar al lector de
qué va a tratar el texto, sin que éste tenga que leerlo por
completo. De esta forma, la oración tópica tiene el deber de
enganchar al lector y hacer que éste se apasione por lo que
está leyendo.
Puede ser encontrada en cualquier lugar del escrito
(comienzo, medio o final), aunque lo común es que se
encuentre al principio.
ACTIVIDAD 2
Nota.: el contenido de este texto puede ayudar a tu bienestar mental.
Léelo para tu deleite, y aprendizaje, disfrútalo.

Ensayo sobre el miedo


Siempre hablamos de nuestras emociones, de lo que
sentimos frente a diferentes situaciones, de lo felices,
enojados o asustados que estemos, pero pocas veces nos
detenemos a pensar, de donde se originan estos y por qué
nos sentimos así. Los sentimientos y emociones que
experimentamos, son la forma en cómo reacciona nuestra
parte psicológica a los estímulos externos que nos afectan
a cada momento, los cuales pueden ser objetos,
situaciones o personas.
Esta parte psicológica se ve reflejada en nuestra parte
física, que demuestra, muchas veces, que es lo que nos
ocurre interiormente y que es lo que estamos sintiendo.
Así, por ejemplo cuando estamos alegres, nuestra cara se
torna más lúcida y con una gran sonrisa, o cuando estamos
enojados, respondemos de manera agresiva, o
simplemente tratamos de ignorar lo que nos produce esta
sensación de odio. Por supuesto estas reacciones son muy
generalizadas, puesto que cada persona puede reaccionar
en forma diferente a una misma emoción o sentimiento.
Personalmente, me gustaría escribir sobre el miedo,
porque creo que es un sentimiento que va mucho más allá
de ser valiente o cobarde, que puede ayudarnos tanto, así
como perjudicarnos y que es algo que siempre está con
nosotros, aunque no lo podamos percibir claramente,
porque nunca conocemos las cosas realmente, totalmente,
nunca estamos 100% seguros, ¿o podremos llegar a
estarlo? Quizás cuando termine de escribir este ensayo y
lea lo que mi mano transformó de ideas y pensamientos a
palabras, me dé cuenta de que no es así, de que el miedo
viene y se va, tal vez me quede con una idea más o menos
similar, o quién sabe si obtengo una conclusión totalmente
diferente.

El miedo es un sentimiento, que nos provoca desconfianza


sobre algo, alguien o alguna situación. Está estrechamente
ligado a la inseguridad. Las personas con mayor
inseguridad en sí mismas son vencidas mucho más
fácilmente por el miedo. Generalmente nos ponemos
nerviosos, intranquilos, nos alteramos y creamos un
rechazo, tratando de evitar la situación o lo que sea que
nos produzca esta sensación extraña de que algo no está
bien, o simplemente no “encaja”. Esta emoción tiene, por
lo tanto, el fin de advertirnos sobre algo, de mostrarnos el
peligro. El miedo es la manera que tiene el ser humano, así
como ser vivo, de vivir el peligro. Pienso que viene de
nuestro instinto de supervivencia, y por lo tanto está
siempre presente, porque siempre tratamos de sobrevivir,
consciente o inconscientemente.
Como el miedo nos pone alerta, nos lleva a movilizar
nuestras fuerzas en dos sentidos posibles: el
enfrentamiento y la huida. Enfrentamos aquellos peligros
que creemos vencer y nos alejamos de aquellos que
parecen más fuertes que nosotros.
Este peligro puede ser tan real como falso, pues es nuestra
mente quien decide que es lo peligroso. Cuando pensamos
que algo es peligroso, o le tenemos miedo a ello, es
porque tenemos un conocimiento de ello o por
experiencias previas que resurgen en nuestra mente,
alertándonos, y como respuesta nosotros actuamos de
este modo, en forma preventiva y defensiva. Pero muchas
veces el miedo que sentimos hacia algún peligro, no es
realmente un peligro, sino que sencillamente nosotros nos
condicionamos por medio de experiencias previas a pensar
que tal peligro de verdad existe, y por ende sentimos
miedo a volver a pasar por una experiencia así y nos
sentimos amenazados, aunque no tengamos ningún
motivo real.
El comportamiento humano no se guía por las cosas tal
cual como son, sino tal cual parecen ser. En otras palabras,
tergiversamos la realidad, mezclándola con recuerdos y
emociones anteriores, pudiendo el miedo llegar a formar
serios conflictos y mal entendidos inter-personales.

La forma en cómo se manifiesta cada sentimiento en


nuestro cuerpo es diferente y por lo tanto, produce
sensaciones diferentes. Las sensaciones derivadas del
miedo pueden manifestarse en nuestra mente como
confusión, sentirse indefenso, preocupación, angustia,
aprehensión y pensamientos negativos repentinos.
Además el temor se ve reflejado en síntomas físicos, y
como ya mencioné anteriormente, dependen de cada
persona. No creo que valga la pena mencionarlos, todos
los conocemos: transpiración, tensión, escalofríos, etc.
Esto nos muestra cuán relacionado están nuestras partes
psíquica y física.
Los miedos pueden tener diferentes orígenes, por lo que
existen varios tipos:
Los temores innatos, que son propios de la naturaleza
humana, como el miedo a lo desconocido, la
incertidumbre o la muerte.
El miedo en el desarrollo, que son propios de la edad,
como por ejemplo el temor a ser desplazado cuando
aparece un nuevo hermanito en la familia, o bien los
miedos en la noche, en los que los niños en edad pre-
escolar despiertan llorando y se van a la cama de los
papás. Los temores en el desarrollo se deben en gran
medida a que a los niños pequeños le cuesta distinguir
entre realidad y ficción, y les parece totalmente creíble
que debajo de su cama pueda salir un monstruo. Conforme
un ser humano se desarrolla, sus respuestas al miedo son
más específicas.
Por experiencias traumáticas: Surge cuando hemos sido
víctimas de un asalto peligroso o de la muerte de un
familiar cercano que nos hace pensar en nuestra fragilidad,
en nuestra soledad, o en la proximidad de nuestra propia
muerte. Estas experiencias se pueden dar en cualquier
ámbito, ya sea amoroso, familiar, económico, social,
político, etc. Y que nos condicionan a tener miedo frente a
posibles situaciones parecidas.
Por último, existen también las llamadas fobias, que no
son más que temores desplazados. Es decir, ante un temor
muy amenazante o doloroso, desplazo el sentimiento
hacia cualquier otro objeto concreto y así concentro mi
miedo en cualquier otra cosa y no en varias, o en aquellas
que me crearían culpa o dolor externo. La fobia concentra
el temor doloroso o la ansiedad indefinida en un objeto o
situación específica, y con ello, lo vuelve más controlable.
Finalmente me doy cuenta de que el miedo es algo que
todos llevamos dentro y que no nos deja tranquilos.
Siempre existe la posibilidad de caer, de fracasar, aunque
esta sea mínima. Cuando estamos enamorados, está
presente, por ejemplo, el miedo al abandono; cuando
sufrimos, el miedo a no poder volver a estar feliz; cuando
odiamos, a no poder a amar nuevamente. La diferencia
está en que algunos siguen avanzando por un camino
incierto, llevando este sentimiento y luchando, a su vez,
contra él, motivados por lo que quieren, y esto los
convierte en verdaderos valientes, porque sin miedo no
existe la valentía. En cambio, otros se dejan vencer por el
miedo, o simplemente se creen demasiado débiles para
superarlo por sí mismos, se sienten tan amenazados, que
permanecen inmóviles, sin avanzar en esta vida, y no
avanzar, es perder las más maravillosas oportunidades,
experiencias y regalos que Dios tiene para nosotros.

ACTIVIDAD 2
1- Después de leer el texto transcribe la oración tópica
de cada párrafo.
2- Redacta un párrafo explicando tu parecer sobre el
texto.
3- comenta por el chat lo aprendido.

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