Sentencia Homicidio Tentado Absuelto y Porte Arma Bascur

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Concepción, siete de noviembre de dos mil dieciséis.

VISTO, OÍDO Y TENIENDO PRESENTE:


PRIMERO: Que se ha llevado a cabo juicio oral en contra del acusado ISRAEL ALFREDO GATICA
CHAVEZ, cédula de identidad N°18.814.394-6, soltero, nacido el 17 de agosto de 1994, 32 años, cuarto
medio, de profesión soldador, domiciliado en calle Los Pirquenes N°609, Población O’Higgins, Coronel.
El Ministerio Público estuvo representado por el Fiscal Adjunto Julio Sánchez Meza; en tanto que la
defensa fue asumida por los Defensores don JAVIER AHUMADA JEGO y Moisés Vilches Fuentes.
SEGUNDO: Que los hechos y circunstancias que fueron objeto del juicio son los que constan en el
auto de apertura de juicio oral del Juzgado de Garantía de Coronel de 2 de septiembre de 2016 y fueron los
siguientes:
“El día 11 de agosto del año 2015, aproximadamente a las 12:13 horas, personal policial de
Carabineros, concurren hasta las dependencias del establecimiento Supermercado Líder, ubicado en calle
Manuel Monff N° 02328, comuna de Coronel, ante llamado de personal de seguridad, al momento de
concurrir personal policial y al percatarse los imputados de la presencia del personal que ingresaba a las
dependencias de los estacionamientos de dicho establecimiento, emprenden rápidamente la huída,
intentando darse a la fuga, comenzando una persecución, momento en el cual, el imputado David Palma,
quien lanza al suelo un arma blanca, tipo cuchillo, de 14 centímetros de hoja y 11 centímetros de
empuñadura, sin justificar razonablemente el porte de arma cortante que mantenía, siendo detenido por
personal policial. En tanto el cabo 2° Rivera Martínez, inicia la persecución de un segundo sujeto, que
resulta identificado, como el imputado Israel Gatica Chávez, quien al ser perseguido, apunta con un arma de
fuego que portaba, disparando en tres oportunidades al cabo 2° Rivero, saliendo proyectil, sin lograr
impactar al funcionario policial. Al ser alcanzado Gatica Chávez, lanza al suelo, el arma de color plateado,
marca Pasper, fabricación argentina, calibre 22 milímetros, con empuñadura plástica, color amarillo, arma
en regular estado de conservación, en buen funcionamiento mecánico, acta para el disparo, N°80021, el
cual mantenía así mismo, cinco municiones, cartuchos balísticos modificado, calibre 22 largo, marca REN,
en regular estado de conservación con recorte artesanal en proyectil, modificación atribuible a la
autorización con revolver, respecto de arma no tenía autorización competente“.
En concepto de la Fiscalía los hechos descritos configuran el delito de Homicidio, ilícito previsto y
sancionado en el artículo 391 del Código Penal en relación con el artículo 416 del mismo texto legal, el que
se encuentra en grado de tentado; y el delito de Porte ilegal de arma de fuego, previsto y sancionado en
el artículo 9 en relación con el artículo 2 letra b) y 17 de la Ley 17.798, en grado de consumado;
atribuyéndole al acusado Israel Alfredo Gatica Chávez la calidad de autor en ambos delitos, de
conformidad a lo establecido en el artículo 15 N° 1 del Código Penal.
Que, de acuerdo a la Fiscalía, respecto del delito de porte ilegal de arma de fuego, concurre la
circunstancia agravante de responsabilidad del artículo 12 N°16 del Código Penal, es decir “ser reincidente
en delito de la misma especie” y; tratándose del delito de homicidio no concurren circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal.
En consecuencia, solicita se aplique a ISRAEL ALFREDO GATICA CHAVEZ como autor del delito
de Porte ilegal de arma de fuego, la pena de cinco años de presidio menor en su grado máximo,
accesorias legales, comiso de los instrumentos o efectos del delito, y costas de la causa; y respecto del
delito de homicidio tentado, la pena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo,
accesorias legales, comiso de los instrumentos o efectos del delito, y costas de la causa.
TERCERO: Que en su alegato de inicio y término la Defensa sostuvo que sólo podrá acreditarse el
delito de porte de fuego de arma convencional, lo que a su vez, se logrará por la colaboración de su
defendido.

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CUARTO: Que renunciando a su derecho a guardar silencio y exhortado a decir verdad Gatica
Chávez dijo el día 11 de agosto de 2015, a las 11:30 horas de la mañana lo llamó su amigo David llorando,
llegó a su casa llorando, le preguntó y le respondió que su polola lo estaba engañando en el Líder, lo
acompañó hasta allá junto con Eduardo. Llegaron como a las 12:00 horas, estaban afuera, en la entrada
principal, vio a carabineros motorizado y huyó por la segunda puerta, al lado derecho de la Petrobras, pero
carabineros en moto lo redujo, siendo detenido por cuatro carabineros motorizados y golpeado en el suelo.
El arma que portaba la arrojó al lado de la Petrobras.
Al Fiscal le dice que el hecho ocurrió a las 12:00 horas, no entró con sus amigos al supermercado,
se quedó en la primera puerta del Líder y después se fue a la segunda puerta.
Iba vestido de polerón plomo con mangas blancas, pantalón negro, zapatillas negras y gorro chilote.
Llevaba un 22 corto, ploma, con cacha amarilla, era un revólver, lo portaba en los bolsillos.
Arrancó a la puerta dos, al lado de la Petrobras, vio a carabineros, por eso huyó.
La persecución que le hizo carabineros duró dos minutos, en ese momento el arma la llevaba en el
bolsillo derecho.
Es detenido por carabineros en la segunda puerta, al lado de la Petrobras, como a cinco metros del
estacionamiento, por el lado de los camiones, arrojó el arma al lado de la Petrobras.
El arma era suya.
Reconoce el arma exhibida, como el que llevaba ese día en el bolsillo derecho. Dice que el arma iba
con la vaina completa, que contiene seis municiones. Tenía esa arma hace un año aproximadamente.
Usó el arma para probarla.
Había un amigo que llevaba un arma blanca, era David, ese día vestía con polerón y pantalón
plomo.
A la defensa le dice que desde que vio a carabineros hasta que fue detenido alcanzó a correr unos
cincuenta o cuarenta metros. Durante ese trayecto lo hizo corriendo.
Su intención al momento de correr era deshacerse del arma.
Cuando corría no miró hacia atrás.
En su detención participaron cuatro carabineros.
Los carabineros iban en moto.
En ningún momento disparó el arma, tampoco sus amigos percutaron un arma.
En las palabras finales dijo que no tenía permiso o autorización para portar armas.
QUINTO: Que los intevinientes no acordaron convenciones probatorias.
SEXTO: Que el Ministerio Público a fin de acreditar su pretensión punitiva se valió de la siguiente
prueba, la que fue compartida por la Defensa:
I.- Prueba Testimonial:
1. HÉCTOR FABIÁN RIVERA MARTINEZ, quien dijo que el día 11 de agosto de 2015, estaba de
primer turno motorizado en la población, y se recepcionó un llamado radial que les indicaban que fueran al
sector del Supermercado Líder. Una vez en el lugar, ingresaron por el acceso principal de los
estacionamientos y al llegar a la puerta de acceso, tres sujetos al verlos se dieron a la fuga del lugar, por lo
que él procedió a seguir a un sujeto que se dio a la fuga por el sector norte, el que a diez metros se giró y
efectúo tres disparos en su contra, aunque sólo escuchó un disparo, sólo salió un proyectil al espacio, para
luego y al verse alcanzado por él, lanzó el revólver al patio del Servicentro Petronex, procediendo a la
detención del individuo que era Gatica Chávez.
Llegó allí por un comunicado radial que decía que tres sujetos estaban merodeando el
supermercado con rostros cubiertos, información que la recibió a las 12:10 horas.
Los sujetos al verlos huyeron en distintas direcciones.

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Él sólo siguió a uno de ellos, sujeto que huyó hacia el costado norte del supermercado, andaba con
ropa de color gris. Lo persiguió unos veinte a veinticinco metros, la persecución duró hasta el final del
supermercado, hasta el patio de camiones.
Ese sujeto arrojó un arma cuando ya se vio alcanzado por su persona.
Arrojó el arma hacia la pandereta divisoria del supermercado, el sujeto estaba a unos cinco a ocho
metros de la pandereta, lo ve hacer la maniobra de lanzarla.
Vio al sujeto con el arma en la mano, cuando se dio vuelta y le disparó.
A ese sujeto lo conocía por haber tenido procedimientos anteriormente con él.
Lo reconoce en audiencia.
El arma quedó en el patio del Servicentro Petronex.
Era un revólver, con empuñadura color amarillo.
Se le exhibe el set fotográfico N° 8 y dice que la uno muestra panorámica donde cayó el revólver; la
dos, lugar donde quedó el arma; la tres, muestra la pandereta divisoria; la cuatro, grafica un arma a fogueo
que se halló en el lugar, pero no la portaba el acusado; la cinco, acercamiento del arma anterior y; la seis, el
revólver que fue lanzado por el acusado y el arma a fogueo y un arma blanca.
El arma fue levantada por el sargento López, él estuvo presente. En el arma habían cinco cartuchos,
tres percutados y sólo una vainilla que fue la que salió al espacio.
Se le exhibe el revólver y dice que es el mismo, lo reconoce por la empuñadura de color amarillo.
También se le exhiben los cinco proyectiles.
Ese revólver fue remitida al LABOCAR.
A la defensa le dice que él detuvo al acusado, sin recibir colaboración. Y al momento de llevarlo al
furgón tuvo cooperación.
La persecución al acusado duró unos seis a diez minutos.
El acusado le apuntó y disparó en tres oportunidades, pero sólo salió un proyectil, sabe que le
disparó tres veces, por el gesto de la mano.
Lo que hace mientras va en la huida, él estaba a unos diez metros del acusado cuando hace esto.
Él participó en el levantamiento del arma, pero él no revisó el arma, sólo lo hizo Sargento López, y él
vio esa revisión. Vio que había cinco vainillas al interior del revólver, tres percutadas, una con salida de
proyectil y dos sin salida de proyectil.
Cuando no sale proyectil al espacio es por defecto de humedad de la pólvora o defecto del percutor.
En los procedimientos anteriores con el acusado también hubo una imputación al acusado por
armas, pero no fue condenado.
El tiempo de persecución fue entre seis a diez minutos. Hay entre unos veinte a veinticinco metros
entre que comenzó la huida y él lo detiene. Lo perseguía a unos 15 km por hora en moto.
Pero al momento en que el acusado hizo el disparo él frenó la moto y tomó distancia y después
retomó la persecución.
El disparo el acusado lo hizo corriendo y se giró medio cuerpo.
Inició la persecución del perseguido a unos diez o quince metros, lo persiguió uno o dos metros,
prácticamente la nada, cuando el acusado se gira al costado derecho para dispararle, él reduce la
velocidad.
El sujeto giró corriendo, lo hizo al costado derecho con su mano extendida y lo apuntó directo a su
posición.
El proyectil es imposible verlo a la vista humana.
El sujeto percutó tres veces y salió un solo disparo pero no supo si salió el primer, segundo o tercer
disparo.

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Esto se produjo por el sector donde están los taxis estacionados, en paralelo a la calle Manuel
Montt.
Cuando el acusado le disparó él bajó la velocidad del vehículo, redujo la velocidad a cero.
Aclarando dice el acusado hizo los tres disparos al mismo momento.
2. CLAUDIO ANDRÉS FUENTES JARA, quien dijo que el 11 de agosto de 2015, a medio día,
recibieron un comunicado radial que decía que en el supermercado Líder había cuatro sujetos con
características sospechosas en el sector del estacionamiento y lo hacían con rostro cubierto, fueron para
allá, primero entró el cabo Rivera, luego él, se entrevistó con una guardia y los sujetos comenzaron a correr,
procediendo él a perseguir a un sujeto que arrojó algo al suelo, deteniéndolo.
Su colega persigue a otro sujeto y a distancia escuchó un disparo.
Iban en moto, llegaron a los estacionamientos y vio que personas huyen del lugar.
Los sujetos huyeron hacia partes distintas.
El Cabo Rivera siguió hacia el norte.
Él estaba distante del lugar en que estaba su colega persiguiendo al otro sujeto.
Detuvo a David Palma, iba vestido con ropa color gris.
Una vez que llega el carro policial, se reúne con Cabo Rivera y ya tenía detenido al acusado.
Reconoce al acusado como el sujeto que detuvo el Cabo Rivera.
No vio la persecución que hizo el Cabo Rivera al acusado.
A la defensa le dice que el operativo duró no más de diez minutos en detener a los sujetos.
En la detención participaron unos cinco carabineros.
No vio la posición de los sujetos dentro del supermercado.
El trecho que hay dispuesto para sector de los taxi no supera los cincuenta metros.
Se demoró unos tres minutos en detener al sujeto que él detuvo, pero es un tiempo estimativo. El
tiempo que el esperó al dispositivo para llevar el detenido fue el mismo tiempo que debió esperar Cabo
Rivera.
Del dispositivo se bajaron funcionarios a prestarle colaboración al Cabo Rivera, pero eso él no lo
vio, porque la detención que hizo el Cabo Rivera fue al costado norte y él estaba al costado sur.
Su colega Rivera pidió colaboración, eso lo escuchó por radio.
Cuando llegó el dispositivo primero fueron donde su colega.
No recuerda las vestimentas de David Palma, pero sólo recuerda que vestía de color gris.
Uno de los sujetos andaba con gorro chilote y David andaba con un gorro que tapaba orejas.
Detuvo a David Palma, pero no vio la otra detención, pero escuchó un disparo, lo que no sabe es a
qué distancia suya ocurrió el disparo, ni sabe cómo se produjo éste.
Vio un revólver después de la detención, no lo revisó.
II. Prueba Pericial:
1. FRANCISCO FUENTES FUENTES, Perito en armamento y balístico, quien expuso que se le requirió
examinar evidencia balística, consistente en un arma de fuego tipo revólver, con cinco cartuchos balísticos,
una vaina calibre 22 largo y una pistola de fogueo calibre 9 mm con su cargador y una vaina de fogueo
calibre 9 mm.
Al examen técnico del revólver calibre 22 largo, serie 80021, mantiene su funcionamiento mecánico
en buen estado, su carga, percusión funcionan normalmente, la extracción no funciona porque carece del
extractor de las vainas.
En regular estado de conservación, pérdida del niquelado.
Su funcionamiento para el disparo en buenas condiciones, corroborado con cinco cartuchos que
acompañaban el arma, recuperando las vainas y los proyectiles que provienen de los cartuchos.
La pistola a fogueo, calibre 9 mm, la que estaba en buen estado.

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La pericia balística que corresponde a los cinco cartuchos balísticos calibre 22 largo, que se
encuentran modificados, no mantienen señales de percusión y están aptos para ser disparados.
La modificación consiste en la reducción artesanal de los proyectiles de plomo, sirve para ser
incorporados en el revólver incriminado.
Se dispararon con el arma incriminada dando resultado positivo, recuperando los proyectiles y la
vaina.
Se perició la vaina la que mantiene señal de percusión y a la observación microscópica, haciendo
un cotejo con los cartuchos disparados, se determinó que tenían las mismas señales, concluyendo que la
vaina sí fue disparada por el revólver periciado.
Al Fiscal le responde que el revólver es para para el disparo, porque se comprobó con las cinco
municiones que lo acompañaban.
Se le exhibe set fotográfico N° 9 y 10, y dice que la primera muestra el revólver incriminado con su
respectiva munición que eran cinco cartuchos y la vaina y la segunda muestran las municiones que estaban
modificadas y que eran las que estaban en el revólver.
Se le exhibe el arma y las municiones reconociéndolos. Dice que el cilindro tiene capacidad para
seis cartuchos.
A la defensa le cuenta que efectuó la percusión de cinco cartuchos, sin que haya tenido problemas
para percutarlos. Efectuó un disparo por cada vez que accionaba el disparador, sin inconveniente.
Los cartuchos que estaban en el revólver no tenían marca de haber sido percutados anteriormente,
y tampoco había problemas con el percutor, por lo que si se hubiese percutado, necesariamente tendrían
que haber tenido marcas, pero no las tenían.
De los cartuchos que había en el cilindro eran seis, pero de los seis, sólo cinco estaban sin percutar.
A través de la pericia química se pude establecer si hubo deflagración de pólvora.
Si con ese revólver se hubiese querido disparar, necesariamente hubiese disparado.
Cuando recibió el revólver los cartuchos venían fuera del revólver, lo que es común.
Por lo tanto no sabe si esos cartuchos estaban en el revólver.
2. TEODORO ALBERTO BARRERA TORRES, Perito Bioquímico, quien dijo que realizó pericia química
para determinar presencia de iones nitritos procedente de deflagración de pólvora.
Se aplicó tanto al cañón del revólver como en las seis recámaras del revólver, siendo positivo la
presencia de iones nitritos.
Al Fiscal le contesta que había presencia de iones nitritos lo que provenían de la deflagración de
pólvora, lo que implica que el arma había sido disparada.
Esta pericia se hace antes que la pericia balística.
A la defensa le cuenta que cuando se dispara el arma, quien la dispara, también queda con residuos
de disparo. Pero en este procedimiento no analizó residuos de disparo, precisando que no perició a ninguna
persona.
III. Prueba Material, documental y otros medios de prueba
1. Un revolver calibre 22 corto serie N° 80021, marca Pasper.
3. Cinco vainas percutidas calibre 22 largo Marca Rem.
4. Cinco proyectiles testigos plomo desnudo calibre 22
5. Un set fotográfico de seis fotografías del sitio del suceso.
6. Una fotografía del arma incautada, contenidos en Informe Pericial N° 0836-201 5, expedido por el
Laboratorio de Carabineros de Concepción.
7. Una fotografía del arma incautada, contenidos en Informe Pericial N° 0836-1-2015, expedido por el
Laboratorio de Carabineros de Concepción.
SÉPTIMO: Que la defensa a fin de probar su teoría del caso rindió la siguiente prueba:

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I. Prueba Testimonial:
1. HÉCTOR RIVERA MARTÍNEZ quien dijo que el día de los hechos recibió cooperación de otros
funcionarios para el traslado del acusado, pero precisa que él detuvo solo al acusado.
Los carabineros que cooperaron llegaron en un furgón policial y en un RP, colaboración que fue
solicitado por él, en los momentos en que los sujetos se dieron a la fuga.
Desde que solicitó la ayuda hasta que llegó el dispositivo Z, transcurrieron sólo segundos.
Al lugar de los hechos llegó con el Cabo 2° Jara.
Los colegas que llegaron a cooperar trasladaron al acusado al furgón.
Se le exhibe el video captado y dice que la persecución de acuerdo al video duró veinticinco
segundos.
Agrega que Gatica Chávez alcanzó a correr unos diez metros y luego se giró y le disparó.
Dice que en el video no se ve la acción que el acusado hizo en su contra.
En el video no se muestra que el acusado realice una acción en contra suya.
El acusado hizo tres disparos en su contra lo que concluye por la acción que vio realizar al acusado.
Vio los cartuchos que estaban dentro del revólver cuando se hizo el levantamiento del arma. Vio tres
cartuchos con señales de haber sido percutidos.
No sabe si al acusado se le hizo una prueba para determinar presencia de pólvora.
Él no desenfundó su arma.
Al Fiscal le dice que tenía conocimiento del video. Este video no capta la totalidad de lo sucedió en
la persecución.
El acusado se dio vuelta y le disparó cuando realizó la huida.
El acusado realiza los disparos cuando toma la calle principal del supermercado, cuando sale del
foco de la cámara, mientras huía por la calle del supermercado, en el mismo estacionamiento.
II.- Prueba Material:
Una copia de video del procedimiento efectuado por carabineros.
OCTAVO: RESPECTO DEL DELITO DE HOMICIDIO.
Que la imputación fáctica que le fue atribuida por el Ministerio Público a Gatica Chávez, en lo
concerniente a este tipo penal, era que en el contexto temporal y espacial planteado en la acusación,
“apuntó con un arma de fuego que portaba, disparando en tres oportunidades al cabo 2° Rivera, saliendo
proyectil, sin lograr impactar al funcionario policial”, hecho que, a entender del acusador, configuraría el
delito de homicidio tentado.
Para acreditar esa proposición el persecutor se valió del relato de Rivera Martínez, quien mencionó
que el día 11 de agosto del año pasado, a medio día, estando de primer turno motorizado en la población,
recibió un comunicado radial que indicaba que acudieran al Supermercado Líder, ubicado en calle Manuel
Montt N° 02328, de Coronel, pues en dicho lugar individuos que cubrían sus rostros se encontraban
merodeando el lugar en actitudes sospechosas, por lo que fueron hacia allá, señalando que al llegar divisó a
tres sujetos que al verlos se dieron a la fuga en distintas direcciones, decidiendo seguir a uno de ellos (al
acusado), el que huyó hacia el sector norte, individuo que mientras huía y a unos diez metros de él, se giró y
efectuó tres disparos en su contra, precisando que sólo escuchó un disparo, saliendo un proyectil al
espacio, y que al verse alcanzado por él, lanzó el arma detrás de una pandereta. Añade este deponente,
que persiguió a Gatica Chávez unos veinte a veinticinco metros, que en un momento el sujeto mientras
corría se giró por el costado derecho y con su mano extendida lo apuntó con el arma y disparó.
Empero, tal incriminación no se pudo corroborar con la información que emanó de los demás
medios de prueba, desde que el otro funcionario que concurrió a ese procedimiento, carabinero Fuentes
Jara, relató que él no vio la persecución que realizó el Cabo Rivera, limitándose a sostener que sólo

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escuchó un disparo, aclarando que no sabe a qué distancia suya se efectuó, ni cómo se produjo, es decir,
desconoce la dinámica que se verificó antes y después del disparo.
De suerte que, el único indicio que se podría rescatar del testimonio de Fuentes Jara es haber
escuchado un disparo, sin embargo, cabe recordar que, tal como se desprende de las imágenes exhibidas
por el Ministerio Público y de lo expuesto por el perito Fuentes Fuentes, además del arma que portaba el
acusado, también se incautó un arma de fogueo y una vaina de fogueo de igual calibre que el arma, por lo
que perfectamente el disparo que escuchó Fuentes Jara pudo haber provenido de esa arma y no de la que
portaba el encartado, al menos representa una probabilidad aceptable.
Así, los dichos de Rivera Martínez no son suficientes para acreditar la hipótesis sostenida en la
acusación, en la forma que fue planteada en ella, no sólo porque ellos no se refrendaron con otra prueba
rendida, sino porque además está en pugna con lo enunciado por el perito Fuentes Fuentes, al asegurar
éste que al revisar el cilindro del revólver, con capacidad para seis municiones, encontró cinco cartuchos sin
percutar y una vaina, lo que implicaría que el arma sólo se disparó una vez, juicio que emitió a partir de que
él mismo probó la capacidad de disparo de las otras cinco municiones con el revólver incriminado,
comprobando que no hubo problema para percutarlos, por lo que si se hubiese disparado el arma,
necesariamente los cartuchos tendrían que haber tenido alguna señal de percusión, sin embargo, no habían
señales en ellos, argumentando que si se hubiese querido disparar ese revólver, indefectiblemente hubiese
disparado.
Evidentemente, tal enunciación se contradice con lo dicho por Rivera Martínez, al sostener que el
encausado disparó tres veces, pero que sólo salió un proyectil, aserción que justifica, según él, en haber
visto a Gatica Chávez accionar con su mano en tres oportunidades el arma, disparándola. Empero, como se
dijo, tal acción, a entender del perito del propio Ministerio Público, no pudo ser ejecutada con el revólver que
portaba el acusado, explicando que de haberse hecho, necesariamente debió haberse disparado el arma,
defendiendo esa conclusión en el hecho que él mismo probó los cartuchos incriminados con el revólver, sin
haber tenido problema alguno en percutarlos.
El problema radica en establecer cuál de estas dos afirmaciones es la correcta, naturalmente
ninguna de las dos puede ser verdadera o falsa a la vez, pues ello infringiría el principio de tercero excluido,
empero, no existieron elementos en la prueba de cargo que disipara esa duda.
Y el escollo empeora si se considera que el carabinero Rivera Martínez afirmó, ante las preguntas
formuladas por la Defensa, que una vez que se levantó el arma del lugar en que ésta fue arrojada por el
acusado, observó tres cartuchos percutados que estaban en el cilindro del arma, es decir, realizó una
afirmación que es negada por el perito Fuentes Fuentes, al expresar éste que examinada el arma, sólo
había un cartucho percutado y no más.
Como se puede advertir, amén de no haberse refrendado la versión de Rivera Martínez acerca de
cómo habrían acaecido los hechos, la verdad es que su relato estuvo en abierta contradicción con lo
expuesto por el perito Fuentes Fuentes.
De otro lado, lo emitido por el perito químico Barrera Torres no tiene el mérito suficiente para hacer
cambiar lo antedicho, como quiera que si bien este profesional concluyó que el arma fue disparada al
encontrar tanto en el cañón como en las seis recámaras del revólver iones nitritos, que darían cuenta de que
hubo deflagración de pólvora, lo cierto es que malamente él pudo determinar la temporalidad en que esa
deflagración se produjo.
Es más, este perito explicó que también quedan residuos de iones nitritos en las personas que
disparan un arma, por lo mismo, no se entiende por qué si se imputó al acusado haber disparado el revólver
incautado, no se le tomaron muestras para ser periciadas.
Igualmente, para desacreditar la imputación acusatoria, se exhibió un video que daba cuenta de
imágenes de la huida del acusado una vez que éste divisó la presencia policial en el Supermercado Líder,

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imágenes en las que no se logra ver ninguna acción que éste haya ejecutado en perjuicio de Rivera
Martínez.
Finalmente, es dable hacer presente que el propio Ministerio Público admitió que la hipótesis
enunciada en el libelo acusatorio, en lo que concierne a este delito, no pudo ser corroborada, al menos en la
forma en que la sostuvo.
En definitiva, fue la versión del acusado la que se verificó a partir de los antecedentes probatorios
rendidos en el juicio, como quiera que no se pudo establecer que éste haya disparado el revólver en contra
de Rivera Martínez.
Por consiguiente, no cabe más que absolver al acusado de la incriminación que se le formuló por
este delito.
NOVENO: RESPECTO DEL PORTE ILEGAL DE ARMA CONVENCIONAL
Que en lo que se refiere a este tipo penal, no hay que olvidar que fue la misma Defensa la que
esgrimió que este ilícito se acreditaría, fundamentalmente, a partir de la colaboración que prestaría el
acusado en este juicio, por lo que habrá que analizar la versión que éste proporcionó en juicio.
Efectivamente, Chávez Gatica refirió haber ido al Supermercado Líder, ubicado en calle Manuel
Montt, Coronel, en compañía de sus amigos David y Eduardo, porque la polola del primero lo estaría
engañando con otro individuo en dicho supermercado, llegaron como a las 12:00 horas, se quedó afuera, en
la entrada principal, en un momento vio a carabineros, por lo que huyó por la segunda puerta del
establecimiento comercial, pero la policía lo redujo y detuvo. Agrega que cuando fue al supermercado, llevó
su revólver 22 corto, color plomo, con cacha amarilla, arma que mantenía seis municiones, y que la tenía
hace un año aproximadamente. Haciendo uso de las palabras finales adujo no tener autorización para tener
esa arma y que no estaba inscrita.
La verdad es que si bien fue un hecho pacífico la existencia de esa arma en poder del acusado,
también hubo en juicio información corroborada sobre esa proposición y que provino de la prueba de cargo,
como quiera que tanto los funcionarios Rivera Martínez y Fuentes Jara confirmaron la presencia del revólver
en manos de Chávez Gatica el día y hora señalada en la acusación, ya sea porque el primero vio al
enjuiciado lanzar el arma hacia una pandereta que divide el Supermercado con el Servicentro Petrobras, ya
sea porque el segundo observó la incautación de ese revólver en el procedimiento en el que intervino.
En efecto, no se puede obviar la prueba material que se exhibió en este juicio consistente en el
revólver calibre 22 corto, serie N° 80021, marca Pasper, cinco proyectiles de plomo calibre 22 y una vaina,
y en las imágenes gráficas que se incorporaron de esa evidencia, prueba que demuestra de uno modo
irrefutable la existencia del arma en el procedimiento policial desarrollado el 11 de agosto de 2015, en la
comuna de Coronel, precisamente el lugar en que éste fue hallado, siendo del todo esclarecedoras las
fotografías 2, 6, 7 y 8.
Pues bien, conviene destacar que el arma mantenía su funcionamiento mecánico en buen estado,
además, su carga y percusión operaban normalmente, siendo apta para el disparo, según lo vertido por el
perito Fuentes Fuentes, capacidad que este mismo comprobó, al disparar el arma periciada con los
cartuchos incriminados.
En consecuencia, aparece inconcuso que esa arma es de aquellas que están comprendidas al
control de la Ley 17.798, de acuerdo a lo prescrito en la letra b) del artículo 2.
Así, a todas luces resulta evidente la tenencia que desplegaba el acusado respecto del revólver
calibre 22 corto, serie N° 80021, marca Pasper, desde un tiempo anterior incluso al contexto temporal
planteado en la acusación, relación de control que lo hacía, tal como Chávez Gatica lo manifestó, sin que
esa arma estuviese inscrita.
Se sostiene que el revólver aludido estaba en poder del acusado en una época anterior a la fijada
en la acusación, en base a la información que emanó del propio acusado, al reconocer que el arma la tenía

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hace un año aproximadamente en su domicilio, admisión a la que ha de otorgarse el mismo valor a la
aseveración que realiza y que dice relación con la falta de inscripción del arma y autorización para portarla.
Desde luego, no corresponde dividir la declaración del acusado, vale decir, si ha de considerarse que el
arma no estaba inscrita y que Gatica Chávez no estaba autorizada para portarla, no existe razón para no
creer que esa arma, tal como él lo aseguró, la mantenía en su domicilio hace un año aproximadamente.
Finalmente, debe decirse que el arma carecía de la respectiva inscripción a que alude el artículo 5
de la Ley 17.798, como asimismo, el encausado no estaba facultado para poseerla, de acuerdo a lo
dispuesto en el inciso 2° del artículo 4 de la misma normativa.
A este respecto, y como ya se ha señalado, este último elemento se ha establecido en base a la
información que devino de los dichos del mismo acusado, y respecto de la cual estas juezas malamente
pueden hacer abstracción, no sólo porque fueron emitidas bajo la asesoría letrada de sus dos defensores,
sino porque además, no puede perderse de vista que fue su propia defensa la que manifestó en su alegato
de inicio, que la imputación que se le hacía a su defendido, en lo tocante a este delito, se acreditaría en
base a la colaboración que prestaría en juicio Gatica Chávez. (¿Cuándo debieran admitirse las
manifestaciones espontáneas del imputado y cuál debiera ser su valor probatorio?, Francisco Hermosilla
Hiriarte, pág. 43 y siguientes, artículo inserto en el libro Práctica de la Prueba en el Juicio Oral).
De esta manera, estas juezas entienden que sobre la concurrencia de esta falta de inscripción del
arma y la falta de autorización del acusado para tenerla, se ha establecido, más allá de toda duda
razonable, desde que de él mismo emanó una manifestación espontánea, en conocimiento de sus
derechos, en ese sentido, información que además está en concordancia con la línea argumentativa de
defensa sostenida en juicio por los defensores.
DÉCIMO: Que, por lo anterior, apreciando con entera libertad la prueba rendida en juicio, pero sin
contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados, se ha logrado arribar a la convicción, más allá de toda duda razonable, sobre la ocurrencia de
los siguientes hechos:
“Desde hace un año antes del 11 de agosto del año 2015 y hasta esa fecha, el acusado mantenía
en su domicilio ubicado en Los Pirquenes N° 609, población O’Higgins, Coronel, un revólver color plateado,
marca Pasper, fabricación argentina, calibre 22 milímetros, con empuñadura plástica, color amarillo, el cual
mantenía, cinco cartuchos balísticos modificado, calibre 22 largo, marca REN, en regular estado de
conservación con recorte artesanal en proyectil, y otro cartucho de iguales características, pero percutado,
arma que no estaba inscrita y respecto de la cual no tenía autorización competente, siendo finalmente
sorprendido el 11 de agosto de 2015 Gatica Chávez por funcionarios de carabineros en el Supermercado
Líder, ubicado en calle Manuel Montt N° 02328, Coronel, con dicha arma en su poder“.
DÉCIMO PRIMERO: Que los hechos precedentemente asentados constituyen el delito de tenencia
ilegal de arma de fuego, contemplado en el artículo 9 de la Ley 17.798, en su normativa anterior introducida
por la Ley 20.813, ilícito que se encontraría en grado de desarrollo consumado, correspondiéndole al
enjuiciado una participación criminal en calidad de autor, en los términos del artículo 15 N° 1 del Código
Penal.
Lo primero que debe decirse es que de acuerdo a la facticidad que se ha comprobado en virtud de
la información que emanó en este juicio, es que si bien el acusado Gatica Chávez fue sorprendido el 11 de
agosto de 2015 con el revólver calibre 22, N° 80021, color plateado y con cacha color amarillo, lo cierto es
que de acuerdo a la versión del acusado, esta arma él la tenía hace un año antes del 11 de agosto de 2015,
admisión que implicó un cambió en la calificación jurídica que hubo de darse.
Como se dijo, si la declaración del acusado fue fundamental para descartar la configuración del
delito de homicidio que se atribuyó a éste, si también fue trascendente para establecer la falta de inscripción
del arma mencionada y la ausencia de autorización de éste para tenerla, no se puede luego hacer

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abstracción de lo afirmado por él, en cuanto a que el arma la tenía desde hace un año en su casa, pues no
se puede dividir su declaración.
Por lo mismo, la hipótesis fáctica que se ha ventilado en este juicio parece incluible en dos normas
legales, esto es, la contemplada en el artículo 9 y la del artículo 11, ambas de la Ley 17.798, sin embargo,
uno de ellas ha de regir, puesto que su estimación conjunta supondría un bis in ídem (Derecho Penal, Parte
General, Santiago Mir Puig, pág. 652). En este caso, es evidente que uno de los preceptos a que se ha
hecho alusión abarca todo el desvalor del hecho asentado, de este modo, se configura un solo delito.
Ahora bien, para decidir cuál de los delitos es el que se configura en la especie, ha de aplicarse el
principio de consunción, conforme al cual los actos posteriores si bien realizarían un tipo de delito (porte
ilegal de arma) quedan consumidos por otro delito al cual siguen (tenencia ilegal de arma), ello por cuanto,
los actos posteriores constituyen una forma de asegurar o realizar un beneficio logrado por un hecho previo
que, por lo demás, no lesiona ningún otro bien jurídico distinto.
Así, habiendo decidido el tipo penal concurrente, esto es, tenencia ilegal de arma de fuego, y en
razón de lo ya reflexionado, resulta palmario que este delito se configuró un año antes del 11 de agosto de
2015, es decir, con anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 20.813, tal como lo reconoció el
encartado, por lo mismo, en este caso la repetición de la conducta típica no implicó un concurso real, sino
un mayor contenido de injusto de la conducta, esto es, un delito continuado cuya base legal de sustentación
reside en el propio tipo penal de tenencia ilegal de arma de fuego convencional, desde que en este ilícito es
manifiesta la presencia de un dolo unitario o unidad de resolución que requiere el delito continuado, pues
quien adquiere un arma mantiene una resolución unitaria y permanente en conocer y querer una relación de
control sobre esa arma, decisión que, en ningún caso, puede significar que habrá que sancionar al agente
por una multiplicidad de esas conductas típicas. En este caso, es claro que la tenencia del revólver el
acusado la tuvo por un año, manteniendo desde el inicio y final de la conducta, un dolo unitario.
En virtud de lo anterior, y en atención a lo manifestado por Gatica Chávez el inicio de la conducta
típica acaeció un año antes del 11 de agosto de 2015, por lo que la reglamentación a aplicar es la vigente a
esa época, vale decir, aquella en que no estaba vigente la modificación introducida por la Ley 20.813.
DÉCIMO SEGUNDO: Que no se accederá a la solicitud planteada por la defensa en orden a
condenar sólo por multa a su representado, en atención a que dada la dinámica en que fue sorprendido
Gatica Chávez, la circunstancia de haber estado el arma cargada con municiones, no puede estimarse que
ésta no haya tenido como finalidad una distinta a la de alterar el orden público, o atacar a las Fuerzas
Armadas o a las de Orden y Seguridad Pública o perpetrar otros delitos.
DÉCIMO TERCERO: Que no concurre la circunstancia atenuante contemplada en el artículo 11 N°
4 del Código Penal, puesto que no se rindieron elementos probatorios para acreditar la gravedad de la
ofensa.
DÉCIMO CUARTO: Que atenúa la responsabilidad criminal del enjuiciado la atenuante de haber
colaborado sustancialmente en el esclarecimiento de los hechos, puesto que la declaración de Gatica
Chávez fue un elemento fundamental a la hora de descartar la configuración del delito de homicidio, como
de comprobar la existencia del ilícito de porte ilegal de arma de fuego, desde que, tal como se ha dicho, ha
sido el propio acusado quien ha asentido no haber tenido inscrito el revólver y no estar facultado para
poseerlo, aseveración que debe valorarse como una colaboración muy calificada, en los términos del
artículo 68 bis del Código Penal.
DÉCIMO QUINTO: Que no agrava la responsabilidad de Gatica Chávez la reincidencia específica
del artículo 12 N° 16 del Código Penal, puesto que la sentencia recaída en causa RIT N° 176/2015 del
Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de Concepción, cuyas copias autorizadas con certificación de
encontrarse firme y ejecutoriada se incorporaron, dicen relación con una condena por el delito de porte ilegal
de arma de fuego, ilícito que implica un modo de comisión distinto y afectación diferente al bien jurídico que

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el que se produce con el delito que se ha estimado configurado en esta causa, por lo que debiendo ser
estricto en la aplicación de las circunstancias incrementadoras de la pena, malamente se puede concluir que
ella se ha configurado.
DÉCIMO SEXTO: Que siendo la pena asignada al delito de tenencia ilegal de arma de fuego
convencional la de presidio menor en su grado medio a presidio mayor en su grado mínimo, no
concurriendo circunstancias agravantes, y atenuando la responsabilidad criminal de Gatica Chávez la
aminorante del artículo 11 N° 9 del Código Penal, la que se ha estimado como muy calificada, en virtud de
lo dispuesto en el artículo 68 bis del Código Penal, este tribunal rebajará la pena en un grado, quedando el
rango de pena a aplicar en el presidio menor en su grado mínimo, en el quantum que se dirá en la parte
resolutiva.
DÉCIMO SÉPTIMO: Que no se condena en costas al Ministerio Público por la absolución por el
cargo del delito de Homicidio tentado, en razón de haber tenido motivo plausible para litigar. Asimismo, no
se condena en costas a Gatica Chávez por la condena por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego, por
cuanto su conducta en el juicio, fue la de haber colaborado sustancialmente en el esclarecimiento de los
hechos.
Por estas consideraciones y teniendo presente lo dispuesto en los artículos 1°, 7°, 11 N° 9, 14 n°
1, 15 N° 1, 18, 21, 26, 30, 50, 68, 68 bis del Código Penal; artículos 2, 4, 5, 6 y 9 de la Ley 17.798, artículos
1°, 4°, 36, 45, 47, 275, 281 a 348 del Código Procesal Penal e Instrucciones del Pleno de la Excma. Corte
Suprema sobre la forma y contenido de las sentencias dictadas por los Tribunales de la Reforma Procesal
Penal, se declara:
I.- Que se absuelve a ISRAEL ALFREDO GATICA CHÁVEZ, ya individualizado, sin costas, de los
cargos que le fueron formulados en su contra por su presunta responsabilidad como autor del delito de
Homicidio tentado en perjuicio de Héctor Fabián Rivera Martínez, presuntamente cometido el Coronel el 11
de agosto de 2015.
II.- Que se condena a ISRAEL ALFREDO GATICA CHÁVEZ, ya individualizado, sin costas, a sufrir
la pena temporal de cuatrocientos días de presidio menor en su grado mínimo, más accesorias de
suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la codena, como autor del delito consumado de
tenencia ilegal de arma de fuego, hecho ocurrido en la comuna de Coronel, desde el mes de agosto de
2014.
Que la pena temporal que le ha sido impuesta se le tendrá por cumplida por el mayor tiempo que el
sentenciado Gatica Chávez ha estado ininterrumpidamente privado de libertad en razón de estos
antecedentes, desde el 11 de agosto de 2015 hasta el 2 de noviembre de 2016, lo que hace un total de 450
días.
Ejecutoriada, comuníquese al Juzgado de Garantía de Coronel.
Devuélvase a las partes la prueba incorporada durante el juicio.
Regístrese y archívese, en su oportunidad.
Sentencia redactada por la juez Michele Sofía Bascur Postel.
RUC 1500764059-2.
RIT 587-2016.

DECIDIERON LAS JUEZAS TITULARES DEL TRIBUNAL DEL JUICIO ORAL EN LO PENAL DE
CONCEPCIÓN MARÍA PAULINA GARCÍA SOTO Y MICHELE SOFÍA BASCUR POSTEL Y LA JUEZ
SUPLENTE ELVIRA MUÑOZ SANHUEZA. NO FIRMA LA JUEZ GARCÍA SOTO POR ESTAR EN
COMISIÓN DE SERVICIO.

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