Alegatos DE Conclusion

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ALEGATOS DE CONCLUSIÓN

SALUDOS, A LA SEÑORA JUEZ - AL FISCAL – PROCURADORIA- A LA


UNIDAD DE DEFENSA Y A TODOS LOS PRESENTES.

Empezare diciendo su señoría, que la familia goza de una protección de


raigambre constitucional, pues nuestra carta política de 1991, en sus
artículos 5 y 42 impuso al Estado y a la sociedad el deber de garantizar la
protección integral de la familia y estableció que cualquier expresión de
violencia contra ella, es considerada destructiva de su armonía, paz y
unidad, por lo que debe ser sancionada por la ley.

Nuestra constitución concibe la familia como el núcleo fundamental de la


sociedad y que, cuando nos referimos a la familia, hablamos de la
institución base de nuestra colectividad, donde se establecen las primeras
relaciones de los seres humanos, y donde se crean las más importantes
redes de nuestro tejido social, de ahí, que esta institución, merezca los
mayores esfuerzos del Estado para que se garantice su bienestar y así
mismo, que se impida cualquier amenaza o violación a los derechos
fundamentales de sus integrantes, salvaguarda que el estado hace a través
de su poder sancionatorio.

Siendo, como ya quedo explicado, la protección de la familia de vital


importancia, en nuestra comunidad, ningún acto que atente contra esta
institución en nuestro ordenamiento jurídico puede quedar impune, pues
señora juez, la violencia intrafamiliar es un flagelo que viven muchas
familias en nuestro país, pero que, por diferentes factores, como la falta
denuncia de las víctimas (sea por el temor o lazos afectivos) y su
complejidad probatoria no se castigan.
Pero dicha Protección el legislador la positivizo, creando el tipo penal de la
violencia intrafamiliar descrito en el artículo 229 de código penal, mismo
artículo que fija un agravante, cuando la conducta se comete contra un
menor o una mujer, donde los bienes jurídicos que decidió tutelar fueron
LA PAZ, LA ARMONIA Y LA UNIDAD FAMILIAR.

El cual no puede, ni debe confundirse con el tipo penal consagrado en el


artículo 111 de cp., referente a las lesiones personales, que su objetivo es
proteger bienes jurídicos tales como la vida y la integridad personal.
aunque, bien en algunas ocasiones la consumación del delito de violencia
intrafamiliar puede producir lesiones físicas al sujeto pasivo de la acción,
pero el propósito del legislador es luchar contra el fenómeno de la agresión
dentro de la familia, por esto adopto medidas específicas al respecto pues
encontramos, que la medida es consagrar que las agresiones que se
producen en el seno de la familia sean un delio propio e independiente.

Definió además la Corte Constitucional EN SENTENCIA C-059/2015 la


violencia intrafamiliar como “todo daño o maltrato físico, psíquico o
sexual, trato cruel, intimidatorio o degradante, amenaza, agravio,
ofensa o cualquier otra forma de agresión, producida entre
miembros de una familia, llámese cónyuge o compañero
permanente, padre o madre, aunque no convivan bajo el mismo
techo, ascendientes o descendientes de éstos, incluyendo hijos
adoptivos, y en general todas las personas que de manera
permanente se hallaren integrados a la unidad doméstica” .

En ese sentido ha enseñado también la corte suprema de justicia en


reiteradas sentencias y en especial en la sp16544-2014- radicación n°
41315 que:

“Para imputar este delito, la Fiscalía tiene la carga de demostrar,


que tanto agresor como víctima hacen parte de un mismo núcleo
familiar, ya sea que estén unidos por un vínculo de
consanguinidad, jurídico o por razones de convivencia, y que se
haya infligido un maltrato físico o psicológico a uno de ellos”.
Es por esto que la conducta realizada por el aquí acusado el señor LUIS
ARREDONDO, es una acción inaceptable, despojada de cualquier tipo de
justificación, como quiera que no solo atento contra la integridad física y
emocional de la señora GLORIA INES ARREDONDO generándole las
lesiones anteriormente probadas por la fiscalía, sino que ultrajo, vulnero y
arremetió contra integridad de su núcleo familiar.

pues bien su señoría, evidentemente nos encontramos frente a la


conducta punible descrita anteriormente , toda vez que el comportamiento
del señor LUIS ARREDONDO como quedo probado con los testimonios
brindados por los señores LEONARDO SALAZAR ALVARES, LUIS
FERNANDO CAMPIÑO RAMOS, y la señora ADIELA DUQUE VELEZ
testimonios serios, detallados, inequívocos no contradictorios de ninguna
manera, coherentes y demostrativos, que los actos de violencia referidos
en el día de hoy, fueron ocasionados por el señor ARREDONDO a la
víctima en aquella fecha, permitiendo así determinar las circunstancias de
modo, tiempo y lugar, pues quedo evidenciado que el hecho ocurrió el día
miércoles 12 de septiembre del año 2012 a eso de las 5:30 de la tarde en
plena vía pública, frente al supermercado OLIMPICA del centro de esta
ciudad, cuando la víctima transitaba tranquilamente por mencionado
lugar, el acusado desalmadamente la increpo y sin reparo alguno la
agredió física y verbalmente, golpeándola contundentemente con sus
puños, generándole las lesiones probadas por la fiscalía con el dictamen
médico legal, y activando así el tipo penal de “ violencia intrafamiliar”.

Acto que cometió sin lograr ser persuadido por los fuertes lazos de
Consanguinidad que los une, agresión que trae como consecuencia la
afectación y menoscabo de los mencionados bienes jurídicos como LA
PAZ, ARMONÍA Y LA UNIDAD FAMILIAR, en la medida en que nos
encontramos frente a un tipo penal pluriofensivo.

Con la conducta desplegada por el acusado, inevitablemente se rompe los


vínculos en que se fundamenta esta estructura esencial de la sociedad,
como es la familia. Tal agresión perpetrada en contra de la víctima,
materializo las amenazas de las que venía siendo objeto en ocasiones
anteriores por parte del acusado, esto en venganza por haber iniciado un
proceso judicial de sucesión sobre el inmueble, ubicado en el barrio el
Carmen, donde actualmente vive con su núcleo familiar.

Lo anterior por cuanto también está probado (aducir los medios de


prueba que se presentaron al respecto) que el acusado y la victima en
este proceso, son miembros de un mismo núcleo familiar, son hermanos,
su señoría.

La manera en que ocurren los hechos, nos indica que estamos frente al
autor directo de esta conducta delictiva, bajo la modalidad dolosa, pues
evidentemente la conducta es típica, en cuanto está regulada, como ya se
dijo, en el artículo 229 del cp. y además se cumple, como quedo probado
con el aspecto subjetivo del tipo penal, de violencia intrafamiliar, que es el
dolo, el cual consiste en el conocimiento y la voluntad del sujeto activo, de
estar actuando en una conducta contrario a derecho y querer la
realización de esta.

También se ha superado el estadio de la antijuridicidad, formal y material


pues claramente la conducta es contraria a la norma, y la exteriorización
de la misma, se reflejó en agresión física y psicológica, esto, bajo el
entendido que este tipo de agresiones traen consecuencias o secuelas no
solamente físicas, sino que afectan en igual o mayor medida, el estado
emocional de la víctima, daños físicos que fueron probados por el ente
acusador con el dictamen médico legal.

Igualmente se probó la culpabilidad del procesado, toda vez que este obro
con conciencia de antijuridicidad, pues es una persona totalmente capaz y
plenamente imputable, y Como bien podemos apreciar, al acusado le era
exigible otra conducta, es más, dado los lazos de consanguinidad que los
une, el reproche en sede de culpabilidad es mucho mayor, pues se espera
que de estos, se desprendan, muestras de afecto, amor, compasión,
socorro etc., y no como lamentablemente ocurrió en este caso, muestras de
desprecio y rencor.
Así mismo, en este caso no se encuentra ninguna causal que indique la
ausencia de responsabilidad del victimario, pues no existen en este
proceso pruebas que lo acredite, más aún cuando la defensa no la alega.
Conclusiones

Este representante cree fehacientemente señora juez, que con el desfile


probatorio que entrego la fiscalía y las pruebas practicadas en esta
audiencia, el ente acusador cumplió con su promesa, de demostrar que el
hecho ocurrió y que el acusado es culpable del mismo, al cumplirse con lo
preceptuado en el artículo 381 de C.P.P que establece que para condenar a
una persona, se exige un conocimiento más allá de toda duda razonable,
acerca de la existencia del delito y de la responsabilidad penal de acusado,
que está claramente demostrada en este juicio.

Pues también se logró probar que la conducta anteriormente descrita es


típica, antijurídica y culpable y que los hechos se adecuan perfectamente
al tipo penal en mención.

Pues las pruebas aportadas por la fiscalía son medios idóneos para
configurar jurídicamente la culpabilidad del señor ARREDONDO y destruir
así la presunción de inocencia de la cual actualmente goza.

Es por todo lo expuesto su señoría que considero que el procesado debe


ser declarado culpable del delito que se le imputa.
De esta forma este representante solicita ante su autoridad que la
sentencia sea de estirpe condenatorio, en la forma que lo solicita la
fiscalía…

Así concluyo muchas gracias

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