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87355

ESTRATEGIA DE ABORDAJE DEL ASI 2020.

LIC. FRANCISCO BARRERA ITURBE.

H. Matamoros, Tamps. Marzo 2020.

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INDICE.

DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO ...……………………………………………………………3

INTRODUCCION ………...……………………………………………………………………...4

OBJETIVOS ……………………………………………………………………………………...6

JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO ……………………………………………………………7

INTERVENCION ………..………………………………………………………..…………….12

MÉTODOS Y TÉCNICAS ………………………………………………………..…………….12

CRONOGRAMA ………………………………………………………………………………. 14

REFERENCIAS …………………………………………………………………………………15

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DESCRIPCION DEL PROYECTO.

El Centro de Desarrollo Psicológico e Integral AC (CEDEPSI A.C.), Una asociación civil

fundada y constituida en la Cd. de H. Matamoros Tamaulipas, nace como un agente de

intervención social en situaciones de crisis y violencia a sujetos vulnerables (mujeres / niños) que

requieren una participación y un enfoque especial para el adecuado manejo de los casos.

CEDEPSI A.C. a través del apoyo y la participación de los centros educativos de la localidad

busca abordar la problemática de la violencia sexual infantil, presentando bases de educación

para la prevención, detección y abordaje del ASI (Abuso Sexual Infantil) que serán presentadas

en el siguiente documento a través de la estrategia de abordaje del ASI 2020.

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INTRODUCCION,

El abuso sexual infantil (ASI) ocurre cuando una persona con una posición de poder (un adulto o

un niño mayor) usa la coerción o manipulación para obligar a un niño o niña a participar en

cualquier tipo de actividad sexual. No es limitado al contacto físico (tocamientos, manipulación

genital, masturbación, sexo oral, penetración con miembro u con objetos), ya que puede incluir

acciones que pueden exponer a un niño o niña a situaciones fuera de su rango de edad y que el

menor no puede consentir y están relacionadas con la esfera sexual (Exponer a material

pornográfico, mostrarse desnudos ante ellos, manipularlos en juegos sexuales, comunicaciones

obscenas como: llamadas telefónicas, mensajes de texto o interacción virtual, etc.). Algunos

abusadores usan fuerza física, pero mucho otros usan formas menos obvias de coerción como la

manipulación emocional, engaños o amenazas, esto aumenta el grado de dificultad para la

detección del abuso dado que en gran parte las victimas funcionan como correlativos en el

evento, manteniéndolo en secreto, cediendo a la manipulación o por miedo de las amenazas y el

daño que el agresor puede seguirles provocando si no se apegan a sus deseos y lineamientos para

mantenerlo dentro de su control. Cuando un agresor establece una relación de este tipo con un

niño o niña, está cometiendo un crimen que puede tener efectos duraderos en la víctima, sin

embargo, la evidencia empírica indica que las tasas de revelación por parte de las víctimas son

bajas. (Leclerc y Wortley,2015).

Historias de trauma infantil y abuso sexual se obtienen más frecuentemente de lo esperado en

pacientes con psicopatología, particularmente con trastornos afectivos, trastornos ansiosos,

trastornos por alimentación, trastornos por somatización y trastornos de personalidad. También

se observan trastornos por estrés post traumático, insomnio e intentos de suicidio. A esto se suma

el hallazgo frecuente de estos antecedentes en pacientes que consultan en servicios de medicina

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por cuadros como colon irritable, cefalea y síntomas ginecológicos. Y finalmente no se deben

dejar de lado los riesgos de lesiones, infecciones de trasmisión sexual, aumento del consumo de

sustancias, embarazos no deseados, abortos y otras repercusiones que se pueden presentar

La ausencia de una revelación del abuso sexual infantil por parte de la víctima es un grave

problema que puede prolongar el sufrimiento de ésta y permite la oportunidad de los agresores

para continuar cometiendo abusos por lo que el abuso sexual infantil suele ser un fenómeno

cíclico y repetitivo.

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OBJETIVOS.

Objetivo General.

Intervenir con niños y niñas en situaciones vulnerables brindando las herramientas para la

concientización y prevención del abuso sexual infantil

Objetivos Específicos.

Brindar información de medidas de protección frente a situaciones de riesgo y vulnerabilidad en

las que los menores puedan estar expuestos a padecer abuso sexual.

Aplicar métodos de evaluación psicológica para la proyección de situaciones de riesgo psico-

emocionales para la detección de casos de abuso sexual infantil.

Implementar un protocolo de capacitación a padres, maestros y adultos responsables para el

manejo y reacción frente a casos de abuso sexual infantil.

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JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO

El abuso sexual infantil (ASI) se define como: contactos e interacciones entre un niño y un

adulto, cuando el adulto agresor usa al niño para estimularse sexualmente a sí mismo o a otra

persona. La OMS describe la violencia sexual como cualquier acto sexual, tentativa de consumar

un acto sexual u otro acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción por

otra persona, independientemente de su relación con la víctima, en cualquier ámbito.

El abuso sexual infantil(ASI) representa un evento traumático dentro de la psiche y estabilidad

mental de cualquier persona que lo padezca, no haciendo distinción y sin importar la clase social,

el nivel socioeconómico, el género, la composición familiar o la distribución geográfica, la

violencia sexual puede presentarse, sin embargo, el abuso sexual infantil constituye un grave

problema que abarca no solo la salud del individuo y su familia, sino que sus consecuencias se

evidencian como un impacto destructor del sujeto con connotaciones determinadas en la esfera

clínica, jurídica y social.

A lo largo de la historia los menores han sido víctimas de abandonos, negligencias, maltratos y

abusos sexuales por parte de adultos u otros mayores que ellos, con el objetivo de frenar e

incluso impedir estas situaciones, se han ido creando leyes de protección para los menores y toda

una red de profesionales especializados en trabajar con el menor y su entorno para poder hacer

frente a estos problemas. A pesar de estas medidas, éstos actos de violencia continúan existiendo,

dado que en muchos casos se hace verdaderamente difícil detectar situaciones de riesgos, hecho

que complica la realización de un trabajo preventivo que impida su probable aparición.

Según un informe de la Unicef publicado en 2017, 300 millones de niños en el mundo viven en

situación de violencia y al menos 15 millones de mujeres adolescentes en el planeta han sido

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víctimas de violación, en adición a lo anterior, la OMS, Violencia contra la Mujer (2010) (citado

por Orjuela y Rodríguez ,2012) en la guía de material básico para la formación de profesionales

de Violencia sexual contra los niños y las niñas indica que, en todo el mundo, una de cada cinco

mujeres (20%) y uno de cada 10 hombres (10%) afirman haber sufrido abusos sexuales en su

infancia. Estos niños y niñas tienen mayores probabilidades de verse implicados en otras formas

de abuso en su vida futura.

El abuso sexual infantil es una realidad más cotidiana de lo que nos gustaría reconocer, sin

embargo, aún en la actualidad prevalecen algunas creencias falsas respecto al abuso sexual, lo

cual contribuye a ocultar el problema, al mismo tiempo, por su carácter delictivo inherente, el

agresor intentará por todos los medios que sus actos no se revelen, pero también por el silencio al

que las víctimas se ven condenadas. Este silencio se debe por una parte a las estrategias de

manipulación ejercidas por el abusador, y por otra a la situación de indefensión en la que los

niños, niñas y adolescentes víctimas se encuentran por motivos evolutivos y las limitaciones

propias de su edad.

Cuando se habla de agresión sexual, hay que tener en cuenta dos aspectos: por un lado, se

desconoce el número real de agresiones sexuales, y segundo, no existen perfiles de personalidad

típicos de agresores sexuales. Los hay emocionalmente estables e inestables, introvertidos y

extrovertidos, homosexuales y heterosexuales, de todas las edades. Para poder hacer una

evaluación de los agresores sexuales, se hace necesario mirar el rango de edad en el que

predomina esta conducta, su historia escolar, familiar, laboral, antecedentes penales, entre otros

aspectos demográficos importantes que darán una pauta para detectar la motivación intrínseca

del agresor al momento del acto y en varios casos hasta previo a estos, se especifica que los

ofensores sexuales se diferencian del resto de ofensores en rasgos de personalidad, en problemas

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de conducta y en características demográficas. Asimismo, según diferentes estudios, muestran

alta morbilidad psiquiátrica, siendo los trastornos mentales más comunes: trastornos de ansiedad,

del estado de ánimo, abuso de sustancias, fobia social y trastornos de la personalidad de los tipos:

antisocial, límite, histriónico, narcisista, por evitación, por dependencia y obsesivo-compulsivo

(Mendez Moreno, 2019) destaca que, el DSM-5 realiza una descripción del trastorno límite de la

personalidad como “un patrón generalizado de inestabilidad de las relaciones interpersonales,

autoimagen y afectos, y marcada impulsividad, comenzando temprano edad adulta y presente en

una variedad de contextos”.

Los(a) agresores(as) son capaces de manipular a sus víctimas para que no hablen sobre el abuso

sexual utilizan varias tácticas. A menudo el agresor usará su jerarquía para coaccionar o

intimidar a la víctima. Inclusive pudiera decirle que este tipo de actividades son normales o que

de cualquier manera las ha disfrutado. Un agresor puede amenazar al menor, si éste se rehúsa a

participar o piensa decírselo a otro adulto. El abuso sexual infantil no sólo representa una

violación física, sino además viola la confianza y/o el concepto de autoridad.

El impacto de la agresión sexual está condicionado por, al menos, cuatro variables que se hallan

interrelacionadas

-El perfil individual de la víctima (respecto del cual es más importante que su edad o el sexo,

el contexto familiar donde vive).

-Las características de la agresión (cuya gravedad es proporcional a la frecuencia, duración y

violencia con que se ha producido).

-La relación entre víctima y agresor: las pruebas muestran que los efectos psicológicos más

graves se producen cuando el agresor es una persona conocida en la que el menor confía.
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 -Las consecuencias provocadas por el descubrimiento del abuso (sobre todo en lo que se

refiere a si el abusado es creído o no; una respuesta inadecuada del entorno de la víctima puede

complicar el proceso de recuperación).

Según J. Jean Goodwin (2003) se pueden describir las consecuencias de este tipo de abusos

atendiendo a los distintos estadios del desarrollo: infancia, edad preescolar, edad de latencia,

adolescencia y edad adulta.

En la infancia, además de algunos síntomas fisiológicos, se produce un miedo inesperado a los

hombres o un apego a la madre también excesivo.

-La edad preescolar (4-6 años) es la etapa en la que se producen las situaciones más

complejas, debido a que el menor siente auténtico terror ante la posibilidad de perder el afecto y

la protección de su familia, por lo que tiene fuertes sentimientos de culpa ante los hechos

acaecidos.

-La edad de latencia (6-12 años) presenta el mayor porcentaje de menores que confiesan

haber sufrido abusos familiares. Aun siendo ya conscientes de lo que les ha pasado, suelen usar

la fantasía como defensa y suelen expresarse metafóricamente al respecto. Entre las

consecuencias más evidentes están el rechazo a la escuela y la idealización de la familia.

-Los adolescentes sometidos a abusos sexuales suelen recurrir con frecuencia a las fugas de

casa (no tanto como huida, sino como declaración simbólica de su culpabilidad), la promiscuidad

sexual, los intentos de suicidio (habitualmente, entre los 14 y 16 años y motivados por el

sentimiento de culpa por haber traicionado a la madre, el sentimiento de fracaso por haber sido

causa de disolución familiar, las dificultades para entablar relaciones sexuales normales tras los

abusos...), las crisis histéricas, etc.

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 Las consecuencias psicológicas que se han relacionado con la experiencia de abuso sexual

infantil pueden perdurar a lo largo del ciclo evolutivo y configurar, en la edad adulta, los

llamados efectos a largo plazo del abuso sexual. También es posible que la víctima no desarrolle

problemas aparentes durante la infancia y que éstos aparezcan como problemas nuevos en la

adultez.

Los efectos a largo plazo son, comparativamente, menos frecuentes que las consecuencias

iniciales, sin embargo, el abuso sexual infantil constituye un importante factor de riesgo para el

desarrollo de una gran diversidad de trastornos psicopatológicos en la edad adulta. La

información actualmente disponible tampoco permite establecer en esta etapa vital un único

síndrome específico, o conjunto de síntomas diferenciados, asociado a la experiencia de abuso

sexual, afectando éste a diferentes áreas de la vida de la víctima; así como no permite confirmar

la existencia de una relación lineal entre la experiencia de abuso sexual infantil y la presencia de

problemas psicológicos en la edad adulta, existiendo múltiples variables que parecen incidir en

esta relación. Los efectos a largo plazo del abuso sexual infantil han sido considerados

especulativos, destacando la dificultad que entraña su estudio, especialmente al ser comparados

con las consecuencias iniciales, y principalmente dada su interacción con otro tipo de factores

relacionados con el paso del tiempo.

Debido a lo mencionado se infiere que el abuso sexual infantil es un hecho traumático que

conlleva varias secuelas en la vida de las víctimas, el trauma infantil se ve asociado a distintas

patologías psíquicas presentadas en la vida adulta, queda claro señalar que existe una asociación

inespecífica entre trauma y cualquier patología mental, es decir que hay una estrecha relación

entre un seceso traumático experimentado por un sujeto en la infancia y la presencia de síntomas

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en la adultez, sin que el hecho traumático sea un detonante aislado sino, un conjunto de la

manera de afrontamiento del problema y la experiencia de vida de la persona.

INTERVENCION.

La intervención será desarrollará dentro de instituciones primaria participantes y serán anexadas

a la red de seguridad al menor

Los beneficiarios estarán desarrollándose entre los 7 y 12 años de edad, es decir alumnos de 1er

y hasta 6to grado.

Se reservará un día a la semana para el desarrollo de un taller informativo para padres y maestros

para la intervención frente al descubrimiento de casos de abuso sexual infantil.

METODOS Y ACTIVIDADES.

*GENTE BANDERA VERDE, GENTE BANDERA ROJA – LO QUE SENTIMOS CUANDO

NOS TOCAN!!!

-Actividad|: Presentación de tema.

-Objetivo: Concientizar, tema centrado en las formas como los menores de edad y los adultos se

relacionan, ayuda a identificar situaciones del riesgo y da un programa de reacción frente a un

posible intento de abuso sexual.

-Tiempo de Aplicación: 30 a 45 min.

-Dirigido: Niños y niñas de 7 a 10 años de edad.

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*PERSONA BAJO LA LLUVIA

- Actividad: Aplicación de Prueba Psicológica (Proyectiva).

-Objetivo: Test proyectivo que brinda una perspectiva de la condición del ambiente e en que el

menor se desenvuelve y sus herramientas de para confrontarlo y defenderse de el

-Tiempo de Aplicación: 15 a 20min

-Dirigido: Niños y niñas de 7 a 10 años de edad.

*ESCALA RAPE

-Actividad: Aplicación de Test Psicométrico Psicológico

-Objetivo: Test Psicométrico que reúne una cantidad de rasgos comportamentales resultantes del

abuso sexual infantil para detectar casos no visibilizado.

-Tiempo de Aplicación: 10 a 20min

-Dirigido: Niños y niñas de 7 a 12 años de edad.

*CAT-SEX

-Actividad: Aplicación de Test Psicológico Proyectivo.

-Objetivo: Test Proyectivo de Análisis, aplicación por medio de la presentación de láminas en

cada una de las cuales el evaluado desarrollará una historia que será el objeto de la evaluación.

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-Tiempo de Aplicación: 45 a 60min

-Dirigido: Niños y niñas de 8 a 12 años de edad.

*MANEJO DE SITUACIONES DE ABUSO SEXUAL DETECTADAS EN MENORES.

-Actividad: Presentación de Tema.

-Objetivo: Intervenir, Conversatorio detectado para brindar estrategias de afrontamiento frente a

la detección de un menor abusado.

-Tiempo de Aplicación: 45 a 60min.

-Dirigido: Docentes de instituciones educativas públicas y privadas, así como padres y

responsables de menores.

CRONOGRAMA.

Cronograma Diario.

8:00am / 8:15 am INICIO Y PRESENTACION.

8:15am / 9:00am *GENTE BANDERA VERDE, GENTE BANDERA ROJA – LO

QUE SENTIMOS CUANDO NOS TOCAN!!! (Impartición de Tema)

9:00am / 9:20am *PERSONA BAJO LA LLUVIA (Aplicación de Test)
9:30am /10:00am *DESCANSO
10:00am / ¨10:20am *CAT-SEX (Aplicación de Test)
10:20am / 11:20am *ESCALA RAPE (Aplicación de Test)
11:20am / 11:40am ASEGURAR MATERIAL.
11:00am / 12:00am CIERRE Y SALIDA

REFERENCIAS.

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* Kieran McGrath, 2018, INTERVENCIÓN TERAPÉUTICA CON AGRESORES SEXUALES,

Irish Child & Family Institute de Dublin.

* Lagia Tafur Rodríguez, Edilberto Giraldo Herrera, Ingreth Lizeth Camelo Castillo, Aldemar

Guzmán Quintero, 2019, Identificación de las causas y los efectos del delito de abuso sexual en

niños, niñas y adolescentes.

* Carolina Gutiérrez López, Fernando Lefèvre, Descubrimiento del abuso sexual del niño:

revelación o silencio, Universidad de São Paulo, Facultad de Salud Pública.

*Leclerc, B. y Wortley, R. (2015). Predictors of victim disclosure in child sexual abuse:

Additional evidence from a sample of incarcerated adult sex offenders. Child Abuse & Neglect,

43, 104-111.

* María Lameiras Fernández, María Victoria Carrera Fernández, Yolanda Rodríguez Castro &

Alberto Alonso Álvarez (2014) Aproximación psicológica a la problemática de los abusos

sexuales en la infancia, ISBN 978-84-9053-426-7, págs. 39-67

* Alba Vara, José M. Quintana, Antonio L. Manzanero, 2020, Características de los casos

probados de abuso sexual en víctimas especialmente vulnerables, 1Universidad Complutense de

Madrid.

* Sant'Anna, P. y Baima, A. (2008). Indicadores clínicos en psicoterapia con mujeres víctimas de

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*M Yesuron (2015). Perfil psicopatológico de delincuentes sexuales. Anuario de Investigaciones

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* María José Menéndez Moreno, Yeimy Juliana Cristancho Niño, Danna Giselt Arciniegas

Sánchez, María Fernanda Cortes Castañeda & Daniela Moyano Jiménez (2019) Diseño de un

Instrumento de Caracterización de Rasgos de Personalidad de Agresores Sexuales, Trabajo de

Grado, Universidad Católica de Colombia.

* Stephanie Cohen Rosenstock, Esteban Cob Guillén, 2019, Abuso sexual en el paciente

pediátrico, REVISTA MEDICINA LEGAL DE COSTA RICA Vol. 36 (1).

* Jennifer J. Freyd (2003) Abusos sexuales en la infancia: la lógica del olvido, Libro, Ediciones

Morata, Pag 208.

* María Riberas, Laura Amanda Rastrollo y Nereida Bueno-Guerra, 2020, Distorsiones

cognitivas en delincuentes sexuales (contra menores y adultos) y no sexuales, Universidad

Pontificia Comillas

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