5.la Paciencia PDF
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¿Qué es la paciencia?
La palabra griega traducida “paciencia” en Gálatas 5:22 es makrothu-
mia. Otra palabra griega que se usa sinónimamente es jupomone. Ambas
palabras se traducen comúnmente en el Nuevo Testamento como “pacien-
cia”, “perseverancia” o “longanimidad”.1 Su significado es básicamente el
mismo: “constancia de ánimo”. La Biblia provee una idea adicional del
significado de estas palabras al registrar frecuentemente la expresión, “tar-
do para la ira” (Éxodo 34:6; Nehemías 9:17; Joel 2:13; Santiago 1:19).
Aunque estas dos palabras se usan sinónimamente en el Nuevo Testa-
mento, difieren levemente en su aplicación. “Así como makrothumia se
relaciona especialmente al amor, jupomone se relaciona especialmente a
la esperanza”.2 Por ende, se puede definir la paciencia como la “constancia
de ánimo o conservación del buen carácter ante el prójimo (que se basa en
el amor) y ante las circunstancias adversas (que se basa en la esperanza)”.
la paciencia y dios
La paciencia es una de las cualidades principales del carácter de
Dios. Se hace referencia a Él como “el Dios de la paciencia” (Romanos
15:5), “tardo para la ira, y grande en misericordia” (e.g., Éxodo 34:6),
“clemente y piadoso, tardo en enojar[se], y de grande misericordia” (Jo-
nás 4:2). En Su Parábola de los Dos Deudores, Jesús comparó al Pa-
dre Celestial con un rey paciente y misericordioso que perdonó la gran
deuda de su siervo (Mateo 18:23-35). A causa de las riquezas de Su
paciencia (Romanos 2:4), Dios ha pasado por alto los pecados pasados
(Romanos 3:25) de aquellos que se acercan a Él en arrepentimiento
(Hechos 17:30).
Cristo, el Hijo de Dios, también es nuestro ejemplo de paciencia. Los
cuatro relatos del evangelio son un homenaje a Su paciencia. Pablo hizo
referencia a la “paciencia de Cristo” (2 Tesalonicenses 3:5). “El Señor no
retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que
todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Y a Su Palabra se hace
referencia como “la palabra de [Su] paciencia” (Apocalipsis 3:10).
La paciencia también es una de las virtudes del Espíritu de Dios (Gá-
latas 5:22). Ya que Dios es paciente, se espera que Sus hijos reflejen Su
paciencia (Colosenses 3:12).
la paciencia y las pruebas
Como el proverbio africano dice, “un mar tranquilo no convierte en
experto a un marinero”. De la misma manera, no podemos producir y
desarrollar la paciencia en la ausencia de circunstancias adversas. “[L]a
tribulación produce paciencia” (Romanos 5:3). “[L]a prueba de vuestra
fe produce paciencia” (Santiago 1:3). Solamente podemos manifestar y
madurar nuestra paciencia cuando pasamos por pruebas, tribulaciones,
aflicciones, dolor, pérdida, necesidad y otros tipos de dificultades. Ya que
este es el caso, y ya que la paciencia es una virtud cristiana necesaria (He-
breos 10:36), Dios asegura que “todos los que quieren vivir piadosamente
en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12).
En nuestro viaje a través de las dificultades para alcanzar la paciencia,
la Biblia nos anima a considerar “las cosas que se escribieron antes,…a
fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos
esperanza” (Romanos 15:4). Debemos considerar el ejemplo de “la pa-
ciencia de Dios” (1 Pedro 3:20), “la paciencia de Job” (Santiago 5:11),
de “los profetas que hablaron en nombre del Señor” (Santiago 5:10) y de
“Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:1-4). El fin sublime
es doble: (1) que seamos “imitadores de aquellos que por la fe y la pacien-
cia heredan las promesas” (Hebreos 6:12) y (2) que “tenga la paciencia su
obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa
alguna” (Santiago 1:4).
Los beneficios de la paciencia
Se puede resumir el propósito de las leyes de Dios para el hombre en el
siguiente enunciado bíblico: “Para que te vaya bien” (Deuteronomio 4:40;
Efesios 6:3). En cuanto a la paciencia, el propósito es el mismo. Entre los
muchos beneficios de la paciencia, podemos considerar los siguientes:
1. La paciencia evita la ira incontrolada. Aunque la naturaleza san-
ta y amorosa de Dios no es contraria a “la ira de Dios” (Romanos
1:18), y aunque la ira no es inherentemente mala, los seres humanos
frecuentemente tenemos problemas en controlar nuestros sentimien-
tos. Es por eso que Pablo amonestó: “Airaos, pero no pequéis” (Efe-
sios 4:26). La actitud paciente del cristiano evitará una clase de ira
prolongada e incontrolable.
2. La paciencia evita la venganza. Ciertamente el ideal de Dios nun-
ca ha sido que el hombre tome individualmente la “justicia” en sus
manos (cf. Levítico 19:18; Proverbios 20:22). La paciencia evita los
sentimientos de represalia. En el fondo, la venganza pertenece ex-
clusivamente a Dios (Deuteronomio 32:35; Hebreos 10:30); Él es el
“Dios de las venganzas” (Salmos 94:1).
3. La paciencia evita la culpabili-
dad. Si mantenemos una actitud
paciente, entonces no actuaremos
imprudentemente o apresuradamen-
te. Si tomamos tiempo para escu-
char palabras de “razonamiento” y
no “vengarnos” por nosotros mismos
(1 Samuel 25:33), entonces no tendre-
mos “motivo de pena ni remordimien-
tos” por nuestras acciones precipita-
das (cf. 1 Samuel 25:31).
Por tanto, nosotros también,…despo-
jémonos de todo peso y del pecado
que nos asedia, y corramos con pa-
ciencia la carrera que tenemos por
delante (Hebreos 12:1).
____________________
Vine, W.E. (1999), Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testa-
1
[The International Standard Bible Encyclopedia] (Grand Rapids, MI: Eerdmans), 3:690.
Enlace
1. _____ Makrothumia A. Longanimidad
2. _____ Job B. Se relaciona a la esperanza
3. _____ Dios C. Se relaciona al amor
4. _____ Jupomone D. Ejemplo de paciencia
5. _____ Paciencia E. Tardo para la ira y grande en misericordia