Sistema Endocrino
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Índice
Hormonas[editar]
Artículo principal: Hormona
Las hormonas son sustancias químicas segregadas por las glándulas endocrinas que al llegar a
través de la sangre a las células diana, hacen que estas realicen determinadas funciones. Actúan
como coordinadores y reguladores de numerosas funciones de organismo con la finalidad de lograr
que todos los sistemas funcionen correctamente. Básicamente funcionan como mensajeros
químicos que transportan información de una célula a otra. Por lo general son liberadas
directamente dentro del torrente sanguíneo, solas o asociadas a proteínas transportadoras que
alargan su vida media. Hacen su efecto en determinados órganos o tejidos a distancia de donde se
sintetizaron. Las hormonas actúan generalmente vertiéndose a la sangre y provocando acciones en
órganos situados a distancia (comunicación endocrina), en algunos casos pueden actuar sobre la
misma célula que la sintetiza (acción autocrina) o sobre células contiguas (acción paracrina).
Tipos de comunicación[editar]
Aunque originalmente se consideraban solo como hormonas las sustancias que eran secretadas
por las glándulas endocrinas, actualmente el término hormona es más amplio y se designa como tal
a cualquier sustancia que transporte una señal que pueda producir un cambio a nivel celular. Por
este motivo se distinguen hormonas endocrinas que son las clásicas, pasan a la sangre y actúan a
distancia afectando a células diana que se encuentra a mucha distancia del lugar en que son
producidas, hormonas paracrinas que actúan a poca distancia del lugar en que se secretan y
hormonas autocrinas que afectan a la misma célula que la produce.5
1. Endocrina: Las células de las glándulas de secreción interna como el tiroides vierten las
hormonas a la corriente sanguínea. La hormona circula por todo el organismo e interactúa
con las células diana situadas a distancia que poseen receptores específicos en su
membrana celular o en el interior del citoplasma. 6
2. Paracrina : Es la comunicación que se establece entre células que se encuentran
relativamente cercanas. Es por lo tanto una comunicación local. Un ejemplo de sustancia
hormonal con acción paracrina es la interleucina 1.6
3. Autocrina: las células responden a sus propias señales.6
4. Neuroendocrina. Tiene lugar cuando las terminales nerviosas de ciertas neuronas liberan
hormonas hacia la circulación. El ejemplo clásico de este tipo de comunicación son las
hormonas liberadas por las neuronas del hipotálamo que pasan a la sangre y actúan sobre
otros órganos.
Comunicación endocrina.
Comunicación paracrina
Clasificación química[editar]
Las hormonas pueden clasificarse según su solubilidad en liposolubles e hidrosolubles:
Liposolubles.
o Esteroides: Todas las hormonas esteroideas son derivados químicos del colesterol.
Su estructura está formada por cuatro anillos a los que se adhieren diferentes grupos
químicos, lo que hace posible numerosas moléculas con diferentes funciones. Son solubles
en lípidos, se difunden fácilmente hacia dentro de la célula diana. Se unen a receptores
situados dentro de la célula y viajan hacia algún gen del ADN nuclear estimulando su
transcripción. En el plasma, el 95% de estas hormonas viajan acopladas a transportadores
proteicos plasmáticos. Ejemplos de hormonas esteroides es el cortisol producido por
las glándulas suprarrenales y la testosterona producida por los testículos.
o Hormonas tiroideas. Son la T3 y T4, ambas producidas por la glándula tiroides. El
proceso de síntesis tiene lugar agregando yodo al aminoácido tirosina. Al estar formadas
por dos anillos de benceno adquieren la propiedad de la liposolubilidad.
El cortisol es una hormona esteroide secretada por las glándulas suprarrenales
Mecanismo de acción[editar]
Esquema en el que se representa el receptor de insulina ubicado en la membrana de las células diana.
Las hormonas viajan por todo el cuerpo a través de la sangre, pero solo actúan sobre determinadas
células que reciben el nombre de células diana. Las células diana disponen
de receptores específicos que son capaces de unirse a una hormona circulante. Los receptores son
proteínas celulares situadas en la membrana celular o el citoplasma que desencadenan una
respuesta en la célula cuando se unen a una hormona concreta. Una célula diana típica puede
contener entre 2 000 y 100 000 receptores. Cuando los niveles circulantes de una hormona son
excesivamente altos el número de receptores tiende a disminuir, fenómeno llamado regulación por
decremento, sin embargo cuando la producción de una hormona es escasa la cantidad de
receptores tiende a aumentar, por lo que las células diana se hacen más sensibles a los efectos de
la hormona, este fenómeno se llama regulación por incremento.7
Las hormonas de naturaleza proteica actúan sobre receptores situados en la membrana celular, sin
embargo las derivadas de esteroides y las hormonas tiroideas, gracias a su naturaleza lipídica,
traspasan con gran facilidad la membrana celular y se unen a receptores que se encuentran en el
interior del citoplasma, alcanzan el núcleo de la célula y modifican la expresión del ADN,
promoviendo o inhibiendo la síntesis de determinadas proteínas que desencadenan los procesos
fisiológicos específicos de cada hormona.7 No obstante hay que tener en cuenta que las funciones
que realizan las hormonas son mucho más amplias, en ocasiones aumentan la permeabilidad de la
membrana de la célula para facilitar la entrada o salida de sustancias específicas, promueven la
contracción del músculo liso o cardíaco o alteran la velocidad a la que se producen determinadas
reacciones químicas.7
Principales glándulas endocrinas[editar]
Eje hipotálamo-hipofisario.
Las células que producen hormonas pueden agruparse como ya se ha visto formando órganos
independientes, por ejemplo las glándulas suprarrenales, tiroides y paratiroides. Sin embargo en
muchos casos varias células formadoras de hormonas se agrupan en el interior de un órgano que
tiene otra función. Por ello diferentes órganos y tejidos que no son considerados glándulas
endocrinas disponen de células que producen hormonas. A continuación se citan algunos de los
más importantes:
Riñón. Produce: eritropoyetina y renina.
Corazón. Produce: el péptido natriurético atrial.
Aparato digestivo. Produce secretina, gastrina, colecistocinina, GLP-1 y oxintomodulina
Hígado. Produce: trombopoyetina y factor de crecimiento insulínico tipo 1.
Médula ósea. Produce trombopoyetina.
Tejido adiposo. Produce lectina y pequeñas cantidades de estrógenos.
Placenta. Produce gonadotropina corionica humana.
Enfermedades endocrinológicas[editar]
Artículo principal: Enfermedades del sistema endocrino
Existen diversas enfermedades originados por un funcionamiento defectuoso del sistema endócrino.
Pueden deberse a una excesiva producción de hormonas (hiper) o una producción insuficiente (hipo
). Algunas de las más usuales son las siguientes:
Diabetes mellitus: trastorno metabólico que se caracteriza por un aumento de los niveles de
glucosa en la sangre. Está causado por baja producción de insulina por el páncreas o
resistencia de las células a su acción.
Hipertiroidismo: la glándula tiroides produce demasiada hormona tiroidea y esto provoca
pérdida de peso, ritmo cardíaco acelerado, sudoración y nerviosismo.
Hipotiroidismo: la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea y esto ocasiona
fatiga, estreñimiento, piel seca, enlentecimiento y aumento de peso.
Hiperparatiroidismo: se debe a excesiva producción de parathormona por la paratiroides.
Hipoparatiroidismo: se debe a baja producción de parathormona por la paratiroides.
Insuficiencia suprarrenal: la glándula suprarrenal libera muy poca cantidad de hormona
cortisol y aldosterona. Los síntomas incluyen malestar, fatiga, deshidratación y alteraciones en
la piel.
Enfermedad de Cushing: Causada por hiperactividad en la glándula suprarrenal.
Acromegalia: está producida por una secreción excesiva de la hormona del crecimiento por
la hipófisis.
Enanismo hipofisario: la producción de hormona del crecimiento por la hipófisis es baja y en
consecuencia la velocidad de crecimiento disminuye y se produce talla baja.
Diabetes insípida. Se debe a falta de secreción de hormona antidiurética por la hipófisis.
Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética. Se debe a exceso de
producción de hormona antidiurética.
Neoplasia endocrina múltiple I y II (MEN I y MEN II): Consiste en una predispocición
genética al desarrollo de tumores en diferentes tejidos, principalmente en las glándulas
endocrinas.
Pubertad precoz: se produce cuando se liberan hormonas sexuales a edades tempranas.
Hormonas principales[editar]
Hormona secretada Secreción Efectos
Estimula la gluconeogénesis y la
degradación de ácidos grasos en el tejido
Glándula
adiposo
Glucocorticoides (cortisol) suprarrenal (cortez
Inhibe la síntesis proteica y la captación de
a)
glucosa en el tejido muscular y adiposo
Acción imunosupresora y antiinflamatoria
Glándula
Precursor de hormonas sexuales masculinas
Dehidroepiandrosterona suprarrenal (cortez
y femeninas.
a)
Glándula
Noradrenalina suprarrenal (médul Similar a adrenalina.
a)
Captación de
la glucosa sanguínea, glucogénesis y glicólisi
Páncreas (Células
Insulina s en el hígado y músculo.
beta)
Disminuye los niveles sanguíneos de
glucosa.
Glucogenolisis y gluconeogénesis en
Páncreas (célula el hígado
Glucagón
alfa) Incrementa los niveles sanguíneos de
glucosa
Vasoconstricción
Angiotensinógeno y angiot
Hígado Liberación de aldosterona desde la corteza
ensina
suprarrenal
Otras hormonas[editar]
Polipéptido
Resistina Timosina (timo) Timulina (timo) Timopoyetina
pancreático
G
¿Qué es el sistema endocrino?
El sistema endocrino está formado por glándulas que fabrican hormonas. Las hormonas son los
mensajeros químicos del organismo. Trasportan información e instrucciones de un conjunto de
células a otro.
El sistema endocrino influye en casi todas las células, órganos y funciones de nuestros cuerpos.
El sistema endocrino regula qué cantidad se libera de cada una de las hormonas.
Esto depende de la concentración de hormonas que ya haya en la sangre, o de la
concentración de otras sustancias, como el calcio, en sangre. Hay muchas cosas que
afectan a las concentraciones hormonales, como el estrés, las infecciones y los cambios
en el equilibrio de líquidos y minerales que hay en la sangre.
Una cantidad excesiva o demasiado reducida de cualquier hormona puede perjudicar al cuerpo. Los
medicamentos pueden tratar muchos de estos problemas.
Aunque hay muchas partes del cuerpo que fabrican hormonas, las principales glándulas que
componen el sistema endocrino humano son las siguientes:
el hipotálamo
la hipófisis
la glándula tiroidea
las glándulas paratiroideas
las glándulas suprarrenales
la glándula pineal
los ovarios
los testículos
El páncreas forma parte del sistema endocrino y también pertenece al sistema digestivo. Esto se
debe a que fabrica y segrega hormonas en el torrente sanguíneo y también fabrica y segrega
enzimas en el sistema digestivo.
El hipotálamo se encuentra en la parte central inferior del cerebro. Une el sistema endocrino con el
sistema nervioso. Las células nerviosas del hipotálamo fabrican sustancias químicas que controlan
la liberación de hormonas por parte de la hipófisis. El hipotálamo recoge la información que recibe el
cerebro (como la temperatura que nos rodea, la exposición a la luz y los sentimientos) y la envía a
la hipófisis. Esta información influye en las hormonas que fabrica y que libera la hipófisis.
La hipófisis: la hipófisis se encuentra en la base del cráneo, y no es mayor que un guisante. A
pesar de su tamaño reducido, la hipófisis se suele llamar la "glándula maestra". Las hormonas que
fabrica la hipófisis controlan muchas otras glándulas endocrinas.
La hipófisis también segrega endorfinas, unas sustancias químicas que actúan sobre el sistema
nervioso y que reducen la sensibilidad al dolor. La hipófisis también segrega hormonas que indican
a los órganos reproductores que fabriquen hormonas sexuales. La hipófisis controla también la
ovulación y el ciclo menstrual en las mujeres.
La glándula tiroidea se encuentra en la parte delantera de la parte baja del cuello. Tiene una forma
de moño o de mariposa. Fabrica las hormonas tiroideas tiroxina y triyodotironina. Estas hormonas
controlan la velocidad con que las células queman el combustible que precede de los alimentos
para generar energía. Cuantas más hormonas tiroideas haya en el torrente sanguíneo, más deprisa
ocurrirán las reacciones químicas en el cuerpo.
Las hormonas tiroideas son importantes porque ayudan a que los huesos de niños y adolescentes
crezcan y se desarrollen, y también tienen su papel en el desarrollo del cerebro y del sistema
nervioso.
Las glándulas paratiroideas: se trata de cuatro glándulas diminutas unidas a la glándula tiroidea,
que funcionan conjuntamente. Liberan la hormona paratiroidea, que controla la concentración
de calcio en sangre con la ayuda de la calcitonina, fabricada por la glándula tiroidea.
Las glándulas suprarrenales: estas dos glándulas, de forma triangular, se encuentran encima de
cada uno de los riñones. Las glándulas suprarrenales constan de dos partes, cada una de las
cuales fabrica una serie de hormonas que tienen funciones diferentes.
1. La parte externa es la corteza suprarrenal. Fabrica unas hormonas llamadas
corticoesteroides que regulan el equilibrio entre el agua y las sales en el cuerpo, la
respuesta del cuerpo al estrés, el metabolismo, el sistema inmunitario y el desarrollo y
la función sexuales.
2. La parte interna es la médula suprarrenal. Fabrica catecolaminas, como la
adrenalina. También llamada epinefrina, esta hormona aumenta la tensión arterial y la
frecuencia cardíaca cuando el cuerpo atraviesa una situación de estrés.
La glándula pineal está ubicada en el medio del cerebro. Segrega melatonina, una hormona que
puede ayudar a regular el ciclo del sueño: cuándo dormimos por la noche y cuándo nos
despertamos por la mañana.
Las glándulas reproductoras, o gónadas, son las principales fabricadoras de hormonas sexuales.
En los niños, las gónadas masculinas, o testículos, se encuentran dentro del escroto. Segregan
unas hormonas llamadas andrógenos; el andrógeno más importante es la testosterona. Estas
hormonas indican al cuerpo de un niño cuándo llega momento de hacer los cambios corporales
asociados a la pubertad, como el agrandamiento del pene, el estirón, el agravamiento de la voz y el
crecimiento del vello facial y púbico. Además, la testosterona, que trabaja junto con hormonas
fabricadas por la hipófisis, también indica al cuerpo de un chico cuándo llega momento de fabricar
semen en los testículos.
Las gónadas femeninas, u ovarios, se encuentran en la pelvis. Fabrican óvulos y segregan las
hormonas femeninas estrógeno y progesterona. El estrógeno participa en el inicio de la pubertad.
Durante la pubertad, a una niña le crecerán los senos, se le empezará a acumular grasa corporal
alrededor de las caderas y los muslos, y hará un estirón. Tanto el estrógeno como la progesterona
participan en la regulación del ciclo menstrual. Estas hormonas también tienen un papel importante
en el embarazo.
El páncreas fabrica insulina y glucagón, que son unas hormonas que controlan la concentración de
glucosa (o azúcar) en sangre. La insulina ayuda a mantener al cuerpo con reservas de energía. El
cuerpo utiliza la energía almacenada para hacer actividades y ejercicio físicos, y también ayuda a
los órganos a funcionar como deben funcionar.
¿Cómo puedo ayudar a que mi hijo mantenga sano el
sistema endocrino?
CUADRO 400e-1
A medida que las familias hormonales crecen y divergen, sus receptores deben
desarrollar nuevas funciones biológicas. Por ejemplo, los receptores acoplados con
proteína G (GPCR, G protein-coupled receptors) relacionados evolucionaron para
cada una de las hormonas glucoproteínicas. Estos receptores tienen estructura similar
y cada uno se acopla de manera predominante con la vía de señalización G sα. Sin
embargo, existe una mínima superposición de unión hormonal. Por ejemplo, la TSH
se une de modo muy específico con el receptor para TSH, pero tiene interacción
mínima con los receptores para LH o FSH. No obstante, puede haber consecuencias
fisiológicas sutiles de reactividad cruzada hormonal con otros receptores. Las
concentraciones muy altas de hCG durante el embarazo estimulan al receptor TSH y
aumentan la concentración de hormonas tiroideas, lo que produce un descenso
compensatorio de la TSH.
Con base en su especificidad por sitios para unión con DNA, la familia de receptores
nucleares puede subdividirse en receptores tipo 1 (receptor glucocorticoide, receptor
mineralocorticoide, receptor androgénico, receptor estrogénico, receptor
progestágeno) que se unen con esteroides, y receptores tipo 2 (receptor para hormona
tiroidea, receptor para vitamina D, receptor para ácido retinoico, receptor activado
para proliferador de perixosoma) que se unen con la hormona tiroidea, vitamina D,
ácido retinoico o derivados lipídicos. Ciertos dominios funcionales de los receptores
nucleares, como los dominios de unión con DNA de los dedos de cinc, son elementos
muy conservados. Sin embargo, las diferencias selectivas en aminoácidos dentro de
este dominio confieren especificidad a la secuencia de DNA. Los dominios para unión
con hormonas son más variables y generan una gran diversidad en el conjunto de
moléculas pequeñas que se unen con distintos receptores nucleares. Con pocas
excepciones, la unión hormonal es muy específica para un solo tipo de receptor
nuclear. Los receptores para glucocorticoides y mineralocorticoides son una
excepción. Como el receptor mineralocorticoide también tiene una gran afinidad de
unión con glucocorticoides, una enzima (11β-hidroxiesteroide deshidrogenasa) de las
células tubulares renales desactiva a los glucocorticoides, lo que genera respuestas
selectivas a los mineralocorticoides como la aldosterona. Sin embargo, cuando hay
concentraciones muy altas de glucocorticoides, como en el síndrome de Cushing, la
vía de degradación glucocorticoide se satura, lo cual posibilita que el cortisol
abundante tenga efectos mineralocorticoides (retención de sodio, pérdida de potasio).
Este fenómeno es muy marcado en los síndromes con hormona adrenocorticotrópica
(ACTH) ectópica (cap. 406). Otro ejemplo de baja especificidad del receptor nuclear
es el receptor estrogénico, que puede unirse con diversos compuestos, algunos de los
cuales poseen escasa similitud estructural aparente con el estradiol, el ligando de alta
afinidad. Esta característica del receptor estrogénico lo hace susceptible a la
activación por “estrógenos ambientales”, como resveratrol, octilfenol y muchos otros
hidrocarburos aromáticos. Sin embargo, esta falta de especificidad proporciona la
oportunidad de sintetizar una serie notable de antagonistas con utilidad clínica (p.
ej., tamoxifeno) y moduladores selectivos de la respuesta estrogénica
(SERM, selective estrogen response modulators), como raloxifeno. Estos compuestos
crean conformaciones distintivas que alteran las interacciones del receptor con
componentes de los mecanismos de transcripción (véase más adelante), lo que explica
sus acciones singulares.
El procesamiento del precursor peptídico tiene una relación estrecha con las vías de
clasificación intracelulares que transportan las proteínas a las vesículas y enzimas
apropiadas, lo que activa pasos de división específicos, seguidos de plegamiento y
traslocación de las proteínas a las vesículas secretoras. Las hormonas destinadas a la
secreción se desplazan a través del retículo endoplásmico bajo la guía de la secuencia
señalizadora del extremo amino, que luego se separa. Los receptores de la superficie
celular se insertan en la membrana mediante segmentos cortos de aminoácidos
hidrófobos que permanecen incrustados dentro de la bicapa lipídica. Durante la
traslocación a través del aparato de Golgi y el retículo endoplásmico, las hormonas y
receptores se someten a diversas modificaciones posteriores a la traducción, como
glucosilación y fosforilación, que modifican la conformación de la proteína, cambian
su semivida circulante y alteran su actividad biológica.
Los genes endocrinos contienen elementos de DNA reguladores similares a los que se
encuentran en muchos otros genes, pero su control tan preciso por las hormonas
refleja la presencia de elementos de respuesta hormonal específicos. Por ejemplo, los
genes de la TSH se reprimen de manera directa por las hormonas tiroideas que actúan
a través del receptor de hormona tiroidea (TR), un miembro de la familia de
receptores nucleares. La expresión génica para las enzimas de la esteroidogénesis
requiere factores de transcripción específicos, como el factor esteroidogénico 1 (SF-
1), que actúa junto con las señales transmitidas por hormonas tróficas (p. ej., ACTH o
LH). Para algunas hormonas, parte sustancial de la regulación ocurre en la eficiencia
de la traducción. Aunque la biosíntesis de insulina requiere transcripción génica
continua, está regulada sobre todo al nivel de la traducción y la secreción como
respuesta a las concentraciones elevadas de glucosa o aminoácidos.
El transporte y degradación hormonal dictan la rapidez con la que una señal hormonal
decae. Algunas señales hormonales son evanescentes (p. ej., somatostatina), mientras
que otras son prolongadas (p. ej., TSH). Como la somatostatina tiene efectos en todos
los tejidos, su semivida corta posibilita el control local de su concentración y
actividad. Las modificaciones estructurales que afectan la degradación de
la somatostatina sirven para generar análogos terapéuticos de acción prolongada,
como el octreótido (cap. 403). En contraste, las acciones de la TSH son muy
específicas para la glándula tiroides. Su semivida prolongada explica la concentración
sérica relativamente constante, aunque la TSH se secrete en pulsos distintivos.
RECEPTORES DE MEMBRANA
Los receptores de membrana para hormonas pueden dividirse en varios grupos
principales: 1) siete GPCR transmembrana, 2) receptores con tirosina cinasa, 3)
receptores para citocina y 4) receptores con serina cinasa (fig. 400e-1). La familia de
siete GPCR transmembrana se une con una variedad notable de hormonas, incluidas
proteínas grandes (como LH, PTH), péptidos pequeños (p. ej., TRH, somatostatina),
catecolaminas (adrenalina, dopamina) e incluso minerales (p. ej., calcio). Los
dominios extracelulares de los GPCR varían de forma notoria en tamaño y son el
principal sitio de unión para las hormonas grandes. Las regiones que cruzan la
membrana están formadas por dominios hidrófobos helicoidales α que cruzan la
bicapa de lípidos. Como algunos conductos, se cree que estos dominios adquieren una
conformación circular y forman un saco hidrófobo con el cual se acoplan ciertos
ligandos pequeños. La unión hormonal induce cambios en la confirmación de estos
dominios, lo que produce cambios estructurales en el dominio intracelular, que es el
sitio de unión para las proteínas G.
FIGURA 400E-1.
Señalización del receptor de membrana. MAPK, proteína cinasa activada por
mitógeno; PKA, C, proteína cinasa A, C; TGF, factor de crecimiento transformador.
Para otras abreviaturas, véase el texto.
RECEPTORES NUCLEARES
La familia de receptores nucleares ha aumentado a casi 100 miembros, muchos de los
cuales todavía se clasifican como receptores huérfanos porque sus ligandos, si existen,
no se han identificado (fig. 400e-2). Por lo demás, la mayor parte de los receptores
nucleares se clasifica con base en sus ligandos. Aunque al final los receptores
nucleares actúan por incremento o decremento de la transcripción génica, algunos
(como el receptor glucocorticoide) se encuentran sobre todo en el citoplasma,
mientras que otros (p. ej., TR) se localizan en el núcleo. Después de la unión del
ligando, los receptores situados en el citoplasma se trasladan al núcleo. Cada vez hay
más evidencia de que ciertos receptores nucleares (p. ej., para glucocorticoide y
estrógeno) también pueden actuar en la membrana o el citoplasma para activar o
reprimir las vías de transducción de señal, lo que proporciona un mecanismo para la
comunicación entre los receptores de membrana y los nucleares.
FIGURA 400E-2.
Señalización del receptor nuclear. AR, receptor androgénico; DAX, reversión
sexual sensible a la dosis, hipoplasia suprarrenal (adrenal) congénita, cromosoma X;
ER, receptor estrogénico; GR, receptor glucocorticoide; HNF4α, factor nuclear
hepático 4α; PPAR, receptor activado por el proliferador de peroxisoma; PR, receptor
para progesterona; RAR, receptor para ácido retinoico; SF-1, factor esteroidogénico 1;
TR, receptor para hormona tiroidea; VDR, receptor para vitamina D.
Las estructuras de los receptores nucleares se han estudiado en forma extensa, incluso
con cristalografía por rayos X. El dominio de unión con DNA, consistente en dos
dedos de cinc, entra en contacto con secuencias específicas de identificación del DNA
en los genes específicos. La mayoría de los receptores nucleares se une con el DNA
como dímeros. Por consiguiente, cada monómero reconoce una fracción individual de
DNA, referida como “medio sitio”. Los receptores para esteroides, incluidos los de
glucocorticoide, estrógeno, progesterona y andrógeno, se unen con el DNA como
homodímeros. Consistente con esta doble simetría, sus medios sitios de identificación
DNA son palíndromos. Los receptores tiroideo, retinoide, los activados por el
proliferador del peroxisoma y los receptores para vitamina D se unen con el DNA de
manera preferente como heterodímeros en combinación con receptores para retinoide
X (RXR). Sus medios sitios para DNA casi siempre están dispuestos como
repeticiones directas.
El dominio para unión con hormonas por el extremo carboxi media el control de la
transcripción. Para los receptores tipo II, como TR y el receptor para ácido retinoico
(RAR), las proteínas correpresoras se unen con el receptor en ausencia de ligando e
impiden la transcripción génica. La unión de la hormona induce cambios en la
conformación, lo que inicia la liberación de correpresores e induce la atracción de
coactivadores que estimulan la transcripción. En consecuencia, estos receptores son
capaces de mediar cambios drásticos en la intensidad de la actividad génica. Ciertas
enfermedades se relacionan con defectos en la regulación de estos fenómenos. Por
ejemplo, las mutaciones en el TR impiden la disociación del correpresor, lo que
produce una forma autosómica dominante de resistencia a la hormona (cap. 405). En
la leucemia promielocítica, la fusión de RARα con otras proteínas nucleares causa un
bloqueo génico anormal que impide la diferenciación celular normal. El tratamiento
con ácido retinoico revierte esta represión y posibilita la diferenciación celular y la
apoptosis. La mayoría de los receptores esteroideos tipo 1 interactúa débilmente con
los correpresores, pero la unión con el ligando aún induce interacciones con diversos
coactivadores. La cristalografía por rayos X muestra que varios SERM inducen
conformaciones distintivas en el receptor estrogénico. Las respuestas tisulares
específicas causadas por estos genes en la mama, hueso y útero parecen reflejo de
distintas interacciones con los coactivadores. El complejo receptor-coactivador
estimula la transcripción génica a través de varias vías, incluidas 1) atracción de
enzimas (acetil transferasas de histonas) que modifican la estructura de la cromatina,
2) interacciones con más factores de transcripción en el gen específico y 3)
interacciones directas con componentes del mecanismo de transcripción general para
aumentar el ritmo de la transcripción mediada por RNA polimerasa II. Los estudios de
transcripción mediada por receptores nucleares muestran que éstos son fenómenos
dinámicos que implican ciclos rápidos (p. ej., de 30 a 60 min) de complejos de
transcripción en cualquier gen blanco específico.
CRECIMIENTO
Muchas hormonas y factores nutricionales median el complejo fenómeno del
crecimiento (cap. 401e). La talla baja puede ser resultado de deficiencia de GH,
hipotiroidismo, síndrome de Cushing, pubertad precoz, desnutrición, enfermedad
crónica o anormalidades genéticas que afectan las placas de crecimiento epifisario (p.
ej., mutaciones en FGFR3 y SHOX). Muchos factores (GH, IGF-I, hormonas
tiroideas) estimulan el crecimiento, mientras que otras (esteroides sexuales) conducen
al cierre epifisario. Es importante comprender estas interacciones hormonales para el
diagnóstico y tratamiento de los trastornos del crecimiento. Por ejemplo, el retraso en
la exposición a concentraciones altas de esteroides sexuales puede intensificar la
eficacia del tratamiento con GH.
MANTENIMIENTO DE LA HOMEOSTASIS
Aunque todas las hormonas influyen en la homeostasis, las más importantes son las
siguientes:
Aunque la eliminación de agua libre está controlada sobre todo por la vasopresina, el
cortisol y la hormona tiroidea también son importantes para facilitar las respuestas
tubulares renales a la vasopresina (cap. 404). La PTH y la vitamina D funcionan de
manera interdependiente para controlar el metabolismo del calcio (cap. 423). La PTH
estimula la síntesis renal de 1,25-dihidroxivitamina D, lo que aumenta la absorción de
calcio en el tubo digestivo e intensifica la actividad de la PTH en el hueso. El aumento
del calcio, junto con la vitamina D, retroalimentan la vía y suprimen la PTH, lo que
mantiene el equilibrio del calcio.
REPRODUCCIÓN
Las etapas de la reproducción incluyen 1) determinación del sexo durante el desarrollo
fetal (cap. 410); 2) maduración sexual durante la pubertad (caps. 411 y 412); 3)
concepción, embarazo, lactancia y crianza de los hijos (caps. 412), y 4) cesación de la
capacidad reproductiva con la menopausia (caps. 413). Cada una de estas etapas
implica una interrelación organizada de múltiples hormonas, un fenómeno bien
ilustrado por los cambios hormonales dinámicos que ocurren durante cada ciclo
menstrual de 28 días. En la fase folicular temprana, la secreción pulsátil de LH y FSH
estimula la maduración progresiva del folículo ovárico. Esto induce un aumento
gradual de las concentraciones de estrógeno y progesterona, lo que acentúa la
sensibilidad hipofisaria a la GnRH, que al combinarse con la secreción intensificada
de GnRH, y desencadena un aumento de LH con rotura del folículo maduro. La
inhibina, una proteína producida por las células de la granulosa, intensifica el
crecimiento folicular y retroalimenta a la hipófisis para suprimir de manera selectiva
la FSH sin afectar la LH. Los factores de crecimiento como el EGF y el IGF-I
modulan la capacidad de respuesta folicular a las gonadotropinas. El factor de
crecimiento endotelial vascular y las prostaglandinas participan en la vascularización
y rotura del folículo.
FIGURA 400E-3.
Regulación por retroalimentación de ejes endocrinos. SNC, sistema nervioso
central.
RITMOS HORMONALES
Los sistemas reguladores por retroalimentación descritos antes se superponen con los
ritmos hormonales que se usan para la adaptación al ambiente. Los cambios
estacionales, la presencia diaria del ciclo de luz-oscuridad, el sueño, comidas y estrés
son ejemplos de los múltiples fenómenos ambientales que afectan los ritmos
hormonales. El ciclo menstrual se repite cada 28 días, en promedio, reflejo del tiempo
necesario para la maduración folicular y la ovulación (cap. 412). Todos los ritmos
hormonales hipofisarios están sincronizados con el sueño y el ciclo circadiano, con lo
que se generan patrones reproducibles que se repiten aproximadamente cada 24 h. Por
ejemplo, el eje HPA produce elevaciones características de ACTH y cortisol en las
primeras horas de la mañana, con un nadir durante la noche. Es importante identificar
estos ritmos para las pruebas y tratamientos endocrinos. Los pacientes con síndrome
de Cushing tienen concentraciones de cortisol a medianoche más altas que las
personas sanas (cap. 406). En contraste, las concentraciones matutinas de cortisol son
similares en estos grupos, ya que la cifra normal de cortisol es alta a esa hora del día
en individuos sanos. El eje HPA es más susceptible a la supresión por los
glucocorticoides administrados por la noche, ya que amortiguan la elevación matutina
temprana de ACTH. El conocimiento de estos ritmos permite un remplazo
glucocorticoide que simula la producción diurna mediante la administración de dosis
más altas en la mañana que en la tarde. El ritmo alterado del sueño puede trastornar la
regulación hormonal. Por ejemplo, la privación de sueño causa resistencia ligera a la
insulina, deseos intensos de alimento e hipertensión, que son reversibles, al menos en
el corto plazo. Hay evidencia emergente indicativa de que las vías del reloj circadiano
no sólo regulan los ciclos de sueño y vigilia, sino que también tienen funciones
importantes en todos los tipos celulares. Por ejemplo, la eliminación de los genes
vinculados con el reloj específicos de los tejidos altera los ritmos y grados de
expresión génica, así como las respuestas metabólicas en el hígado, tejido adiposo y
otros.
Otros ritmos endocrinos ocurren con una escala temporal más rápida. Muchas
hormonas peptídicas se secretan en brotes discontinuos cada pocas horas. La secreción
de LH y FSH tiene una sensibilidad extrema a la frecuencia de los pulsos de GnRH.
Los pulsos intermitentes de GnRH son necesarios para mantener la sensibilidad
hipofisaria, mientras que la exposición continua a GnRH desensibiliza a los
gonadotropos hipofisarios. Esta característica del eje hipotálamo-hipófisis-
gonadotropo es la base para usar agonistas de GnRH de acción prolongada en el
tratamiento del cáncer prostático. Es importante reconocer la naturaleza pulsátil de la
secreción hormonal y los patrones rítmicos de la producción hormonal para relacionar
las mediciones séricas hormonales con los valores normales. Para algunas hormonas
se han desarrollado marcadores integrados para evitar las fluctuaciones hormonales.
Los ejemplos incluyen las recolecciones de orina de 24 h para medir el cortisol, el
IGF-I como marcador biológico de la acción de la GH y la medición de HbA1c como
índice del control de la glucemia en el largo plazo (semanas o meses).
Muchas veces, los datos endocrinos deben interpretarse sólo en el contexto de otras
hormonas. Por ejemplo, la concentración de PTH casi siempre se valora junto con las
concentraciones séricas de calcio. Una cifra elevada de calcio sérico en presencia de
PTH alta sugiere hiperparatiroidismo, mientras que es más probable que un valor
suprimido de PTH en esta situación se deba a hipercalcemia por un tumor maligno u
otras causas. De igual manera, la TSH debe elevarse cuando las concentraciones de
T4 y T3 son bajas, reflejo de la inhibición de la retroalimentación. Cuando esto no
ocurre, es importante considerar el hipotiroidismo secundario, causado por un defecto
en la hipófisis.
Acción hormonal
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Índice
1Tipos de hormonas
4.1.1Adrenalina
4.1.2Glucagón
4.1.3Otras
4.2.1Insulina
4.2.2Hormonas esteroideas
4.2.3Hormonas tiroideas
5Referencias
o 5.1Bibliografía
Tipos de hormonas[editar]
Hormonas de la pituitaria anterior[editar]
Las hormonas liberadas por la pituitaria anterior viajan por la sangre hasta
las glándulas específicas, que son estimuladas a producir sus hormonas características
que actuarán sobre varios tejidos o blancos.
Hormonas de la pituitaria posterior [editar]
El hipotálamo también estimula la producción de dos
hormonas, oxitocina y vasopresina, que unidas a neurofisinas, pasan a la pituitaria
posterior siendo desde allí liberadas a la sangre.
Hormonas que no dependen de la pituitaria [editar]
Otras hormonas importantes cuya liberación está bajo un control menos directo de la
pituitaria son la insulina y el glucagón, así como la adrenalina y la noradrenalina.
Glándulas endocrinas
sistema endocrino
Hay una serie de hormonas que son producidas y liberadas en respuesta a la acción de las
hormonas trópicas adenohipofisarias. Éstas son las hormonas tiroideas, corticosuprarrenales y
gonadales.
Las hormonas tiroideas, tiroxina o tetrayodotironina (T4) y triyodotironina (T3), liberadas por
la glándula tiroides, mantienen la tasa metabólica basal a un nivel normal y la temperatura
corporal. También contribuyen a regular los procesos de crecimiento celular y diferenciación de
los tejidos. Su falta durante el desarrollo produce importantes daños en el SNC. La secreción de
estas hormonas depende de la acción que sobre la glándula tiroides ejerce la hormona
estimulante del tiroides (TSH) liberada desde la adenohipófisis. La secreción de TSH está en
función, tanto del nivel circulante de hormonas tiroideas, como de la acción estimulante ejercida
por la hormona liberadora de tirotropina (TRH) producida por el hipotálamo.
Las hormonas corticosuprarrenales (o adrenocorticales) se producen en la corteza de las
glándulas suprarrenales (o adrenales). Ésta libera tres tipos de hormonas esteroides:
mineralocorticoides, glucocorticoides y esteroides sexuales. La aldosterona es el principal
mineralocorticoide e interviene en la regulación de la concentración de iones en sangre. La
secreción de glucocorticoides depende de la liberación de ACTH (hormona adrenocorticotrópica
o corticotropina) que, a su vez, está controlada por la CRH (hormona liberadora de
corticotropina). La secreción de CRH y ACTH cesa si la concentración plasmática de
glucocorticoides es alta. El cortisol es el principal glucocorticoide que segregan los humanos.
Hay receptores de glucocorticoides en prácticamente todas las células del cuerpo. Estas
hormonas intervienen en la regulación de procesos metabólicos que conducen al consumo de la
energía almacenada en el organismo. Incrementan los niveles de glucosa en la circulación
sanguínea a través de diferentes procesos. La liberación de glucocorticoides aumenta de forma
notable en situaciones de estrés. Además, los glucocorticoides suprimen la respuesta del sistema
inmunitario, por lo que es estrés mantenido durante un tiempo prolongado incrementa la
vulnerabilidad a desarrollar enfermedades.
Las hormonas gonadales, andrógenos y los estrógenos, son esteroides sintetizados en los
órganos reproductores. Los testículos tienen dos funciones principales: la espermatogénesis y la
producción de andrógenos, siendo la testosterona uno de los principales.
Los andrógenos son los responsables de la inducción del fenotipo masculino durante la
embriogénesis. En estas primeras etapas de la vida no solo masculinizan los genitales, sino
también organizan los circuitos del SN que generan los patrones conductuales típicos del macho.
Los androgenos inducen los cambios anatómicos y funcionales que se producen en la pubertad
y regulan en adultos la función reproductora masculina.
Tanto la producción de espermatozoides como la síntesis y liberación de andrógenos está
regulada por las gonadotropinas (LH y FSH) secretadas por la hipófisis anterior, cuya liberación
está determinada por la secreción desde el hipotálamo de la hormona liberadora de
gonadotropinas (GnRH).
La hormona luteinizante (LH) actúa sobre las células intersticiales, donde estimula la
producción de testosterona, mientras que la hormona folículoestimulante (FSH) actúa sobre las
células de Sertoli, interviniendo de esta manera en el desarrollo de los espermatozoides.
Los ovarios también tienen dos funciones distintas pero relacionadas, la producción de gametos
y la síntesis de hormonas esteroides. Las hormonas ováricas son los estrógenos, principalmente
el estradiol, y la progesterona.
La cantidad relativa de cada una de las hormonas ováricas varía a lo largo del ciclo menstrual y
durante la gestación. En la primera fase del ciclo menstrual (fase folicular), la secreción de
gonadotropinas promueve el crecimiento del folículo ovárico y la liberación de estrógenos. La
elevada secreción de estrogenos dispara la secreción de la LH, la cual produce la rotura del
folículo y la ovulación. Después de la ovulación, el folículo se convierte por acción de la LH en
cuerpo lúteo (fase luteínica). El cuerpo lúteo libera gran cantidad de progesterona, hormona que
tiene una función favorecedora de la gestación. Los estrógenos también intervienen en el
desarrollo temprano del fenotipo femenino.
En la pubertad se produce un aumento gradual en la secreción de estrógenos que va a promover
el desarrollo y mantenimiento de los órganos reproductores femeninos, así como la aparición de
los caracteres sexuales secundarios.
La variación cíclica en el nivel de estrógenos que se produce durante los ciclos menstruales
continúa con una disminución progresiva hacia el final de la vida reproductora, no existiendo
apenas secreción después de la menopausia.
Los estrógenos también actúan sobre estructuras del SN donde intervienen en su organización
específica según el sexo y afectan a su actividad neural.
Se han explicado algunas hormonas cuya secreción está bajo la influencia del SN e implicadas
en diferentes procesos conductuales.
La región interna de las glándulas adrenales, la médula adrenal, libera adrenalina y
noradrenalina. Estas hormonas afectan a la mayoría de los tejidos e influyen en muchas
funciones. La finalidad de sus efectos es preparar nuestro organismo para un esfuerzo
importante.
La médula adrenal está inervada por el SN simpático y es en respuesta a estas señales cuando
libera sus hormonas a la circulación general.
La médula adrenal y el SN simpático forman una unidad fisiológica y funcional conocida como
sistema simpaticoadrenal que se halla bajo el control del SNC.
La adrenalina y la noradrenalina, junto con los glucocorticoides, son las hormonas que se
liberan en situaciones de estrés. Los rápidos efectos que las catecolaminas producen preparan al
organismo para el aumento de actividad requerido ante una situación de tensión.
El páncreas libera las hormonas peptídicas: insulina, glucagón y somatostatina.
La insulina y el glucagón ejercen acciones recíprocas que contribuyen a que el nivel de glucosa
en sangre sea el adecuado para un correcto funcionamiento del cerebro y de los demás órganos
de nuestro cuerpo.
La insulina se libera como consecuencia de una elevación de los niveles de azúcar en sangre y
su función consiste en estimular la captación de glucosa por los tejidos y transformar el exceso
tanto en glucógeno, en el hígado y en el músculo, como en grasa.
Cuando la concentración en sangre de hormonas producidas por estas glándulas diana aumenta,
el hipotálamo detiene la secreción de hormonas liberadoras.
El nivel de hormona en sangre también puede regular la secreción de hormonas
adenohipofisarias. La adenohipófisis ajusta la liberación de hormonas trópicas para controlar la
secreción de las glándulas sobre las que actúan.
Las hormonas hipofisarias constituyen una señal de retroalimentación que puede afectar a la
liberación de hormonas hipotalámicas -sistema de control de bucle corto-.
La presencia de hormona liberadora en la eminencia media proporciona una señal al hipotálamo
para controlar su secreción -autorregulación-.
Los humanos, como muchas otras especies, muestran diferencias en función del sexo en cuanto
a sus características fisiológicas y al tamaño y a la forma de su cuerpo. Estas diferencias también
se manifiestan a nivel conductual, por lo que se ha planteado que las hormonas sexuales pueden
desempeñar un importante papel en la regulación de diferentes aspectos de la conducta.
En lo que se refiere a la conducta sexual, los estudios realizados con animales han puesto de
manifiesto que, con una adecuada manipulación hormonal en fases tempranas del desarrollo, los
machos pueden expresar conductas normalmente manifestadas por las hembras y, viceversa.
Las hormonas también participan en la regulación de la conducta parental -paternal y
maternal-, fundamental para la supervivencia de las crías de muchas especies.
En otros tipos de conductas, como las agresivas, también se ha comprobado el papel regulador
de las hormonas.
Las hormonas tiroideas desempeñan un importante papel en el desarrollo y maduración del SN
y, por tanto, son fundamentales para la adecuada expresión de la conducta.
Algunos estudios han puesto de manifiesto la relación entre las hormonas y el estado de ánimo.
Así mismo, numerosos estudios han puesto de manifiesto el papel regulador que las hormonas
ejercen sobre los procesos de aprendizaje y memoria.
+
Índice
1Gluconeogénesis
o 1.1Desde glicerol
o 1.3Desde lactato
2Véase también
3Referencias
4Enlaces externos
Gluconeogénesis[editar]
Artículo principal: Gluconeogénesis
Nombres en azul indican los sustratos de la vía, flechas en rojo las reacciones únicas de esta vía, flechas
cortadas indican reacciones de la glucólisis, que van en contra de esta vía, flechas en negrita indican la
dirección de la gluconeogénesis.
La gluconeogénesis es la producción de nueva glucosa. Si la molécula no es
necesitada inmediatamente se almacena bajo la forma de Glucógeno. Generalmente
en personas con requerimientos de glucosa bajos (poca actividad física), el glucógeno
se encuentra almacenado en el hígado pero este puede ser utilizado y metabolizado
por 2 enzimas: la enzima desramificante y la glucógeno fosforilasa. El proceso de
gluconeogénesis se hace de muchas formas posibles, siendo las tres más importantes.
Desde glicerol[editar]
El proceso empieza cuando el glicerol (que viene desde el proceso de lipolisis) se
fosforila para obtener así el glicerol 3 fosfato. Este proceso es catalizado por la enzima
Glicerol Quinasa, el glicerol 3 fosfato se convierte en dihidroxiacetona fosfato (producto
que también participa en la ruta anterior), este proceso es catalizado por la glicerol 3
fosfato óxido-reductasa, la dihidroxiacetona fosfato se convierte en fructuosa 1,6
bisfofato, ésta pasa a glucosa 6 fosfato por otra enzima (recordemos que este proceso
es regulado por lo tanto tendría que regresar por una enzima más específica para este
sustrato), la glucosa 6 fosfato se convierte en glucosa por medio de la Glucosa 6
Fosfatasa y así puede ser liberada a sangre en tejidos hipoglucemias como el hígado.
Desde ácidos grasos (lípidos)[editar]
El mecanismo empieza cuando los ácidos grasos, mediante el proceso de lipidolísis, se
degradan hasta propionato, luego éste mediante una serie de reacción ingresa al ciclo
de Krebs con ayuda de la molécula de Succinil S Coa (coenzima A) y luego pasa a
fumarato, luego a malato y es ahí en donde se produce un pequeño inconveniente; la
membrana de la mitocondria no es permeable para malato. Debido a esto es que se
tiene la respuesta a la pregunta de 'por qué es tan difícil bajar de peso'. Al no ser
permeable a malato la célula tiene que ingeniársela para sacar esta molécula, así que
la saca bajo la forma de oxal acetato en donde se producen las reacción anteriores
hasta llegar a la glucosa.
Desde lactato[editar]
El desplazamiento de las moléculas de lactato y piruvato (en condiciones de
requerimiento de energía) esta hacia piruvato esto es realizado por la enzima lactato
dehidrogenasa, desde pirúvico es casi imposible detener el proceso y este se carboxila
(mediante la piruvato carboxilasa) para poder entrar a la mitocondria como oxal
acetato. El oxal acetato pasa a Malato mediante la malato deshidrogenasa de tipo A,
deacargando su protones sobre el NAD+, el Malato vuelve a Oxal acetato pero fuera de
La mitocondria (debido a lo explicado anteriormente, de que el Malato no es permeable
en mitocondria), mediante la malato deshidrogenasa tipo b, este pasa a Fosfo enol
piruvato mediante la Fosfo enol Piruvato carboxi quinasa, para empezar nuevamente el
proceso de Gluconeogenesis.
Valmore Bermúdez, Fernando Bermúdez, Nailet Arraiz, Elliuz Leal, Sergia Linares, Edgardo
Mengual, Lisney Valdelamar, Moisés Rodríguez, Hamid Seyfi, Anilsa Amell, Marisol Carrillo,
Carlos Silva, Alejandro Acosta, Johnny Añez, Carla Andara, Verónica Angulo, Gabriela
Martins.
Resumen
Hexosas como la glucosa, galactosa y fructosa cumplen funciones importantes en las células
eucarióticas. Estas moléculas son incapaces de difundir directamente a través de las
membranas celulares por lo que requieren proteínas transportadoras especializadas para
entrar al interior celular. Dichas biomoléculas pertenecen a un grupo de transportadores
constituida por 2 familias de proteínas: la familia de los Glut´s (del inglés Glucose
Transporters) y la familia de los co-transportadores de sodio y glucosa.
En los últimos siete años ha habido un explosivo incremento en la información sobre estos
transportadores, de hecho, hasta hace diez años solo se conocían 6 transportadores pero
esta familia ha crecido rápidamente hasta llegar a 14 miembros para los Gluts y 6 miembros
para los SGLT´s. El impacto de estos descubrimientos se hace notar cuando se analizan los
procesos en los que se involucran estas proteínas: Control de la glicemia basal y post-
prandial; mecanismos de absorción de la glucosa y fructosa en el intestino delgado;
absorción de fructosa en los espermatozoides; reabsorción de glucosa a nivel tubular renal y
yeyuno; maduración de la expresión de Glut´s en la mama en lactación; incorporación de
glucosa al músculo durante el ejercicio; mecanismo sensor en la secreción de insulina y
respuestas adaptativa del metabolismo energético durante estados de estrés, etc.
Abstract
Hexoses like glucose, galactose and fructose serve as basic fuel molecules for eucaryotic
cells. These molecules are unable to diffuse across cellular membranes, and require
transporter proteins for entry into and exit from cells. Three distinct groups of hexose
transporters have been identified and classified based on their dependence on cellular
energy and its chemistry structure. Each of the transporters has different affinities for
glucose and the other hexoses, which largely dictates their function. The hexose
transporters are large integral membrane proteins. Based on the deduced amino acid
sequences of their cloned cDNAs, they have similar structures, consisting of 12 or 14
membrane-spanning regions with cytoplasmic C-terminal and N-terminal tails. Also, they all
appear to be glycosylated on one of the extracellular loops. Transport of sugars across
membranes appears to result from a series of conformational changes which "flips" the
transporter between alternate states with the substrate binding site either facing the
extracellular or cytoplasmic side of the membrane. Transport in either direction is thus
possible, depending on relative substrate concentrations on either side of the membrane.
The original protein, GLUT1, was identified in molecular terms 12 years ago. In the
subsequent 15 years, a family of related transporters was identified (GLUTs 1-14). The
impact of these discoveries is better realized when we list a sample of the processes that
utilize different members of the GLUT family: control of glycemia; insulin dependent glucose
utilization; transport pathways in brain neurons and glia; mechanisms of glucose and
fructose uptake in the intestinal track; reabsorption of glucose in kidney tubules and
jejunum; maturation of transporters during lactation and weaning; sensing of glucose levels
by the pancreas and the liver; control of glucose uptake in high fat feeding; glucose uptake
in response to exercise, adaptive response of energy metabolism to cellular stress.
Introducción
SGLT-1 (SLC5A1)
El gen del SGLT-1 (Fig. 1) se denomina SLC5-A1 y fue aislado a partir de librerías de cDNA
de intestino delgado de conejo. Con una extensión de 80 Kb y 15 exones se ubica en el
cromosoma 22 en la región q13.1. Su trascripto es una proteína de 664 aminoácidos y
73KDa con una estructura secundaria formada por 14 α-hélices cuyos extremos amino y
carboxilo terminales se encuentran en el espacio extracelular.
En el ser humano este transportador se expresa primariamente a nivel del íleon, el sitio
fundamental de absorción de monosacáridos como la glucosa, galactosa, manosa y fructosa.
Este transportador es específico para la absorción de glucosa y galactosa en las células
epiteliales del ribete en cepillo6.
Las células absortivas tienen una naturaleza polar, esto es, que la expresión de las
proteínas transportadoras de membrana es diferente en el polo apical (luminal) que en el
polo basolateral. Este hecho permite la transferencia eficiente de los azúcares simples
(monosacáridos) desde la luz intestinal hacia los capilares. Igualmente, existen diferencias
importantes entre las células que se ubican hacia las criptas, ya que en la parte baja de la
microvellosidad (células muy jóvenes) y aquellas que se ubican hacia el 1/3 superior de la
misma (células maduras). Las células epiteliales intestinales tienen una vida corta,
originándose de células madre en las criptas y madurando en la medida que migran hacia el
tope de la microvellosidad, desde donde se exfolian de 2 – 5 días después de su nacimiento.
Así, los niveles mas altos de proteínas transportadoras de membrana se encuentran en las
células epiteliales maduras del 1/3 superior de la microvellosidad 5.
1. Unión de dos iones Na+ a la cara externa del transportador, lo que produce un cambio
conformacional que permite el acoplamiento de 1 molécula de glucosa o galactosa.
2. Transferencia del Na+ y del monosacárido hacia la cara citoplasmática del transportador
gracias a un segundo cambio conformacional ocasionado por la glucosa y que involucra la
rotación y el re-arreglo de la estructura α-helicoidal del SGLT-1.
3. Una vez en la cara interna del transportador, la glucosa se disocia del mismo y pasa al
citosol para luego expulsar los 2 iones Na+, restituyendo al transportador a su forma libre de
ligando. La baja afinidad del sitio de unión intracelular por la glucosa y el sodio, junto con la
baja concentración de intracelular de Na+ en comparación con la extracelular y luminal (5-
10 meq vs. 140-145 meq) promueve esta disociación, permitiendo que el proceso de
transporte ocurra 1.000 veces por segundo a 37 ºC.
Existe aún controversia de cual es la vía más importante que toma el agua para ingresar al
epitelio intestinal, sin embargo, hay 3 vías posibles conocidas:
2. Difusión de agua a través del SGLT-1 junto con el Na+ y glucosa (Transporte
activo secundario): Investigaciones recientes han determinado que el SGLT-1 se
comporta como un transportador de agua, movilizando unas 260 moléculas de agua por
cada ciclo de transporte de 2 iones Na+ y cada molécula de glucosa, lo cual representa unos
5 litros de agua/día, por lo que, igual que en el caso anterior, no explica la movilidad de 10
litros de agua/día (Fig. 3).
SGLT-2 (SLC5A2)
Si se considera cualquier Glut dentro del contexto de una gran familia de proteínas puede
notarse de forma inmediata que todos poseen características comunes que en términos
bioquímicos se denominan "firma molecular de los transportadores de glucosa" y que
no es más que un conjunto de secuencias primarias aminoacídicas extremadamente
conservadas que determinan estructuras secundarias y terciarias (dominios o motifs) que
son responsables de las características funcionales de la proteína: especificidad por uno o
más carbohidratos, afinidad por el sustrato, distribución tisular, ubicación celular, regulación
de su actividad por hormonas, etc4.
Las primeras firmas en los Gluts pueden estudiarse históricamente con el descubrimiento
del primer transportador de glucosa en 1977 a partir de membranas de eritrocitos humanos
por Michihiro Kasahara y Meter Hinkle de la Universidad de Cornell y el trabajo clásico
llevado a cabo ocho años después en un proyecto conjunto dirigido por Mike Mueckler y
Harvey F. Lodish del instituto Whitehead de investigaciones biomédicas, en el cual se
dilucidó la secuencia de aminoácidos de este transportador. Los investigadores trabajaron
en sentido inverso mediante una sencilla estrategia que consistió en el aislamiento del ADN
que codificaba la proteina, secuenciación del número y orden de las bases que integraban
ese ADN y finalmente, aplicación del código genético, con lo que se dedujo que codificaba
una proteína de 492 aminoácidos que podía organizarse en 25 segmentos, 12 de los cuales
eran segmentos hidrofóbicos que cruzan el espesor de la membrana plasmática
denominados segmentos T (T = trasmembrana) con una estructura α helicoidal, y 13
segmentos muy hidrofílicos, llamados asas (intra o extracelulares) que conectan a los
segmentos trasmembrana. Este transportador característico de los eritrocitos recibió el
nombre de Glut 12 (Fig. 4).
Figura 4. La gran familia de los transportadores de glucosa GLUT´s se divide en 3 clases,
sin embargo todas comparten ciertas características en común como 12 alfa-hélices
trasmembrana, varios dominios de glicosilación y algunos dominios muy conservados
relacionados con la traslocación de la glucosa al interior de la célula.
Durante los últimos 4 años se han identificado nuevos genes que codifican proteínas
transportadoras tipo TDFH para la glucosa pertenecen a la familia SLC2A (del
inglés SoLute Carrier 2A). Sobre la base de la homología de la secuencia primaria, la familia
de los Glut´s se puede dividir en tres subfamilias 14 (Fig. 5):
El gen del Glut-1 se ubica en el cromosoma 1p35.31.3 y cuyo cDNA codifica una proteína de
492 aminoácidos con un peso molecular de 54,2 kDa. En adición a esto se han determinado
las secuencias polinucleotídicas de este transportador en ratones, ratas, conejos y cerdos, lo
que ha revelado una muy remarcable similitud entre especies de alrededor del 97% 15,16.
Este Glut posee una alta afinidad por la glucosa (Km = 1-2 mM) por lo que es capaz de
transportarla al interior de las células prácticamente a cualquier concentración, por lo que
se considera como un transportador basal de glucosa que mantiene su concentración
intracelular estable, hecho de gran importancia en aquellas células que requieren un
suministro constante de la misma para la producción de energía, tal como sucede en tejido
nervioso y eritrocito.
Las propiedades cinéticas de este Glut han sido extensamente estudiadas pero todavía
resulta un foco de polémica la manera de cómo maneja las moléculas de glucosa de un lado
a otro de la membrana. Según la propuesta más aceptada, el transporte facilitado de
glucosa ocurre mediante cambios conformacionales en la estructura terciaria de
transportador inducidos por la unión de la molécula de glucosa a un sitio de unión para ésta
en la cara extracelular del transportador y su movimiento progresivo hacia la cara
intracelular del mismo donde existe otro sitio de unión para la glucosa. Según este modelo,
ambos sitios no pueden estar ocupados al mismo tiempo, por lo que debe transportarse una
sola molécula de glucosa a la vez. Inconsistente con este modelo es el hecho de que
aparentemente ambos sitios de unión pueden estar ocupados al mismo tiempo, por lo que
una propuesta alternativa ha sido postulada por Carruthers y cols en el cual el Glut 1 existe
como un homotetrámero que presentan interacciones cooperativas positivas entre sí
formando dos dímeros funcionales: dentro de cada dímero, un monómero posee su sitio de
extracelular unión a la glucosa libre mientras que el otro monómero tiene su sitio de unión a
la glucosa intracelular libre. Al mismo tiempo, el otro dímero tiene una conformación
opuesta, lo que permite cambios recíprocos que permiten la entrada de la glucosa al interior
celular. Este modelo explica la mayoría de los datos cinéticos que se encuentran en conflicto
con el modelo de transporte original3.
El Glut-2 es un transportador de glucosa de baja afinidad (Km = 15–20 mM) que se expresa
en el hígado humano adulto, riñón, células beta de los islotes de Langerhans y en la
membrana basolateral de las células epiteliales del intestino delgado. Su gen se ubica en el
cromosoma 3q26.1-26.3 y posee una extensión de 186,9 MB17.
El Glut-4 es un transportador de alta afinidad para la glucosa (Km = 5 mM) que se expresa
fundamentalmente en tejido muscular estriado, tejido muscular cardíaco y adipocito (Fig.
7). Su gen se ubica en el cromosoma 17p13 y tiene una extensión de 8,4 MB 21,22,23,24. Este
transportador no se expresa en tejidos embrionarios (ni pre ni post-implantación) y es único
en el sentido de la regulación de su localización en el citosol o en la membrana por la
insulina25. En condiciones basales, la vasta mayoría de las moléculas de Glut-4 se
encuentran localizadas dentro de vesículas en el citosol que forman dos tipos de
compartimientos bien definidos, ya que un grupo de estas vesículas responden a la señal de
la insulina y otro grupo responde fundamentalmente al estímulo que representa la actividad
física. Este comportamiento representa un mecanismo muy fino de regulación del
metabolismo de la glucosa que solo permite la entrada de glucosa al tejido muscular cuando
es lo suficientemente elevada como para estimular la secreción de insulina y que en última
instancia favorecerá la entrada del excedente de glucosa al interior muscular. Cuando el
nivel de glucosa en plasma es bajo la liberación de insulina también lo es, por lo que
durante el ayuno la mayoría de las moléculas de glucosa son derivadas a los tejidos que
tienen Glut´s de alta afinidad (Glut-1 y Glut-3) que no son sensibles a la presencia de la
insulina. De esta forma, durante el ayuno el músculo es incapaz de incorporar glucosa en
cantidades significativas (a menos que se haga actividad física enérgica) preservándola para
el tejido nervioso y eritrocito26,27,28,29,30.
Uno de los hitos más importantes en la bioquímica moderna ha sido la dilucidación de los
mecanismos involucrados en la respuesta de las vesículas que contienen Glut-4 a la señal
insulínica y que finalmente conducen a la fusión de éstas con la membrana plasmática. Este
intrincado sistema requiere el concurso de una serie de proteínas de las vesículas y de la
membrana que se denominan en conjunto "proteínas Snare". La traslocación del Glut-4 a la
membrana también requiere de la activación de la enzima fosfatidilinisitol-3-cinasa (PI-3K)
por intermedio del IRS-1 fosforilado, que forma un complejo con dicha enzima que produce
un incremento de su actividad unas 20 veces. Igualmente, una segunda vía de activación de
la traslocación (por ejercicio) se lleva a cabo gracias a la activación de la enzima AMPK por
el incremento de la relación AMP/ATP y por alosterismo positivo por el AMP 31,32,33. Existe
evidencia reciente de que una tercera vía de traslocación de Glut-4 a la membrana que
involucra la síntesis de óxido nítrico (NO) durante la contracción muscular y activación
ulterior de la enzima guanilato ciclasa, ya que en experimentos utilizando Nitroprusiato de
Na+(donador de NO) se observó un incremento en el transporte de glucosa en células de
músculo esquelético aislado.
El Glut-5 es un transportador específico para fructosa (Km = 10-13 mM) que se expresa
fundamentalmente en la células del ribete en cepillo del intestino delgado donde media el
paso de la fructosa desde el lumen a la célula epitelial intestinal. Bajos niveles de este
transportador también se encuentran en eritrocitos, riñón, espermatozoides, músculo
esquelético y tejido adiposo de humanos y ratas (34). Su expresión en el músculo
esquelético humano se relaciona a su capacidad de utilizar la fructosa para la glucólisis y la
síntesis de glucógeno de forma independiente de la incorporación por medio del Glut-1 y el
Glut-4. Este transportador no posee uno de los dominios de reconocimiento de la glucosa, el
dominio QLS, en la alfa hélice Nº 7.
Más allá del mecanismo de absorción de fructosa en intestino, mucha polémica ha generado
el mecanismo de obtención de energía de los espermatozoides humanos. A pesar que los
datos disponibles en la actualidad son consistentes con el concepto de que estas células
usan fundamentalmente a la glucosa como fuente de energía, es un hecho cierto que la
concentración de glucosa en los túbulos seminíferos es muy baja y que la concentración de
ésta en el líquido seminal es muy variable, desde un nivel muy cercano a cero hasta 90
mg/dl. La expresión de varios transportadores de hexosas con diferentes afinidades puede
representar una adaptación funcional para transportar diferentes sustratos energéticos cuya
concentración varía durante el ciclo de vida de los espermatozoides, de hecho, estudios
previos han concluido que en el espermatozoide humano se expresan también los Glut´s
1,2 y 34.
Toshiaki Kayano y cols. del Instituto Howard Hughes de la Universidad de Chicago aislaron y
caracterizaron en 1990 lo que pareció ser el sexto transportador de glucosa de la familia de
los Glut´s con un 79,6 % de homología con el Glut 3 y con una ubicación en el brazo largo
del cromosoma 5. Sin embargo, estos autores y otros confirmaron que este gen de 3,4 kb
de extensión poseía un gran número de codones de interrupción de la transcripción por lo
que en condiciones normales no era capaz de producir una proteína (Pseudogen). De esta
manera, el lugar del Glut 6 permaneció vacío hasta el descubrimiento de una "primera
versión del Glut 9" que rápidamente fue reclasificado como Glut 6 por el Comité de
Nomenclatura de Genes HUGO
(Human Genome Organizationman Genome Organization)35.
Desde hace tiempo se sabe que la fracción microsomal de hígados de rata y humanos debe
existir algún tipo de transportador para Hexosas con un alto Km que debería permitir que la
glucosa generada de la actividad enzimática de la Glucosa-6-fosfatasa en el retículo
endoplásmico liso pueda alcanzar el citosol. De esta manera, un grupo de investigadores de
la Universidad de Dundee, Escocia, se dieron a la tarea de analizar posibles secuencias
génicas capaces de codificar dicho transportador, lográndose finalmente el aislamiento de
un nuevo cDNA en hígado de rata que mostraba gran similaridad con las secuencias de los
Glut´s1-6, pero haciéndose notar que dicha homología era mayor para el Glut 2. Para este
momento se decidió que este cDNA correspondía al elusivo transportador Glut 7.
Posteriormente, este mismo grupo quiso ampliar los conocimientos iniciales que habían
reportado en 1992 orientando la investigación hacia la regulación de la expresión del mismo
en seres humanos. Primeramente, ensayaron clonar el equivalente de este Glut mediante el
uso de librerías de cDNA usando las sondas apropiadas y preparadas según la supuesta
homología con el Glut 7 de rata. Mediante este método se aislaron múltiples clones, pero de
los Gluts conocidos hasta ahora, pero se falló en aislar el Glut 7 humano. Posteriormente
usaron el método de la transcriptasa reversa-PCR para aislar porciones del gen del Glut 7
usando las sondas apropiadas preparadas sobre las secuencias del Glut 7 de ratas. Este
método también falló. Los investigadores concluyeron que a la luz de sus últimas
investigaciones que ni los hepatocitos de rata ni el del humano contienen ARNm equivalente
al que se clonó de los experimentos iniciales, por lo que se infiere que el hallazgo inicial del
Glut 7 fue un artefacto de las técnicas de clonaje usadas en la época4.
Sin embargo, investigaciones muy recientes del Instituto de Nutrición Humana de Alemania
(DIfE) han detectado un gen con características similares a la de los Gluts adyacente al gen
del Glut 5 en el cromosoma 1p36.2 con el cual tiene gran similitud (58% de homología).
Este gen se ha denominado provisionalmente SLC2A7, aunque aún no se conoce el patrón
de expresión de este gen ni la especificidad de su transcripto por sustratos.
La búsqueda en las bases de datos genómicas llevó a la identificación en el año 1999 de una
secuencia característica a la de los Gluts cuyo cDNA fue clonado y expresado por dos grupos
de investigadores en el año 2000: Doege y cols., en humanos e Iberson y cols., en ratones,
y que en la actualidad se conoce como Glut 8. El hecho de que dos grupos de trabajo
aislaran esta proteína de forma simultánea causó cierta confusión, ya que inicialmente este
transportador fue denominado como GLUT X1 por uno de estos grupos y Glut 8 por el otro.
En la actualidad de acuerdo al comité de nomenclatura de genes HUGO se reserva el
nombre de Glut-8 para esta proteína36.
El cADN del gen (ubicado en el cromosoma 9) del Glut 8 humano y de ratón contiene franjas
de lectura abierta que codifican una proteina de 477 aminoácidos. Esta secuencia tiene una
homología del 29,4% con el Glut 1 y 73 de los 132 (55%) residuos de aminoácidos idénticos
en todas las isoformas de Gluts de mamíferos están presentes en el Glut 8. La secuencia
primaria de este transportador contiene todos los dominios característicos los Gluts, con la
muy interesante carencia de los sitios de glicosilación en el asa 1, el asa E9 es mucho mas
larga que en los otros Gluts (y que además contiene sitios de glicosilación) y finalmente que
el dominio STS (dominio muy conservado en todos los Gluts) es reemplazado por AET 37.
El transportador mas parecido al Glut 8 es el Glut 6 con el cual comparte una homología del
43,6 %, de hecho, como se dijo anteriormente estos dos transportadores pertenecen a la
familia III de los transportadores de glucosa y solo se encuentran separados por 5 MB en el
mismo cromosoma. Otros parientes cercanos son el Glut 1 (29,4%), el transportador de
inositol del Saccharomyces pombe (30,2%) y los transportadores de xilosa (32,8%) y
Arabinosa (29,1%) de la E. colli. El alineamiento de las secuencias aminoacídicas y su
análisis con el programa PALING ha indicado que la homología del Glut 8 con el
transportador de Arabinosa de E. colli (150 aminoácidos idénticos) es mayor que cuando se
compara las secuencias del Glut 1 con el mismo transportador de Arabinosa (140
aminoácidos idénticos), por lo que se cree que el Glut 8 es el transportador mas primitivo
en mamíferos hasta ahora descubierto3.
Mediante análisis de Northern Blot el transcripto del gen del Glut 8 de 2,4 Kb se ha
encontrado de manera predominante en testículos, blastocisto y cerebro (cerebelo e
hipocampo) y en mucha menor cantidad en el bazo, próstata, intestino delgado, corazón,
cerebro y músculo esquelético. Estudios de afinidad de este transportador llevados a cabo
para la 2-desoxiglucosa arrojaron un Km de 2,4 mM, la cual es bastante similar a la del Glut
3, la más alta afinidad conocida para un Glut. En experimentos realizados en ovocitos de
Xenopus laevis se encontró que el transporte de glucosa fue inhibido competitivamente por
fructosa3,38.
Cuando quedó vacío el espacio del Glut 6 en la clasificación (por ser un pseudogen) el lugar
fue cubierto por el primer Glut-9 en ser descrito, por lo que quedó un puesto vacante para
ser llenado por el que en definitiva sería el verdadero Glut 9. Para que este evento ocurriese
no iba a pasar mucho tiempo, ya que en el año 1999 Phay y cols., descubrieron una
secuencia genómica con gran homología con el Glut 5. Más importante fue el hecho de que
estos investigadores patentaron esta secuencia en los E.U.A39.
Este nuevo miembro de la familia SLC2A fue identificado en el año 2000 por Dawson y cols.
Es una proteína de 541 aminoácidos que comparte un 35% de homología con los Glut´s
humanos 1 y 8. La secuencia de aminoácidos del Glut 10 es casi idéntica en longitud al Glut
9, pero hasta la fecha es el miembro de mayor longitud de la familia. El Glut 10 de ratón
comparte un 77,3% de homología con su contraparte humana41. Cuando este transportador
se expresa en ovocitos de Xenopus laevis exhibe la capacidad de transportar la 2-desoxi-
glucosa que puede ser inhibida por la droga Phloricin. El Km de este Glut es de 0,3mM. El
gen del transportador se localiza en el cromosoma 20 (20q12-13.1 y 12 MB de extensión)
una región asociada fuertemente con posibles diabetogenes.
La localización del gen y sus propiedades funcionales sugieren que el Glut 10 puede llevar a
cabo funciones metabólicas de gran importancia y ser un elemento clave en el desarrollo de
diabetes mellitus tipo 242.
Mediante la técnica de Northern blotting se ha determinado la distribución tisular del Glut-
10. Este transportador se encuentra en mayor concentración en el hígado (adulto y fetal) y
el páncreas, músculo cardíaco, pulmón, cerebro (adulto y fetal), músculo esquelético,
placenta y riñón41,42.
Este es otro nuevo miembro de la Familia SLC2A aislado en el año 2001 por Sasaki y cols.
Se ha determinado que el Glut 5 es el pariente más cercano de este transportador con el
que comparte un 41,7% de homología. El gen del Glut 11 humano consta de 12 exones de
29 Kb de extensión que se localiza en el cromosoma 22 (22q11.2, y 20 MB de extensión) 43.
En seres humanos el transcripto de este gen es de 7,2 Kb de longitud y se ha conseguido
solo en músculo esquelético y cardíaco y del cual se han descrito 3 tipos de variantes: La
primera es causada por la existencia de tres exones de inicio diferentes (SLC2A a, b y c). La
segunda variación se debe a un salto en la transcripción del primer exón 6 y la tercera
debido a una secuencia prematura de terminación entre los exones 8 y 9. Las dos últimas
variaciones representan formas truncadas de los transcriptos sin significado biológico hasta
el momento44. La transfección de células COS-7 con cADN del Glut 11 ha demostrado
aumentar la capacidad de transporte de glucosa de estas células, sin embargo, un dato de
interés, es que a diferencia del Glut 4 la actividad del transporte de glucosa del Glut 11 es
inhibida en gran medida por la fructosa, lo que lleva a pensar que este es un transportador
para fructosa con baja afinidad para la glucosa43,44.
En el año 2002 Wu y cols. del instituto Burnham en La Jolla, California, U.S.A identificaron
lo que representa el último miembro de transportadores de esta familia ubicado en el
cromosoma 12p13.3 (con 17.1 MB de extensión), y unas 10 MB corriente arriba del gen del
Glut 3 con el cual comparte un importante parecido. Hasta ahora se había creído que el Glut
14 era un Pseudogen (igual que el Glut 6 en sus principios) resultado de la duplicación del
gen del Glut 3. El gen del Glut 14 posee dos formas: una corta que consiste en 10 exones y
produce un transcripto de 497 aminoácidos que es similar al Glut 3 en un 94,5%. La
segunda forma, llamada forma larga codifica una proteina de 520 aminoácidos que difiere
de la anterior en el extremo amino-terminal. Ambas forman poseen como todos los Glut´s
12 α-hélices transmembrana y los dominios relacionados con el transporte de glucosa. Sin
embargo, en contraste con el Glut 3 este transportador se expresa fundamentalmente en
los testículos donde su ARNm se encuentra en una concentración 4 veces mayor que el Glut
347.
Transportador de glucosa
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Índice
1Función
o 1.1Transporte activo
o 1.2Transporte pasivo
2Véase también
3Referencias
Función[editar]
La glucosa es un sustrato esencial en el metabolismo de la mayoría de las células que,
por razón de la polaridad de la molécula, su transporte a través de las membranas
biológicas requiere de proteínas transportadoras específicas. El transporte de la
glucosa, así como de otros solutos, a través de la membrana celular puede dividirse en
dos grandes tipos, el transporte activo y el transporte pasivo.
Transporte activo[editar]
El transporte de la glucosa a través de la membrana apical del intestino, en el plexo
coroide (sitio en el encéfalo donde se reabsorbe el LCF), y en las células epiteliales de
los tubulos renales, debe hacerse por medio de proteínas transportadoras.1
En bacterias el sistema más extendido y eficiente de transporte de azúcares es
el sistema fosfotransferasa (PTS) descrito por Kundig en 1964.2
Transporte pasivo[editar]
La difusión facilitada de la glucosa a través de la membrana celular es catalizada por
transportadores de glucosa GLUT o SLC2 (por sus siglas en inglés: Solute Carrier
Family 2) que pertenecen a la superfamilia de transportadores facilitadores y que
incluyen aniones inorgánicos y transportadores de cationes, el transportador de
hexosas en levaduras, el cotransportador de hexosa/H+ en plantas y el cotransportador
bacteriano de azúcar/H+.3 El transporte de moléculas por parte de estas proteínas
transportadores es un ejemplo de difusión facilitada y no requiere del ATP para el
mecanismo de su transporte.
Glucógeno
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Glucógeno
General
Familia Polisacárido
Índice
1Historia
o 2.1Biosíntesis de glucógeno
o 2.2Glucogenólisis
2.2.1Enzimas de la glucogenólisis
4Trastornos metabólicos
5Referencias
6Enlaces externos
Historia[editar]
Fue el médico y fisiólogo francés Claude Bernard a quien se debe la primera idea de la
función glucogénica del hígado y luego, en una segunda etapa, del aislamiento del
glucógeno. Este descubrimiento en 1856 marcó una ruptura significativa con las
concepciones previas acerca de la nutrición. Se pensaba que sólo las plantas podían
producir azúcares, que eran luego degradados por los animales en un lugar aún sin
determinar, que Lavoisier pensaba era el pulmón. Buscando ese lugar de degradación
fue como Bernard constató la presencia de azúcar en la salida del hígado (en la vena
hepática) y su ausencia en la entrada (en la vena porta). En animales alimentados
exclusivamente de carne, la presencia de azúcar persistió a la salida del hígado. Los
métodos de ensayo que empleó no le permitieron encontrar el azúcar por debajo
de 0,8-1 g por litro, y por lo tanto en la vena porta, lo que le condujo a dar una
interpretación excesiva de sus experiencias. Se creyó durante mucho tiempo que se
había equivocado, y que el hígado no hacía más que almacenar el azúcar en forma de
glucógeno, antes de descubrir que la gluconeogénesis era de hecho el factor clave en
la formación del glucógeno hepático.1
Regulación de la glucogenogénesis y la
glucogenólisis[editar]
La regulación del metabolismo del glucógeno se ejecuta a través de las
dos enzimas; la glucógeno sintasa que participa en su síntesis, y
la glucógeno fosforilasa en la degradación.
Trastornos metabólicos[editar]
Las glucogenosis o trastornos del metabolismo del glucógeno son un
conjunto de nueve enfermedades genéticas, la mayoría hereditarias, que
afectan a la vía de formación del glucógeno y a las de su utilización.
La enfermedad más común en la que el metabolismo del glucógeno se
convierte en anómalo es la diabetes, donde debido a las cantidades
anormales de insulina, el glucógeno del hígado puede ser anormalmente
acumulado o agotado. La restauración del metabolismo normal de la
glucosa generalmente normaliza el metabolismo del glucógeno de las
siguientes maneras.
Por ejemplo en la hipoglucemia, provocada por una cantidad excesiva de
insulina, los niveles de glucógeno en hígado son altos, por lo tanto los
niveles altos de insulina impiden la glucogenólisis necesaria para
mantener los niveles normales de azúcar en la sangre. Como tratamiento
común para este tipo de hipoglucemia es el glucagón.
Otro ejemplo son los errores innatos del metabolismo, que son causados
por deficiencias en la cantidad de las enzimas necesarias para la síntesis
de glucógeno. Este tipo de errores son conocidos como enfermedades
de almacenamiento del glucógeno.
El agotamiento del glucógeno y el ejercicio de
resistencia[editar]
Atletas de larga distancia, como corredores de maratones, esquiadores
de fondo y ciclistas, a menudo experimentan la depleción de glucógeno,
donde casi todas las reservas de glucógeno del atleta se agotan después
de largos períodos de esfuerzo, donde no tienen suficiente consumo de
energía.
El agotamiento de glucógeno puede ser intervenido de tres maneras
posibles. La primera ocurre durante el ejercicio, donde los carbohidratos
con la tasa más alta para la conversión de glucosa en la sangre (alto
índice glucémico) se ingieren de forma continua. El mejor resultado
posible de esta estrategia reemplaza aproximadamente el 35% de
glucosa consumida a frecuencias cardiacas por encima del 80%.
La segunda ocurre a través de las adaptaciones al entrenamiento de
resistencia y regímenes especiales (por ejemplo, ayunar antes de
entrenamiento de resistencia de baja intensidad); donde el cuerpo puede
condicionar las fibras de tipo I del músculo para mejorar, tanto la
eficiencia del uso de combustible23 y la capacidad de carga de trabajo
para aumentar el porcentaje de ácidos grasos utilizados como
combustible y utilizar una cantidad moderada de carbohidratos
provenientes de todas las fuentes.
Por último y en tercer lugar, se encuentra el consumo de grandes
cantidades de carbohidratos después de que se han agotado las
reservas de glucógeno; esto como resultado del ejercicio o de la dieta.
El cuerpo puede aumentar la capacidad de almacenamiento de las
reservas de glucógeno intramusculares,4 este proceso es conocido como
la carga de carbohidratos . En general, el índice glucémico de la fuente
de carbohidratos no importa, ya que la sensibilidad a la insulina muscular
se incrementa como resultado del agotamiento temporal del glucógeno.
Al experimentar la deuda de glucógeno, los atletas a menudo llegan a
sentir extrema fatiga, hasta llegar al grado de no poder mover su cuerpo.
Por ejemplo, los mejores ciclistas profesionales del mundo por lo general
al terminar una carrera por etapas de 4 a 5 horas, usan las tres primeras
etapas cuando llegan al límite del agotamiento de glucógeno. Estos
ingieren carbohidratos y cafeína después de un ejercicio intenso, donde
el glucógeno se repone más rápido
Metabolismo del glucógeno
OBJETIVOS
Después de estudiar este capítulo, usted debe ser capaz de:
IMPORTANCIA BIOMÉDICA
El glucógeno es el principal carbohidrato de almacenamiento en animales; corresponde al
almidón en los vegetales; es un polímero ramificado de α-D-glucosa (figura 14-13). Se encuentra
sobre todo en hígado y músculos, con cantidades modestas en el cerebro. Aunque el contenido de
glucógeno en hígado es mayor que en músculos, dado que la masa muscular del cuerpo es
bastante mayor que la del hígado, alrededor de tres cuartas partes del glucógeno corporal total
están en el músculo (cuadro 19-1).
CUADRO 19-1
Almacenamiento de carbohidratos en un ser humano de 70 kg de peso
La estructura muy ramificada del glucógeno (figura 14-13) proporciona un gran número de sitios
para glucogenólisis, lo cual permite la liberación rápida de glucosa 1-fosfato para actividad
muscular. Los atletas de resistencia requieren liberación más lenta y más sostenida de glucosa 1-
fosfato. La formación de puntos de ramificación en el glucógeno es más lenta que la adición de
unidades de glucosa a una cadena lineal, y algunos atletas de resistencia practican carga de
carbohidratos: ...
Índice
1Gluconeogénesis
o 1.1Desde glicerol
o 1.3Desde lactato
2Véase también
3Referencias
4Enlaces externos
Gluconeogénesis[editar]
Artículo principal: Gluconeogénesis
Nombres en azul indican los sustratos de la vía, flechas en rojo las reacciones únicas de esta vía, flechas
cortadas indican reacciones de la glucólisis, que van en contra de esta vía, flechas en negrita indican la
dirección de la gluconeogénesis.
Véase también[editar]
Glucogénesis
Glucogenólisis
Ruta de las pentosas fosfato
Ciclo de Calvin
Amilasa
Glucosidasas
Fermentación