10 Destrezas Psicosociales o Habilidades para La Vida

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10 DESTREZAS PSICOSOCIALES O HABILIDADES PARA LA VIDA

…una estrategia para promover la salud y el bienestar.

Habilidad es vida
Aunque hay diversas formas de clasificar las Habilidades para la Vida, la propuesta
de la Organización Mundial para la Salud ha logrado un reconocimiento amplio
porque es bastante flexible y tiene aplicabilidad universal.”

1. Autoconocimiento
Destreza para identificar y tomar conciencia de los rasgos que dibujan nuestra
personalidad, la organización integrada de todas aquellas dimensiones
psicosociales que nos caracterizan y nos hacen singulares.
“Conocerse es el soporte y el motor de la identidad y de la autonomía. Captar mejor
nuestro ser, personalidad, fortalezas, debilidades, actitudes, valores, aficiones…
Construir sentidos acerca de nosotros mismos, de las demás personas y del mundo
que compartimos. Conocerse no es solo mirar hacia dentro, sino que también es
saber de qué redes sociales se forma parte, con qué recursos personales y sociales
contamos para celebrar la vida y para afrontar los momentos de adversidad. En
definitiva, saber qué se quiere en la vida e identificar los recursos personales con
que se cuenta para lograrlo.”

2. Empatía
Capacidad para ponerse en el lugar de las demás personas para, desde esa
posición, sintonizar con sus sentimientos y emociones.
“La empatía es una capacidad innata de las personas que permite tender puentes
hacia universos distintos al propio, para imaginar y sentir cómo es el mundo desde
la perspectiva de la otra persona. Poder sentir con la otra persona facilita
comprender mejor las reacciones, emociones y opiniones ajenas, e ir más allá de
las diferencias, lo que nos hace más tolerantes en las interacciones sociales.
“Ponerse en la piel” de la otra persona para comprenderla mejor y responder de
forma solidaria, de acuerdo con las circunstancias.”
3. Comunicación asertiva
Habilidad para expresar opiniones, sentimientos, decisiones, etc., de manera
apropiada al contexto en el que vive y a las personas con las que se entra en
relación.
“La persona que se comunica asertivamente expresa con claridad lo que piensa,
siente o necesita, teniendo en cuenta los derechos, sentimientos y valores de sus
interlocutores. Para esto, al comunicarse da a conocer y hace valer sus opiniones,
derechos, sentimientos y necesidades, respetando las de las demás personas. La
comunicación asertiva se fundamenta en el derecho inalienable de todo ser humano
a expresarse, a afirmar su ser y a establecer límites en las relaciones sociales.”

4. Relaciones interpersonales
Competencia para interactuar de manera positiva con las demás personas,
poniendo en acción en ese marco relacional todas aquellas otras habilidades sin
cuyo manejo diestro el “animal social” que somos se vería limitado.
“Establecer y conservar relaciones interpersonales significativas, así como ser
capaz de terminar aquellas que bloqueen el crecimiento personal (relaciones
tóxicas). Esta destreza incluye dos aspectos claves. El primero es aprender a iniciar,
mantener o terminar una relación; el segundo aspecto clave es aprender a
relacionarse en forma positiva con las personas con quienes se interactúa a diario
(en el trabajo, en la escuela, etc.)”

5. Toma de decisiones
Capacidad para construir racionalmente las decisiones cotidianas a partir del
reconocimiento de las variables en juego, la identificación de las opciones
disponibles, la asunción de las decisiones consideradas más efectivas y la
valoración posterior de los resultados.
“Decidir significa actuar proactivamente para hacer que las cosas sucedan en vez
de limitarse a dejar que ocurran como consecuencia del azar o de otros factores
externos. Continuamente estamos tomando decisiones, escogiendo qué hacer tras
considerar distintas alternativas. Esta habilidad ofrece herramientas para evaluar
las diferentes posibilidades en juego, teniendo en cuenta necesidades, valores,
motivaciones, influencias y posibles consecuencias presentes y futuras, tanto en la
propia vida como en la de otras personas.”
6. Solución de problemas /Manejo de problemas y conflictos
Destreza para afrontar de manera constructiva los conflictos inherentes a la vida
humana, que afectan a las personas y las comunidades.
No es posible ni deseable evitar los conflictos. Gracias a ellos, renovamos las
oportunidades de cambiar y crecer. Pueden ser una fuente de sinsabores, pero
también una oportunidad de crecimiento. Podemos aceptar los conflictos como
motor de la existencia humana, dirigiendo nuestros esfuerzos a desarrollar
estrategias y herramientas que permitan manejarlos de forma creativa y flexible,
identificando en ellos oportunidades de cambio y crecimiento personal y social.

7. Pensamiento creativo
Destreza en la que se materializa uno de los procesos de pensamiento a disposición
de todas las personas para explorar respuestas innovadoras a cada momento y
situación vital.
Usar la razón y la “pasión” (emociones, sentimientos, intuiciones, fantasías, etc.)
para ver la realidad desde perspectivas diferentes que permitan inventar, crear y
emprender con originalidad. Pensar creativamente hace referencia a la capacidad
para idear algo nuevo, relacionar algo conocido de forma innovadora o apartarse de
esquemas de pensamiento o conducta habituales (pensar “fuera de la caja”). Esto
permite cuestionar hábitos, abandonar inercias y abordar la realidad de formas
novedosas.

8. Pensamiento crítico
Capacidad para cuestionar experiencias e información, sin asumir pasivamente
criterios ajenos. Esta habilidad es uno de los principales motores del cambio
personal y social.

Analizar experiencias e información y ser capaz de llegar a conclusiones propias


sobre la realidad. La persona crítica no acepta la realidad de manera pasiva “porque
siempre ha sido así”. Por el contrario, se hace preguntas, se cuestiona rutinas,
investiga. El pensamiento crítico requiere la puesta en acción tanto de habilidades
cognitivas (un proceso activo de pensamiento que permite llegar a conclusiones
alternativas), como de competencias emocionales (relacionadas con las actitudes
personales, ya que es necesario también querer pensar).
9. Manejo de emociones y sentimientos
Destreza necesaria para reconocer y gestionar de manera positiva las emociones y
sentimientos, tanto los propios como los de aquellas personas con las que entramos
en relación.
Esta habilidad propone aprender a navegar en el mundo de las emociones y
sentimientos, logrando mayor sintonía con el propio mundo afectivo y el de las
demás personas. Las emociones y sentimientos nos envían señales constantes que
no siempre escuchamos. A veces pensamos que no tenemos derecho a sentir
miedo, tristeza o ira. Este es un ejemplo de cómo el mundo afectivo se puede ver
distorsionado por prejuicios, temores y racionalizaciones. Comprender mejor lo que
sentimos implica tanto escuchar lo que nos pasa por dentro, como atender al
contexto en el que nos sucede.

10. Manejo de tensiones y estrés


Capacidad para reconocer las fuentes que subyacen a las tensiones y el estrés que
afectan a nuestra vida cotidiana, y de actuar positivamente sobre ellas para
erradicarlas o, cuando menos, compensar su impacto.
Las tensiones son inevitables en la vida de todas las personas. El reto que
representan no consiste en evadir las tensiones, sino en aprender a afrontarlas de
manera constructiva, sin instalarse en un estado crónico de estrés. Esta habilidad
permite identificar las fuentes de tensión y estrés en la vida cotidiana, saber
reconocer sus distintas manifestaciones y encontrar vías para eliminarlas o
contrarrestarlas de manera saludable.”

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