NY Bairros, Bloques e Basura
NY Bairros, Bloques e Basura
NY Bairros, Bloques e Basura
BARRIOS,
un libro de fascinantes paisajes urbanos e historias
ocultas, como la de la famosa abortera del siglo XIX
como nunca la habías visto antes Madame Restell, que atendió a las mujeres de la alta
BLOQUES Y BASURA
sociedad y construyó su lujosa mansión en la Quinta
E
Avenida, a una manzana de una iglesia católica,
n Barrios, bloques y basura, Julia Wertz nos lleva a la parte trasera de esa Nueva
supuestamente para burlarse de los fieles…
York que crees que conoces. No es la Nueva York turística —la Estatua de la Li-
La ciudad se eleva de forma majestuosa en estas
bertad hace apenas una breve aparición y el Empire State Building no sale en
páginas. Tus ojos no pueden parar; hay mucho
BLOQUES
BARRIOS,
absoluto—, sino sus entrañas, los lugares más secretos de esta ciudad que, a día de hoy,
que absorber».
sigue sin dormir. A través de magníficos y divertidos dibujos y cómics, Wertz nos des-
cubre paisajes urbanos en los que podemos encontrar «el antes y el después» de mu-
—The New York Times
chos de sus rincones más increíbles y las historias más disparatadas, como la leyenda de
«Extraordinaria. Las historias de los diversos
Kim’s Video, el peliagudo negocio de Ray’s Pizza, la basura vintage y los huesos de ca-
lugares de la ciudad, investigadas al detalle,
ballo que ensucian la costa de Bottle Beach en Brooklyn, el cementerio de máquinas de
son alucinantes, y los dibujos de Wertz capturan
pinball en el fondo del Hudson, el astillero abandonado de Staten Island o la espeluz-
a la perfección toda su poesía».
nante biografía de Madame Restell, la insaciable abortera de la Quinta Avenida. De la
Y BASURA
mano de esta neoyorquina y neoyorsófila, tan buena contadora de historias como di- —Roz Chast
bujante, y con un envidiable sentido del humor, recorreremos bares, restaurantes y
puestos de comida ambulante, sabremos de libreros y de basureros, y entraremos en «El amor de Wertz por Nueva York
apartamentos minúsculos o de un lujo tan desorbitado como sus precios. es tangible y conmovedor».
—NPR
Barrios, bloques y basura es algo así como un viaje a deshoras en un taxi
amarillo que, en realidad, va siguiendo a otro taxi, también amarillo pero «Una delicia para los amantes de Nueva York.
más antiguo, tras cuya estela iremos desde la ciudad actual hasta una Nue- Cada ciudad necesitaría una versión
va York de antaño que sigue escondida entre sus calles. de esta artista y su libro».
CÓD I G O I B I C: F X Z
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Guía parcial de las librerías independientes de Nueva York
En la cultura de nuestros días, dominada por lo digital, las librerías físicas son un negocio herido
de muerte. O eso aseguran Internet y la rumorología. Sin embargo, si examinamos con atención las
librerías neoyorquinas que aún resisten, descubriremos otra cosa, algo más pesimista y a la vez más
optimista de lo que el consenso general quiere hacernos creer.
A principios de los dos mil, el gigante digital Amazon amenazaba con cerrar las librerías ven-
diendo más barato y ejerciendo de intermediario para vendedores particulares. En algunas ciudades
triunfó y llevó al cierre a muchas cadenas y librerías independientes. En 2011, cuando Borders se de-
claró en bancarrota, parecía que había llegado la cuenta atrás para las supervivientes.
Pero en Nueva York nos subestimamos. Resultó que, ante el temor a perder nuestras librerías, empe-
zamos a comprar más libros en comercios de barrio. Ese miedo, junto con el creciente rechazo hacia
los libros digitales, evitó que muchas librerías se fuesen al carajo.
*Me habría resultado imposible dar cabida a todas las librerías independientes de Nueva York en este libro, lo cual es bueno,
así que me quedo con una lista considerablemente recortada que omite algunas maravillosas. Al verme obligada a seleccionar,
he elegido algunas por su historia y otras por mi relación personal con ellas tras una década haciendo libros y organizando
bolos en librerías de toda la ciudad. Con varias de ellas ni tengo relación ni ellas tienen relevancia histórica, pero me recon-
forta su inalterable presencia en una ciudad en continuo cambio**.
**Algunas han cerrado en los años que he tardado en terminar este libro; se indica en cada caso.
Bluestockings, en el 172 de Allen Street, Lower East Side, Manhattan.
Unnameable Books,
en el 600 de Vanderbilt Avenue,
Kathryn Welsh bautizó originalmente
Prospect Heights, Brooklyn.
Bluestockings en 1999 como “Bluestoc-
kings Women’s Bookstore”. Era un espacio
Originalmente, Unnameable se llamaba Adam’s comunitario, local de actividades y li-
Books (por su propietario, Adam Tobin) y estaba brería de mujeres. En 2003, Welsh decidió
en Bergen Street. Tobin tuvo que hacer frente a darle un nuevo enfoque y que el compro-
una subida del alquiler y una amenaza de pleito miso de la tienda estuviera más orienta-
por el nombre de la tienda por parte Adams Book do al activismo social, aunque sin perder
Company, una distribuidora de libros, así que en su potente faceta feminista. Casi todas
2009 trasladó la librería a Vanderbilt Avenue y le las noches se celebran lecturas, espec-
cambió el nombre por Unnameable Books. Aunque táculos, talleres y otras actividades, y
en la tienda hay títulos populares, Tobin también ofrece un amplio abanico de información
vela por que estén representados los autores lo- y recursos LGTB. Es realmente asombro-
cales y las pequeñas editoriales de la zona, algo so que el colectivo Bluestockings haya
que, como autora de la zona publicada en peque- mantenido el local abierto tanto tiem-
ñas editoriales que fui, agradezco en el alma. po, teniendo en cuenta cómo está hoy en
día el mercado inmobiliario. Trabajan a
beneficio cero, así que cada dólar que te
gastes aquí cuenta de verdad.
Rocketship Graphic Novels & Comics,
en el 208 de Smith Street,
Cobble Hill, Brooklyn.
Bookcourt, en el 164 de
Court Street Cobble Hill, Brooklyn. Rocketship fue la primera tienda de
cómics que visité cuando me mudé a
Bookcourt, que se inauguró en 1981 y Brooklyn y el primer sitio de Nueva
aguantó hasta 2016, vendía una amplia se- York donde hice una presentación.
lección de novedades y montaba actividades Pasé allí muchas tardes y conocí a
literarias. Me encantaban sus exhaustivas UN MONTÓN DEdibujantes de la zona
secciones de libro infantil y sobre Nueva que acabarían siendo buenos amigos
York. Los propietarios de Bookcourt, Henry en la década siguiente. Mis dibujos
Zook y Mary Gannett, trabajaron en la colgaron de sus paredes durante
tienda durante 35 años, hasta que en 2016 un tiempo. El cierre de Rocketship,
decidieron vender el local y retirarse. Como en 2010, fue un palo, pero por suerte
respuesta al cierre de Bookcourt, la escri- aparecieron Bergen Street Comics*
tora Emma Straub y su marido abrieron su y Desert Island para amortiguar el
propia librería a pocos portales de distancia. golpe.
Durante muchas décadas, el Macy’s de Herald Square fue uno de los holdouts más tristemente
célebres de Nueva York, ubicado en la llamada “esquina del millón de dólares”, en el cruce de Broad-
way y la calle Treinta y cuatro. El nombre se debe a que, al final, fue comprado por un millón de
dólares, una suma desorbitada a la sazón. El edificio existe todavía, aunque está tapado por un gran
anuncio de Macy’s.
En la actualidad, hay cantidad de houldouts en Nueva York cuyos propietarios esperan a recibir
una oferta mejor o, simplemente, se resisten al cambio. En estos casos, las constructoras no tienen
más remedio que construir rodeando el edificio, lo que da lugar a una estética… interesante. A con-
tinuación, algunos de mis holdouts actuales* favoritos de la ciudad.
*Me fui de Nueva York en 2016, por lo que conviene señalar que algunos quizá ya no existan.
Police Gazette,
de The National
Portada de 1847 publicar los
que se negó a
una gacetilla ió sus prácticas
stell y denunc
anuncios de Re
ulos de repulsa.
en varios artíc
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Apartamento en línea de tres habitaciones en UN BLOQUE DE VECINOS.
The Tenement Museum*,
En el 97 de Orchard Street, Lower East Side, Manhattan.
* Este edificio forma parte del museo, aunque la sede está en el 103 de Orchard Street.
El mejor ejemplo histórico de los bloques de vecinos llamados tenements es, sin discusión, el Tene- Interiores del 97 de Orchard Street tal y como puede verse hoy en día en el Tenement Museum.
ment Museum del Lower East Side. El museo ha conservado intactos los apartamentos del siglo xix,
decorados con mobiliario y artículos domésticos de la época.
En estos bloques de vecinos vivían familias inmigrantes pobres. La cantidad de personas que se
hacinaban en los apartamentos hoy en día se consideraría ilegal. Lo típico era que fuesen apar-
tamentos en línea, con habitaciones sin ventanas en la parte central. Los tenements florecieron
durante la industrialización del siglo xix debido a la marea de inmigrantes que necesitaban una
vivienda barata. Muchos aún siguen en pie, pero han sido renovados y ya no se llaman así.
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A pesar de su popularidad, la microvivienda no es un concep-
Microviviendas: el mayor timo inmobiliario del mundo
to nuevo. De hecho, las primeras moradas de la humanidad, En siglos posteriores, la vivien-
En enero de 2013, el ayuntamiento de Nueva York presentó el primer las cuevas, eran la microunidad suprema. da pequeña casaba con unos
edificio legal de microunidades. Los habitáculos oscilaban entre los 25 ingresos bajos, salvo excepcio-
y los 34 m2, y se alquilaban por unos 3.000 $ mensuales. Como es lógi- nes. En teoría, podría decirse
co, un apartamento tan diminuto tendría que haber costado la mitad, que las chabolas de un país
Línea invisible aquí,
pero el edificio se habitó íntegramente nada más inaugurarse y nadie del Tercer Mundo son una
juegas con roca ahí.
se quejó del precio. ¿Por qué? forma de microvivienda, pero
habría que ser gilipollas.
Por esas fechas, “microvivienda” era una expresión en
boga en el ámbito inmobiliario y un concepto cultural de
moda. Los microapartamentos, que han cobrado populari-
dad en los últimos 5 años, se definen como espacios habita-
bles de 37 m2 o menos. Cuando transformamos el concepto
de microvivienda en un estilo de vida, embutir tus trastos
en un armario diminuto se eleva a la categoría de arte.
10m
3m
Estoy aquí, Anne. Sabes que estoy aquí.
Siempre estoy aquí, me cago en todo.
¡Fuera de mi espacio!
¡No te saltes la línea
invisible!
¡No me la sal-
Datos del edificio: to, atontado!
Nombre: Carmel Place
Dirección: 335 de la
calle Veintisiete este
Barrio: Kips Bay
Número de unidades: 55
Número de plantas: 9
Tamaño de las unidades:
25-34 m2
Alquiler medio: 3.000 $
pasillo
dormi- alta. Y para capullos.
dormitorio torio
cocina común
dormitorio
dormitorio
baño
común cocina
común
Al llegar los 2000, Nueva York ya estaba superpoblada, el crecimiento no se ralentizaba y la vi- El término “microvivienda” caló rápido y pronto pasó a ser la palabra de moda.
vienda escaseaba. Los edificios eran cada vez más grandes y los apartamentos más pequeños, pero Estamos buscando piso, hemos visto
los precios se disparaban, lo que supuso un reto para el mercado inmobiliario. un par de sitios superpequeños. Sí, tengo un piso de 25 m2
¡Qué desastre! ¿Cómo vamos a vender en el Lower East Side.
apartamentos tan diminutos y caros?
Ah, ya, las microunidades. Están por toda ¡Pues mi piso de Astoria
¿Desastre? Para nada. Es el clásico dile- la ciudad. ¡Michael vive en una, de hecho! sólo tiene 23 m2!
ma metropolitano que supondrá enor-
¡Me sobran
mes beneficios si le damos la vuelta.
5 m2!
Pondremos otro nombre a esas cajas de cerillas cocham- A medida que el concepto “microvivienda” se Surgieron negocios nuevos especializados en la
asentaba, los pequeños espacios ya existentes organización de microespacios.
brosas: las llamaremos “microviviendas”. Venderemos un —como los hoteles-cápsula japoneses— renova-
Hmmmm…
estilo de vida moderno, y no una pesadilla espacial. ron su imagen, y su popularidad aumentó. ¡Gracias a gabinete, la pared será cama, ar-
mario y trastero, todo en uno!
¡Bingo, ya sé! ¡Tengo ¡Puto genio! ¡Diremos que lo enano es
una idea genial! guay y sexy, y los muy palurdos
se lo comerán con patatas!
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