Alcohol Etilico DR Camargo y Dra Torres Libro

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 58

1

Torres, Ana María


Toxicología del alcohol etílico : dosaje en muestras biológicas / Ana María
Torres ; Francisco José Camargo. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires
: Elemento, 2017.
60 p. ; 23 x 15 cm.

ISBN 978-987-1631-62-9

1. Indicadores Biológicos. 2. Alcohol. I. Camargo, Francisco José II. Título


CDD 614.1

© Torres Ana María, 2016.


© Ediciones Elemento, 2016.

Ediciones Elemento
Celina Boena 2178
(1618) El Talar, Pdo. de Tigre
Tels.: 54 11 4740 9075 / 11 6214 1781
[email protected]
www.edicioneselemento.com.ar

Diseño de tapa e interior: Nancy Bazzano


Edición y producción: Adriana Cabrera

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723.


Todos los derechos reservados.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, ya sea a través de
medios ópticos, mecánicos, electrónicos, químicos, fotográficos o de fotocopia,
sin la previa autorización escrita del editor.
Toxicología
del alcohol etílico
Dosaje en muestras biológicas

Dr. Francisco J. Camargo

Dra. Ana María Torres


PRÓLOGO

E l dosaje de etanol en muestras biológicas representa siempre un desafío ana-


lítico de compleja resolución. En auxilio de esta situación se encuentra el
avance de la ciencia y la técnica, sobre todo en lo referente a la moderna ins-
trumentación analítica que se ha convertido en un aliado estratégico en pos de
obtener resultados confiables y reproducibles. Esta situación exige profesionales
comprometidos con la formación y capacitación permanentes.
Cuando se considera el gran número de variables que pueden influir en el re-
sultado de las determinaciones realizadas se comprende, en su real dimensión, la
necesidad de desarrollar una visión sistémica de todas las operaciones involucra-
das en el proceso. Más aún, si se tiene en cuenta que la realización de los estudios
propiamente dichos es tan sólo una parte de la tarea profesional a realizar ya que,
no menos importante, resulta la etapa de evaluación post-analítica, interpretación
y alcance de los resultados.
Esta obra fue escrita con la intención de constituirse en una guía práctica, ágil
y muy amigable, destinada a satisfacer las consultas más comunes que, sobre el
particular, pudieran tener estudiantes y profesionales de carreras tales como Bio-
química, Medicina y Derecho; para quienes la familiarización con los conceptos
que en ella se desarrollan pueden resultar de valor e interés.

5
Capítulo I
Introducción

E l consumo de alcohol es hoy un problema social global, dada su extensión y


amplitud respecto a situaciones sociodemográficas, niveles económicos, con-
formaciones etarias y otros componentes sociales. La determinación de la con-
centración de etanol en muestras biológicas en la práctica toxicológica de rutina,
deriva de una necesidad tanto clínica, laboral, como forense. La primera se
relaciona con los problemas de salud, consecuencia del consumo excesivo (alcoho-
lismo); la segunda puede suponer el incremento de riesgo de accidentes, tanto para
el individuo como para sus compañeros de trabajo, además de implicaciones sa-
nitarias de seguridad o transporte; y la tercera, con la modificación del comporta-
miento que induce el consumo abusivo de bebidas alcohólicas, que se traduce con
frecuencia en infracciones de códigos y normas legales y en muchas ocasiones con
hechos violentos (accidentes de tránsito, suicidios, homicidios, etc.) que requieren
por lo tanto investigación judicial.
El consumo moderado del alcohol, no es perjudicial para la mayoría de las
personas sanas, incluso algunos autores expresan que podría tener efectos benefi-
ciosos, actuando como una hormetina. Ahora bien, el consumo excesivo de alco-
hol, al igual que otras drogas, puede dar lugar a trastornos somáticos, mentales y
sociales. El alcohol es fundamentalmente un depresor de la transmisión nerviosa
en el SNC, presenta tolerancia cruzada con otros depresores, produce sedación
y sueño, aunque el efecto inicial -debido a la inhibición de la actividad cortical-
es de aparente estimulación (conducta espontánea, locuacidad), acompañada de
disminución de la actividad psicomotora, de la atención, con perturbaciones en el
estado de alerta y en la capacidad de respuesta rápida.
En la práctica profesional se observa una estrecha relación entre los hechos vio-
lentos que requieren investigación judicial con el consumo de alcohol etílico. Esta
situación torna indispensable el establecimiento de un sistema estandarizado de
obtención y análisis de muestras, con la finalidad de lograr mediciones confiables y
reproducibles para aquellos casos en los que se sospecha el consumo de bebidas al-
cohólicas como factor coadyuvante o predisponente para la ocurrencia del hecho
bajo investigación; de tal manera de poder brindar a la autoridad judicial compe-
tente evidencia científica que permita establecer la responsabilidad civil y/o penal
que corresponda, según el marco legal vigente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo de alcohol pro-
voca el 3,2% de las defunciones anuales a nivel mundial (1,8 millones), lo que equi-

7
Dr. Camargo / Dra. Torres

vale al 4% de la carga global de enfermedades y existen relaciones causales entre


el consumo de alcohol y más de 60 tipos de enfermedades y lesiones (WHO, 2001).
En el año 2000, el análisis comparativo de la OMS de 26 factores de riesgo
distintos y su impacto sobre la carga de morbilidad, demostró que el alcohol era
el principal factor de riesgo en América, siendo su consumo per cápita un 50%
mayor (8,5 l) que la media mundial (6,2 l). En el año 2002, en términos de carga de
morbilidad, el alcohol causó aproximadamente 323.000 muertes, 6,5 millones de
años de vida perdidos y 14.6 millones de años de vida ajustados a la discapacidad
(AVAD) en la Región (Ministerio de Salud Argentina 2011), 26% de los AVAD
masculinos perdidos por homicidio y del 16% de los femeninos a nivel mundial
(OMS 2006), en comparación con la cifra global de 4,4%, abarcando resultados
de enfermedad crónica y aguda en neonatos y ancianos. Los hombres, tienen ma-
yores niveles de carga de morbilidad atribuible al alcohol en comparación con las
mujeres, lo cual podría deberse principalmente a su perfil de consumo, tanto en
términos de un mayor volumen total como en patrones más nocivos de ingesta,
incluyendo ingesta episódica intensa. Con respecto a la prevalencia del consumo
excesivo ocasional en algunos países de la Región, Argentina se encuentra ubicada
en tercer lugar luego de Canadá y Perú. Los estudios sugieren que, en ciertos paí-
ses de América, los niños están empezando a beber alcohol desde los diez años de
edad, sin descontar el uso de alcohol como alimento aún para los lactantes, sobre
todo en regiones empobrecidas y productoras de algún tipo de alcohol (Ministerio
de Salud Argentina 2011).
Son pocos los países que cuantifican de manera sistemática la implicación del
alcohol en actos violentos. Carrasco Gómez indica para España: 29% de depen-
dientes alcohólicos entre los homicidas, 12 - 65% en malos tratos a la infancia
y 48 - 87% en los malos tratos a cónyuges. En los Estados Unidos, el 35% de
los atacantes violentos están relacionados con alcohol, en Inglaterra y Gales el
50%, en la Federación de Rusia las tres cuartas partes de los detenidos por homi-
cidio habían consumido alcohol poco antes del incidente, en Sudáfrica el 44%,
en Tianjin (China) un estudio entre reclusos mostró que el 50% de los agresores
habían consumido alcohol antes del incidente (OMS 2006). Entre el 20 - 50% de
los accidentes de tránsito en América, se encuentran relacionados con el alcohol
(OMS 2004). El 50,5% de las muertes atribuibles al alcohol se debieron a lesiones
(intencionales y no intencionales).
El consumo de vino en la Argentina por habitante fue de 24,7 l por año (insti-
tuto nacional de Vitivinicultura, 2005), y de 9,3 l de alcohol por año en mayores
de 15 años (2008-2010 WHO 2014). La Agencia Nacional de Seguridad Vial, en
los últimos 15 años, publica que 113.939 personas murieron en Argentina por ac-
cidentes viales y alrededor del 50% de los fallecidos en los siniestros presentó altos
niveles de alcohol y drogas.
Según datos de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Dro-
gadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), se estima que en la
Argentina hay casi 2 millones de alcohólicos y que por año mueren en el país unas
25 mil personas por causas relacionadas al alcoholismo. La SEDRONAR, a través
8
Toxicología del alcohol etílico

de su Observatorio Argentino de Drogas (OAD), realizó a mediados del año 2007


la Tercera Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media, sobre consumo
de sustancias psicoactivas y factores de riesgo y protección asociados. El estudio
informa sobre la magnitud del consumo de alcohol, tabaco, psicofármacos usados
sin prescripción médica (tranquilizantes y estimulantes), solventes o inhalables,
marihuana, cocaína (clorhidrato y pasta base), heroína y otras drogas ilegales a
partir de un cuestionario auto-aplicado.
Epidemiológicamente sería interesante saber cuándo se considera que la inges-
ta de alcohol constituye un consumo de riesgo. Es muy difícil consensuar un único
criterio, dependerá de que se esté valorando: conducción de vehículos, aparición
de diversas patologías orgánicas, etc. En Europa se viene considerando el límite en
40 g/día para el hombre y 24 g/día para la mujer. En Estados Unidos los límites
aumentan a 60 g/día (420 g/semana) para hombres y 40 g/día (280 g/semana)
para mujeres (Repetto, 2013). Según Rubio (2000), se clasifican en riesgos modera-
dos < 40g/día para los hombres y <24 g/día para mueres; de riesgo > 40g/día y
> 24g/día respectivamente o >80 g en período corto de tiempo (horas), al menos
una vez al mes.
Se considera a la población femenina (sobre todo embarazadas) y a los adoles-
centes en carácter prioritario, dado que sufren una mayor exposición a las conduc-
tas de riesgo relacionadas con el uso excesivo de alcohol.
En los últimos años, se ha producido un significativo avance en la tecnología
involucrada en el proceso de medición de los niveles de alcohol en sangre, no
obstante lo cual la confiabilidad de los resultados que se obtienen, continúan
estando subordinadas al adecuado manejo de las muestras hemáticas; como por
ejemplo una adecuada selección del sitio anatómico para su obtención (muestras
clínicas / muestras tanatológicas), elección del método más conveniente para su
obtención, el volumen a obtener, la selección del recipiente contenedor más ade-
cuado, el uso de preservadores, condiciones de almacenamiento, etc. (Alvarado
Guevara et al., 2008).
Ferrari (2008) señala que la determinación de alcohol en humores o tejidos
humanos es, por lejos, una de las prácticas analíticas más frecuentes en un la-
boratorio forense con importantísimas consecuencias legales, tanto en individuos
vivos (conductores de vehículos bajo los efectos del alcohol, accidentes laborales
y lesiones graves) como en casos criminales relacionados con muertes violentas,
suicidios, violaciones o abusos deshonestos. En el caso de análisis de sangre para
determinación de alcoholemia post mortem, la selección del sitio de extracción a
partir de zonas preestablecidas, como así también la correcta preservación, enva-
sado y pronto envío al laboratorio; facilitarán la estabilidad de la muestra, evitan-
do errores de interpretación y contribuirán a la confiabilidad de los valores que se
obtengan, una vez realizado el estudio analítico correspondiente.
La falta o ausencia de confiabilidad en las muestras de sangre que se obtienen
para la investigación de alcohol post mortem, tiene un origen doble. Por un lado,
se debe a la no observancia de normas básicas que rigen el correcto procedimiento
para la colección de las mismas; por otro, y no menos importante, se debe a lo que
9
Dr. Camargo / Dra. Torres

Lencioni (2003) define como las disfunciones básicas que afectan a todo equipo
humano de trabajo: ausencia de confianza, temor al conflicto, falta de compro-
miso, no asumir responsabilidades y falta de atención a los resultados. Todo ello
debe ser entendido como falta de integración sistémica entre los individuos que
conforman un equipo forense, para el caso que nos ocupa.
Senge et al. (2006) sostienen que el pensamiento sistémico, en un sentido am-
plio, abarca una variedad de métodos, herramientas y principios que tienen por
finalidad examinar y comprender la interrelación de fuerzas que forman parte de
un proceso común, en pos de lograr la integración sistémica. Según esta afirma-
ción, resulta evidente que las acciones individuales de cada uno de los miembros
de un equipo tienen consecuencias directas sobre el resto de sus integrantes, como
así también sobre el proceso al cual se dedican.
Aún hoy, a pesar de toda la ciencia y la técnica a nuestra disposición, el trabajo
en equipo continúa siendo la ventaja competitiva decisiva, precisamente por ser
un bien tan escaso como poderoso. En el mismo sentido, Covey (2012) señala que
para que un equipo pueda lograr sus más altas aspiraciones y superar sus mayores
retos, debe identificar y aplicar el principio o ley natural que gobierna los resulta-
dos que busca.

Patrones de consumo y riqueza alcohólica


de las bebidas

Vallejo (1998) ofrece una clasificación de las conductas que se relacionan con el
consumo de etanol:
a) Bebedores no problemáticos: son los bebedores ocasionales o moderados.
b) Bebedores problemáticos: individuos a los que la ingesta produce complica-
ciones conductuales:
-bebedores sociales: como medio de integración en reuniones sociales.
-bebedores fuertes: beben abundante cantidad de alcohol durante el día sin
llegar a la embriaguez inadecuada.
-ebrios ocasionales: bebedores fuertes que se embriagan voluntariamente.
-bebedores alcohólicos: pierden el control sobre el consumo. Aparece la tole-
rancia, dependencia fisiológica y síndrome de abstinencia.

Las bebidas alcohólicas se obtienen por fermentación de productos vegetales,


acelerada por acción de levaduras. La concentración máxima del producto activo
etanol en estos casos es de un 10%, por encima del cual se vuelve letal para las
levaduras catalíticas. En el siglo VIII se introdujo el proceso de destilación, que
permitió obtener bebidas de elevada graduación alcohólica.
El sabor y aroma de los productos alcohólicos, esenciales para el ritual de
consumo, son debidos a muchas otras sustancias presentes en pequeñas canti-
dades, las cuales en general, no alcanzan concentraciones que vuelvan nociva la
bebida. Por ello, se puede decir que los efectos dañinos de las bebidas alcohólicas
se deben exclusivamente al contenido en etanol, salvo agregados fraudulentos de
10
Toxicología del alcohol etílico

otros componentes.
La llamada riqueza o graduación alcohólica es, de acuerdo con el Re-
glamento del Consejo CE 1493/1999, el porcentaje de etanol (expresado en ml)
presente en 100 ml de bebida (% volumen/volumen, que se puede convertir en %
peso/volumen multiplicando por la densidad del etanol 0,79074) (Repetto, 2013).
Como ejemplo, indicaremos la graduación de algunas bebidas habituales:
Cerveza (3,5-5%), cervezas especiales (6-10%), vinos (10-16%), licores (39-
43%), sidra (5-6%), whisky (45-50%), entre otros (Repetto, 1995).

11
Capítulo 2
Toxicocinética y toxicodinámica del etanol

TOXICOCINÉTICA

Absorción: el alcohol se ingiere generalmente por vía oral, salvo excepciones


de uso actual en adolescentes que buscan una intoxicación rápida, de mayor po-
tencia y sin aliento alcohólico para escapar del control paterno, que utilizan la vía
conjuntival, anal o vaginal (eyeballing, tampodka o tampax on the rocks), y por
vía respiratoria (oxy-shots) mediante nebulización de bebidas alcohólicas (Burillo
Putze et al., 2012).
Tal como explica Repetto (1995), la absorción del alcohol etílico, luego de una
ingesta alcohólica, se produce en un 20% en el estómago y el 80% restante en
la primera porción del intestino delgado, pasando al torrente sanguíneo y, desde
allí, distribuyéndose en los diferentes compartimentos orgánicos, según el conte-
nido acuoso de los mismos (tanto mayor, cuanto mayor el contenido acuoso). El
etanol es un compuesto hidro y liposoluble, aunque se disuelve más en agua que
en lípidos (coeficiente de reparto octanol/agua= 0,70795), lo que le permite ser
absorbido con facilidad por cualquier vía, y distribuirse rápidamente tanto en los
compartimientos acuosos como en los lipídicos y penetrar en el sistema nervioso
central (SNC).
Si bien es ingerido por la boca, sus vapores pueden absorberse por vía respirato-
ria (personas que trabajan en destilerías, bodegas, catadores pueden llegar a tener
una intoxicación crónica) y también puede absorberse por piel.
La velocidad y el tiempo en que el alcohol tarda en ser absorbido depende de:
• Estado de vaciamiento del estómago: la comida y aún más la grasa disminuye
la absorción, primero porque tarda más en metabolizarse el alcohol -lo mismo que
los alimentos- y segundo, porque parte es excretado con las heces, sobre todo esto
aumenta si las sustancias son grasas ya que impiden la absorción por impermeabi-
lización de la mucosa intestinal.
• Modo de ingestión de la bebida: existe la creencia de que si se mezclan las
bebidas el efecto es mayor, pero está comprobado que no es así. Sólo depende de
la cantidad de alcohol ingerido independientemente del origen. El gas aumenta
la absorción.
• Concentración: el alcohol es absorbido más rápidamente cuando su concen-
tración en la bebida está entre el 10-30%, concentraciones más bajas, disminuyen
el gradiente gastrointestinal y su absorción; mayores al 30% irritan la mucosa y el
esfínter pilórico, causando secreción de mucus y retardando el vaciado gástrico.

13
Dr. Camargo / Dra. Torres

Distribución: dada su hidrosolubilidad va disuelto en el plasma sanguíneo,


siendo la concentración en plasma o alcoholemia, el factor decisivo para la im-
pregnación tisular. Una vez alcanzada una situación de equilibrio dinámico de
distribución, empieza el proceso de eliminación del mismo, regresando al torrente
circulatorio para su posterior eliminación.
Para el hombre las proporciones de agua y grasa son 60% y 8-24% respectiva-
mente y en la mujer 55% y 20-36%; por lo que al poseer la mujer menor propor-
ción de agua corporal que el hombre, una misma dosis de alcohol origina mayor
concentración en la sangre.

Metabolismo: el proceso tiene lugar, principalmente en el hígado (90%


aproximadamente). El 10% restante se elimina sin cambios por orina, sudor, sali-
va y aire espirado, representando esta última vía el 5% del total (Repetto, 1995).
Si bien la biotransformación del alcohol se realiza principalmente en el hígado,
se sabe de la existencia de un primer paso en estómago e intestino, existiendo tam-
bién procesos de biotransformación en hematíes, testículos y cerebro.
La biotransformación se realiza en dos fases (figura 1):

PRIMERA FASE: el etanol se oxida a acetaldehído y a diferentes radicales de


oxígeno mediante tres vías alternativas
• Vía mayoritaria: catalizada por la alcohol deshidrogenasa ADH (EC 1.1.1.1)
en mitocondrias (no específica).
• Vía alternativa por saturación de la anterior, por una forma inducible del
citocromo P-450 (CYP 2E1) en microsoma (no especifica).
• Vía secundaria: catalizada por catalasas presentes en peroxisomas (no es-
pecifica).
SEGUNDA FASE: se desarrolla por dos vías:
• Vía principal: oxidación del acetaldehído mediante las enzimas:
a.1: acetaldehído deshidrogenasa ALDH (EC 1.2.1.3) presente en citoplasma,
mitocondrias y microsomas, que lo transforman en acetato que se condensa para
formar acetil coenzima A, la cual se integra al ciclo de Krebs hasta CO2.
a.2: oxidasas como xantino oxidasa, aldehído hidroxidasa, etc. que forman
agua oxigenada e ion acetato.
• Vía secundaria: enzimas liasas que condensan el aldehído acético con sus-
tancias como neurotransmisores, originando productos activos sobre el SNC, res-
ponsables de efectos secundarios del alcohol.

Figura 1: metabolismo hepático por vía principal.

14
Toxicología del alcohol etílico

Es interesante conocer que en el metabolismo del etanol se generan especies


reactivas como ser: α- hidroxietilo (CH3-•CHOH) (HE) en un 80%, y los radicales
•CH2-CH2OH y CH3•CHOH.
A su vez, HE puede reaccionar con oxígeno y formar el radical peroxilo, o con
proteínas y agentes antioxidantes como glutatión reducido, α tocoferol y ácido
ascórbico.
También se pueden originar otros aldehídos citotóxicos como 4-hidroxi-trans-
2-nonenal (HNE) y ácido 4-hidroxi-nonanoico (HNA), los cuales pueden reaccio-
nar con glutatión.
La condensación expresada anteriormente en b), puede ocurrir in vitro, in vivo
e incluso en el cadáver, con el acetaldehído y los neurotransmisores adrenalina,
dopamina, serotonina originando alcaloides como carbolinas.
Se ha comprobado la presencia de condensaciones con 5-HT dando 1-metil-6-
hidroxi-1, 2, 3, 4-tetrahidro-β carbolina, radicales libres producidos en la oxida-
ción y su conjugado con el glutatión 8-S-glutatinil-1-metil-1, 2, 3, 4-tetrahidro-β
carbolina-5,6-diona, potente tóxico para roedores. Este metabolito provoca hi-
peractividad y temblor al unirse al receptor GABAB e induce la liberación de do-
pamina y opioides endógenos (en regiones del cerebro inervadas por serotonina),
lo que puede relacionarse con el inicio de la dependencia al etanol. Además, la
formación de especies reactivas de oxígeno reducido, puede contribuir a la dege-
neración de neuronas de las vías serotoninérgicas. También se ha visto la conden-
sación del acetaldehído con dopamina, con formación de tetrahidropapaverolina
en distintas regiones cerebrales (extraído de Repetto, 2013).
El proceso de metabolización hepático, es el responsable de producir en condi-
ciones basales una tasa de decrecimiento promedio de la concentración de etanol
en sangre igual a 0,15 g/l por cada hora transcurrida. Este coeficiente que fija el
valor de disminución de la concentración de alcohol etílico en sangre en función
del tiempo transcurrido, recibe el nombre de coeficiente beta (β) de etil oxidación,
y es el factor de corrección o ajuste que permitirá calcular valores de alcoholemia
retrospectivos al momento de ocurrido el hecho bajo investigación.
Este conocimiento se debe a los trabajos realizados por Widmark, quien en 1932,
estableció que la rama descendente de la curva que lleva su nombre y que muestra
como varía la concentra-
ción de etanol en sangre,
decrece a un valor cons-
tante de 0,15 g/l/hora
(Jickells y Negrusz, 2008)
Repetto, 1995; Ferrari,
2008).

Figura 2. Representación
esquemática de la variación
de alcohol etílico en sangre.
15
Dr. Camargo / Dra. Torres

Según puede observarse en la Figura 2, la máxima concentración en sangre


luego de una ingesta alcohólica única, se alcanza aproximadamente dos horas
después de ocurrida la misma (línea de puntos).
La línea de guiones, superior, representa lo que ocurre cuando la ingesta al-
cohólica ocurre con el estómago “vacío”; aquí puede observarse que el valor de
concentración alcanzado es considerablemente mayor, comparado con el anterior
y, por otra parte, el tiempo de absorción para alcanzar la concentración máxima
en sangre se alcanza tan pronto como una hora después de producida la ingesta,
tiempo que se ha corregido a 15-30 minutos según Repetto (2013). Por el contra-
rio, la línea gris inferior representa la situación que tiene lugar cuando la ingesta
alcohólica se produce con el estómago “lleno” con alimentos sólidos y/o grasos.
En este último caso, el valor de concentración en sangre alcanzado es conside-
rablemente menor, en comparación con las dos situaciones anteriores; el tiempo
necesario para lograr el máximo de concentración en sangre, puede prolongarse
hasta cuatro horas después de la libación o 90 minutos según la actualización de
Repetto, 2013.
Cuando se ingieren sucesivas dosis, la curva adquiere un trazo en forma de zig-
zag, formado por varias curvas fraccionarias, pero cuando cesan las libaciones se
alcanza un máximo definitivo a partir del cual se desarrolla la fase de eliminación.
La variabilidad de tiempo requerida para alcanzar la máxima concentración
sanguínea descripta es la que explica y justifica la necesidad de obtener dos mues-
tras hemáticas, con una hora de diferencia entre ambas, para realizar estudios de
etanol en sangre en individuos vivos, sobre todo ante la eventualidad de tener que
realizar estudios retrospectivos al momento de ocurrido el hecho bajo investigación.
A su vez, la concentración de etanol en sangre no es un valor medio del etanol
en el cuerpo, ya que este no se distribuye de forma homogénea en los tejidos, sino
en el volumen aparente de distribución, que se calcula multiplicando el peso cor-
poral en kilogramos por el coeficiente de distribución que es de 0,7 para el hombre
y 0,6 para la mujer. De esta manera se puede calcular, conociendo el valor de la
alcoholemia en g/l, la impregnación alcohólica, de la siguiente manera:

P de alcohol en g = P corporal en kg x 0,7 x alcoholemia en g/l

Tomando como referencia la curva esquematizada en la Figura 2; es importan-


te considerar que la curva de eliminación urinaria estará retrasada con respecto
a la de alcoholemia, y no guarda relación alguna con ella, por lo que no es útil
a efectos de investigación de la impregnación alcohólica (ver mayores detalles en
Repetto, 2005).
El aire alveolar, aire espirado o aliento, que alcanza su máximo de concentración
alcohólica a los pocos minutos de ingerido éste, exhibe hacia los 20 minutos una
curva que se vuelve paralela a la de alcoholemia, ubicándose por debajo de ella
16
Toxicología del alcohol etílico

al llevar menor concentración de alcohol; resultando muy útil a efectos analíticos.


TOXICODINÁMICA
Con respecto a la toxicodinamia del etanol, se acepta que los efectos se de-
ben al aumento del flujo de cloro inducido por la acción del GABA sobre sus
receptores GABAA, causando hiperpolarización e inhibición en la post sinapsis.
Otros receptores involucrados son: inhibición del NMDA (N-metil-D-aspartato),
el nicotínico de la acetilcolina, el GMP3-5-monofosfato cíclico de guanosina y
prostaglandinas centrales.
También el alcohol produce vasoconstricción cerebral, alteración de la liberación
de calcio (inhibe la apertura de canales de Ca voltaje dependientes en neuronas)
y de sustancias ansiogénicas endógenas. Afecta órganos del equilibrio producien-
do nistagmus alcohólico posicional bifásico; causa vasodilatación cutáneo-mucosa,
con aumento de la pérdida de calor y disminución de la temperatura corporal.
Inhibe la hormona antidiurética aumentando la diuresis; aumenta el desorden
estructural de las membranas lipídicas con aumento de su fluidez y excitabilidad.
Con el uso se desarrolla tolerancia funcional y metabólica, llevando a la de-
pendencia fisiológica. Posee tolerancia cruzada con otros neurolépticos como las
benzodiacepinas, pero si se consumen simultáneamente se produce sinergismo y la
depresión es mayor (Vallejo, 1997).
Si tomamos el esquema de los efectos del alcohol sobre las habilidades psicomoto-
ras y cognitivas de Dubowski (1994) (Tabla 1) como referencia, podemos comprender
los solapamientos de signos y síntomas que ocurren a distintos niveles de alcoholemia:

Alcoholemia Influencia Signos y síntomas


g/l
0,1-0,5 Subclínico Sin influencia aparente, comporta-
miento casi normal.

0,3-1,2 Euforia Leve euforia, sociabilidad, locuaci-


dad, aumento de confianza.
Disminución de las inhibiciones, de
la atención, el juicio y el control, del
procesamiento de la información,
pérdida de eficiencia en pruebas psi-
comotoras finas.

0,9-2,5 Excitación Inestabilidad emocional, pérdida de


juicio crítico, deterioro de la percep-
ción, la memoria y la comprensión.
Disminución de la respuesta senso-
rial, aumento del tiempo de reacción,
reducción de la agudeza visual, visión
periférica y recuperación de reflejos,
incoordinación sensorial-motora, de-
terioro del equilibrio, somnolencia.

17
Dr. Camargo / Dra. Torres

1,8-3 Confusión Desorientación, confusión mental y


mareos, estados emocionales (miedo,
rabia, tristeza, etc.) exagerados, tras-
tornos de la visión (diplopía), y de la
percepción, el color, la forma, el mo-
vimiento, las dimensiones, aumento
del umbral del dolor, falta de coordi-
nación muscular, marcha vacilante,
dificultad para hablar, apatía, letargo.

2,5-4 Estupor Pérdida de la función motora, dis-


minución marcada de la respuesta
a estímulos, falta de coordinación
muscular, incapacidad para pararse
o caminar, vómitos, incontinencia,
conciencia y respiración alterada,
muerte posible.

3,5-5 Coma Inconsciencia completa, coma, refle-


jos deprimidos o abolidos, hipoter-
mia, incontinencia, alteración de la
circulación y la respiración; posible
muerte por paro respiratorio.

4,5- más Muerte

Tabla 1: efectos del alcohol sobre las habilidades psicomotoras y cognitivas (Dubowski, 1994).

Los efectos metabólicos del etanol son producidos en parte por el aumento de la
relación NADH/NAD+, que produce elevación de glicerol 3- fosfato, aumento de
síntesis de ácidos grasos (ocasiona la acumulación de triglicéridos en hígado), hi-
peruricemia, acidosis metabólica (por el aumento del pasaje de piruvato a lactato),
hiperglucemia si hay depósito de glucógeno hepático o hipoglucemia si no lo hay.
A su vez el acetaldehído produce aumento de la peroxidación lipídica, del daño
a membranas celulares y mitocondrias.
El alcohol puede provocar intoxicación aguda, que puede dar lugar a casos se-
veros de trastornos metabólicos pudiendo llegar al coma. Se observan alteraciones
neurológicas y psiquiátricas, trastornos en la regulación térmica, cardiovasculares,
gastrointestinales y metabólicos. El diagnóstico de certeza consiste en la determi-
nación de la alcoholemia.
También el consumo crónico puede provocar síndromes nutricionales, gastroin-
testinales, hematológicos, musculares, cardiovasculares, metabólicos, pulmonares
y transtornos del SNC.
Son importantes cuadros la aparición del síndrome de abstinencia alcohólica y
18
Toxicología del alcohol etílico

su forma más grave, el delirium tremens.

ALCOHOL POST MORTEM

El valor de alcohol en sangre real (alcoholemia) puede sufrir variaciones post


mortem:
• Disminución: por volatilización, oxidación microbiana aerobia y anaerobia
• Aumento o ganancia: (alcohol endógeno) por contaminación microbiana
Valores de alcoholemias de hasta 0,3 g/l pueden encontrarse en la sangre de in-
dividuos que no hayan consumido alcohol, correspondiendo al alcohol endógeno,
formado por transformación metabólica de los hidratos de carbono ingeridos por
fermentación intestinal. También durante la putrefacción cadavérica y en mues-
tras de sangre sin aditivos conservadores, pueden formarse proporciones variables
de etanol.
En individuos previamente hospitalizados, es necesario conocer el tratamiento
médico recibido, ya que ciertos medicamentos pueden aumentar la formación de
alcohol postmortem. Por ejemplo: el manitol (diurético osmótico), el alcohol de
70º usado como desinfectante, etc. En los estudios de toxicología post mortem, se
ha determinado que un valor menor a 10 mg/100 ml (0.1 mg/ml) debe ser repor-
tado como negativo (Alvarado Guevara et al., 2008).
En los procesos de destrucción cadavérica se distinguen tres fases: autolisis, fer-
mentación y putrefacción; en la de fermentación por glicólisis de los hidratos de
carbono, se originan alcoholes como etílico, metílico, n-propílico, iso-propílico,
n-butanol, sec-butanol, etc. (Repetto, 2013)
En la autolisis de tejidos se produce reblandecimiento y licuefacción de teji-
dos. Las bacterias colónicas (Escherichia coli, Candida sp, Clostridium y Klebsiella) inva-
den tejidos y el sistema vascular, unas pocas horas luego de la muerte (6 horas a
temperatura ambiente). Esto depende de factores aceleradores del proceso como
temperatura ambiental, lesiones intestinales, enfermedades neoplásicas o gangre-
nas, infección, posición del cuerpo o la presencia de traumas extensos (Alvarado
Guevara et al, 2008).
En los casos de análisis pos mortem es muy importante poder comparar los
resultados de alcoholemia con otras muestras como orina o humor vítreo. La pre-
sencia de alcohol en todas las muestras sugiere alcohol exógeno, mientras que la
presencia de alcohol en sangre en valores bajos, y muestras negativas de humor
vítreo y orina, dan idea de alcohol endógeno siempre y cuando la muerte no se
haya producido en una primera fase absortiva.

19
Capítulo 3
Obtención de muestras biológicas

El adecuado proceder al momento de colectar muestras biológicas para el do-


saje de etanol, constituye el primer paso para asegurar la calidad que las mismas
requieren para lograr resultados confiables y reproducibles. No importa cuánto
esfuerzo se realice, nunca se insistirá lo suficiente sobre la importancia de este
tópico. Esto es así ya que muestras de adecuada calidad permiten obtener resul-
tados confiables y reproducibles, independientemente de la complejidad técnica
del laboratorio en el cual se analicen. Por el contrario, muestras carentes de los
atributos de valor requeridos para este tipo de estudios no permitirán la obtención
de resultados confiables y reproducibles aunque se tenga a disposición la más alta
y moderna tecnología analítica.

3.1 CLASIFICACIÓN DE MUESTRAS BIOLÓGICAS


PARA ESTUDIOS DE ETANOL

En la práctica profesional, las muestras que con mayor frecuencia pueden reci-
birse en el laboratorio para realizar el dosaje de etanol son las que se resumen en
el Gráfico 1.

Grafico 1. Muestras
biológicas más frecuentes
para dosajes de etanol.

El primer grupo, muestras clínicas, corresponde a aquellas que provienen de


individuos que se encuentran cursando una intoxicación activa (aguda o crónica);
mientras que el segundo grupo, muestras tanatológicas, corresponde a aquellas
que provienen de individuos ya fallecidos, en los cuales se busca establecer si el eta-
nol pudo constituir un factor coadyuvante o predisponente en la causa del deceso.
En individuos vivos, las muestras de sangre deben ser obtenidas por punción
venosa, recomendándose la extracción de dos muestras hemáticas con una (1)
hora de diferencia entre ambas, considerando la necesidad eventual de tener que
21
Dr. Camargo / Dra. Torres

realizar cálculos retrospectivos (Repetto, 1995). Asimismo, resulta altamente re-


comendable la utilización de EDTA-Fluoruro al 1 – 2 % como anticoagulan-
te / preservante; ya que el mismo retrasará significativamente la aparición de
modificaciones en la concentración original de etanol en la matriz biológica
a analizar, como consecuencia de factores endógenos. Tener en cuenta que la
zona donde se realizará la venopunción no debe ser higienizada con etanol para
evitar contaminaciones.
Con relación a la otra muestra representativa de este grupo, orina, se recomien-
da su obtención por micción espontánea sin el agregado de conservantes o preser-
vantes (Alvarado Guevara et al., 2008; Ferrari, 2008 y Jickells & Negrusz, 2008).
Por otra parte, cuando consideramos las muestras hemáticas de origen tanato-
lógico, existen diferentes alternativas a la hora de obtener muestras idóneas para
el estudio de la concentración de alcohol etílico post mortem. En este sentido, y
siguiendo las recomendaciones dadas por Repetto (1995) y Alvarado Guevara et
al. (2008), la principal muestra a obtener está representada por sangre tomada de
la región femoral (Figura 4. A).

Figura 4 A:Esquema de
abordaje femoral.

Las muestras de sangre tomadas de la región femoral han demostrado ser las
menos susceptibles a sufrir cambios post mortem, principalmente como conse-
cuencia de su lejanía anatómica con el estómago y con el sistema pulmonar, siendo
éstas las principales razones para su recomendación como muestra estándar para
el dosaje de etanol en individuos fallecidos. En el mismo sentido, Ferrari (2008) y
Jickells & Negrusz (2008) recomiendan como la muestra de sangre con mayor ido-
neidad para la realización de estudios de alcoholemia post mortem a la obtenida
de la vena femoral, por los mismos motivos y razones expuestos precedentemente,
agregando que existe sobrada evidencia experimental que documenta la contami-
nación de muestras sanguíneas tomada de sitios anatómicos circundantes al estó-
22
Toxicología del alcohol etílico

mago y al aparato broncopulmonar, por fenómenos de difusión pasiva del alcohol


que pudiera estar presente en estas localizaciones anatómicas. Estos autores desta-
can que muestras obtenidas a partir de otras localizaciones anatómicas, tales como
grandes vasos del cuello o del tórax (Figura 5) o, en su defecto, cavidades cardíacas
(Figura 6), deben ser consideradas sólo como una alternativa ante la imposibilidad
de obtener muestras de la región femoral, la cual constituye la muestra de elección
preferencial (Villanueva Cañadas, 2004).

Figura 5. Estrategia de abordaje de grandes vasos del


cuello o del tórax para obtención de muestras hemáti-
cas aptas para estudios de alcoholemia post mortem.

Figura 6.Obtención de muestras de sangre para estudios de alcoholemia post mortem por punción
de cavidades cardíacas.

23
Dr. Camargo / Dra. Torres

Existe amplio consenso entre los autores antes mencionados con relación al
hecho que debe desaconsejarse por todos los medios posibles la colección de mues-
tras de sangre a partir de acúmulos hemáticos libres, que pudieran formarse en la
cavidad torácica y/o abdominal durante la realización de la autopsia (Figura 7).
Ello es así en virtud de que este tipo de muestras se encuentran altamente conta-
minadas con el alcohol que pudiera estar presente en el estómago o en el aparato
bronco pulmonar, como así también poseen una elevada carga microbiana, que
puede dar origen a la formación secundaria de alcohol etílico de origen endógeno.

Figura 7.Colección hemática


libre en cavidad torácica.

En lo referente a la obtención de muestras de orina post mortem, valen las


mismas consideraciones hechas para las muestras clínicas; solo que en este tipo de
situaciones los mecanismos de obtención de tales muestras son el sondaje vesical
o la punción supra-púbica (Figura 8). En todos los casos adquiere particular im-
portancia mantener las muestras de orina refrigeradas a 4°C hasta el momento
de ser remitidas al laboratorio para su análisis. Asimismo, se utilizarán recipientes
contenedores que aseguren un cierre hermético y que resulten de una capacidad
adecuada al volumen de muestra obtenido, de tal manera de evitar la existencia de
cámara de aire, o bien, que la misma sea lo más pequeña posible.

A B

Figura 8.Obtención de muestras de orina por punción supra-púbica y sonda vesical.

24
Toxicología del alcohol etílico

Finalmente, el otro representante válido


dentro de este grupo está constituido por las
muestras de humor vítreo. Este tipo de mues-
tra resulta particularmente útil para distin-
guir los casos de intoxicación ante mortem
de aquellos en los cuales la generación de
etanol es un fenómeno post mortem (asfixia
por sumersión y cadáveres en avanzado es-
tado de descomposición, entre los casos más
frecuentes). Entre las ventajas más importan-
tes que la convierten en una matriz válida
para investigar casos de intoxicación alcohólica, se pueden mencionar su naturale-
za acuosa, es una muestra relativamente limpia, su lejanía anatómica de la cavidad
abdominal y del tórax (evita fenómenos de contaminación por difusión pasiva), es
fácil de obtener, entre otros (Alvarado Guevara et al, 2008). En la práctica, resulta
posible obtener volúmenes iguales a 2 a 3 mililitros de muestra por cada globo
ocular. El método de obtención es por punción del globo ocular; los recipientes
para su almacenamiento y remisión al laboratorio deben permitir un cierre her-
mético y ser de dimensiones adecuadas al volumen obtenido. Las muestras deben
ser mantenidas a 4°C hasta el momento de ser remitidas al laboratorio y, una vez
allí, pueden ser freezadas (-18° C) por largos períodos hasta ser analizadas en vir-
tud de las ventajas mencionadas precedentemente (Figura 9 A y B).

Figura 9.Muestras de humor vítreo para estudios de etanol


post mortem.

Resulta importante destacar que tanto las muestras de orina como de humor
vítreo son consideradas muestras complementarias a las hemáticas. Es decir com-
plementan la información que puede obtenerse respecto de la concentración de
25
Dr. Camargo / Dra. Torres

alcohol presente en las muestras de sangre, pero bajo ningún concepto pueden re-
emplazar a la misma o, peor aún, realizar inferencias respecto de la concentración
sanguínea de alcohol etílico a partir de las concentraciones halladas en orina y/o
humor vítreo. Su valor e importancia práctica como muestras complementarias
será desarrollado con mayor detalle más adelante en este mismo texto.
Por otra parte, resulta oportuno mencionar en este punto lo citado por Alvara-
do Guevara et al (2008) respecto del análisis de los coágulos subdurales o epidura-
les, especialmente para aquellos casos en los cuales se ha establecido como posible
causa de muerte un trauma encéfalo-craneano. Esto es así como consecuencia de
que la colección hemática que constituye el coágulo sanguíneo, no es metaboli-
zada a nivel hepático y por ello la concentración sanguínea de etanol tenderá a
mantenerse invariable durante horas y reflejando los valores hemáticos de etanol
al momento de ocurrido el hecho violento que le diera origen (accidente de trán-
sito, traumatismo en ocasión de riña, etc.).

3.2. CONTENIDO ACUOSO DE MUESTRAS HEMÁTICAS


Una vez que el alcohol etílico ingresa al organismo y es absorbido, se distribuye en
los diferentes compartimentos orgánicos según el contenido acuoso de los mismos.
En líneas generales, se acepta que tanto mayor será la avidez del etanol por un dado
compartimento cuanto mayor sea su contenido acuoso. Siguiendo este principio
resulta indispensable destacar que no todas las muestras hemáticas son equivalentes
en lo referente a su capacidad de solubilizar etanol. Esta capacidad será tanto mayor
cuanto mayor sea el contenido acuoso de la muestra hemática considerada. Así, en
igualdad de condiciones (ingestas alcohólicas equivalentes) e incluso para un mismo
individuo, la concentración de alcohol será mayor para el suero, en comparación
con el plasma sanguíneo y éste, a su vez, mayor que para la sangre entera.

SUERO > PLASMA > SANGRE ENTERA

Esta observación de carácter práctico tiene su explicación en el hecho que el


suero presenta el mayor contenido acuoso relativo dentro de las muestras hemáti-
cas que pueden ser obtenidas (libre de elementos figurados y libre de la mayor par-
te del contenido proteico); mientras que la sangre entera posee, en comparación,
el contenido acuoso más pobre. Por lo expuesto, la muestra hemática estándar
para determinar la concentración de etanol la constituye la sangre entera, resul-
tando indispensable aclarar en los informes el tipo de muestra utilizada, en caso de
utilizar otra distinta (Repetto, 1995; Alvarado Guevara et al, 2008).
Si el analista recibe muestras de suero o plasma en lugar de sangre total, debe
transformar su resultado para que sea bien entendido y representativo; tanto por
consideraciones teóricas, teniendo en cuenta la proporción ordinaria de agua en
la sangre, como por vía experimental. Se sabe que el valor de alcohol en suero o
plasma ha de dividirse por el coeficiente 1.11 para obtener la correspondiente pro-
porción de alcohol en sangre. En medios forenses se dispone a veces, como única
muestra, humor vítreo de un cadáver, que por la disposición anatómica y escasa
26
Toxicología del alcohol etílico

irrigación sanguínea, queda muy protegido de traumatismos y contaminación; en


este caso, el factor a aplicar es de 1.1 (Repetto, 2013).
En nuestra experiencia, esta última consideración debería ser evaluada muy
cuidadosamente antes de ser aplicada, en razón que se requiere estar en una situa-
ción de equilibrio dinámico respecto de la distribución del etanol en los diferentes
compartimentos orgánicos para que pueda ser utilizada con seguridad. Para ello,
habría que tomar en consideración, como mínimo, el tiempo transcurrido desde
la última ingestión alcohólica y nunca perder de vista que el valor obtenido sólo
sera una estimación aproximada de la concentración de etanol que podría haber
alcanzado en sangre, en condiciones ideales.

3.3. IMPORTANCIA, ALCANCES E INTERPRETACIÓN DE


LA CONCENTRACIÓN DE ETANOL EN MUESTRAS DE ORINA
Y HUMOR VÍTREO
Como ya se expusiera precedentemente en este mismo texto, tanto la orina como
el humor vítreo, deben ser consideradas muestras que brindan información com-
plementaria al momento de evaluar la concentración de alcohol etílico en sangre.
La muestra de orina presenta una serie de ventajas como matriz analítica para el
dosaje de etanol, entre las que destacan su elevado contenido acuoso, baja posibi-
lidad de contaminación por bacterias u hongos y bajo o nulo contenido de glucosa
en individuos sanos. Todo ello la vuelve muy poco susceptible de verse afectada por
procesos de generación endógena de etanol.
El máximo de concentración de alcohol etílico en orina se alcanza 30 - 60 minu-
tos después de alcanzado el máximo de concentración en sangre.
El establecimiento de la concentración de etanol en orina se realiza con la finali-
dad de poder establecer la relación de concentración orina/sangre. El resultado de
esta relación permite establecer cuán completa fue la absorción de etanol, especial-
mente en los casos post mortem.

C ETANOL EN ORINA / C ETANOL SANGRE

Una relación de concentración orina/sangre menor a uno (< 1) indica que la


absorción ha sido incompleta, es decir, todavía nos encontraríamos en la fase ab-
sortiva de la curva de Widmark. Esto podría deberse a una ingestión reciente de
bebida alcohólica, lo cual implicaría que podría existir un remanente de la misma
en el contenido gástrico.
Una relación de concentración orina/sangre igual o mayor a 1,25 (≥ 1,25) indi-
ca absorción completa de etanol, es decir, nos encontramos en la fase post absortiva
de la curva de Widmark, con lo cual sería lícito asumir que el etanol se ha distribui-
do libremente en todos los compartimentos orgánicos, según su nivel de afinidad.
Una situación similar se puede establecer cuando se determina la relación de
concentración humor vítreo/sangre.

C ETANOL EN HUMOR VITREO / C ETANOL SANGRE


27
Dr. Camargo / Dra. Torres

El humor vítreo, como matriz analítica para la determinación de alcohol etíli-


co, presenta una serie de ventajas entre las que destacan la de poseer un elevado
contenido acuoso (buena difusión del etanol) lo cual hace que no presente mayo-
res diferencias con la concentración de alcohol en sangre una vez alcanzada la
situación de equilibrio dinámico, es una muestra limpia, fácil de obtener, presenta
lejanía anatómica con el estómago y con el colon (disminuye la posibilidad de
contaminación microbiana que genere la producción endógena de alcohol etílico);
por ello resulta particularmente útil para investigar la concentración de etanol en
cadáveres en avanzado estado de descomposición o con traumas severos, permi-
tiendo corroborar la posible producción endógena de etanol. Su desventaja más
importante está dada por el hecho de que puede tener sustratos de glucosa en su
composición, lo cual la vuelve más susceptible de sufrir procesos de generación
endógena de etanol.
Una relación de concentración humor vítreo/sangre comprendida entre 1,15
– 1,20 indica que la absorción de etanol ha sido completa (fase post absortiva de
la curva de Widmark).
Por el contrario, una relación de concentración humor vítreo/sangre mucho
menor a uno (<< 1) sería indicativa de una situación de absorción incompleta de
etanol (fase absortiva de la curva de Widmark) o la generación de etanol de ori-
gen endógeno por contaminación microbiana, situación muy común en cadáveres
en avanzado estado de descomposición (Repetto, 1995; Alvarado Guevara et al.,
2008; Ferrari, 2008 y Jickells & Negrusz, 2008).

3.4. ATRIBUTOS DE VALOR DE MUESTRAS HEMÁTICAS


PARA ESTUDIOS DE ALCOHOLEMIA

Los atributos de valor son criterios de calidad de cumplimiento obligatorio o


cuasi-obligatorio que tienen por finalidad asegurar la confiabilidad y representati-
vidad de las muestras obtenidas para ulterior análisis. La confiabilidad y la repre-
sentatividad, se relaciona con la capacidad de describir fielmente el universo del
cual provienen, evitando modificar las características y propiedades que poseían
al momento de haber sido obtenidas. Para lograr este objetivo deben tenerse en
cuenta una serie de pautas bien definidas que incluyen el uso de preservadores
(EDTA-Fluoruro), ausencia de cámara de aire en los recipientes colectores (re-
cipientes llenos al ras), refrigeración y el tiempo de transporte hasta el ingreso al
laboratorio que efectivizará el análisis toxicológico específico (Alvarado Guevara
et al., 2008; Ferrari, 2008 y Jickells & Negrusz, 2008).
El uso del EDTA-Fluoruro en una concentración no menor al 1% en relación
con la muestra de sangre persigue una doble finalidad. Por un lado, la de actuar
como un efectivo anticoagulante sanguíneo y, por otro; la de actuar como inhibi-
dor del desarrollo de flora microbiana, particularmente Candida albicans, la cual
posee la capacidad de generar alcohol en forma endógena como producto meta-
bólico final (Ióvine & Selva, 1993).
28
Toxicología del alcohol etílico

Ferrari (2008) insiste en la necesidad de utilizar para la recolección de muestras


de sangre para estudios de alcoholemia, recipientes escrupulosamente limpios,
que aseguren un cierre hermético y que no contengan cámara de aire (Figura 10
A y B); ello es así en virtud de la naturaleza volátil del analito a pesquisar (alcohol
etílico); ya que de no observar estas simples normas podrían ocurrir importantes
pérdidas por volatilización, lo cual introduciría una importante causa de error por
defecto en las determinaciones analíticas que se realicen a posteriori.

Figura 10 A y B. Tubos de polipropileno con tapa a rosca para asegurar cierre hermético, llenos al ras, sin
cámara de aire.

Con relación a la refrigeración y tiempo de transporte, Ióvine & Selva (1993)


hace un extenso análisis de la influencia de la temperatura en función del tiempo,
con relación a las posibles modificaciones que ambos factores podrían introdu-
cir en el contenido alcohólico de las muestras, recomendando que las mismas
sean analizadas dentro de los quince días de obtenidas, habiendo sido mantenidas
en condiciones de refrigeración entre 4 a 8 °C. En contraposición, el trabajo de
Brown et al. (1973) demostró que se producen importantes pérdidas por oxidación
en el contenido alcohólico de muestras hemáticas, aún en presencia de refrigera-
ción y de EDTA-Fluoruro como anticoagulante (13 mg%, en promedio) luego de
cinco días de obtenidas las mismas, razón por la cual no puede soslayarse esta evi-
dencia que indica claramente lo perentorio de los plazos de que se disponen para
procesar muestras que permitan obtener resultados confiables y reproducibles.
En base a nuestra experiencia y a condiciones aceptadas universalmente como
buenas prácticas al momento de obtener muestras para estudios de alcoholemia,
se definieron los principios básicos y fundamentales que se deberían respetar al
obtener las mismas. Todo ello con la exclusiva finalidad de construir confianza en
todo el proceso de determinación y análisis.
En este sentido, las muestras de sangre que se remitan al laboratorio de toxi-
cología forense para estudios de alcoholemia, especialmente para estudios de al-
coholemia post mortem; deberán reunir una serie de cualidades que definirán su
idoneidad para la realización del estudio que se requiere.
29
Dr. Camargo / Dra. Torres

Estas cualidades constituirán los atributos de valor que deberán reunir las
muestras de sangre obtenidas, a los que hiciéramos referencia al principio de
este apartado.
Para exponer este punto y por ser la situación de mayor complejidad técnica
y profesional que se puede enfrentar en la práctica, tomemos como ejemplo lo
que ocurre dentro de una sala de autopsias, donde en la obtención de muestras
hemáticas interviene un equipo tanatológico integrado por un médico forense, un
patólogo, técnico eviscerador, técnico radiólogo y auxiliares. La presencia del per-
sonal del laboratorio de toxicología que guíe el proceso de obtención y remisión de
muestras no siempre es posible, sobre todo como consecuencia de la simultaneidad
de casos por atender que tiene lugar en determinadas circunstancias (accidentes
con muertes múltiples, autopsias realizadas en distintas localidades alejadas del
laboratorio efector, etc.). Estas circunstancias tornan indispensable que todo el
personal involucrado en la obtención de muestras se comprometa con el cumpli-
miento de ciertos criterios de calidad (atributos de valor) que permitan asegurar
calidad y representatividad de las muestras obtenidas.
Estos atributos son:
• Las muestras de sangre remitidas al laboratorio de toxicología foren-
se deberán poseer una adecuada representatividad.
• Período de transporte no mayor a 72 hs.
• Cantidad (mililitros) suficiente para la realización del estudio reque-
rido, por duplicado.

Analizando en forma detallada cada uno de los atributos de valor definidos, se


debe considerar lo siguiente:

• Representatividad de las muestras: una muestra, por definición, es una


pequeña porción de materia proveniente de un todo, mucho mayor (su universo).
La representatividad de una muestra estará dada por su capacidad de describir
fielmente las características y propiedades del universo del cual proviene,
en el preciso momento en que fue obtenida.
Teniendo presente todas las consideraciones hechas precedentemente, para el
caso de muestras hemáticas para estudios de alcoholemia post mortem, la repre-
sentatividad estará dada por la localización anatómica de la cual proviene dicha
muestra. En este sentido, se consideró como valioso y muy oportuno la obtención
de muestras de sangre de la región femoral (arteria / vena), antes que las prove-
nientes de cavidades cardíacas o de arteria subclavia; las cuales deben ser conside-
radas sólo como alternativas ante la imposibilidad de obtener muestras femorales.
Esta decisión ha sido tomada en virtud que las muestras femorales minimizan la
posibilidad de contaminación por fenómenos de difusión pasiva con alcohol pro-
veniente de otras localizaciones anatómicas contiguas (pulmones, estómago y/o
intestinos). Otro consenso establecido en favor de asegurar la representatividad de
las muestras, es que las mismas deben ser tomadas con anticoagulante que conten-
ga fluoruro en su composición, para evitar la generación endógena de alcohol por
30
Toxicología del alcohol etílico

acción microbiana (anticoagulante / preservante). De presentarse esta situación,


la misma constituiría un fenómeno de alteración (modificación involuntaria)
que introduciría una causa de error por exceso en el resultado que se obtenga.
En el mismo sentido, otro fenómeno de alteración que podría tener lugar como
consecuencia de no llenar completamente los recipientes que contienen las mues-
tras (recipientes NO llenos al tope de su capacidad), son las pérdidas de alcohol
por volatilización. Esto es así ya que el alcohol es una sustancia volátil, razón por
la cual, en caso de quedar cámara de aire en el recipiente que la contiene, cons-
tituye una fuente de error por defecto en el resultado que se obtenga. Es por ello
que, como parte de los consensos establecidos, se ha acordado que los tubos que
contienen las muestras hemáticas deben estar llenos al tope de su capacidad, sin
excepción.
Otros cambios que pueden afectar la representatividad de estas muestras son
los fenómenos de adulteración (modificación voluntaria). Para minimizar esta
posibilidad el equipo tanatológico deberá extremar las precauciones y cuidados
para que en todo momento se respete la cadena de custodia de los especímenes a
analizar.
Por último, para asegurar la representatividad de las muestras a analizar, se
deberá asegurar una correcta identificación de las mismas. Una correcta iden-
tificación de muestras para estudios forenses comprende, en primer lugar, la
asignación de un código de identificación unívoco. Paralelamente, se deberá
completar una planilla o formulario de remisión de muestras con todos los
datos identificatorios e información complementaria que rodea al caso bajo inves-
tigación. Dicha información tiene por finalidad permitir al analista que realice un
mejor encuadre e interpretación de los resultados que se obtengan.

• Período de transporte: se define así al tiempo transcurrido entre la obten-


ción de la muestra, hasta su llegada al laboratorio toxicológico. Tomando en con-
sideración las posibilidades de modificación en la representatividad de las mues-
tras en función del tiempo transcurrido, la experiencia demuestra que un período
de transporte adecuado para el proceso de remisión de muestras al laboratorio
toxicológico no debe ser mayor a 72 hs. En nuestra experiencia, hemos constatado
que aquellas muestras que son admitidas en el laboratorio dentro de este plazo,
no sufren modificaciones que puedan afectar su idoneidad para los estudios que se
requieren. Superado este plazo máximo de transporte, pueden tener lugar fenó-
menos modificativos que afectarían la representatividad de las mismas.

• Cantidad (mililitros): El volumen de muestra hemática que se remite al


laboratorio toxicológico resulta un parámetro de capital importancia, ya que la
cantidad de la misma debe resultar suficiente para la realización de un estudio por
duplicado y debe quedar una alícuota para la eventualidad de que se requiera la
realización de una contraprueba.
Mucho volumen representa, con el tiempo, un problema físico de almacena-
miento. Escaso volumen, representa un problema técnico-analítico imposible de
31
Dr. Camargo / Dra. Torres

resolver. En la práctica se considera un volumen adecuado dos muestras de cinco


mililitros cada una, tomadas con una hora de diferencia entre ellas, para el caso
de individuos vivos (muestras clínicas) y una muestra de quince mililitros (tubo
cónico de polipropileno completo) para el caso de individuos fallecidos (mues-
tras tanatológicas).

3.4.1. FLUJOGRAMA CORRESPONDIENTE AL PROCESO


DE TOMA DE MUESTRAS DE SANGRE PARA ESTUDIOS
DE ALCOHOLEMIA POST MORTEM

Habiendo definido las principales disfunciones que condicionan el desempeño


del equipo responsable de obtener las muestras de sangre para estudios de alcoho-
lemia post mortem, resulta de vital importancia establecer detalladamente la se-
cuencia de pasos y operaciones que regirán el proceso de obtención de las mismas.
El proceso se inicia en el mismo momento en que la Autoridad Judicial compe-
tente decide que se llevará a cabo una autopsia para establecer, desde un punto de
vista técnico-científico, las causas que determinaron el fallecimiento del individuo
cuya muerte se investiga.
Es en esta etapa del proceso pericial donde deben tomarse en consideración
y ponerse en práctica, con el máximo rigor, todos los criterios para la selección,
obtención y preservación de muestras hemáticas desarrolladas en el apartado 3.4.
Cabe destacar que la etapa de mayor criticidad para el proceso considerado
la constituye la selección del sitio anatómico de punción, a partir del cual
se tomará la muestra hemática que será remitida al laboratorio para estudios de
alcoholemia post mortem.
Esta decisión no siempre es la resultante de la aplicación simple y directa de
criterios técnico-científicos establecidos y aceptados internacionalmente. Muy por
el contrario, en muchos casos son las propias circunstancias “de hecho” las que
determinan el sitio anatómico a partir del cual será posible realizar la obtención de
la muestra sanguínea requerida. El típico caso que grafica la situación descripta, lo
constituyen individuos con extensos y profundos politraumatismos, tan frecuente-
mente asociados a la casuística relacionada con la accidentología vial.
En tales circunstancias resulta indispensable realizar una interconsulta con el
laboratorio toxicológico para decidir, en conjunto y con el máximo rigor cien-
tífico posible, la mejor localización anatómica a partir de la cual se obtendrá la
muestra requerida.
Otra etapa crítica dentro de este proceso la constituye todas las operaciones que
tienen por finalidad asegurar de modo fehaciente y unívoco la identidad de la
muestra obtenida; de tal manera que exista una correspondencia perfecta entre
la identidad de la muestra a procesar y el individuo del cual proviene.
Esta etapa consta de dos operaciones simultáneas que deben ser realizadas por
los integrantes del equipo tanatológico. Por un lado, asignar un código identifica-
torio al recipiente primario que contiene la muestra y, por otro, completar el for-
32
Toxicología del alcohol etílico

mulario o planilla adjunta (en el cual se reproduce dicho código de identificación)


con toda la información complementaria disponible; incluyendo las circunstancias
que rodearon el deceso del individuo cuya muerte se investiga: causa aparente de
muerte, si recibió asistencia médica, si recibió o consumía medicamentos en forma
habitual, si padecía enfermedades crónicas, etc. (Figura 11.).
Completar dicho formulario resulta de capital importancia ya que es la única
guía de la cual dispone el analista para orientar su investigación y realizar una
interpretación de los resultados obtenidos lo más ajustada posible a la verdad real
de los hechos bajo investigación.

Figura 11. Formulario donde se consigna la información complementaria para la derivación de muestras de
sangre para estudios de alcoholemia post mortem.
33
Dr. Camargo / Dra. Torres

Mucho menos críticas resultan las etapas de selección del recipiente en el cual
será colocada la muestra obtenida, como así también la etapa de preservación por
frío ya que, por lo general, las instituciones tienen a su disposición una amplia
variedad de recipientes para realizar dicha selección, como así también gran ca-
pacidad de guardado de recipientes bajo condiciones de refrigeración.
En la Figura 12 se describe el flujograma correspondiente al proceso de toma de
muestras de sangre para estudios de alcoholemia post mortem.

Selección del sitio anatómico


de la punción

Si ¿Punción femoral? No

Si ¿Punción cardíaca? No

Si ¿Punción subclavia? No Consulta al


laboratorio

Se colecta la muestra de sangre utilizando EDTA- Fluoruro al 1- 2%

Llenar los recipientes al tope de


su capacidad (sin cámara de aire)

Identificación

Etiqueta identificatoria Planilla complementaria

Preservación bajo Remisión al


refrigeración (4-8 °C) laboratorio dentro de
las 72 hs de obtención

Figura 12 Flujograma del proceso correspondiente a la toma de muestras de sangre para estudios de alcoho-
lemia post mortem.

3.4.2 FLUJOGRAMA CORRESPONDIENTE AL PROCESO INGRESO


DE MUESTRAS HEMÁTICAS AL LABORATORIO DE TOXICOLOGÍA
FORENSE PARA ESTUDIOS DE ALCOHOLEMIA POST MORTEM

Llegadas las muestras al laboratorio de toxicología forense, el personal que reci-


be las mismas deberá verificar que cumplan con todos los atributos de calidad esta-
blecidos para su admisibilidad, asentando en la planilla de registro correspondiente
34
Toxicología del alcohol etílico

los incumplimientos observados. Paralelamente, deberá confeccionar y entregar al


equipo tanatológico un comprobante de conformidad / no conformidad (Figura
14) respecto de las muestras recibidas; especificando los incumplimientos obser-
vados, si los hubiera. Este sistema asegura un “feed-back” de información entre
el equipo tanatológico y el personal del laboratorio. En caso de incumplimientos,
cualquiera sea este, se deberá realizar con el equipo tanatológico una interconsulta
que permita establecer la mejor manera de proceder con dichas muestras, para una
adecuada interpretación de los resultados que se obtengan.
En la Figura 13. se describe el flujograma correspondiente al proceso de ingreso
de muestras hemáticas al laboratorio de Toxicología Forense para estudios de alco-
holemia post mortem.

Equipo tanatológico

Recepción de muestras en el
laboratorio de Toxicología Forense

Control de criterios
de admisibilidad

¿Cumple criterio de Si
sitio anatómico de
punción?

No ¿Cumple criterios de Si
preservación,
anticoagulante y frío?

No ¿Cumple Si
criterio de tiempo
de transporte?

No conformidad e ¿Identificación Si
No
interconsulta con el completa?
equipo tanatológico

Conformidad

Ingreso muestra
al laboratorio. Se
registra y procesa.

Figura 13. Flujograma correspondiente al proceso de ingreso de muestras hemáticas al laboratorio


de Toxicología Forense.
35
Dr. Camargo / Dra. Torres

Figura 14.
Comprobante de
recepción de
muestras para
toxicología forense.

3.5 ALGUNOS BIOMARCADORES EN EL CONSUMO CRÓNICO


DE ETANOL

Es difícil encontrar parámetros individuales para el diagnóstico del alcoholismo


crónico.
- Enzima gamma-glutamil-transferasa o transpeptidasa (GGT) en
suero es el marcador más empleado en clínica, indica daño hepático, aumenta
considerablemente en el alcoholismo crónico (69-90%), pero no es específica
del etanol (55-100%). No está elevada en alcohólicos que aún no sufren alte-
raciones hepáticas. Vida media 14-26 días, tarda casi un mes en normalizarse
tras la abstinencia.
- Volumen corpuscular medio (MCV). El alcohol es la causa más frecuen-
te de macrocitosis aunque no es específico. El cambio se puede detectar a los 40
días de consumo excesivo.
- enzima alcohol-deshidrogenasa (ADH), aumenta en suero con el con-
sumo y desaparecen al interrumpirlo, en menor tiempo del que requiere la GGT.
- enzima transferrina deficiente en carbohidrato (CDT) más sensible
que la anterior. Biomarcador más específico del alcoholismo (80-95%) y sensible
(31-91%). Aprobada por la FDA (Administración norteamericana de alimentos y
medicamentos). Vida media 15 días, por lo cual se considera un buen marcador
de recaída.
Se considera % CDT = 2,6 en alcohólicos y < 2,6% en sujetos consumidores
normales.
Se ha propuesto la utilización de la combinación de los biomarcadores GGT
y CDT para aumentar la sensibilidad y diferenciar entre bebedores sociales y
alcohólicos.
36
Toxicología del alcohol etílico

- apoliproteínas E y J, α1-glicoproteína ácida y aductos proteína-alcetaldehído.


-AST y ALT: son poco sensibles y no específicas, son buenos biomarcadores
cuando incrementan en forma desigual AST/ALT >2 indica que el daño hepático
es por causa alcohólica.
- etil-glucurónido, metabolito directo del etanol, muy estable, no volátil, so-
luble en agua. Puede ser detectado en los fluidos corporales después de la completa
eliminación del alcohol del cuerpo y permanece en el pelo por tiempo indefinido.

Valores de cut-off en pelo (3 cm de longitud del segmento proximal):

< 8 pg/mg individuo abstemio


8 - 25 pg/mg bebedor social
30 pg/g bebedor abusivo

El EtG en sangre indica ingestión, pero su presencia significativa en pelo se


puede tomar como marcador del consumo crónico.
-5-hidroxitriptofol sérico o urinario: metabolito de la serotonina que perma-
nece incrementado 6-15 hs tras la eliminación del etanol. El cociente aumentado
5-hidroxitriptofol/5-hidroxitriptofol-3-ácido acético indica consumo en las últi-
mas 24 hs aunque no se detecte etanol.

37
Capítulo 4
Técnicas de detección y cuantificación

4.1 MICRODIFUSIÓN: (MÉTODO DE FELDSTEIN Y


KLENDSHOJ - CÁPSULA DE CONWAY)

Este método se basa en un proceso de partición por el cual una sustancia volátil
pasa a través de la atmósfera generada en un dispositivo cerrado a un solvente
puro o a un reactivo, en el cual es considerablemente más soluble que en la mues-
tra que lo contiene. Este proceso de partición puede ser favorecido y/o acelerado
por el empleo de un reactivo liberador. En el caso que se emplee un solvente colec-
tor, el proceso finaliza cuando se alcanza el equilibrio. En el caso que se opte por el
empleo de un reactivo colector, el proceso finaliza cuando se agota el reaccionante.
El dispositivo más comúnmente utilizado para este tipo de procedimientos es
la cápsula de Conway (figura 15). La misma consta de dos compartimentos; uno
interno, más pequeño y otro externo, más grande. Como norma general, en el
compartimento interno se coloca el reactivo o el solvente puro sobre el cual se
disolverá el tóxico volátil que se investiga. En el compartimento exterior se coloca
la muestra sospechosa de contener el tóxico objeto de nuestro estudio.
Las ventajas comparativas que ofrece éste método son:
• Se necesita escasa cantidad de muestra para realizar el ensayo.
• No necesita procesos previos de purificación, directamente se trabaja con la
muestra problema.
• Es un método muy sencillo.
• Es un método económico.
• Es un método rápido.

Como desventaja, cabe aclarar que se dosan alcoholes totales, pudiendo dis-
criminar el valor correspondiente al metanol realizando un ensayo de microdi-
fusión con la determinación correspondiente con ácido cromotrópico en medio
ácido del metanol previamente oxidado.
Las sustancias susceptibles de ser analizadas mediante este procedimiento
pueden ser liberadas de la muestra que las contiene por distintos principios
físico-químicos:
• Aprovechando la mayor solubilidad del tóxico en el solvente o en el reactivo
al que se lo enfrenta.
• Por reducción de la solubilidad del tóxico en la muestra que lo contiene.
• Por ruptura de la molécula que contiene al tóxico en la muestra que se analiza.

39
Dr. Camargo / Dra. Torres

Figura 15: esquema de la cápsula de Conway

PROCEDIMIENTO
En una cápsula de Conway colocar:
a. En el compartimiento interior: 0,5 ml de solución 0,4 N de K2Cr2O7 en
H2SO4 10 N.
b. Cubrir la placa con la tapa correspondiente, previa lubricación con grasa de
siliconas, hasta las ¾ partes de su superficie. Por el espacio libre se agrega en el com-
partimento exterior: 0,5 - 1 ml de sangre más 1 ml de solución saturada de K2CO3
c. Se tapa rápidamente la placa y se la agita suavemente sobre una superficie
plana, con movimientos circulares, hasta homogeneizar los agregados.
d. Se deja reaccionar: 24 hs. a temperatura ambiente.
10 hs. a 25 ºC.
6 hs. a 37 ºC
2 hs. a 50 ºC.

Una vez cumplido el período de difusión, se retira la tapa y se agrega 0,5 ml de


KI 3N en el compartimento central de la cápsula de Conway. Se mezcla bien con
una varilla de vidrio.
Ensayar un testigo negativo (blanco) donde se reemplaza la muestra (sangre) por
agua destilada.
Titular el yodo liberado por el dicromato en exceso mediante una solución de
tiosulfato de sodio 0,1 N hasta que prácticamente desaparezca el color del yodo.
Agregar una gota de almidón soluble y continuar la titulación hasta que vire el
color de AZUL-VIOLETA a VERDE o AZUL-VERDOSO (Figura 16).

A B

Figura 16: cambios de color en la titulación. A blanco: color naranja, muestras: color verde de la formación
del Cr3+. B Coloración azul del complejo almidón iodo que debe desaparecer en el punto final.
40
Toxicología del alcohol etílico

REACCIONES

2K2Cr2O7 + 3CH3CH2OH + 8H2SO4 2Cr2(SO4)3+3CH3COOH+2K2SO4+11H2O


K2Cr2O7 + 7H2SO4 + 6KI 3 I2 + Cr2 (SO4)3 + 4K2SO4+ 7 H2O
2 Na2S2O3 + I2 2 NaI + Na2S4O6

CÁLCULO

N (VB-VM). 11,5 = g/L


N: Normalidad del tiosulfato de sodio.
VB: mililitros de la solución de tiosulfato consumidos para titular el blanco.
VM: mililitros de la solución de tiosulfato consumidos para titular la muestra.
11,5: Factor de equivalencia (PM EtOH: 46/4; siendo 4 el número de electro-
nes cedidos en la ecuación redox).

4.2 MÉTODO ENZIMÁTICO

Utiliza el mismo principio que el organismo para metabolizar el alcohol. La al-


cohol deshidrogenasa (ADH) cataliza la transferencia de los átomos de hidrógeno
del sustrato (alcohol etílico) al NAD+, transformándose éste en NADH, mientras
que el alcohol se oxida a acetaldehído.

C2 H5OH + NAD+ CH3CHO + NADH + H+

La transformación de NAD+ en NADH se refleja en la diferente intensidad de


absorción de la luz UV ya que el NAD+ tiene su máximo de absorción en 260 nm
y el NADH tiene su máxima absorción en 340 nm; o sea que la cantidad de alco-
hol etílico presente se evidencia por el incremento de la absorción de la radiación
a 340 nm.
El resultado se calcula entrando con el valor de absorbancia a una gráfica de
Absorbancia vs. Concentración, que se ha realizado con soluciones de alcohol
etílico de concentración exactamente conocida.
El procedimiento se realiza tratando:
a. La muestra de sangre junto con el o los testigos y el blanco con una solución
de ácido perclórico, todo ello colocado en sus respectivos tubos de centrífuga. La
función del ácido perclórico es desproteinizar las muestras.
b. Se mezcla cuidadosamente y se centrifuga 5 minutos a 3000 r.p.m.
c. Una alícuota del sobrenadante (generalmente 0,1 ml) se trata con una solu-
41
Dr. Camargo / Dra. Torres

ción buffer de pH 8.
d. Se agrega la solución de NAD+ 24mM.
e. Se mezcla y se añade la solución de ADH.
f. Se incuba 25 minutos a 37 ºC.
g. Se lee la absorbancia a 340 nm

La técnica antes descripta tiene la finalidad de exponer en forma general el mé-


todo enzimático para la cuantificación del alcohol etílico en sangre. Según el equi-
po comercial utilizado, convendrá seguir las indicaciones operativas del fabricante.
Su principal ventaja radica en la alta especificidad que presenta para el alcohol
etílico, ya que el alcohol metílico (principal interferente en este tipo de determi-
naciones) no presenta una gran absorción a 340 nm. Tampoco interfieren los pro-
ductos biológicos provenientes del material en descomposición.
La sensibilidad de este método es comparable con la del método de microdifu-
sión, aunque sin los inconvenientes de interferencia ya expuestos.

4.3 CG-FID: TÉCNICA HEADSPACE

PREPARACIÓN DE LA ESTÁNDARES Y MUESTRA

Estándares: preparar soluciones de 0,5; 2,0 y 6,0 g/l de alcohol etílico. Dis-
pensarlas y procesarlas de la misma manera indicada para las muestras biológi-
cas. Construir la curva de calibración que se utilizará para las determinaciones
cuantitativas.
Muestras: en un vial de headspace colocar 1 ml sangre (humor vítreo u orina)
+ 0,5 ml solución estándar interno (butanol, terbutanol, etc.) + 0,5 ml K2CO3
como agente liberador. Dejar 15 minutos a 80°C en
el horno del equipo (figura 17 A y B)
De esta manera se produce el equilibrio alcohol
en la muestra (Vs), alcohol presente en el espacio de
cabeza (Vo).

Figura 17 A. Equilibrio headspace.


42
Toxicología del alcohol etílico

Figura 17 B. Viales de head-space para dosaje de etanol en muesras biológicas.

CROMATOGRAFÍA GC-FID
Gas de arrastre: N2 14 psi (1,16 ml/min).
Inyector: 150 °C. Split: 5 ml/min.
Columna: Temperatura del horno 80°C .
Columna: wax 20M (polietilenglicol) 20 m- 0,18 ID.
Detector: FID hidrógeno a 45 ml/min. Aire a 450 ml/min. Temperatura 250ºC.

Figura 17 C.
Cromatograma
obtenido para
dosaje de
alcohol etílico,
donde se utilizó
butanol como
estándar
interno.

43
Dr. Camargo / Dra. Torres

El orden de elución generalmente es: metanol, acetaldehído, etanol, isopropanol,


acetona, N-propanol.
En la práctica se obtienen cromatogramas y curvas de calibración como los que
se ilustran en las figuras 17 C y 17 D, respectivamente.

Figura 17 D.
Curva de
calibración
obtenida por
cromatografía
gaseosa, detector
de ionización
de llama
(GC-FID).

44
Capítulo 5
Interpretación de resultados:
Resolución de Casos - Alcances

5.1 CÁLCULO DE ALCOHOLEMIA RETROSPECTIVA

AR = A + (β x t)
A = Alcoholemia correspondiente al momento de la extracción de sangre
(ejemplo: 0,45 g/l).
β = Coeficiente de etil oxidación (0,15 g/l.h).
t = Tiempo en horas transcurrido a partir del hecho que se investiga
(ejemplo: 2 horas).

AR = 0,45 g/l + (0,15 x 2) = 0,75 g/l.

5.2 CÁLCULO DEL TIEMPO NECESARIO PARA ELIMINAR


EL ALCOHOL INGERIDO

TIEMPO (Horas) = Alcoholemia


β
β = Coeficiente de etil oxidación (promedio: 0,15 g/l.h)
Ejemplo: tiempo para eliminar 1 g/l
TIEMPO = 1 g/l = 6,67 horas
0,15

5.3 CÁLCULO DEL CONTENIDO TOTAL DE ALCOHOL EN


EL ORGANISMO
C = P x VD x A
P = Peso de la persona (Kg).
VD = Volumen Aparente de Distribución 0,7 (hombres). 0,6 (mujeres).
A = Alcoholemia (g/l).

5.4 CÁLCULO DE SU EQUIVALENTE EN BEBIDA ALCOHÓLICA


Ej: Peso: 75 Kg. A: 1,5 g/l. Sexo: Masculino. Tiempo transcurrido: 4 horas.
C = P x 0,7 x A Hecho
• Calculo de la alcoholemia retrospectiva (A en el momento del hecho)
AHecho = A + (β x t)
AHecho = 1,5 g/l + (0,15 g/l.h x 4 h) = 2,10 g/l
• Cálculo de la concentración:
45
Dr. Camargo / Dra. Torres

C = 75 Kg x 0,7 x 2,10 g/l = 110,25 g etanol


• Calculo del volumen de alcohol:
Densidad del etanol = 0,798 g/ml
110,25 g/0,798 g/ml.
Volumen (ml) de etanol = 138,16 ml

• Cálculo del equivalente en bebida


VINO (12 %): 12 ml de etanol------------100 ml de bebida
138,16 ml etanol----------X= 1151, 32 ml bebida (1,5 botella de 3/4).
CERVEZA (5 %): 5 ml de etanol---------100 ml de bebida
138,16 ml de etanol---X= 2763,20 ml bebida (2,83 botellas 975 cc).
WHISKY (40 %): 40 ml de etanol--------100 ml de bebida
138,16 ml etanol------X= 345,40 ml de bebida (1/3 botella de litro).

5.5 ANÁLISIS DE CASOS

Se necesita saber si la ingesta de alcohol pudo haber actuado como factor


coadyuvante o predisponente para la ocurrencia de los casos que se detallan a
continuación. Discuta cuál sería su propuesta analítica para cada caso. Justifique
la misma. Las consideraciones realizadas para cada caso poseen una finalidad
orientativa y no agotan la discusión.

CASO N° 1: ACCIDENTE DE TRÁNSITO


Se recibe en el laboratorio un individuo de sexo masculino, de 45 años de
edad, 85 Kg de peso corporal. Horario de ocurrido el hecho bajo investigación:
15:00 hs. Horario de llegada al laboratorio para toma de muestra: 19 hs. (Indivi-
duo vivo).
Considerar
• Pasaron cuatro (4) horas desde que ocurrió el hecho bajo investigación, ra-
zón por la cual no hay necesidad de tomar dos muestras de sangre con una hora
de diferencia entre ellas, ya que se habría alcanzado y superado el máximo de
concentración en sangre (etapa post absortiva).
• Tomar una muestra de sangre + una muestra de orina como control (Resulta-
dos sangre: 1,00 g/l y orina: 1,80 g/l) Al realizar el cociente entre la concentración
de alcohol en orina / sangre se confirma que la absorción ha sido completa.
• Se hace indispensable calcular la alcoholemia retrospectiva al momento del
hecho bajo investigación.
• Resultaría muy útil, para una mayor ilustración de la autoridad judicial, infor-
mar el resultado de la alcoholemia retrospectiva como su equivalente en bebida
alcohólica.

46
Toxicología del alcohol etílico

CASO N° 2: ACCIDENTE DE TRANSITO


Se recibe en el laboratorio un individuo de sexo femenino, de 28 años de edad,
de 70 Kg de peso corporal. Horario de ocurrido el hecho bajo investigación: 17 hs.
Horario de llegada al laboratorio para la toma de muestra: 18 hs. (Individuo vivo).
Considerar
• Se torna indispensable tomar dos muestras hemáticas con una hora de di-
ferencia entre ellas, en virtud de la proximidad entre el horario de ocurrido el
hecho bajo investigación y el horario en que llega al laboratorio para obtener las
muestras a analizar (una hora de diferencia). No tenemos certeza de si se ha
alcanzado y superado el máximo de concentración en sangre.
• Primera muestra de sangre: 0,45 g/l. Se agrega una muestra de orina como
control: 0,21 g/l.
• Segunda muestra de sangre: 0,62 g/l. Se agrega una segunda muestra de
orina como control: 0,85 g/l.
El análisis de los valores obtenidos indica absorción incompleta de alcohol al
momento de ocurrir el hecho bajo investigación. Todavía se encontraba en etapa
absortiva al momento de ocurrir el mismo. No se puede tomar en consideración
la segunda muestra de sangre para el cálculo de ningún valor predecible. Se
debe informar el valor de concentración correspondiente a la primera muestra de
sangre obtenida, con la salvedad que nada puede decirse con respecto al valor
de alcohol en sangre al momento de ocurrido el hecho. Sólo podrá inferirse que
el mismo era menor a 0,45 g/l (el cual se encuentra dentro del límite legal para
conductores de automóviles: 0,50 g/l).

CASO N° 3: ACCIDENTE DE TRÁNSITO


Se recibe en el laboratorio un individuo de sexo masculino, 50 años de edad,
90 Kg de peso corporal. Horario de ocurrido el hecho bajo investigación: 02:00 hs.
Horario de llegada al laboratorio para la toma de muestra: 15:00 hs (Individuo vivo).
Considerar
• Transcurrieron trece (13) horas desde la ocurrencia del hecho bajo investiga-
ción hasta el momento en que es traído al laboratorio para la toma de muestra.
• Se toma una única muestra de sangre en virtud de las horas transcurridas. No
es necesario tomar una segunda muestra.
• Se toma una muestra de orina como control, pensando que por las horas
transcurridas probablemente el análisis de la muestra de sangre arroje resultado
negativo.
• Resultados: sangre 0,00 g/l y orina 1,85 g/l.
En este caso sólo puede afirmarse que existió consumo de alcohol. Nada pue-
de decirse del valor de concentración en sangre que hubiera podido tener el
alcohol al momento de ocurrido el hecho bajo investigación.

CASO N° 4: ACCIDENTE DE TRÁNSITO


Se recibe en el laboratorio las muestras pertenecientes a un individuo de sexo
femenino, 36 años de edad, 65 Kg de peso corporal. Se constata un importante
47
Dr. Camargo / Dra. Torres

traumatismo de tórax y abdomen. Individuo fallecido en el acto.


Considerar
• Se analiza la muestra de sangre remitida al laboratorio y se obtiene un valor
igual a 5,38 g/l de alcohol.
Un valor tan elevado en sangre, junto con la presencia de un importante trau-
matismo de tórax / abdomen, necesariamente nos debe hacer pensar en que la
muestra de sangre obtenida puede estar reflejando una mezcla de las concen-
traciones de alcohol sanguínea + pulmonar (alveolar) + abdominal (estómago).
Máxime si la muestra de sangre remitida para su análisis fuera obtenida de cavi-
dades cardíacas o de la vena subclavia. Por tal motivo, resulta indispensable en
estos casos analizar muestras complementarias como el humor vítreo y la orina.
Resultados: humor vítreo 0,65 g/l; orina 0,99 g/l.
Con estos valores, nada puede decirse del verdadero valor de alcohol en san-
gre, sólo que existió consumo.

CASO N° 5: POLITRAUMATIZADO SEVERO


Se reciben en el laboratorio muestras de un individuo de sexo masculino, de 45
años de edad, 95 Kg de peso corporal, en el cual se produce la sección total de
los miembros inferiores (se sospecha suicidio arrojándose a las vías del tren). No
se pueden obtener muestras de rutina: sangre, orina, humor vítreo (por estallido
de ambos globos oculares). El individuo fallece poco tiempo después de ocurrido
el hecho, luego de recibir asistencia médica de emergencia.

¿Cuál sería la muestra de preferencia que intentaría obtener para casos como
el descripto?
Hematomas subdurales: son colecciones hemáticas que se forman en el mis-
mo momento de ocurrido el hecho bajo investigación o en un período muy cer-
cano al mismo. Por tratarse de sangre que ha salido del torrente circulatorio; el
alcohol que pudiera estar presente en esta muestra no sigue sufriendo un pro-
ceso de metabolización hepática, razón por la cual su concentración alcohólica
reflejará exactamente la alcoholemia de ese individuo al momento de ocurrir el
hecho bajo investigación.

CASO N° 6: AHORCADO
Se reciben en el laboratorio muestras pertenecientes a un individuo de sexo
masculino, 68 años de edad, 80 Kg de peso.
Resultados:
• Sangre: 0,1 g/l.
• Humor vítreo: 0,00 g/l.
• Orina: 0,00 g/l.
• Contenido gástrico: 3,00 g/l.

Con estos valores solo se puede afirmar que hubo consumo de bebidas alco-
hólicas, pero el fallecimiento ocurrió antes que pudiera producirse el pasaje al
48
Toxicología del alcohol etílico

torrente circulatorio. En este caso el alcohol no puede tomarse como un factor


coadyuvante o predisponente que pudiera haber influido en la causa de muerte.

CASO N° 7: AHOGADO
Se reciben en el laboratorio muestras de un cuerpo recuperado de las aguas
del río Paraná, luego de 24 horas de su desaparición. Sexo femenino, 30 años de
edad, 65 Kg de peso corporal.
Resultados:
• Sangre: 2,55 g/l.
• Orina: 1,78 g/l.
• Humor vítreo: 0,10 g/l.
¿Cuál será el resultado prevalente para este caso? Justifique.

Se considera, fundamentalmente, el resultado obtenido en humor vítreo por


ser la muestra menos susceptible de sufrir modificaciones por la generación de
alcohol endógeno por proliferación microbiana, por ser el globo ocular un com-
partimiento relativamente hermético que ofrece mayor resistencia a este tipo de
cambios.
En este caso se puede afirmar que no existió consumo de etanol.

CASO N° 8: HERIDA DE ARMA DE FUEGO


Individuo de sexo masculino, 25 años de edad, 87 Kg de peso corporal. Reci-
be asistencia médica de urgencia que incluye cirugía y recuperación en UTI. Se
convoca al equipo forense luego de doce (12) horas de ocurrido el hecho bajo
investigación, para tomar las muestras de rigor según el criterio del perito intervi-
niente, con la finalidad de establecer el posible grado de intoxicación alcohólica
al momento de ocurrido el hecho bajo investigación.

Horario de ocurrido el hecho bajo investigación: 02:00 hs.


Convocatoria al equipo forense: 14:00 hs.

Considerar
• No tiene sentido tomar muestra de sangre en virtud del tiempo transcurrido. A
ello debe sumarse la total modificación de las condiciones originales de la mues-
tra hemática como consecuencia de la manipulación médico-quirúrgica realizada
(que pudo haber incluido pasaje de fluidos, transfusión de sangre, entre las más
comunes).
• Se toma únicamente una muestra de orina para tratar de establecer si existió
consumo de alcohol.
• Resultados: sangre 0,00 g/l; orina 0,40 g/l. Con estos valores sólo puede de-
cirse que existió consumo de etanol. Nada más.

49
Capítulo 6

Control estadístico de resultados:


una breve aproximación

El objetivo fundamental que implica la implementación de un sistema de con-


trol estadístico para los resultados obtenidos, consiste en verificar que el sistema
de medición utilizado para realizar el dosaje de etanol en muestras biológicas y no
biológicas se mantenga bajo control en sucesivas determinaciones.
El sistema de verificación más práctico y conveniente para realizar un control
como el propuesto, consiste en realizar la comparación de la variabilidad de un
grupo de resultados (análisis de un testigo de etanol de concentración perfectamen-
te conocida, por duplicado), variabilidad intra-determinación, con respecto a
la variabilidad entre grupos de resultados (análisis de un testigo de etanol de con-
centración conocida durante varios días), variabilidad entre determinaciones.
Los valores obtenidos para las determinaciones anteriores son utilizados para
la construcción de gráficos de control de medias (X), el cual brindará informa-
ción detallada respecto de la exactitud asociada al sistema de medición utilizado,
mientras que a través de la construcción de gráficos de control de rangos (R) se
obtendrá la información correspondiente a la precisión del sistema de medición.
La evaluación de los gráficos que se construyan a partir de los datos obtenidos, nos
permitirán evaluar si el sistema de medición se encuentra bajo control o si, por el
contrario, requiere la realización de ajustes analíticos y/o instrumentales.
A continuación se describe una guía rápida para la implementación de un siste-
ma de control como el propuesto, que se encuentra al alcance de cualquier labo-
ratorio que realice este tipo de determinaciones.

DESARROLLO
• Con cada serie de determinaciones se corren dos testigos de concentración
perfectamente conocida de etanol (2 g/l). Una al inicio de la corrida y otra al
final de la misma. Los valores así obtenidos constituyen un grupo individual de
determinaciones.
• Al finalizar el mes (o semanal / quincenalmente, según el criterio de cada
laboratorio) se deberán tener tantos pares de valores como series de determinacio-
nes se hayan realizado.
• Los valores obtenidos se cargan en el programa estadístico (cualquiera de los
disponibles en el mercado resultan adecuados para tal fin), procediéndose al cálcu-
lo de medias, rangos y elaboración de los gráficos X-R correspondientes.
• Los profesionales bioquímicos que integran el staff del Laboratorio de Toxi-
cología, tendrán la responsabilidad de realizar el análisis e interpretación de los
51
Dr. Camargo / Dra. Torres

resultados obtenidos y la implementación de medidas preventivas / correctivas


que se consideren necesarias para el ajuste del sistema de medición.
• Para este tipo de determinaciones, resulta adecuado considerar como límites
aceptables entre los cuales pueden oscilar los valores analíticos obtenidos +/- 3 des-
viaciones estándar. En un sistema que se encuentra “bajo control”, todos los valores
obtenidos deberían encontrarse dentro de los límites establecidos y distribuidos de
manera, más o menos simétrica, alrededor de la media. La presencia de valores por
fuera de los límites o bien, la presencia de tres (o más) valores que caigan de un mis-
mo lado de la media (tendencia); implicarían desviaciones del sistema de medición
que el analista debe evaluar y atender con particular atención (Figura 18 A y B).
• La información obtenida es conveniente asentarla en un informe que consti-
tuye el control mensual (semanal y/o quincenal) del sistema de medición, donde
consten la medidas preventivas / correctivas implementadas ante desviaciones o
tendencias detectadas en el sistema de medición, si fuera este el caso.

Figura 18 A. Gráfico utilizado


para controlar la exactitud de las
determinaciones.

Figura 18 B. Gráfico utilizado


para controlar la precisión de las
determinaciones.

52
Toxicología del alcohol etílico

Bibliografía
Alvarado Guevara A., Raudales García I., Vega Ramírez J. (2008). Determinación de
alcohol post mortem: Aspectos a considerar para una mejor interpretación. Med. Leg.
Costa Rica 25 N. 2. Heredia.
Brown G., Neylan D., Reynolds W., Smalldon K. (1973). Thestability of etanol in store-
dblood. Part. I. Important variables and interpretation of results. Analytica Chimica Acta.
66: 271-283.
Burillo-Putze G., Hernández Sánchez M.J., Climent García B., Pinillos EcheverríaM.A.
(2012). Nuevas formas de consumo de alcohol. An Pediatr.77:419-20.
Covey, S. (2012). “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” Editorial Paidós SAICF.
Buenos Aires. 9-14.
Ferrari L. (2008). Análisis toxicológico de etanol y su interpretación forense. Ciencia
Forense Latinoamericana2 (1-2) 20-35.
Gisbert Calabuig J.; Villanueva Cañadas E. (2004). Medicina Legal yToxicología Mas-
son S. A. Barcelona. Cap. 63; 878 - 895.
Ióvine E., Selva A. (1993). El laboratorio en la clínica. Editorial Médica Panamericana.
Buenos Aires. 1359-1367.
Jickells S., Negrusz A. (2008). Clarke´s Analytical Forensic Toxicology. Pharmaceutycal
Press. London. 306-319.
Lencioni, P. (2003). “Las cinco disfunciones de un equipo” Ediciones Urano, S. A. Bar-
celona. 1-98.
Repetto M. (1995). Toxicología Avanzada. Ediciones Díaz de Santos. Madrid. 425-473.
Repetto M, Guija Villa J., Repetto G. (2013). Toxicología del Alcohol Etílico. En: Am-
pliación de Postgrado en Toxicología -Repetto (ed.). CD-ROM. Ilustre Colegio Oficial de
Químicos. Sevilla, 2013
Rubio Valladolid G.; Santo-Domingo Carrasco J. (2000). Guía Práctica de Intervenció-
nen el alcoholismo. Agencia Antidroga. Consejería de Sanidad. Comunidad de Madrid.
Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid. Madrid.
OMS: Sinopsis de políticas. 2006. Violencia interpersonal y alcohol.
Senge, P.; Roberts, C.; Ross, R.; Smith, B.; Kleiner, A. (2006). “La quinta disciplina en
la práctica: estrategias y herramientas para construir la organización abierta al aprendiza-
je”. 1ra Ed. Granica. Buenos Aires. 2-3.
WHO. 2014. Country profiles. P138.
Algunos datos sobre el consumo de alcohol en Argentina. 2011. Sistema de Vigi-
lancia Epidemiológica en Salud Mental y Adicciones. 4- Ministerio de Salud. Presi-
dencia de la Nación.

53
Índice
Prólogo 5

Capítulo 1 7
Introducción 7
Patrones de consumo y riqueza alcohólica de las bebidas 10

Capítulo 2 13
Toxicocinética y toxicodinámica del etanol 13
Alcohol postmortem 19

Capítulo 3 21
Obtención de muestras biológicas 21
3.1 Clasificacion de muestras biológicas para estudios de etanol 21
3.2 Contenido acuoso de muestras hemáticas 26
3.3 Importancia, alcances e interpretación de la concentración 27
de etanol en muestras de orina y humor vítreo
3.4 Atributos de valor de muestras hemáticas 28
3.4.1 Flujograma de toma de muestras 32
3.4.2 Flujograma de ingreso 34
3.5 Algunos biomarcadores en el consumo crónico del etanol 36

Capítulo 4 39
Técnicas de detección y cuantificación 39
4.1 microdifusión 39
4.2 método enzimático 41
4.3 GC-FID 42

Capítulo 5 45
Cálculos. Interpretación de resultados. 45
5.1 Cálculo de alcoholemia retrospectiva 45
5.2 Cálculo del tiempo necesario para eliminar el alcohol ingerido 45
5.3 Cálculo del contenido total de alcohol en el organismo 45
55
Dr. Camargo / Dra. Torres

5.4 Cálculo de su equivalente en bebida alcohólica 45


5.5 Analisis de casos 46

Capítulo 6 51
Control estadístico de resultados: una breve aproximación 51

Bibliografía 53

56

También podría gustarte