Teses Sharkawy Goytisolo
Teses Sharkawy Goytisolo
Teses Sharkawy Goytisolo
FACULTAD DE LETRAS
TESIS DOCTORAL
Presentada por
Fawzi Shafik El Sharkawy
MURCIA - 2000
ÍNDICE
Pág.
* Introducción 3
Primera Parte
Segunda Parte
Tercera Parte
* Conclusión 499
* Cronología 516
* Bibliografía 528
* Índice 547
TABLE OF CONTENTS
Page
* Introduction 3
First Part
Second Part
Third Part
* Conclusion 499
* Chronology 516
* Bibliography 528
* Contents 547
A Elena.
2
INTRODUCCIÓN
Javier Goñi
1
Véase, Goñi, J., “Juan Goytisolo”, en El País, 1 de julio 1995.
2
Véase, Ruiz Lagos, M., Retrato de Juan Goytisolo, pág. 5.
3
intercambiar recuerdos y opiniones. Como dice Cristóbal Ramiro,
Goytisolo es de los que se apuntan “a los buenos y viejos valores de
convivencia, reposada y casi rural, de café típico al aire libre. Es
europeo, mediterráneo y africano. Juan Goytisolo resuelve esta aparente
contradicción intentando salvar lo mejor de cada uno y predicando, a
veces en desierto, su particular experiencia”3.
4
madrileño ni del parisiense ni del barcelonés ni del de
ningún lado. El hecho de que alguien comparta los
mismos intereses y aficiones que uno no es una razón
suficiente para tratar con él”.
Vive en Marraquech en una bella casa, desde donde camina por las
tardes hasta un cafetín llamado Xemáa el-Fná, lugar donde se reúne
diariamente con un grupo de amigos europeos y sobre todo, árabes para
charlar, recibir visitas o contemplar el agitreo de una plaza repleta de
cuentistas, contadores de historias, escribanos, saltimbanquis,
tragafuegos, entre otros. Dice Goytisolo:
“Vengo aquí todas las tardes cuando estoy en
Marruecos y de ordinario voy al rincón al que llamamos
la Esquina de los curiosos y de los mirones, porque desde
aquí se ve todo lo que es la ciudad marroquí. Por mí, es
6
Ibid, págs. 18-19.
5
un espectáculo de cine permanente y nunca me aburro.
Estoy una hora o dos horas aquí y cada día es un nuevo
film”7.
7
Entrevista inédita hasta el momento de la redacción con José Luis Balbín titulada “La
Senda”, TVE. S.A., 1994.
8
Villena, M. A., “Juan Goyisolo dice...”, en El País, 26 de julio 1997, pág. 35.
6
Su actual casa está muy cerca de esta plaza, en un laberinto de
callejuelas de la vieja medina. Allí construyó una vieja mansión con fama
de estar encantada y habitada por los genios, con terrazas y dos pisos,
donde se alternan volúmenes quebrantados. La casa está vertebrada
alrededor del patio, lugar donde crecen árboles singulares, con ramas que
dan limones y otras que dan naranjas, símbolo apreciado por el propio
escritor.
9
Méndez, J.: “Entrevista con Juan Goytisolo”, en La Verdad, Murcia, 24 de enero 1999, pág.
6.
7
contemplación”10.
10
Véase, Villena, M. A., Ob. Cit., pág. 35.
11
Idem.
12
Véase, Cristóbal, R., Ob. Cit., pág. 186.
8
Pero ¿cuáles son los motivos de ese desprecio, negación o
complejo?. El autor apunta a la incapacidad española de asumir su propia
cultura y también al complejo de inferioridad. No olvida tampoco la
larguísima historia de propaganda antijudía y antiárabe que se desató en
España en el siglo XV y que permanece hasta hoy. “Lo árabe -dice
Goytisolo- nunca se ha visto como algo enriquecedor, sino como algo
peligroso y amenazante”14.
13
Fajardo, J. Mª., “Entrevista con Juan Goytisolo”, Cambio 16, n. 782, 24 noviembre de
1986, pág. 209.
14
Véase, Villena, M.A., Ob. Cit., pág. 35.
15
Goytisolo, J., “La Europa del miedo”, en El País, Madrid, 21 de mayo 1987.
9
cerrado, a una concepción de Europa como un club de ricos con derecho
reservado de admisión. La situación de los diez millones, doce millones
de emigrados que hay en Europa occidental, está impeorando. Empeora
en Francia, empeora en España, empeora en Alemania, y mi actitud es
de una clara condena y de defensa de estos grupos”16.
La imagen del árabe, cuya vida parece valer menos que la de otros
humanos, es vista desde Occidente, desde el momento de su nacimiento,
a través de una larga serie de estereotipos, es juzgado y castigado sin ser
oído: “El Islam ha representado de cara al mundo cristiano occidental
un papel autoconcienciador en términos de oposición y contraste: el de
la alteridad, el del otro, ese “aversario íntimo” demasiado cercano para
resultar totalmente exótico y demasiado tenaz, coherente y compacto
para que pueda ser domesticado, asimilado o reducido. A consecuencia
de ello existen una historia, una tradición de pensamiento, una leyenda,
una retórica, una agrupación de imágenes o clichés islámicos creados
por y para Occidente que imponen una distancia infranqueable entre lo
“nuestro” (visto, claro está, con conciencia de superioridad y
autosatisfacción) lo “de ellos” (contemplado con hostilidad o
desprecio)”17.
16
Roselló, E., “Entrevista con Juan Goytisolo”, Integral, n. 100, abril 1988, pág. 29.
17
Goytisolo, J., “De Don Julián a Makbara: una posible lectura orientalista”, en Crónicas
sarracinas, pág. 29.
10
las páginas de un periódico occidental: “El ‘demonio rojo’ -dice- ha
dejado de ser el enemigo visceral de Occidente y su lugar ha sido
ocupado por el fantasma de la media luna, es decir, del integrismo
islámico”18.
18
Guerrero, Y., “El nuevo miedo de Occidente”, El País, Ed. Internacional, Madrid, 17 de
febrero de 1992, pág. 7.
19
Sales, Ferran, “Las ideologías han provocado más muertes que el fundamentalismo”, El
País, Madrid, 22 de octubre de 1991, pág. 32.
11
del fundamentalismo.
20
Sobejano, G., “La busca de la pertenencia”, en Juan Goytisolo, ed. Fundamentos, Madrid,
1975, pág. 24.
12
el lenguaje, moldearlo, dar una forma más pura y más brillante a las
desgastadas monedas del lenguaje cotidiano, transformar el cobre en
oro”21.
21
Véase, Durán, M., “El lenguaje de Juan Goytisolo”, en Juan Goytisolo..., pág. 53.
22
Véase, El Mundo, 26 de junio 1997, pág. 54
13
en ella se sintetiza además de una revolución, un progreso creciente
14
PRIMERA PARTE
15
JUAN GOYTISOLO Y SU ÉPOCA
“Autodidacta como casi todos los
hombres y mujeres de mi generación, mi
cultura, forjada a tientas y aun a
contracorriente, guardaría mucho tiempo
la marca de los perjuicios, lagunas e
insuficiencias de una España asolada y
yerma, sometida a la censura y rigores de
un régimen sofocante”23.
Juan Goytisolo
ENTORNO HISTÓRICO
23
Goytisolo, J., Coto vedado, Seix Barral, Barcelona, pág. 120.
16
republicano, bajo la presidencia provisional de Niceto Alcalá Zamora.
Dentro de su gabinete, figuraban varios miembros republicanos,
socialistas, radicales y catalanes.
17
posibilidad de crear autonomías regionales, nulidad de los títulos
nobiliarios, igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, libertad de
expresión y la condición laica de una enseñanza gratuita y obligatoria.
18
República” contra las actividades contrarias al Régimen.
19
Autonomía de Cataluña, después de haber sido sancionado por la
Generalidad y votado con gran éxito. La versión aprobada en Madrid se
diferenciaba considerablemente del texto original y ocultaba grandes
problemas de competencias y de financiación del gobierno catalán.
20
enfrentamientos. Pronto, el gobierno de Madrid mandó intervenir a las
fuerzas del ejército. Al poco tiempo la rebelión fue detenida y sus
organizadores -entre ellos Manuel Azaña- fueron arrestados. Fue
entonces, cuando el gobierno de Madrid decidió suspender el gobierno
autonómico de Cataluña.
21
1936. Estos sucesos dieron fama y popularidad a una serie de derechistas,
monarquistas y carlistas y reforzaron además a la Falange Española, que
se había fundado con antelación por José Antonio Primo de Rivera.
22
nacionalistas eran prácticamente zonas agrarias. Ante tal situación y este
desequilibrio, las autoridades nacionalistas se vieron obligadas a
intensificar su ataque y estrechar su cerco cada vez más.
23
necesarias para consolidar su administración y equipar sus fuerzas
militares con armamentos e ideologías adecuadas, mientras seguía el
enfrentamiento.
24
sangrientas, sin embargo, no influyeron en el transcurso de la guerra.
25
republicanos, les abrió el camino para llegar a la frontera francesa. En el
mes de febrero, Manuel Azaña presentó en París la dimisión de su cargo
como Presidente del Gobierno. Poco tiempo después, las autoridades
francesas abrieron sus fronteras para recibir a los refugiados y
combatientes republicanos.
26
El país, arruinado y pobre, tras la Guerra Civil, no podía participar
en otra guerra. Pese al apoyo ofrecido por las fuerzas alemanas en la
Guerra Civil Española, Franco se mantuvo neutral.
27
alemanes fue designado el mariscal Pétain que firmó un armisticio el 22
de junio, mientras en Londres el General De Gaulle incitó a los franceses
a continuar la guerra. A partir de entonces Gran Bretaña quedó solo en su
lucha contra Alemania e Italia.
28
cosechas, que hicieron descender gran parte de la producción agrícola por
debajo de los niveles habituales. Uno de los desastres ecológicos de la
época fue el incendio que arrasó una gran parte de la ciudad de Santander
el 15 de febrero 1941. Tres días antes, Franco se entrevistó con Mussolini
en Bordighera y el 28 del mismo mes, murió el rey Alfonso XIII en
Roma. Poco tiempo después, el Jefe del Estado Español buscó reforzar
su poder personal, con tres medidas importantes: La Ley de la Seguridad
del Estado, el Nuevo Gobierno de Mayo del 41 y el Acuerdo con el
Vaticano.
29
iniciada por los alemanes para luchar contra la Unión Soviética.
30
División Azul.
31
25 de agosto, y con la colaboración de las tropas desembarcadas en
Provenza diez días antes, liberaron Francia. Las tropas alemanas trataron
de tomar de nuevo la iniciativa de las operaciones entre finales de 1944 y
principios de 1945.
32
Antes de su muerte el 12 de abril de 1945, el Presidente americano
Roosvelt, delante de la Comunidad Internacional, refiriéndose a la
postura de España entonces, manifestó que el régimen español se
identificó en el pasado con los enemigos. Después de haber derrotado el
fascismo europeo y cuando todavía resistía Japón, los perdedores se
reunían cerca de Berlín.
33
de amplias zonas del país se agravaba con la sequía y las malas cosechas.
El año 1945 fue conocido por el año del hambre. En los campos
andaluces y extremeños, el hambre causó muchos daños y perjuicios.
34
dando entrada al antiguo directivo de Acción Católica, Alberto Martín
Artajo, que, desde la Cartera de Asuntos Exteriores, tenía la obligación
de tratar de mejorar las relaciones con el Vaticano. Un día antes, Franco
hizo aprobar por Las Cortes el Fuero de los Españoles, que otorgaba unos
derechos básicos del ciudadano español, muchos de ellos habían sido
vulnerados y manipulados por las diversas instituciones del Régimen.
Pronto, Giral reunió a las fuerzas políticas del exilio, excepto a los
comunistas. Confiaba en derrocar al régimen franquista o al menos
aislarlo diplomáticamente con la ayuda de las potencias occidentales. Por
otro lado, los comunistas y algunos sectores anarquistas y socialistas
creían que la mejor manera de luchar era forzar la situación en el interior,
mediante las guerrillas, huelgas y organizaciones clandestinas. Sin
embargo, cayó de repente en mano de la policía la ejecutiva del PSOE en
el interior. Asimismo cayeron los delegados del Comité Central del
Partido Comunista en España, junto con otros sesenta de los militantes.
35
El 22 de octubre de 1945, se promulgó la ley del Referéndum que
no pasó por Las Cortes Orgánicas. A consecuencia del cierre de la
frontera francesa y del aislamiento producido por la ONU se produjo en
España una reacción enorme entre todo el pueblo. Se produjeron
manifestaciones donde estuvo reunido todo el pueblo español de todas
sus clases sociales. Por otra parte, fue la primera vez que se produjo un
agrupamiento multitudinario en torno a la figura del caudillo de España.
36
Por otra parte, Don Juan de Borbón, que estaba cada vez más
cerca, trasladó su residencia de Ginebra a Estoril y nombró a un consejo
privado. Varios sectores republicanos, sobre todo socialistas, tuvieron
contacto con él, en un intento por encontrar una fórmula para llevarle a
sustituir al general Franco y su Régimen dictatorial.
Pese a la durísima represión en el interior, la resistencia aumentaba
y crecía cada vez más. Prueba de ello, las huelgas en Cataluña, que
sucedían a pesar de los grandes obstáculos que imponía el régimen. Por
otro lado, no cesaban los ataques de las guerrillas. Por otra parte, la
Iglesia continuaba su apoyo al régimen, mientras seguía vigilando la
ortodoxia y la moral pública, reconstruyendo los templos y
reorganizando los seminarios. No obstante, surgió de su sede la
Hermandad Obrera de Acción Católica. A través de ella, se inició un
auténtico contacto con el mundo obrero.
37
régimen de Franco.
38
Junto a la de protesta de Don Juan de Borbón, se sumó la de los
obreros debido a las duras condiciones de vida. Los enfrentamientos
laborales llegaron al extremo, sobre todo, en el País Vasco. En Bilbao,
las fuerzas del Régimen tuvieron que detener 4.000 obreros después de
verse obligadas a ocupar militarmente una zona industrial.
Además de las huelgas y las guerrillas en el interior de España, los
republicanos y monárquicos continuaron en el exterior su lucha para
conseguir una solución para establecer la democracia. En el exilio, el
socialista Rodolfo Llopis sucedió al republicano Giral frente al gobierno,
desde entonces se reanudaron los contactos con los monárquicos.
39
resultado del referéndum no podía ser mejor: 14 millones-Sí, 1 millón-No
y 3 millones-Abstención. Así, el régimen salió respaldado en las urnas.
40
Madrid y mantuvo diversas conversaciones con representantes del
Gobierno. Unos días antes, Francia decidió abrir su frontera con España.
41
para construir y utilizar conjuntamente unas bases navales y áreas, una
ayuda económica y una cooperación técnica y material a las fuerzas
armadas de España.
42
ENTORNO CULTURAL
“No tengo la menor duda de que si
hubiese permanecido en España no
hubiese podido escribir ni realizar lo que
he hecho fuera. Por una razón muy simple:
es la atmósfera de frustración que hay en
el país, las cortapisas que impiden la
circulación del pensamiento libre, de
contactos con las corrientes políticas,
estéticas que uno se encuentra ahogado
por un conformismo espantoso en todos
los dominios”24.
Juan Goytisolo
43
y del cine, fue un modo de mensaje muy utilizado durante la contienda.
Por otro lado, el teatro desempeñó un papel importantísimo, no sólo en
las retaguardias, sino también en los frentes.
24
Navajas, G. La novela de Juan Goytisolo, Col. Temas, 15, Madrid, 1979, pág. 2.
44
poesía tuvo gran importancia, sobre todo, la poesía épica.
El bando republicano
Los poetas, novelistas y ensayistas de este bando, actuaron en
defensa del mensaje de libertad que adoptaba la República frente al
alzamiento, entre ellos se destacan: Antonio Machado, Alberti, Miguel
Hernández, Ramón J. Sénder, León Felipe, José Bergamín, María
Zambrano, Rosa Chacel, Max Aub, etc.
46
soldados analfabetos. De hecho, las milicias de cultura llevaron a cabo la
difícil tarea de educar a varios miles de soldados, para luego inculcarles
una moral de combate en su lucha contra el fascismo.
47
La llave, de Ramón J. Sénder o Los salvadores de España, de Rafael
Alberti. Este último hizo una adaptación de Numancia, de Cervantes y
Fuenteovejuna, de Lope de Vega, que se presentó en el Teatro Calderón
de Madrid. En Valencia, se estrenó El labrador de más aire, de Miguel
Hernández.
48
(1936) y El Romancero general de la guerra de España (1936). Los
anarquistas también compusieron otros romances como: Romances de la
CNT, de Antonio Argaz, Bandera de libertad, de José García Paredes o
Mientras aulla la fiera fascista, de Félix Paredes (1938).
El bando nacional
En el bando nacional, dominó el compromiso militante con la
derecha de numerosos escritores, como José María Pemán, Eugenio
D'Ors, Legaz Lacamba, José Pemartín, García Serrano, Angel María
Pascual, etc.
49
Desde el primer momento del levantamiento, los sublevados se
encargaron de justificarlo políticamente, en una maniobra para derribar
psicológicamente al gobierno republicano. Antes de partir de Canarias, el
General Franco, redactó un mensaje, emitido por Radio Tenerife, en el
que decía: “La anarquía reina en la mayoría de los campos y pueblos
huelgas revolucionarias de todo orden, paralizan la vida de la nación,
arruinando y destruyendo sus fuentes de riqueza...”25.
25
Véase, “Guerra Civil”, en Historia 16, núm. 17 / Cultura, Madrid, 1986, pág. 8.
50
Jerarquía, contó con la colaboración de Eugenio D'Ors, considerado
como máxima figura intelectual del bando nacional.
51
la Primera y Segunda Enseñanza.
52
éxito como por ejemplo: Eugenio o proclamación de la primavera, de
García Serrano, Se ha ocupado el Km 6, de Benito de Castro, Camisa
azul, de Ximénez de Sandoval, etc. Asimismo, se escribieron otras con
cierto aspecto de reportaje, como: Retaguardia (1937), de Concha Espina
o Esclavitud y libertad de una prisionera (1938) y Luna roja (1939),
ambas de Víctor de la Serna.
53
y mantenerla lejos de toda influencia republicana: cultural o religiosa.
54
Con el aislamiento internacional (1945-1951), se produjo gran
empobrecimiento en la cultura española. Fue difícil acceder a libros y
revistas extranjeras y más difícil todavía, conseguir los textos de los
intelectuales del exilio. Como solución del problema, las dos revistas
Índice e Ínsula -fundadas en 1945 y 1946 respectivamente- se llevaron a
cabo la difícil tarea de extraer informaciones culturales desde fuera del
país.
55
despolitizar a sus espectadores, de hecho dio gran importancia a los
valores más superficiales del humor y la frivolidad. En las comedias
hispánicas, trató de reflejar un bienestar económico deseable, que no
respondía en absoluto con la realidad española.
56
En la poesía, el poeta Juan Ramón Jiménez recibió el Premio
Nobel en 1956. La noticia de conceder este galardón al genial poeta, no
fue bien recibida por parte del Régimen de Franco, sin embargo, intentó
disimular su disgusto.
57
el Ministro de Educación.
En 1954, bajo la autorización del Gobierno, las autoridades de
S.E.U. convocaron una manifestación estudiantil, para reclamar a
Gibraltar de los británicos. Pero a su llegada a la embajada inglesa, la
policía les propinó una fuerte paliza. Los estudiantes, incluso los
falangistas, se quedaron perplejos sin poder comprender esa
contradicción por parte del Régimen.
58
despertaron en el joven escritor Juan Goytisolo el interés por la política,
un interés que jamás le abandonó desde entonces. Con la Ley de Prensa
aprobada por las Cortes en 1966, la censura franquista prohibió la edición
española de sus novelas que tuvieron que publicarse en editoriales
extranjeras. Esta prohibición de las obras de Goytisolo, siguió vigente
hasta los últimos años del franquismo.
59
EFEMÉRIDES: UNA PÁGINA
DE SU HISTORIA
Política
-Han despachado con su Majestad el Rey, los Ministros de
Hacienda y Gracia y Justicia.
26
Este lunes no hubo prensa. Los lunes, según la época, no salía la prensa, por lo que las
efemérides que citamos a continuación pertenecieron al 5 de enero, pero aparecieron en el día
siguiente.
27
Véase, La Verdad, núm. 10.464, Murcia, 6 enero 1931, pág. 1.
60
Economía
-Las deudas bajan en más de ocho millones por haberse
suprimido la caja de amortización y sufrido disminución
de los intereses de los bonos de oro.
Extranjero 28
-París. El cadáver del Mariscal Joffre ha sido trasladado a
las siete de la mañana a la Escuela de Guerra.
Sociedad y Cultura
- El problema de las viviendas en Madrid, es grave pese a
cuanto se diga.
28
Idem.
61
repartiendo los juguetes entre los hijos de las reclusas.
-Quema de conventos.
-Desaparece la Academia Militar de Zaragoza y se
reducen las divisiones.
62
-Se abre en Barajas el primer aeropuerto civil para el
tráfico comercial y particular tanto nacional como
internacional.
63
PERFIL HUMANO Y LITERARIO DE
JUAN GOYTISOLO
“Tu naturaleza de Capricornio está
fuera de duda, y en algunos librillos de
divagación en el tema has reconocido sin
dificultad varios rasgos y elementos de tu
carácter... La Venus -Zuhara cuyo
patrocinio libidoso y alegre marcaría con
su sello a los nacidos en tierras del Islam,
sería el mejor antídoto contra la porfía,
ensimismamiento y dureza de tu signo
oficial y una plausible explicación del
irreductible rigor de tu dicotomía”30.
Juan Goytisolo
30
Véase, Goytisolo J., Coto vedado..., págs. 42-43.
64
El mayor de ellos, José María, fue un hombre audaz y inquieto.
Amante de la agricultura y botánica, publicó varios artículos en una
revista científica y inventó nuevos procedimientos de fabricación del
yogur, pintura nogalina y fijapelos. Fue católico germanófilo y asiduo
lector de la prensa.
65
varones y una hembra: Marta (n. en 1925), José Agustín - futuro poeta-
(1928-1999), Juan (n. en 1931) y Luis -futuro académico y escritor- (n.
en 1935). Mientras Marta, José Agustín y Juan iban al colegio de las
Teresas, el ama gallega cuidaba de Luis. En sus ratos libres, visitaban a
sus abuelos maternos, Marta y Ricardo, alojados en una casa en
Pedralbes y durante las vacaciones, veraneaban en Llansá.
66
del barrio para votar por el bloque de derechas de la CEDA.
Desgraciadamente los dos votos de sus padres no fueron suficientemente
útiles para impedir el triunfo del Frente Popular. Poco después, la familia
se trasladó al chalet que construyó en el barrio del Golf, de Puigcerdá.
Sin embargo, tuvieron que volver de nuevo a Barcelona.
67
Vasco. Su padre fue detenido por miembros de la FAI y puesto en
libertad gracias a la intervención de los responsables sindicales de la
fábrica. Su estancia en la cárcel fue breve. Poco después cayó
gravemente enfermo de pleuresía y fue internado en una clínica de Sarriá.
68
sustituirla pero no pudo y la echaron de casa. En vista de ello, Marta tuvo
que ejercer de enfermera y madre a la vez. Su padre se retiró en su cuarto
mientras las visitas se turnaban a su cabecera. Un día, Juan descubrió a su
padre llorando delante a la foto de su mujer fallecida, avergonzado logró
escaparse sin saber el motivo.
69
moneda nueva, suministro de víveres, himnos por altavoces.
Juan hacía cola varias horas delante del edificio de Auxilio Social,
donde repartían gratis tortilla con dos rebanadas de pan. Un falangista le
enseñó a saludar, marcar el paso y cantar el “Cara al sol”. Su aspecto era
de auténtico salvaje; la gente pensaba le tomó por mendigo. Robaba
azúcar en la Intendencia ubicada en los Archivos de la Corona de
Aragón. Su padre le envió al catecismo y más tarde, celebró su
Comunión. El día 1 de abril de 1939, repicaron las campanas anunciando
que el fin de la Guerra Civil. Los socios del padre fueron a visitarle
cargados de regalos.
70
sus modales, Juan, perteneciente al bando opuesto, lucía otro aspecto
salvaje y pobre. En el colegio, y durante los recreos, se refugiaba en
algún rincón para leer algún libro ilustrado de geografía o novela,
indiferente a sus compañeros. Algo que subrayaron los padres en los
informes: aislamiento, falta de afición a los juegos, desinterés por los
camaradas y lecturas furtivas.
71
del miedo al cariño y de la intolerancia hacia la piedad.
72
pintoresca, con ilustraciones en color. Gracias a ella, sabía de memoria la
extensión, población, capital, ciudades importantes, status jurídico y
riquezas naturales de todos los países.
73
creaciones quinceañeras con temáticas diversas: expediciones a la selva
amazónica, la resistencia francesa contra la ocupación alemana, etc. La
Influencia de las películas y la geografía, le llevaba a escribir y “editar”
periódicos y revistas y pegar fotografías -recortadas de Semana o Primer
Plano- en las páginas manuscritas de su novela.
74
Igual que en el colegio, en la Universidad no tuvo ni maestros ni
orientadores. Su formación intelectual fue basándose en encuentros,
lecturas, conversaciones fuera de las aulas. Además de leer libros de
derecho y economía, empezó a devorar millares de libros de historia y
literatura, y algunas obras filosóficas de Ortega, Croce, Jaspers, Bergson,
Kierkegard, etc.
75
cuentos breves: El perro asirio y El ladrón. Este último fue publicado con
otro de Ana María Matute en una revista literaria efímera.
76
por primera vez.
77
Club, formaron el primer núcleo universitario del Partido Comunista y se
reunían a escondidas en Pablo Alcover, sin que el padre se diera cuenta.
Meses después, Juan decidió volver a España y comenzó a escribir
Fiestas.
78
cambio. El ambiente en su casa encogía el ánimo: las preguntas del
padre, el silencio del abuelo, la detención de uno de los amigos de su
hermano Luis. Así de pronto, decidió acortar su visita y apresuró su
regreso a Francia.
79
literarias de Formentor, donde asistían otros como Maurice Coindreau,
Florence Malraux, Elio Vittorini y en las que intervino Luis, el hermano
de Goytisolo.
80
En febrero, durante la proyección de un documental sobre la
emigración, un grupo de fascistas lanzó una bomba de humo y se apoderó
de la única copia de la película, la cual fue presentada unos días después
totalmente trocada y le atribuyeron su guión. Días después, recibió un
duro ataque de la prensa española. Disgustado por la injuria, regresó a
España y fue recibido por el Director General de Prensa, que Mandó a
publicar una carta de rectificación.
En 1962, recorrió la isla de Cuba de una lado a otro. Allí, supo que
sus familiares que vivían antes, habían huido todos a Miami. Grabó
varias discusiones políticas en el parque de Manzanillo. Volvió a Europa
y publicó Fin de fiesta (Seix Barral, Barcelona) y La chanca (Liberaire
de Editions Espagnoles, París).
81
En 1963, regresó a París y se entregó de nuevo a una fatigosa labor
de autocrítica-política, literaria y personal que le aisló poco a poco de sus
amigos y le ayudó a cortar el cordón umbilical que le ataba a su patria.
Visitó brevemente Argelia invitado por el gobierno de Ben Bella. Su
pasión por lo árabe irrumpió en su vida, de hecho mantuvo relaciones con
jóvenes magrebíes y empezó a aprender el dialecto magrebí y más tarde
el turco.
82
puesto en la editorial de Gallimard y se instaló con Goytisolo en Saint-
Tropez. En 1965, visitó la URSS invitado por la Unión de Escritores y
directores de revistas de este país. Viajó a Tánger. La muerte de Eulalia
le afectó muchísimo más que la desaparición de su padre. Un año más
tarde, regresó con Monique a Francia. Poco después, publicó Señas de
Identidad (Joaquín Mortíz, México).
83
primer número. Esta revista de crítica trimestral, fundada por un grupo
de escritores y dirigida al mundo de habla hispana, duró solamente un
año. Junto a un gran número de intelectuales europeos y americanos,
firmó dos cartas de protesta contra el régimen castrista. Viajó por el
Sáhara, Marruecos y Siria, en una misión sobre la lucha de los palestinos.
Al año siguiente, Viajó a Canadá, donde trabajó en la Universidad de
McGill. Empezó a escribir Juan sin tierra y publicó La Obra inglesa de
Blanco White, en Buenos Aires. Durante los siguientes años, se encargó
de impartir varios cursos de literatura en las universidades de Nueva
York, California y Pittsburgh.
84
Dos años después, publicó Makbara (Seix Barral). Es una obra
escrita, según su autor, para ser leída en voz alta, conforme a la tradición
medieval andaluz y castellana mantenida aún hoy en los juglares de la
plaza de Xemáa el-Fná de Marrakech. Un año más tarde, publicó
Crónicas Sarracinas.
31
La Alquibla: es el lugar donde los musulmanes dirigen la vista cuando rezan.
85
distinta a una imagen inculcada, falsa y lejana de toda credibilidad.
86
de la CE rechazaron la propuesta de los intelectuales reunidos para
nombrar a Sarajevo Capital Europea de Cultura. Algo que provocó la
desilusión y la indignación de todos , entre ellos Juan Goytisolo. Un año
después, viajó a Argelia y escribió Argelia en el vendaval (El
País/Aguilar). Es un testimonio que arroja algo más de luz sobre este país
que vive entre la tolerancia y la violencia.
87
ensayos, editado por Seix Barral, donde se analiza cómo se escribe, se
enseña la historia de España y se examina la condiciónn del escritor en
nuestro tiempo. Por otra parte, nos propone una nueva aproximación a los
clásicos y habla de algunos nombres claves de la modernidad literaria.
32
El Premio Rachid Mimouni, creado en homenaje al escritor argelino desaprecido en el 12
de febrero de 1995. Fue conocido por su lucha contra el ascenso del integrismo en Argelia.
88
AUTORRETRATO DEL HOMBRE
Raíces y linajes
Goytisolo tomó la palabra contándome de su bisabuelo y su linaje
familiar de origen burgués:
“El bisabuelo (Agustín)... se había convertido en uno
de los magnates de la industria azucarera cubana gracias
a su explotación de una mano de una obra abundante y
barata: la suministrada por los esclavos”34.
89
una jovencita, bien vestida, con un aire aristocrático y un cierto tono
melancólico, luego comentó:
“El abuelo Antonio había contraído matrimonio en
Cuba con la hija de una rica familia de indianos de
origen anglo-menorquín: ésta dulce, clara, lejana
Catalina Taltavull y Victory, cuyo retrato adolescente
presagia su melancólica resignación al destino”35.
Nacimiento
Apuramos las tazas de té y nos trasladamos a un sitio, donde me
dijo que había nacido y crecido. Allí, con una nostalgia inevitable
empezó a describirme como era aquel lugar y como cambió totalmente
hasta llega a ser irreconocible. Goytisolo nació, creció y recibió la alegría
de sus padres en un escenario tan olvidado y viejo o tal como dice él:
“Una torre vetusta en el barrio de la Bonanova,
situado en el número trece de la calle Roset. Casa
actualmente demolida, cuyo largo y estrecho jardín,
descendía en gradas a la Vía Augusta (...) tus padres
solían decir que habías sido un regalo de los Reyes
Magos de Oriente”36.
El nido familiar
Allí, tan cerca de su antigua casa, parece como si sintiera
Goytisolo la presencia de sus padres dentro de él. Su corazón palpitaba al
evocar su imagen bien guardada en la memoria, una imagen
34
Ibid, pág. 10.
35
Ibid, pág. 14.
36
Ibid, pág. 42.
90
inmortalizada de una pareja recién casada y joven:
“Él de pie, vestido de chaqué, delgado, con bigote,
increíblemente joven: ningún parecido con el viejo
consumido y enfermo que luego conocerías. Ella, sentada
en el sofá, con toca y traje perfectamente blancos,
inmovilizada en el fervor de su belleza marchita”37.
37
Ibid, pág. 43.
38
Ibid, pág. 44.
91
te arrebata la falda y le propina unas bofetadas a los
culpables”39.
Orfandad
Pronto, Goytisolo se convirtió más triste y melancólico al
acordarse de una fecha y se le cambió la cara. Su pérdida fue mayor, tras
la ausencia definitiva de su madre. Fue imposible oponerse al destino.
Goytisolo guardaba intacto aquel vivo y trágico recuerdo, de su última
salida de casa y su muerte en un bombardeo de los fuerzas Nacionales.
Este ataque inesperado de los Nacionales a la ciudad de Barcelona,
destrozó su vida y la de los suyos, pese a pertenecer al mismo bando.
“La mañana -comenta- del diecisiete de marzo de
1938, mi madre emprendió el viaje como de costumbre.
39
Ibid, pág. 48.
40
Ibid, p. 58.
92
Salió de casa al romper el alba... conservo el vivo
recuerdo de haberme asomado a la ventana de mi cuarto,
mientras ella, la mujer en adelante desconocida,
caminaba con su abrigo, sombrero, bolso, hacia la
ausencia definitiva de nosotros y de ella misma: la
abolición, el vacío, la nada”41.
Guerra y hambre
La guerra se aproximaba poco a poco. Cerca de la casa, veía
desfilar unas columnas interminables de soldados y prisioneros, que
seguían al ejército republicano en su retirada. Una sensación de miedo y
humillación se apoderaba de los habitantes de la ciudad, mientras
avanzaban las tropas franquistas conquistando una ciudad tras otra.
“El lugar -dice- ofrecía diariamente escenas de
pánico y desbandada. Automóviles atestados de fugitivos,
camiones repletos de soldados atravesaban el pueblo
hacia el norte seguidos de centenares de peatones sucios
y astrosos, combatientes, civiles, mujeres, chiquillos,
viejos, cargados todos de maletas y bultos, trastos
absurdos, cacerolas, muebles, una estrafalaria y absurda
máquina de coser, diáspora insectil consecutiva a la
muerte de la reina o cierre inspirado del hormiguero”42.
41
Ibid, pág. 61.
42
Ibid, pág. 75.
93
arrepentimiento.
“En los períodos -comenta- de mayor escasez,
Marta, José Agustín y yo hurtábamos berros o tallos de
calabaza silvestre en la linde de los huertos o nos
desplegábamos en abanico por los castañares vecinos
hasta que los gritos y amenazas del dueño o aparcero nos
ponían en fuga. En la buhardilla, criábamos conejos y
una docena de gallinas: sus huevos, mezclados con
acelgas u hojas de calabaza, componían el plato habitual
de nuestros almuerzos y cenas...”43.
43
Ibid, págs. 69-70.
44
Ibid, pág. 86.
94
Derrumbe familiar
Una visita inesperada del abuelo materno a su lecho mientras
dormía, le marcó para siempre. La imagen del abuelo junto a su cama y
de noche con un único objetivo maligno en su cabeza, le inquietó y le
hizo temblar de miedo. Aquello fue insólito e increíble y rompía todos
los esquemas.
“Una noche, -susurra- cuando la casa entera estaba
a oscuras, recibí una visita. El abuelo, con su largo
camisón blanco, se acercó a la cabecera de la cama y se
acomodó al borde del lecho... Vamos a jugar, decía el
abuelo y, tras apagar la lamparilla con la que a veces leía
antes de dormirme, alumbrada por mí al percibir sus
pasos, se tendió a mi lado en el catre y deslizó
suavemente la mano bajo mi pijama hasta tocarme el
sexo”45.
95
estudios fuera; yo y Luis, amarrados aún al colegio, pero
prestos, como presentía tristemente, a levantar también el
vuelo, huir de aquella casa que nos caía encima, tabique
por tabique...”46.
La fuga
De repente, Goytisolo abrió una nueva página de su álbum. Allí,
apareció distinto. Un cambio notorio en su aspecto. Se acabó una etapa y
se inició otra, con otro aire y otro temperamento. Estudiante universitario
y con nuevos proyectos en su baúl. La idea de trabajar como diplomático
le seducía cada vez más. Aquello de viajar de un país a otro, pasó a ser el
sueño de cada día.
“Zapatos: negros. Color del terno: beige o gris
perla. Un abrigo ajustado y guantes del mismo color que
el traje, como convenían a un futuro diplomático. El
muchacho apostado bajo las arcadas del patio, absorto e
indiferente al griterío y ajetreo de sus compañeros, lleva
consigo una cartera llena de libros en la que los
manuales y apuntes correspondientes al curso se mezclan
con novelas y obras de teatro impresas en Buenos
Aires”47.
96
cafeterías y prostíbulos:
“Conscientes de habérselas con un neófito, mis nuevos
compañeros extremaron su celo cariñoso en educarme:
mis aires de joven serio, tímido, voluntarioso, con una
prometedora carrera de escritor por delante, se disiparon
muy pronto en aquel antro feliz al que mi buena o mala
estrella me había guiado. Empecé a revolver vino,
manzanilla y coñac...”48.
EL Varadero
A su vuelta a Barcelona, Goytisolo se dedicó a recorrer los
tugurios del puerto y el Barrio Chino. Atraído por el Varadero, pasaba
horas y horas contemplando cada movimiento y gesto de todo aquello
que pasaba por allí. Un retrato vivo de este ambiente ajetreado y a la vez
atractivo nos lo describe con estas palabras:
“Los clientes del Varadero se acomodaban al aire
libre, en las mesas dispuestas por el dueño junto a los
rollos de cuerdas, palangres y puntales de escora. Desde
allí, mientras consumían un carajillo o una cerveza,
contemplaban el movimiento general de los barcos,
gabarras, remolcadores, golondrinas y embarcaciones de
pesca...”49.
97
motivo principal de aquellas visitas repetidas al lugar.
“La visión montaraz de Raimundo, del destartalado
palafito que es su hogar y querencia justifican tus visitas
diarias al varadero desde el otro extremo de la ciudad: su
llameante sonrisa sobre la faz curtida cuando te divisa de
lejos, el ademán embarazado y agreste con el que acoge
tus modestos obsequios serán tu recompensa. Aunque él
no sospecha la índole real de tus sentimientos, se siente
visiblemente halagado de tu interés...”50.
Monique
Una visita a la editorial Gallimard en París, pocos años después,
tuvo sus inmediatos frutos. Allí conoció a la mujer que cambió el rumbo
de su vida. Aquel encuentro con Monique Lange, resultó imborrable y su
sonrisa se quedó grabada en su mente.
“Una sonrisa abierta-comenta-, cálida, generosa,
teñida de una leve melancolía, que le pertenece en
exclusiva y una vez aprehendida e interiorizada resulta
imposible olvidar. A lo largo de mi vida no he tropezado
con ninguna otra dotada de tal intensidad expresiva:
lenitiva, cordial, dulce, conmovedora y embebida, no
obstante, de una misteriosa fragilidad”51.
98
expresividad:
“Desnudos los dos nos exploramos con tiento: su
piel es firme, acogedora, suave y mi temida frigidez funde
a su contacto. Excitado, dichoso penetro en ella una y
otra vez, me pierdo entre sus pechos, su vientre, regazo.
Acoplado a su cuerpo, encuentro sin prisas los gestos y
ademanes necesarios, comparto con ella tan demorada y
hermosa intimidad”52.
Jura de bandera
Poco después, Goytisolo se marchó para cumplir su servicio
militar en el Cuartel de Mataró, en calidad de sargento. Fueron unos
meses marcados por el tedio y la absurdidad. No obstante, la experiencia
no fue del todo negativa, pues pudo “atisbar los escondrijos de la
realidad española”. Tan ajeno a este aburrido ambiente, el autor nos lo
evocó en una de sus cartas a Monique:
“El cura, angélico e infantil como una muñeca,
predica el sacrificio y resignación propios de la
Cuaresma. Algo conmovedor. Yo miraba a los presos -
algunos llevan años encerrados-, al cura, la hostia, la
banda militar estrepitosa, la espada refulgente del oficia.
Todo bello, ordenado: moral, religión, Dios, etc...”53.
París
Instalado en París con Monique en su apartamento de la Rue
51
Ibid, pág. 260.
52
Ibid, pág. 264.
53
Ibid, pág. 268.
99
Poissonnière, nuestro personaje se conformaba en contemplar los
alrededores, desde su estudio del séptimo piso del inmueble contiguo al
cine Rex. Dice Juan:
“Su habitación, es verdad, da a un patio interior, y
desde la ventana se divisa únicamente una perspectiva de
tejados abuhardillados, chimeneas y antenas de
televisión, la cúpula verdibiliosa de la Pera y,
esfuminados de ordinario por el nebluno y semiocultas en
las nubes, las siluetas de los rascacielos de la Defénse...
Había bostezado inmediatamente después, repantingado
aún en la silla, atento al vuelo de unas palomas grises
como la pizarra de los tejados y a los cúmulos,
igualmente grises...”54.
Racismo
En París, donde vivía, Goytisolo fue testigo de aquella injusticia
que sufría el pueblo argelino por parte de la policía francesa. El autor nos
cuenta su angustia y descontento personal y su disconformidad con el
racismo:
“Toque de queda, detenciones, asesinatos
camuflados, torturas, amenazas, tropelías, no habían
conseguido arredrar a decenas de millares de inmigrados
milagrosamente surgidos a medianoche de las bocas del
metro de Saint-Michel, Opera o Concorde, en una actitud
de provocación serena y grave, luminosa y tranquila:
emocionado, lleno de asco e indignación contra las
“pieles blancas”, asiste a las incidencias de su detención
100
y redada... ”55.
Hostilidad
Mientras sus amigos franceses podían viajar por todo el mundo
libremente, Juan sufría una gran tensión y con un presentimiento de
meterse en la boca del lobo. La herencia familiar e infantil reforzaba aún
esa impresión de pertenecer a un país en una guerra civil duradera y sin
final. Dice Goytisolo:
“España simbolizará para mí, hasta bien entrada la
cuarentena, no una tierra acogedora y benigna, receptiva
54
Goytisolo, J., Paisajes después de la batalla, Montesinos, Barcelona, 1985, págs. 49-50.
55
Goytisolo, J., En los reinos de taifa. Seis Barral, Barcelona, 1986, pág. 62.
56
Ibid, pág. 23.
101
o al menos indiferente a mi laboral servicio de su cultura
y lengua sino un ámbito de hostilidad y rechazo, de un
solapado, acechante amago de sanción. Las cicatrices
que dejan las dictaduras totalitarias son difíciles de
borrar”57.
Cuba revolucionaria
Empujado por una convicción moral de que la revolución castrista
encarnaba los valores de justicia y libertad que defendía, Goytisolo
decidió viajar a Cuba a ofrecer sus servicios. Una decisión bastante
aventurera y arriesgada. Dice:
“Acudirías a la Cuba sitiada y en vilo después de un
trayecto interminable con paradas, esperas, registros,
cacheos en varios aeropuertos, en un viejo, pesado
cacharro estrechamente vigilado por cazas
norteamericanos, para aterrizar al fin en Rancho
Boyeros...”58.
57
Ibid, pág. 19.
58
Ibid, pág. 65.
102
carraspeados por altavoces, letras burlonas, lemas y
consignas... Curiosa sensación de vivir una prismática
aceleración del tiempo...”59.
Genet
Genet fue la otra persona que influyó, a parte de Monique,
profunda y perdurablemente en la vida de nuestro escritor. Este siempre
lo decía y sentía gran admiración por él. De hecho, le dedicó un capítulo
entero de su libro, evocándonos sus hazañas y su amistad eterna y
duradera con él, desde que se encontró con él en una cena en París.
“Genet -comenta- me llama ahora l'hidalgo y parece
sentirse a gusto en mi compañía... Vive solo, en hoteles
modestos situados casi siempre en las proximidades de
alguna estación, como para subrayar así su movilidad y
ligereza. Sus bienes caben en una maleta mediana o
pequeña: una muda de ropa, algunos libros y cuadernos,
los somníferos y medicamentos, sus manuscritos...”60.
Viajero incansable
Con muchas ganas de viajar, Goytisolo recorrió Turquía y el
mundo árabe, donde paró en Líbano, Siria, Jordania y Egipto. Desde El
Cairo, Goytisolo nos evoca algunos de sus recuerdos difíciles de olvidar:
“La Ciudad de los Muertos es una abigarrada y
fascinadora aglomeración urbana rebosante de vida...
Habitada tradicionalmente por familias instaladas junto a
sus difuntos o guardianes de mausoleos ajenos, su
59
Ibid, pág. 162.
60
Ibid, pág. 133.
103
población se multiplicó en sus últimas décadas con la
llegada de decenas de millares de nubios forzados a
abandonar sus tierras anegadas por la presa de
Assuán...”61.
Boda civil
Transcurridos varios años, Goytisolo contrajo matrimonio civil con
Monique. Impresiones y recuerdos palpitables de la primera semana en
Moscú, disfrutando de su luna de miel:
“Su sencillez y emoción del encuentro: mirada
primicia, lenta aproximación cautelosa: conciencia ayuda
de hollar un suelo movedizo: de adentrarse en un campo
sembrado de peligros: mecanismo de defensa instintivos,
susceptibilidad a flor de piel, leves antenas
sensoriales”62.
Última morada
Dispuesto a terminar este retrato personal, Goytisolo nos traslada a
otro ambiente, nos lleva hasta Marruecos para enseñarnos su última
morada. Allí cerca de la plaza Xemáa el-Fná lo encontramos sentado a
veces en el Café Matich y otras vagabundeando por la plaza.
“Estaba -comenta- en su centro, morada y delicias,
en las entrañas de un mundo palpitante de vida, solicitado
a un tiempo por veces, olores, gestos, contactos, sabor de
broquetas y cuencos de harina, consciente de la unicidad
y diversidad de cada una de sus partículas, de su
61
Goytisolo, J., Aproximaciones de Gaudí a Capadocia, Mondadori, Madrid, 1990, pág. 76.
62
Ibid, págs. 244-245.
104
igualdad radical con la masa proteica de cuerpos objetos
de su imantación...”63.
Fue entonces cuando el sujeto del retrato dio por concluida nuestra
charla. Contento de haber cumplido su objetivo de iluminarnos el camino
para conocer más sobre él, a través de él mismo y por medio de sus
palabras. Apuró el último trago de su té y quiso despedirse. Le rogué que
se quedara, pero él quiso volver a su mundo real y imaginativo, rodeado
por la gente que quería, amigos y transúntes de su plaza: Xemáa el-Fná.
Un nombre que suguiera todo para él: casa, hogar, tierra, vida, etc.
63
Véase, Ruiz Lagos, M., Ob. cit., pág. 58.
105
INFLUENCIAS LITERARIAS
“El héroe de hoy, el animal urbano,
comprueba que no hay culturas cerradas,
uniformes, ovilladas en el calor de su
presunta autosuficiencia sino
contrapuestas, mezcladas, batidas en un
vasto y fascinado crisol. Que la literatura
no puede ser nacional, ni siquiera
europea, sino revuelta, bastarda,
fertilizada por los aportes de civilizaciones
y áreas geográficas múltiples y diversas”.
Juan Goytisolo
106
teatro de Genet, Ionesco, Beckett; seguir los ciclos del
gran cine francés en la cinemateca”64.
64
Ibid, pág. 63.
65
Véase, Ortega, J., “Entrevista con Juan Goytisolo”, en Disidencia, pág. 290-291.
107
“No en balde los gurús personales de Goytisolo son
Buñuel y un poeta secreto, Luis Cernuda, que espera aún
ser reconocido en Europa y que en España sólo lo fue al
morir hace pocos años”66.
66
Véase, Fuentes, C., “Juan Goytisolo: la lengua común”, en Juan Goytisolo, pág. 144.
67
Schulman, A., “El nómada narrador en la obra de Juan”, en Escritos sobre Juan Goytisolo,
pág. 47-48.
108
El Jarama (1955), de Rafael Sánchez Ferlosio; Entre visillos (1956), de
Carmen Martín Gaite; El circo (1957) y Fiestas (1959), de Juan
Goytisolo.
109
que súbitamente descubríamos alrededor de nosotros
abrazábamos un cuerpo doctrinal nítido y coherente que
nos permitía forjar deprisa una teoría explicativa de
nuestro atraso: importada pieza por pieza de Francia o
Alemania, la defensa primero del “Behaviorismo” y luego
del “realismo crítico” serían el tributo que pagaríamos a
la miseria intelectual de la posguerra en nuestro afán
bien intencionado de eliminarla”68.
68
Véase, Goytisolo, J., Coto Vedado, pág. 196.
110
marasmo creador que cundió entre nosotros hace diez o
doce años, a raíz del agotamiento de las posibilidades
expresivas del objetivismo y la novela testimonial.
‘Tiempo de silencio’ fue un primer y muy afortunado
intento de ruptura con ese estado de cosas que, en razón
de la muerte de Martín Santos, no tuvo el impacto y
desarrollo que cabía esperar”69.
71
Ibid, pág. 52.
72
Véase, Goytisolo, J., En los reinos de taifa..., pág. 153.
112
Nouveau roman. En aquellos tiempos, Juan Goytisolo tenía cierto
conocimiento de la nueva estilística francesa de la novela y veía en ella
una salida de su estancamiento. No obstante, estuvo muy convencido en
que no era el momento adecuado todavía para meter esas nuevas teorías
francesas dentro del panorama literario español, tan perseguido durante
mucho tiempo por la política.
73
Véase, Ortega, J., ob. cit. pág. 133.
113
sobre la tarea literaria llevada a cabo por Juan Goytisolo:
“La implacable intención crítica -comenta- de
Goytisolo es demostrar la falsedad y corrupción del
tradicional lenguaje literario español... De esta manera,
Goytisolo emprende la más urgente tarea de la novela
española: destruir un lenguaje viejo, crear uno nuevo y
hacer de la novela el vehículo de esta operación”74.
3/ Otras influencias
De las demás influencias, se destacaron la italiana, la
norteamericana y la hispanoamericana en la obra de Juan Goytisolo.
A/ Influencias italianas
El neorrealismo literario y cinematográfico italiano tuvo una cierta
influencia en el renacimiento de la novela española posterior a la Guerra
Civil y más tarde, en la novela de Juan Goytisolo.
74
Véase, Fuentes, C., ob. cit. pág. 146-147.
114
de Vasco Pratolini, entre otras.
Hay un rasgo común que une todas estas obras: los protagonistas
son casi siempre pobres campesinos y obreros sencillos. Algo muy usual
en la novela española del Realismo Crítico y en especial, en la obra
goytisoliana.
B/ Influencias norteamericanas
La novela europea pudo recuperar fuerza y vitalidad con su
acercamiento a la producción literaria de aquellos autores
norteamericanos que vivían en Francia, desde 1920 hasta 1930. Aquel
grupo, más conocido por la Generación perdida, fue formado por: Ernest
Hemingway, Scott Fitzgerald, John Passos, William Faulkner, Steinbeck,
etc.
Obras como Manhattan Transfer (1925), de Dos Passos; El sonido
y la furia (1929), de Faulkner, o Por quién doblan las campanas (1940),
de Ernest Hemingway, alcanzaron el éxito y resultaron muy interesantes
para los autores y lectores europeos, amantes de la novela americana. La
novela norteamericana de entonces se caracterizaba por la observación de
la conducta y el comportamiento externo de los personajes. Abordaba las
conductas humanas, los hechos de la vida corriente, las cosas y los
elementos del paisaje. Esta corriente literaria fue bautizada bajo el
nombre de Behaviorismo. En Problemas de la novela, Goytisolo dedicó
varias páginas hablando de esta corriente literaria americana, de sus
sencillos personajes, de sus diálogos y de los autores. Algo que condujo a
algunos a considerarle como el más vivo representante del Behaviorismo
en la novela española de los años cincuenta.
115
La influencia de esta narrativa norteamericana en la generación de
Goytisolo fue admitida por numerosos críticos, tal como el caso de
Eugenio de Nora. Este último nos habló de estos jóvenes que,
persiguiendo las nuevas formas novelescas, tuvieron que arrancar la
tradición española dominante no apreciada entonces para recurrir a la
novela norteamericana y francesa y al neorrealismo italiano75.
C/ Influencias hispanoamericanas
En 1962, se produjo el primer acercamiento entre la literatura
española y la hispanoamericana. Fue el año en que Mario Vargas Llosa
obtuvo el premio de la Biblioteca Breve, con su novela La ciudad y los
perros. A partir de entonces, la crítica y los editoriales españoles
buscaron con ahínco todo lo que llegaba desde el otro lado del Atlántico.
75
Véase, De Nora, E., La novela española contemporánea, Gredos, Madrid, 1982. págs. 261-
262.
116
europeos para conocer algo más sobre la narrativa hispanoamericana.
Juan Goytisolo tuvo algo que ver con el asunto. Su amistad con los más
célebres novelistas hispanoamericanos, su vasto concepto de lo hispánico
y su gran admiración por las novelas de Gabriel García Márquez, por los
cuentos de Julio Cortázar y por las obras de Carlos Fuentes, Severo
Sarduy, Mario Vargas Llosa y Guillermo Cabrera Infante, lo llevó a
ejercer como defensor, desde París, de estos autores y resaltar sus valores
narrativos en Europa.
76
Véase, Sobejano, G., Ob. cit.,pág. 28.
117
CORRIENTES LITERARIAS: EL
ESCRITOR Y LOS DE SU TIEMPO
“La cultura hoy no puede ser hoy
exclusivamente francesa, española,
inglesa, alemana ni siquiera europea, sino
plural, mestiza y bastarda, fruto del
intercambio y la ósmosis, fecundada , por
el contacto con mujeres y hombres
pertenecientes a horizontes lejanos y
diversos”77.
Juan Goytisolo
1/ Corrientes literarias
La generación a que pertenece Goytisolo lleva como título
Generación del medio siglo o Generación del 50, siendo ésta la de los
escritores que nacieron entre 1924 y 1936; aquéllos que presenciaron la
Guerra Civil y sufrieron las restricciones literarias y la censura de la
Posguerra.
El período que extendió desde 1939 hasta 1950 fue largo, duro y
penoso. Tras el final de la II Guerra Mundial, el país fue condenado a un
aislamiento internacional. Al hambre y la pobreza, se añadieron los
rencores, odios y represiones políticas. Tanto el aislamiento como la dura
censura del Régimen afectaban considerablemente la vida cultural, a lo
largo de los años cuarenta. No obstante, en la década de los cincuenta, se
pudo observar cierta apertura hacia el exterior y la censura mostraba
cierta tolerancia.
118
Blas de Otero; La familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo José
Cela; Nada (1944), de Carmen Laforet e Historia de una escalera (1949),
de Antonio Buero Vallejo.
A/ Poesía
Este final trágico de la guerra exigió la existencia de publicaciones
para acabar con el silencio literario y llenar el hueco dejado por la muerte
o el exilio de miles de los intelectuales. Así, no quedó más remedio que
tomar el relevo aquellos poetas que se quedaron dentro la España de
Franco. Pronto, se reunieron en diversos grupos y empezaron a fundar
varias revistas literarias. Buen ejemplo de ello, fue la creación de la
revista más conocida por el Escorial (1940).
77
Véase, Ruiz Lagos, M., Ob. cit., pág. 46.
119
Lorenzo, José García Nieto, Jesús Revuelta, Jesús Juan García y otros.
En ella, España, su paisaje y su historia del pasado y del presente estaban
presentes. Tres años más tarde, esta revista dejó de publicarse. Un año
más tarde, aparecieron dos obras de gran interés. La primera fue Hijos de
la ira, de Dámaso Alonso, considerada dentro del marco de la Poesía
Desarraigada y la segunda fue Sombra en el Paraíso, de Vicente
Aleixandre, que fue considerada como uno de los mejores poemarios de
la poesía contemporánea. En ese mismo año, apareció también la revista
Espadaña, que fue fundada por varios poetas, como Victoriano Crémer y
Eugenio de Nora. Su objetivo fue opuesto al de Garcilaso y dentro de sus
páginas, aparecieron continuamente poemas que reflejaban la
preocupación social.
120
Eduardo Cirlot y Gabino Alejandro Carriedo.
121
B/ El Teatro
Fue el género literario más afectado durante la Guerra Civil
Española. Su pobreza en la posguerra fue una consecuencia, según unos,
de la falta de sus creadores y de los medios económicos y materiales y,
según otros, fue debido a una ruptura con el drama anterior, en un tiempo
muy adecuado para renovación de la escena.
123
Con el estreno de Un soñador para un pueblo, Buero Vallejo empezó a
utilizar un escenario múltiple.
124
ellos se destacaron por su voluntad de crear tragedias o dramas
españoles.
125
C/Novela78
Al desamparo del teatro se añadió la orfandad de la novela, pues
no sólo vivía las consecuencias de la guerra, sino que también sufría el
exilio de los mejores novelistas, de la talla de Ramón J. Sénder y Max
Aub, que tuvieron que buscar refugio lejos del país.
78
Véase el próximo capítulo titulado: “La novela de la posguerra”.
126
realidad española y su preocupación fue España y sus problemas.
Mientras en Francia, triunfaba el nouveau roman, en España dominaba la
novela Testimonial. A lo largo de esta década se publicaron unas obras
de gran importancia que las citaremos en el próximo capítulo.
Como dije anteriormente, esta primera novela fue bien recibida por
la crítica. Con la publicación de su segunda novela Duelo en el paraíso
(1955), Goytisolo pudo conseguir un lugar dentro del panorama literario
español. Esta novela, según la crítica, se consideró un avance en la
novelística del joven novelista, que junto a La isla, que escribió unos
127
años más tarde, fueron de las mejores novelas de Goytisolo.
128
Fuentes, Mario Vargas Llosa, José María Castellet, Gonzalo Sobejano,
Manuel Durán, etc.
129
Segunda parte
130
LA NOVELA ESPAÑOLA: DE LA
POSGUERRA A LA TRANSICIÓN
79
Goytisolo, J., El furgón de cola, O. C., pág. 834.
131
al exilio de los mejores novelistas españoles. Sin duda la situación de las
dos Españas, fue difícil en ambos lados. Aquellos que abandonaron el
país sufrían la ausencia de su patria.
132
título de Campo cerrado (1943). Otro de los exiliados fue Arturo Barea,
cuya obra esencial y casi única, fue la trilogía La forja de un rebelde,
escrita en inglés y que apareció en castellano en 1951 en tres volúmenes:
La forja que cuenta su humilde infancia en Madrid, La ruta, que cuenta
su vida cuando era soldado combatiente en Marruecos y La llama, que
evoca una crónica viva de la guerra civil. Paulino Masip inició muy
pronto junto a Barea y Max Aub la tarea de explicar la guerra civil en
forma autobiográfica. En El diario de Hamlet (1944), escrito con un
estilo épico, trató de acercarse a la gravedad de la guerra.
133
estrenó el camino de la moda del Tremendismo. Dos años después, el
mismo autor, escribió Pabellón del reposo en El Español, en forma de
folletín, que se desarrolla en un sanatorio de tuberculosis.
134
barco de la muerte (1945), La quiebra (1947), La úlcera (1949) y Las
ratas del barco (1950), sobre la ciudad de Madrid durante la guerra.
135
día más atentos al arte de narrar por medio de las técnicas, modernas que
aprendían al margen de la cultura oficial. El primer premio recayó en una
joven escritora, Carmen Laforet, a la que se le considera de la primera
generación de la posguerra. Su novela Nada (1945) provocó un
escándalo, debido a la sociedad que la recibía y no al contenido. La
autora descubre la miseria material y humana de una familia que
representaba la sordidez de una ciudad que sufría aun las consecuencias
de la guerra.
136
cierta novela social. En él, nos transmite sus impresiones durante un viaje
por la región de la Alcarria y los problemas que surgen.
137
la censura en 1946. Esta novela se considera una de las mejores de Cela,
que, con un gran numero de personajes, describe el ambiente madrileño
en la posguerra; el hambre, la enfermedad y la dureza de los acomodados
frente a la sumisión de los que no tiene nada. Esta novela es un auténtico
testimonio de los duros años que siguieron de inmediato a la guerra. La
obra abrió el camino a la renovación de la novela de los años cincuenta,
pero no fue la única. Luis Rosales con un propósito semejante, respondió
con La noria (1952), que obtuvo el Premio Nadal, en la cual, ofreció una
visión panorámica de la ciudad de Barcelona, en la posguerra, con su
rutina, soledad e incomunicación, a través de una treintena de personajes
que representaban la colectividad.
138
río Jarama. La acción se desarrolla en apenas un día y sólo se ve animada
al final con la muerte de unas de las muchachas. La técnica es objetiva, la
descripción de la gente a orillas del río, el merendero, las conversaciones
y el lenguaje madrileño.
139
general, donde el autor demuestra el sinsentido de las guerras; Algo pasa
en la calle, de Elena Quiroga; La gota de mercurio, de Alejandro Núñez
Alonso, novela que narra la vida del pintor, y La vida como es, de Juan
Antonio Zunzunegui.
140
con algo de esperanza, o bien, la crítica de los defectos burgueses de una
sociedad adinerada pero carente de valores. De la primera opción
destacan: El mañana efímero, de Juan Goytisolo, trilogía formada por El
circo (1957), Fiesta (1958) y La resaca (1958); Central eléctrica (1958),
de José López Pacheco; La piqueta (1959), de Antonio Ferres y La mina
(1961), de Armando López Salinas.
80
Esta trilogía tuvo escasa fortuna en el momento de su publicación. Reeditada más tarde por
Alianza Editorial, pudo ser conocida por algunos lectores a principios de los años 70. A
comienzos de los 80, tuvo mucha fama gracias a su aparición en televisión.
141
En cuanto a los novelistas del exilio, continuaron escribiendo en
estos años obras importantes, entre ellas: Los cinco libros de Adriana
(1957); Emen Etan (1958) y Réquiem por un campesino español (1960),
de Ramón J. Sénder; Muertes de perro (1958), de Francisco Ayala; Josep
Torres Campalans, de Max Aub, una biografía del imaginario pintor
mencionado, con el título a quien el autor hace amigo de Picasso, novela
que refleja el ambiente intelectual y artístico de Barcelona, a principios
de siglo; El destino de Lázaro (1959), de Manuel Andújar, sobre la
España anterior a la guerra; La sinrazón (1960), de Rosa Chacel y Un
olor a crisantemo (1961), de Segundo Serrano Poncela.
142
anquilosamiento y cobró nueva energía, y la censura se manifestó cierta
flexibilidad, con la Ley de Prensa de 1966, a pesar de prohibir la edición
española de las novelas de Juan Goytisolo, Daniel Sueiro y Juan Marsé,
que tuvieron que publicarse en editoriales extranjeras.
143
entre otras: Señas de identidad (1966), de Juan Goytisolo, primera novela
de su trilogía titulada La destrucción de la España Sagrada, que marcó
un giro notable en este autor, una novela experimentalista, con una
técnica tradicional descuidada, que se interrumpe toda línea narrativa en
su espacio y tiempo.
144
García Badell; Réquiem por todos nosotros, de José María Sanjuán;
Fauna, de Héctor Vázquez Azpiri; Historia de Plinio, de Francisco
García Pavón; Algo sucede, de José Agustín Goytisolo; Un hombre que
se parecía a Orestes, de Alvaro Cunqueiro; Corte de corteza, de Daniel
Sueiro y El mundo de Juan Lobón, de Luis Berenguer.
145
largo monólogo interior, montado sobre un realismo documental -noticias
de prensa, carteleras, etc.-, diferente al realismo objetivo. En ese año,
Miguel Delibes escribió La parábola del naúfrago, adentrándose por el
camino del experimentalismo. Es una pesadilla kafkiana en la cual, se
expone una parábola de la degradación del hombre. En este período,
escribió también otra novela, bajo el título de Las guerras de nuestros
antepasados (1975), que constituye un análisis de la violencia en la
sociedad española a través del diálogo entre un hombre enfermo y su
psiquiatra.
146
publicar Si te dicen que caí, relato de crueldad, violencia y desgarrado
erotismo, que sitúa su peripecia en la Barcelona de posguerra.
147
Las cartas cayeron boca abajo, de Gabriel García Badell; Historia de
una historia, de Manuel Andújar; Recuento, de Luis Goytisolo; Ruinas,
de Juan Pedro Quiñones; La salamandra y El sambenito, de José Jiménez
Lozano; Yo maté a Kennedy, de Manuel Vázquez Montalbán, y Gran
café, de Pedro de Lorenzo.
148
LA NOVELÍSTICA DE GOYTISOLO
“Mi novela no es una crítica moral -
como eran algunas de mis primeras obras,
como la mayoría de las obras de la
Generación del medio siglo -ni una novela
de tesis, sino que es una agresión,
podríamos decir, alineada, onírica,
esquizofrénica. El ataque del narrador
contra su patria no se realiza sólo en
nombre de la razón histórica”81
Juan Goytisolo
81
Véase, “Declaración de J. Goytisolo”, en Juan Goytisolo..., pág. 140-141.
82
Etapa de juventud: (de “primeros pasos” para José Carlos Pérez o de “primera crítica de
España”, para Gonzalo Navajas). En ella se plantea el tema de la infancia y la adolescencia,
con ecos de la situación de la posguerra, a través de un “Realismo poético” y un estilo poco
pulido.
83
Etapa social (“comprometida”, según José Carlos Pérez, de “literatura crítica y objetiva”,
según Sanz Villanueva y “testimonio de España”, para Gonzalo Navajas) en la cual,
siguiendo una ideología próxima al marxismo, trata de dar testimonio directo de la realidad
149
(1959, ensayos), Campos de Níjar (1960, libro de viajes), Para vivir aquí
(1960, libro de relato), La isla (1961, novela), Fin de Fiesta (1962, libro
de relato), La Chanca (1962, libro de viajes) y Pueblo en marcha (1969,
libro de viajes).
84
La tercera etapa (1962-1975) incluye : Señas de identidad
(1966), El furgón de cola (1967, ensayos), Reivindicación del Conde don
Julián (1970), Obra inglesa de Don José María Blanco White (1972) y
Juan sin Tierra (1975).
Primera etapa
En la primera etapa literaria de Goytisolo (1945-1958), publica
cinco novelas antes de cumplir los treinta años. Es, pues, un escritor
bastante joven que no ha acabado todavía su formación literaria ni
perfeccionado sus lecturas ni su estilística, igual que otros muchos de los
social a través de sus libros de viajes sobre la provincia de Almería, valiéndose de las
técnicas del realismo social en La Resaca, su única novela de esa época.
84
Etapa de profunda renovación formal y temática (etapa de “ruptura”, según José Carlos
Pérez o de “demitificación de España, para Gonzalo Navajas). Esta etapa ha sido muy
estudiada, debido a la gran riqueza de temas y a la complejidad formal que presentan. Linda
Gould Levine (Juan Goytisolo: la destrucción creadora), ha analizado la ruptura formal y
temática que el escritor plantea en su trilogía, llamada trilogía de Álvaro: Señas de
identidad,Reivindicación del Conde Don Julián y Juan sin tierra. Otros críticos han indagado
en ellas obras las influencias de las modernas teorías literarias. Abundan los trabajos sobre la
presentación en la trilogía del tema de España, resaltando los aspectos históricos, políticos o
literarios, como La evolución literaria de Juan Goytisolo, de Héctor Romero, La novelistica
de Juan Goytisolo, de Jesús Lázaro o España en tres novelas de Juan Goytisolo, Gloria
Doblado o sobre la labor desmitificadora que lleva a cabo el escritor y su creciente
inclinación hacia el mundo árabe, como los estudios de Gonzalo Navajas y Linda Gould
Levine, entre otros. Algunos críticos añadieron a esta etapa otras obras, como: Makbara
(1980) y Paisajes después de la batalla (1982).
150
jóvenes escritores de su época.
85
De Nora, E., Ob. Cit., pág. 292.
86
Rodriguez Monegal, E., “Entrevista con Juan Goytisolo”, en Juan Goytisolo..., pág. 45.
151
al olvido, pues nos ayudan a entender la obra del autor en su conjunto. Es
importante en cuanto nos muestre como evoluciona la creación del autor
desde la primera etapa. A lo largo de estos años, Goytisolo comienza a
escribir espontáneamente, sin detenerse suficientemente para
perfeccionar su arte, dándose más interés al contenido y no a la forma.
Cuando Juan inicia esta etapa literaria, está aún influido por una
infancia perturbada por la guerra civil y una juventud perpleja y
angustiada. Su mayor deseo ha sido dar una forma literaria a todos los
fantasmas que pasan por su cabeza. Es lógico, pues, que en esta etapa, se
preocupe más de sus problemas personales que de los de la sociedad.
Dice Goytisolo:
“Cuando comencé a escribir yo tenía veinte años y
escribía sobre lo que conocía mejor. Esto explica el
152
carácter autobiográfico de mis primeras novelas. En
realidad no conocía más de mi medio social, antes de
escribir “La resaca”. El impacto de la guerra nos ha
marcado a todos los escritores de mi promoción y estoy
por decir que a todos los novelistas españoles de hoy”87.
87
Romero, H., La evolución literaria de Juan Goytisolo, Universal, Miami, 1979, págs. 12-
13.
88
Véase, Rodriguez Monegal, E., “Entrevista con Juan Goytisolo”, pág. 46.
153
modo. La forma novelística de nuestro autor y los de su generación es el
Realismo, considerado tanto por los escritores como por los críticos
como una exacta copia de la realidad con el fin de corregir las
deformaciones y solucionar los problemas que sufría el país.
154
ciudad de parte a parte”89.
89
Goytisolo, J., Duelo en el Paraíso, Destino, Barcelona, 1955pág. 141.
90
Goytisolo, J., La resaca, Librairie Espagnole, París, 1958, pág. 169.
91
Goytisolo, J., España y los españoles, ed. Lumen, Barcelona, 1979, pág. 7.
155
guerra produce en él no dejarán de manifestarse en formas distintas en
sus primeras novelas.
92
Castellet, José M., Juan Goytisolo y la novela española actual, pág. 198.
156
su pequeño paraíso les ha traído una verdadera y anticipada orfandad.
Los niños de la guerra ya son hombres antes de tiempo.
157
éstos individuos, clases sociales o el sistema político de España. En
Juegos de manos los rebeldes son un grupo de adolescentes con
características comunes: pertenecen a clases ricas, estudian los primeros
años de universidad y rechazan el medio social y familiar en que viven
por considerarlos culpables del vacío y la soledad de sus vidas.
93
Goytisolo, J., La resaca, pág. 227.
158
Casi todos los personajes de las novelas de la primera etapa se
caracterizan como seres humanos profundamente perturbados por la
situación del país. La guerra y la miseria han roto la felicidad de los niños
y les han adelantado la dura realidad del futuro. Es la misma guerra que
ha negado a los adolescentes una gama de valores con que dar sentido a
su vida y les ha condenado a la resignación.
159
refugios no son estables sino en continuo cambio; de ahí que lleguen en
algunos casos a la locura. Estos personajes están lejos de los raros o los
locos de la novela realista. Son seres básicamente imaginativos y
simbólicos, sin embargo, cumplen con su función efectiva dentro del
mundo de la novela, porque el rechazo que reciben de la sociedad
provoca en el lector una reacción automática de afecto hacia ellos y de
adhesión al espíritu de rebeldía que representan.
160
Segunda etapa
La segunda etapa incluye el período entre 1958 y 1962, durante el
cual, Goytisolo escribe: Tres libros de viajes: Campos de Níjar, La
Chanca, Pueblo en marcha; Un libro de relato: Para vivir aquí; una
novela: La isla; un libro de cuatro historias: Fin de fiesta y un conjunto
de artículos: Problemas de la novela. Esta etapa o período es el resultado
de un proceso de evolución ideológica y literaria que se produce en
nuestro autor. Tal vez podamos encontrar algunas de sus características
en las dos últimas obras de la etapa anterior, especialmente en La resaca.
Sin embargo, estas semejanzas no son nada más que un anuncio
anticipado del cambio que se producirá en él más adelante.
162
contribuir para conseguir un cambio radical de la vida española.
163
Goytisolo ataca también a los escritores de generaciones anteriores
a la guerra; criticando algunas de las ideas estéticas de Ortega y Gasset,
una de máximas figuras del grupo. Juan descubre la contradicción que
existe entre escribir el arte para minorías, mientras la gran mayoría del
pueblo vive en la miseria y padece una pobreza intelectual. Esa oposición
por parte de Goytisolo a las ideas de Ortega la ha compartido la gran
mayoría de los escritores de la época.
164
personajes de poca densidad humana y con un distanciamiento absoluto.
El behaviorismo se revela así como más adecuado que el análisis interior
para exponer situaciones en las que la conciencia del personaje no está
bien definida; sobre todo, para describir personajes con un
distanciamiento absoluto. Fruto de ello, es la desaparición total del autor,
que esconde sus propias opiniones y pensamientos.
165
introducción de ideas y de corrientes extranjeras en España cuando ésta
vivía en un ambiente cerrado a lo extra-peninsular.
Los dos primeros libros tienen otro rasgo en común: estar situados
geográficamente en el sur de España, sobre todo, en la región de Almería.
La elección de Goytisolo a la región de Andalucía como el lugar más
apropiado para sus viajes se debe a sus contactos durante el servicio
militar y en Barcelona con los habitantes más pobres y humildes de la
provincia de Almería y enterearse de su triste situación.
Goytisolo, que se encuentra situado en lado más rico de España,
donde nació y recibió su cultura y sus modos de vida, opta por
166
abandonarlo para dirigir al otro lado más pobre y abandonado de la
España del Sur y se solidariza con sus gentes injustamente privados de
medios económicos estables para poder vivir dignamente.
94
Véase, El furgón de cola, pág. 190.
167
abstractos, que hay que estudiarlos por separado, sino trata de hallar la
relación entre ambos. Nuestro autor se encarga de ser el mediador entre
la realidad exterior andaluza y a la vez, el transmisor de dicha realidad al
lector.
95
O.C., Tomo II, pág. 375.
168
transmitirnos el lenguaje dialectal de los habitantes. Eschuchemos, por
ejemplo, a esta conversación que mantuvo con un tal Arguimiro, vecino
de Cabo de Gata. El hombre le explica la costumbre que tiene el pueblo
para celebrar las fiestas de baile:
“Aquí, la gente no baila agarrá como en los
capitales. En los cortijos, la costumbre es tocá fandangos
pá que los bailen las mujeres, y los mozos inventan la
letrilla diciendo, por ejemplo, la que prefieren o la que les
parece más guapa. Hasta hace poco tiempo, tós los
noviazgos ligaban asín. Pero el mocerío de esta parte es
mú bruto y, a la que uno lleva dos copas encima, le da
por soltá verdes con música y faltá a los otros y ya la tié
usté armá”96.
96
Ibid, págs. 395-396.
169
lugar exacto. El estilo que utiliza Goytisolo en Campos de Níjar y La
Chanca es de una calidad considerable. Las imágenes son limitadas y
están adecuadamente seleccionadas y repartidas en su obra en armonía
con el texto, de manera que no ahoguen al tema y lo trasladen a segundo
plano, sino que sirvan para reforzarlo aumentando su finalidad y su
impresión en el lector. En estas dos obras, incluye fotografías de los
lugares recorridos aumentando su carácter documental y objetivo.
97
O.C., Tomo II, pág. 610-611.
170
habitantes, que han denegado facilitarle el camino para localizar el
paradero del primo del amigo exiliado y darle su recado. Así se ve
obligado a recorrer sin prisa el barrio, contemplandolo detenidamente
mientras buscaba. Poco después, nos deja su amargo testimonio en que
analiza los aspectos de la situación del lugar y su gente.
98
Ibid, pág. 651.
171
solidaridad y de afecto por estos hombres injustamente privados de una
existencia digna. Al final del libro, cuando el recorrido toca a su fin, su
cólera y desesperación ante una situación que parece eternamente
irresoluble emergen incontenidas:
“El cielo se me juntaba con la tierra y el mundo me
parecía sin solución, como la angustia después de una
noche de insomnio, y, en mi desamparo, hubiera dado
cualquier cosa por concentrarme y aclarar la razón de
tanto dolor inútil, de tantos años sacrificados por nada;
por agarrar el manual de geografía que estudié en el
colegio y rayar con un cuchillo la frase: Almería es una
provincia española”99.
99
Ibid, pág. 677.
172
“En este período -dice Goytisolo-, doscientos siete
mil almerienses emigrados a Cataluña, Francia, América,
a las cinco partes del mundo. Según esestadísticas
oficiales mencionadas por Pérez Lozano, entre los
ochenta mil habitantes de Almería-capital hay diez mil
pobres “extremos” y ddiecisiete mil pobres
“necesitados”, lo que suma un porcentaje de un treinta y
cuatro por cien de pobres en la ciudad”100.
100
Ibid, pág. 655.
101
Ibid, pág. 659.
173
demostrarnos su imagen gloriosa que contrasta completamente con su
imagen actual triste y miserable.
102
O.C., Tomo II, pág. 722.
103
Ibid, pág. 724.
174
Con su ingreso a la universidad y comprobar día a día el rechazo
que sentía por el mundo burgués, Goytisolo empieza a revisar su visión
que tenía sobre Cuba durante su infancia. Los libros y el álbum familiar
se convierten de repente en un instrumento para descubrir la falsedad de
la imagen que tenía del Paraíso. “La eventualididad de una revolución -
dijo- no me asustaba como antes y, a medida que crecía mi rencor contra
la clase social en que nací, mediaba acerca de los orígenes de nuestra
fortuna y la dudosa nobleza de sus blasones”104.
104
Ibid, pág. 724.
105
Ibid, págs. 724-725.
175
culpabilidad y abre paso a una nueva esperanza basada en el triunfo de la
lucha del pueblo cubano contra la dectadura de Batista. El triunfo de la
Revolución castrista en 1959 representa para él, además de acabar con la
tiranía y la opresión sufridas anteriormente, la victoria de aquellos
esclavos sobre el recuerdo del bisabuelo, ochenta años de su muerte. Una
victoria que concede a los esclavos un protagonismo, independencia y
libertad.
106
Ibid, pág. 726.
176
adquiere otros aspectos y dimensiones.
107
Ibid, pág. 53.
177
registrar todos los vocablos que oye, guardando fidelidad a la fonética y
lingüística del español cubano. La ortografía transcrita en los diálogos
conforme su fonética y su pronunciación se adapta al modo de hablar
español los cubanos:
“-No liaga caso -dijo el hombrecillo-. Ej un lumpen.
-Ante de la Revolusión vivía de guataqueá a lo niño
bitongo y no quería tratarse con los demá negro –dijo el
mulato.
-Tiene la mentialdá que le formaon lo capitalitta y no
comprende que lo tiempo han cambiao... El y otro cuatro
piolos como él no se quieren adattar”108.
Para poder entender los diálogos, Goytisolo opta por añadir al final
del libro una lista de todas las palabras que había utilizado del léxico
cubano a lo largo de la obra. La decisión del autor de respetar las
diferencias lingüísticas del español hablado responde a un
compotamiento intelectual de negar los perjuicios culturales que puedan
obstaculizar el curso normal de la vida intelectual hispánica. De ahí, su
rechazo a ver impuesta una forma única de español dictada por la
Academia.
108
Ibid, pág. 738.
178
“Esta tiranía del castellanismo académico sobre las
demás regiones de España y países hispanoamericanos
resulta no solamente anacrónica e injusta, sino también
perjudicial y falsa. La Academia no es el templo (ni el
banco) del Buen decir y las añejas prosas castizas (refrito
de Quevedo y del primer Valle Inclán) con que aquélla
acuna sus oídos (y estropea los nuestros) no sirven ni
pueden servir de modelo a nadie”109.
109
Véase, Goytisolo, J., El forgón de cola, O. C., pág. 976.
179
campesinos y militares sin prepación educativa. Todos ellos -antiguos
esclavos del bisabuelo tirano y nuevas víctimas del dictador Batista-
manifiestan a las claras el modo en que el nuevo sistema socialista ha
influido en su vida laboral y educativa. Al llegar a la isla, Goytisolo se
encuentra ante un deseo general, que compartía todos los cubanos con los
que conversó, de defender su país hasta la muerte.
180
preocupan más los seres humanos como individuos con sus problemas
políticos, sociales o culturales que las relaciones amorosas entre un
hombre y una mujer.
Tercera etapa
Esta etapa incluye tres novelas: Señas de identidad (1966),
Reivindicación del Conde don Julián (1970) y Juan sin Tierra (1975); un
libro de ensayos, El furgón de cola (1966) y una antología con la
traducción de las obras de Blanco White, Obra inglesa de Don José
María Blanco White (1972), que comprende un largo prólogo.
181
El furgón de cola (1966) comprende trece ensayos publicados por
el autor en varias europeas y americanas con antelación entre los años
1960 y 1966. Este libro refleja la evolución seguida por Goytisolo tras
escribir Fin de fiesta, a comienzos de los años sesenta. Desde que escribe
esta obra y la siguiente, Señas de identidad, hay un período de cuatro
años de silencio, que ha dedicado en reflexionar sobre el arte de hacer
novelas o en analizar su trabajo como escritor, en un intento para
entender el país y para aclarar el papel del autor en él.
182
Roto este compromiso, el autor procura introducir su personalidad
en la novela, añadiendo numerosos datos autobiográficos y atacando
agresivamente los mitos de su familia, de su educación y de su propia
vida. Goytisolo abandona también el Realismo y el Behaviorismo. Dese
entonces comienza a ensayar nuevos métodos para producir obras
innovadoras, como Señas de identidad y sobre todo Reivindicaión del
Conde don Julián y Juan sin tierra.
183
nouveau roman que se ha considerado como una de las fuentes
antirealistas de la novela española. Algo que se ha reflejado en la obra
goytisoliana mediante unos rasgos propios de la antinovela que generan
una separación entre los elementos básicos de la novela clásica.
184
niegue el desterrado, cualquier desterrado, con el paso
del tiempo ya carece de sitio en el mundo, adopta nuevas
realidades para subsistir y Goytisolo crea un nuevo
territorio, una nueva patria en la lengua”110.
110
Ruiz Lagos, M., “Juan Goytisolo”, en Cultura Hispánica, Madrid, 1991, pág. 31.
185
del flashback.
186
la unión al clán familiar, desde su nacimiento, Alvaro empieza a cortar
poco a poco los lazos que le unen a sus parientes.
111
Véase, Durán, M., Ob. cit., pág. 70.
112
Gil Casado, Pablo, La novela social española, Seix Barral, Barcelona, 1972, pág. 505.
187
La obra no tiene argumento ni personajes auténticos. Está
compuesta de una serie de cuadros críticos y burlescos de la historia y la
vida españolas. En ella, el autor crea una figura, mitad real, mitad ficticia,
que va a realizar los hechos que se le indican. Sin esta figura, la obra
hubiera quedado como un libro de ensayos cortos sobre la historia
española. Su protagonista aparece, por un lado, como el doble del autor o
una prolongación del Alvaro autobiográfico de la obra anterior. Es un
exiliado cuyo objetivo al cabo de los años es denunciar los males de la
patria abandonada. Por otro lado, se identifica con la figura del
gobernador de Tánger, el conde Don Julián113, que permitió la entrada de
los árabes en España.
113
Las razones de elegir la figura del conde don Julián (Urbano, Ulbán o Ulyán), son varias.
Una de ellas, es porque éste fue quien abrió las puertas a la invasión de los musulmanes a la
Península Ibérica, es decir, fue quien facilitó la destrución del país, un deseo que asemeja con
el de Goytisolo en destruir los mitos nacionales.
188
Figurón. Como Julián, Figurón no es un personaje que carece de
independencia con respecto al autor. Figurón representa una clase
distinguida de españoles representativos del país a lo largo de distintos
períodoses del país.
189
Con Juan sin tierra, Goytisolo completa algunos de los puntos
iniciados en su novela anterior y continúa en su crítica de la España
tradicionalista. Esta novela es interesante, sobre todo porque confirma
una de las tendencias de esta etapa: su antirrealismo. El escritor continúa
con su tendencia realista hasta llegar a publicar Reivindicación del Conde
don Julián. Ésta y Juan sin tierra rompen con el realismo y comienzan
un camino nuevo. La novela no depende del medio porque ya no tiene un
referente al que trata de ajustarse. El punto de referencia es el mundo
personal del autor. Goytisolo se une así a una importante corriente de la
novela contemporánea que se declara abiertamente antirrealista o
irrealista, con otros como Bechett, Borges y Calvino.
190
o monologan, etc. En Juan si tierra el personaje central no tiene nombre,
pero se mueve con rapidez por lugares distantes. Su personalidad
fragmentada le permite transformar y asumir de personalidades distintas.
En esta obra, revive los actos de viejas figuras históricas y actúa como
ellas. La obra de Goytisolo rompe así con en el personaje de la novela
realista.
191
A pesar de todo esto, Goytisolo rechaza utilizar el tiempo pasado.
Según él, el pasado es un modo que expresa los valores sólidos de la
burguesía. Al no colocar su obra en ese tiempo, Goytisolo refuerza su
visión del mundo distinta de la moral establecida. Tan sólo en raras
ocasiones del libro se emplea el pasado. Si lo utiliza, es porque es
necesario para referir a una idea que explica la conducta del protagonista
en el presente y no para narrar un episodio que sigue un desarrollo lineal
en el tiempo.
192
ordenar o aclarar lógicamente sus ideas. El párrafo no existe y los
sucesos se cuentan sin relación ninguna.
193
ESPAÑA Y GOYTISOLO
114
Véase, En los reinos de taifa, pág. 19.
194
escritor, que ha escatimado en utilizar sus novelas como medio para
describir la sociedad y resaltar sus características y problemas. La obra
de los mejores novelistas de siglo XX , considerado el gran siglo de la
novela, gira en torno a la sociedad española y los problemas de los
españoles. Goytisolo no inventa, pues, una tendencia nueva sino que la
desarrolla; en muchos aspectos la profundiza más que los demás.
Naturalmente, trata de recoger las reflexiones de autores del pasado de
España que considera adecuadas y válidas para su obra y las adapta a la
actualidad.
195
que seguirán la misma línea, como Maeztu, Ortega y Azaña, hasta el
inicio de la guerra civil. Así, el nombre de España empieza a aparecer en
los libros de crítica, novelas y ensayos. Goytisolo, consciente de la
importancia del tema, que se ve envuelto en un largo proceso histórico en
torno a su país, toma conciencia de él y de la importancia de sus
aportaciones. Goytisolo, pues, continúa y completa varios siglos del
pensamiento en torno a España. Su visión tiene por un lado, unas
características similares a las de otros intelectuales y autores y, por otro
lado, tiene cierta diferencia de ellos.
196
La preocupación por España la encontramos también en Goytisolo.
Este sentimiento comienza con una angustia ante la sociedad y luego se
tranforma en un dolor o una desesperación total. Al paso del tiempo, se
convierte en una obsesión que se ve reflejada en sus obras. Su pesimismo
se extiende en su obra desde la primera novela y se convierte más
profundo con el tiempo hasta llegar a la desesperación. La desconfianza
en encontrar una solución para el país surge tras observar y analizar
detenidamente la historia española. Pronto se dará cuenta que la carencia
de libertad y la injusticia son problemas permanentes hace siglos. Por
otra parte advierte que se han oído con total indiferencia las voces que
pretendían encontrar remedios adecuados.
115
Goytisolo, J., Reivindicación del Conde don Julián, Joaquín Mortiz, México, 1970, pág.
134.
197
abandonado le proporciona una visión objetiva acerca de España. Así
podrá criticar los hechos con neutralidad y desapego. Sin embargo, a
Goytisolo le falta valorar aquellos logros del pasado de España: las
grandes realizaciones en el arte, la civilización en Hispanoamérica y los
terrenos conquistados, que los intelectuales, como Ortega y los escritores
del 98, contradicen ante los últimos males del país.
En casi todos los autores, criticar los males de España lleva como
fondo o contrapartida cierto amor al país. Todos guardan el deseo de
mejorar su sitación con cierta preocupación. La relación del escritor con
su patria se basa en téminos de contradicción entre el amor y el dolor. No
obstante, para todos ellos, el amor de la patria termina venciendo al
dolor. En mayor parte de ellos, la imagen de España con sus paisajes, sus
costumbres, sus gentes, acabará más bella, cobrando nuevas dimensiones.
198
educación y moral del la gente. Goytisolo, como miembro de una
generación impaciente y revolucionaria, defiende con sus compañeros un
fin primordial: eliminar el sistema.
199
Para él, no hay posibilidad de reconciliación entre las dos Españas:
republicana y nacional. La historia le ha enseñado la falta de generosidad
y de comprensión de la España tradicional frente a la España progresista.
Desde entonces, el escritor adopta una actitud de rebeldía, afirmando su
individualidad en contra de los valores establecidos del país.
200
La visión que tiene Juan Goytisolo de España en su obra es
diferente, según la etapa literaria en que se desarrolla el tema. Su primera
visión de España durante la primera etapa literaria (1945-1954) le viene a
través de un hecho dramático: la guerra civil. El dolor y la perturbación
que causa la guerra no dejarán de aparecer en diversas maneras en sus
obras.
201
de solidaridad y respeto por estos idealistas y luchadores sin éxito por el
progreso del país.
202
admirador que busca la belleza de lo que contempla. Va con la idea
meditada anteriormente de que lo que para él produce un placer y una
satisfacción estética, es una miseria y dolor para el pueblo que vive hace
años sufriendo en un entorno inhabitable, árido y desértico. La tarea que
pretende, pues, es someter Andalucía y su pueblo a un análisis histórico,
político y económico, en un intento de descubrir su situación al resto de
los españoles.
203
abstracta que tiende más al análisis que a la descripción. Goytisolo pasa
del análisis de la España contemporánea al de la España de siempre:
desde la invasión de Tariq hasta el desastre del 98.
116
Goytisolo, J., España y los españoles, pág. 7.
204
andando el tiempo, a autodenominarse español de otra
manera capaz, no sólo de vincularse con las formas de
vida, culturas e idiomas de otros pueblos, sino también de
prcibir, a través de ellas, bajo una nueva luz, los valores
sin suficiencia de la propia, hasta el punto de forjar una
escala de valores alternaivos”117.
117
Saborido, Jorge, en Juan Goytisolo, Semana del autor, pág. 50.
205
hablaba de los “piropos” y “mimos” que lectores y críticos han venido
dirigiendo a la generación del 98, sin tener en cuenta la diferencia que
existe entre sus obras y la realidad del presente que requiere nuevas
aproximaciones y esquemas:
“La adoración indiscriminada que rodea hoy a las
figuras del modernismo y el Noventa y Ocho resulta, en
efecto, no sólo anómala sino también estéril y
paralizadora en la medida en que embota el análisis
crítico que necesariamente acompaña el nacimiento y
afirmación de una nueva generación de escritores con
problemas, afanes e inquietudes distintos de las
precedentes. Alrededor de aquellas figuras... se ha ido
creando un culto cuyo carácter netamente religioso no
podemos dar por alto”118.
118
Véase, goytisolo, J., El furgón de cola..., pág. 309.
206
por los escritores del 98: Gredos, Guadarrama, los campos de Castilla,
los santuarios y refugios habituales de la España Sagrada como Yuste,
San Lorenzo del Escorial o las ruinas de Sagunto y Numancia.
A/ lo árabe
Uno de los temas fundamentales de este problema es el de la
influencia que lo árabe o lo islámico tuvo en España. Entre los que
niegan esta influencia aparece Claudio Sánchez Albornoz, cuyas teorías
en el primer tomo de España, un enigma histórico, tratan de romper las
de Américo Castro, en su libro España en su historia: cristianos, moros y
judíos, donde afirma que el deseo de hacer dominar a los hispanos
cristianos sobre los hebereos y los musulmanes es algo notable todavía
hoy en el enfoque de la historia usual, interesada en olvidar a aquellos
207
elementos integrantes de la peculiar forma de vida hispánica119.
119
Véase, Castro, Américo, España en su historia, Edi. Crítica. Barcelona, 1983.
208
rebeldía.
120
La traducción al árabe es: “yo no adoro lo que vosotros adoráis / ni vosotros adoráis lo que
adoro / ni yo adororé lo que adoráis vosotros / ni vosotros adoraréis lo que yo adoro /
Vosotros tenéis vuestra religión y yo la mía”.Véase, Goytisolo, J., Juan sin tierra, pág. 321.
209
de Franco, las persecuciones intelectuales, las actividades clandestinas, la
censura, el lenguaje indirecto, desilución ante la España, son algunos de
los temas que van apareciendo a lo largo del libro.
210
circualción del lenguaje, chupar su savia, retirar las
palabras una a una hasta que el exangüe y crepuscular
edificio se derrumbe como un castillo de naipes”.
211
JUAN Y EL EXILIO
“Hay autores vinculados única y
totalmente a su país de origen, para
quienes el destierro es tiempo muerto;
otros se adaptan e incorporan con mayor o
menor éxito a su patria de adopción; un
tercer grupo -al que yo pertenezco- se
sienten paulatinamente extraños tanto en
el país que han dejado como aquel en que
han fijado su residencia”121.
Juan Goytisolo
121
Carrera, Arturo, en Juan Goytisolo, Semana de autor. Ediciones de Cultura Hispánica.
Madrid, 1991, pág. 38.
212
una imagen robada de la infancia, cada detalle muerto,
cada olvido, es así una cifra sumada a la derrota y contra
ella crece la memoria con un arma secreta”122.
122
Véase, Juan Goytisolo, Semana de Autor, pág. 31.
123
Ibid, pág. 31.
213
arte, ha cambiado las reglas y las buenas costumbres de la lengua, pero
siempre con la compañía del destierro, algo que ve con buenos ojos:
“para mí el exilio -dice Goytisolo-, a partir de un
determinado momento, no ha sido un lamento sino que ha
sido una fuerza vital impulso se ha prolongado después
de que desapareció la razón que lo provocó. Yo podría
haber regresado a España después de la muerte de
Franco... esta muerte llegó para mí demasiado tarde... Es
decir, me encontraba en una situación donde ya era más
familiar para mí vivir en París o enseñar en Estados
Unidos o vivir en Tánger...”124.
124
Ibid, pág. 40.
125
Véase, Goytisolo, J., Coto Vedado..., pág. 37.
214
El uso del castellano en un ambiente, donde todos hablan francés y
luego donde todos hablan árabe, lo impuja a aprenderlo, dominarlo y
luego mostrarlo la recta final de su libro Juan sin tierra, donde cambia,
no sólo de lengua, sino hasta de alfabeto, en una transformación que se
considera como un grito de rebeldía y hasta la explicación al lector, pero
también a sí mismo. Este conjunto de idiomas y dialectos que han
comenzado a reflejarse levemente en Señas de identidad llega a explotar
en Juan sin tierra, algo que suena a petición de auxilio, al miedo del
abandono de la lengua y a quedarse, no sólo sin patria, sino también, sin
relación o referencia lingüística. En Las virtudes del pájaro solitario,
Goytisolo se encarga de precisar como era aquel exilio:
“voces guturales culminatorias que agravaban la
conciencia de nuestro exilio, añadían interrogantes e
incertidumbres a la ya agobiadora sensación de
precariedad, lo que ocurría fuera parecía responder a un
eco a la devastación interior que nos asolaba,
aumentando el acoso y el cerco nos imponía aquel
engañoso proscenio cuyo público éramos nosotros
mismos, reiteración de soliloquios y letanías, historias y
más historias destinadas a tener en jaque el silencio”126.
126
Véase, Goytisolo, J., Las virtudes del pájaro solitario.
215
personal basado en la búsqueda de una nueva lingüística en la que
incluye unas transformaciones nacidas en las transmigraciones que
provocan escribir en una lengua mientras cotidianamente se escucha y se
habla otra distinta. Goytisolo utiliza una serie de palabras extranjeras que
han ingresado sin permiso en su lenguaje.
“El exiliado -dice Goytisolo- puede ver su lengua a la luz
de otras lenguas, puede advertir enseguida que la escala
de valores consensuada por la tribu es falsa. Me explico:
cuando uno vive sumergido en un determinado medio no
tiene puntos de comparación con respecto a otros idiomas
y a otras culturas y lo descubrí poco a poco en España,
me refiero desde el comienzo de la literatura castellana
hasta el siglo XX, a veces estaba considerado como muy
importante, era, de hecho, una imitación de algo que ya
existía fuera”127
127
Véase, Juan Goytisolo, Semana de Autor, pág. 40.
216
la memoria, se comienza a olvidarse los detalles y las antiguas
costumbres se pierden. Poco a poco, la nostalgia se apodera de él,
invadiendo su sueño, y allí, desde algún paisaje, desde algún ritmo o
desde algún perfume, es imposible luchar contra la realidad. De ahí,
surge la necesidad de anotarlo en el papel. Lo malo de esta situación pasa
cuando es difícil poder volver para cambiar el destino.
“La tierra sigue allí -dice Goytisolo- sometida a la
ley idéntica, inexorable, lejos tú de ella, sin dolor ni
reparo de tu absorbente amor de antes ... tierra pobre aún
y profanada exhausta y compartida, viaja de siglos y
todvaía huérfana. Mírala, contémplala. Graba su imagen
en tu retina. El amor que os unió, sencillamente ha sido
culpa de ella o de ti, las fotografías te bastan y el
recuerdo. Las montañas, mar, lagartos, piedra nada más,
nada. Corrosivo dolor, adiós par siempre, adiós, tu desvío
te lleva por nuevos caminos, lo sabes, jamás hollarás su
suelo”.
217
Tercera parte
218
CARA A CARA CON JUAN GOYTISOLO
Sin duda, fue gran sorpresa ver al escritor Juan Goytisolo, por
casualidad, paseando delante de mí en una de las calles de la ciudad de
Murcia. Fue un encuentro repentino en el que me quedé perplejo,
buscando preámbulos. No pude creer que estaba ante una de las máximas
figuras de la literatura española del siglo XX. Aquél que ha marcado un
giro en la literatura actual y ha convertido su atalaya particular en un
minarete, donde funde el norte de africa con el sur de Europa, para que
termine esta distancia, este recelo y rechazo. Después de mi presentación
le pedí que me concediera una entrevista y él aceptó.
219
En el camino hacia el hotel donde se alojaba129, no paraba de
pensar en lo que le iba a preguntar. Se me presentaban las señas de su
identidad, tal como describió él mismo en una de sus obras:
“Castellano en Cataluña, afrancesado en España,
español en Francia, latino en Norteamérica, nesraní 130 en
Marruecos y moro todas partes, no tardaría en volverme,
a consecuencia de mi nomadeo y viajes, en ese raro
espécimen de escritor no reivindicado por nadie, ajeno y
reacio a agrupaciones y categorías...”131.
128
Véase, Goytisolo, J., Coto vedado..., pág. 47.
129
Shafik El Sharkawy, Fawzi, “Cara a cara con Juan Goytisolo”. Entrevista inédita grabada
en cassette por el autor. Hotel Arco de San Juan- Murcia. 1 Noviembre 1995.
130
Nesraní: cristiano.
131
Véase, Goytisolo, J., Coto Vedado..., pág. 38.
220
Fawzi: ¿Conoce Ud. Egipto?
Goytisolo: Si, he estado allí varias veces, además hice dos filmes de la
serie Alquibla, Ramadán en El Cairo y otro sobre El díptico urbano;
luego tengo un texto largo que es sobre Al- qarafa132, porque estuve un
mes en el cementerio. Tiene Ud. que leerlos si es egipcio. Es uno de los
mejores textos que he escrito. Figura en un libro llamado
Aproximaciones de Gaudí en Capadocia y allí está este texto: La ciudad
de los muertos.
221
natural. Siempre he dicho que el rasgo mejor de la cultura europea, ha
sido el interés por las otras culturas. A veces ha sido un interés
interesado al servicio del poder colonial, pero ha habido casos de
viajeros, escritores que han escrito cosas admirables sobre el mundo
islámico, sobre Africa, sobre las civilizaciones orientales, etc., y
únicamente España no ha participado en esta curiosidad. Cada vez que
he hecho, por ejemplo, para Alquibla un filme que tenía que hacer sobre
un país, consultaba toda la bibliografía existente, por ejemplo, sobre
Yemen o sobre Irán o sobre los distintos países que visitaba, procuraba
leer lo máximo y siempre me encontraba con montones de libros en
inglés, en francés, en alemán, en italiano, en polaco, en ruso, en
holandés, en todos los idiomas excepto en español... (se ríe). No saben,
no viajan y el resultado de todo esto, es que la contribución española al
conocimiento de otras culturas no existe, mientras que la cultura
española no puede ser conocida sin saber lo que han escrito los
franceses, los ingleses, los alemanes o los italianos. Esta es la tragedia
de nuestra cultura, la falta de curiosidad por las otras culturas, que nos
ha convertido en objeto de investigación en vez de ser sujeto de
investigación.
134
Al- barzaj: El istmo-intervalo.
222
defectos que tienen, porque es la única manera de mejorar, y si uno no
tiene el sentido de autocrítica, no puede mejorar, se queda siempre tal
cual, y este establece el defecto mayor del mundo árabe, que es la falta
de autocrítica.
Fawzi: ¿El caso es que Europa no está dispuesta a abrir sus puertas al
mundo árabe?
Goytisolo: Bueno, Europa quiere invadir con todos sus productos y sus
medios de telecomunicación, la totalidad del mundo árabe y a culturizar
el mundo árabe. Cuando hablan de Al-gazy135, Al-fikry136 wa-ssuluky137
Al-garby138, hay una realidad detrás de esta. Hay una cierta agresión
intelectual y moral clara. Y al mismo tiempo, cierran las puertas a la
emigración, es decir, por un lado quieren exportar ilimitadamente sus
productos y no quieren admitir la libre circulación entre las dos orillas
del Mediterráneo, es decir, es una posición de prepotencia y de falta de
equidad total. Por otra parte, hay elementos que hacen de todo esto aún
más antipático, que es partiendo de la base de que la técnica o la ciencia
descubierta en Europa, tiene un valor universal, concluyen en que todos
los valores europeos son universales y no se dan cuenta de que no lo son,
que al revés, son muy propios y que lo que hacen, es chocar con
violencia con otros valores de otras sociedades. Y esto no lo quieren ver.
Ahora con la mundialización de la información y todo eso, pues están
penetrando a través de la televisión a través de esto, la totalidad del
mundo.
135
Al-gazi: El conquistador o el invasor.
136
Al-fikri”: El ideológico.
137
As-suluki: La conducta o el comportamiento.
138
Al-garby: El occidental.
223
Fawzi: ¿Han contribuido Ramón Menéndez Pidal y Claudio Sánchez
Albornoz a deformar de manera u otra el mundo árabe o lo han hecho a
su favor?
Goytisolo: No, Claudio Sánchez Albornoz era un arabista que odiaba a
los árabes, está muy claro, sobre todo en sus últimos escritos, son
demenciales. Menéndez Pidal sostenía siempre que España era gótica y
romana y que de todos los elementos semitas ya fuesen árabes o judíos,
habría que desprenderse de ellos. Pero esta es la actitud, sigue siendo la
actitud dominante en el stablish man español, es decir, un discípulo
abierto de Américo Castro en España, no puede hacer carrera porque no
le dejarán entrar en la Universidad.
224
Hebrón, yo no notaba ninguna diferencia entre los colonos israelíes de
Hebrón y los del Grupo Islámico Armado de Argelia, era lo mismo, es
decir, hay un fundamentalismo en todo lugar, que a veces, es nacional
religioso, a veces, puramente religioso, varía según los países, pero está
muy bien repartido en todo el mundo.
Fawzi: ¿Por qué no llaman integristas a los etarras o a los que mataron a
Rabin?
Goytisolo: No, esto son siempre distinciones semánticas muy sutiles. El
autor de la matanza de Hebrón le han llamado simplemente
“desequilibrado”, ni siquiera decían israelí sino, de origen
norteamericano. No puede haber la palabra “Terrorista”, no se puede
aplicar la palabra “israelí” en los medios de comunicación.
Fawzi: ¿Qué espera del mundo islámico y cómo cree Ud. que va a
terminar Bosnia?
Goytisolo: No soy futurólogo. Los Acuerdos de Dayton van a mejorar la
vida terrible de los habitantes de Sarajevo. Van a permitir la creación de
un pequeño estado bosnio, pero de hecho, han premiado, en primer
lugar, a Croacia y en segundo lugar a Serbia. Los serbios componían el
31% de la población y ahora ocupan el 49% de la Federación Bosnia, es
decir, la limpieza étnica se ha realizado y en cierto modo, la han
avalado.
225
capaces de ver la situación y que había que dialogar con ellos. La
actitud coherente me parecía separar los violentos, es decir, el Grupo
Islámico Armado, de los que pueden ser los políticos de El FIS, que de
alguna manera han evolucionado en estos años, han madurado de una
forma u otra. Yo creo que en la medida en que aceptan el juego
democrático, pues no puede haber una verdadera paz en Argelia sin un
acuerdo con los islamistas moderados.
Fawzi: ¿Cree Ud. que la actitud del gobierno egipcio va a acabar con el
terrorismo, o va a seguir la misma actitud con la que ocurre en Argelia?
Goytisolo: No creo que se produzca una situación como la de Argelia,
porque el pueblo egipcio no es violento como el pueblo argelino. No hay
una tradición de Siba, de anarquía, de violencia que compone toda la
historia argelina, en cambio en Egipto, no, es decir, lo que ocurre ahora
es una repetición de la Guerra de Liberación. La historia de Argelia ha
sido una perpetua guerra civil entre los distintos componentes de una
nación que los franceses unieron con su jacobinismo y que Lephelen
siguió este camino, pero de hecho, es una nación muy fragmentada
donde siempre habrá contradicciones muy fuertes. Este no es el caso en
Egipto. En Egipto, no creo de todas formas en las virtudes de la política
represiva, únicamente en los casos de respuesta de violencia extrema,
pero como método de gobierno, no creo en él.
226
Fawzi: ¿Está Ud. a favor o en contra de lo que hace un integrista argelino
o egipcio?
Goytisolo: Me parece que tienen perfecto derecho a vivir la religión
como ellos creen que deben vivirla. Ahora, si realizan, si son culpables
de actos violentos, o quieren imponer su concepción a la fuerza o aplicar
fatuas139 totalmente contrarias a lo escrito del Islam como la que
condena a muerte a los europeos o a los cristianos, esto ni siguiera se
encuentra ni en el sunnismo140 ni en el chiísmo141. Esto sólo lo he
encontrado en los (juriches). En Argelia, dominaron durante cierto
tiempo. Ellos tenían la doctrina de que cualquier judío, cristiano o
musulmán que no aceptara sus premisas, había el derecho lícito de
matarlo, pero es una rama que quedó muy marginal y que luego
evolucionó, porque en la propia Argelia, hay comunidades morabitas
muy pacíficas ahora no tienen que ver nada con esto.
139
Fatua: Decisión que se da a una cuestión jurídica.
140
Sunnismo: En español, zuna: ley tradicional de los Mahometanos sacada de los dichos y
sentencias de Mahoma.
141
Chiísmo: Rama de la religión islámica que considera a Alí sucesor de Mahoma.
227
despedirme, si volviera algún día a vivir en España, pero él me respondió
que nunca volvería porque le gustaba y le gusta vivir en Marraquesh,
porque vive bien y porque entiende a la gente, alegando que son
Personas humanas.
228
LA VISIÓN DEL MUNDO ÁRABE DE
JUAN GOYTISOLO
“El término ‘moro’ se asoció en mí,
desde fecha temprana, a unas vagas e
inquietantes imágenes de violencia y
terror. Sería preciso el lapso de veinte
años para que, sobreponiéndome a estas
estampas impresas entonces, alcanzara a
establecer una fecunda relación personal
con el mundo árabe en su triple dimensión
de espacio, cuerpo y cultura, relación que
pronto se142tocaría en un eje fundamental de
mi vida” .
Juan Goytisolo
142
Véase, Goytisolo, J., Coto Vedado..., pág. 74.
229
nuestra incorporación a Europa. Todo ello ha llevado a
la negación de todo lo semita, de todo lo que nos podía
ligar al mundo árabe o hebreo. Ahora yo creo que
tenemos que perder de una vez este complejo y asomarnos
a otras culturas no europeas”143.
143
Véase, Fajardo, J. Mª., “Entrevista con Juan Goytisolo”, pág. 209.
144
El Mundo, 26 de junio de 1997, pág. 54.
230
Argelia ha profundizado la realidad del mundo árabe sobre el peligroso
avance del fundamentalismo.
145
Benremdane, Ahmed, “Juan Goytisolo y la cultura marroquí”, Departa. De Lengua y Lit.
Hispánica, Facultad de Letras, Universidad Sidi Mohamed Ben Abdellah, Fez, 30 de marzo
1986, pág. 45.
231
largo de este capítulo veremos y estudiaremos la visión orientalista del
autor en su narrativa, a continuación trataremos de descubrir la visión
propia y particular del autor en los temas y problemas de interés en
respecto al pasado, presente y futuro del mundo árabe.
232
1 / Goytisolo y el orientalismo
146
O.C., Tomo II, pág. 1036.
233
moral”147.
147
Véase, Coto vedado, pág. 276.
148
O. C. Tomo II, pág. 342.
234
de tu encuadre espacial: afinidad, inmediatez,
concomitancia con una tierra casi africana...”149.
149
Véase, Coto vedado, pág. 275.
150
Goytisolo se refiere al geógrafo y cartógrafo, llamado: Al-Idrisi, Abu Abd Allah (Ceuta
1100- ? 1165 o 1186). Originario de Marruecos y formado científicamente en Córdoba, Al-
Idrisi viajó por Al-Andalus y el Magreb y estuvo en la Meca. Esta considerado como uno de
los grandes geógrafos y cartógrafos musulmanes.
151
O.C., Tomo II, pág. 659.
235
Gador. Los habitantes del suburbio prosiguen su vida
aperreada sin preocuparse de si los miran desde
arriba”152.
Ese compromiso social, que siente hacia las regiones del Sur, le
incita a denunciar su atrasada situación económica y la mala gestión
política del Régimen. De ahí, manifiesta su preocupación por las regiones
de Almería y la marginación de sus habitantes.
“Almería no es una provincia española. Almería es
una posesión española ocupada militarmente por la
guardia civil. siglo tras siglo, la incuria de los sucesivos
gobiernos ha arruinado sus primitivos fuentes de riqueza
y le ha reducido a su actual condición de colonia. El
almeriense esclavizado en su patria chica emigra y es
explotado aún en las regiones industriales de España”153.
152
Ibid, pág. 622.
153
Ibid, pág. 678.
236
las abejas y las abejas zumban, borrachas del sol. Las
pencas de los nopales orillan el sendero que conduce a la
torre del campanario”154.
Tánger
Tánger es la ciudad marroquí que ha elegido Goytisolo, a la luz del
texto de su amigo el escritor francés, Jean Genet, por ser un sitio idóneo
para realizar su traición, debido a su fama de ser la cuna de los traidores.
Una fama le vino a través de la leyenda y la historia como el lugar de
partida del árabe invasor.
238
escenario por donde abundan los fantasmas de su imaginación.
“El aire de Tánger, embebido de tenue luminosidad,
le estimula. Bajo su caricia, personas y cosas adquieren
vivacidad y relieve, el ajetreo callejero se desenvuelve en
una atmósferas de intensa plasticidad. Envueltos en
albornoces, almalafas o jaiques, mujeres y hombres
discurren en la penumbra de un callejón dispuesto como
un escenario, la salina humedad del Estrecho impregna
os muros enjalbegados, luces y sombras combinan sus
toques con armonía diestra y sutil”155.
155
Véase, En los reinos de taifa, pág. 307.
239
viejecita en vuelta en una toalla raída, acurrucada contra
el muro, inmóvil siempre,con la mano tendida abierta
como una estrellamar...”156.
156
Véase, Reivindicación del Conde don Julián, pág. 94.
157
Véase, Fajardo, J. M., “Entrevista con Juan Goytisolo”, pág. 209
240
migajas caducas) un enreversado dibujo que nadie (ni
siquiera tu mismo) podrá interpretar... consciente de que
el laberinto está en tí: que tú eres el laberinto” (p. 126).
158
Véase, Coto vedado, pág. 185.
241
Turquía. El espacio imaginativo le permite evadirse a todos los lugares
donde quiere estar, sin necesidad de desplazarse.
159
Véase, Goytisolo, J., “Supervivencias tribales en el medio intelectual español”, en
Disidencias, págs. 137-149.
242
furgón de cola160, Goytisolo arremata contra los historiadores calificados
de “figuras intocables”, como Unamuno, Ortega y Gasset, los Machado,
García Morente y sobre todo Menéndez Pidal y su manipulación
ideológica referente al pasado histórico español, tan criticado por
Américo Castro. Dice el autor que “El falseamiento de la historiografía
española desde hace setecientos años fue menos resultado de
ignorancias o errores que de la resestencia o de la repugnancia a
aceptar las trágico-grandiosas derivaciones de llamada por los antiguos
“destrucción de España de la batalla de Guadalete”161.
160
Véase, Goytisolo, J., “Menéndez Pidal y el padre de las casas”, En El furgón de cola, en
O.C., págs. 979-1009.
161
Ibid, págs. 983-984.
243
planteamientos...”162.
162
Véase, Goytisolo, J., Disidencias, págs. 146.
163
Ibid, pág. 139.
164
Véase, Goytisolo, J., “Declaración...”, en Juan Goytisolo, pág. 139.
244
En otro lugar, Goytisolo evoca la teoría castrista de la intolerancia
religiosa y el espíritu de fanatismo hacia los moros, diciendo:
“Cuando fue conquistado el último de los reinos
moros y los mahometanos que no habían querido
abandonar el país de su nacimiento quedaron a la merced
de sus vencedores, el antiguo espíritu de rivalidad
marcial cedió completamente el paso a una extraña
mezcla de odio, temor y desprecio que transformó la
diferencia de credos en una fuente imaginaria de polución
e hizo ortodoxia el fundamento de una presunta
superioridad de naturaleza que distinguía la casta
superior de las inferiores y degeneradas”165.
165
Ibid, págs. 144-145.
245
Al igual que Castro166, Goytisolo decide emprender la tarea de
destruir cada uno de los mitos que configuran la visión de la España
Sagrada. Su profanación se realiza a través del lenguaje y nos lo confiesa
diciendo que “ha renunciado a la realidad física de su país, pero no a su
cultura; a la tierra, pero no a la palabra... La lengua, decíamos, para el
exiliado, es el único bien que le queda. Y aferrándose a ella como a
única patria auténtica, puede emprender la destrucción mítica de la
obra”167. Es necesario recalcar que el interés por la cultura islámica que
ha siente Goytisolo, tiene su origen, en cierto modo, en esas enseñanzas
recibidas de su maestro Américo Castro.
166
En Reivindicación del ....., Goytisolo reitera las palabras usadas por Américo Castro, como
por ejemplo: “Guad -el- kebir” (Castro, A., La realidad histórica de España, p. 219) y “No
olvides el olé” (p. 266). En la primera, Castro explica que los efectos de larga denominación
árabe se refleja también en los nombres geográficos: Guad -el- kebir (río grande), origen de
la palabra Guadalquivir. En cuanto a la segunda, que “tras el Dios cristiano vibra el eco del
Allah muslímico, presente hasta en la interjección ¡olé! (wa -l- lah “por Dios”) con que se
anima a bailadoras y toreros” (Ibid, págs. 233, 234).
167
Véase, Goytisolo, J., Declaración..., en Juan Goytisolo, pág. 137.
246
los estereotipos y tópicos generalizados que se lanzaban en contra de la
cultura musulmana.
247
aventuras con las que liberarse de su moral puritana de las restricciones
de la sociedad de consumo. En estas dos novelas añade varias referencias
a la oferta por parte de los nativos, del sexo y drogas, tentación que
aquéllos aceptarán finalmente.
248
cripta, de las cavidades recónditas: residuos de la civilizadora presencia
hispánica en esas tierras, algo cascados por la edad y los achaques, en
la inopia operativa y mesiánica, con un sentencioso palillo entre los
dientes” (p. 101).
249
caracteriza por su pulcritud “frutas lusrosas, verduras limpias, pasteles
protegidos por un hollaje transparente de plástico” (pp. 120-121).
250
triunfante”, se convirtió durante varios siglos en una suerte que empujó a
cohesionar las fuerzas cristianas que sentían directamente amenazadas.
La lucha en la Península y luego Las Cruzadas crearon un público tan
amplio y ansioso de averiguar todo acerca de la ideología del adversario.
Sin embargo, las relaciones acerca de Mahoma y los sarracenos, repletas
de elementos imaginativos, pertenecían más a la imaginación occidental
sobre el tema y no a la historia del pensamiento occidental referente al
Islam168.
168
Véase, Goytisolo, J., “Cara y cruz del moro en nuestra literatura”, en Crónicas sarracinas,
pág. 9.
251
moro por parte de los poetas de Franco durante la Guerra Civil se
agranda más y más hasta convertirlo en sanguinario. En el Romancero de
la Guerra de España, compuesto por los poetas del 36-39, podríamos
obsrevar la retórica anti-islámica de los cristianos frente al fantasma del
moro rifeño:
Rebulle el tropel bestial
como amasijo de locos.
En las fauces le espumean
cuajarones infecciosos.
Lenguas extranjeras hablan.
Son de entendimiento romo,
de salvajismo alilargo
y de alcances alicortos.
252
de ambas comunidades. La Guerra de Granada, motivará también un
ciclo de romances cuyo protagonismo se basa en el dolor y lamento de
los vencidos, en este caso, los musulmanes.
171
Zambra: tertulia
172
Algarabía: del árabe al-arabiya; la lengua árabe.
173
Ibid, pág. 14.
253
protagonizados por Abencerrajes174 y Zegrís175, etc., ponen de moda todo
tipo de historias fantasiosas y cuadros orientales.
254
superioridad moral.
Mudejarismo
255
estudiada por diversos autores como Bernard Loupias, Sylvia Truxa
Malika Jadidie Embarec y va a basar el término mudejarismo en tres
grandes genios de la literatura española: Juan Ruíz, Miguel de Cervantes
Saavedra y Benito Pérez Galdós.
178
Véase, “Vicisitudes del mudejarismo”, en Crónicas sarracinas, pág. 50
256
arrobas de pasas y dos fanegas de trigo”179. La obra, que se titula:
Historia de Don Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete
Benengeli, historiador arábigo, no es un capricho de su trancriptor
Miguel de Cervantes ni obedece al expediente del manuscrito hallado.
Sensualidad y fanatismo
257
esposas son vuestro campo: cultivadlas tantas veces como os plazca:
consagradles vuestros corazones...”181.
258
Salomón.
183
Idem.
184
Ibid, pág. 78.
259
pueblos árabes que se atribuye al Corán y a su moral. A lo largo de la
historia los pensadores y filósofos han versado su materia sobre el Islam.
Así, los cronistas hispanos del medievo, describen la llegada de los
musulmanes como una riada o cataclismo; Montesquieu dice que ésta
inundación de mahometanos ha traído consigo el despotismo; Menéndez
Pidal habla del “gran diluvio sarraceno” y Sánchez-Albornoz calificará
las invasiones almorávides y almohades como “nubes de langostas
africanas”.
Alí Bey
260
cuantos idiomas habla, cuantas ciencias ha estudiado y cuanto tiempo
vivió entre cristianos, pero el narrador no da ninguna respuesta al lector.
261
e implica una serie de preceptos como la fe en un sólo Dios, la caridad, la
oración, el ayuno la pureza interior y el peregrinaje a lugares santos si se
puede.
En otros pasajes Alí Bey hace una crítica sobre los santones de
Marruecos y en tono burlón dice que los muchos ayunos y
mortificaciones de estos santos, no disminuyen su gordura y lozanía. El
libro de Badía enlaza con los relatos de viajes de escritores árabes
occidentales, como el caso de Ibn Batutta. Su vida privada no se
encuentra reflejada en el texto ya que para Badía lo importante es narrar
la vida y costumbres musulmanas subrayando los aspectos mas
desconocidos y exóticos para atraer la atención del lector occidental.
185
Véase, Goytisolo, J., “Los viajes de Alí Bey”, en Crónicas sarracinas, pág. 120.
262
confianza de sus señores”186 o el libertinaje de las turcas en los bailes de
los espectáculos. En cambio el trato con príncipes y nobles da lugar a
descripciones y pasajes aburridos y probablemente exagerados, que
hacen de Badía un jubiloso amante del boato y refinamiento de los
árabes.
186
Ibid, pág. 123.
187
Ibid, pág. 129.
263
ondulantes y una tierra fértil parecida a la situada junto al Nilo. Alí Bey
dice que en Palestina reina la armonía más perfecta entre los miembros
de todas las religiones y el modernismo de sus costumbres. las mujeres
van con la cara descubierta; las fiestas son comunes par los dos sexos:
“en Nazaret, los musulmanes van en Romería a
presentar a sus hijos ante la Virgen María y cortarles por
primera vez el cabello en su templo; los europeos de San
Juan de Acre disfrutan de gran libertad y consideración y
el primer ministro del bajá es un judío, tenido por hombre
de mucho mérito”188.
Existe libertad entre las gentes, sean musulmanas o no, sean árabes
o europeos. De todas formas Badía se lamenta de la estrechez del mundo
europeo al que vuelve frente a la amplitud del mundo árabe que él
recorrió y llevó en su corazón.
188
Ibid, pág. 130.
189
Véase, Goytisolo, J., “Flaubert en Oriente”, en Crónicas sarracinas, pág. 141.
264
vendedor de mujeres brusco, del comerciante tramposo es aquí
espontánea, auténtica, encantadora”190.
190
Idem.
191
Ibid, pág. 142.
192
Ibid, pág. 144.
193
Idem.
265
la civilización europea ahogaría a su Oriente orientalizado.
194
Véase, Goytisolo, J., “Sir Richard Burton”, en Crónicas sarracinas, p. 154.
266
religiosas en muchas tierras pero nunca, en ningún lado, algo tan
solemne y conmovedor como esto”195, confesará .
195
Idem.
267
de afeminamiento europeo”196, cuando expone un resumen de las
costumbres de los habitantes de Medina, y concluye diciendo que hasta
sus peores defectos tienen una virtud capital, la hombría, en grado
superior al resto de las poblaciones orientales. Pero existe una relación
ambigua, porque a continuación, expone una serie de ventajas del sistema
primitivo en cuanto a valores individuales como la vecindad del peligro,
la práctica de las armas, la dureza de la vida del desierto, el pillaje, el
bandolerismo, que acostumbran a los biduinos a mirar a la muerte de
frente y guardan cualidades instintivas que frustran a los occidentales.
“La hospitalidad y cortesía -dice- del árabe indican la nobleza en sus
sentimientos y quienes le reprochan su insolencia lo han ofendido con
sus maneras jacranciosas o son físicamente incapaces de conquistar su
estima”197.
196
Ibid, pág. 158.
197
Idem.
268
occidental. Obras como Sind, The Unhappy Valley o First Footsteps in
East Africa, etc. recogen numerosos apuntes sobre noviazgos, costumbres
matrimoniales, prostitución, adulterio, sodomía y todo lo relacionado con
el juego erótico. En ellas, Burton estudia la frecuente infidelidad de las
cairotas y somalís, el uso de afrodisíacos, alcahuetas... , compartiendo el
tópico del insaciable apetito sexual de los árabes, influido tal vez por sus
lecturas del Kama Sutra o de las Mil y una noches.
269
El tema de la homosexualidad para Burton no es ni vicio ni
desarreglo fisiológico sino que obedece a factores geográficos y
climáticos. Para él, la zona mediterránea, el norte de Africa y el Oriente
Medio eran lugares donde la homosexualidad se veía como algo normal y
popular. Aunque Burton subraya la condena coránica del pecado de Lot,
señala que a lo largo de la historia, el Islam ha demostrado mayor
indulgencia que el cristianismo.
“Los moros -según él- sin reparar aparentemente en
la escas fiabilidad de sus generalizaciones precipitadas,
son grandes sodomitas y de Marruecos la costumbre se
exparce por Argelia, Tunicia y Tripoli hasta alcanzar
Egipto, “la clásica tierra de todas las abominaciones”198.
198
Ibid, págs. 170-171.
270
libros que los orientalistas han escrito sobre el mundo oriental.
199
Véase, Goytisolo, J., “Karl Marx: Etnocentrismo y lucha de clase”, en Crónicas
sarracinas, pág. 176.
271
sumisión...”200.
Arabismo español
200
Ibid, pág. 178.
272
razas, terminen de otro modo que con expulsiones y exterminios”201.
201
Véase, Goytisolo, J., “Miradas al arabismo español”, en Crónicas sarracinas, pág. 187.
202
Idem.
203
Ibid, pág.190.
273
escritor, Barceló, elogia la castidad de Alfonso II el Casto de España, al
decir que gracias a esta virtud, pudo consagrase plenamente en la
salvación de España frente a los árabes. Ruiz Orsatti, acepta los clichés
racistas forjados durante siglos por propagandistas anti-europeos.
274
2 / Goytisolo y el Sáhara Occidental
204
Véase, Goytisolo, J., Crónicas sarracinas, p. 76.
275
En el otoño de 1974, cuando la amenaza de una guerra entre los
países del Magreb, expuso su punto de vista en la prensa, pero la censura
del Régimen franquista prohibió su difusión. Dos años más tarde, tras la
recuperación de la libertad de expresiín, volvió a nadar a contracorrientes
y razonar sin ser escuchado, mienras la prensa liberada del país volvía al
tema saharaui con más entusiasmo que nunca como arma contra el primer
Gobierno de la Monarquía y más tarde contra el partido creado por
Adolfo Suárez.
Los ensayos reunidos en este libro han sido escritos por el autor en
un período de dos años. El primero de ellos, que se titula “La izquierda
española, los nacionalismos magrebís y El problema del Sáhara” 205, tuvo
su reacción negativa en la embajada de Argelia y en las Asociaciones de
Amigo del Pueblo Saharaui. Las palabras de Goytisolo causaron un
escándalo. Su segundo artículo, se titula “El Sáhara, dos años después”,
apareció en El País206.
276
Protectorado, ha creado “una mentalidad” que considera que “toda
poseción de “Argelia-progresista” es una posición progresista, y toda
poseción de “Marruecos-reaccionario” es una posición
reaccionaria”208.
Aunque no está de acuerdo con esta actitud errónea, que revela una
ignorancia de la realidad histórica, política y humana del Magreb, y trata
de corrigirlo, Goytisolo no puede ocultar su simpatía por la Revolución
argelina y no hacia el Régimen de Marruecos. Esta simpatía tiene sus
orígenes desde su exilio en París, donde fue testigo de la persecución y la
violencia racista contra los obreors argelinos residentes en Francia. El
autor fue uno de los que apoyaban la Revolución, de hecho aceptó la
invitación de Ben Bella por motivo del primer aniversario de la
Independencia del país. pero, tras el gople militar contra Ben Bella en
1965 y su encierro más cruel , esta simpatía por Argelia enfrió en cierto
modo.
208
Ibid, pág. 20.
209
Ibid, pág. 24.
277
figuraba ninguna de las peticiones y reivindicaciones nacionales y
sociales del pueblo marroquí que les tocaba proteger. Señala, además,
que estos obreros y campesinos del Rif o la Xebala, no podían manifestar
sus ideas sobre su libertad e independencia ni siquiera el derecho de crear
sindicatos, dado el derecho que les otrogó Franco en 1936210, y lo peor de
todo ello, que ambos partidos no admitían en sus filas a ningún militante
marroquí.
210
Este derecho otorgado por Franco en 1936 fue retirado por él después de tres años.
211
Ibid, pág. 27.
212
Ibid, pág. 28.
278
Era lógico entonces, según Gotisolo, preguntar aquella
personalidad sobre lo que hizo su partido para modernizar esos “salvajes”
y dar una vida digna a sus pueblos. Nada hizo su partido para resolver el
problema ni siquiera para atender a la delegación de nacionalistas,
propoiendo la sublevación del Rif frente al Ejército de Franco a cambio
de la independencia.
279
Occidental de Marruecos.
280
informal, sin ejercito ni administración, bajo la tutela de España.
213
Ibid, págs. 38-39.
281
contra los intereses de Marruecos en el Sáhara más que contra el
colonialismo franquista. No obstante, la agonía de Franco, el fallo
ambiguo del Tribunal de la Haya y la Marcha Verde precipitaron los
acontecimientos y el Gobierno español de pronto se encontró en un
callejón sin salida. En 14 de noviembre de 1975 y tras la firma de
acuerdo tripartito de Madrid, el régimen de Franco decidió evitar un baño
de sangre y optó por entregar el territorio saharaui a Mauritania y a
Marruecos. Así, concluye Goytisolo diciendo que:
“Al negarse a admitir las realidades históricas, sociales y
políticas de la región ..., el Gobierno franquista se había
metido en un atolladero del que salió en forma un poco
airosa. Comp los colonialistas ingleses en Palestina,
nuestros aprendices de brujo han creado artificialmente
un problema cuyos efectos se prolongan más allá de su
retirada...”214.
214
Ibid, pág. 47.
282
ningún interés sobre el tema y optaron por el silencio. En cuanto a la
opinión pública española, continuaba la hostilidad hacia los marroquíes y
su presunto imperialismo. El fantasma del pasado y el miedo de una
nueva conquista “mora” o de una nueva guardia mora condicionaba la
actitud de los izquierdistas y el rencor, por otra parte, de los derechistas
por la pérdida de las zonas del Norte de Africa. Concluye Goytisolo
afirmando que España, en su relación con Marruecos, fue durante siglos
el país agresor, desde la Segunda República, incluso la prensa de hoy,
que da el derecho a los pescadores españoles de pescar en aguas
marroquís como si fueran suyas. Goytisolo opta por “Reproducir, sin
comentario alguno, la frase de un pescador canario, “esas aguas son de
España”.
283
de la ONU y la Cruz Roja Internacional para poder investigar las
ecusaciones del Polisario sobre el uso del napalm por los marroquís en
1976 y sobre Senghor y otros dirigentes senegaleses referente a las
matanzas raciales realizadas por guerrilleros en Mauritania..
Ceuta y Melilla
215
Véase, Goytisolo, J., “Ceuta y Melilla: la política del avestruz”, en Crónicas sarracinas...,
pág.108.
284
y cultura árabes, el sentimiento de superioridad sobre los “moros”, la
descriminación y marginación jurídica y laboral de que éstos son
víctimas216. No obstante, hubo oros pocos periodistas que vieron el
problema con objetividad y apoyaron el derecho de Marruecos de estas
dos ciudades, debido a que las dos formaban parte geográfica de este
país, recibían sus mercancías de él y utilizaban su mano de obra barata217.
216
Ibid, pág. 109.
217
Ibid, pág. 110.
218
Ibid, pág. 112.
219
Ibid, pág. 113.
285
esto podría afectar a la democracia española, porque crea un clima de
desastabilización que influirá en el transcurso normal de esa democracia,
dando el ejemplo del derecho de España en la soberanía de Gibraltar, y
añade: “A la hora de renunciar, ¡que renuncien ellos! Lo nuestro -se
refiere a monte de Gibraltar- es, desde luego, irrenunciable. Pero, ¿qué
dirían Mendoza Y Azarate, si los comunistas ingleses calificaran de
pronto la centenaría exigencia española del Peñón de “odioso chantaje
destinado a desastabilizar el actual gobierno laborista británco”?220. Y
termina argumentando que la situación que tiene Gibraltar para los
españoles es la misma que la de Ceuta y Melilla para los marroquíes.
Finalmente, critica la política del PCE tocante a Marruecos, pues ignora
el tímido proceso de democratización marroquí y niega la entrada a una
delegación del PC marroquí al IX Congreso del Partido.
220
Ibid, pág. 114.
221
Ibid, pág. 115.
286
es poner “obstáculos reales o imaginarios, deformados o hipertrofiados,
en los que pueda tropezar el proceso democrático español” 222.
222
Idem.
287
Goytisolo critica duramente la actitud de este nuevo orden de
España, con respecto al imperialismo europeo, que pudo haber negado
participar en el reparto injusto del continente africano. A cambio de unas
migajas de terreno, los españoles tuvieron que sufrir durante veinte años
de guerra inútil, la derrota del ejército en mano de un jefe rifeño y la
humillación de ser salvados por la intervención militar francesa.
288
Alcazarquivir sin resistencia. Un año más tarde, con el régimen
establecido en el Protectorado, España se apoderó de Tetuán.
289
Abdelkrim. El General Navarro reunió las tropas en desbandada en el
monte Arruit, pero el avance de Abdelkrim era imparable. Tras ocupar
Nador y Zeluán, pone cerco al monte Arruit, en donde se habían
concentrado los objetivos de Anual y los demás puestos abandonados. El
General Navarro se rinde.
Las razones del triunfo del rifeño son complejas. El líder árabe,
consciente de su inferioridad de hombres y armamento, evitó siempre la
batalla frente al adversario. Su táctica fue la de la guerrilla, con acosos a
destacamentos, ataques nocturnos, sabia alternancia de ferocidad guerrera
y liberación de presos, destinada a confundir y desalentar a los invasores.
Abdelkrim, conocedor del terreno, favorecido por la áspera configuración
de sus montañas, disponiendo de la complicidad de sus habitantes, supo
moverse como pez en el agua, y poner a los españoles en un aprieto.
223
Amir: Comandante militar, gobernador de una provincia.
290
La sede del órgano supremo de gobierno en Axdir, se llamaba
Mahkama (tribunal) y de él, dependían otras cuatro sedes de gobierno
administrativo-militar, encargadas al mismo tiempo, de aplicar la justicia
según dicta a la ley islámica. El Estado rifeño estaba dotado de un poder
ejecutivo ejercido por un Consejo de ministros y de un Poder Legislativo,
el de la Yamaa o grupo.
291
En septiembre de 1921 una contraofensiva española hasta el monte
Arruit permite descubrir a nuestros soldados, dijo Miguel Martín, el
desolador espectáculo de unas “ruinas cubiertas de sangre reseca,
cadáveres mutilados, restos putrefactos de compatriotas” víctimas de una
guerra, tan cruel como injusta. Ni el bombardeo naval de Axdir ni la
batalla de Tesi Azza consiguen hacer mediar en el dispositivo militar
rifeño. Las diversas conversaciones indirectas entre el gobierno español y
el Emir, no dan resultado ante la negativa de Abdelkrim a someterse a la
autoridad del jalifa nombrado por España. Con la toma del poder por el
General Primo de Rivera, las posibilidades de una paz negociadora
parecen reales.
292
cabilas de la zona, dependientes hasta entonces del El Raisuni, se unen a
la vez, a la lucha independentista y con su ayuda corta la carretera de
Tánger a Tetuán, a Isla a Larache, y pone cerco a Xauen. La caída de esta
ciudad será el ultimo gran revés del ejército colonial español. Miles de
muertos, heridos y prisioneros. Pérdida de grandes cantidades de armas
modernas y material militar.
293
civilizar con aviadores!... ¡Matan a seres indefensos y los matan
punnemente!”.
294
1936, con motivo de la autorización de mercenarios rifeños por Franco,
al decir, a la totalidad de los moros en el mismo saco, el líder
independentista supo distinguir siempre al pueblo español del partido
colonial denunciado en la península, por todos los intelectuales y
políticos honrados.
224
Xihad o jihad: “Lucha en la vía de Dios”, de donde guerra “justa” o santa. Puede aplicarse
a los infieles y puede realizarla también el individuo contra sus bajos instintos. La guerra
contra los musulmanes o contra minorías protegidas (dhimmis) estaba prohibida.
295
Cairo un Comité de Liberación del Magreb, del que formaron parte
Burguiba, Allal El Fasi y los líderes independentistas argelinos.
296
3 / Goytisolo y el islamismo
297
La realidad y leyenda en el islam
298
papel de oposición y contradicción. El Islam es el Otro, es ese rival tenaz
y difícil de domesticar y a la vez, exótico y romántico. Como resultado
de ello, Occidente tiende a crear historias, leyendas, estereotipos,
imágenes o clichés islámicos que marcan una distancia inalcanzable entre
lo cristiano (considerado como superior) y lo islámico (visto con
hostilidad y desprecio).
225
Véase, Goytisolo, J., “Islam, realidad y leyenda”, en De la ceca a la Meca, pág.16.
299
Goytisolo invita al lector a abrir las páginas de la historia y
comprobar personalmente la utilización sistemática de una terminología
de doble sentido: valorizadora cuando se refiere de los cristianos y
despreciativa en cuanto a los musulmanes. El mismo manual que
demuestra detalladamtente las crueldades de los sultanes otomanos,
oculta, a la vez, los autos de fe de la Inquisición o el terror de las
revoluciones cristianas.
Por otro lado, arremata contra los occidentales que ignoran que su
historia y pasado no les da derecho de aconsejar a nadie, recordándoles
que en la tierra musulmana no ha habido nunca Inquisiciones sangrientas
como las españolas ni genocidios de poblaciones como las de los
indoamericanos ni extreminios como los de Hitler ni aniquilamiento
masivo con bombas atómicas como el de Hiroshima.
300
dimensión cultural y religiosa, social y política.
301
desde el asesinato del tercer califa Alí226, los Omeyas, preocupados por
consolidar su poder político, confiaron a los jueces la regulación de la ley
islámica, a base del Corán y la tradición. Las descrepancias que existían
entre los jueces provocaron la creación de las Cuatro Escuelas Legales
del Islam sunní: el mâlikuí, el hanafì, el shâfiâî y el hanbali.
226
Es el yerno del Profeta Mohammed y su primo a la vez. Su asesinato marca la división ya
permanente entre la mayoría sunni y la minoría chií fiel a sus imanes descendientes del
propio Alí y a su inspiración profética y mesianista
227
Al-Hijâz: Región occidental de Arabia Saudí. Ocupa la altipanicie costera nordoccidental
del Mar Rojo. Es semidisértica y se halla surcada por algunos ued. Esta región fue la cuna del
Islam, y en ella están enclavadas las ciudades santas de La Meca y Medina.
302
existencia de viejas civilizaciones hidráulicas, como en Egipto y
Mesopotamia. La instalación en tierras agrícolas y el paso del
nomadismo a una vida estable, cambiaron los valores y hábitos de los
beduinos, acostumbrados hasta entonces a seguir las normas del clan. En
pocos años, los árabes dejaron el pastoreo para dominar político y
económicamente las comunidades recien islamizadas.
303
numeración de edificios, y una vuelta atrás, asegurando a sus moradores
un rasgo de independencia, anonimato e individualidad.
El peregrinaje a La Meca
228
El Corán, azora 22.
304
Para Goytisolo, la entrada en la Meca del emir Ibn Saud en 1924 y
la consagración de la doctina wahhabí inician un nuevo período en la
historia del Haxx. El transporte aéreo sustituyó al marítimo y anuló
definitivamente el ferrocarril de Medina, asaltado por Lawrence y sus
biduinos durante la I guerra mundial. No obstante, este cambio no agradó
a ciertos ulemas censurando la utilización del avión. Hoy en día, la
organización de alhache trata de resolver el problema de transportar a los
peregrinos, fijándose el número de cupos de fieles de cada país que tiene
que mandar, teniendo en cuenta la capacidad de acomodo de la Meca y
aforo de la Gran Mezquita, con la cifra total que llega alrededor de dos
millones de peregrinos.
305
restricciones del Ihram: no cubrirse el rostro ni la cabeza, no afeitarse ni
depilar sus partes; no peinarse trenzas ni desenmarañar el pelo; no
desprender ninguna suciedad; purificarse tras hacer sus necesidades; no
lavarse ni perfumarse el cuerpo.
306
normal. Tras la desacrsalización229, el peregrino felicita a sus amigos y
familiares y celebra con ellos La Pascua de cordero. Más tarde, vuelven
los fieles a La Meca para ultimar los ritos del alhache, con un rodeo de
despedida en torno a La Caaba. Luego los fieles se bañan en los lugares
de alojamiento, se ponen los atuendos habituales y vuelven a pasar la
noche en Mina. Desde el día doce del mes citado, los peregrinos pueden
volver a sus países, pero no lo harán hasta después de rodear a la Kaaba
despidiéndose de ella. Así pues, el musulmán cumple uno de los cinco
pilares del islam en un sitio añorado por todos, en el cual visita la tierra
del Profeta y se despeja de sus pecados cometidos anteriormente.
229
La desacralización es cortar el pelo para los varones y un mechón de cabellos de las
mujeres después de la peregrinación.
307
La dialéctica de la ocupación impone a Israel una política de
opresión e injusticia que se sitúa en las antípodas de la tradición religiosa
y cultural judía. Se ha convertido en un régimen policiaco consagrado de
lleno a la represión de otro pueblo. El cúmulo de atropellos y violaciones
de los derechos humanos, provocó en diciembre de 1987, el estallido de
la intifada. Obligados a pagar impuestos exorbitantes, recluidos en
ghetos, sometidos a la violencia diaria del ejército y los colonos, los
palestinos iniciaron espontáneamente la revolución de las piedras.
308
a las familias más necesitadas y del cuidado de los heridos que
permanecen ocultos para evitar que los fichen, aunque de forma precaria
y en condiciones difíciles, los palestinos organizan frente al ocupante, su
propia administración.
309
sino de caseríos borrados del mapa, hace menos de dos décadas.
Los nuevos mapas de Israel, señalan con una estrella de seis puntas
la implantación de ese pueblo, en los territorios ocupados en el año 1967,
pero no contienen indicación alguna de las aldeas barridas ni de los
campos de refugiados. En Cisjordania y Gaza centenares de millares de
palestinos, viven aglomerados en condiciones precarias en veintiocho
grandes campos cercados de alambradas, con las calles y salidas tapiadas,
vigilados desde atalayas militares. A estos refugiados en su propia tierra
hay que sumar la masa de desterrados, victimas no solo de las sucesivas
expulsiones israelíes, sino también de las vicisitudes históricas de los
estados vecinos.
En Jordania decenas de millares de palestinos, se hacinan desde
1948 en los campos de Irbis y el de Husain, en el centro de Amán, y
desde 1967, en el arrabal inmenso de Beka, mientras otros más
afortunados han logrado crear en los seriales, florecientes colonias
agrícolas.
310
calvario de sangre y de lágrimas. El caso de Jerusalén, única ciudad
venerada a la vez por las tres religiones del libro, ilustra con gran
claridad las complejidades y sutilezas del tema.
311
construir uno de sus edificios bastiones, con los que tratan de asfixiar la
vieja ciudad.
312
cultura. Los palestinos de Gaza y Cisjordania, viven hoy como
ciudadanos de segunda clase, en su propio país, a la espera de acampar si
las realidades demográficas lo permiten, en futuras reservas indígenas.
El ayuno de Ramadán
El mes de Ramadán, el más conocido de los cinco pilares del
islam, ha sido un objeto de curiosidad por parte de los escritores de
313
Occidente. Este ayuno consiste en no comer, no beber y no fumar, desde
la salida del sol hasta que se pone, a lo largo de 29 ó 30 días.
La fecha del mes del ayuno suele causar una gran confusión a los
europeos. Conviene decir que el número de los meses de la era
musulmana, es doce. Según los árabes, la raíz de la palabra Ramadán,
noveno mes del calendario islámico, es una alusión al calor ardiente del
suelo y una muestra de la temporada calorosa en que caía este mes
cuando los antiguos árabes trataban de distinguir entre los mes solares de
los musulmanes y los lunares de los cristianos.
230
Véase, Goytisolo, J., “Ramadán”, en De la ceca a la Meca, pág. 208.
231
Idem.
314
realizar durante los últimos diez días el Itikaf o retiro espiritual. El
incumplimiento voluntario del ayuno exige un cumplimiento posterior,
mientras la ruptura impone una alcafara o expiación por parte de un juez
religioso.
232
Ibid, pág. 210.
315
permanecen iluminados de la noche. La mayoría de los musulmanes
piadosos acuden a las mezquitas y rezan las plegarias del mes sagrado.
Algunos fieles pasan la noche en el templo meditando hasta la oración
del alba y escuchar el recital del Corán. Estas mezquitas no son sólo
lugares para el rezo o el retiro espiritual, sino también, a diferencia de las
iglesias, cumplen unas funciones como escuelas, club social o sala de
lectura o de descanso. Las mezquitas distribuyen alimentos a los
necesitados y menesterosos.
233
Ibid, pág. 220.
316
La música del trance: Nas al Giuán
318
no sólo al profeta a sus descendientes y a los patrones de las principales
cofradías, sino también a los genios habitualmente malignos anteriores a
la revelación coránica y rebeldes a su doctrina, pese a los esfuerzos de los
alfaquís por barrer la superstición. Cada uno de los cuales exige un
perfume, tema musical y color adecuados.
319
impregnaron de la música de las zagüías, buscaron las raíces de una
autenticidad marroquí que por contactos con el fondo musical negro,
extendido en América por los esclavos, acercó paradogicamente su
música al jazz y sus derivados. Esta vez no se trataba de una imitación
sino de una convergencia original identificativa.
320
e instrumentos desterrados por las normas de la estética y el buen gusto.
234
Goytisolo, J., “Ver sin ser vista: la mujer en el Islam”, en Alquibla, Videocinta televisiva,
Producción de TVE y Eclipse Films, S.A. (Reportaje inédito hasta el momento de redacción).
321
Las imágenes difundidas reiteradamente del velo y el chador, la
existencia legal de la poligamia, la concepción popular de la mujer árabe,
etc., responden a la realidad o son fruto de las ilusiones y fantasías de los
occidentales. El investigador que se propone abordar el tema tropieza con
un problema de gran variedad de situaciones sociales, culturales y
nacionales.
235
Chador: (Voz iraní) m. Velo usado para las mujeres para cubrirse el rostro.
236
Alheña: (del ár.al-hinnaâ) Polvo extraído de Alheña, que se usa en tintorería.
237
Baraka: bendición.
322
carnales. Mientras el cristiano admite el celibato como un ideal religioso
y el matrimonio como una muestra de la debilidad humana, el musulmán
considera el matrimonio como un deber y acepta la poligamia238 siempre
cuando el varón pueda sustentar a las mujeres con quienes se casa. Como
dice la aleya239 3 de la azora an-nisa240: “Casaos con las mujeres que
deseáis, dos, tres o cuatro, entre aquellas que os gustan. Si teméis ser
injustos, no lo hagáis sino con una”. Goytisolo observa que las palabras
de esa azora, contrastándola con las del versículo 129 de la misma, que
dice: “Jamás podréis tratar a vuestras mujeres con equidad, aun si lo
deseáis ardientemente”, han podido crear cierta polémica241 entre los que
interpretan el espíritu del texto y quienes se atienen solamente a la letra
del mismo.
238
En la Legislación del Islam está permitida la poligamia que consiste en casarse con más
deuna esposa, limitando el número a cuatro. Esto no ha sido permitido solamente en la
Legislación islámica, sino también en la Judía; pues el Judaísmo permitía la poligamia, pero
sin limitar el número. Así, Salomón tuvo setecientas esposas y trescientas esclavas; David
noventa y nueve, completando las cien cuando se casó con la mujer de Urías. Véase Qutb,
Mohammed, La mujer en el Islam, Edi.Sra. de la Angustias, Málaga,3- Granada, 1979, pág.
17.
239
Aleya: (del ár. Al-âya) f. Versículo del Corán.
240
An-nisa: (del ár. An-nisâ’) las mujeres.
241
Dice Qutb, defendiendo la poligamia: “Las más importantes situaciones en que la sociedad
necesita esta ligislación, son las situaciones de las guerras que aniquilan un gran número de
jóvenes, desequilibrando la balanza y aumentando el número de las mujeres sobre los
hombres; entonces sería la poligamia una necesidad para evitar la corrupción moral y la
anarquía social que surge seguramente de la existencia de las mujers sin hombres”. “La
anormal energía sexual que no se satisface con una mujer”, “los casos de estrilidad de la
esposa”o “la enfermedad permanente que impida la comunicación”, son otro casos
justificantes, según el autor, de justificar la poligamia en el Islam, Véase, Qutb, Mohammed,
La mujer en el Islam, págs. 59-61. .
242
Hadiz o Al-hadiz: Obra musulmana que recoge aspectos de la vida y doctrina del profeta.
Junto con el Corán es el libro sagrado de más autoridad en la religión islámica.
323
adoptan posiciones tradicionales más rígidas, se basa en que las azoras243
coránicas y alhadices del profeta, no forman un conjunto doctrinal bien
trabado, sino que corresponden a circunstancias de carácter distinto.
243
Azora: (en ár. Sûra) m. Cualquiera de las lecciones o capítulos en que se divide El Corán.
324
Pese a que el autor prefiere resaltar el lado positivo del Islam, no
olvida alzar, de vez en cuando, la voz crítica y desafiante que le
caracteriza. Según él, aunque el Islam tolera o ignora el pecado original
causado por Eva y su responsabilidad del desastre cósmico, la situación
de inferioridad de la mujer establecida por la doctrina islámica, sigue
siendo una realidad. Los obstáculos que impiden revisar las leyes que dan
al marido el derecho de repudiar a la mujer o de impedir que trabaje, que
viaje o que salga de su casa, son denunciados hoy por las mujeres del
mundo árabe. Para Goytisolo, tratar de aplicar sistemáticamente los
esquemas occidentales a un mundo cultural distinto, acarrea unos
perjuicios en la perspectiva y origina la confusión. No hay recetas ni
medicinas que lo arreglan.
325
anhelan fertilidad o mujeres deseosas de intercambiar noticias delante de
la tumba o la zagüía.
244
Goytisolo, J., “Ver sin ser vista: la mujer en el Islam”, en Alquibla. Reportaje inédito hasta
el momento de redacción.
326
edificada como la Roma antigua sobre siete colinas, a la vez ciudad,
montaña, mar, río, huerto, jardín, cementerio, bosque de alminares
esbeltos, hormiguero de personas, vehículos, lanchas, navíos, creada a la
recreación de nuestra vista, no ha dejado de fascinar siglo tras siglo a
todos los viajeros que la visitan. Si la mirada de los demás forma parte
del conocimiento global que tenemos de nosotros mismos, esta es nuestra
modesta contribución al conocimiento de una ciudad, cuyo ritmo de vida
a menudo frenético, se compensa con el amor a la vida de sus habitantes
y con la cordialidad y sentido de la hospitalidad del pueblo turco.
327
los muelles atestados de viandantes, cruzan a cierta velocidad el puente
levadizo que une las dos partes de la ciudad, voraz consumidor de
sandwiches y maíz hervido, que se abre pasos a codazos, como por los
pasillos del metro en las horas punta.
245
Véase, Goytisolo, J., “La ciudad palimpsesto”, en Aproximaciones de Gaudí en
Capadocia, Ob. Cit., pág. 89.
328
La riqueza y variedad de paisajes de Bizancio, Constantinopla o
Estambul ha inspirado siempre a los visitantes y existen numerosas
antologías de escritores con descripciones puntuales de Santa Sofía y el
Topkapi Saragui. Las mezquitas de Soliman y Sultán Ahmed, el Cuerno
de Oro y la Torre de Galata. Sus autores apuntan con sorpresa el respeto
de los otomanos a animales y árboles. Cortar un árbol es un crimen; aún
hoy en el Bósforo hay casas de madera edificadas en torno a árboles
centenarios, otros, como el soberbio plátano situado junto al kiosco de la
sublime puerta, alzan su espiguez en medio de la calzada de una calle
diariamente colapsada por el tráfico, inmunes a reglamentos urbanos.
329
carácter abierto y cordial. Pese a las tensiones y las dificultades de la vida
diaria existentes, una inmensa carga de afecto y generosidad en el turco
suaviza la aparente rudeza y brusquedad de sus modales. Su sentido de la
hospitalidad no es una leyenda.
330
transparentes, cuya luz envuelve a las ceremonias del baño en un hálito
de irrealidad sutil y fina. Tendidos sobre las losas de mármol, media
docena de individuos aguardan en un estado pasivo de entrega, las
enérgicas manos de los masajistas. Desconectado, deshecho, enjabonado
de arriba a abajo, bañado, escurrido y reconfortado, será envuelto con
diferentes juegos de toallas a la altura del hombro y cintura, tocado con
un turbante de fina tela, conducido al reposo de su litera, agasajado con
vasos de té caliente o agua mineral.
331
río de Heráclito, con una continuidad fluida evocadora no solo de su
pasado glorioso, sino también de su presente voraz e indescifrable futuro.
¿Por qué te quedas pegado a la tierra como una planta verde?. ¿No
son tus movimientos la clave de las gracias?. Sólo quien elige la vía de la
unión, será capaz de discernir los secretos de la naturaleza. El enamorado
deberá reducirse a sombra, ante la iluminación del espíritu. La sama de
los derviches de Konya, suscita en el ánimo la plenitud creadora, danza
de oda. Los derviches giran como peonzas, sus túnicas forman anillos
saturnales, el blanco torbellino de los pliegues, se incorporan a una u otra
de las órbitas planetarias y pasan del invierno al verano, cielos, astros,
elementos terrestres, evolucionan con la ligereza del átomo, su remolino
es el de las almas sumisas a la universal gravitación solar.
333
inclina en la sutileza del aire. El Planeta gira delicadamente sobre sí
mismo. El movimiento giróvago de los derviches no admite comparación
con baile alguno. Nada más lejos de él, que el énfasis de nuestra zambra
o la gentil perfección del ballet.
“¡Ven quienquieras que seas, ven
Infiel, pagano o idólatra ¡ven1
Nuestro umbral no es el del desaliento
Aunque cien veces perjuro, ¡ven!
Ya seas farsí, turco o griego,
¡Aprende la lengua de quienes carecen de ella!”246
246
Véase, Goytisolo, J., “Los derviches giróvagos”, en Aproximaciones de Gaudí en
Capadocia, pág. 28.
334
monarcas y el pueblo, la carrera de Mawlana, literalmente “nuestro
señor”, parece definitivamente encauzada cuando un lance inesperado
altera radicalmente su vida.
247
Ibid, p. 29.
335
discusiones místicas, desdeña el respeto y consideraciones mundanos.
336
muerte de Chams, la noche del 5 de diciembre, le tenderán una
emboscada, y ésta vez se desvanecerá para siempre.
337
Desde entonces la noche de bodas del gran místico se celebra en el
aniversario de su muerte y multitud de meulenes y admiradores venidos
del mundo entero, se recogen piadosamente en su tumba en el admirable
mausoleo edificado en el recinto de la medersa.
338
suman al preludio con sus instrumentos, anticipándose a la señal de la
flauta. La sesión se inaugura con el recitado de unas plegarias. Azoras del
Corán, poemas de Mawlana, una oración especial para el profeta. De
pronto un cantor de voz purísima entona las loas a Mohamed, escritas por
el propio Xallal ud-din Rumi, en un ejemplo de sobriedad.
339
La sesión mawlaní subsiste así, fascinadora siempre, y obliga al
conocedor de la vida y obra de Mawlana, a plantear y plantearse algunas
preguntas, pues ¿esa reducción de la experiencia ascética al hecho
puramente artístico, no disminuye de algún modo las premisas en las que
se funda la sama, el fulgor místico de su incendio, la fusión íntima de
conocimiento y amor?.
La música Raí
341
El rai, nació según los especialistas, en el Oranesado durante la
década de los veinte, como derivación de un género beduino de gran
arraigo en el Magreb, el Melhún. Pero en realidad, ni la imaginación
campesina ni en el Oranesado, ni en el resto de Argelia se alimentaba ya
por esas fechas de imágenes poéticas y tradicionales. Había que elaborar
una imagen nueva a partir de otra situación, la de los obreros agrícolas y
de un paisaje cultural que tenía poco que ver con el de la poesía beduina.
342
sus problemas y ensueños, directamente en francés.
343
canción oriental estereotipada, su ronroneo soso y amaneramiento
dulzón, el rai de Sheja Rimiti opone un inconformismo agresivo que
rompe los esquemas familiares y sociales, invierte las jerarquías
artísticas, rechaza los simbolismos consagrados.
344
desenvolvimiento del rai. Mezclaron el darbuka, con violines, batería,
guitarra eléctrica, cajas de ritmo. El rai ganó una popularidad
desconocida en la música magrebí. El paso de la semiclandestinidad de
las catacumbas oranesas a la conquista fulgurante de una dimensión
internacional.
345
La compleja identidad argelina, fruto de una rica amalgma de
aportes beréberes, arabo-islámicos, turcos y europeos, busca a todas luces
una manifestación de que el rai, es solo un primerizo y modesto botón de
muestra. Otras manifestaciones poéticas, musicales y artísticas,
igualmente mestizas, lo sustituirán algún dia y extenderán también su
radio de acción, a la otra orilla del Mediterráneo.
346
Islam magrebí, rodea a fiestas, visitas y romerías. Mercadeos, zocos,
puntos de encuentro, pero sobre todo, verdaderos espacios de libertad.
347
En las romerías más populares, como la de Sidi Mubarak Ben Ali
Mulergana en Telerguén, el ámbito de la feria brinda al forastero, un
espectáculo vivo. Centenares de tiendas de campaña albergan a familias
enteras, peñas de jóvenes, visitantes venidos de todos los rincones del
país. Tenderetes y cañizos en donde los clientes se restauran y beben té,
alternan compuestos de feria de bramido potente y furioso.
348
un público atento asiste a los cantos y salmodias de un grupo de mujeres
de edad avanzada. Varias halcas o anillos de curiosos arropan los
miembros de las cofradías aquí presenten cuando inician sus danzas.
349
Malamatís Sibek otomanos, en el siglo XIV.
350
fieles venidos principalmente a comprar y vender en el zoco.
Una reacción similar, Salafiya intentó extirpar cien años más tarde
el culto de los santos marroquíes y los abusos del marabutismo. La guerra
santa emprendida por los "salafies" contra las romerías, cofradías
plebeyas y ceremonias de trance, chocó de frente con las manifestaciones
351
religiosas populares y rurales, profundamente arraigadas en el país.
352
su conversión masiva al islam. Aunque teólogos e historiadores ponen en
duda la autenticidad de la leyenda, los Sabatu Riyal, reverenciados por
los creyentes como compañeros del profeta, son objeto así como sus
primeros seguidores de un peregrinaje masivo jalonado de visitas a más
de una treintena de tumbas.
En la ladera del monte, azoteas de las casas, las calles por las que
353
desfila el séquito del muqaddim con su montura, millares de almitas
endebles, agitadas y como acendradas por la brisa, convierten el paisaje
en un panorama irreal y fantástico, de impregnadora plasticidad y
hermosura.
354
Los últimos juglares
355
murmullos y signos. Son oradores sin púlpito ni tribuna, charlatas,
embaucadores, todos cuentistas.
356
Por espacio de unos días, los instrumentos musicales del coro,
resuenan como antaño en el ámbito de Jama el Fná. Acuden allí con sus
tambores, estandartes y reliquias, entonando a Sidi Harid, y los demás
santos de la cofradía. Ermitaños errantes, entregados al servicio del bien
y a la contemplación de Dios, viven de las limosnas de los fieles,
conforme a las ideas de la vida sufí. Acostumbrados a actuar en fiestas y
romerías, han adquirido con la práctica gran maestría y sincronizan sus
distintos instrumentos con notable destreza y profesionalidad.
Son imágenes del rostro de una ciudad con grietas, cicatrices. Las
357
torrecillas y balaustradas de un edificio rococó, parecen haberse
reblandecido y fundido como un pastel de turrón. En la cúpula de los ex
almacenes "tiring" cuatro titanes sostienen con esfuerzo un globo
terráqueo cuyos cristales se han deshojado como pétalos mustios.
358
boda o el séquito de un entierro.
359
gobernador abasida Ibn Tulun se independizó de la autoridad califal,
edificó la actual mezquita que guarda su nombre en las colinas de
Zainhum, la más antigua y sin duda la más bella de las innumerables
mezquitas de El Cairo.
360
mezquita de Muayyd.
361
Allí reposan los restos de la célebre "Umm Kalsun", junto a los de
centenares de santos, imanes, escritores, monarcas y artistas. La poetisa
sufi "Rabia al-Adwiyyah", famosa por su intención de prender fuego al
paraíso e inundar el infierno a fin de que los servidores de Dios no
adoraran a éste con motivo de esperanza interesada ni sentimientos de
miedo, se halla enterrada junto a la mezquita de "Sidi Uqbat", en un
vetusto y encantador mausoleo.
362
islámica, empeñaron cuatro siglos más tarde contra el colonialismo
francés.
363
Sidi El Rahhal o Tanaslet, evocan un escenario medieval con su
abigarrada y anacrónica corte de milagros. Partiendo de sus distintos
fines, modalidades y medios de financiación, Abdallah El Qawi, propone
una tipología puntual y concisa. Zagüía, centro social, en las zonas
rurales, en las que la gente se refugia, cuida, zanja sus disputas, trueca
sus productos, se distrae, a la vez, hotel, dispensario, mercado, feria,
tribunal, escuela. Zagüía, club nocturno, a la que se va a descansar e
intercambiar consejos y nuevas entre el trabajo en la tienda y el regreso al
hogar.
364
el lugar carece de tumba y de mausoleo. A pie, a caballo, en carromato y
en toda clase de vehículos, sigue al estandarte rojo de la zagüia, hacia el
que alza los niños y roza con sus prendas de vestir, a fin de recibir los
beneficios de la baraka.
365
La salmodia, baile y percusión de sus instrumentos les orientan a
éste encuentro o estado síquico en el que con sobrecogedora impavidez,
se golpean a veces la cabeza con pequeñas mazas de puas o se infieren
cortes en el cráneo con marrazos en forma de alabarda, poseídos de
éxtasis más allá del sufrimiento o dolor.
366
erranza y aceptado en su mayoría las servidumbres de la vida civil.
Artesanos o dueños de pequeños comercios practican ya sea la profesión
de fe o alguna otra sentencia coránica, o la repetición infinita en el
nombre de Dios.
367
El wifd o letanía de los aisaua, comprende tres fases: mayor,
intermedia, menor. Sus instrumentos musicales, acabales, bendires,
tambores, flautas, se insinúan de modo paulatino en el recitado de las
qasidas y textos sufíes. Con los ojos semicerrados y el rostro embebido
de sudor, balancean la cabeza con fuerza. Giran como peonzas. Parecen
enfrentarse entre si, como impulsados por fuerzas opuestas o forman al
revés una piña, aceleran sus movimientos hasta la exaltación.
El islam negro
368
Es cierto que el islam ha podido adaptarse a las costumbres y
rituales de comunidades adversas. Pese a su inferioridad política,
económica y cultural frente a Occidente, no ha perdido la capacidad
expansiva de los primeros siglos. El nuevo musulmán africano, a
diferencia del cristiano, no traiciona sus valores para aliarse con los de
sus enemigos. El predicador del islam es un hermano de raza cuyo credo
renovador atrae y seduce. Un credo sencillo y nítido: creencia en un Dios
Único y misión de Mohammed, ausencia de intermediarios entre el
hombre y su Creador.
369
Argelia
370
Sus continuas visitas al país vecino, Argelia, servieron de base a
un trabajo que demuestra y testimonia la terrible y delicada situación que
vive el pueblo argelino, explica las razones originaron su desgracia y
pretende hacer más comprensible un fenómeno -el islamismo- que
Occidente mira con desconfianza, rechazo o temor.
371
“Mi frecuentación de los obreros noteafricanos
emigrados en Francia me permitió captar una primera y
gravísima señal de alarma: a partir de mediados de los
sesenta, mientras los trabajadores marroquíes y tunecinos
enviaban sus ahorros a Tunicia y Marruecos para
construir una vivienda o abrir un comercio, los argelinos
invertían su dinero en Francia y preferían traer allí a la
familia. Su falta de confianza en el futuro presagiaba lo
que después sucedió” (Argelia en el vendaval, p. 10).
372
venta de hidrocarburos componía tan sólo el 12 por
ciento de sus exportaciones. La política de
industrialización acelerada y la incurnia obcecada de la
agricultura transformó en un quinquenio al país en un
Estado monoexportador. En 1988, el 95 por 100 de sus
beneficios procedían de los hidrocarburos mientras el 80
por 100 del consumo alimentario dependía de la
importación” (Argelia en el vendaval, p. 12).
373
hacia los países islámicos- y ofrecerá su brumoso proyecto de sociedad
basado en la religión y en la identificaciín cultural como remedio a los
males del país.
374
Sarajevo
375
“Sarajevo parece a primera vista una ciudad
fantasma, esqueleto descoyuntado o cuerpo sin vida, Pero
el tableteo intermitente de las ametralladoras, el
estruendo ocasional de los obuses, el silbido de balas de
los francotiradores recuerdan oportunamente al visitante
que su martirio continúa” (p. 25).
376
Por otra parte, define la política de Francia e Inglaterra como
proserbia, y compara su posición a la cobardía internacional frente a la
guerra civil española. El escritor considera una estrategia totalmente
anacrónica las declaraciones de Mitterrand sobre los vínculos históricos
franco-serbios “y su sonada recepción en el Elíseo a Slobodan Milosevic,
primer responsable de la "limpieza énica”. Y los negociadores europeos
en general los ve como a “una cuadrilla de baderilleros y picadores”
que han obligado a aceptar a los musulmanes de Bosnia un plan de
partición étnica “que ni siquiera figura en ninguna resolución de Las
Naciones Unidad”.
377
población es mixta”.
378
hace que el occidental se sumerja en este enclave, mitad sexual mitad
pasional que le introduce a un mundo inalcanzable para él.
379
idealizado la imagen del moro como un castigo para España, desde la
época de la República hasta el franquismo.
380
(pp. 27-46). En Judíos, moros, negros, gitanos y demás gente de mal
vivir..., Goytisolo explica que:
“El aborrecimiento instintivo al “moro” alimentado
a lo largo de décadas por los recuerdos de nuestras
odiosas y estúpidas empresas coloniales y la utilización
por los franquistas de míseros mercenarios rifeños
durante la guerra civil de 36-39, es una enfermedad
bastante extendida, incluso entre quienes se declaran de
izquierda y aun revolucionarios”248.
248
Véase, Goytisolo, J., Libertad, libertad, libertad, p. 123.
249
Goytisolo recrea además “el castigo” de Rodrigo que aparece en la Crónicas sarracinas,
de pedro del Corral. Veáse en Crónicas sarracinas (33-36) la explicación de Goytisolo sobre
su utilización del mismo.
381
“Los moros de la hueste todos vestidos del sirgo et
de los paños de color que ganaran, las riendas de sus
cavallos tales eran como de fuego, las sus caras dellos
negros como la pez, el más fremoso dellos era negro
como la olla, assí luzíen sus ojos como candelas... e el su
cavallero mucho más cruel et más dañoso que es el lobo
en la grey de la ovejas enla noche”250.
250
Véase, Goytisolo, J., Reivindicación del Conde don Julián, p. 200.
382
(206-296).
383
moscas)251, por otro lado crea las comparsas de su novela basándose en el
estereotipo occidental que, como indica Said, el cine y la televisión han
contribuido a popularizar.
251
En su libro de relatos Para vivir aquí, encontramos una de las primeras menciones a
Africa, basada en el estereotipo más ramplón: “Alvarito hizo la apología del kif, el calor y
las moscas...” la descripción de los hábitos de vida africanos son ya vistos como el negativo
de Europa: “La higiene es una virtud burguesa” (Suburbios 22).
384
en “una viscosa fauna submarina, dúctil e inquietante: rostros globosos,
brazos como pulpos, esferas oculares inertes” (156). Goytisolo extae la
caracterización del traidor y sus amigos alárabes de la leyenda, de la
historiografía y de la escenografía mental hispana del otro.
385
El “muslime”, protagonista de leyendas y fantasías orientales, hace
su presencia en toda la literatura. Desde la invasión árabe, el punto de
partida en la vida española comienza entre el moro y el cristiano. Lo
ajeno es musulmán y extranjero y lo propio es cristiano y español. En
cuanto al primero, “Todavía -dice García Morente- en nuestros campos
andaluces se llama moro al niño no bautizado”, en cuanto al segundo,
“durante ocho siglos no hay diferencia entre el no ser árabe y el ser
cristiano”(Ibid, pp.7-8).
Viaje a Turquía
387
como el moro del XIII, provoca en el europeo envidia y aborrecimiento;
envidia, por la fascinación y exotismo que revela todo lo que está
intimamente relacionado con el Islam; aborrecimiento, por ser sus
enemigos de fe.
388
siendo un espectro por espacio de cuatro siglos provocando una
exorbitada obsesión por el modelo Otomano.
Karl Marx
390
Las lecturas de Engels y Marx, niegan a los orientales sus propias
cualidades. La nitida diferencia existente entre el occidental y el oriental
se basa en que la primera anula a la segunda por sentirse superior sobre
ésta.
391
que existen en Marruecos: la de los hamadcha, la de los derkaua, la de los
gnauas, la de los aisauas y la de los heddauas. El escritor, convertido en
un peregrino más “seguí a las cofradías de Marrquech en su romería
anual” (117), visita, llevado por la simpatía y por una profunda atracción,
las tumbas, ermitas y romerías a las que muchos marroquíes acuden para
mostrar su devoción por ciertos santones del islam: Sitti Fatma, Sidi Bibí,
Mulay Abdelá o Mulay Brahim.
392
moderna” (105); además, el culto de los santos “ha adquirido en los
últimos tiempos la índole de un valor refugio para millones de creyentes,
víctimas a la vez del desarrollo y de las iniquidades y atropellos de una
cruel e incontrolada modernidad” (108). Esta religiosidad y esas
creencias en la bondad de los santones, contrarias al islam más ortodoxo
que prohibe esos cultos, perviven no sólo en las pequeñas poblaciones
sino también en “los núcleos urbanos atomizados por el rodillo
compresor de la sociedad tecnológica e industrial” (105).
Hay que notar que en ese camino que le aleja de occidente, surge
393
siempre poderoso el “primitivo” mundo árabe como un modelo y un
medio del cual se sirve para destruir el mito occidental del progreso, de
las “ventajas” de la sociedad moderna. Goytisolo presenta una actitud
muy similar a la de aquellos escritores que a principios del siglo
levantaron su voz contra el progreso, que criticaron abiertamente las
dramáticas consecuencias que para el hombre estaba teniendo la
industrialización.
Hay que recordar aquí que ya desde la época de sus viajes por
tierras almerienses, Goytisolo se sentía atraído por las regiones más
deprimidas, por las gentes más pobres, por un mundo primitivo, virgen
frente al progreso y frente al desarrollo turístico o técnico. En ese mundo
394
de la provincia de Almería, en sus gentes, al igual que posteriormente en
Marruecos u otros lugares de Oriente, reside una esplendorosa belleza, no
sólo física sino también moral. Su atracción por las zonas deprimidas y
su repulsa del mundo industrial, del turismo, que entraba entonces en
conflicto con su ideología marxista, se constituye con posterioridad en
una característica fundamental del escritor: “Desde entonces he vivido
atrapado en un dilema insoluble: el que opone la visión estética y
hedonista del mundo a un enfoque exclusivamente moral. Mi indignación
ante las condiciones de pobreza y desamparo en que viven los hombres y
mujeres a los que más cercano me siento chocan de frente con la
seducción íntima de un paisaje desnudo y áspero, de una serie de virtudes
primitivas inexorablemente barridas por el progreso e industrialización”
(Contracorrientes, 163).
395
Goytisolo: Arabescos para la trasparencia”, El País, suplemento Arte y
pensamiento, Madrid, 23 de abril de 1978, VII).
Según pasan los años, y cada vez con mayor ímpetú, Goytisolo
critica, como se constata en la trilogía o en Makbara, además de la
postura occidental ante el cuerpo y el erotismo, el consumismo, el
racismo, la injusticia social y el progreso técnico mal entendido que él
encuentra en Occidente. Frente a ese mundo “Goytisolo descubre en el
terreno vasto y seco y los habitantes de los países del norte de África el
“paisaje preindustrial” del desierto, una antésis del consumo europeo-
americano” (Claudia Shaefer-Rodriguez, Juan Goytisolo: del “realismo
crítico” a la utopía, p. 110). Carmen Sotomayor ha indicado
acertadamente cuáles son los distintos países y sistemas objetos de su
crítica: “encontramos la crítica de España, seguida de la Francia (como
representante de la vieja Europa y la ideología consumista), de los
EE.UU., (máximo representante de la sociedad tecnológica y el
capitalismo) y, finalmente, del bloque soviético (en particular Rusia y
Cuba), que representa la nueva burguesía burocrática. Su crítica de estos
sistemas se amplía posteriormente en Makbara” (62).
396
en un mundo finito, cuyos recursos parecen destinados a agotarse en un
plazo relativamente próximo. Si a esta triste verdad añadimos la
desoladora amenaza del desastre ecológico, habrá que admitir con
honradez que el tan cacareado “progreso” nos lleva en derechura al
suicidio” (Contracorrientes, p. 195).
397
ejemplar, un posible camino a seguir que le ayude en su ansia de
purificación. Esta tendencia, como se mostrará a lo largo del presente
trabajo, se continúa y aumenta con el paso de los años.
398
espacio y del tiempo novelesco, lo que le aleja definitivamente de la
técnica realista, la cual utilizará únicamente en el futuro con un fin
paródico.
399
escritor manifiesta de manera continuada una aguda angustia provocada
por el miedo a la muerte, que se debe a la conciencia del paso del tiempo,
al temor a ciertas enfermedades y a la misma vejez. El cementerio
musulmán, ámbito simbólico, se convierte entonces en un refugio vital,
en la nueva Arcadia, y sustituye, dentro de la iconografía peculiar del
escritor, a la imagen más representativa de su mundo anterior, la del
mercado.
400
la hierba, “indisciplinada y silvestre”. El abandono aparece
como una madre que arropa a los muertos contra el posible
horror al sueño final.
402
figura en los textos literarios castellanos bastantes siglos antes de que el
vocablo, convertido en adjetivo, circulara de nuevo en nuestra lengua
como traducción de “macabre” (Crónicas sarracinas, p. 16).
252
En este cementerio también se encuentran otras parejas: “nocturnas correrías de ascarís y
efebos, agreste merodeo de zámiles: jadeos, susurros, acaricias furtivas: lento espasmo de
cuerpos acoplados”, en Goytisolo, J., Makbara..., pág. 39.
403
cementerio marroquí es definido como una “muerta ciudad recorrida por
hábitos de vida, Eros y Tánatos mezclados” (39)253.
253
Para López-Baralt en su artículo Hacia una lectura mudéjar de Makbara, el ángel de esta
obra ha de relacionarse con el ángel de la muerte que interroga al difunto dentro de la
tradción del islam. Siguiendo esta interpretación, Carmen Sotomayor afirma: “Encontramos
así una fusión entre el Eros cristiano, representado por una vieja celestina y el Tánatos
musulmán, mucho más sugerente, ya que aparece bajo la figura de una atractiva mujer”
(210-211).
404
actitud vital indicadora de algo mucho más complejo. La solución al
dilema se encuentra en Paisajes... En esta novela encontramos un
“personaje desdoblado...un novelista-héroe-amanuense de personalidad
tripartita o triplementeescindida”, cuyo acontecer diario transcurre en el
barrio del Sentier de París y que es un “alter ego” del propio Goytisolo.
Es muy importante el hecho de que este héroe se revela consciente de la
temporalidad de su existencia en varias ocasiones: “el rigor avaricioso
del tiempo, esa vía estrecha, en sentido único, que necia e
inexorablemente le impuja desde atrás” (Paisajes.., p. 97). Otras veces el
personaje manifiesta su miedo frente a una muerte que le hace vivir “en
un estado de angustiosa precariedad” y que ya presiente cercana:
“volviendo la mirada atrás como si estuviera despidiendo del mundo y
adicionando mentalmente los síntomas del absurdo y ya cercano final”
(82); “angustia visceral... sentencia a plazo fijo, cuenta atrás, reloj de
arena, disposiciones póstumas, recorrido espectral por el barrio” (168).
405
La narración culmina en el episodio titulado “Paisajes... ” donde el
protagonista, después de pasear entre las ruinas de un París destruido,
repleto de muertos, muere a causa de una explosión. Es evidente que la
muerte del protagonista-narrador, además de su posible significado en el
plano formal, tiene una profunda lectura ideológica. El París plagado de
cadáveres simboliza la carencia de sentido que el mundo occidental está
adquiriendo en la conciencia del escritor, o, siguiendo la interpretación
del propio novelista, la decadencia de la civilización occidental, el
porvenir que aguarda: “la metrópolis futura la encuentras aquí: ruinas
vestigios escombros de una próspera civilización arrasada” (192). Por su
parte, la muerte del héroe puede interpretarse como una renuncia
simbólica del autor a pertenecer a ese mundo. Goytisolo, quien había
encontrado en París un refugio contra la dictadura de Franco y un lugar
donde desarrollar su actividad literaria y política, se muestra cada vez
más reacio frente a la civilización occidental y, en particular, frente a
París, símbolo de esa civilización.
406
La ciudad de los Muertos:noviciado
en el “makbara”
407
El pasaje está basado en un cementerio de El Cairo conocido como
la Ciudad de los Muertos, lugar al que Goytisolo dedicará un
significativo reportaje en 1987254. Allí una inmensa multitud de personas
ha construido sus casas dentro de la necrópolis, compartiendo su espacio
con los muertos. El escritor, a pesar de que el lugar parece más bien de
otro planeta (“escarpa lunar”, “desierto de piedras”), a pesar de que sus
habitantes son miserables “espectros ambulantes”, se identifica y
solidariza plenamente con este ámbito mísero y con los marginados que
allí residen porque ve en ellos cualidades ensalzables. Ahora, Goytisolo
ve a estos pobres no ya como el objeto de una explotación, a diferencia
de lo que ocurría en su etapa social cuando juzgaba a los habitantes de las
chabolas o al proletariado urbano, sino como los miembros de un mundo
admirable, no como víctimas sino como elegidos.
254
Posteriormente el reportaje se publica en Aproximaciones a Gaudí en Capadocia (p. 63-
84)
408
Debido en parte a esta desposesión el occidental no acepta la
muerte de forma natural y vive de espaldas a ella. En el reportaje
dedicado a la Ciudad de los Muertos, el cual ayuda a iluminar la extensa
cita de Paisajes sobre la necrópolis, Goytisolo afirma que la sociedad
occidental, simbolizada en metrópolis como París o Nueva York, “el ser
humano ha sido privado de su derecho a vivirla (la muerte) como el
desenlace natural” pues le produce una terrible angustia que le lleva a
ocultarla y a alejarla de su vida: “La idea de una coexistencia diaria con
la muerte sucita un sentimiento de angustia y rechazo” (p.76).
409
inclemencias del tiempo ilustran “el esplendor y caída de las familias
burguesas”: “El contraste entre la fastuosidad primitiva y el estado de
ruina presente ilustra de modo diáfano dicho proceso de decadencia
irremediable” (p. 77).
410
Goytisolo, además de encontrar una belleza espacial, estética, en
ese cementerio (“soberbia ciudad”), ve en ese ámbito, como lo revela la
comparación entre dos alminares de las mezquitas y los brazos de un
candelabro, la luz y el esplandor del Islam, bajo cuya fe el musulman
existe mediante la realización de las funciones vitales. Los habitantes de
esta necrópolis podrán ser pobres en bienes materiales pero, en cambio,
son ricos de espíritu.
411
necrópolis musulmana se consolidan ahora en su conciencia y en su
escritura como temas esenciales.
412
comparte el lecho de un viejo en el panteón donde, acompañado de sus
muertos, éste vive, se pregunta: “¿Había mejor cura o antídoto que aquél
contra la angustia acumulada por las inevitables irrupciones tanáticas en
mi vida diaria? Los temores que al abrigo del sueño insidiosamente
afloraban –sufrimiento, enfermedad, cáncer, sida, vejez-, ¿cabían acaso
en el ámbito de un mausoleo? (pp. 80-81).
413
El escritor, frente al mundo infernal occidental donde la
desigualdad social impera, debido a la posesión de ciertos bienes
materiales que llegan incluso a imponer sus divisiones más allá de la
vida, se inclina por la conducta fraternal, humilde y hospitalaria de los
marginados y miserables habitantes de esta necrópolis, por este mundo
elemental y sencillo donde el hombre alcanza a comprender que está
destinado a una muerte que a todos iguala. Además, el hecho de que los
humildes expresen “su amor al prójimo...sin espera de recompensa
alguna” contrasta claramente con la doctrina cristiana en la cual hasta el
cielo es una recompensa. Los miserables, pero ricos de espíritu, poseen,
en suma, la belleza moral.
255
Goytisolo cita las palabras de Ibn Battuta sobre Al Jalifa que son en cierto modo una
premonición sobre el significado simbólico que para el escritor español tiene este ámbito: “El
Cairo tiene un cementerio grande y santificado... pues pertenece al monte de Muqattam, que,
según promesa divina, será uno de los jardines del paraíso”, “La Ciudad de los Muertos”,
pág. 71.
414
Ciudad de los Muertos, el escritor alcanza un estado de serenidad y
equilibrio fervientemente deseado: “me sentí finalmente sereno, animado
por una delicada conjunción de sentimientos de sosiego, armonía y
benignidad” (p. 75).
416
apocalíptica que trascienden los límites del “barzaj” y que provienen de
otras tradiciones.
256
Blanco, María Luisa, “Juan Goytisolo: En Marraquech puedo escribir y vivir”, Cambio 16,
Madrid, 20 de enero de 1992, pp. 77-78.
417
deseo de experimentarde experimentar, de acceder, a áreas de
conocimiento vedadas a los vivos, lo cual revela que su obsesión
continúaen aumento, que su búsqueda no conoce fronteras.
418
El escritor, quien se plantea la posible condenación o salvación de
su alma, se muestra dubitativo frente al fin que le aguarda: “sin saber si
flamaría en el Día del Juicio o entraría en las esferas celestes, iluminadas
por la Inteligencia superior” (54). La aparición del tema del infierno
refleja que la preocupación de Goytisolo por la muerte se extiende a ese
“más allá”, tema que, aunque le preocupaba, no había tratado en su obra
de una manera obsesiva, como es el caso ahora.
419
ha venido haciendo en los últimos años en diferentes escritos, de exaltar
la gran influencia que la literatura árabe ha tenido en la cultura española
y occidental. Por otra parte, con el uso continuado de estas alusiones, está
creando un marco referencial con el cual podrá contrastar las imágenes
infernales de la guerra del Golfo o el infierno positivo de Ibn Arabí,
aspectos a los que se aludirá más adelante.
420
Este texto, que se va a incluir con escasa variantes en el apartado 8
de La cuarentena, refleja a la perfección su desesperanza ante tanta
destrucción y muerte, su crítica ante la brutal intervención de Occidente
en los asuntos árabes. Además, refleja de manera precisa su creciente
obsesión por el tema de la muerte (“ Pisa la tirra con suavidad, pronto
será su tumba”).
421
al que aparece descrito en las leyendas sobre la ascensión de Mahoma a
los cielos.
422
sudarios, cerrar sus pápados, obturar los oídos y fosas nasales con
algodón, sujetar los pies y mandíbulas con un cordel, cruzar
decorosamente sus manos sobre el pecho ni inclinarlos a la derecha
conforme a los preceptos sagrados” (32).
423
que reprime a los homosexuales. En este caso lo reprimido es lo árabe, al
igual que antes lo eran los nefandos, los herejes, los enfermos de sida,
san Juan, etcétera. Es un nuevo ejemplo del enfrentamiento entre dos
mundos de valores, entre dos fuerzas contrarias que se debaten en lucha.
Goytisolo, quien desde los años sesenta muestra en su obra esta
oposición entre esos dos mundos, asimila, por tanto, lo inquisitorial, lo
maligno, a Occidente, al vez que otorga al mundo árabe características
cercanas a lo paradisíaco.
257
Cara y cruz del moro en nuestra literatura, Crónicas sarracinas, 19.
424
para que pueda ser domesticado, asimilado o reducido. A consecuencia
de ello existen una historia, una tradición de pensamiento, una leyenda,
una retórica, una agrupación de imágenes o clichés islámicos creados por
y para Occidente que imponen una distancia infranqueable entre lo
“nuestro” (visto, claro está, con conciencia de superioridad y
autosatisfacción) lo “de ellos” (contemplado con hostilidad o desprecio).
(De Don Julián a Makbara: una posible lectura orientalista”, Crónicas
sarracinas” , 29).
425
en el apartado 3 de La cuarentena, conoce muy bien la dialéctica del
enfrentamiento implícito entre dos maneras opuestas de entender la
existencia entre el progreso y primitivismo, entre costumbres y creencias
distintas, en la manera de afrontar la muerte o en el tratamiento que
ambos mundos dan el cuerpo o el erotismo. La cuarentena muestra, por
tanto, la desazonada visión del escritor al ver que los contrarios en lucha
se distancian cada vez más, lo que viene a negar aquellas palabras
esperanzadas con las que cerraba hace unos años el ensayo “Miradas al
arabismo español”, último de los incluidos en Crónicas sarracinas:
“Occidente e Islam no son pues hoy los términos de una vieja disyuntiva,
sino dos respuestasnposibles y en cierto modo convergentes al desafío
que sucisita ese “progreso” allanador de civilizaciones y culturas que,
como un Leviatán, apunta en nuestro horizonte cotidiano” (196).
426
un lado, está atacando el estereotipo occidental sobre el supuesto
fanatismo de la religión islámica, a la cual defiende indirectamente.
Pootro, el término se aplica ahora para criticar a Occidente por la gran
matanza humana y ambiental que ha producido mediante la guerra del
Golfo.
258
Véase la reacción del escritor ante la persecución por parte de Saddam sel pueblo kurdo en
las páginas 78, 107y 108 de La cuarentena. Otros artículos de Goytisolo donde se trata la
situación del Cercano Oriente o la guerra del Golfo son los siguientes: “Diario Palestino”,
“No a la petrocruzada”, “Exágesis de una victoria heroica” y “¿Nuevo orden o caja de
Pandora?”)
259
“Goytisolo, Juan, ¿Nuevo orden o caja de Pandora?, El País, 26 de abril de 1991, p. 15”.
427
llevadas a término por las ideologías no religiosas –comunismo o
nazismo- durante el siglo XX”260.
260
Sales, Ferran, “Las ideologías han provocado más muertes que el fundamentalismo”, en El
País, Madrid, 22 de octubre de 1991, p. 32).
261
Blanco, Mª Luisa, “En Marraquech puedo escribir y vivir”, Cambio 16, Madrid, 20 de
enero de 1992, p.78.
262
Ibid, p. 78.
428
sus inquietudes, el miedo subconsciente al terrible infierno cristiano.
Quizá, conla visión de ese infierno real y próximo causado por la guerra,
Goytisolo consigue aplacr en parte el miedo a un posible infierno en el
“más allá”, el cual no podrá superar en crueldad al infierno real y
conocido de la guerra.
429
tradición occidental pues Dante, lamentablemente, lo desconocía: “Ibn
Arabí, musulmán, no puedo negar la existencia del infierno, pero
encuentro la manera genial de hacer triunfar lo que para él era
fundamental: el amor y la misericordia ... los que están en el infierno,
como seres ígneos, viven en una felicidad perpetua ... sus habitantes se
mueven con libertad y con felicidad, disfrutando de la vida cálida de un
paisaje eternamente envuelto en llamas”263.
263
Huelbes, Elvira, “La dictadura se cura, el racismo no”, El Mundo. Madrid, 20 de octubre de 1991.
P. 2).
430
ausentes en la concepción occidental e islámica del Dios que castiga a los
pecadores y, a su vez, de la visión de Dante:
“La implacable ferocidad de sus descripciones, que
la expresión ocasional de su lástima no conseguía paliar,
¿se compaginaba acaso con los ideales de tolerancia y
caridad que hoy nos esclarecen? (49) ¿Por qué ese
énfasis en la ira y castigo en lugar del perdón y
clemencia? (50) ¡Vaya ejemplo de caridad y espíritu
cristiano!” (60).
431
baldías, comuniones estériles, sentimientos muertos!” (p.
20).
432
calles, panteones, mausoleos, aglomeraciones de tumbas
que recorriste años atrás, enconsertado en tu cuerpo, en
una estancia paulatinamente impregnadora y fecunda, que
no olvidas ni olvidarás jamás ... has vivido allí tu primer
ilapso y visita al reino de las sombras” (p. 79).
433
Sarduy, Américo Castro y otros varios. Ensayos que reflejan la angustia
erótica de Goytisolo y su nueva estética.
264
Goytisolo, J., El mundo erótico de María de Zayas”, Disidencias. P. 92). Sobre este tema
se destacan, en otros estudio, el ya citado de Linda Gould Levine y el de Claudia Schaefer-
Rodríguez (Juan Goytisolo: del “realismo crítico” a la utopía) (Véase, Escudero Rodrígez, J.
“Eros, mística......”, p. 26.
434
Las virtudes... (1988), como, por ejemplo, el tema del oriemtalismo y el
enfrentamiento entre Oriente y Occidente en su obra, estudiado por
Carmen Sotomayor (Una lectura orientalista de Juan Goytisolo), o el análisis de
la inversión que Goytisolo establece entre los conceptos del bien y del
mal con el propósito criticar el orden establecido, por Abigail Lee Six
(Juan Goytisolo, The Case for Chaos).
265
En estos años Goytisolo ha realizado también el programa de televisión Alquibla para
Televisión Española, en el cual hace un recorrido por diversos temas relacionados con el
mundo islámico.
266
Así, por ejemplo, Carmen Sotomayor incluye dentro de una misma época los libros
publicados desde Señas... hasta Las virtudes... donde se mencionan también los dos libros de
memorias. Carmen Sotomayor, Una lectura orientalista de J.G., Madrid, Fundamentos, 1990.
P. 29.
435
Sin embargo, hay que notar cómo a partir de partir de Paisajes
después de la batalla aparece una evolución tan radical en la obra de J.
G. que las categorías presentadas anteriormente se revelan a todas luces
insuficientes para aclarar y analizar unas novelas y artículos en los que
grandes temas sociales, desmtificadores y eróticos dejan paso a una
preocupación decididamente espiritual, más aún, mística que señala hacia
una transformación, no sólo del pensamiento, en una obra tan
profundamente ética como la de Goytisolo, del espíritu mismo del autor.
Ahora el escritor se enfrenta de forma abierta, y cada vez más acuciante,
con las grandes preocupaciones apocalípticas, de tendencia, salvación o
condenación, a la vez que busca refugio en diversas doctrinas espirituales
en su ansia por encontrar una respuesta a su profunda angustia provocada
por el temor a la muerte.
436
LA ANGUSTIA ERÓTICA Y EL
MUNDO ÁRABE
“Cambiaba, como dijo bellamente Ibn
Hazm, una tierra de hierba suave y verde
“por otra rodeada de setos espinosos”.
Monique no podía acompañarme a ella y
yo lo sabía. Mi persistencia en la mentira
fue así una última e inutil tentativa de no
dejarla atrás antes de encararme al coto
vedado en el que, “por un decreto
inexorable” y una absoluta sentencia
amorosa “a la que nadie puede hurtarse”,
no tardaría en entrar”267.
Juan Goytisolo
267
Véase, Goytisolo, J., En los reinos de taifa..., p.221.
437
Marta y José Agustín ríen en el asiento trasero: quitarse y
ponerse las bragas” (Ibid, p. 48).
“En la buhardilla, vigilaba asimismo las bruscas
acometidas del gallo a las gallinas y, armado de una vara
justiciera, perseguía al supuesto culpable de tales
afrentas. Esta ingenuidad mía no impedía no obstante
que, con José Agustín y una banda de niños, jugáramos a
enseñarnos las partes...” (Ibid, p. 72).
438
huella imborrable y profunda, que no fue capaz de asimilar lo que estaba
pasando ni adivinar las perversas y malignas intenciones del intruso. Fue
todo normal hasta que empezó éste a acariciarle y besuquearle!.
“El abuelo, con su largo camisón blanco, se acercó
a la cabecera de la cama y se acomodó al borde del
lecho... Vamos a jugar, decía el abuelo y, tras apagar la
lamparilla con la que a veces leía antes de dormirme,
alumbrada por mí al percibir sus pasos, se tendió a mi
lado en el catre y deslizó suavemente la mano bajo mi
pijama hasta tocarme el sexo... Incapaz de reaccionar a
la novedad que me imponía, fingí caer en una especie de
coma profano mientras él me masturbaba con la mano...”
(Ibid, pp. 101-102).
439
Con el inicio de la adolescencia, comenzó a sentir un nuevo e
increíble placer al masturbarse, algo que le provocó una crisis personal
que duró varios años, sitiado entre su libertad personal y la doctrina
católica y el sentimiento del pecado que trataban de inculcarle los
maestros:
“El potencial de goce ínsito a mi cuerpo se impuso
enseguida, brusco y convincente, a los discursos
religiosos o morales que lo estigmatizaban. En la cama,
el baño, las buhardillas de Torrentbó, me entregaba con
asiduidad al acatamiento de una ley material que, por
espacio de unos minutos, me confirmaba en mi existencia
aislada y particular, mi irreductible separación del resto
del mundo” (Ibid, p. 121).
440
“Recuerdo el día en que, frente a la puerta de mi
casa, un gitano había golpeado salvajemente a su mula y
aquella escena, lejos de despertar mi piedad, me excitó de
tal modo que me corrí en plena calle. Los atributos
externos de una virilidad exótica, avasalladora, excesiva -
fotografías del entrenamiento militar de unos sijs, de dos
jayanes trabados en el sinuoso, implicante abrazo de la
lucha turca- provocaban asimismo un estímulo fugaz a
mis fantasías” (Ibid, p. 171).
441
abrazado, yo le había acariciado bajo la mirada
impasible del camarero. No sé cómo pudimos salir del
local dado nuestro estado ni cómo arrastre a Lucho al
dormitorio de mi pensión...” (Ibid, p. 186).
442
de tumbarte a su lado, de sentir el cercano calor de su
cuerpo han sido más fuertes que tu intimidez e inhibición
física... Mientras ronca de modo fiero, meditarás
lúcidamente en el hecho de que vives una pasión
imposible y sin nombre” (Ibid, pp. 224-226).
443
follaremos desnudos en las dunas ardientes de la playa de
Guardamar, espiados por un mozalbete” (Ibid, p. 265).
444
pasión: contiguo ya, aunque todavía vedado, el mundo
masculino que irrumpía cegadoramente en tu vida
aguardaba la ocasión oportuna de fulminar y
descabalgarte” (Ibid, p. 62).
Por otro lado, la represión que ejercía la policía francesa contra los
norteafricanos le hizo dudar del mundo occidental, sobre todo, del
gobierno francés, y tratar de destruir aquella vieja imagen del Occidente
civilizado y tolerante. Algo que se convirtió más tarde en un rasgo
principal de la ideología goytisoliana.
445
ámbito de trabajadores manuales, exclusivamente
masculino, le fascinaba: según descubriría entonces, mi
seducción intelectual y afectiva se desplegaba siempre
ante hombres que no pertenecían a mi clase -nunca con
mujeres ni varones de nuestro medio social” (Ibid, p.
207).
446
tono mirón y humorístico respecto a las correrías
noctunas con Luis, María Antonia, Jaime Gil o algún otro
amigo a los bares y zonas homosexuales” (Ibid, p. 213).
447
Monique anteriormente, hubiera ahorrado muchos sufrimientos y se
hubiera salvado de la crisis personal que duró varios años de
“infedilidades” matrimoniales.
“Una admisión más temprana de mi
homosexualidad reprimida y una total sinceridad con
Monique en la materia, podrían haberme evitado el
estado de tensión y de crisis en el que viví con ella por
espacio de cuatro años, la angustia larvada que le
permití, las secuelas de mi conducta a menudo agresiva e
incoherente. Falto a la vez de la lucidez y valor
necesarios, no seguí el único camino que podía
conducirme a la solución del problema y me encerré poco
a poco en mi trampa” (Ibid, p. 216).
Sus encuadras con los inmigrados por las calles le causaban graves
problemas en su interior, e incluso en los sueños. Algo que le hacía echar
la culpa a la sociedad y a la familia, es decir, la suya:
“Lo cierto era que, temeroso de su poder -el de los
inmigrados- sobre mí y el peligro respecto a Monique,
procuraba alejar la vista de ellos aunque mi corazón,
presa de su apoderamiento, latía, al azar fugitivo de esos
encuentros, brutal y desacompasado. El rechazo
deliberado de la claridad, promovido por un conjunto de
presiones sociales, políticas y morales acumuladas desde
la infancia, me arrastraba a una situación penosa e
insostenible... La propensión familiar a dejarnos atrapar
por las circunstancias en presiones o atrancos morales de
los que resulta casi heroico escapar; a elaborar con
448
absoluta sinceridad fantasías compensatorias...” (Ibid,
pp. 216-217).
449
Su amistad con Mohamed pronto llegó a su fin, debido a una
condena sentenciada anteriormente, que la administración francesa no
quiso acetar, decretando su expulsión del país. De nada sirvieron las
gestiones del abogado de Goytisolo para impedirlo. Sin embargo, esta
amistad influyó favorablemente en su agitada relación con su mujer.
“Aunque mi resolución de oculta lo ocurrido y
mantener preciosamente el secreto estaba condenada al
fracaso, nuestra pareja se aquietó. Mis reacciones turbias
e incontroladas desaparecieron progresivamente. Por
primera vez desde hacía años, nuestras vacaciones en
Venecia y la costa dálmata fueron serenas y felices. La
puridad que guardaba confería momentáneamente a mi
existencia una excepcional ligereza. La maldición
asociada al vicio nefando se había transformado de
súbito en gracia. Como una culebra ondeante, me
escurría a nuevos pozos y manantiales en busca del lugar
y momento propicios al demorado cambio de piel” (Ibid,
p. 229).
450
manera de contrapesar mi sumisión física con una
dominación intelectual capaz de establecer el equilibrio
entre los platillos de la balanza” (Ibid, p. 228).
451
La respuesta de ella fue rápida y contundente: “Semana inhumana,
pero te quiero”. Monique sabía que sus amistades con los árabes no
amenazaban su amor por ella, por eso le perdonó y más tarde viajó con su
hija a verle en Moscú. A partir de entonces, Goytisolo dejó de ser el
amante inseguro para convertirse en un hombre fuerte, capaz de afrontar
su destino sin miedo de la gente ni de la presión social.
“...sin Monique, habría quedado reducido a la mitad
de mi personalidad. La liberación de los grillos que me
tenían sujeto modificó así la naturaleza de nuestros
vínculos. Dejé de ser el amante inseguro o torvo de los
primeros tiempos para convertirme en otro distinto y , a
fin de cuentas, más soportable; un hombre resuelto a
integrar la escritura en su vida y su vida en la escritura y
cuyo círculo de intereses y afectos se ceñiría
paulatinamente a lo esencial” (Ibid, p. 244).
452
devoción a Genet -era un homosexual también-no tenía
límites. Pero también se sentía a gusto con ‘las locas’ y
travestidos, los púdicos y discretos, los que le confiaban
sus cuitas y buscaban en ella la comprensión y el afecto
que les negaba el implacable código social”268.
268
Veáse, Goytisolo, J., “Ella”..., p.16.
453
juventud. Responde con insolencia a la admiración a los
respetables, exhibe su ruda franqueza ante los hipócritas,
saca sin escrúpulo dinero a los ricos para entregarlo a
quienes, como él, no han gozado de entrada de fortuna y
educación” (Ibid, p. 244).
454
para desarrollarse como persona, al igual que su orientación erótica.
Goytisolo se propone juntar su vida y escritura en un solo mundo, para
superar esa separación en lo vivido y lo escrito.
“Conjugando de golpe sensualidad y escritura,
podía forjar en cambio un nuevo lenguaje alquitarado y
decantado en la dura, pugnaz expresión del deseo, largo,
seminal proceso originado en el aleatorio encuentro
inicial...” (bid, p. 226).
455
los de la clase baja y los analfabetos. El mundo árabe viene a reemplazar
emocionalmente a Almería, reivindicada por Goytisolo en las dos obras:
la Chanca y Campos de Nijar, y debido a la crisis política que atravesaba
el país, el escritor se encontraba en libertad vigilada.
“Renunciaré a volver a ella (Almería),
desposeyéndome de ese calor, familiaridad y
apoderamiento que de modo intensivo, compensatorio
buscaré y encontraré en el magreb” (Ibid, p. 25).
456
sino una lucha contra el mundo industrial occidental frente a un mundo
árabe “primitivo”, donde el autor encontraba una libertad sexual y unos
valores ensalzables. Su oposición a lo occidental y la inclinación hacia
todo lo árabe y lo musulmán, es una característica importantísima que se
manifestó y manifiesta en sus nuevos libros.
457
LA ESPIRITUALIDAD SUFÍ Y LA MÍSTICA
ERÓTICA DE GOYTISOLO
“Han buscado también la baraca de
un santo para romper su aislamiento y
comunicar con desconocidos, encontrar
novios o amantes, aliviar sufrimientos y
cuitas, gozar de un ambiente festivo y
estimulante, seguir una forma de
terapéutica, recuperarse, hallar sosiego,
conectar sus energías con los valores
religiosos y místicos encarnados en los
morabos cuyas tumbas o ermitas
blanquean, diminutas y esbeltas, el verdor
o fragosidad del paisaje”269.
Juan Goytisolo
La espiritualidad sufí
En el artículo “Visión del ‘día después’ en Xemaá el Fná”,
publicado en 1991, explica, sirviéndose de una alegoría, las terribles
consecuencias que en su opinión tendría para el mundo árabe la querra
del golfo. En este texto, que se incorporará posteriomente con pequeñas
variantes a La cuarentena, la imagen de la muerte lo puebla todo y
amenaza incluso la casa y la vida del protagonista. En el momento en que
una alegórica “marea de sangre” va alcanzar al personaje del relato,
“alter ego” del propio Goytisolo, éste, ante la presencia amenazante e
imparable de la muerte, clama:
“¡Salvad al menos mis borradores y notas de este
texto, los místicos musulmanes, cristianos y hebreos, los
volúmenes de Dante e Ibn Arabí, la ‘guía espiritual’, el
‘Libro de la escala’! ¡No permitáis que cubra y borre la
expresión de la inteligencia y corazón humanos, que las
269
Goytisolo, J., Aproximaciones de Gaudí en Capadocia... p.134.
458
palabras sustanciales sean abolidas!”270
270
Goytisolo, J., La cuarentena, Mondadori, Madrid, 1991, pp. 33-34.
459
información sobre la búsqueda emprendida por el escritor. Sin embargo,
su profundo interés por la mística y por aspectos espirituales traspasa los
límites del sufismo y se extiende dentro del islam a otras disciplinas,
como se ve en Las virtudes del pájaro solitario, el escritor se interesa
también por la figura y la experiencia de la unión de san juan de la Cruz,
a quien redescubre a través de los sufíes.
460
concepción de tolerancia, de ecumenismo, de apertura
que sigue siendo un ideal que no se ha realizado. Rumi en
un poeta que se dirige a la totalidad de las religiones,
incluso a los incrédulos, su mensaje no hace distinciones
de razas ni de religiones”. (Emilia Roselló, “Entrevista a Juan
Goytisolo. La originalidad es la vuelta a los orígenes”, Intergral,
Abril 1988. P. 606).
461
Con las limitaciones debidas a mi falta de especialización en la
materia, analizaré la presencia del sufismo, la mística y los aspectos
espirituales en el último Juan Goytisolo y las causas que han llevado al
escritor a inundar sus escritos de referencias, enseñanzas o menciones
intertextuales extraídas de autores de estas tradiciones. El análisis
detenido de estas referencias ayudará a mostrar el profundo cambio que
se ha producido en sus escritos, reflejo de los cambios acaecidos en su
mente y en su actitud personal, a la vez que servirá para establecer con
precisión otra de las características propias y novedosas de esta nueva
época: la conversión de Juan... en un defensor de la espiritualidad.
462
sufíes.
463
que las leyes y costumbres reprueban, infringir normas de
recato y prudencias, admitir con impavidez el escarnio
los alfilerazos de la murmuración: renunciar al prestigio
de una conducta fundada en el compromiso o el
comformismo o el ejercicio de la bondad oficial...”
271
La primera referencia que Goytisolo hace de los derviches de Konya y de Mawlana se
encuentra en un artículo del año 1980. Mawlana es el “creador de la extraordinaria
coreografía mediante la que el derviche comulga espiritualmente con Dios”, Goytisolo, J.,
“Turquía, cercana y desconocida”, El País Semanal, Madrid, 24 de febrero de 1980, p. 22”.
464
piedad secreta, acendraban silenciosamente sus ideales de perfección”.
(Goytisolo, J., “Romerías magrebís, espacios de libertad”, El País
Semanal, Madrid, 28 de febrero de 1988, p. 39).
465
“Uno de los grandes fracasos del mundo occidental
es su incapacidad para encarar dignamente la muerte, de
dar dignidad a la muerte –como dice Lezama-. A mi edad,
estás como en un hemiciclo que se va vaciando; estás
obligado a establecer una relación con esa muerte como
parte de tu propia vida. Que no te coja de manera más
absurda, escondiéndote de ella”272.
272
María Luisa Blanco, “Juan Goytisolo: En Marraquech puedo escribir y vivir”, Cambio
16, Madrid, 20 de enero de 1992. P. 78.
466
el mundo hay que recorrer un camino ascético, de preparación y
purificación, desprendiéndose de lo mundano y volcándose cada vez más
en lo esencial, en la interioridad, camino que el propio escritor va a
emprender desde este momento.
467
de conocimiento y amor”, es decir, conocimiento sobre el hombre, la
vida, los límites humanos, el mundo; amor a los más pobres, a los
humildes, al mundo, a Dios273.
273
Goytisolo, J., “Los derviches giróvagos”, El País Semanal, Madrid, 9 de febrero de 1986.
P. 26.
274
Ibid, p.79.
275
Otras breves menciones al sufismo se encuentran en las páginas 75, 91, 98, 131, 142 y 159
de Paisajes.
468
Su abierto menosprecio al mundo de la cultura, su conducta a menudo
indecorosa, la bajeza y zafiedad de sus gustos se compaginan en verdad
difílmente con esa inclinación secreta al lenguaje inefable del fundador
de las danzas derviches: ¡su alma empedernida y estética ha preservado
así dichosamentedel muermo incurable que le habita un pequeño remanso
de efusividad, un diminuto hontanar del quizá manen sus querencias y
emociones más íntimas!
469
La unión entre el hombre y su creación textual, que le absorbe y le
aleja de todo lo demás, tiene un correlato en la unión mística expresada
en el poema. En ambos casos, el propósito es alcanzar la trascendencia a
través de la creación literaria. Por tanto, la fascinación de Goytisolo por
la poesía de Mawlana rebasa los límites estéticos y sirve a nuevos
propósitos. En sus libros de memorias, el escritor pone mucho énfasis en
su interés por inmortalizarse a través de la creación:
“urgencia y necesidad de escribir, de expresarte, no
permitir que cuanto amas, tu pasado, experiencia,
emociones, lo que eres y has sido desaparezcan contigo,
resolución de luchar con uñas y dientes contra el olvido. .
. imperativos de dar cuenta, a los demás t a ti mismo de lo
que fuiste y no eres, de quien pudiste ser y no has sido, de
precisar, corregir, completar la realidad elaborada en tus
sucesivas ficcions, este único libro, el Libro que desde
hace veinte años no has cesado de crear y recrear y,
según adviertes invariablemente al cabo de cada uno de
sus capítulos, todavía no has escrito”. (Coto vedado, p.
29).
470
se publica con el título de Aproximación a Gaudí en Capadocia en el
libro del mismo título (pp. 7-23).
471
Goytisolo, siguiendo el modelo de los viajeros occidentales que
recorrieron el Oriente en el XIX, y sobre los que escribió en Crónicas
sarracinas, trata de mostrar a Occidente la vedadera cara del islam, sin
caer en el error de juzgar llevado por lo que otro dijeron276.
La mística erótica
276
Véase, por ejemplo, El Viaje a Turquía, Los viajes de Ali Bey, Flaubert en oriente y Sir
Richrad .....incluidos en Crónicas sarracinas).
472
los aspectos espirituales y religiosos, a un segundo plano dentro de su
narrativa. La presencia de la muerte, la entrada en la vejez, la nueva
inclinación por lo espiritual, desliga progresivamente al escritor de la
carne sin hacerle renegar, en cambio, de su pasado compromiso erótico.
Un hombre que ha anclado su existencia durante una etapa importante de
su vida en la defensa a ultranza de todos aquellos factores relacionados
con este tema, no va a renunciar, de la noche a la mañana, a un
compromiso que le ha marcado de manera profunda.
473
provenientes del vocabulario de la mística para referirse al placer
alcanzado por la experiencia erótica y, por otro, una terminología
religiosa para describir ciertos órganos sexuales o para presentar una
similitud entre el culto religioso y la devoción a lo erótico277.
277
Linda Gould Levine en su edición de Reivindicación... anota ya esta característica del
escritor. Goytisolo usa constantentemente el vocabulario de la mística para referirse a la
xperiencia erótica: “ya entra, entra!: obteniendo la beatífca visión al final de la noche
oscura”. En Makbara,por su parte, el falo, “imagen sagrada” es presentado continuadamente
como “cirio pascual” (151) y el ángel aparece comparado a una “monja de clausura”
consagrada exclusivamente a tu culto, de espaldas al mundo” (93).
278
José Miguel Ullán, “Juan Goytisolo: Arabescos para la trasparencia”, El País,
suplemento Arte y pensamiento, Madrid, 23 de abril de 1978, VII.
279
Lectura del Arcipriste en Xemáa el Fná”, El País, Madrid, 12 de junio de 1981, p. 11. Las
ideas de Américo Castro han forjado el interés de Goytisolo por el tema “La influencia
474
Progresivamente, y como se puede constatar en Makbara,
Paisajes... o alguno de sus reportajes sobre el mundo árabe, el uso
paródico que antes se hacía de los términos provenientesdel mundo
religioso desaparece. Ahora, el vocabulario místico-religioso es utilizado
por el escritor como el mejor referente posible para describir el éxtasis
alcanzado gracias a la experiencia erótica. La analogía, por tanto,
reemplza a la parodia.
islámica en la obra de Juan Ruiz, que, como tan agudamente captó Américo Castro, hizo
posible “la pacífica convivencia entre sexo y religión”. Juan Goytisolo, “El mundo erótico de
María de Zayas”, Disidencias, 90).
475
No es necesario detenerse en otras menciones similares que se
encuentran en la obra del escritor y que apuntan en la misma dirección
que se ha marcado aquí. Sí cabe, en cambio, preguntarse sobre el
propósito que persigue con el uso continuado de esa analogía.
476
una delicada salmodia, cubrirá paulatinamente su voz.
Los derviches, tocados con gorros ocres en forma de
estela mortuoria, empiezan a girar como trompos en el
sentido inverso a las agujas del reloj, con la mano
derecha vuelta hacia arriba y la izquierda hacia abajo,
recibiendo y dando, trasmutando su energía en alquimia,
levitación pura, conos de deslumbrante blancura, los
brazos abiertos, tendidos como alas. Cuadrúpedo, con el
trasero al aire y tallo foliado de la zanahoria plantado en
el ano como un plumero vistoso, nuestro desdichado
héroe ofrece un espectáculo grotesco y lamentable”
(138).
477
otrgar al acto erótico la función de una iniciación hacia la experiencia de
lo trascendente.
280
AGC, 25-45 y en Estambul Otomano, en el cap. El Islam otomano: califas y
derviches”.pp. 50-55.
478
“sama” respresentaba la “simbiosis de amor pagano y experiencia
mística: sus adeptos recurrían a la presencia de mancebos cuya esbeltez
reflejaba la belleza divina y propiciaba el éxtasis” (26).
479
es testigo: “quienes practican actualmente la “sama”, ¿conservan los
ideales sufíes, o bien se limitan a ejecutar unos gestos y ritos, como
meros actores profesionales?” (29).
480
aproximadamente el año 1975, se complementa con la inclusión de
ciertos párrafos es cursiva, algunos de los cuales refieren a ideas o hechos
que deben situarse cronológicamente con posterioridad su obra, a
experiencias vitales, o donde a veces alude a su estética o a aspectos
formales de su obra, a experiencias vitales, o donde incluye reflexiones
personales, muestran cómo el escritor se vuelca más y más hacia lo
interior, lo sustancial, busca dentro de sí mismo las claves del
conocimiento personal: “evasión de la cárcel corporal, purificación y
transmutación por la pasión espiritual” 281.
Hay que esperar hasta el final de su obra En los reinos de taifa para
encontrar una alusión directa y explícita que aclara las semejanzas que él
encuentra entre ambas experiencias:
“establecerás la existencia de una cartografía y
espeleología comunes al místico y al amante que, por
281
Manuel Ruíz Lagos, La atracción del Sur, Sevilla, 1988, p. 138
481
trascender y generalizar lo que creías privativo tuyo, te
desculpabilizará pero despojará también de tu preciosa
rareza: similitud de experiencias traducida en imágenes y
pulsiones idénticas, apertura y anchura, dolor y gozo,
crudeza, llama, consumación” (306)
482
una manera u otra manera tratan directamente sobre el tema de la mística.
Como se vio en el capítulo precedente la fascinación de un “devoto”
Goytisolo por el “maestro” Mawlana quedaba de manifiesto en el artículo
“Los derviches giróvagos”, en el cual mostraba un profunda interés por
las ideas de Mawlana, por el ceremonial de la “sama” y por la
experiencia mística sufí.
Por otra parte, pocos meses después, publica una extensa crítica
sobre el estudio de Luce López-Baralt, San Juan de la Cruz y el Islam,
reseña en la que refleja su nueva y profunda admiración por el místico
español. El interés de Goytisolo por la mística no se limita ya a la
experiencia sufí o islámica sino que se extiende a partir de ahora a la
tradición cristiana, a la que se aproxima a través de la figura de san Juan,
a la que ha llegado, entre otros, de la mano de López-Baralt, cuyo libro
influirá ampliamente al redactar Las virtudes.
“Cuando cese la música, permanecerá tendida en el suelo, dulce, extraviada, serena, con la
bellza luminosa de la mujer después del orgasmo” (73).
483
Farid y San Juan de la Cruz puede ser leído a la vez -
para desesperación de sus glosadores ortodoxos- como
expresión del amor divino o del amor terrreno, sin que
podamos priviligiar ni excluir ninguna de sus lecturas.
Esa ambigüedad de la obra poética es precisamente el
significado de su riqueza...” (Goytisolo, J., “una heroína de
nuestro tiempo”, Quimera 86, p. 25)
484
El sida como metáfora de la represión
Otros de los aspectos fundamentales de Las virtudes es la
presentación que en esta obra se hace de la enfermedad del sida.
Goytisolo confiere a este tema una nueva dimensión con profundas
implicaciones ideológicas. Dentro de su relato, asocia en un momento
preciso a las afectadas por la enfermedad, a las habitantes del templo o
comunidad, con los condenados por la Inquisición y, poco después,
plantea la posibilidad de que esa enfermedad no sólo tenga que ver con
algo físico sino también con aspectos ideológicos: “nos mantenían
simplemente apartadas de los demás a causa de nuestras lecturas o tests
sanguíneos?” (Nota 69: Este procedimiento es el mismo que el que usaba
en Juan sin tierra donde confundía y aunaba en una sola realidad las
corridas de toros de la España del siglo XX con un auto de fe de la
Inquisión).
487
protagonista, que resucita después de una muerte violenta
bajo la nueva identidad que el texto le ha dado: ... un ave
mística en VPS” (179).
488
El san Juan que se encierra dentro de ese personaje se libera así del
mundo inquisitorial y se preapra para su unión defintivva con dios, en
este caso, dentro de un contexto islamizado. Por su parte, el otro
protagonista de la obra, el “alter ego” del escritor, supera, gracias a la
muerte, las terroríficas apariciones y visiones de la imagen de la parca
que presidían toda la novela y que se mencionaron en el capítulo I. ¿A
qué se alude con esa alusión misteriosa al “doble o ka”?.
489
afirma Jesús Lázaro Serrano, “de apertura y cierre—cierre que es a su
vez apertura hacia lo sublime—de la novela”283.
490
alumbramiento del vino anunciaba mi búsqueda a ciegas
de una forma más pura de ebriedad. Lo descubrí, gracias
a ti, con los sufíes y su universo espiritual ... mi total
desapego a la vida y sus formas de sociabilidad” (26).
virtudes del pájaro solitario (Almería: Instituto de Estudios Almerienses, 1990). P. 125.
491
que considera a Alá lo único real:
“El confuso mundo de las apariencias es en realidad
perfectamente coherente y uno, como manifestación que
es de la unidad divina. Solamente Allah es real, y todo lo
demás pura apariencia. De acuerdo con la idea de la
definitiva unicidad de todo lo temporal, Ibn Arabí
considera a todas las religiones igualmente verdaderas,
puesto que todas son manifestación de lo divino”. (Nota
161: Cristóbal Cuevas García, El pensamiento del Islam.
Contenido e historia. Influencia en la mística española (Madrid:
Istmo, 1972) 204-205).
492
conectado según Gould Levine a la lucha turca. Esta lucha, a la que el
escritor ha dedicado bastante atención en los últimos años, le atrae de
forma constante, como también se ve en La cuarentena.
284
Goytisolo, J. “Saludos de Estambul”, El País Semanal, 15 de noviembre de 1987. P. 21
493
sobrecogedora belleza: a sueño lento, tu mirada disfruta
por turno de la visión de docenas de forzudos, ... Su
cuerpo sólido, esampa indómita y trabazón maciza son el
emblema del vigor de su fe; sus ejercicios musicales y
atléticos, de vivencias y formas espirituales profundas...
Ell guía les alienta con movimeintos de espiroqueta y
enumera sus contracciones helicoidales, implorando la
ayuda de Alí y los Santos Imanes. Sólo entonces
descrubrirás el sitial del maestro, disimulado en la
penumbra exterior a los haces de luz que convergen en el
foso de los deleites”.
494
mejor!”.
Este párrafo que contiene una fuerte carga polisémica, indica que
el narrador se consume, como criatura ígena, en ese supuerto infierno de
la misericordia; la referencia oculta al acto homosexual, equiparadao de
nuevo a lo espiritual, se intuye vagamente. Sin embargo, hay que esperar
unas páginas para ver con claridad una referencia todavía mucho más
precisa en la cual las alusiones a la homosexualidad son evidentes.
495
Además esa atracción homosexual, aparece enmarcda con mayor
claridad dentro de una profunda dimensión mística, que hace que el
narrador supere esa “pena inherente al castigo” con lo que se está
refiriendo muy posiblemente a cierta culpa homosexual”: (Nota 166: En
su libro En los reinos de taifa, Goytisolo se refiere en ocasiones a esa
mancha que la sociedad otorga al homosexual: “el estigma inherente a i
desvío” o “La maldición asocaida al vicio nefando”. Alusiones a este
tema se encuentran en Las virtudes)
“¡Mira el corro de los atletas de dicha!: ¡sus rostros
de mancuernado bigote, músculos concisos, cuerpos
compactos, ... ¿Cuántas veces te has pstrado ante ellos de
hinojos, subyugado por el volumen de sus formas,
esplendidez de sus atributos, sólida densidad mineral?
Ciego a la teofanía de un universo en el que hasta las
piedras Le glorifican, los adorabas como ídolos. La
proliferación de coasa y seres te distraía. Ahora con el
alma recogida y quieta, puedes captar la armonía y
concierto de los elementos con ánimo sereno y limpio...
¡Ardes con ellos, con el más rotundo y leonino de ellos,
vuestros cuerpo s de llamas imbricados hasta el
acoplamiento fusional en uno!.
Así, la infinita riqueza y variedad del mundo pueden
abreviarse en escenas como la que han descrito, en las
que la belleza irradiante del cuerpo es unión, desposorio
y rapto, prueba de que el yo y lo ajeno se funden en uno”.
496
atracción por un determinado tipo de hombre, los luchadores turcos, sino
también de su actitud erótica homosexual, aspectos a los que yha se había
referido, por ejemplo, en sus memorias y en algunas entrevistas.
497
Goytisolo, por tanto, superando la división moral entre el bien y el
mal, usa las ideas de Ibn Arabí sobre la unicidad para otorgar a la
experiencia erótica el don de ser una expresión más de la divinidad. El
escritor parece tratar de autoconvencerse y de convencer a sus lectores de
la viabilidad de estas ideas. Este es un nuevo paso en su intento por
dignificar lo erótico, de darle una nueva lectura dentro de su nuevo
mundo espiritual. El Eros, amparado dentro de una dimensión panteísta,
aparece dignificado finalmente. Ahora ya no existe impedimento alguno
para lograr una comunión plena con el cosmos, reflejo a su vez de Dios.
498
de todas las pasiones hay que superar una serie de pruebas, una de las
cuales, es la comisión, si Dios quiere, de una serie de actos carnales a los
que el hombre debe resistirse. Al fin de ese camino de purificación el
alma queda sin voluntad propia.
499
CONCLUSIÓN
501
Sin duda la situación de las dos Españas, fue difícil en ambos
lados. Aquellos que abandonaron el país sufrían la ausencia de su patria.
La obra del escritor, desde la primera novela, Juegos de manos hasta
Makbara (1982), ha sido estudiada por los críticos que la han dividido en
distintos períodos o etapas. No obstante, la obra posterior a la fecha ha
podido crear un gran problema para los que intentan analizarla, no sólo
en poder clasificarla, sino también en interpretarla. Todos los críticos,
salvo algunas diferencias de opiniones, coinciden en dividirla en tres
etapas:
502
absoluto de las ideas y los valores trasmitidos por la ideología oficial.
Pero, paradójicamente, aunque se trata de una obra crítica de esa
sociedad, es también una consecuencia de ella: sus libros no escapan al
contexto español contemporáneo, sino que se ven sobremanera
condicionadas por él.
503
aprovechado para enriquecer sus novelas con un material distinto.
504
revitaliza sus principios y su obra; les da mayor autenticidad y un
carácter propio, diferencial.
505
de la democracia y civilización, se convierte, de repente, en su enemigo.
506
posible del futuo sino la real del presente. Por ello, estos nuevos
principios y modos y vida no están dramatizados en la obra; se dejan
entrever tan sólo en algunos momentos o a través de algunos personajes.
Básicamente son una conecepción solidaria -de raíz marxista- del hombre
frente individualista; una mayor tolerancia para todas las ideas dentro de
la sociedad española; nuevas posibilidades para los españoles a los que
históricamente se ha negado una vida plena.
507
contradictoria transformación. En las primeras obras queda dentro de la
tradición realista predominante en la novela española. Con sus ultimos
libros pasa a ser uno de los componentes más destacados de otra
corriente poco común: la novela intlectual, una de cuyos máximos
representantes es Pérez de Ayala.
508
tiempo. Sin embargo, no creo que Goytisolo vaya a apartarse de su
concepción de la novela como escritura. De acuerdo con ella, ha logrado
sus mejores logros, que le han sitaudo a la vanguardia a la novela
internacional. En cualquier caso, el ciclo crador de Goytisolo no está
cerrado: la larga trayectoria de este escritor es una buena garantía de qu
sabrá hallar nuevas orientaciones adecuadas.
509
Muertos, refleja a la perfección el profundo cambio que ha tenido lugar
en la concirencia de un escritor hasta hace poco obsesionado casi en
exclusiva con el tema erótico. La obsesión por la muerte adquiere a partir
de este momento una importancia fundamental en su mundo narrativo;
ésta es una de las características temáticas que define la obra última de
Goytisolo. Además, de la mano de esta preocupación, y como se ha
mostrado con posterioridad, entran en su obra otros nuevos temas de
capital importancia, como por ejemplo, su interés por lo espiritual.
510
belleza moral; su actitud vital se constituye a partir de ahora en un
ejemplo a seguir. Su nuevo mundo de valores es por tanto una inversión
de los valores de Occidente, que se convierte en el mundo infernal.
Frente al terror occidental ante el cementerio, la exaltación, frente a la
riqueza y el ansia de poder, el ascetismo y el rechazo de lo material,
frente al “actuar” occidental, el vivir elementalmente. Sin embargo, y
como queda de manfiesto en Las virtudes, el temor a la muerte, obsesivo
ahora a causa del sida, reaparece con fuerza en la conciencia y,
paralelamente, en la obra del escrito, provocando de nuevo el
restablecimiento de la lucha entre dos maneras de entender la muerte, la
occidental y la oriental. Por tanto,el debate está todavía en pie.
511
antitética a la representada por el mercado, social, erótica,y exterior.
512
prepararse así para el tránsito.
513
concepción religiosa, una posible respuesta a su nuevo interés sobre el
mundo trascendental. Además, el Goytisolo asceta, preocupado por
emprender un camino de purificación, se interesa cada vez más por la
experiencia mística en sí, por la unión del hombre con Dios, dentro de un
concepción sufí, lo que revela también que la preocupación religiosa se
expande hacia otros temas.
514
hombre de Dios, como ocurre dentro de la concepción cristiana, le
facilita el camino hacia la trascendencia. Esta hipótesis, que le atrae
enormemente, se presenta y se desarrolla de nuevo en Las virtudes del
Pájaro solitario.
515
CRONOLOGÍA
516
1939 Fin de la Guerra Civil en España. Los nacionales entran en su pueblo. Los
Comienza la II Guerra Mundial. falangistas reparten camisas y boinas.
Dimisión del Presidente Manuel Azaña. Hace cola para recibir pan. Su padre le
Exilio de políticos e intelectuales envía al catecismo y recibe la primera
españoles. Antonio Machado muere en comunión. Se trasladan a Barcelona. Su
Collioure. padre recupera su trabajo de Gerente.
517
1945 Fin de la II Guerra Mundial. Fundación Durante la estancia veraniega en
de la ONU. España excluida. Max Aub: Torrentbó, escribe una buena docena de
Campo de sangre. Rosa Chacel: novelas. Al mismo tiempo "edita"
Memorias de Leticia Valle. Aparece la periódicos y revistas y pega fotografías
revista Insula. en las páginas de sus novelas.
1951 El cuarto gobierno de Franco jura sus Huelga en Barcelona. Crea con un
cargos. Creación del Ministerio de grupo de amigos una tertulia, en donde
Información y Turismo. Camilo J. Cela: lee dos cuentos breves: El perro asirio y
La colmena. Muere Pedro Salinas en el El ladrón. Este último es publicado en
exilio. una revista literaria.
518
1953 Apertura diplomática de España. Sartre: Regresa a Barcelona. Escribe Juegos de
La escuadra hacia la muerte. M. manos. Abandona los estudios de
Mihura: El caso de la señora estupenda. Derecho. Recorre los tugurios del
Dolores Medio: Nosotros los Rivero puerto y el barrio chino. Fuma grifa.
(Premio Nadal). Viaja por primera vez a París.
1955 España entra en la ONU. M. Delibes: El Nuevo viaje a París. Publica: Duelo en
diario de un cazador (Premio el Paraíso. Regresa a España.
Cervantes). A. Prieto: Tres pisadas de Comienza a escribir Fiestas. En París
hombre (Premio Planeta). Carmen conoce a Monique Lange y a Jean
Laforet: La mujer nueva (Premio Genet. Es interrogado sobre su relación
Menorca). Mueren José Ortega y Gasset con los exiliados republicanos. Su
y Concha Espina. hermano Luis es detenido. Concluye
Fiestas.
1956 Primeros disturbios universitarios. El Viaja por vez primera a Almería. Más
gobierno reconoce la independencia tarde viaja a París y se instala en casa de
marroquí. J. Ramón Jiménez, Premio Monique Lange.
Nobel de Literatura. Sánchez Ferlosio:
El Jarama (Premio Nadal). Muere Pío
Baroja en Madrid.
519
1958 Sublevación en el Sáhara español. Lecturas de Marx, Lukacs y Gramsci.
España transfiere al imperio alauita la Artículos sobre la literatura. Publicación
zona sur. Ana Mª Matute: Los hijos de Fiestas (Emecé, B. Aires) y El circo
muertos (Premio Nacional de (Destino, Barcelona). A finales de año,
Literatura). D. Sueiro: La carpa aparece La resaca editada en español en
(Premio Gijón). Francisco Ayala: París.
Muertes de perro. Muere Juan Ramón
Jiménez en el exilio.
520
1965 Manifestación de protestas Extiende el proceso de liberación a su
estudiantiles. Descontento obrero. vida privada. Viaja a la URSS invitado
Destitución de los catedráticos Tierno, por la Unión de escritores del país.
Aranguren y García Calvo. A. Martínez Visita Tánger. Regresa de nuevo a
Garrido: El miedo y la esperanza Saint-Tropez.
(Premio Nadal). Muere Alejandro
Casona.
1966 Referéndum sobre la Ley Orgánica del Regresa a París con Monique. Publica
Estado. M. Delibes: Cinco horas con "Señas de identidad". La pasión por lo
Mario. Juan Marsé: Últimas tardes con árabe irrumpe en su vida.
Teresa.
1967 Carrero Blanco, Jefe del Gobierno. Viaja al Sahara. Comienza a escribir
Gabriel García Márquez: Cien años de Reivindicación del Conde don Julián.
soledad . Juan Benet: Volverás a Publica El furgón de cola. Viaja a Cuba
Región. Buero Vallejo: El tragaluz. invitado con varios escritores al
Muere José Martínez Ruiz (Azorín) . aniversario del asalto de Moncada.
Nueva estancia en Marruecos.
1968 Primavera de Praga. Mayo francés. Max Viaja por Oriente Medio (Turquía,
Aub: Campo de los almendros. Vicente Siria, Líbano, Jordania y Egipto).
Alexandre: Poemas de la consumación. Entrevista a los guerrilleros de Al-
Mueren Ramón Menéndez y Pidal y Fatah.
León Felipe.
1969 Estado de excepción. Don Juan Carlos Su experiencia y conocimiento del
de Borbón, sucesor del Jefe del Estado. mundo islámico se habían extendido y
Ana Mª Matute: Los soldados lloran de cobrado profundidad. Va a los EE.UU.
noche (Premio Fastenrath). Ramón J. en calidad de profesor visitante en la
Sender: En la vida de Ignacio (Premio Universidad de California.
Planeta). Camilo J. Cela: San Camilo
1936. Muere Ignacio Aldecoa.
1970 Juicio de Burgos contra dieciséis Vuelve a París después de una estancia
etarras. Estado de Excepción. M. en Boston. Empieza a realizar gestiones
Aguinis: La cruz invertida (Premio para crear la revista Libre. Marcha a
Planeta). Castellet: Nueve novísimos Mexico con motivo de la publicación de
poetas españoles. Juan Benet: Una Reivindicación del Conde Don Julián.
meditación. Regresa a París, y empieza a trabajar en
la traducción y selección de la obra de
Blanco White. Vuelve a Boston a
trabajar como profesor visitante.
521
1971 El Ministerio de Turismo cierra el Participa junto a un grupo de escritores
diario Madrid. J. Fernández Santos: en la creación de la revista Libre, y
Libro de la memoria de las cosas dirige el primer número. Firma dos
(Premio Nadal). J. Mª Gironella: cartas de protesta con sesenta y dos
Condenados a morir (Premio Planeta). intelectuales contra el régimen de
Pablo Neruda Premio Nobel de Castro. Viaja al Sahara, Marruecos y
Literatura. Siria. Pasa el otoño en Nueva York.
1974 Arias Navarro, Presidente del Gobierno. Continúa su trabajo en Nueva York. Por
Franco es hospitalizado y transmite los primera vez en doce años, aparece una
poderes provisionalmente al Príncipe obra suya en España. La censura
Juan Carlos de Borbón. Caballero autoriza su edición de Blanco White
Bonald: Ágata ojos de gata. C. Martín (Seix Barral, Barcelona).
Gaite: Retahílas.
522
1976 Adolfo Suárez, Presidente del Vuelve a publicar en España
Gobierno. El pueblo aprueba el Reivindicación del Conde don Julián
referéndum el día 6 de diciembre. La (Seix Barral, Barcelona).
Ley de Reforma del Estado. Una
república en el Sáhara. Jorge Guillén,
Premio Cervantes de Literatura. J.
Aranguren: De fuego, tigres, ríos
(Premio Adonais de Poesía. Francisco
Umbral: Las ninfas (Premio Nadal).
Aparece el diario El País y Diario 16.
1977 Don Juan de Borbón renuncia a sus Publica Disidencias (Seix Barral,
derechos sobre la corona de España. Barcelona).
Primeras Elecciones Generales. Vicente
Aleixandre, Premio Nobel de Literatura.
Jorge Guillén, Premio Cervantes. Jorge
Semprún: Autobiografía de Federico
Sánchez (Premio Planeta). Gonzalo
Torrente Ballester: Fragmentos de
apocalipsis.
523
1981 Intento de Golpe de Estado. El Publica Crónicas Sarracinas (Ruedo
Presidente Suarez dimite. Leopoldo Ibérico, Barcelona).
Calvo Sotelo, Presidente del Gobierno.
Luis Goytisolo: Teoría de
conocimiento. Miguel Delibes: Los
santos inocentes. G. Torrente Ballester:
La isla de los jacintos cortados (Premio
Nacional de Literatura). Mueren José
Mª Pemán y Josep Pla.
1982 España entra en la OTAN. Victoria del Publica Paisajes después de la batalla
PSOE en las elecciones generales. G. (Montesinos, Barcelona).
García Márquez, Premio Nacional de
Literatura. Octavio Paz, Premio
Cervantes. J. Fernández Santos: Jaque a
la dama (Premio Planeta). Fernando
Fernán Gómez: Las bicicletas son para
el verano.
524
1986 España entra en el Mercado Común Aparece la segunda entrega de su
Europeo. Referéndum sobre la OTAN. biografía bajo el título de En los reinos
Gonzalo Torrente Ballester, Premio de taifas. Publica artículos.
Cervantes. Terenci Moix: No digas que
fue un sueño (Premio Planeta). P. Faner:
Flor de sal (Premio Planeta). Eduardo
Mendoza: La ciudad de los prodigios.
Muere Simon de Beavoir y Borges.
1988 Huelga General. María Zambrano, Publica su libro Las virtudes del pájaro
Premio Cervantes. Juan José Millás: El solitario. Más tarde, Diario Palestino y
desorden de tu nombre. Julio la serie televisiva Alquibla. Publica
Llamazares: La lluvia amarilla. numerosos artículos.
1989 Felipe González se reune con los Aparece el libro de viajes Estambul
sindicatos. Cumbre de la CE en Madrid. Otomano (Planeta, Barcelona). Publica
Camilo J. Cela, Premio Nobel de numerosos artículos.
Literatura. A. Roa Bastos, Premio
Cervantes. Antonio Gala: Cristobal
Colón. Soledad Puértolas: Queda la
noche (Premio Planeta). Mueren
Salvador Dalí y el infante Alfonso de
Borbón.
1990 José Mª. Aznar Presidente del PP. Publica Aproximaciones a Gaudí en
Mujeres españolas astronautas. Iraq Capadocia (Mondadori, Madrid).
invade Kuwait. Octavio Paz, Premio Publica numerosos artículos.
Nobel. Antonio Gala: El manuscrito
carmesí (Premio Planeta). Luis
Landero: Juegos de la edad tardía
(Premio Nadal). Mueren Dámaso
Alonso, Gil de Biedma y Alberto
Moravia.
525
1991 Felipe González presenta su nuevo Publica La cuarentena (Mondadori,
gobierno. El rey reclama el nuevo Madrid). Publica numerosos artículos.
Gibraltar. Primer bombardeo sobre
Bagdad. Víctimas inocentes. Liberación
de Kuwait. La guerra en Yugoslavia.
Francisco Ayala, premio Cervantes.
Terenci Moix: Garras de astracán.
Mueren María Zambrano, Gabriel
Celaya, R. Gullón y g. Greene.
1993 Felipe González reelegido, Presidente Publica Cuadernos de Sarajevo (El País
del Gobierno. Xacobeo 93, el año de Aguilar, Madrid) y La saga de los Marx
Galicia. Crisis del agua. Ataque aliado (Mondadori, Barcelona). Recibe el
contra Iraq. Israel y Palestina: acuerdo Premio Nelly Sachs como
de paz. Migel Delibes, Premio Representante de la modernidad
Cervantes. M. Vargas Llosa: Lituma en literaria y el diálogo entre culturas.
los Andés" (Premio Planeta). R. Escribe numerosos artículos.
Argullol: La razón del mal (Premio
Nadal). Luis Goytisolo: Estatua de
palomas (Premio Nacional de
Narrativa). Fallecen Juan Benet, Gabriel
y Galán y Calvo Sotelo.
526
1994 Los líderes del PP y IU piden la Publica Argelia en el vendaval (El País
dimisión de Felipe González. La guerra Aguilar, Madrid). Escribe numerosos
del bonito. Arde el Liceo. La matanza artículos.
de Hebrón. III Conferencia sobre
población y desarrollo en El Cairo. M.
Vargas LLosa. Premio Cervantes.
Camilo J. Cela: La cruz de San Andrés
(Premio Planeta). Ángela Caso: El peso
de las sombras (finalista Premio
Planeta). Rosa Regás: Azul (Premio
Nadal). J.A. Mañas: Historia del
Kronen (finalista Premio Nadal). G.
Torrente Ballester, Premio Azorín.
Mueren J. Carlos Onetti y Rosa Chacel.
1996 José Mª. Aznar, Presidente del Publica numerosos artículos en varios
Gobierno. Huelga General de periódicos. Publica Paisajes de guerra
Funcionarios. J. García Nieto (Premio con Chechenia al fondo.
Cervantes). A. Buero Vallejo (Premio
Nacional de Literatura). Fernando
Schwartz: El desencuentro (Premio
Planeta). Zoe Valdés: Te di la vida
entera (finalista Premio Planeta).
Terenci Moix: El don amargo de la
belleza (Premio de Novela de Fernando
Lara). Fco. Umbral: Capital del dolor
(Premio Príncipe de Asturias). Rafael
Alberti: La arboleda perdida. Miguel
Delibes: He dicho. Antonio Gala: Regla
de tres.
527
1997 Retirada de Felipe González del Poder. Publica De la Ceca a la Meca.
Joaquin Almunia Secretario General del Numerosos artículos.
PSOE. Boda de la Infanta Cristina de
Borbón. Carlos Cañique, Quién (Premio
Nadal). Francisco Umbral, La forja de
un ladrón (Premio de La Novela
Fernando Lara). Juan Manuel de Prada,
La tempestad (Premio Planeta). Carmen
Rigal, Mi corazón que baila con espigas
(finalista).
528
BIBLIOGRAFÍA
529
“Supervivencia española contemporánea”; “El lenguaje del cuerpo”
(sobre Octavio Paz y Severo Sarduy); “Lectura cervantina de tres tristes
tigres”; “Terra nostra”; “La metáfora erótica: Góngora, Joaquín Belda y
Lezama Lima” y Julio Ortega: “entrevista a Juan Goytisolo”.
- Obras Completas (Tomo I). Introducción de Pere Gimferrer, Aguilar,
Madrid, 1977, 1030 págs.
- Obras Completas (Tomo II. Introducción de Pere Gimferrer), Aguilar,
Madrid, 1977, 1062 págs.
- Libertad, libertad, libertad, Anagrama, Madrid, 1978, 158 págs.
Contiene: “In Memoriam F.F.B.(1892-1975)”; “Remedios de la
concupiscencia, según Fray Tierno”; “Tercermundismo hoy”; “judíos,
moros, negros, gitanos y demás gente de mal vivir”; “El Lute a la calle”;
“Damos vuelta de una vez, como un calcetín a su miserable discurso”;
“Modesta proposición a los príncipes de nuestra bella sociedad de
consumo”.
- El problema del Sáhara, Anagrama, Barcelona, 1979, 154 págs.
- España y los españoles, Lumen, Barcelona, 1979, 214 págs.
- Makbara, Seix Barral, Barcelona, 1980, 228 págs.
- Crónicas Sarracenas, Ruedo Ibérico, Madrid, 1981, 186 págs.
Contiene: “Cara y cruz del moro en nuestra literatura”; “De Don Julián a
Makbara: una posible lectura orientalista”; “vicisitudes del mudejarismo:
Juan Ruiz, Cervantes, Galdós”; “Sensualidad y fanatismo: la creación de
una imagen”; “El viaje a Turquía”; “Los viajes de Alí Bey”; “Flaubert en
Oriente”; “Sir Richard Burton, Peregrino y sexólogo”; “Karl Marx:
etnocentrismo y lucha de clases”; “Miradas al arabismo español”.
- Paisajes después de la Batalla, Montesinos, Barcelona, 1985, 240 págs.
- Coto Vedado, Seix Barral, Barcelona, 1985, 280 págs.
- En los Reinos de Taifas, Seix Barral, Barcelona, 1986, 309 págs.
530
- Las virtudes del pájaro solitario, Seix Barral, Barcelona, 1988, 171
págs.
- Estambul Otomano, Planeta, Barcelona, 1989, 150 págs.
- Aproximaciones de Gaudí a Capadocia, Mondadori, Madrid, 1990, 122
págs. Contiene: “Aproximaciones de Gaudí en Capadocia”; “Los
Derviches Girovagos”; “Fuerte como un Turco”; “La Ciudad de los
Muertos”; “La Ciudad Palimpsesto: El Discurso Políglota”; “El Bosque
Urbano, relectura del texto-ciudad, la Masa peatonal, Intermedio
Autocrítico, Pasaje de las Flores, El Gran Bazar, La Alhama, Las tarjetas
postales”; “El Culto popular a los santos del Islam Magrebí”.
-Goytisolo, J., Alquibla, (Videocinta televisiva en trece capítulos).
Producción de TVE y Eclipse Films, S.A. Guión: Juan Goytisolo.
Locutor: Diego Martínez. Dirección: Rafael Carratalá. TVE S. A., 1988.
Contiene: “Los Derviches Girovagos”; “El Cairo: Díptico Urbano”;
“Palestina después de su diáspora”; “Gaudí en Capadocia”; “Romerías y
Ermitas: el culto popular de los santos”; “Estambul: la ciudad
Palimpsesto”; “Zagüías y Cofradías”; “Itinerario de un campeón”; “El
espacio en la ciudad islámica”; “Ver sin ser vista: la mujer en el Islam”;
“Desierto, realidad y espejismo”; “Islam: realidad y leyenda”; “Nas Al
Giuán: la música del trance”.
- La Cuarentena, Mondadori, Madrid, 1991, 111 págs.
- Cuadernos de Sarajevo (Anotaciones de un viaje a la barbarie), El
País/Aguilar. Madrid, 1993, 136 págs.
- La Saga de los Marx, Mondadori. Barcelona, 1993, 228 págs.
- Argelia en el Vendaval, El País/Aguilar, Madrid, 1994, 134 p.
- El Sitio de los Sitios, Alfaguara, Madrid, 1995, 183 págs.
- El bosque de las letras, Alfaguara, Madrid, 1995, 320 págs. Contiene:
“Aproximaciones a la Regenta”; “Sor Juana: una heroína de nuestro
531
tiempo”; “Las dos orillas de Carlos Fuentes”; “Historial de una lectura”;
“El poeta enterrado en Larache”; “¿Un mundo sin contemplativos ni
poetas?” ; “Caído en el campo del honor”; “Manuel Puig”; “Severo
Sarduy, in memoriam”; “La sinfonía de los adioses”; “Palmera y
Mandrágora”; “El bosque de las letras”; “Europa en menos y más”;
“París, ¿capital del siglo XX?”; “Nuevos ricos, nuevos libres, nuevos
europeos”; “Discurso de Estrasburgo”; “El ceremonial del vacío”; “A
propósito de dos centenarios”; “La singularidad artística y literaria de
España”; “Un orden mundial distinto”; “La Europa del miedo”; “Del
muro de Berlín a la travesía del Estrecho”; “El crimen de la estación de
Chamartín”; “Resistir”.
- Paisajes de guerra con Chechenia al fondo, El País/Aguilar, Madrid,
1996, 160 págs.
- De la Ceca a la Meca, Alfaguara, Madrid, 1997, 276 págs.
- El universo imaginario, Espasa Calpe, S.A., Madrid, 1997, 317 págs.
- Cogitus interruptus, Seix Barral, Barcelona, 1999, 318 págs.
- Carajicomedia, Seix Barral, Barcelona, 1999, 250 págs.
532
-“El sueño de una noche de verano”, en El País, Madrid, 1 Agosto 1976,
pág. 12.
-“Fantasmas en Las Canarias”, en Triunfo, n.º 714, Madrid, 2 Octubre
1976, págs. 26-27.
-“Condición femenina: los refranes de la tribu”, en Triunfo, n.º 730.
Madrid, 22 Enero 1977, págs. 32-33.
-“Nuestra izquierda y el Tercer Mundo”, en El País, Madrid, 22
Diciembre 1977, pág. 2.
-“Los trapos sucios”, en Cambio 16, n.º 317, Madrid, 8 Enero 1978.
-“Nuevas cartas marruecas: de Ben-Beley a Gazel” (Cap. I), en El País,
Madrid, 24 Julio 1979, pág. 7.
-“Los imperialismos frente al Islam”, en El País, Madrid, 12 Enero 1980,
pág. 4.
-“Turquía, cercana y desconocida”, en El País (Supl. de El País
Semanal), Madrid, 24 Febrero 1980, págs. 19-33.
-“Las gruesas anteojeras del orientalismo”, en El País, Madrid, 12, 13 y
14 Junio 1980, pág. 144.
-“El quinto jinete”, en El País, Madrid, 10 Septiembre 1980, pág. 9.
-“Lectura del Arcipreste en Xemáa el-Fná”, en El País, Madrid, 12 Junio
1981, pág. 11.
-“ Telediario 1984”, en El País, Madrid, 15 Diciembre 1981, pág. 15.
-“Albanio en el Edén”, en El País, Madrid, 5 Enero 1982, pág. 9.
-“El territorio del poeta”, en Quimera, n.º 6. Barcelona, febrero 1982,
págs. 8-16.
-“Israel, Palestina y sus diásporas”, en El País, Madrid, 22 Julio 1982,
págs. 9-10.
-“Sobre literatura y vida literaria”, en Quimera, n.º 23. Barcelona, Sept.
1982. págs. 16-21.
533
-“El gato que atravesó nuestras oficinas de la rue de Bièvre”, en
Quimera, n.º 29, Barcelona, 1983,. págs. 12-23.
-“Lectura familiar de Antagonía”, en Quimera, n.º 32, Barcelona, 1983,
págs. 38-45.
-“Abandonamos de una vez el amoroso cultivo de nuestras señas de
identidad”, en El País, Madrid, 10 Abril 1984, págs. 11-12.
-“Norte y Sur: de los puntos cardinales a la rosa de los vientos”, en
Diario 16, n.º 34, Madrid, Diciembre 1985, págs. 1-2.
-“El retorno del Islam”, en Diario 16, Madrid, 2 Nov. 1986, pág. VI.
-“San Juan de la Cruz”, en Diario 16, Madrid, 9 Nov. 1986, pág. V-VII.
-“La Europa del miedo”, en El País, Madrid, 21 de mayo 1987.
-“El árbol de la literatura”, en Quimera, n.º 73, Barcelona, junio 1988,
págs. 41-44.
-“Intifada. Diario palestino de Juan Goytisolo (Por tierras de Gaza y
Cisjordania), en El País (Supl. de El País Semanal), n.º 596, Madrid, 11
Sept. 1988, págs. 20-37.
-“Veladas del Nilo” (Reseña de la obra de Naguib Mahfuz), en Diario 16
(Supl. Culturas), Madrid, 30 Septiembre 1989, pág. IV.
-“Visión del “día después” en Xemaa-el-Fná”, en El País, Madrid, 27
Enero 1991, pág. 17.
-“Nuevo orden o caja de Pandora”, en El País, Madrid, 26 Abril 1991,
pág. 15.
-“De Berlín al Estrecho”, en El País, Madrid, 28 Marzo 1992, págs. 9-10.
-“La caja de las sorpresas”, en El País, Madrid, 22 Nov. 1992, págs. 11-
12.
-“Sarajevo 1993”, en El País, Madrid, 19 Mayo 1993, págs. 15-16.
-“La capitulación de Europa”, en El País, Madrid, 30 Junio 1993, pág.
14.
534
-“Sarajevo, tres meses después”, en El País, Madrid, 26 Octubre 1993,
págs. 13-14.
-“¿Cuervos o cabras?”, en El País, Madrid, 27 Nov. 1993, pág. 13.
-“Ataúdes o armas”, en El País, Madrid, 10 Febrero 1994, págs. 13-14.
-“Días de duelo en Teherán” (Cap. I), en El País, Madrid, 3 de Julio
1994, págs.14-15.
- “Huseinías y teatro popular” (Cap. II), en El País, Madrid, 4 de Julio
1994, pág. 4.
- “Disciplinantes y procesiones” (Cap. III), en El País, Madrid, 5 de Julio
1994, pág. 4.
-“Bosnia”, en El País. Madrid, 11 Julio 1994. pág. II.
-“Cinema Edén” (dedicado a Guillermo Cabrera Infante), en El País.
Madrid, 7 Agosto 1994, págs. 12-14.
-“El gran deshielo. El concepto cultural alfonsí, un libro básico para
entender el pasado español”, en El País (Suplemento), Madrid, 27
Agosto 1994, págs. 5-6.
-“El honor de la pobreza”, en El País, Madrid, 5 Septiembre 1994, págs.
11-12.
-“Un hombre de verdad inventado”, en Diario 16, (Suplemento
Culturas), Madrid, 17 Septiembre 1994, pág. XVI.
-“¡Europeos natos!”, En El País, Madrid, 25 Octubre 1994, págs. 13-14.
-“Elogio en el desacuerdo”, en El País, Madrid, 26 Noviembre 1994,
págs. 13-14.
- “La mística y la poética de José Angel Valente”, en Diario 16, Madrid,
3 Diciembre 1994, págs. IV-V.
- “Rusia se la juega: los montañeses del Caúcaso”, en El País, Madrid, 18
Diciembre 1994, págs. 4-5.
- “Sarajevo, 1000 días de cerco: las mil y una noches”, en El País
535
(Suplemento), Madrid, 31 Diciembre 1994, pág. 2.
-“Retratos del artista antes de 1956”, en El País, Madrid, 7 Enero 1995,
págs. 11-12.
-“Las últimas noches de Pompeya” (Reseña de Guillermo Cabrera
Infante), en El País, Madrid, 7 Enero 1995, pág. 7.
-“Ni guerra ni paz” (cap. I), en El País, Madrid, 12 Febrero 1995, págs.
10-11.
-“Ni guerra ni paz” (cap. II), en El País, Madrid, 13 Febrero 1995, págs.
8-9.
-“Ni guerra ni paz” (cap. III), en El País, Madrid, 14 Febrero 1995, págs.
6-7.
-“Ni guerra ni paz” (cap. IV), en El País, Madrid, 15 Febrero 1995, págs.
6-7.
-“Ni guerra ni paz” (cap. V), en El País, Madrid, 16 Febrero 1995, págs.
8-9.
-“Ni guerra ni paz” (cap. VI), en El País, Madrid, 17 Febrero 1995, págs.
8-9.
-“Reserva privada de caza”, en El País, Madrid, 3 Junio 1995, pág. 13.
-“La pasión por el volcán”, en El País (Suplemento), Madrid, 24 Junio
1995, pág. 8.
-“Llegan las “Natachas”, en El País, Madrid, 30 Julio 1995, pág. 14-15.
-“Los vuelcos de la Historia”, en El País, Madrid, 6 Agosto 1995, págs.
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- “Anecdotario iniciático” (Cap. 1), en El País, Madrid, 5 marzo 1996,
pág. 46.
- “La ocultación del saber” (Cap. II), en El País, Madrid, 6 marzo 1996,
pág. 41.
- “Magister dixit” (Cap. IV), en El País, Madrid, 8 marzo 1996, pág. 41.
536
- “Opinémonos” (Cap. V), en El País, Madrid, 9 marzo 1996, pág. 30.
- “De especie protegida” (Cap. VI), en El País, Madrid, 10 marzo 1996,
pág. 34.
-“Ella”, en El País, Madrid, 2 noviembre 1996, pág. 16.
-“Literatura Compacta y Petrificada”, en El País, Madrid, 16 agosto
1997, págs. 10-11.
-“Viajes de Sarmiento, España, Argelia y la Pampa”, en ABC (Cultural),
Madrid, 21 enero 1999, págs. 26-28.
538
BIBLIOGRAFÍA SOBRE JUAN GOYTISOLO
LIBROS Y MONOGRAFÍAS
-Doblado, G.: España en tres novelas de Juan Goytisolo, Playor, Madrid,
1988, 177 págs.
-Lázaro, J.: Juan Goytisolo, Closas-Orcoyen, S.L. Madrid, 1982.
-Lázaro, J.: La novelística de Juan Goytisolo, Alhambra. Madrid, 1984,
260 págs.
-Levine, L.G.: Juan Goytisolo: la destrucción creadora, Joaquín Mortiz,
Mexico, 1974, 305 págs.
-Navajas, G.: La novela de Juan Goytisolo, SGEL, Madrid, 1979, 256
págs.
-Ortega, J.: Juan Goytisolo: alienación y agresión en Señas de Identidad
y Reivindicación del Conde don Julián, Eliseo torres and Sons, Nueva
York, 1972, 172 págs.
-Pérez, J.C.: La trayectoria novelística de Juan Goytisolo: el autor y sus
obsesiones, Oroel, Zaragoza, 1984.
-Roberto, Albert: La creación literaria de Juan Goytisolo, Planeta,
Barcelona, 1977, 256 págs.
-Rodriguez, J.E.: Eros, mística y muerte en Juan Goytisolo. Ed. Instituto
de Estudios Almerienses, Departamento de Arte y Literatura, Granada,
1994, 173 págs.
-Romero, Héctor: La evolución literaria de Juan Goytisolo, Universal,
Miami, 1979, 162 págs.
-Ruiz Lagos, M.: Juan Goytisolo: la semana de autor sobre Juan
Goytisolo, Cultura Hispánica, Madrid, 1991, 147 págs.
-Ruiz Lagos, M.: Retrato de Juan Goytisolo, Círculo de Lectores,
539
Galaxia Gutemberg, 1993, 107 págs.
-Sanz, S.: Lectura de Juan Goytisolo, Anthropos. Barcelona, 1977, 110
págs.
-Schaefer-Rodriguez, C.: Juan Goytisolo: del realismo crítico a la
utopía, José Porrúa Turanzas, S.A. Madrid, 1984.
-Sotomayor, C.: Una lectura orientalista de Juan Goytisolo,
Fundamentos, Madrid, 1990, 233 págs.
MONOGRAFÍAS
540
reivindicación de Onán”; Schwartz, Kessel, “Juan sin tierra, esperpento
anal”; Oviedo, José Miguel, “La escisión total de Juan Goytisolo: hacia
un encuentro con lo hispanoamericano”; Lemaitre, Monique, “Elementos
masoquistas en Juan sin tierra”; Pelegrín Otero, Carlos, “Lengua y
cultura en Juan sin tierra”; Bernstein Jerome, Cuerpo, “lenguaje y
divinidad en Juan sin tierra”; Gimferrer, Pere, “Juan sin tierra: El espacio
del texto”; Schulman, Aline, “Unas palabras de Aline Schulman”;
Savater, Fernando, “Un caso de conciencia”; Ullán, José Miguel,
“Desacostúmbrate”; Gálvez, Antonio, “Fotomontajes”; Cabrera Infante,
Guillermo, “El fin como principio”; Cartas de Severo Sarduy y Octavio
Paz a Julián Ríos”; Castellet, José Mª., “Juan sin tierra: una opinión”.
-Escritos sobre Juan Goytisolo, Actas del I Seminario Internacional
sobre la obra de Juan Goytisolo, Instituto de Estudios Almerienses.
Almería, 1988, 233 págs.
Contiene: Gould Levine, Linda, “¿Cómo se lee a Juan Goytisolo leyendo
a Juan Goytisolo?”; García Gabaldón, Jesús, “El escritor frente al
lenguaje”; Dehennin, Elsa, “Mutaciones discursivas en la obra de Juan
Goytisolo”; Shulman, Aline, “El nómada narrador en la obra de Juan
Goytisolo”; García Lara, Fernando, “Memoria y paisaje almeriense en la
obra de Goytisolo”; Perrín, Annie, “El laberinto homotextual”; Naïr,
Sami, “Territorios del paria”; Benremdane, Ahmed, “El dialecto
marroquí empleado en la obra de Juan Goytisolo”; Quesada Abad, Dulce
María, “Ruptura o evolución: la mistificación como constante en la
narrativa de Juan Goytisolo”; Embarek, Malika, “Todos nos llamamos
Juan”; Houssein, Bouzalmate, “El monólogo interior de Don Julián”;
Sánchez Robaina, Andrés, “Góngora y la novela: de Don Julián a Juan
Goytisolo”; Benallu, Lamine, “El carácter oral en Makbara”; Martín
Morán, José Manuel, “Paisajes después de la batalla. La Verdad, la
541
ficción y el vacío”; Ruíz Lagos, Manuel, “Pájaros en el vuelo a Simorg:
Transferencias y metamorfosis textual en un relato de J. G.: ‘Las virtudes
del pájaro solitario’ ”; Ríos, Julián, “Apuntaciones para un ‘ficcionario
de tópicos sobre la persona y la obra de Juan Goytisolo’ ”.
542
ARTÍCULOS SOBRE JUAN GOYTISOLO
543
-Guerrero, Yolanda: “El nuevo miedo de Occidente”, en El País,
Internacional, Madrid, 17 de febrero de 1992, pág. 7.
-Harguindey, Ángel S.: Juan Goytisolo en Marraquech: el ritmo de las
cigüeñas, en El País Semanal, n.º 405, Madrid, 13 de enero 1985 págs.
10-17.
-Hernando, Alberto: “La desconcertante otra orilla”, en El Mundo,
Madrid, diciembre 1994, pág. 11.
-Izquierda, Paula: “Escritores ante el III milenio (III): Juan Goytisolo”,
en El Mundo, 5 de enero de 2000.
-López Baralt, Luce: “Lectura mudéjar de Makbara en huellas del Islam
en la literatura española de Juan Ruíz a Juan Goytisolo”, en Hiperión,
Madrid, 1985.
-López Baralt, Luce: “Inesperado encuentro”, en Quimera, n.º 73.
Barcelona, febrero 1988, págs. 55-60.
-Losada, Cristina: “El escritor Juan Goytisolo testigo de cargo del
vendaval argelino”, en La Verdad, Murcia, diciembre 1994, pág. 56.
-Meitín, Susana: “Disidencia: La destrucción de una identidad”, en
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