Análisis de Viaje A La Semilla
Análisis de Viaje A La Semilla
Análisis de Viaje A La Semilla
Regreso al génesis, volver al futuro son analogías que, en síntesis, presentan el asunto más relevante del cuento Viaje a
la semilla de Alejo Carpentier. Un título nada arbitrario si nos fijamos que en él está condensada la paradoja espacio-
temporal alrededor de la cual se centrará todo el relato.
En este punto, es importante resaltar la agudeza de Carpentier para seleccionar meticulosamente las palabras y, en
general, todos los recursos retóricos que mejor retratan la historia, de modo que no deja ningún elemento aislado de los
otros sino que todos funcionan en cohesión para formar el engranaje de la función poética y así enriquecer la peculiaridad
del relato.
Esta particularidad consiste en la articulación entre la narración de tipo consecutivo que va hacia adelante y la historia
que narra la vida del Marqués de Capellanías desde la muerte hasta la preexistencia de forma inversa a la lineal, o sea que
va hacia atrás, generando así una ruptura de la lógica temporal. Sin embargo, lo que resulta atrayente de esto es la técnica
para conjugar en un mismo plano dos historias diferentes de modo que, aunque no haya una relación directa de causa-
efecto –sino hasta el final- sí hay una relación de dependencia explicativa. El resultado de esta paradoja nos deja la
impresión de que el universo de la historia uno se cuela pacíficamente en el universo de la otra.
Este efecto se nutre, en gran medida, por los variados recursos estilísticos que encontramos a lo largo del cuento cuya
función central es favorecer la transición entre los hechos de cada capítulo sin distorsionar la secuencialidad narrativa o
bien, haciendo la historia más verosímil. El capítulo II es un claro ejemplo de lo anterior, ya que es a partir de este donde
comienza la reversibilidad temporal. Además de encontrar figuras retóricas como la paradoja, la antítesis, la metáfora y la
hipérbole, también hay elementos de indicio como “La Ceres fue menos gris” Esta es la diosa que representa una etapa de
la vida de Marcial. También hay expresiones que contextualizan la trama, como por ejemplo “la casa creció, traída
nuevamente a sus proporciones habituales, pudorosa y vestida”. Esta expresión es muy particular en la medida que da a
entender que, así como los personajes nacen de la muerte, también lo hace la casa y, en efecto, se constituye como un
ersonaje más, como un elemento que sufre los azares del tiempo. Sin duda, este capítulo es el núcleo de mayor relevancia
en el cuento, de allí su importancia funcional.
De esta misma manera transcurren los demás capítulos entre paradojas y metáforas, pero incluso esto resulta insuficiente
para explicar la manera como Carpentier usa el tiempo a su favor para entrelazar todos los elementos y enriquecer, así, la
función poética. En este orden, las descripciones y las mismas palabras son dos aspectos complementarios con un
protagonismo no menos valioso. Por una parte, veamos que las descripciones van más allá del mero acto estático
descriptivo y se convierten en una herramienta conductora entre los lugares y las situaciones de los capítulos. Su rol
consiste en “normalizar” lo irreal y volver verosímil lo impensable de modo que se sostenga la estructura narrativa y, en
consecuencia, la continuidad. Pensemos en el primer párrafo del capítulo VIII donde se describe desde la perspectiva del
Marcial infante, la dimensionalidad que toman las cosas de la casa al haber pasado de una etapa a otra.
“Los muebles crecían. Se hacía más difícil sostener los antebrazos sobre el borde de la mesa del comedor. Los armarios de
cornisas labradas ensanchaban el frontis. Alargando el torso, los moros de la escalera acercaban sus antorchas a los balaustres
del rellano. Las butacas eran más hondas y los sillones de mecedora tenían tendencia a irse para atrás. No había ya que doblar
las piernas al recostarse en el fondo de la bañadera con anillas de mármol”
Claramente la intensión de la descripción en este caso no es solamente reconstruir, sino que a partir de un juego de
inversión de la lógica grande-pequeño, el tamaño de las cosas se altera para decir que Marcial había pasado de su etapa
juvenil a una fase de su niñez, donde resulta más valiosa la relación con los objetos de este pequeño mundo.
En síntesis, el cuento “viaje a la semilla” es una paradoja y está basada en un dilema de contradicciones cuya relación no
es excluyente, sino que, por el contrario, se complementan y dotan de sentido la función poética.