Historia Militar

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DOCTRINA MILITAR DE ESTADOS UNIDOS.

El Comando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de los Estados


Unidos (US Army Training and Doctrine Command, TRADOC) se creó en 1973 y
es un comando con sede en Fort Monroe, Virginia, que se encarga de supervisar
la formación del Ejército, el desarrollo de la doctrina operacional y el desarrollo y la
adquisición de nuevos sistemas de armas. Según el mismo TRADOC, este
comando opera 33 escuelas y centros en 16 instalaciones del Ejército, realiza
2.734 cursos (81 directamente en apoyo de la movilización) y 373 cursos de
idiomas con 503.164 plazas para soldados estadounidenses e internacionales,
personal de servicio y civiles.

Los fundamentos y principios de la doctrina alrededor del CBI se repiten


nuevamente en un documento más reciente de octubre de 2009 llamado Joint
Publication 3-24, Counterinsurgency Operations (Operaciones de
Contrainsurgencia) dirigido a todos los departamentos de las Fuerzas Militares de
EE.UU. y firmado por el Teniente General Lloyd J. Austin, director del Estado
Mayor Conjunto (Joint Staff). Según la propia publicación, ofrece la doctrina
conjunta para la planificación, ejecución y evaluación de la contrainsurgencia
(COIN) para las operaciones en toda la gama de Operaciones Militares así como
la descripción de las relaciones entre la COIN, la Guerra Irregular, la lucha contra
el terrorismo y la Defensa Interna Extranjera.

En esta última publicación se establece la doctrina para regular las


actividades y el desempeño de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en
operaciones conjuntas y provee la base doctrinal de la coordinación
interinstitucional y la participación militar de EE.UU. en operaciones
multinacionales. Asimismo, proporciona una guía militar para el ejercicio de la
autoridad por los comandantes y prescribe la doctrina conjunta para las
operaciones, la educación y la formación.

Dentro de la Doctrina Militar Estadounidense, también se encuentra la


Doctrina de la Seguridad Nacional, que es un concepto tendiente a que las
Fuerzas Armadas de los países latinoamericanos modifiquen su misión para
dedicarse con exclusividad a garantizar el orden interno, pero siguiendo las
directrices de los Estados Unidos, con el fin de combatir aquellas ideologías,
organizaciones o movimientos que, dentro de cada país, pudieran favorecer o
apoyar al Comunismo en el contexto de la Guerra Fría, legitimando la toma del
poder por parte de las Fuerzas Armadas y la violación sistemática de los Derechos
Humanos.
TEORIAS DE CONTRAINSURGENCIA.

Teoria del Coronel Roger Trinquier

Roger Trinquier, en Francia, planteaba que desde la Segunda Guerra


Mundial, una nueva forma de guerra había nacido, el choque de una serie de
sistemas de carácter político, económico, psicológico y militar, destinadas a
derrocar al gobierno de un país y sustituirlo por otro.

Así mismo, Aseguraba que en la Guerra Moderna no se luchaba contra un


determinado Grupo Armado esparcido en un territorio concreto, sino contra una
peligrosa y bien armada organización clandestina cuyo papel principal era imponer
su voluntad a una población. La victoria sólo se lograría cuando se destruyera esa
organización. Si el arma básica de la Guerra Moderna era el terror sólo con un
terror contrario se podía combatir (Trinquier, 1976: 25).

Decía Trinquier (1976: 37-38), Del terrorista lo que se busca no es el


castigo de su acción, sino la eliminación de su organización o rendición. Pero Si
esta información no se produce de inmediato, sus adversarios se ven forzados a
obtenerla empleando cualquier medio.

En este planteamiento se sostiene que el Terrorista tiene que aprender a


aceptar estas consecuencias como una condición inherente a su función y al
método de guerra que él y sus superiores, con perfecto conocimiento de lo que
hacen, han escogido. La inteligencia, por tanto, es fundamental y se hace
necesario tener una larga cadena de informantes. Por eso era ineludible crear
centros secretos de preparación para los servicios de inteligencia donde cualquier
habitante de la nación que estuviera dispuesto a colaborar pudiera recibir la
enseñanza necesaria.

De igual forma, Trinquier decía (1976: 52-53) que una vez entrenado el
agente y amoldado a nuestra organización, lo distribuimos por donde exista mayor
actividad humana, fábricas, las oficinas, los colegios, los lugares públicos, entre
otros, pero nuestro mejor agente nos será proporcionado por el propio enemigo, si
sabemos hacer bien las cosas. Nunca debemos olvidar, en el curso de un
interrogatorio, que la persona que sufre la interrogación puede volverse hacia
nuestro bando y ofrecernos numerosos informes de interés si sabemos tratarle.

Lo que quiere decir que la Mejor fórmula para estar bien informados es
introducir a los agentes de la Contrainsurgencia, en la organización enemiga y
corromper a sus integrantes, y si es posible, los arrestos deben hacerse de noche
tras el toque de queda, interrogar a los detenidos en el mismo lugar donde se
hubieran detenido mediante técnicas precisas aplicadas por grupos
especializados, y hacerse de forma inteligente para que diesen información y
pudiera detenerse a otros antes de que acabase el toque de queda.

Ahora bien, Trinquier Era un oficial de alta graduación de un país


democrático y quería defender el orden democrático, por eso insistía en que todo
lo que recomendaba en la guerra antisubversiva debía respetar las Convenciones
de Ginebra y las Garantías Constitucionales, aunque era consciente de que no
siempre podía ser así. Es casi seguro que con un pensamiento tan contundente no
sea posible garantizar siempre los derechos de los detenidos o comportarse todo
el tiempo conforme a derecho o a principios democráticos.

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