El Callejón Del Muerto

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El callejón del muerto

Cuenta esta leyenda de terror que por el año 1600 en la calle de Alzures –hoy
República Dominicana en el Centro Histórico de CDMX–, comenzó a penar
un muerto cubierto con una manta blanca. Nadie sabía quién era, pero este
espectro les dio una verdadera sorpresa a todos…

Según Vicente Riva Palacio en su libro de “Tradiciones y leyendas mexicanas”


deambulaba en El Callejón del Muerto un “hombre de alta estatura y faz
pálida, largo y lacio el negro pelo y muy espesa barba con un terrible brillo
que brotaba de su mirada”. Un espectro que rondaba en la calle donde vivía
Tristán Alzures, hijo de Don Tristán el mercader más respetado de esa época y
quien tras su muerte dejó el ejemplo de cómo vivir como buen cristiano. Don
Tristán era el orgullo de ese barrio porque en vida ayudaba a los demás, era
buen hombre, y después de su fallecimiento heredó a su hijo la casa, una
tienda y mucho dinero. Además como reconocimiento le pusieron al callejón el
nombre de Alzures.

Tristán hijo, llevaba una vida normal y continuó con el negocio que le había
heredado su papá. Cierto día, no podía dormir y pensaba que tenía semanas sin
saber nada del espectro que rondaba el callejón. Al día siguiente, cerró la
tienda y estaba decidido a hablar esa misma noche con el fantasma. Llegó a su
casa, se encerró a rezar, se colgó reliquias y escapularios que protegieran
su pecho y posteriormente salió con una daga para enfrentarlo…

Entre la obscura noche y las tinieblas, Tristán sintió que la sangre le hervía, se le
erizó el cabello y comenzó a pedir auxilio a Dios con la daga empuñada, hasta
que llegó al espectro y Tristán le gritó: “Te exijo que digas si eres alma de
otro mundo”, el fantasma lanzó un gemido, tres veces le exigió Tristán y tres
gemidos dio el espectro.

El espíritu finalmente decidió contestarle y le dijo que tenía una misión, que fuera a
su casa, buscara un cofre que había enterrado, pero que él no lo podía leer y
tenía que llevarlo al arzobispo. Desapareció el espectro y Tristán corrió a su
casa a cumplir la orden y oh sorpresa que se llevaron… El final lo puedes
conocer en la historia completa de El Callejón del Muerto.

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