La Triada de La Vida - Reggie Gold

La Tríada de la Vida
Dr. Reggie Gold, DC
Incluye “El Tercer Paradigma”
Traducción: Roberto Chalukian

Actualizado: Septiembre de 2011
LA TRÍADA DE LA VIDA – Dr. Reggie Gold, D.C.
FILOSOFÍA
En el estudio de cualquier filosofía es necesario examinar no solamente los

segmentos individuales de esa filosofía sino también el efecto de cada segmento
sobre el siguiente. La filosofía puede tener significado solo si es estudiada como
un todo coherente. Partes sacadas de contexto tienden ya sea a confundir las
cosas y presentar distorsiones, o, en el mejor de los casos, a permitir solamente
una limitada comprensión.
De vez en cuando, sin embargo, puede ser encontrado un segmento que, por
sí solo, aparece tan completo que por sí mismo es tanto una exposición de toda la
filosofía como a la vez es una explicación de ella. Puede ser comprendido sin
referencia a los otros segmentos y también les da a esos segmentos significado y
profundidad. Es, de hecho, el fundamento de la filosofía completa.
En filosofía de la Quiropraxia puede decirse que, de haber un segmento
autosostenido, esa parte debe ser la Tríada de la vida. Ella y solo ella puede ser
secuestrada del todo y sin embargo mantenerse como una totalidad en sí misma.
Es a la vez una simple afirmación de la esencia de la filosofía y, al mismo tiempo,
una explicación sin la cual lo restante no tendría ninguna realidad. El fracaso en
comprender la Tríada de la Vida da como inevitable resultado el fracaso en
comprender completamente la filosofía de la cual es piedra fundamental. El
estudiante se encuentra a sí mismo confrontando con una masa de hechos
aparentemente desconectados, hipótesis sin significado y paradojas
desconcertantes.
Tan pronto como la tríada es comprendida, las paradojas se resuelven, las
hipótesis toman significado, y los hechos se vuelven coherentes. Así, de las
disrrelaciones emerge cohesión; de la complejidad, simplicidad; y de la confusión,
claridad.
La Tríada de la Vida, entonces, debería ser un área de estudio
concentrado, porque abarca al corazón y el alma de la filosofía de la Quiropraxia.
El arte y la ciencia de la Quiropraxia, a pesar de ser inseparable de la
filosofía, necesariamente se confinan al cuerpo humano. La filosofía de la
Quiropraxia, por otro lado, tiene un alcance mucho más amplio. Trata no
solamente con el cuerpo, o sustancia material, sino también con factores
inmateriales.
La Tríada de la Vida explica la relación entre lo material y lo inmaterial, y
más particularmente, el vínculo que los une. Estos, de hecho, son los tres
componentes de la tríada: inteligencia, materia y fuerza.
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En ésta tesis inteligencia, fuerza y materia serán examinados en

considerable detalle. Cada uno será estudiado individualmente y en relación con
cada uno de los otros. La Tríada de la Vida será disecada, estudiada y vuelta a
ensamblar para mostrar el propósito y la función de cada parte y la significancia
filosófica del todo integrado. Del estudio de ésta fase vital de la filosofía de la
Quiropraxia saldrán ciertas conclusiones por el proceso de razonamiento
deductivo. Estas conclusiones luego serán ofrecidas como axiomas con el
propósito de recoger una medida de comprensión del principio Quiropráctico.
Tal vez en éste momento una pequeña digresión es necesaria para ver
porqué Quiropraxia prefiere el razonamiento deductivo al inductivo. La palabra
"deducir" significa "derivado por lógica" (Webster). Razonamiento deductivo es
el proceso de estudiar factores conocidos y verdades autoevidentes y, de ellos,
llegar a conclusiones inevitables que entonces son presentadas como axiomas.
La deducción va de lo general a lo específico. Después de que el estudio de
lo general ha llevado a axiomas lógicos, las áreas específicas son examinadas a la
luz de esos axiomas.
El razonamiento inductivo procede con una base completamente diferente.
Inductivo es el estudio de partes individuales específicas y, de ellas, sacar
conclusiones acerca del todo. Asume que lo que es verdad para cualquier parte es
necesariamente verdad para todas las partes y para la suma de las partes.
También asume que lo que es verdad una vez para una serie de circunstancias se
mantiene aunque las circunstancias cambien.
Quiropraxia está basada en una premisa filosófica mayor. La premisa
mayor es el punto de inicio desde donde todas las deducciones son hechas. Todas
las conclusiones son derivadas del factor número uno. Factor número uno: la
premisa mayor de la Quiropraxia es que hay una Inteligencia Universal en
toda materia, constantemente dándole todas sus propiedades y actividades,
por lo tanto manteniéndola en existencia. Si esto es una verdad, explica
muchas cosas que desorientan a una mente mecanicista. Para usar ésta premisa
como piedra fundamental de un completo concepto filosófico, de todas maneras,
su validez debe ser demostrada.
La prueba es una cosa etérea. De hecho, la prueba puede existir solamente
en su propia aceptación. Es posible, por ejemplo, deducir, viendo que la tierra
está mojada, que ha estado lloviendo. Probar ese hecho a alguien que se niega a
mirar hacia afuera es imposible. Así es con cualquier prueba. Para constituir
prueba, el argumento y la evidencia presentadas deben ser primero aceptadas.
Desde que la aceptación es un acto individual hecho por una mente individual,
esto significa, en esencia, que uno puede probar algo solamente a sí mismo. Nada
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puede nunca probarse a otra persona. A ésta se le puede mostrar lógica y si tiene
sentido para él, en efecto, él se lo ha probado a sí mismo. Cualquier prueba puede
ser rechazada por el simple expediente de rehusarse a utilizar cualquiera de los
cinco sentidos, o, habiéndolos usado, rehusarse a aceptar como lógicas las
deducciones de eso.
La presentación de una tesis filosófica es, en efecto, un intento de
mostrar a otros la lógica de los argumentos propios y que esa lógica sea aceptada.
Intentar inyectar la propia filosofía en una mente cerrada es una experiencia
frustrante sin esperanzas. Por lo tanto, ésta exposición se dedicará a ser una
simple presentación de evidencia con la esperanza de que las conclusiones sean
inevitables.
Mientras que es esencial probarse a sí mismo una filosofía o premisa antes
de aceptarla, la aceptación general por parte de otros es irrelevante. Una
filosofía no se transforma en válida cuando un gran número de gente la acepta. Ni
se transforma en inválida solamente porque un gran número de gente la rechaza.
Su validez sólo puede ser medida en términos de aceptación en la mente y la
razón de una persona individual.
En la consideración de la validez de la Tríada de la Vida, es bueno recordar
que no solamente una prueba es una cosa muy tenue sino que la prueba de
intangibles es infinitamente más tenue que la prueba de tangibles. Dado que dos
tercios de la Tríada son intangibles y sólo un tercio es tangible, la tarea es
imponente.
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INTELIGENCIA UNIVERSAL
Cualquier buen diccionario ofrece alrededor de media docena o más de

diferentes definiciones de la palabra "inteligencia". El uso moderno tiende a
igualar inteligencia con el poder o habilidad de razonar. Usos más antiguos y
estables sugieren el "poder de la mente infinita" (Webster). Tal vez, más que
definir la palabra, sería mejor comprender su función. Como en el estudio del
cuerpo, la anatomía es cimiento para el estudio de la fisiología, la mecánica es
importante solamente porque sirve a lo funcional, así en etimología el propósito
práctico de la palabra es primordial.
El propósito de la inteligencia es organizar y mantener la organización. La
organización es la principal manifestación de la inteligencia, y la inteligencia la
sola causa de la organización. Las dos son totalmente interdependientes. Por lo
tanto, si la presencia de inteligencia debe ser probada, es necesario solamente
demostrar lo que puede llamarse "organización activa" - activa para probar
presencia y organización para probar inteligencia.
La premisa mayor de la Quiropraxia dice: "Hay una Inteligencia Universal
en toda materia, constantemente dándole todas sus propiedades y actividades,
por lo tanto manteniéndola en existencia". Dado que toda la Filosofía de la
Quiropraxia está basada en éste punto de vista vitalista, aceptar la filosofía es
esencial para aceptar la premisa. Viceversa, la aceptación de la premisa convierte
a la completa aceptación de la filosofía una simple progresión lógica.
Teniendo en mente que la prueba solamente existe en el reconocimiento de
los hechos y lógica presentados, y que la prueba de un intangible es infinitamente
más tenue que la prueba de materia, meramente resta presentar evidencia de la
premisa mayor en una secuencia lógica. Aquellos que respaldan ésta premisa lo
hacen porque se la prueban a sí mismos por estar de acuerdo con la validez de su
lógica.
Estudiar el universo como un todo es una meta que obviamente está más
allá del alcance de una mente humana finita. Lo finito, o limitado, no puede
comprender lo infinito, o ilimitado. Es imposible para la mente humana siquiera
visualizar tiempo infinito o espacio infinito, mucho menos las innumerables
complejidades que llenan ese tiempo y espacio. Necesario es, por lo tanto, que el
estudio sea hecho y la evidencia sea presentada de alguna pequeña y
razonablemente comprensible porción del todo.
Posiblemente la más pequeña y menos compleja partícula de materia sea un
buen punto de comienzo. Dejemos que el átomo, entonces, sea el primer objeto
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de estudio, y veamos si no prueba la existencia de organización y por lo tanto la

existencia de inteligencia.
El átomo consiste en un número diminuto de unidades de energía eléctrica.
En su núcleo hay unidades cargadas positivamente llamadas protones y un número
de neutrones que no llevan ninguna carga. Electrones, o partículas cargadas
negativamente, mantienen un constante y consistente patrón de órbita alrededor
del núcleo. La naturaleza de la materia está determinada por el número de
electrones presentes y del patrón o formación de los anillos de la órbita.
Albert Einstein probó que materia y energía son uno. La materia existe
como tal sólo mientras los electrones estén mantenidos en una órbita organizada.
Es la organización, o más específicamente la inteligencia que causa la
organización, la que mantiene la materia en existencia, uniendo sus partes
componentes juntas en un vínculo eléctrico. Estas partes componentes no son
materia sino unidades de energía eléctrica. Si la organización es interrumpida, la
fuerza cohesiva se pierde y las unidades se separan con tremenda fuerza como
energía pura. Es solamente por la organización de las unidades eléctricas que
toda la materia en el universo es impedida de transformarse en una gigantesca
explosión atómica. La organización es, por lo tanto, esencial para la mera
existencia de la materia. Sin ella la materia no existiría, y el universo tal como lo
conocemos se desintegraría.
La organización, de todas maneras, es un efecto y por lo tanto debe tener
una causa. Ya se ha demostrado que la organización es siempre una manifestación
de una acción inteligente. La Inteligencia Universal es la causa del estado de
organización del universo. Es por lo tanto la causa de toda materia. Es, entonces,
exacto decir que toda materia es creada y mantenida en existencia por la
actividad organizativa de una Inteligencia Universal. Esta es una reformulación
de la premisa mayor de la Quiropraxia.
En una escala mayor, un estudio de cualquiera de la miríada de ejemplos de
la naturaleza muestra un delicado equilibrio en la armoniosa interrelación de sus
partes componentes. Este armonioso equilibrio es evidencia mayor de una
organización tan vasta y compleja como para hacer tambalear la imaginación. Si
alguna vez cualquier parte del equilibrio de la naturaleza es perturbado, la
estructura entera se debilita.
La historia está plagada de ejemplos de los intentos del hombre de alterar
la naturaleza para que se adecue a él. Cada vez tuvo que pagar el castigo. Intentó
destruir el coyote porque atacaba los gallineros, solamente para darle campo
libre a los roedores, que son la presa natural del coyote, para multiplicarse
excesivamente. Sin sus enemigos naturales que mantuvieran su número
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controlado éstos roedores invadieron los distritos rurales, destruyendo miles de

campos de cosechas anualmente. Finalmente el hombre tuvo que importar y
liberar coyotes para restaurar el equilibrio que él había destruido. Similarmente,
en su intento de destruir bacterias, el hombre está destruyendo un componente
vital del ciclo del nitrógeno por el cual los saprófitos convierten desechos
orgánicos en inorgánicos para la utilización de la vida de las plantas. Si alguna vez
tiene éxito en destruir toda bacteria, destruirá toda forma de vida.
Así es en toda la naturaleza. Existen una serie de controles y equilibrios,
manteniendo la fundamental perfección de armonía coordinada. Esta armonía
debe ser o el resultado de una organización por una Inteligencia Universal o una
serie de coincidencias al azar e indisciplinadas. No hay una tercera explicación
posible.
Las coincidencias ocurren, por supuesto. Negar esa posibilidad sería
ridículo. Pero para las incontables trillones de coincidencias que accidentalmente
se coordinan y se combinan para mantener el universo en equilibrio armonioso
perfecto, es un poquito demasiado para aceptar por una mente lógica. Es
totalmente ilógico aceptar que tan delicado equilibrio es el resultado de un
accidente antes que de una organización inteligente.
Nadie pensaría, al mirar La última cena de Da Vinci, en negar que el artista
haya existido alguna vez; o escuchar una sinfonía de Beethoven y sugerir que se
compuso sola por accidente. ¿Cómo entonces, por cualquier interpretación
forzada de la imaginación, puede uno escuchar la sinfónica armonía del universo y
negar a su compositor? ¿Cómo puede uno observar su belleza artísticamente
equilibrada y suponer que pasó por accidente?
Negar la organización del universo como una manifestación de Inteligencia
Universal es negar toda lógica y toda razón, y recurrir a superstición sin
sustento.
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INTELIGENCIA INNATA
Desde que el punto bajo discusión es la Tríada de la Vida, debe hacerse un

esfuerzo ahora para establecer una relación entre Inteligencia Universal y la
vida. Como se ha demostrado, la Inteligencia Universal es la que mantiene en
existencia toda materia, sea viviente o no.
Se manifiesta a sí misma a través de una serie de leyes universales, que
son inmutables; y fuerzas universales, que no se pueden torcer y no tienen
cuidado por el medio ambiente en el cual trabajan. Uno bien puede preguntar,
entonces, cómo las cosas vivientes pueden sobrevivir a través de incontables
generaciones cuando la verdadera naturaleza de las fuerzas universales es
destructiva para la estructura de la materia. La respuesta, como la respuesta
para tantas preguntas vitales, es básicamente simple. Un conocimiento de ello, de
todas maneras, es esencial para una comprensión de la filosofía de la
Quiropraxia.
Toda materia puede ser dividida en dos grandes categorías: animadas o
cosas vivientes, y aquellas que son inanimadas o no tienen vida.
Las cosas vivientes exhiben ciertas manifestaciones básicas llamadas
“signos de vida”, que son:
1. Asimilación
2. Excreción
3. Adaptabilidad
4. Crecimiento
5. Reproducción
La materia inorgánica y la materia orgánica que ya no está viva no
presentan éstos signos.
Debe notarse que cada una de las características de arriba es el resultado
de organización y es por lo tanto un efecto de una causa inteligente. Este es el
porqué las cosas vivientes son llamadas organismos y la materia viviente,
orgánica. Las palabras “orgánico” y “organismo” indican que la materia involucrada
está “organizada en un patrón de mutua interdependencia” (Oxford).
La diferencia cardinal entre lo animado y lo inanimado es el estado de
organización presente. Lo inanimado está organizado a un nivel no mayor que el
molecular. Es por lo tanto mantenido en existencia pero es incapaz de manifestar
algún signo de vida. Por ejemplo, no se adapta a los cambios del medio ambiente y
por lo tanto está a merced de los elementos. Las moléculas de la materia
inanimada pueden mantenerse unidas, por accidente o por diseño, para formar
masas con variados grados de resistencia, pero cuando los elementos naturales
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actúan sobre ellas, gradualmente van siendo destruidas otra vez al nivel
molecular. Cada molécula existe como una entidad independiente sin dependencia
con ninguna otra.
La materia viviente, por otro lado, consiste en moléculas que están juntas
unidas en un patrón organizado. Cada molécula existe no como una unidad
independiente sino como parte de una unidad coordinada.
Cada molécula sirve a un propósito definido en la estructura total, unidas
no por accidente sino por un diseño maestro. Todas las moléculas presentes están
organizadas para una mutua interdependencia, con las variadas propiedades de
cada una contribuyendo a la integridad biológica del funcionamiento del todo.
Cuando expuesta a los efectos de los elementos, toda materia es deshecha
hasta el nivel más bajo de su organización. La materia inanimada es reducida a
moléculas pero no a átomos, porque los átomos son organizados y ligada en
moléculas. En la materia viviente las moléculas mismas son organizadas en células,
y las células en tejidos, y los tejidos en órganos, y los órganos en sistemas.
Finalmente, todos los sistemas son unidos en un organismo total, o cosa viviente.
Esta total integración e interactividad de todas las moléculas demuestra un
grado de organización mucho más elevado que el de una materia inanimada. Es
éste alto nivel de organización el que permite que la adaptación tenga lugar, con
las propiedades individuales de todas las moléculas siendo selectivamente
utilizadas para la supervivencia del conjunto.
Si la materia animada tiene un nivel mayor de organización que la materia
inanimada, necesariamente sigue que tiene también un mayor nivel de inteligencia.
A más compleja meta organizacional, mayor es la inteligencia necesaria para
conseguirla. No puede negarse que las cosas vivientes son más altamente
organizadas que las cosas no vivientes. Por lo tanto, deben tener inteligencia
organizativa adicional.
La materia inanimada es energía organizada. La materia animada tiene la
capacidad adicional de reorganizarse inteligentemente para adaptarse al siempre
cambiante medio ambiente; para sobrevivir. Cuando cesa de reorganizarse y
adaptar, no está más viva. La diferencia entre vida y no-vida, entonces, es la
habilidad de lo viviente de reorganizarse a sí mismo inteligentemente. Tiene una
ingénita o innata inteligencia para lograr ésta reorganización.
Debe ser claramente comprendido que la referencia a la que se hace aquí
no es hacia la mente humana. Por lo que se sabe hasta ahora, una hoja de pasto o
una ameba no tienen la habilidad de razonar. Sin embargo, la interfunción de sus
partes componentes está tan inteligentemente organizada como la del hombre, la
más compleja de las criaturas de la naturaleza. Un bulbo de tulipán plantado al
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revés produce un tallo que se curva 180 grados para taladrar la superficie de la
tierra y empujar hacia arriba hacia la luz del sol. Esto es una acción inteligente,
no fortuita o al azar, sino una definida respuesta adaptativa a las circunstancias.
Es verdad que el hombre es una criatura razonante, pero esa habilidad de
razonar es el producto de un tipo totalmente distinto de inteligencia. Es esencial
diferenciar entre las dos. Es para hacer una distinción entre las dos que la
filosofía Quiropráctica utiliza dos términos diferentes.
El poder de razonar y decidir un curso de acción de acuerdo a ese
razonamiento, la habilidad de recordar, la facultad de formar juicios de valor,
todas son manifestaciones de una inteligencia que el hombre mismo controla.
Esta es llamada la “mente educada”. Su calidad y cantidad varía enormemente de
persona a persona. Puede ser mejorada por aprendizaje o dañada por una
enfermedad. Se ocupa de materia externa.
La ingénita sabiduría de cualquier cosa viviente, que mantiene sus partes
en organización activa con el propósito de funcionar, es llamada Inteligencia
Innata. Esta es la inteligencia responsable de todas las cosas internas. Hace
crecer a los dientes de arriba hacia abajo y los de abajo hacia arriba. Aumenta la
frecuencia del corazón cuando caminamos escaleras arriba. Regula la acción de
unas 250 glándulas simultáneamente. Mantiene y coordina docenas de órganos,
cientos de músculos, cientos de miles de vasos sanguíneos, e incontables trillones
de células. Nunca duerme. No puede ser dañada. Es tan grande en el débil mental
como en el genio. Está siempre presente al 100 % en toda cosa viviente desde la
más compleja hasta la más simple partícula unicelular de vida.
Es ésta Inteligencia Innata la que forma una de las tres facetas de la
Tríada de la Vida. Puede ser definida como “aquella expresión de la Inteligencia
Universal que existe en todas las cosas vivientes, la inteligencia específicamente
localizada por la cual las cosas vivientes congregan materia universal y adaptan
las fuerzas universales en un estado de organización activa”.
Webster define vida como “fuerza vital, sea considerada como física o
espiritual, la presencia por la cual se distingue la materia inorgánica de la
orgánica”. Aquello que es viviente se mantiene como tal por su función organizada.
No puede haber vida sin ella. Es la fuerza vital, la causa de toda función viviente.
Aunque la presencia de la Inteligencia Innata es real y demostrable, su
localización tiene que ser teórica. El cerebro es el órgano a través del cual es
mantenida la coordinación. Todos los impulsos motores y tróficos se originan allí,
y todos los impulsos sensoriales son interpretados allí. Parece razonable asumir,
por lo tanto, que el cerebro es el lugar en el que la Inteligencia Innata está
localizada. En realidad, de cualquier modo, no puede haber una específica
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localización para la Inteligencia Innata. Siendo inmaterial, no ocupa espacio.

Decir que está localizado en el cerebro sería negar que esté localizado en
cualquier otro lugar. Paradójicamente, está en todos lados, pero no tiene
localización en absoluto.
La mente humana, siendo finita, es incapaz de comprender lo infinito. Sin
embargo la naturaleza humana es tal que busca entender conocimientos que están
más allá de su comprensión. Haciéndolo necesariamente los distorsiona
bajándolos a los confinados límites de su imaginación. Tiende a visualizar a la
Inteligencia Innata como alguna figura antropomórfica sentada en el cerebro
moviendo alambres, apretando botones y dando órdenes a todas las partes del
cuerpo por medio de un complejo sistema telefónico. Es éste tipo de distorsión
de la verdad la que causa muchos malentendidos sobre la Quiropraxia y es sin
duda responsable, en parte al menos, del rechazo de toda la filosofía por mucha
gente lega y por quiropractores también. En realidad, no están rechazando la
filosofía sino su propia distorsión de ella.
La aceptación requiere ya sea entendimiento o fe. La Quiropraxia no es una
religión. No está basada en la fe. Es una filosofía, y por lo tanto su auto-
comprobación debe ser basada en entendimiento. Comprender un intangible es
admisiblemente dificultoso, aún así la realidad de docenas de intangibles es
aceptada por todas las escuelas de pensamiento.
La electricidad es un intangible. No es directamente observable por
ninguno de los cinco sentidos. Aún así es una cosa muy real, la presencia de ella es
fácilmente demostrable por sus manifestaciones.
Lo mismo es verdad con la inteligencia educada. Nunca nadie ha visto una, o
escuchado, olido o saboreado o tocado. Aún así nadie ha siquiera pensado en
cuestionar si tal cosa existe. Por el simple acto de preguntarse, la estarían
usando y por lo tanto demostrando su propia inteligencia educada.
La Inteligencia Innata es similarmente demostrable estudiando sus
manifestaciones. ¿Puede la perfecta interrelación armónica del funcionamiento
del cuerpo humano ser al azar y por coincidencia? Si no lo es, la única alternativa
es que hay, ingénito dentro del cuerpo, una inteligencia organizativa.
Hay una diferencia mayor entre la inteligencia educada y la Inteligencia
Innata, y es la calidad de la perfección. Desde que es parte de y aún aparte de la
Inteligencia Universal, la Inteligencia Innata debe ser tan perfecta como la
perfección que la creó. Está siempre 100 por ciento presente y funcionando 100
por ciento como la fuerza organizativa activa de toda cosa viviente.
Esta característica de infalibilidad es importante porque significa, en
esencia, que el cuerpo, por la sabiduría dentro de él, siempre sabe que es lo
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mejor para funcionar perfectamente. Hay un innato conocimiento de toda

necesidad innata. Más ampliamente significa que la Inteligencia Innata siempre
actuará en el mejor interés de ese cuerpo todo el tiempo, limitada solamente por
la materia con la cual tiene que trabajar y por el tiempo disponible para tal
trabajo. Es, de hecho, el doctor del cuerpo, con la gran ventaja sobre todos los
otros doctores de estar en lo cierto el 100 por ciento del tiempo.
Hans Selye, médico, en su gran libro, El stress de la Vida, registra los
hallazgos de toda una vida dedicada a investigar la dinámica de la vida. El
sostiene que la vida es un constante proceso de adaptación. Realmente, puede
decirse que la adaptación es el más significativo de los procesos de la vida. Esto
no es sugerir que otras funciones son insignificantes o que la vida puede
funcionar sin ellas. Significa, más bien, que todas las funciones pueden ser
consideradas como formas de adaptación.
La habilidad de cambiar de función instantáneamente en respuesta a una
necesidad es una demostración tangible de la diferencia entre lo viviente y lo no
viviente. Un cuerpo viviente, cuando es cortado, se mueve instantáneamente para
iniciar los procesos de reparación, así como también muchas otras respuestas
necesarias para adaptarse a la nueva situación. Cualquier simple cambio en el
medio interno o externo demanda el correspondiente cambio del organismo
viviente.
El fracaso en hacer ese cambio da como resultado el mismo efecto
destructivo en la materia viviente que las fuerzas universales tienen en la
materia no viviente.
La adaptación, para ser totalmente efectiva, debe ser perfecta no
solamente en lo que se refiere a su característica sino también en el tiempo. Un
cambio que no ocurre en el momento específico de necesidad no cumple su
propósito. De hecho, el resultado neto de tal cambio puede ser más destructivo
que constructivo. La adaptación es una función constante de la Inteligencia
Innata. Desde que el medio ambiente interno cambia en cientos de maneras a
cada segundo, las respuestas adaptativas deben ser también tan constantes como
rápidas. Por éste método y sólo por éste método puede la inteligencia del cuerpo
cumplir su propósito de mantener las funciones coordinadas, con cada parte
haciendo su trabajo para el beneficio de toda la unidad.
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MATERIA
La adaptación es, entonces, la expresión de la organización de la vida. Pero

no es la vida. La Inteligencia Innata sola no es vida sino más bien la base
intangible para la vida. La base tangible para la vida es la materia. Lo inmaterial, o
intangible, no puede decirse que sea vida como tampoco la materia o tangible.
Nadie puede sugerir que la materia es vida. Es una parte esencial de la vida pero
no más que eso. Lo mismo es verdad sobre la inteligencia. La vida misma es una
composición de las dos, consistiendo la expresión de una a través de la otra. La
vida es definida por la Quiropraxia como “la expresión de la inteligencia a través
de la materia”. Obviamente, ambas deben estar presentes para que la vida exista.
Se demostró anteriormente que toda materia es mantenida en existencia
solamente a través de la organización atómica por la Inteligencia Universal. Toda
materia por lo tanto expresa inteligencia. Si la vida es “la expresión de la
inteligencia a través de la materia”, entonces toda materia tiene vida en un
sentido amplio, porque ella expresa la inteligencia que la creó y la mantiene. Una
clarificación debe ser hecha ahora para diferenciar entre éste amplio sentido y
un significado más estrecho de uso popular. Es verdad que en el sentido amplio
toda materia puede ser considerada como viva porque expresa la inteligencia de
la creación. Pero también se ha demostrado que el estado organizacional de lo
que llamamos materia viviente está a un nivel muy superior. La diferencia radica
en el nivel de organización y en las palabras clave: adaptabilidad y reorganización.
Por uso popular la palabra “vida” tiene una connotación que es que no sólo
es mantenida en existencia por la Inteligencia Universal sino también que
responde a una Inteligencia Innata. La presencia o ausencia de una Inteligencia
Innata es el factor determinante de diferenciación entre lo viviente y lo no
viviente. La materia es estructuralmente la misma; la organización es diferente.
La materia es definida químicamente como todo lo que tiene peso y ocupa
espacio. Cualquier partícula de materia puede ser dividida y subdividida en piezas
más y más pequeñas hasta que finalmente llega a un estado en que cualquier
subdivisión necesitaría de cambios en la estructura electroquímica básica de la
sustancia. Si esa estructura electroquímica básica consiste de átomos solitarios,
la sustancia es llamada un elemento. Si la unidad básica consiste de dos o más
átomos disímiles, la sustancia es llamada un compuesto, y la unidad básica es una
molécula.
Químicamente hablando, un compuesto orgánico es un compuesto
conteniendo átomos de carbón. En ésta tesis, de todas maneras, la palabra
“orgánico” se refiere a materia viviente o que alguna vez ha sido viviente. Esto no
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representa ninguna diferencia de opinión con el pensamiento científico aceptado,

meramente una referencia al hecho de que compuestos que contienen carbón
están formados por reacciones químicas que tienen lugar solamente en la materia
viviente. Todo compuesto conteniendo carbón encontrado en la naturaleza es o
fue alguna vez parte de la estructura celular de alguna forma de vida animal o
vegetal.
Cuando dos o más sustancias disímiles son mantenidas juntas físicamente
forman una mezcla que puede ser deshecha con comparativa facilidad. Cuando
están unidas electro-químicamente forman compuestos que pueden ser separados
únicamente como resultado de otra reacción electroquímica.
Los compuestos, entonces, son sustancias estables que pueden ser
formados o separados solamente por reacción química. Esto posiblemente da
alguna comprensión de uno de los más interesantes fenómenos del cuerpo
viviente. Los varios órganos y glándulas del cuerpo funcionan como complejas
fábricas químicas. Cada uno manufactura una multitud de diferentes compuestos
orgánicos para el uso del cuerpo.
El recién nacido contiene dentro de sí todo lo que alguna vez puede
necesitar a lo largo de su vida, con la excepción de comida, agua y oxígeno. A
medida que la comida es llevada por el tracto intestinal es sometida a una serie
de reacciones químicas. Lo primero es el análisis y separación de la comida a sus
elementos componentes que son entonces transportados a través de la
circulación serosa a los varios órganos y glándulas. Aquí son selectivamente
resintetizados en los compuestos que el cuerpo necesite. De ésta manera son
hechos todos los químicos y todos los tejidos del cuerpo. Aquello que fue comido
para la cena ayer hoy es carne y hueso hablando y caminando. De un sándwich de
jamón y queso con lechuga y mayonesa en pan de centeno y un vaso de leche, el
cuerpo elabora bilis, adrenalina, linfa, sangre, tejido ocular, tejido hepático,
tejido cerebral, y toda la multitud de estructuras complejas del cuerpo.
De materia muerta e inerte, emergen células vivientes por la aplicación de
la inteligencia que está adentro.
Obviamente, para que las glándulas y órganos funcionen perfectamente y
para elaborar compuestos químicos de calidad correcta debe haber una adecuada
ingesta de elementos. Esto significa que la ingesta de comida debe no sólo tener
requisitos mínimos en lo que se refiere a cantidad sino también una elemental y
correcta calidad o tipo.
El cuerpo es extremadamente económico en su uso de materia. No
desperdicia nada que pueda ser de valor. Aún aquello que es un subproducto
tóxico de alguna función celular puede ser usado como sustancia esencial por otra
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célula en una parte distante del cuerpo. La actividad muscular normal, por
ejemplo, produce ácido láctico que es tóxico para las células musculares y, si se lo
deja acumular, causará espasmos tetánicos. El ácido láctico, sin embargo,
apropiadamente deshecho y resintetizado en una compleja serie de reacciones
bioquímicas, es una sustancia vital para la fisiología del corazón. Cuando la
actividad muscular aumenta, la actividad del corazón también aumenta para
proveer más sangre a los músculos. La actividad extra de los músculos produce
cantidades adicionales de ácido láctico que necesita el corazón para su actividad
extra. Así las leyes de la oferta y la demanda mantienen una recíproca y perfecta
armonía interior en el cuerpo viviente.
Después de la muerte, cuando las reacciones químicas en el cuerpo están
gobernadas solamente por leyes universales no adaptadas, no hay tal armonía
recíproca. El ácido láctico acumulado en los músculos produce una tetania total
conocida como rigor mortis.
En vida, toda la materia del cuerpo responde a la inteligencia gobernante
del cuerpo, dándole de tal modo expresión o acción a esa inteligencia. El cuerpo
mismo, por supuesto, está compuesto enteramente por materia. La materia, o
sustancia material del cuerpo es la forma a través de la cual la Inteligencia
Innata se expresa a sí misma. Es el segundo componente de la Tríada de la Vida.
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FUERZA
En los párrafos anteriores, dos componentes vitales del cuerpo viviente

han sido discutidos. Un cuerpo sin inteligencia sería un cadáver. No tendría vida.
Sería incapaz de adaptarse a los cambios en su medio ambiente y por lo tanto no
podría sobrevivir. Sería arcilla inanimada. La materia sin Inteligencia Innata no
está viva.
Similarmente, la Inteligencia Innata sin materia debe ser considerada sin
vida. No tendría presencia. Más bien sería una manifestación etérea o espiritual
sin entidad corporal. No puede haber vida sin materia.
De esto parecería que la vida es la presencia casual de materia e
inteligencia. Pero, la mera presencia de ambas no es suficiente. Las bacterias
están vivas y por lo tanto indican la presencia de inteligencia. En un cuerpo
muerto hay bacterias. Por lo tanto, en un cuerpo muerto se pueden encontrar
tanto materia como inteligencia existiendo coincidentemente. Pero el cuerpo
todavía no está vivo. Para que allí exista vida tiene que haber materia e
inteligencia y un vínculo que una a las dos. Sólo de ésta manera la materia puede
expresar inteligencia y la inteligencia expresarse a través de la materia.
La vida, debe recordarse, no es la presencia de materia e inteligencia, sino
la expresión de la inteligencia a través de la materia. En consecuencia,
inteligencia más materia todavía necesitan un vínculo que las una para que haya
vida.
El vínculo que une a las dos es la fuerza. La fuerza completa la Tríada de la
Vida y es tan esencial como los otros dos factores. Aquello que en Quiropraxia es
llamado “fuerza” es llamado “energía” en el estudio de la física. Los dos son
sinónimos y son intercambiables. Hay dos formas de energía: cinética y potencial.
La energía cinética es energía en acción, o en movimiento. Es energía aplicada. Por
otro lado, energía potencial es energía atada o almacenada.
La energía de fuerza que une la Inteligencia Universal con materia es
potencial. Es la que mantiene los átomos en existencia y también forma los lazos
eléctricos entre los átomos en una molécula. Si una molécula es dividida por
reacción química, es liberada energía potencial para transformarse en energía
cinética, usualmente en forma de calor.
El cuerpo viviente, igual que cualquier otra materia, está compuesto de
átomos y moléculas y por lo tanto es un depósito de energía potencial. Es también
un vasto laboratorio en el cual reacciones químicas están constantemente
teniendo lugar convirtiendo energía potencial en energía cinética. Toma energía
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potencial en la forma de alimento y la convierte en energía cinética por la

fisiología química.
Toda materia es el resultado de Inteligencia Universal. Energía y materia
son intercambiables por la fórmula E=mc2. Por lo tanto, toda energía es el
resultado de Inteligencia Universal. Dicho de otra manera, esto significa que la
Inteligencia Universal es la sola fuente de fuerza. Este punto es de particular
importancia, porque da algún conocimiento de la naturaleza de la fuerza. La
Inteligencia Universal es, por definición, perfecta. Por lo tanto, aquello que crea
y mantiene es perfecto. Toda materia es perfecta y toda fuerza es perfecta.
Las fuerzas universales son fuerzas las generalizadas del universo. Están
gobernadas por leyes universales. Ellas no están absolutamente adaptadas para
propósitos constructivos y por lo tanto actuarán para destruir la estructura de la
materia. Pueden, sin embargo, ser adaptadas. La misión de la Inteligencia Innata
es adaptar fuerzas universales para su uso en el cuerpo. La función de la
Inteligencia Innata es crear fuerzas para cumplir ésta misión.
La función de la inteligencia es crear fuerza. La función de la Inteligencia
Innata es crear fuerzas innatas. Las fuerzas Innatas son adaptativas. El
propósito es adaptar fuerzas universales para el uso del cuerpo.
Una fuerza universal puede ser beneficiosa o dañina para el cuerpo. Una
fuerza innata es siempre beneficiosa. Ese es su propósito. Su acción sobre las
fuerzas universales es cambiarlas, de ser posible, a su exacto opuesto de manera
que trabajen de acuerdo a las leyes de la adaptación.
Las fuerzas innatas son fuerzas preparadas por la Inteligencia Innata para
su uso dentro del cuerpo. Son fuerzas universales arregladas o adaptadas para
propósitos dinámicos funcionales: hacer que las células tisulares funcionen u
ofrecer resistencia a las fuerzas del medio ambiente. Pueden ser usadas para la
adaptación de otras fuerzas universales que todavía no hayan sido adaptadas, o
para equilibrar, anular, controlar, aumentar o bien adaptarlas o adaptarse a ellas.
Las fuerzas de resistencia son aquellas fuerzas innatas que son llamadas a
ser oposición a fuerzas externas invasoras al cuerpo. Pueden ser de naturaleza
física o química, y son específicas para resistir a una fuerza invasora específica.
Las fuerzas invasoras son fuerzas universales que invaden y actúan sobre
el cuerpo de una manera inadaptada o destructiva. Ellas también pueden ser de
naturaleza física o química y reclaman una respuesta específica de las fuerzas
innatas.
Cuando una fuerza invasora externa se encuentra con una fuerza interna
resistiva, el resultado es una concusión de fuerzas que pueden ser constructivas
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y utilizables por el cuerpo o destructivas e inutilizables por el cuerpo. Cuando la

resistencia es baja, la concusión tiende a ser más destructiva.
El principio de un ajuste Quiropráctico es el de intencionalmente
introducir una específica, limitada fuerza externa invasora en la columna. Esta se
encuentra con las fuerzas internas resistivas del cuerpo, y la resultante de la
concusión de fuerzas es usada en el interior del cuerpo por la Inteligencia
Innata para corregir la subluxación vertebral. Este es un clásico ejemplo de una
fuerza siendo usada por la inteligencia para afectar la materia. También es una
muestra de cómo fuerzas externas son adaptadas para ser utilizadas dentro del
cuerpo.
Un empuje ajustador incorrectamente aplicado también se encuentra con
una fuerza interna resistente pero, en éste caso, la concusión de fuerzas
resultante puede no ser utilizable por la Inteligencia Innata. Y entonces será ya
sea neutralizada para que no tenga ningún efecto o sobrepasará la resistencia
innata y tendrá efectos destructivos. Fuerzas resistivas fuera de tiempo o
desequilibradas pueden resultar en subluxaciones, luxaciones, desgarros,
torsiones de tejidos o fracturas. Tal contratiempo puede ocurrir, por ejemplo,
bajando cinco escalones cuando sólo hay cuatro, o aplicando una gran fuerza para
levantar algo que se piensa que es pesado cuando en realidad es muy liviano. Esto
sería utilizar más fuerza de resistencia de lo que requiere la ocasión, causando
una concusión desequilibrada. Debe notarse que estas respuestas desequilibradas
o impropias son siempre debidas a errores de la mente educada. La Inteligencia
Innata, siendo perfecta, no comete errores. Solamente la mente educada, o
imperfecta, puede errar.
Errar es verdaderamente humano, y si el hombre fuera “solamente
humano” como siempre proclama para excusarse de sus errores, no podría
sobrevivir mucho tiempo. La mente que se olvida de colocar el despertador a la
noche no puede con seguridad confiársele los trillones de trabajos reguladores
necesarios para hacer funcionar el cuerpo humano. La Inteligencia Universal, por
lo tanto, asigna esa tarea a una parte de sí misma dentro de cada cosa viviente y
la equipa con cualquiera de las fuerzas que sean necesarias para cumplir el
trabajo. Estas fuerzas innatas son la conexión entre la inteligencia y la materia, y
permiten a la inteligencia expresarse a través de la materia. Son el tercer
componente de la Tríada de la Vida.
Las fuerzas mentales son aquellas fuerzas innatas que son generadas en el
cerebro y viajan vía nervios a todas las partes del cuerpo. También son llamadas
impulsos mentales e, incorrectamente, impulsos nerviosos. Mientras que es
verdad que viajan por vía de trayectos nerviosos, se originan en el cerebro como
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el resultado intangible de procesos mentales, y deberían ser llamados

apropiadamente por lo tanto impulsos mentales. Los rayos del sol no son llamados
rayos atmosféricos solamente porque viajan a través de la atmósfera. Se
originan en el sol y se los llama de acuerdo a eso. Así debería ser con los impulsos
mentales o fuerzas mentales.
La ciencia ha buscado por mucho tiempo clasificar la naturaleza de los
impulsos mentales, pero desde que no son ni físicos ni químicos ninguna respuesta
se ha encontrado todavía. El método de transmisión nerviosa de las fuerzas
mentales es descrito como un fenómeno electroquímico y ha sido comprendido
por los electrofisiólogos desde hace algún tiempo. Pero comprender el modo
primario de transmisión no es comprender las fuerzas en sí mismas.
Experimentos recientes con las “ondas de pensamiento” en la Universidad de
Duke han demostrado que si bien los nervios son una vía mayor de transmisión de
las fuerzas mentales no son de ninguna manera la única vía.
La Quiropraxia está profundamente involucrada con la transmisión neural
de los impulsos mentales, y más específicamente con la interferencia a esa
transmisión que es una parte integral de la subluxación vertebral. Las fuerzas
innatas generadas dentro del cuerpo están siempre 100 por ciento, desde que son
el resultado de una inteligencia perfecta. Pueden fallar en su misión destinada
solamente cuando su transmisión está bloqueada. Aún cuando son sobrepasadas
por fuerzas externas invasoras, no es debido a la falta de perfección de la
fuerza innata sino por las limitaciones de los poderes adaptativos del cuerpo.
Están todavía al 100 por ciento perfectas dentro de esos límites.
Se estableció antes que la Inteligencia Universal es la sola fuente de toda
fuerza. Esto significa que la Inteligencia Universal es la fuente de las fuerzas
innatas. Desde que la Inteligencia Universal es perfección y cada uno de sus
productos y efectos son igualmente perfectos, esto significa que las fuerzas
innatas son siempre perfectas.
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PERFECCION DE LA TRIADA
Por definición, todo en el universo, sea tangible o intangible, es el

resultado de Inteligencia Universal. Esto significa que toda materia, toda
inteligencia y todas las fuerzas son el resultado de Inteligencia Universal. Ellas
son, por lo tanto, completamente perfectas para su propósito el 100 por ciento
del tiempo. La única causa posible de acción imperfecta, entonces, es la influencia
superimpuesta de alguna inteligencia secundaria. Esa inteligencia secundaria es el
intelecto humano, o la mente educada, con la cual el hombre está dotado. Porqué
al hombre se le puso a disposición una inteligencia que puede resultar en una
acción imperfecta y el libre albedrío para usarla es una materia sobre la cual
muchos filósofos han reflexionado y expuesto. Es una materia muy vasta para ser
tratada adecuadamente como asunto colateral en ésta particular exposición y
ningún intento por hacerlo será hecho.
Suficiente es hacer notar que todas las manifestaciones de la Inteligencia
Universal son necesariamente perfectas. Por lo tanto, las imperfecciones de la
mente educada deben ser perfectas para su propósito.
La Inteligencia Innata es perfecta aún cuando no puede adaptar para
mantener el cuerpo con vida si algún órgano vital es destruido, o las dos terceras
partes de la sangre del cuerpo es repentinamente quitada, o la provisión de
alimentos u oxígeno es suspendida. La Inteligencia Innata tiene limitaciones de
adaptabilidad porque la materia que la expresa tiene limitaciones de
adaptabilidad. Similarmente, las fuerzas innatas tienen limitaciones de
resistencia y adaptabilidad. Cuando cualquiera de las anteriormente mencionadas
limitaciones es sobrepasada, no es como resultado de imperfección de alguno de
los componentes de la tríada sino más bien como resultado de la perfección de
las limitaciones que le son dadas y que le fueron provistas por su creador. Leyes
universales gobiernan toda materia y toda fuerza. Son la primera manifestación
de Inteligencia Universal. Son inmutables e inviolables. El hombre no puede
intencional o no intencionalmente romper una ley universal. Si actúa contrariando
una ley, ésta no se romperá; él lo hará.
La tríada viviente, entonces, es perfecta en cuanto a calidad y cantidad
pero tiene ciertas limitaciones dentro de las cuales debe trabajar. Como todos
los otros efectos de la Inteligencia Universal, puede existir solamente dentro
del marco de las leyes universales.
La Inteligencia Innata está siempre 100 por ciento en la materia viviente.
Es perfecta tanto en calidad como en cantidad en la salud y en la disfunción.
Está o presente 100 por ciento o ausente 100 por ciento. Es la diferencia entre
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vida y muerte. No hay término medio. Aún en enfermedades terminales la

inteligencia está trabajando al 100 por ciento de perfección con lo que tenga
disponible hasta el momento de la muerte.
Las fuerzas innatas, siendo producidas por la Inteligencia Innata, están
similarmente al 100 por ciento. Pueden variar en calidad y cantidad pero
solamente bajo los dictados de la Inteligencia Innata. Están siempre 100 por
ciento de lo que se las necesita por cualquiera de las células del cuerpo en
cualquier momento dado. No disminuyen en la disfunción o muerte inminente, sin
embargo el bloqueo de su transmisión puede hacerlas inefectivas.
La materia, entonces, es la única parte de la tríada que puede estar a
menos del 100 por ciento. Esto se refiere tanto cualitativamente como
cuantitativamente.
La palabra “salud” significa “sano” o “completo, entero”. Para que un
cuerpo esté saludable, por lo tanto, debe estar completo. Esto quiere decir que
cada uno de sus componentes, tanto tangibles como intangibles, debe estar
presentes 100 por ciento. Si un cuerpo es privado de cualquiera de sus partes por
una cirugía, trauma accidental, patología o defecto congénito, no puede otra vez
experimentar salud total. La Inteligencia Innata, a través del uso de fuerzas
innatas, utilizará las partes que quedan con la mejor economía posible para que
funcionen tan perfectamente como la materia imperfecta lo permita, pero una
salud total requiere la totalidad de la materia.
La salud, entonces, deviene en un factor relativo. La salud total, teniendo
como prerrequisito la totalidad de la materia, irrevocablemente se ha ido cuando
parte o partes están permanentemente quitadas del total. Esta limitación de la
materia no disminuye el objetivo de la Inteligencia Innata. Por el contrario,
aumenta las dificultades de adaptación y pone mayor tensión que nunca sobre las
partes remanentes. La salud total está inevitablemente perdida, y todo lo que
queda en relativa buena función, es decir, el estado de las funciones organizadas
lo mejor posible dadas las circunstancias.
Se dice que una persona está saludable cuando todas sus partes
componentes están trabajando juntas en función mutuamente armónica en
respuesta a un control único. Si la materia está 100 por ciento entonces la salud
puede estar 100 por ciento. Si la materia está solamente 90 por ciento entonces
lo mejor que se puede esperar es 100 por ciento de interfunción armoniosa de
ese 90 por ciento. Esto es salud relativa.
Salud-enferma, o disarmonía, es el estado en el cual, independientemente
del porcentaje de partes corporales presentes o ausentes, aquellas que están
presentes carecen de mutua interfunción armoniosa.
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100 por ciento de salud es 100 por ciento de organización de 100 por
ciento de materia. Salud relativa es 100 por ciento de organización de menos del
100 por ciento de materia. Disfunción es menos de 100 por ciento de organización
sin importar que porcentaje de materia.
La palabra “función” significa propósito. Desde que toda materia, toda
inteligencia y toda fuerza son manifestación de Inteligencia Universal, o creación
inteligente, cada una debe servir a un propósito inteligente. Ese propósito es su
función.
La función de la inteligencia es crear fuerza.

La función de la fuerza es unir inteligencia y materia.
La función de la materia es expresar fuerza.
Puede verse de la lista de funciones registradas arriba que la vida es una

realización coordinada de estas funciones. 100 por ciento de vida, o 100 por
ciento de salud, es la realización coordinada del 100 por ciento de éstas
funciones. Para que estas funciones estén coordinadas, el principio de “tiempo”
está involucrado. El sexto principio de la filosofía de la Quiropraxia establece
que “no hay proceso que no lleve tiempo”. Este hecho es tan evidente que no
requiere ser probado. De todas maneras, reconocer que es un hecho no es
necesariamente reconocer su importancia. La adaptación, la esencia de la misión
de la Inteligencia Innata, es un proceso, y como cualquier otro proceso toma
tiempo. La coordinación toma tiempo. La creación de fuerzas innatas toma
tiempo. La transmisión de esas fuerzas a través de la materia toma tiempo. Si el
factor tiempo es imperfecto, sea aumentado o disminuido, la función resultante
es imperfecta. Si el ácido hidroclorhídrico de las células del estómago es
producido demasiado rápido hay hiperclorhidria al momento de necesitarlo. Si se
produce demasiado tarde hay hipoclohidria al momento de necesitarlo. La función
perfecta requiere perfecta sincronización. El resultado de la subluxación
vertebral es la alteración del tiempo que toma a los impulsos mentales
transmitirse del cerebro a las células tisulares. El resultado debe ser una función
imperfecta.
Se ha demostrado que, de los tres componentes de la tríada, solamente la
materia puede alguna vez ser menor de 100 por ciento. Puede aparentemente
concluirse que la sola causa de una función imperfecta sea una deficiencia de la
materia. Esto, sin embargo, no es verdad. También se ha demostrado que aún
cuando la materia sea deficiente, una salud relativa puede mantenerse al 100 por
ciento de su potencial.
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El interés de la Quiropraxia es por aquellos casos donde la salud es menor

del 100 por ciento de su potencial independientemente de la cantidad de materia
presente. La Quiropraxia está interesada no con el grado de materia presente
sino con el grado de expresión de Inteligencia Innata a través de la materia. La
Inteligencia está siempre 100 por ciento. La Fuerza está siempre 100 por ciento.
¿Cómo puede entonces la disfunción, o falta de expresión, ocurrir?
Nuevamente la respuesta es simple, aún así es la base de toda la práctica
Quiropráctica. La respuesta es que una interferencia a la transmisión de las
fuerzas innatas puede ocurrir, y ocurre. Esto y solamente esto es la causa de la
expresión imperfecta y la disfunción resultante.
Obviamente, si las fuerzas pueden o no ser interferidas es la pregunta
primera. Si no pueden, entonces no hay causa de disfunción. Desde que no puede
haber un efecto sin una causa, esto significaría que la disfunción no podría
existir.
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TRANSMISION DE LA FUERZA
El artículo 122 establece:

“La causa de la Disfunción es la interferencia en la transmisión de impulsos
mentales”.
Hay una tendencia hoy a suprimir o negar ésta llana declaración de hecho
comprobable y sugerir que la subluxación vertebral, que es la representación
física de la interferencia en la transmisión, es una causa más que la causa de
disfunción. Esta actitud de avenencia es el resultado del fracaso en comprender
el término “disfunción”, e igualarlo con el término médico de “enfermedad”.
La palabra “enfermedad” implica una entidad, la presencia de algo que ha
afectado adversamente al cuerpo. Hay unas 1.860 enfermedades reconocidas, y
mientras se escribe esto, cada una diferente y demandando diferentes
tratamientos médicos. Disfunción, por el otro lado, denota la ausencia de una
entidad. La entidad que está ausente es la coordinación, la función organizada, o
salud relativa. Enfermedad, la indefinible presencia de síntomas, puede
manifestarse cuando el cuerpo está funcionando perfectamente. Esto tiene lugar
durante la vuelta sobre sus pasos y también durante los procesos de reparación
después de que la causa ha sido corregida, pero antes de que la reparación sea
completa. Durante ese tiempo la función es perfecta para ese cuerpo en su
estado actual de falta de integración, pero los síntomas pueden persistir.
Inversamente, la disfunción puede estar presente cuando no hay
enfermedad. Cuando la subluxación vertebral está todavía en existencia, pero
antes de que el resultante daño tisular haya llegado a un estado sintomático
identificable, hay, por supuesto, disfunción, o incoordinación, pero no
enfermedad.
Cuando la Quiropraxia declara que la interferencia en la transmisión es la
causa de disfunción, se refiere específicamente a la disfunción y no a la
enfermedad. Posiblemente los quiropractores modernos deberían considerar el
uso de la palabra “disarmonía” para reemplazar al viejo término “disfunción” y así
evitar confusiones con la entidad médica de “enfermedad”.
Aquellos que declararían que un daño por un cuchillo u otro trauma externo
produce disfunción olvidan que todo tejido presente está todavía funcionando al
100 por ciento de su potencial a menos que y hasta que la interferencia con la
transmisión ocurre. Por lo tanto, mientras que un cuerpo dañado puede
manifestar síntomas de enfermedad, no hay disfunción si la transmisión de las
fuerzas innatas no está impedida.
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Los venenos, por otro lado, pueden producir ambas disfunción y

enfermedad. La enfermedad o cambios sintomáticos ocurren como resultado del
daño tisular directo (reducción de la calidad y/o cantidad de materia). La
disfunción ocurre como resultado de interferencia química a la transmisión. Debe
recordarse que la causa de la disfunción no es la subluxación vertebral sino la
interferencia a la transmisión de los impulsos mentales. El arte y la ciencia de la
Quiropraxia trata con la localización y corrección de subluxaciones vertebrales,
y ciertamente la subluxación vertebral es común, y posiblemente la más común,
causa de interferencia nerviosa. Pero la interferencia nerviosa, y por lo tanto la
disfunción, puede ser causada por otros factores.
Un nervio seccionado por accidente o cirugía, destrucción nerviosa tisular
por un veneno, bloqueo nervioso intencional por una anestesia, y disfunción
sináptica causada por la ingestión de aspirina u otras drogas son todas posibles
causas de interferencia a la transmisión. Cada una de éstas, en virtud de la
interferencia, dará como resultado una disfunción. Quiropraxia, de todas
maneras, trata solamente con la corrección de la subluxación vertebral y no con
otras causas de disfunción.
La disfunción es incoordinación o malfunción de aquella materia que está
presente y funcionante, no falta de materia o falta de funcionabilidad de la
materia. Es verdad que 100 por ciento de salud demanda 100 por ciento de
calidad y cantidad de materia. Pero menos de 100 por ciento de calidad y
cantidad de materia no da como resultado disfunción sino meramente un cuerpo
teniendo menos con que trabajar. La causa, la única causa, de disfunción es la
interferencia a la transmisión de los impulsos mentales entre el cerebro, o
centro coordinador, y las células tisulares del cuerpo.
Posiblemente un estudio de fuerza en general e interferencia en general
llevará a una mejor comprensión de las fuerzas innatas específicas e
interferencia específica a esas fuerzas.
La única fuente de fuerza es la Inteligencia Universal. Las fuerzas
universales no están adaptadas para propósitos constructivos. Se manifiestan en
una miríada de maneras. Comida, bebida, calor, clima, electricidad y la luz solar
son ejemplos de manifestaciones de fuerza universal. Pueden ser dañinos para el
cuerpo, o, si adaptadas, beneficiosas para él. Su transmisión puede ser ya sea
directa, por radiación, o indirecta, por conducción o convección por vía de alguna
forma de materia.
Están siempre sujetas a alguna forma de interferencia. Ejemplos de tal
interferencia a las fuerzas universales son:
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• un árbol bloqueando los rayos solares, produciendo sombra.

• Un reóstato reduciendo el pasaje de electricidad.
• Una garita enterrada y protegida rompiendo un campo magnético.
Tales ejemplos pueden seguir en forma casi indefinida. Pueden ser vistos
por miles a cada minuto del día y pueden ser de origen físico o químico.
Es significativo notar que todas las fuerzas universales, mientras que son
capaces de viajar por medio de radiaciones, viajan más rápido y más
directamente por medios convectivos o conductivos.
El rayo de una tormenta que golpea una casa está meramente tomando el
modo más efectivo de transmisión. La comunicación telefónica es menos probable
que pierda intensidad que la de radiocomunicación. La electricidad viajando por
vía de un cable de cobre es más probable que llegue a su destino con una fuerza
útil que si es irradiada.
Más todavía, diferentes formas de fuerza universal, o energía, exhiben
una preferencia por diferentes tipos de materiales conductores. Debido a las
propiedades de la materia, algunos son mejor usados para conducir varios tipos
de energía que otros. El agua, por ejemplo, es un buen conductor de electricidad
pero un pobre conductor de calor.
Es también significativo notar que las fuerzas por conducción o convección
son más fácilmente interferidas que aquellas que son radiadas. Esto es debido a
la naturaleza restringida del conductor o convector. Bloquear ondas de radio es
más difícil que bloquear cables telefónicos. El ancho extendido de las ondas de
radio significa que algunas irán alrededor del bloqueo a menos que éste sea
extremadamente ancho. Un escudo de plomo para frenar rayos x debe ser mayor
que la película de rayos x o que la grilla del bucky, por la expansión del cono
siempre aumentante desde el punto de emanación. Los impulsos eléctricos cuando
son transmitidos en el aire se dispersan, al contrario cuando son transmitidos por
medio de alambres de cobre se mantienen mayormente confinados a ese medio y
no se dispersan.
En el cuerpo viviente las fuerzas innatas se ajustan a las mismas leyes que
gobiernan a todas las otras fuerzas universales. Son transmisibles por radiación
tanto como por conducción y convección.
Ellas, asimismo, están sujetas a interferencia sea por medios químicos
como por medios físicos.
Se ha demostrado que toda materia es capaz de conducir fuerza o energía.
Específicamente, la fuerza innata conocida como “impulso mental” es
transmisible por cualquier tipo de tejido corporal. El cartílago, teniendo un alto
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porcentaje de matriz inerte en proporción a su estructura celular viviente, es el

peor conductor del cuerpo, pero igualmente es un conductor. El hueso es también
un conductor bastante pobre. La sangre, el tejido muscular, y particularmente el
músculo cardíaco, que es descrito como tejido neuromuscular, están bien arriba
en la lista de conductores eficientes. El tejido nervioso, por supuesto, habiendo
sido diseñado con el propósito de conducir impulsos mentales, es el mejor
conductor de todos. Es el medio físico por el cual inteligencia y materia están
ligadas. Es también el lugar donde ocurre la interferencia a la transmisión.
Para entender cómo la interferencia a la transmisión tiene lugar, es
necesario primero entender más sobre la transmisión misma.
La investigación científica ha desarrollado varias teorías sobre la
transmisión de impulsos nerviosos. La más comúnmente aceptada es que la
transmisión es electroquímica. Cada fibra nerviosa tiene en su capa más externa
una membrana semipermeable que está cargada positivamente en su superficie
externa y negativamente en su superficie interna. La permeabilidad, de todas
maneras, es selectiva. Es decir, los iones positivos pueden pasar a través de ésta
membrana mientras los iones negativos se quedan del otro lado. Esto resulta en
un estado polarizado, o diferencia de potencial eléctrico entre los dos lados de la
membrana (doble capa de Helmholtz). Cuando el nervio es estimulado hay, de
acuerdo con ésta teoría, un cambio físico y químico que da como resultado un
aumento de permeabilidad en la membrana. Esto permite que un flujo de iones
negativos pase de afuera de la membrana hacia adentro donde se combinan con
sus contrapartes cargadas positivamente y crean un estado de neutralidad
eléctrica. Ese estado neutro o despolarizado irrita/estimula los segmentos
adyacentes a la membrana que a su turno incrementan su permeabilidad. Así una
onda de irritabilidad/estimulación pasa unidireccionalmente a lo largo del nervio,
con la sinapsis actuando para asegurar monopolaridad, llevando la onda impulsora
hasta su último destino.
En seguida de que la despolarización ha tenido lugar, fuerzas constructivas
son puestas a trabajar para restaurar la membrana a su estado original de
manera de estar preparada para transmitir el siguiente impulso a medida que y
cuando sea necesario.
En el caso de una subluxación vertebral, ocurre interferencia nerviosa.
Este hecho es demostrable por medio del electroencefaloneuromentimpógrafo,
aunque la verdadera dinámica de la interferencia debe permanecer teórica hasta
que el fenómeno de transmisión sea completamente comprendido.
Si la teoría de la despolarización de la membrana es correcta, entonces
una simple explicación de la interferencia podría ser la siguiente.
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La subluxación vertebral, siendo un pequeño esguince local, produce

inflamación como lo hace cualquier lesión. Hinchazón o edema local es una parte
característica de la inflamación. El edema es un exceso de líquido extracelular,
que necesariamente cambia la permeabilidad de la membrana. La excesiva
permeabilidad permite un intercambio inoportuno de iones de sodio y potasio, por
lo tanto despolarizando la membrana y transformándola en incapaz o menos capaz
de funcionar normalmente dependiendo del grado de daño hecho.
Debe también notarse que la despolarización incorrecta por una
subluxación vertebral tiene el mismo potencial electroquímico que tiene una
despolarización por un funcionamiento normal. También puede liberar energía
que afecta el punto adyacente en la fibra, causando en consecuencia la
conducción de un impulso incorrecto.
La anterior no es de ninguna manera la única teoría aceptable de la
fisiología de la subluxación vertebral. Ciertamente, el efecto de la lesión sobre la
producción hormonal del nervio no puede ser ignorado. Ni tampoco puede serlo el
factor compresión que debe ocurrir cuando los tejidos corporales en un espacio
osteológicamente confinado son comprimidos por la reducción de la luz del
agujero óseo.
La interferencia a la transmisión de los impulsos mentales puede ocurrir a
nivel de la raíz nerviosa, en donde pasa a través del agujero intervertebral, o a
nivel de la médula espinal misma. Este último tipo de interferencia, producida
directa o indirectamente por la subluxación vertebral, tiene mucho más potencial
de lesión que la primera. Mientras que la lesión a nivel de la raíz nerviosa puede
afectar directamente sólo al limitado número de fibras nerviosas de esa raíz, la
lesión a nivel de la médula puede afectar a cualquiera de los billones de fibras
que conforman la médula. Esto no significa, de todas maneras, que el daño a la
raíz nerviosa es algo relativamente sin importancia. Por el contrario, desde que
cada célula del cuerpo es dependiente de la eficiente función de todas las demás,
privar a una de su apropiado suministro nervioso es dañar a todas juntas. En
todos los casos, "interferencia nerviosa" debe ser interpretado como "alteración
del impulso nervioso", no como un déficit. Claro está, más daño puede resultar de
un exceso de fuerza que de un déficit.
Además de eso debe recordarse que la interferencia puede ocurrir tanto
en el lado aferente como en el eferente del ciclo del alfiler de gancho. Si el
cerebro es privado en cualquier momento del conocimiento de las circunstancias
de cualquiera de las partes del cuerpo, no puede actuar inteligentemente para
efectuar cambios adaptativos.
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Para una perfecta función el vínculo entre inteligencia y materia y entre

materia e inteligencia debe estar 100 por ciento intacto. Si un impulso llega una
parte de segundo más tarde que en su momento adecuado, es un impulso
inadecuado para ese momento. Por lo tanto, si una subluxación vertebral no frena
completamente el pasaje de un impulso dado sino meramente lo enlentece, o para
esa materia, lo acelera, no puede fallar en producir malfuncionamiento o
disfunción.
Es ésta transmisión de fuerza la que es el primer, y de hecho el único,
interés de la Quiropraxia.
El interés de la práctica Médica es la materia. La de la Ciencia Cristiana y
la Ontología, por nombrar sólo dos, se interesan en la inteligencia. La Quiropraxia
se interesa con el vínculo o comunicación entre las dos. Es para enfatizar esto
que BJ hizo su famoso juego de vocablos:
Christian Science - always mind-never matter.

Medical Science - always matter-never mind.
Nota del traductor: juego de palabras intraducible adecuadamente al castellano.

Puede significar: "Ciencia Cristiana - siempre mente-nunca materia. Ciencia
Médica - siempre materia -nunca mente". O también: "Ciencia Cristiana -
siempre cuidando-no importa. Ciencia Médica - siempre materia-nunca cuidando”.
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SALUD
La salud es una totalidad, o 100 por ciento de expresión de la inteligencia a

través de la materia. Cuando la Tríada de la Vida es perfecta, la salud es
perfecta. Cuando la inteligencia, que siempre está 100 por ciento, no puede
expresarse 100 por ciento, es porque la fuerza, el vínculo, está interferida o es
incapaz de ser transmitida apropiadamente. Puede también afirmarse que la salud
es armonía: el máximo estado de organización en la cual cada célula está
funcionando armoniosamente para cumplir con su propósito para beneficio del
organismo entero. Es un estado de orden supremo.
La disfunción es nada más ni nada menos que la falta de organización u
orden. Por lo tanto, el mal funcionamiento es disfunción. No existe tal cosa como
un desorden estomacal o un desorden sanguíneo porque el estómago y la sangre
tienen sólo un propósito: el ser total. El ser total está en armonía ordenada,
organizada o en disfunción.
Disfunción, disarmonía o desorden son todos uno y la misma cosa. No son
más que la manifestación funcional de un hecho único. La Tríada de la Vida ha
sido violada. La inteligencia es incapaz de expresarse 100 por ciento a través de
la materia porque el vínculo entre ellas, la fuerza vital, ha sido interrumpido. A
menos que y hasta que la Tríada de la Vida sea restaurada a su natural
perfección, la vida estará, necesariamente, disminuida. Este es el principio de la
Quiropraxia.
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EL TERCER PARADIGMA
Cuando leo los escritos científicos de otros quiropractores, a veces me doy

cuenta de la tendencia de algunos autores a complicar tanto las ideas con jerga
técnica y pensamientos enroscados que el punto principal del artículo se oscurece
o pierde. Esto no es crítica, sino una realidad que los autores son quiropractores
primero, científicos o filósofos segundo y escritores solamente en tercer lugar.
Indudablemente tienen gran pericia como quiropractores y científicos, pero a
menudo no mucha capacidad para reducir sus ideas a una escritura simple que sea
fácilmente comprensible por aquellos que no están dedicados al tema en cuestión
como lo está obviamente el autor.
Para capturar el interés del lector ocasional y por consiguiente motivar a
una investigación posterior, presumiblemente las metas del autor, se requiere
simplicidad. El quiropractor promedio no tiene necesariamente un ávido interés
en teorías e ideas nuevas. Así que el primer trabajo del autor es despertar
interés. Una simple, sencilla presentación de ideas es probable que produzca
comprensión, lo que por sí solo puede causar interés y resultar en investigación
posterior de parte del lector.
Por lo tanto, siguiendo mi propio consejo, ofrezco una simplificación de mis
propias teorías quiroprácticas para su consideración. Cuando me enfrento con un
problema de lógica o ética, mi metodología está bien expresada por la frase
latina “reductio ad absurdum”. Traducida literalmente significa “reducción al
absurdo”. Quite todo pensamiento y verborrea innecesarios y reduzca una idea a
su más simple expresión posible. Cuando todo el camuflaje y confusión es
eliminado de esa manera y la idea se encuentra sola y despejada, sus fortalezas y
debilidades se vuelven claramente obvias. Cuando no se pierde claridad por
verborrea vaga y frases recargadas las ideas aparecen desnudas para ser
juzgadas solamente por sus méritos.
Así la emoción y prejuicios pre-existentes no tienen lugar para esconderse
y las ideas se mantienen o caen por sus propios valores o por la falta de los
mismos. La simplicidad permite claridad de pensamiento y hace difícil andar con
rodeos.
Aquí, entonces, está la cuestión número uno de la quiropraxia tal como la
veo reducida a su forma más simple:
Hay tres posibles paradigmas del pensamiento quiropráctico. Cada
quiropractor debe elegir uno de los tres por el cual conducirse o de lo contrario
vivir en un mundo borroso de medias verdades, un mundo en el cual negarse a
enfrentar los hechos da como resultado no solamente una incapacidad para
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hablar sobre quiropraxia con claridad, sino también una incapacidad para
practicarla con un propósito claro.
El paradigma N° 1 sostiene que la quiropraxia cura todas las enfermedades.
Este paradigma está alineado con un anuncio que publicaron B. J. y D. D. Palmer
en el Davenport Times en 1902, que proclamaba: “Usted no tiene derecho a estar
enfermo cuando la quiropraxia cura toda enfermedad”. Los que practican en este
paradigma, aunque en realidad son pocos y separados, se conducirían por lemas
tales como: “El poder que creó al cuerpo cura al cuerpo”. Descuidan mencionar,
sin embargo, que mientras que es verdad que el único poder que cura al cuerpo es
el poder que lo creó, algunas veces esto no es suficiente. Algunas personas están
más allá de la cura. La pretensión de que toda persona enferma se cura cuando es
ajustada correctamente nos lleva sencillamente al ridículo ante gente inteligente.
Otros lema similar afirma que “la quiropraxia cura a la gente enferma” sin
agregar las necesarias palabras, “a veces”, que lo harían verdadero. Este último
lema, a propósito, aún si fuera cierto, ofrecería el cuidado quiropráctico
solamente a gente enferma y se lo negaría a aquellos que todavía no están
enfermos con síntomas clínicos o de laboratorio.
Un segundo paradigma de pensamiento y práctica quiropráctica sostiene
que solamente algunas personas enfermas se mejoran o se curan totalmente
cuando sus subluxaciones vertebrales son corregidas. Otras, debido a la
naturaleza de su enfermedad o de su estado avanzado, requieren intervención
médica o terapia accesoria sea por el quiropractor o por la derivación a algún
otro profesional.
Para los irreflexivos, este paradigma de tratar algunos y derivar otros
suena lógico y dedicado, y es el que más probablemente nos haga ganar el respeto
y comprarnos la aceptación de la comunidad de los prestadores de salud. Este
paradigma representa el pensamiento de la vasta mayoría de los quiropractores.
Aunque hay extendido desacuerdo entre los quiropractores acerca de cuáles
pacientes deberían ser tratados por el quiropractor y cuáles derivados, y qué
tratamientos deberían o no ser administrados en el consultorio quiropráctico,
esta categoría representa a todos salvo un pequeño puñado de quiropractores. De
hecho, el segundo paradigma es cordialmente aceptado y suscripto por las dos
más grandes asociaciones nacionales.
Dado que ambas organizaciones están de acuerdo en ésta cuestión mayor,
uno se pregunta por qué tenemos dos grandes organizaciones separadas. Si
ambas están de acuerdo en tratar algunas enfermedades y derivar otras, ¿sobre
qué discrepan?
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Hay, por supuesto, un pequeño problema que se presenta al decidir qué

clase de pacientes y qué clase de enfermedades tratar y qué clase derivar. Todas
las decisiones sobre tratamiento o derivación dependen del diagnóstico.
El diagnóstico es una gran zona de debilidad en la práctica de este
paradigma. El diagnóstico es, por supuesto, el mayor desafío y la zona de mayor
riesgo de cometer equivocaciones dentro de la profesión médica. Sin embargo,
los quiropractores, que reciben mucho menos entrenamiento diagnóstico que los
médicos, piensan que son competentes para diagnosticar con propósitos de
derivación. ¿Cómo es posible esto cuando:
• por ley, tienen prohibido usar todo método diagnóstico que invada el
cuerpo química o quirúrgicamente?
• en la mayoría de los casos aprenden diagnóstico de libros de texto sin
haber visto nunca casos de enfermedades que se proponen identificar?
• frecuentemente aprenden diagnóstico de otros quiropractores que
también han aprendido solamente de libros de texto y nunca han visto
casos de enfermedades?
• con frecuencia no podrían aprobar exámenes administrativos nacionales en
diagnóstico sin un curso intensivo previo al examen?
Algunos dicen que practicar sin diagnóstico sería peligroso. Yo sugiero que
nada es más peligroso que un diagnóstico incompetente. Cada año cientos de miles
de personas enfermas visitan quiropractores del segundo paradigma. La gente
que ve a quiropractores se queja de una variedad de problemas, los cuales
podrían ser manifestación de una subluxación vertebral, o podrían ser fácilmente
síntomas de alguna otra cosa. Podría ser algo que el quiropractor trate o podría
ser una manifestación de una enfermedad que amenaza su vida. En lugar de
practicar quiropraxia, el quiropractor del paradigma N° 2 hace un examen de
diagnóstico médico seguido de un informe médico en la cual el quiropractor
proclama haber identificado la causa del problema.
Y con comentarios tan alegres y peligrosos como, “nosotros no tratamos el
síntoma, nosotros corregimos la causa”, el quiropractor procede a ofrecer
tratamiento, que retrasa cuidado médico para lo que podría ser una emergencia
médica vital.
¿Era realmente la causa de aquel dolor de espalda una subluxación
vertebral, o se trata quizás de una manifestación de un cáncer prostático,
cálculos renales, o una angina referida por un inminente ataque cardíaco? ¿Es
aquella cefalea causada por una subluxación o hay un aneurisma en el Polígono de
Willis, o un tumor cerebral causando el síntoma? ¿Cuán bueno es el diagnóstico
del quiropractor?
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Otro punto a considerar. Mientras que miles de personas van al

quiropractor todos los días, millones permanecen subluxadas porque no tienen
síntomas y crían niños subluxados porque no tienen síntomas. Por 104 años hemos
expuesto a la gente a la limitada comprensión de la quiropraxia que resulta del
paradigma N° 2. El tratamiento de algunas enfermedades por ajustes y la
derivación de otras basados en nuestro conocimiento diagnóstico no es
quiropraxia para nada, es la práctica de medicina manipulativa, y es aún más
peligrosa que el paradigma N° 1.
El paradigma N° 1 es obviamente estúpido, tan estúpido que nadie cree
realmente en él. Nadie en sus cabales cree que toda enfermedad es causada por
una subluxación vertebral, por lo tanto nadie sale lastimado excepto el
quiropractor que trata de hacer un medio de vida de él. El paradigma N° 2, sin
embargo, suena lógico si uno no comprende las realidades del diagnóstico. Por lo
tanto es vendible y, por consiguiente, peligroso. Si el paradigma N° 1 es estúpido,
y el paradigma N° 2 es peligroso, consideremos un tercer paradigma. Este
paradigma tiene sentido para mí. Es un paradigma que miles de quiropractores
practican con sus propias familias y sin embargo no lo ofrecen al público. Demos
una profunda mirada al paradigma N° 3.
El paradigma N° 3 no está basado ni en proclamar que cura toda
enfermedad, ni intenta prejuzgar cuál enfermedad podría curarse si las
subluxaciones vertebrales son corregidas y cuándo. De hecho, no está basado en
el tratamiento de enfermedades en absoluto. Es totalmente no terapéutico en su
intención y en su práctica.
Debido a que el previsto lector de esta tesis es bien versado en
quiropraxia y subluxación vertebral, se asume cierta presunción de conocimiento
y aceptación de la premisa, por lo tanto no se hace aquí ningún intento de explicar
o justificar la base de esa presunción o aceptación quiropráctica. La quiropraxia
sostiene que una subluxación vertebral, por su mera existencia, inhibe la
capacidad del cuerpo para expresar todo su potencial inherente. Toda
subluxación vertebral, por definición, incluye alguna alteración de función
nerviosa desde su perfección natural a alguna otra cosa.
La subluxación vertebral es, como mínimo, un cambio en la estructura
corporal, y todo científico sabe que un cambio en la estructura debe dar como
resultado inevitablemente un cambio en la función. Por lo tanto, toda subluxación
vertebral debe dar como resultado una función alterada. En resumen, si una
persona tiene una subluxación vertebral, estaría mejor sin ella.
No tiene importancia si una persona subluxada tiene una enfermedad o si
cualquier enfermedad estaría mejor tratada con medicina manipulativa o algún
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otro tratamiento. La presencia o ausencia de enfermedad es irrelevante. Todo

ser humano, enfermo o sano, recién nacido o anciano, sin tener en cuenta
nutrición, ejercicio, ocupación, sexo, raza, religión, y cualquier otro factor de
vida, está mejor sin una subluxación vertebral que con ella. ¿Por qué entonces
algunos quiropractores y asociaciones quieren limitar la quiropraxia a la
corrección de subluxaciones a algunas categorías y se la niega a otras? ¿La
persona con SIDA o cáncer terminal está mejor o peor si se la deja subluxada?
¿Debería dejarse subluxada a una criatura con una subluxación vertebral pero sin
síntomas determinables de enfermedad, hasta que aparezcan los síntomas? Los
síntomas son las últimas etapas de disfunción, no las primeras.
Para el momento que ocurran los síntomas, se pueden haber perdido años
de oportunidad para reparar. ¿Porqué no corregir las subluxaciones vertebrales
cuando ocurren, en lugar de esperar años para que los daños produzcan síntomas?
Restringir la quiropraxia a gente enferma es tan estúpido como restringir
vitamina C a gente que tiene resfrío. Además, tratar enfermedades por
manipulación es necesariamente retrasar tratamiento alternativo y por
consiguiente, posiblemente poner en peligro una vida.
El paradigma N° 3 de la práctica quiropráctica es el único que tiene
sentido. Tiene tanto sentido que miles de quiropractores lo usan en ellos mismos
y sus propias familias, pero debido a que los seguros médicos no lo pagan, no le
enseñan su valor al público en general.
Vivimos en un país que gasta billones de dólares anualmente en el
tratamiento de enfermedades, pero muy poco en salud. Se supone que nuestra
profesión quiropráctica debe liderar al mundo a una nueva y más inteligente
forma de pensar, no a continuar los errores del pasado.
El paradigma N° 3 no es sobre salud y enfermedad. Es sobre el
reconocimiento de que la subluxación vertebral causa más que simplemente la
pérdida del potencial de salud. Produce una pérdida de todo potencial humano. El
sistema nervioso es el sistema coordinador en el cual incontables billones de
células del cuerpo interactúan en armonía para expresar mente, cuerpo, espíritu,
emoción, talento artístico, velocidad, resistencia, coordinación y relaciones
familiares sólo por nombrar unos pocos. La subluxación vertebral es una causa de
desarmonía a esta cosa hermosa que llamamos vida.
Los paradigmas N° 1 y N° 2 son sobre dolores de espalda; el paradigma N°
3 es sobre la vida. Podemos elegir entre someternos a los errores del pasado, o
podemos pararnos orgullosamente en el frente y liderar el camino hacia el
abordaje con sentido común del paradigma N° 3 y al futuro.
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INDICE
Filosofía.........................................................................................................................página 1
Inteligencia Universal...............................................................................................página 4
Inteligencia Innata....................................................................................................página 7
Materia.......................................................................................................................página 12
Fuerza.........................................................................................................................página 15
Perfección de la Tríada..........................................................................................página 19
Transmisión de la Fuerza.......................................................................................página 23
Salud...........................................................................................................................página 29
El Tercer Paradigma................................................................................................página 30
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La Tríada de la Vida

Dr. Reggie Gold, DC

Incluye “El Tercer Paradigma”

Traducción: Roberto Chalukian

En el estudio de cualquier filosofía es necesario examinar no solamente los

En ésta tesis inteligencia, fuerza y materia serán examinados en

Cualquier buen diccionario ofrece alrededor de media docena o más de

de estudio, y veamos si no prueba la existencia de organización y por lo tanto la

controlado éstos roedores invadieron los distritos rurales, destruyendo miles de

Desde que el punto bajo discusión es la Tríada de la Vida, debe hacerse un

localización para la Inteligencia Innata. Siendo inmaterial, no ocupa espacio.

mejor para funcionar perfectamente. Hay un innato conocimiento de toda

La adaptación es, entonces, la expresión de la organización de la vida. Pero

representa ninguna diferencia de opinión con el pensamiento científico aceptado,

En los párrafos anteriores, dos componentes vitales del cuerpo viviente

potencial en la forma de alimento y la convierte en energía cinética por la

y utilizables por el cuerpo o destructivas e inutilizables por el cuerpo. Cuando la

el resultado intangible de procesos mentales, y deberían ser llamados

Por definición, todo en el universo, sea tangible o intangible, es el

vida y muerte. No hay término medio. Aún en enfermedades terminales la

La función de la inteligencia es crear fuerza.

Puede verse de la lista de funciones registradas arriba que la vida es una

El interés de la Quiropraxia es por aquellos casos donde la salud es menor

El artículo 122 establece:

Los venenos, por otro lado, pueden producir ambas disfunción y

• un árbol bloqueando los rayos solares, produciendo sombra.

porcentaje de matriz inerte en proporción a su estructura celular viviente, es el

La subluxación vertebral, siendo un pequeño esguince local, produce

Para una perfecta función el vínculo entre inteligencia y materia y entre

Christian Science - always mind-never matter.

Nota del traductor: juego de palabras intraducible adecuadamente al castellano.

La salud es una totalidad, o 100 por ciento de expresión de la inteligencia a

Cuando leo los escritos científicos de otros quiropractores, a veces me doy

Hay, por supuesto, un pequeño problema que se presenta al decidir qué

Otro punto a considerar. Mientras que miles de personas van al

otro tratamiento. La presencia o ausencia de enfermedad es irrelevante. Todo

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