Teologia Propia
Teologia Propia
Teologia Propia
TEOLOGIA PROPIA
TEOLOGÍA PROPIA
(La Doctrina acerca Dios)
INTRODUCCIÓN
Conceptos y Definiciones
Clasificación de la Teología
1) Cronológicamente:
Teología Patrística
Teología Medieval
Teología de la Reforma
Teología Moderna.
Teología Petrina
Teología Juanina
Teología Paulina
Teología Agustina
Teología Luterana
Teología Calvinista
Teología Arminiana
Teología Bartiana, etc.
3) Conceptualista:
d) La Iluminación Espiritual.
de lo dones del Espíritu Santo deben estar en total apego a las Sagradas
Escrituras, pues ambas cosas, son de Dios y cumplen el propósito de auto
revelación.
e) Se requiere un trabajo de FE, arduo y paciente.
LA EXISTENCIA DE DIOS1
1. Dios existe.
2. Él se ha revelado en Su divina Palabra.
Estas son las bases con las que debería estudiarse la Teología Sistemática,
partiendo de Dios mismo. Pero a principios del anterior siglo se procuró
asegurar el carácter científico de la teología por la introducción de un nuevo
método que dejaba al margen a Dios, desacreditando la fe en la Escritura, y
tomando la conciencia religiosa del hombre como fuente de la teología.
definidas. La suposición es, no simplemente que hay algo, alguna idea o ideal,
alguna potencia o tendencia determinada a la cual se debe dar el nombre de
Dios, existente por sí, conciente por sí, sino que hay un Ser personal, del que
se originan todas las cosas, que transciende toda la creación, a la vez que es
inmanente3 a cada parte de ella.
3
Inherente, inseparable
niegan que hayan verdaderos ateos. Pero ésta afirmación esta contradicha por
los hechos.
Se acostumbra distinguir dos clases de ateos: los prácticos y los teóricos. Los
primeros son, sencillamente, gentes sin Dios, que en la vida práctica no
reconocen a Dios, y que viven como si no hubiera Dios. Los otros son, por
regla general, de una clase más intelectual y basan su negociación en el
desarrollo de un razonamiento. El ateísmo resulta, en último análisis, del
estado de perversión moral del hombre, y de su deseo de esconderse de Dios.
Acerca del ateo práctico, la misma Biblia nos da mención de ellos (Sal.10:4b;
Ef.2:12) quienes parece que sienten un júbilo secreto en ostentar su ateísmo
cuando van viento en popa, pero caen de rodillas cuando repentinamente ven
su vida en peligro. Los ateos teóricos son de otro tipo. Mediante una
argumentación racional tratan de demostrar que no hay Dios. El Profesor
Flint4 distingue tres tipos de ateos teóricos:
a) Los ateos dogmáticos, que de plano niegan que exista en Ser divino;
b) Los ateos escépticos, que dudan de la capacidad de la mente humana
para determinar si hay o no hay Dios; y
c) Los ateos capciosos, que sostienen que no hay pruebas válidas de la
existencia de Dios.
En las tres formas, aunque sea en su fase más elemental, quienes sostienen
esta forma de pensamiento, sostienen “doctoralmente” que la creencia en la
existencia de Dios es meramente una ilusión. Empero, dentro de ésta
clasificación, el verdadero ateo es el ateo dogmático, el que afirma
categóricamente que no hay Dios. Esta afirmación significará una de dos
cosas: Que no reconoce a Dios de ninguna clase, ni se levanta ídolo alguno a
sí mismo, ó que no reconoce al Dios de la Biblia. Existen en realidad, si es que
los hay, muy pocos ateos que no se formen, en la práctica, alguna clase de
Dios para ellos mismos.
Hay en boga varios conceptos de Dios, los cuales contienen una negación de la
concepción teísta de Dios. Presentaremos tres conceptos base para éstas
teorías sobre las cuales luego desarrollaremos este tipo de posturas.
4
“Teorías Anti Teológicas”, pág 4ss.
El Ateísmo
El Teísmo
El Agnosticismo
5
Adoración preferente de un Dios, sin dejar por ello de creer en los demás dioses.
El agnosticismo niega la habilidad del hombre para conocer si hay Dios o no.
Además, si hay un Dios, el hombre no puede saber con seguridad que está
Dios interesado en el.
La Evolución
Esta teoría tiene sus bases en la publicación del libro “El Origen de las
Especies” de Charles Darwin, según la cual el hombre es el resultado de un
proceso evolutivo que tuvo principio hace millones de anos, fruto de la
casualidad y el desorden. A través de los anos, las células que vivían en el mar
se juntaron para hacer los animales marinos de los cuales emergieron los
terrestres y los aéreos. Finalmente, dentro la cadena evolutiva, del mono se
originaron los primeros hombres.
Esta teoría dio paso posteriormente a la explicación del origen del universo a
partir de un solo átomo – preexistente – que hizo explosión (el Bing-Bang) y del
que se originaron todos los planetas. Los defensores de estos postulados
niegan rotundamente la idea de un Dios todopoderoso.
El Materialismo
Postura completamente ateísta, postula que todos los fenómenos que existen
en la naturaleza, en los procesos sociales y en el medio que nos rodea, se
pueden explicar a través de ellos mismos y por ende no existe nada
sobrenatural que los haga funcionar y les hubiera podido dar una creación
inicial.
El Politeísmo
El politeísmo cree que hay muchos dioses (el hinduismo, por ejemplo, tiene
miles de dioses), ninguno de los cuales es “personal”, de modo que es
imposible tener relación personal con Dios. Ya que exalta a muchos dioses,
ninguno de los cuales corresponde a la idea del Dios cristiano.
El Deísmo
El Panteísmo
El panteísmo, que incluye el movimiento de la nueva era, cree que Dios está
en todo (en los seres humanos, en los animales, en la vegetación), o que todo
está en Dios (monismo), en lugar de ser un Dios único, soberano trascendente.
El Monismo
El Dualismo
El Humanismo
Podemos decir sin lugar a equivocarnos que con Caín nace el humanismo,
corriente filosófica muy de moda en nuestros días, que enfoca toda su
atención en el hombre y deja a un lado a Dios. El humanismo promueve el
desarrollo de la civilización a partir del hombre y para el hombre. La mejor
ilustración de esta corriente filosófica se la encuentra en el relato del Génesis,
capitulo 4, cuando Caín decide estar “sin Dios” y funda una civilización que
prospera en todas las áreas de la ciencia, las artes, las letras y la arquitectura.
Pero esto es sin Dios, dando la idea equivocada al hombre que puede
prosperar sin Dios, sin necesitar a nadie y sin rendirles cuentas a nadie mas
que a si mismo.
El Naturalismo
6
“La Vision Transformadora”, Grand Rapids, USA
El Argumento Ontológico
El argumento Cosmológico
Todo lo que existe en el mundo debe de tener una causa adecuada, y siendo
así, también el universo la debe tener, es decir, una causa indefinidamente
grande. El universo material se presenta como un sistema reciproco, de lo cual
depende su unidad compuesta en varias partes. Luego pues, debe haber un
Agente único que equilibra la reciprocidad de las diversas partes, o que
constituye la razón dinámica de su existencia. Al igual que el argumento
anterior, esto todavía no prueba enfáticamente la existencia de Dios.
El Argumento Teleológico
El Argumento Moral
Para exponer este argumento, Kant partió del imperativo categórico y de allí
dedujo la existencia de alguien como Legislador y Juez tiene absoluto derecho
de gobierno sobre el hombre. Parte del razonamiento se basa en la disparidad
que frecuentemente se observa entre la conducta moral de los hombres y la
prosperidad que gozan en la presente vida, y sienten que tal desequilibrio
demanda un ajuste en el futuro, lo cual, a la vez requiere, que haya un Arbitro
Justo. Aunque este argumento señala la existencia de un ser santo y justo, no
obliga a la creencia de Dios, el Creador, de infinitas perfecciones.
Cada uno de estos argumento tiene su propia valía, pero ninguno es suficiente
para probar la existencia de Dios, pues este conocimiento solo deriva de la fe
del creyente que reconoce la existencia de un Ser todopoderoso e infinito. Es
por fe, entonces, que aceptamos la existencia de Dios.
La iglesia cristiana confiesa, por una parte, que Dios es Incomprensible, y por
la otra que puede ser conocido, y que conocerlo es un requisito absoluto para
ser salvo (Job 11:7; Is.40:18). La declaración de Jesús es enfática: “Y esta es la
vida eterna: Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo a
quien has enviado” (Juan 17:3). Pero al mismo tiempo tiene presente otra
declaración: “El Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para
conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo”
(1 Jn.5:20). Las dos ideas reflejadas en estos pasajes se mantuvieron siempre,
una al lado de la otra en la iglesia cristiana.
En la historia de la iglesia, fueron muchos los que fijaron una posición distinta
a esta presunción que es inseparable del cristiano (los arrianos sostenían que
no hay nada en Dios que no podamos conocer, por ejemplo). Inclusive Lutero
hablaba de un Dios escondido para distinguirlo de un Dios revelado, llegando
incluso a afirmar que dentro del Dios revelado hay algo escondido que no es
posible develar por medio de la revelación especial. Calvino consideraba que
para el hombre es imposible investigar las profundidades del Ser de Dios. “Su
esencia”, dice, “es incomprensible de tal manera que su divinidad escapa
completamente a los sentidos humanos”. Los reformadores no negaban que el
hombre puede saber algo de la naturaleza de Dios por medio de la creación,
pero el verdadero conocimiento solo se puede adquirir a través de la revelación
especial, bajo la influencia del Espíritu Santo.
La teología Reformada afirma que Dios puede ser conocido, pero que es
imposible que el hombre alcance un conocimiento exhaustivo y perfecto de
Dios en todo sentido. Alcanzar tal conocimiento equivaldría a comprender a
Dios y esto ya queda fuera de nuestro asunto. Además, el hombre en el
sentido propio de lo que es definir, no puede dar de Dios una definición, sino
tan solo una descripción parcial. Una definición lógica es imposible porque
Dios no puede ser clasificado bajo una categoría superior. Al mismo tiempo, la
teología Reformada afirma que el hombre puede obtener un conocimiento
perfectamente adecuado acerca de Dios, para la realización del propósito
divino en la vida del hombre, mediante la revelación especial, y la adquirirá
solamente quien acepte esa revelación con la fe de un niño. La religión
necesariamente presupone tal conocimiento.
En esta posición, los primeros en alinearse fueron los agnósticos, luego los
positivistas y hoy en día, los humanistas. Dentro estas formas, podemos ver
tres argumentos importantes en los cuales basan sus suposiciones:
3. Todas las afirmaciones que se hacen de Dios son negativas y por tanto
no proporcionan un verdadero conocimiento. Aceptando que el Absoluto y
el Infinito de Dios solo pueden concebirse como negación de lo
concebible, entonces implica que no habría forma de aceptar en forma
alguna. Empero, la aseidad de Dios incluye ideas positivas como el
amor, la espiritualidad y la santidad.
Es común, entre los estudiosos, tratar acerca del Ser de Dios antes de
introducirse al estudio de los atributos de Dios en sí, aunque otros prefieren
considerar estos dos temas unidos intrínsecamente. Esto no es indicativo de
que exista entre ellos un conflicto, sino mas bien que coinciden en que los
atributos no son meros nombres que no corresponden a realidad alguna, ni
partes separadas de un Dios compuesto, sino esencialmente cualidades en las
que el Ser de Dios se revela y mediante las cuales puede ser identificado. La
única diferencia podría ser que unos tratan mas que otros de distinguir entre
el Ser de Dios y sus atributos.
El Ser de Dios
Es del todo evidente que el Ser de Dios no admite definición alguna. Para
definir a Dios lógicamente, tendríamos que comenzar por buscar un elevado
concepto bajo el cual Dios pudiera coordinarse con otros conceptos y luego
señalar las características que fueran únicamente aplicables a Dios.
Semejante definición genético-sintética no puede darse de Dios puesto que
Dios no es una de las tantas especies de dioses que pueda reducirse a un
simple género. Lo que resulta mas posible es una descripción analítico-
descriptiva. Tal definición consiste en enumerar las características de una
persona o cosa; pero deja sin explicar la esencia misma del Ser.
lenguaje que se usa es tan fuerte que parece no admitir ningún grado de
conocimiento del Ser de Dios. Los escolásticos hablaban de tres preguntas
básicas en las cuales resumían sus especulaciones. De ellas la principal es
¿Qué es Dios? Para contestar convenientemente esta pregunta tendríamos que
ser capaces de comprender a Dios y de poder dar una explicación de su Ser
Divino, y esto es completamente imposible. Lo finito no puede comprender a lo
infinito. Pero hasta donde Dios se revela en sus atributos, podemos también
conocer algo de su Ser Divino. W. T. Conner lo expresa mejor en su obra
“Doctrina Cristiana”7:
7
W. T. Conner; “Doctrina Cristiana”, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas, USA, 1990
Nuestra personalidad es, o por lo menos debiera serlo, algo que está en
desarrollo. La personalidad de Dios es eternamente completa. Él se conoce
perfectamente a sí mismo en relación con todas las cosas que existen; es
totalmente un ser con determinación propia, para lo que Él es y para lo que
hace; fuera de sí mismo, Él no depende de nada; su conciencia moral es
perfecta, ya que su propio carácter moral es el fundamento de la distinción
entre el bien y el mal y el fundamento de toda obligación moral en Él y en
otros. Pero, ¿qué razones tenemos para creer en la personalidad de Dios?:
Dios es Espíritu
Ésta afirmación nos dice que la esencia del ser de Dios es espíritu antes que
materia. No hay elemento material en Su ser. No depende de la materia y no
Si debemos dar razones para sostener ésta afirmación, por todas partes la
Biblia enseña que Dios es un ser espiritual. La más clara expresión es la de
Jesús: “Dios es Espíritu” (Juan 4:24). Probablemente esto no debiera
traducirse Dios es un espíritu, o sea, un ser espiritual individual, sino mas
bien Dios es espíritu, o sea, que el espíritu forma la esencia de su ser. En el
griego no hay artículo por lo que podría traducirse de ambas maneras.
Nuestra comunión con Dios también nos lleva a creer que Dios es un ser
espiritual. No podemos ver a Dios ni alcanzarlo por medio de ninguna otra
forma de percepción sensorial. Pero podemos tener comunión con Dios por
medio de la fe.
Existen dos dificultades dentro el concepto. Una es que la Biblia nos habla de
las manos, los ojos, la boca de Dios. Debemos entender, desde luego, que
estas expresiones están adaptadas al humano entendimiento. Dios no podía
revelarse a nosotros en otros términos que no fueran humanos. La otra
dificultad es sólo otra fase de esto mismo. Es la dificultad de concebir a Dios
sin referencia alguna a los conceptos de forma y de materia. Esta dificultad se
resuelve en Cristo. Ningún hombre ha visto jamás a Dios; el unigénito Hijo que
está en el seno del Padre, Él le declaró (Juan 1:18). Jesús ha hecho a Dios
tangible y real al pensamiento y a la experiencia de los hombres (Col. 1:15;
Heb. 1:3). La historia de la idolatría es un testimonio de la necesidad que el
hombre tiene de una revelación tangible del Dios invisible.
De la simplicidad de Dios se sigue que El y sus atributos son uno solo. Los
atributos no pueden ser considerados como otras tantas partes que entran en
la composición de Dios, porque Dios no esta compuesto de varias partes como
los hombres. Puesto que jamás podría añadirse algo al Ser de Dios, siendo que
es eternamente perfecto, se acostumbra a decir en teología que los atributos
de Dios son Dios mismo según se nos ha revelado.
8
Shedd, “Teología Dogmática”, tomo I
Cuando la Biblia habla del nombre de Dios en singular (Ex. 20:7; Sal. 8:1) no
hace ninguna referencia a su esencia, sino que es un uso genérico de la
palabra. Este nombre general está subdividido en muchos nombres especiales,
los cuales son expresiones de su multifacético ser.
Dios revela aspectos de su ser esencial en sus nombres, sin que estos sean
absolutos sino complementarios. Bajo el título de “Los nombres de Dios” se
llegan a considerar, sus atributos y designaciones personales (Padre, Hijo y
Espíritu Santo).
´EL, ´ELOHIM y ´ELYON, EL OLAM. Derivado del arameo ´ul con el sentido de
ser primero, ser señor, fuerte y poderoso. El nombre Élohim (plural) es ´Eloah
(en singular) y probablemente se deriva de la misma raíz, o de ´alah, que
significa ser herido de temor.
El Nombre ´Elyon se deriva de ´alah, que significa subir, ser elevado, y designa
a Dios como el Alto, el Glorioso. Gn. 14: 19, 20; Núm. 24: 16; Is. 14: 14. En
forma extraordinaria, estos nombres se llegaron a usar para ídolos (Sal. 95: 3;
96: 5); para los hombres (Gn. 33: 10; Ex. 7: 1); y para los gobernantes (Jue. 5:
8; Ex. 21: 6; 8:-10; Sal. 82: 1).
La tercera forma del nombre es El Olam, y significa el Dios eterno Gn. 21: 33.
Con este nombre se llama la atención al hecho de que Dios es Supremo y
Exaltado, el Dios trascendente, fuerte, poderoso que debe ser temido, nos
habla de su naturaleza exaltada como el Altísimo, objeto de nuestra reverencia
y adoración.
‘Adonai.
Todos los nombres hasta aquí mencionados, describen a Dios como el Alto y
Sublime, el Dios trascendente. Los nombres que siguen indican el hecho de
que este ser sublime condesciende a entrar en relaciones con sus criaturas.
Shaddai y ‘El-Shaddai
Los judíos tenían un temor supersticioso de usarlo, ya que leían en Lv. 24:26,
“y el que pronunciare el nombre de YAHWEH, irremisiblemente ha de morir”, por
lo tanto, cuando leían las Sagradas Escrituras, sustituían éste nombre por
ADONAI y/o ELOHIM; y los masoretas (grupo de eruditos judíos), aunque
dejaban intactas las consonantes, le asignaban las vocales de esos nombres y
más frecuentemente las de Adonai9. La verdadera derivación del nombre, su
pronunciación y significado, aún son un misterio.
El Pentateuco conecta el nombre con la palabra hebrea hayah que significa ser
(Ex. 3:13, 14). La fuerza de este pasaje nos permite creer que el nombre, con
toda probabilidad se deriva de una forma arcaica de aquel verbo, es decir
Hawah. Hasta donde tiene que ver con la forma, puede considerarse como la
tercera persona del imperfecto qal o hiphil. Sin embargo la semejanza es mayor
con la primera.
El significado está explicado en Ex. 3:14, donde se interpreta “Yo Soy” ó “Yo
Soy el que Soy”, y también “Yo seré el que seré”, esta última interpretación
apunta a la inmutabilidad de Dios: no a la inmutabilidad de su ser esencial,
sino a la inmutabilidad de su relación con su creación (Ex 15: 3; Sal. 83: 19;
Os. 12: 6; Is. 42: 8). El nombre Yahveh se corrobora frecuentemente con la
adición de Tsebhaoth, el cual ha sido interpretado de tres formas:
9
(Jehová, nombre personal de Dios en el A.T., en el hebreo primitivo carecía de vocales escritas, las
consonantes del nombre divino son YHVH. Por respeto, dejó de pronunciarse, y en su lugar se leía
Adonai, (El Señor). Para recordar esto al lector de las Escrituras, los rabinos pusieron las vocales e, o, a,
solo como contraseña, cuando inventaron un sistema de vocales escritas para el hebreo. En los círculos
cristianos empezó a leerse desde fines de la edad media con esas vocales, y así resultó la forma latinizada
“Jehová”. Los estudiosos filólogos, lingüistas, paleógrafos y otros, tienen consenso en cuanto a que la
pronunciación original debe de haber sido Yahveh. Su significado se asocia con la idea de ser o
existencia.
Theos
Kurios
Pater
El término “propiedades” sirve más que “atributos” (ya que la palabra parece
tener el sentido de añadir algo) cuando nos referimos a señalar algo que es
propio de Dios. Este término manifiesta la distinción entre la esencia o
naturaleza de Dios y aquello que le pertenece, aunque se vería mejor hablar de
las “perfecciones” o “virtudes” de Dios, pese a que no es muy ético en el
sentido puro, pero no estaría mal usarlo, pero sosteniendo ésta base:
b) Evitando las sugerencias de que algo sea añadido al Ser Divino (sus
virtudes no son añadiduras a su Ser, sino que su Ser es la plenitud de
sus virtudes).
c) Podemos saber hasta cierto punto lo que las cosas y las personas son,
sobrepasando nuestras inmediatas percepciones mediante la observación
de lo que esas cosas o personas hacen.
Ha sido muy común en la teología hablar de Dios como del Ser Absoluto. Al
mismo tiempo, resulta que el término “absoluto” es más característico de la
filosofía que de la teología. La respuesta a la pregunta sobre si el Absoluto de
la filosofía puede identificarse con el Dios de la teología, depende del concepto
que uno tenga del Absoluto. Cuando el Absoluto se lo define como la Primera
causa de todas las cosas existentes, o cómo la última base de toda realidad, o
como el ser que existe por sí mismo, éste si puede ser considerado como
idéntico con el Dios de la teología.
La aseidad de Dios significa que “Dios existe por sí mismo”.La Biblia nos
enseña que Dios es distinto, libre, de una existencia independiente. Él existe
antes de todas las cosas y todas las cosas exiten por él (Sal. 90:2; 1 Cor. 8:6;
Ap. 4:11). En el sentido más absoluto, él es Señor de toda la tierra (Ex. 23:17;
Dt. 10:17; Jos. 3:13). Él no depende de nada, todo depende de Él (Rom.
11:36). El mata y da vida, forma la luz y crea las tinieblas (Dt. 32:39; Is. 45.5-
7; 54.16). Él hace conforme su propia voluntad con los habitantes de los cielos
y de la tierra (Dn. 4:35), de forma que la gente es en sus manos como el barro
en manos del alfarero (Is. 64:8; Jr. 18:1; Ro. 9:21). Su consejo, su buena
voluntad, es la base final para todo lo que ocurre (Sal. 33:11; Prov. 19:21; 1s.
46:10; Mt. 11:26; Hch. 2:23; 4:28. Ef. 1:5, 9, 11).
Él hace todo por causa de su nombre y para su gloria (Dt. 32:27, Jos. 7:9; 1
Sam. 12:22; Sal. 25:11; 31:3; 79:9; 106:8; 109:21; 143:11; Prov. 16:4; 1s.
48:9; Jr. 14:7,21; Ez. 20:9, 14, 22, 44). Él no necesita nada y es todo
suficiente (Job 22:2,2; Sal. 50:18ss; Hch. 17:25). El tiene vida en sí mismo
(Jn. 5:26). Él es absolutamente independiente, no sólo en su existencia, sino
consecuentemente también en sus virtudes y perfecciones, en sus decretos y
obras. Él es independiente en su consejo (Ro. 11:34, 35); en su voluntad (Dn.
4:35); en su amor (Os. 14:5); en su poder (Sal. 115:3), etc.
b. La Inmutabilidad de Dios
Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, la Biblia testifica que en todas estas
variadas relaciones y experiencias, Dios permanece el mismo. Aunque todo
perece, él permanece, Sal. 102:26-28. Él es Jehová, que permanece
eternamente el mismo. Él se describe como “Yo Jehová el primero, y yo mismo
con los postreros”, Is. 41:4; 43:10; 46:4; 48:12. Él es quien es, Dt. 32:39
(comp. Jn. 8:58; He. 13:8), el Dios inmortal, el único y sabio, el que permanece
siempre el mismo, Ro. 1:23; 1 Ti. 1:17; 6:.16; He. 1:11,12.
El sol permanece el mismo, sea que calcine y queme, o que caliente y entibie;
una moneda permanece una moneda, sea que se le llame un precio o un
préstamo; un pilar permanece quieto, se le llame la columna de la derecha o
de la izquierda; un artista no cambia cuando da expresión a su concepción por
medio de un discurso o una canción, o por medio del tono o del color; tampoco
cambia un erudito porque escriba o deje de escribir un libro.
Si Dios no cambia, ¿por qué la Biblia dice a veces que Dios se arrepiente,
como en Jonás 3:10? Dios obra de acuerdo a principios eternos que Él mismo
ha elaborado y que son inmutables. Al que no se arrepiente de sus pecados lo
condena eternamente, aplicando el principio eterno de su santidad y su justicia;
al que se arrepiente lo perdona y lo salva, aplicando el principio eterno de su
amor. No es Dios el que cambia, sino el hombre.
¿Cuáles serían algunas aplicaciones prácticas para nosotros hoy en día del
hecho de que Dios es inmutable? Sus promesas son siempre vigentes. Su
misericordia eterna se aplica hoy al que se convierte, y lo salva. Su juicio
asegura que ningún culpable quedará sin castigo. Su condición de
inmutabilidad es un seguro para la oración.
c. La Infinidad de Dios
Dios está libre de todas las limitaciones (1 R. 8:27): “Pero ¿es verdad que Dios
morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te
pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?”
Por definición, “Dios está libre de todas las limitaciones”. Dios se mantiene por
encima de las limitaciones de las criaturas. Él posee cada virtud en un grado
absoluto, perfecto. La infinidad de Dios es cualitativa, no cuantitativa;
intensiva, no extensiva; positiva, no negativa. La infinidad en relación con el
tiempo es eternidad; en relación con el espacio, omnipresencia. En un sentido,
infinidad es sinónimo con perfección.
Su Absoluta Perfección
A Dios no le falta nada. Él es todo lo que debe ser y jamás falla ni se equivoca
(Job 11:1-10: Sal. 18:30; 145:3; Mt. 5:48). ¿En qué sentido nosotros podemos
y debemos ser perfectos como Dios? “Perfectos”, aplicado a nosotros, significa
“maduros, completos”. Dios es absolutamente perfecto, nosotros (como todo
lo nuestro), somos relativamente perfectos, somos seres en crecimiento, en
proceso de maduración y perfeccionamiento.
Su Eternidad
Su Inmensidad
Dios no tiene limitaciones espaciales. Isaías 66:1 nos dice: “Jehová dijo así: El
cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me
habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?”
Mientras permite que las naciones caminen según su propio parecer, Hch.
14:16. Él mora en un sentido especial en medio de Israel, Ex 19:6; 25:8; Dt.
7:6; 14:2; 26:19; Jr. 11:4; Ez. 11:20; 37:21; en la tierra de Canaán, Jue.
11:24; 1 S. 26:19; 2 S. 14:16; 2 R. 1:3.16; 5:17; en Jerusalén, Ex. 20:24; Dt.
12:11; 14,23, etc. 2 R. 21:7; Ez. 1:3; 5:16; 7:1; Sal. 135:21; Is. 24:23; Jr. 3:17;
Jo. 3:16; etc. Ap. 21:10; el tabernáculo y en el templo de Sión, el cual es
llamado su casa, Ex. 40:34,35; 1 R. 8:10; 11:2.; 1 Cro. 5:14; Sal. 9:12; encima
del arca, en medio de los querubines, 1 S. 4:4; 2 S.6:2; 2 R. 19:15; 1 Cro.
13:6; Sal. 80:1; 99:1.
Pero vez tras vez los profetas protestan de la confianza del pueblo en la
presencia de Dios en medio de Israel, Is. 48:1,2; Jr. 3:16.; 27:16; porque Dios
está lejos de los malvados, Sal. 11:5; 35:10ss; 50:15ss; 145:20; pero los justos
verán su faz, Sal. 11:7. Él habita con los contritos y humildes de corazón, Sal.
51:11; 57:15. Cuando los Israelitas lo abandonan, Él vuelve a ellos en Cristo,
en quien habita la plenitud de la deidad, Col. 2:9. A través de Jesucristo y de
su Espíritu, él habita en la iglesia como en su templo, Jn. 14:23; Rom. 8:9, 11;
1 Cor. 3:16; 6:19; Ef. 2:21; 3:17; hasta que habite con su pueblo y sea todo en
todos, 1 Co. 15:28, Ap. 21:3.
e. La Unidad de Dios
2. Isaías 43:10–11. Israel fue elegido como pueblo para: Conocer a Dios,
creer en Dios, entender que Él es Dios único y ser sus testigos.
6. 1 Timoteo 2:1–5. Hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres: el “hombre/Dios”, Jesucristo.
8. 1 Corintios 8:4–6. Dios es uno, y los ídolos son nada. Es el único creador
de todas las cosas en Cristo.
9. Juan 17:3. Dios es el único Dios verdadero, y el único que da vida eterna
por medio del único Salvador, Jesucristo, el Hijo enviado.
La Simplicidad
La Espiritualidad de Dios
Atributos Intelectuales
El Conocimiento de Dios
Dios sabe todo lo posible y actual, Job 12:13: “Con Dios está la sabiduría y el
poder; suyo es el consejo y la inteligencia”. Puede definirse como: aquella
perfección divina por medio de la cual, El, en una manera completamente única,
se conoce y conoce todas las cosas posibles y actuales en un acto sencillísimo y
eterno.
Por otro lado, la mayor función de la luz es la de revelar aquello que está
escondido en las tinieblas, Ef. 5:13. De ahí que la conciencia sea llamada
“luz”, Mt.: 6:22,23. La connotación moral de la palabra sigue muy
naturalmente de su significado intelectual. Así como nos escondemos, y
amamos las tinieblas, y nos atrevemos a manifestarnos, y no nos vemos como
realmente somos cuando estamos contaminados por el pecado, también,
cuando ganamos el valor de vernos a como somos, empezamos a amar la luz, y
andamos en luz, y Dios, por medio de Cristo, la luz verdadera, brilla en
nuestros corazones para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios en
la faz de Jesucristo, Gn. 3:8; Jn. 1:5; 3:19; Jn. 1:4; 5:8, 12; 9:5; 12:35; 2 Cro.
44:4,6; Mt. 5:14,16; Jn. 3:21; Ro. 13:12; Ef. 5:8; Fil. 2:15; 1 Tes. 5:5; 1 Jn.
1:7, etc.
Por lo tanto, cuando se aplica el término “luz” a Dios, significa primero que
todo, que Dios posee un perfecto conocimiento de sí mismo, ya que nunca ha
sido contaminado por el pecado. La existencia trinitaria de Dios es una de
perfecto conocimiento, Mt. 11:27; Jn. 1:17; 10:15; 1 Co. 2:10. Además, Dios es
consciente de y conoce perfectamente todo aquello que posee una existencia
distinta a él mismo. La Biblia no da ninguna evidencia de que exista algo
desconocido para Dios.
ya que él conoce las cosas antes de que existan, Is. 46:l0. Todas las cosas
están eternamente presentes en su mente.
Dios ha decretado todas las cosas, y las ha decretado con sus causas y
condiciones, para que acontezcan en el orden exacto que tienen que acontecer;
y su presciencia de las cosas futuras, y también de los efectos contingentes,
descansa sobre su decreto. Esto soluciona el problema, hasta donde concierne
a la presciencia de Dios.
La Sabiduría de Dios
Dios aplica el conocimiento al fin que más le glorifique, Ro. 11:33, “¡Oh
profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!”
Siendo que el fin mayor que Dios tiene para todo lo que hace es su propia
gloria, se dice que sabiduría es la aplicación del divino conocimiento al fin que
más le glorifique. Tanto la creación como la redención son producto de la
sabiduría de Dios, Job 9:4; 12:13,1’,37, 38; Is. 40:28; Sal. 104:24; Jer. 10:12.
En Pr. 8:22ss. y Job 28:23ss., la sabiduría por medio de la cual Dios creó el
mundo es personificada. En el Nuevo Testamento también se dice que Dios es
sabio, Ro. 16:27; 1 Ti. 1:17; Jud. 25; Ap. 5:12; 7:12 y se alaba la sabiduría de
Dios revelada en la locura de la cruz, 1 Co. 1:18; en Cristo, 1 Co. 1:24; en la
iglesia, Ef. 3:10; y en la providencia divina en beneficio de Israel y de los
gentiles, Ro. 11:33.
La Veracidad de Dios
a) Que él es real, el verdadero Dios, en contraste con los dioses falsos, los
ídolos, que son vanidades, Dt. 32:21; y
Hay todavía otro aspecto de esta perfección divina y es uno que siempre se
considera como de la más grande importancia. Generalmente se la llama su
fidelidad, en virtud de la cual siempre tiene presente su pacto y cumple todas
las promesas que ha hecho a su pueblo. Esta fidelidad de Dios es de una
importancia práctica extrema para el pueblo de Dios. Constituye la base de la
confianza en El, el fundamento de su esperanza y la causa de su gozo. Ella los
salva de la desesperación a la que sus infidelidades fácilmente los
conducirían; les da valor para proseguir no obstante todos sus fracasos, y
llena sus corazones con exultantes anticipaciones, aun cuando sientan
profundamente el hecho de haber perdido cualquier derecho a todas las
bendiciones de Dios (Num. 23:19; Dt. 7:9; Sal. 89:33; Is. 49: 7; 1 Cor. 1:9; 2
Tim. 2:13; Heb. 6:17, 18; 10:23.
Atributos Morales
La Bondad de Dios
Agustín subrayó que Dios es bien supremo para todas las criaturas. Él es
Aquel a quien todas las criaturas anhelan, consciente o inconscientemente. La
criatura no halla descanso sino en Dios solamente, Sal. 42:1. Como el bien
supremo, Dios es la fuente de toda virtud. No hay ningún bien en la criatura
excepto aquel que viene de Dios. La Biblia está llena de alabanza a Dios por su
bondad para con sus criaturas, Sal. 8, 19, 36:5-7; 65:12; 147:9; Mt. 5:45;
Hch. 14:17; Stgo. 1:17; la bondad de Dios está sobre todas sus obras y
permanece para siempre, Sal. 145:9, Sal. 136.
La Santidad de Dios
Dios debe ser el modelo para nuestro carácter moral y lo que motiva nuestras
acciones; Lev. 11:44, 45. Una de las primeras y más importantes demandas de
Dios al formar su nación escogida fue la de la santidad. Los Israelitas habían
salido de Egipto materialmente, pero debían vivir apartados de Egipto
espiritualmente. Y esta demanda se basaba en la santidad de Dios. Ellos eran
su nación, y debían reflejar el carácter de su Rey Divino. Jesús dijo: “Sed,
pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es
perfecto”, Mt. 5:48. Una de las más importantes declaraciones la encontramos
en Levítico 20:7: “Conságrense a mi y sean santos, porque Yo soy el Señor su
Dios soy Santo”.
Dios es recto. Esto significa que jamás viola ningún moral. Éste es un atributo
muy relacionado con la santidad; son como las dos caras de una misma
moneda. La santidad tiene que ver con la separación de Dios de todo lo
moralmente malo; la justicia tiene que ver con su rectitud. La santidad tiene
que ver mayormente con lo que no hace (está separado de lo malo); la justicia
tiene que ver con lo que hace (actúa siempre de acuerdo a su carácter y
respetando sus leyes).
El Amor de Dios
3. Salmo 11:7. Es un amor justo (Rom. 5:8): Dios ama, pero nunca pasa por
alto el pecado. La provisión que hizo para el pecado es, por lo tanto, una
prueba infinita de su amor.
4. Jeremías 31:3. Es un amor eterno. Permanece para siempre.
Atributos de Soberanía
“Dios hace lo que quiere”. Varias palabras se usan en la Biblia para hacer
referencia a la voluntad de Dios. En el Antiguo Testamento se usan
mayormente hapes, reson y aba; en el Nuevo Testamento, thelo, thelema,
boulomai, boule y edokia, con los sentidos de voluntad, deseo, favor,
beneplácito y consejo. Las tres palabras griegas aparecen en Ef. 1:5, 9, 11.
Geisler en su libro “Las Raíces del Mal” responde a la acusación de que Dios es
el autor del pecado señalando lo siguiente. En primer lugar, echa mano del
argumento de Agustín, que se resume así: Dios es autor de todo lo que existe
en el universo; el mal no es una cosa o sustancia, sino la privación o falta en
las cosas. Por lo tanto, no debe concluirse que Dios es el autor del mal. Por
privación Agustín quiere decir la falta de algo que debiera estar ahí. La
enfermedad es la falta de salud. Si Dios es bueno, todo lo hecho por Dios es
bueno. El mal que existe, existe sólo como la privación de algo a aquello que
fue creado bueno por Dios. Pero privación no es lo mismo que ausencia o
negación del bien. La vista no se encuentra ni en el ciego ni en la piedra. Pero
es privación para el ciego y mera ausencia en la piedra. Privación es la
ausencia o falta de algo que debiera estar ahí.
Pero si Dios es creador de todo lo que existe y todo lo que él hizo es bueno, ¿de
dónde viene esta privación? La respuesta es que toda cosa creada tiene dentro
de sí la posibilidad (aunque no la necesidad) de ser destruida o sufrir
privación. Lo que causó la privación en las cosas buenas que Dios hizo fue la
capacidad de autodeterminación, la voluntad libre que Dios dio a la criatura.
Es bueno el ser libre de tomar decisiones, pero con esa capacidad viene
también el poder hacer el mal.
El libre albedrío es la causa del mal. Las criaturas libres escogieron hacer lo
malo cuando se apartaron del bien infinito del Creador al bien menor de las
criaturas, deseando existir para sí mismas y no para Dios. El orgullo es el
principio de todo pecado. Cuando la criatura considera su propio bien más
importante que el de Dios. Luego Geisler pasa a considerar la pregunta de
¿por qué un Dios absolutamente bueno hizo criaturas con libre albedrío si El
sabía que ellos escogerían el mal? La respuesta es que esta es la única forma
de alcanzar un mundo moralmente superior con criaturas libres. Un mundo
donde el pecado nunca ocurriese no proporcionaría la oportunidad de alcanzar
las virtudes más grandes o grados mayores de otras virtudes. Donde no hay
tribulación, no hay paciencia. El valor sólo es posible donde existe miedo del
mal.
Esto lleva a otra pregunta, ¿cómo puede ser permitido el mal en casos donde
habrán los que no respondan positivamente? El dolor y el mal hacen a
algunos, mejores personas, pero a otros los convierte en amargados. La
respuesta es que se consigue un bien mayor cuando a lo menos se concede la
oportunidad de alcanzar virtudes más grandes, aunque estas virtudes no
siempre sean alcanzadas por todos. Un mundo malo ofrece oportunidades
para la experiencia y la expresión de la bondad y el amor que no ofrece un
mundo donde el mal no existe.
libres y los bienes mayores asequibles mientras que una solución final será
alcanzada. Este mundo caído no es el mejor de todos los mundos posibles,
sino es el mejor camino para alcanzar el mejor de los mundos posibles. Por el
mejor de los mundos no se debe entender el mejor de los mundos concebibles,
sino el mejor de los mundos alcanzables con criaturas moralmente libres. Dios
“no quiere que nadie perezca sino que todos vengan al arrepentimiento”, 2 P.
3:9. Pero él no salvará a los que no quieren en contra de su voluntad,
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son
enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus
polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!” (Mt. 23:37).
“Dios puede hacer lo que quiere”. La idea del poder de Dios está en el
trasfondo de nombres de Dios tales como El, Elohim, El-Shadai, Adonai.
Además, Dios es llamado Dios grande y temible, Dt. 7:21; el Fuerte de Israel,
Is. 1:24; Dios grande y poderoso, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos, Jer.
32:18; poderoso en fuerzas, Job 9:4, 36:5; fuerte y poderoso, Sal. 34:8; Rey de
reyes y Señor de señores, 1 Ti. 6:15.
Él posee poder absoluto sobre todo, de manera que nada puede resistir su
mano, Sal. 8, 18,19, 24, etc.; Job 5:9-27; 12:14-21; nada es muy difícil para
Él, sino que todo le es posible, Gn. 18:14; Zc. 8:6; Jr. 32:27; Mt. 19:26; Lc.
1:37; 18:27. Él puede levantar hijos a Abraham aún de las piedras, Mt. 3:9 y
hace lo que quiere, Sal. 115:3; Is. 14:24. Su poder se manifiesta en la
redención y la resurrección de Cristo, Ro. 1:4; Ef. 1:20, en la dádiva de lo que
pedimos más allá de lo que pedimos o entendemos, Ef. 3:20; 2 Co. 9:8, y en la
resurrección del último día, Jn. 5:25. El poder de Dios es la fuente de todo
poder y autoridad, capacidad y destreza en las criaturas, Gn.. 1:26; Sal. 8, del
gobierno de los reyes, Pr. 8:15; Ro. 13:1-16; de la fuerza de su pueblo, Dt.
8:17, 18; Sal. 68:35; del poder del caballo, Job 39:22, del sonido del trueno,
Sal. 29:4; 68:33.
En una palabra, el poder pertenece a Jehová, Sal. 62:11, gloria y fuerza son
sus posesiones, Sal. 96:7; Ap. 4:11; 5:12; 7:12; 19:1.
LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Las evidencias con las que contamos en el Antiguo Testamento son muchas:
Aclaraciones iniciales
Otro punto que requiere aclaración es que Dios no es una persona conocida
como el Padre, con Jesús como una criatura y el Espíritu Santo como una
fuerza (como sostienen los Testigos de Jehová). Tampoco es una persona que
adoptó tres formas consecutivas, es decir, el Padre que luego devino el Hijo
quien entonces se tornó en el Espíritu Santo (como afirma, por ejemplo, la
Iglesia Pentecostal Unida). Tampoco es la Trinidad un oficio asumido por tres
dioses separados (como enseña el mormonismo).
Creador Is. 64:8; 44:24 Jn. 1:3; Col. 1:15-17 Job 33:4,26:13
La unidad de Dios era reciamente defendida por el pueblo judío y ésta doctrina
fue pasada a los primeros cristianos. Tertuliano fue el primero en introducir la
palabra “trinidad” para tratar de explicar éste misterio, pero subordinando al
Hijo al Padre. Orígenes fue más allá en su teología, subordinando al Espíritu
Santo al Hijo y al Hijo al Padre con respecto a su esencia. El desarrollo de esta
doctrina llegó a su mayor discusión con los monarquianos, quienes veían a
Jesús solamente como un hombre y al Espíritu Santo como una influencia
divina.
Con todas estas posturas, fue en el concilio de Nicea (325 d. C.) que se declaró
al Hijo como co-esencial con el Padre y en el concilio de Constantinopla (381 d.
C.) que se sostuvo la deidad del Espíritu Santo, aunque no con la misma
posición. Finalmente, fue Agustín, en su obra “De Trinitate”, con quien
encontró su más completo desarrollo.
e. Hay ciertos atributos personales por medio de los cuales se distinguen las
tres personas. Son operaciones personales, no ejecutadas por las tres
personas juntamente, y son incomunicables. Generación es sólo un acto
del Padre, filiación pertenece al Hijo exclusivamente, y procesión puede
atribuirse solamente al Espíritu Santo. Aunque todas son obras de las
tres personas juntamente, la creación se atribuye principalmente al
Padre, la redención al Hijo, y la santificación al Espíritu Santo.
Dentro del tema de La Actividad de Dios, vamos a ir mucho más allá de las
meras acciones puntuales de Dios, a lo que motivó el accionar de Dios. Es
decir, lo que en Teología se llama “Los Decretos de Dios”. Para nuestra
mentalidad el término Decreto tiene una connotación casi exclusivamente
política. Pero trataremos de abstraernos de ese matiz, para ver que
efectivamente, todo lo que Dios hace lo hace por decreto, con una
determinación y un propósito inalterable; y que esos Decretos son
absolutamente sabios y necesarios.
¿Cuándo elaboró Dios sus decretos? ¿Qué dice Efesios 1:3–6? Este pasaje
enseña que Dios decretó todo lo referente a la salvación y los salvos antes de
la creación del universo. Por extensión, podemos afirmar que el resto de lo que
sucedió, sucede y sucederá tanto en el mundo material como en el mundo
espiritual, también es producto de tales decretos. Este hecho debería darnos
seguridad, la cual abarca tanto lo espiritual como lo material.
Los decretos divinos tienen que ver con las obras enteramente inmanentes de
Dios, aquellas que son ejecutadas en la creación, providencia y redención. La
Escritura usa diversos términos para referirse al decreto eterno de Dios. En el
Antiguo Testamento tenemos términos cómo: aconsejar o decir (Job 38:2);
proponerse (Jer.23:18); voluntad, beneplácito (Is.53:10) o deleitarse
(Sal.51:19). En el Nuevo Testamento la palabra más común es boule para
designar el decreto en general, pero también para señalar el hecho de que el
propósito de Dios está basado sobre el consejo y la deliberación (Hch.2:23).
Aunque con frecuencia usamos el plural para referirnos a los decretos divinos,
sin embargo, en su propia naturaleza, el decreto divino es un acto singular de
Dios. No hay, pues, series de decretos en Dios, sino simplemente un plan que
abarca todo lo que sucede.
Ante todo, el decreto tiene referencia a las obras de Dios, sin embargo esta
limitado a los actos transitivos de Dios, y no pertenece a la esencia del Ser de
Dios ni a las actividades inmanentes dentro del Ser Divino que desembocan en
las distinciones trinitarias. En tanto que el decreto pertenece
fundamentalmente a los actos de Dios mismo, no está limitado a estos, sino
que también abarca las acciones de sus criaturas libres.
La palabra “consejo”, que es uno de los términos por medio de los cuales se
designa al decreto, sugiere cuidadosa deliberación y consulta. Hablando de la
revelación de Dios, del misterio que primeramente estuvo escondido con El,
Pablo dice que esto fue “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora
dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los
lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús,
nuestro Señor” (Ef.3:10, 11). Otros pasajes nos hablan también de la
sabiduría de Dios es sus propósitos (Sal.104:24; Prov.3:19; Jer.10:12).
Es Eterno
Es Eficaz
Esto no quiere decir que Dios ha determinado hacer El mismo que acontezcan
– mediante una aplicación directa de su poder – todas las cosas incluidas en
Su decreto; sino solamente que El ha decretado que ciertamente acontecerán,
es decir, que nada frustrará su propósito (Sal.33:11; Prov.19:21).
Es Inmutable
Es Incondicional y Absoluto
Esto significa que no depende en ninguno de sus detalles de ninguna cosa que
no sea parte de El y esté agrupada en el decreto mismo. Los diversos
elementos del decreto ciertamente se sostienen mutuamente, pero nada hay
en el plan que esté condicionado por alguna cosa que no esté incluida en el
decreto. Dios no simplemente decretó salvar a los pecadores; sino que también
determino los medios para efectuar el decreto (Ef.2:8; 1 P.1:2). El carácter
absoluto del decreto se deduce de su eternidad, su inmutabilidad y su
exclusiva dependencia del beneplácito de Dios.
El decreto incluye todo lo que tiene que suceder en el mundo, sea que
corresponda al rein o físico o al moral, sea que se trate del bien y del mal
(Ef.1:1; 2:10; Prov.16:33).
Este decreto permisivo no implica un permiso pasivo de algo que no está bajo
el control de la voluntad divina. Es un decreto que vuelve absolutamente
seguros los futuros actos pecaminosos, pero en los cuales Dios determina (a)
no estorbar la propia determinación pecaminosa de un voluntad finita; y (b)
conducir y sujetar los resultados de esta propia determinación pecaminosa
(Sal.78:29; 106:15; Hch.14:16; 17:30).
Esta objeción es para hacer que la gente naturalmente diga: Si todas las cosas
ya están ordenadas para que acontezcan como Dios las ha determinado, los
hombres no pueden preocuparse acerca del futuro y tampoco necesitan hacer
ningunos esfuerzos para obtener la salvación. Decir esto difícilmente puede
resultar correcto. Si hay gente que hable de ese modo, acostumbrarán hacerlo
como mera excusa a su indolencia y desobediencia.
LA PREDESTINACIÓN
Los Reformadores del siglo XVI abogaron por la más estricta doctrina de la
predestinación. Lucero aceptó la doctrina de la absoluta predestinación,
aunque la convicción de que Dios quería que todos los hombres fuesen salvos
lo hizo a las postrimerías de su vida. Gradualmente desapareció de la teología
luterana que ahora considera que la reprobación, toda o en parte, como
condicional. Calvino mantuvo firmemente la doctrina agustiniana de una
absoluta y doble predestinación.
El Autor
1. Todos los hombres, tanto buenos como malos (Hch.4:28; Rom.8:29, 30).
2. Ángeles buenos y malos
3. Cristo como Mediador. Cristo fue objeto de predestinación en el sentido
de que un amor especial del Padre, distinto del acostumbrado amor
para el Hijo, descansó sobre éste desde toda la eternidad (1 P.1:20; 2:4).
La Elección
Puede definirse como aquel acto eterno de Dios por el cual, en su soberano
beneplácito, y sin tomar en cuenta ningún mérito visto de antemano en ellos,
elige cierto número de hombres para hacerlos recipientes de gracia especial y de
eterna salvación. Con más brevedad puede decirse que elección es el eterno
propósito de Dios de salvar a algunos de la raza humana, en y por medio de
Jesús.
Las características de la elección son idénticas con las de los decretos divinos
en general: Es una expresión de la soberana voluntad de Dios, es decir, de su
divino beneplácito. Estos, entre otras cosas significa que Cristo como Mediador
no es la causa impelente, moviente o meritoria de la elección, como algunos
han afirmado. El puede ser llamado la causa mediata de la realización de la
elección y la causa meritoria de la salvación para la cual los creyentes fueron
elegidos, pero no es El la causa meritoria, ni el móvil de la elección misma.
Esto es imposible, pues El mismo es objeto de predestinación y elección.
Reprobación
De la misma forma que un individuo ha sido creado para uno o para el otro
fin, también «está predestinado para la vida o para la muerte» (III, 21, 5). El
querer buscar otra razón para ello aparte de la complacencia divina -p. ej., la
previsión de los méritos humanos- significaría -dice- colocar la voluntad de
Dios bajo la dependencia de causas externas.
Cuanto más subraya Calvino que la gracia en los elegidos es irresistible y que
éstos no pueden perder la salvación, tanto más oscuro se hace el misterio de
la reprobación. ¿Cómo es que Cristo no pueda producir efecto en todos?
¿Habría de ser Él tan impotente que no pudiese ganar para sí a todos los
rebeldes? Calvino no sabe responder y se limita a decir que estamos ante el
impenetrable misterio de la voluntad de Dios, que es tan profundo, «que todo
entendimiento humano queda absorbido por él cuando intenta penetrar en el
mismo» (111, 23, 5).
Tal vez ello explique la oscilación que se advierte con respecto a esta doctrina
de la doble predestinación. De hecho en los escritos confesionales reformados
o calvinistas no ocupa "ni un lugar destacado ni es tratado con amplitud" (P.
Jacobs). La forma extrema de la doctrina de la predestinación calvinista que
brota como su consecuencia, el supralapsarismo (predestinación anterior al
pecado original), encontró resonancia sólo en Suiza. Las decisiones del sínodo
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Extractado de la página WEB www.dirace.tripod.com/historia texto dirigido por Carmen Campeche
Justificación y santificación.
LA CREACIÓN EN GENERAL
La Biblia nos presenta a Dios como el Creador del universo. Génesis 1:1 es
una declaración contundente. La Biblia no pretende demostrar la existencia de
Dios ni dar evidencias de que Dios creó todo; simplemente afirma que así es.
Por lo tanto, la única manera de acercarse a este tipo de declaraciones o
afirmaciones es con una actitud de fe; fe que acepta lo que la Biblia dice como
verdad final e irrefutable.
a) El Dios Padre: 1 Corintios 8:6a: “el Padre, del cual proceden todas las
cosas”.
b) El Dios Hijo: 1 Corintios 8:6b: “un Señor Jesucristo, por medio del cual
son todas las cosas”.
c) El Dios Espíritu Santo: Génesis 1:2; Job 26:13a: “su Espíritu adornó los
cielos”.
La Teoría Dualista
Como ya analizamos anteriormente el dualismo, sólo nos resta decir que esta
teoría no siempre se presenta en la misma forma; pero en su forma más usual
afirma como realidad dos principios que tienen existencia propia, Dios y la
materia, diferentes el uno del otro y tan eterno uno como el otro. La materia
original, sin embargo, se considera nada más como una sustancia imperfecta
y negativa ( a la que a veces se considera como el mal) que esta subordinada a
Dios y se la hace instrumento de la voluntad divina (Platón, Aristóteles, los
gnósticos y los maniqueos). Según esta teoría, Dios no es el Creador, sino
solamente el diseñador y arquitecto del mundo.
Esta teoría afirma que el mundo es una necesaria emanación del Ser Divino.
De acuerdo con ella, Dios y el mundo son esencialmente uno, siendo el
segundo la manifestación fenoménica del primero. La idea de emanación es
característica de todas las teorías panteístas, aunque no siempre la presentan
en la misma forma.
La Teoría de la Evolución
La evolución teísta
2. También dicen que el orden de los actos creativos que presenta Génesis 1
no es el orden correcto en que sucedieron esos acontecimientos.
Refutación
Esta postura nos dice que los seis días mencionados en Génesis 1 no se
refieren a los días en que Dios creó todo sino a seis días en que Dios dio a
Moisés la revelación acerca de la creación. Argumenta que no hay conflicto
entre el Génesis y la geología, aunque también dice que el texto Bíblico no
revela orden, tiempo, etc. O sea que el texto Bíblico es más poético que exacto.
Refutación
2. Génesis 1 tiene que tomarse literalmente; nada allí nos induce a pensar
que los “días” de la creación son días de “revelación”.
La teoría de la brecha
Teoría que goza de aceptación en ciertos círculos Cristianos, pero que desde
nuestro punto de vista no está de acuerdo con lo que la Biblia enseña al
respecto. Los elementos esenciales de ésta teoría son:
1. Dios creó todo en una condición de perfección total hace miles o millones
de años (Génesis 1:1).
3. Dios no podría haber creado una tierra imperfecta (vea Isaías 45:18).
Refutación
2. Éxodo 20:11. Aquí dice que Dios creó todo (incluyendo los cielos y la
tierra de Génesis 1:1) en seis días. Evidentemente en la mente de
Moisés no había lugar para ninguna “brecha”.
Según Hebreos 11:3, ¿qué elementos usó Dios para crear todo? Dios creó
todos los elementos de la nada, con el único recurso de su todopoderosa
Palabra creadora. Y según Éxodo 20:9–11, todo fue creado en seis días
literales, en seis días de 24 horas.
A nosotros los creyentes nos basta con lo que la Biblia declara al respecto.
Pero vamos a recordar dos argumentos a favor de la brevedad del proceso
creativo, que pueden servirnos al compartir nuestra fe:
En la tierra caen miles de toneladas de polvo cósmico cada año. Como según
los científicos la luna tiene la misma edad de la tierra, y no hay atmósfera que
Pero también los científicos evolucionistas necesitan una gran fe para sostener
sus puntos de vista. La Teoría de la Evolución no ha dejado de ser eso, una
teoría, y no tiene pruebas o evidencias de su realidad. Y hace falta fe para
aceptar que el ser humano desciende de animales inferiores.
Pero la Biblia es concluyente cuando en Génesis 2:2 afirma que Dios acabó la
obra creativa de su universo físico. 2 Pedro 3:10–13 y Apocalipsis 21:1 nos
enseñan respecto a una futura recreación del universo. Dios va a destruir
estos cielos y esta tierra actual, para crear una morada eterna que ya no será
afectada por el pecado y que será una muestra eterna de su poder, justicia y
santidad.
BIBLIOGRAFIA
Manual UNGER
www.adorador.com
www.bible.org/foreign/spanish
www.educa.aragob.es/aplicadi/valores
www.unidamex.org.mx/Lectura_biblica
www.dirace.tripod.com/historia