Lopez El Rock en Cuernavaca LBP 2020 I 1 PDF
Lopez El Rock en Cuernavaca LBP 2020 I 1 PDF
Lopez El Rock en Cuernavaca LBP 2020 I 1 PDF
Paco López
López, Paco
Cartografía sonora. Una mirada a la historia
del rock en Cuernavaca, 1962-2006 , Libertad
bajo palabra Ed., México, 2020
286 págs.; 13.5 x 21 cm.
Edición y diagramación:
Libertad bajo palabra
[email protected]
Diseño de portada:
Eunice Guerrero
Capítulo 1
Los jóvenes: definiendo un campo de estudio 15
La escuela de Chicago 22
Talcott Parsons: las culturas juveniles 31
Entre la cultura de masas y el rock 32
La escuela de Birmingham 37
El Centro Contemporáneo de Estudios Culturales 38
Línea de trabajo de Birmingham 39
Los medios de comunicación 40
Capítulo 2
El rock en México: develando realidades 45
Capítulo 3
Los imaginarios del pop, el discreto encanto
de los Beatles 79
La cultura de la onda 81
Hippies, drogas y concentraciones juveniles 84
4 Francisco J. López
Capítulo 4
El rock: la larga noche de la prohibición 121
Capítulo 5
Consumos: cambio de ritmos y de facha.
La revuelta del breakdance: pinta, rima,
baile y diyei 161
Capítulo 6
Medios de comunicación y sonidos emergentes
en Cuernavaca 203
Conclusiones 247
Bibliografía 273
Glosario 284
Introducción
4 El Store and stress de Hall es una noción inspirada en el Sturm und Drang (en
alemán: tempestad e ímpetu); éste fue un movimiento alemán principalmente
literario, pero también musical y de las artes visuales, desarrollado durante la
segunda mitad del siglo XVIII. Sucede y se opone a la ilustración alemana y
constituye el precedente del Romanticismo. El nombre proviene de una pieza
teatral de Friedrich Maximilian Klinger, Sturm und Drang.
5 La investigación de Mead, aunque muy popular entre los lectores de
monografías, ha sido cuestionada por la poca confiabilidad de los datos que le
otorgaron sus informantes en Samoa. Al parecer, fue sorprendida en su buena
fe por sus informantes. Quizá tenía razón Malinowski cuando se quejaba de
la mala fe de los trobriandeses. Véase al respecto el polémico Diario del
antropólogo polaco, nacido en Cracovia, publicado en 1967.
20 Francisco J. López
La escuela de Chicago
Entre los primeros estudios relacionados con el mundo de
los jóvenes sobresalen los efectuados por los etnógrafos del
Departamento de Sociología de la escuela de Chicago: Frede-
rick Thrasher (1963 [1927]),9 Henry Mackay, Clifford Shaw,
8 Entrevista del autor con Carles Feixa, realizada el 23 de septiembre de 2008
en la Ciudad de México.
9 Se trata de uno de los primeros trabajos sobre pandillas juveniles. Ahí, la
pandilla aparece como una respuesta organizada, aunque espontánea, de
los jóvenes frente a la desorganización social que presupone la migración
hacia Chicago. A su vez expresa una manifestación concreta de los conflictos
culturales que enfrentan los grupos de migrantes. A este trabajo le sigue en
importancia la obra de William Foote Whyte (1972 [1943]), Street Corner
Society, trabajo realizado en los suburbios de Boston, sobre dos grupos de
jóvenes. También el de Jean Monod (1976 [1968]), Los Barjots. Etnología
de bandas juveniles, publicado en París y donde se explica el mundo de las
bandas y su contexto cultural parisino. En los tres casos, se trata de verdaderos
Los jóvenes: definiendo un campo de estudio 23
Un mundo con una lógica propia que genera una “ciudad den-
tro de otra ciudad”, para el uso exclusivo de la emergente ge-
neración de jóvenes que reclamaban su propio espacio. De este
contexto parecería sobresalir que la edad es más importante
que la clase, al revelar que los educandos comparten más cosas
con sus compañeros que con sus respectivos padres (Lynd y
Lynd, 1957: 211).
La escuela de Birmingham
La escuela de Birmingham presenta una visión renovada so-
bre el papel de las culturas juveniles. El sesgo tiene como fun-
damento el acercamiento fáctico a las subculturas británicas
de la posguerra (Cfr. Hall y Jefferson, 1983), novedosas en su
desenvolvimiento y con empuje arrollador en la música del
mundo juvenil, detonantes de variantes nuevas y explosivas,
entre los jóvenes de clase obrera o baja clase media en Lon-
dres, Liverpool o Manchester; de los Teddy Boys engominados,
vaqueros estrechos y zapatos de punta, a Los Beatles –el ma-
yor fenómeno musical del siglo XX–, The Rolling Stones, Sex
Pistols o The Doors, etc.
38 Francisco J. López
El Centro Contemporáneo
de Estudios Culturales
Se inaugura, en 1964, el Centro Contemporáneo de Estudios
Culturales (CCCS, por sus siglas en inglés), en la universidad
de Birmingham, Reino Unido; un espacio académico de ca-
racterísticas atípicas para la época, pues reúne a especialistas
de diversas disciplinas: comunicólogos, sociólogos, antropó-
logos, críticos literarios, semiólogos y psicoanalistas, entre
otros. Les agrupa el interés por acercarse al estudio de la cul-
tura popular, además de otros fenómenos contemporáneos.
El Centro se distinguió por el carácter heterodoxo en sus in-
vestigaciones, además que integraban aportes teóricos del área
continental, sobre todo, Francia e Italia, con autores como
Derrida, Bourdieu, Gramsci, Lacan, etc.
El centro fue un laboratorio de pensamiento que com-
binaba el compromiso social y político con una producción
impresionante de trabajos, la mayoría de los cuales fueron pu-
blicados en los famosos working papers, una revista artesanal
con artículos fotocopiados. La producción intelectual se apo-
yó en métodos y herramientas de la crítica textual y literaria; la
atención se fincó en el análisis de los productos de la cultura
de masas, así como en el universo de las prácticas culturales
populares. Richard Hoggart y Stuart Hall son considerados
los padres fundadores de dicho espacio. Tanto Hoggart como
Hall, han sido reconocidos ampliamente, por el papel reno-
Los jóvenes: definiendo un campo de estudio 39
Federico Arana
1 (Del inglés rock and roll). 1.m. Género musical de ritmo muy acentuado,
derivado de la mezcla de diversos estilos del folclore estadounidense, y popu-
larizado desde la década de 1950. Diccionario de la Real Academia Española
de la Lengua.
2 Se le denomina así a la música que proviene de todo lugar que el círculo ima-
48 Francisco J. López
rrez (1998), señala que uno de los primeros contactos del rock
& roll en México fue a través de la proyección de películas
como Semilla de maldad, producida en 1955, donde se escuchó
por primera vez a Bill Halley cantando Al compás del reloj.
Curiosamente, en México, la cinta Mi adorada Clementina,
dirigida por Rafael Baledón dos años antes (1953), representa
probablemente el primer registro de las raíces del rock mexi-
cano, con la vigorosa ejecución del tema La paloma rock, inter-
pretado por el conjunto de Leobardo “Leo” Acosta, acompa-
ñado de Víctor “Vitillo” Ruiz Pasos en el contrabajo y “Chilo”
Morán en la trompeta. Leo Acosta, experimentado percusio-
nista, personifica al “tullido” en la mencionada cinta, robando
cámara a la actriz Marga López en la escena del baile, mien-
tras él hace gala de su destreza y precisión en un espectacular
“solo” de batería que arranca la ovación del público.3 A pesar
de la clara muestra de solvencia y precisión en la ejecución de
los instrumentos del ritmo de moda, se trataba de músicos
de jazz y de orquestas aclimatadas en diversos ritmos adultos
para clases altas y medias que vieron en el rock & roll otra po-
sibilidad laboral en el circuito de clubes y centros nocturnos,
así como de participar musicalizando diversas películas con el
nuevo ritmo de moda, el rock & roll y su creciente número de
seguidores.
Más adelante Discos Orfeón y Tele-sistema Mexicano
(Televisa) se encargaron de difundir lo que llamaron Los gran-
des años del rock. Bajo esta óptica, repetida por el resto de los
medios de comunicación, incluso hasta hoy en día, se eviden-
cian los aportes de la “época de oro” del cine en México al
rock & roll. Probablemente en la mayoría de los hogares de la
gran familia mexicana exista todavía el épico “álbum triple”
con los grandes éxitos de la época; se caracterizaba por tener
una especie de medallón de oro y el perfil de un guerrero
azteca.
3 Para mayor información véase Zamora, Gustavo, “La Filmografía del rock
mexicano”, en la Enciclopedia del rock mexicano, un documento incluyente,
indispensable y de gran utilidad para estudiosos y melómanos del género,
impulsado por Arturo Lara Moreno. Disponible en: http://www.enciclopedia-
delrockmexicano.com/ consultado el 15 de agosto de 2009.
50 Francisco J. López
16 Hit parade de México, los primeros 15 lugares del radio 1960, Vol. 1, Sony
Music, 2002. Consulte: http://www.maph49.galeon.com/avandaro/avanda-
ro2.html. Sitio consultado el 20 de agosto de 2009.
58 Francisco J. López
Rockeros tlahuicas
En la segunda mitad de la década de 1950, la ciudad de Cuer-
navaca estaba constituida por una población conservadora
en sus costumbres y actitudes; situación típica de ciudades
de provincia como Querétaro, San Luís Potosí o Morelia. En
éstas, era normal que profesores de escuelas, bajo el ordena-
miento de padres de familia, golpearan a estudiantes con la
consigna: “si se porta mal, déle”.
30 La XEJC fue sin duda la estación de amplitud modulada que mayor apoyo
brindó a los grupos musicales integrados por jóvenes en Cuernavaca, durante
los años sesenta.
72 Francisco J. López
finales. Razón por demás contundente para que les fuera can-
celado definitivamente el mismo.
De la noche a la mañana se desvaneció la posibilidad de
dar el gran salto a la fama. Los Rolly Kings se desintegran
en 1962; cada quien tomó su camino: el rock no formaba
parte de sus planes; su objetivo generacional era la culmi-
nación de sus estudios universitarios. Su mérito fue grabar
un disco de 45 RPM y constituir, así, el primer registro del
rock en Morelos, generando interés en otros muchachos
que tomaron la estafeta del rock en Cuernavaca, como los
Driffters, Spiders y Black Hands, grupos que terminaron
siendo seminales y dieron vida a conjuntos modernos en la
última mitad de los años sesenta, influenciados éstos por
los Beatles y, en general, la ola inglesa y el a-go-go.
Vamos a bailar, este rock and roll. Que en el Poli es, con los
Chicos del rock.
Vamos a bailar, este rock and roll. Que en
el Poli es, con los Chicos del rock.
Rock, rock, rock del poli. Rock, rock, rock
del poli. Rock, rock,
rock del poli.31
Cartel de concierto...,
Fuente: Archivo Barberi
76 Francisco J. López
La cultura de la onda
Durante el movimiento estudiantil de 1968 los “jipitecas”
–así los denomina José Agustín– parecían interesados en
salir a manifestarse con los estudiantes. No obstante, eran
temerosos: ya habían sido golpeados por la policía por ma-
nifestarse públicamente. Los “jipis” mexicanos eran muy in-
trovertidos, y no concedían gran atención
a los sucesos del país; en esto se diferen-
ciaban de los estadounidenses, para quie-
nes el tema de Vietnam era un asunto de
preocupación juvenil, dado el creciente
temor de ser llamados a filas y combatir
82 Francisco J. López
7 Un texto importante, toda vez que logra sintetizar los referentes fundamenta-
les del movimiento estudiantil y contracultural en Estados Unidos.
8 El texto de Luis González de Alba es uno de los testimonios más impactantes
que se hayan hecho sobre la masacre del 2 de octubre, escrito por uno de los
protagonistas y miembro del Consejo Nacional de Huelga; a través de sus
páginas se registra el enfrentamiento ideológico entre los estudiantes y el
Estado.
88 Francisco J. López
Apocalipsis en Morelos
Transcurría el año de 1968, y los
miembros de los Drifters lograron
conseguir un contrato con una compañía
disquera medianamente importante, se trataba de
Discos Fontana,10 empresa que les brindó todas las facili-
dades para desarrollar su propuesta musical, incluso cantada
en inglés. En la grabación se integraron doce temas o covers
de éxitos, conocidos como “To love somebody” de los Bee-
10 Manuel Gándara (1973), consigna la fecha de grabación del disco de Apo-
calipsis en 1968; mientras que el sitio web: http://www.maph49.galeon.com/
avandaro/avandaro7.html, se refiere a 1970 como la fecha de edición del dis-
co referido. De igual manera Federico Arana, en su libro Guaraches de ante
azul, cita la fecha de 1970, como año de aparición del disco Experimento No.
1 de la banda Apocalipsis (The Drifters), a lado de artistas como Angélica
María, Los Babys, Los Belmonte, Los Chijúas, Hangar Ambulante, Los Ho-
lligans, Los Loud Jets y Los Locos del Ritmo, entre los grupos que editaron
sus respectivos discos en el mercado.
Los imaginarios del pop 97
Música y estigmas
La percepción de la sociedad, relacionada a los
grupos de “onda” o “conjuntos modernos”, se
asoció siempre con las drogas; los protagonistas narran que
sufrieron en carne propia la negativa de permisos para tocar.
La reprobación era generalizada y progresiva. La actitud de
11 Los discos en vinilo se editan en 4 velocidades 16 (o 16 2/3) RPM, 33 (o 33
1/3) RPM, 45 RPM y 78 (o 78 4/5) RPM. y en diámetros de 7, 10 y 12 pul-
gadas. En función del diámetro y del número de canciones que contengan por
cara, reciben distintas denominaciones. Un disco de 45 RPM, es denominado
Single (sencillo) de 7 pulgadas y una canción por cara, grabados a 45 R.P.M
98 Francisco J. López
Woodstock, el paraíso
Dos años después, a unas cuantas millas de la ciudad de New
York, en el poblado de Bethel, se realizó lo que sin duda sería
la más grande concentración juvenil de la década de 1960: el
legendario Festival Música y Artes de Woodstock, los días 15,
16 y 17 de agosto de 1969. Medio millón de jóvenes se reunie-
ron, junto a la naturaleza, vacas y puercos, para escuchar a los
artistas más representativos de su generación. El motivo prin-
cipal de la reunión fue la música y comprobar que no estaban
solos en su lucha pacífica contra el sistema. Fue el festival del
Flower power y la consagración final del movimiento hippie. Mu-
jeres, hombres, niños, blancos, negros y latinos convivieron
en armonía; ni el frío clima y la fuerte lluvia pudieron detener
la actividad del festival.
Las piezas de Santana, Canned Heat, Hendrix, Sha-Na-
Na, Country Joe, Joan Báez, Joe Cocker, Sly & the Family
Stone, The Who, entre los más destacados grupos que du-
rante tres días mantuvieron “encendida” a la banda, la cual
experimentó un estado de aguda intoxicación debido a los
alucinógenos, LSD, alcohol, cocaína, anfetaminas y múltiples
pastillas. Dicho festival se convirtió, de la noche a la mañana,
en la catedral de Sodoma y Gomorra, en la gran celebración
dionisíaca de la generación que se rehusaba a ser adulta y que
había aprendido las lecciones del texto Steal this book (róbate
este libro), de Abbie Hoffman, que instruía a sus lectores a
“chingarse al sistema”.17
La desilusión psicodélica
Los conciertos de rock se incrementaron notablemente por
toda la Unión Americana, gracias al clima de inconformidad
generalizado por la guerra de Vietnam, la defensa de los de-
rechos de los afroamericanos y los migrantes mexicanos, la
crisis cubana de los misiles, las manifestaciones juveniles en
Francia y México, así como el paulatino crecimiento y simpa-
tía por el movimiento feminista y gay.
De forma paralela, en California, la sicodelia y los excesos
de una comuna hippie manifestaron la otra cara del amor y la
paz. Charles Manson, un pequeño personaje con deseos de
ser una estrella musical, poseedor de una fuerte personalidad,
además de ejercer un dominio narcotizante sobre sus seguido-
res, protagonizó el asalto de la propiedad del cineasta Roman
Polanski, en Cielo Drive, una zona residencial habitada por
gente adinerada y personajes del espectáculo. En la residen-
cia se encontraban, en plena velada, un grupo de amigos de
Polanski y su esposa Sharon Tate que tenía seis meses de em-
barazo. El grupo de seguidores de Manson autodenominados
“La Familia” asesinaron de manera ritual a todos los presen-
tes, escribiendo en las paredes con la sangre de sus víctimas las
palabras helter skelter y pigs (cerdos). Éste fue uno de los peores
momentos de la contracultura hippie de los años sesenta.
• Dug’s
• El Epílogo
• La División del Norte
• Tequila
• Peace and Love
• El Ritual
• Bandido
• Los yaki
• El Amor
• Tinta Blanca
• Three Soul in my Mind
22 Entrevista con el pianista Eduardo Toral, ex integrante de Los Locos del Rit-
mo y ahora tecladista del El Tri, entrevista realizada en el Chido Fest 2005,
celebrado en el balneario San José de Jiutepec, Morelos.
110 Francisco J. López
Radio Juventud,
Fuente: Manuel Gándara
116 Francisco J. López
La Piedra Rodante
Ahora bien, no podemos ni debemos omitir el papel que des-
empeñó, a principios de los años setenta, la revista Piedra Ro-
dante, versión mexicanizada de la célebre publicación nortea-
mericana, Rolling Stone. El publicista y escritor Manuel Aceves
(1940-2009) fue el director en jefe de la Piedra, contando con
las colaboraciones de José Agustín y Parménides García Sal-
daña, dos respetadísimos personajes de la “onda”.
33 Entrevista realizada por el autor a Rafael Acosta, baterista de los Locos del
Ritmo, septiembre de 2002.
Los imaginarios del pop 119
Radio Juventud,
Fuente: Manuel Gándara
Radio Juventud
dor, pues lleva a la pantalla las vivencias del músico, los luga-
res, amigos, bailes populares a lo largo y ancho de la geografía
nacional, en una forma similar a los épicos recorridos de los
rockeros estadounidenses.
23 Chac Mool fue una agrupación de vital importancia y aportación al rock pro-
gresivo mexicano. En las filas del grupo estaba Jorge Reyes (1952-2009), ex
integrante de Al Universo y pionero en los territorios sonoros del Etno-rock.
El rock: la larga noche de la prohibición 149
Pero había dentro de ese renegar una razón que nos hacia odiar
al príncipe sucesor del negro Durazo, Mota Sánchez, y era pre-
cisamente la herencia de la dictadura neoporfirista en manos
de Echeverría, López Portillo y sucesores al trono que evocaba
27 Véase glosario.
El rock: la larga noche de la prohibición 153
El breakdance y su proyección
cinematográfica
El espacio mediático estaba abarrotado por artistas de Te-
levisa y lo que la industria del disco imponía, así que los
rockeros mexicanos no tenían acceso ni mucho menos de-
recho a ser considerados en sus programaciones de radio y
televisión, o a ser reseñados en las secciones de espectáculos.
A principios de los años ochenta es cuando otra moda, pro-
veniente de Estados Unidos, empezó a permear el ambiente
juvenil. Se trataba de la invasión del breakdance3 y no había
3 Uno de los cuatro “elementos” del hip hop, junto con el graffiti, el MC-ing y
el DJ-ing.
166 Francisco J. López
El breakdance en Cuernavaca
En Cuernavaca, la discoteca Bianco’s, del Casino de la Selva
organizó el primer encuentro de breakdance con el “diyei” Clau-
dio Yarto (Caló) del D.F. El concurso atrajo varios colectivos
locales, como People Break de la colonia burocrática; El Ballet
del Sonido Batuta; los Break Boys (“Pollo”, “Piraña”, Quique,
Beto y “Salchi”), de la colonia Margarita Maza de Juárez de
Alta Vista. Estos últimos fueron los ganadores del concurso.
Los Break Boys tuvieron su primer contacto con el nuevo baile
gracias a un par de jóvenes chicanos radicados en los Ánge-
les, California, que habían venido a pasar sus vacaciones a la
ciudad con algunos familiares en la colonia Margarita Maza de
Juárez en Alta Vista. Allí empezó la “onda” del breakdance, en
1983; improvisando rutinas sobre un tapete de linóleum y un
poco de talco, con las primeras grabaciones mezcladas, traídas
directamente de Los Ángeles, para un nutrido y creciente nú-
mero de seguidores del breakdance. La “onda” se extendió rápi-
damente a otras colonias y, particularmente, a las tardeadas de
escuelas secundarias y preparatorias. En esa época el recurso
asiduo a los “sonideros” fue determinante para que el break-
dance se popularizara. Batuta, Alvin y Panda fueron los más
populares por sus respectivos ballets de baile. Así que, durante
al menos la primera mitad de los años ochenta, el breakdance y
las tardeadas con “luz y sonido” desplazaron a los grupos de
rock e incluso a los grupos de música tropical (cumbieros).
Entre los bailarines destacados de la ciudad, sobresalió
el estilo electro de Tony Mayorga y César Escalera del grupo
Kanotak, que llegó a salir en televisión, en el programa sabati-
no Estrellas de los ochenta. Otro programa clave para la difusión
del breakdance fue Disco Jackson, del Canal 4 de Televisa.
Consumos: cambio de ritmos y de facha 169
De la “fonomímica” al escenario
Del otro lado del océano, en la ciudad de Cuernavaca (a 45
minutos de la capital mexicana), en condiciones menos favo-
rables, los jóvenes que gustaban del heavy metal nunca imagi-
naron realizar la misma práctica que los metaleros británicos,
quienes hacían todo con tal de hacer más intensa y real su
pasión por la música. Eran los primeros años de la década de
1980, la crisis económica surtía efecto en los hogares de la cla-
se trabajadora, no había espacios para la recreación juvenil ni
mucho menos para realizar actividad deportiva; los conciertos
eran cosas del primer mundo, así que sólo se tenían referen-
cias en las revistas de algún programa de televisión o de las
amenas y entretenidas charlas de chavos que habían viajado en
busca de mejores oportunidades al vecino país del norte, quie-
nes, en su experiencia, habían asistido a un concierto masivo
en California, Chicago o Nueva York.
186 Francisco J. López
El metal glamuroso
Hay que recordar que el auge del metal, como fenómeno glo-
bal en los años ochenta, se ubicó en la Costa Oeste de los
Estados Unidos, con otra forma de expresión, al tocar músi-
ca en vivo en clubes nocturnos de Sunset boulevard, mismos
que dieron origen al Glam metal o Hair metal, como los grupos
Kiss, Quiet Riot, Mötley Crue, Twisted Sister, W.A.S.P, Ratt,
Cinderella, Poison y Europe. Paralelo a esto, en San Francis-
co y Nueva York, las agrupaciones musicales como Metálica,
Megadeth, Exodus y Slayer marcaban la pauta de un metal
más agresivo y veloz, representando el verdadero espíritu un-
derground del heavy metal, el cual se incrementaría de forma no-
table en muchas partes del mundo y que, además, influenció a
muchas bandas mexicanas, como Transmetal, Ramses, Inqui-
sidor, Raxas, Makina, Mortuary, Toxodeath y Acrostic.
En la tendencia del hair metal, nace en Cuernavaca Cielo
y Lodo, agrupación integrada inicialmente por Idzy, Erick
Power, Jerry Style, Carlos Camel, Omar “el Trébol” y Krish
Rabanito, quien después se integraría a la Lúgubre Teresa,
primer banda de ska en Cuernavaca. Kristos Lezama reto-
198 Francisco J. López
po, con su demo Forever Alone, logró reunir una gran cantidad
de seguidores seducidos por su música. El estilo enérgico ba-
sado en cambios de ritmo constantes fue responsabilidad de
Víctor Castillo, una máquina demoledora en el doble bombo,
con una precisión extraordinaria en cada uno de sus redobles
y remates, características que lo ubicaron como el mejor ba-
terista del metal de Morelos, según los propios músicos de la
escena metalera local.
Por su parte, Saúl Sámano también se mostraba seguro en
la ejecución de las cuatro cuerdas de su instrumento; lo ante-
rior, combinado a un intenso desarrollo escénico, en estrecha
interacción con la audiencia. Mientras que Erwin Villuendas,
guitarrista de rubia melena, se unificaba con su instrumento
para dar vida a una gama de sonidos, tocados con una técnica
depurada que lograba envolver, en una atmósfera vertigino-
sa de poderosos riffs y overdubs, a los headbangers que sacudían
sus cabezas a mil por hora en la parte frontal de la tarima;
mientras que otros tantos practicaban el slam en medio de la
multitud. Inferí grabó un disco que jamás fue editado, bajo
la dirección artística de Marc Rodamilans; una prueba de su
inobjetable calidad se puede apreciar en el acoplado Sin Alter-
nativa I, editado por discos Dodo en 1996, donde se incluye
el tema “Yerba”. La banda se mantuvo en activo por un lapso
de dos años más, terminando por tomar caminos distintos.
Hoy día, Edwin Villuendas ejerce como sicólogo, Saúl Sáma-
no se dedica al diseño de páginas Web y la computación. Sien-
do Víctor Castillo,26 baterista de Inferí el único que se dedica
profesionalmente a la música, actualmente dirige al colectivo
de percusiones Wamazo, uno de los grupos más populares y
representativos de Morelos.
Estéreo 7: ¡Impresionante!
La radioemisora Stereo 7 promovió varios conciertos masivos
y acostumbraba, como gancho, obsequiar algún instrumento
musical autografiado por un artista y que era obtenido por un
“intercambio comercial” con empresas o casas de instrumen-
tos musicales de la ciudad. Después organizaba de manera pa-
ralela la campaña de difusión del concierto y el concurso para
ganarse el anhelado instrumento. Esa mecánica fue utilizada
con mucho éxito para conciertos de Gloria Trevi, Jaguares, y
una ocasión se regaló la batería de El Tri, lanzando una in-
tensa campaña de spots para invitar a participar a los chavos
con una pieza artística alusiva a Alex Lora. Considerando la
gran convocatoria del veterano rockero, llegaron muchas pro-
puestas, desde las más sencillas hasta trabajos más dedicados y
mejor logrados. Se anunció que la entrega de la batería se rea-
lizaría el mismo día del concierto, en el auditorio de Teopan-
zolco. Finalmente, llegado el momento de entrega del premio,
en manos de Alex Lora, vocalista y líder de El Tri, invitaron a
subir en el entarimado al taciturno ganador que no mostraba
emoción alguna en su rostro. Es el propio Enrique Flores,
quien recuerda la anécdota:
8 Los demo tapes son las cintas en formato audiocassette grabadas de manera
casera por los grupos para darse a conocer en la escena independiente o sub-
terránea en los años ochentas.
240 Francisco J. López
En pantalla Cuernavaca
En lo referente a las producciones de televisión dedicadas al
rock, son pocas pero sustanciosas, considerando el entusiasmo
y solidaridad de los propios productores que se han ocupado
de brindar espacios a los grupos locales en sus respectivos
programas. La televisión pública del estado la representa el
Canal 3 que tiene menos de 20 años al aire y en ese lapso han
Medios de comunicación y sonidos emergentes 241
Cuernavaca, Morelos
noviembre de 2009
Morelos, rock y memoria
Conversa con Paco López
por Raúl Silva
La memoria perdida
Los grupos operaban en la consciencia de sus contextos, no
pretendían salir en MTV, no pretendían ser grabados y ser
las grandes estrellas de rock, simplemente estaban platicando,
como lo hacen los raperos ahora, lo que pasaba en sus colo-
nias, en el entorno, creo que ahí hay una carga emocional muy
interesante, y ahora muchos de los grupos están trabajando
de una forma más sólida porque ahora ya se puede grabar
262 Francisco J. López
El necesario diálogo
Paco López lo dice muy claro: — Creo que todas estas cosas,
debemos tenerlas en cuenta, tenemos que compartirlas para que
Morelos, rock y memoria 263
decir que sólo lo que ellos hacen es mejor que lo que hacen los
músicos en anteriores años.
Yo creo que hay que definirse. Hay una generación muy
prodigiosa ahorita, y lo vemos, insisto, en el ambiente del jazz,
la fusión, muy buena, que no se veía aquí en muchos años.
Técnicamente están muy bien dotados. Pero ¿Cómo se enri-
quece su formación para que sea más integral? Asistiendo a
conciertos, leyendo, viendo documentales, buscando, tenien-
do esa avidez de escuchar cosas nuevas, de ponerle detalles a
una producción, al montaje, al sonido… creo que hay muchos
cuyo pensamiento sobreestima el momento; es decir, creen
que ya tienen todo resuelto y ahí está el error.
Por eso, a medida que pasa el tiempo, pues a lo mejor, no
sé si me dé a mi o no la razón, pero yo creo que el que está de
manera permanente empapándose, teniendo intercambios de
experiencia y combinando ese papel con lo autogestivo, creo
que vamos a ver entonces a lo mejor una escena musical que
realmente ahora sí llame la atención, aunque la cercanía con la
Ciudad de México
Glosario