Partes de La Célula Animal
Partes de La Célula Animal
Partes de La Célula Animal
Investigacion 1: Descubren el primer animal que no necesita respirar oxígeno para vivir
Autor: Stephen Douglas Atkinson
Que los animales multicelulares de la Tierra necesitan el oxígeno para vivir era una verdad a la
altura de que el Sol sale y se pone cada día o que la gravedad nos atrapa bajo su influjo. Hasta
ahora. El concepto debe repensarse, ya que un grupo de científicos de la Universidad de Tel
Aviv (Israel) ha estudiado a fondo un ser que no depende del oxígeno. Es decir, que no
respira. Y este hallazgo podría tener enormes consecuencias no solo aquí, en nuestro planeta,
sino en la búsqueda de vida en otros mundos.
La vida comenzó a desarrollar la capacidad de metabolizar el oxígeno -esto es, respirar- en
algún momento hace más de 1.450 millones de años. Una célula arqueal envolvió a una
bacteria, estrenando un nuevo equilibrio que dio lugar a que estos dos organismos
evolucionaran juntos. Esas baterias se convirtieron en mitocondrias, fuente de energía de las
células y que utilizan el oxígeno como «gasolina». La evolución de esta simbiosis llegó tan
lejos que hoy todas las células de tu cuerpo, salvo los glóbulos rojos, tienen mitocondrias que
descomponen el oxígeno para impulsar los procesos celulares.
La importancia de las mitocondrias En la naturaleza existen adaptaciones que han permitido a
algunos organismos vivir en condiciones de poco oxígeno e incluso hipóxicas. De forma
paralela, algunos seres unicelulares han desarrollado orgánulos parecidos a las mitocondrias;
pero el debate sobre si era posible la existencia de animales que no respiraran
oxígeno nunca se había podido zanjar. El nuevo estudio, publicado en la revista Proceedings of
the National Academy of Science (PNAS) y dirigido por Dayana Yahalomi se centró en un
animal parásito del salmón, llamado Henneguya salminicola, del que se sospechaba que
podría tener una respiración anaeróbica. Se trata de un cnidario, que pertenece al mismo filo
que los corales, las medusas y las anémonas. A pesar de que crea unos quistes muy
antiestéticos en los salmones, en realidad no son dañinos y conviven con el pez toda su vida.
Ya se había dterminado que el parásito sobrevivía dentro del cuerpo del huésped en
condiciones muy hipóxicas, pero no ha sido hasta que se ha desentrañado su ADN cuando
efectivamente se ha podido comprobar que estos animales no necesitan respirar.
Un estudio del CNIO apoya la idea de que la velocidad del acortamiento de estas estructuras
protectoras de los genes situadas en los extremos de los cromosomas es un factor
determinante de la duración de la vida de las especies
Si quiere saber cuántos años va a vivir ya puede empezar a mirar a sus telómeros, esas
estructuras protectoras de los genes situadas en los extremos de los cromosomas. Según una
investigación que se publica en la revista « Proceedings of the National Academy of Sciences »
(PNAS), existe una relación muy clara entre lo que vivimos y la velocidad a la que se
acortan nuestros telómeros. Los resultados del estudio llevado a cabo en el Centro Nacional
de Investigaciones Oncológicas (CNIO) indican que la velocidad de acortamiento de los
telómeros predice la longevidad de especies mucho mejor que otros parámetros considerados
hasta ahora, como el peso corporal -en general las especies más pequeñas tienden a vivir
menos tiempo- o el ritmo cardiaco.