Atribuciones Municipales

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 22

Bloqueos municipales ante la pandemia

Autor:  Marchiaro, Enrique José

Cita: RC D 1560/2020

Encabezado:

El autor analiza el poder de policía concurrente en materia de emergencia sanitaria frente al


dictado de los DNU 260/2020 y 297/2020, haciendo especial referencia a las facultades
municipales para enfrentar la pandemia.

Bloqueos municipales ante la pandemia

Estamos ante una emergencia concurrente. Los municipios pueden ser más severos en tanto no
interfieran sobre el interés nacional.

Los DNU 260/20 y 297/20 dictados por el PEN constituyen la clave de bóveda del sistema de
emergencia sanitario argentino ante la pandemia del Covid-19. Estas dos normas en pocos días se
bifurcaron en numerosas materias conexas, como la migratoria, laboral, bancaria, entre otras, de
tal modo que ya se ha conformado un verdadero microsistema jurídico[1] que impactará de un
modo u otro sobre todo el derecho, tal como aconteció con las sucesivas emergencias que hemos
tenido en Argentina, aunque esta sí es plenamente justificable. 

Es fundamental tener presente que la materia jurídica no es otra que la del "poder de policía
sanitario" pero de "emergencia", es decir, no uno sino dos institutos, que a su vez se materializan
básicamente a través de los sistemas administrativo, constitucional y de derechos humanos.

La doctrina nacional mayoritaria consideró de inmediato como constitucional y convencional estas


disposiciones[2] así como también varios juzgados civiles y penales a lo largo y ancho del país y
solo por razones de espacio no nos detendremos en ello.

En nuestro caso centramos el foco en los aspectos competenciales federales y municipales, pues la
materia sanitaria es concurrente respecto de los cuatro órdenes de gobierno argentinos, cuales
son Nación, Provincias, CABA y Municipios.

Si bien los municipios no son sujetos de la relación federal si son partícipes del juego de
competencias concurrentes, sobre todo en una materia típicamente local como el poder de
policía, caracterizado desde el S. XIX por la CSJN desde el célebre caso "Plaza de Toros" como
básicamente "local"[3].
Es fundamental en este punto recordar que en nuestro federalismo el poder de policía como regla
es concurrente, máxime en materia sanitaria, reiteradamente calificada como tal por la CSJN
incluso en tiempos de fuerte nacionalización competencial, pues durante el federalismo dual no se
denegó nunca la competencia subnacional y local en esta temática.

La reforma constitucional de 1994 reforzó el criterio de concurrencia, incluso con una nueva como
es la ambiental. Y reiteró, para que no quedarán dudas, el alcance del poder de policía municipal
en el art. 75, inc. 30[4].

Los DNU 260/20 y 297/20 respetan el esquema federal a rajatabla, remitiendo a los poderes
subnacional y local buena parte de su ejecución, lo cual refleja un criterio interjurisdiccional que
deberá replicarse cuando la pandemia cese.

Recordemos cómo funciona el esquema concurrencial: se ejerce la competencia por uno u otro
nivel de gobierno solamente, ante lo cual no hay conflicto. La ejercen ambos de modo simultáneo,
ante lo cual tampoco hay conflicto, incluso mediando dispendio y superposición competencial. El
ejemplo típico fue el tránsito.

El conflicto solo se da cuando el ejercicio subnacional resulta "repugnante" respecto del nacional,
como bien lo ha dicho la CSJN de modo reiterado. Y no porque aquel sea superior, sino por una
simple regla que nos indica que todo conflicto debe tener un punto final en su plano
institucional[5]. Un ejemplo típico de repugnancia fue el control bromatológico sobre hacienda
vacuna en tránsito en Provincia de Buenos Aires cuando ello ya lo realiza la autoridad sanitaria
nacional.

Siendo la pandemia por su "área y dimensión" un tema federal, la Nación legisló y ello sin duda se
aplica a todo el territorio nacional. Pero simultáneamente Provincia y municipio deben adherir en
un punto: en lo que es materia propia no hay concurrencia nacional ni siquiera en una emergencia
pública. El federalismo no admite en esto debate alguno y no entenderlo sería inconstitucional de
plano[6].

Provincia y municipio deben adherir -y están obligados al afectarse el interés público de sus
respectivos territorios- en lo que tiene que ver con sus competencias propias, no solo materiales
sino de gestión y de recursos. 

Pero a su vez, provincia y municipio podrán dictar sus propias disposiciones en la medida que no
repugnen a las nacionales. Como en materia ambiental, podrán hacer de más y no de menos, si
hacen de menos rige el bloque nacional y si hacen de más rige el subnacional y local.

Las normas locales que se dicten pueden ser más intensas que las nacionales, en tanto no
interfieren en el objeto nacional, sino que precisamente lo garantizan. Dichas facultades locales
son elementales en nuestro federalismo (CN, arts. 5, 123, 75, inc. 30, 41 y constituciones
provinciales) y en este caso aparece una doble tutela, pues al resguardar la salud de sus vecinos
simultáneamente se resguarda la salud nacional.
"Nuestro sistema federal permite a Provincias y en su modo a los municipios la toma de medidas
idóneas para tutelar a su población por razones de salud pública. Ello acontece en cualquier
materia sanitaria e incluso ambiental de rutina. Veamos un solo ejemplo: Nación rotula y autoriza
la circulación interprovincial de los productos agroquímicos. Pero el control del uso es solo
provincial y municipal, pudiéndose en estos ámbitos darse órdenes de interdicción amplísimas en
su territorio, claro que temporales y fundadas"[7].

Estas interdicciones subnacionales alcanzan no solo la circulación de bienes y personas sino incluso
cláusula de comercio ante una situación comprobada de riesgo sanitario: la materia agroquímica
es un ejemplo fácilmente expandible. 

Si la materia sanitaria y conexa ambiental lo autoriza en situaciones normales con más razón en las
anormales, como una pandemia, un riesgo de fuga nuclear o cuanta otra catástrofe imaginemos.
Ante ello la Provincia o Municipio afectado deberá tomar medidas idóneas y urgentes.

No se trata de activar poderes inexistentes sino previos, como son las típicas cláusulas de
competencia concurrente con Nación en materia sanitaria y ambiental. Dicha concurrencia
permite actuar de varios modos a los tres poderes y si ello significa en un momento "caos" luego el
propio sistema impone la "cooperación", pues el federalismo es un sistema que entre otras
definiciones tiene la de ser un sistema que funciona por caos y cooperación[8].

Ha sido polémico el bloqueo municipal de caminos, pero ello no le quita juridicidad en un aspecto.
Dicho bloqueo no puede ser de tal intensidad que no permita la libre circulación de bienes
esenciales y personas justificadas, pues los DNU son muy claros en el punto y los municipios deben
acatarlos.

Pero otra cosa es un bloqueo parcial y temporario de las vías de ingreso a una localidad sin con
ello se garantiza un mejor control, concentrando la circulación en pocos lugares por razones
concretas de escala. Aquí el cierre si es válido pues no impide los servicios esenciales. Esta debe
ser la regla fundamental que sigan los gobiernos locales, lo que lamentablemente no ha ocurrido
en algunos casos.

La interferencia local lesiona el orden federal y constituye además una infracción a la ley nacional
de desabastecimiento y de los artículos 194, 248 y concs. del Código Penal. Así lo entendieron
algunos juzgados penales con causas en curso respecto del cierre total local de rutas provinciales.

Los municipios pueden fijar restricciones temporales muy fuertes en circulación y actividad
comercial y social: pueden bloquear caminos y accesos con la finalidad de concentrar el control en
puestos idóneos; pueden disponer el cierre de actividades sociales y comerciales en horarios
determinados; pueden desinfectar vehículos y camiones en tránsito, así como controlar la salud de
sus conductores y cuanta otra medida sea necesaria para paliar la pandemia en su territorio.

"Las diferentes vicisitudes que se sucedieron en distintos espacios territoriales, llevaron a los
gobiernos municipales a la búsqueda de medidas que reforzaran el cumplimiento de la letra de los
DNU nacionales, pero además conforme a esas reglas se sucedieron diferentes conflictos según se
tratara de municipalidades fuertemente turísticas o limítrofes con otros países, en algunos casos
-Iguazú- junto con turistas internacionales, ciudades de capital provincial, ciudades rurales, otras
del conurbano bonaerense, etc. en las que se procedía a cerrar los accesos con montículos de
tierra u otros elementos, se utilizaban fuerzas de seguridad locales para controles con propósitos
expulsivos, o cerrar el ingreso de personas en la frontera internacional (Iguazú) cuando tal medida
era de resorte federal. En otros casos se instó a modificar códigos de penalidades en materia de
faltas con el propósito de desalentar conductas discordantes con el aislamiento obligatorio, hubo
municipios que terminaron con las clases un poco antes que lo decidiera el Presidente de la Nación
o los gobernadores, entre otros elementos que la necesidad y la urgencia del localismo imponían
en las colectividades y con la mira puesta en la salud que el pueblo merece"[9].

En cuanto a la prohibición de ingreso y permanencia en el municipio de vecinos "no residentes" es


válida, como se hizo en numerosas ciudades turísticas o con casas de fin de semana, pues el art. 2
del DNU 297/20 fija como lugar para la cuarentena la "residencia habitual" (esta equivale al
domicilio en un solo sitio).

Insistimos con que el DNU 260/20 (art. 2, 7, 8, 11, 18 y 19) como el DNU 297/20 (3, 4, 5, 6, 10 y 11)
remiten a la autoridad provincial y local para garantizar el control de la pandemia.

Los gobernadores y los intendentes son agentes del Gobierno Federal según dispone el art 128 de
la CN, al que remite el art 10 del DNU 297/20. Por ende no hay cierre de fronteras sino puesta en
vigencia de la emergencia sanitaria nacional en territorio provincial y local.

Y como el 92 % de los argentinos vivimos en ciudades y pueblos, el rol de los gobiernos


municipales es central en la pandemia, tal como se comprobará en los próximos meses. 

[1] Lorenzetti, Ricardo, "Las normas fundamentales del derecho privado", 1º edición. Rubinzal-
Culzoni Editores, Santa Fe, 1995.

[2] Hernández, Antonio M., "Las emergencias y el orden constitucional", Diario Clarín, 23-3-
2020.

[3] Marchiaro, Enrique, "Derecho Municipal, nuevas relaciones intermunicpales: poder de


policía, microregión y sistémica jurídica". 1º ed, Ediar, Bs.As, 2000.

[4] Frías, Pedro, "El federalismo en la reforma constitucional", Diario L.L. del 4-10-1994.

[5] Castorina de Tarquini, María Celia. "Federalismo e Integración". 1º ed, Ediar, Bs. As., 1997.

[6] Rosatti, Horacio, "Tratado de derecho municipal", 2º ed. Amp., Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
1998.

[7] Marchiaro, Enrique J., Revista Microjuris (versión digital). "Pandemia y federalismo", 27-3-
2020.

[8] Anton, Tomas J., "Las políticas públicas y el federalismo norteamericano", 1º edición.
Heliasta, Buenos Aires, 1994.

[9] Losa, Néstor, "Otra realidad universal, otro diseño federal" en Diario DPI, versión digital, Nro.
259 -30.03.2020.

La Ley de Abastecimiento y su aplicación descentralizada

Autores:  Castro Videla, Santiago M.

 Maqueda Fourcade, Santiago

Cita: RC D 1603/2020

Subtítulo:

Distribución de competencias administrativas y judiciales en su aplicación por provincias,


municipios y sujetos distintos de la Secretaría de Comercio Interior (a propósito del Decreto
351/2020 del Presidente de la Nación y del Decreto 177/2020 del Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires)

Encabezado:

En el contexto de la emergencia sanitaria y el aislamiento social, preventivo y obligatorio, el Poder


Ejecutivo de la Nación y ciertas autoridades provinciales han regulado los precios y la producción
de distintos bienes considerados esenciales, en particular, al amparo de las facultades otorgadas
por la Ley 20680 de Abastecimiento. Los autores analizan la regulación y aplicación
"descentralizada" de la Ley de Abastecimiento, abordando algunos problemas y dudas
interpretativas que presenta.

Sumario:

1. Planteamiento general. 2. Competencias de la autoridad nacional de aplicación. 3.


Competencias de las autoridades provinciales de aplicación. 4. ¿Cuáles son las competencias de las
autoridades municipales? El impacto del Decreto 351/2020 del Poder Ejecutivo de la Nación y el
Decreto 177/2020 del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. 4.1. Otorgamiento de
facultades por parte de las autoridades provinciales de aplicación. El caso del Decreto 177/2020
del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. 4.2. Otorgamiento de facultades por parte del
Poder Ejecutivo de la Nación. El caso del Decreto 351/2020 del Poder Ejecutivo de la Nación. 4.3.
Problemas constitucionales de las interpretaciones favorables a la posibilidad de facultar
ampliamente a las autoridades municipales. 5. Competencia judicial para imponer sanciones de
clausura e inhabilitación especial. 6. Competencia judicial para extender medidas de clausura
preventiva. 7. Competencia judicial para la revisión de regulaciones y de sanciones. 8.
Competencias de fiscalización por otros entes y órganos a nivel nacional. 9. A modo de síntesis.
La Ley de Abastecimiento y su aplicación descentralizada

1. Planteamiento general

En el contexto de la emergencia sanitaria (declarada por la Ley 27541[1] y ampliada por el DNU
260/2020[2]) y el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ordenado por el DNU 297/2020[3] y
sus modificaciones[4]), establecidos con motivo de la pandemia por coronavirus (COVID-19), el
Poder Ejecutivo de la Nación y ciertas autoridades provinciales han regulado los precios y la
producción de distintos bienes considerados esenciales, en particular al amparo de las facultades
otorgadas por la Ley 20680 de Abastecimiento ("LA"). 

Así, a la fecha en que se escriben estas líneas, se ha permitido la aplicación de la LA a micro,


pequeñas y medianas empresas[5], se ha congelado el precio del alcohol en gel[6], se ha intimado
genéricamente a los sujetos alcanzados por la LA a cumplir sus disposiciones[7], se ha congelado el
precio y obligado a abastecer productos de la canasta básica de alimentación, higiene y
limpieza[8], y se ha obligado a producir y abastecer insumos sanitarios críticos[9]. 

Si bien la autoridad nacional de aplicación es la Secretaría de Comercio Interior ("SCI"), la crisis


actual ha llevado también al involucramiento de otras autoridades de aplicación, tanto a nivel
nacional como provincial y municipal. Así, está ocurriendo que funcionarios de la Administración
Federal de Ingresos Públicos ("AFIP") como también de autoridades provinciales y municipales
están fiscalizando el cumplimiento de las normas dictadas[10]. Y no sólo eso, sino que también
autoridades provinciales han dictado regulaciones adicionales y más restrictivas que las
establecidas a nivel nacional[11]. Más recientemente, el Poder Ejecutivo de la Nación incluso
"convocó" a los poderes ejecutivos municipales a fiscalizar el cumplimiento de la LA y normas
complementarias dictadas por la SCI, debiendo remitir las actuaciones a la SCI en caso de
comprobar infracciones (además de "convocar" a las autoridades provinciales a que hagan lo
propio en sus áreas de competencia)[12].

Esta regulación y aplicación "descentralizada" -por decirlo de alguna manera- de la LA, presenta
algunos problemas y dudas interpretativas que procuraremos abordar en este artículo.
Lógicamente, la LA en sí misma, así como las medidas que permite adoptar al Poder Ejecutivo,
presentan otras múltiples problemáticas constitucionales y legales -entre ellas, la validez
constitucional de la delegación legislativa que contiene y la cuestión de la razonabilidad o
irrazonabilidad de los controles de precios para lograr el fin buscado con su aplicación-, que hemos
abordado en otros estudios, a donde corresponde remitir[13].

En este trabajo, en cambio, analizaremos brevemente algunas cuestiones interpretativas que


hasta ahora no hemos abordado de forma detenida, a saber: (i) qué facultades tienen las
provincias y municipios para dictar regulaciones adicionales a las dictadas a nivel nacional; (ii) qué
facultades tienen las provincias y municipios para fiscalizar y sancionar el incumplimiento de las
regulaciones dictadas; (iii) qué facultades tienen otros entes y órganos distintos de la SCI, como la
AFIP, para fiscalizar y eventualmente sancionar; y (iv) qué competencia judicial corresponde para
la revisión de las regulaciones y sanciones eventualmente impuestas por provincias y municipios.
No analizaremos, en cambio, la razonabilidad o conveniencia jurídica, económica o política de esta
aplicación descentralizada de la LA.

2. Competencias de la autoridad nacional de aplicación

La LA no integra el derecho común sino que se trata de una norma de carácter federal, de orden
público[14], y así lo ha resuelto la Corte Suprema[15]. Ahora bien, sin perjuicio de su naturaleza
federal, la LA permite no sólo su aplicación por autoridades locales, sino que también las autoriza
para el dictado de regulaciones adicionales.

Así, establece un complejo entramado para el deslinde de las competencias entre nación y
provincias, que a su vez distingue entre las facultades de regulación, por un lado, y las facultades
de fiscalización y sanción de incumplimientos ante las infracciones, por otro. Este reparto de
competencias está realizado fundamentalmente en sus artículos 3[16], 15[17] y 18[18]. 

A la luz de estas normas (particularmente, el artículo 15), la autoridad nacional de aplicación tiene
competencias para: (1) Ejercer las facultades de regulación previstas en los artículos 2 y 27 de LA;
(2) Fiscalizar el cumplimiento de la LA y de las normas que dicte con fundamento en ella, cuando
las infracciones afectaren o pudieren afectar el comercio "interjurisdiccional"; y (3) Imponer
sanciones ante el incumplimiento de tales normas, a excepción de la imposición de clausura e
inhabilitación especial, que son de competencia judicial (jueces federales de primera instancia).

3. Competencias de las autoridades provinciales de aplicación

A la luz de las mismas normas, las autoridades provinciales de aplicación de la LA (que son
definidas por la legislación de cada provincia) tienen una competencia más reducida que la
autoridad nacional, en términos no sólo territoriales sino también materiales. 

En concreto, en el orden provincial: 

1. Los gobernadores y el jefe de gobierno de la CABA, "por sí o por intermedio de los organismos
y/o funcionarios que determinen", tienen competencia para ejercer algunas facultades específicas
de regulación, de forma limitada y subordinada a las medidas adoptadas por la autoridad nacional,
en los términos y bajo las condiciones previstas en el artículo 3 de la LA.

2. La autoridad provincial de aplicación (designada por las normas de cada provincia) tiene
competencia además para (i) fiscalizar en su respectivo territorio el cumplimiento de la LA y las
normas dictadas por la autoridad nacional y provincial de aplicación (cfr. art. 3, 15 y 18, LA), y (ii)
imponer sanciones ante el incumplimiento de tales normas, cuando la infracción sea cometida en
las provincias y afecte exclusivamente al comercio local (cfr. art. 18, LA).
En cuanto al primero de los ítems anteriores, relativo a las facultades limitadas de regulación que
el artículo 3 atribuye a los gobernadores y al jefe de gobierno de la CABA, cabe señalar que: 

1. Si la autoridad nacional de aplicación no fijó precios máximos, pueden fijarlos y dictar las
medidas complementarias correspondientes, debiendo informarlo de inmediato a la autoridad
nacional.

2. Si la autoridad nacional de aplicación fijó precios máximos, pueden reducirlos si "la localización
de la fuente de producción, la menor incidencia de los fletes o cualquier otra circunstancia o
factor" lo permiten.

3. Si la autoridad nacional de aplicación fijó precios máximos, pueden incrementarlos por las
razones opuestas, con previa autorización de la autoridad nacional de aplicación -o silencio
afirmativo configurado a los 15 días hábiles-.

4. En cualquier circunstancia, pueden: a) requerir documentación relativa al giro comercial de la


empresa o agente económico e información sobre los precios de venta de los bienes o servicios
producidos y prestados, como así también su disponibilidad de venta; b) exigir la presentación o
exhibición de todo tipo de libros, documentos, correspondencia, papeles de comercio y todo otro
elemento relativo a la administración de los negocios; realizar pericias técnicas; c) proceder, de ser
necesario, al secuestro de tales elementos, por un plazo máximo de 30 días hábiles; y d) crear los
registros y obligar a llevar los libros especiales que se establecieren[19].

4. ¿Cuáles son las competencias de las autoridades municipales? El impacto del Decreto
351/2020 del Poder Ejecutivo de la Nación y el Decreto 177/2020 del Gobernador de la Provincia
de Buenos Aires

Una cuestión no abordada expresamente por la LA es la relativa a si las autoridades municipales


pueden, en el ámbito de sus territorios, ejercer las facultades de regulación, fiscalización y sanción
acordadas a los gobernadores y autoridades de provincia. Es en este punto donde el reciente
Decreto 351/2020 dictado por el Poder Ejecutivo Nacional y el Decreto 177/2020 del Gobernador
de la Provincia de Buenos Aires cobran una especial relevancia, fundamentalmente en lo que
refiere a las facultades de "fiscalización y control", como veremos seguidamente. 

4.1. Otorgamiento de facultades por parte de las autoridades provinciales de aplicación - El caso
del Decreto 177/2020 del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires

Ahora bien, en lo que refiere al texto mismo de la LA, desde una interpretación amplia cabría
entender que bajo el régimen que la misma establece las provincias tendrían autorización (dada
por la propia LA) para asignar a los municipios las facultades que aquella confiere a la autoridad
provincial de aplicación. Dicho en otros términos, podría interpretarse que la LA permite que las
provincias encomienden ciertas competencias en materia de regulación y fiscalización a los
municipios. 

En efecto, con respecto a las facultades para establecer regulaciones (otorgadas por el artículo 3),
la propia LA permite a los gobernadores provinciales y al jefe de gobierno de la CABA subdelegar
tales facultades, en tanto al atribuírselas dispone que las mismas pueden ser ejercidas "por sí o
por intermedio de los organismos y/o funcionarios que determinen". 

En consecuencia, siempre y cuando se respetaran los límites y condiciones que el artículo 3 de la


LA impone para su ejercicio, cabría interpretar que las autoridades provinciales podrían estar
autorizadas para subdelegar el ejercicio de esas facultades a las autoridades municipales. Ello así,
en el entendimiento de que "los organismos y/o funcionarios que determinen" los gobernadores
en los términos del artículo 3 de la LA podrían pertenecer al orden municipal. Lógicamente, en tal
hipótesis, las autoridades municipales sólo podrían ejercerlas válidamente dentro del ámbito
territorial en el cual tienen jurisdicción.

En este sentido, sin embargo, destacamos que no hemos identificado ninguna norma provincial
que expresamente atribuya las facultades de regulación de la LA en cabeza de las autoridades
municipales, por lo que, hasta la fecha, y si ello es así, sólo las autoridades provinciales se
encontrarían facultadas para adoptar medidas de regulación en los términos y bajo las condiciones
de su artículo 3.

Por otra parte, con respecto a la fiscalización y sanción de las eventuales infracciones a la LA -o las
medidas de regulación que se adopten con fundamento en ella-, y siempre y cuando las mismas
afecten exclusivamente al comercio de las jurisdicciones provinciales, la LA establece que en el
orden local dichas tareas corresponden a "los organismos que determine cada una" de las
provincias (cfr. art. 18, LA). Resultaría aplicable, por ello, una interpretación similar a la del artículo
3 antes referida.

En consecuencia, cabría entender que las autoridades municipales podrían resultar competentes
para "fiscalizar" y eventualmente "sancionar" esas infracciones en la medida en que (a) sólo
afecten el comercio en sus respectivas jurisdicciones (y no el comercio interjurisdiccional) y (b)
exista, a su vez, una norma o acto de la autoridad provincial competente que les atribuya tales
competencias. 

En este sentido, el reciente Decreto 177/2020 de la Provincia de Buenos Aires atribuye


expresamente competencia a los municipios para "fiscalizar" el cumplimiento tanto de sus
disposiciones como de las medidas adoptadas por la Resolución SCI 100/2020 que motivó su
dictado[20]. No les atribuyó, en cambio, facultades "sancionatorias", sino que dispuso que las
autoridades municipales deberán informar a la autoridad provincial de las eventuales infracciones
que detecten para que ésta (la autoridad provincial) establezca las sanciones correspondientes.

4.2. Otorgamiento de facultades por parte del Poder Ejecutivo de la Nación - El caso del Decreto
351/2020 del Poder Ejecutivo de la Nación
Finalmente, y también desde una interpretación amplia de la LA, podría entenderse que el Poder
Ejecutivo de la Nación está facultado para otorgar a las autoridades municipales (al menos,
algunas de) las facultades otorgadas por la LA a la autoridad nacional de aplicación. Ello, por
cuanto aquél es quien tiene competencia para designar a la autoridad de aplicación nacional,
según lo dispone expresamente el artículo 15 de la LA.

Esta parece ser, en efecto, la interpretación que sustentó, al menos en lo que refiere a las
facultades de fiscalización, al reciente Decreto 351/2020 dictado por el Poder Ejecutivo Nacional.
Esto así, en tanto este Decreto (con carácter de reglamento autónomo y ejecutivo, y no delegado
ni de necesidad y urgencia): 

1. "Convocó" a los poderes ejecutivos provinciales a "realizar el control y juzgamiento" de la


Resolución SCI 100/2020, o las que en el futuro la prorroguen, reemplacen o amplíen, "en el
ámbito de sus competencias, en los supuestos previstos en los artículos 3° y 18" de la LA (a saber,
cuando se afecte exclusivamente el comercio de sus respectivas jurisdicciones) y a "coordinar
estas acciones" con los poderes ejecutivos municipales "conforme las normativas Provinciales y
Municipales"[21].

2. "Convocó" a los poderes ejecutivos municipales a "realizar, en forma concurrente con la Nación,
la fiscalización y control del cumplimiento" de la Resolución SCI 100/2020, o las que en el futuro la
prorroguen, reemplacen o amplíen, "en los supuestos comprendidos en el artículo 15" de la LA (a
saber, cuando se afecte o pueda afectar el comercio interjurisdiccional)[22]. Para ello, tales
autoridades deben ajustarse al procedimiento y facultades de los artículos 10 y 12 de la LA,
mientras el juzgamiento y sanción de las eventuales infracciones corresponderá exclusivamente a
la SCI[23].

En relación a este último punto, debe aclararse que las facultades cuyo ejercicio el Poder Ejecutivo
habría atribuido a los intendentes municipales refieren a la fiscalización del cumplimiento de las
disposiciones de la LA y las normas dictadas en su consecuencia, en la medida que afecten o
puedan afectar el comercio interjurisdiccional, por lo que se trataría de una facultad concurrente
con la que cuenta la autoridad nacional misma, esto es, la SCI.

4.3. Problemas constitucionales de las interpretaciones favorables a la posibilidad de facultar


ampliamente a las autoridades municipales

Ahora bien, sin perjuicio de todo lo anterior, creemos que desde una interpretación más restrictiva
efectuada sobre la base de principios constitucionales, las interpretaciones reseñadas, como
también las normas reseñadas, podrían ser cuestionables. En efecto, podría sostenerse que los
destinatarios de las facultades de regulación, fiscalización y sanción en el régimen de la LA
deberían ser exclusivamente entes u órganos de la jurisdicción "provincial" o "nacional", según
corresponda, sin que puedan transferirse al nivel municipal. 

Ello así, por una serie de razones. Primero, y fundamentalmente, porque la LA es una norma de
carácter federal (ajena al derecho común), que al delegar facultades legislativas en el Poder
Ejecutivo nacional y los ejecutivos provinciales debe ser interpretada de manera restrictiva,
conforme ha establecido la Corte Suprema de Justicia en su jurisprudencia[24]. Máxime cuando,
debido a la autonomía municipal, el control que los gobernadores provinciales ejercen sobre sus
órganos y funcionarios dependientes es mucho mayor que aquél que pueden eventualmente
ejercer en relación a las autoridades municipales. 

Segundo, y ratificando lo anterior, cabe tener en cuenta que la Corte Suprema, en relación a otras
leyes de abastecimiento y control de precios, ha señalado que "las facultades conferidas a los
gobernadores de provincia (…)" y "su actuación en estos casos obedece a su calidad de agentes
naturales del gobierno federal (art. 110 de la Constitución Nacional)"[25]. Esto último, en lo que
refiere a las autoridades provinciales, se encuentra expresamente reflejado en el Decreto
351/2020, en tanto éste invocó como fundamento normativo, entre otras normas, el actual
artículo 128 de la Constitución Nacional. De este modo, si la LA es una norma federal que delega
facultades legislativas propias del Congreso de la Nación en el Poder Ejecutivo, y también en los
Gobernadores provinciales (y el jefe de gobierno de la CABA) aunque debido a su carácter de
"agentes naturales" del gobierno federal, parecería que ese carácter de la ley y de tales agentes,
más la interpretación restrictiva que corresponde realizar de las normas que delegan facultades
legislativas para restringir derechos constitucionales, deberían mantenerse en la órbita de
competencia de tales autoridades, sin poder ser transferidas al orden municipal, exclusivamente
local.

Y tercero, esta interpretación, por lo demás, también es funcional para evitar que existan
regulaciones asimétricas y divergentes de los precios, además de criterios sancionatorios dispares
según la jurisdicción municipal de que se trate. Ello, además, tendría lógicos efectos distorsivos, y
también afectaría potencialmente el derecho de defensa de los sujetos obligados por la LA. En
este sentido, aunque refiriéndose a la revisión judicial, la Corte Suprema ha resuelto que una
municipalidad carecía de legitimación para iniciar una acción judicial con motivo del
incumplimiento a una resolución sobre precios máximos establecida por la Secretaría de Comercio
Interior como autoridad de aplicación de la LA[26].

Afirmó allí la Corte Suprema que "el debate gira en torno a un eventual incumplimiento de una
norma emanada de una autoridad nacional sobre una cuestión de orden federal, que excede, en
principio, la normal competencia del municipio de velar por la administración de los intereses
locales (conf. arts. 190 y 191 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires) y sobre la cual, la
autoridad nacional referida cuenta con medios legales para hacer cumplir sus decisiones en un
marco procedimental en el cual, a su vez, la accionada pueda contar con las garantías que hacen a
la tutela efectiva de sus derechos"[27]. Agregó asimismo que "la Resolución 50/10 aparece dictada
por la Secretaría de Comercio Interior como autoridad de aplicación de la Ley 20680 y sus
modificatorias, de las que resulta que dicha repartición se encuentra como principio autorizada
para usar de todas las atribuciones que le asigna esa ley para intervenir o disponer
temporariamente, de aquellos elementos indispensables, para el eventual contralor y
cumplimiento de la normativa en cuestión"[28].
Por todas estas razones, en consecuencia, creemos que lo correcto sería interpretar
restrictivamente el alcance de las disposiciones de la LA y que, por ello, las autoridades
municipales no podrían en principio resultar competentes para adoptar regulaciones con
fundamento en la LA, ni tampoco para imponer sanciones ante eventuales incumplimientos de los
sujetos obligados. Para ello, a nuestro juicio, sería necesario una modificación del texto de la LA
que así lo prevea expresamente. 

5. Competencia judicial para imponer sanciones de clausura e inhabilitación especial 

Sin perjuicio de lo expuesto en los puntos anteriores, en ningún caso las autoridades de aplicación
nacionales, provinciales o municipales tienen competencia para imponer las sanciones de clausura
e inhabilitación especial para ejercer el comercio o la función pública (artículos 5, incisos b y e,
respectivamente, de la LA)[29]. 

Tales sanciones, en cambio, siempre deberán ser impuestas por la justicia federal. En el ámbito de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el Juez Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso
Administrativo Federal competente, y en las demás jurisdicciones, a petición de la autoridad de
aplicación, por el juez federal correspondiente, pues así lo establece de manera expresa el artículo
15, segundo párrafo, de la LA.

Si bien la LA no lo establece expresamente, entendemos que la decisión judicial que imponga la


clausura o inhabilitación especial será susceptible de apelación ante la Cámara federal que
corresponda, con posibilidad de discutir ampliamente hechos y prueba a fin de garantizar
adecuadamente el derecho de defensa de los agentes económicos eventualmente involucrados.

Asimismo, en una interpretación sistemática de la LA, debería concluirse que estas sanciones sólo
pueden ser impuestas por infracciones que afecten o puedan afectar el comercio
interjurisdiccional (y por ende sean competencia de la autoridad nacional de aplicación). Ello así,
porque la LA autoriza únicamente la imposición de estas sanciones en el artículo 15 (al regular la
competencia en relación con infracciones que afecten o puedan afectar el comercio
interjurisdiccional) y nada dice al respecto en el artículo 18 (al regular la competencia provincial en
cuestiones que no afectan el comercio interjurisdiccional), y es coherente con los principios
constitucionales interpretar estas normas de forma restrictiva.

6. Competencia judicial para extender medidas de clausura preventiva 

Una cuestión no abordada expresamente por la LA es la relativa a la clausura preventiva y la


competencia judicial para disponer su extensión[30]. Según su artículo 12, inciso e), los
funcionarios actuantes tienen competencia para ordenar en sede administrativa medidas de
clausura preventiva por hasta tres días[31], pero pueden solicitar judicialmente su extensión por
hasta 30 días[32]. 

De una interpretación conjunta de dicha norma con lo dispuesto en el artículo 15 de la LA, la


competencia para resolver estas solicitudes de extensión de la clausura preventiva (proviniendo
tanto de la autoridad nacional como de las autoridades provinciales) debe ser la misma que para
imponer las sanciones de clausura, comentadas en el acápite anterior. Esto así, porque la
competencia para clausurar de forma preventiva sería accesoria a la competencia para establecer
esa medida con carácter de sanción (que el artículo 15, segundo párrafo, de la LA atribuye a los
jueces federales de primera instancia). 

Además, tal criterio permite el amplio análisis de cuestiones de hecho y prueba, necesariamente
involucradas en tal tipo de decisiones[33] y que se podrían ver más limitadas en caso de solicitarlo
a la Cámara federal correspondiente. Más aún, ello permite la posibilidad de apelar la decisión de
extender la clausura preventiva ante la Cámara, en lugar de tener que acudir exclusivamente ante
la Corte Suprema por la vía reducida del recurso extraordinario federal[34]. 

Por estas razones, nos parece razonable interpretar que la solicitud de extensión judicial de la
clausura preventiva por más de tres días corresponde en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a la
competencia del Juez Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal y, en
las demás jurisdicciones, el juez federal correspondiente.

Finalmente, en lo que refiere a la impugnación del acto administrativo que dispone la clausura
preventiva por el plazo de 3 días, aunque la LA no establece un recurso específico, creemos que
podría interpretarse que procede a su respecto la vía del recurso directo ante la CNACAF, como
hemos propuesto en otro lugar[35]. No obstante, también podría entenderse que siendo los
jueces federales de primera instancia los competentes para decidir su extensión, sean entonces
estos también los jueces competentes para revisar judicialmente la impugnación del acto
administrativo que dispone la clausura preventiva en los términos del artículo 12, inciso e, de la
LA.

7. Competencia judicial para la revisión de regulaciones y de sanciones

Bajo la LA, existe un régimen distinto de impugnación judicial de las medidas adoptadas por la
autoridad de aplicación nacional, según se trate de:

1. Regulaciones (dictadas al amparo de sus artículos 2 y 27): La LA no establece un mecanismo


específico de impugnación, más allá del recurso excepcional en sede administrativa previsto en su
artículo 2 in fine. Por ello, y en función de lo dispuesto en la Ley 19549 de Procedimientos
Administrativos y las normas que regulan la competencia de los tribunales federales en lo
contencioso administrativo federal, las medidas de regulación adoptadas por la autoridad
nacional, una vez agotada la vía administrativa, son susceptibles de ser impugnadas judicialmente
ante la Justicia Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal[36]; en las provincias, será el de
los jueces federales con la competencia territorial que corresponda[37]. Estos tribunales también
serán competentes, respectivamente, para resolver las medidas cautelares de suspensión de sus
efectos cuando aquéllas se establezcan mediante actos administrativos[38].

2. Sanciones (impuestas por comisión de las infracciones del artículo 4): Deben ser impugnadas
solamente por vía de recurso judicial directo ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal o ante las cámaras federales de apelaciones competentes,
según el asiento de la autoridad que dispuso la sanción (cfr. art. 16, LA)[39]. Asimismo, la decisión
judicial que confirme o revoque la medida sancionatoria recurrida será la "sentencia del superior
tribunal de la causa", por lo que será susceptible de impugnación por vía de recurso extraordinario
federal (artículo 14, Ley 48). Bajo el régimen de la LA previo a la reforma dispuesta por la Ley
26991, donde se preveía un recurso judicial ante los jueces en lo penal económico que debía ser
resuelto en "instancia única", esto ha sido expresamente reconocido por la Corte en "La Prensa"
(1987)[40], "Ferracutti y otros" (1988)[41], "Polisur Sociedad Mixta s/ Apelación, multa Ley 20680"
(1989)[42], "Roemmers S.A.I.C.F." (1990)[43], entre muchos otros.

3. Sanciones de clausura e inhabilitación especial por infracciones que afecten o puedan afectar el
comercio interjurisdiccional: Dado que, como vimos, la LA establece expresamente en su artículo
15 que estas sanciones deben ser impuestas por los jueces federales de primera instancia (los
jueces con competencia en lo contencioso administrativo federal de la CABA o los jueces federales
con jurisdicción en las provincias), las mismas serán recurribles -y revisables- judicialmente ante la
Cámara Federal respectiva.

Ahora bien, la LA no regula de manera clara y expresa ante qué jueces (federales o provinciales)
debe acudirse para impugnar las regulaciones y sanciones impuestas por autoridades provinciales.

Pese a ello, entendemos que una interpretación razonable de las normas de la LA permite concluir
lo siguiente:

1. Regulaciones adoptadas por gobernadores de provincia o el jefe de gobierno de la CABA (al


amparo del artículo 3 de la LA): A este respecto, la Corte Suprema ha resuelto que las
impugnaciones contra estas regulaciones deberían en principio ser resueltas por la justicia
provincial[44]. Sin embargo, en nuestra opinión, lo razonable sería que la impugnación judicial de
esas medidas, una vez agotada la vía administrativa en sede local, sea realizada ante los Jueces de
Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal en la Ciudad de Buenos Aires o bien
ante los Jueces Federales con competencia en el territorio de la provincia cuya autoridad local
hubiera dictado el acto de regulación. Ello así, porque (i) sería un criterio homogéneo con la regla
que la LA establece al disponer que dicho fuero es el competente para la revisión de las sanciones
(ver punto siguiente), y (ii) impediría que se dicten sentencias contradictorias o adopten diversas
interpretaciones en torno al alcance y contenido de las medidas de regulación (jueces provinciales)
y la configuración de las eventuales infracciones a las mismas al revisar las sanciones (cámaras
federales).

2. Sanciones impuestas por la autoridad de aplicación provincial o de la CABA (ante la comisión de


las infracciones del artículo 4): En nuestra opinión, corresponde que sean impugnadas ante las
Cámaras Federales con jurisdicción en el territorio donde tales medidas sean aplicadas. Ello así, en
razón de que las sanciones frente a las eventuales infracciones de esas medidas, según lo
establecido en el texto de la LA, deben ser impugnadas "solamente" mediante recurso directo
ante las Cámaras Federales competentes "según el asiento de la autoridad que dispuso la sanción"
(cfr. art. 16, LA). Esta norma, como puede apreciarse, sólo admite el recurso directo ante la
justifica federal, no importa cuál sea el "asiento de la autoridad que dispuso la sanción". Este
último dato, en efecto, sólo determinará que sean las Cámaras federales con jurisdicción en el
territorio de la provincia de que se trate -y no la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo Federal- las que deban entender en la revisión de las eventuales sanciones.

3. Sanciones de clausura e inhabilitación especial por infracciones cometidas en las provincias y


que afecten exclusivamente al comercio de sus respectivas jurisdicciones: Dado que la LA
establece expresamente en su artículo 15 que estas sanciones deben ser impuestas por los jueces
federales de primera instancia (los jueces con competencia en lo contencioso administrativo
federal de la CABA o los jueces federales con jurisdicción en las provincias), estas sanciones serán
recurribles judicialmente ante la Cámara Federal respectiva.

8. Competencias de fiscalización por otros entes y órganos a nivel nacional

Por último, cabe señalar que la autoridad nacional de aplicación es la SCI[45], por lo que como
regla es quien está a cargo de ejecutar todo acto de fiscalización. Sin embargo, el DNU 287/2020
autorizó diversos mecanismos intra-administrativos que podrían permitir facultar a la AFIP u otros
entes u órganos de la Administración Pública centralizada y descentralizada[46].

Por ello, para que la AFIP o cualquiera otro de tales entes u órganos pudiera fiscalizar el
cumplimiento de la LA y sus normas complementarias, el Jefe de Gabinete de Ministros debería
atribuirle tales funciones, o bien deberían celebrar un acuerdo o al menos obtener la autorización
correspondiente por el Ministerio de Desarrollo Productivo o la SCI. 

9. A modo de síntesis

Para concluir, se sintetiza en la siguiente tabla lo expuesto hasta aquí:


[1] B.O. 23-12-2019.

[2] B.O. 12-03-2020.

[3] B.O. 20-03-2020.


[4] El DNU 325/2020 (BO 31-03-2020) prorrogó la vigencia del Decreto 297/20, con sus
modificaciones, hasta el 12 de abril de 2020 inclusive.

[5] Cfr. DNU 287/2020, BO 18-03-2020. El ahora suspendido último párrafo del artículo 1 de la
LA establece: "Quedan exceptuados del régimen establecido en la presente ley, los agentes
económicos considerados micro, pequeñas o medianas empresas (MIPyMEs), de
conformidad con lo previsto en la ley 25.300, siempre que no detenten posición dominante
en los términos de los artículos 4 y 5 de la Ley 25156".

[6] Cfr. Resolución SCI 86/2020, BO 12-03-2020.

[7] Cfr. Resolución SCI 98/2020, BO 19-03-2020, artículo 8.

[8] Cfr. Resolución SCI 100/2020, BO 20-03-2020.

[9] Cfr. Resolución Conjunta 1/2020 del Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo
Productivo, BO 21-03-2020.

[10] Cfr., por ejemplo, "La AFIP fiscalizó 1.860 comercios, ordenó 9 clausuras y detectó precios
abusivos", Telam 30-3-2020, disponible en
https://www.telam.com.ar/notas/202003/446262-coronavirus-afip-fiscalizo-1860-
comercios-9-clausuras.html; "Gobierno saca a la calle ejército de inspectores de AFIP para
controlar rebaja en precios de 1.100 productos", iProfesional 19-03-2020, disponible en
https://www.iprofesional.com/negocios/311577-un-ejercito-de-inspectores-de-la-afip-para-
controlar-la-rebaja-en-los-precios; "Unos 300 inspectores ya están en las calles controlando
el abastecimiento de productos", Ambito.com 20-03-2020, disponible en
https://www.ambito.com/economia/precios/unos-300-inspectores-ya-estan-las-calles-
controlando-el-abastecimiento-productos-n5089978; "La AFIP clausuró un super rosarino
por subir los precios", Puntobiz.com 2-04-2020,
https://puntobiz.com.ar/noticias/val/129699/val_s/82/la-afip-clausuro-un-super-rosarino-
por-subir-los-precios.html, todas consultadas por última vez el 6-4-2020.

[11] Cfr., por ejemplo, Decreto 177/2020 del Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires, que
entre otras medidas extendió por 90 días (en vez de 30 días) el congelamiento de los precios
alcanzados por la Resolución SCI 100/2020.

[12] Cfr. Decreto 351/2020, BO 09-04-2020.

[13] Cfr. en particular Castro Videla, Santiago M. - Maqueda Fourcade, Santiago, Los controles de
precios. Ley 20680 de abastecimiento comentada, Ábaco, 2019. Asimismo, de los mismos
autores, cfr. Tratado de la regulación para el abastecimiento. Estudio constitucional sobre los
controles de precios y de la producción, Ábaco, 2015; "El régimen de delegación legislativa
en la nueva Ley de Abastecimiento", El Derecho diarios del 11-06-2015; 12-06-2015; "La
nueva ley de abastecimiento. Problemáticas constitucionales y legales. Reflexiones sobre la
reforma dispuesta por la Ley 26991", L.L. diario del 30-09-2014; y "El derecho de propiedad
privada y libertad económica y los controles de precios máximos", en Rivera, Julio C. (h.) -
Elías, José S. - Grosman, Lucas - Legarre, Santiago (dirs.), Tratado de los derechos
constitucionales, t. II, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2014, pp. 712/784; y Castro Videla,
Santiago M. - Maqueda Fourcade, Santiago, "Procedimiento de imposición y revisión de
sanciones bajo la Ley de Abastecimiento", L.L. diario del 3-04-2020.

[14] Así lo establece expresamente el artículo 29 de la LA.

[15] Para una reseña de la jurisprudencia de la Corte Suprema en relación a las distintas leyes de
abastecimiento y control de precios, cfr. Castro Videla, Santiago M. - Maqueda Fourcade,
Santiago, Tratado de la regulación para el abastecimiento..., cit., p. 427-430. Entre otros, la
Corte Suprema ha reconocido el carácter federal de la Ley 20680 en "Verónica S.R.L.", Fallos
311-2339 (1988), "Polisur Sociedad Mixta s/ Apelación, multa Ley 20680", Fallos 312-1824
(1989), "Roemmers S.A.I.C.F.", Fallos 313-1594 (1990) y "Elías, Jalife s/ Acción de amparo",
Fallos 316-3077 (1993).

[16] "Articulo 3 - Los Gobernadores de Provincia y/o el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, por sí o por intermedio de los organismos y/o funcionarios que determinen,
podrán fijar -dentro de sus respectivas jurisdicciones- precios máximos y las pertinentes
medidas complementarias, mientras el Poder Ejecutivo o el organismo nacional de aplicación
no los establecieren, dando cuenta de inmediato a este último. Dichos precios subsistirán en
tanto el Poder Ejecutivo no haga uso de las facultades que a ese objeto le acuerda esta ley.
También podrán disponer las medidas autorizadas en los incisos e), f), g) y h) del artículo 2.
Asimismo las mencionadas autoridades, y únicamente en cuanto se refiere al abastecimiento
dentro de sus respectivas jurisdicciones, podrán modificar los precios fijados por la autoridad
nacional de aplicación, en tanto la localización de la fuente de producción, la menor
incidencia de los fletes o cualquier otra circunstancia o factor permitan una reducción de los
mismos. En caso de que a la inversa, dichos factores determinaran la necesidad de
incrementar aquéllos, deberá requerirse previa autorización al organismo nacional de
aplicación; quien deberá expedirse en el término de quince (15) días hábiles; en caso
contrario quedará aprobado el precio propuesto por la autoridad local".

[17] "Articulo 15. El Poder Ejecutivo designará la autoridad de aplicación de la presente ley en el
ámbito nacional, con facultades para dictar las normas complementarias que fueren
menester para su cumplimiento. Las infracciones a la presente ley afectan los derechos e
intereses económicos de los ciudadanos y la Nación. Las que se cometieren en territorios de
jurisdicción nacional o cuando afectaren o pudieren afectar el comercio interjurisdiccional,
serán controladas y juzgadas en sede administrativa por la autoridad de aplicación, a
excepción de las sanciones de clausura e inhabilitación especial para ejercer el comercio o la
función pública que serán impuestas, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
por el Juez Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal, y en las
demás jurisdicciones, a petición de la autoridad de aplicación, por el juez federal
correspondiente. A los efectos de esta norma se entenderá por comercio interjurisdiccional
el que se realiza con las naciones extranjeras, el que efectúan las provincias entre sí o con la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el que practica una provincia o la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires con un establecimiento de utilidad nacional, y el que realiza este último con las
primeras".

[18] "Articulo 18. Las infracciones cometidas en las provincias y que afecten exclusivamente al
comercio de sus respectivas jurisdicciones serán juzgadas en sede administrativa por los
organismos que determine cada una de ellas, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 3".

[19] Para un análisis del contenido de estas facultades y sus problemas de constitucionalidad cfr.
Castro Videla, Santiago M. - Maqueda Fourcade, Santiago, "Procedimiento de imposición y
revisión de sanciones bajo la Ley de Abastecimiento", L.L. diario del 3-04-2020.

[20] Cfr. artículos 1 y 6 del Decreto 177/2020 de la Provincia de Buenos Aires. El artículo 6 del
referido Decreto dispone lo siguiente: "ARTÍCULO 6. Las disposiciones de la presente medida
serán fiscalizadas de acuerdo a los procedimientos y sanciones contenidos en la Ley N°
20680 y sus modificaciones, la Ley N° 8197 y la RESO-2020-100-GDEBA-MPCEITGP. A tales
efectos, además de la Autoridad de Aplicación provincial de la Ley N° 20680, se faculta a los
Municipios para que, por intermedio de los funcionarios competentes, procedan a llevar
adelante la fiscalización local del debido cumplimiento de la presente medida respecto a
establecimientos industriales, logísticos y comerciales -en especial, comercios minoristas de
proximidad radicados en su jurisdicción, invitándose a la creación de un área específica de
control y relevamiento, dando cuenta de ello a la Autoridad de Aplicación provincial. Las
autoridades municipales deberán: (i) Informar a la Autoridad de Aplicación, exclusivamente,
a través del sistema unificado que aquélla establezca, los resultados de los relevamientos,
para la eventual adopción de las correspondientes medidas sancionatorias; y (ii) Aplicar los
criterios establecidos por la Autoridad de Aplicación para la ejecución coordinada de las
actividades de relevamiento, inspección y elaboración de actas de inspección y/o la
realización de las actividades complementarias necesarias para dar cumplimiento del
abastecimiento y precios máximos en el ámbito provincial, respecto del listados de bienes y
productos esenciales".

[21] Cfr. Decreto 351/2020, art. 4.

[22] Cfr. Decreto 351/2020, art. 2.

[23] Cfr. Decreto 351/2020, art. 3.

[24] Cfr. Castro Videla, Santiago M. - Maqueda Fourcade, Santiago, "Aproximación al principio
restrictivo en el dictado e interpretación de regulaciones económicas", El Derecho
Administrativo diario del 31-03-2017.

[25] "Inverlac SACI", Fallos 276-222 (1970), donde en el marco de la Ley 17.724 de
abastecimiento y control de precios reconoció competencia a la Cámara federal de
apelaciones para revisar una sanción impuesta por la autoridad provincial de aplicación,
incluso a pesar de que la infracción no había afectado el comercio interjurisdiccional.

[26] Cfr. "Municipalidad de Berazategui c. Cablevisión S.A. s/ Amparo", Fallos 337-1024 (2014).

[27] dem, considerando 5, del voto mayoritario de los Dres. Lorenzetti, Fayt y Maqueda.

[28] bídem.

[29] Como hemos explicado en otro lugar, estas sanciones son irrazonables para los fines
buscados por la LA pues, al clausurar establecimientos o inhabilitar a operadores del
mercado, contribuyen a exacerbar el desabastecimiento que se busca evitar. Para mayores
detalles, cfr. Castro Videla, Santiago M. - Maqueda Fourcade, Santiago, Los controles de
precios. Ley 20680 de abastecimiento comentada, cit., comentario al artículo 5; y
"Procedimiento de imposición y revisión de sanciones bajo la Ley de Abastecimiento", L.L.,
diario del 3-04-2020.

[30] Como hemos explicado en otro lugar, existen fundamentos para considerar que estas
medidas preventivas (al igual que otras de las facultades previstas en el artículo 12) son
irrazonables para los fines buscados por la LA (pues contribuyen a exacerbar el
desabastecimiento que se busca evitar) e inconstitucionales por violar la división de poderes.
Para mayores detalles, cfr. Castro Videla, Santiago M. - Maqueda Fourcade, Santiago, Los
controles de precios. Ley 20.680 de abastecimiento comentada, cit., comentario al artículo
12; y "Procedimiento de imposición y revisión de sanciones bajo la Ley de Abastecimiento",
L.L., diario del 3-04-2020.

[31] En relación a la inconstitucionalidad de esta facultad de la administración para disponer la


clausura preventiva en sede administrativa cfr. Castro Videla, Santiago M. - Maqueda
Fourcade, Santiago, "Procedimiento de imposición y revisión de sanciones bajo la Ley de
Abastecimiento", La Ley diario del 3-04-2020, punto IV.2.b.2., p.4.

[32] "Articulo 12. Para el cumplimiento de su cometido, los funcionarios actuantes podrán: [...] e)
Clausurar preventivamente hasta por tres (3) días los locales en los que se hubiere
constatado la infracción, cuando ello fuere indispensable para el mejor curso de la
investigación o si existiere riesgo inminente de que se continúe cometiendo la infracción. La
autoridad de aplicación podrá solicitar judicialmente la extensión de este plazo, hasta un
máximo de treinta (30) días".

[33] En este sentido, conforme lo establece específicamente el artículo 12, inciso e), la clausura
preventiva puede disponerse "cuando ello fuere indispensable para el mejor curso de la
investigación o si existiere riesgo inminente de que se continúe cometiendo la infracción".

[34] La Corte Suprema, si bien en "Labala c/ Secretaría de Comercio", Fallos 320:1949 (1997),
revocó la sentencia de la Cámara Federal de Mar del Plata que había confirmado la
declaración de nulidad de una clausura preventiva (en tanto se había sustentado en la
declaración de inconstitucionalidad del allanamiento), evidencia que la competencia de los
jueces federales de primera instancia para entender en la impugnación de las medidas de
clausura preventiva fue confirmada.

[35] Cfr. Castro Videla, Santiago M. - Maqueda Fourcade, Santiago, Los controles de precios. Ley
20680 de abastecimiento comentada, cit., p. 216.

[36] Ello surge del artículo 45, inciso "a", de la Ley 13998 (1950), que establece que los juzgados
nacionales en lo contencioso administrativo federal serán competentes para entender en las
"causas contencioso-administrativas". Cfr. CNACAF, Sala III, "Sistema Televisivo Comunitario
S. A. y otros c/ EN - SCI Resol. 50/10 s/ Medida cautelar (autónoma)", expte. 17542/2010,
sentencia del 25/8/2010; Sala III, "Cablevisión S.A. c/ EN - Mº Economía - SCI Resol. 50/10 y
36/11 s/ Medida cautelar (autónoma)", expediente 30966/2011, sentencia del 29/11/2011;
Sala V, "Shell Compañía Argentina de Petróleo S.A. c/ EN - SCI - Resol. 295/10 s/ Medida
cautelar (autónoma)", Expte. 23207/2010, sentencia del 5/10/2010.

[37] Ello surge del artículo 20 de la Ley 27 (1862), que establece que los juzgados federales con
sede en las provincias serán competentes para entender en las causas "contenciosas
administrativas". Lo reseñado en este párrafo es el mecanismo estándar para impugnar las
regulaciones. Dado que ejercen facultades legislativas, es posible también impugnarlas
directamente en instancia judicial. Asimismo, el artículo 2, in fine, prevé un recurso
administrativo excepcional y limitado para cuando la medida pueda ocasionar un "grave e
irreparable perjuicio económico", solicitando su "revisión parcial o total" en sede
administrativa. Para mayores detalles, remitimos a Castro Videla - Maqueda Fourcade, Los
controles de precios, cit, comentario al artículo 2, acápite 16.

[38] Para ampliar, cfr. Maqueda Fourcade, Santiago - Castro Videla, Santiago M., "Medidas
cautelares contra la aplicación de sanciones dictadas en sumarios en lo financiero. El
otorgamiento cautelar de efectos suspensivos al recurso judicial directo por ante la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal (art. 42, Ley 21526)", JA
2012-III, p. 791-802.

[39] Para mayores detalles, remitimos al comentario de los artículos respectivos en Castro Videla
- Maqueda Fourcade, Los controles de precios, cit., y también "Procedimiento de imposición
y revisión de sanciones bajo la Ley de Abastecimiento", L.L. diario del 3-04-2020.

[40] Fallos, 310:1715 (1987).

[41] Fallos, 311:1633 (1988).

[42] Fallos, 312:1824 (1989).

[43] Fallos, 313:1594 (1990).

[44] Cfr. CSJN, "Cablevisión S.A. c/ Provincia del Chaco s/ Contencioso administrativa", Causa CSJ
Competencia 154/2014 (50-C)/CS1, sentencia del 25/03/2015 que hizo suyo el dictamen de
PGN. Cabe destacar, sin embargo, que en relación a otras leyes de abastecimiento y control
de precios distintas de la LA, pero con idéntico régimen, la Corte Suprema se había
pronunciado en un sentido contrario al resolver acerca de la competencia judicial para la
revisión de las "sanciones". Ello surge, por ejemplo, de la sentencia dictada en "Inverlac
SACI", Fallos 276-222 (1970), donde en el marco de la Ley 17724 de abastecimiento y control
de precios reconoció competencia a la Cámara federal de apelaciones para revisar una
sanción impuesta por la autoridad provincial de aplicación. Para ello, sostuvo la Corte que "la
circunstancia de que la infracción no haya afectado al comercio interjurisdiccional no es
razón suficiente para que el tribunal a quo decline la jurisdicción que, en términos claros, le
confiere el artículo 10 antes citado; atenta la naturaleza específicamente federal de la Ley
17724, y el fundamento constitucional que le da origen" (consid. 7º). Y también que "las
facultades conferidas a los gobernadores de provincia por el art. 5 de la ley en cuestión
tampoco obstan a la conclusión precedente, porque su actuación en estos casos obedece a
su calidad de agentes naturales del gobierno federal (art. 110 de la Constitución Nacional),
conforme se estableció en fallos 268:491 (considerando 12); de modo tal que su intervención
no puede alterar la jurisdicción de los tribunales federales para actuar en estos casos"
(considerando 8).

[45] Cfr. Decreto 203/2015 (BO 12-02-2015).

[46] El DNU 287/2020 sustituyó el artículo 10 del DNU 260/2020 por otro que en lo aquí
relevante: (i) autoriza al Jefe de Gabinete de Ministros a "asignar funciones a la dotación de
una jurisdicción u organismo de los comprendidos en el artículo 8 incisos a) y b) de la Ley Nº
24156, de manera provisoria, en el ámbito de otra, cuando así resulte necesario, para la
efectiva atención de la emergencia sanitaria y la aplicación y control del presente decreto y
su normativa complementaria"; y (ii) autoriza a las jurisdicciones y organismos comprendidos
en el artículo 8 incisos a) y b) de la Ley Nº 24156 a "coordinar acciones para asignar
funciones a la dotación de una jurisdicción u organismo de manera provisoria, en el ámbito
de otra, y firmar convenios de colaboración con las universidades públicas nacionales, a los
mismos fines establecidos en el párrafo anterior".

También podría gustarte